Orientación y Socialización
La socialización es el proceso mediante el cual las personas comienzan a comprender y
aceptar los valores, normas y creencias que tienen las otras personas de la empresa. Este proceso
ayuda a cubrir sus necesidades de trabajadores productivos y que queden cubiertas las
necesidades de esos trabajadores. Si la RRHH consigue que los trabajadores cubran sus objetivos
personales, éstos se encontrarán más satisfechos, lo que redundará en beneficio de la empresa que
tendrá unos costes de renovación de personal más bajos.
La orientación es en realidad un componente del proceso de socialización del nuevo empleado
con la empresa, un proceso gradual que implica inculcar en todos los empleados las actitudes
prevalentes, los criterios, valores y patrones de comportamiento que se esperan en la organización
y sus departamentos.
La orientación inicial del empleado, si se maneja correctamente, puede ayudar a reducir el
nerviosismo del primer día de los nuevos empleados así como el choque con la realidad que
podrían experimentar. El choque con la realidad se refiere a la discrepancia entre lo que el nuevo
empleado espera de su nuevo empleo y la realidad.
Capacitación
La capacitación es una actividad sistemática, planificada y permanente cuyo propósito general
es preparar, desarrollar e integrar a los recursos humanos al proceso productivo, mediante la
entrega de conocimientos, desarrollo de habilidades y actitudes necesarias para el mejor
desempeño de todos los trabajadores en sus actuales y futuros cargos y adaptarlos a las exigencias
cambiantes del entorno.
La capacitación va dirigida al perfeccionamiento técnico del trabajador para que éste se
desempeñe eficientemente en las funciones a él asignadas, producir resultados de calidad, dar
excelentes servicios a sus clientes, prevenir y solucionar anticipadamente problemas potenciales
dentro de la organización. A través de la capacitación hacemos que el perfil del trabajador se
adecue al perfil de conocimientos, habilidades y actitudes requerido en un puesto de trabajo.
La capacitación no debe confundirse con el adiestramiento, este último que implica una
transmisión de conocimientos que hacen apto al individuo ya sea para un equipo o maquinaria.
El adiestramiento se torna esencial cuando el trabajador ha tenido poca experiencia o se le
contrata para ejecutar un trabajo que le es totalmente nuevo. Sin embargo una vez incorporados
los trabajadores a la empresa, ésta tiene la obligación de desarrollar en ellos actitudes y
conocimientos indispensables para que cumplan bien su cometido.
Desarrollo
El Desarrollo por otro lado, se refiere a la educación que recibe una persona para el
crecimiento profesional a fin de estimular la efectividad en el cargo. Tiene objetivos a largo plazo
y generalmente busca desarrollar actitudes relacionadas con una determinada filosofía que la
empresa quiere desarrollar. Está orientado fundamentalmente a ejecutivos.
Pasos hacia la Capacitación y el Desarrollo
Debido a que la meta primaria de la capacitación es contribuir a las metas globales de la
organización, es preciso desarrollar programas que no pierdan de vista las metas y estrategias
organizacionales. Las operaciones organizacionales abarcan una amplia variedad de metas que
comprenden personal de todos los niveles, desde la inducción hacia el desarrollo ejecutivo.
Además de brindar la capacitación necesaria para un desempeño eficaz en el puesto, los patrones
ofrecen capacitación en áreas como el desarrollo personal y el bienestar. A fin de tener programas
de capacitación eficaces, se recomienda un enfoque sistemático. Éste consiste en 4 partes:
1. Detectar las necesidades de capacitación
Es el primer paso en el proceso de capacitación, detectar las necesidades de capacitación
contribuye a que la empresa no corra el riesgo de equivocarse al ofrecer una capacitación
inadecuada, lo cual redundaría en gastos innecesarios.
Para detectar las necesidades de capacitación deben realizarse tres tipos de análisis; estos son:
Análisis Organizacional: que es aquél que examina a toda la compañía para
determinar en qué área, sección o departamento, se debe llevar a cabo la capacitación.
