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INVESTIGACIONES / RESEARCH

Recibido: 23-04-09 / Revisado: 14-06-09


● Mª Ángeles Pastor Aceptado: 28-10-09 / Publicado: 01-03-10
Huelva (España) DOI:10.3916/C34-2010-03-19

Quiero ser periodista: tras las


motivaciones de la profesión periodística
I want to be a journalist: looking for motivation in Journalism

RESUMEN
Se realiza en este artículo un acercamiento a las características que configuran la imagen del periodista ante el gran público, exa-
minando los motivos que intervienen en la decisión de quienes se han dedicado a este oficio y de quienes desean hacerlo en el
futuro. En el caso de los profesionales en ejercicio, se dispone ya de un marco teórico suficiente para analizar las influencias que
en su momento fueron determinantes en la vocación de los informadores: destacan el desarrollo de ciertos talentos personales, el
papel social atribuido al periodismo y sus posibilidades vitales. Estas razones explican ciertos comportamientos y actitudes profe-
sionales y señalan las causas de que en la actualidad el periodismo sea una profesión socialmente cuestionada en España. El «perfil
ideal» del periodista actúa de rasero inevitable para valorar el trabajo de los comunicadores, e influye, a su vez, en la elección de
quienes se inclinan por el periodismo como profesión. Por su parte, estos jóvenes que quieren ser periodistas –cuyas motivaciones
son contrastadas a través de un sondeo realizado a estudiantes del último curso de Bachillerato y primero de la licenciatura– acep-
tan los estereotipos que circulan sobre los informadores, incluso los que proyectan una estampa más mitificada, pero también son
conscientes de la necesidad de una seria autocrítica. Ellos mismos reivindican, en suma, la vuelta a los valores más apreciados del
oficio y las cualidades que desarrollen la competencia profesional.

ABSTRACT
This paper has an approach to the different characteristics which make up the public’s image of journalists, analysing the motiva-
tions behind the decision of those who became and those who want to become journalists. In the case of professional journalists,
there is a theoretical framework from which to analyze the essential influences on the decision to become a journalist: we can
underline the development of personal talents, and the social influence of journalism and its existential possibilities. These reasons
help explain some professional behaviour and attitudes, and point to why journalism is a questionable profession in Spain nowa-
days. The ideal profile of a journalist inevitably influences the value placed on the work of journalists, and also affects the decision
of those who contemplate a career in journalism. Moreover, these youngsters who want to become journalists – whose motivations
are contrasted in an investigation into students in the final year of High School and the first year of university - accept the usual
stereotypes of journalists, even those which present a kind of mythical image, but these youngsters are also conscious of the need
for personal criticism. They call for the return to the most important values and qualities of journalism to develop professional com-
petence.

PALABRAS CLAVE / KEY WORDS


Periodismo, características profesionales, responsabilidad social, vocación, estilo de vida, jóvenes.
Journalism, professional characteristics, social responsibility, vocation, lifestyle, youngsters.

❖ Mª Ángeles Pastor Alonso es periodista y profesora de Lengua Española en el Instituto de


Secundaria «Odiel» de Gibraleón en Huelva (España) ([email protected]).

Comunicar, nº 34, v. XVII, 2010, Revista Científica de Educomunicación; ISSN: 1134-3478; páginas 191-200
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1. Introducción noticia» (Canel, 2000: 21). Ese impulso creador o co-


