INSTALACIONES Y UTILIZACION DE LOS
HISTORIA
En 1747 Benjamín Franklin inició sus experimentos sobre la electricidad;
defendió la hipótesis de que las tormentas son un fenómeno eléctrico y
propuso un método efectivo para demostrarlo. En 1752 publicó en
Londres en su famoso almanaque (Por Richard Almanack), una
aplicación donde propuso la idea de utilizar varillas de acero en punta,
sobre los tejados, para protegerse de la caída de los rayos. Su teoría se
ensayó en Inglaterra y Francia en 1752. Inventó el pararrayos y presentó
la llamada teoría del fluido único para explicar los dos tipos de
electricidad atmosférica, la positiva y negativa.
Se diseñan para excitar y atraer la descarga para luego conducirla
adonde no ocasione daños. La confianza de protección era tan grande en
la sociedad, que inconscientemente, no contemplaban sus riesgos,
llegándose incluso a diseñar estéticos paraguas con pararrayos
incorporado.
En 1753, el ruso Georg Wilhelm Richmann siguió las investigaciones de
B. Franklin para verificar el efecto de protección, recibiendo una
descarga eléctrica mortal cuando manipulaba parte de la instalación del
pararrayos.
En 1919 Nikola Tesla definió correctamente el principio de
funcionamiento del pararrayos, rebatiendo las teorías y la técnica de B.
Franklin y su patente. Desde entonces, la industria del pararrayos ha
evolucionado y se fabrican modelos de distinto diseño.
CONCEPTO DE RAYO
El rayo es un fenómeno meteorológico que genera severos efectos
térmicos, eléctricos y mecánicos, en función de su energía durante la
descarga. Se conocen rayos con trayectoria ascendente y descendente,
que varían de valor en función de la actividad tormentosa y su situación
geográfica. Los valores de corriente que pueden aparecer en un solo
rayo, oscilan entre 5.000 y 350.000 amperios, siendo la media de 50.000
amperios.
En condiciones normales, existe en la atmósfera un equilibrio entre las
cargas positivas y negativas, en el que la tierra está cargada más
negativamente que el aire y los elementos situados sobre el suelo. Pero
al formarse las nubes de tormenta se produce una polarización de las
cargas: en la mayoría de los casos, la parte baja de las nubes queda
cargada negativamente induciendo una carga positiva en la tierra y los
elementos situados sobre ella, formándose en la atmósfera un campo
eléctrico que llega a alcanzar decenas de kilovoltios. Esta carga positiva
se manifiesta especialmente en objetos metálicos, elementos
terminados en punta y objetos con una buena conexión a tierra,
incluyendo los árboles.
EFECTOS DESTRUCTIVOS DE UN RAYO
¿IMPORTANCIA DEL PORQUE UN PARARRAYOS?
EFECTOS ELÉCTRICOS
DESTRUCCIÓN DE EQUIPOS
Elevación del potencial de tierra y generación de sobretensiones que
pueden dañar los equipos conectados a la red eléctrica.
EFECTOS ELECTRODINÁMICOS
Daños en edificios. Deformaciones y roturas en la estructura por las
fuerzas generadas por el elevado campo magnético que se produce.
EFECTOS TÉRMICOS
Incendios. La disipación de calor por efecto Joule puede llegar a provocar
incendios.
EFECTOS SOBRE LAS PERSONAS Y ANIMALES
Electrocuciones y quemaduras. El paso de una corriente de una cierta
intensidad durante un corto plazo de tiempo es suficiente para provocar
riesgo de electrocución por paro cardíaco o respiratorio.
EFECTOS DE INDUCCIÓN
Dentro de un campo electromagnético variable, todo conductor sufre el
paso de corrientes inducidas. Si estos conductores llegan a equipos
electrónicos o informáticos pueden llegar a producir daños irreversibles.
CONCEPTO DE PARARRAYOS
El pararrayos tiene una doble función: por un lado trata de impedir que
ocurra la descarga eléctrica entre la nube y la tierra, y si esta produce, la
conduce a tierra y evita que se dañe el edificio y quienes viven dentro.
También existen pararrayos naturales, como los árboles. Por eso,
durante una tormenta es peligroso protegerse bajo un árbol, ya que este
puede atraer un rayo, y podrá dañarnos si nos encontramos debajo.