Se debe tomar en cuenta las metas y los planes estratégicos de la Compañía, así como
los resultados de la planeación en recursos humanos.
Análisis de Tareas: se analiza la importancia y rendimiento de las tareas del personal
que va a incorporarse en las capacitaciones.
Análisis de la Persona: dirigida a los empleados individuales. En el análisis de la
persona debemos hacernos dos preguntas ¿a quién se necesita capacitar? Y ¿qué clase
de capacitación se necesita? En este análisis se debe comparar el desempeño del
empleado con las normas establecidas de la empresa. Es importante aclarar que esta
información la obtenemos a través de una encuesta.
2. Identificación de recursos
Los recursos que requiere la capacitación al personal es de suma importancia ya que sin los
mismos no puede impulsarse planes ni programas cónsonos con las necesidades detectadas. Los
Recursos pueden ser de diferentes tipos:
Financieros: mediante la designación presupuestaria que establece la empresa como
parte de sus costos de funcionamiento. Aquí se incluyen también lo correspondiente a
un porcentaje de las remuneraciones imponibles de sus trabajadores, que se establecen
dentro de las partidas de compensaciones e incentivos no financieros de la empresa.
Humanos: la función de capacitación es una función de línea y de staff.
Institucionales: todos los organismos externos a la empresa, públicos o privados, que
realizan una labor de apoyo a la tarea del departamento.
Materiales: infraestructura, condiciones para trabajar, materiales.
3. Integración de un plan de capacitación
La planeación de los recursos humanos y el desarrollo del personal centran su atención en el
planeamiento formal de dichos recursos. Al planear formalmente, se debe hacer énfasis en:
Establecer y reconocer requerimientos futuros.
Asegurar el suministro de participantes calificados.
El desarrollo de los recursos humanos disponibles.
La utilización efectiva de los recursos humanos actuales y futuros.
La planeación formal asegura o permite a la empresa contar con el número correcto de
empleados y con el tipo correcto de personas, en los lugares adecuados, en el tiempo preciso,
haciendo aquello para lo cual son más útiles.
Hoy día se requiere de la preparación de personas con capacidad de realizar una sucesión
organizada de puestos unidos unos con otros dentro de la organización. Un plan de capacitación
debe contemplar entre otras cosas:
Plan de Reemplazos: esta es la actividad más común de la planeación de los Recursos
Humanos. Esta actividad se relaciona con el reclutamiento, promoción y la
transferencia, para ocupar puestos cuyas vacantes se han de producir. Aquí se toman en
cuenta edades, problemas de salud, otras causas de desgaste laboral. La utilización
mayor de la planificación de reemplazos es en posiciones administrativas o de alta
capacitación.
Plan de Sucesión: denominamos plan de sucesión al sistema que tiene los siguientes
objetivos:
1) Tener preparados a los relevos necesarios para las posiciones de conducción de la
organización.
2) Planificar adecuadamente la necesaria capacitación de los sucesores.
Plan de carrera: el plan de carrera es muy importante para quienes poseen habilidades
gerenciales, porque esto ayuda a maximizar su contribución potencial a los objetivos
organizacionales; permite soportar altos valores de cambio organizacional, las
presiones y el estrés ocasionados por el trabajo.
4. Ejecución de programas de capacitación
Las empresas deben tomar en consideración varios lineamientos para la implementación de
Programas de Capacitación en su organización.
Una vez se tenga la planeación de la capacitación puede procederse al diseño de programas de
Capacitación el cual incluye: nombre de la actividad, objetivos generales y específicos,
contenidos, metodología, duración, participantes, lugar, horario, instructor, bibliografía, recursos,
costo y evaluación. A continuación analizaremos brevemente algunos elementos que están
considerados en el diseño del programa de Capacitación.
A- Establecimiento de objetivos:
Deben formularse objetivos claros y precisos para el diseño de programas bien definidos.
Estos facilitarán a los gerentes o jefes determinar si es el tipo de capacitación que realmente
necesita su subordinado.