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La investigación sobre la profesión periodística en municativo es una constante que aparece en casi todos
España, una parcela relativamente nueva que se ins- los estudios consultados: en la encuesta de referencia,
cribe en el estudio sociológico de las profesiones, ha un 40% de los profesionales contestaba que se habían
comenzado en los últimos quince años a despertar el hecho periodistas «porque les gustaba escribir» (García
interés que se merece. Se han publicado trabajos bas- de Cortázar y García de León, 2000: 65). Es lo que
tante completos que permiten esbozar una visión am- comúnmente se llama una vocación: aquello para lo
plia del comunicador profesional desde diversos enfo- que uno se siente llamado o predispuesto. Para canali-
ques, y aunque se vaya con retraso y el periodo estu- zar ese anhelo, ese gusto por la escritura, eligen for-
diado sea forzosamente breve, se dispone ya de un marse para una profesión en la que pueden contar
marco teórico muy sólido sobre el periodismo como cosas. Razones más prácticas, como el prestigio profe-
profesión en España1. sional, la influencia social o los ingresos, sólo son teni-
En este artículo proponemos un acercamiento a das en cuenta por el 4,1% de los encuestados.
las características profesionales que conforman la ima- Ese carácter netamente vocacional se reitera tanto
gen del periodista ante sus receptores, un territorio en perfiles de tipo más literario (Coll, 1981), como en
aún poco explorado. ¿Qué es, para el público que fi- los estudios disponibles de carácter científico. Por
nalmente recibe sus productos informativos, un perio- ejemplo, uno de los primeros profesiogramas publica-
dista? ¿Quién es buen periodista? ¿Qué elementos dos en España (Guzmán, 1989: 105) ya deja patente
configuran ese «perfil ideal» que actuará de rasero ine- que la primera razón de la mayoría de los periodistas
vitable para valorar el trabajo de quienes ejercen este –más del 70%– para serlo era «que les gustaba», aun-
oficio? Y esa imagen pública, a veces tan mitificada, que muchos no mencionan la palabra vocación; de ahí
¿cómo interviene en la decisión de los jóvenes que que la califiquen como una decisión de índole perso-
optan por dedicarse a la profesión? nal, en la que no intervienen familia, amigos o el cono-
En la actualidad los periodistas, que se han con- cimiento de otros periodistas. Algunos encuestados
vertido en un grupo profesional cada vez más cualifi- afirman expresamente que el periodismo es una puer-
cado, acceden mayoritariamente al mundo laboral por ta de acceso al mundo literario, apuntando una vez
la puerta de una titulación universitaria (Labio, 2001). más hacia esa íntima y dinámica vinculación entre
Nuestro propósito es verificar las motivaciones que periodismo y literatura que tan poderosas expresiones
han empujado a todos esos jóvenes que estudian, o ofrece.
van a estudiar, en las Facultades privadas y públicas de El atractivo de la profesión comienza, pues, por un
Comunicación, comparándolas con las de los profe- interés personal hacia los aspectos relacionados con la
sionales en ejercicio, para trazar desde esa perspectiva comunicación, la expresión escrita, la creatividad, el
una hipótesis sobre los influjos que determinan la ansia por contar la actualidad..., y son precisamente
vocación periodística y, de paso, un boceto de la ima- esas características las que más inciden después en el
gen del periodista ante el gran público. grado de satisfacción laboral de los periodistas. Ro-
dríguez Andrés (2002-03: 502) opina que los periodis-
2. Sobran los motivos tas no son un colectivo muy satisfecho, pero por razo-
Utilizaremos como referencia inicial el estudio de nes que poco tienen que ver con la escasez de sueldo
las profesoras García de Cortázar y García de León o las exigentes jornadas laborales.
(2000) sobre las características sociodemográficas de Cebrián afirma que «el periodista vocacional, el
los informadores españoles en ejercicio, pues brinda que vive la profesión, no mira nunca el reloj cuando
una idea muy atinada de las razones que operan al ele- está haciendo un reportaje. Hasta que no termina de
gir este oficio que completaremos con otras aportacio- encontrar todos los datos, hasta que no redacta la últi-
nes. A través de ellas se pueden deshilvanar los estímu- ma línea, no se marcha a casa. Y la satisfacción de
los recibidos por los jóvenes que desean ser periodistas haber culminado una buena crónica resarce las largas
y el perfil que se proyecta de la propia profesión. horas de trabajo». No es que las condiciones de traba-
jo no sean importantes, pero priman otras cuestiones,
2.1. Cuestión vocacional como vemos. Son factores intrínsecos los que determi-
No sirve cualquiera para ser periodista, ni se im- nan que los informadores estén o no contentos con su
provisan los talentos que la profesión requiere. El pe- trabajo. Un estudio de la Universidad de Navarra llega
riodismo «exige una predisposición a la comunicación, también a la conclusión de que «el adocenamiento y la
al interés por todo, a la curiosidad, a la búsqueda de la rutina es la causa de insatisfacción. Por el contrario,

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hay satisfacción cuando la organización de la redac- separa la imagen que el periodista tiene de sí mismo y

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ción permite levantar informaciones, no ir a remolque la que los demás le atribuyen. Los cambios sociales y
de los demás, generar temas propios, ejercitar la crea- políticos que se dieron en el país a la muerte de Franco
tividad» (Canel, 2000: 108). En definitiva, cuando al influyeron y fueron influidos por los medios de comu-
periodista se le permite desarrollar su trabajo en un nicación y sus profesionales, que acabaron asumiendo
ambiente de iniciativa, alejado de la rutina, está dis- un significativo rol social. «La democracia y, con ella,
puesto a aguantar el estrés, las prisas, la tensión y hasta la eclosión de los medios y la posibilidad de escribir y
la escasez económica. Todo es, a fin de cuentas, cues- contar en un ambiente de libertad, dio un nuevo im-
tión vocacional. pulso a esta profesión. Empezaron a surgir nuevas Fa-
cultades de Ciencias de la Información y, poco a poco,
2.2. El papel social del periodismo gran cantidad de jóvenes fue incorporándose al perio-
La posibilidad de influir en los cambios sociales es dismo» (Rodríguez Andrés, 2002-03: 492).
un atractivo que orienta al 16,6% de los sujetos La primera consecuencia fue un forzoso relevo
encuestados: «Denunciar, redimir, ser los portavoces generacional, que rejuveneció notablemente las redac-
de los sin voz: he aquí el propósito que lleva a algunos ciones y ofreció un nuevo rostro de la profesión, des-
de los profesionales a dedicar su vida a una profesión vinculado de la vieja guardia de los medios del régi-
arriesgada» (García de Cortázar y García de León, men. Los nuevos aires eran mucho más evidentes que
2000: 67). La mayor parte de
los que así contestan se corres-
ponde con los profesionales
más jóvenes, por lo que se de- El atractivo de la profesión comienza, pues, por un interés
duce que el ejercicio del perio- personal hacia los aspectos relacionados con la comunica-
dismo atempera bastante estas
ilusiones altruistas.
ción, la expresión escrita, la creatividad, el ansia por contar
La historia del rol asumido la actualidad..., y son precisamente esas características las
socialmente por los periodistas que más inciden después en el grado de satisfacción laboral
oscila, durante buena parte del
siglo XX, entre el llamado de los periodistas.
«periodista neutral» y el «perio-
dista participante», según la ter-
minología de Cohen (Ortega y
Humanes, 2000: 116). El primero es un espectador en otras áreas de la estructura social, y los españoles
del acontecer que transmite lo que observa fielmente. reconocieron la intervención de la prensa en la transi-
El segundo juega un papel activo en la vigilancia del ción democrática. Acontecimientos como la llamada
sistema social; es un periodista investigador, detective «noche de los transistores», aquel 23 de febrero de
si hace falta, cuyo objetivo profesional consiste no tan- 1981, quedaron grabados en la memoria colectiva y
to en ofrecer información al público como en generar convirtieron a los profesionales de la información en
opinión. Su trabajo es una forma de compromiso so- baluartes de la democracia. A ello hay que sumar el
cial que debe enfrentarse a múltiples amenazas, a ve- papel desempeñado por los medios de comunicación
ces del propio periódico en que trabaja, otras –la ma- en el destape de escándalos político-económicos de la
yoría– provenientes de un escenario político y/o ju- década de los ochenta y noventa: los GAL y Juan
dicial ruin y corrupto. Guerra, IBERCOP, FILESA... Es lógico pensar que el in-
Sin duda por las circunstancias que confluyen en cremento de su prestigio tiene como fundamento la
la sociedad española de las últimas décadas, la imagen progresiva asunción de roles políticos e intelectuales
del periodista se aproxima más a este último modelo. (Ortega y Humanes, 2000: 159).
Esto explicaría que en nuestro país el periodismo haya El paulatino aumento del estatus social de la pro-
gozado durante un tiempo de gran confianza por parte fesión periodística ha quedado reflejado en sucesivas
del público, incluso de cierta aureola de prestigio: no encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas,
en tanto ser una profesión bien considerada respecto en las que se aprecia cómo a partir de 1981 los perio-
a unos cánones de excelencia, sino en cuanto a su cre- distas siempre han ocupado los primeros puestos en
dibilidad social, a la percepción pública del oficio. cuanto a valoración social2. Félix Santos (1995: 74) se
Huelga señalar, en este contexto, la distancia que ha referido también a la evolución positiva de la estima

