La Elección Divina: El Rol del Padre y del Espíritu
Base Bíblica 1 Pedro 1.1-2
Pedro, apóstol de Jesucristo: A los expatriados, de la dispersión en el Ponto,
Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos 2 según el previo conocimiento de
Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser
rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas.
Primero lo Primero: Ustedes son Elegidos
La primera de todas las palabras que Pedro usa para estos cristianos es:
“escogidos” o “elegidos”. No la van a poder encontrar ni en la Nueva Biblia
Americana Standard, ni en la Versión de King James, ni en la Versión Revisada
Standard (NASB, KJV, RSV respectivamente, por sus siglas en inglés). Pero, la
pueden encontrar en la Nueva Versión Internacional (NIV, por sus siglas en
inglés). El orden de palabras que Pedro usó cuando escribió griego fue: “Pedro,
apóstol de Jesucristo, a los “elegidos” – los extranjeros escogidos de la
dispersión. La razón, por la cual la mayoría de las versiones cambian el orden de
las palabras y ponen la palabra “elegidos” al final de la lista de las cinco
provincias romanas, es que sea más obvio que las frases del versículo 2 definen
la elección de Dios.
El versículo 2 define la elección con tres frases: Primera, los cristianos son
escogidos “según el previo conocimiento de Dios Padre”. Segunda, los cristianos
son escogidos “por (o en) la obra santificadora del Espíritu Santo”. Tercera, los
cristianos son escogidos “para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su
sangre”
Tres cosas se dicen sobre nuestra elección: se nos habla de su origen y
fundamento en el previo conocimiento de Dios. Se nos habla de la manera en la
que se hace verdadero y real en nuestras vidas, por la obra santificadora del
Espíritu Santo. Y se nos habla sobre el objetivo o propósito de la elección: para
que obedezcamos a Jesús y continuemos beneficiándonos de su sangre
purificadora.
Es tan importante que veamos la conexión entre estas tres cosas en el versículo
2, que la mayoría de las versiones movieron la palabra “escogidos” o “elegidos”
más cerca del versículo 2, para que la conexión sea más obvia.
Pero al hacer eso perdemos a la vez que ganamos. No vemos tan claramente
como lo primero que Pedro dice acerca de los cristianos, no es sólo que son
extranjeros (o exiliados), sino que son extranjeros escogidos. “Pedro, apóstol de
Jesucristo, a los extranjeros elegidos. . .”
Enfatizo esto porque la primera cosa que uno dice acerca de alguien cuando uno
le escribe es importante. Hay una razón para poner esto primero. Si escribiese
una carta a mi hijo y le dijese: “Querido Karsten, tu eres elegido de Dios, porque
vives en este mundo, un extranjero pues tu verdadera ciudadanía es del Cielo”, -
si le escribo de esta manera, tendría una razón para llamarlo elegido al comienzo,
querría decir algo con esto.
Algo que podemos decir con seguridad acerca de lo que quiere significar Pedro es
que no está escondido. Cuando uno pone algo primero no está tratando de
esconderlo. Eso es importante, porque en la actualidad, a veces, pensamos que la
doctrina de la elección debe esconderse. Este no es el caso en el Nuevo
Testamento. Jesús no la escondió. Mateo no la escondió. Pablo no lo escondió.
Pedro no la escondió. Juan no la escondió. Jesús y sus apóstoles hablan de ello de
una manera natural y directa. Esa es la manera en la que también nosotros
debemos decirlo.
La Elección Significa Ser Extranjeros
Otra cosa que podemos decir es que Pedro menciona la elección en conexión
directa con nuestro status de extranjeros en el mundo. Esto probablemente nos
indique la razón principal por la que Pedro empieza con la elección. Quiere
enfatizar que no somos extranjeros fundamentalmente porque los hombres nos
rechazaron, sino porque Dios nos ha elegido.
Ser extranjero tiene su dolor. En realidad, todo el libro es acerca del dolor de ser
extranjeros en el mundo. El versículo 6 dice: “Sois afligidos con diversas
pruebas”. En 2:11 extranjeras “pasiones carnales que combaten contra el alma.”
En 2:21: “fuisteis llamados para sufrir”. En 3:16: ellos difaman su buena
conducta. En 4:4: los ultrajan por no precipitarse al desenfreno con ellos. En
4:14: Son vituperados por el nombre de Cristo.
Ser exiliado generalmente significa que se es rechazado por algún grupo de
personas y forzado a vivir en otro lugar que no es su hogar. Significa ser un
refugiado. La condición de extranjeros, exiliados y refugiados son sinónimos de
ser rechazados.
Pedro lo sabe. Y sabe que va a enfatizar realmente este status de extranjeros y
este sufrimiento y rechazo. Por eso, empieza diciendo: Ese no es el significado
principal de vuestro exilio. Ese no es el significado principal de vuestra condición
de extranjeros en el mundo. El significado fundamental de vuestro exilio es que
Dios los eligió de entre el mundo. La elección de Dios es el significado
fundamental de vuestras vidas, no el rechazo del hombre.
