Simulación de Hechos Punibles en Venezuela
Este consta de un sólo artículo -el 239- del Capítulo II, el cual prescribe:
“Cualquiera que denuncie a la autoridad judicial o a algún funcionario de instrucción un
hecho punible supuesto o imaginario, será castigado con prisión de uno a quince meses.
Al que simule los indicios de un hecho punible, de modo que dé lugar a un principio de
instrucción, se le impondrá la misma pena.
El que ante la autoridad judicial declare falsamente que ha cometido o ayudado a cometer
algún hecho punible, de modo que dé lugar a un principio de instrucción, a menos que su
declaración sea con el objeto de salvar algún pariente cercano, amigo íntimo o a un
bienhechor, incurrirá igualmente en la propia pena.”
Carrara considera este delito como afín al de calumnia, pero establece seguidamente que
estos dos delitos «se diferencian entre sí por características clarísimas». «Cuando alguien
-agrega- por fines privados, denuncia falsamente que ha sido víctima de un delito, pero sin
hacer recaer la acusación sobre individuos determinados y sin la intención de hacer
condenar a un inocente, tenemos el título especial de simulación de delito» En cambio,
como se expresará luego, si el hecho delictuoso simulado se imputa a una persona
determinada con la intención de hacerla condenar, sabiéndola inocente se comete el delito
de calumnia.
La simulación de hecho punible puede ser objetiva y subjetiva. La primera se clasifica en
directa o formal, que ocurre cuando el agente informa o comunica a la autoridad judicial o
a algún funcionario de instrucción, un delito supuesto o imaginario, vale decir: que no ha
sucedido; e indirecta o material, que es la cometida por quien simula los indicios de un
hecho punible de modo que dé lugar a un principio de instrucción.
Autor: Livia Hernández, Abogada y Profesora Universitaria (Venezuela)
Bibliografía
Código Penal de Venezuela. (2000). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela Nº 5.494 Extraordinario. Fecha: Octubre 20 de 2000.
Grisanti, A. (2007). Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Caracas,
Venezuela: Vadell Hermanos Editores
Calumnia en Venezuela
Según el Digesto Romano, «calumniari est falsa crimina lntendere» (calumniar es acusar
de crímenes falsos). Y tal significación tenía entonces el infinitivo mencionado. Díaz Palos
enseña que «históricamente, la calumnia es un concepto indiferenciado que se equipara a
la delación mentirosa. En la evolución de las leyes, la calumnia va implicada en la
acusación falsa y en este sentido pueden encontrársele remotos precedentes». Carrara,
por su parte, considera «reo de calumnia a todo el que a sabiendas haga ante las
autoridades aseveraciones mendaces de hecho, con el fin de excitar un proceso
El Código Penal venezolano tipifica este delito, en su artículo 240, el cual es del tenor
siguiente:
“El que a sabiendas de que un individuo es inocente, lo denunciare o acusare ante la
autoridad judicial, o ante un funcionario público que tenga la obligación de transmitir la
denuncia o querella, atribuyéndole un hecho punible, o simulando las apariencias o
indicios de un hecho punible, incurrirá en la pena de seis a treinta meses de prisión.
El culpable será castigado con prisión de dieciocho meses a cinco años en los casos
siguientes:
1º Cuando el delito imputado merece pena corporal que exceda de treinta meses.
2º Cuando la inculpación mentirosa ha causado la condenación a pena corporal de menor
duración.
Si la condena impuesta ha sido pena de presidio, deberá Imponerse al calumniante la
pena de cinco años de prisión.”
La disposición contenida en la primera parte del artículo 240 protege el normal
funcionamiento de los órganos del Poder Judicial, los Tribunales en lo Penal, puesto que
es preciso impedir que éstos puedan ser desviados de su fundamental función de
administrar justicia, e inducidos, por la mala fe de los particulares, a instaurar procesos
infundados contra personas inocentes. En ocasiones podrá resultar protegido también el
derecho a la libertad individual de esas personas indebidamente incriminadas.
Este interés protegido es precisamente lo que determina la distinción entre la calumnia y la
difamación, por cuanto, si bien este último delito se consuma por la imputación de un
hecho determinado capaz de exponer al desprecio o al odio público a la persona a la que
aquel hecho se imputa, sigue siendo un agravio a la personalidad moral del individuo, una
ofensa a su honor o reputación, en tanto que la calumnia -que atribuye un delito y no un
simple hecho difamatorio por grave que sea- ultraja o afrenta, a la administración de
justicia.
Autor: Livia Hernández, Abogada y Profesora Universitaria (Venezuela)
Recursos
Véase También
Bibliografía
Código Penal de Venezuela. (2000). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela Nº 5.494 Extraordinario. Fecha: Octubre 20 de 2000.