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de los periodistas comparándolos con otros grupos de aprecian de la profesión siguen siendo su utilidad so-
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gran proyección pública, como los partidos políticos ycial y la posibilidad de desarrollar la iniciativa personal.
los sindicatos, que han evolucionado a la baja. En esto
Sin embargo, casi el 94% de los encuestados admite no
la situación no difiere de la de otros países occidenta-
tener ningún trato, o muy escaso, con los periodistas,
les, en los que se piensa que «la prensa contribuye a la
por lo que deducimos que las opiniones reflejadas en
democracia y ejerce una buena influencia sobre la la encuesta no proceden de la experiencia directa. Es
sociedad, por lo general mejor que la de otras institu-
algo que tiene que ver más bien con esa imagen públi-
ciones, la Iglesia, el Parlamento y los más destacadosca de la que hemos hablado, con el «perfil ideal» del
líderes políticos». periodista, tal y como lo entienden los que reciben sus
El ascenso de los periodistas como grupo social ha
informaciones, y que indudablemente ha sufrido un
tenido, sin duda, una notable influencia en los jóvenes
grave deterioro en los últimos tiempos. ¿Por qué? Nos
y en la elección de su futura profesión. Como registra-
atrevemos a sugerir algunas respuestas:
ban Ortega y Humanes (2000: 161), «en algunos pro- • El periodismo es una actividad relacionada con
gramas de TV y de radio (tertulias, debates), [...] los
la órbita del poder y recibe sus vaivenes: la progresiva
informadores que han investigado escándalos políticos desconfianza hacia las instituciones y los protagonistas
o económicos son la referencia principal e insoslaya- de la vida política contamina, de alguna forma, la per-
cepción que se tiene de los pe-
riodistas.
• La imagen pública de los
En los últimos tiempos, sin embargo, han adquirido más periodistas está viéndose nega-
notoriedad los periodistas que se decantan por el sensacio- tivamente influida por el espec-
nalismo y por la invasión de la vida privada que aquéllos que táculo que ofrecen algunos
profesionales de la denomina-
ejercen la función de control del poder político que les da «prensa rosa» que aparecen
corresponde en democracia. Y en momentos de crisis, los en las pantallas de televisión.
Su comportamiento ante las
informadores se han comportado con un seguidismo y una cámaras, sus métodos tan ale-
falta de reflejos considerable, muy lejos de la idea de jados de los más elementales
pluralidad y de la capacidad crítica que se les supone criterios éticos y deontológicos,
sus informaciones carentes de
(Cortiñas y Pont, 2006). La reacción de la población rigor que no dudan en otorgar
no se ha hecho esperar. a los rumores la «categoría» de
fuentes, su tendencia al mor-
bo...: todas estas actuaciones
acarrean una importante pér-
ble; asimismo, a ellos se les suele pedir una opinión de dida de credibilidad de la prensa dentro de la sociedad
expertos, con el mismo rango que a especialistas de los española. De los debates y tertulias políticas el perio-
campos en que ejercen su labor informativa». La per- dista ha pasado a protagonizar programas sobre la vida
cepción que los estudiantes de periodismo tenían, en privada de los famosos.
ese momento, sobre el liderazgo social del periodismo, • Las sonoras polémicas en las que se han visto
es un indicativo más de la representatividad otorgada a envueltos profesionales de los considerados «serios»
los medios de comunicación durante más de dos déca- –Federico Jiménez Losantos, Pedro J. Ramírez…–
das3. contribuyen a ahondar esa impresión.
Sin embargo, en encuestas más recientes del CIS Durante años el prestigio de los periodistas ha ido
se observa una pérdida brutal de confianza en el papel asociado, más que a determinadas cualidades profe-
que desempeñan los profesionales de los medios4. En sionales, a la creencia de que ofrecían un importante
2006 la profesión de periodista aparecía entre las servicio público. En cierto sentido, la estimación se
menos valoradas socialmente (6,16 sobre 10), sólo por relacionaba con la capacidad de influir socialmente y
delante de los militares, y muy por detrás de los alba- no tanto con la competencia profesional, que se daría
ñiles, fontaneros o profesores. En consecuencia, sólo por supuesta. En los últimos tiempos, sin embargo, han
el 3,9% de los encuestados recomendaría a sus hijos adquirido más notoriedad los periodistas que se de-
que se hicieran periodistas. Los rasgos que más se cantan por el sensacionalismo y por la invasión de la