En los objetivos específicos se deben utilizar verbos de acción que describan el contenido del
programa.
B- Contenido del programa:
La detección de las necesidades de capacitación nos permitirá elaborar el contenido del
programa de capacitación y los objetivos de aprendizaje, al respecto Werther, Jr. Y Keith; Davis
nos dicen:
"El contenido puede proponer la enseñanza de habilidades específicas, de suministrar
conocimiento necesario o de influencia en las actitudes. Independientemente del contenido, el
programa debe llenar las necesidades de la organización y de los participantes. Si los objetivos de
la compañía no están en el programa, éste no redundará en pro de la organización. Si los
participantes no perciben el programa como una actividad de interés y relevancia para ellos, su
nivel de aprendizaje distará mucho del nivel óptimo"
C- Principios Del Aprendizaje:
Conocido como Principio Pedagógico, constituye las guías de los procesos por los que las
personas aprenden de manera más efectiva. Estos principios son:
Participación: el aprendizaje es más rápido cuando el individuo participa activamente de él.
Este principio se aplica actualmente en las escuelas, universidades con excelentes resultados, ya
que el profesor es un facilitador y el estudiante aprende de manera más rápida y puede recordar
por más tiempo, debido a su posición activa.
Repetición: este principio deja trazos más o menos permanentes en la memoria. Consiste en
repetir ideas claves con el fin de grabarlo en la mente.
Relevancia: el material de capacitación debe relacionarse con el cargo o puesto de la persona
que va a capacitarse.
Transferencia: el programa de capacitación debe concordar o relacionarse con la demanda
del puesto de trabajo del individuo.
Retroalimentación: a través de este principio el individuo podrá obtener información sobre su
progreso.
D- Herramientas De Capacitación
La capacitación es necesaria e importante tanto para los supervisores como para los empleados
que tienen el potencial para ocupar esta posición. A pesar de que los objetivos de la capacitación
no son los mismos, las técnicas del curso son iguales. Ejemplo, para los supervisores la sesión
consistirá en capacitación respecto a cómo desempeñar mejor su puesto de trabajo actual, para los
empleados sin responsabilidad gerencial, los cursos constituyen una oportunidad para
desarrollarse a puestos gerenciales.
Enfoques de capacitación y desarrollo
Antes de pasar revista a los diversos métodos de capacitación y desarrollo, es importante
recordar que cualquiera de ellos puede utilizarse tanto para capacitación como para desarrollo.
Por ejemplo, un curso sobre técnicas gerenciales puede ser atendido por gerentes de nivel medio
y por empleados con potencial para ocupar esa posición.
Para los supervisores, la sesión consistirá en capacitación respecto a cómo desempeñar mejor
su puesto actual. Para los empleados sin responsabilidades gerenciales los cursos constituyen una
oportunidad para desarrollar sus aptitudes y escalar puestos gerenciales. A pesar de postular dos
objetivos diferentes (de capacitación para los supervisores y de desarrollo para los empleados de
niveles inferiores), las técnicas del curso son iguales.
Al seleccionar una técnica en especial para su uso en capacitación deben considerarse varios
factores. Ninguna técnica es siempre la mejor; un buen método depende de:
• La efectividad respecto al costo.
• El contenido del programa.
• La idoneidad de las instalaciones con que se cuenta.
• Las preferencias y capacidad de las personas que recibirán el curso.
• Los principios de aprendizaje que se vayan a emplear.
La importancia de estos seis puntos depende de cada situación. Por ejemplo, la efectividad con
respecto al costo puede ser un factor de importancia secundaria cuando se capacita a un piloto de
aviones comerciales para maniobras de urgencia. Independientemente del método que se
seleccione, habrá determinados principios de aprendizaje relacionados con él.
Uno de los aspectos vitales de la estrategia corporativa actual es la adopción de políticas de
administración del conocimiento. Generalmente, estas medidas se ponen en práctica con el
objetivo de que permitan:
• Facilitar los procesos de innovación y cambio.
• Distribuir a diversos niveles los conocimientos que se van generando dentro
de la organización.