INSTALACION Y FUNCIONAMIENTO
Conductores: Elementos metálicos que
transportan la corriente del rayo. Pueden servir
como sistemas de captación, bajantes o tomas
de tierra.
Tomas de tierra: Elementos que dispersan la corriente del
rayo en tierra.
Se construye mediante picas de metal que hacen las
funciones de electrodos en referencia al terreno o
mediante placas de metal conductoras también
enterradas. En principio, un pararrayos protege una
zona teórica de forma cónica con el vértice en el
cabezal; el radio de la zona de protección depende
del ángulo de apertura de cono y a su vez éste
depende de cada tipo de protección.
La resistencia de la toma de tierra tendrá que ser
inferior a 10 Ohmios, y es aconsejable la unión equipotencial de la toma
de tierra del pararrayos con el resto de las tierras eléctricas de las
estructura.
El pararrayos estará al menos dos metros por encima de cualquier otro
elemento dentro de su radio de protección.
El conductor de bajada se instalará de forma que su recorrido sea lo más
directo posible, evitando cualquier acodamiento brusco o remonte. Los
conductores deben estar protegidos mediante un tubo de protección
hasta una altura superior a dos metros a partir del suelo.
Los elementos constitutivos de las tomas de tierra de los pararrayos
deberán distar al menos dos metros de toda canalización metálica o
eléctrica enterrada.
El objetivo principal de estos sistemas es reducir los daños que puede
provocar la caída de un rayo sobre otros elementos. Muchos
instrumentos son vulnerables a las descargas eléctricas, sobre todo en el
sector de las telecomunicaciones, electromecánicas, automatización de
procesos y servicios, cuando hay tormenta con actividad eléctrica de
rayos.
Barra equipotencial: elementos para la
equipotencialización de las masas metálicas de la
instalación.
Arqueta de control de PVC.: Elementos que sirve
para la verificación de los dispositivos y el buen
funcionamiento del mismo.
Tubo de protección: Elementos que
transportan la corriente del rayo hasta la
toma de tierra.
Abrazaderas de sujeción: Elementos que
mantienen fijo el tubo de protección para su
estabilidad.
Contador de rayos y la vía de chispas para
antena: Dispositivos para la verificación de la
energía.
Mástil: Es de estructura metálica, anclado o
soldado directamente en su base para garantizar
un equipotencial perfecto con las masas o tierras.
Las instalaciones de pararrayos consisten en un
mástil metálico (acero inoxidable, aluminio, cobre
o acero),
Abrazaderas de sujeción de mástil:
Elementos que mantiene estable el
funcionamiento del mástil.
Cable de bajada CU-50
Puntas y mallas conductoras: Dispositivos para
realizar el transporte de la conducción de la
energía atraída por el cabezal del pararrayos.
Sistema de sujeción: Diferentes grapas y elementos para sujeción de
la pletina. Las fijaciones de los conductores de bajada se realizarán
tomando como referencia 3 fijaciones por metro
Cabezal de pararrayos: Elementos que interceptan el rayo.
El cabezal tiene muchas formas en función de su primer
funcionamiento: puede ser en punta, multipuntas, semiesférico
o esférico y debe sobresalir por encima de las partes más altas
del edificio. El cabezal está unido a una toma de tierra eléctrica
por medio un cable de cobre conductor.
MANTENIMIENTO DE PARARRAYOS
Según la norma UNE 21.186, que regula el uso de este tipo de aparatos,
deben recibir un mantenimiento periódico, que garantice su buen
funcionamiento, ya que debido a la corrosión, inclemencias
atmosféricas, aves o impactos del rayo, pueden perder su efectividad.
El mantenimiento anual del Pararrayos debe incluir:
Revisión del Cabezal Pararrayos.
Comprobación del amarre y posible oxidación del mástil.
Cable conductor Pararrayos. Comprobar amarre, conectores
y tubo de protección.
Toma de tierra. Comprobar amarres, conectores y medida de
la resistencia de la misma, que no deberá sobrepasar los 10
ohms. (ver UNE 21.186). En su caso, mejorar la toma de
tierra actual, o aumentar su tamaño o número.
Contador de rayos, en caso de existir en la instalación.
Área de cobertura del pararrayos. Comprobar que ningún
elemento nuevo ha variado las condiciones del estudio de
instalación del Pararrayos original.
Protector contra sobre tensiones, que protege la instalación
eléctrica del edificio.