Creo que esta es la razón por la cual Pedro comienza con la elección. Quiere
darles una explicación, centrada en Dios, del exilio en el mundo. Sus vidas se
originan en la elección eterna de Dios. El dolor se fundamenta en la elección
eterna de Dios. El rechazo de los hombres se origina en la elección eterna de
Dios. No piensen que todas estas cosas – todos los problemas que tienen por ser
cristianos extranjeros – se deben a que Dios los rechaza. Se deben a que Dios los
elige.
Pedro no esconde la elección. En cambio, la menciona primero y como principal –
es lo primero que dice sobre los cristianos. Lo conecta con nuestra existencia
como extranjeros y exiliados en el mundo. En otras palabras, quiere que
escuchemos una explicación directa, abierta y franca de que nuestras vidas tienen
su significado cristiano característico por haber sido elegidos por Dios. Quiere que
tengamos una identidad no solo como extranjeros, sino como extranjeros
elegidos. Nuestra identidad no es fundamentalmente que somos rechazados por
el mundo, sino que somos elegidos por Dios.
La Doctrina no es Descartable
Me voy a extender un momento más sobre esto. Norteamérica es un país
práctico, que hace las cosas realidad. La iglesia evangélica tiene la misma
característica. Queremos instrucciones de "cómo hacer" no doctrina. Entonces,
tenemos grandes conferencias sobre cómo levantar iglesias exitosas que dicen
audazmente: “No hablen de doctrina y de teología”. Y la gran mayoría de las
iglesias parece que lo consideran una virtud.
Cuánto más leo la Biblia menos estoy de acuerdo con esta perspectiva. Los
apóstoles consideraron la doctrina enormemente útil. Cuando Pedro comienza su
carta con la frase “extranjeros escogidos”, él quiere darles una ayuda práctica a
los extranjeros. Él cree que es prácticamente útil saber que ustedes están entre
los elegidos. Por eso, les insto a no ser como los pragmáticos que menosprecian
las doctrinas como la de la elección. Más bien, sean como los apóstoles que
valoran esta doctrina y la colocan como prioridad dentro de sus preocupaciones,
porque es de útil importancia para vivir como extranjeros libres y alegres en un
mundo ajeno.
Podría ser, que una de las razones por la que la iglesia es débil en la actualidad
sea que estamos constantemente tratando de tomar atajos para fortalecernos y
crecer. Puede ser que estemos destinados a ser fuertes en la fe, el amor, la
esperanza, la alegría y el servicio constructivo, no a pesar de la doctrina sino a
causa de la doctrina.
Ténganlo presente mientras examinamos el versículo 2. Lo que Pedro hace aquí
es enseñarnos tres cosas sobre la elección divina. Todo esto en la primera oración
de su carta – así es de importante. ¡Sorprendente!
La Elección nos Envuelve en Dios
Hay tres frases en el versículo 2 que nos hablan acerca de nuestra elección. 1)
Somos elegidos “según el previo conocimiento de Dios”. 2) Somos elegidos “por
(o en) la obra santificadora del Espíritu” 3) Somos elegidos “para obedecer
(nosotros) a Jesucristo y ser rociados por su Sangre”.
Aquí hay un par de pistas que muestran que Pedro quiere que entiendan su vida
en el mundo en relación a Dios. Quieren que vean toda su vida conectada con
Dios de alguna manera.
La primera pista es que los envuelve en la iniciativa de elección de Dios. Pone la
elección detrás de ustedes. Pone la elección dentro de ustedes. Pone la elección
frente a ustedes. Eso es lo que hacen esas tres frases. Detrás de ustedes está la
base de la elección de Dios en el previo conocimiento de Dios. Dentro de ustedes
está la experiencia de la elección en la obra santificadora del Espíritu. Frente a
ustedes está el destino de la elección para obedecer a Jesucristo y buscar refugio
en su sangre derramada. Pedro nos envuelve en la elección. Realmente, quiere
que lo entendamos. Vivir de ella, vivir en ella y vivir por ella.
La segunda pista es que estas tres dimensiones de elección están relacionadas
cada una a una Persona divina de la Trinidad diferente. Nuestra elección tiene raíz
en el conocimiento previo de Dios, el Padre. Nuestra elección se experimenta a
través de la obra santificadora del Espíritu. Y el objetivo de nuestra elección es
que obedezcamos a Jesucristo, el Hijo de Dios.
Lo que queda claro de esto es que Pedro no está desperdiciando las palabras.
Todo está elegido para envolvernos en Dios. Y la mejor manera de hacerlo es
enfatizar la doctrina de la elección con su origen pasado, su experiencia presente
y su propósito futuro, y demostrar que la Trinidad completa está involucrada en
nuestras vidas desde el comienzo hasta el final.
¿No les resulta extraño que el apóstol del Señor Jesús, al escribir a las iglesias en
conflicto por frustraciones y agobios, debe comenzar con una enseñanza tan
profunda sobre la elección divina, aún antes de terminar su saludo? Sin embargo,
en la actualidad, muchos apóstoles del crecimiento y bienestar de la iglesia
empiezan sus conferencias con: “No hablamos de teología”. Confieso que no lo
entiendo.