Grisanti, A. (2007). Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Caracas,
Venezuela: Vadell Hermanos Editores
Encubrimiento en Venezuela
Prescribe el artículo 254 del Código Penal:
“Serán castigados con prisión de uno a cinco años los que, después de cometido un delito
penado con presidio o prisión, sin concierto anterior al delito mismo y sin contribuir a
llevarlo a ulteriores efectos, ayudan sin embargo a asegurar su provecho, a eludir las
averiguaciones de la autoridad o a que los reos se sustraigan a la persecución de ésta o al
cumplimiento de la condena y los que de cualquier modo destruyan las huellas o indicios
de un delito que merezca las antedichas penas.”
Según Rodríguez Devesa, son dos las causas de encubrimiento: «el favorecimiento y la
receptación», El favorecimiento, que «comprende las conductas de prestar ayuda a los
delincuentes para eludir la acción de la justicia o aprovecharse de los efectos del delito»,
en tanto que la receptación consiste en «beneficiarse el encubridor por sí mismo de los
referidos efectos».
Para la comisión del delito en estudio se requiere que se haya cometido con anterioridad
un delito que merezca pena de presidio o de prisión. Por delito cometido debe entenderse
delito agotado, es decir, el delito en el cual la actividad del agente ha sido plenamente
cumplida. Por consiguiente, si el delito que se encubre es uno de naturaleza permanente o
un delito continuado y un individuo interviene en aquél durante la permanencia, como si,
por ejemplo, toma a su cargo la custodia del sujeto pasivo de un secuestro, habrá
coautoría y no encubrimiento; y si en el delito continuado interviene para ayudar al sujeto
activo entre una y otra de las varias violaciones de una misma disposición legal que lo
configuran, como ocurriría cuando excitara a un sirviente doméstico que ha hurtado ya
dinero a u n patrono en varias ocasiones, para que hurte una vez más, tampoco habrá
encubrimiento, sino complicidad en el hurto.
Es indispensable, además, que no haya habido concierto anterior al delito consumado, con
el autor del mismo, y que no se contribuya a llevar dicho hecho delictuoso a ulteriores
efectos.
La acción en este delito puede consistir también en prestar ayuda para que el agente
asegure el provecho del delito, para que eluda las averiguaciones de la autoridad, para
que se sustraiga a la persecución de ésta o a la condena, mediante la destrucción o
alteración de las huellas o indicios de un delito que merezca una u otra de las predichas
penas.
La ayuda del encubridor ha de ser positiva; o mejor dicho: debe consistir en una actividad,
en un hacer, y no en inactividad o en un no hacer, como que el encubrimiento es activo
siempre, nunca pasivo o inactivo.
El texto del articulo 254 no indica a quién ha de ayudar el agente «a asegurar el provecho
del delito o a eludir las averiguaciones de la autoridad», aunque sí expresa que es a los
reos a los que ha de ayudar a que se sustraigan a la persecución de ésta o al
cumplimiento de la condena; pero el vocablo reos no se refiere propiamente a los
condenados, ni a los culpables, ni a los autores reales del delito, por cuanto el favorecido
puede ser un simple indiciado, y aun un simple sospechoso; y siempre habrá
encubrimiento, porque también con la ayuda a éstos se dificultará u obstaculizará la acción
de la justicia.
No es necesario que el agente conozca al autor del delito, sino que es posible encubrir a
un desconocido. La ayuda a que se refiere la disposición legal que se examina puede ser
prestada en cualquier forma, ya que como tal debe considerarse toda colaboración
adecuada al logro de alguno de los expresados objetivos.
El encubrimiento se consuma en el mismo momento en que se presta ayuda al autor del
delito principal, háyase alcanzado o no el objetivo perseguido.
Autor: Livia Hernández, Abogada y Profesora Universitaria (Venezuela)
Recursos
Véase También
Bibliografía
Código Penal de Venezuela. (2000). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela Nº 5.494 Extraordinario. Fecha: Octubre 20 de 2000.
Grisanti, A. (2007). Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Caracas,
Venezuela: Vadell Hermanos Editores
Arismendi, Alfredo. (2006). Derecho Constitucional. Caracas – Venezuela:
Publicaciones Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Universidad Central de
Venezuela.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (1999). Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela Extraordinaria, 5.453, Marzo 24, 2000.
Brewer-Carías, Allan. (2004). La Constitución de1999, Derecho Constitucional
venezolano. Caracas – Venezuela: Tomo I, Editorial Jurídica Venezolana.
Fajardo, Angel. (2007). Principios de Derecho Constitucional General y
venezolano. Caracas – Venezuela.
Justicia por Sí Mismo en Venezuela
Prohibición de hacerse Justicia por Sí Mismo
La prohibición de hacerse justicia por sí mismo está contenida en el artículo 270 del
Código Penal, el cual preceptúa:
El que, con el objeto sólo de ejercer un pretendido derecho, se haga justicia por sí mismo,
haciendo uso de violencia sobre las cosas, cuando podía haber ocurrido a la autoridad,
será castigado con multa de doscientos cincuenta unidades tributarias (250 U.T.) a dos mil
unidades tributarias (2.000 U.T.).
Si el culpable se valiera de amenazas o violencia contra las personas, aunque no haya
empleado violencia sobre las cosas será castigado con prisión de uno a seis meses o
confinamiento de tres meses a un año.
