CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS
PROBATORIOS EN ILÍCITOS CON
RESULTADO DE MUERTE
VIVIANA READI SILVA
CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ
CADENA DE CUSTODIA
DE LOS MEDIOS PROBATORIOS
EN ILÍCITOS CON
RESULTADO DE MUERTE
SANTIAGO
UNIVERSIDAD CENTRAL DE CHILE
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.
2003
© Universidad Central de Chile.
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales,
Dirección de Investigación, Extensión y Publicaciones
Comisión de Publicaciones.
Lord Cochrane 417, Santiago Chile.
Teléfono: 3895104
Registro de propiedad intelectual N° 138.360
Derechos Reservados
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la tapa, puede
ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna por
ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de
grabación o de fotocopia, sin permiso previo del editor.
Primera edición, 2003
Impreso en los sistemas de impresión digital Xerox, de la Facultad
de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Central de Chile,
Lord Cochrane 417, Santiago.
ISBN.: Nº 956-7134-53-7
Comisión de Publicaciones:
Nelly Cornejo Meneses
José Luis Sotomayor
Felipe Vicencio Eyzaguirre
Edición revisada por Viviana Readi Silva.
Diseño y composición de Patricio Castillo Romero.
SUMARIO
Presentación, Víctor Sergio Mena Vergara 9
Prefacio, Sergio Lira Herrera 11
Prólogo 13
I. INTRODUCCIÓN 17
II. CAPÍTULO PRIMERO MARCO TEÓRICO 23
1. Concepto 23
2. Características 23
3. Participantes 24
4. Fundamentos Legales 27
4.1. Disposiciones contenidas en el Código de Procedi- 28
miento Penal
4.2. Disposiciones contenidas en el Código Procesal Pe- 34
nal
4.3. Instructivos del Ministerio Público en relación con la 37
cadena de custodia:
5. Principios Básicos 51
6. Responsabilidad 54
III. CAPÍTULO SEGUNDO FORMA DE CONTRIBUIR A LA CADENA 59
DE CUSTODIA
1. Protección y Fijación de las Evidencias 59
2. Interrogantes Esenciales 64
3. Estudio de las Evidencias en la Escena del Crimen 68
4. Tratamiento de las Evidencias 69
4.1. Normas de bioseguridad 70
4.2. Descripción de las evidencias 70
4.3. Levantamiento de evidencias 70
5. Importancia de la Labor Pericial 98
6. Formato de Registro de Cadena de Custodia 104
7. Procedimiento Frente a la Cadena de Custodia 105
IV. CAPÍTULO TERCERO PRINCIPALES INTERVINIENTES EN LA 109
CADENA DE CUSTODIA
1. Servicio Médico Legal 109
2. Carabineros de Chile 121
2.1. Oficina de Custodia y Despacho de Evidencias 122
3. Policía de Investigaciones de Chile 124
V. CONSIDERACIONES FINALES 129
– Anexo N° 1 141
– Anexo N° 2 142
– Anexo N° 3 145
Bibliografía 147
PRESENTACIÓN
Constituye un grato deber para el Decano que suscribe el prologar
esta obra que, bajo el título de Cadena de custodia de los medios
probatorios en ilícitos con resultado de muerte, de las autoras
Claudia Jiménez Alvarez y Viviana Readi Silva, ponemos a dispo-
sición de la comunidad académica y del ámbito del conocimiento
jurídico en general.
Dentro de las metas impuestas por nuestra Casa de Estudios, y
específicamente la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, está
el de brindar a los diferentes actores involucrados en la imple-
mentación de la reforma procesal penal, actualmente en marcha,
las herramientas adecuadas a fin de integrarse plenamente a la
misma. En tal sentido, la realización del primer Magister sobre
Procedimiento Procesal Penal Oral y Comunicación Forense, bajo
la coordinación académica del profesor Sergio Lira Herrera, no
sólo cumplió plenamente las expectativas planteadas, sino que ha
logrado producir trabajos de indudable calidad como el que ahora
presentamos.
En efecto, ya prácticamente zanjados los temas sobre los cuales
giraron las primeras controversias en torno a la reforma procesal
penal, se ha hecho patente ahora la necesidad de requerir obras
que, con un carácter más específico, aborden una serie de interro-
gantes que se plantearán respecto de los problemas a los que se
verán enfrentados los intervinientes de la reforma. Uno de ellos
consiste en los diferentes aspectos involucrados en la investigación
de los ilícitos con resultado de muerte, situaciones que plantea una
serie de cuestionamientos y eventualidades, tal como lo relativo a
la custodia de los medios probatorios y que sólo podían ser zanja-
das por medio de un trabajo especializado y prolijo, como el que
las destacadas alumnas del Magister doña Claudia Jiménez Alva-
10 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
rez y doña Viviana Readi Silva, presentaron y defendieron en su
oportunidad como Tesis.
Esperamos que con la difusión de esta obra se logre efectuar un
aporte a los estudios sobre el nuevo procedimiento penal y se
promueva aún más la investigación de nuestros profesores y
alumnos.
VÍCTOR SERGIO MENA VERGARA
Decano
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
PREFACIO
Las abogadas doña Viviana Readi Silva y doña Claudia Jiménez
Álvarez, ambas egresadas del Primer Magíster de Derecho Proce-
sal Penal impartido por la Facultad de Derecho de la Universidad
Central de Chile, han presentado y defendido la Tesis que ambas,
en forma conjunta, desarrollaron para optar al título y que es el
tema central de la obra que ha sido prologada por el Profesor Dr.
Martín Laguens, Catedrático de la Universidad de La Plata de la
hermana República Argentina y profesor del curso de Magíster.
El prologuista hace un acabado comentario acerca de los di-
versos problemas que enfrentan los intervinientes en la investiga-
ción de un ilícito con resultado de muerte, tanto en el aspecto
forense, que es su especialidad, como en otros que exceden esta
disciplina. La importancia, esencial para la resolución del proceso,
que revisten las evidencias y su tratamiento, por parte del investi-
gador; análisis, por el patólogo y ponderación, por el juez, es el
tema central de esta obra que me honra presentar a la comunidad
jurídica e incluso médica forense, dado el trato que han dispensa-
do las autoras a diversos aspectos de esta disciplina.
Es motivo de orgullo para la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de nuestra Casa de Estudios poder editar una obra tan
acabada y prolijamente tratada, particularmente, por ser la primera
que se escribe en nuestro país acerca de una materia asaz novedo-
sa y especializada. Asimismo, lo es para quien lo presenta y ha
tenido la suerte de contar con tan brillantes alumnas.
SERGIO LIRA HERRERA
Profesor de Derecho Procesal Universidad Central de Chile
PRÓLOGO
Hace unos años, se escribió en el prólogo de uno de mis libros,
sobre una problemática que día a día adquiría más relevancia, los
errores de procedimiento que merman sustancialmente el valor de
una prueba pericial. Errores consistentes en la pérdida de evidencia
por ser recolectada en forma no apta para su peritación, o por ser
ésta adecuada pero las condiciones de remisión defectuosas y/o
recolectada y remitida sin observar las normativas que hacen a su
resguardo legal, lo que convierte en impugnable cualquier proce-
dimiento pericial. Desde entonces, fueron muchos y constantes los
esfuerzos para divulgar las posibles respuestas a esta problemática.
Hoy, al tiempo de la publicación del texto Cadena de Custodia de
los Medios Probatorios en Ilícitos con Resultado de Muerte, veo
con inmenso regocijo que estos esfuerzos son compartidos por las
autoras Viviana Readi Silva y Claudia Jiménez Alvarez, excedien-
do sus resultados los por mi obtenidos.
En su texto, las autoras analizan con rigor objetivo los alcan-
ces y limitaciones del Código Procesal Penal y no dejan de evaluar
cada una y todas las eventualidades que pueden acontecer en un
delito seguido de muerte y dan respuesta a los interrogantes que
surgen a la hora de evaluar el ilícito: ¿Cuándo?, ¿Cómo?, ¿Dónde?,
¿Cuánto?, ¿Por qué?, ¿Quién? Pero el texto no es una mera enu-
meración de acontecimientos y procedimientos; del conocimiento
cabal que muestran las autoras sobre el tema expuesto, las mismas
logran dar, hacia el final del texto, la respuesta a la problemática
planteada.
Con enorme sentido común, las autoras sugieren soluciones
coherentes, dando corolario a una obra que, a mi modesto criterio,
abarca ampliamente la actividad pericial, ofreciendo, desde el
principio, un correcto análisis, y, hacia el final, una síntesis del
14 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
tema. Tal vez allí radique el máximo valor de este texto. Es mi
creencia que la concepción de las Ciencias como un método analí-
tico en el cual se desmenuza todo hasta su más mínima expresión,
ha dejado lugar a una concepción más moderna y real, la de lograr
una síntesis con los elementos desmenuzados. Esta nueva creación,
más cercana a lo que hace el artista, es lo que diferencia al análisis
como mera técnica, de la verdadera Ciencia. Y aquí, las autoras
logran sintetizar un nuevo concepto sobre el valor de la Cadena de
Custodia a partir del pormenorizado “desmenuzamiento” del tema,
en un verdadero hecho creativo que supera lo esperado para un
tema tan espinoso. Sin embargo, las autoras llegan aún más lejos,
al haber utilizado como instrumento para sus fines, una óptica
multidisciplinaria, que excede la visión de un abogado, logrando
ensamblar temáticas propias a otras disciplinas, como la medicina,
la química y la física, y trasladando esa concepción a un texto que
no sólo será de indudable utilidad para un abogado, sino también
para el resto de la comunidad forense.
Para el Patólogo Forense, la muerte no es el final de la histo-
ria, sino sólo el comienzo: sabemos que el cadáver tiene su len-
guaje propio y expresa constantemente lo que tiene para decir,
debiendo nosotros saber interpretar ese lenguaje. Este lenguaje
privado, o código interno entre el cadáver y el patólogo, es idénti-
co al que usa el resto de la evidencia y los técnicos encargados de
decodificarlo. En este texto, se logra la enseñanza de este lenguaje
en una forma práctica, destinada a personas no entrenadas en el
idioma pericial y se enseña, además, el comportamiento ante esa
evidencia. Si se me permite, los veinte años de experiencia al frente
de la Sección Anatomía Patológica de la Dirección General de
Asesorías Periciales de la Suprema Corte de Justicia de la Pro-
vincia de Buenos Aires, me han servido para comprender la verda-
dera necesidad de lograr un entendimiento multidisciplinario en lo
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 15
que a levantamiento y preservación de evidencia, procesamiento de
información y mantenimiento de la cadena de custodia se refiere.
Estas apreciaciones han sido compartidas con Don Sergio Lira, en
oportunidad de convocarme a participar de su proyecto educativo
y formativo.
En este momento, debo decir que con enorme placer he reci-
bido la conclusión de este libro, al ser la prueba palpable de los
esfuerzos del Profesor y de los míos, más modestos, en formar una
nueva generación de profesionales que puedan continuar la tarea
de sus maestros y mejorarla hasta su mejor expresión. Vaya en
estas líneas mi profundo agradecimiento a Don Sergio Lira Herre-
ra, Director del Curso de Magíster Proceso Penal Oral, de la Uni-
versidad Central de Chile y a estas jóvenes abogadas, Viviana
Readi Silva y Claudia Jiménez Álvarez, quienes me han honrado
con la propuesta de prologar este libro.
MARTIN LAGUENS
Médico Patólogo Forense
Catedrático en Patología de la Facultad de Ciencias
Médicas de la Universidad Nacional de la Plata, Rep. Argen-
tina y Profesor Honorario de la Facultad de Derecho de la
Universidad Central de Chile
I. INTRODUCCIÓN
Diversas pueden ser las razones que nos lleven a estudiar el tema
de la cadena de custodia. Sin embargo, es la profunda modificación
al procedimiento penal que está experimentando nuestro país lo
que ha hecho relevante destinar un trabajo de investigación sobre
este sistema de control y registro de aquellas evidencias que even-
tualmente constituyen medios de prueba acompañados en un juicio
penal.
Sin perjuicio de que el tema de la cadena de custodia no es
novedoso para nuestro sistema de enjuiciamiento penal, a la luz de
lo que significa el nuevo procedimiento penal adquiere una rele-
vancia fundamental en términos de que su debida observancia
asegurará la validez y eficacia de todas las actuaciones que se
realicen por cada uno de los intervinientes en el nuevo proceso
penal en cuanto a que dichas actuaciones constituyan, eventual-
mente, la recolección, manipulación, análisis, conservación o
confección de algún medio probatorio que se pretenda hacer valer
en el proceso penal.
En este nuevo escenario, diversos serán los desafíos para
aquellos que directa o indirectamente intervienen en los procedi-
mientos penales, más aún cuando, desde siempre, nuestro único
medio de comunicación válido con el sistema de justicia penal ha
sido la escrituración, característica que ha hecho posible enmasca-
rar nuestras deficiencias en lo que ha cadena de custodia se refiere.
La oralidad contemplada como principio básico dentro del
nuevo contexto procesal penal nos llama a reflexionar sobre la
necesidad de emplear el sentido común por sobre el formalismo
inmovilizante, criterio que se debe plasmar también, entre otros
aspectos, en lo que diga relación con la cadena de custodia o
18 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
flujograma de las evidencias durante el desarrollo de un proceso
criminal.
Esto nos lleva a exigir que todas aquellas entidades que par-
ticipan en el proceso tengan un manejo eficiente y adecuado de las
evidencias. Se hace necesario entonces, y como punto de partida,
un óptimo trabajo práctico en el sitio del suceso, protegiéndolo
técnicamente, fijando la evidencia, levantándola mediante el uso de
los procedimientos criminalísticos propios de la naturaleza de la
evidencia, embalándola para evitar su contaminación o destruc-
ción, rastreando el lugar con el fin de evitar la pérdida de otra
evidencia o dar cumplimiento a cualquier otra tarea encomendada
por el respectivo Fiscal. Los laboratorios de criminalística y sus
respectivos funcionarios, como todo aquel que tenga contacto con
las evidencias objeto de custodia, deberán conocer, aplicar y ob-
servar, además de los conocimientos técnicos y científicos que
regulan su actuación pericial, las normas que contiene el nuevo
ordenamiento jurídico procesal penal con relación a la cadena de
custodia, normas que validan toda actuación sobre las piezas
probatorias.
Por otra parte, será necesario reproducir, justificar y funda-
mentar toda la actuación policial y pericial como también la de
otros intervinientes como pueden serlo el Servicio Médico Legal,
Laboratorio de Criminalística de las Policías, el Instituto de
Salud Pública, peritos privados, la Defensoría Penal, entre otros,
quienes directa o indirectamente tengan que participar tanto en la
etapa de juicio oral como en las instancias anteriores, toda vez que
sea requerida su actuación, donde deberán dar cuenta de sus actos
ante el Fiscal del Ministerio Público y el Defensor Público, consi-
derando que en muchos casos deberán enfrentar posturas contra-
dictorias, engañosas y provocadoras de confusión, escenario que
se tornará más complejo para aquellos que no se encuentren debi-
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 19
damente preparados en el conocimiento técnico, la experiencia y la
capacidad de oratoria que les permita dar cuenta de su participa-
ción en forma lógica, ordenada y coherente, sustentada en los
preceptos teóricos de la criminalística y bajo sólidos pilares legales.
Para el desarrollo del presente libro se han obtenido antece-
dentes de los principales actores que intervienen, precisamente, en
lo que dice relación con la recolección, embalaje, resguardo, mani-
pulación y custodia de los elementos probatorios, a saber el Servi-
cio Médico Legal y los laboratorios de criminalística de las poli-
cías, principalmente de Carabineros de Chile quienes, a través de
sus funcionarios especializados de LABOCAR –Laboratorio de
Criminalística de Carabineros– instruyeron a las autoras sobre la
labor realizada por dicha Institución en lo que al tema de cadena
de custodia se refiere.
El marco teórico del presente libro se representa en el capí-
tulo primero y se sustenta en conceptos tales como la definición
doctrinaria de la cadena de custodia, sus características, sus parti-
cipantes, los fundamentos legales de este sistema de control y
registro –con un análisis de las disposiciones legales y normas
emanadas de la Fiscalía Nacional del Ministerio Público que
regulan la materia en comento– principios que rigen la cadena de
custodia, responsabilidades y, como último aspecto, la incorpora-
ción de los formularios de registro de cadena de custodia que,
hasta la fecha, se han elaborado y utilizado por las policías y Fisca-
lías del Ministerio Público.
El capítulo segundo está destinado a analizar las formas de
contribuir a la efectiva observancia de la cadena de custodia, dete-
niéndose en el estudio de la metodología de trabajo policial y
pericial en la escena de un crimen, toda vez que será en el sitio del
suceso donde principie la obligación de registro y control de las
evidencias. Termina este capítulo con ejemplos prácticos sobre
20 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
tratamiento de aquellas evidencias que se presentan con mayor
regularidad en las escenas de crímenes con resultado de muerte.
El capítulo tercero trata sobre los principales intervinientes
en la cadena de custodia con relación al nuevo proceso penal bajo
criterios de una actuación pericial como manipuladores directos de
la evidencia. Este acápite constituye el sustento medular de la
presente investigación toda vez que al tenor de lo que en él se
expone se viene en fundamentar, ya en las conclusiones del pre-
sente libro, la intención de las autoras de motivar al lector a com-
partir su postura en cuanto a que es esencial, para una adecuada
observancia a la cadena de custodia, reducir el número de personas
que puedan participar en este sistema de registro y control como
manipuladores directos, es decir, como personas que tengan con-
tacto físico con las evidencias, a fin de garantizar de manera cierta
la legitimidad y la pureza de los eventuales medios de prueba. Se
ha dejado fuera de este acápite al Ministerio Público, toda vez que
este libro tiene por objetivo enfocar la atención del lector hacia
todo lo que diga relación con la manipulación directa de las evi-
dencias que, en estricto rigor, corresponde a los organismos peri-
ciales de nuestro país citados en el capítulo tercero anteriormente
enunciado.
Finalizando el presente libro se exponen algunas considera-
ciones, las cuales principian con un breve resumen de los aspectos
principales plasmados a lo largo de esta investigación. Es en este
contexto en el que se desarrollará la parte conclusiva que, com-
plementada con la entrega de algunas señales sobre herramientas y
recomendaciones en el manejo, protección y resguardo de los
hallazgos más frecuentes en la comisión de ilícitos con resultado de
muerte plasmadas en los capítulos anteriores, sostiene básicamente
la necesidad de limitar el número de intervinientes en este flujo-
grama de la evidencia dado los inconvenientes que de una inade-
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 21
cuada e irreparable actuación de manipulación de las evidencias
pueden derivarse, traducibles, en muchas ocasiones, en el fracaso
de una investigación penal.
II. CAPÍTULO PRIMERO: MARCO TEÓRICO
1. Concepto
La cadena de custodia se puede definir como aquel procedimiento
de registro y control que tiene por finalidad garantizar la integri-
dad, conservación e inalterabilidad de elementos materiales de
prueba tales como documentos, armas blancas y de fuego, mues-
tras orgánicas e inorgánicas, proyectiles, vainas, huellas dactilares,
etcétera, desde el momento de su hallazgo en la escena del crimen,
considerando su derivación a los laboratorios criminalísticos foren-
se donde serán analizados por parte de los expertos, técnicos o
científicos, y hasta que son acompañados y valorados como ele-
mentos de convicción en la audiencia de juicio oral.
La importancia de este mecanismo de registro y control radi-
ca en que garantiza el adecuado e idóneo manejo de los elementos
materiales de prueba desde su identificación en el sitio del suceso,
posterior manipulación o tratamiento, análisis en los diferentes
laboratorios, hasta la presentación de dichas evidencias como
piezas probatorias en el proceso criminal.
2. Características
La cadena de custodia es un sistema de control que permite regis-
trar de manera cierta y detallada cada paso que siguen las eviden-
cias encontradas en el sitio del suceso, posibilitando con ello man-
tener un conocimiento efectivo del flujograma que la evidencia
sigue a través de los diferentes sistemas (policiales, Servicio Médi-
co Legal, forenses privados, entre otros) hasta llegar a las instan-
cias judiciales.
24 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Este procedimiento permite conocer, en cualquier etapa de la
tramitación del proceso, dónde se encuentra el medio de prueba o
evidencia, quién lo tiene, el nombre del perito a cargo, estado en
que se encuentra, es decir, las transformaciones experimentadas
por su manipulación, métodos que se han aplicado para su correcta
conservación, etcétera, lo cual debiera garantizar la idoneidad,
objetividad y oportunidad en el dictamen emitido por los peritos o
expertos de las diferentes instancias que participan, ajustado a la
rigurosidad exigida en la investigación científica.
Este mecanismo de cadena de custodia se expresa material-
mente a través de formularios de registro de información que
acompañan en todo momento a las evidencias, debiendo ser inicia-
do por el personal especializado o experto que se constituye en la
escena del crimen para realizar las diligencias periciales propias de
una investigación criminal y continuado por todos aquellos que
deban manipular y custodiar las evidencias que hayan sido reco-
lectadas, de tal forma que se construya un registro ininterrumpido
de cada eslabón en la cadena de custodia que nos permita apreciar
la totalidad del camino recorrido por las evidencias.
3. Participantes
La cadena de custodia como mecanismo que garantiza la autentici-
dad y conservación de los elementos materiales de prueba exami-
nados, asegurando su pertenencia al caso investigado y su poten-
cial valor probatorio, sin confusión, adulteración o sustracción, es
desplegado inicialmente por el personal policial uniformado que
realiza labores de vigilancia y que llega primero a conocer del
caso, sumándose a esta tarea los funcionarios y personas bajo cuya
responsabilidad se encuentran los elementos de prueba respectivos
durante las diferentes etapas del proceso penal. Por esta razón,
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 25
toda persona que reciba, genere o analice muestras o elementos de
prueba o evidencias, pasa a formar parte automáticamente de este
procedimiento de obligatorio cumplimiento en el desarrollo de la
investigación penal.
Destacan como intervinientes principales en la cadena de
custodia los funcionarios policiales que primero se constituyen en
el lugar donde se presume la comisión de un ilícito, toda vez que
éstos tendrán como función el resguardo del sitio del suceso1;
posteriormente, los funcionarios policiales –Carabineros de Chile
y la Policía de Investigaciones a través de sus laboratorio de
criminalística respectivos– que, en su calidad de peritos, se cons-
tituyen con todo un equipo especializado para la fijación y el le-
vantamiento de las evidencias, más los posteriores análisis que
efectúen los profesionales de dicha institución que trabajan en el
laboratorio mismo, sin perjuicio de que éstos deben constituirse
también en el sitio del suceso cuando el caso lo requiera. Luego, y
sin que esto constituya un orden de intervención, actúa el Servicio
Médico Legal, suponiendo que se trata de un delito con resultado
de muerte donde debe practicarse la correspondiente autopsia y
demás exámenes pertinentes tales como el histológico, el toxicoló-
gico, el bioquímico, la alcoholemia, etcétera; y cuya actuación,
para efectos del sistema de control de las evidencias, comienza
desde que el chofer de dicho servicio tiene acceso y manipula el
cadáver en la escena del crimen si la muerte se ha verificado en
dicho lugar o en las dependencias de algún servicio de salud si es
que ha sido trasladado el cuerpo, por lo que durante el traslado del
cadáver y hasta su entrega a quienes tengan derecho, la observan-
cia y responsabilidad de la cadena de custodia tiene absoluta vali-
dez, lo mismo para todos aquellos que debidamente autorizados
1
El resguardo del sitio del suceso será abordado en profundidad en el capítulo
sobre Formas de Contribuir a la Cadena de Custodia.
26 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
tengan acceso a las evidencias en cualquier estado del procedi-
miento.
De allí que sea responsabilidad de toda persona que participa
en el proceso de la cadena de custodia, conocer los procedimientos
generales y específicos que se utilizan para tal fin, esto, ya que
como analizaremos más adelante, existen diversas disposiciones,
además de las normas de carácter administrativo, que establecen la
responsabilidad de quien intervenga en la manipulación de eviden-
cias, por un inadecuado manejo de la misma. Es decir, el descono-
cimiento de la cadena de custodia no exime de la responsabilidad
que tuviera cualquier persona interviniente en ésta y que omita u
olvide el procedimiento de resguardo de la evidencia en un deter-
minado momento. El Fiscal, el defensor, el funcionario de la poli-
cía, personal del Servicio Médico Legal o cualquier otro que esté
autorizado para intervenir en la cadena de custodia, al momento de
recolectar, embalar, rotular, manipular, analizar y custodiar los
elementos de prueba, debe dejar expresa constancia en el acta
correspondiente de las diligencias realizadas sobre la cadena de
custodia, haciendo la descripción completa de la naturaleza del
elemento o sustancia encontrada, ubicación exacta donde fue
hallada, técnica empleada en su manipulación, levantamiento y
embalaje, funcionario encargado de realizar dicha maniobra y
persona bajo cuya responsabilidad queda, además de incorporar al
registro de la cadena de custodia el formulario que debe acompa-
ñar a cada uno de los elementos de prueba durante su curso inves-
tigativo policial y judicial, quedando como instancia de registro de
todas las transferencias de custodia que se produzcan con indica-
ción de la fecha, hora, nombre, firma de quien recibe y firma de
quien entrega.
Sin perjuicio de que cada interviniente debe establecer la es-
tructura de este registro que sea más adecuada para su labor, las
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 27
indicaciones anteriores deben ser consideradas como menciones
básicas que todo registro de control o custodia de evidencias debe
contener2.