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vida privada que aquéllos que ejercen la función de tribuido a fomentar esa imagen del personaje de vida

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control del poder político que les corresponde en de- bohemia, autodidacta e independiente, cuya vida pro-
mocracia. Y en momentos de crisis, los informadores fesional aparenta ser mucho más divertida que la de
se han comportado con un seguidismo y una falta de otras profesiones. Además, el cine y la literatura han
reflejos considerable, muy lejos de la idea de plurali- contribuido a nutrir el imaginario colectivo de estam-
dad y de la capacidad crítica que se les supone (Cor- pas seductoras sobre los periodistas. Y no es de extra-
tiñas y Pont, 2006). La reacción de la población no se ñar que todo esto atraiga a los jóvenes5.
ha hecho esperar. Más allá del mito, de la idea romántica sobre la
La percepción más extendida es que los periodis- actividad periodística, algo hay de cierto en que las ru-
tas, arrastrados por las leyes del mercado o por la pre- tinas profesionales del periodismo son escasamente
sión política, no han sabido estar a la altura de su pro- convencionales. Félix Ortega la llama «una profesión
fesión. Lo que la sociedad les reprocha es, precisa- voraz», y analiza las razones por las cuales la práctica
mente, su falta de profesionalidad, y lo que les deman- profesional del periodismo se transforma en estilo de
da es la recuperación de las cualidades profesionales vida (García de Cortázar y García de León, 2000:
que les son propias: veracidad, objetividad, honesti- 108-115). Fundamentalmente –dice–, porque no hay
dad. La relevancia social del periodismo ha quedado un tiempo concreto para ser periodista, sino que el pe-
en entredicho porque los medios de comunicación riodista ha de serlo durante todo su tiempo. Al mencio-
han entrado en una dinámica de mercantilización cada nar explícitamente el estilo de vida como uno de los
vez más vulgar, y una de las consecuencias de esa tri- motivos principales de elección de la profesión, los
vialización de los medios es la pérdida del prestigio periodistas están queriendo decir que son las posibili-
profesional de sus trabajadores. El mensaje es claro: dades vitales que surgen dentro del periodismo las que
sólo siendo verdaderamente periodistas podrán ser lo hacen atractivo: abarcar ampliamente la realidad,
dignos del papel social que tan positiva imagen les ha- acceder allá donde los demás no pueden, vivir inten-
bía otorgado. samente las relaciones personales vinculadas con los
proyectos profesionales... Todo ello produce un alto
2.3. Un estilo de vida grado de identificación de lo personal con lo profesio-
El gusto por una vida extravertida, agitada en pos nal. Y a pesar del desgaste, a todos los niveles, que
del último suceso, en la calle o en cualquier otro ámbi- produce la intensidad de una profesión tan envolven-
to donde se cuece la noticia, es uno de los ingredientes te, es difícil desarrollar resistencias hacia ella, precisa-
principales del quehacer periodístico y, al mismo tiem- mente porque para poder establecer distancias psico-
po, uno de sus atractivos más generalizados. Por eso el lógicas y sociales el periodista tendría que disponer de
estilo de vida –una vida exenta de falsillas prefijadas, otras condiciones laborales, una mayor desvinculación
como la define Félix Santos (1995: 75)– ocupa un de lo profesional y lo laboral y una actitud autocrítica
lugar destacado entre las razones que los profesionales más desarrollada. Poco de todo esto lo propicia la
argumentan para dedicarse a este oficio, otra vez con fusión –y confusión– de ámbitos de realidad personal,
el mayor número de respuestas entre los más jóvenes profesional y social que fomenta su particular forma de
(García de Cortázar y García de León, 2000: 67; Or- vida.
tega y Humanes, 2000: 154). Se valora la autonomía Hemos llegado, pues, a cerrar el círculo: el estilo
personal que conecta con la idea aventurera, poco ru- de vida conduce a la profesión y la profesión determina
tinaria, que de la profesión se ha hecho. «Cada día es un estilo de vida. Quienes pueden ejercer sin cortapisas
distinto, con nuevos asuntos y nuevos protagonistas. las tareas periodísticas para las que se sienten vocacio-
Además, los informadores están en contacto perma- nalmente llamados dicen estar satisfechos, como hemos
nente con la actualidad y tienen el privilegio de ser los visto. Parece que, aunque entregan la vida a su trabajo,
primeros en enterarse de las noticias. Pueden tratar de a los periodistas les vale la pena hacerlo.
tú a tú a destacadas personalidades de la vida política,
cultural, económica o deportiva. Y, por si esto fuera 3. Qué dicen los futuros periodistas
poco, esta profesión ofrece también altas dosis de pro- Aunque la formación inicial de los profesionales
tagonismo social», recuerda Rodríguez Andrés (2002- de la comunicación dibuja un variado espectro, el por-
03: 500), que insiste en la idea de que el periodismo centaje de periodistas que no ha pasado por la Univ-
proporciona un buen número de compensaciones más ersidad es cada vez más residual (Ortega y Humanes,
allá de la mera remuneración económica. 2000: 152-155). La elevada demanda en las licencia-
De modo que la propia esencia del oficio ha con- turas de Comunicación, superior al alumnado que las