Si la violencia se ha cometido con armas será castigado con el duplo de la pena
establecida.
Y si resultare cometida lesión personal o algún otro delito, será castigado con la pena
correspondiente a estos hechos punibles.
Si el hecho no fuere acompañado de otro delito enjuiciable de oficio, no se procederá sino
a instancia de parte.
El agente debe obrar «con el solo objeto de ejercer un pretendido derecho» El derecho
puede no existir en el patrimonio de aquél, si cree de buena fe, si tiene la convicción de
que le pertenece. Es lo que la doctrina llama fumus boni buril, o sea «humo de un derecho
justo».
El calificativo mencionado quiere decir que el derecho que el agente pretende ejercer se le
ha discutido. Un derecho que nadie discute no puede calificarse de pretendido, puesto que
no ha dado lugar a controversia alguna.
La cosa que sea objeto de la violencia debe encontrarse en posesión de otro, lo que quiere
decir que no cometería el delito de hacerse justicia por sí mismo el individuo que ejerciese
violencia sobre cualquier objeto que posee de manera exclusiva. En cambio, sí incurriría
en él quien tomara por la fuerza alguna cosa suya que esté siendo poseída por otro.
Cuando no se cumpla el expresado requisito, vale decir: cuando el agente no obre «con el
objeto sólo de ejercer un pretendido derecho», como sería si actúa con el propósito de
causar daño, o por venganza, aquél no incurriría en el delito en estudio, sino en el de
daño, que sería agravado, en la segunda hipótesis, cuando la venganza se dirija contra un
funcionario público, a causa de sus funciones.
Se requiere además, para la existencia de este delito, que el agente haya podido ocurrir a
la autoridad. Si no ha tenido posibilidad de hacerlo así, no será culpable de hacerse justicia
por sí mismo.
El delito es, en principio, de acción privada pues, salvo cuando el delito esté acompañado
de otro enjuiciable de Oficio, no se procederá sino a instancia de parte.
Sujeto activo de uno y otro de los delitos tipificados en el artículo 270, puede ser
cualquiera, incluso el propietario sobre las cosas que le pertenecen.
Sujeto pasivo, al decir de Manzini “es siempre y necesariamente el Estado, es decir «la
administración de justicia».
Se requiere dolo genérico representado por la consciente y libre voluntad de consumar el
hecho, o sea de ejercer, el derecho que pretende tener el agente; y necesariamente,
además, el específico, que consiste en obrar aquél con la determinada y exclusiva
intención de ejercer ese pretendido derecho. El dolo especifico es determinante en este
delito, como que sólo el fin especial perseguido por el sujeto activo caracteriza la conducta
de éste como delito de hacerse justicia por si mismo, pues, a falta de aquella especial
intención, podría ser un delito de violencia privada, de daño, de robo, etc.
El momento consumativo ocurre cuando el agente se ha hecho justicia por sí mismo,
cuando ha ejercido el derecho que pretende tener, por medio de violencia sobre las cosas
o contra las personas. Poco importa que alcance o no el fin perseguido, porque, como ya
se dijo, el delito se consuma al suplantar el agente, con su acción arbitraria, la
administración de justicia.
Es posible la tentativa.
El ejercicio legítimo de un derecho es una causa de justificación y, por ende, una eximente
de responsabilidad penal.
Para que proceda la precitada justificante no basta con acreditar la titularidad del derecho
subjetivo; es menester, además, que tal derecho sea ejercido por la vía establecida en el
ordenamiento jurídico.
Por ello, es lógico que el artículo 271 del Código Penal preceptúe lo que sigue: «Cuando el
culpable del delito previsto en el artículo precedente, compruebe la existencia del derecho
con que procede, se disminuirá la pena de un tercio a la mitad».
Como puede observarse, la norma preinserta establece, sólo, una atenuante de
responsabilidad penal, porque, aunque el agente ha demostrado que es titular del derecho
ejercido, lo ha actualizado arbitrariamente. Existe; en el caso examinado, una violación
formal, ya que no sustancial o material, dela Justicia. Deallí, que subsiste el delito de
hacerse justicia por sí mismo, con la atenuación de pena antes indicada.
Autor: Livia Hernández, Abogada y Profesora Universitaria (Venezuela)
Bibliografía
Código Penal de Venezuela. (2000). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela Nº 5.494 Extraordinario. Fecha: Octubre 20 de 2000.
Grisanti, A. (2007). Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Caracas,
Venezuela: Vadell Hermanos EditoreINICIO
Concepto de Corrupción:
Es la utilización del poder Público para el interés personal individual.
Es obvio que el interés individual es el interés privado. Cuando el concepto se refiere
al poder público, al poder constituido al Estado como ficción, que va a delegar su
poder en cada un a de las personas que coadyuvan a lograr sus fines, lo cual se
considera como el ejercicio de un poder público, la persona es un funcionario público,
independientemente de que maneje o no algún tipo de recursos.
En las especies de delito establecidas en las leyes que hemos mencionado, el sujeto
activo, puede ser tanto funcionario público, un particular que no sea funcionario público
y puede ser persona natural y persona jurídica.
