1:
1910 Obra en 18 cuadros
de Maruxa Vilalta (Sistema Nacional de Creadores de Arte)
Para Adrián y Jordi
ÍNDICE
Introducción…..2
Prólogo …..3
1910, obra en 18 cuadros …..6
Advertencia …..8
Personajes …..9
Espacios …..12
Uno …..12
Dos …..13
Tres…..17
Cuatro …..19
Cinco…..20
Seis …..23
Siete …..28
Ocho…..30
Nueve …..30
Diez …..32
Once…..34
Doce…..42
Trece …..45
Catorce…..49
Quince…..54
Dieciséis…..57
Diecisiete…..69
Dieciocho …..71
Notas…..79
Cronología …..92
2:
Bibliografía …..103
INTRODUCCIÓN
Dispuesta a recorrer todos los registros del hecho escénico, Maruxa Vilalta nos
presenta ahora un impresionante fresco histórico en tono a la Revolución
Mexicana. Lo hace, y en ello radica buena parte de su importancia,
precisamente en los inicios del siglo XXI a casi cien años de aquel 1910, y tras
un cambio político fundamental que, segura y felizmente, ha dejado atrás las
tan insoportables cuanto contraproducentes mitificaciones oficialistas. Pero no
sólo por aparecer como un sólido testimonio en tiempos de nuevos vientos en
el pantheón oficialista es importante este 1910 de Maruxa Vilalta. Lo es, sobre
todo, por la forma de entremezclar la entraña misma de los más pequeños y
desconocidos personajes que, con su sangre y su esperanza, construyeron
aquella gesta, con la contundencia del documento histórico fidedigno y
comprobable. Teatro documental por derecho propio, es capaz sin embargo de
tocar las más finas cuerdas del teatro poético, al ritmo del soldado que arrastra
por caminos, para él incomprensibles, su cañón irremediablemente
descompuesto. Si quisiera encontrar parangones, más que con Peter Weiss
emparentaría 1910 con aquella Primavera del 71 de Arthur Adamov, otro autor
empeñado en cambiar de registros teatrales. Y, así como Adamov recupera
para las futuras generaciones la gesta de la Comuna de Paris, Maruxa Vilalta
recupera la gesta de 1910 para las generaciones de la mexicana post
modernidad neoliberal, mucho más empapadas en la mitología televisiva
norteamericana que en una historia propia a la que han visto traicionada desde
sus mismísimas raíces. Sea, pues, bienvenida esta nueva empresa de nuestra
dramaturga.
JOSÉ RAMÓN ENRÍQUEZ
3:
PRÓLOGO
Maruxa Vilalta, mujer de letras, cultiva raras especies. Hoy nos ofrece una, que
parece extinta y entre sus manos florece: la Revolución Mexicana. Bien que
Maruxa mire hacia atrás casi un siglo, y nos diga en dieciocho cuadros lo que
hubo en ese año germinal de 1910, cuando vino la bola y nos alevantó.
Entonces comenzaron muchas cosas, en el punto donde terminaban otras, o
casi: porque nada comienza ni termina, nace o muere en un punto preciso.
¿No es así ahora mismo? ¿No será mañana? Había mucho de revolución
antes del año germinal: y algo perdura, entre los pliegues de la conciencia, cien
años después. No serán balazos. ¿Qué serán?
Maruxa nos pone frente a frente con hombres y mujeres anónimos: ni los
héroes ni los dioses; apenas los seres humanos, de camisa blanca, pantalón
caqui. Oscuros, oscuros todos: unos acabarían colgados, otros fusilados, en un
país llamado México, donde la vida se animaba. Se animaba como el murmullo
que crece. Los nuevos ciudadanos ya tenían proclama: un Plan, una causa,
una razón para morirse de una vez mejor que paso a paso, lentamente, con
inexorable disposición. Oyeron hablar en mexicano. “Perdono al que roba y al
que mata, pero al traidor no lo perdono”. Eso, en un país donde proliferan las
traiciones, como racimo. Vale la pena tomar el fusil y ver qué pasa.
Pasaría Madero. El joven que lo mira se hace viejo. Queda en un poste,
trepado, con los ojos muy abiertos, muy vacíos. Ese joven también pasa. Y la
voz de Madero, que Maruxa rescata, insiste suavemente: “Me preocupo por el
prestigio de las instituciones democráticas...” Pero éste se defiende con un
cañón. Tiene nombre. Sebastián se llama. ¿Dispara? ¡Quién sabe! Van
corriendo los cuadros; las mujeres y los hombres se escurren en lo colores del
gran fresco revolucionario que pinta Maruxa, con paciencia de soldadera.
4:
Llegamos a Belisario: "El mundo está pendiente de vosotros, señores
miembros del Congreso...”
Hay que empuñar de nuevo las armas. ¿Y qué vamos a hacer con este país
nuestro? Obedecer, por supuesto.
En ese trance, el paisaje se puebla de soldados; ahí los pone, pendientes y
desorbitados, una mala tiranía: mala, porque es taruga, dice Villa. El artillero
sigue, empujando el cañón que no dispara, pero combate, claro que combate.
Hasta que recuerda la manera, y entonces “Ah, chirrión, ¡sí disparó!” Y ahí
quedaron algunos, con la boca abierta y la mirada en la luna.
En la obra de Maruxa la Revolución camina, a cuadros, a muertos, a soldados,
a caudillos, a caballos, a balazos. Camina por donde puede. Y puede mucho,
siempre puede. Hay un "galopar de guerra" mientras observamos el cielo, azul
y bonito, con muchas estrellas. Un villista, que sólo es número, advierte
sentencioso: ese cielo "no está hecho para nosotros. Somos pura carne de
cañón". En efecto. Pero hay que ir adelante. Maruxa Vilalta mueve los hilos,
impulsa los personajes, agita el agua turbia. Es verdad que el campesino no
anda corriendo tras los derechos políticos, que no dan de comer; quiere un
pedazo de tierra. Ángeles predica: “Los verdaderos obstáculos de la
democracia son la ambición de los caudillos, que olvidan sus promesas, y la
falta de voluntad del pueblo”. Sigue la prédica, con rarísimas palabras, extrañas
entre magueyes, desierto, metralla: pureza, amor, esperanza, Nada menos.
Las cosas acaban como deben, en un país donde todos son deudores, todos
acreedores, todos exaltados, todos fieros. Así, Chinameca, donde los
“valientes” pelones presentan armas y matan a Zapata; por la espalda, por el
frente, por los flancos, por todas partes disparan. Cierto: el alma de Zapata se
evade y cabalga. Así, Tlaxcalantongo. El Palacio Nacional se resume en una
choza, rodeada de bruma, iluminada por el quinqué. Larga barba blanca reposa
en el viaje de regreso por la sierra de Puebla. Pero no olvidaremos Querétaro,
ni la Constitución. Así, Parral. El dulcero vigila, se apresura, da la señal. Villa se
dobla sobre la portezuela. Ni la pistola sacó, "destrozado su gran corazón”. Sin
5:
embargo, se dice que salió disparado, que el caballo llevaba la crin agitada,
que se doblaba con el viento el ala del sombrero, se dice que ahí anda, donde
todos lo siguen y nadie, ni Pershing, puede alcanzarlo.
La obra culmina en un coro. Es el coro de la Revolución. Y ésta es el “rostro
brutal y resplandeciente de la fiesta y la muerte, del mitote y el balazo, de la
feria y el amor”, como desentraña Paz.
Los actores son constituyentes. ¿Cuántos muertos y cuántos artículos?
Saquemos la proporción. Son el pueblo. Es que “se metió la Revolución dentro
de la casa”. Cada quien la vio con el cristal de sus propios ojos. ¿Una lucha por
la dignidad humana? ¡Qué va: “lo que teníamos era hambre”! Son los caudillos,
que advierten y se explican. Son de nuevo el pueblo, que retorna. Los
individuos se transforman en muchedumbre, la voz en clamor. El pueblo colma
el último cuadro, grita, aturde, nada tiene, todo le quitan. Exige soluciones.
Exige justicia. En un país llamado México, que es tierra de luz. Precisamente.
Maruxa Vilalta nos ha llevado por su mural y al cabo nos expulsa. Saldremos
del teatro. Observaremos a los apurados ciudadanos. Miraremos los altos
edificios. Nos veremos en el espejo. Tal vez la lluvia nos serenará. Luego
regresaremos. Abriremos la puerta. Entraremos a una casa como ésa donde
comenzó la Revolución. Pero, ¿qué es la Revolución? ¿Dónde está? ¿Y dónde
Madero, Carranza, Villa, Ángeles, Zapata? Por lo pronto, en 1910, obra de
teatro de Maruxa Vilalta. ¿Dónde más? El futuro dirá, donde haya un cañón
llamado Sebastián, que sepa disparar.
Sergio García Ramírez
6:
1910
Obra en 18 cuadros
Escrita y dirigida por M a r u x a V i l a l t a
Se estrenó el 27 de noviembre del 2000, en el teatro El Granero de la ciudad
de México. La pieza fue presentada por el Consejo Nacional Para la Cultura y
las Artes, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Instituto Nacional de
Estudios Históricos de la Revolución Mexicana y la Universidad Nacional
Autónoma de México. Escenografía de Arturo Nava. Pista sonora de Rodolfo
Sánchez Alvarado. Producción ejecutiva de José Luis Gallur y Ulises David. La
pieza estuvo en escena hasta el 21 de marzo de 2001 y el 20 de abril se inició
una segunda temporada en el Centro Nacional de las Artes, teatro Salvador
Novo.
Reparto por orden de aparición:
Nancy Tamayo: Mujer/ Ciudadana/ Soldado de Madero/ María Arias/ Coronela/
Soldado villista/ la que pide agua/ Mujer en el tren/ Actriz/ Constituyente/
Pueblo.
Carlos Corres y Ulises David: Narrador.
Alberto Canacasco y Cirilo Santiago: Hombre/ Orador maderista/ Soldado
zapatista/ Felipe Ángeles/ Compadre/ Victoriano Huerta/ Belisario Domínguez/
7:
Campesino guerrillero/ Coronel Enrique Villa/ Soldado villista/ Asaltante en
Tlaxcalantongo/ Asesino/ Actor/ Constituyente/ Pueblo.
Evaristo Valverde: Ciudadano/ Emiliano Zapata/ Soldado de Madero/
Maderista/ Campesino guerrillero/ Soldado villista/ Asaltante en Tlaxcalantongo/
Asesino/ Soldado en el tren/ Actor/ Constituyente/ Pueblo.
Juan Alberto: Ciudadano/ Pancho Villa/ Soldado de Madero/ Maderista/
Campesino guerrillero/ Soldado villista/ Soldado de Guajardo/ Asaltante en
Tlaxcalantongo/ Soldado en el tren/ Actor/ Constituyente/ Pueblo.
Laura Masana y Talía Cabrera: Ciudadana/ Periodista/ Maderista/ Campesina
vieja/ Mujer en el tren/ Actriz/ Constituyente/ Pueblo.
Javier Sánchez García: Ciudadano/ Hombre de Milpa Alta/ Francisco I.
Madero/ Zapatista con consensia/ Campesino guerrillero/ Soldado villista/
Estudiante/ Zapatista narrador/ Asaltante en Tlaxcalantongo/ Soldado en el
tren/ Actor/ Constituyente/ Pueblo.
Olivia Barrera y Ofelia Córdova: Ciudadana/ Mujer de Milpa Alta/ Soldado de
Madero/ Maderista/ Campesina joven/ Soldado zapatista/ Estudiante/ Mujer en
el tren/ Actriz/ Constituyente/ Pueblo.
Alberto Acosta: Ciudadano/ Soldado zapatista/ Artillero/ Maderista/ Soldado
de Huerta /Soldado de Carranza/ Soldado villista/ Esbirro/ Soldado de
Guajardo/ Asaltante en Tlaxcalantongo/ Cómplice/ Soldado en el tren/ Actor/
Constituyente/ Pueblo.
Zacarías Castro: Ciudadano/ Soldado zapatista/ Francisco Cárdenas/
Maderista/ Orador Carrancista/ Campesino guerrillero (ahorcado)/ Soldado
villista/ Ricardo Flores Magón/ Soldado de Guajardo/ Rodolfo Herrero/
8:
Asaltante en Tlaxcalantongo/ Voceador/ Asesino/ Soldado en el tren (tambor),
Actor/ Constituyente/ Pueblo.
Sergio Cuéllar: Ciudadano/ Soldado zapatista/ Soldado de Madero/ Camerino
Mendoza/ Campesino en el maguey/ Soldado de Carranza/ Soldado villista/
Abraham González/ Soldado de Guajardo (clarín) Asaltante en Tlaxcalantongo/
Asesino/ Soldado en el tren/ Actor/ Constituyente/ Pueblo.
Gregorio Reséndiz y Antonio Arias: Ciudadano/ Hombre de Milpa Alta/
Aureliano Blanquet/ Venustiano Carranza/ Soldado de Huerta/ Soldado villista/
Soldado de Guajardo /Asesino/ Soldado en el tren/ Actor/ Constituyente/
Pueblo.
ADVERTENCIA
La ficción se entrelaza con la historia. Mi interés al escribir esta obra no se
dirigió a análisis políticos o sociológicos, sino a proyectar -compartir con el
público- imágenes, instantáneas, impactos; sabor cruel y a la vez poético de la
Revolución.
Es la historia puesta en escena. El pasado para traerlo al presente. No
solamente los sucesos importan, sino la forma en que esos sucesos pueden
hacernos sentir contemporáneos de hombres y mujeres de otros tiempos, en
este caso de tiempos de la Revolución.
Se abarca principalmente el período armado, de 1910 a 1917. Antes que los
acontecimientos reseñados en los manuales, la Revolución por quienes la
vivieron y por quienes murieron en ella. Tampoco grandes papeles
9:
protagónicos. Antes que los héroes o los traidores, el soldado muerto en
combate.
Maruxa Vilalta
PERSONAJES
Los 168 pueden ser interpretados por 12 actores, 9 hombres y 3 mujeres.
Cada intérprete logrará su personaje mediante actuación, no con disfraces.
Vestirán todos iguales, de principio a fin de la obra: camisa blanca, pantalón
color caqui y zapatos cafés. No se recurrirá a sombreros, pelucas ni
caracterización alguna. Las armas y cartucheras son de tiempos de la
Revolución. Cuando se requieran audios de música, será clásica.
Uno
NARRADOR
HOMBRE
MUJER
Dos
10 CIUDADANOS DE 1910 (7 HOMBRES y 3 MUJERES)
ORADOR MADERISTA
Tres
SOLDADOS ZAPATITAS
HOMBRES DE MILPA ALTA
MUJER DE MILPA ALTA
NARRADOR
EMILIANO ZAPATA
10:
Cuatro
NARRADOR
FRANCISCO VILLA
Cinco
8 CIUDADANOS DE 1911 (5 HOMBRES Y 3 MUJERES)
FRANCISCO I. MADERO
NARRADOR
FELIPE ÁNGELES
MUJER PERIODISTA
Seis
ARTILLERO
COMPADRE del ARTILLERO
5 SOLDADOS MADERISTAS (3 HOMBRES Y 2 MUJERES)
NARRADOR
MUJER PERIODISTA
AURELIANO BLANQUET
MADERO
VICTORIANO HUERTA
FRANCISCO CÁRDENAS
Siete
6 MADERISTAS (4 HOMBRES Y 2 MUJERES)
CAMERINO MENDOZA
MARÍA ARIAS
HUERTA
Ocho
ORADOR CARRANCISTA
VENUSTIANO CARRANZA
Nueve
NARRADOR
BELISARIO DOMÍNGUEZ
Diez
ARTILLERO
ZAPATISTA CON CONSENSIA
Once
5 CAMPESINOS GUERRILLEROS
CAMPESINA VIEJA
CAMPESINA JOVEN
CORONELA
2 SOLDADOS DE HUERTA
CAMPESINO EN EL MAGUEY
11:
NARRADOR
INTERMEDIO
Doce
NARRADOR
4 SOLDADOS VILLISTAS EN XOCHIMILCO (3 HOMBRES Y 1 MUJER)
5 SOLDADOS ZAPATISTAS EN XOCHIMILCO (3 HOMBRES Y 2 MUJERES)
VILLA
ZAPATA
Trece
NARRADOR
2 VILLISTAS EN GUADALAJARA
VILLA
CORONEL ENRIQUE VILLA
ZAPATA
2 SOLDADOS DE CARRANZA
CARRANZA
Catorce
ARTILLERO
COMPADRE del ARTILLERO
5 VILLISTAS EN LA CAPITAL
Quince
NARRADOR
6 VILLISTAS EN TORREÓN
Dieciséis
El ESTUDIANTE
LA ESTUDIANTE
3 VILLISTAS DE 1916
VILLA
NARRADOR
ZAPATISTA NARRADOR
ZAPATA
ESBIRRO DE HUERTA
ABRAHAM GONZÁLEZ
RICARDO FLORES MAGÓN
CARRANZA
LA QUE PIDE AGUA
SOLDADO VILLISTA
FELIPE ÁNGELES
5 SOLDADOS DE GUAJARDO
RODOLFO HERRERO
7 ASALTANTES EN TLAXCALANTONGO
12 :
VOCEADOR DE PERIÓDICOS
VILLISTA EN PARRAL
CÓMPLICE
5 ASESINOS
Diecisiete
NARRADOR
6 SOLDADOS EN EL TREN
3 MUJERES QUE LOS DESPIDEN
SOLDADO CON TAMBOR
Dieciocho
11 ACTORES (8 HOMBRES Y 3 MUJERES)
11 CONSTITUYENTES
EL PUEBLO (8 HOMBRES Y 3 MUJERES)
MADERO
ZAPATA
VILLA
CARRANZA
HOMBRE
MUJER
NARRADOR
ESPACIOS
Un espacio principal, Espacio 1, con varias entradas. Desniveles, escalones,
alguna tarima. En nivel más elevado, Espacios 2, 3, 4 y 5. En el Espacio 4 hay
un gran maguey.
Los cambios de cuadro se harán de manera que la acción quede lo más unida
posible, a veces hasta integrada con la del cuadro anterior.
Uno
En el Espacio 2, una mujer. Al Espacio 1 entra un actor con un script de la obra
que se inicia: es el narrador.
NARRADOR (Lee.): Hace muchos años, en un país llamado México, había una
vez un dictador...
13 :
México, tierra de grandes mares y cielos, tierra de valles y de serranías,
desiertos y selvas. Lugar de magueyes y de rosas. Lugar de la jícama y del
amaranto, la piña y la caña brava, el roble y el cedro y el alto encino. Volcanes.
Sol que reverbera. Sol que cae a plomo. Hoy, país de fuertes industrias y
enormes ciudades. Lugar de sueños y de grandes realidades. México, tierra
esplendorosa, tierra de luz...
Había una vez un dictador que gobernaba con un régimen feudal. Deportación
y esclavitud de los indios yaquis. Huelgas de Cananea y Río Blanco.
Trabajadores ejecutados. La gente, no acostumbrada a participar en política.
Un hombre se acerca al Espacio 2. La mujer voltea a verlo.
NARRADOR (Lee.): El pueblo nada tiene, todo le quitan.
HOMBRE (A la mujer.): No traje nada... (Empieza a gritar, cada vez más
fuerte.) ¡No traje nada! ¡No traje nada! ¡No traje nada!... (Quedo.) No traje
nada.
NARRADOR: Miradas perdidas en un horizonte oscuro. Aguardan... El dictador
era general. Porfirio Díaz había iniciado su lucha pidiendo que “ningún
ciudadano se perpetúe en el ejercicio del poder”. (1) Y desde que obtuvo la
presidencia de la República se siguió reeligiendo y gobernó durante más de
treinta años.
Un hacendado de Coahuila, el señor Francisco I. Madero, publica un libro con
el propósito de restaurar la democracia. Madero funda el Partido
Antirreeleccionista y lanza su candidatura para la presidencia. Es encarcelado.
Díaz recurre al fraude y se declara nuevamente reelegido.
Pero Madero huye de la cárcel. Un día, en 1910...
Sale el narrador y el hombre y la mujer se unen a los personajes del cuadro
siguiente.
Dos
Entran 9 ciudadanos de 1910, 6 hombres y 3 mujeres; quedan en el Espacio
principal. Hablarán entre ellos y también a los espectadores, en lo que será una
14 :
escena de mitin callejero. Se corre la voz; lo que fue primero un murmullo va
creciendo.
CIUDADANOS:
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección.
La frase es ya un clamor. Se repetirá las veces que sea necesario, para
terminar en coro.
TODOS: Sufragio efectivo-No reelección. (1)
---Madero lo dice en el Plan de San Luis Potosí.
---En Puebla, Aquiles Serdán lucha a favor de Madero.
---¡Arriba Aquiles Serdán!
---También desde el exilio los hermanos Flores Magón siguen publicando su
periódico .
---¡Arriba los Flores Magón!
---¡Arriba Regeneración!
---¡Muera la dictadura!
---Los jueces están vendidos a las autoridades. A Madero le preocupa la
administración de justicia.
15 :
---Cuando un pueblo carece de justicia es en escarnio del más elemental de los
derechos humanos. (2)
---¡Abajo Porfirio Díaz!
---¡Viva Madero!
---Ése sí quiere ayudar al pueblo.
---No trata de hacerse rico.
---Ya lo es.
---Dicen que habla con los espíritus.
---¿Con los espíritus? ¡A poco!
---Bueno, y qué tiene de malo. Cada quien habla con quien quiere, ¿no?
---O con quien puede.
---El señor Madero quiere proteger a los campesinos.
---¡Y a los trabajadores!
Entra apresurado el ciudadano 10, mostrando un documento. Sube escaleras,
entre el público, y se convierte en orador maderista.)
ORADOR: ¡Plan de San Luis! (Lee.) Primero: Se declaran nulas las elecciones
para presidente y vicepresidente de la República, magistrados de la Suprema
Corte de la Nación y diputados y senadores, celebradas en junio y julio del
corriente año.
Segundo: Se desconoce al actual gobierno del general Díaz, así como a todas
las autoridades cuyo poder debe dimanar del voto popular, porque además de
no haber sido electas por el pueblo han perdido los pocos títulos que podían
tener de legalidad, cometiendo y apoyando, con los elementos que el pueblo
puso a su disposición para la defensa de sus intereses, el fraude electoral más
escandaloso que registra la historia de México.
CIUDADANOS:
---¡Respeto al voto!
---¡No reelección!
16 :
ORADOR: Francisco I. Madero asume la presidencia provisional de los
Estados Unidos Mexicanos, con las facultades necesarias para hacer la guerra
al gobierno usurpador del general Díaz. Se convocará a elecciones generales y
se entregará el poder a quien resulte, electo.