4. Fundamentos Legales
El tratamiento de la cadena de custodia, en lo que respecta el
cuidado, preservación, seguridad, envío y control de las eviden-
cias, tiene su origen en el Código de Procedimiento Penal –vi-
gente aún en la Región Metropolitana– por lo que, se reitera, no
constituye un mecanismo de control novedoso para nuestro siste-
ma procesal penal. Sin embargo, en el nuevo escenario que ha
establecido la reforma procesal penal, el tema de la cadena de
custodia viene a recuperar protagonismo, toda vez que con un
sistema de enjuiciamiento basado en la oralidad e inmediatez, el
relativo anonimato de los intervinientes desaparece, requiriéndose
de cada uno, con nombre y apellido, el riguroso conocimiento y la
observancia de las formas esenciales del nuevo procedimiento.
Toda persona que intervenga en el proceso penal, directa o indi-
rectamente, deberá apegarse estrictamente al cumplimiento de las
respectivas obligaciones que establezca el nuevo cuerpo procesal
penal, obligaciones que si bien no son novedosas –se insiste–
dejarán de quedar encubiertas por nuestra obsoleta cultura de
escrituración donde, inevitablemente, queda diluida la observancia
rigurosa de la conservación intacta de la cadena de custodia inserta
en un engorroso y lento sistema judicial.
El nuevo Código Procesal Penal y los instructivos generales
emanados del Fiscal Nacional del Ministerio Público que dicen
2
De acuerdo a las Instrucciones Generales emanadas del Fiscal Nacional del
Ministerio Público que se analizan a continuación, párrafo cuarto sobre los
Fundamentos Legales de la Cadena de Custodia.
28 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
relación con la cadena de custodia, exigen de quienes intervengan
en el proceso penal, la debida idoneidad para no estropear, de
cualquier forma, un elemento probatorio que, para llegar a consti-
tuir prueba válida en el proceso penal, debe haber observado todos
y cada uno de los requisitos establecidos en su respectivo sistema
de control, esto es, que en ningún momento se haya “roto” su
cadena de custodia.
Tanto en el Código de Procedimiento Penal como en el Có-
digo Procesal Penal se establece la obligatoriedad de los funciona-
rios policiales y judiciales de adoptar medidas necesarias para
evitar que las evidencias sean alteradas, ocultas o destruidas, con
la salvedad de que existen formalidades o procedimientos distintos
y responsabilidades que finalmente recaen en diferentes personas,
situación que se describirá detalladamente en el siguiente acápite.
4.1. Disposiciones contenidas en el Código de Procedimiento Penal
Considerando que las disposiciones del Código de Procedimiento
Penal continúan rigiendo hasta la entrada en vigencia del nuevo
sistema de enjuiciamiento criminal a lo largo de país en fechas
diferidas, es que se ha considerado conveniente precisar las dispo-
siciones relacionadas con el tema en comento que aún gozan de
plena vigencia en nuestra Región Metropolitana.
En el Libro Segundo referido al juicio ordinario sobre crimen
o simple delito, bajo el título III sobre la comprobación del hecho
punible y averiguación del delincuente, y dentro de las disposicio-
nes generales, el Código de Procedimiento Penal establece, en su
artículo 110, que la comprobación del delito se efectúa mediante el
examen que practica el juez, auxiliado por peritos cuando sea
necesario, de la persona o cosa objeto del delito, de los instru-
mentos que sirvieron para su perpetración y de las huellas, rastros
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 29
y señales que haya dejado el hecho, entre otros medios probato-
rios.
Se agrega a lo anterior lo señalado en el artículo 112 del
mismo Código, a saber, la obligación de consignar, por parte del
juez, la descripción del lugar en que se cometió el delito, del sitio y
estado de los objetos que se encuentren y, en general, de todo dato
que pueda utilizarse en favor o en contra de los presuntos culpa-
bles. Esta circunstancia dice relación con la necesidad de efectuar
una fijación, sea fotográfica, visual o narrativa de la escena del
crimen, labor que es realizada por los funcionarios policiales que
concurren al trabajo del sitio del suceso3.
Los artículos 113 y 113 bis referido a los medios de fijación
del sitio del suceso y evidencias asociadas, deja abierto a la apari-
ción de nuevos sistemas que produzcan fe, conforme al avance de
la ciencia y de la técnica.
Por su parte, el artículo 114 del mismo cuerpo legal estable-
ce que los instrumentos, armas u objetos de cualquiera clase que
parezcan haber servido o haber estado destinados para cometer el
delito, y los efectos que de él provengan, deberán ser conservados
bajo sello y levantando acta de la diligencia, adoptándose las medi-
das conducentes para que las especies recogidas se mantengan en
el mejor estado posible. Es esta disposición la norma más explícita
sobre la obligación de custodia y conservación de las evidencias en
nuestra legislación procesal penal. Sin embargo, en ella se consa-
gra la observancia de un registro y control bastante primario toda
vez que no profundiza en los métodos idóneos para cumplir con
esta obligación legal ni aún con el pretexto de estandarizar la
forma de cumplimiento de dicho deber. Es así como se hace pre-
sente la ausencia de un protocolo sobre custodia de evidencias en
3
La metodología de trabajo en el sitio del suceso será abordada en el capítulo
sobre Formas de Contribuir a la Cadena de Custodia.
30 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
el ámbito de los tribunales criminales, llamados por ley a custodiar
dichas evidencias, radicándose tal mérito en los organismos peri-
ciales públicos, instituciones que custodian transitoriamente las
evidencias.
En cuanto a las diligencias de investigación practicadas por
el juez durante la etapa de sumario, el artículo 117 dispone que
deberán consignarse en un acta levantada en el acto mismo de
llevarse a cabo, cualquiera sea ésta, firmando dicha acta el juez, las
personas que hayan intervenido y el secretario del respectivo
tribunal. Esta disposición presenta similitud con la intención del
legislador plasmada en el artículo 188 del Código Procesal Penal,
en cuanto a observar el debido registro de quienes intervengan, en
cualquier tiempo del proceso penal, accediendo o manipulando,
directa o indirectamente, las evidencias custodiadas.
Por su parte, el artículo 120 bis del Código de Procedi-
miento Penal hace referencia a las diligencias contenidas en las
órdenes de investigar que el juez cursa a las policías, mencionando
dicha disposición la conservación de las huellas del delito y su
respectivo registro, la recolección de los instrumentos usados para
llevar a cabo el hecho delictuoso y hacer constar el estado de las
personas, cosas o lugares mediante inspección o con los medios a
que se refiere el artículo 113 bis antes mencionado. Esta disposi-
ción constituye un fiel reflejo de lo que en definitiva ocurre en
nuestra realidad, toda vez que son las policías quienes, mediante el
trabajo en el sitio del suceso, fijan la escena del crimen a través de
la consignación fotográfica, planimétrica y descriptiva. A esto se
agrega lo señalado anteriormente sobre la existencia de métodos
adecuados de conservación y custodia de los que sólo gozan las
policías como depositarios provisionales de las evidencias que ellos
mismos recolectan del sitio de comisión de los hechos investigados
por la justicia criminal.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 31
Finalmente, en cuanto a la vigencia de la cadena de custodia
al amparo de la regulación procesal penal cercana a su derogación
total, dicha normativa señala que, tanto la conservación material de
las especies analizada en los párrafos anteriores del presente libro,
como el destino de las mismas una vez finalizado el procedimiento,
son obligación y decisión del tribunal que conoce del procedi-
miento del cual provienen los objetos custodiados. Así, en el Libro
Cuarto, del cumplimiento y ejecución de la sentencia, Título I del
Código de Procedimiento Penal, se menciona el destino de las
especies decomisadas, retenidas o no decomisadas. El artículo 672
señala que el comiso de los instrumentos y efectos del delito
–objetos a custodiar– debe ser declarado en la sentencia condena-
toria cuando procediere o en cualquier tiempo mientras existan las
especies en poder del tribunal. El artículo 673 del mismo código
nos habla del destino de las armas de fuego, municiones, explosi-
vos y demás elementos a que se refiere la Ley sobre Control de
Armas que sean incautados, debiendo remitirse estos objetos a
Arsenales de Guerra4. Los Tribunales de la República mantendrán
en depósito en dicho lugar los objetos o instrumentos de delito
hasta el término del respectivo proceso5. Si dichas especies fueren
decomisadas por sentencia judicial no serán objeto de subasta
pública y quedarán bajo el control de las Fuerzas Armadas. El
mismo destino tendrán aquellos objetos incautados cuyo poseedor
o tenedor se desconozca, pasando al dominio fiscal afectas al
servicio y control de las Fuerzas Armadas, Carabineros e Investi-
gaciones de Chile, por Decreto Supremo del Ministerio de Defen-
sa Nacional, a menos que se reclamare su posesión o tenencia
legal dentro del plazo de treinta días, contados desde la fecha de su
incautación.
4
Artículo 15 de la Ley N°17.798, sobre Control de Armas de Fuego.
5
Artículo 23 de la Ley N°17.798, sobre Control de Armas de Fuego.
32 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Las demás especies decomisadas, que no digan relación con
los elementos de que trata la ley precitada, deben ser puestas a
disposición del Fisco para su enajenación en subasta pública efec-
tuada por la Dirección de Aprovisionamiento del Estado, debien-
do el producto de dicha venta ingresar en una cuenta Fiscal espe-
cial contra la cual sólo podrá girar el Ministerio de Justicia, salvo
que el comiso derive de una falta o contravención, situación en la
cual dicho producto se aplicará a fondos de la Municipalidad
correspondiente al territorio donde se cometió la infracción que se
sanciona. Con todo, el Estado podrá ordenar la destrucción de las
especies decomisadas que no tuvieren valor o no fueren utilizables.
Los dineros y otros valores decomisados en favor del Fisco
serán destinados a beneficio de la Junta de Servicios Judiciales.
Tratándose de especies corruptibles o perecibles, el artículo
674 del Código de Procedimiento Penal señala que el juez que
conozca de la causa las pondrá a disposición de un martillero para
que proceda a su venta directa o subasta. Si se decretare el comiso
de estas especies, se hará efectivo sobre el producto de la enajena-
ción cuyo destino será la cuenta Fiscal mencionada en el párrafo
anterior. Si no procediere el comiso, se entregará el producto de la
enajenación a quien corresponda.
En el caso de las especies no decomisadas retenidas que se
encuentren a disposición del tribunal y que no hayan sido reclama-
das, se subastarán públicamente una vez transcurridos seis meses
desde la fecha en que recayó resolución firme que puso término al
proceso o una vez transcurrido el plazo de un año si el término del
proceso se debió a sobreseimiento temporal, según lo dispuesto
por el artículo 675 del Código de Procedimiento Penal. De igual
forma que en el comiso, las especies corruptibles o perecibles
retenidas se deberán vender mediante martillero.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 33
Los dineros puestos a disposición de los tribunales que no
caigan en comiso ni hayan sido reclamados dentro de los plazos
señalados anteriormente, se girarán a la orden de la Junta de Ser-
vicios Judiciales.
Con relación a las evidencias orgánicas tales como el cadá-
ver, vísceras u otros materiales biológicos, el Código aún vigente y
el nuevo cuerpo legal nada señalan al respecto. Es el Decreto
N° 427, que constituye el Reglamento Orgánico del Servicio
Médico Legal, la normativa aplicable a la culminación de la cadena
de custodia de dichos objetos. A fin de respetar un orden de ingre-
so, permanencia y egreso de las evidencias orgánicas, y por la
complejidad en su tratamiento, se desarrollará esta tema en el
capítulo destinado a la intervención del Servicio Médico Legal en
la cadena de custodia.
Por último y con lo anteriormente expuesto, en cuanto a la
obligación de conservar materialmente los objetos relacionados
con la comisión de un delito bajo un sistema de control y registro
estricto y, la explícita regulación en cuanto al destino de los mis-
mos, se puede concluir que la observancia de una perfecta e intacta
cadena de custodia no es un tema desconocido para nuestro siste-
ma de enjuiciamiento penal. Esta idea quedará afirme con los
párrafos que a continuación tratan lo establecido en el Código
Procesal Penal toda vez que dicha regulación viene a reiterar –sin
un mayor énfasis– los principios, los fundamentos y los sistemas de
control y vigencia de la obligación de custodia analizados prece-
dentemente. Para fundamentar lo anterior, se destaca en este punto
que ha sido el Fiscal Nacional, a través de los instructivos gene-
rales, quien ha debido darle un tratamiento más profundo al tema
de la cadena de custodia, puesto que, el nuevo cuerpo procesal
penal no es lo suficientemente explícito en relación con la relevan-
34 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
cia que adquiere la observancia a la cadena de custodia a la luz del
nuevo marco regulatorio.
4.2. Disposiciones contenidas en el Código Procesal Penal
El artículo 181 del Código Procesal Penal, promulgado en el mes
de septiembre del año 2000 y publicado el 12 de octubre del mis-
mo año, establece que la investigación se llevará a cabo de modo
de consignar y asegurar todo cuanto condujere a la comprobación
del hecho y a la identificación de los partícipes en el mismo. Dicha
disposición, contenida en el Libro Segundo, referido al procedi-
miento ordinario, Título I, sobre la etapa de investigación, párrafo
tercero, bajo las actuaciones de la investigación, señala que se hará
constar el estado de las personas, cosas o lugares, se identificará a
los testigos del hecho investigado y se consignarán sus declaracio-
nes. Del mismo modo, si el hecho hubiere dejado huellas, rastros o
señales, se tomará nota de ellos y se los especificará detallada-
mente, dejándose constancia además de la descripción del lugar en
que aquel se hubiere cometido, del estado de los objetos que en él
se encontraren y de todo otro dato pertinente.
Ahora bien, respecto a los medios de reproducción del sitio
del suceso y evidencias asociadas, el inciso segundo del artículo
precitado, establece que, para el cumplimiento de los fines de la
investigación se podrá disponer la práctica de operaciones científi-
cas, la toma de fotografía, filmación o grabación y, en general, la
reproducción de imágenes, voces o sonidos por los medios técni-
cos que resultaren mas adecuados, requiriendo la intervención de
los organismos especializados.
Por su parte, el artículo 187 del mismo cuerpo legal, estable-
ce que los objetos, documentos e instrumentos de cualquier clase
que parecieren haber servido o haberse destinado a la comisión del
hecho investigado, así como los que se encontraren en el sitio del
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 35
suceso a que se refiere la letra c) del articulo 836, serán recogidos,
identificados y conservados bajo sello. En todo caso se levantara
un registro de la diligencia, de acuerdo con las normas generales.
A primera vista, pareciera que la única novedad introducida
por esta regulación la viene a constituir la ampliación de los méto-
dos de consignación del sitio del suceso y los hallazgos verificados
en él, diligencia que, al amparo del nuevo cuerpo legal, deberá ser
ordenada por el Fiscal que conduzca en forma exclusiva la investi-
gación penal que la motive.
Por su parte, el artículo 83 del nuevo Código Procesal Penal
referido a las actuaciones de la policía sin orden previa, señala que
le corresponderá a los funcionarios de Carabineros y de la Policía
de Investigaciones, sin necesidad de recibir previas instrucciones
del Fiscal, el resguardo del sitio del suceso, según lo dispuesto en
su letra c). Para este efecto, los precitados funcionarios deberán
impedir el acceso a toda persona ajena a la investigación y proce-
der a la clausura del lugar si se trata de un sitio cerrado, o a su
aislamiento si se trata de un lugar abierto, evitando que se alteren o
borren, de cualquier forma, los rastros o vestigios del hecho o que
se remuevan los instrumentos usados para llevarlo a cabo mientras
no intervenga personal experto de la policía que el Ministerio
Público designe. Este personal policial experto deberá recoger,
identificar y conservar bajo sello, los objetos, documentos o ins-
trumentos de cualquier clase que parecieran haber sido utilizados
para la comisión del hecho investigado, sus efectos o los que
pudieren ser utilizados como medios de prueba, para ser remitidos
todos ellos a quien corresponda, dejando constancia, en el registro
6
Código Procesal Penal, artículo 83, sobre las actuaciones de la policía sin
orden previa, letra c): resguardar el sitio del suceso.
36 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
que debe levantarse, de la individualización completa del o los
funcionarios policiales que llevan a cabo dicha diligencia7.
El articulo 188 del mismo cuerpo legal señala que, respecto a
las especies recogidas durante la investigación, éstas serán conser-
vadas bajo la custodia del Ministerio Público, quien deberá tomar
las medidas necesarias para evitar que se alteren de cualquier
forma. Recordemos que al amparo del Código de Procedimiento
Penal la obligación de conservación y custodia recae sobre el juez
en lo criminal que instruya la causa motivo de dicha obligación.
En su inciso segundo, el artículo 188 señala que podrá re-
clamarse ante el juez de garantía por la inobservancia de las dispo-
siciones antes referidas a fin que adopte las medidas necesarias
para la debida preservación e integridad de las especies recogidas8.
Continúa la disposición mencionando que los intervinientes
tendrán acceso a las especies custodiadas, con el fin de reconocer-
las o realizar alguna pericia, siempre que fueren autorizados por el
Ministerio Público o, en su caso, por el juez de garantía. Para ello,
el Ministerio Público llevará un registro especial en el que se
dejará constancia de la identificación de las personas que fueren
autorizadas.
En cuanto a la custodia de las especies durante la tramitación
del proceso como otras consideraciones con relación a su destino
una vez finalizado éste, serán temas integrantes del estudio de los
instructivos generales emanados del Fiscal Nacional del Ministe-
rio Público, instructivos que vienen a orientar la tarea de los Fis-
cales de acuerdo a lo establecido en el Código Procesal Penal para
7
La metodología de trabajo en el sitio del suceso será abordada en el capítulo
sobre Formas de Contribuir a la Cadena de Custodia.
8
Todo lo que dice relación con la responsabilidad que deriva de la inobservan-
cia de la cadena de custodia para cualquiera de los intervinientes es tratada en
el presente libro en el punto sexto de este mismo capítulo bajo el título de
Responsabilidad en la Cadena de Custodia.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 37
así uniformar criterios de aplicación práctica de la cadena de cus-
todia con estándares mínimos que deberán observarse de acuerdo a
los nuevos requerimientos de la forma de conducir las investiga-
ciones sobre ilícitos penales, que ha continuación se exponen.
Parece procedente mencionar en este punto, aún cuando será
comentado posteriormente, la necesidad de que cada interviniente
en la cadena de custodia maneje un acta que, además de satisfacer
los requerimientos propios del interviniente, contenga menciones
básicas homogéneas a cualquier formulario de cadena de custodia
de las evidencias que permitan darle un sentido coherente a todo el
flujograma de los medios probatorios, por lo que las menciones
que al respecto efectúa el Fiscal Nacional debieran ser recogidas
por todos aquellos que serán llamados a intervenir de alguna forma
en la custodia de las evidencias.
4.3. Instructivos del Ministerio Público en relación con la cadena
de custodia:
a) Instructivo General N° 19 respecto de las funciones de las
policías previstas en los artículos 83 y 90 del Código Procesal
Penal9.
En virtud de lo dispuesto en el artículo 87 del Código Procesal
Penal se dictan estas primeras instrucciones generales para las
policías mediante las cuales se regula el ejercicio de las facultades
policiales previstas en los artículos 83 –actuaciones de la policía
sin orden previa–, y 90, –levantamiento de cadáver– del Código
9
Por oficio N° 169 y 170 de fecha 8 de noviembre de 2000, dirigidos al Señor
General Director de Carabineros de Chile y al Señor Director General de la
Policía de Investigaciones de Chile, se impartieron instrucciones generales
respecto de las funciones de las policías previstas en los artículos 83 y 90 del
Código Procesal Penal.
38 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Procesal Penal así como las normas del mismo Código que las
complementan.
En este instructivo general se hace mención, en su acápite
tercero, a las medidas de resguardo del sitio del suceso, al trabajo
en éste, a la recolección, tratamiento y custodia de la evidencia.
Así, en términos generales y teniendo como fuente legal el artículo
83, letra c) del Código Procesal Penal, el Fiscal Nacional destaca
los siguientes puntos a mencionar:
i) En cuanto a la recolección de la evidencia:
− Corresponde a todo funcionario policial, sin orden previa,
proteger el sitio del suceso mientras se espera las instruccio-
nes del Fiscal.
− Se entiende por sitio del suceso, el cual debe ser debidamente
resguardado, aquel lugar en el parezca haberse cometido un he-
cho que, por su gravedad y naturaleza, justifica la intervención
de personal investigador experto para la recolección de rastros o
vestigios del mismo y de los instrumentos usados para llevarlo a
cabo, aún cuando se trate de vestigios no apreciables a simple
vista, encontrándose solo en estado latente.
El personal policial que primero llegue al lugar deberá evaluar la
concurrencia de este requisito. Sin embargo, se entiende que este
concurre, por regla general, en los casos de presunta perpetración
de los delitos de parricidio, homicidio, auxilio al suicidio, infantici-
dio, violación, aborto, robo calificado, castración, lesiones graves,
violación con homicidio, entre otros. A la inversa, podrá conside-
rarse innecesaria o injustificada la intervención del personal ex-
perto, no obstante tratarse de uno de los hechos señalados en el
listado precedente –listado que tiene un carácter meramente
orientador– cuando, en el caso concreto, el hecho no reúna los
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 39
caracteres de gravedad que habitualmente presentan los delitos de
esa clase.
Con todo, respecto del parricidio, homicidio, auxilio al suici-
dio e infanticidio, siempre debe procederse al resguardo del sitio
del suceso.
En los demás casos, a menos que medie instrucción general
en sentido contrario del respectivo Fiscal Regional, el funcionario
policial que primero llegue al lugar procederá a la incautación en
forma inmediata de los objetos que puedan constituir evidencias.
− Tratándose de delitos cometidos al interior de recintos peni-
tenciarios, el resguardo del sitio del suceso debe ser asumido
inmediatamente por el personal de Gendarmería de Chile.
Comunicada la concurrencia del hecho al Fiscal, este ordena-
rá que se constituya en el lugar el equipo policial experto de
la institución que señale, el cual, además de realizar el tra-
bajo del sitio del suceso, podrá relevar, si fuere necesario, a
Gendarmería del resguardo.
Las normas precitadas se aplican también, sin excepción, en los
casos de delitos cometidos al interior de dependencias policiales.
− Se entiende por resguardo del sitio del suceso su clausura, si
se tratare de un local cerrado, o aislamiento, si se tratare de
un lugar abierto, impidiendo el acceso de toda persona no
autorizada y evitando que se alteren o borren de cualquier
forma los rastros o vestigios del hecho o se remuevan los
instrumentos usados para llevarlo a cabo. Los funcionarios
que se encuentren a cargo del resguardo, se abstendrán de
tocar los objetos que se encuentren en él, procurando inclu-
so, de ser posible, no entrar al perímetro resguardado. Sin
embargo, esta prohibición no rige cuando la alteración del
sitio del suceso venga impuesta por el auxilio y protección a
las víctimas, la aprehensión de los autores, la evitación de
40 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
otro delito o la evitación de una alteración mayor del sitio
del suceso.
Al perímetro resguardado sólo podrá ingresar el Fiscal y el perso-
nal policial experto que éste designe. No se permitirá el acceso a
los intervinientes, a los medios de comunicación, autoridades de
cualquier tipo, o a persona alguna que no forme parte del personal
experto designado, salvo autorización expresa del Fiscal, por
escrito o por medio de comunicación verbal directa a los funciona-
rios a cargo del resguardo.
El resguardo del sitio del suceso termina sólo cuando ha
concluido el trabajo del mismo por parte del personal experto, es
decir, cuando éste sale definitivamente del lugar, circunstancia que
será certificada por el responsable del personal experto mediante
su firma en el acta que deberá levantarse sobre el trabajo del sitio
del suceso.
Resguardado el sitio del suceso, se debe dar aviso inmediato
al Fiscal para que se constituya en el lugar o resuelva la institución
cuyo personal experto deba trabajar el sitio del suceso.
Encontrándose en el sitio del suceso un cadáver, su levanta-
miento deberá ser siempre ordenado por el Fiscal, quien designará
el personal que deba proceder a efectuarlo y el destino que se le
dé.
− El personal experto que deberá fijar, levantar y rotular las
evidencias, debe estar siempre dirigido por un oficial respon-
sable el cual estará a cargo de lo que se hace constar en el
acta, sin embargo, en ella deberá siempre señalarse el lugar,
los funcionarios que participaron, la descripción de cada pie-
za que se haya recogido y el destino de ésta, es decir, la indi-
cación de la persona a quien se entrega con la firma de ésta.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 41
Con esta entrega termina la responsabilidad del equipo ex-
perto y se da inicio a la cadena de custodia.
− Para la recolección de evidencias en poder del detenido en el
caso de flagrancia, incautadas directamente por el funciona-
rio policial aprehensor– artículo 187, inciso 2° del Código
Procesal Penal– se adoptarán las medidas necesarias para
que los efectos recogidos no pierdan su potencial valor pro-
batorio. Así, el funcionario aprehensor evitará la inadecuada
manipulación de las superficies de los objetos y los sellará
inmediatamente para evitar su contaminación. El funcionario
aprehensor deberá entregar los objetos al jefe de su unidad,
quien dará cuenta al Fiscal para que éste señale su destino.
En este caso, con la entrega que haga el jefe de la unidad
policial al personal experto señalado por el Fiscal se da inicio
a la cadena de custodia. De todo lo anterior se debe levantar
el acta respectiva, firmada además por el personal experto
que haya sido designado por el Fiscal para el correspon-
diente análisis de las evidencias.
ii) En cuanto al destino de las especies recogidas:
− El instructivo general en comento señala como principio
general y, dando inicio a la cadena de custodia, que se debe-
rá dejar “constancia ininterrumpida de todos quienes han
accedido a los objetos y muestras recogidos, principalmente
de quienes han asumido la responsabilidad de la custodia.