• Preservar el capital intelectual de la organización.
Al permitir mayor grado de conocimientos sobre las actividades que se llevan a cabo, las
empresas facilitan los procesos de innovación. Por ejemplo, es evidente que al comprender mejor
las nuevas normas de prevención de incendios, el personal de una planta se opondrá menos a
determinadas nuevas políticas. No solamente la cúpula administrativa necesita adquirir los
conocimientos que van a permitir la prevención de siniestros; en una organización de tamaño
medio o grande, es obvio que la responsabilidad de salvaguardar la seguridad de la planta
corresponde a todos los integrantes del personal. En muchos casos, la empresa recurre a sistemas
de comunicación electrónicos para facilitar la dispersión de la información.
Finalmente, corresponde al departamento de recursos humanos la preservación del capital
intelectual de la organización, en diversas facetas; por ejemplo, manteniendo su integridad e
impidiendo la circulación de información equivocada; codificando los conocimientos, de manera
que todos puedan acceder a un archivo claro y confiable, y preservando la confidencialidad de
determinada información, que podría caer en manos de otras empresas competidoras.
Proceso de evaluación del desempeño
1) Planificación del proceso de evaluación del desempeño
Corresponde a la primera etapa del proceso, y de acuerdo con la definición conceptual, formal,
la “planificación”, para Sastre y Aguilar (2003), “es la fase en la que se debe decidir la población
a evaluar, el criterio básico de valoración (qué medir) y la metodología de evaluación (cómo
medir), debiendo haber un alto grado de coherencia en tales decisiones” (p.323).
La planificación del proceso de evaluación debiera involucrar a todos y cada uno de los
aspectos relacionados, pues una planificación es un proceso a través del cual se establece el
cómo, quién y cuándo se ejecutarán los planes para alcanzar los objetivos planteados. Esta etapa
del proceso va mucho más allá de determinar algunos puntos de antemano; por lo que es
necesario que en esta etapa la organización se introduzca en el tema y busque toda la información
relevante, de modo que sepa cuáles son los riesgos que enfrenta y que, por lo tanto, debe intentar
aminorar, precisamente a través de la planificación. Es por esto que resulta imprescindible que la
organización, una vez que reconoce la necesidad de realizar la evaluación del desempeño y
decide implementar un sistema, recopile información respecto a todo el proceso. Una vez
conocida esta información y divisado el escenario al que se puede enfrentar, la organización debe
realizar la planificación del proceso, de modo que se pueda satisfacer efectivamente sus
necesidades. Posteriormente, debe definir de forma clara y precisa cuál es el objetivo que
persigue al implementar el sistema, pues la planificación se realiza precisamente para delinear las
acciones que permitan conseguir un objetivo específico. También deberá identificar cuáles son
los riesgos que podrían afectar el proceso, a fin de que la planificación permita aminorar estos
riesgos. Seguidamente, la organización debe definir cuál es su población que debe evaluar,
aunque el proceso debiera abarcar a todos los empleados, sin embargo, la organización debe
especificar su población y si realizará la evaluación individualmente o por equipos, por ejemplo,
si es que esta modalidad de trabajo existe en la entidad. Además, en esta etapa debe definir el
criterio en el cual basará su evaluación, es decir, si evaluará a los empleados con base en sus
resultados, en sus competencias, en sus características, etc.
Esto con base en lo que la organización considere más apropiado. Y también debe definir la
dimensión general que condicionará la evaluación. Una vez que tiene claro la población y los
aspectos mencionados debe definir quiénes participarán como evaluadores, lo cual dependerá, en
cierta medida, del tipo de información que quiera obtener y del objetivo del proceso.
Finalmente, es necesario que se definan todas las etapas en las cuales desea realizar el proceso,
así como también las actividades de cada una de ellas, haciendo referencia al tiempo que tomará
cada una, la secuencia en que la realizará, quiénes serán los responsables, y también los recursos
destinados a cada una, en términos de tiempo y recursos financieros, los cuales se deben asignar
en función de los requerimientos de la organización para alcanzar el objetivo planteado.
