60 DAS DE MACRISMO, UNA
CARACTERIZACIN DE CONJUNTO
Luego del verano del gobierno por decreto,
Argentina empez a transitar hacia un rgimen de
coalicin a la carta. La separacin de Graciela
Bevacqua del Indec es un sntoma oportuno de la
crisis que se desarrolla en el nuevo gobierno, cuando
ha cumplido poco ms de dos meses de mandato. El
ministro Frigerio y el director Todesca parecen haber
coincidido en la necesidad de recurrir, ellos tambin,
a la manipulacin estadstica. Ocurre que la salida
del cepo no ha resultado ser tan indolora como se la
quiso presentar. La devaluacin de partida del peso,
cuya cotizacin lleg a caer por debajo de los $13,
empina con paso firme a los $16 - nada menos que
un 60%, cuando an no ha concluido la liberacin,
que se ha querido graduar, de las importaciones y
del giro de utilidades al exterior. La tendencia
devaluatoria ha doblegado asimismo al cepo que se
pretende imponer por medio de las elevadsimas
tasas de inters de referencia del Banco Central, que
superan holgadamente el 30/32 por ciento. De
acuerdo
la
informacin
periodstica,
los
exportadores
grandes
acopiadores
siguen
reteniendo cereales en disconformidad con un tipo
de cambio inferior a los $16. Las reservas en divisas
han cado ms de u$s1.5 mil millones desde la
inauguracin del mandato macrista. Cuando a todo
esto se suma el tarifazo, al que tambin se describe
como gradual, se disea en el escenario nacional el
fenmeno conocido como rodrigazo. En junio de
1975,
la
salida
simultnea
de
varios
cepos
cambiarios y tarifarios - dio paso a la primera de las
hiperinflaciones que caracterizaran a la historia
argentina, por ahora hasta el ao 2002.
En el plan oficial, el impacto de la devaluacin
y el tarifazo, de nuevo, todos graduales, deba ser
contenido por medio de un acelerado endeudamiento
internacional. El crdito externo financiara el dficit
fiscal, en reemplazo de la emisin de moneda. Esto
anclara el nivel interno de los precios y permitira
encarar las paritarias hacia la baja, y la reducir en
forma gradual la tasa de inters. La llave maestra
para este andamiaje econmico y poltico es el
arreglo con los fondos buitres. Este arreglo se
encuentra, sin embargo, trabado; por eso Macri
busca, como antes CFK y el resistente Kicillof, la
mediacin de Obama - l mismo acosado por esos
fondos, que reportan a la derecha del partido
republicano, en un ao electoral. El fondo Elliot tiene
en su cartera algunos bonos cuyo diseo le aseguran
intereses estratosfricos, que no estara dispuesto a
resignar, sobre el valor original. La incertidumbre
sobre lo que reporta este bono descalifica los
clculos apresurados de las consultoras macristas
acerca del monto total de la deuda. Elliot quiere
cobrar, asimismo, en los mismos trminos del
acuerdo con Repsol, con bonos que se puedan
vender a valor nominal y con tasas de inters
elevadas.
En cualquier
caso,
Argentina debera
endeudarse por cifras que van de u$s11 a 18 mil
millones, a tasas de inters no menores al 7-8 por
ciento. Ms all de esto, los buitres duros quieren
que Argentina derogue primero las leyes cerrojo y de
pago soberano, algo que Macri no conseguira del
Congreso si no presenta antes los trminos del
acuerdo.
La
arquitectura
poltico-financiera
del
gobierno macrista - el arreglo con los buitres y su
aceptacin por el Congreso - no ha conseguido poner
an su propia piedra basal. El mapa gentico del
rgimen poltico que procura establecer el nuevo
gobierno, est siendo escrito por el capital financiero
internacional.
Cuando se observa que Argentina debe unos
u$s15 mil millones por importaciones y giros de
utilidades pendientes, y adems otros u$s15 mil
millones, aproximadamente, a los buitres, y que
tiene obligaciones con bancos centrales por ms de
u$s10 mil millones por contratos de canje de
monedas, ms una deuda externa reconocida con
acreedores privados del exterior de uSs150 mil
millones, es difcil entender a los especialistas que
aseguran que Argentina es un pas desendeudado.