El sujeto pasivo es el Estado.
El objeto jurídico protegido es el patrimonio público, los bienes del Estado, en algunos
casos la ética, referida al buen funcionamiento de la Administración Pública, el buen
comportamiento de los funcionarios públicos y con los bienes propios del Estado, con
la cosa pública, como era llamado anteriormente.
El objeto material pueden ser bienes del patrimonio público en alguno de estos delitos,
en otros versa sobre otros aspectos, por ejemplo dinero, cuando se refiere algún
articulo a dinero, a cheques, partidas, que se convierte en aquello sobre lo que va a
recaer la acción; depende del tipo penal y de la forma como la norma haya sido
redactada.
El Peculado: Doloso, culposo y de uso.
El peculado:
Art. 466° CP. “El que se haya apropiado, en beneficio propio o de otro, de alguna cosa
ajena que se le hubiere confiado o entregado por cualquier título que comporte la
obligación de restituirla o de hacer de ella un uso determinado, será castigado con
prisión de tres meses a dos años, por acusación de la parte agraviada”
La norma del artículo 466, está referida a un delito llamado apropiación indebida; que
tiene dos modalidades: Apropiación indebida simple y apropiación indebida calificada.
La apropiación indebida simple (Art. 466° CC.):
Es un delito contra la propiedad, que consiste en que una persona se le entregó algo y
la misma se apropio de ella, porque no lo devolvió, no rindió cuentas, no lo entregó, es
decir, no cumplió con lo que tenía que hacer
Apropiación indebida calificada:
Art. 468° CC. “Cuando el delito previsto en los artículos precedentes se hubiere
cometido sobre objetos confiados o depositados en razón de la profesión, industria,
comercio, negocio, funciones o servicio del depositario, o cuando sean por causa del
depósito necesario, la pena de prisión será por el tiempo de uno a cinco años; y el
enjuiciamiento será de oficio”.
Este artículo marca una gran diferencia entre las dos especies de delitos; porque la
apropiación indebida simple es de acción privada y la apropiación indebida calificada
es de acción pública.
El peculado es una apropiación indebida, que tiene un elemento denominado abuso de
confianza.
El peculado es un delito contra el patrimonio público, es decir, un delito de
salvaguarda, de corrupción, previsto en la Ley contra la corrupción y que tiene que ver
con la actuación de los funcionarios públicos, mientras que la apropiación indebida es
un delito ordinario, común, establecido en el Código Penal que nada tiene que ver con
el peculado.
Art. 52° Ley Contra la Corrupción: “Cualquiera de las personas señaladas en el artículo
3 de la presente ley que se apropie o distraiga, en provecho propio o de otro, los
bienes del patrimonio público o en poder de algún organismo público, cuya
recaudación, administración o custodia tengan por razón de su cargo, será penado con
prisión de tres (3) a diez (10) años y multa de veinte por ciento (20%) al sesenta por
ciento (60%) del valor de los bienes objeto del delito. (…)”
El texto trascrito del artículo 52° es lo que se denomina: El peculado doloso propio.
Funcionario público que se apropie o distraiga los bienes del patrimonio público o en
poder de algún organismo público cuya recaudación, administración o custodia tengan
por razón de su cargo. Es decir, el administrador de esos bienes, maneja recursos, por
eso se le llama propio, porque el funcionario es quien administra esos recursos.
En la parte final del mismo artículo 52°, está el peculado doloso impropio: “Se aplicará
la misma pena si el agente, aun cuando no tenga en su poder los bienes, se los
apropie o distraiga o contribuya para que sean apropiados o distraídos, en beneficio
propio o ajeno, valiéndose de la facilidad que le proporciona su condición de
funcionario público”.
En este caso el funcionario no es el administrador ni maneja recursos, pero igual se
los apropia o ayuda a que se los apropie un tercero.
El artículo dice que cualquiera de las personas señaladas en el artículo tres (3); ¿Cuál
es el sujeto activo? > es una norma de remisión <
Art. 3° Ley Contra la Corrupción: “Sin perjuicio de lo que disponga la Ley que
establezca el Estatuto de la Función Pública, a los efectos de esta Ley se consideran
funcionarios o empleados públicos a:
Los que estén investidos de funciones públicas, permanentes o transitorias,
remuneradas o gratuitas originadas por elección, por nombramiento o contrato
otorgado por la autoridad competente, al servicio de la República, de los estados, de
los territorios y dependencias federales, de los distritos, de los distritos metropolitanos
o de los municipios, de los institutos autónomos nacionales, estadales, distritales y
municipales, de las universidades públicas, del Banco Central de Venezuela o de
cualesquiera de los órganos o entes que ejercen el poder público.
Los directores y administradores de las sociedades civiles y mercantiles, fundaciones,
asociaciones civiles y demás instituciones constituidas con recursos públicos o
dirigidas por alguna de las personas a que se refiere el artículo 4 de esta Ley, o
cuando la totalidad de los aportes presupuestarios o contribuciones en un ejercicio
proveniente de una o varias de estas personas representante el cincuenta por ciento
(50%) del capital o patrimonio. Cualquier otra persona en los casos previstos en esta
Ley.
