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Bienvenido al Mágico Ahora...

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Imagina un mundo como el tuyo pero con una sorprendente diferencia: ¡todas las criaturas de las leyendas han salido de las sombras y ahora existen codo a codo con la humanidad! ¡Bienvenido al Mágico Ahora! La ciudad de Nueva York se ha convertido en un macabro crisol. Los vampiros, hombres lobos, zombies y demonios son los nuevos inmigrantes y están persiguiendo su propio sueño americano. Las Criaturas Nocturnas se han vuelto parte del sistema. Por el momento no hay leyes que defiendan sus derechos, no hay reglas en contra de su exterminio. Hay mucha gente ansiosa por explotar a las Criaturas Nocturnas para ganar dinero y satisfacer sus deseos. 

Abundan las oscuras posibilidades en este nuevo y desafiante mundo. Gary Hack es un director de cine, explotador y venido a menos. Para alimentar su creciente adicción a las drogas, Gary se involucra en el peligroso mercado clandestino de los videos fetichistas con monstruos. 

Este es el comienzo de un agitado viaje para Gary Hack.

Gary Hack miró a través de la ventana del bar griego. Dos zombies vagabundos estaban sentados junto al pavimento caliente. Sacudían vasos en el aire. La gente pasaba por la vereda rodeándolos rápidamente como peste. Algunos les tiraban una moneda, pero la mayoría pasaba junto a ellos, evitándolos como si fuesen mierda de perro. Gary casi podía oler a los asquerosos bastardos a través del vidrio. Todavía estaba mirándolos cuando Anteia, la hija griega del dueño del bar, le trajo su café.

Anteia quitó rápidamente el exhibidor de azúcar de su mesa, dejando a Gary con dos sobres de edulcorante y tres paquetes de crema en polvo. 

Vamos, Anteia, se quejó Gary. Ella lo había atrapado robándose sobres de azúcar, y ahora le estaba dejando una ridícula cantidad para utilizar.

Para la próxima taza, quizás, dijo ella, mirándolo severamente mientras se llevaba el exhibidor.

Esas cosas les cuestan centavos, y a veces me baja el nivel de azúcar en sangre, siguió Gary, mientras Anteia se dirigía a la cocina.

Gary preparó su café