Un pas desendeudado no necesita apelar a un
rescate
financiero
internacional,
ni
crditos
extranjeros para respaldar su propia moneda; al
revs, podra ofrecer socorro financiero a otros
estados. Un monto de u$s200 mil millones de deuda
externa, a tasas de inters enormes, frente a un PBI
que la devaluacin redujo a u$s500 mil millones, es
un
soberano
40
por
ciento.
Ahora,
la
deuda
dolarizada es mucho mayor si se anotan los u$s70
mil millones que el Tesoro le debe al Banco Central;
los u$s20 mil millones a Anses; y la deuda en dlares
o ajustadas al dlar de la mayora de las provincias.
La deuda publica anda por los u$s250.000
millones; 145.000 millones son con Banco Central,
ANSeS y otros organismos pblicos; 65.000 millones
con
acreedores
privados;
30.000
millones
organismos financieros internacionales
El macrismo acaba de dar una muestra
redonda del carcter externo de la deuda en dlares
del Tesoro con el Banco Central al convertir u$s6 mil
millones de ella en bonos internacionales y poner en
la lista de espera a otros 10 mil millones. La deuda
inter-estatal se ha convertido, por medio de una
anotacin contable, en una deuda externa. Un
prstamo internacional de u$s16 mil millones, cuyo
nica finalidad es reforzar las reservas del Banco
Central,
est
lejos
de
constituir
una
inversin
productiva como pregonan los desarrollistas del
oficialismo; solamente sirven como un seguro de
cambio para respaldar a los especuladores de
divisas. Ese prstamo obla un 6.5% de inters, muy
por encima del establecido en los canjes de monedas
con los bancos centrales de China y Francia, o del
0.5% de inters que pagaba el Tesoro al BCRA.
Argentina
asiste
una
bancarrota
financiera
internacional que la convierte en rehn del capital
extranjero. El macrismo es la expresin poltica de
esta dependencia econmica.
Ha quedado desmentida la especie de que el
endeudamiento del gobierno con Anses, el Central, el
Nacin, el Pami y la lotera era inocuo, por su
condicin interestatal que permitira refinanciarlo en
forma indefinida. El dinero de esas instituciones
proviene de impuestos o diversas formas de deuda, o
sea del
estado
financiero
de contribuyentes y
usuarios. Un Banco Central no puede saldar su
pasivo - deuda con bancos y pblico - si su activo,
deuda pblica, carece de valor mercantil. El Fondo de
Sustentabilidad de Anses, repleto de deuda pblica,
tampoco
podra
hacer
frente
cadas
en
la
recaudacin impositiva o previsional, si el activo no
pudiera ser usado. Esta realidad explica que el
macrismo se encuentre pergeando una reforma
jubilatoria que va desde el aumento de la edad de
retiro a fuertes restricciones para la jubilacin de
aquellos que han efectuado aportes inferiores a los
requeridos. Tambin explica por qu la reforma de
ganancias que se acaba de anunciar acenta en
realidad la presin del impuesto sobre los salarios
A todo lo expuesto corresponde aadir, por un
lado, la deuda nacional en pesos y, por el otro, el
dficit fiscal, que es extraordinario. Por un lado est
la enorme deuda del estado nacional y las provincias
con bancos, proveedores y contratistas. La reciente
crisis en la Legislatura bonaerense gir en torno a la
contratacin de deuda por $110 mil millones, la
mayor parte para pagar deuda vencida. Los intentos
del Tesoro nacional para colocar nueva deuda fueron
declarados desiertos, antes con Kicillof, ahora con
Prat Gay. El Banco Central tiene una deuda de $500
mil millones con los bancos locales e individuos. Est
constituida por Letras ofrecidas a los bancos para
absorber el excedente de moneda emitida, al 30% de
inters
anual,
aproximadamente.
La
naturaleza
parasitaria de esta deuda salta a la vista. Es la
principal fuente de la colosal ganancia de los bancos
- supera cmodamente a las tarjetas de crdito, a
pesar de que stas rinden intereses usurarios!. Otra
deuda, sta de carcter delictivo, son los contratos
de dlar futuro, que el BCRA pact entregar a $10 y a
fines de febrero y de marzo estar un 60% arriba - a
16 pesos. Esto solo lo obligar a emitir entre $150 y
200 mil millones, porque los contratos no admiten
pagos en bonos. El dficit del Tesoro est calculado
en $400 mil millones - un 8% del PBI, que deber ser
financiado con emisin y deuda. El costo de esta
financiacin es abismal, pues corresponde a la tasa
de inters vigente. Los especialistas disimulan lo que
en un rgimen de libre cambio, la deuda en pesos es
deuda virtual en dlares, intercambiable - cuya
cotizacin los especuladores aseguran por medio de
contratos diseados al efecto, por ejemplo los
mencionados futuros.