A los fines de esta ley deben considerarse como directores y administradores, quienes
desempeñen funciones tales como:
Directivas, gerenciales, supervisorias, contraloras y auditoras;
Participen con voz y voto en comités de: compras, licitaciones, contratos, negocios,
donaciones o de cualquier otra naturaleza, cuya actuación pueda comprometer al
patrimonio público;
Maneje o custodie almacenes, talleres, depósitos y, en general, decida sobre la
recepción, suministro y entrega de bienes muebles del ente u organismos, para su
consumo;
Movilicen fondos del ente u organismo depositados en cuentas bancarias;
Representen al ente u organismo con autoridad para comprometer a la entidad:
Adquieran compromisos en nombre del ente u organismo o autoricen los pagos
correspondientes; y
Dicten actos que incidan en la esfera de los derechos u obligaciones de los
particulares o en las atribuciones y deberes del Estado.
Las disposiciones de la presente Ley se aplicarán a las personas indicadas en este
artículo, aun cuando cumplan funciones o realicen actividades fuera del territorio de la
República”.
En el caso del delito de peculado propio el sujeto activo es un funcionario público de
los que están previstos en el artículo tres (3) y dicho artículo y nos remite al Estatuto
de la Función Pública, Art. 3 “Funcionario o funcionaria público será toda persona
natural que, en virtud de nombramiento expedido por la autoridad competente, se
desempeñe en el ejercicio de una función pública remunerada, con carácter
permanente”.
Ahora, este funcionario público cuando se apropie o pretenda apropiarse de los bienes
pertenecientes al patrimonio público o del Estado, incurre en el delito de peculado;
bien sea, para provecho propio o para provecho de un tercero. Y, también cuando hay
abuso de confianza.
En esto consiste el peculado, y como hemos estudiado, tiene similitud con el delito de
apropiación indebida calificada por abuso de confianza, ya que el estado le dio la
confianza a dicho funcionario, cuando se le designó como tal, y aprovechándose de
esta confianza que el estado le dio se apropió de ese dinero.
Diferencias entre ambas especies de delitos:
El peculado está previsto en la LEY CONTRA LA CORRUCIÓN, los sujetos activos
son funcionarios públicos, mientras que la apropiación indebida calificada está prevista
en el Código Penal y nada tienen que ver con funcionarios públicos, es decir, que los
sujetos pueden ser cualquier persona. El último es un delito ordinario y el primero un
delito especial previsto en la Ley contra la Corrupción.
A ninguna persona que no sea funcionario o funcionaria público se le podrá aplicar el
delito de peculado; por que la norma está hecha sólo para funcionarios públicos.
Peculado culposo.
Art. 53° LEY CONTRA LA CORRUPCIÓN. “Cualquiera de las personas indicadas en el
artículo tres (3) de esta Ley que teniendo, por razón de su cargo, la recaudación,
administración o custodia de bienes del patrimonio público o en poder de algún órgano
o ente público, diere ocasión por imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia
de las leyes, reglamentos, órdenes o instrucciones, a que se extravíen, pierdan,
deterioren o dañen esos bienes, será penada con prisión de seis (6) meses a tres (3)
años”.
¿Por qué es peculado culposo?
La diferencia en cuanto a penalización con respecto del peculado doloso propio está
referida a la intención.
Si el funcionario público que administra los bienes del patrimonio público está
involucrado directamente y fue el artífice del hecho en que se perdieron dichos
recursos, y por lo tanto ha recibido un provecho, el personalmente o un tercero; es un
delito de peculado doloso propio. Y la diferencia con el peculado culposo es la
intención; el funcionario que administra, recauda o custodia los bienes del patrimonio
público no podrá decir, es “que yo no sabia nada de eso”; por que él es el responsable
de esos bienes, por lo tanto se le puede abrir un proceso para determinar su
responsabilidad y ha incurrido en peculado culposo; porque dicho funcionario fue
negligente, o imprudente o porque actuó con impericia: Claro no tenía la intención de
que los bienes se perdieran o los sustrajeran, etc, pero, con su imprudencia,
negligencia, impericia e inobservancia permitió que eso pasara o se llevara a cabo.
Peculado de uso:
Art. 54°. LEY CONTRA LA CORRUPCIÓN:
El funcionario público que, indebidamente, en beneficio particular o para fines
contrarios a los previstos en las leyes, reglamentos, resoluciones y órdenes de
servicio, utilice o permita que otra persona utilice bienes del patrimonio público o en
poder de algún organismo público, o de empresa del estado cuya administración,
tenencia o custodia se le haya confiado, será penado con prisión de seis (6) meses a
cuatro (4) años”.
Recordemos como ejemplo el sonado caso de las colitas en los aviones de PDVSA.
Los carros propiedad de entes públicos que son utilizados para diligencias personales
(ir a la playa, de paseo, etc), independientemente del rango que tenga el funcionario
público, es un delito de peculado de uso.