CIUDADANOS:
---¡Madero!
---¡No queremos a ningún otro!
---¡Elegiremos a Francisco I. Madero!
ORADOR (Sigue leyendo.): El día 20 de noviembre, desde las seis de la tarde
en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para
arrojar del poder a las autoridades que actualmente gobiernan. Las leyes de
guerra serán rigurosamente observadas, llamándose especialmente la atención
sobre las prohibiciones relativas a no usar balas explosivas ni fusilar a los
prisioneros. Una de las principales medidas del gobierno provisional será poner
en libertad a todos los presos políticos. (3) (Se integra al grupo de ciudadanos.)
CIUDADANOS:
---El día 20.
---¡20 de noviembre!
---¡Estaremos con Madero!
Entusiasmo. Pero entra el ciudadano 11.
CIUDADANO 11: Mataron a Aquiles Serdán. (Se hace un silencio.) La policía
intentó allanar su casa. Los Serdán y otros antiporfiristas se lo impidieron. Más
de mil rurales contra Aquiles Serdán. Mantuvo la defensa hasta el día siguiente.
Fue sorprendido al salir por la puerta de un sótano. Lo acribillaron. (4)
CIUDADANOS (Quedo, se corre la voz.):
---Sótanos húmedos...
---Espejos rotos...
---La planta alta. Escaleras de piedra...
17 :
---Desde la calle de enfrente llegaban los disparos a la casa...
---Sótanos húmedos...
---Espejos rotos...
UN CIUDADANO: ¡Tierra y libertad! En Regeneración aparecen las palabras
que pueden salvar a nuestro pueblo. ¡Tierra y libertad! (5)
OTRO CIUDADANO: ¡Tierra y libertad!
OTRO: ¡Sufragio efectivo-No reelección!
Salen, llevando la frase a gente fuera de escena.
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección.
---Sufragio efectivo-No reelección...
Todavía se les oye cuando el último ciudadano que iba a salir regresa y trata
de convencer a un espectador.
CIUDADANO: ¡Órale, vámonos con Madero! (Da unos pasos, pero el
espectador no lo siguió. Regresa) ¿Qué pasó? ¡Vámonos con Madero!... ¡Ven
con nosotros, vámonos!... ¿No?... Ya sabíamos que al señor Madero le iba a
costar trabajo esto de la Revolución... ¡Sufragio efectivo-No reelección!
Sale. Se le oye todavía fuera de escena.
CIUDADANO: ¡Sufragio efectivo- No reelección!
Y entran los personajes del cuadro siguiente.
Tres
Al Espacio 1 entran 4 zapatistas, con cartucheras cruzadas al pecho, 2
hombres de Milpa Alta y una joven mujer de Milpa Alta. Gritos de los zapatistas.
ZAPATISTAS:
--- ¡I... jajajai!
---¡Arriba mi general
18 :
---¡Que viva mi general Zapata!
---¡Que viva Zapata!
---¡Arriba mi general!
NARRADOR (Entrando, lee el script.): Cada intérprete logrará su personaje
mediante actuación, no con disfraces. Vestirán todos igual, de principio a fin de
la obra. No se recurrirá a caracterización alguna.
ZAPATISTA 1 (A los hombres.): Y ustedes qué.
HOMBRE 1: Aquí nomás. Acá estamos los de Milpa Alta.
ZAPATISTA 2: ¿Y cómo ven las cosas?
HOMBRE 2: La mera verdad, los estábamos esperando.
HOMBRE 1: Ya queríamos que llegaran.
ZAPATISTA 3: Pos ya llegamos.
Siguen con la plática. El zapatista 4 quedó con la mujer.
ZAPATISTA 4: Qué anda haciendo por aquí, mi alma.
MUJER: Pos de acá soy, ¿qué le pasa?
ZAPATISTA 4: Me gustas... Por ai traigo mi reata.
MUJER (Con desafío.): A poco andan lazando mujeres.
ZAPATISTA 4: No te creas, eso era antes, eso hacían los plateados.
MUJER: Deje ya de molestar.
ZAPATISTA 4: No te enojes. Nosotros semos civilizados.
MUJER: ¿En serio?
ZAPATISTA 4: Verdad de Dios.
MUJER (Al público.): Oticmatque itechpa in Yaochihualiztli, i'cuac
ohualma'xitico in ce hueyi tla'tihuani, motocayoti'tzinoa Zapata, Tlatzintla
chane'que. Ihuan ye´huatzin hueyi tla'tihuani in aquin achto otechmononochilico
macehualcopa. Lo primero que supimos de la Revolución fue que un día llegó
un gran señor Zapata, de Morelos. Y fue el primer gran hombre que nos habló
19 :
en mexicano. Todos esos hombres hablaban el mexicano casi igual que
nosotros. Cuando entraron a Milpa Alta se entendía lo que decían. (1)
Entra Zapata y se convierte en centro de atención de todos.
NARRADOR (Da vuelta a las páginas y sigue leyendo.): El actor que haga el
papel de Zapata deberá tener la vida interior de Zapata y la mirada de Zapata.
Mirada empecinada y triste...
Sale.
ZAPATA (A los de Milpa Alta.): Les ofrecí luchar porque se les restituyeran sus
tierras, montes y aguas usurpados por los hacendados. En mí han depositado
su confianza y sus esperanzas, así que tengo que cumplirles su promesa,
aunque pierda la vida por mis demandas.
UN ZAPATISTA: ¡Arriba mi general Zapata!
ZAPATA: No los dejaré abandonados a su suerte. Pienso en un Plan que nos
justifique y a la vez sirva de orientación a las clases campesinas. Para que así,
aunque me maten, tengan ustedes esta bandera o Plan, para continuar la
Revolución agraria, y de esta manera, tarde o temprano, recuperarán sus
tierras. (2)
OTRO ZAPATISTA: Nosotros no queremos hacernos ricos. Mi general Zapata
no quiere bandidaje.
ZAPATA: Perdono todo menos la traición.
OTRO ZAPATISTA: Un trabajador tenía un perro que le cuidaba a sus gallinas
de los coyotes. Pero un día encontró al perro bajo un huizache, comiéndose
una gallina junto con los coyotes. El trabajador tomó su machete y de un solo
tajo le abrió al perro la cabeza. (3)
ZAPATA: Perdono al que roba y al que mata, pero al traidor no lo perdono.
Sale.
GENTE DE MILPA ALTA Y ZAPATISTAS:
---¡Viva Emiliano Zapata!
---¡Estamos con Zapata!
20 :
---¡Que viva mi general!
---¡Que viva mi general Zapata!
---¡I... jajajai!
Salen todos y entra el narrador, ya en el cuadro siguiente.
Cuatro
Al espacio 1 entra Villa, inseparable de su pistola. Su presencia llena el
escenario.
NARRADOR: Francisco Villa... Su biógrafo John Reed lo describe tal como
era en 1914, cuando resplandecían sus Dorados y estaba al frente de la
División del Norte.
Escribe Reed: Es el ser humano más natural que he conocido, y digo natural en
el sentido de encontrarse lo más cerca posible de un animal salvaje. Sus ojos
nunca están quietos y parecen llenos de energía y brutalidad. (1) Nadie sabe
cuál será su próximo paso. De noche, cuando el ejército llega a un
campamento, Villa le entrega las riendas de su caballo a un soldado y, con el
sarape al hombro, se va a dormir solo en algún escondite de los cerros. A la
mitad de la noche puede aparecer en un puesto de avanzada, desde dirección
exactamente opuesta, a millas de distancia. Y si encuentra a un centinela
dormido en su puesto, lo mata allí mismo de un balazo... (2) Pero quizás no
fuera tan terrible. Ama a los niños. Quiere para los niños escuelas. (3) Le está
agradecido a Madero que lo salvó de ser fusilado por Huerta, pero Huerta lo
mete a la cárcel. (4) (Lentamente y sin dejar de ver al público, Villa se quita su
cinturón con pistola.) Desde la penitenciaría le escribe en 1911 una carta a
Madero. No es ahora el bandido que sembraba el terror. Su tono es a veces
ingenuo.
VILLA (Menos "salvaje", se sienta y lee la carta): Señor presidente, tenga usted
la bondad de fijarse nada más en lo que yo he perdido. 200 caballos que tenía
21 :
comprados para el ejército, tomé yo 70 y 130 los tomó Orozco. (5) Todo lo
perdí. Perdidas 115 mulas que tomó Orozco, mías. 300 botes de manteca y
1,700 pesos que sacó Orozco de mi casa. De todo esto no doy cuenta al juez.
Pido a usted me ponga en libertad para hacerle hogar a mi familia y a familias
que mantengo desde 1910, que son tres familias más de hombres que yo
estimaba y murieron en la guerra. El gobierno no me ha ayudado, sólo están
haciendo conmigo una ingratitud. Sea usted justiciero con el hombre que tanto
ha sufrido por usted. Adiós, señor. Firmado: Francisco Villa. (6)
Firma y guarda la carta. Toma su pistola y está en pie, imponente.
NARRADOR: Logra escapar de la cárcel y se refugia en Texas. Pero dos
meses después del asesinato de Madero cruza de regreso el Río Grande, en
compañía de dos hombres, una libra de sal, dos libras de azúcar y un kilo de
café, con el propósito de conquistar a México.
Menos de ocho meses después es gobernador de Chihuahua. (7)
Salen Villa y el narrador.
Cinco
Audio ambiente de fiesta, campanas, cohetes. Al Espacio 1 entran 8
ciudadanos de 1911, 5 hombres y 3 mujeres, algunos con pancartas que traen
la foto de Madero. Un joven sube a un poste para ver mejor. Entra Madero.
CIUDADANOS:
---¡Madero !
---¡Viva Madero!
---Madero está aquí, llegó a la capital. (1)
---¡Viva Francisco I. Madero!
EL DEL POSTE: ¡Viva el Jefe de la Revolución!
22 :
MADERO (A los ciudadanos y al público.): Si antes éramos turbulentos, ahora
somos serviles. Si antes sólo pensábamos en los grandes intereses de la patria
y siempre estábamos listos para volar en su defensa, ahora hemos perdido
todo interés en la cosa pública, porque se nos ha enseñado a no mezclaros en
ella. (2)
UN CIUDADANO: ¡Bien dicho!
MADERO: Buscar un cambio por medio de las armas sería agravar nuestra
situación interior, prolongar la era del militarismo y atraernos graves
complicaciones internacionales. El único medio de evitar que la República vaya
a ese abismo, es hacer un esfuerzo entre todos los buenos mexicanos para
organizarnos en partidos políticos, a fin de que la voluntad nacional esté
debidamente representada y pueda hacerse respetar en la próxima contienda
electoral. (3)
OTRO CIUDADANO: ¡Estamos con Francisco I. Madero!
EL DEL POSTE: ¡Viva el Jefe de la Revolución!
Cesa el Audio de golpe y los ciudadanos se inmovilizan.
NARRADOR (Entrando.): Un joven mira a Madero. Lo admira. Es su modelo y
su héroe... El joven trepado en el poste ya no esta aquí, ya no existe... Ahora
ya nadie de esta escena existe. Murieron los ciudadanos de 1911 y murió
Madero, pero siguen vivos sus postulados.
Sale, a la vez que regresa el Audio y todos recobran movimiento. Madero sale,
entre gritos de entusiasmo.
CIUDADANOS:
---¡Viva Madero!
---¡Madero está en la capital!
---¡Viva Francisco I. Madero!
Se disuelve el Audio y salen todos, menos una ciudadana que da media vuelta,
saca un bloc de notas y regresa convertida en periodista. Inmediatamente
Madero vuelve a entrar como presidente de la República, conversando con
Felipe Ángeles. (4) La periodista se apresura hacia ellos.
23 :
PERIODISTA: ¡Señor presidente Madero!... Señor general Felipe Ángeles.
Unas preguntas para mi periódico.
MADERO: Con gusto, señorita.
PERIODISTA: Señor presidente Madero: Usted creó el Departamento de
Trabajo, humanizó el trabajo en las fábricas, legalizó la libertad sindical y de
huelga. (5) ¿Qué opina de la división de la propiedad?
MADERO: Estoy de acuerdo en que la división de la propiedad contribuirá
gradualmente al desarrollo de la riqueza nacional y será una de las bases más
fuertes de la democracia. (6)
PERIODISTA: A los pocos días de tomar usted posesión como Presidente
Constitucional, Emiliano Zapata lanza el Plan de Ayala, desconociéndolo como
Jefe de la Revolución y estableciendo que los terrenos usurpados por los
hacendados entrarán en posesión de los pueblos y ciudadanos. (7) ¿Hoy, qué
puede usted decirnos acerca del problema agrícola en México?
MADERO: Ya en el Plan de San Luis señalamos los abusos de los que fueron
víctimas los pequeños propietarios, en su mayoría indígenas, al haber sido
despojados de sus terrenos y pedimos que les fueran restituidos, pagándoseles
además una indemnización. (8) Hoy, el Ejecutivo se preocupa hondamente por
el problema agrícola porque estima que en la solución de este problema está
vinculado el porvenir económico de la República. (9)
PERIODISTA: Señor general Felipe Ángeles -con el permiso del señor
presidente-. Usted es director del Colegio Militar, experto en mecánica analítica
y en armas de fuego. (10). Pero mucho sabe también de educación, filosofía y
política. ¿Podría decirme qué es para usted la democracia?
ÁNGELES: La democracia consiste en que cada uno se baste a sí mismo para
que, en unión de los demás, pueda ser libre y, por tanto, disponer de libertad
en su gobierno, en sus hechos, en su vida propia. (11)
PERIODISTA: Gracias, general. Señor presidente Madero, una última
pregunta. ¿Qué medidas han resultado más eficaces para la consolidación de
su gobierno.?
24 :
MADERO: No me preocupo por la consolidación del gobierno que tengo la
honra de presidir. Me preocupo por el prestigio de las instituciones
democráticas, por afirmar de un modo sólido en nuestra República los
gobiernos democráticos, a fin de que terminado este período el pueblo se
convenza de los beneficios que trae un gobierno libre. (12)
PERIODISTA: Muchas gracias, señor presidente.
De pronto, disparos, gente que corre y grita.
PERIODISTA: ¡Disparan contra la gente! ¡Disparos en las calles! ...
Sale.
MADERO: Hay que proteger a la población.
Sale por otro extremo, seguido de Felipe Ángeles.
Cruzan la escena 4 ciudadanos:
---Se sublevó el general Mondragón.
---También Bernardo Reyes y Félix Díaz. Las bandas de felicistas recorren la
ciudad.
---Asesinan a la gente.
---Los felicistas atacan la Ciudadela...
Seis
Entran al Espacio principal, con sus fusiles y cartucheras, un artillero maderista
empujando su viejo cañón y su compadre, otro soldado que lo ayuda.
ARTILLERO: ¡Ah, jijos, ah, cabrones, quieren tirar a Madero!... Órale,
compadre, ayúdame a acomodar el cañón.
COMPADRE: Pos si te estoy ayudando.
ARTILLERO (Al cañón.): Órale, Sebastián, vamos a contestarles el fuego a
esos jijos felicistas. Ándale, chiquito, vamos a componerte, órale, Sebastián
tienes que disparar. Vamos a defender al presidente Madero.
COMPADRE: ¿Quién es Sebastián?
25 :
ARTILLERO: ¿Sebastián? Pos es mi cañón, ¿no lo estás viendo?
COMPADRE: ¿Y desde cuándo hablas con tu cañón?
ARTILLERO: Desde siempre, compadre, desde siempre. Mejor dicho, desde
que está malito... Ya no dispara.
COMPADRE: ¿No?
ARTILLERO: No, mira. (Se dispone a prender la mecha).
COMPADRE (Se hace a un lado.): ¡Aguas!
ARTILLERO: Te digo que no sirve. ¡Pero voy a componerlo!
COMPADRE: ¿Y por qué atacan al presidente?
ARTILLERO: Porque se pasa de buena gente. Madero anduvo perdonando a
Félix Díaz y ora éste le paga traicionándolo.
COMPADRE: A final de cuentas, ¿quién es ese Félix Díaz?
ARTILLERO: Pos el sobrino de su tío, quién otro iba a ser, el sobrino de su tío.
¡Pero vamos a darles en la torre a los felicistas!
COMPADRE: Que así sea. Vienen hacia acá, quieren tomar el Palacio
Nacional. ¡Pero aquí los esperamos! (Queda con su fusil en un extremo.)
ARTILLERO: Órale, Sebastián, vamos a defender al presidente Madero.
Lástima que no dispares... Pero ya verás, te voy a componer, ya lo verás.
Haces mucha falta en esta guerra... Dicen que a Madero lo van a apresar. Él
siempre salvó vidas y ahora quieren echárselo... En parte él tiene la culpa: ¡un
presidente que no fusila, dónde se ha visto! En cambio el viejo don Porfirio, ése
sí decía: “¡Mátenlos en caliente!”... Madero es hombre honrado, vamos a luchar
por él. A esos jijos felicistas se los va a llevar la fregada... Nomás que te
compongas, mi Sebas... Órale, pinche Sebastián, no sirves para nada. Bueno,
no te enojes, sí sirves. Bueno, no sirves. No puedes. No disparas.
También con fusiles y cartucheras entran otros 4 soldados maderistas, 2
hombres y 2 mujeres, que van hacia la fachada del Palacio Nacional.
SOLDADO MADERISTA 1: Defenderemos el Palacio Nacional.
26 :
SOLDADO 2: Defenderemos al presidente Madero.
ARTILLERO: ¡Seguro!
COMPADRE: Para eso estamos aquí.
Pero entra el soldado 5.
SOLDADO 5: Orden a este destacamento de ir a la Ciudadela. Allá están
terminando con nuestros soldados.
SOLDADO 2: ¡Vamos contra los felicistas!
SOLDADO 1: ¡Vamos!
COMPADRE: ¡Estamos con Madero!
ARTILLERO: ¡Con mi presidente Madero!
Todos salen corriendo, menos el artillero.
ARTILLERO (Empujando su cañón.): Traidores desgraciados, ora verán...
COMPADRE (Regresa.): ¿Qué pasó? ¡Apúrate, compadre!
ARTILLERO: Ni modo de dejar el cañón. Ayúdame a esconderlo.
COMPADRE (Mientras los dos empujan.): Acá lo habías de dejar. Al rato nos
mandan a Palacio otra vez.
ARTILLERO: No vaya a agarrarlo el enemigo. Lo hacemos a un lado aunque
sea.
COMPADRE: De acuerdo.
ARTILLERO: Ya merito... (Logran sacar el cañón . Se oye al artillero fuera de
escena.) Qué nos duran los felicistas, ¿no es cierto, mi Sebas? (Vuelven a
entrar.)
COMPADRE: Listo. ¡Vámonos compadre!
Sale hacia donde se fueron los soldados.
ARTILLERO (Hacia donde quedó el cañón.): Ahorita venimos, mi Sebas, aquí
quédate, no te me vayas. (Hacia los soldados.) ¡Ya vamos! ¡Espérenme! ...
Sale corriendo con su fusil. Entra el narrador.
NARRADOR (Al publico.): Días de traiciones...Bernardo Reyes muere cuando
encabeza el asalto a Palacio Nacional. Victoriano Huerta es designado por
27 :
Madero general en jefe de las fuerzas del gobierno. Pero traiciona a Madero y
se une a los felicistas. Bombardeos.
LA PERIODISTA (Entrando, al público.): Nuestras casas destruidas... Vidas
que ya no son. En las calles, los cadáveres se amontonan.
NARRADOR: Se incineran en montón.
PERIODISTA: Esta noche, se hizo el silencio.
NARRADOR: Márquez Sterling, embajador de Cuba, describe aquellos días: Al
anochecer las baterías callan y la ciudad se sepulta en un tétrico silencio de
panteón, rasgado por alguna ametralladora desvelada. Un bulto que se mueve
en la sombra, un ruido extraño, el eco de una voz lejana, bastan para una
descarga. Y vuelve todo a su quietud. Los candelabros del Paseo de la
Reforma y de las avenidas centrales, lo mismo que los faroles de las calles,
permanecen apagados. (1)
PERIODISTA: Sobre tu capital cada hora vuela, ojerosa y pintada, en carretela.
(2)
NARRADOR: Ramón López Velarde.
PERIODISTA: ¡Sabandijas! ¡Huerta y sus comparsas son unas sabandijas! (3)
NARRADOR: Gustavo Madero, el hermano del presidente, le informa de las
traiciones de Huerta que se ha estado entrevistando con Félix Díaz.
PERIODISTA: Huerta es llevado a la presencia de Madero, quien le da 24
horas de plazo para comprobar su lealtad.
NARRADOR: Es demasiado tiempo. Inmediatamente Victoriano Huerta va con
el embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, quien se alía con el
traidor. (4).
PERIODISTA: Parece que en los asuntos de México siempre anda metido
Estados Unidos.
Sale.
NARRADOR: Entra a escena Aureliano Blanquet.
Al Espacio 5 entra Blanquet.
28 :
NARRADOR (Seguido.): Blanquet, militar porfirista que continuó en el ejército
de Madero y se pretendió fiel a él. Blanquet, que le había enviado a Madero un
telegrama.
Sale. Al Espacio 3 entra Madero.
BLANQUET: Señor presidente de la República. Muy urgente. Se dice que he
defeccionado. Protesto enérgicamente sobre esta falsa versión.
Respetuosamente.
MADERO: Señor general Aureliano Blanquet. Nunca he puesto en duda su
lealtad.(5)
Baja al espacio 1 y arenga a sus soldados.
MADERO: Soldados, quieren aprehender al presidente de la República. Pero
Ustedes sabrán defenderme, porque si estoy aquí es por voluntad del pueblo
mexicano.
Pero Blanquet, que bajó también al Espacio 1, le pone a Madero la pistola en el
pecho.(6)
BLANQUET: Señor, es usted mi prisionero.
MADERO: ¡Es usted un traidor!
BLANQUET: ¡Vamos!
Salen, Madero obligado por Blanquet, a punta de pistola. Entra el narrador.
NARRADOR: A Madero y al vicepresidente Pino Suárez se les exige su
renuncia. Madero ignora que su hermano Gustavo, traicionado también por
Huerta, ha sido martirizado y asesinado. (7) Poco antes de ser aprehendido, el
presidente deliberaba con sus consejeros acerca de si tenía derecho de asumir
directamente el mando de las fuerzas armadas. (8)
MADERO (Entrando al Espacio 3.): Señores, consultaré libros que nos apoyen.
Voy a la biblioteca.
Sale.
NARRADOR: Madero se apega a la legalidad y consulta libros. Huerta se
olvida de las leyes e impone la fuerza bruta.