El socorro financiero internacional potenciara
la bancarrota financiera, lejos de resolverla. El
ingreso de dlares financieros supone una inflacin
monetaria equivalente, a cargo del Banco Central,
cuya deuda igual supera el total de la base
monetaria. Lo obligara a absorber circulante y a
aumentar esa deuda desmesurada. Los ortodoxos
alegan,
por
este
motivo,
que
el
ajuste
maxidevaluacin, tarifazos, corte de gastos sociales,
eliminacin del dficit fiscal - debe preceder a un
nuevo endeudamiento, y no al revs: endeudarse
para obtener una financiacin externa del gasto
pblico. Como en toda crisis capitalista, exigen la
liquidacin del capital sobrante y la rebaja del precio
de la fuerza de trabajo en todos sus aspectos. Es el
desenlace inevitable de la bancarrota capitalista,
incluso a nivel mundial - donde los intentos de
amortiguarla por medio de subsidios de la Banca
Central han llegado al punto de agotamiento. La
aparicin de tasas de inters negativas, donde el
cliente paga al banco por sus depsitos, en lugar de
recibir
una
remuneracin
(inters)
significa
la
aniquilacin del sistema de crdito y convierte a la
banca
en
econmicamente
superflua
para
la
acumulacin capitalista.
El tarifazo, an inconcluso, del mismo modo
que el aumento artificial de los combustibles, tendr
un efecto cascada en los precios, a partir del
incremento que producir en los costos de la
industria, o sea ms all del encarecimiento de la
canasta familiar que produce el tarifazo residencial.
El cuadro internacional, por su lado, apunta a una
crisis bancaria generalizada, en especial en Europa,
que incluye a Alemania (Deustche Bank), Francia
(Societe
Generale),
Italia
(Monte
dei
Paschi,
Unicredit). La conclusin que se impone es que el
rodrigazo
gradual
se
encuentra
en
vas
de
extincin. El impasse ha abierto grietas en el equipo
oficialista. Si el acuerdo con los buitres se dilata o
sus trminos bloquean la aprobacin del Congreso,
se abrira una crisis poltica enorme. El gradualismo
podra dar paso a un rodrigazo en toda la lnea y a un
choque decisivo con los trabajadores. Un recule hacia
el intervencionismo estatal, planteara la misma
situacin en otros trminos. La crisis poltica podra
llevar a la formacin de un gobierno de coalicin a
nivel ejecutivo, y en caso extremo la formacin de un
gobierno provisional electo por el Congreso.
Todos unidos perderemos
El apoyo de todos los bloques polticos
patronales al gobierno, en estas primeras semanas,
lleva el sello de la defensa de la gobernabilidad.
Este apremio poltico determin la formacin del
bloque de intendentes bonaerenses que asegur el
presupuesto del endeudamiento de Mara Eugenia
Vidal y desbarat las presiones contrarias que se
atribuan a El Calafate. La salida posterior de una
veintena de diputados nacionales del bloque del FpV
no fue precipitada por ningn episodio faccional:
simplemente fueron cooptados para dar seales de
que estara asegurado el qurum para derogar las
leyes que bloquean un acuerdo con los buitres.