NORMAS DE INSTALACION Y SEGUIRIDAD
Donde es necesario colocar un pararrayos:
Según las Normas Tecnológicas de la Edificación es necesario la
instalación de pararrayos en los siguientes casos:
Edificios de más de 43 metros.
Lugares en los que se manipulen sustancias tóxicas, radiactivas,
explosivas o inflamables.
Lugares con un índice de riesgo superior a 27. Este índice se
calcula dependiendo de la zona geográfica, materiales de
construcción y condiciones del terreno.
El conductor de bajada se instalará de forma que su recorrido sea
lo más directo posible, evitando cualquier acodamiento brusco o
remonte. El trazado de los conductores de bajada debe ser elegido
de forma que evite la proximidad de conducciones eléctricas y su
cruce.
Cuando sea imposible realizar una bajante por el exterior de la
estructura, se puede colocar el cable de bajada por el interior del
edificio si discurre bajo tubo aislante y no inflamable de una
sección interior mínima de 2000mm2. Sin embargo no se
recomienda porque reduce la eficacia del sistema de protección
contra el rayo, dificulta su mantenimiento y aumenta el riesgo de
sobretensiones.
Las fijaciones de los conductores de bajada se realizarán tomando
como referencia 3 fijaciones por metro.
El conductor de bajada debe tener una sección mínima de 50mm2.
Dado el carácter de impulso de la corriente del rayo, el conductor
plano (pletina) es preferible al conductor redondo, ya que ofrece
una mayor superficie exterior para una sección idéntica. Por otra
parte, se recomienda el cobre estañado debido a sus propiedades
físicas, mecánicas y eléctricas (conductividad, maleabilidad,
resistencia a la corrosión....)
Se recomienda la instalación de un contador de rayos antes del
tubo de protección para poder realizar las operaciones de
verificación y mantenimiento indispensables en cualquier
instalación de protección contra el rayo.
Se deberá guardar siempre una distancia de seguridad de 3
metros entre el conductor de bajada y las canalizaciones
exteriores de gas.
Se realizará una toma de tierra por cada conductor de bajada
Las tomas de tierra deben estar, salvo absoluta imposibilidad,
siempre orientadas hacia el exterior de los edificios.
Se debe realizar la interconexión con el circuito de tierra en el
fondo de la excavación, directamente al pie de cada bajante
mediante un dispositivo que permita la desconexión de la toma de
tierra y que esté emplazado en un registro de inspección que lleve
el símbolo de tierra.
La resistencia de la toma de tierra medida por medios
convencionales debe ser inferior a 10 separándola de cualquier
elemento de naturaleza conductora.
La inductancia de la toma de tierra debe ser lo más baja posible.
La disposición recomendada son picas verticales en triángulo con
una longitud total mínima de 6m, unidas entre sí por un conductor
enterrado a 50cm de profundidad y separadas una distancia
superior a su longitud.
Se recomienda la utilización de un mejorador de la conductividad
en terrenos de resistividad alta.
Todas las tomas de tierra deberán estar unidas entre sí y a la toma
de tierra general del edificio.
Se recomienda la unión tanto de la toma de tierra del pararrayos
con la toma de tierra general, como el mástil de una antena con el
conductor de bajada, mediante una vía de chispas.
Los elementos de las tomas de tierra de los pararrayos deberán
distar en el peor de los casos 5 metros de toda canalización
metálica o eléctrica enterrada.
LEGISLACION Y NORMATIVA
La capacidad de una instalación para realizar su labor protectora viene
garantizada por el cumplimiento de las últimas normativas vigentes con
referencia a la protección contra el rayo:
Código Técnico de la Edificación (CTE)
SU8: “Seguridad frente al riesgo causado por la acción del rayo” (2006).
El Código Técnico de la Edificación, CTE, es el Marco normativo que fija
las exigencias básicas de calidad de los edificios y sus instalaciones, que
permiten el cumplimiento de los ‘requisitos básicos de la edificación’
establecidos en la Ley 38/1999 de 5 de noviembre, de Ordenación de la
Edificación, LOE con el fin de garantizar la seguridad de las personas, el
bienestar de la sociedad y la protección del medio ambiente.
LEY DE PREVENCIÓN DE RIESGOS
LABORALES
R.D. 1215/97. Anexo II, punto 12. “Los equipos de trabajo que puedan
ser alcanzados por los rayos durante su utilización deberán estar
protegidos contra sus efectos por dispositivos o medidas adecuadas.”