29 :
Al Espacio 5 entra Huerta.
NARRADOR: Victoriano Huerta, el indio huichol admirador de Japón y de
Alemania... Blanquet manda llamar al mayor de rurales Francisco Cárdenas
para convencerlo de la necesidad de asesinar a Madero. Cárdenas quiere que
el propio Huerta se lo diga. (9)
Sale.
HUERTA (Para sí.): Se lo diré.
En los espacios 3 y 5 se repiten las escenas que vimos.
MADERO (Entrando.): Señores, consultaré libros que nos apoyen. Voy a la
biblioteca.
Sale.
HUERTA (Para sí): Se lo diré.
Voltea hacia Francisco Cárdenas, que viene entrando, con una botella de
coñac y dos copas.
HUERTA: De modo que estamos de acuerdo, mayor Cárdenas.
CÁRDENAS (Servil.): De acuerdo en todo, mi general.
HUERTA (Sirve el coñac.): A su salud, mayor.
CÁRDENAS: ¡A su salud, mi general! (Beben.)
HUERTA: Buen coñac... ¿No es cierto, mayor Cárdenas?
CÁRDENAS: Muy bueno, mi general Huerta, ¡excelente coñac!(Beben,
cómplices. Pero Huerta da la entrevista por terminada. Le entrega la copa y se
queda con la botella.) Eso es todo, mayor Cárdenas.
CÁRDENAS: Sí, mi general.
Sale, apresurado, con las copas. Por otro extremo sale también Huerta,
bebiendo de la botella.
NARRADOR (Entrando.): Y el asesinato de Madero y Pino Suárez quedó
sellado con una botella de coñac.
Sale y entran los personajes del cuadro siguiente.
30:
Siete
Al Espacio 1 entran 6 maderistas (4 hombres y 2 mujeres), además de María
Arias. Forman un grupo para observar con tristeza el lugar donde cayó Madero.
MADERISTAS:
---El lugar donde cayó el presidente.
---Los maderistas no olvidaremos.
---La nación tampoco.
---A Madero y a Pino Suárez los sacaron de Palacio y los trajeron a la
penitenciaría.
---A Madero, Cárdenas le ordena bajar del auto y le dispara dos tiros en la
nuca.
---En el cadáver del vicepresidente Pino Suárez había 13 disparos en el rostro,
en el pecho, en la espalda, y fracturas en los huesos de las piernas .
---Se les entierra en un hoyanco.
---Los desenterraron para practicarles la autopsia. (1)
Entra Camerino Z. Mendoza
---Es Camerino Mendoza. Para defender a Madero apuntó con su rifle a
Blanquet, pero le apartaron el brazo. (2) Ahora Camerino llora a su presidente.
De prisa, Camerino se aleja y sale. María Arias quedó aparte. Observa con
coraje el lugar donde cayó Madero.
---Tú qué dices, María Arias. (3)
MARÍA: Seguiremos luchando. ¡Muera el usurpador Huerta!
Sale. También los demás van saliendo y quedan solamente un maderista y su
mujer.
MADERISTA: A Madero no lo tiró una revolución sino un cuartelazo, una
traición.
MUJER: Como se resiente la pérdida de alguien a quien mucho quisiste. Eso
sentí yo con la muerte de Madero.
31 :
MADERISTA: Y al rato nadie con quien se pueda hablar de aquella entrañable
persona a la que tanto amaste. Persona a la que tanto quisiste y murió... Nadie
con quien hablar de ella porque todos los que la conocieron están muertos. Y
eso quiere decir que uno ya es viejo.
Salen, a la vez que al Espacio 5 entra Huerta.
HUERTA (Triunfal.): Telegrama a su excelencia el Presidente de los Estados
Unidos, William Taft. Tengo el honor de informar a usted que he derrocado al
gobierno. Las fuerzas están conmigo y desde hoy en adelante reinará la paz y
la prosperidad. Su obediente servidor, Victoriano Huerta. (4)
Sale.
Ocho
Audio ambiente de público para un orador. Al Espacio 2 entra el orador
carrancista y al Espacio 1 Venustiano Carranza. Alto de estatura, paciente,
tenaz, camina en su despacho ante un escribiente imaginario.
ORADOR (Al público.): Ciudadanos: Aquí en Coahuila el gobernador
Venustiano Carranza se niega a reconocer al chacal Huerta. El Plan de
Guadalupe (1) acusa a Huerta del delito de traición contra el presidente
Madero. Se desconoce el gobierno de Huerta y se nombra ¡Primer Jefe del
Ejército Constitucionalista al ciudadano Venustiano Carranza!
Sale el orador y el Audio se desvanece. Breve pausa que llena la fuerte
personalidad de Carranza.
CARRANZA (Al escribiente.): Tome usted el dictado: Señor presidente William
H. Taft. Washington. La nación mexicana condena el villano cuartelazo que la
ha privado de sus gobernantes constitucionales, villanamente asesinados, pero
sabe que sus instituciones están en pie y está dispuesta a sostenerlas. Yo
espero que tanto el gobierno de vuestra excelencia como el de vuestro sucesor
no reconocerán el gobierno espurio que Huerta trata de implantar sobre la
traición y el crimen, sino que obrarán con circunspección respecto de los
32 :
intereses sociales y políticos de mi patria. Venustiano Carranza, gobernador
constitucional de Coahuila. (2)
Sale.
Nueve
NARRADOR (Entrando, anuncia.): En el Senado de la República, el senador
por Chiapas Belisario Domínguez.
Al espacio 1 entra Belisario y el narrador sale.
BELISARIO (Al público.): Señores senadores: Durante el gobierno de don
Victoriano Huerta no solamente nada se ha hecho en bien de la pacificación del
país, sino que la situación actual de la República Mexicana es infinitamente
peor que antes.
El pueblo mexicano no puede resignarse a tener por presidente de la República
a don Victoriano Huerta, el soldado que se apoderó del poder por medio de la
traición y cuyo primer acto al subir a la presidencia fue asesinar cobardemente
al presidente y al vicepresidente ungidos por el voto popular, habiendo sido el
primero de éstos quien colmó de ascensos, honores y distinciones a don
Victoriano Huerta y habiendo sido él igualmente a quien don Victoriano Huerta
juró públicamente lealtad y fidelidad inquebrantables.
Los medios que don Victoriano Huerta se ha propuesto emplear para conseguir
la pacificación han sido únicamente muerte y exterminio para todos los
hombres, familias y pueblos que no simpaticen con su gobierno.
Don Victoriano Huerta está dispuesto a derramar toda la sangre mexicana, a
cubrir de cadáveres todo el territorio nacional, a convertir en una inmensa ruina
toda la extensión de nuestra patria, con tal de que él no abandone la
presidencia ni derrame una gota de su propia sangre.
La Representación Nacional debe deponer del gobierno de la República a don
Victoriano Huerta. El mundo está pendiente de vosotros, señores miembros del
Congreso Nacional Mexicano, y la patria espera que la honréis ante el mundo
33:
evitándole la vergüenza de tener por primer mandatario a un traidor y asesino.
(1)
Sale y entra el narrador.
NARRADOR: El discurso es de fecha 23 de septiembre de 1913. El 8 de
octubre Belisario Domínguez es asesinado. Se supo que por órdenes de
Huerta los criminales le cortaron la lengua antes de matarlo. (2) Entre los que
también fueron asesinados, el gobernador de Chihuahua, Abraham González,
el diputado Serapio Rendón y el periodista Solón Argüello. Al llegar a la
presidencia de Estados Unidos, Tomás Woodrow Wilson afirma: “No
reconoceré a un gobierno de carniceros”. (3)
Sale.
Diez
El artillero y el compadre, sobre todo el compadre, empujan el cañón a escena.
ARTILLERO: Otro poquito, otro poquito... Eso es... Más a la izquierda, más a la
izquierda, vámonos para la izquierda; el cañón siempre a la izquierda...
Gracias. Compadre, qué haría yo sin ti.
COMPADRE: Pa qué sacas el cañón. Bueno, ahí tú sabes. Nos vemos.
Sale.
ARTILLERO: Ya se enojó el compadre... Pos sí, mi Sebas, esos jijos que
mataron al señor Madero son ahora los que mandan... Cómo te sientes aquí,
ya te hacía falta salir... Mejor te vuelvo a esconder, no sea que alguien te vea...
Se dispone a empujar el cañón hacia afuera, pero entró un zapatista y está
ahora frente a él.
ARTILLERO: ¡Ay, nanita! Digo, cómo está usted, muy buenas tardes.
ZAPATISTA: ¡No te hagas el chistoso! ¿Qué haces con ese cañón?
34 :
ARTILLERO: ¿Con ese cañón? Nada, no hago nada... Lo saqué nada más un
ratito para que el diera el aire.
ZAPATISTA (Amenazador.): ¿El aire?
ARTILLERO: Está descompuesto... Saqué al Sebas un rato para darle una
pulidita (Saca un trapo del bolsillo y se afana en limpiar el cañón.) No está
cargado. El Sebas es mi cañón. Se llama Sebastián, pero de cariño le digo
Sebas... No sirve. Está descompuesto.
ZAPATISTA: ¿Te quieres pasar de listo? (Lo agarra por la camisa.) ¿Quién
eres?
ARTILLERO: ¿Yo?... Pos soy un artillero, por eso tengo mi cañón. Maderista,
señor, soy artillero maderista.
ZAPATISTA (Lo avienta.): A Madero ya se lo echaron. Ya no hay Madero.
ARTILLERO (Apurado.): Tiene razón, ya no hay Madero. Pero se me quedó el
cañón. Lo escondí por lo que pueda ofrecerse... Soy maderista retirado, así
como jubilado... oiga, qué se me hace que usted anda peleando contra el
general Huerta.
ZAPATISTA: El chacal Huerta, ese desgraciado.
ARTILLERO: Cabrón desgraciado, asesino del señor Madero.
ZAPATISTA: ¡Asesino del señor Madero!
ARTILLERO: Ya ve, estamos de acuerdo. Deme una manita y nos llevamos al
Sebas. Aquí nomás, lo tengo guardado. (Empujan primero los dos, después va
solamente el zapatista.) Órale, empuje recio, más, más, otro poquito...
ZAPATISTA: Está algo pesado, ¿no?
ARTILLERO: Ni tanto, ni tanto...
ZAPATISTA: De veras, muy pesado. (Lo saca de escena.)
ARTILLERO: Muy bien, muy bien... Gracias, compadre.
ZAPATISTA: ¡Cómo que compadre! Qué te pasa.
ARTILLERO: Perdón, es que así me ayuda a veces mi compadre, perdone
usted, Señor.
35 :
ZAPATISTA: Cuál señor, no seas büey, ¿qué me veo como un señor?
ARTILLERO: No, señor, no se ve usted como señor, se ve como soldado, digo,
como general, un general de los buenos.
ZAPATISTA: ¡Soy soldado! ¡Que viva mi general Zapata!
ARTILLERO: Y qué anda haciendo usted aquí. Su gente está en el sur. Aquí lo
van a agarrar.
ZAPATISTA: Ése es asunto mío. Qué, ¿no te pareció?
ARTILLERO: Sí, mi general, no se enoje.
ZAPATISTA: (Saca su pistola.) ¿No eres zapatista?
ARTILLERO: Zapatista, sí, mi general, mi soldado. ¡Que viva mi general
Zapata!, le juro que soy zapatista. Pregúntele a sus compañeros. Pregúntele a
éstos. Zapatista , mi general, se lo juro, pregúnteles a éstos.
ZAPATISTA: ¿A quiénes?
ARTILLERO: Ah, pos ya se fueron... Digo, creí que venía usted con otros
soldados... ¿Vino con otros?
ZAPATISTA (Apunta al artillero.): Ése es asunto mío.
ARTILLERO (A punto de llorar.): ¿Me va a matar, mi general?
ZAPATISTA: Todavía no lo decido... Si mi consensia me dice que te quebre, te
quebro. Si no, non te quebro. (1)
Le pone la pistola en la sien. Quedan el artillero temblando y el zapatista
terrible en su amenaza, riendo.
OSCURO
Once
Al Espacio 1 entran con sus rifles 5 campesinos guerrilleros, entre ellos el
campesino viejo, una campesina vieja y una campesina joven. La vieja queda
con su campesino viejo y la joven, con su pareja, el campesino guerrillero 5. (1)
CAMPESINO 1: Está fuerte el sol.
36:
CAMPESINO 2, VIEJO: Andamos cansados. Anoche estuvo recia la pelea.
VIEJA: Date de santos que regresaste, viejo.
VIEJO: Pos sí, gracias a Dios.
JOVEN: Ya no te vayas Jelipe; en una de éstas no vuelves.
5: Pos ni modo, mujer, tenemos que luchar contra esos federales jijos.
3: Ora sí, nos trajimos sus rifles.
4: Ya no somos campesinos.
1: Somos guerrilleros.
4: ¡Soldados de mi general Zapata!
3: Hay que darles en la torre a los federales.
JOVEN: Ésos de Huerta son muy asesinos. Ya no te vayas, Jelipe, al cabo que
acá tenemos algo de maíz y tierra.
5: Pero no son nuestros, Micaela. Hay que luchar pa que vivan mejor nuestros
hijos.
JOVEN: Sí, Jelipe.
4 (Al 5.): Que anduviste en Anenecuilco.
5: En San Miguel Anenecuilco. Allí vi la casa donde nació mi general Zapata.
4: ¿Y cómo es?
5: Ladrillos y tierra mojada... El cielo muy azul. Y muchos árboles.
4: Así como nuestros jacalitos. Ha de estar bonita.
Entra la Coronela, con fusil y cartucheras.
CORONELA: Buenos días. ¿Consiguieron más rifles?
1: Sí, mi coronela, se los quitamos a los pelones.
CORONELA: ¿Cuántos, trajeron?
1: Quince
3: El ataque fue por sorpresa.
4: Así es como nos sale mejor.
37 :
5: Hallamos desprevenidos a esos desgraciados federales y nos pudimos hacer
de rifles. Pero ya no alcanzamos a llevamos municiones.
VIEJO: Llegaban los refuerzos y tuvimos que salir huyendo.
1: Nada mas quince rifles, mi coronela.
4: Nomás quince rifles, mi jefa.
CORONELA: Estuvo bien. Teníamos ya treinta y nuestro contingente apenas
es de 50 hombres. A la próxima nos traemos más armas. También hay que
reclutar más gente. No queremos ser 50 campesinos guerrilleros, ¡sino
trescientos!
VIEJO: ¡Ah, jijos! ¿Trescientos?
CORONELA: Y más todavía. También nos hacen falta cañones.
3: Eso va a estar más difícil.
CORONELA: Nada es difícil; todo es posible. Mañana temprano platico con
ustedes. Ahorita me voy al pueblo de junto a ver si nos unimos con el grupo de
ellos. También les voy a pedir municiones.
1: Voy con usted, mi jefa.
CORONELA: Ustedes los hombres quédense aquí, no vaya alguien a
reconocerlos, por lo de anoche.
1: Lo que usted diga, jefa.
CORONELA: Ahí tengo dos caballos. Vente tú conmigo, Micaela.
JOVEN: ¡Sí, mi jefa! Pero... ¿y Jelipe?
CORONELA: Pos aquí lo dejas, ya está grandecito.
5: Vete con ella. ¿Que no oíste a la coronela?
JOVEN: Sí, Jelipe.
3 (Se acercó a la coronela.): Está muy buena mi coronela.
CORONELA: Órale, tú, respétame, o te meto una bala entre los ojos.
3: No se enoje, mi jefa. Estaba nada más jugando.
CORONELA: Sí, yo también... Pero acá no se trata de jugar.
38 :
3: Fue nada más como una flor que le eché.
CORONELA: Acá no echamos flores. ¡Acá estamos peleando por lo nuestro!
3: Sí, mi jefa... (Se aleja unos pasos, pero voltea otra vez hacia la coronela.) De
todos modos, está muy buena, mi coronela.
VIEJA: Coronela, yo también voy con usted.
VIEJO: Estate silencia.
VIEJA: ¿Por qué? Yo también quiero irme a la guerra, como los hombres.
VIEJO: ¡Como los hombres! Hasta risa me da.
CORONELA: No vamos a la guerra, nada más al pueblo de junto.
VIEJA: Pos aunque sea.
VIEJO: ¡Estate silencia!
VIEJA: Ya me cansé de quedarme aquí nada más esperando y sufriendo, a ver
a que horas te quebran.
VIEJO: Ni Dios lo mande.
VIEJA: ¿Puedo llevarme un rifle, mi coronela? (Le quita su rifle al viejo.)
CORONELA: Puedes venir con nosotras, pero déjale el rifle a tu hombre. A lo
mejor lo necesita. Por acá andan los federales, cerca.
VIEJA: ¡Toma! (Devuelve el rifle.) Ahorita vengo.
VIEJO: ¿Pero no te das cuenta de que eres una anciana?
VIEJA: ¿Una anciana?
VIEJO: Ya ni puedes montar a caballo.
VIEJA: ¿No? Ahorita mismo me voy, pa que veas que sí puedo.
VIEJO: ¡No te vas!
VIEJA: Ay, sí, tú, muy macho.
VIEJO (Va hacia ella.): ¡Claro que muy macho! ¿Quieres que te lo demuestre?
VIEJA: No, no, no, perdóname, viejo.
39:
VIEJO (Conquistador.): No se me asuste... Nada más le iba a mostrar que sí
soy macho.
VIEJA (Coqueta.): ¡Ah, era para eso!... Pero si ya estamos viejos.
VIEJO: Tú estás vieja. Yo todavía aguanto.
VIEJA: Pos ya no me voy. Órale, papacito, te tomo la palabra.
VIEJO: Se me hace que siempre no. Mejor otro día.
VIEJA: ¡Ningún otro día! Ora me cumples.
CORONELA: Mientras te cumple, nosotras nos vamos. Vente, Micaela.
JOVEN: Nos vemos, Jelipe.
5: Nos vemos.
CORONELA: Muy aguzados con los federales. Antes de la noche estaremos
de regreso.
Salen la coronela y la campesina joven.
VIEJA: Qué pasó, viejo, te estoy esperando.
VIEJO: Ni modo, vamos... Aunque sea de mientras.
VIEJA: ¿Cómo?
VIEJO: Mientras me hallo a otra más joven... Mira, vieja, mejor que sea
mañana, ora ando cansado. Anoche hubo combate.
VIEJA: Entonces me voy con mi coronela al pueblo. Por ahí tengo una mula
amarrada. Pa que veas que sí puedo montar. ¡Espérenme! ...
Sale tras la otras mujeres.
VIEJO: Ah, qué mi vieja tan necia. .
1: Ya oyeron lo que dijo la coronela. Necesitamos más armas. Y más gente.
4: Estos rifles ya están muy traqueteados, pero todavía sirven.
1: No depende del rifle, sino del hombre. Depende de cómo lo manejes.
4: Mañana salimos otra vez, a ver qué armas nos traemos.
3: (Estaba en un extremo y se acerca corriendo.) ¡Aguas!,ahí vienen los
federales.
1: ¿Los federales ? ¡Rápido, escondan los rifles!
40 :
Todos corren a esconder los rifles y regresan con palas. Apenas les da tiempo,
porque entran 2 soldados huertistas.
HUERTISTA 1: ¿Qué andan haciendo aquí? ¿Quiénes son ustedes?
CAMPESINO 1: Campesinos, mi jefe, somos campesinos.
HUERTISTA 2: ¿Campesinos? ¿Y por qué no están trabajando?
VIEJO: Sí estamos trabajando, mi jefe, sólo que está fuerte el sol y pos ...
como que nos dimos un descansito.
HUERTISTA 2 (Burlón.): Conque un descansito.
CAMPESINO 1: ¡Ya vamos a darle duro otra vez, mi jefe! (Empuñan las palas y
a ritmo acelerado se ponen a trabajar la tierra.)
HUERTISTA 1: ¡Basta! Pongan atención a lo que voy a decirles. Ayer un grupo
de guerrilleros zapatistas atacó un campamento nuestro. ¡Un campamento de
soldados de mi general Huerta!
HUERTISTA 2: Esos zapatistas jijos han de andar por aquí cerca.
HUERTISTA 1: Queremos que nos informen si los han visto... Nomás me
mienten y los quiebro. ¿Dónde andan los zapatistas?
CAMPESINO 3: ¿Los zapatistas?
4: ¿Los guerrilleros?
1: Pos no los hemos visto, ¿verdad tú?
5: No los hemos visto, mi jefe.
1 (Al Viejo.): Tú tampoco los viste, ¿verdad?
VIEJO: No, pos yo a qué horas, acá trabaje y trabaje todo el día.
1:Ya ves, dicen estos señores que por allá anduvieron lo guerrilleros.
4: Qué barbaridad.
5: No, pos aquí ni sus luces.
3: ¡Tanto guerrillero que anda suelto!
VIEJO: ¡Qué vamos a hacer con este país nuestro!
HUERTISTA 1: ¡Ya basta!
41 :
1: Verdad de Dios, no hemos visto a nadie.
HUERTISTA 2: Si nos mienten, dense por muertos.
HUERTISTA 1: Vámonos. (Va a salir pero regresa) Los zapatistas han de
andar cerca. Si los ven nos mandan avisar al pueblo. Mientras, los hacen
prisioneros.
1: ¿Pero cómo? No tenemos armas.
HUERTISTA 2: A ver cómo le hacen. Los amarran y nosotros venimos a
echárnoslos.
HUERTISTA 1: Más les vale obedecer.
3: Sí, mi jefe, obedecemos.
5: Voy por reatas para amarrarlos.
HUERTISTA 2: ¡Aquí te quedas!
5: Me quedo.
3: Aunque sea correteamos a los zapatistas con las palas.
HUERTISTA 1: Más les vale no tratar de engañarnos.
HUERTISTA 2: Más les vale.
Salen.
5: ¡Yo me voy!
1: ¡Espera! ¡Tienen más gente, te van a agarrar! (Pero ya el campesino 5
salió.)
VIEJO: Ah, jijos, qué miedo pasé.
1: Ora sí, nos andan buscando. Mejor vámonos cada quien para su casa. Hay
que llevarnos los rifles, aquí podrían encontrarlos.
Van por los rifles, pero apenas los toman aparecen frente a ellos los soldados
de Huerta, que les apuntan con sus armas.
HUERTISTA 1: ¡Suelten esos rifles! (Los campesinos dejan caer los rifles.)
¡Levanten las manos!
HUERTISTA 2: (Burlón): Qué pasó con esos guerrilleros. ¿Siempre sí los
encontraron?
42 :
HUERTISTA 1: Pos sí, aquí estaban... Aquí nada más frente a nosotros.