Anteriormente en salvaguarda se hablaba de personas; como por ejemplo, cuando le
mandaban una cuadrilla de obreros a la casa de un funcionario a pintársela; esas
horas trabajo de hombres también son peculado, aunque no lo refiera, viene
arrastrándose de la doctrina, que las horas o trabajo hombre también implican una
forma de peculado.
La corrupción:
Se divide en corrupción propia y corrupción impropia.
Corrupción impropia (se denomina activa). Art. 61°. LEY CONTRA LA CORRUPCIÓN: “El
funcionario público que por algún acto de sus funcionesreciba para sí mismo o para otro,
retribuciones u otra utilidad que no se le deban o cuya promesa acepte, será penado con
prisión de uno (1) a cuatro (4) años y multa de hasta el cincuenta por ciento (50 %) de lo
recibido o prometido. Con la misma pena será castigado quien diere o prometiere el
dinero, retribuciones u otra utilidad indicados en este artículo”.
En este caso, en la parte en negritas está la diferencia, pero no sólo que reciba si no
aceptar promesas “mañana cuadramos”; es activa porque hay una plurisubjetividad,
porque se castiga con la misma pena tanto al funcionario como a quien diere o prometiere
el dinero.
Corrupción propia: Art. 62° LEY CONTRA LA CORRUPCIÓN: “El funcionario público que
por retardar u omitir algún acto de sus funciones, o por efectuar alguno que sea contrario
al deber mismo que ellas impongan, reciba o se haga prometer dinero u otra utilidad, bien
por sí mismo o mediante otra persona, para sí o para otro, será penado con prisión de tres
(3) a siete (7) años y multa de hasta el cincuenta por ciento (50 %) del beneficio recibido o
prometido (…)”.
En este caso, el funcionario retarda o no hace algún acto de sus funciones, que puede
causar un efecto bien sea negativo o positivo o que moleste a alguien; o que por efectuar
algún acto contrario al deber que ellas le impongan, es decir un acto que el funcionario
acomoda a conveniencia de quien le dice; si el funcionario por estas tres cosas: omitir,
hacerlo distinto o por retardarlo, reciba o se haga prometer dinero u otra utilidad, bien por
sí mismo o mediante un tercero, será penado con prisión de 3 a 7 años. Téngase en
cuenta que los actos administrativos generan efecto a los particulares.
Como hemos visto, tenemos dos tipos de corrupción: una corrupción propia y una
corrupción impropia; la propia o denominada pasiva, es aquella donde se va a omitir,
retardar o a cambiar un acto propio de la administración y se va a recibir una utilidad o una
promesa. En el caso de la impropia o llamada activa, es cuando hay una retroalimentación;
al funcionario le ofrecen una cantidad de dinero, y él la recibe.
También en el Art. 62°, hay dos numerales, referidos a lo que se conoce como la
corrupción agravada:
Primer aparte, Art. 62° “La prisión será de cuatro (4) a ocho (8) años y la multa hasta el
sesenta por ciento (60%), si la conducta ha tenido por efecto:
1. Conferir empleos públicos, subsidios, pensiones u honores, o hacer que se convenga
en contratos relacionados con la administración a la que pertenezca el funcionario.
2. Favorecer o causar algún perjuicio o daño a alguna de las partes en procedimientos
administrativos o juicio penal, civil o de cualquier otra naturaleza.
(Corrupción propia judicial) Si el responsable de la conducta fuere un Juez, y de ello,
resultare una sentencia condenatoria restrictiva de la libertad que exceda de seis (6)
meses, la pena de prisión será de cinco (5) a diez (10) años.
Con la misma pena en cada caso, será castigada la persona interpuesta de la que se
hubiere valido el funcionario público para recibir o hacerse prometer el dinero u otra
utilidad, y la persona que diere o prometiere otra utilidad indicados en este artículo”.
Los numerales 1 y 2, se refieren a la corrupción agravada.
Enriquecimiento Ilícito en Venezuela
Concepto de Enriquecimiento Ilícito
Una definición de Enriquecimiento Ilícito podría ser la siguiente: Es el logrado de manera
ilícita o abusando de circunstancias personales o de otra especie en tratos o convenios.
Aunque agravado por el proceder, su encuadramiento coincide, en los aspectos de
ineficiencia, con los del enriquecimiento sin causa; pero con posible adición de
indemnizaciones por lo doloso, y hasta de penas por lo delictivo.
Peculado en Venezuela
Concepto de Peculado
Una definición de Peculado podría ser la siguiente: Comete todo delito de peculado, toda
aquella persona encargada de un servicio público, aunque sea en comisión por tiempo
limitado y no tenga el carácter de funcionario que para usos privados propios o ajenos
DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO PUBLICO
(CORRUPCION EN VENEZUELA)
Los delitos contra el patrimonio público son hechos delictivos en perjuicio del estado,
perpetrados por funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones; y que en casos,
pueden ser perpetrados por particulares y contra particulares.
A continuación vamos a definir varios términos relacionados para establecer relación y
determinar cuando estamos frente a un acto de corrupción por parte de un funcionario
publico o un particular.