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Facultades son capaces de absorber, trae como conse- de tradición, o influencia, que haya dirigido sus pasos
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cuencia que las notas de corte para acceder a la carre- hacia el periodismo. Sin dudarlo, todos ellos aseguran
ra en las universidades públicas españolas sean bastan- que la decisión de estudiar la carrera ha sido exclusi-
te altas, aunque es verdad que han descedido en los vamente suya, con todo lo que de orgullosa y ególatra
últimos años6. independencia tiene esta afirmación.
¿Qué motivos aducen esos estudiantes para justifi- Como elemento novedoso merece la pena reseñar
car su elección? Sin mayores pretensiones que la de que un 75% de los encuestados han concedido impor-
presentar un punto de partida para futuras investiga- tancia a la posibilidad de conciliar vida laboral y perso-
ciones, una hipótesis de trabajo, hemos querido acer- nal que les permite el periodismo, con un porcentaje
carnos a las influencias que determinan la vocación similar entre chicos y chicas. Diríase que los estudian-
periodística entre los jóvenes a través de un sondeo tes están muy equivocados sobre las posibilidades que
realizado a estudiantes que habían comenzado o esta- ofrece su futura profesión, pues tal y como lo hemos
ban a punto de comenzar la carrera; la muestra com- descrito, el periodismo es una profesión voraz, casi sin
prende sujetos del último curso de Bachillerato y pri- tiempo para la vida personal. Algo de desconocimiento
mero de la licenciatura de Periodismo (n=30)7. Nues- puede que haya tras esta respuesta, pero puede haber
tra intención ahora es confrontar sus respuestas con los también lo contrario: los jóvenes, buenos conocedores
datos anteriormente descritos y establecer las correla- de las nuevas tecnologías, han aceptado rápidamente
ciones oportunas, reflejando únicamente porcentajes los cambios en las rutinas de trabajo que el periodismo
significativos en función de este objetivo. ha vivido en los últimos años, concretadas en la prác-
En cuanto a las razones que atraen a los encuesta- tica desaparición de las redacciones convencionales y
dos al ejercicio de la profesión, sus respuestas refren- el notable incremento de la modalidad del teletrabajo.
dan las ya conocidas: Las contradicciones entre la imagen pública de la
• Aparecen en primer lugar los motivos conecta- profesión y el rol social que desempeña también apa-
dos con el gusto por la escritura: los jóvenes perciben recen reflejadas en el sondeo, pero en sentido contra-
el periodismo como una profesión vinculada al mundo rio al que recogíamos más arriba. Si en los trabajos de
literario, a la cultura (83%), y esta tendencia se relacio- finales de los noventa y principios de esta década se
na también con tareas propias del periodista, como el decía que es mayor el prestigio que se le otorga a los
poder contar lo que pasa, descubrir y narrar los he- periodistas como grupo social que el que ellos mismos
chos noticiables (67%). perciben en su profesión, en este momento sería al
• Otra de las razones esgrimidas es la capacidad revés. Sabedores del nefasto ejemplo que ofrecen al-
de influir sobre eso que sucede, de intervenir en el de- gunos de los llamados «periodistas», los jóvenes consi-
venir social, a través de la representación que se hace deran que la sociedad valora «lo justo» la profesión
de la realidad en los medios de comunicación (50%). (58%), y un tercio pone el dedo en la llaga al juzgar
• Una tercera motivación nos sitúa ante el atracti- que a los periodistas se les estima socialmente poco o
vo que continúa ejerciendo el estilo de vida de los pe- muy poco. Esta crisis de autoestima se corresponde
riodistas (58%), cuyos rasgos están conectados con la con la pérdida de interés hacia el periodismo como
imagen del periodista como personaje cinematográfi- profesión. De hecho, en pocos años el número de soli-
co. citudes para estudiar esta carrera universitaria ha dis-
No se advierten, pues, diferencias significativas minuido significativamente8.
con el panorama establecido en los trabajos consulta- Está claro que los estudiantes son conscientes del
dos. La capacidad económica o las aspiraciones de debate social que se ha originado en torno al ejercicio
poder tampoco son atrayentes para los jóvenes perio- del periodismo, cuya consideración pública ha caído
distas, que desdeñan absolutamente esas respuestas. en picado en los últimos tiempos. A pesar de ello con-
Los aspectos más valorados de la profesión ofrecen un tinúan estando convencidos de su utilidad social, pues
perfil de estudiante muy vocacional e idealista. De he- este rasgo aparece como afirmación unánime cuando
cho, a la hora de elegir carrera los estudiantes han te- se les pide que describan la profesión. Ante las críticas
nido en cuenta valores como la vocación (92%), la que levanta la actuación y discutible profesionalidad
autonomía personal (33%) o la adquisición de conoci- de algunos periodistas, los que desean ganarse la vida
mientos especializados (59%), y se sitúan muy lejos de de esta manera se sienten más vulnerables. En este
razones pragmáticas como los ingresos económicos, la sentido, la profesión con la que se encuentran más
promoción personal o la situación del mercado labo- identificados, en cuanto a valoración social, es la de
ral. Tampoco reconocen los encuestados ningún tipo escritor, una labor solitaria y a veces incomprendida,