(Apunta a los campesinos.) ¡Allá, contra el árbol! ¡Vamos, de prisa, contra el
árbol!
Obedecen los campesinos y quedan apelotonados contra el árbol, con la
manos en alto. Los soldados se colocan, con sonrisa cruel, como máscara en
sus rostros, apuntándoles.
HUERTISTA 1: (Burlón.) Pueden bajar las manos. (Los campesinos
obedecen.) ¡Fuego!
A base de mímica y sin que se produzcan explosiones, los soldados disparan
varias veces sobre los campesinos; uno que todavía se mueve es liquidado. No
fue fusilamiento sino matanza. Quedan formando el grupo plástico de los
"quebrados", medio incorporados, como racimo, recargados en el árbol.
HUERTISTA 1: Buen trabajo.
HUERTISTA 2: Nos llevamos los rifles, nos pueden servir.
HUERTISTA 1: Seguro. (Recogen las armas que están en el suelo.) Vamos por
el que andaba huyendo.
Salen.
Oscuro. Pero de inmediato vuelve a subir la luz y a la vista del público salen los
campesinos guerrilleros. Al espacio 4 entra otro campesino y queda sentado en
el maguey.
NARRADOR (Entrando.): Cuatro campesinos muertos... Pero son muchos
más. Son muchos, los quebrados... El campesino en su maguey lleva años ahí.
Sabe que la muerte anda cerca. Sabe que algún día él será el quebrado.
Espera con la tranquilidad sublime del que sabe que no se va a poder salvar,
que la Revolución va a terminar con él. Espera la muerte, sin decir nada. Una
tarde, en 1919, se enterará de que en la hacienda de Chinameca mataron a
Emiliano Zapata. Para el campesino en su maguey no hay paso del tiempo.
Después o antes, en 1910 o el día de hoy, el campesino se lamenta cuando ya
su dolor no aguanta. Y para lamentarse, el campesino canta.
Sale. El campesino se levanta y recita.
43 :
CAMPESINO EN EL MAGUEY:
Una rana en un charquito cantaba en su serenata:
-¿Dónde hubo un charro mejor que mi general Zapata? (1)
Vuelve a sentarse en el maguey. Entran los dos soldados de Huerta del cuadro
anterior con el campesino 5. Es Jelipe, con las manos atadas a la espalda. A
empujones lo obligan a subir al espacio 3 . Toman una reata y se disponen a
colgarlo.
HUERTISTA 1: Ora sí, desgraciado, vas a ver como te va.
HUERTISTA 2: Pinche cabrón, hijo de tu madre.
HUERTISTA 1: Vas a ver lo que hacemos nosotros con los campesinos
guerrilleros.
HUERTISTA 2: A poco de veras creíste que te nos ibas a escapar.
HUERTISTA 1: Esto les pasa a los que andan cargando rifles en contra de mi
general Huerta. Mi general Victoriano Huerta es nuestro padre.
HUERTISTA 2: Ora vas a sentir lo que hacemos con los zapatistas.
HUERTISTA 1: ¡Muérete ya!
Lo cuelgan.
HUERTISTA 2: Otro más al que le dimos su merecido.
HUERTISTA 1: Para que aprendan.
Salen. Entró Audio musical que irá subiendo. El colgado se balancea,
suspendido de la cuerda. El campesino que presenció la escena se levanta de
detrás del maguey, toma un fusil.
NARRADOR (Entrando, lee el script.): El campesino lleva mucho tiempo
esperando. La muerte de los suyos, la tiene viva en su sangre. Ya no se queja
ni canta. Acompañado de sus muertos, se lanza al combate. La Revolución
crece, invade el país y el teatro.
44 :
Sale. El campesino apunta con su fusil hacia el lugar por donde salieron los
soldados. Viene el oscuro en el Espacio principal después en el área del
colgado, finalmente en la del campesino armado.
INTERMEDIO
Doce
La periodista y el narrador, en extremos opuestos.
PERIODISTA: Pancho Villa, Emiliano Zapata, Álvaro Obregón y Pablo
González destacan en la lucha contra Victoriano Huerta, que finalmente tiene
que disolver su gabinete y salir del país.
NARRADOR: A ése no lo asesinaron. Nada más se fue.
PERIODISTA: En agosto de 1914 Venustiano Carranza entra a la capital y
asume el Poder Ejecutivo.
NARRADOR: Pero tiene ya una mala relación con Villa y con Zapata.
PERIODISTA: La Convención de Aguascalientes desconoce a Carranza. (1)
NARRADOR: Pero Carranza desconoce a la Convención y establece su
gobierno en Veracruz, con el apoyo de Álvaro Obregón y de Pablo González.
Hay dos gobiernos. El carrancista y el convencionista.
PERIODISTA: A nivel internacional, México está solo con sus problemas. Se
ha declarado la guerra mundial.
NARRADOR: Las tropas de Villa y de Zapata entran a la ciudad de México y
los dos caudillos se encuentran el 4 de diciembre.
PERIODISTA: En Xochimilco.
Sale.
NARRADOR (Iba a salir, pero regresa y lee el script de la obra): Al espacio
principal entran Villa, con 4 soldados villistas, y Zapata, con 4 soldados
zapatistas.
Entran los personajes anunciados y aguardan indicaciones.
45 :
NARRADOR (Sigue leyendo y dirige la escena.):Villa y Zapata quedan al
centro y los soldados alrededor de ellos, frente a las salidas. (Los soldados se
colocan). De cara a sus jefes. (Los personajes voltean de cara a sus jefes.) Los
soldados no parecen participar en la escena entre los dos generales, sino más
bien enmarcarla. El diálogo entre Villa y Zapata se basa en versión taquigráfica
de la época. (2)
Sale.
VILLA: Siempre tuve preocupación de que ustedes, los zapatistas, se fueran a
quedar olvidados, pues yo tenía empeño en que entraran en esta Revolución.
Los carrancistas son hombres que han dormido en almohada blandita. ¿Dónde
van a ser amigos del pueblo, que toda la vida se la ha pasado de puro
sufrimiento?
ZAPATA: Al contrario, han estado acostumbrados a ser el azote del pueblo.
VILLA: Con estos hombres no hubiéramos tenido progreso, ni bienestar, ni
reparto de tierras, sino una tiranía en el país. Porque, usted sabe, cuando hay
inteligencia, y se llega a una tiranía, y si es inteligente la tiranía, pues tiene que
dominar. Pero la tiranía de estos hombres era una tiranía taruga y eso sería la
muerte para el país.
ZAPATA: Por eso yo se los advierto a todos los amigos que mucho cuidado, si
no, les cae el machete... Yo creo que no seremos engañados. Nosotros nos
hemos limitado a estarlos arreando, cuidando, cuidando por un lado y por otro,
seguirlos pastoreando.
VILLA: Yo muy bien comprendo que la guerra la hacemos nosotros, los
hombres ignorantes, y la tienen que aprovechar los gabinetes; pero que ya no
nos den quehacer.
ZAPATA: Los hombres que han trabajado más son los menos que tienen que
disfrutar de aquellas banquetas. Nomás puras banquetas. Y yo lo digo por mí:
de que ando en una banqueta hasta me quiero caer.
VILLA: Para el pueblo queremos las tierritas. Ya después que se las repartan,
comenzará el partido que se las quite.
46 :
ZAPATA: Le tienen mucho amor a la tierra. Todavía no lo creen cuando se les
dice: “Esta tierra es tuya”. Creen que es un sueño. Pero luego que hayan visto
que otros están sacando productos de estas tierras dirán ellos también: “Voy a
pedir mi tierra y voy a sembrar”. Sobre todo ése es el amor que le tiene el
pueblo a la tierra. Por lo regular toda la gente de eso se mantiene.
VILLA: Ya verán como el pueblo es el que manda, y que él va a ver quiénes
son sus amigos.
ZAPATA: Él sabe si quiere que le quiten las tierras. Él sabe por sí solo que
tiene que defenderse. Pero primero lo matan que dejar la tierra.
VILLA: Nomás le toman sabor y después les damos el partido que se las quite.
Pero yo creo que en lo sucesivo va a ser otra vida. Y si no, no dejamos esos
máusers que tenemos. Yo aquí, juntito a la capital, tengo 40 mil mauseritos y
unos 77 cañones.
ZAPATA: Está bueno.
VILLA: Me ocupé de comprar parque y dije: “Con la voluntad de Dios y la
ayuda de ustedes, los del sur”. Porque yo nunca los abandoné, todo el tiempo
estuve comunicándome. Yo soy un hombre que no me gusta adular a nadie,
pero usted bien sabe tanto tiempo que estuve yo pensando en ustedes.
ZAPATA: Así nosotros. Los que han ido allá al norte, de los muchos que han
ido, le habrán comunicado que allá tenía yo esperanzas. Él es, decía yo, la
única persona segura, y la guerra seguirá porque lo que es aquí conmigo no
arreglan nada y aquí seguiré hasta que no me muera yo y todos los que me
acompañan.
VILLA: Pues sí, a ver ésos que saben de gabinete... Pues, hombre, hasta que
me vine a encontrar con los verdaderos hombres del pueblo.
ZAPATA: Celebro que me haya encontrado con un hombre que de verdad
sabe luchar.
Salen, seguidos de sus soldados, y entra el narrador, que ubicará el Palacio
Nacional y una imaginaria silla presidencial.
47 :
NARRADOR: Después, Villa y Zapata hicieron una visita de cortesía al
presidente Eulalio Gutiérrez, en Palacio Nacional, y Villa, bromeando, se sentó
un momento en la silla presidencial, con Zapata a su lado.
Por otro extremo entran Villa y Zapata. Villa irá directo a sentarse en la silla,
pero ve a Zapata y se hace a un lado.
VILLA: Emiliano, a ti te toca.
ZAPATA: No peleé por esto. Peleé por las tierras que se las devuelvan, a mí
no me importa la política. (3)
VILLA: Yo no necesito de puestos públicos, porque no los sé lidiar.
ZAPATA: Se van a reconcentrar en sus comederos viejos.
VILLA: Aquí me van a dar la quemada, pero yo creo que les gano. Yo les
aseguro que me encargo de la campaña del norte, y yo creo que a cada plaza
que lleguen también se las tomo. Va a parar el asunto en que para los toros de
Tepehuanes, los caballos de allá mismo. (4) (Contentos, muy amigos, se
alejan.)
ZAPATA: Después de usted, general.
VILLA: No faltaba más, general, después de usted.
Salen.
NARRADOR: Pero también entre Villa y Zapata surge la discordia. La
Revolución está escindida.
Trece
Al Espacio principal entran 2 soldados villistas que se colocan en un extremo.
Al Espacio 4 entra el coronel Enrique Villa, zapatista. Al Espacio 2 entran 2
soldados de Carranza.
NARRADOR: (Prosigue.) Villa con su gente están ahora en Guadalajara,
Zapata y los suyos en Puebla y Carranza con sus hombres sigue en Veracruz.
Sale.
48 :
Al Espacio principal entra Villa, en su mundo propio, alejado de su gente.
Enciende un cigarrillo; sus villistas lo observan.
VILLISTA 1: Le gusta estar solo.
2: Ni tanto. Luego le hace falta con quien platicar.
1: En qué estará pensando.
2: Sepa.
Villa se aleja y sale.
1: Mientras volvemos a la pelea, hay que descansar un rato.
2: ¿Crees que mañana sigamos lejos del borlote?
1: No. A ver si hoy siquiera.
A su área entra Emiliano Zapata.
ZAPATA: Coronel Enrique Villa, mañana salimos a pelear contra los de
Carranza. Ésta será nuestra última noche en el cuartel. Mañana tendremos
como único refugio la aspereza de las montañas.
CORONEL: Montañas zapatistas.
ZAPATA: Montañas de tierra roja, arrasadas por las lluvias y quemadas por el
sol. Montañas de herrumbre, cortadas de golpe. Montañas de sufrimiento y de
hambre.
CORONEL: Montañas amigas.
ZAPATA: ¡Se me persigue como bandido! Me persiguen a muerte otros
revolucionarios por el delito de procurar que coman a sus anchas los que
siempre han tenido hambre, los que nunca han comido bastante. (1)
CARRANCISTA 1: ¿Y cómo ves eso de los dos gobiernos?
2: Hay un solo gobierno: el de don Venus. El nuestro.
1: Pero los de la Convención...
2: Esos no cuentan; los venceremos.
1: Pero Villa y Zapata...
2: Los villistas están perdidos. Y esos zapatistas no tienen dónde caerse
muertos.
49 :
VILLISTA 1: Que se disgustó Zapata con nosotros los villistas porque noche a
noche Rodolfo Fierro, por su cuenta y gusto, fusila a veinte coroneles
zapatistas. (2)
2: ¿Nomás por eso se disgustó?
1: Y creo que por algún otro detallito más.
2: Es muy fijado el general Zapata.
1: Ora ya andamos de enemigos.
2: También de los carrancistas.
1: Pos también.
CORONEL: ¡La tierra libre para el hombre libre! Eso nos enseñaste, Emiliano
Zapata.(3)
ZAPATA: Conque a ver, coronel Enrique Villa, explícame qué es eso del
comunismo.
CORONEL: El comunismo quiere, por ejemplo, que todos los vecinos de un
pueblo cultiven juntos, o en común, las tierras que les corresponden. Y que en
seguida el total de las cosechas así obtenidas se reparta equitativamente entre
los que con su trabajo contribuyeron a producirlas.
ZAPATA: ¿Y quién hace el reparto?
CORONEL: Un representante o una junta que elija la comunidad.
ZAPATA: ¡Ah!... Pues mira, por lo que a mí hace si cualquier tal por cual se
entremetiera y quisiera disponer en esa forma de los frutos de mi trabajo, ese
tal, sea quien fuere, recibiría de mí muchísimos... balazos. (4)
Bromeando, salen, mientras al espacio principal entra Carranza.
CARRANZA: (Al público.): Gracias, señores, por su valiosa colaboración.
Anuncié hace un año mis propósitos de que se elabore una nueva Constitución,
fundar el Banco del Estado y promulgar leyes que favorezcan al campesino y al
obrero. Insistí también en el respeto que los pueblos poderosos deben a los
que no lo son. (5) Recientemente hemos redactado y he expedido leyes sobre
el municipio libre, el divorcio, la repartición de tierras, la explotación petrolera,
50 :
la cuestión obrera... Creo que podemos decir que hoy comienza la Revolución
social. (6)
Sale.
CARRANCISTA 2: Ya lo oíste. ¡Hoy comienza la Revolución social!
1: Regresaremos a la ciudad de México.
2: Un solo gobierno: el del Presidente Carranza.
VILLISTA 1 (Quedo, canta.): “La cucaracha, la cucaracha. . .” (Chifla el verso
siguiente.)
2: ¿Y cuál es esa Revolución social de los carranclanes?
1: La de las leyes, ¿no?
2: Pa qué quieren las leyes. Habladores nada más
1: Aquí nosotros no hacemos política. Mejor peleamos con las armas.
Peleamos por el pueblo.
2: También las leyes se hacen para el pueblo.
1: Órale, órale, a poco te me vas a volver carrancista.
2: ¿Yo? ¡Carrancista yo, un villista!
1: Como dice el jefe: Esos carranclanes nos quieren quitar hasta la libertad de
consensia. (7)
VILLA (Entrando, a su gente.): Pídanle a Dios, mis muchachitos, nuestra
victoria y cuando haya acabado con los carranclanes les construiré una
carretera para ir a ver la Virgen de San Juan de los Lagos. (8)
2: ¡Ése es mi general Villa!
Sale Villa.
1:-Cuando fue gobernador ordenó confiscar tierras y propiedades de los
terratenientes mexicanos más ricos de Chihuahua. Y que las ganancias fueran
para el ejército y para las viudas y huérfanos de los muertos de la Revolución.
(9)
2: ¡Ése es mi general Villa!
51 :
A su área entran Zapata y el coronel Enrique Villa, que prosiguen su
conversación.
ZAPATA: La Revolución se inició con el apoyo de Dios y del pueblo. (10)
CORONEL: Así fue, mi general.
ZAPATA: Al que venga a querer tentarme con la Presidencia de la República,
que ya hay algunos que me la medio ofertan, lo voy a quebrar. (11)
Sale.
CARRANCISTA 1: ¡Vámonos con Carranza!
2: ¡Con mi Presidente Carranza!
Salen.
VILLISTA 1: Tan cierto como que Dios existe, sigue la bola. ¡Ahora es Pancho
Villa contra Carranza! (12)
2: Y contra Zapata.
CORONEL: Zapata contra Villa y contra Carranza. ¡Vámonos con mi general
Zapata!
Sale.
VILLISTA 1: ¡Con mi general Villa!
2: ¡I... jajajai! ¡A la bola! ¡Vámonos a la bola!
1: ¡I... jajajai! ¡Con mi general Villa!
Salen
Catorce
Al Espacio 1 entran el artillero y su compadre, este último empujando el cañón.
El artillero solamente da instrucciones.
ARTILLERO: Eso es, compadre, eso es, aquí es el lugar del cañón. Ya cada
vez somos más rápidos. No te me desvíes, no te me desvíes, siempre a la
52 :
izquierda...Ya estuvo. Aquí le puedo seguir haciendo la lucha, a ver si lo
compongo.
COMPADRE: Pero compadre, si ya vas para dos años en eso.
ARTILLERO: Qué le hace. Algún día lo voy a componer.
COMPADRE: Ya olvídate del cañón, compadre. Abandónalo, pues.
ARTILLERO: Como que no me animo... (Al público.) Y ustedes qué dijeron, ¡al
artillero ya se lo quebraron! Pos no, amigos, aquí estoy.
COMPADRE: Ora en qué negocio andas.
ARTILLERO: Me metí a lo de frutas y verduras, pero apenas se venden. Hay
pocos ricos. Los otros no compran fruta, nomás taquitos de fríjol... O de sal.
COMPADRE: De aire.
ARTILLERO: Encontré una bodeguita abandonada y no tenía dinero para
alquilarla, así que nomás le puse candado. Eso sí, pagué mi candado. Pero no
he tenido problema. En la bodega quedó muy bien mi Sebas; ahí está bien
guardado.
COMPADRE: Habías de olvidarte de él. Ya no eres artillero. Ya no somos
soldados. Mira, ahora soy artista. Ando de pintor. Con tanto destrozo de la
guerra, siempre hay alguna bardita que pintar.
ARTILLERO: Extraño mucho a mi Sebas, pero casi no lo saco para que no me
meta en problemas... Ahorita lo tengo cargado.
COMPADRE: ¡A poco!
ARTILLERO: En serio.
COMPADRE: Mira, compadre, yo porque soy de la capital y aquí tengo a mi
familia. Pero tú mejor habías de regresar a tu tierra. Ora que estuve por allá tu
mujer Chonita me dijo que ya le andaba por que regresaras.
ARTILLERO: ¿Eso te dijo?
COMPADRE: Seguro. Habías de regresar con ella. Bien que te hacía tu
comida sabrosa y te preparaba rico tus totopos.
53 :
ARTILLERO: La verdad, a la Chonita todavía la quiero... Y qué más dice la
Chonita.
COMPADRE: Nada más. La dejaste por andar de artillero. Pero ella no se fue
con otro, eso no. La Chonita te sigue siendo fiel.
ARTILLERO: ¡Claro que me es fiel, nomás eso faltaba!
COMPADRE: Regresa con ella y le haces un hijo, así como el mío que me
bautizaste.
ARTILLERO: Taría güeno...Pero como que en la capital ya tengo mi querencia.
Aquí a veces me siento como que voy a ser artillero otra vez. ¡Artillero de la
Revolución!
COMPADRE: Cuál Revolución. Ora ya son muchas revoluciones.
ARTILLERO: Sí, ora son todos contra todos. Villa y su División del Norte contra
Carranza. Carranza contra Villa y contra Felipe Ángeles. Zapata contra
Carranza, pero también Villa contra Zapata y Zapata contra Villa y Obregón con
los carranclanes. Pero veremos en qué va a parar todo esto. Porque también
hay carrancistas metidos de villistas y zapatistas metidos de obregonitas.
Además de los alzados por su cuenta. (1)
COMPADRE: Ya esto ni quien lo entienda.
ARTILLERO: Es la bola, compadre, es la bola.
COMPADRE: ¡Ah, jijos, ahí vienen!
ARTILLERO: ¿Quiénes?
COMPADRE: Los soldados.
ARTILLERO: ¿Qué soldados?
COMPADRE: ¡Vámonos, manito; córrele, compadre!
Sale corriendo.
ARTILLERO: Perdóname, Sebastián, ahorita regreso. (Pero ve a los soldados
acercarse, fuera de escena.) Demasiado tarde. Mejor me escondo.
54 :
Se esconde y cruzan el escenario, eufóricos, 6 villistas en la capital.
VILLISTAS:
---Terminamos con los catrines.
---Vamos por más.
---Aquí adelante hay más pacíficos escondidos en sus casas.
---Entramos y acabamos con ellos. Nos quedamos con todo lo que tengan.
---Yo pido mano con las viejas.
---A como nos toque. Todas para mí ninguna para ti.
--- ¿Ninguna?
---Ya saben, todo se reparte parejo.
Salen, menos el que protesta.
VILLISTA: Se reparte parejo...
Sale también. Poco a poco, el artillero asoma.
ARTILLERO: Carajo... Quien quita y sean zapatistas... Podrían ser villistas,
pero no se ven Dorados... Carrancistas, pero esos no andan tan mugrosos...
Carajo, con la bola me hago bolas. (Se enoja con un espectador.) Qué, ¿le da
risa? Ya quisiera verlos a ustedes en la bola... Bueno, no quisiera, pero a ver
cómo le hacían. Aquí esto está color de hormiga. Mejor me voy. Regreso,
Sebastián, no te me achicopales, perdóname por abandonarte, te prometo que
regreso.
Va a salir, pero regresan dos villistas con sus rifles.
VILLISTA PRIMERO: Se me hace que por aquí vi un cañón... Ah, pos aquí
está. ¿Tú qué andas haciendo con este cañón?
ARTILLERO: ¿Yo? Nada, mi jefe, nada. Éste ya no dispara. Ahora los dos
estamos jubilados.
PRIMERO: ¿Jubilados?
ARTILLERO: Era yo artillero con los maderistas, pero ahora ando en lo de
frutas y verduras. El cañón ya no sirve; tengo que arreglarlo.
PRIMERO: ¿Arreglarlo? ¿Para disparar contra quién?
55 :
ARTILLERO: Contra nadie, mi jefe, contra nadie.
2: Me parece sospechoso.
PRIMERO: A mí también.
ARTILLERO: ¿Sospechoso? No, señor, para nada.
PRIMERO: Cuál señor, aquí no hay ningún señor. ¡Somos soldados!