Concepto de accidente y enfermedad profesional. Art.115 del texto
refundido de la Seguridad Social.
“(…) no tendrán la consideración de accidente de trabajo (…) los que
sean de fuerza mayor extraña al trabajo, entendiéndose por ésta la que
sea de tal naturaleza que ninguna relación guarde con el trabajo que se
ejecutaba al ocurrir el accidente. En ningún caso se considerará fuerza
mayor extraña al trabajo la insolación”.
Cuando la evaluación exija la realización de mediciones, análisis o
ensayos y la normativa no indique o concrete los métodos que deben
emplearse, o cuando los criterios de evaluación contemplados en dicha
normativa deban ser interpretados o precisados a la luz de otros criterios
de carácter técnico, se podrán utilizar, si existen, los métodos y criterios
recogidos en las Normas UNE Real Decreto 39/1997 de 17 de enero, por
el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Capítulo II, Sección 1ª
Evaluación de los riesgos. Artículo 5.
DISPOSICIONES PARA INSTALACIONES
ESPECÍFICAS
Real Decreto 230/1998 (Reglamento de Explosivos). Artículo 66. “Los
edificios peligrosos estarán siempre protegidos por pararrayos que
deberán responder a la normativa legal existente en cada momento.”
Real Decreto 230/1998 (Reglamento de Explosivos). Artículo 171. “Los
polvorines superficiales o semienterrados estarán protegidos por
pararrayos que deberán responder a las normas tecnológicas vigentes.”
Real Decreto 379/2001 (Reglamento de almacenamiento de productos
químicos. ANEXO I: Instrucción técnica complementaria MIE-APQ1
“Almacenamiento de líquidos inflamables y combustibles”.
“Los edificios destinados al almacenamiento industrial deberán disponer
de instalación de protección contra el rayo.”
TIPOS DE PARARRAYOS
Sea cual sea la forma o tecnología utilizada, todos los rayos tienen la
misma finalidad: ofrecer al rayo un camino hacia tierra de menor
resistencia que si atravesara la estructura del edificio.
Existen dos tipos fundamentales de pararrayos:
Pararrayos de puntas:
Formada por una varilla de 3 a 5 m de largo, de acero galvanizado de 50
mm de diámetro con la punta recubierta de wolframio (para soportar el
calor producido en el impacto con el rayo). Si además se desea prevenir
la formación del rayo, pueden llevar distintas dispositivos de ionización
del aire.
a) De tipo Franklin: se basan en el "efecto punta". Es el típico
pararrayos formado por una varilla metálica acabada en una o
varias puntas.
La zona protegida por un pararrayos clásico de Franklin tiene forma
cónica.
Fig. Zona protegida por un pararrayos clásico.
En este tipo de pararrayos, el efecto de compensación de potencial es
muy reducido, por lo que en zonas con alto riesgo suelen usarse otro
tipo de pararrayos.
b) De tipo radiactivo: consiste en una barra metálica en cuyo
extremo se tiene una caja que contiene una pequeña cantidad de
isótopo radiactivo, cuya finalidad es la de ionizar el aire a su
alrededor mediante la liberación de partículas alfa.
Este aire ionizado favorece generación del canal del rayo hasta tierra,
obteniendo un área protegida de forma esférico-cilíndrica.
El Real Decreto 1428/86 del Ministerio de Industria y Energía prohíbe
expresamente el uso de este tipo de pararrayos.
Fig. Zona protegida por un pararrayos radiactivo
c) Tipo ión-corona solar: este tipo de pararrayos incorpora un
dispositivo eléctrico de generación de iones de forma permanente,
constituyendo la mejor alternativa a los pararrayos atómicos. La
energía necesaria para su funcionamiento suele proceder de
fotocélulas.
d) De tipo piezoeléctrico: se basa en la capacidad de los materiales
piezoeléctricos, de producir carga eléctrica a partir de los cambios
en su estructura debido a presiones externas (tales como las
producidas por el viento durante un vendaval).
Para mejorar el comportamiento de los pararrayos de punta, puede
usarse la técnica denominada "matriz de dispersión", que consiste en un
conjunto de puntas simples o ionizadoras cuya misión es la de ofrecer
multitud de puntos de descarga entre tierra y nube, así modo la repartir
esa descarga de neutralización en una región mayor de modo que se
reduce la aparición de puntos con distintos potenciales que favorezcan
la aparición del rayo.