2) Diseño del sistema de evaluación
Una vez que planificados los aspectos principales que implica el proceso de evaluación, es
necesario que se diseñe el sistema mediante el cual se llevará a cabo la evaluación. En esta etapa
del proceso es muy importante que se preste atención a los aspectos que se plantearon en la
planificación, pues son los que le darán la forma general al mismo.
La etapa de diseño tiene como fin la construcción total del sistema que se desea aplicar. En
esta etapa del proceso es necesario que se considere la cultura organizacional, el perfil del puesto
y los planes de trabajo establecidos para la organización y el soporte tecnológico, a fin de que el
sistema sea coherente con la realidad organizacional (Chinchilla, 2000).
Lo primero que se debe realizar en esta etapa del proceso es la identificación de las
dimensiones que permitirán evaluar el desempeño de los empleados; esto generalmente se
consigue a través del análisis de puestos. Esta actividad del proceso es fundamental, ya que “si no
se tiene en cuenta una dimensión significativa, es probable que la moral de los empleados se vea
afectada, porque los empleados que tengan buen rendimiento en esa dimensión no serán ni
reconocidos ni recompensados.
Por otra parte, si se incluye una dimensión irrelevante o trivial, los empleados pueden pensar
que todo el proceso de valoración carece de sentido” (GómezMejía, Balkin & Cardy, 2001, p.
246).
Estas dimensiones, si bien deben relacionarse con el puesto, deben estar directamente
relacionadas con lo que la empresa quiere evaluar en términos generales. Luego, solo si la
empresa lo desea, se debe asignar a cada evaluador las dimensiones que cada uno de ellos deberá
evaluar, pues la empresa podría desear que cada evaluador (si ha definido más de uno) evalúe
dimensiones específicas; todo va a depender de las necesidades de información que la
organización tenga y de cómo desee obtenerla, o más bien, a través de qué fuentes informativas.
Una vez que se ha definido claramente lo anterior se está en condiciones de seleccionar el método
de evaluación.
Según Sastre y Aguilar (2003, p. 324), al elegir un método de evaluación se está frente a una
cuestión táctica, sin embargo, es muy importante para obtener los resultados que se desean, en
términos de cantidad y calidad de la información obtenida a partir de ellos. En algunos casos, los
métodos utilizados pueden ser muy simples, sin embargo, en estos casos, probablemente la
información que se obtendrá será poco estructurada o de baja calidad; por otro lado, cuando se
usan métodos más sofisticados se debe realizar mayor esfuerzo en el seguimiento de los
empleados, pero, obviamente, esto redundará, generalmente, en una evaluación más completa y
objetiva.
Una vez seleccionado el método se está en condiciones de elaborar el instrumento de
evaluación. Cuando existe más de un evaluador, la organización podría asignar ponderaciones a
las distintas fuentes de evaluación que permitan obtener una evaluación final compuesta por las
diversas fuentes utilizadas.
3) Implementación del sistema de evaluación
Una vez conocidos los aspectos principales que debiera tener la planificación del proceso y
luego de que se ha diseñado el sistema con el cual se realizará la evaluación en la organización,
se está en condiciones de implementarlo. En esta etapa del trabajo se identificarán aquellos
aspectos principales que se deben considerar a la hora de implementar el sistema, así como lo que
debiera hacer la organización cuando el sistema está en marcha.
La etapa de implementación corresponde a aquella en la cual la organización pone en práctica
el sistema diseñado, sin embargo, antes de comenzar a utilizarlo es importante que la
organización informe a los trabajadores sobre el sistema que se va aplicar, principalmente
respecto a qué se va a evaluar, de modo que ambas partes concuerden. En algunos casos es más
fácil definir las expectativas de desempeño cuando éstas son con base en resultados específicos,
sin embargo, si bien existen puestos de trabajo en los cuales esta tarea es más complicada, “la
evaluación se deberá basar siempre en expectativas de desempeño claramente entendidas”
(Mondy & Noe, 2005, p. 271).