ARTILLERO: Soldados, sí señor, soldados. En eso ya tengo experiencia. ¡Que
viva mi general Zapata!
PRIMERO: (Se acerca y le apunta con el rifle). ¿Zapata?
ARTILLERO (Desesperado.): Mi general Carranza, ¡Que viva mi general
Carranza!
2 (Burlón.): A ése ni lo vamos a dejar entrar a la capital.
PRIMERO: Ora si te mueres.
ARTILLERO:¡Arriba mi general Pancho Villa! ¡Viva Villa!
PRIMERO (Se aleja unos pasos.): ¡Viva Villa! ¿Por que no lo dijiste antes?
ARTILLERO: Es que estoy hecho bolas.
2: Me parece sospechoso.
PRIMERO: Se me hace, cabrón, que ya firmaste tu sentencia
ARTILLERO: No le haga, mi jefe, mi coronel... Mira, Sebastián, aquí están mis
amigos, estos cuates son villistas como nosotros, son mis amigos.
2: ¿Con quién hablas? ¿Quién es Sebastián?
ARTILLERO: ¿Sebastián? Pos es mi cañón. Le puse así por un primo que yo
tenía y lo quería mucho, pero se fue con la Revolución y lo quebraron. Pobre
Sebas, igualito a éste, nunca disparaba.
PRIMERO:¡Ya basta!
2: Nos lo echamos, ¿no?
ARTILLERO: Pero por qué, mi jefe, mi coronel, mi soldado, por qué me quieren
matar.
PRIMERO: Eres artillero, ¿no? Y tienes un cañón.
56 :
ARTILLERO: Está descompuesto, desde que murió el señor Madero. Le juro
que no dispara. No sirve.
2: (Burlón.) ¿No sirve?
ARTILLERO: Miren, vean. Les voy a mostrar que no dispara... Ahora ando en
lo de la frutas y verduras... (Prende la mecha del cañón.) Les digo que no
dispara.
Terrible detonación. El artillero cae sentado. Los villistas prácticamente se tiran
de cabeza para hacerse a un lado.
ARTILLERO: ¡Ah chirrión, sí disparó! (Se levanta feliz.) ¡Disparaste, Sebastián,
disparaste! Ora sí podemos andar juntos, puedo volver a ser artillero. ¿A
dónde vamos, mi Sebas? ¿Por dónde anda la bola?
2 (Furioso.): ¿Cuál bola?, desgraciado.
ARTILLERO: Pos la de siempre, ¿no? O bueno, otra bola distinta, ya a nada le
entiendo nada.
PRIMERO: Pos entonces te mueres, por büey. (Le dispara. El artillero cae.)
ARTILLERO: Siempre sí me quebraron. (El villista le dispara otra vez.) Adiós,
Sebastián.(Muere.)
2: ¡Por buey!
PRIMERO: Nos llevamos el cañón, nos puede servir.
2: Ya vimos que sí dispara.
PRIMERO: Y a éste también nos lo llevamos. Lo ponemos sobre el cañón y por
ahí lo botamos con los demás muertos.
2: Órale. (Entre los dos ponen al artillero sobre el cañón.)
PRIMERO: Vámonos. (Se alejan, empujando el cañón.)
2: Quién quita y nos compren el cañón.
PRIMERO: Quien quita.
2: A éste lo botamos con los demás muertos.
57 :
Salen. Por otro extremo entra el compadre. Se queda viendo al lugar por donde
se llevaron al artillero.
COMPADRE: Te lo dije, compadre. Te hubieras ido a tu tierra, compadrito,
compadre...
Da media vuelta y sale rápido, a la vez que se inicia el cuadro siguiente.
Quince
NARRADOR (Entrando.): Los villistas habían peleado duro contra Huerta. En
Torreón vencieron al enemigo después de 14 días de combates. Poco antes de
la victoria, la infantería está extenuada.
Sale. Al Espacio principal entraron con sus rifles, sosteniéndose apenas en pie
2 villistas en Torreón. El primero suelta el rifle y muere.
VILLISTA 2: No le hagas, mano, no te mueras... (Pero se da cuenta de que ya
murió.) Me lleva la chingada... Manito, no te mueras... Ahí nos vemos,
hermano; ahí nos vemos pronto. (No puede más, queda en el suelo, con la
cabeza apoyada en los pies del muerto y el rifle entre las piernas. Llora. Así se
quedará dormido.)
Fuera de escena otros hombres se acercan. Entran con sus rifles los villistas 3,
4, 5, y 6. Agotados, se dejan caer al suelo. (1)
3: Estuvo duro toda la noche.
4: Hicieron con nosotros una carnicería.
5: Pero les vamos a ganar.
6: Desgraciado cabrón, ese Huerta.
5: Los villistas les vamos a ganar.
3: En el canal vi a muchos de los nuestros, tirados boca abajo, sacando agua
sucia en el hueco de sus manos. (2)
4: Ya mero amanece.
58 :
3: Junto a la vía del ferrocarril hay un tanque de agua.
6: Nomás que dejen de disparar.
5: Cuando dejen de disparar vamos por el agua.
3: Oí galopar a los nuestros durante toda la noche El galopar de los caballos
me pone a soñar a veces... Pero creo que no era sueño. Era un galopar de
guerra.
4: No hay revolución sin caballos.
6: Voy a tirar al blanco. (Se dirige hacia un extremo y ubica un blanco fuera de
escena).
3: Oí galopar a los nuestros toda la noche... Era un galopar de guerra.
4: Nosotros somos de infantería.
3: Total, se muere uno lo mismo.
5: Pero en lo que te mueres, a caballo vives mejor.
4: El hambre está canija. Ni quien pueda dormir. (Saca una baraja.) Mejor
vamos a jugar a las cartas.
5: Ya vas.
6 (Dispara.): Le atiné. Nomás pienso que es un federal y le atino. (Risa
nerviosa y se instala de cara a su blanco.)
3: A ver qué dicen aquellos dos. (Va hacia el villista 2.)
4: ¡Te quedaste con 6 cartas!
5 (Las muestra.): Son cinco.
4: No hagas trampa.
5: ¡Jamás!
3 (Al 2.): ¡Órale, tú, despierta!
2 (Toma su fusil y se levanta de un salto.): ¡Suéltame, desgraciado, te vas a
morir!.
3: Qué te pasa. Somos de los tuyos, somos villistas.
2 (Feliz.): ¿Villistas? ¡Villistas de mi general Pancho Villa!
3: Pos de cuál otro, ¡de Pancho Villa! (Se acerca al Villista 1): ¿Y éste? ¿Está
muerto?
59 :
2: Muerto, sí. (Ríe y se acuesta.)
3: Y tú estás borracho.
2: ¿Ves cuántas estrellas, allá arriba? ... Muchas estrellitas juntas, ¿no es
cierto?... Así es el cielo de nuestro México, muy bonito y muy azul, con muchas
estrellas... ¿Ves el cielo? (Brusco, se pone en pie.) No está hecho para
nosotros. Somos pura carne de cañón. Nosotros estamos aquí para morir. El
cielo no es para nosotros... Pero se ve hermoso, como transparente, ¿no?,
como que ya va a tener más luz porque ya pronto amanece. Y las estrellas...
¡No, no estoy borracho! Ojalá estuviera borracho. Dame con qué
emborracharme. ¿Traes con qué?
3: Ni siquiera agua traemos. No hemos comido ni bebido desde ayer.
2: Yo ni sé desde cuándo.
Disparo del que tira al blanco.
6: Pienso que es un federal y le atino...
3: ¿Llevan mucho tiempo aquí?, digo, tú y éste.
2: Creo que sí. Mucho tiempo, creo que sí.
3 (Hace ademán de espantar moscas sobre el cadáver.): Hay que espantarle
las moscas.
2: Ya ni las siento.
3: Órale, tú, estás llorando.
2: Era mi amigo... ¡No lloro, pinche buey, no lloro! Cuándo has visto llorar a un
hombre, y menos a un soldado. No lloro, nomás veo las estrellitas, ¿te das
cuenta?, las estrellitas nomás. (Se sienta.)
3 (Se sienta a su lado.): De acuerdo. ¿Quieres un cigarro?
2 (Sí lo quiere.): ¿Tienes cigarros?
3: Tengo uno. Bueno, tengo medio (Lo parte y se lo ofrece.)
2 (Ve a su amigo muerto; no toma el cigarro.): Gracias, manito, de veras
gracias.
60 :
3: Tengo un cerillo. (Lo muestra.) ¿No fumas ?
2: Ahora no... Creo que no.
5· (Al 4): ¡Perdiste!
4 (De pie.): ¡Sigues haciendo trampa!
5·(De pie.): Bueno, y qué. No había apuesta.
4: Que no vuelva a suceder.
5: No había apuesta.
4: No, pos ya qué apostamos ... ¡Que no vuelva a suceder!
5: Cálmate. No se puede ganar siempre. (Se sientan y siguen jugando.)
Otra vez el que tira da en blanco. Ríe, cada vez más nervioso. Los de la baraja
lo miran y siguen jugando.
5 (Sin entusiasmo.): Par de ases.
4 (Mismo tono.): Ni hablar, ganaste.
(Va hacia su amigo muerto y grita.) ¡Hay que llevar a éste a enterrar! (Todos
voltean a ver al soldado 2 y al muerto.)
3: Ya se está mosqueando.
2 (Angustiado): Al rato todos nos morimos.
3: Ora verás, cuando se acaben los disparos te ayudamos a enterrarlo.
2: Al rato, todos nos mosqueamos... (Sigue riendo. Ahora todos ríen, con la
misma angustia. Y de pronto las risas se cortan.)
OSCURO
Dieciséis
En el Espacio 3, El estudiante y la estudiante.
LA ESTUDIANTE: Que la Revolución no te me arrebate.
El ESTUDIANTE: No te aflijas.
Al Espacio 1 entran 3 villistas de 1916.
VILLISTA 1: ¿Falta mucho?
VILLISTA 2: Aquí a la vuelta.
61:
VILLISTA 3: Méndigos carranclanes.
VILLISTA 1: Pos sí, ora el enemigo es Carranza.
LA ESTUDIANTE: Quizás porque somos estudiantes no te lleven.
El ESTUDIANTE: ¿Estudiantes? Nos va peor. (Ella se aleja y él queda de
espaldas contra un muro.)
VILLISTA 3: ¿Falta mucho?
VILLISTA 2: Aquí a la vuelta.
VILLISTA 1: Ya llegamos. (Se sientan en el suelo.)
LA ESTUDIANTE: Siempre estás así, recargado en el muro... A los que fusilan
los ponen contra un muro.
EL ESTUDIANTE: No me han fusilado ... Todavía.
LA ESTUDIANTE: Pero te la pasas aquí contra el muro, callado... Que la
Revolución no te lleve, ¡no te me arrebate!
EL ESTUDIANTE: ¡Revolución de brazos, costillas, manos! Los que ya
acabaron de llorar. Rostro moreno. Bugambilia rota. ¡Todo roto! Estremecerse.
Pero todavía respirar.
LA ESTUDIANTE: Te la pasas contra el muro...
EL ESTUDIANTE: ¡Revolución de brazos, costillas, manos! Los que ya
acabaron de llorar.
Sale rápido, y ella tras él. Los villistas se apresuran a ponerse en pie porque
entra Villa.
VILLISTA 2: ¿No trae un cigarrito, mi general?
VILLA: Venía a pedirles uno. Quedó vacío el tren con los sacos de harina,
café, maíz, azúcar, tabaco ... Qué, ¿les pareció mal?
VILLISTA 2: No, mi general, no, cómo va a parecemos mal si usted así lo
manda.
VILLA: Lo repartimos todo para alimentar a la gente de nuestro campo. A ver,
tú, dame eso... (Le quita la cantimplora al soldado 1, que bebía, y bebe él.)
VILLISTA 1: Pero, mi general ...
62 :
VILLA (Termina de beber y le regresa la cantimplora): Toma.
VILLISTA: Pos ya no me dejó usted nada. Está vacía.
VILLA: Ve al río y dile que tienes permiso de Pancho Villa para llenarla. (1)
VILLISTA: ¿Le digo a quién?
VILLA: ¿Qué no oíste?
VILLISTA: ¿Le digo al río que tengo permiso?
VILLA (Amenazador.): ¿Obedeces o no?
VILLISTA (Apurado.): Sí, mi general, ya me voy. Voy a decirle al río que mi
general Pancho Villa me dio permiso.
Sale.
VILLA: Muchachos, buenas noches.
VILLISTA 2 (Se le cuadra y hace saludo militar.): ¡Mi general!
VILLA: Cuidadito y se me duerman.
VILLISTA 3 (Saludo.): ¡No, mi general, no nos dormimos! ¡Buenas noches, mi
general!
Enigmático, sonriente, Villa se aleja y sale.
VILLISTA 2: Nada más porque mi general Villa mató a unos cuantos gringos, el
presidente Carranza lo declaró fuera de la ley. Y al rato, nada más porque se
dio una vuelta por los Estados Unidos, nos mandaron quesque la Expedición
Punitiva. (2)
VILLISTA 3: Pero los mexicanos les ganamos a los de Pershing.
VILLISTA 2: Mi general Villa se le pierde al general Pershing. Día a día el parte
que recibe es el mismo: “Tengo el honor de informar a usted que Francisco
Villa se encuentra en todas partes y en ninguna”. (3)
VILLISTA 3: Méndigos carranclanes.
Salen, a la vez que inesperadamente por otro extremo entra Villa.
VILLA (Al público.): Los Estados Unidos quieren tragarse a México; vamos a
ver si se les atora en el gaznate. (4)
Sale, a la vez que entra el narrador.
63:
NARRADOR (Al público.): Por qué los mexicanos odiamos a los gringos, dicho
por un gringo:
“Nos odian porque cuando llegan a nuestro país les pegamos, los hacemos
morir de hambre y los asesinamos. En el suroeste cada año se mata a muchos
mexicanos, como a perros, porque el estadunidense de esa región los
considera como animales.
"Nos odian porque todos los años se organizan partidas de caza del otro lado
de la frontera, para hacer prácticas de tiro usando a los mexicanos como
blanco. Y nos odian finalmente porque las compañías mineras y petroleras
norteamericanas han establecido la esclavitud en México, tratándolos peor de
lo que lo haría un explotador de su propia raza". Pero no vayan a pensar mal.
Esto no sucede ahora. John Reed lo escribió en tiempos de la Revolución. (5).
Sale, mientras al espacio 5 entra un zapatista narrador.
ZAPATISTA NARRADOR (Al público.): Nosotros los zapatistas no somos
bandidos, sino hombres de principios. Oigan a mi general Zapata.
ZAPATA (Entrando al Espacio 1, al público): Con derechos violados no puede
existir la paz. (6) El campesino se ha levantado en armas no para conquistar
ilusorios derechos políticos que no dan de comer, sino para procurarse el
pedazo de tierra que ha de proporcionarle alimento y libertad. (7)
ZAPATISTA NARRADOR: Nosotros por donde andamos no perseguimos a los
sacerdotes, antes ellos nos ayudan. (8)
ZAPATA: Los carrancistas han asolado poblaciones, quemado casas,
cometido en las iglesias sus acostumbrados desmanes. A Cuernavaca la han
dejado inconocible; las casas están sin puertas, las calles y las plazas
convertidas en estercoleros, los templos abiertos, las imágenes destrozadas y
la ciudad abandonada. Se llevaron a todos los pacíficos a viva fuerza. Los
nuestros sólo encontraron tres familias ocultas que escaparon a la leva. (9)
64:
Sale.
ZAPATISTA NARRADOR: Méndigos carranclanes.
Sale, mientras al Espacio 3 entran los estudiantes y al Espacio 1 Abraham
González. Es su presencia agradable, generosa, imponente. Pero viene
seguido de un esbirro de Huerta.
ESBIRRO (Brusco, toma a González por el brazo): ¿Es usted Abraham
González? (10)
Quedan inmóviles.
LA ESTUDIANTE (Al estudiante.): El presidente Madero se arrodilló ante su
madre para pedirle perdón por la muerte de Gustavo.
GONZÁLEZ (Logra desasirse del esbirro.): Yo soy.
ESBIRRO (Burlón.): Es usted Abraham González, el "maderista"?
GONZÁLEZ: Yo soy. ¿Y usted es un esbirro de Huerta? ¿Es de los que
asesinaron al presidente Madero?
ESBIRRO: Por órdenes de mi general Huerta ... (De pronto contiene su ira y
empieza a reír.)
AUDIO: La voz grabada, distorsionada, del esbirro repite: Por órdenes de mi
general Huerta, mi general Huerta, mi general Huerta. Por órdenes de mi
general Huerta...
ESBIRRO (Colérico.): ¡Haremos que el tren pase sobre tu cadáver! Que pase
sobre tu cadáver. (A punta de pistola, lo saca de escena.) ¡Vamos, camina!
¡Camina!
Salen.
LA ESTUDIANTE (Al estudiante.): Se arrodilló y pidió perdón por la muerte de
su hermano Gustavo.
EL ESTUDIANTE (Viendo hacia el Espacio 5, donde entra Ricardo Flores
Magón, anuncia.): Ricardo Flores Magón. Manifiesto del 23 de septiembre de
1911.
65:
FLORES MAGÓN (Al público.): La libertad al alcance de nuestras manos. El
mismo esfuerzo y el mismo sacrificio que cuesta elevar a un gobernante, esto
es, un tirano, cuesta la expropiación de los bienes que detentan los ricos. (11)
Sale y al Espacio 4 entra Felipe Ángeles.
EL ESTUDIANTE (Viéndolo.): El general Felipe Ángeles.
ÁNGELES (Al público.): La Revolución se hizo para librarnos de los amos, para
que vuelva el gobierno a manos del mismo pueblo y éste elija en cada región a
los hombres honrados y los obligue a fungir como sirvientes de su voluntad
expresada en las leyes, no como sus señores.
Los verdaderos obstáculos de la democracia en nuestro país son la ambición
de los caudillos, que olvidan sus promesas, y la falta de voluntad del pueblo,
que no se decide a participar en los asuntos públicos y ve con indiferencia y
sumisión el nombramiento de las autoridades. (12)
Salen Felipe Ángeles y los estudiantes, a la vez que entra el narrador.
NARRADOR (Anuncia.): Venustiano Carranza en Querétaro.
Al Espacio 1 entra Carranza.
CARRANZA (Al público.): Aquí, señores, se expedirán probablemente las
últimas leyes, se darán los últimos decretos y tal vez hasta la última
Constitución que México necesita para que pueda encauzarse, para que pueda
mantener su independencia. (13)
NARRADOR: Poco después convoca a un Congreso Constituyente.
Sale.
CARRANZA: Considero la Carta Magna de 1857 inadecuada para la
satisfacción de las necesidades públicas y muy propicia para volver a
entronizar otra tiranía igual o parecida a las que con demasiada frecuencia ha
tenido el país. (14).
Sale, y al Espacio 1 entra el estudiante.
EL ESTUDIANTE: A Emiliano Zapata, de Pablo Neruda.
66 :
“Zapata entonces fue tierra y aurora.
En todo el horizonte aparecía
la multitud de su semilla armada.
Reparte el pan, la tierra: te acompaño.
Yo renuncio a mis párpados celestes,
yo, Zapata, me voy con el rocío
de las caballerías matutinas,
en un disparo desde los nopales
hasta las casas de pared rosada,
cintitas pa tu pelo,
no llores por tu Pancho...
La luna duerme sobre las monturas,
la muerte amontonada y repartida yace con los soldados de Zapata”. (15)
Sale, a la vez que al mismo Espacio entran los 3 villistas de 1916 y una mujer
que pide agua se acerca y los aborda.
LA QUE PIDE AGUA: ¿Quiénes son ustedes?
VILLISTA 1: Soldados, somos soldados.
VILLISTA 2: ¿Qué no nos estás viendo?
VILLISTA 3: Soldados de la Revolución.
LA QUE PIDE AGUA: ¿Pero de quiénes son?
VILLISTA 3: Somos de los mejores.
VILLISTA 1: De los buenos.
LA QUE PIDE AGUA: Denme agua. Andamos en los desiertos y se nos acabó
el agua.
VILLISTA 2: A nosotros también.
VILLISTA 1: Y tampoco tenemos comida. Ni trenes. Nos ha ido mal, andamos
perseguidos.
67 :
VILLISTA 3: Tendrás que esperar.
LA QUE PIDE AGUA (Su angustia es contenida, fuerte.): Estuve esperando. Mi
bebé murió porque no teníamos agua.
VILLISTA 2: No es culpa nuestra.
LA QUE PIDE AGUA: Siempre estoy esperando. Mi bebé murió. Dennos agua.
VILLISTA 3: No seas necia. ¡No hay agua!
VILLISTA 1: ¡Apártate, vamos de prisa! Tenemos que alcanzar a nuestro
general Pancho Villa.
VILLISTA 2: Así es esto de la Revolución.
Salen, mientras ella grita.
LA QUE PIDE AGUA: ¡Mi bebé murió! ... (Quedo.) Agua. Dennos agua... Así
es esto de la Revolución. (Grita.) ¡Por qué tiene que ser así! (16)
Sale por otro extremo a la vez que al mismo Espacio entran Villa, un soldado
villista y Felipe Ángeles.
VILLA (Al villista.): Me los fusilan a todos.
VILLISTA: Sí, mi general.
ÁNGELES (A Villa.): Quemas viva a la gente. Asesinas a ancianos. (17)
VILLA (Al villista.): ¡A todos!
VILLISTA: ¡Sí, mi general!
Sale.
VILLA: Felipe Ángeles, usted ha sido el único hombre a quien he permitido que
me contradiga y no lo he mandado fusilar. (18)
ÁNGELES: Está usted a tiempo.
VILLA: Hablemos en serio. Sabe que lo respeto y mucho le agradezco lo que
nos han ayudado en el combate sus conocimientos en matemáticas, balística,
artillería. (19)
ÁNGELES: He dedicado toda mi vida al estudio. (20)
VILLA: Pero lo que más admiro en usted es su honradez y su valor. General,
vuelva a unirse con nosotros.
68 :
ÁNGELES: Vine a buscar la manera de que cese esta lucha salvaje que
consume al pueblo mexicano, unificando en un solo grupo a todos los bandos
políticos que existen en la República.(21)
VILLA: Imposible. Estamos muy divididos. Yo mismo, con algunos de mis
hombres, intenté marchar hacia el centro del país, pero los carrancistas tienen
ahí control absoluto y no pudimos pasar.(22)
ÁNGELES: Regresé en son de paz. Me voy en son de paz.
VILLA: General, si no se queda con nosotros los carrancistas lo van a colgar
de un árbol.