Concepto de Corrupción:
Es la utilización del poder Público para el interés personal individual.
Es obvio que el interés individual es el interés privado. Cuando el concepto se refiere
al poder público, al poder constituido al Estado como ficción, que va a delegar su
poder en cada una de las personas que coadyuvan a lograr sus fines, lo cual se
considera como el ejercicio de un poder público, la persona es un funcionario público,
independientemente de que maneje o no algún tipo de recursos.
En las especies de delito establecidas en las leyes penales, EL SUJETO ACTIVO,
puede ser tanto funcionario público, un particular que no sea funcionario público y
puede ser persona natural y persona jurídica.
EL SUJETO PASIVO es el Estado.
EL OBJETO JURIDICO protegido es el patrimonio público, los bienes del Estado, en
algunos casos la ética, referida al buen funcionamiento de la Administración Pública, el
buen comportamiento de los funcionarios públicos y con los bienes propios del Estado,
con la cosa pública, como era llamado anteriormente.
EL OBJETO MATERIAL pueden ser bienes del patrimonio público en alguno de estos
delitos, en otros versa sobre otros aspectos, por ejemplo dinero, cuando se refiere
algún artículo a dinero, a cheques, partidas, que se convierte en aquello sobre lo que
va a recaer la acción; depende del tipo penal y de la forma como la norma haya sido
redactada.
EL PECULADO : puede ser Doloso, culposo y de uso.
El peculado: el Art. 466° CP. "El que se haya apropiado, en beneficio propio o de otro,
de alguna cosa ajena que se le hubiere confiado o entregado por cualquier título que
comporte la obligación de restituirla o de hacer de ella un uso determinado, será
castigado con prisión de tres meses a dos años, por acusación de la parte agraviada"
La norma del artículo 466, está referida a un delito llamado apropiación indebida; que
tiene dos modalidades: Apropiación indebida simple y apropiación indebida calificada.
La apropiación indebida simple (Art. 466° CC.):
Es un delito contra la propiedad, que consiste en que una persona se le entregó algo y
la misma se apropió de ella, porque no lo devolvió, no rindió cuentas, no lo entregó, es
decir, no cumplió con lo que tenía que hacer.
Ahora bien la Apropiación indebida calificada, segun el Art. 468° CC. establece lo
siguiente: "Cuando el delito previsto en los artículos precedentes se hubiere cometido
sobre objetos confiados o depositados en razón de la profesión, industria, comercio,
negocio, funciones o servicio del depositario, o cuando sean por causa del depósito
necesario, la pena de prisión será por el tiempo de uno a cinco años; y el
enjuiciamiento será de oficio".
Este artículo marca una gran diferencia entre las dos especies de delitos; porque la
apropiación indebida simple es de acción privada y la apropiación indebida calificada
es de acción pública.
El peculado es una apropiación indebida, que tiene un elemento denominado abuso de
confianza.
El peculado es un delito contra el patrimonio público, es decir, un delito de
salvaguarda, de corrupción, previsto en la Ley contra la corrupción y que tiene que ver
con la actuación de los funcionarios públicos, mientras que la apropiación indebida es
un delito ordinario, común, establecido en el Código Penal que nada tiene que ver con
el peculado.
La malversación:
Consiste en darle un uso distinto al que está establecido en una partida
presupuestaria.
Art. 56°. LEY CONTRA LA CORRUPCIÓN: "El funcionario público que ilegalmente
diere a los fondos o rentas a su cargo, una aplicación diferente a la presupuestada o
destinada, aun en beneficio público, será penado con prisión de tres (3) meses a tres
años, según la gravedad del delito".
En la administración pública hay un clasificador de partidas, que determina que los
recursos del estado se reparten en proporción a esa clasificación; una vez ingresado
los recursos financieros a las arcas públicas la única manera de utilizar los dineros de
una partida en otra, es efectuando un trámite ante el órgano correspondiente, llamado
traslado de partida, que puede ser ante la Asamblea Nacional, Consejo Legislativo
Estadal o Concejos Municipales. Pero cuando no se hace así, por ejemplo tomar el
dinero de la nómina para pagar un la ejecución de un contrato de obras públicas.
La malversación se divide en genérica (Art. 56) y específica (Arts. 57 y 59).
Art. 57°. LEY CONTRA LA CORRUPCIÓN: "El funcionario público por dar ilegalmente
a los fondos o rentas a su cargo una aplicación pública diferente a la presupuestada o
destinada, causare daño o entorpeciere algún servicio público, será penado con
prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años".
Diferencias: En la primera (Art. 56°) simplemente malversar; pero en la segunda (Art.
57°) por efecto de la malversación, del desvío de recursos, se ha ocasionado un daño;
por ejemplo se tomaron los dineros para pagarle a los maestros para asfaltar unas
calles; y por eso los maestros se declararon en huelga, ocasionando un daño a la
educación. Ello agrava, por que por la malversación hubo un resultado, que agrava la
sanción.