Pararrayos reticulares o de jaula de Faraday:
Consisten en recubrir la estructura del edificio mediante una malla
metálica conectada a tierra.
Fig. Zona protegida mediante pararrayos reticular.
Hay que hacer notar que los edificios modernos con estructura metálica,
cumplen una función similar a las jaulas de Faraday, por lo que la
probabilidad de que un rayo entre en uno de estos edificios es
extremadamente pequeña.
Pararrayos ionizantes.
Pararrayos que ionizan el aire y capta la descarga del rayo (Atrae-rayos):
Se destacan por ser electrodos acabados en una o varias puntas.
Están instalados en la parte más alta de la instalación y conectados a
tierra. Se dividen en:
a) Ionizantes pasivos
b) Semi-Activos
Durante la descarga del rayo se generan corrientes de Alta Tensión por
el conductor eléctrico de tierra superiores, siendo peligrosas esta cerca
del pararrayos en ese momento.
Si de lo contrario deseamos parar el rayo (Parar-rayos) en
un perímetro de seguridad del cual queremos proteger las
instalaciones, nos decidiremos por la nueva tecnologías de
pararrayos CTS (Charge Transfer System ), en español
Sistema de Transferencia de Carga. Basan su principio en la
deionización, el objetivo es evitar la saturación de carga
electroestática en la atmósfera, concretamente compensar
pacíficamente la diferencia de potencial de la zona durante
el proceso de la formación de la tormenta. Con este principio se evita el
campo de alta tensión que genera la formación de efluvios y la
excitación de la presencia del rayo. El resultado es una zona
eléctricamente estable sin influencias de caídas de rayos.
a) Pararrayos des ionizantes pasivos.
Pararrayos que des ionizan el aire y para la formación del rayo:
Se destacan por ser de forma esférica.
Están instalados en la parte más alta de la
instalación y conectados a tierra.
Durante el proceso de la carga electroestática
del fenómeno del rayo, la transferencia de su
energía a tierra, se transforma en una
corriente de fuga a tierra, su valor eléctrico se
puede registrar con una pinza amperimetrica
de fuga a tierra, el valor máximo de lectura en plena tormenta no
supera los 250 Mili-Amperios y es proporcional a la carga
eléctrico-Atmosférica.
Pararrayos CTS.
Nota: Todos los sistemas de pararrayos para la protección del rayo, se
instalan según unas normativas particulares y se resumen en 3
elementos básicos:
1. La toma de tierra con una resistencia inferior a 10?
2. El mástil y cable conductor que conecta la tierra con el cabezal aéreo.
3. El pararrayos (Cabezal aéreo).
b) Pararrayos des ionizantes pasivos, tecnología cts., charge
transfer system:
Características básicas:
Los Pararrayos Desionizadores de Carga Electroestática (PDCE),
incorporan un sistema de transferencia de carga (CTS), no incorporan
ninguna fuente radioactiva. Se caracteriza por transferir la carga
electroestática antes de la formación del rayo anulando el fenómeno de
ionización o efecto corona. El cabezal del pararrayos está constituido por
dos electrodos de aluminio separados por un aislante dieléctrico todo
ello soportado por un pequeño mástil de acero inoxidable. Su forma es
esférica y el sistema está conectado en serie con la propia toma de
tierra para transferir la carga electroestática a tierra evitando la
excitación e impacto directo del rayo.
Su principio de funcionamiento:
Se basa esencialmente en canalizar por la toma de tierra la diferencia de
potencial entre la nube y el cabezal del pararrayos, la instalación
conduce primero hacia arriba, por el cable desnudo de tierra; la tensión
eléctrica generada por la tormenta eléctrica al punto más alto de la
instalación, durante el proceso de la tormenta se genera campos de alta
tensión que se concentran en el electrodo inferior (cátodo -) , a partir de
una magnitud del campo eléctrico, el electrodo superior (ánodo +) atrae
cargas opuestas para compensar la diferencia de potencial interna del
cabezal , durante el proceso de transferencia, en el interior del
pararrayos se produce un flujo de corriente entre el ánodo y el cátodo,
este proceso natural anula el efecto corona en el exterior del pararrayos,
no produciendo descargas disruptivas, ni ruido audible a frito, ni
radiofrecuencia, ni vibraciones del conductor. Durante el proceso, se
produce una fuga de corriente a tierra por el cable conductor eléctrico,
los valores máximos que se pueden registrar durante el proceso de
máxima actividad de la tormenta, no superan los 300 miliamperios. A
partir de ese momento el campo eléctrico ambiental no supera la
tensión de ruptura al no tener la carga suficiente para romper su
resistencia eléctrica.