Esta constancia se efectuará mediante un formulario que
acompaña a las especies –iniciado con una descripción del
objeto y del estado en que se encuentra en cada momento,
actualizada– en que va dejándose constancia de cada per-
sona que lo tuvo a su cargo, de la fecha y hora en que lo
recibió, de quién lo recibió, de todas las personas que lo
42 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
examinaron bajo su responsabilidad, del día y hora en que
lo entregó y la persona a quien se lo entregó. De la calidad
de responsable y del alcance de la responsabilidad se deja-
rá constancia mediante certificados que se enviarán o en-
tregarán al fiscal, quedando una copia en poder del intere-
sado”10.
− Otro punto importante se refiere a la vigencia de la cadena
de custodia durante el transporte y remisión de los objetos,
así como de su depósito, sea éste permanente o transitorio,
debiendo dejar constancia en el respectivo registro del medio
utilizado para el despacho de los objetos y de la persona res-
ponsable de su traslado.
Cuando deban realizarse pericias a los objetos, el personal experto
que lo recoja o reciba se hará cargo de ellas. Una vez finalizada la
pericia, los objetos deberán ser enviados al depósito permanente
salvo que el Fiscal disponga otro destino.
En cuanto el depósito permanente, éste se encontrará en las
dependencias de la Fiscalía Local o en localidades cercanas, según
lo dispongan los Fiscales Regionales. El depósito deberá ser cerra-
do y con garantías suficientes de seguridad a fin de que no existan
ingresos o manipulaciones no registrados. Serán funcionarios
designados por la Fiscalía quienes controlarán y dejarán constancia
del acceso a las especies.
− Quienes tendrán acceso a las evidencias serán el Fiscal y, con
su debida autorización, sus colaboradores, el personal ex-
perto a cargo de las pericias y el personal policial asignado a
la investigación. Bastará para los nombrados anteriormente
10
Anexo Nº 2.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 43
que la autorización sea concedida una sola vez para todo el
tiempo que dure la custodia.
También podrán ser autorizados para acceder al depósito, los
intervinientes en el procedimiento (imputado, defensor, víctima y
querellante), sus representantes y abogados, así como las personas
que estos soliciten, con el objetivo de reconocer o periciar las
especies.
− Las evidencias podrán salir del depósito permanente sólo con
autorización del Fiscal encargado del caso y para los fines
que él mismo señale.
− Cuando las evidencias deban permanecer en forma transitoria
en las instituciones auxiliares llamadas a periciar las mismas,
entiéndase laboratorios de criminalística de las instituciones
policiales, Servicio Médico Legal, Instituto de Salud Públi-
ca, se adoptarán las medidas de custodia y registro mediante
formulario que observe el principio general de constancia
ininterrumpida de todos quienes acceden a las evidencias y
las condiciones en que éstas se encuentran.
En estos recintos, no tendrán acceso a las evidencias que se custo-
dian transitoriamente, los intervinientes, sus representantes, abo-
gados u otras personas; éstos sólo pueden acceder a las evidencias
que se encuentren en el depósito permanente.
En los casos en que no sea posible llevar las evidencias a los re-
cintos destinados a depósito, sea transitorio o permanente, como por
ejemplo nuevas especies que sean recogidas en zonas rurales aparta-
das de los centros urbanos, se deberán adoptar las medidas de protec-
ción adecuadas a las circunstancias. Así, tratándose de una evidencia
que consista en mancha de sangre líquida no coagulada, el manipula-
dor deberá levantarla mediante el empleo de una jeringa sin su aguja o
44 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
mediante el empleo de una pipeta tipo Pasteur y embalarla en un tubo
de ensayo debidamente sellado con algodón, papel parafilm, corcho o
tapa plástica siendo indispensable mantener dicha evidencia refrigerada
–en todo momento– entre 2 ° Celsius y 8 ° Celsius.
Observadas estas condiciones, entre otras, se podrá atesti-
guar entonces que la evidencia ha sido debidamente manipulada y
descartar toda intervención no registrada.
− En el caso de las especies perecibles o que deban ser destruidas
por razones de seguridad, la policía, previa consulta al Fiscal,
dejará constancia de su existencia y condiciones mediante foto-
grafías y acta de su destrucción, con mención a la orden del Fis-
cal, firmada por todos los funcionarios que participen.
b) Instructivo General N° 44 sobre los Objetos y las Evidencias del
Delito en relación con el Nuevo Proceso Penal.
Con fecha 24 de enero de 2001 el Fiscal Nacional del Ministerio
Público emite el precitado instructivo general cuyo objetivo es
precisar los alcances de la normativa del nuevo Código Procesal
Penal con relación a los objetos del delito que deben recogerse
durante la investigación y las evidencias que son necesarias para
formar la convicción de los tribunales11.
El instructivo general, en su punto tercero, hace mención al
tema de la custodia de las especies recogidas durante la investiga-
ción, señalando al respecto que éstas deberán ser conservadas bajo
la custodia del Ministerio Público, reiterando algunos puntos
mencionados a propósito del Instructivo General N° 19 previa-
mente comentado. Sin embargo, es importante destacar que, de
acuerdo al contenido del Instructivo General N° 44, el Fiscal
Nacional ha debido precisar algunos conceptos relacionados al
11
Mediante oficio N° 038.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 45
tema de la cadena de custodia con el objetivo de lograr la debida
observancia a las normas sobre registro y control de evidencias.
i) Es así como en relación con la custodia material de los objetos
se ha concluido por el Ministerio Público que su entrega mediante
convenios, a otras instituciones, no obsta a la observancia de la
custodia material de las evidencias, responsabilidad que sigue
radicada en el Ministerio Público. Al respecto, la Ley Orgánica
Constitucional del Ministerio Público N° 19.640 contempla, en su
artículo 85, la posibilidad de que el Fiscal Nacional y los Fiscales
regionales puedan contratar servicios externos para el cumpli-
miento de funciones que no sean de aquellas que señale la Consti-
tución Política de la República. Como esta última nada dice del
tema de la cadena de custodia, en cuanto al cumplimiento de una
labor razonable de control, la Fiscalía podrá contratar servicios
externos para el cumplimiento de la función material de custodia,
sin que por ello desaparezca la responsabilidad jurídica del Minis-
terio Público, responsabilidad que sólo sería exigible en caso de
culpa o negligencia. El propio Fiscal Nacional ha señalado que
“...no implica la delegación de una función pública, porque
aparte que está expresamente autorizada la contratación en la
ley, el Ministerio Público no se desprendería de la responsabili-
dad, en tanto cumpla una labor razonable de control”12.
A lo anterior se agrega la constancia efectuada a instancias
del señor Ministro de Justicia durante el debate en la Comisión
Mixta de Senadores y Diputados sobre el proyecto de Código
Procesal Penal13, que en su parte pertinente con relación al alcan-
ce del artículo 218 del proyecto expresa:
12
Instructivo General Nº 44, p. 6.
13
Informe de la Comisión Mixta sobre debate del proyecto de CPP, p. 37.
46 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
“Hizo presente que la obligación del Ministerio Público de
conservar bajo su custodia las especies recogidas durante la
investigación, que se contempla en ese precepto, ha sido entendi-
da por algunas personas en el sentido de que debe ser efectuada
directamente, lo que impediría que se encomendara a otras insti-
tuciones públicas la realización de acciones con vistas a ese
objetivo, y, al mismo tiempo, que se pudiera efectuar mediante
prestación de servicios de terceros, si fuera necesario o conve-
niente”. “Señaló que la posición de ese Ministerio es que la
Fiscalía Nacional y las Fiscalías Regionales están habilitadas
para dar cumplimiento a su deber de custodia de las especies
mediante convenios con otros organismos públicos o externaliza-
ción de servicios a través de particulares. Si bien este artículo no
es materia de controversia entre ambas Cámaras, consideró útil
que la Comisión Mixta expresara su opinión al respecto”.
Sobre el particular, los H.H. Señores integrantes de la Comi-
sión Mixta declararon compartir el punto de vista expuesto por el
señor Secretario de Estado, por lo que no constituye un tema a
discutir más allá de lo antes mencionado.
− De suyo, el Ministerio Público también podrá cumplir di-
recta y personalmente la función material de custodia me-
diante el arrendamiento de locales que sean necesarios, des-
tinando a lo menos un funcionario cuidador encargado de la
vigilancia del inmueble y a quien podrá adicionársele un ser-
vicio particular de guardias de seguridad.
− Para el caso de las especies que correspondan a las causas en
etapa de indagación o de juicio pendiente, el Fiscal Nacional
ha dispuesto que éstas, por ser permanentemente consulta-
das, examinadas y periciadas, deberán permanecer custodia-
das en un lugar cercano a las oficinas de la Fiscalía o en éstas
mismas.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 47
Sin perjuicio de lo anterior, la función de custodia será más
compleja cuando estemos en presencia de evidencia orgánica tales
como muestras que se deban periciar y, de las cuales, se deberá, en
más de alguna ocasión, reservar remanentes que permitan efectuar
análisis posteriores. Para la adecuada conservación de dichas
especies, se deberá contar con las respectivas cámaras de refrige-
ración y el personal idóneo para su correcta protección, siendo de
sentido común el esperar que sean los propios laboratorios llama-
dos a periciar dichas evidencias los que, en definitiva, deban alma-
cenar y custodiar dichas muestras.
ii) Otra aclaración importante trata sobre los objetos a custodiar.
Para el Fiscal Nacional no aparece como necesario distinguir entre
objetos del delito (aquellos que han servido o han sido destinados
a la comisión del ilícito) u objetos que pudieren servir como me-
dios de prueba de los efectos del delito (que provienen del mismo),
por cuanto la única diferencia en materia de custodia radica en el
destino final de los últimos en el caso que la sentencia dictada en el
proceso disponga el comiso, situación que dependerá de lo que
diga la ley, según la naturaleza de los bienes de que se trate y que
no guarda relación con el tema de estudio del presente libro toda
vez que durante la vigencia de la cadena de custodia, el registro y
control recae sobre ambos tipos de especies.
iii) En cuanto a lo que debemos entender por conservación bajo
custodia, el Fiscal Nacional ha recurrido a las expresiones sinóni-
mas de uso común según las acepciones 1 y 4 del Diccionario de
la Real Academia de los verbos conservar y custodiar, esto es,
“mantener una cosa o cuidar su permanencia” y “guardar con
cuidado una cosa”, respectivamente. Jurídicamente, sería similar al
depósito en materia civil, implicando la obligación de guardar y
48 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
restituir en especie, que es lo mismo que se aplica a todos los
organismos públicos que tienen obligaciones similares, a saber, el
Banco Central, Contraloría General, etcétera. Entonces, el Fiscal
Nacional señala que es absolutamente necesario distinguir entre la
responsabilidad jurídica que se genera para las personas o entidad
a la cual se asigna la función de custodia, de los medios materiales
de que se valga el custodio para cumplir con esa obligación que,
por razones prácticas, pueden ser de variada naturaleza. Agrega a
lo anterior que “Por principios generales de derecho, estimo que
la responsabilidad jurídica se cumple adoptando todas las medi-
das lógicas y necesarias de resguardo material, que correspondan
a la suma diligencia o cuidado, que permitan, a su vez, excluir
hasta la culpa levísima”14.
iv) Mientras la custodia de los objetos durante el procedimiento
hasta que éste concluya por resolución judicial es responsabilidad
del Ministerio Público, la devolución o decisión sobre el destino
de los mismos y, la custodia durante el tiempo en que se resuelve
sobre el particular lo es del Poder Judicial.
Durante el curso del procedimiento penal, los objetos pueden
ser devueltos sólo cuando el juez de garantía estime innecesaria su
conservación. Sin perjuicio de lo anterior, la regla general la viene
a constituir el artículo 189 del Código Procesal Penal, disposición
que en su inciso 1° señala que el pronunciamiento sobre tercerías y
reclamaciones se limita a declarar el derecho del reclamante, sin
que proceda la devolución hasta después de concluido el procedi-
miento. En efecto, y salvo el caso de comiso, los objetos deben ser
devueltos una vez que se dicta resolución firme que pone término
al procedimiento, esto es, sentencia definitiva, sobreseimiento
14
Instructivo General Nº 44, p. 6.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 49
definitivo, aprobación de la facultad de no iniciar investigación y
pronunciamiento expreso o tácito a favor del ejercicio del principio
de oportunidad. En este caso, tal como lo señala el artículo 470 del
Código Procesal Penal, los objetos muebles retenidos y no deco-
misados pueden ser reclamados ante el tribunal por su legítimo
titular dentro del plazo de seis meses contados desde la fecha de la
resolución firme que hubiere puesto término al juicio. Lo mismo
rige para el sobreseimiento temporal y para la suspensión condi-
cional del procedimiento, con la variación de que en este caso el
plazo de reclamación es de un año. Si los objetos no son reclama-
dos dentro del plazo respectivo, éstos deberán ser destinados a la
Corporación Administrativa del Poder Judicial, directamente si se
trata de dinero o valores o bien, previamente en pública subasta,
tratándose de especies. Si los objetos no reclamados consisten en
especies carentes de valor y por ende no realizables, por aplicación
análoga del artículo 469 inciso 3° del Código Procesal Penal,
debiera ser posible su destrucción.
En el evento de dictarse sentencia definitiva condenatoria
por crimen o simple delito, el tribunal que dicte dicha resolución
–juez de garantía o tribunal oral en lo penal– impondrá la pena de
comiso de los instrumentos y efectos del delito, a menos que per-
tenezcan a un tercero no responsable del crimen o simple delito
(artículo 31 del Código Penal). Los dineros y valores decomisados
se destinan a la Corporación Administrativa del Poder Judicial.
Las demás especies decomisadas se ponen a disposición de la
Dirección General del Crédito Prendario para que proceda a su
enajenación en subasta pública, destinándose su producto a la
Corporación Administrativa del Poder Judicial (artículo 469 del
Código Procesal Penal). Si el tribunal estimare necesario ordenar
la destrucción de las especies, se llevará a cabo bajo la responsabi-
50 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
lidad del administrador del tribunal, debiendo dejarse registro de la
ejecución de dicha diligencia.
El artículo 471 del Código Procesal Penal establece como
sistema de control sobre las especies puestas a disposición del
tribunal la obligación de los tribunales con competencia en materia
criminal de presentar, durante el mes de junio de cada año, a la
respectiva Corte de Apelaciones, un informe detallado sobre el
destino dado a las especies que hubieren sido puestas a disposición
de ellos, norma que tiene su origen en el artículo 678 del Código
de Procedimiento Penal que reproduce su contenido.
Cuando el procedimiento concluye exclusivamente en virtud
de una decisión del Ministerio Público, como ocurre con la aplica-
ción del archivo provisional –caso en el cual no ha intervenido el
juez de garantía– y de la decisión de no perseverar el procedi-
miento, no hay norma expresa que se haga cargo del destino de los
objetos. Para la aplicación de la decisión de no perseverar en el
procedimiento, si existe un titular conocido del objeto que haya
interpuesto una tercería o reclamación ante el juez de garantía, el
Fiscal Nacional estima que debería devolvérsele el objeto aplican-
do sin más el artículo 189 del Código Procesal Penal, disposición
que no distingue en cuanto a las causas de conclusión del procedi-
miento. El problema se nos plantea cuando no exista reclamante
alguno, puesto que, aún siendo razonable aplicar por analogía el
procedimiento establecido en el artículo 470 del Código Procesal
Penal, debería además resolverse si el plazo para esperar reclama-
ciones será de seis meses o de un año, lo que dependerá del ca-
rácter transitorio o definitivo que se le asigne a la decisión de no
perseverar en el procedimiento. Con todo, el Fiscal Nacional
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 51
señala que “parece claro que se trata de una competencia judicial
y no directa del Ministerio Público”15.
Respecto del archivo provisional, para la eventual aplicación
de los artículos 189 y 470 del Código Procesal Penal, aplicación
abiertamente analógica, el Ministerio Público debiera requerir la
intervención del juez de garantía, con posterioridad al archivo, con
el propósito de que éste ordene la devolución o decida sobre el
destino de los objetos.
v) En cuanto al organismo responsable por la custodia de los
objetos desde el término del procedimiento hasta su devolución o
aplicación a otro destino: el Fiscal Nacional señala que la deci-
sión al respecto es exclusivamente de carácter judicial –aspecto
que a lo más podría dudarse en el caso del archivo provisional–
“de modo que parece ajustado a derecho que desde ese momento
sea el tribunal correspondiente el que asuma la custodia. Esto se
desprende no sólo del hecho que sean funcionarios judiciales
–administradores del tribunal– los expresamente encargados de
la venta o destrucción de las especies (arts. 469 y 470 CPP), sino
además y especialmente porque la ley supone que las especies
hayan sido puestas a disposición del tribunal (arts. 470 y 471
16
CPP)” .
5. Principios Básicos
Como se mencionó anteriormente, la cadena de custodia es el
mecanismo que garantiza la autenticidad de los elementos de
prueba recolectados y examinados; esto es, que las pruebas co-
rrespondan al hecho investigado, sin que de lugar a confusión,
15
Instructivo General Nº 44, p. 12.
16
Instructivo General Nº 44, p. 13.
52 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
adulteración, ni sustracción alguna, conservando éstas su potencial
valor probatorio. Por tanto, toda persona, especialmente policías y
peritos, que participe en el proceso de cadena de custodia, deberá
velar por la seguridad, integridad y preservación de dichos ele-
mentos.
− En la cadena de custodia participan, principalmente, los
funcionarios policiales y personas bajo cuya responsabilidad
se encuentren los elementos de prueba respectivos durante
las diferentes etapas del proceso penal. En tal sentido, toda
persona que reciba, genere o analice muestras o elementos
de prueba, forma parte de la cadena de custodia.
− La cadena de custodia se inicia en el mismo lugar de los
hechos con el policía o autoridad judicial que se constituye
primero en el sitio del suceso, continuando con los expertos
que recolectan los elementos de prueba, luego los que parti-
cipan activamente en su traslado y trabajo pericial, todo bajo
la dirección exclusiva del Fiscal que instruya la investigación
respectiva quien, posteriormente, recibe las evidencias para
su custodia en los depósitos permanentes.
− Los procedimientos de custodia deben aplicarse a todo
elemento probatorio, sea un texto manuscrito, arma de fue-
go, cadáver o cualquier elemento físico. Esta misma protec-
ción y vigilancia debe extenderse de manera idéntica sobre
actas, formato de registro de cadena y oficios que acompa-
ñan la evidencia.
− Cada persona que participa en la cadena de custodia debiera
ser responsable del control y registro de su actuación directa
sobre la evidencia.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 53
− Al momento de recolectar los elementos físicos de prueba, se
debe dejar expresa constancia en el acta de cadena de custo-
dia, de su descripción completa, de su naturaleza, sitio
exacto donde fueron encontrados, técnica empleada para
manipularlos y levantarlos, la identificación de la persona que
realizó estas últimas acciones de recolección, la individuali-
zación de la persona que recibe dichos elementos y la indica-
ción del lugar físico en el cual permanecerán éstos.
− Toda transferencia de custodia quedará registrada en el
formato, indicando la fecha, hora, nombre y firma de quien
recibe y de quien entrega.
− Toda persona que manipula, levanta y embala elementos de
prueba, deberá dejar constancia escrita en el dictamen peri-
cial o informe respectivo, de la descripción de los mismos,
técnica y procedimiento utilizado, así como también de las
modificaciones realizadas sobre elementos de prueba, men-
cionando si estos se agotaron en los análisis o si quedaron
remanentes, especialmente si se trata de sustancias estupefa-
cientes u orgánicas. En este punto parece importante señalar
que, siendo inevitable la destrucción o inutilización de la evi-
dencia producto de su análisis, deberá fijarse ésta, previo a
su manipulación, mediante fotografías y una detallada des-
cripción que permitan representar dicha evidencia en la res-
pectiva audiencia de juicio oral.
− La cadena de custodia es pieza fundamental en el desarrollo
investigativo y probatorio para el control y/o vigilancia de
los elementos físicos de prueba encontrados en el lugar de
los hechos, cualquiera que sean estos.
− La cadena de custodia implica que tanto los elementos de
prueba como los documentos que los acompañan, se deben
54 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
mantener siempre en lugar seguro que otorgue suficiente ga-
rantía de acceso restringido y de medidas de conservación
adecuadas.
− En el formulario de cadena de custodia no debiera admitirse
borrones, enmendaduras, espacios y líneas en blanco, tintas
diferentes color o interlineaciones (palabras o signos entre lí-
neas), como tampoco adiciones en la copia.
6. Responsabilidad
Como la cadena de custodia principia con el hallazgo de las evi-
dencias en el sitio del suceso, es menester la adecuada protección
del mismo y con ello la correcta conservación de las evidencias
físicas que en él existan durante todos los pasos que éstas deban
seguir en las distintas etapas de la investigación y del proceso
penal, para permitir que el Fiscal reciba elementos con los cuales
tipificar el delito e identificar al delincuente sin alteraciones que
hagan obtener resultados equívocos, causando con esto obstruc-
ciones en la eficiente administración de justicia. Por lo que, como
primera impresión, se podría establecer que cualquier alteración
producida por alguna persona que destruya, oculte o inutilice el
cuerpo, los efectos o instrumentos de un crimen o simple delito,
sería sancionado penalmente con la pena señalada para el respecti-
vo crimen o simple delito, rebajada en dos grados según lo estipu-
lado en el artículo 269 bis del Código Penal que tipifica el delito
de “obstrucción a la justicia”. Este artículo establece además que
será sancionado aquel que se rehusare a proporcionar a los tribu-
nales de justicia antecedentes que conozca o que obren en su
poder y que permitan establecer la existencia de un delito o la
participación punible en él. Esta disposición se podría considerar
como una posibilidad para hacer efectiva la responsabilidad de
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 55
cualquiera de los intervinientes en un proceso penal que haya
manipulado la evidencia de tal forma que la inutilice o destruya.
Con todo, no se debe olvidar que el único responsable de la custo-
dia de las evidencias es el Fiscal instructor de la investigación
penal, aún cuando se podría afirmar, a la luz de un primer acerca-
miento, que la circunstancia de no recoger una evidencia en el sitio
del suceso o no informar de un hallazgo ocurrido durante un peri-
taje por parte del equipo pericial experto, importaría ocultar el
cuerpo, los efectos o instrumentos de un ilícito y, con ello, confi-
gurar otra de las conductas que comprende el delito tipificado en el
precitado artículo.
El Código Procesal Penal estuvo operativo por dos años sin
norma específica que permitiera hacer efectiva la responsabilidad
del Fiscal sobre la observancia a la cadena de custodia. Recién en
el año 2002 se promulga la Ley Nº 19.80617 que contiene las
normas adecuatorias del sistema legal chileno a la reforma procesal
penal y, dentro de las modificaciones contenidas en esta ley con
relación al Código Penal es que se agrega el artículo 269 ter que
tipifica el delito de obstrucción a la justicia cometido por el Fiscal
del Ministerio Público que a sabiendas oculte, altere o destruya
cualquier antecedente, objeto o documento que permita establecer
la existencia de un delito, la participación punible en él o que
pueda servir para la determinación de la pena. La pena asignada
para este delito comprende presidio menor en cualquiera de sus
grados e inhabilitación especial perpetua para el cargo.
Sin perjuicio del establecimiento de dicha norma, el tema de
la responsabilidad dará mucho que hablar y requerirá de la expe-
riencia para ir salvando todas sus aristas, como por ejemplo, la
procedencia de una eventual responsabilidad civil derivada de la
17
Publicada en el Diario Oficial el 31 de mayo del 2002.
56 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
inobservancia de la cadena de custodia por parte de aquellos que
intervienen en ella. De plantearse que procede el ejercicio de una
acción civil de naturaleza indemnizatoria, no aparece claro quien
sería el titular de la misma, ¿lo será la víctima que se ve perjudica-
da por el fracaso de la investigación derivado de un rompimiento
en la cadena de custodia?, ¿lo será el imputado, toda vez que por
la intervención inapropiada de un tercero llamado a manipular la
evidencia, éste impide, dificulta o imposibilita la presentación de un
eventual medio probatorio de descargo?
Con todo, el tema de la responsabilidad frente a la observan-
cia de la cadena de custodia, entendida como este sistema de
registro, control y conservación de las evidencias que garantiza su
inalterabilidad, no se soluciona con la tipificación de una conducta
que atente, directa o indirectamente, contra las evidencias – el bien
jurídico protegido para el artículo mencionado lo constituye el
orden y seguridad públicos– sino más bien por una medida de
carácter educativo. Recordemos que en el ámbito delictual no
basta la mera infracción formal de un precepto, es menester que de
aquella infracción surja una efectiva lesión o puesta en peligro de
un derecho cuya conservación resulte necesaria desde el punto de
vista de los intereses del individuo, circunstancia que justificaría la
intervención punitiva del Estado. Entonces, la medida más adecua-
da pasa por preparar a los fiscales en sus nuevos roles de custodios
de evidencias que, como es propio de cada ciencia, desconocen su
correcta manipulación. O ¿es que los abogados aprehendemos en
las facultades de derecho que la sangre debe conservarse refrigera-
da a temperatura de entre 2 y 8 grados celsius y jamás congelarse
dado que el congelamiento produce hielo dentro de los tejidos que,
posteriormente deshielados, rompe las estructuras parenquimato-
sas, alterando su análisis microscópico?. No cabe duda de que el
gran soporte para la correcta conservación de las evidencias lo
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 57
constituirán los propios peritos en su calidad de expertos en las
ciencias que profesan y que se reúnen en una investigación penal.
Sin embargo, para el hallazgo de las evidencias in situ el Fiscal
debiera manejar nociones básicas orientadas por sobre todo a la
prevención de manipulaciones incorrectas que alteren o contami-
nen las evidencias, especialmente en el caso de muestras orgánicas
tan sensibles a la transferencia. No olvidemos que la cadena de
custodia principia con el hallazgo de las evidencias, por lo que un
error al inicio de la investigación penal puede invalidar todo lo que
de esa actuación equívoca derive.