Numerosos otros pejotistas se guardan agazapados
en el FpV para hacer lo mismo. En el Senado, el FpV
acompa el despido intempestivo de numerosos
empleados, incluso de su palo, para luego entregar la
presidencia, y con ello la mayora, de la comisin de
seguimiento de los DNU a Cambiemos, a pesar de
que
con
ello
legitimaba
la
derogacin
inconstitucional de la ley audiovisual, que Macri
haba infiltrado en la nueva ley de ministerios. La
concesin de esa mayora para el ao en curso, se
explica por el propsito, por parte del bloque K, de
habilitar
la
aprobacin
del
DNU
que
aval
el
prstamo de u$s6 mil millones al Banco Central, por
parte de un grupo de bancos extranjeros. Ahora, los
gobernadores dieron su respaldo al protocolo contra
los piquetes, incluida Alicia K., que ya haba pedido la
Gendarmera frente a los cortes de ruta de los
obreros de la UOCRA en Santa Cruz. Luego del
verano del gobierno por decreto, Argentina empez a
transitar al rgimen de coalicin a la carta, o sea un
rgimen de acuerdos diferentes y protagonistas en
cada caso, incluida la burocracia sindical. El eje de la
coalicin a la carta es dar sustento poltico a un
socorro financiero internacional y a medidas de
orden pblico que lo garanticen. Este rgimen de
coalicin a la carta ya haba sido visualizado durante
la campaa electoral, cuando qued claro que
ningn gobierno obtendra mayora absoluta en el
parlamento, pero su necesidad se ha acentuado con
la victoria de Cambiemos. La conferencia de prensa
del bloque de diputados del FpV, el jueves 18,
encabezada por Recalde y Gioja, dio su contribucin
a
este
rgimen
poltico
singular
cuando
evit
pronunciarse acerca del voto a un acuerdo con los
fondos buitres. Los gobernadores K respaldan con las
dos manos ese acuerdo, porque ya estn negociando
crditos para las provincias con aval del gobierno
nacional. La izquierda debe denunciar al conjunto de
este rgimen de complicidades recprocas, no ya
solamente al gobierno, como una agencia de los
capitales financieros internacionales y de los fondos
buitres.
Un rgimen de coalicin a la carta solamente
puede funcionar sobre una base provisional, en
especial cuando todos sus protagonistas tienen la
mirada puesta en las elecciones parciales del ao
prximo. Plantea una situacin de crisis, deliberativa,
al interior de todos los bloques protagonistas. En el
oficialismo esto es evidente a partir de las crticas
que recibe el descontrol de los precios; en el bloque
de Massa, las protestas retoman la crtica a la salida,
que caracterizaron como prematura, del cepo. La
madre de todas las crisis tiene lugar, sin embargo, en
el FpV. No se trata de un pase de facturas por la
derrota electoral. La cuestin, de nuevo, es la
gobernabilidad, o sea los acuerdos para hacer
viable el gobierno macrista, y por lo tanto la salida
de la bancarrota financiera, que pasa por arreglar
con los buitres; es lo que viene reclamando la
burguesa nacional desde finales de 2011. Es, por
otra parte, lo que intent Kicillof a principios de
2014, solamente para rendirse ante los obstculos
que ahora enfrenta Prat Gay, y lo que busc superar
con los acuerdos ruinosos que firm con Repsol y el
Club de Pars - volver a los mercados. Cuando el
mismo Kicillof explica en Pgina 12 los costos
enormes que entraa un acuerdo con los buitres, la
burguesa le contesta que le resultan ms caros los
intereses y punitorios que acumula, por el impasse,
la
sentencia
de
Griesa
la
falta
de
crdito
internacional. Argentina ha salido de la experiencia
kirchnerista
en
un
estado
de
bancarrota,
precisamente por la sumisin a la deuda externa,
que consumi las reservas financieras del pas. Una
experiencia histrica de medio siglo de crisis deja en
claro
que
no
hay
salida
al
estrangulamiento
financiero de Argentina sin el repudio a la deuda
externa usuraria.
Todo esto revela la limitacin insalvable de la
caracterizacin que ha visto en la victoria electoral
del macrismo una derechizacin poltica del pas, sin
destacar
lo
ms
importante:
saber,
que
el
derrumbe del kirchnerismo expuso la incapacidad de
la burguesa para resolver la parlisis de las fuerzas
productivas del pas por medio de medidas y
demagogias nacionales y populares. En toda Amrica
Latina, con la salvedad de sus particularidades
nacionales,
el
agotamiento
de
la
experiencia
bolivariana ha dejado expuesta una enorme crisis de
poder en el marco de una bancarrota capitalista
internacional. Este marco convierte a las tentativas
de
salidas
anacrnicos;
thatcherianas
en
en
recursos
polticos
que
carecen,
recursos
comparativamente, de los medios necesarios para
alcanzar sus objetivos. El desenlace de la crisis
depender del resultado de los grandes choques de
clases que plantea la nueva etapa.