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frente a otras con una dimensión colectiva de más londo, Lorenzo Milá o Carlos Herrera, que han sabi-

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peso (abogado, profesor...). Las profesiones más valo- do granjearse la credibilidad del público a lo largo de
radas en este sondeo lo son por inveterada tradición una trayectoria aquilatada y coherente, sea cual sea la
(médico, ingeniero, abogado, arquitecto, juez) o por la ideología que se les atribuya. Para el 67% de los en-
relevancia que han adquirido en el entramado socioe- cuestados son auténticas referencias. Un 33% cita tam-
conómico actual (empresario, informático). Menos bién a un novelista de éxito, Arturo Pérez Reverte, lo
valoradas que el periodismo se consideran profesiones cual no deja de ser llamativo, porque ninguno de ellos
tradicionalmente con menor prestigio (albañil y fonta- pudo conocer directamente, por cuestión de edad, su
nero), o aquellas que no gozan de simpatía y credibili- labor periodística. Para explicar este reconocimiento
dad entre los jóvenes (militar, policía). Las de enferme- hay que pensar en la fascinación que sigue ejerciendo
ro y profesor, profesiones hoy día muy cuestionadas, la figura del reportero de guerra, y el descubrimiento
tienden también a valorarse menos. Aunque las res- de esa faceta del escritor a través de sus propias cróni-
puestas no se corresponden exactamente con las del cas noveladas: otro puente tendido entre el periodismo
barómetro citado del CIS, ambas nos llevan a una con- y la literatura. Por el contrario, los nombres asociados
clusión similar: el deterioro del prestigio social de los a la polémica o al panegírico –Pedro J. Ramírez, Ji-
periodistas. No es la imagen pública de la profesión, ménez Losantos o Letizia Ortiz– no son considerados
pues, una de las influencias motivadoras que reciben como un modelo profesional más que para un reduci-
los jóvenes que hoy quieren dedicarse al periodismo. do porcentaje.
Pero, ¿conocen los futuros
periodistas las causas de la pér-
dida de credibilidad de su pro-
fesión? Por lo menos las intu-
Pero, ¿conocen los futuros periodistas las causas de la pérdi-
yen, pues al seleccionar las ca- da de credibilidad de su profesión? Por lo menos las intuyen,
racterísticas que configuran el pues, al seleccionar las características que configuran el
«perfil ideal» del periodista se
aprecia una reivindicación casi «perfil ideal» del periodista, se aprecia una reivindicación
unánime de cualidades rela- casi unánime de cualidades relacionadas con un alto grado
cionadas con un alto grado de
competencia profesional: espí-
de competencia profesional: espíritu crítico (67%),
ritu crítico (67%), objetividad objetividad (50%) y curiosidad (50%).
(50%) y curiosidad (50%).
También consideran necesa-
rios otros talentos más perso-
nales: cierta facilidad para las relaciones sociales y la Otro aspecto que, según los alumnos de bachille-
capacidad de expresarse correctamente. En cambio, rato y primer curso de carrera, describe adecuada-
atributos como la audacia, la agresividad, el escepticis- mente la profesión de periodista, es el desarrollo de la
mo o la simpatía personal, asociados con un determi- iniciativa personal (92%). Esta condición nos acerca a
nado ejercicio sensacionalista de la profesión, no son las circunstancias vitales de los profesionales del perio-
tenidos en cuenta por los encuestados. Sencillamente, dismo, porque el estilo de vida que esperan tener en
se hace necesario volver a los valores más apreciados este oficio sigue siendo un imán que atrae a muchos
del periodismo, aquéllos que les harán ser valorados jóvenes a la licenciatura. Una vida que les permite,
ante la opinión pública por la excelencia de su trabajo. según ellos, un grado de autonomía y libertad que no
Esas cualidades hicieron de los periodistas, hace sólo van a lograr en otras profesiones. Es previsible que,
unos años, unos verdaderos líderes sociales, cuyo dic- cuando les llegue el momento del ejercicio profesional,
tamen de expertos era solicitado porque contribuía a la insatisfacción de estos futuros periodistas esté co-
impulsar el libre flujo de información y el debate públi- nectada con las cortapisas que encuentren para gene-
co que está en la base de la democracia. rar temas propios, con el adocenamiento y la rutina,
No debe extrañar entonces que el «molde» del con la exigencia de «reproducir» en lugar de «averi-
buen periodista esté hecho, para los jóvenes, a la me- guar», tal como hemos visto más arriba (Lamuedra,
dida de profesionales que simbolizan, con nombre y 2007: 206). Pero de momento, para ellos, los deseos
apellidos, esas características. Son nombres respetados sirven para describir la realidad.
en el mundo de la comunicación como Iñaki Gabi- Los ingredientes básicos de este estilo de vida que