ÁNGELES: No estoy de acuerdo con el fusilamiento de los prisioneros. (Se
aleja.)
VILLA (Hacia otro extremo de donde está Ángeles.): A dónde vas, Felipe
Ángeles.
ÁNGELES (Hacia otro extremo de donde está Villa.): Me aparto de tu camino.
VILLA: Te escondes, Felipe, en la sierra ... Estás solo, Felipe Ángeles.
ÁNGELES: Casi tan solo como tú, Francisco Villa.
VILLA: Uno de tus hombres te delata. (23)
ÁNGELES (Para sí.): Consejo de guerra.
VILLA: Tus jueces son tus más encarnizados enemigos. (24)
ÁNGELES (Al público.): Culpo del estado actual de Villa y de los suyos a los
gobiernos que no han tenido compasión de los desheredados y los han vuelto
fieras...(25)
VILLA (Viendo a Ángeles.): General Felipe Ángeles, admiro su honor y su
cultura. No me avergonzaría servir como soldado bajo su mando. (26)
Sale y entra el narrador. Ángeles voltea a verlo. Sabe que la hora del consejo
de guerra ha llegado. Le da su pistola al narrador. Éste la toma.
NARRADOR (Con emoción, con afecto.): Te van a matar. Pero no borrarán la
huella que dejaste en nosotros, Felipe Ángeles.
69 :
ÁNGELES (Para sí.): Tres palabras: pureza, amor, esperanza.
NARRADOR: En tus escritos te muestras de acuerdo con el socialismo, citas a
Carlos Marx. (27)
ÁNGELES (Para sí.): La religión de Cristo se resume en tres palabras: pureza,
amor, esperanza. (28) (Al público.) Sé que me van a matar. Pero también sé
que mi muerte hará más por la causa democrática, porque la sangre de los
mártires fecundiza las grandes causas. (29)
Sale.
NARRADOR: Al enterarse del fusilamiento de Ángeles, Pancho Villa envía sus
tropas a la guarnición carrancista de Santa Rosalía, donde matan hasta el
último de los defensores. (30)
EL SOLDADO VILLISTA (Entrando): Esta vez no estaba usted ahí para
decirnos que no los matáramos, general Felipe Ángeles.
Sale.
NARRADOR (Anuncia.): Tres instantáneas. La muerte de tres caudillos.... Con
indignación vemos esto, con mucha indignación y tristeza... Carranza ordena
una nueva ofensiva contra los zapatistas. Pablo González siempre había
combatido a Zapata y se vale de la traición de Jesús Guajardo.
Sale, a la vez que al Espacio 5 entra el zapatista narrador y al Espacio principal
5 soldados de Guajardo con sus fusiles, uno de ellos es también el clarín.
ZAPATISTA NARRADOR: En Chinameca, a mi general Zapata los soldados
de Guajardo le presentaron armas.
Entra Zapata y el clarín toca tres veces llamada de honor. Los soldados le
presentan armas a Zapata. Zapata avanza y llega frente a los de Guajardo.
ZAPATISTA NARRADOR: Le presentaron armas.
Los soldados vuelven a presentar armas; Zapata da media vuelta y sale.
Inmediatamente los soldados apuntan hacia donde salió y fuera de escena se
oye a la gente de Guajardo descargar sus fusiles contra Zapata. Los soldados
hicieron mímica de disparar también y están felices de su hazaña. (31)
SOLDADOS:
70 :
---Lo agarramos desprevenido.
---No se decidía a entrar a la hacienda.
---Pero entró. Y con sólo diez hombres.
---Terminamos con Emiliano Zapata.
---Se cumplieron las órdenes de mi general Guajardo.
Salen.
ZAPATISTA NARRADOR: En Chinameca fue una emboscada. Ahí murió mi
general Zapata.
Sale, a la vez que al Espacio principal entra el narrador, con un quinqué
encendido. De noche, lluvia torrencial. El narrador coloca el quinqué y un pliego
de papel.
NARRADOR: La choza de Tlaxcalantongo es un pobre jacal... Cuando
legisladores y militares obregonistas, encabezados por Adolfo de la Huerta, se
levantan en armas con el Plan de Aguaprieta, Carranza tiene que salir de la
capital. A Tlaxcalantongo llega en su huída el Rey Viejo, como lo llamó
Femando Benítez. Carranza tiene 61 años. Viene con Rodolfo Herrero, que le
había servido de guía en la sierra de Puebla. Herrero, hasta ahí leal servidor de
don Venustiano, ahora deja de ser solícito y sumiso.
Sale y por otro extremo entra Rodolfo Herrero, seguido de Carranza.
HERRERO (Burlón.): Ésta es la mejor casa en donde podrá usted pasar la
noche, señor presidente.
CARRANZA: Gracias, general Herrero
HERRERO: Por ahora aquí será su Palacio Nacional.
Sale. Breve silencio. Carranza en el jacal. Ve el pliego de papel, lo desdobla y
lo lee.
CARRANZA (Para sí.): Un parte del general Mariel. Todo está arreglado. (Se
dirige hacia un extremo y habla a personajes fuera de escena.). Ahora sí,
señores, podemos descansar. (32)
Sale, con el papel y el quinqué. Fuera de escena, descargas de fusilería y
relinchos de caballos asustados.
71 :
Voces:
---¡Por aquí están!
---¡Vamos por ellos!
---¡No dejen de disparar!
---¡Muéranse, jijos, muéranse!
Entran, armados, 7 Asaltantes en Tlaxcalantongo
ASALTANTES:
---Salgan, desgraciados.
---Salgan.
---Muera Carranza.
---Sal, viejo barbas de chivo.
---Muera Carranza.
---(Salió de escena.) Aquí terminó el viejo.
---Ven para arrastrarte.
Salieron todos; las descargas terminan. Un asaltante regresa y cruza el
escenario con el quinqué.
ASALTANTE:(Burlón.) Ni siquiera carabina traía el señor presidente.
Sale. Termina la lluvia y entra el narrador.
NARRADOR: Los periódicos dan la noticia del asesinato.
Entra un voceador de periódicos.
VOCEADOR: Excélsior... Excélsior... Asesinato del presidente Carranza. . .
Horrendo crimen en Tlaxcalantongo, a cuatro leguas de Villa Juárez... (Muestra
el periódico a un espectador.) Excélsior, mi jefe, vea usted: 22 de mayo de
1920. Ayer mataron al presidente Carranza. Lo mató el ex federal Rodolfo
Herrero, a la una de la mañana de ayer... (Vuelve a vocear.) Horrendo crimen.
El presidente Carranza asesinado...
NARRADOR: Herrero negó el asesinato. Se quiso defender la tesis del
suicidio...
VOCEADOR: Excélsior... El Presidente Carranza asesinado...
Sale.
72 :
NARRADOR: Honores de jefe de Estado en el entierro de don Venustiano.
Sale, a la vez que al mismo Espacio 1 entra un villista en Parral.
VILLISTA (Al público.): Mi general Pancho Villa quiso ir a un bautizo... Quiso ir
manejando su propio auto...
Entra Villa.
VILLA: Aquí me esperas. Voy y regreso.
VILLISTA: Había de llevar su escolta.
VILLA: Van unos soldados en mi auto.
VILLISTA: Había de llevar su escolta.
VILLA: Aquí me esperas. Voy y regreso.
VILLISTA: Sí, mi general.
Salen, por diferentes extremos, a la vez que entra el narrador.
NARRADOR: En la calle de Gabino Barreda, en Parral, alquilan una casa los
asesinos que esperan el regreso de Villa. Regresa, y por fin llega la mañana en
que decide salir hacia su hacienda de Canutillo. Es la ocasión que los asesinos
eligen. Un cómplice, parado en la esquina de Juárez y Barreda, les da la señal.
CÓMPLICE (Entra y ve el auto de Villa. Se apresura, levanta la mano para
saludar): ¡Viva Villa! (Sale corriendo).
NARRADOR: El auto se acerca. Al dar vuelta a la esquina los asesinos abren
fuego. Villa recibe 9 balazos y muere instantáneamente.
Satisfechos de su hazaña entran 5 asesinos con sus rifles y ubican el auto en
el escenario.
---Era desconfiado, pero esta vez le falló.
---Ni cuenta se dio de que nuestros rifles le apuntaban.
---Aquí murió Francisco Villa.
---¿Y si nos agarran?
---No te preocupes, luego luego nos sueltan.
Salen Con la angustia de la muerte de su general, entra el villista en Parral y se
acerca al auto.
VILLISTA: Por qué no llevó su escolta, mi general.
73 :
NARRADOR: Villa -escribe Ramón Puente- ha quedado exánime, con el
cuerpo completamente doblado hacia la portezuela y la mano derecha en
actitud como de sacar la pistola. Las dos manos heridas, el cráneo y la cara
perforados. En la autopsia difícilmente se le reconoce el corazón, efecto
destructor de las balas expansivas empleadas en el asalto. (33)
Sale.
VILLISTA: Así murió mi general Pancho Villa, destrozado su gran corazón.
Sale y se oye el Audio del cuadro siguiente.
Diecisiete
Audio de tren que se acerca. Al Espacio 1 entran 6 soldados y 3 mujeres que
van a despedirlos. Los soldados traen sus rifles y cartucheras, cargan bultos
con su ropa. Todos esperan. El tren llega. Los soldados se dirigen a él y con
los bultos de ropa van formando un vagón imaginario.
NARRADOR (Entrando, lee el script.): Esos trenes de la Revolución... Diríase
que no pudo haber Revolución sin los trenes. Fueron parte de la historia y parte
del pueblo.
Quedaron algunos soldados arriba del vagón y otros abajo, con las mujeres.
Voces y risas. Una mujer con el brazo sobre el hombro de un soldado, que la
ve con cariño; otro soldado sostiene el rifle con una mano y con la otra abraza
a su compañera. Se oyen fragmentos de conversaciones, frases alternadas en
las conversaciones de diferentes parejas.
---...regresa pronto...
---...sí, así es esto...
---...regresaré...
---...en el pueblo siguiente...
---...la Revolución...
---...mi sangre junto a la tuya...
---...la Revolución...
---...nomás ahora, porque te vas...
74 :
Fuera de escena, redobles de tambor. Entra con su bulto de ropa, rifle y
cartucheras, tocando el tambor, un soldado muy joven, que se dirige al tren. Se
hace un silencio, todos lo miran.
NARRADOR (Lee.): El soldado más joven, casi un niño... Viene serio. Está
consciente de su responsabilidad. Va a la guerra.
Sale. Los redobles del tambor son lo único que se escucha. El soldado llega al
tren y termina de tocar. Sube al vagón. El tren empieza a avanzar. Ruido de la
máquina, silbato de la locomotora. Las mujeres retroceden, ellas y los soldados
levantan las manos, haciendo señal de despedida. Las mujeres se van
alejando, salen. Ellos siguen el movimiento rítmico del tren. El Audio sube,
crece; el tren está en plena marcha. De pronto, gran explosión y efectos de
luces; el tren descarrila, vuela, se desintegra. Los soldados caen muertos, el
más joven junto al tambor. (1)
Al mismo espacio principal entra un actor de la obra que se está
representando.
ACTOR: “Es la Revolución, la palabra mágica que va a cambiarlo todo y que
nos va a dar una alegría inmensa y una muerte rápida. La Revolución es el
rostro brutal y resplandeciente de la fiesta y la muerte, del mitote y el balazo, de
la feria y el amor. Es un salir al aire muchas ferocidades, muchas ternuras y
muchas finuras ocultas por el miedo a ser. México se atreve a ser. La explosión
revolucionaria es una portentosa fiesta en la que el mexicano, borracho de sí
mismo, conoce al fin, en abrazo mortal, al otro mexicano”. Octavio Paz. (2)
Sale. Bajan las luces y queda un cenital : el soldado niño y su tambor. . .
Oscuro. Inmediatamente vuelve la luz y a la vista del público los soldados
salen.
Dieciocho
El actor regresa y se dirige al público, mientras van entrando todos los demás,
también como actores de la obra.
75 :
ACTOR: Los actores de esta obra hemos interpretado personajes y
representado acontecimientos que forman parte de la historia de nuestro país.
ACTORES:
---Un millón de muertos.
---De 1914 a 1919 murieron un millón de mexicanos. La cuarta parte en
campos de batalla y frente a los pelotones de ejecución, o colgados de los
árboles. (1)
---Las otras tres cuartas partes a causa de la hambruna, el tifo y otras
epidemias que se abatieron sobre la población debilitada. (2)
---Pero la Revolución mexicana no fue nada más batallas y asesinatos. Fue
también una revolución social.
---Un país agrario y feudal se convirtió en industrializado. Hoy, viendo lo que
México era en 1910 y lo que es ahora, no podemos negar el legado positivo
que nos dejó la Revolución.
---La Constitución de 1917.
---(Anuncia.) Los constituyentes.
Todos se convierten en constituyentes.
CONSTITUYENTES:
---Artículo Tercero. La enseñanza es libre, pero será laica la que se dé en los
establecimientos oficiales de educación .
---Artículo Veintisiete. La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro
de los límites del territorio nacional corresponde originalmente a la nación.
---Artículo Veintiocho. En los Estados Unidos Mexicanos no habrá monopolios
ni estancos de ninguna clase.
---Artículo Ciento Veintitrés. La duración de la jornada máxima será de ocho
horas.
---Por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el operario de un día de
descanso.
---Los trabajadores tendrán derecho a una participación en las utilidades.
76 :
---Las huelgas serán lícitas cuando tengan por objeto conseguir el equilibrio
entre los diversos factores de la producción.
---Armonizando los derechos del trabajo con los del capital.
---Artículo Ciento Treinta: El Congreso no puede dictar leyes estableciendo o
prohibiendo religión cualquiera.
---El matrimonio es un contrato civil.
---Los ministros de los cultos serán considerados como personas que ejercen
una profesión y estarán directamente sujetos a las leyes que sobre la materia
se dicten. (3)
Se convierten en El pueblo, a la vez que uno de ellos dice.
CONSTITUYENTE: ¿Y el pueblo? Cómo vivió la Revolución. ¿Qué pueden
decimos de la Revolución los que más la padecieron. Oigamos al pueblo.
Se convierte también en pueblo. Entre el público, cada persona del pueblo se
dirigirá a un grupo de espectadores; se forman así 11 grupos.
EL PUEBLO:
---Yo siento que lo peor fue el miedo. A muchos nos entró el miedo.
--- A todos.
---El miedo te agarra en todo el cuerpo y ya no te deja ni pensar ni llorar,
apenas respirar.
---Ahí estaban tirados, mujeres, hombres, niños. Nomás los acomodaron en
hileras, cinco o seis hileras de muertos, y ahí mismo abrieron una zanja y los
echaron dentro.
---Vimos llegar a los soldados. Todavía no sabíamos de cuáles eran.
---Venía la infantería, cargando las ametralladoras.
---La caballería se había adelantado, pero un oficial regresó hacia atrás, hacia
la retaguardia, para ver si alguno quería desertar. Y si quería, le disparaba y lo
mataba.
---Por lo menos en el combate se muere uno rápido, no de enfermedad. En el
combate te mueres rápido.
77 :
---Yo como soldado no me tentaba el corazón para quebrarme a alguien. Al
cabo que los crímenes del enemigo eran peores que los nuestros.
---Los rurales estábamos del lado bueno, del lado del gobierno. Pero también
los nuestros murieron de a montón.
---Usted, señora qué opina.
---Pos que quere que yo opine. Nosotros los indios nomás pegados a la cola
del caballo de Zapata. (4)
---Fue peor que cuando tiembla la tierra. Yo estaba en mi casa y empezamos a
oír balazos, y hasta granadas, y mi viejo me dijo: no salgas. Y no salí, al cabo
que yo nunca salgo, pero al rato se nos metió la Revolución en la casa y una
pared se vino abajo, como si hubiera un temblor, así se metió la Revolución
dentro de la casa.
---En la capital no había gobierno, ni leyes, ni bancos. Por todas partes los
soldados juzgaban, robaban, mataban. (5)
---Así estuvo la cosa.
---De mi familia nadie quedó. Estábamos cenando cuando llegaron los
federales. ¿No nos convidan?, dijeron. Y rápido se llevaron a los hombres, mi
marido y mis tres hijos, se los llevaron sin hacer caso de mis gritos y porque yo
me les arrodillaba de un golpe me dejaron ahí tirada. Y luego luego, allá abajo
de los árboles, apenas se los habían llevado, se oyeron los disparos de fusiles.
¡Asesinos, jijos, desgraciados! A todos los mataron.
--- Las mujeres nos fuimos, cargando con los niños y con nuestros fusiles. No
nada más como soldaderas, sino con nuestros fusiles y con los niños. Por eso
también muchos niños murieron.
---Siempre la muerte a la vuelta de la esquina.
---Aunque fuéramos pacíficos, nos llevaban con la leva.
---Yo vi la Revolución como una lucha por la dignidad humana. Así empezó y
así siguió: una lucha por la dignidad humana.
---Cuál dignidad humana. Lo que teníamos era hambre.
---Ya los campesinos comíamos nomás salvado, y todavía los dueños de los
comercios le habían echado serrín.
78 :
---Otros comíamos tierra. (6)
---En Zacatecas fue una carnicería. A la llegada de Villa los federales hicieron
explotar el cuartel donde tenían sus municiones. Quedaron muchos cuerpos
sepultados en los escombros y otros tirados en la calle. Tuve que saltar sobre
los muertos, personas y caballos. (7)
---Allá por Atlixco, cada que pasaban las tropas de Guajardo robaban los
pueblos y se llevaban todo: bestias de carga, puercos, gallinas, guajolotes, todo
agarraban. Y lo que no podían llevarse lo destruían. Quemaban nuestros
jacales y nuestras cosechas. A todas las mujeres las violaban. Jovencitas y
ancianas, a todas. Pasaban veinte soldados, y a veces más, por sobre cada
una. (8)
--- Nuestros principales enemigos no eran los carrancistas, sino los piojos y las
ratas. Las moscas iban de los cadáveres a lo que estábamos comiendo. Las
ratas estaban panzonas de carne de muertos, pero con todo venían a roer
nuestra comida. (9)
---Caen las hojas y ruedan las piedras.
---Fueron muchos años de andarle huyendo a la muerte.
---Todavía amanecemos con esa angustia todos los días. Y no hallamos como
olvidar.
---Heridas causadas por el miedo, las obsesiones, los actos compulsivos y
repetitivos provocados por el terror, por el grado enorme de sufrimiento.
---Como sea, al pueblo siempre le va mal.
Salen todos, menos uno que se convierte en el actor y los cuatro que
interpretaron los papeles de Madero, Zapata, Villa y Carranza, que se
convierten en los caudillos.
ACTOR: Diez años después de iniciada la Revolución, Madero, Zapata y
Carranza ya no existían. A Villa lo asesinan en 1923. Cuáles fueron los ideales
de los caudillos. Cuáles sus sentimientos. Cómo pensaban, qué querían.
Sale. Los caudillos se adelantan.
79 :
MADERO: Francisco I. Madero. Prefiero hundirme en la ley que sostenerme sin
ella. (10)
ZAPATA: Yo no soy político. A Emiliano Zapata no se le compra con oro.(11)
VILLA: Pancho Villa no tiene ambiciones políticas. Me retiraré cuando los
combates terminen. (12)
CARRANZA: Venustiano Carranza. Si los jefes me abandonan, me retiraré de
mi patria; en caso contrario lucharemos hasta morir. (13)
MADERO: La situación del obrero mexicano es tan precaria que a pesar de las
humillaciones sufridas allende el río Bravo anualmente emigran hacia los
Estados Unidos miles de nuestros compatriotas. Y la verdad es que su suerte
allá es menos triste que en su tierra natal. (14)
VILLA: Quiero una nueva República. En ella serán establecidas colonias
militares formadas por veteranos de la Revolución. El Estado les dará posesión
de tierras agrícolas y creará grandes empresas industriales para darles trabajo.
Laborarán tres días a la semana y los demás recibirán instrucción militar que
impartirán a todo el pueblo, para enseñarlo a pelear. (15)
CARRANZA: Apego al orden constitucional. Lo más importante es la ley
escrita.
VILLA: Cuando se establezca la nueva República no habrá más ejército en
México. Los ejércitos son los más grandes apoyos de la tiranía. No puede
haber dictador sin su ejército. (16)
MADERO: Dar la gran batalla en contra del absolutismo. Pero no la guerra
fratricida por medió de las armas, sino las luchas de la idea por la prensa, la
tribuna, en las urnas electorales, en el vasto campo de la democracia. (17)
ZAPATA: Plan de Ayala. En virtud de que la inmensa mayoría de mexicanos
no son dueños más que del terreno que pisan, sin poder mejorar en nada su
condición social ni dedicarse a la industria o a la agricultura, por estar
monopolizadas en unas cuantas manos las tierras, montes y aguas, se
expropiarán, previa indemnización de la tercera parte de estos monopolios, a
80:
los poderosos propietarios de ellos, a fin de que los pueblos y ciudadanos de
México obtengan ejidos, colonias, fondos legales para pueblos o campos de
sembradura o de labor, y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad
y bienestar de los mexicanos. (18)
CARRANZA: Esta Revolución debe restablecer el orden constitucional, sin
llevar al pueblo, con engaños, a una lucha que ha de costar mucha sangre para
después, si no cumple, dar lugar a mayores movimientos revolucionarios. (19)
ZAPATA: El pueblo teme que los libertadores de hoy vayan a ser iguales a los
caudillos de ayer. (20)
CARRANZA: Propongo pacificar al país disolviendo los cuerpos del ejército.
Propongo acrecentar la producción.
MADERO: Cometí dos grandes errores que causaron mi caída: querer
contentar a todos y no saber confiar en mis verdaderos amigos. (21)
CARRANZA: Revolución que transa es revolución perdida. Las revoluciones
necesitan ser implacables. Lo repito: revolución que transa, se suicida. (22)
VILLA: Nunca guardé resentimiento a mis carceleros, pero sí a las
instituciones. (23)
En la ciudad de México vi a niños dormir en la calle. Me pudo mucho. Hice que
se llevaran a cientos de ellos a la Escuela de Artes y Oficios de Chihuahua.
(24)
Cuando me dieron una medalla y dijeron que era por mi heroísmo en el campo
de batalla, les contesté lo que ahora les digo a ustedes: No hay palabras para
hablar. Lo único que puedo decir es que mi corazón les pertenece. (25)
CARRANZA: Tendremos que removerlo todo, drenarlo y construirlo de verdad.
(26)
ZAPATA: Nunca me aparté de mi meta de devolver las tierras a los
campesinos. (27)
La Revolución por mí encabezada cumple estrictamente sus promesas. (28)
Quiero morir siendo esclavo de los principios, no de los hombres. (29)
Nunca he pedido clemencia, más que a Dios. (30)
Entra el actor, que insiste.