III. CAPÍTULO SEGUNDO:
FORMA DE CONTRIBUIR A LA CADENA DE CUSTODIA
1. Protección y Fijación de las Evidencias18: Trabajo en el Sitio
del Suceso
Como se mencionó en el párrafo destinado a los Instructivos Ge-
nerales emanados del Fiscal Nacional del Ministerio Público19, la
medida de resguardo del sitio del suceso le corresponde imperati-
vamente al primer funcionario de las policías que se constituya en
el sitio del suceso, quien, de acuerdo a las características del lugar,
organizará su protección a través de su clausura, cuando sea este
un sitio cerrado, o aislamiento mediante cintas de polietileno, con
cuerdas, personal policial, o cualquier otro medio idóneo, tratán-
dose de un lugar abierto.
Entiéndase por lugar de los hechos el sitio donde acaeció el
suceso o se omitió una acción y el recorrido que los protagonistas
del crimen hayan realizado para su comisión, desenvolvimiento,
consumación y ocultamiento20.
La protección de la escena del delito tiene por objeto impedir
el acceso de curiosos u otra persona ajena que no esté autorizada
por el Fiscal instructor, incluso del propio personal policial, como
asimismo de animales y otros medios que lo puedan alterar, dañar,
destruir o contaminar la evidencia.
18
ETCHEBERRY BAQUEDANO, ALBERTO. Mayor de Carabineros, Jefe Depto. de
Criminalística, Dirección de Orden y Seguridad, Dirección de Investigación
Delictual y Drogas, “Manual Cadena de Custodia y Tratamiento de Eviden-
cias, Carabineros de Chile”, Santiago, 6 de Octubre del 2000.
19
Ver Capítulo Primero, párrafo 4° sobre Fundamentos Legales de la Cadena
de Custodia.
20
REYES CALDERÓN, JOSÉ ADOLFO. Tratado de Criminalística, –2ª ed.–,
México: Cárdenas editor y distribuidor, 2000, p. 17.
60 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Frecuentemente, la tarea investigativa policial y pericial se ve
entorpecida por la presencia en el sitio del suceso de un sin número
de personas que poco o nada tienen que ver con el trabajo en la
escena del crimen. Entre ellos se pueden mencionar policías de
diversas dependencias, jefes y personal subalterno, familiares de la
víctima, vecinos, periodistas. A todos ellos, el funcionario a cargo
de la protección del lugar o el oficial a cargo del equipo pericial
debe disuadirlos de ingresar al lugar.
Así entonces, la primera actitud debe ser de aislamiento total
y protección del lugar hasta la llegada de los expertos puesto que
las evidencias que puedan existir en el escenario delictivo constitu-
yen la realidad de lo que ha ocurrido en él y no se las debe desper-
diciar por falta de protección adecuada. Nada de lo observado en
el sitio del suceso debe ser considerado intranscendente mientras
no se pruebe tal circunstancia a través de la valoración que realice
el personal experto sobre la base de los métodos aplicados para el
análisis con rigor científico.
En la investigación de un hecho delictual, una mala protec-
ción del sitio del suceso y de las evidencias que en él existan puede
redundar, posteriormente, en beneficio para el delincuente pues,
entre otros aspectos, aumenta la posibilidad de que se produzcan
modificaciones en el lugar de los hechos que dificulten la investi-
gación policial y, con ello, permitir al hechor preparar mejor su
coartada o hacer desaparecer los indicios comprometedores que lo
relacionen con el hecho (lavar manchas de sangre en sus ropas o
cuerpo, sanar lesiones).
La evitación de la pérdida de tiempo en una investigación
mediante una correcta protección de los primeros signos del ilícito
debe ser un principio rector aplicable a todo trabajo en el sitio del
suceso pues, tal como lo señalara el destacado criminalístico Ed-
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 61
mund Locard: “En la investigación criminal, el tiempo que pasa
es la verdad que huye”.
Lo propicio sería circunscribir el sitio del suceso con una lí-
nea imaginaria o real que separe el lugar en dos zonas: zona inte-
rior que sería el perímetro dentro del cual es probable que existan
evidencias materiales del hecho a investigar, y la zona exterior que
corresponde a un sector de libre circulación y permanencia en el
cual deben agruparse los distintos especialistas llamados a interve-
nir, el resto del personal policial, el fiscal, etcétera. Bajo esta deli-
mitación, el funcionario policial que primero llegue al lugar debe
ingresar en la zona interior para así obtener una visión clara de los
hechos y verificar si los datos contenidos en la denuncia concuer-
dan con la realidad, debiendo posteriormente retirarse al sector
límite entre ambas zonas, evitando tocar los objetos, a la espera del
equipo experto. Al arribo de los especialistas, el funcionario poli-
cial deberá entregarles un panorama de lo apreciado en la zona
interior para que el oficial a cargo del equipo experto pueda orde-
nar el acceso de sus hombres al lugar21.
Tras esta correcta protección del sitio del suceso, y luego de
efectuar la respectiva inspección ocular, si existiera una persona
presumiblemente muerta deberá ser el médico del equipo experto
el primero en ingresar brevemente a la zona interior, para constatar
la ausencia de signos vitales, sin mover el cuerpo. El fotógrafo será
el segundo en ingresar a la zona interior para registrar con su
cámara el escenario tal y como fue hallado, con secuencias de
diferentes ángulos que enfoquen sistemáticamente los elementos
existentes que permitan ubicarlos correctamente para comprender,
posteriormente, la real composición del lugar y de sus hallazgos.
La fijación fotográfica de la escena del crimen busca reproducir
21
Ver Anexo N° 1.
62 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
con exactitud el lugar y cada uno de los elementos de prueba con
el propósito de garantizar su conservación en el tiempo. Para
cumplir su objetivo, siempre debiera quedar fotografiado al menos
lo siguiente: las áreas exteriores que circundan al lugar del hecho;
las vías de acceso tales como puertas, ventanas, caminos; el cadá-
ver como fue hallado, desde distintas perspectivas; la relación del
cadáver con los demás objetos que se encuentren en el lugar; cada
indicio o evidencia física que se encuentre y los pequeños detalles
del escenario. Su aplicación debe efectuarse siguiendo un orden
metodológico, con tomas de lo general a lo particular, de lo parti-
cular al detalle y del detalle al mínimo detalle.
Junto a la fijación fotográfica corresponde la descripción es-
crita –fijación narrativa– que requiere simplemente de papel y lápiz
y que se manifiesta mediante una anotación detallada y minuciosa
de las características del sitio del suceso y sus elementos asociados
(evidencias).
Otros medios de fijación pueden consistir en sistemas de re-
producción de imagen y sonido, como es el caso de video–filma-
ción.
El tercer experto en ingresar a la zona interior será el plani-
metrista a fin de efectuar la descripción planimétrica del sitio del
suceso, diligencia que nos permite reproducir, a través de un di-
bujo con medidas exactas levantadas in situ, el lugar de los hechos
y cada una de las evidencias que se encuentren en él. Este medio
de fijación, a diferencia de la fotografía, tiene la particularidad de
entregarnos medidas reales, requiriendo para su ejecución una hoja
de papel cuadriculado, lápiz y huinchas de medir.
La fijación adquiere relevancia en los casos en que el Fiscal
se encuentre imposibilitado de apersonarse en el sitio del suceso,
entonces, mediante esta actividad, podrá posteriormente tener una
idea más acabada de lo que se encontró en dicho lugar.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 63
Una vez realizada la fijación del sitio del suceso, quien debe in-
gresar a la zona interior es el médico criminalístico para efectuar el
examen externo del cadáver, debiendo consignar, entre otros aspectos,
las condiciones generales del lugar; la descripción del cadáver; su
posición de hallazgo; ropas que viste y su modo de vestirlas; signos de
violencia evidenciados por el cadáver; si la muerte se produjo en el
lugar del hallazgo o en otro sitio; si existen indicios de agresión sexual;
la data de muerte (tiempo transcurrido desde ocurrida la muerte hasta
que es hallado el cadáver); verificar la existencia de elementos en las
manos o cercanías inmediatas del occiso (medicamentos, armas) y
constatar la existencia de materiales orgánicos de interés criminalístico
para su estudio histopatológico. Paralelamente, mientras el médico
cumple su labor, el oficial a cargo del equipo pericial debe observar,
preguntar y escuchar para formarse una idea general del lugar. Así,
interiorizarse de los detalles es importante por que, por ejemplo, un
lugar en total orden habla, a priori, de que no habría existido lucha,
pudiendo llevar a pensar en muerte por intoxicación; o que la posición
incorrecta o inadecuada de las prendas en un cadáver puede significar
que pudo haber sido vestido luego de muerto, etcétera.
De ser necesario se requerirá la presencia de algún otro
miembro del equipo pericial quien podrá ingresar al lugar para
cumplir su cometido.
Finalmente, se procede al levantamiento, embalaje y rotulado
–recolección– de los elementos físicos de prueba siguiendo los
protocolos de tratamiento de evidencias que han establecido los
laboratorios de criminalística de las policías en Chile.
En cuanto a la recolección de las evidencias, tal y como se
señalará posteriormente, deben tomarse las precauciones necesa-
rias en atención a la naturaleza de los hallazgos, permitiendo con
ello su adecuada pericia, a lo que se puede agregar la prevención
de las habituales fallas en su levantamiento, como por ejemplo, la
64 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
entrega de insuficiente cantidad de muestra de la evidencia toda
vez que parte de la misma se va consumiendo en su análisis; la
entrega de evidencia sin un parámetro de comparación (así, de
recolectarse una muestra de cabello en la escena del crimen la cual
es entregada para ser examinada, debe acompañarse una muestra
testigo de la víctima, prueba indubitada, para su comparación) y la
negligencia en la protección de evidencias para evitar su contami-
nación puesto que, como se ha señalado, una evidencia no debe
tener contacto con otra evidencia u otro material contaminante22.
A continuación serán analizados algunos procedimientos que se
presentan de manera importante en aquellos ilícitos con resultado de
muerte.
2. Interrogantes Esenciales
De las pruebas circunstanciales indiciarias que son hechos que nos
permiten inferir lógicamente la existencia de otro, decimos que un
hecho es la suma de circunstancias y estas circunstancias son23: 1)
fácticas, referidas al establecimiento del género, la especie y la moda-
lidad delictiva; por ejemplo, si se está investigando una muerte vio-
lenta se podría hacer la siguiente deducción: el género es un delito
contra la vida, la especie sería un homicidio o un suicidio y, la modali-
dad delictiva se refiere a su comisión, por ejemplo con arma de fuego.
Las circunstancias fácticas corresponden a la interrogante ¿QUÉ?; 2)
personales, contienen los aspectos de las personas que intervinieron
en el hecho delictivo o sus participantes y corresponde a la interro-
gante ¿QUIÉN? o ¿QUIÉNES?; 3) temporales, que llevan consigo as-
pectos circunstanciales de tiempo, a saber, tiempo cronológico (se-
gundo, minuto, hora, día, mes, año de ocurrido el hecho), tiempo
22
Tte. AGUIRRE, HREPIC. Manual Básico de Investigación Criminalística, p. 85.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 65
geográfico o físico (estado del tiempo como lluvioso, claro, despeja-
do, húmedo, caliente, frío, etcétera) y el tiempo del hecho (anterior,
concomitante y posterior). Las circunstancias temporales correspon-
den a la pregunta ¿CUÁNDO? Se agregan a lo anterior las circunstan-
cias 4) locales que involucran los aspectos del lugar, a saber, la escena
del crimen, las vías de procedencia o acceso y las de salida u oculta-
miento. Estas circunstancias locativas tienen relación con la prueba
material, evidencia o indicios físicos, toda vez que será más fácil
deducir que es en la escena del crimen donde habrá mayor presencia
de objetos y rastros, sin descartar que también los habrá en las rutas de
acceso, salida y ocultamiento. Estas circunstancias corresponden a la
interrogante ¿DÓNDE?; 5) modales, referidas a los aspectos circuns-
tanciales del modo como ocurrió el hecho de acuerdo a su manera de
ejecución, corresponden a la pregunta ¿CÓMO?; por último, 6) moti-
vadoras o causales, que nos hablan del móvil del hecho, siendo de
variada naturaleza, por ejemplo, la necesidad, la pasión, la venganza,
etcétera. Bien sabido es que todo hecho tiene una razón, y de no
haberla nos encontramos frente al imposible jurídico penal –inimputa-
ble que comete el hecho sin motivo alguno– escapando del derecho
penal. Las circunstancias motivadoras son de naturaleza subjetiva, aún
cuando al ejecutar el hecho pasan a ser objetivas y su comprobación es
el máximo interés probatorio de un proceso penal, pues es allí donde
se derivará la declaración de culpabilidad o inculpabilidad del autor.
Las circunstancias motivadoras corresponden a la interrogante ¿POR
QUÉ?
Considerando así las circunstancias indiciarias, a continua-
ción se señalan las interrogantes esenciales24 que se deben plantear
23
REYES CALDERÓN, JOSÉ ADOLFO. Tratado de Criminalística, –2ª ed.–,
México: Cárdenas editor y distribuidor, 2000, p. 31 y ss.
24
Tte. AGUIRRE, HREPIC. Manual Básico de Investigación Criminalística, p. 83.
66 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
frente a la ocurrencia de un ilícito con resultado de muerte, en la
misma escena del crimen:
¿QUÉ?
¿Qué delito se cometió?
¿Qué pasó?
¿Qué hechos cometió el sospechoso?
¿Qué saben los testigos acerca de los hechos?
¿Qué evidencia se obtuvo?
¿Qué instrumentos se emplearon?
¿Qué acción tomó el primer funcionario policial que llegó al lu-
gar?
¿Qué métodos de levantamiento de evidencias se emplearon?
¿Qué destino tuvieron esas evidencias?
¿CUÁNTO (a) ?
¿Cuánto daño ocurrió?
¿Cuánto de valor está faltando?
¿Cuánta habilidad se necesita para cometer el delito?
¿Cuánta información adicional se necesita para resolver el
crimen?
¿QUIÉN ?
¿Quién fue la víctima?
¿Quién denunció el delito?
¿Quién descubrió el crimen?
¿Quién fue el autor?
¿Quién tiene información relevante?
¿Quiénes son los parientes de la víctima?
¿Quién protegió la escena?
¿Quién está involucrado en la cadena de custodia?
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 67
¿CON QUIÉN?
¿Con quién se asocia el posible autor?
¿Con quién se asociaba la víctima?
¿Con quién fue vista la víctima por última vez?
¿Con quién cometió el crimen el sospechoso?
¿CUÁNDO?
¿Cuándo ocurrió el delito?
¿Cuándo se descubrió el delito?
¿Cuándo se le avisó a la policía?
¿Cuándo llegó la policía a la escena del crimen?
¿Cuándo fue detenido el sospechoso?
¿DÓNDE?
¿Dónde tuvo lugar el crimen?
¿Dónde estaba ubicada la víctima en la escena del crimen?
¿Dónde estaban ubicados los testigos en relación con la es-
cena del crimen?
¿Dónde fue visto el sospechoso por última vez?
¿Dónde vive el sospechoso?
¿Dónde está el sospechoso ahora?
¿Dónde se preservó la evidencia?
68 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
¿CÓMO?
¿Cómo ocurrió el crimen?
¿Cómo llegó el sospechoso a la escena del crimen?
¿Cómo salió el sospechoso de la escena del crimen?
¿Cómo obtuvo el sospechoso la información e instrumentos
necesarios para cometer el crimen?
¿POR QUÉ?
¿Por qué ocurrió el crimen?
¿Por qué se usaron armas?
¿Por qué no dieron los testigos toda la información que sa-
bían?
¿Por qué estaban los testigos tan deseosos de cooperar?
¿Por qué se utilizó determinado modus operandi?
¿Por qué hubo demora antes de reportar el crimen?
3. Estudio de las Evidencias en la Escena del Crimen
En el lugar de comisión de un ilícito con resultado de muerte, será
labor del personal pericial el detectar los rastros25, esto es, cual-
quier vestigio, perceptible o imperceptible que dejan las personas,
animales o cosas al cambiar de ubicación o al descomponerse. Los
rastros proceden de un acción determinada y son elementos indi-
cativos de ésta; por tanto, todo hecho tiene su rastro y determina-
dos hechos tienen sus rastros característicos. El rastro hallado en la
escena del crimen indica su realización; así por ejemplo, la presen-
cia de manchas de sangre nos llevará a pensar en una herida.
25
REYES CALDERÓN, JOSÉ ADOLFO. Tratado de Criminalística, –2ª ed.–,
México: Cárdenas editor y distribuidor, 2000, p. 69 y ss.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 69
La relación del rastro con el estudio criminalístico radica en
las diversas técnicas aplicables sobre éstos con fines investigativos
e identificativos, siendo su propósito el orientar el razonamiento
del investigador a fin de que le sea útil para elaborar un plan de
trabajo que le permita enfocar la investigación cuando se enfrenta
al hallazgo de cualquier rastro.
Dentro del conjunto de las pruebas judiciales, el rastro cons-
tituye un indicio al cual le son aplicables todas las reglas de la
relación causal y la inferencia lógica.
4. Tratamiento de las Evidencias
De acuerdo a lo expresado en las líneas precedentes, es funda-
mental que el personal policial que concurre al sitio del suceso
utilice las técnicas y tratamientos apropiados para el manejo de
evidencias que se encuentren en dicho lugar, con el firme propósito
de asegurar y garantizar la adecuada cadena de custodia, dando fe
a los resultados de las pericias que tienen por objeto acreditar el
hecho investigado.
La policía que concurre al sitio del suceso, en ningún caso
debe desechar evidencias por escasas que sean, sino por el contra-
rio, debe tener presente que una mala preservación o un levanta-
miento inadecuado de la misma, vienen a dificultar, incluso impo-
sibilitar, la tarea de los peritos de laboratorios.
Para el trabajo en el sitio del suceso, Carabineros de Chile26
ha establecido una metodología estricta que debe ser observada
por el equipo policial experto y de la cual hemos extraído algunas
técnicas que nos parecen interesantes de exponer.
26
Manual Cadena de Custodia y Tratamiento de Evidencias, Carabineros de
Chile. Santiago, 6 de octubre del 2000.
70 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
4.1. Normas de bioseguridad
Considerando la naturaleza de las evidencias biológicas que pue-
den provocar contagio hacia el personal manipulador y de éste
hacia ellas, es que se ha estimado conveniente incorporar medidas
básicas de protección o resguardo que se deben adoptar antes de
proceder a su tratamiento directo.
Así, al proceder a la manipulación, levantamiento y embalaje de
evidencias de tipo orgánico y particularmente inorgánico, el funciona-
rio policial debe cumplir las siguientes normas de seguridad personal:
uso de guantes de goma tipo quirúrgico; uso de mascarilla; uso de
lentes de protección; uso de traje antiputrefacción, entre otras.
4.2. Descripción de las evidencias
En el caso de manchas o residuos biológicos (evidencias orgáni-
cas) como semen, sangre, y en general muestras que deban ser
removidas de pisos, paredes, colchones, muebles u otros soportes,
deberá anotarse el color, forma, aspecto, cantidad, diámetro,
longitud, ancho y otras características que describan las particula-
ridades físicas de la muestra en la escena del crimen, datos que
serán de relevancia para su posterior análisis en el laboratorio.
4.3. Levantamiento de evidencias
Una vez que las evidencias han sido fijadas y descritas, en su tras-
lado a los laboratorios respectivos deben guardarse ciertas formas
que impidan su alteración. Su acondicionamiento para el levanta-
miento y remisión debe hacerse tomando en cuenta las característi-
cas del elemento, procediendo de acuerdo a los métodos que a
continuación se detallan.
De acuerdo a la experiencia policial-pericial, los hallazgos más
frecuentes en la escena de un crimen con resultado de muerte son:
− Impresiones digitales.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 71
− Huellas de pisadas y/o neumáticos.
− Huellas de arrastre.
− Manchas de sangre.
− Manchas de semen.
− Pelos y fibras.
− Armas de fuego.
− Armas blancas, etcétera.
De todos los indicios más comunes, se analizan a continuación los de
mayor relevancia pericial, dada la información que de ellos se puede
obtener como un invaluable aporte científico a la investigación penal.
a) Manchas de Sangre
Las manchas de sangre se detectan con facilidad, especialmente,
cuando se presentan relativamente frescas, en forma de salpicadu-
ras, charcos, regueros por escurrimiento, por contacto (impresio-
nes digitales de manos y pies) o impregnada en tejidos27.
El color de la sangre puede variar de un color rojo brillante a
un castaño opaco, dependiendo de la antigüedad de la mancha.
Hay manchas que por su aspecto pueden parecer sangre, tales
como ciertos alimentos, pinturas y óxidos metálicos, pero, ante la
duda es recomendable levantar siempre la muestra y en los análisis
de laboratorio determinar su verdadera naturaleza.
Para su almacenamiento deben utilizarse envases limpios con
tapa hermética (en nuestro país se utiliza el tubo de Khan), de
tamaño proporcional a la muestra que se levante, requiriendo
tantos envases como se necesite para cada muestra y debidamente
rotulando cada uno a fin de permitir su identificación y con ello dar
inicio a la cadena de custodia.
27
Tte. AGUIRRE, HREPIC, Manual Básico de Investigación Criminalística, p. 255.
72 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
La sangre liquida, no coagulada, se levanta con una jeringa
sin aguja o empleando una pipeta Pasteur, sin dejar cámara de aire
dentro de ella ni transvasarla a otro contenedor.
Otra forma de levantar sangre líquida es colocando sobre la
mancha un trozo de género limpio de color blanco –ya que el pig-
mento del género puede alterar las reacciones de tipificación de grupo
sanguíneo– sujeto mediante una pinza (no debe utilizarse algodón para
este levantamiento ya que desprende fibras que pueden interferir con
los resultados28) o mediante el empleo de papel filtro.
Levantamiento de sangre líquida
28
Dr. LAGUENS, MARTÍN R. La Evidencia Médico Legal en Delitos contra las
Personas y Muertes Violentas. La Plata: Imprenta del Poder Judicial de la Provin-
cia de Buenos Aires, marzo de 2000, p. 53 y ss.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 73
Una vez saturado el genero o el papel con sangre, se retira y se
coloca en un tubo de ensayo o en una cápsula de Petri, sin tapar,
para permitir que el género o papel se seque, a la sombra, a tempe-
ratura ambiente. Una vez seco en el tubo o cápsula, se sella ade-
cuadamente.
La mancha de sangre levantada conserva su idoneidad para
su análisis alrededor de treinta días si es conservada con anticoa-
gulante en refrigeración de entre dos a ocho grados celsius. De ser
conservada con suero fisiológico, la muestra sólo puede mantener-
se hasta por 72 horas.
Si las manchas de sangre se encuentran en ropas o telas, de-
be embalarse la prenda prensada entre dos cartones atados con
hilo, simulando una carpeta, repitiéndose por separado para cada
prenda29.
En otros soportes de fácil manipulación, debe remitirse el
mismo con la mancha herméticamente envuelta en papel o cartón,
siempre que la muestra se encuentre seca.
En el caso de que la sangre se encuentre seca sobre una su-
perficie no transportable se pueden realizar dos pasos, uno: raspar
la superficie contenedora de dicha sangre con una hoja nueva de
bisturí, depositando los restos en un tubo de ensayo o cápsula de
Petri o, simplemente humedeciendo escasamente dicha sangre con
suero fisiológico (no debe utilizarse agua corriente por la contami-
nación bacteriana que de ella proviene, ni alcohol, ni formol, por la
desnaturalización de proteínas que producen30) para, posterior-
mente, mediante el empleo de papel filtro, absorberla dejándola
secar antes de embalarla.
29
Dr. LAGUENS, MARTÍN R. La Evidencia Médico Legal en Delitos contra las
Personas y Muertes Violentas. La Plata: Imprenta del Poder Judicial de la
Provincia de Buenos Aires: La Plata, marzo de 2000, p. 54.
30
Ibid.
74 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Todo objeto transportable que presente manchas sospecho-
sas deberá ser enviado, en un contenedor que evite el roce o fric-
ción, tomando la precaución que dichas manchas sequen a tempe-
ratura ambiente antes de ser embaladas.
Frente al hallazgo de este tipo de evidencias las interrogantes
periciales que se pueden plantear son: determinar si la mancha
corresponde efectivamente a sangre u otra sustancia (mediante el
mecanismo de reacción de orientación que aplica bencidina y agua
oxigenada y cuya reacción positiva se traduce en la visualización
de un color azul); si la mancha es efectivamente sangre (recurrien-
do a las reacciones de certeza con observación al microscopio),
establecer si es de origen humano o animal (los únicos tipos de
sangre que pueden dar resultados iguales a los de la sangre huma-
na– reacción cruzada o falso positivo– corresponden al tipo de
sangre del gato y al de los monos antropoides31); de ser sangre
humana, determinar su grupo sanguíneo (mediante la absorción-
elusión si la muestra se encuentra seca o por aglutinación directa si
se encuentra en estado líquido) y, acreditar la identidad de una
persona, mediante la técnica de ADN. Todo lo anterior, siempre y
cuando el volumen de la muestra permita dichas pericias (se re-
quiere de a lo menos 0.5 ml que corresponde aproximadamente a
10 gotas de sangre líquida o 3 cm por 1 cm si se encuentra seca).
Las causas de resultados negativos falsos en el estudio de
muestras de sangre son, entre muchas, la putrefacción por efecto
de bacterias sobre manchas de sangre húmedas que la temperatura
ambiente acelera. Las bacterias destruyen las moléculas proteicas
que conforman los antígenos de los sistemas de grupos sanguíneos,
31
Dr. LAGUENS, MARTÍN R. Patología Forense para el Hombre de Derecho.