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tanto les gusta no contradicen el estereotipo. Aunque es uno de los más vocacionales dentro del ámbito de las
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aquí las respuestas sean más dispersas (el porcentaje Humanidades. Su vocación está ligada con el gusto por
oscila entre el 42% y el 67%), puede afirmarse que escribir, por comunicar y comunicarse, y precisa de una
para la mayoría la vida del periodista es poco rutinaria, disposición innata. A pesar del descenso de matricula-
se aleja de las normas, impulsa la creatividad personal ciones en los últimos años, hay que ganarse el puesto:
y abre una amplia red de relaciones, que en el caso de la nota de corte que han de superar en Selectividad
los colegas de la profesión se traduce en sólidos víncu- continúa siendo elevada.
los afectivos: «esa tribu» tan especial proporciona, • Los jóvenes que deciden estudiar periodismo,
hasta cierto punto, unas señas de identidad. En cuanto respondiendo a esa vocación que les hace sentirse
a las influencias recibidas a través de las pantallas, el orgullosamente autónomos, suelen tener un concepto
elenco de personajes-periodistas tiene un acento ine- de la profesión muy idealista. No aprecian aspectos
quívocamente americano: «Superman», «Todos los profesionales más prácticos, como el salario o la pro-
hombres del presidente» o «El dilema» son las pelícu- moción personal; en cambio se muestran preocupados
las más conocidas. Y junto a ellas una referencia espa- por la conciliación laboral y valoran la posibilidad de
ñola inevitable, la de la serie «Periodistas». Como sabe- controlar por sí mismos su trabajo. Cuando enfrenten
mos, lo que la televisión presenta no es la realidad, sus deseos con la realidad del ejercicio del periodismo,
pero resulta creíble si coincide con el imaginario del con sus rutinas y limitaciones, el desajuste será inevita-
espectador (Moreno, 2005). ble. Pero conservarán previsiblemente ese impulso vo-
Algo de auténtico, en efecto, hay en este retrato, cacional que les hará sentirse satisfechos en la medida
igual que hay también algo de literario y cinematográ- que su labor les permita desarrollar sus habilidades
fico. A riesgo de simplificar, digamos que los futuros personales, aunque estén expuestos a un intenso des-
periodistas piensan que la profesión que han elegido gaste.
es la más adecuada porque se trata de una ocupación • La reputación de la que gozan los periodistas,
dinámica, con disposición para hacer cosas nuevas, una de las más poderosas razones que influye en la
con influencia para denunciar y cambiar aspectos de la elección de los jóvenes, oscila entre la credibilidad y la
sociedad, y apropiada a su carácter y habilidades per- desconfianza. Ha sido una profesión valorada y social-
sonales. El periodismo es para ellos, más que una acti- mente considerada, pero en los últimos años se ha
vidad profesional a la que quieren dedicarse, un ámbi- producido una pérdida notoria de prestigio como reac-
to pleno de posibilidades vitales. ción a la devaluación de los estándares mínimos de
profesionalidad exigibles. Para reparar la buena ima-
4. Conclusiones (o puntos de partida) gen del periodismo es necesario mostrar un grado de
Es hora de perfilar los trazos de un retrato robot. competencia profesional ante la opinión pública, asu-
Un retrato no exento de importancia, por cuanto infor- mir de nuevo un papel activo y comprometido en la
ma acerca de la personalidad de quienes nos infor- salvaguarda de los valores democráticos. Así esperan
man. Los medios de comunicación no son meros espe- contribuir los futuros periodistas a la revalorización de
jos, meros transmisores de la realidad, sino mediadores la profesión.
e intérpretes de la misma. Por tanto, el hecho de cono- • La personalidad profesional del periodista es
cer cuáles son los rasgos culturales y sociales más des- una de las más tipificadas a ojos de los jóvenes, algo así
tacables de los periodistas cobra aún mayor importan- como pudieran ser la del maestro o la del médico. En
cia. Si se conocen esas características, se podrán expli- esa personalidad hay una serie de rasgos que sobresa-
car de forma más eficaz los motivos que conducen a len y que intervienen en el reclutamiento de los futu-
los informadores a desarrollar un determinado tipo de ros profesionales. Y se relacionan precisamente con
mediación o interpretación de la realidad (Rodríguez los perfiles asociados al estereotipo del periodista-per-
Andrés, 2002-03: 491). sonaje que han consagrado el cine y la televisión. De
En sintonía con esta opinión, hemos pretendido este modo, las películas o las series sobre periodistas
esclarecer cuáles son esos rasgos personales y sociales continúan proyectando una imagen –divertida, heroica
para el público que los percibe desde fuera. Sobre o degradada, pero en cualquier caso apasionante, in-
todo para un sector muy concreto de ese público: los tensa, libre de rutinas y dependencias– que ha nutrido
jóvenes que quieren formar parte de la tribu de los en parte la vocación de una generación educada ante
periodistas, y por tanto están dispuestos a absorber los las pantallas de la televisión.
trazos de ese perfil profesional y humano. Así, cada curso llegan a las Facultades de Comu-
• El alumnado de las Facultades de Comunicación nicación cientos de jóvenes con buenas razones para

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7 El sondeo fue realizado en febrero de 2007 a alumnos de 2º de


querer ser periodistas, y hasta ese momento, con la ilu-

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sión intacta por serlo. De lo que aprendan y experi- Bachillerato del IES «Odiel» de Gibraleón (Huelva) y de primer
curso de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.
menten en los años sucesivos dependerá, en buena El cuestionario constaba de diez variables, que fueron tratadas esta-
medida, la imagen de los profesionales de la informa- dísticamente con el programa informático SPSS. Agradecemos al
ción en España ante sus receptores. Y verdaderamen- sociólogo Víctor Rodríguez Maldonado su generosa ayuda para la
te, no sólo la imagen: bien puede decirse que el futuro baremación de la encuesta.
8 Aportamos un dato significativo: las solicitudes totales que recibió
mismo de la profesión está en sus manos. Hay expec-
la titulación de Licenciado en Periodismo en la Universidad de
tativas de que con ellos mejore el oficio del periodis- Sevilla han bajado de 2.769 en 2001/02, a 1794 en 2006/07; como
mo, pero también amenazas e interrogantes. Las con- primera opción, se ha pasado de 587 a 327 solicitudes en los mis-
clusiones a las que puede llegarse son, en cierto modo, mos años (Fuente: Servicio de Ordenación Académica de la Uni-
un punto de partida. versidad de Sevilla).