81 :
ACTOR: ¿Y el pueblo? Oigamos al pueblo.
Todos se convierten en el pueblo que reclama, exige.
EL PUEBLO:
---Los que vivimos los balazos, los combates, la desesperación.
---La soledad.
---Peones y hacendados. Pobres y ricos.
---Ciudadanos, campesinos, soldados, caudillos.
---Los estudiantes.
---Y los poetas. Todos somos la nación. Todos somos el pueblo.
---Murieron los que más queríamos.
---En los montes y en las calles. En la desesperación y en los combates.
---Ahí quedaron.
---En los montes y en las calles.
---En los hoyancos y en las zanjas.
---En los cementerios.
---Ahí quedaron.
---En nuestra sangre, en nuestro respirar, en nuestras manos y puños.
---Ahí quedaron.
---Los que más queríamos.
---Los entrañables.
---¡Ahora, que no nos cuenten lo que nos pasa!
---No queremos más muertos.
---No queremos otra guerra.
---¡Pero exigimos soluciones ! ¡Exigimos justicia!
Una actriz y un actor se convierten en la mujer y el hombre del principio de la
obra, ella queda en el espacio 2 y él se acerca. Al espacio principal entra el
narrador con el script y se repiten frases del cuadro uno.
82 :
NARRADOR (Lee.): El pueblo nada tiene, todo le quitan...
HOMBRE (A la mujer.): No traje nada... (Empieza a gritar, cada vez más
fuerte.) ¡No traje nada! ¡No traje nada! ¡No traje nada! No traje nada! (Se une,
con la mujer, al coro de voces.)
TODOS: ¡Exigimos soluciones! ¡Exigimos justicia!
NARRADOR: En un país llamado México. Tierra esplendorosa, tierra de luz.
Cierra el script. Entró Audio musical que sube, mientras bajan las luces.
Oscuro final.
83 :
NOTAS
Uno
1.-Palabras finales de Porfirio Díaz en el Plan de la Noria, contra la reelección
de Benito Juárez. Texto citado por Madero en La sucesión presidencial de
1910, pp. 96-104.
Dos
1.-Lema oficial del Gobierno Federal Mexicano. En él sintetizó Madero, desde
1909, su lucha por la democracia. En su libro citado ya propone para el
programa del Partido Antirreeleccionista los principios: “Libertad de sufragio-
No reelección”.
2.-En palabras de mi padre, el jurista Antonio Vilalta y Vidal: “Un pueblo sin
justicia no es concebible y cuando carece de la misma, en mayor o menor
grado, es en escarnio del más elemental de los derechos humanos”. (La
individualización de la ley civil, p. 78).
3.-Texto resumido. Para el Plan de San Luis ver Silva Herzog: Breve historia de
la Revolución mexicana, Vol. 1, pp. 157-168.
4.-Muere en la madrugada del 19 de noviembre de 1910.
5.-En Emiliano Zapata. El amor a la tierra, Krauze señala que el lema, tomado
de Alejandro Herzen, se publicó por primera vez en Regeneración el 19 de
noviembre de 1910. Silva Herzog, obra citada, reproduce el Manifiesto del
Partido Liberal Mexicano que termina con el mismo lema y es firmado, el 23 de
84 :
septiembre de 1911, por Ricardo Flores Magón, Librado Rivera, Anselmo L.
Figueroa y Enrique Flores Magón.
Tres
1.-Horcasitas: De Porfirio Díaz a Zapata. Memoria náhuatl de Milpa Alta, p.105.
El personaje de la joven de Milpa Alta está inspirado en doña Luz Jiménez,
mujer indígena en cuyos relatos se basa el texto de Fernando Horcasitas. La
menciona también Kandell en La capital, p. 385.
El verdadero nombre de Luz era Julia Jiménez González, nacida en Milpa Alta
en 1897, según informa su nieto, el investigador Jesús Villanueva Hernández,
en su artículo Tecualnezyolehua. La que sublima cosas bellas a la gente ,
publicado en el catálogo Luz Jiménez, símbolo de un pueblo milenario. 1897-
1965.
2.-Díaz Soto: La revolución agraria del sur y Emiliano Zapata, su caudillo,
p.251. Fue posteriormente, el 20 de julio de 1914, cuando Zapata tomó Milpa
Alta.
3.-Krauze, obra citada, p. 65, dice que éste era uno de los cuentos favoritos de
Zapata.
Cuatro
1.-John Reed: Villa y la Revolución mexicana, p. 117. Texto resumido,
originalmente escrito para The Metropolitan Magazine, Vol. XXXIX, Núm. 4, 4
de febrero de 1914.
2.-Ibidem, pp. 121.122, texto originalmente escrito para New York World, 1 de
marzo de 1914.
3.-Ibidem, p. 131: “Las escuelas son uno de los propósitos que llevo más
dentro del corazón”.
4.-Katz, Pancho Villa, Vol. 1, pp. 197-198.
5.-Pascual Orozco (1882-1915), hijo de Pascual Orozco Merino, fusilado por
Zapata en 1913.
85:
6.-Taracena: La verdadera Revolución mexicana (1901-191l), p. 441, texto
resumido. Ver también Katz, obra citada, p. 181.
7.-John Reed, obra citada, p. 121. Ver también Katz, obra citada, pp. 241-242.
Cinco
1.-Madero regresa al país el 13 de febrero de 1911, es proclamado Jefe de la
Revolución el 8 de mayo, llega a la capital el 7 de junio, toma posesión como
presidente el 6 de noviembre.
2.-Madero, obra citada, p. 347. Texto resumido.
3.-Ibidem, p. 359.
4.-Felipe Ángeles es director del Colegio Militar desde el 8 de enero de 1912. A
principios
de 1913 se halla todavía combatiendo a Zapata en el sur. La Decena Trágica
se inicia el 9 de
febrero de 1913 y el 10 de febrero Madero llama a Ángeles a la capital. El 14
de marzo
de 1914 Ángeles se incorpora a la División del Norte.
5.-Vasconcelos, citado por Krauze en Francisco I. Madero. Místico de la
libertad, p. 87.
6.-Ibidem.
7.-Ver texto del Plan de Ayala en Womack: Zapata y la Revolución mexicana,
pp. 387-397, y en Silva Herzog: obra citada, Vol. 1, pp. 286-292.
8.-Silva Herzog: obra citada, Vol. 1, p. 163, Informe de Madero a la XXV
Legislatura el lº de abril de 1912.
9.-Ibidem, p. 267.
10.-Cervantes: Felipe Ángeles y la Revolución de 1913. Biografía. (1869-1919),
p. 12.
86 :
11.-Palabras de Felipe Ángeles durante su juicio, citadas por Guilpain en Felipe
Ángeles y los destinos de la Revolución mexicana, p. 146.
12.-Palabras de Madero el 20 de noviembre de 1912, en el segundo aniversario
de la Revolución. Krauze: Madero vivo, p. 10.
Seis
1.-Márquez Sterling: Los últimos días del presidente Madero, p. 203.
2.-López Velarde: La Suave Patria. El son del corazón, 24 de abril de 1921.
Obras, Fondo de Cultura Económica, p. 261.
3.-López Velarde en El pueblo, tomo V, Número 1637, México 4 de mayo de
1919. Obras, p. 793.
4.-El Pacto de la Embajada es firmado por Félix Díaz y Huerta, a instancias del
embajador Henry Lane Wilson. Se entrega el Poder Ejecutivo a Pedro
Lascuráin, quien 45 minutos después lo cede a Huerta.
5.-10 de febrero de 1913. Taracena, obra citada. (1912-1914), p. 167.
6.-18 de febrero. Márquez Sterling, obra citada, p. 251.
7.-19 de febrero. Taracena, obra citada, p. 176.
8.-18 de febrero. Taracena, obra citada, p. 174.
9.-22 de febrero. Taracena, obra citada, p. 186. Asimismo Taracena, en su libro
Francisco I Madero, p. 174, escribe: Al poeta José Santos Chocano el propio
Cárdenas le dijo en su prisión: “ No fue Huerta quien me lo ordenó. Fue el
general Blanquet”.
Siete
1.-Taracena: La verdadera Revolución mexicana (1912-1914), pp. 186-187.
También de Taracena, en Francisco I. Madero, p. 175, versiones de que a
Madero y Pino Suárez los mataron en Palacio y los transportaron después a la
penitenciaría.
2.-Taracena: La verdadera Revolución mexicana (1912-1914), p. 175.
87 :
3.-Profesora María Arias Bernal, antihuertista. Ver Taracena, obra citada, p.
188. Musacchio, en su Diccionario Enciclopédico de México, Vol. 1, Arias
Bernal, María, señala que en 1914 Obregón le entregó a María un arma y se la
apodó María Pistolas.
4.-Elena Garro, en Revolucionarios mexicanos, p. 151, da el 18 de febrero
como fecha del telegrama cuyo texto reproduce Miguel Ángel Gallo en su
Historia de México.
Ocho
1.-Plan firmado el 26 de marzo de 1913 en la hacienda de Guadalupe,
Coahuila, por Jacinto B. Treviño, Lucio Blanco y Francisco Sánchez.
2.-25 de febrero de 1913. Taracena: La verdadera Revolución mexicana, p.
189, proporciona el texto inicial de Carranza: “La festinación con que su
gobierno ha reconocido al gobierno espurio que Huerta trata de implantar sobre
la traición y el crimen ha acarreado la guerra civil al estado de Coahuila, que
represento, y muy pronto se extenderá por todo el país. La nación mexicana
condena el villano cuartelazo que la ha privado de sus gobernantes
constitucionales, pero sabe que sus instituciones siguen en pie y está dispuesta
a sostenerlas. Espero que vuestro sucesor obrará con más circunspección
acerca de los intereses sociales y políticos de mi patria.” Añade Taracena que,
al no ser cierto que el gobierno de Washington hubiera reconocido al de Huerta
ni que el reconocimiento fuera causa de la guerra civil, alteró el telegrama
Teódulo R. Beltrán, quien lo recibió para su transmisión.
Nueve
1.-Ver texto completo del discurso en Silva Herzog, obra citada, vol. 2, pp. 65-
69. También en Belisario Domínguez, Serie de Cuadernos Conmemorativos,
pp. 35-38. Ibidem, p. 38, se dice que “el senador Domínguez redactó un
discurso que debió pronunciar el 23 de septiembre, pero que no recibió la
88 :
aprobación del presidente en turno, por lo que decidió imprimirlo en volante y
difundirlo”. En la página 34 se ve que Domínguez leyó el discurso del día 23 en
la sesión del 29 del septiembre. Taracena, obra citada, p. 278, expresa que el
23 de septiembre Domínguez presentó ante el Senado el discurso escrito de su
puño y letra. Silva Herzog, obra citada, Vol. 1, p. 15, hace notar la versión
según la cual Domínguez no logró pronunciar el discurso, “aunque todos los
historiadores están de acuerdo en que se difundió plenamente”.
2.-Silva Herzog, ibidem, señala que antes de ser asesinado el senador
Belisario Domínguez el cirujano Aureliano Urrutia, ministro de Gobernación, le
cortó la lengua por órdenes de Huerta. Obviamente no hay documento que
pruebe lo anterior.
3.-Krauze: Textos heréticos, p. 132.
Diez
1.-Octavio Paz Solórzano (citado por Krauze en Zapata. El amor a la tierra, p.
90) menciona que se atribuye esta frase al general zapatista Francisco V.
Pacheco. Acerca de Paz Solórzano hablándonos de Pacheco, ver Chevalier:
Un factor decisivo de la Revolución agraria de México: “El levantamiento de
Zapata”. (1911-1919), Cuadernos Americanos Septiembre-Octubre 1960, p.
171. Chevalier se refiere a artículos de Paz Solórzano en El Universal, 26 de
Noviembre y 3 de Diciembre de 1933.
En 1916 Pacheco, acusado de haber dado paso franco a fuerzas del
carrancista Pablo González, fue fusilado por órdenes del propio Zapata.
Once
1.-“Las tropas federales que iban en su persecución encontraban solamente a
campesinos labrando la tierra o conversando tranquilos a la puerta de sus
jacales. Al ser interrogados nunca sabían nada de los zapatistas, ni los habían
89 :
visto en parte alguna; pero ellos mismos eran zapatistas combatientes que
habían escondido el rifle y que estaban dispuestos a empuñarlo de nuevo en la
primera oportunidad”. Silva Herzog, obra citada, Vol. 1, p. 257.
2.-De la muerte de Emiliano Zapata, en Daniel Moreno: Batallas de la
Revolución y sus corridos, p. 158.
Doce
1.-Y nombra presidente provisional a Eulalio Gutiérrez.
2.-Katz, obra citada, Vol. 2, p. 11, menciona a León Canova, representante
estadunidense invitado por Villa a la reunión, donde también había otras
personas. Canova describe a Villa y a Zapata: “Villa, alto, robusto, con unos
noventa kilos de peso, tez casi roja como la de un alemán, tocado con un casco
inglés, un grueso suéter café, pantalones color caqui, polainas y gruesos
zapatos de montar.
Zapata a su izquierda, con un inmenso sombrero (... ), mucho más bajo que
Villa y unos 65 kilos de peso (... ). Vestía pantalones de charro negros, muy
ajustados, con botones de plata en la costura exterior de cada pierna...”
Añade Katz: “El vestuario de los hombres de Zapata reflejaba su condición:
eran ante todo hombres del campo y sólo secundariamente soldados. Llevaban
las camisas de algodón blanco que usan los campesinos del sur de México y
los característicos huaraches. Los hombres de Villa, en cambio, mostraban su
mayor grado de profesionalismo militar: portaban uniformes color caqui recién
llegados de Estados Unidos, y sus armas eran mucho más homogéneas que la
variopinta mezcla de rifles y carabinas de los zapatistas”.
Krauze, en Zapata. El amor a la tierra, p. 79, señala: “(Villa) era lo que parecía:
un militar, el caudillo de la División del Norte. En contraste, Zapata era lo que
parecía: un campesino en armas”.
La versión taquigráfica de la entrevista se conserva en documento del archivo
de Roque González Garza, reproducido en el Diccionario histórico y biográfico
de la Revolución mexicana, Vol. IV, pp. 577-581.
90:
3.-Ver Katz: obra citada, p. 13, y Krauze, obra citada, pp. 80-81.
4.-Parte de la versión taquigráfica del texto de la entrevista en Xochimilco.
Trece
1.-Dicho por Zapata en Tlaltizapán. Díaz Soto: obra citada, p. 253.
2.-Ulloa: Historia de la Revolución mexicana. 1914-1917. La Revolución
escindida, vol. 4, p. 62. Remite a Vasconcelos: La Tormenta.
3.-Díaz Soto: obra citada, p. 254.
4.-Ibidem, p. 273.
5.-Con base en el discurso de Hermosillo, el 24 de septiembre de 1913. Ver
Krauze: Carranza. Puente entre siglos, pp. 40-44.
6.-Dice esta última frase a principios de 1915. (Ibidem, p. 75)
7.-Ibidem, p. 91.
8.-Meyer: La Revolución mexicana, p. 78.
9.-Decreto promulgado en diciembre de 1913. Katz: obra citada, vol. 1, p. 275.
10.-Díaz Soto: obra citada, p. 259.
11.-Krauze. Emiliano Zapata. El amor a la tierra, p. 81.
12.-Meyer, obra citada, p.59. El autor remite a Martín Luis Guzmán: El águila y
la serpiente.
Catorce
1.-Rius: La Revolucioncita mexicana, p. 163.
Quince
1.-Escena basada en John Reed: México insurgente, pp. 181-182.
2.-Ibidem, p. 188.
Dieciséis
91 :
1.-John Reed: Villa y la Revolución mexicana, p. 120
2.-El 10 de enero de 1916 Villa fusila a 15 estadunidenses en Santa Isabel,
Chihuahua. Al día siguiente Carranza lo declara fuera de la ley. El 9 de marzo
Villa entra al poblado de Columbus, Nuevo México, Estados Unidos, y mueren
14 estadunidenses. Entran a México fuerzas de la llamada Expedición Punitiva,
al mando de John Joseph Pershing. Acerca de la Expedición Punitiva, ver Katz:
obra citada, vol. 2, pp. 152 y ss.
3.-Krauze: Francisco Villa. Entre el ángel y el fierro, p. 97.
4.-Palabras atribuidas a Villa por Rafael F. Muñoz, según Krauze, obra citada,
p. 94.
5.-John Reed: Villa y la Revolución mexicana, p. 181..
6.-Díaz Soto, obra citada, p. 172.
7.-Manifiesto de agosto de 1914, en Chevalier: obra citada, p. 181. Ver otros
párrafos del mismo manifiesto en Díaz Soto, obra citada, p. 172.
8.-Krauze: Zapata. El amor a la tierra, pp. 89-90.
9.-Carta de Zapata escrita en Cuernavaca el lo de marzo de 1917, reproducida
por Krauze: obra citada, pp. 102-106. Díaz Soto, obra citada, pp. 226-227:
misma carta dirigida por Zapata a Octavio Paz Solórzano, quien fue secretario
y representante de Zapata en Estados Unidos de 1916 a 1920.
10.-Ver asesinato de Abraham González en Vasconcelos: Breve historia de la
Revolución mexicana, p.549. Katz, obra citada, Vol. 1, p. 230 dice: “El único
dirigente que tenía cierto reconocimiento regional y que podía ser considerado
heredero espiritual de Madero era Abraham González. Por temor de que hiciera
detonar un nuevo levantamiento, Huerta lo hizo detener. González nunca
compartió la ingenua creencia de Madero en la lealtad del ejército federal, pero
confiaba en la integridad y la decencia del comandante federal, el general
Rábago, que había prometido no detenerlo. Con esa falsa sensación de
seguridad, aunque planeaba oponerse a Huerta, no hizo caso de las
92 :
advertencias de sus amigos y se quedó en la ciudad de Chihuahua. Las tropas
federales lo prendieron y lo enviaron a la ciudad de México. En el camino, los
oficiales que lo transportaban detuvieron el tren, lo mataron e hicieron que el
tren pasara sobre su cadáver. Oficialmente, se dijo que murió cuando sus
partidarios trataban de rescatarlo”.
11.- Manifiesto del Partido Liberal Mexicano, reproducido por Silva Herzog:
obra citada, vol. 1, p. 251.
12.-Cervantes: obra citada, apartado Educación, p. 236, y discurso en Parral el
22 de abril de 1919, ibidem, p. 269.
13.-Discurso del 2 de enero de 1916.
14.-Sabido es que Carranza quería solamente algunas reformas a la
Constitución de 1857, pero los diputados carrancistas propusieron cambios
más radicales y así nació la Constitución de 1917. Ver Krauze: Carranza.
Puente entre dos siglos, pp. 95-116. Musacchio, obra citada, hace notar que en
casi 60 años de vigencia de la Constitución de 1917 fue reformada más de 300
veces.
15.-Fragmentos de Emiliano Zapata, corrido de Pablo Neruda con música de
Tata Nacho. Diccionario histórico y biográfico de la Revolución mexicana, tomo
4, p. 676.
16.-En John Reed: México insurgente, p. 160, después de la toma de Torreón,
una mujer dice que su hijo murió por falta de agua.
17.-“En San Pedro de la Cueva, Villa reunió a todos los varones del pueblo;
mandó fusilarlos en masa y mató con su propia pistola al cura del lugar, cuando
de rodillas se le abrazaba pidiéndole clemencia; En Santa Isabel fusila a varios
mineros norteamericanos. Tiempo después quemará gente viva y asesinará a
ancianos”. Krauze: Francisco Villa. Entre el ángel y el fierro, p. 92).
18.-Cervantes, obra citada, p. 271.
19.-Ver cuadro cinco, nota 11.
20.-Palabras durante su juicio. Cervantes: obra citada, p. 289.
93 :
21.- Katz, obra citada, Vol. 2, p. 296.
22.- Ibidem.
23.-Katz, obra citada, p. 308.
24.-En palabras de Ramón Puente, reproducidas por Krauze: Francisco Villa.
Entre el ángel y el fierro, p. 1 00.
25.-Ibidem.
26.-Carta de Villa a Felipe Ángeles. Katz: obra citada, Vol.2, p. 290.
27.-Cervantes, obra citada, apartado El liberalismo es un ideal del pasado, pp.
237-240.
28.-Cervantes, obra citada, p. 305. Katz reproduce de Ángeles las siguientes
palabras: “Estar contra la religión, y no solamente contra los abusos del clero,
es herir nuestros más nobles sentimientos y oponerse a todas las escuelas de
moral”. (Obra citada, vol. 2, p. 298). Acerca de Nuestro Señor Jesucristo,
Carlos Pellicer escribió: “Creo en Cristo como Dios y la única realidad
importante en la historia del planeta. Todo lo demás -arte, ciencia, etcétera- es
secundario y anecdótico”. (Obras. Poesía, p. 730)
29.-Cervantes: obra citada, p. 306. Vasconcelos: obra citada, p.573, escribe:
“Al enemigo noble que siempre fuera el general Ángeles lo capturó una partida
carrancista, lo condenó un consejo de guerra de beodos carrancistas, lo
amparó, suspendiendo la ejecución, la Suprema Corte, y Carranza mandó
telegrama al jefe militar ordenándole que pasase sobre el acuerdo de la
Suprema Corte. Y el general Ángeles fue fusilado. Casos semejantes
abundaron hasta hacer jurisprudencia”.
30.-Katz, obra citada, vol.2, p. 314.
31.-Para el asesinato de Zapata ver Womack: Zapata y la Revolución
mexicana, pp. 317 y ss. También Krauze: Zapata. El amor a la tierra, p. 121, y
Musacchio: obra citada, Guajardo, Jesús M., vol. 2, p.784. Katz, obra citada,
vol. 2, p. 308 escribe: “... le presentaron armas, aparentemente a modo de
94:
bienvenida, pero a una señal de su jefe dispararon por la espalda sobre el
desprevenido Zapata, matándolo junto con su escolta”.
32.-Krauze: Carranza. Puente entre siglos, pp. 158-159, señala: “En el jacal del
presidente duermen su secretario, Pedro Gil Farías, Mario Méndez, los
capitanes Octavio Amador e Ignacio Suárez y cerca de él, el ministro de
Gobernación, Manuel Aguirre Berlanga” En la página 163, como parte de la
declaración de Aguirre Berlanga, reproduce los gritos e insultos a Carranza.
Entre los muchos textos acerca de la muerte de Carranza, ver Vasconcelos:
obra citada, p. 575.