Texto de Patología Forense destinado a Jueces, Funcionarios y Profesionales
del Derecho en el Fuero Penal, La Plata: Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Buenos Aires, p. 113.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 75
imposibilitando detectarlos. Por otra parte, la putrefacción puede
provocar resultados positivos falsos para la determinación de
grupo sanguíneo sin que éstos sean reales. Las bacterias hacen
variar la composición del grupo de modo tal que lo que es propio
de un determinado grupo ahora es reconocido positivo por reacti-
vos específicos para otro grupo sanguíneo debido a la contamina-
ción de bacterias en la mancha de sangre.
Se agrega otra forma de contaminación, como es la de pro-
ductos minerales pulvurulentos o con tierra, que induce a resulta-
dos erróneos con el uso de algunas técnicas (absorción-inhibición
de la aglutinación) mientras que con otras técnicas la distorsión no
se presenta (absorción-elusión).
Para evitar la obtención de falsos resultados (positivos y ne-
gativos) es necesario establecer medidas que eviten la putrefacción
de la muestra de sangre, mediante la mantención de dicha muestra
seca conservada en refrigeración de 4 grados aproximadamente.
Las limitaciones de los exámenes de sangre vienen dadas por
la imposibilidad de determinar, de modo concluyente, la data de la
mancha de sangre y la raza de la persona de la cual proviene.
Tampoco es posible establecer, mediante las técnicas serológicas
convencionales (determinación de grupo sanguíneo), que la mues-
tra de sangre humana proviene de una persona específica32.
b) Manchas de Semen
El semen está constituido por dos elementos: el líquido seminal y
las células que flotan en él que son, en su mayoría, espermatozoi-
des, junto a algunas células inmaduras precursoras de éstos, a
32
FEDERAL BUREAU OF INVESTIGATION, FBI. Manual de Ciencias Forenses.
Departamento de Justicia de los Estados Unidos, 1999, p. 37.
76 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
saber, células epiteliales descamadas de los conductos excretores
del testículo y algunos glóbulos blancos33.
Este tipo de evidencia se encuentra asociada normalmente a
delitos sexuales. Por ello, esta especie de fluido es detectada con
frecuencia en prendas de vestir tanto de la víctima como del agre-
sor. Normalmente será en la ropa interior como también en el lugar
donde se consumó la agresión sexual (ropas de cama, alfombras,
pisos, interior de automóviles).
Sobre materiales absorbentes, las manchas de semen gene-
ralmente presentan un color grisáceo que se hace amarillento con
el tiempo. Si a su vez el material es flexible (como la tela), el se-
men adquiere una consistencia apergaminada al tacto.
Los objetos transportables como prendas de vestir, ropas de
camas, restos de papel higiénico, etcétera, deben colocarse cuida-
dosamente en bolsas de papel, en forma separada, tomando la
precaución que dichas evidencias se encuentren secas pues, de lo
contrario, se deben dejar secar a temperatura ambiente y nunca en
forma directa al sol o por algún artefacto que irradie calor toda vez
que, como se ha mencionado en el caso de las muestras de sangre,
el exceso de temperatura acelera la proliferación de hongos y
bacterias que contaminan la evidencia.
Puede ocurrir que las manchas de semen se encuentren mez-
cladas con sangre o materia fecal. En estos casos, igualmente debe
asegurarse que las mismas se encuentren secas previas a su emba-
laje.
Si las manchas se encuentran sobre un soporte no transpor-
table, formando una costra o escama brillosa, se procede a rasparla
33
Dr. LAGUENS, MARTÍN R. Patología Forense para el Hombre de Derecho.
Texto de Patología Forense destinado a Jueces, Funcionarios y Profesionales
del Derecho en el Fuero Penal. La Plata: Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Buenos Aires, p. 115.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 77
cuidadosamente con una hoja nueva de bisturí, y una vez obtenida,
se deposita en un tubo de ensayo. Si la superficie que la contiene
es absorbente y no transportable, se procede a cortar el área que la
contiene para luego embalarla si está seca o secarla a temperatura
ambiente. En este caso, debe además levantarse una pieza del
soporte que se encuentre libre de todo residuo para tenerla como
muestra testigo.
Este tipo de evidencia es rotulada siguiendo el mismo procedi-
miento de registro inherente a todo tipo de evidencia, acompañando al
contenedor el respectivo formulario de cadena de custodia.
Respecto al traslado, si las evidencias de semen se encuen-
tran líquidas y no pueden ser remitidas en un corto plazo (los
espermatozoides no sobreviven más allá de las 48 horas), deben
mantenerse refrigeradas entre 2° a 8° celsius; de lo contrario, el
traslado debe realizarse una vez seca la muestra a temperatura
ambiente.
La fragilidad de este tipo de evidencia no debe provocar que
se deseche su levantamiento puesto que, aún cuando no se pueda
pesquisar semen si podría permitir el hallazgo de otros indicios
asociados, tales como la presencia de células epiteliales masculinas,
evidencias más resistentes a la destrucción bacteriana y que per-
miten determinar el sexo de la persona y su identidad en caso de
contar con muestra testigo que permita el cotejo.
La cantidad requerida que permite un análisis de este tipo de
evidencias es de 3 gotas en forma líquida o de 2 cm por 1 cm si se
encuentra seca.
Las interrogantes periciales mínimas que dicha evidencia debe
provocar se traducen en: determinar si las manchas corresponden a
semen u otra sustancia (mediante una exposición del material a la luz
ultravioleta: reacción luminiscente); determinar la especie (semen de
origen humano o animal, cuya diferencia es sutil); si la mancha es de
78 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
semen, establecer la presencia de a lo menos un espermatozoide
completo, para que de esta forma se puedan observar características
morfológicas del mismo al microscopio (no todos lo espermatozoides
poseen igual morfología y esto, tanto entre diferentes hombres como
para el mismo individuo, existiendo tipos celulares con diversos rasgos
anormales, a saber, los amorfos, los de cola arrollada, los de cabeza
duplicada, los de cabeza grande, los de cabeza oval, entre otras, por lo
que el estudio morfológico de los espermatozoides no es concluyente
en sí34) y, determinar la identidad físico-humana mediante la aplicación
de la técnica del ADN.
En algunas ocasiones, el semen se mezcla con orina o fluidos
vaginales de la víctima, lo que dificulta la interpretación de pruebas
de agrupación toda vez que las substancias relacionadas con el
grupo sanguíneo provenientes de los fluidos corporales de la víc-
tima pueden ocultar las substancias relacionadas con el grupo
sanguíneo presentes en el semen35.
e) Pelos y Fibras
Normalmente en los sitios del suceso se produce una transferencia
de este tipo de evidencias desde el autor a la escena del crimen, de
manera natural producto de la evolución constante del ser humano.
Este tipo de evidencias pueden estar asociadas a actividades de
violencia o de defensa, donde se encontrarán pelos (de origen
animal) o fibras (material sintético) tanto en el piso, lugar de con-
sumación del delito, como en las prendas íntimas de vestir de la
víctima y del agresor.
34
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, Manual de Laboratorio de la OMS
para el Examen del Semen Humano y de la Interacción entre el Semen y el
Moco Cervical. Ed. Médica Panamericana, 1987, p. 16 y ss.
35
FEDERAL BUREAU OF INVESTIGATION, FBI. Manual de Ciencias Forenses,
Departamento de Justicia de los Estados Unidos, 1999, p. 42.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 79
Los pelos poseen una escasa actividad metabólica, constitu-
yendo uno de los mejores reservorios de drogas del cuerpo en
tanto no sean cortados (esta acción provoca que el canal medular
quede abierto al exterior, impidiendo el almacenaje), pasando a ser
un elemento fundamental para la realización de peritajes toxicoló-
gicos; de allí la importancia en el levantamiento de dichas eviden-
cias.
Estos hallazgos deben ser levantados con pinzas sin punta o
algún objeto que no los destruya y, posteriormente, ser deposita-
dos en tubos de ensayo o en sobres de papel. Debe tenerse pre-
sente que el pelo tiene la particularidad de absorber olores, por lo
que se debe poner especial cuidado de mantenerlo en un recipiente
impermeable y completamente libre de olores.
Lo antes descrito para las evidencias de pelo se realiza para
el hallazgo de fibras cuya procedencia puede ser múltiple (ropas,
alfombras, vegetales, etcétera). Aún cuando la información que se
determina a partir del análisis de fibras no constituye prueba feha-
ciente, constituye una prueba circunstancial.
Con relación a las interrogantes periciales sobre las muestras
de pelo, éstas apuntan a: determinar su especie (origen humano o
animal); de ser de origen animal humano, establecer la región
anatómica de la cual procede mediante el estudio morfológico de
la muestra; determinar las características morfológicas que pre-
senta; establecer si efectivamente corresponden a pelos o fibras y,
determinar el tipo de fibra de que se trata.
Para que el estudio del pelo tenga valor forense se requiere
tener una muestra testigo (conocida) para efectuar un cotejo entre
ambas muestras a fin de comparar similitudes. A través del examen
de pelos se puede llegar, incluso, a determinar el grupo sanguíneo
de un individuo, requiriendo que los pelos conserven su bulbo
(zona de crecimiento del pelo) que contiene la sustancias (antíge-
80 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
nos) que caracterizan cada grupo sanguíneo. Esta pericia, sumada
al estudio de la morfología del pelo, permite reducir el universo de
individuos que comparten las mismas características de pelo. Así
por ejemplo, si de cien sujetos veinte presentan similitud morfoló-
gica en sus pelos con el pelo subpericia, se reduce dicha cantidad
al grupo de sujetos que tengan el mismo grupo sanguíneo del pelo
subpericia. Si el pelo subpericia es de grupo sanguíneo A, la expre-
sión de este grupo en nuestro país es del veinte por ciento, por lo
que el universo de sujetos se disminuye en igual porcentaje, es
decir a cuatro individuos de los veinte inicialmente semejantes36.
Además, de existir el bulbo completo en a lo menos diez pe-
los, se puede efectuar la determinación identificatoria mediante la
aplicación de la técnica de ADN.
Otros estudios del pelo pueden estar destinados a determinar
si el pelo subpericia pertenece o no a una persona de sexo femeni-
no a través de signos particulares que sólo aparecen en células
femeninas, a saber, la cromatina sexual, expresión morfológica de
uno de los dos cromosomas sexuales de la mujer. En el hombre no
aparece. Para la realización de esta pericia también se requiere que
el pelo cuente con su bulbo, con la limitación de existir una de
cada cinco mil mujeres sin cromatina sexual (Síndrome de Turner)
y, en el caso de los hombres uno de cada quinientos tiene cromati-
na sexual (Síndrome de Klinefelter).
36
Dr. LAGUENS, MARTÍN R. Patología Forense para el Hombre de Derecho.
Texto de Patología Forense destinado a Jueces, Funcionarios y Profesionales
del Derecho en el Fuero Penal. La Plata: Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Buenos Aires, p. 101.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 81
d) Uñas y Material Subungueal
La velocidad de crecimiento de la uña es, a partir de su base, de
seis meses hasta la porción distal. Esto implica que una lesión
producida en la base ungueal permanece seis meses en la uña hasta
ser eliminada por el crecimiento.
El estudio del material en el lecho subungueal (por debajo de
la uña) puede aportar datos relevantes a una investigación criminal.
Así, si se detectan porciones de tejidos vivos (en caso de lucha, en
los que se debe determinar si pertenecen a la víctima, victimario o
un tercero) se puede, en ellos, determinar grupos sanguíneos,
expresión de antígenos de histocompatibilidad y polimorfismos de
ADN. Mediante técnicas similares a las utilizadas para los pelos.
e) Huellas y señales especiales
En la ocurrencia de un delito también se pueden encontrar señales
de la identidad del hecho sobre objetos que se ubican en el sitio del
suceso. El hallazgo de indicios o evidencias de huellas de pisadas,
de herramientas, digitales, visibles o latentes, pueden constituir una
valiosa información para el esclarecimiento de las circunstancias
del delito y de la persona del delincuente. Por ello es importante
consignar y recolectar estos hallazgos dadas las posibilidades de
prueba que de ellos derivan.
Para el levantamiento de este tipo de indicios se requiere de
numerosos instrumentos de apoyo, a saber, maletín para el revelado de
huellas que debe contar con pinceles de fibra de vidrio, tijeras, polvos
reveladores mecánicos, cintas adhesivas, tinta litográfica, planchuela
metálica, rodillo de goma o caucho, tablilla de madera o acrílico, lupa
cuenta hilo y fichas individuales dactiloscópicas para la toma de impre-
siones dactilares; y un maletín Faurot para el levantamiento de huellas
bajo y sobre relieve que debe contener yeso, cera, silicona, azufre,
entre otros elementos. Todo el material utilizado en el trabajo de
82 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
recolección de este tipo de evidencias debe ser óptimo, absolutamente
limpio y desechable, es decir, emplearse una sola vez para evitar
contaminar la evidencia con restos de otros indicios.
Detectada una evidencia de esta naturaleza deberá ser inme-
diatamente protegida en forma llamativa para impedir su altera-
ción, destrucción o contaminación. Este tipo de hallazgo es espe-
cialmente vulnerable y difícil de observar, por lo que su protección
y levantamiento son procedimientos extremadamente rigurosos en
su ejecución. Por lo anterior, estos indicios requieren ser debida-
mente fotografiados antes de ser levantados para asegurar su
conservación e ilustración. Protegida y fijada la huella, se procede
a su descripción detallada, haciendo mención al lugar de hallazgo,
posición, dirección, cantidad, calidad, y tipo de soporte en que fue
encontrada.
Limitando el análisis a las huellas humanas, éstas pueden cla-
sificarse en:
Digitales (dedos)
Palmares (palmas de las manos)
Plantares (plantas de los pies).
Las principales características comunes a estos tipos de evidencia son:
su inmutabilidad, las crestas papilares, desde el nacimiento y hasta la
muerte de la persona, no cambian nunca, se desintegran sólo cuando
se presenta la putrefacción del cadáver. Si se quema la piel sin dañar la
dermis, las crestas papilares se regeneran y recobran sus características
originales; su inalterabilidad, permanecen iguales durante toda la vida
desde su formación, esto es, al cuarto mes de gestación; únicas, no
existe igualdad de crestas papilares entre personas, siendo diferentes
los dibujos digitales de los dedos de una persona en relación con otra y
las impresiones de los distintos dedos de una misma persona. Es una
regla absoluta que no tiene excepción: no hay dos huellas iguales.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 83
Cada uno de nosotros tenemos en nuestras manos diez dibujos digita-
les diferentes entre sí y a cualquier dibujo digital de cualquier dedo de
cualquier otra persona.
Estas huellas están compuestas, como se ha mencionado, por
las crestas papilares. Estas constituyen el conjunto de papilas dérmicas
compuestas de surcos interpapilares que forman un grupo de hileras
con igual o diferente dirección en la superficie epidérmica, confor-
mando relieves y surcos cutáneos de variedad infinita que se extienden
hasta el extremo de los dedos desde la planta, manos y pies. Las
crestas papilares tienen longitudes y ubicaciones muy distintas, las
cuales producen el real factor diferenciador de los individuos.
El estudio de las evidencias dactiloscópicas mediante el aná-
lisis de las imágenes obtenidas de impresiones dejadas por las
crestas papilares de los dedos se denomina dactiloscopia, método
que permite identificar a los individuos, incluso después de falleci-
dos hasta el momento en que la putrefacción lo hace impracticable.
Para el trabajo sobre las huellas dactilares latentes o invisi-
bles (que son la reproducción involuntaria que deja la yema de los
dedos en los diferentes soportes u objetos que se manipulan o
tocan), el recolector de evidencias debe hacerlas manifiestas al
exterior (es decir, revelarlas) para levantarlas y así preservarlas,
clasificarlas y compararlas. El revelado de la huella dactilar se
efectúa mediante la aplicación de polvos químicos que tienen la
particularidad de ser altamente hidroscópicos (gran afinidad a la
humedad), adhiriéndose a las zonas húmedas por efecto de la
transpiración. Los reactivos frecuentemente empleados son el
carbonato de plomo (polvo finísimo de color blanco) y el negro de
humo (polvo de intenso color negro), ambos usados en contraste
con el color de la superficie.
El procedimiento de revelado utiliza un pincel de fibra de vi-
drio o de pelo de camello, aplicando primeramente el reactivo
84 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
sobre la superficie en la que se presume existan huellas. El pincel
se desliza suavemente, sin presionar, sobre el área polvoreada. De
existir una huella, el pincel eliminará, por barrido suave, todo
reactivo que se encuentre alrededor de la huella, incluso entre los
surcos interpapilares.
A la superficie donde se encuentre una huella dactilar latente
se le denomina soporte, el cual, para ser idóneo, debe ser liso,
impermeable y de un tamaño adecuado para contener una huella
dactilar. En soportes móviles, tales como armas, botellas y simila-
res, las huellas reveladas y fijadas fotográficamente, se protegen
por medio de cintas adhesivas, transportando el soporte que la
contiene a los laboratorios para su análisis posterior.
Protección de huellas digitales visibles
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 85
Cuando el revelado de huellas se decide efectuar en las dependen-
cias de los laboratorios correspondientes, la manipulación para el
levantamiento de estos soportes móviles, en los cuales no se ha
protegido previamente las huellas, debe efectuarse siguiendo algu-
na de las siguientes recomendaciones. Tratándose de huellas la-
tentes en armas de fuego cortas (revólver, pistolas), éstas deben
levantarse del arco guardamonte o colocando los dedos en la boca
del cañón y la otra mano en el extremo inferior de la empuñadura.
Se eligen esas zonas de contacto para su levantamiento por cons-
tituir áreas en las cuales se presume no hay contacto; son formas
no habituales de tomar un arma, por lo que no se alterarían las
eventuales huellas que deja una corriente manipulación del obje-
to37.
Si las huellas latentes se sospechan en una botella, vaso o si-
milares, se debe levantar el soporte colocando las yemas de los
dedos en la boca del objeto y la otra mano sostiene el extremo
inferior. Al igual que en el caso del arma, para el levantamiento de
estos objetos se utilizan áreas en las cuales se presume no hubo
contacto involuntario con el objeto.
Para el traslado de soportes móviles, debe evitarse el roce o
fricción con el material envolvente; entonces, el embalaje, por
ejemplo, de armas de fuego cortas y armas blancas, debe consistir
en el depósito de éstos en una tabla o cartón, fijadas en dos puntos
con cuerdas que traspasen el cartón o tabla. Para el caso de bote-
llas, vasos o similares, se embalan en una caja de madera o cartón,
fijados por los extremos superior e inferior.
En soportes fijos, como puertas, muebles o estructuras de gran
volumen, las huellas reveladas son levantadas mediante el empleo de
papel adhesivo transparente. La operación consiste en cortar un trozo
37
Ver p. 92.
86 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
del papel adhesivo y colocarlo sobre la huella revelada, aplicando
presión sobre el adhesivo para lograr la completa extracción de la
huella cuando, posteriormente, se desprenda suavemente el adhesivo.
Este se pega sobre una pieza de vidrio o plástico, para quedar así la
huella protegida por ambos lados, toda vez que por un lado existe el
vidrio o plástico y, por el otro, el papel adhesivo.
Levantamiento de huellas digitales reveladas.
A diferencia de las huellas dactilares latentes, para el caso de en-
contrarse frente a huellas dactilares visibles (por ejemplo: si una per-
sona ha tenido las manos impregnadas con alguna sustancia de color)
no debe aplicarse polvos reveladores toda vez que la sustancia que
colorea la impresión digital absorbería completamente el polvo revela-
dor, formando una mezcla que haría desaparecer el indicio.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 87
Hallazgo de huellas digitales visibles en soporte móvil
Para su levantamiento, previa fijación fotográfica, se aplica el
procedimiento indicado para las huellas latentes en soportes móvi-
les. De existir la huella dactilar sobre un soporte fijo, sólo debe
fijarse fotográficamente utilizando una cámara Finger Print, ins-
88 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
trumento que permite obtener una fotografía de tamaño real, es
decir, en escala 1:1.
En cuanto al levantamiento de huellas dactilares desde un
cadáver, el recolector de evidencias se puede encontrar frente a
situaciones adversas para el óptimo manejo de las muestras. Es así
como, por ejemplo, el cadáver puede encontrarse con exceso de
presencia de arrugas. En este caso, el levantador de evidencias
debe inyectar agua o glicerina a la altura del pliegue hacia la papila
hasta que los dedos queden redondos para permitir con ello la
toma de impresión digital. Si el cadáver se encuentra en avanzado
estado de descomposición, se debe desprender la epidermis el dedo
desde la segunda falange, colocándolo en formol al 10 por ciento
hasta que se endurezca lo suficiente para la toma de impresión
dactilar. De faltar epidermis y sólo existiendo dermis, ésta se trata
como si fuera epidermis con técnicas normales pero con mayor
cuidado toda vez que las crestas papilares en la dermis son menos
pronunciadas. Si hay presencia de rigidez cadavérica al nivel de
imposibilitar la extensión de los dedos, el recolector de evidencias
debe cortar el dedo con escarpelo al nivel de la segunda falange. Si
el cadáver presenta desecación, se debe inyectar una solución de
hidróxido de sodio o potasio al 1 o al 3 por ciento para hidratar la
dermis y permitir la toma de impresión dactilar. Por último, si el
cadáver presenta sus dedos macerados, debe limpiárselos frotán-
dolos con bencina, alcohol o acetona para, luego de secos, tomar
la impresión correspondiente.
Cabe mencionar que en nuestro país contamos con un siste-
ma de archivo decadactilar, esto es, registro de los diez dedos de la
mano, basado en las permutas dactiloscópicas. Además, se rige por
una clasificación primaria sustentada por los cuatro tipos de cres-
tas papilares señalados por Juan Vucetich: el arco, la presilla inter-
na, la presilla externa y el verticilo.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 89
Las interrogantes periciales a plantear frente al hallazgo de
huellas dactilares serían: establecer la existencia de huellas dactila-
res latentes en los objetos o soportes levantados; clasificar las
huellas dactilares reveladas; cotejar y comparar las huellas levanta-
das con las fichas dactilares de sospechosos y; establecer la identi-
dad de él o los autores del hecho mediante las huellas levantadas.
f) Evidencias Balísticas
Dada la existencia de este tipo de evidencias en numerosos sitios
de suceso, la balística, como la ciencia que estudia el movimiento
de los proyectiles disparados por las armas de fuego, sus trayecto-
rias y los efectos que producen; constituye una disciplina de gran
importancia, toda vez que está orientada y aplicada a resolver los
hechos criminales o fortuitos en los que intervienen estas armas, de
acuerdo a criterios científicos y criminalísticos38.
La balística se puede dividir en: balística interior, que estu-
dia la estructura, mecanismo, funcionamiento, carga y técnica del
disparo del arma de fuego, hasta que el proyectil disparado aban-
dona la boca del cañón; a la balística exterior le corresponde el
estudio de la trayectoria del proyectil, desde que abandona la boca
del cañón del arma hasta que llega al blanco, considerando factores
como la gravedad, resistencia del aire y obstáculos que se le pue-
dan interponer.
Por último, la balística de efectos estudia las consecuencias
producidas por el proyectil desde que abandona la boca del cañón
del arma disparada, estos es; rebotes, choques, perforaciones,
etcétera, hasta el blanco u otro punto determinado por desviación
de la trayectoria.
38
Tte. AGUIRRE, HREPIC, Manual Básico de Investigación Criminalística, p. 203.
90 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
En relación con el objeto de estudio, nuestro Código Penal,
en su Libro II, bajo el Título II sobre los delitos contra la seguridad
interior del Estado, señala, en el artículo 132, qué se comprende
por arma, estableciendo que bajo esta denominación se debe en-
tender toda máquina, instrumento, utensilio u objeto cortante,
punzante o contundente que se haya tomado para matar, herir o
golpear, aún cuando no se haya hecho uso de él.
Con todo, las armas se pueden clasificar en:
− Armas Blancas.
− Armas de Fuego.
− Armas Explosivas.
− Otras Armas.
De esta clasificación, merece importancia detallar las armas de
fuego y, dentro de ellas, al armamento menor o armas portátiles, a
saber, ametralladoras, fusiles, pistolas, revólveres, y metralletas,
por ser las armas comúnmente empleadas en la ejecución de los
delitos en que las armas de fuego se encuentran involucradas.
El armamento menor, de acuerdo a sus características, se puede
subclasificar en: armas de fuego corta o de puño (revolver, pistola) y
armas de fuego largas (fusil, rifle, carabina, escopeta, subametrallado-
ra) según su alcance y longitud del cañón; armas de ánima lisa (esco-
peta) y armas de ánima rayada (revolver, fusil) según presenten o no
estrías en el interior del cañón; armas de carga simple (sólo pueden
contener un cartucho a colocar en la recámara, como en la escopeta) y
armas de carga múltiple (provista de un almacén o depósito para alojar
cierto número de cartuchos, los que se colocan en la recámara); armas
de doble acción (para cada disparo, se debe accionar por percusión el
disparador para que el percutor golpee el cartucho), armas de simple
acción (el martillo se prepara manualmente quedando en posición de
disparo), armas automáticas (aquellas que luego del primer disparo,
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 91
extraen la vaina, la expulsan, colocan un nuevo cartucho en la recáma-
ra, la obturan y arman el mecanismo de percusión, sin la manipulación
del tirador) y armas semiautomáticas (aquellas armas de fuego de
carga automática que sólo necesitan accionar el disparador para reali-
zar cada disparo); armas de proyectil múltiple (escopetas) y armas de
proyectil único (revolver y fusil) según la carga que disparan; y, final-
mente, armas de fuego típicas (de fabricación autorizada) y armas de
fuego atípicas (de fabricación casera).
i) En cuanto al trabajo en el sitio del suceso, el equipo policial que
primero se constituya en el lugar debe proceder según la metodo-
logía básica aplicable a toda escena de un crimen, esto es, protec-
ción, inspección y fijación. Luego de verificados estos pasos, se
debe comenzar con la tarea pericial propiamente tal, orientada a la
ubicación y recolección de las evidencias balísticas, destacándose
los siguientes aspectos:
Existencia de armas en el lugar. Mediante la búsqueda ex-
haustiva del arma empleada en la perpetración del delito, verifican-
do todos los posibles lugares que puedan servir para ocultarla (por
ejemplo, patio, bodega, estanque de baño, etcétera).