Además, los trabajadores deberán conocer cómo funciona el sistema, el objetivo del mismo y
cuál es su rol en el proceso, según lo señalado por Maristany (2000, p. 284). Juntamente con ello,
en esta etapa se debe capacitar a los evaluadores en el uso del sistema, darles a conocer su
objetivo, lo que deberán evaluar, el uso adecuado de las escalas de evaluación, si corresponde,
etc., todo lo relacionado con el sistema que se aplicará; así mismo, se les debe dar a conocer la
oportunidad de la aplicación y la periodicidad. También es importante mencionar que “la
capacitación de los evaluadores debe ser un proceso continuo, de modo que éste pueda garantizar
congruencia y exactitud, en donde se debe también abarcar cómo realizar entrevistas de
evaluación y cómo dar y recibir retroalimentación” (Mondy & Noe, 2005, p. 272)
Una vez que todos los participantes del proceso conocen el sistema, se está en condiciones de
que los evaluadores lo utilicen y apliquen la evaluación, usando el instrumento elaborado para tal
fin. En esta actividad es en la que se compara el desempeño del empleado con los estándares
establecidos y se asigna una calificación con base en su desempeño real.
Para que la evaluación sea efectiva es indispensable que se haya realizado una supervisión
continua y adecuada, así como también la entrega de retroalimentación constante; esto permite
que los evaluadores realicen evaluaciones efectivas y que los empleados no se sorprendan de los
resultados obtenidos. Mondy y Noe (2005) mencionan que “la documentación constante del
rendimiento de los empleados es de vital importancia para realizar evaluaciones exactas. Si bien
mantener un registro continuo de incidentes observados y reportados puede ser una tarea tediosa
para los supervisores es imprescindible cuando se desea realizar una evaluación que proporcione
información útil” (p. 272).
Una vez que se hace la evaluación, se calcula la calificación final y se realiza una clasificación
de los empleados con base en la escala diseñada. Con este procedimiento ya se está en
condiciones de que el departamento de recursos humanos utilice esta información para tomar
decisiones relacionadas con el personal y para la retroalimentación de las actividades propias del
departamento.
4) Retroalimentación del empleado
Una vez que se ha realizado la evaluación formal a través del método seleccionado por la
empresa y se ha obtenido un resultado, se procede a realizar la entrevista de evaluación y
retroalimentación. El objetivo de esta entrevista es proporcionar comunicación y
retroalimentación al empleado respecto a los resultados obtenidos en el último periodo de
evaluación.
En esta actividad es necesario que se logre tener una comunicación clara y fluida con el
empleado a fin de que se le pueda dar a conocer su evaluación provechosamente y se logre
conocer cuáles podrían ser las causas que afectan su desempeño. El evaluador debe analizar estas
causas y deberá finalizar la entrevista con conclusiones específicas que tengan como finalidad la
realización de acciones que le permitan al empleado mejorar su desempeño, alentarlo cuando éste
es satisfactorio, u otras medidas más radicales cuando su desempeño es reiterativamente
insatisfactorio.
5) Retroalimentación del sistema de evaluación
Finalmente, y una vez que se han realizado todas las etapas anteriores del proceso, éste se
termina (en cierta forma, no olvidemos que es un proceso continuo) con la retroalimentación del
proceso de evaluación como un todo. En esta etapa, la organización debe verificar si se
alcanzaron los objetivos que perseguía con el proceso, si la planificación fue adecuada y efectiva,
si el proceso se llevó a cabo de la forma en que se planificó y, en definitiva, si cada una de las
actividades que se realizaron ayudaron efectivamente a realizar un proceso de evaluación
efectivo. También será necesario que la organización identifique si las acciones que decidió
implementar para mejorar el desempeño fueron adecuadas para mejorarlo, y si no lo fueron,
determinar por qué no. Todo esto con el propósito de que poco a poco el sistema se perfeccione,
y de esta forma, la organización en su totalidad se beneficie con su aplicación.