Objetivo:
El objetivo es evitar el impacto directo en la zona de protección para
proteger a las personas, animales e instalaciones, el conjunto de la
instalación se diseña para canalizar la energía del proceso anterior a la
formación del rayo desde el cabezal aéreo hasta la toma de tierra. (Las
instalaciones de la puesta a tierra y cables del pararrayos están
regulados según las normativas de baja tensión)
Las instalaciones de pararrayos con tecnología CTS cubren unas
necesidades más exigentes de protección, donde los sistemas
convencionales de captación del rayo acabados en punta no son
suficientes.
Pararrayos ionizantes pasivos (psf) puntas simple franklin
(atrae-rayos simple):
Características básicas:
Son electrodos de acero o de materiales similares acabados en una o
varias puntas, denominados Punta simple Franklin, no tienen ningún
dispositivo electrónico ni fuente radioactiva. Su medida varía en función
del modelo de cada fabricante, algunos fabricantes colocan un sistema
metálico cerca de la punta para generar un efecto de condensador.
Su principio de funcionamiento:
Se basa esencialmente en canalizar por la toma de tierra la diferencia de
potencial entre la nube y el cabezal del pararrayos, la instalación
conduce primero hacia arriba, por el cable desnudo de tierra, la tensión
eléctrica generada por la tormenta, para compensar la diferencia de
potencial en el punto más alto de la instalación. Durante el proceso de la
tormenta se generan campos eléctricos de alta tensión que se
concentran en las puntas mas predominantes, a partir de una magnitud
del campo eléctrico alrededor de la punta o electrodo, aparece la
ionización natural o efecto corona, son mini descargas disruptivas que
ionizan el aire, este fenómeno es el principio de excitación para trazar
un camino conductor que facilitara la descarga del fenómeno rayo
(Líder).
En función de la transferencia o intercambio de cargas, se puede
apreciar en la PSF, chispas diminutas en forma de luz, ruido audible ha
frito, radiofrecuencia, vibraciones del conductor, ozono y otros
compuestos. Este fenómeno arranca una serie de avalancha electrónica
por el efecto campo, un electrón ioniza un átomo produciendo un
segundo electrón, éste a su vez junto con el electrón original puede
ionizar otros átomos produciendo así una avalancha que aumenta
exponencialmente. Las colisiones no resultantes en un nuevo electrón
provocan una excitación que deriva en el fenómeno luminoso. A partir
de ese momento, el aire cambia de características gaseosas al límite de
su ruptura dieléctrica, el rayo es el resultado de la saturación de cargas
entre nube y tierra, se encarga de transferir en un instante, parte de la
energía acumulada; el proceso puede repetirse varias veces.
Objetivo:
El objetivo de estos atrae-rayos es proteger las instalaciones del impacto
directo del rayo, excitando su carga y capturando su impacto para
conducir su potencial de alta tensión a la toma de tierra eléctrica. (Las
instalaciones de pararrayos están reguladas por normativas de baja
tensión).
Se han dado casos que la punta del PSF, el efecto térmico a fundido
varios centímetros de acero de la punta Franklin.
Pararrayos ionizantes Semi-activos (pdc) pararrayos con
dispositivo de cebado (atraer-rayos):
Características básicas:
Están formados por electrodos de acero o de materiales similares
acabados en una punta, incorporan un sistema electrónico que genera
un avance en el cebado del trazador (Líder); No incorporan ninguna
fuente radioactiva, tienen un dispositivo electrónico sensible compuesta
de diodos, bobinas, resistencias y condensadores, inundados en una
resina aislante, todo ello blindado; otros incorporan un sistema
piezoeléctrico. Los dos sistemas se caracterizan por anticiparse en el
tiempo en la captura del rayo una vez que se produce la carga del
dispositivo de excitación. Las medidas de los cabezales varían en
función del modelo de cada fabricante.