El kirchnerismo camporista se ha esforzado,
en estos dos meses, por alcanzar un objetivo
imposible: presentar, por un lado, todo conflicto o
choque
con
el
nuevo
gobierno
como
un
enfrentamiento entre el neoliberalismo, de una
parte, y la causa nacional, de la otra; y, por otro
lado, anudar un acuerdo con el pejotismo instalado
en el FpV, que ha sellado numerosos acuerdos con
Macri en un tiempo rcord. Se ha movilizado contra
el
encarcelamiento
arbitrario
de
Milagro
Sala,
mientras sus socios dejaban correr esa detencin y
festejaban la derogacin de retenciones a la minera
y se disponen a avalar los DNU en las cmaras del
Congreso. La consigna ahora es la unidad peronista
con Gioja-Barrick como presidente del PJ y una
cmoda
mayora
pejotista.
Los
pulpos
mineros
tendran un partido populista - Argentina es siempre
una curiosidad. El camporismo no ha escarmentado
con
la
derrota
que
le
impusieron
sus
socios
pejotistas, aliados a Mara Eugenia Vidal, en la
discusin
del
presupuesto
en
la
legislatura
bonaerense. El camporismo se alinea como furgn de
cola de la coalicin a la carta que caracteriza el
momento
poltico
presente,
al
ratificar
una
subordinacin estratgica al pejotismo.
En la lucha contra el rodrigazo macrista, los
trabajadores deben exponer sus propios intereses de
clase y de ningn modo permitir que esa lucha de
carcter clasista sea oscurecida y, peor, deformada,
como una oposicin del kirchnerismo al macrismo.
Uno y otro, lo prueba la larga gestin K, son
expresiones
del
capital.
Otorgar
una
expresin
poltica kirchnerista a las luchas contra el ajuste aleja
a las enormes masas que fueron llevadas por el
kirchnerismo a una situacin sin salida y a una gran
fatiga poltica. Un frente nico contra el macrismo
debe
ser
completamente
kirchnerismo
independiente
profundamente
hostil
del
las
manipulaciones de los grupos K en los movimientos
populares. Los jefes del kirchnerismo no quieren
asumir su responsabilidad poltica por los desfalcos
financieros y ataques contra los trabajadores del
Grupo 23, alimentado por el gobierno K hasta el
absoluto final.
Despus de doce aos de protagonismo en la
gestin capitalista K, con mineras, petroleras y
banqueros incluidos, el conjunto de organizaciones
de izquierda kirchnerista no tiene vocacin de
romper con el aparato capitalista del PJ y constituir
una fuerza poltica independiente. No es casual que
en el aniversario 40, el kirchnerismo ortodoxo
hubiera criticado la ruptura de la JP con Pern en
Plaza de Mayo. De la tragedia, ya se sabe, se pasa a
la
farsa.
Desenmascarar
la
duplicidad
del
kirchnerismo en todas sus variantes, es una tarea
irrenunciable cuando se trata de desarrollar una
vigorosa lucha obrera y popular contra los agentes
de los fondos buitres en el gobierno.
1975-2016
Cuando
el
gobierno
peronista
desat
el
rodrigazo hace cuatro dcadas, la reaccin de la
burocracia sindical fue entonces incluso ms podrida
que la que exhiben hoy Moyano y Cal, entre otros.
Fue la respuesta de los trabajadores y sus comisiones
de fbrica independientes y clasistas, la que abri un
perodo de huelga general que dur un mes. Es
precisamente lo que ms teme el macrismo: que la
zafra de paritarias comience con una gran huelga
como son capaces de desarrollar los sindicatos y el
clasismo docente. La crisis en la paritaria docente
expresa
esta
situacin.
Es
significativo
que
la
resistencia a algunas concesiones que el gobierno
estara dispuesto a dar para iniciar las clases, parta
tambin de los gobernadores kirchneristas. Con
aliados como estos los enemigos lucen inofensivos.
El rodrigazo es un invento peronista, por eso
muestra su colaboracin con el ajuste macrista.
La burocracia sindical atiende, en primer
lugar, a sus intereses materiales, no a los de los
obreros. Por eso prioriza la deuda del estado con las
obras sociales, cuyos servicios alimentan las fortunas
de sus familiares y allegados. Esto explica que haya
dilatado una respuesta, con algunas excepciones, a
la estampida inflacionaria a la fecha de convocatoria
de las paritarias. Que ninguna de las diversas CGTs
haya presentado un programa alternativo al ajuste
macrista, no indica solamente que se encuentra en
uno de los puntos ms bajos de su trayectoria como
direccin sindical (los tuvo an peores) - muestra la
complicidad
poltica
de
esa
burocracia
con
el
macrismo. No se puede excluir, para nada, que la
burocracia se adelante a una reaccin de las bases
con la intencin de contenerla, pero el factor
principal ser esa reaccin y su potencial de
desarrollar nuevos liderazgos y tambin direcciones.