De ser localizada el arma, debe ser fijada fotográfica y pla-
nimétricamente. Su levantamiento debe efectuarse tomando el
arma desde aquellas áreas en las cuales no sea frecuente su mani-
pulación, para evitar dañar los indicios dactilares que en ella pudie-
sen existir.
El embalaje debe realizarse colocándola en una caja u otro
envase que la inmovilice para no alterar las evidencias que pueda
contener el arma, siendo sujeta desde aquellas partes no idóneas
para contener impresiones digitales.
92 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Levantamiento de un arma previo al revelado de
eventuales huellas que pueda contener
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 93
El rotulado, tal y como se ha mencionado para todo tipo de
evidencias levantadas del sitio del suceso, debe contener todos
aquellos datos necesarios que permitan relacionar la evidencia con
el hecho de que se trata y así permitir una correcta aplicación de la
cadena de custodia.
Frente al hallazgo de un arma, las interrogantes periciales
sobre esta evidencia son: si el arma ha sido disparada después del
último aseo; si el arma se encuentra en condiciones aptas para el
disparo; búsqueda de números de serie originales del arma; en caso
de encontrarse vainas en el cilindro, determinar si fueron dispara-
das por el arma levantada; si el arma remitida registra antecedentes
de participación en hechos anteriores; determinar la existencia y
naturaleza de las substancias adheridas al arma; revelar las huellas
digitales, entre otras.
De no ser hallada el arma, se debe analizar la evidencia que
sea encontrada.
ii) Vainas. Permiten establecer in situ el tipo de arma em-
pleada y su calibre (diámetro del cañón del arma que expresa, en
centésimos o milésimos de pulgada o en milímetros, indirectamente
el poder destructivo del arma en relación con la potencia de dispa-
ro aplicada).
iii) Proyectiles. Permiten establecer el calibre y tipo de arma
empleada.
Tanto las vainas como los proyectiles deben ser fijados pre-
vio a su levantamiento, en el contexto general y en detalle abar-
cando cada una de estas evidencias.
El levantamiento de las vainas debe efectuarse mediante pin-
zas de madera o metálicas recubiertas o con la yema de los dedos
enguantados, tomadas por sus extremos (boca y culote) para evitar
alterar los indicios que en ellas pudiesen existir.
94 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Los proyectiles son hallados generalmente entre las ropas del
occiso o incrustadas en alguna superficie. Para su levantamiento en
el primer caso, se debe proceder de igual modo que para las vai-
nas. De estar incrustados, debe extraerse el proyectil rompiendo
los alrededores del soporte sin dañar la evidencia. Los restos del
soporte adheridos al proyectil deben ser retirados por el perito
para evitar su daño.
Las vainas y proyectiles deben ser embalados en envases que
impidan su deformación o alteración. Estas evidencias deben ser
colocadas en un frasco posteriormente rellenado con algodón,
espuma o lana que evite el roce entre las evidencias, aislándolas de
los golpes que puedan sufrir.
Para el rotulado, se observan los principios generales ya se-
ñalados.
Frente al hallazgo de vainas, las interrogantes periciales son:
determinar el calibre; marca y origen; tipo de arma que la disparó;
precisar los elementos extraños que presente, etcétera.
Para los proyectiles, las interrogantes periciales son: deter-
minar el calibre, elementos que lo componen; tipo de arma que lo
disparó; comparación de proyectiles si se sabe el arma que lo
disparó basándose en el análisis microscópico de las marcas que el
arma deja en el proyectil, entre otras.
iv) Impactos de proyectiles. Una vez hallados deben ser desta-
cados mediante tiza de color, previo a su fijación. El proyectil incrus-
tado debe ser retirado de acuerdo a lo anteriormente señalado.
v) Rebotes de proyectil. Ocasionan mayor daño que un im-
pacto pues, generalmente chocan con la superficie de manera
lateral. Lo mismo ocurre en las lesiones corporales que presentan
un diámetro superior al de los proyectiles.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 95
Los impactos y rebotes de proyectil permiten establecer la tra-
yectoria recorrida por los proyectiles. Para ello, se deben unir los
puntos de orificio permitiendo establecer el rumbo del proyectil.
vi) Residuos químicos en ropas. Pueden indicar la distancia
del disparo, trayectoria, tipo de proyectil y otros antecedentes de
relevancia para la investigación balística.
La fijación de estos hallazgos debe efectuarse previo a mover
las ropas o el cuerpo de la víctima, desde su contexto general al
detalle que permita destacar las características particulares del
hallazgo, como lo son los orificios.
A simple vista, la característica del orificio del tejido permite
establecer la dirección del disparo que, de ser perpendicular a la
tela, las fibras aparecen casi cortadas. Si la posición del proyectil
con relación a la ropa presenta cierto ángulo, el orificio aparece
ovalado y las fibras presentan un corte o sección en bisel.
Si el disparo se ha efectuado a corta distancia, las fibras apare-
cen rotas, quemadas y manchadas por los gases de la combustión de la
pólvora. A mayor distancia crece el tamaño de la mancha, toda vez
que se van difuminando los gases, disminuyendo en su concentración.
Su levantamiento debe efectuarse con las manos enguanta-
das, cortando las ropas por sus coseduras si es necesario para su
recolección, evitando alterar los orificios, manchas de sangre o
huellas de interés criminalístico. De estar húmedas las prendas, se
aplica lo analizado para las manchas de sangre, esto es, dejar secar
las ropas al aire libre sin exponerlas a temperatura. Una vez secas
pueden embalarse colocando cada prenda en una bolsa de papel
con su respectivo rotulado.
Las principales interrogantes periciales que se pueden plan-
tear frente a este tipo de evidencias son: determinar si el disparo
fue a corta distancia (menor a 80 centímetros); determinar la tra-
yectoria intracorporal; tipo de proyectil empleado (plomo desnudo,
96 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
semiencamisado o encamisado, lo que indica si posee, total o
parcialmente, una recubierta de cobre); identificar sustancias im-
pregnadas en las prendas; determinar si el disparo es de tipo ho-
micida, suicida o accidental, entre otras.
Munición de plomo desnudo
Munición de plomo semidesnudo
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 97
Munición de plomo encamisado
Los patrones obtenidos se comparan con aquellos produci-
dos a diferentes distancias utilizando el arma sospechosa y muni-
ción similar a la utilizada en la comisión del delito, del mismo
origen. Es posible determinar la distancia desde la cual se efectúo
el disparo mediante el disparo del arma subpericia a diferentes
distancias utilizando el mismo tipo de munición hasta obtener el
mismo resultado cuantitativo o mediante el estudio de residuos
nitrados.
vii) Residuos de deflagración de la pólvora en las manos.
Cuando una persona dispara un arma, en sus manos pueden depo-
sitarse diversas cantidades de fulminante, cantidad que dependerá
del tipo, calibre y estado del arma de fuego, del tipo de munición y
de las condiciones ambientales al momento del disparo. Para su
respectivo análisis, se recomienda extraer residuos del sector de
los dedos índice, pulgar y mayor de la mano de quien haya mani-
pulado el arma de fuego. Se pueden recoger muestras residuales de
las manos de un sospechoso mediante cintas adhesivas y analizarlas
98 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
para detectar la presencia de los siguientes elementos químicos:
antimonio, bario y plomo (componentes de la carga fulminante).
Así por ejemplo, para detectar la presencia de bario, se coloca una
gota de solución acético glacial al veinticinco por ciento, aplicada
en la parte engomada de la cinta adhesiva, por diez minutos. Pasa-
do este tiempo, se agrega rodizonato de sodio al cero coma dos
por ciento. La presencia de sales de bario se revela por la aparición
inmediata del color rojo castaño. Para el plomo se aplica la misma
técnica y revelará su presencia mediante la aparición del color
violeta.
Con todo, transcurridas más de 6 horas desde el disparo, las
muestras tienen escaso valor.
5. Importancia de la Labor Pericial
La palabra “perito” se encuentra definida en la literatura como
aquella persona que, poseyendo conocimientos especiales de una
ciencia, arte u oficio, informa al juez bajo juramento sobre los
aspectos de un litigio que se vinculan con la materia de su especia-
lidad.
En el caso de los peritos, el hecho de que dispongan de un
conocimiento técnico especial los reviste de un rol fundamental
para la comprensión de ciertos hechos con relevancia jurídica,
constituyéndose en un importante auxiliar de la administración de
justicia. El rol del perito será la interpretación de una información
que exige un conocimiento especializado, para que explique sus
significados en términos comunes y exactos, dirigidos a generar la
convicción del tribunal, idea que es recogida por nuestra legisla-
ción procesal penal al señalar que se oirá informe de peritos cuan-
do para apreciar un hecho o circunstancia relevante fuere necesario
o conveniente conocimientos especiales de una ciencia, arte u
oficio.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 99
El artículo 237 del Código de Procedimiento Penal señala
que el informe pericial se entregará por escrito y su contenido
deberá ser el siguiente:
− Descripción de la persona u objeto periciado, del estado y
del modo en que se encuentre,
− relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas
y de su resultado,
− conclusiones que formule el perito conforme a lo anterior y a
los principios de su ciencia, arte u oficio.
En relación con la importancia de un buen trabajo pericial, los
peritos debieran tener sólo tres respuestas para magistrados o
fiscales: sí, no o puede ser. El problema se presenta en cómo
transmitir la información técnica especializada a una persona lega
en la materia. Los peritos constituyen los ojos del Juez o del Fiscal
al estar resolviendo lo que éstos no pueden entender, por lo que el
perito debe plasmar la información en un contexto mucho más
importante que en un informe técnico. De lo anterior resulta que a
menudo el Magistrado o Fiscal recurre a la consulta, además del
informe escrito que le sea presentado, las que pueden tener por
objeto la aclaración de conceptos técnicos o más allá de ello, como
por ejemplo, consultas sobre cómo dirigir la investigación en
cuanto a las pericias (¿qué hacer?, ¿qué no hacer?). A este escena-
rio se agrega otra exigencia para el perito –con el nuevo procedi-
miento penal– en el sentido de que deberá repetir todo lo anterior
en un juicio oral donde se deberá sostener una posición.
En cuanto al valor probatorio del informe pericial, el artículo
472 del Código de Procedimiento Penal señala que el dictamen de
dos peritos perfectamente acordes, que afirmen con seguridad la
existencia de un hecho que han observado o deducido con arreglo
a los principios de la ciencia, arte u oficio que profesan, podrá ser
considerado como prueba suficiente de la existencia de aquel
100 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
hecho, si dicho dictamen no estuviere contradicho por el de otro u
otros peritos.
Fuera de este caso, la fuerza probatoria de un informe peri-
cial será estimada por el juez como una presunción más o menos
fundada, según:
− La competencia de los peritos,
− La uniformidad o disconformidad de sus opiniones,
− Los principios científicos en que se apoyen,
− La concordancia de su aplicación con las leyes de la sana
lógica,
− Las demás pruebas y elementos de convicción que ofrezca el
proceso.
El Código Procesal Penal trata el informe de peritos en el párrafo
sexto del título III sobre el juicio oral, en su artículo 314 y siguien-
tes, articulados que establecen similares condiciones a las señala-
das anteriormente.
La nueva normativa recoge, en su artículo 314, el criterio del
antiguo Código, por lo que no existe innovación respecto a este
punto, es decir, procederá el informe de peritos siempre que para
apreciar un hecho o circunstancia relevante para la causa fueren
necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia,
arte u oficio.
Se destaca la incorporación del principio de la libertad de
prueba contenido en el artículo 295, el cual señala que todo hecho
y circunstancia pertinente para la adecuada solución de un caso
sometido a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier
medio producido e incorporado en conformidad a la ley. A esto se
agrega lo contenido en el artículo 314 precitado que contiene la
facultad de Ministerio Público y demás intervinientes para pre-
sentar informes elaborados por peritos de su confianza. Con esto,
ahora las partes intervinientes en el procedimiento gozan de liber-
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 101
tad en cuanto a quién designar como peritos y qué probar con los
informes periciales.
Ahora será el Fiscal instructor de la causa quien designe la
persona del perito, en atención a ser expertos de su confianza, sin
perjuicio de que el Tribunal de juicio oral en lo penal admitirá los
informes y citará a los peritos cuando considere que éstos y sus
informes otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalis-
mo (legitimación del perito).
El Ministerio Público también podrá presentar como peritos
a los miembros de los organismos técnicos pertenecientes a la
policía, al propio Ministerio Público o a otros organismos estata-
les especializados en tales funciones.
Sin perjuicio del deber de presentarse a declarar ante el tri-
bunal penal de juicio oral, el artículo 315 del Código Procesal
Penal reitera los mismos puntos considerados por la antigua legis-
lación para el contenido de los informes periciales.
En otro aspecto, el artículo 320 del Código Procesal Penal es-
tablece que, durante la etapa de investigación o en la audiencia de
preparación del juicio oral, los intervinientes en el procedimiento
podrán solicitar al juez de garantía que dicte instrucciones para que
sus peritos puedan acceder a examinar los objetos, documentos o
lugares a periciar, salvo que el juez considerare necesario postergarla
para proteger el éxito de la investigación. Con esta disposición, que
concede la facultad de periciar un mismo objeto por más de un ex-
perto y quizás para efectuar o reiterar la misma diligencia pericial, se
nos presenta el tema de la manipulación adecuada del objeto a peri-
ciar, esto es, sabiendo que cualquiera de las partes de un proceso
penal puede solicitar se realice la pericia o se reitere ésta por otro
experto, el primer perito que tenga acceso al objeto deberá agotar su
estudio con el celo que conlleva la posibilidad de tener que justificar,
por ejemplo, la destrucción inevitable o evitable del objeto debido a la
pericia, destrucción que impediría que otro perito pueda acceder al
102 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
examen del objeto periciado. Una inadecuada manipulación de las
eventuales evidencias puede acarrear responsabilidades que, con el
sistema de enjuiciamiento aún vigente, quedan relativamente diluidas
puesto que, si contrariamente se aplicara con mayor celo la función de
instrucción de la investigación penal, el juez instructor de la causa
podría hacer efectiva la responsabilidad de quienes manipulen inapro-
piadamente las eventuales evidencias. Es así como nuestro derecho
penal asimila la responsabilidad del perito a la de los jueces, cuando
los primeros actúan en forma pericial y con malicia. El artículo 227
numeral tercero del Código Penal, dentro del Título de los Crímenes y
Simples Delitos cometidos por Funcionarios Públicos en el desempeño
de su cargo, señala que se aplican las penas del delito de prevarica-
ción a los peritos que ejerciendo atribuciones derivadas de la ley, del
tribunal o del nombramiento de las partes, incurran en conductas
negligentes o maliciosas. Las sanciones para este delito van desde
inhabilitación absoluta perpetua para el desempeño de cargos u oficios
públicos, presidio o reclusión menores, suspensión del cargo o empleo
y multas de hasta veinte unidades tributarias mensuales.
A este respecto y en cuanto a la situación procesal del Servi-
cio Médico Legal, la responsabilidad del especialista forense como
funcionario del Servicio, queda entregada a las normas de carácter
penal sin perjuicio de las responsabilidades administrativas funcio-
narias que también le corresponden. Pero es el artículo 228, inciso
primero del Código Penal, la disposición aplicable para los funcio-
narios del referido Servicio que actúan como peritos médico-
legales, funcionarios que en virtud de la ley están facultados para
resolver los negocios sometidos a su conocimiento y cuya respon-
sabilidad deriva de dictar a sabiendas resoluciones o providencias
manifiestamente injustas, aún cuando éstas se deban a negligencia
o ignorancia inexcusables. Las sanciones que contempla esta dis-
posición consisten en la suspensión del empleo y multa de hasta
quince unidades tributarias mensuales.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 103
A la disposición del Código Penal se debe agregar la señalada
en el Reglamento Orgánico del Decreto N° 427, a saber, el artículo 6
de dicha normativa, el cual establece la responsabilidad personal del
perito forense por los informes que emita, esto debido a que, tal como
lo señala dicho articulado, “los médicos legistas y demás personal
técnico gozarán de la más absoluta autonomía en el estudio e inter-
pretación de las cuestiones que se sometan a su conocimiento, res-
pondiendo personalmente de los informes que emitan”.
En relación a este tema aparecen entonces las causas de nu-
lidad de una pericia39, causales de construcción doctrinaria, que
podríamos resumir en las siguientes:
La evidencia será aceptable sólo si cumple con los siguientes
requisitos:
a) Obtenida en forma legal: con autorización del juez ins-
tructor o del fiscal.
b) Relevante para el caso en cuestión.
c) Su cadena de custodia debe estar intacta y ser reconoci-
dos todos los pasos por los que atravesó la evidencia.
d) Debe ser evaluada por personal idóneo cuya opinión
pueda ser volcada a la causa.
e) No debe estar contaminada o inadecuadamente manipulada.
De infringirse uno de estos puntos se conllevaría a una nulidad de
la actividad pericial. El costo de lo anterior será la pérdida de
mucha evidencia sea que por insuficiente o por el transcurso del
tiempo lo que no permitirá repetir las pericias conducentes a un
buen informe. Esta conducta que atenta contra la evidencia válida
constituye no sólo un fracaso forense sino también un delito con-
templado por nuestra legislación en el Código Penal.
39
Dr. LAGUENS, MARTÍN R. La Evidencia Médico Legal en Delitos contra las
Personas y Muertes Violentas. La Plata: Imprenta del Poder Judicial de la
Provincia de Buenos Aires, marzo de 2000.
104 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
6. Formato de registro de cadena de custodia40
Como se expuso anteriormente, el Fiscal Nacional del Ministerio
Público ha señalado las consideraciones básicas que debe contener
el acta de registro y control de las evidencias, mediante los ins-
tructivos generales41, para la recolección y conservación de los
objetos relacionados con la comisión de un ilícito objeto de una
investigación penal. Sin embargo, en el presente libro se analizará
lo que ha sido la metodología policial frente a la recolección y
protección de las evidencias por ser esta instancia la que acumula
mayor experiencia frente a la cadena de custodia de dichos objetos.
Es así como en el caso de Carabineros de Chile, el formula-
rio de registro de cadena de custodia es un documento oficial
preestablecido y normado que tiene por objeto mantener adecua-
damente y de manera continua el registro del tratamiento al cual es
sometido un elemento de prueba desde el momento que es encon-
trado en el sitio del suceso hasta que es puesto a disposición de las
autoridades judiciales competentes.
Dicho documento ha sido manejado por esta institución policial
desde antiguo, por lo que goza de la experiencia necesaria en el em-
pleo de mecanismos adecuados de control y registro de las evidencias,
circunstancia que se verá en detalle cuando se analice el funciona-
miento de la Oficina de Custodia y Despacho de Carabineros de
Chile.
Considerando el objetivo perseguido por este formulario de
cadena de custodia, es conveniente tener en consideración los
siguientes planteamientos generales respecto a su aplicación:
− El registro de antecedentes debe ser efectuado por todos y cada
uno de los intervinientes por cuyas manos pase el elemento de
prueba y los documentos que lo acompañen.
40
Anexo Nº 2.
41
Ver Capítulo Primero, párrafo 4°, sobre Fundamentos Legales de la Cadena
de Custodia.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 105
− En el formulario deberá incorporarse de manera clara y
legible la información relativa a: el nombre de la institución u
organismo encargado de la custodia; la referencia a la auto-
ridad judicial que dispuso el trabajo en el sitio del suceso; la
fecha, hora y el lugar del trabajo; el procedimiento que da
origen a la investigación penal; la identidad del funcionario
que participa en el trabajo investigativo en la escena del cri-
men, sus datos personales y firma; la descripción, estado,
condición y ubicación del elemento de prueba y técnica em-
pleada en su manipulación y levantamiento, y los datos per-
sonales (nombre, apellidos y firma) del policía, experto o pe-
rito que entrega y del que recibe la evidencia.
− En el caso de que se requiera mayor espacio para escribir del
preestablecido en el formato, se deberá hacer mención de la
continuidad con la indicación “continúa al respaldo” y reiniciar
con la palabra “continuación”.
− Si existen o quedan espacios en blanco se deberán anular cada
renglón, a continuación de la última palabra del texto, con una
raya.
− Cuando existan referencias a cantidades, valores o cifras, se
expresarán en letras seguidas con el número correspondiente
entre paréntesis.
− El formulario de registro de cadena de custodia deberá ser
guardado, garantizando su seguridad y conservación.
7. Procedimiento frente a la cadena de custodia42
Con el propósito de que la cadena de custodia cumpla con su
finalidad de manera efectiva en el resguardo de los elementos o
42
ETCHEBERRY BAQUEDANO, ALBERTO. Mayor de Carabineros, Jefe Depto de
Criminalística, Dirección de Orden y Seguridad, Dirección de Investigación
Delictual y Drogas. Manual Cadena de Custodia y Tratamiento de Evidencias,
Carabineros de Chile. Santiago, 6 de octubre del 2000.
106 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
medios materiales de prueba, es preciso tener en cuenta las si-
guientes consideraciones:
− El jefe de laboratorio, jefes de cada área de especialidad o
encargado de practicar diligencias investigativas de manera
integral, debe conocer y actualizar los procedimientos de ca-
dena de custodia de acuerdo con la función que cumple.
− Los jefes de laboratorios y de unidades asociadas a la investiga-
ción criminal que cuenten con respaldo para el trabajo de trata-
miento de evidencias, deberán establecer indicadores de control
para garantizar la efectividad de la cadena de custodia.
− Se deberán crear mecanismos de coordinación y de comuni-
cación, a fin de realizar el seguimiento de los elementos de
prueba que requieren en su tratamiento de la participación de
dos o más laboratorios, con el objetivo de propender a la
respuesta integral y oportuna del caso.
− Evaluar permanentemente el servicio, creando para tal efecto
indicadores de efectividad por área o sección, lo cual permi-
tirá desarrollar e introducir mejoras en los procesos con ca-
dena de custodia en busca de la calidad total.
− La necesidad de establecer mecanismos de control sobre
procesos en: la ruta seguida por la muestra, documento y
elemento sujeto a la cadena; las personas responsables que
intervienen en la cadena de custodia; los procedimientos de
transferencia de custodia, tiempos de permanencia y sistemas
de seguridad de cada etapa.
En el marco de la cadena de custodia, para el investigador es
indispensable el auto-formularse las siguientes preguntas:
a) ¿Se encuentra el material identificado y/o marcado ade-
cuadamente?
b) ¿Los custodios han preservado adecuadamente las
muestras para evitar destrucción o contaminación?.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 107
c) ¿Se han descrito los cambios hechos en el formulario pa-
ra cada custodia?
d) ¿Está avalada la cadena de custodia mediante recibos in-
tercambiados en cada traspaso de custodia?
e) ¿Describen tales recibos adecuadamente el material, las
personas comprometidas y el momento de cambio de la
custodia?
“Actualmente la experiencia obtenida en países que cuentan con un
sistema procesal de corte acusatorio, han permitido dejar grandes
enseñanzas de como en determinados casos, muchos de ellos de
gran interés, se han perdido pruebas, o lo que es más preocupante,
han terminado en sendas acusaciones en contra de los responsa-
bles, por no cumplir o desconocer los procedimientos que se deben
seguir con la cadena de custodia. Por esta razón es imprescindible
que los organismos policiales definan y entreguen pautas necesa-
rias para el procedimiento que deben seguir los investigadores
criminalísticos y funcionarios policiales en relación al tema de la
cadena de custodia”43.
43
ETCHEBERRY BAQUEDANO, ALBERTO. Mayor de Carabineros, Jefe Depto de
Criminalística, Dirección de Orden y Seguridad, Dirección de Investigación
Delictual y Drogas, Manual Cadena de Custodia y Tratamiento de Evidencias,
Carabineros de Chile, Santiago, 6 de octubre del 2000, p 21.
IV. CAPÍTULO TERCERO:
PRINCIPALES INTERVINIENTES EN LA CADENA DE CUSTODIA
1. Servicio Medico Legal44 (SML)
El Servicio Médico Legal nace a comienzos del siglo XX. Con su
creación como servicio público y de obligatorio ejercicio, la peritación
médico-legal adopta su verdadera función que la convierte en un
factor insustituible para la administración de justicia. La organización y
planta actual del referido servicio se rigen según lo dispuesto en el
Decreto con Fuerza de Ley N° 7 de 1990 del Ministerio de Justicia,
que lo adecua a las normas señaladas en la Ley N° 18.575, sobre
Bases Generales de la Administración del Estado.
Este Servicio depende del Ministerio de Justicia y es, como
se ha mencionado, un órgano que asesora a los Tribunales de
Justicia en materias médico-legales.
En cuanto a su organización, regulada por el Decreto con
Fuerza de Ley N° 196, el Servicio Medico Legal comprende cua-
tro secciones, esto es, sección clínica; sección de tanatología; los
laboratorios y sección administrativa. Cada sección está a cargo de
un jefe que tiene jurisdicción nacional y de él dependen los profe-
sionales funcionarios respectivos.
