María Fernanda Urzúa Oliva
EL PERDON
¿Por qué tenemos enojo?
A veces tenemos altas expectativas de las demás personas. Incluso a veces tenemos falta de
simpatía. Teneos ciertas motivaciones a hacer la ley de talión. Si alguien me hizo algo yo le
quiero retribuir de la misma forma o mas. Pero Dios nos dice que le demos la otra mejía al
que nos abofetee la mejía derecha. Pero Dios se refiere a que no nos llegue al corazón.
Para perdonar, necesitamos la gracia del señor. Dios nunca nos niega la gracia de poder
perdonar, pero tenemos que pedirla. Quien odia pierde la gracia de Dios, y se hace
semejanza a satanás.
El que no perdona, y guarda odio, se termina torturando uno mismo.
El perdon es sanador. Es dejar el pasado, para enfocarnos en el presente. El perdon es una
decisión, yo decido perdonar. También se dice que el perdon es el PERFECTO DON (per-
don).
Yo puedo decidirlo perdonar a la persona, pero es un regalo que se da a ambas personas,
porque yo le doy a él, el perdon, pero también recibo de una vez el regalo de salvación para
mi propia alma. Eso nos hace grandes, no hace ser mas como Jesús. Pedir el Don de poder
perdonar. Es algo sobrenatural decir que somos capaces de perdonar. Es un regalo que nos
da Dios para poder ir sanando nuestra relación con los demás. Es muy difícil mantener
nuestra relación con el Señor si tenemos odio.
Noveles del perdon:
Sanar el rencor contra Dios
o Pero a Dios nunca lo tenemos que perdonar porque Dios nunca nos ha hecho
nada malo. El señor nos ama, y nos ama como hijos.
Perdonar al Prójimo
o Excusar las faltas del prójimo. No justificarlo, sino intentar comprender el
trasfondo, no significa que esta bien lo que me haya hecho, si me grito o no,
pero pensar que el tiene sus propias penas y cruces.
o Todos somos victimas de victimas. Pero buscamos romper las cadenas que
nos traen rencor y lo rematamos con nuestras victimas.
o Nosotros no nos damos cuenta, pero Jesús siempre esta acompañándonos.
Perdonar y reconciliarnos en la medida de lo posible. No es lo mismo
perdonar que reconciliarlos. Siempre se puede perdonar, y siempre debemos
hacerlo, pero no siempre es bueno una reconciliación.
Perdonarnos a nosotros mismos
o De los pecados que cometí, por ejemplo. Puede que guardemos
resentimiento contra nosotros mismos, y decir que somos malos y somos
María Fernanda Urzúa Oliva
malos, y nos penetran en el corazón. Acá es de elegir perdonarnos a nosotros
mismos y principalmente aceptar la misericordia de Dios.
o También tenemos que perdonarnos por nuestro propio carácter.
¿Cómo perdonar?
Es una gracia que tenemos que pedir, pero, además, es una decisión. Como es una
decisión, siempre puedo perdonar, aunque no me nazca o no quiera hacerlo, pero
siempre puedo decidir perdonar.