Cualquier pronstico en este sentido se encuentra
condicionado
las
alternativas
de
la
crisis
econmica, sus derivaciones polticas y el empeo
militante y la claridad poltica de los trabajadores
ms avanzados. La resistencia obrera al ajuste
tomar una carcter poltico, en tiempos y ritmos
que sern verificados por la propia accin.
El fin del periodo de vacaciones y la marcha
del 24 de marzo pondrn de manifiesto el estado de
agitacin que reina en nuestro pueblo. Existen
convocatorias destinadas a reanimar el movimiento
de activistas que fue paralizado el ao pasado por
peleas faccionales y las derrotas de conflictos
sindicales donde esas peleas faccionales ejercieron
efectos indudablemente negativos. Se plantea el
frente nico de los agrupamientos independientes y
clasistas sobre la base de una clara delimitacin
poltica: independencia de clase frente a cualquier
variante que tributa al capital o al estado capitalista;
caracterizacin de la colaboracin de todas las
fracciones
del
capital,
incluso
con
sus
contradicciones, con el plan ajuste del macrismo y el
plan financiero; un programa de reivindicaciones
inmediatas junto a un programa alternativo al del
ajuste capitalista - no importa si ese programa tiene
aun un carcter elemental.
Las propias caractersticas de la crisis polticas
deber convertir al Congreso y a las legislaturas en
un escenario de contubernios y por lo tanto de
confrontaciones. A travs del rgimen de coalicin a
la carta, el macrismo buscar convertirlo en una
escribana de acuerdos que se tejern a espaldas del
pueblo. Este mismo epicentro podra convertir al
Congreso en destino de manifestaciones populares,
incluso
de
carcter
general.
Por
las
mismas
caractersticas de la situacin, el mtodo de usar el
parlamento para convocar al pueblo a la accin
directa y a desconfiar de soluciones legislativas, es
ms necesario que nunca. La experiencia de la
izquierda en los parlamentos en los dos aos
pasados,
demuestra
claramente
que
la
accin
legislativa, que siempre puede conservar un grado
de utilidad, debe subordinarse a la exigencia de
impulsar la lucha colectiva del pueblo. Ni qu decir
de la importancia que tiene, para esta poltica, una
amplio desarrollo del aparato de difusin de la
agitacin socialista.
Otra oportunidad histrica
Es casi un lugar comn sealar que toda crisis
de fondo, en Argentina, cuestiona la vigencia del
peronismo y plantea su superacin. Fue as despus
de la Libertadora, en los 60 y 70 del siglo pasado, y
volvi a serlo en otras ocasiones, pero en especial en
el Argentinazo. Una crisis es tal porque remueve
todas
las
estructuras
sociales
polticas
establecidas.
El pasado, sin embargo, oprime como un
peso muerto el cerebro de los vivos. Por eso no
sorprende la aparicin de una tendencia en la
izquierda que, como en el pasado, se adapta
polticamente a un peronismo cada vez ms residual
en el seno de las masas. El macrisimo prob que la
derecha
atendi
esta
realidad
con
mejores
resultados que la izquierda; incluso invent una sigla
independiente para explotar el ocaso del peronismo.
Admitir que una lucha sea secuestrada para plantear
la dicotoma kirchnerismo-macrismo constituye una
poltica que prepara nuevas derrotas y que bloquea
la
formacin
de
una
direccin
socialista
revolucionaria del proletariado. Repetir la poltica del
Frente del Pueblo, en 1985, que se disfraz con un
candidato
peronista
de
izquierda
peronista
independiente, es de nuevo pasar a la farsa. Los
frentes de lucha son tales cuando exponen el
carcter de clase de esa lucha, no cuando los
escamotean.
Toda la situacin poltica reclama que la
izquierda
principio
revolucionaria
por
medio
de
tome
una
la
iniciativa,
agitacin
en
poltica
enrgica. La agudeza de los problemas que plantea
la crisis la puede convertir en direccin poltica en un
perodo corto de tiempo. Es una cuestin que se
plantea con toda fuerza a nivel internacional, o sea
en la mayora de los pases.
Jorge Altamira