33.-La descripción que hace Puente del asesinato de Villa es reproducida por
Krauze en Francisco Villa. Entre el ángel y el fierro, pp. 107-112. Asimismo
Krauze escribe acerca de Villa: “Nada le atormenta más que el miedo a una
celada, pero comete la imprudencia de entrevistarse con Adolfo de la Huerta y
ofrecerle su apoyo en el eminente cisma entre él, Calles y Obregón. Para ese
tiempo se trama resueltamente el asesinato de Villa, en cuya organización no
son extraños algunos enemigos personales del guerrillero. (Obra citada, pp.
105-107).
Katz, obra citada, vol. 2, pp. 364-368, menciona a un hombre que “levantó la
mano para saludar y gritó ¡Viva Villa!”. Musacchio, obra citada, Salas Barraza,
Jesús, tomo 4, p. 1806, dice que Barraza “participó con Melitón Lozoya en el
atentado que acabó con la vida de Villa, por lo que fue procesado y condenado
a 70 años de prisión”. Y añade que al año siguiente, en 1924, recibió el indulto.
Diecisiete
1.-Felipe Ángeles escribe: “Hacía poco tiempo que las tropas revolucionarias
habían tomado Torreón, haciendo creer en el exterior que la Revolución
triunfaría, y hacía menos tiempo aún que habíamos triunfado en San Pedro de
95:
las Colonias llevando la convicción a todas las tropas huertistas y a Huerta
mismo, que estaban vencidos.
“Las tropas de José Isabel Robles por General Cepeda se acercaban a Saltillo,
mientras nosotros efectuábamos la maniobra de Paredón que aplastaría a
todas las tropas huertistas ahí acantonadas y descarrilaría todos los trenes en
fuga de Paredón o con tropas de auxilio de Saltillo” (Adolfo Gilly: El ascenso a
general de Francisco Villa, documento de los archivos de José María
Maytorena en Claremont College, Pomona. Revista Letras Libres, año 1, núm.
4, p. 50, México, abril de 1999).
2.-El laberinto de la soledad, en Obras completas, Vol. 8, p. 146. Texto
resumido.
Dieciocho
1.-Meyer: obra citada, p. 92.
2.-Ibidem. También González Casanova, en La democracia en México, p. 11,
señala: “Durante la etapa armada de la Revolución mexicana perdimos un
millón de vidas humanas”.
3.-Los fragmentos de artículos de la Constitución están tomados de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Edición Oficial, México,
Imprenta de la Secretaría de Gobernación, 1917, según textos reproducidos
por Silva Herzog: obra citada, vol. 2, pp. 321 y ss.
4.-Díaz Soto: obra citada, p. 263.
5.-Meyer: obra citada, p. 63.
6.-Meyer: obra citada, p. 95, refiriéndose al año de 1917.
7.-Relato del cónsul británico en Zacatecas. Katz, obra citada, vol. 1, p. 402.
8.-De la carta de los pueblos al gobernador de Puebla, 4 de agosto de 1919.
Meyer: obra citada, pp. 92-93.
9.-Katz: obra citada, vol. 2, p. 76.
10.- Krauze: Madero. Místico de la libertad, p. 81.
11.- Díaz Soto: obra citada, p. 111.
12.-Katz: obra citada, vol. 1, p. 267.
96 :
13.-Díaz Soto: obra citada, p. 197.
14.-Madero: obra citada, p. 251.
15.-John Reed: México insurgente, p.121, y Villa y la Revolución mexicana, pp.
130-131. Katz: obra citada, vol. 1, p. 292.
16.-Ibidem, p. 121.
17.-Madero: obra citada, p. 392.
18.-Silva Herzog: obra citada, vol. 1, punto séptimo, pp. 290-291. Ver nota 8 del
cuadro Cinco.
19.-Krauze: Carranza. Puente entre siglos, p. 37.
20.-Manifiesto desde Milpa Alta, en agosto de 1914. Díaz Soto: obra citada. p.
172.
21.-Díaz Soto: obra citada, p. 14 1.
22.-Krauze: obra citada, p. 18-19.
23.-Katz: obra citada, vol. 1, p. 239.
24.-Ibidem, p. 474.
25.-John Reed: obra citada, p. 97, y Katz, obra citada, vol. 1, p. 482.
26.-Krauze, obra citada, p. 43.
27.-Chevalier: obra citada, p. 177.
28.-Díaz Soto, obra citada, p. 262.
29.-Carta del 7 de abril de 1913 a Pascual Orozco, hijo. Ibidem, pp. 151-152
30.-Díaz Soto: obra citada, p. 259.
CRONOLOGÍA*
1871
Noviembre. Porfirio Díaz lanza el Plan de la Noria, mediante el cual desconoce
a Benito Juárez y se levanta en armas. La rebelión es derrotada. El Plan
establece que “ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el ejercicio del
poder”.
97 :
1876
-28 de noviembre al 5 de diciembre. Porfirio Díaz, Presidente de la República.
1877
-16 de febrero al lo. de diciembre de 1880. Porfirio Díaz Presidente de la
República.
1884
-lo. de diciembre. Porfirio Díaz vuelve a la Presidencia y reforma la Constitución
a fin de poder reelegirse indefinidamente. Permanecerá en la Presidencia hasta
1911.
1906
-Huelga de Cananea.
1907
-Huelga de Río Blanco.
1908
-Se publica en los periódicos orden del Presidente Díaz disponiendo de modo
terminante que todos los yaquis, dondequiera que se encuentren, sean
hombres o mujeres, deberán ser apresados por la Secretaría de Guerra y
deportados a Yucatán.
-Entrevista del reportero estadunidense James Creelman a Porfirio Díaz. Éste
declara que no piensa reelegirse una vez más y que vería con agrado la
aparición de un partido opositor.
*Fuente principal: Humberto Musacchio, Diccionario enciclopédico de México.
-Madero publica La sucesión presidencial en 1910. Simultáneamente funda el
Partido Antirreeleccionista y recorre el país como candidato a la Presidencia.
98 :
1910
-26 de mayo. Justo Sierra funda la Universidad Nacional de México.
-26 junio. Porfirio Díaz se hace reelegir fraudulentamente; esto lo denuncia
Madero.
-17 de julio, Madero llega preso a San Luis Potosí pero huye semanas después
y se refugia en Estados Unidos
-5 de octubre. Madero da a conocer el Plan de San Luis Potosí, con el que se
inicia la Revolución. El Plan de San Luis declara nulas las elecciones de julio,
desconoce al gobierno del general Díaz y anuncia que “El día 20 de noviembre,
desde las seis de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República
tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente
gobiernan”.
-18 de noviembre. Fuerzas del gobierno atacan, en la ciudad de Puebla, la
casa de uno de los principales maderistas del país, Aquiles Serdán. Son
asesinados él (el día 19) y su familia. Siguientes semanas, alzamientos en
distintos puntos del país. En Chihuahua los principales jefes militares son Inés
Salazar, Pascual Orozco y Francisco Villa.
19 de noviembre. En Regeneración, el periódico en el que seguían colaborando
en esta tercera época -ahora desde Los Ángeles, California, y después de
muchas persecuciones- los fundadores, hermanos Flores Magón, aparece por
primera vez el lema "Tierra y libertad", tomado de Alejandro Herzen.
1911
-13 de febrero. Madero ingresa nuevamente al país. En el sur, levantamiento
de Emiliano Zapata.
-8 de mayo. Orozco y Villa toman Ciudad Juárez. Madero es reconocido como
Jefe de la Revolución y presidente provisional. Organiza un gabinete que
produce disensiones pues queda marginado Pascual Orozco.
99 :
-21 de mayo. Porfirio Díaz envía un representante que firma los Tratados de
Ciudad Juárez.
-25 de mayo. Porfirio Díaz renuncia a la presidencia. Madero renuncia también.
Francisco León de la Barra, presidente interino.
-7 de junio. Madero llega a la capital.
-Agosto. Madero se entrevista con Zapata en Yautepec y trata de convencerlo
de que deponga las armas, pero no llegan a un acuerdo.
-23 de septiembre. Manifiesto del Partido Liberal Mexicano.
-31 de octubre. Siete días antes de que Madero ocupe la silla presidencial
Paulino Martínez, Policarpio Rueda y Francisco I. Guzmán firman el Plan de
Tacubaya, desconociendo anticipadamente al futuro gobierno, con el propósito
de llevar a la presidencia de la República a Emilio Vázquez Gómez.
-6 de noviembre. Toma de posesión de Madero como presidente constitucional.
Pino Suárez, vicepresidente. Fisuras en las filas revolucionarias, donde un
amplio sector apoyaba a Francisco Vázquez Gómez para vicepresidente y los
conservadores se pronunciaban por León de la Barra.
-25 de noviembre. Zapata, que había luchado contra Porfirio Díaz y León de la
Barra, lanza el Plan de Ayala, que desconoce a Madero como Jefe de la
Revolución y nombra para sustituirlo a Pascual Orozco, o en su ausencia a
Emiliano Zapata. Se establece también que “de los terrenos, montes y aguas
usurpados por los hacendados, científicos o caciques a la sombra de la tiranía
y la justicia venal entrarán en posesión los pueblos y ciudadanos que tengan
sus títulos correspondientes”. En el caso de tierras adquiridas legalmente por
los hacendados, se establece el derecho a expropiarlas “previa indemnización
de la tercera parte de esos monopolios”.
El Plan de Ayala fue reformado el 30 de mayo de 1913, después del asesinato
de Madero, para desconocer tanto al gobierno de Victoriano Huerta como a
Pascual Orozco y designar como único Jefe de la Revolución a Emiliano
Zapata.
100 :
-16 de diciembre. Bernardo Reyes se pronuncia contra Madero, pero su
rebelión es sofocada.
1912
-3 de marzo. Pascual Orozco se rebela también contra Madero y su alzamiento
cunde por Chihuahua, Coahuila y Sonora.
-3 de julio. Orozco es derrotado por Victoriano Huerta en Bachimba y días
después también en Sonora.
-15 de julio. En la ciudad de México se funda la Casa del Obrero Mundial.
-23 de octubre. Félix Díaz, sobrino de Porfirio, que se había levantado en
armas en Veracruz, es derrotado y encarcelado en la prisión militar de Santiago
Tlaltelolco, junto con Bernardo Reyes. Las fuerzas conservadoras del país
obstaculizan la gestión presidencial de Madero, quien no puede aplicar más
que unas cuantas reformas.
1913
-9 de febrero. Sublevación de los militares Manuel Mondragón, Bernardo Reyes
y Félix Díaz, quienes habían sido liberados por sus correligionarios. Se inicia la
Decena Trágica. El mismo día muere Reyes, cuando encabezaba el asalto al
Palacio Nacional.
-11 de febrero. Victoriano Huerta es designado por Madero comandante de la
plaza y general en jefe de las fuerzas del gobierno.
-18 de febrero. Huerta abandona la legalidad y se une a Mondragón y a Félix
Díaz, con quienes firma el Pacto de la Embajada, llamado también Pacto de la
Ciudadela, en combinación con el embajador de EU Henry Lane Wilson.
Madero y Pino Suárez, presos en Palacio Nacional.
-19 de febrero. El Congreso de la Unión acepta las renuncias de Madero y Pino
Suárez, firmadas bajo coacción, y nombra presidente interino a Pedro
Lascuráin, quien designa como secretario de Gobernación a Huerta y renuncia
45 minutos después para que éste asuma el Poder Ejecutivo y dé una
101 :
apariencia de legalidad al golpe de Estado. El dictador es reconocido por el
Senado y por la Cámara de Diputados, con excepciones como la que
representa el senador por Chiapas Belisario Domínguez.
-22 de febrero. Madero y Pino Suárez ejecutados. Rebeliones antihuertistas en
todo el país.
-Marzo. Los gobiernos de Sonora y Coahuila desconocen a Huerta.
-26 de marzo. Plan de Guadalupe, firmado en la hacienda de Guadalupe por
Jacinto B. Treviño, Lucio Blanco y Francisco Sánchez. Huerta es acusado de
haber cometido delito de traición contra el presidente Madero. Se desconoce el
gobierno de Huerta y se nombra "Primer jefe del Ejército que se denominará
Constitucionalista al ciudadano Venustiano Carranza". El texto establece que al
entrar a la capital del país Carranza, o quien lo hubiera sustituido en el mando
del Ejército se encargará del Poder Ejecutivo el tiempo necesario para
convocar elecciones.
-Septiembre. Queda constituida la División del Norte, con la que crece el
prestigio de Villa, llamado el Centauro del Norte. La lucha contra Huerta durará
poco más de un año y en ella destacará Villa, victorioso en las batallas de
Torreón, Ojinaga, Tierra Blanca, Paredón, Zacatecas y otras. Abrirá así el
camino hacia la capital. Por el noroeste avanza el ejército de Álvaro Obregón y
por el noreste el de Pablo González. Zapata sigue luchando en el sur.
-23 de septiembre. Discurso de Belisario Domínguez, que llama a Huerta
asesino y traidor y pide a los mexicanos su derrocamiento.
-7 de octubre. Belisario Domínguez es asesinado por órdenes del dictador.
-19 de noviembre. Asesinato de Aquiles Serdán.
1914
102 :
-Fines de marzo-2 de abril, después de 14 días de combates, los villistas
contraatacan y vencen a los federales en Torreón.
-9 de abril. En Tampico, incidente entre autoridades portuarias mexicanas y
marinos estadunidenses, lo que empeora las relaciones entre Huerta y el
presidente Tomás Woodrow Wilson.
-21 de abril. Con el pretexto de impedir que el buque alemán Ypiranga
descargue armas para las fuerzas federales, la marina de Estados Unidos
ocupa el puerto de Veracruz y Huerta rompe las relaciones diplomáticas con
Washington.
-23 de junio. Francisco Villa toma Zacatecas, contra la voluntad de Carranza
que juzga la empresa demasiado riesgosa. Con la victoria de Villa se inicia el
derrumbe de los ejércitos huertistas, pero se ahondan escisiones entre Villa y
Carranza y entre el ejército constitucionalista, que dirige una serie de golpes
contra los el huertistas y ocupa Guadalajara, Colima, Aguascalientes y
Guanajuato.
-24 junio. En las conferencias de Niágara Falls, que reúnen a representantes
de México y de Estados Unidos con los embajadores de Argentina, Chile y
Brasil en Washington
-diplomáticos que actúan como mediadores en el conflicto de los primeros
países-, se decide que deberá establecerse un gobierno provisional en la
ciudad de México, que será inmediatamente reconocido por Estados Unidos.
-10 de julio. Huerta disuelve su gabinete.
-14 de julio. Huerta entrega el poder a Francisco S. Carvajal.
-15 de agosto. Las fuerzas constitucionalistas, al mando de Álvaro Obregón,
entran a la ciudad de México, después de haberse firmado los Convenios de
Teoloyucan, que disuelven el viejo ejército.
-20 de agosto. Carranza entra a la ciudad de México como Jefe del Ejército
Constitucionalista y asume el Poder Ejecutivo.
103 :
-Septiembre. Carranza rompe con Zapata.
-lo. de octubre. Para allanar dificultades entre las facciones revolucionarias,
Carranza convoca a la Convención de Generales y Gobernadores, que iniciaría
sus trabajo en la ciudad de México. Pero no asisten los jefes villistas ni
zapatistas.
-6 de octubre. Exigen dichos jefes que la asamblea se traslade a un punto
neutral, que resulta ser la ciudad de Aguascalientes, donde continúan las
sesiones.
-10 de octubre- 13 de noviembre. Convención de Aguascalientes. Desconoce a
Carranza como jefe del Ejecutivo y nombra presidente provisional a Eulalio
Gutiérrez.
-6 de noviembre. Eulalio Gutiérrez asume el poder. Pero Carranza a su vez
desconoce a la Convención y se mantiene como primer jefe constitucionalista,
para lo cual establece su gobierno en Veracruz, con el apoyo de Obregón,
Pablo González y otros jefes militares. Se inicia la lucha armada entre ambos
grupos revolucionarios y existen a la vez el gobierno convencionalista y el
gobierno carrancista.
-14 de noviembre. Carranza logra que las tropas estadounidenses salgan del
país.
-3 de diciembre. Villa Y Zapata ocupan la ciudad de México, donde se instala el
presidente Gutiérrez.
-Diciembre. Leyes de Carranza desde Veracruz, sobre el municipio libre (día
25) y el divorcio (día 29).
1915
-Enero. Leyes de Carranza desde Veracruz, sobre repartición de tierras (día 6),
explotación petrolera (día 7) y cuestión obrera (día 29).
-6 de enero. Ley agraria redactada por Luis Cabrera e inspirada por Andrés
Molina Enríquez y elevada a precepto constitucional en el artículo 27 de la
Carta Magna de 1917.
104 :
-16 de enero. Gutiérrez, que retiró a Zapata y a Villa el mando de las tropas, es
obligado por éstos a dejar la presidencia en manos de Roque González Garza.
Ante el acoso de las tropas de Obregón, se ve obligado a trasladar su capital a
Cuernavaca.
-Abril. Las tropas obregonistas inician una campana contra Villa, quien debe
abandonar Chihuahua, es derrotado en casi todas las batallas (Celaya, León,
Silao) y es obligado a retroceder hacia el norte. Por heridas en combate en
Celaya, Obregón pierde un brazo.
-10 de junio. Roque González Garza entrega el poder a su secretario particular,
Francisco Lagos Cházaro.
-Octubre: leyes zapatistas. Ley Sobre Accidentes del Trabajo y Ley Agraria,
antecedente del artículo 27 de la Constitución de 1917.
-11 de octubre. Carranza regresa a la ciudad de México y cuatro días después
obtiene para su gobierno el reconocimiento de Estados Unidos, Argentina,
Bolivia, Chile, Brasil y Uruguay. Posteriormente varias naciones más
reconocerán al gobierno carrancista.
-19 de octubre. Carranza, presidente de la República.
1916
-10 de enero. Villa fusila a 15 estadounidenses en Santa Isabel, Chihuahua.
-11 de enero. Carranza declara a Villa fuera de la ley.
-9 de marzo. Villa incursiona en el poblado de Columbus, Nuevo México.
Mueren 14 estadunidenses. Entran a México fuerzas de la llamada Expedición
Punitiva, al mando de John Joseph Pershing. Éste no tiene éxito en su misión;
debe enfrentarse constantemente a fuerzas villistas, dispersadas en guerrillas.
-2 al 11 de mayo. Varias reuniones en Ciudad Juárez entre los gobiernos de
México y de Estados Unidos para pactar la salida de las tropas de Pershing.
-20 de junio: Enfrentamiento de mexicanos contra soldados de Pershing; los
mexicanos resultan victoriosos.
105:
-16 de septiembre. Carranza convoca a elecciones de diputados para integrar
el Congreso Constituyente, cuya finalidad original es solamente reformar la
Constitución de 1857, pero en el que las intervenciones de la llamada ala
izquierda del Constituyente introducirán los derechos sociales.
-Octubre-diciembre. Conferencias de Atlantic City, entre México y Estados
Unidos, para que se retire la expedición punitiva.
-22 de Octubre. Elecciones de diputados al Congreso Constituyente.
-lo. de diciembre. El Congreso Constituyente se instala en Querétaro.
1917
-5 de enero. En Atlantic City se acuerda el retiro inmediato de la expedición
punitiva.
-31 de enero. Clausura del Congreso Constituyente.
-5 de febrero. Se promulga la Constitución de 1917, la más avanzada del
mundo en la fecha en la que fue promulgada, y en la que destacan
principalmente los artículos 3o. (enseñanza libre pero laica), 27 (la propiedad
de las tierras y aguas corresponde originalmente a la nación), 28 (contra los
monopolios), 123 (base de la legislación del trabajo) y 130 (cultos religiosos).
-6 de febrero. Carranza convoca a elecciones para el 11 de marzo.
-11 de marzo. Carranza gana las elecciones.
-lo. de mayo. Carranza entra a la ciudad de México como presidente
constitucional. Desde ese momento se agudiza entre los constitucionalistas el
conflicto que originará el pronunciamiento del Plan de Aguaprieta.
-26 de noviembre. Felipe Ángeles, aprehendido en Chihuahua y juzgado por un
consejo de guerra, es fusilado.
1919
106 :
-10 de abril. Zapata muere en Chinameca, en una emboscada que le tienden
un agente carrancista que había ganado su confianza, Jesús Guajardo, y su
jefe Pablo González. Algunos núcleos zapatistas seguirán manteniendo la
guerra de guerrillas, hasta que en 1920 se adherirán al Plan de Aguaprieta.
1920
-Abril. Mientras Álvaro Obregón realiza su campaña electoral en la ciudad de
México como candidato a la presidencia de la República, se le acusa de estar
involucrado en una conspiración y tiene que huir hacia Guerrero, donde como
inspirador del Plan de Aguaprieta desconoce al gobierno de Carranza.
-23 de abril. Legisladores y militares obregonistas, encabezados por el
gobernador de Sonora, Adolfo de la Huerta, firman el Plan de Aguaprieta para
oponerse al intento de Venustiano Carranza de imponer como su sucesor a
Ignacio Bonillas. Entre los sublevados están Álvaro Obregón y Pablo González.
El Plan desconoce a Carranza como presidente, proclama gobernador
constitucional a José Santos Godínez y nombra jefe supremo del Ejército
Liberal Constitucionalista a de la Huerta. La insurrección se propagará
rápidamente, con la participación de por lo menos la mitad del viejo ejército
constitucionalista.
-21 de mayo. Carranza tiene que salir de la capital. En su huída es asesinado
en Tlaxcalantongo por su propia guardia, al mando del general Rodolfo
Herrero, quien fue debidamente recompensado por los caudillos sonorenses.
-24 de mayo. Adolfo de la Huerta, presidente interino.
-28 de julio. Los restos de la División del Norte pactan la aceptación del nuevo
gobierno, como ya lo habían hecho los jefes zapatistas.
-lo. de diciembre. Álvaro Obregón, presidente de la República.
1922
107 :
A fines de año Francisco Villa expresa al periodista Regino Hernández Llergo
sus simpatías por el precandidato a la presidencia Adolfo de la Huerta, quien
compite por el cargo con Plutarco Elías Calles.
1923
-20 de junio. Francisco Villa y tres de sus acompañantes son asesinados en
una emboscada, en Hidalgo del Parral, por Jesús Salas Barraza, quien ya
había luchado contra Villa en tiempos de Carranza.
-7 de diciembre. Adolfo de la Huerta, quien fue secretario de Hacienda con
Obregón, renuncia para presentar candidatura a la presidencia de la República,
pero Obregón favorece a Calles y de la Huerta desconoce el gobierno
obregonista, sale hacia Veracruz y desde allí inicia un levantamiento.
108 :
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