Notas Referencias
1 En el trabajo de Ortega y Humanes (2000) se incluye un anexo de CANEL, M.J. & RODRÍGUEZ ANDRÉS, R. & SÁNCHEZ ARANDA, J.J.
los estudios empíricos sobre periodistas en España, cuya primera (2000). Periodistas al descubierto. Retrato de los profesionales de
referencia es del año 1990. Para después de 2000 puede verse la la información. Madrid: CIS.
abundante bibliografía que aporta el artículo de Rodríguez Andrés CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLÓGICAS (Ed.) (2006). Estudio
(2002-03). 2649. Barómetro junio de 2006 (www.cis.es/cis/opencms/-Archi-
2 Puede verse el cuadro-resumen de estas encuestas del CIS en el vos/Marginales/2640_2659/2649/e264900.html) (10-3-09).
libro de Ortega y Humanes (2000: 160), donde se aprecia la evolu- COLL, A. (1981). De profesión, periodista. Barcelona: Noguer.
ción de la valoración social de los periodistas en comparación con CORTIÑAS, S. & PONT, C. (2006). Actores periodísticos y políticos
otros grupos y profesiones. en momentos de crisis: un estudio de caso. Comunicar, 27; 129-
3 Estos autores realizaron una encuesta en marzo de 1999 entre 190 135.
estudiantes de periodismo de la Universidad Complutense de GARCÍA DE CORTÁZAR, M. & GARCÍA DE LEÓN, M.A. (Coord.)
Madrid y la Pontificia de Salamanca: la mayoría de ellos sostienen (2000). Profesionales del periodismo. Hombres y mujeres en los
que los medios de comunicación crean a los líderes sociales medios de comunicación. Madrid: CIS-Siglo XXI
(73,2%), representan a la opinión pública mejor que otros grupos e GUZMÁN, M. DE (1989). Persona y personalidad del periodista.
incluso que los sondeos de opinión (51,1%), mantienen la populari- Barcelona: PPU.
dad de los políticos (64,9%) y, en fin, son ellos mismos líderes de LABIO, A. (2001). La profesión periodística ante los intereses de la
opinión (69,7%). estructura informativa. Una aproximación al tema. Ámbitos, 6; 81-94.
4 Datos extraídos del estudio 2649 del Centro de Investigaciones L AMUEDRA, M. (2007). Estudiantes de periodismo y prácticas profe-
Sociológicas, Barómetro de opinión de Junio 2006 (www.cis.- sionales. Comunicar, 28; 203-211.
es/cis/opencms/-Archivos/Marginales/2640_ 2659/2649/e2649- L AVIANA, J.C. (1996). Los chicos de la prensa. Madrid: Nickel
00.html). Interesan especialmente las preguntas 7 a 11. Odeón.
5 El de las frecuentes e intensas conexiones entre cine y periodismo MARTÍNEZ-SALANOVA, E. (2009). Periodismo y medios de comuni-
es un tema apasionante que ha atraído tanto a los estudiosos del cine cación en el cine (www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/pe-
como a los periodistas amantes de la gran pantalla. Puede verse, por riodismo.htm) (10-03-09).
ejemplo, el libro de Juan Carlos Laviana sobre «Los chicos de la MORENO, L. (2005). Las posibilidades educativas de la televisión.
prensa» (1996), de amena lectura. También es muy interesante la Comunicar, 25 (www.revistacomunicar.com/index.php?contenido-
página de Cine y Educación de Enrique Martínez-Salanova, alojada =detalles&numero=25&articulo=25-2005-197) (25-10-09).
en la web de la Universidad de Huelva, y su apartado sobre pe- ORTEGA, F. & HUMANES, M.L. (2000). Algo más que periodistas.
riodismo y medios de comunicación en el cine: www.uhu.es/cine.- Barcelona: Ariel.
educacion/cineyeducacion/periodismo.htm. Rodríguez Andrés, R. (2002-03). Características sociodemográficas
6 En la Universidad de Sevilla, por ejemplo, la nota de corte para y laborales de los periodistas españoles e índice de satisfacción pro-
alumnos procedentes de PAU ha pasado de 6, 96 en el curso 2001- fesional. Ámbitos, 9-10; 487-504. (www.ull.es/publicaciones/lati-
02 a 6,08 en 2007-08. En este último curso la nota de corte más alta na/ambitos/9/indice9.htm) (10-3-09).
para periodismo la tuvo la Universidad de Valencia (8.24). Santos, F. (1995). Periodistas. Polanquistas, sindicato del crimen,
(www.elpais.com/comunes/2007/universidad) tertulianos y demás tribu. Madrid: Temas de Hoy.

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