A la Sección Clínica le corresponden todos los exámenes,
tales como los de lesiones, psiquiatría, enfermedades comunes,
accidentes del trabajo, enfermedades profesionales, sexología,
evaluación de incapacidades, paternidad, aborto, violaciones y
otros (artículo 9).
44
ROMO PIZARRO, OSVALDO. Peritación Médico-Legal, Informe del Perito
Forense. –1ª ed.– Editorial Jurídica de Chile, Noviembre de 1998.
110 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
En la Sección de Tanatología se practican las pericias en ca-
dáveres o restos humanos. De esta sección dependen las salas de
autopsias y sus anexos, museos médico-legales, laboratorio de
histopatología, cámaras de conservación y exposición y laborato-
rios de fotografía e identificación.
El Código de Procedimiento Penal, aún vigente en la Región
Metropolitana, reconoce al Servicio Médico Legal como órgano
pericial preferente y excluyente en el caso de los peritajes de au-
topsia. La disposición pertinente, contenida en el artículo 127 del
Código precitado, tiene su excepción en los lugares en que el
Servicio no estuviere instalado, cuestión que se ha tratado de
solucionar mediante el Plan de Regionalización del mismo es-
tructurado para estos efectos a contar del año de 1987, quedando
instalado el Servicio en todas las Regiones del país en el año 1989,
incluida la Antártica chilena. No obstante, aún quedan numerosas
ciudades donde el Servicio no atiende en plenitud la totalidad de
sus funciones, debiendo acudirse a los llamados peritos ad hoc, los
que no siempre detentan la idoneidad necesaria para la ejecución
de este tipo de peritajes.
En cuanto a la Sección de Dirección del Servicio Médico
Legal, una de sus funciones –además de dirigir y administrar el
Servicio– consiste en dictar las órdenes al Servicio e impartir las
instrucciones necesarias para su mejor funcionamiento, así como
adoptar las medidas que sean necesarias para la buena marcha del
mismo y dar cumplimiento a las leyes y reglamentos que digan
relación con este.
En lo referente al esclarecimiento de los delitos y al cumpli-
miento de las órdenes periciales, el Fiscal de la Corte Suprema es
quien tiene la supervigilancia de todo el Servicio Médico Legal y
de sus empleados, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 15 del
precitado Decreto.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 111
Todo profesional, pertenezca o no al Servicio Médico Legal,
que practique atenciones respecto de las cuales haya intervenido la
justicia o atienda pericias médico-legales en los hospitales u otros
establecimientos públicos o privados o en residencias particulares,
deberá expedir los correspondientes informes con sujeción a las
normas que rigen para los médicos legistas y a las instrucciones
generales que imparta el Director del Servicio Médico Legal, quien
velará por el cumplimiento de esta disposición.
En el Decreto N° 427, Reglamento Orgánico del Servicio
Médico Legal “Dr. Carlos Ybar” y de los servicios médico-legales
del país, se establece que el Servicio de la Región Metropolitana es
el establecimiento central de todos los Servicios Médico-Legales
del país, y, en consecuencia, dependen de él todos los médicos
legistas, las morgues y su personal.
El Servicio metropolitano tiene entonces la autoridad para
velar por que los procedimientos periciales que se practiquen por
los Servicios en regiones se ciñan a la ciencia del ramo y a las
normas generales que dicte este organismo, y es también el con-
sultor técnico en caso de inquietudes que se le presenten a los
tribunales o a los médicos legistas en materias médico-legales y
evacua, además, los informes periciales, toxicológicos y de labo-
ratorio que las morgues de provincias no puedan hacer.
El artículo 8 establece que los jefes de cada una de las sec-
ciones que integran el Servicio responden ante el Director del éste
de la efectividad de los exámenes y datos que sometan a su consi-
deración, y de la conveniencia, exactitud y veracidad del contenido
de los documentos que presenten para su firma.
Atendido entonces el funcionamiento y organización admi-
nistrativa del Servicio Médico Legal –información necesaria para
entender el manejo y custodia de las evidencias– a continuación se
112 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
analiza la reglamentación interna del Servicio para la cadena de
custodia.
Es el precitado Decreto N° 427 del año 1947 la normativa
que regula la recepción, mantención y emisión de informes sobre la
base del manejo de las evidencias recepcionadas por el Servicio.
Sin embargo, no existe hasta la fecha una regulación explícita y
especial en cuanto a otorgar la relevancia requerida a la cadena de
custodia a la luz del nuevo Código Procesal Penal. Así, las normas
que se aplican para el registro y control de las evidencias que
ingresan y permanecen en el Servicio Médico Legal se encuentran
sólo en el precitado Decreto, normativa de la cual se revisarán sus
aspectos más relevantes.
La cadena de custodia en el Servicio Médico Legal comienza
cuando el chofer del Servicio –funcionario a cargo de todo lo
relacionado con la movilización de cadáver, aseo y conservación
de los furgones de transporte– recoge las evidencias en el sitio del
suceso o cuando le sean remitidas al Servicio las evidencias por
requerimiento del tribunal o Fiscal respectivo desde laboratorios
del mismo Servicio o desde otros servicios de salud. La recepción
de evidencias, en todos los casos, va acompañada de un formulario
donde consta la individualización de la muestra, el número de
orden que determina su ingreso al Servicio, fecha de remisión,
individualización de funcionario que la despacha, el motivo del
traslado y el destino de la muestra. Dicho formulario continúa con
el registro de los pasos que deba seguir la evidencia dentro del
laboratorio o sección del Servicio que deba efectuar las diligencias
periciales y con la identificación del perito que la ha tenido a su
cargo.
Cuando el chofer del Servicio se deba constituir en el sitio
del suceso –para el levantamiento de cadáveres que requieran, por
orden judicial, ser periciados por un médico tanatólogo del Servi-
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 113
cio– éste recibe de funcionarios de Carabineros un formulario
llamado acta de entrega del cadáver donde consta la descripción
de la aparente forma de muerte, la individualización del occiso si
fuere posible, la descripción de las ropas del cadáver y las demás
evidencias que deban ser remitidas al Servicio por instrucción del
respectivo juez o Fiscal. El chofer debe, al ingresar las evidencias
al Servicio, proceder a hacer entrega de los objetos recogidos en
las oficinas de recepción de las respectivas secciones.
En todos los casos en que sea el chofer del Servicio el res-
ponsable del traslado de evidencias para su posterior ingreso a
dicha institución, éste deberá mantener un registro, a través de un
formulario de cadena de custodia, que permita certificar todos los
datos necesarios en relación con la identificación de la evidencia.
Todo lo anterior, en especial lo relacionado con el manejo de
formulario de cadena de custodia, el Servicio lo ha implementado
sólo en las regiones donde se encuentra plenamente vigente el
Código Procesal Penal.
En cuanto a la recepción de cadáveres en la región metropo-
litana, el artículo 22 señala que ésta se realiza a cualquier hora del
día o de la noche, previa orden judicial competente, correspon-
diéndole al chofer del Servicio tanto su traslado como su ingreso
hasta las cámaras de conservación donde deberá mantenerse el
cuerpo a la espera de su peritación. Por lo tanto, será de responsa-
bilidad del conductor dejar al fallecido en la sala de refrigeración.
En todo caso, tanto en provincias como en la región metropolita-
na, y bajo la responsabilidad del chofer del Servicio, la primera
diligencia que se debe efectuar sobre este tipo de evidencias co-
rresponde a la rigurosa identificación de éstas; así por ejemplo, en
el caso de un cadáver, el conductor deberá colocar sobre éste un
brazalete identificatorio junto a una etiqueta de rotulaje adhesiva
114 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
en la muñeca izquierda al momento de subir el fallecido al vehículo
en su respectiva camilla.
El artículo 31 agrega que todo cadáver que ingrese al Servi-
cio debe ser fotografiado, medido y pesado, agregándose estos
antecedentes al prontuario respectivo. También se deben tomar sus
impresiones digitales, enviándose copia de la ficha dactiloscópica a
los Servicios de Identificación.
Corresponde al fotógrafo y dactilóscopo el cumplimiento de
las obligaciones a que se refiere el inciso anterior, el que llevará un
archivo ordenado de las fotografías obtenidas para el caso de que
la justicia solicite estos antecedentes. Dicha obligación debe cum-
plirse al momento en que ingresa el cadáver a las dependencias del
Servicio.
De todo cadáver que ingrese y de las vísceras de cadáveres
autopsiados que se encuentren en las cámaras de conservación por
orden del médico legista, debe darse cuenta de ello a la autoridad
que haya requerido la autopsia.
Respecto a las vestimentas portadas y objetos con los que
ingresan los cadáveres al Servicio, el artículo 32 dispone que debe
levantarse un inventario de ellos, inventario que será firmado por el
empleado que recibe el cadáver o por el chofer del Servicio que lo
condujo a éste, a falta del primero.
Una vez finalizado el procedimiento de ingreso, el chofer
traspasa el formulario de acta de entrega obtenido de Carabineros,
junto con la documentación de registro interno del Servicio a la
oficina administrativa del mismo. Junto con ello, entrega además
las pertenencias del fallecido previamente rotuladas por el mismo
funcionario.
Continúa el procedimiento en el Servicio Médico Legal con
la realización de las pericias ordenadas por la autoridad judicial
respectiva. La generalidad de las muestras que son objeto de análi-
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 115
sis pericial se obtienen de la sección de tanatología, dependencia
encargada de efectuar la respectiva autopsia. El artículo 27 señala
que de toda autopsia que se practique se redacta un protocolo, por
triplicado, que no puede ser modificado ni enmendado, del cual se
deja una copia archivada en el Servicio. Los protocolos de autop-
sias se deben ajustar al formulario de protocolo que determine la
Dirección del Servicio. En este sentido, se ha establecido por éste
que dicho protocolo debe contener, al menos, lo siguiente: indivi-
dualización de la orden judicial que emana del tribunal o Fiscal que
requiera la pericia tanatológica, con un número interno para su
correspondiente archivo y la respectiva fecha de realización; la
individualización del cadáver a examinar, considerando su sexo,
nombre, postura del mismo en la mesa de autopsia, su talla, peso y
sobrepuesto. Posteriormente, el protocolo se refiere al examen
externo del cadáver que considera la constitución, livideces, rigi-
dez, ojos, ano, genitales, cianosis y punturas, analizando con ello la
existencia de lesiones externas que, de existir, deben quedar debi-
damente descritas. Estas menciones contenidas en el informe son
de relevancia no sólo pericial sino que también contribuyen a la
observancia de la cadena de custodia toda vez que permite dejar
constancia del estado en que se encuentra la evidencia –que en este
caso se trata de un cadáver– y su respectiva identificación como
tal. Continúa el informe con el examen interno del cadáver que va
desde la cabeza en dirección a las extremidades inferiores para
luego señalar los exámenes practicados al cadáver, tales como
alcoholemia, ADN, químico-toxicológico, contenido rectal e histo-
lógico. Finalmente, el protocolo contiene las conclusiones del
médico legista, señalando al tribunal o Fiscal el hecho de haberse
reservado o no muestras que sean necesarias para eventuales
exámenes posteriores.
116 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
De la precitada diligencia de autopsia se obtienen las eviden-
cias orgánicas que deben ser periciadas en los respectivos laborato-
rios del Servicio. Cumpliendo con un sistema de registro interno –
que no constituye un formulario de cadena de custodia– las evi-
dencias son recibidas por las respectivas oficinas de recepción de
muestras para ser derivadas a manos del perito encargado de
analizarlas quien, posteriormente a la realización de su peritaje,
entrega el informe pericial junto a las remesas sobrantes de las
muestras a la oficina de Administración Central, dependencia
encargada de remitir lo anterior a la autoridad judicial requirente,
actuación que pone término a la intervención del Servicio Médico
Legal en la cadena de custodia, toda vez que las evidencias pasan a
manos del juez o fiscal respectivo
Cuando se deba trasladar la evidencia orgánica hacia otro la-
boratorio del mismo Servicio u otro ajeno a éste, aquella se despa-
cha acompañada de un registro donde conste su identificación y
descripción; fecha de remisión; lugar de remisión y persona a cargo
de entregar dicha evidencia en su destino. Esto se cumple tanto en
la capital como en las regiones donde rige ya el Código Procesal
Penal. Dicha diligencia adquiere relevancia si consideramos que en
las regiones de nuestro país el Servicio Médico Legal no cuenta
con laboratorios histológico y toxicológico, por lo que las mues-
tras objeto de dichos exámenes, deben ser siempre remitidas al
Servicio de la región metropolitana, con el consecuente riesgo de
contaminación o destrucción de dichas evidencias si no se cumple
con los cuidados necesarios de conservación durante su traslado.
En relación al tiempo de almacenamiento de los cadáveres y
vísceras retenidos para ser eventualmente periciados o repericia-
dos, el artículo 28 establece que podrán conservarse indefinida-
mente en el frigorífico del Servicio, cuando ello sea necesario para
esclarecer las dudas que puedan presentarse en los médicos legis-
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 117
tas o en la justicia, o cuando ofrezcan interés para la enseñanza o
fines científicos. En este caso, las vísceras de un cadáver se deben
colocar en un frasco debidamente cerrado y sellado en presencia
del médico autopsiador o su ayudante y del jefe del laboratorio de
toxicología o uno de sus ayudantes. Se dejará constancia de esta
operación y características de la selladura en el prontuario respec-
tivo con los datos necesarios para su ubicación en el frigorífico del
Servicio donde permanecerá la muestra. En cuanto al cadáver, éste
permanece en la cámara de conservación a la espera de la orden
judicial que autorice su inhumación, resolución que generalmente
es despachada dentro de las veinticuatro horas siguientes a la
realización del protocolo de autopsia. Eventualmente el cadáver
podrá permanecer por un período mayor al señalado si la autoridad
judicial respectiva así lo determina, con la finalidad de realizar
otras pericias.
Al tenor de lo anterior, cuando deba permanecer el cadáver
un tiempo prolongado en las dependencias del Servicio, éste será
trasladado a las cámaras de conservación destinadas exclusiva-
mente para cadáveres en descomposición a fin de evitar la conta-
minación de las cámaras reservadas para los fallecidos reciente-
mente.
Aún cuando en la ley no se establece un plazo fatal de per-
manencia de las evidencias en las dependencias del Servicio y sin
perjuicio de lo señalado anteriormente en relación con el cadáver,
por regla general las muestras orgánicas (vísceras) obtenidas de la
presunta comisión de un ilícito se almacenan en el laboratorio de
química por el período de dos años contados desde la fecha en que
se evacuó el respectivo informe pericial. De no tratarse sobre la
investigación de un ilícito, a saber, casos de muerte natural, deter-
minación de paternidad u otros análogos, el Servicio mantiene las
118 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
muestras sólo por un período de sesenta días contados desde la
fecha de evacuación del respectivo informe.
Los restos de cadáveres y las ropas que no sean reclamadas,
así como en el caso de los cadáveres que representen un peligro
para la salud pública, pueden incinerarse en el horno crematorio
del establecimiento, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 33.
Lo mismo puede aplicarse para cadáveres de personas identificadas
cuyos deudos soliciten dicha incineración, previa autorización
judicial. Con todo, lo habitual será que los cadáveres no reconoci-
dos, reconocidos y no reclamados o aquellos que representen un
peligro para la salud pública, sean derivados a los cementerios de
la localidad respectiva a fin de ser sepultados o cremados, según
corresponda, con la debida autorización judicial. Los cuerpos a
sepultar o cremar deben ser trasladados al cementerio estipulado
por los auxiliares técnicos de la sala de autopsia supervisados por
el encargado administrativo de la sala de entrega de cadáveres.
Estos funcionarios deberán regresar al Servicio con la respectiva
documentación de recaudación que debe otorgar el cementerio
correspondiente, la cual será anexada al acta de ingreso del cuerpo
en la oficina administrativa de tanatología. Finalmente, ambos
documentos quedarán archivados en los informes del protocolo
respectivo.
El artículo 34 señala que las ropas no reclamadas de los ca-
dáveres, luego de periciadas, se deben lavar, desinfectar y guardar
en bolsas catalogadas hasta que se disponga su destino por la
Dirección del Servicio y con conocimiento del juez respectivo.
Cada sesenta días, la Dirección puede ordenar su entrega a perso-
nas indigentes, asilos u hospicios, bajo recibo.
Dada la relevancia de la función que efectúa el Servicio Mé-
dico Legal como principal órgano pericial en nuestro país, aparece
de suma importancia regular internamente las formalidades míni-
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 119
mas que se deben observar para dar cumplimiento a un registro y
control estrictos sobre las evidencias que dicho Servicio recepcio-
na y manipula. La sola circunstancia de que dicho Servicio no
cuente aún, a tres años de implementado el nuevo sistema procesal
penal en algunas regiones de Chile, con un formulario tipo para la
cadena de custodia de las evidencias, deja de manifiesto que no
hemos gozado de la certeza que persigue dicho mecanismo de
control durante todo el tiempo que el Servicio lleva en funciona-
miento. Todo ello sin perjuicio de que los funcionarios de dicho
organismo, como todo aquel que accede a las evidencias, tienen
responsabilidad administrativa por su actuación sobre las mismas.
Es obligación de cada uno de los organismos intervinientes
en el proceso penal crear las condiciones necesarias para dar cum-
plimiento a lo que dispone la ley en relación con la cadena de
custodia, entendiendo que la materialización del respectivo sistema
de registro de las evidencias establecido desde siempre por nuestra
legislación, debe ser llevada a cabo por las instituciones involucra-
das de acuerdo a sus propios requerimientos, observando las nor-
mas mínimas que han debido ser establecidas por el Ministerio
Público recientemente45, normas que al menos las policías, en su
calidad de instituciones periciales, han materializado en todo mo-
mento de su intervención en la cadena de custodia, perfeccionando
sus mecanismos a la luz de las exigencias del nuevo escenario
procesal penal.
Considerando que los rastros, objetos o evidencias que ma-
nipulan aquellos que intervienen en el proceso penal serán even-
tualmente los medios probatorios que se pretendan hacer valer en
la solución de un conflicto de naturaleza penal y que el peritaje
–como medio de comprobación del hecho punible o de la persona
45
Analizadas en el primer capítulo del presente libro a través de los respecti-
vos instructivos generales.
120 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
del delincuente– es fundamental para la investigación del hecho de
esta naturaleza y posterior resolución a su respecto, la falta de
regulación formal de la cadena de custodia en las intervenciones de
estos organismos, principalmente del Servicio Médico Legal, pone
en riesgo el resultado de la investigación de un ilícito, sea al ampa-
ro de la legislación procesal penal aún vigente en nuestra capital,
sea bajo el Código Procesal Penal.
Siendo el Servicio Médico Legal un organismo de naturaleza
estatal que se desempeña como institución pública, surge la nece-
sidad imperiosa de que este organismo que cumple con la función
antes descrita cuente, además de los medios científicos, técnicos,
administrativos y humanos, de un mecanismo efectivo para la
observancia de la cadena de custodia que permita a dicha institu-
ción realizar sus funciones de manera eficiente.
Insistimos en este punto, a través de un ejemplo que permita
aclarar la necesidad de un sistema de control de las evidencias
dentro del Servicio Médico Legal: en el caso de la práctica de una
autopsia llevada a cabo por el médico tanatólogo, simultáneamente
intervienen otros peritos como sería un odontólogo, un químico,
un bioquímico, entre otros. De esta manera, los diferentes especia-
listas, de forma independiente, tendrán que manipular distintas
muestras provenientes del cadáver, ya sea que constituyan la tota-
lidad de la evidencia o sólo piezas de ésta, en los respectivos labo-
ratorios y quizás en diferentes períodos de tiempo. Frente a esta
situación, se debe contar con un registro detallado de los pasos
que ha seguido la evidencia, y su lugar de almacenamiento al
finalizar su manipulación. Todo lo anterior entrega la certeza de
encontrarnos frente a un medio probatorio válido, cierto, serio y
capaz de producir la convicción necesaria en el sentenciador.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 121
2. Carabineros De Chile46
Bajo la Dirección de Orden y Seguridad de Carabineros de Chile
y dependiente de la Dirección de Investigación Delictual y Dro-
gas, se encuentra el Departamento de Criminalística que cuenta
con el laboratorio de criminalística de Carabineros conocido como
LABOCAR.
Este laboratorio tuvo sus inicios en el año de 1985 bajo la es-
tructura de Laboratorio Docente de la Escuela de Carabineros para,
posteriormente, constituirse en el actual LABOCAR en el año de 1989.
Como organismo técnico, científico y especializado, su misión es la de
efectuar peritajes criminalísticos, a partir de investigaciones en el
laboratorio y en el sitio del suceso, con el propósito de satisfacer los
requerimientos de la autoridad judicial y de la propia Institución.
El laboratorio de criminalística realiza, principalmente, las si-
guientes funciones:
− Investigar científicamente los hechos que revistan caracteres
de delito a requerimiento de los tribunales de justicia.
− Concurrir al sitio del suceso cuando fuere requerido por el
juez competente.
− Evacuar los informes que requieran los tribunales de justicia.
− Informar las pericias que se disponga ejecutar y que incidan
en investigaciones administrativas.
Este organismo pericial de apoyo a la función jurídico-policial se
encuentra conformado a la fecha por un total de 50 funcionarios
policiales, de los cuales 20 son Oficiales peritos y 11 son funciona-
rios operativos.
46
“Directiva de Organización y Funcionamiento del Laboratorio de Crimina-
lística de Carabineros de Chile”, en: Anexo al Boletín de Instrucciones
N° 392, agosto de 1990.
122 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Las secciones que conforman el LABOCAR son las siguientes:
− Sección Operaciones, que cuenta con: laboratorio de huellas
compuesto por 7 funcionarios policiales; laboratorio docu-
mental que cuenta con 4 funcionarios policiales; laboratorio
de balística a cargo de 10 funcionarios policiales; laboratorio
de propiedad intelectual que cuenta con 6 funcionarios poli-
ciales; laboratorio de sicología forense conformado por 2
funcionarios policiales; laboratorio de medicina forense al
cual pertenecen 3 médicos criminalistas; laboratorio de an-
tropología compuesto por un médico; y los laboratorios de
fotografía y de planimetría integrados por 6 y 5 funcionarios
policiales respectivamente.
− Sección Administrativa, dividida en oficinas de bodegaje,
distribución, mantenimiento y adquisiciones.
− Sección Técnica y Estadística, conformada por una oficina
de planificación y desarrollo.
− Sección de Capacitación y Extensión, y,
− Sección de Revisión de informes periciales, bajo la cual se
encuentra la Oficina de Custodia y Despacho de evidencias.
2.1. Oficina de Custodia y Despacho de Evidencias
Esta oficina integrante del Laboratorio de Criminalística de Ca-
rabineros tiene por objeto recibir, registrar, custodiar y despachar
las evidencias relacionadas con la comisión de un ilícito.
La labor desarrollada por los funcionarios que integran esta
subsección tiene una especial relevancia en el tema de la cadena de
custodia.
Es así como las evidencias ingresan a esta oficina de las si-
guientes maneras: por oficio del tribunal; remitida por una unidad
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 123
policial; por el equipo pericial que ha trabajado en el sitio del
suceso; por Fiscalías Militares y Fiscalías administrativas.
Cuando las evidencias ingresan mediante oficio del tribunal,
dichos objetos son transportados junto con el oficio por un estafeta
o encargado de custodia del tribunal hacia la Oficina de Custodia
y Despacho de Evidencias. Si la evidencia es remitida por una
unidad policial, será un funcionario policial o un estafeta de dicha
unidad quien se encargue de transportar los objetos hasta su ingre-
so a esta oficina. En el caso de las evidencias levantadas y reco-
lectadas en el sitio del suceso, será el funcionario policial a cargo
del trabajo del equipo pericial, el que las deberá ingresar para su
registro y custodia. Cuando las evidencia son remitidas por Fisca-
lías militares o administrativas, éstas son presentadas ante la Ofici-
na de Custodia y Despacho por funcionarios o estafetas.
Toda evidencia que ingrese a esta oficina queda debidamente
registrada en un libro, dispuesto para tal efecto, llamado Registro
de Evidencias. En este libro se deja constancia, al tiempo de ingre-
sar una evidencia, de la fecha de recepción de la misma, del tipo de
especie de que se trate, de sus marcas o características, de su
estado y procedencia. También registra la salida y regreso de las
evidencias dentro de las distintas secciones al interior del
LABOCAR, repitiéndose estos movimientos las veces que sea nece-
sario. A este libro sólo tienen acceso los funcionarios encargados
de esta oficina.
Aquellas evidencias que requieran normas de bioseguridad
para su manipulación y custodia, se almacenan en el laboratorio de
química del LABOCAR.
Carabineros de Chile ha implementado una regulación for-
mal del sistema de registro y control de las evidencias, como me-
canismo de cadena de custodia, que cumple las pautas básicas ya
124 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
manifestadas por el Fiscal Nacional, otorgando con ello confiabi-
lidad de un adecuado manejo y control de las evidencias47, 48.
3. Policía de Investigaciones de Chile49
El laboratorio de criminalística de la Policía de Investigaciones
–LACRIM– fue creado en el año 1935. En 1998 se inauguraron los
laboratorios de criminalística regionales de Iquique, Valparaíso,
Concepción, Puerto Montt y Punta Arenas. En el año 2000 fueron
inaugurados los laboratorios en la Cuarta y Novena regiones pro-
ducto de la puesta en marcha del nuevo sistema procesal penal.
El laboratorio de criminalística apoya, mediante la aplicación
de métodos, técnicas y conocimientos científicos, a la función
policial en el esclarecimiento de los delitos. Además, colabora con
los tribunales de justicia y otros organismos que la ley señale, en
pericias que se le encomiendan, constituyendo una herramienta que
orienta las líneas investigativas y aporta las pruebas científicas que
permitirán formar la convicción requerida para sentenciar.