Principio de funcionamiento:
Se basa esencialmente en canalizar por la toma de tierra la diferencia de
potencial entre la nube y el cabezal del pararrayos. La instalación
conduce primero hacia arriba por el cable desnudo de tierra, la tensión
eléctrica generada por la tormenta, al punto más alto de la instalación
para compensar la diferencia de potencial. El sistema electrónico
aprovecha la influencia eléctrica del aumento de potencial entre la nube
y la tierra, para auto alimentar el circuito electrónico y excitar la
avalancha de electrones, la excitación del rayo se efectúa ionizando el
aire por impulsos repetitivos, según aumente gradualmente la diferencia
de potencial aportada por la saturación de cargas eléctrico-atmosféricas
aparece la ionización natural o efecto corona, son mini descargas
periódicas que ionizan el aire, este fenómeno es el principio de
excitación para trazar un camino conductor intermitente que facilitara la
descarga del fenómeno rayo(Líder).
Durante el proceso de la tormenta se generan campos de alta tensión
que se concentran en las puntas mas predominantes, a partir de una
magnitud del campo eléctrico alrededor de la punta o electrodo, aparece
la ionización por impulsos, son pequeños flujos eléctricos, se puede
apreciar en forma de diminutas chispas de luz, ruido audible a frito,
radiofrecuencia, vibraciones del conductor, ozono y otros compuestos.
Este fenómeno arranca una serie de avalancha electrónica por el efecto
campo, un electrón ioniza un átomo produciendo un segundo electrón,
éste a su vez junto con el electrón original puede ionizar otros átomos
produciendo así una avalancha que aumenta exponencialmente. Las
colisiones no resultantes en un nuevo electrón provocan una excitación
que deriva en el fenómeno luminoso. A partir de ese momento el aire
cambia de características gaseosas al límite de su ruptura dieléctrica, el
rayo es el resultado de la saturación de cargas entre nube y tierra, se
encarga de transferir en un instante, parte de la energía acumulada en
el condensador atmosférico (nube-tierra); el proceso puede repetirse
varias veces.
Objetivo:
El objetivo de estos atrae-rayos es proteger las instalaciones del impacto
directo del rayo, excitando su carga y capturando su impacto para
conducir su potencial de alta tensión a la toma de tierra eléctrica.
Estos equipos se caracterizan por incorporar un sistema de cebado que
anticipan la descarga de 25 a 68, micro-segundos. (Las instalaciones de
pararrayos PDC están reguladas por normativas de baja tensión).
El dispositivo de cebado de los pararrayos PDC.
El dispositivo de cebado está construido con componentes electrónicos
sensibles a los campos electromagnéticos, está instalado en el cabezal
aéreo (PDC) dentro de la influencia de los efectos térmicos,
electrodinámicos y electromagnéticos del rayo. En fusión de la
intensidad de descarga del rayo la destrucción del dispositivo electrónico
es radical, a partir de ese momento la eficacia del PDC no está
garantizada y la instalación de protección queda fuera de servicio.
Algunos fabricantes aconsejan la revisión del circuito electrónico del
pararrayos cada vez que recibe un impacto.
Pararrayos avanzados:
a) Pararrayos Tipo: FRANKLIN, de (1) punta, Base a Mástil:
El Pararrayos es elaborado en su totalidad
en Cobre Electrolítico Nº 110 (ETP), según
Normas "ASTM B-187", a partir de una
barra de 5/8" x 60 cms. sólida, para
realizar el cuerpo y una barra de 2" para la
base de fijación al mástil y conector para el
conductor hasta calibre 4/0, estos
Pararrayos están diseñados para brindar
una Protección Atmosférica del tipo
puntual, tales como Torres de Comunicación, Estanques Elevados,
Antenas de Radiocomunicación, Etc.
b) Pararrayos Tipo: FRANKLIN, de (1) punta, Base Articulada:
El Pararrayos es elaborado en su totalidad
en Cobre Electrolítico Nº 110 (ETP), según
Normas "ASTM B-187", a partir de una barra
de 5/8" x 60 cms. sólida, para realizar el
cuerpo y una pletina de 2" para la base de
fijación articulada y conexión con el
conductor 2/0, estos Pararrayos están
diseñados para ser instalados en superficies
Horizontales Inclinadas, donde el ángulo de
las pendientes pueden variar con respecto a la vertical de la estructura,
cubriendo con este tipo de base desde los 0º a los 90º de inclinación.