Pero, sí sé para qué me convoca Dios aquí, y eso es: para enseñar, inspirar y
tratar de fortalecer esta iglesia (sus corazones) a la manera de los apóstoles: con
una verdad clara, directa y abierta sobre Dios y sus caminos maravillosos para los
hijos de los hombres, incluida la elección.
Elegidos Según el Previo Conocimiento de Dios
Tomen la primera frase del versículo 2. Fuimos elegidos “según el previo
conocimiento de Dios, el Padre”. ¿Cuál es el fundamento de nuestra elección?
¿Por qué Dios me eligió a mí para ser suyo? O, para decirlo más personalmente,
¿cuál será el punto principal de la respuesta que le darán a Dios cuando les
pregunte: cómo es que tú creíste en mí y te salvaste mientras que otros no?
La respuesta de Pedro es: “Dios me conocía previamente” Elegido según el
conocimiento previo de Dios. Pero, ¿qué significa eso? ¿Significa que me elegí a
mí mismo y entonces Dios como sabía que yo haría eso, me escogió basado en mi
auto elección? ¿Es eso el “conocimiento previo de Dios”?
Creo que no. Jesús dijo: “Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí
a vosotros” (Juan 15:16, LBLA). Nuestra elección de Dios se basa en que Dios nos
eligió a nosotros, no viceversa.
El conocimiento previo de Dios sobre su pueblo no es simplemente su percepción
de lo que ellos harán. El conocimiento previo de su pueblo es el reconocimiento
de ellos como suyos o su reconocimiento de ellos. Les voy a dar dos ejemplos de
esta clase de conocimiento.
1. En Salmos 1:6 dice: “El Señor conoce el camino de los justos, mas el camino
de los impíos perecerá”. Esto no significa que Él es consciente del camino de los
justos pero ignora el de los impíos. Significa que él reconoce el camino de los
justos. El conocimiento que Dios tiene de su pueblo es su aprobación y su
reconocimiento.
2. En Amós 3:2 dice: "Solo a vosotros he escogido de todas las familias de la
tierra." Esto no significa que Dios sólo es consciente de la existencia de Israel,
sino que sólo reconoce a Israel como suya. Sólo reconoce a Israel como su
pueblo.
Ese es el fondo de las palabras de Pedro, en 1 Pedro 2:9, cuando le dice a las
iglesias: “Vosotros sois linaje escogido.” Él no quiere decir que Dios buscó a
quienes ya creían en Él y luego los eligió como suyos. Significa que eligió
soberanamente a Abraham (Nehemías 9:7) cuando aún servía a otros dioses
(Josué 24:2-3) para que fuese el padre de Israel. A esa elección se la llama
“conocimiento” en Génesis 18:19 “Porque yo le he conocido y en él serán
bendecidas todas las naciones”
Esa es la esencia de 1 Pedro 1:2: “elegidos según el previo conocimiento de
Dios”. Antes de la creación del mundo, Dios sabía quién era suyo: él nos
reconoció y nos confirió su reconocimiento como suyos. Ese es el fundamento de
la elección. No es debido a nuestro nacimiento, nuestros logros, nuestra religión,
nuestras obras, nuestra virtud o nuestra fe. Se debe al reconocimiento libre de
Dios de a quién escogería, con el asesoramiento de su sabiduría.
“Elegidos...por la Obra Santificadora del Espíritu”
La segunda frase del versículo 2 muestra cómo la obra soberana de Dios en la
elección llega a manifestarse en nosotros. Escogidos “por (o en) la obra
santificadora del Espíritu”. Esta es la misma manera que Pablo habló de elección
en 2 Tesalonicenses 2:13: “Dios os ha escogido desde el principio, para salvación
mediante la santificación por el Espíritu”.
Dios, el Espíritu, coopera con Dios, el Padre, al tomar el decreto eterno del Padre
por el que ustedes son elegidos y convertirlo en una santidad práctica mediante
su obra poderosa en sus vidas.
Conclusión
Esta mañana les hablo a los creyentes para instaurar la verdad en sus corazones.
Hoy, Dios quiere que sepan que ninguna de las dificultades que sufren como
extranjeros y exiliados en este mundo es una sorpresa para Dios. Los ha elegido
para eso. Es parte de su disciplina purificadora. Sus problemas como exiliados
aquí no son resultados absurdos y sin sentido de sus propias decisiones falibles y
faltas de discernimiento. Son el plan amoroso y la sabiduría de la elección
infalible y omnisciente de Dios. La vida de exilio se origina en Dios. Están
envueltos en el amor de elección de Dios el Padre, Dios el Espíritu y Dios el Hijo.
Sus vidas se originan en Él, a través de Él y por Él.
Piensen en esta verdad. Déjenla hundirse y tocar el centro más profundo de su
identidad. Dios, el Padre, los ha elegido. El Espíritu Santo los santifica. Y como
veremos la semana próxima, Jesús los cubre con su sangre y recibe la obediencia
de ustedes.