Las principales funciones del Laboratorio son las siguientes:
− Peritajes criminalísticos que le sean encomendados por
tribunales, unidades y otros.
− Prestar directa colaboración a las unidades policiales y otras
dependencias institucionales, cuando le sean solicitadas.
− Difundir permanentemente, tanto en el ámbito interno como
extrainstitucional, la investigación criminalística mediante
charlas, exposiciones y otras formas de difusión.
47
“Manual sobre Nuevo Proceso Penal, Segunda Parte: Sitio del Suceso y
Cadena de Custodia”, en: Anexo al Boletín de Instrucciones N° 491, de
noviembre del 2000.
48
Ver Anexo Nº 3.
49
Fuente: www.investigaciones.cl.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 125
− Procurar la incorporación de nuevos métodos y tecnologías,
acordes con el progreso científico.
− Programar constantemente cursos de formación de peritos o
personal especializado, a fin de aumentar su preparación
científico-técnica en el campo de la criminalística.
El LACRIM cuenta con numerosas secciones. Así, a las especialida-
des de perito contador, balístico, químico, documental, mecánico,
planimetrista, fotógrafo y artificiero, se sumaron, a partir de 1998,
cinco nuevas especialidades: perito informático, en telecomunica-
ciones, ecología, sonido y paisajista.
Entonces, ocho secciones componen el Laboratorio Central
de Criminalística, a saber: huellografía y dactiloscopia; balística
forense; contabilidad forense; dibujo y planimetría forense; investi-
gaciones documentales; mecánica forense; química y física forense;
y fotografía forense.
En cuanto a la metodología del sitio del suceso aplicada por
la Policía de Investigaciones, importa que al lugar concurran sólo
funcionarios policiales –detectives–s quienes remitirán las eviden-
cias al LACRIM, a diferencia de Carabineros donde son los peritos
quienes trabajan en el sitio del suceso y concluyen el peritaje en el
LABOCAR.
La Policía de Investigaciones tiene establecido un sistema de
registro y control de las evidencias, a modo de manual, para el
cumplimiento de la cadena de custodia.
De lo anterior, se esbozarán las ideas básicas que contiene
dicho documento donde se define a la cadena de custodia como
todo proceso por el que atraviesa cada evidencia desde que es
encontrada en el sitio del suceso hasta que finalmente es presenta-
da en el juicio oral.
126 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Las etapas de dicho sistema serían las siguientes:
1. Reconocimiento de la evidencia: cuando el investigador toma
cuenta de la existencia de algún elemento que pueda represen-
tar una evidencia en el sitio del suceso.
2. Protección de las evidencias: a fin de evitar el daño o pérdida
de la condición de evidencia como medio probatorio.
3. Fijación de la evidencia: para dejar constancia del lugar exacto
y de las condiciones en que ha sido encontrado cada uno de los
elementos del sitio del suceso;
4. Levantamiento de la evidencia: utilizando el método adecuado
según sean las características de las evidencias cumpliendo con
su preservación.
5. Examen de la evidencia: es decir, la observación preliminar que
se debe efectuar de toda evidencia encontrada, para así poder
determinar la presencia de evidencias sobre evidencias (ejem-
plo: huellas digitales en un arma).
6. Rotulado de la evidencia: permite asegurar la individualización
e identificación de cada uno de los elementos recopilados en el
trabajo del sitio del suceso, realizándose antes de envasar la
evidencia y en el mismo lugar del hecho.
7. Envasado de la evidencia: procedimiento que dependerá del
tipo de evidencia a embalar.
8. Sellado del envase de la evidencia: en el sitio del suceso hasta
que sea entregada en el LACRIM o en el depósito de la Fiscalía
del Ministerio Público. Al respecto, la Policía de Investiga-
ciones dispone que, para el efecto de la entrega de evidencias,
existirá un funcionario policial –custodio– encargado exclusi-
vamente de llenar el acta de registro de las evidencias y de
custodiarlas una vez que éstas le han sido entregadas. El cus-
todio también se encargará del traslado posterior de las eviden-
cias.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 127
9. Traslado de las evidencias: que deberá efectuarse en un vehí-
culo policial, acompañadas por el custodio de las evidencias.
10. Almacenamiento de las evidencias: se realiza en el depósito
permanente de la Fiscalía respectiva, no obstante que todas las
unidades policiales deban contar con un depósito de evidencias
en tránsito.
En cuanto al registro material de la cadena de custodia, la Policía
de Investigaciones utiliza una acta de recolección de evidencias y
una acta de cadena de custodia de la evidencia. Ambas tienen
características de formulario, debiendo dejarse constancia en ellas
de la evidencia, quien la manipuló y levantó, de su descripción,
quien la perició, su destino y funcionario policial a cargo de la
custodia.
V. CONSIDERACIONES FINALES
La importancia del mecanismo de cadena de custodia, en mérito de
todo lo expuesto en este libro, radica en que, en definitivamente,
garantiza un adecuado e idóneo manejo de los elementos materia-
les de prueba, asegurando su eventual valor probatorio desde la
etapa de su identificación en el sitio del suceso, su posterior mani-
pulación o tratamiento, su correcto análisis en los diferentes labo-
ratorios periciales, hasta su despacho conjuntamente con el resul-
tado pericial correspondiente a la autoridad judicial respectiva.
Entonces, no son pocos los pasos o etapas que debe seguir
una evidencia desde que es encontrada hasta ser acompañada
materialmente en la audiencia del juicio oral. Por lo tanto, insistir
en la implementación de un sistema de registro y control exhausti-
vo y exigente sólo viene a constituir el cumplimiento de la finalidad
que persigue la ley procesal penal, esto es, que los medios proba-
torios sean idóneos para generar la debida certeza jurídica que se
requiere para la solución de un conflicto penal.
La finalidad perseguida aparece bastante clara en nuestra le-
gislación, por lo que la inobservancia de la cadena de custodia no
dice relación con una falta de norma expresa. Recuérdese que el
Código de Procedimiento Penal, a tiempo de ser derogado ya en
todo nuestro país, establece dicho mecanismo de custodia, a lo que
pueden agregarse los instructivos generales emanados del Ministe-
rio Público en relación con lo contenido en el Código Procesal
Penal.
Entonces, el problema que se suscita en la práctica, derivado
de la inobservancia de la cadena de custodia, pasa por una inapro-
piada preparación tanto de las personas llamadas a intervenir,
como de los medios materiales con los que se debe contar para un
adecuado mecanismo de resguardo.
130 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Durante el proceso de recolección de información para el
presente libro, se pudo constatar el profundo desconocimiento en
algunas personas involucradas directamente con la cadena de
custodia en cuanto a la debida protección que requieren las evi-
dencias al interior de las distintas instituciones periciales. Prueba
de ello es que, durante el mes de enero del año 2002, fue publica-
da, en el diario El Mercurio50, la noticia sobre la pérdida de un feto
al interior de las dependencias del Servicio Médico Legal. Un
documento reservado del jefe de Tanatología, Bernardo Morales,
fechado en diciembre de 2001 informó que un feto de 1,9 kilos que
debía ser examinado, desapareció misteriosamente. El feto estuvo
cinco días sin ser tocado porque había “demasiados cuerpos” en el
Servicio Médico Legal. “Como había mucha presión asistencial,
se asigna esa pericia para el día 27 (había ingresado el 22). Ese
día se dieron cuenta de que el feto no estaba”, admitió el Subdi-
rector del Servicio.
La hipótesis que se manejó al interior del Servicio fue que
debido a su pequeño tamaño, el feto se habría extraviado en la
sábana o en el cajón de otro fallecido. La complicación para el
Servicio Médico Legal es que toda pericia tiene que ser informada
al respectivo juzgado del crimen, de acuerdo a lo señalado en el
Código de Procedimiento Penal, pero, simplemente, no tenían qué
informar.
Otra extraña situación afectó al cadáver de un indigente de la
ciudad de Santiago que no fue reclamado por sus familiares y que
estuvo cuatro días sin refrigeración, lo cual contradice las propias
normas del Servicio. El mismo documento reservado que denunció
el extravío del feto, acusó las irregularidades con el cuerpo del
indigente, quien al parecer fue examinado por un profesional ajeno
50
“Presuntas irregularidades: Servicio Médico Legal bajo investigación”, en:
El Mercurio, domingo 20 de enero de 2002.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 131
al personal de tanatología y fue entregado en malas condiciones a
un conocido de la víctima días después.
“Garantizar que esto no vuelva a ocurrir es un hecho impo-
sible. Lo que sí debemos hacer es velar para que esto no suceda.
Nuestra labor fundamental es esclarecer hasta las últimas conse-
cuencias por qué pasaron estas cosas”, dijo el Subdirector del
Servicio al diario El Mercurio.
Recordemos que un cadáver también constituye un medio
probatorio, una evidencia de naturaleza orgánica que debe ser
periciada por un médico tanatólogo y, teniendo esta importancia,
debe ser objeto de una rigurosa conservación y custodia. ¿Qué
ocurrió con dicho “extravío”?, ¿quién resultó responsable de dicho
“descuido”?, nunca se conoció esta información.
Este nuevo escenario procesal penal requiere de todo un es-
fuerzo destinado, no sólo a la implementación de los recursos
materiales necesarios para cumplir con las nuevas exigencias de
procedimiento, sino también, prepararse mediante la adquisición de
una formación sólida respecto a las técnicas aplicables a las inda-
gaciones criminales y seguir procedimientos confiables que den
credibilidad a los resultados periciales, en especial, cuando se
enfrente a un nuevo sistema procesal penal que pretende agilizar y
transparentar nuestra administración de justicia.
Para mayor claridad sobre la necesaria importancia de una
debida cadena de custodia y, para resaltar el objetivo perseguido
por la ley al exigir la existencia de ésta, recuérdese que la prueba
en materia penal, al amparo del nuevo código que regula la mate-
ria, se rinde exclusivamente en el juicio oral. Así es como el artí-
culo 340 del Código Procesal Penal, en su inciso segundo, dispo-
ne que el tribunal de juicio oral en lo penal formará su convicción,
necesaria para sentenciar, sobre la base de la prueba producida
durante el juicio oral. Esta idea se refuerza con lo dispuesto en el
132 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
artículo 333 del mismo cuerpo legal, disposición que señala que los
objetos que constituyan evidencia deben ser exhibidos en el desa-
rrollo del juicio oral.
Con lo anterior se puede concluir que la debida custodia de
las evidencias, por transformarse éstas en eventuales medios pro-
batorios, importa la posibilidad de cumplir, posteriormente, con la
obligación de acompañarlas materialmente a la audiencia de juicio
oral, permitiendo con ello que sean valoradas como medios de
prueba idóneos para fundar la convicción del tribunal sentenciador.
Sin embargo, no se puede desconocer la existencia de situa-
ciones en que la presentación material de los objetos relacionados
al juicio oral no es posible, sea porque la naturaleza de los objetos
lo impide (vehículos, animales peligrosos, viviendas, etcétera), sea
porque ya no existen al tiempo del juicio (objetos perecibles u
otros que deban ser destruidos por razones de higiene o de seguri-
dad, tales como animales enfermos, sustancias peligrosas, drogas,
etcétera), o no existirán en el estado en que se encontraban al
tiempo de los hechos o al tiempo de ser incorporados a la investi-
gación.
En el primero de los casos, una solución posible sería la ins-
pección personal del tribunal en el lugar en que se encuentre el
objeto que, por su naturaleza, impida su presentación material a la
audiencia del juicio oral. Con dicha diligencia se permitiría su
consideración, como medio probatorio, al tiempo de sentenciar.
Tratándose de objetos que ya no existan al tiempo del juicio
o que no conserven sus características primitivas, no existe ningu-
na restricción legal expresa a la forma como dichos objetos deben
ser acompañados en el juicio oral. Incluso, el artículo 181 del
Código Procesal Penal prevé, en términos amplios y para efectos
de hacer constar el estado de las personas, cosas o lugares, la
posibilidad que tiene el Fiscal de disponer la práctica de operacio-
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 133
nes científicas, la toma de fotografías, filmación o grabación y, en
general, la reproducción de imágenes, voces o sonidos por los
medios técnicos que resulten más adecuados. En esta norma se
encuentra la manera de acompañar dichos objetos, mediante me-
dios técnicos que sustituyen su presencia física y que permiten su
valoración como medios probatorios suficientes.
En consecuencia, si se trata de un objeto que puede ser pre-
sentado y debe ser presentado materialmente al juicio oral, y se
pierde o destruye por causa imputable, ya sea a la persona llamada
a manipularlo, ya sea al Ministerio Público, éste no puede susti-
tuirlo mediante su registro como medio de prueba. Todo lo ante-
rior se hace relevante cuando estamos en presencia de evidencias
que participen de características fundamentales de los medios
probatorios. Por el contrario, existirán objetos que pudiendo ser
presentados materialmente al juicio, no merecen ser acompañados
porque no son en sí mismos concluyentes, sino lo que sobre ellos
se dice. Así por ejemplo, una muestra de semen no necesariamente
debiera ser presentada a juicio, pues lo relevante a su respecto será
lo que los peritos, encargados de su análisis, concluyen. Sin em-
bargo, la adecuada conservación de una evidencia orgánica, como
lo es el semen en nuestro ejemplo, será presupuesto de credibilidad
de las pericias efectuadas, toda vez que la existencia de un rema-
nente posibilitaría un contra examen.
Con toda la información entregada al lector mediante el pre-
sente libro, se podría concluir que no son pocos los aspectos a
reforzar relacionados al tema de la cadena de custodia. Sin embar-
go, las consideraciones finales se dirigirán exclusivamente a lo que
dice relación con los intervinientes en ella.
Es así como a modo de contribuir con un buen sistema de
registro y control de las evidencias, facilita la observancia de una
134 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
adecuada custodia la circunstancia de restringir el número de
intervinientes en la cadena de custodia.
1. Que sea un mismo organismo pericial quien levante, rotule,
transporte, analice y custodie transitoriamente, todas las eviden-
cias relacionadas con el ilícito.
Teniendo por cierto que no existe en nuestro país un organismo
que cuente con todos los medios necesarios como para asumir una
única intervención en la cadena de custodia, no por ello se debiera
dar por descontado el considerar, como una habitualidad, recurrir
a un solo equipo pericial experto, perteneciente a una misma insti-
tución o incluso multinstitucional, para que intervenga desde el
origen de formación de la cadena de custodia.
Esto se traduce en que este equipo experto se deba constituir
en el sitio del suceso, fijar las evidencias, rotularlas, embalarlas,
analizarlas y custodiarlas transitoriamente, haciéndose responsable
de las evidencias que manipulen durante el tiempo que éstas se
encuentren bajo su custodia.
Así, además de cooperar con ello a un diagnóstico completo
del caso objeto de la investigación penal al reunirse todos los
antecedentes en un sólo equipo de investigadores periciales, esta-
ríamos reduciendo el número de “manos” por las que debiera pasar
la evidencia y, con ello, se podría otorgar mayor garantía legal
sobre la idoneidad de los medios probatorios que deriven de la
evidencia en cuestión.
En el mismo sentido, se recurre al espíritu de la ley reflejado
en el Mensaje del Código Procesal Penal, señalando que “... un
eficiente manejo de la persecución penal requiere de un modo de
organización flexible, que permita la permanente adaptación de
métodos de trabajo, la agrupación de casos similares, la constitu-
ción de equipos especializados de acción, la posibilidad de la
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 135
incorporación de personal auxiliar en situaciones especiales, la
movilidad territorial de los recursos humanos, etcétera”.
Lo relevante para conseguir este objetivo, con relación a la
reducción de intervinientes en la cadena de custodia, radica princi-
palmente en una capacitación profunda a quienes conformen este
equipo de trabajo pericial; esta necesidad deriva de la limitación
marcada de funciones que han tenido en el tiempo las diversas
instituciones llamadas por el juez o Fiscal a intervenir en la cadena
de custodia. Es así como, por ejemplo, los peritos del Servicio
Médico Legal no poseen conocimientos sólidos en materias rela-
cionadas con la investigación criminalística. Sus análisis recaen
sobre evidencias aisladas del contexto dinámico en que se desarro-
llan los hechos objeto de la investigación penal. En contraposición,
los laboratorios de criminalística de las policías se encuentran
desprovistos de los medios y capacidades necesarias para, por
ejemplo, realizar peritajes de autopsias, aún cuando cuentan con
médicos criminalísticos capacitados para ello. De lo anterior re-
sulta que, en el transcurso de la investigación penal de un ilícito
con resultado de muerte debe, necesariamente y de acuerdo a
nuestra forma de trabajo actual, intervenir, a lo menos, un labora-
torio de criminalística de las policías que se constituya en la escena
del crimen y, posteriormente, un médico tanatólogo del Servicio
Médico Legal, el cual, generalmente, no posee la información que
emana de una inspección personal del sitio del suceso.
Entonces, un equipo básico de trabajo pericial llamado por el
juez o Fiscal para auxiliarlo en la instrucción de la investigación
penal, debiera comenzar sus funciones periciales desde el sitio del
suceso para, concluyendo su intervención, emitir los informes
periciales que interpretan las evidencias que ellos analizan.
Este equipo pericial debe estar conformado a lo menos por:
un investigador criminalístico, un médico legista-criminalísta, un
136 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
técnico fotógrafo, un técnico planimetrista, un perito en dactilos-
copia y un laboratorio. Además, deben poseer la idoneidad en cada
una de las especialidades y conocimientos básicos, lo que viene a
ser indispensable para una adecuada tarea pericial fundada en un
diagnóstico de la mayor certeza posible, utilizando todos los me-
dios técnicos y científicos disponibles para responder a las interro-
gantes básicas de una investigación pericial penal, a saber: ¿qué
pasó?, ¿quién lo hizo?, ¿cómo lo hizo ?, ¿cuándo lo hizo? y ¿por
qué lo hizo?51.
2. Que los intervinientes en el proceso penal, esto es, Fiscal,
víctima, imputado, defensor, querellante particular y actor civil,
no tengan acceso físico a las evidencias
Este postulado se basa, principalmente, en la innecesariedad de
permitir la manipulación de la evidencia por parte de todos aque-
llos que no posean la certificación suficiente para ello. Sumado a la
falta de idoneidad, también pone en riesgo el éxito de la investiga-
ción penal, la posibilidad de una manipulación directa de la eviden-
cia por quien no posee la calidad de perito. Así por ejemplo, el
hecho de permitir que el defensor manipule un revólver subpericia,
aún cuando persiga una finalidad válida, puede provocar una alte-
ración irreversible en el arma, de allí que dicha evidencia sólo deba
ser manipulada por el armero, en su calidad de técnico experto.
Distinta es la situación contemplada por el artículo 320 del
Código Procesal Penal, disposición que establece la posibilidad de
que los peritos de los intervinientes puedan examinar los objetos,
documentos o lugares a que se refiera la pericia que se les ha
encomendado. En este caso, la manipulación de las evidencias la
51
Dr. LAGUENS, MARTÍN R. La Evidencia Médico Legal en Delitos contra las
Personas y Muertes Violentas. La Plata, Argentina: Imprenta del Poder
Judicial de la Provincia de Buenos Aires, Marzo de 2000, p 17.
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 137
realizará una persona que cuenta con la debida certificación para
ello y, permitirá la formación de pruebas válidas, ya sean de cargo,
ya sean de descargo. De lo contrario, si se hace habitual permitir el
acceso físico a las evidencias a quienes no son los llamados a
manipularlas, importaría un desconocimiento a la tarea del Fiscal
como instructor de la investigación penal, toda vez que éste se
encuentra llamado por ley para investigar tanto lo favorable como
lo desfavorable para el imputado a través de las actuaciones peri-
ciales y policiales.
Cualquier interviniente que participe en la cadena de custo-
dia y que no posea la calidad de perito, pone en peligro todo un
mecanismo de registro y control de las evidencias por realizar una
diligencia que no es necesaria –a juicio de las autoras– para el
legítimo ejercicio de los derechos procesales. Para los intervinien-
tes debe ser relevante lo que de las evidencias se concluya y no las
evidencias en sí mismas.
Se insiste en que el privar el acceso directo sobre las eviden-
cias a los intervinientes, especialmente al imputado, no constituye
un detrimento respecto del goce y ejercicio de sus derechos, toda
vez que puede ser satisfecho el examen de las evidencias mediante
el acceso a la representación de las mismas, entiéndase fotografías,
filmaciones u otras fijaciones análogas durante la etapa de perita-
ción –principalmente– o una vez periciadas.
Así mismo, la igualdad de armas requerida en un debido pro-
ceso no se encuentra condicionada o vulnerada por la imposibili-
dad de acceder físicamente a las evidencias. Una fundada acusa-
ción o una debida defensa dice relación, entre otros aspectos, con
una sustentación probatoria sólida, generada, para el caso en
comento, al amparo de una intacta cadena de custodia que es
posible sólo si las evidencias constitutivas de los medios probato-
rios han sido manipuladas por quienes poseen los conocimientos
138 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
especiales de una ciencia, arte u oficio necesarios para apreciar
algún hecho o circunstancia relevante para la investigación penal,
otorgando con ello, la debida garantía de ley.
ANEXOS
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 141
Anexo Nº 1
SIMBOLOGÍA:
EVIDENCIA Nº
9 : Cabello
10 : Vello pubiano
11 : Cabello
12 : Mechón de cabello
13 : Mancha café rojiza
14 : Vello pubiano
15 : Cabello
16 : Cabello
17 : Mancha café rojiza: + 0.52h
18 : Cuchillo de mesa
19 : Vello pubiano
21 : Muestra sólida
142 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
Anexo Nº 2
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 143
144 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
VIVIANA READI SILVA CLAUDIA JIMÉNEZ ÁLVAREZ 145
Anexo Nº 3
146 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
BIBLIOGRAFÍA
1. Código de Procedimiento Penal chileno.
2. Código Procesal Penal chileno.
3. Código Penal chileno.
4. Decreto con Fuerza de Ley N° 196, que fija el texto de la Ley
Orgánica del Servicio Médico Legal, publicada en el Diario
Oficial de 4 de abril de 1960.
5. Decreto N° 427, Reglamento Orgánico del Instituto Médico-
Legal “Dr. Carlos Ybar” y de los servicios Médicos-Legales
del país, publicada en el Diario Oficial de 27 de abril de 1947.
6. MAURICIO DUCE y JUAN ENRIQUE VARGAS. Manuales de
Procesos de Coordinación Interinstitucional. Santiago: Comi-
sión de Coordinación de la Reforma Procesal Penal, noviem-
bre 2000.
7. Instructivo General N° 19 del Fiscal Nacional del Ministerio
Público. (Oficio N° 171, Santiago, 8 de noviembre del 2000).
8. Instructivo General N° 31 del Fiscal Nacional del Ministerio
Público. (Oficio N° 235, Santiago, 12 de diciembre del 2000).
9. Instructivo General N° 44 del Fiscal Nacional del Ministerio
Publico. (Oficio N° 038, Santiago, 24 de enero del 2001).
10. Manual Cadena de Custodia y Tratamiento de Evidencias,
Carabineros de Chile. Alberto Etcheberry Baquedano, Mayor
de Carabineros, Jefe Depto de Criminalística, Dirección de
Orden y Seguridad, Dirección de Investigación Delictual y
Drogas. Santiago: 6 de octubre del 2000.
11. Directiva de Organización y Funcionamiento del Laboratorio
de Criminalística de Carabineros de Chile. Anexo al Boletín
de Instrucciones N° 392, agosto de 1990.
12. OSVALDO ROMO PIZARRO. Peritación Médico-Legal, Informe
del Perito Forense, –1ª ed.–, Editorial Jurídica de Chile, no-
viembre de 1998.
148 CADENA DE CUSTODIA DE LOS MEDIOS PROBATORIOS EN ILÍCITOS ...
13. DR. R. MARTÍN LAGUENS. La Evidencia Médico Legal en
Delitos contra las Personas y Muertes Violentas. La Plata:
Imprenta del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires,
marzo de 2000.
14. Manual sobre Nuevo Proceso Penal. Segunda Parte: Sitio del
Suceso y Cadena de Custodia. Anexo al Boletín de Instruc-
ciones N° 491, Carabineros de Chile. Noviembre del 2000.
15. DR. R. MARTÍN LAGUENS. Patología Forense para el Hombre
de Derecho. Texto de Patología Forense destinado a Jueces,
Funcionarios y Profesionales del Derecho en el Fuero Penal,
Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires. La
Plata, Argentina.
16. Teniente JORGE AGUIRRE HREPIC. Manual Básico de Investi-
gación Criminalística. Santiago: Imprenta de Carabineros de
Chile, diciembre de 1992.
17. JOSÉ ADOLFO REYES CALDERÓN. Tratado de Criminalística.
México: Filiberto Cárdenas Uribe, Cárdenas Editor y Distri-
buidor, segunda edición, 2000.
18. RAÚL ENRIQUE ZAJACZKOWSKY. Manual de Criminalística.
Ediciones Ciudad Argentina, 1998.
19. DESIDERIO HERRERA GONZÁLEZ. Investigación de los Delitos
Cometidos con Armas de Fuego. Memoria Escuela de Dere-
cho, Universidad de Chile, 1966.
20. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, Manual de Labora-
torio de la OMS para el Examen del Semen Humano y de la
Interacción entre el Semen y el Moco Cervical. Ed. Médica
Panamericana, 1987.
21. FEDERAL BUREAU OF INVESTIGATION, FBI. Manual de Cien-
cias Forenses, Departamento de Justicia de los Estados Uni-
dos, 1999.
COLOFÓN
Este libro terminó de imprimirse en el Centro de
Documentos Xerox, de la Universidad Central
de Chile, el día 27 de Diciembre de 2003. En
el texto se han ocupado tipos de
la familia Times New
Roman