c) Pararrayos Tipo: FRANKLIN, de (1) punta, Base Retráctil:
El Pararrayos es elaborado en su totalidad en
Cobre Electrolítico Nº 110 (ETP), según
Normas "ASTM B-187", a partir de una barra
de 5/8" x 60 cms. sólida, para realizar el
cuerpo y una pletina de 2" para la base de
fijación retráctil y conexión con el conductor
2/0, estos Pararrayos están diseñados para
ser instalados en el perímetro de los
Helipuertos Elevados, estos Pararrayos
manteniendo las especificaciones técnicas y
con las características de inclinarse a impactos superiores a los 20
kilogramos de fuerza, pueden evitar daños a la estructura del Pararrayos
o del Helicóptero en caso de roce o impacto, esto permitirá el operar la
Protección Atmosférica sin causar obstrucción a las funciones propias del
área (Helipuerto).
d) Pararrayos Tipo: FRANKLIN, de (1) punta, Base Plana:
El Pararrayos es elaborado en su totalidad en
Cobre Electrolítico Nº 110 (ETP), según
Normas "ASTM B- 187", a partir de una barra
de 5/8" x 60 cms. sólida, para realizar el
cuerpo y una pletina de 2" para la base de fijación y conexión con el
conductor 2/0, por un conector tipo: KC-26. Estos Pararrayos están
diseñados para instalaciones en superficies Horizontales Planas o con
muy poca inclinación, tales como edificaciones de un mismo nivel,
galpones planos, Etc.
e) Pararrayos Tipo: FRANKLIN, de (4) puntas, Base a Mástil,
Catalogo: A-300
El Pararrayos es elaborado en Cobre
Electrolítico Nº 110 (ETP), según Normas "ASTM
B-187", a partir de una barra de 2,1/2" para la
base esférica y puntas del mismo material
elaboradas de una barra de 5/8" sólida para la
punta central y tres de 3/8" para las ubicadas
en un ángulo de 45º con respecto a la central y
repartidas cada 120º. Estos Pararrayos, tienen
la capacidad de brindar una Protección
Atmosférica del tipo puntual, ofreciendo mayor robustez, un porcentaje
superior en el ángulo de cobertura, que la punta Franklin convencional
ofrece y además mantiene aislado de la estructura soporte, el conductor
de interconexión entre el Pararrayos y la Fosa de Aterramiento.
Conclusiones
Con las nuevas tecnologías de protección contra un rayo se convierten
en una necesidad indiscutible para la protección de las personas,
animales así como de las instalaciones de comunicación, audiovisual,
maquinaria y otras más de uso doméstico y comercial.
Los sectores más afectados por el fenómeno rayo, tienen a su alcance
las soluciones definitivas. Las nuevas tecnologías para el diseño de
Sistema de protección más eficaz del rayo, cumple con el objetivo para
los que han sido diseñadas: proteger del impacto del rayo evitando su
caída en la zona de protección y así impedir una desgracia mayor.
Los impactos de rayos son aleatorios y su trayectoria es caótica con un
potencial de descarga muy destructivo.
Los pararrayos tipo Franklin excitan y atraen las descargas de rayos,
creando el fenómeno de repercusión eléctrica, a veces, peligrosos en
aparatos sensibles al fenómeno.
Todos los sistemas de protección acabados en una o varias puntas que
tienen como principio excitar y atraer el rayo, sean pasivos o activos,
ionizan el aire generando chispas peligrosas y descargas de alta tensión,
siendo utilizados fuera de las zonas de riesgo de explosiones, zonas
urbanas o industriales. Su campo de aplicación sería ideal para
garantizar zonas de captación de rayos, como por ejemplo los bosques,
así se evitarían un gran número de incendios.
En las zonas urbanas e industriales tienen que ser protegidas con
sistemas de pararrayos desionizadores de carga electroestática, donde
la transferencia de carga electroestática será compensada
pacíficamente en el tiempo real y no se representará la descarga visual
del rayo ni sus fenómenos repercutidos de acoplamientos o inducciones.
La eficacia de un sistema de pararrayo, se demuestra efectuando en el
espacio, tiempo el objetivo para lo cual ha sido diseñado, la aplicación
en el campo de trabajo avalará su funcionamiento acorde a la necesidad
que se disponga, para lo cual deberá ser designado el correcto.