Hay algunos autores que sostienen que la malversación agravada es una modalidad
de la malversación específica, porque al final trae esa coletilla. Otros alegan, que la
verdadera malversación específica es la que está en el artículo 59 de la ley.
Art. 59°. LEY CONTRA LA CORRUPCIÓN "El funcionario público que excediéndose
en las disposiciones presupuestarias y sin observancia de las previsiones legales
sobre crédito público, efectúe gastos o contraiga deudas o compromiso de cualquier
naturaleza que hagan procedentes reclamaciones contra la República o contra
algunas de las entidades o instituciones indicadas en el articulo 4 de esta ley, será
penado con prisión de uno (1) a tres (3) años, excepto en aquellos casos en los cuales
el funcionario, a fin de evitar la paralización de un servicio, obtuviere la autorización del
gasto por parte del Presidente de la República en Consejo de Ministros, debiendo
notificarse esta autorización a las comisiones permanentes de Finanzas y de
Contraloría o, en su defecto, a la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional".
La norma se refiere a lo que se conoce como el sobregiro presupuestario: cuando se
excedió el presupuesto. Tamayo, dice que esta es una malversación específica; otros
autores, por el contrario, dicen que no, que es un sobregiro de partida presupuestaria.
Diferencia entre peculado y malversación:
En el peculado hay apropiación y provecho personal o para un tercero.
En la malversación hay una mala administración de los recursos.
Los delitos de corrupción son imprescriptibles
Todos hemos escuchado historias sobre corrupción, algunas verdaderas, otras
posiblemente distorsionadas, pero en la mayoría de los casos realmente no son tan
siquiera denunciadas. La corrupción sucede (hipotéticamente) cuando un funcionario
policial no cumple con su deber, cuando un fiscal de tránsito "matraquea", cuando un
funcionario con fondos bajo su cuido los desvía, cuando un fiscal del ministerio público
recibe alguna dádiva por emitir un oficio fiscal que le es propio de su cargo, cuando un
funcionario judicial le hace un favor a un "amigo" para retrasar o fabricar algún
procedimiento, cuando un Juez titular recibe un soborno o dádiva (o la sola promesa)
para proferir un fallo o incluso cuando un particular induce a algún funcionario a
realizar un acto de corrupción.
Conozca los escenarios que la ley tipifica como delitos de corrupción y sepa donde
denunciarlos.
Los delitos contra el patrimonio público o hechos de corrupción suceden cuando uno o
varios funcionarios públicos, con alguna clase de autoridad o no, realizan actos
contrarios a la ley u omiten realizar actos que le corresponderían realizar según sus
atribuciones, o incluso cuando realizan actos que si les corresponden por ley;
desviando fondos, solicitando sobornos, recibiendo dádivas, mediante el uso de
influencias o con abuso de funciones. En casos específicos cuando el funcionario
incurso en corrupción se asocia con uno o varios particulares para la perpetración de
los hechos, estos particulares también son susceptibles de ser sancionados
penalmente.
La persecución de los delitos contra el patrimonio público no prescribe según lo que
establece el artículo 271 de la Constitución Nacional vigente que establece
precisamente que "no prescribirán las acciones judiciales dirigidas a sancionar los
delitos contra los derechos humanos, o contra el patrimonio público o el tráfico de
estupefacientes". Esto significa que es posible denunciar un hecho de corrupción años
después de ocurrido; por ejemplo cuando se hayan presentado nuevas pruebas,
cuando se hayan presentado testigos o en aquellos casos cuando se hayan
descubierto con posterioridad las maquinaciones empleadas. No obstante, debe tener
presente que debe existir una presunción grave que el hecho de corrupción realmente
ocurrió, esto, porque la falsa denuncia también se encuentra penada por la ley.
La víctima es el Estado
En los delitos contra el patrimonio público la víctima es el Estado venezolano, a
diferencia de los delitos comunes donde las víctimas son uno o varios particulares.
También suele decirse que la víctima es la República o la Colectividad. Según la
disposición final segunda de la Ley contra la Corrupción estos delitos son calificados
como delitos de lesa patria.
No obstante, existen delitos de corrupción donde la ley establece también a uno o
varios particulares como víctimas (además del Estado venezolano) y en consecuencia
se les permite accionar y actuar como víctima en el proceso penal. En tales casos
suele especificarse en los fallos judiciales a determinado ciudadano como víctima junto
al estado venezolano.
Entre estos delitos con perjuicio de parte se encuentran:
Concusión,
Corrupción Propia Agravada,
Inducción a la Corrupción,
Tráfico de Influencias,
Abuso de Autoridad.
Note que los delitos donde se indica "Corrupción" han sido tipificados bajo ese
nombre, pero generalmente todos los delitos contra el patrimonio público son en
principio hechos de corrupción.
Delitos contra el Patrimonio Público y la Administración de Justicia
Los delitos contra el patrimonio público se encuentran tipificados en la Ley contra la
Corrupción que entró en vigencia con su publicación en la Gaceta Oficial N° 5.637
Extraordinaria de fecha 07 de abril de 2003 con la cual fue derogada la Ley Orgánica
de Salvaguarda del Patrimonio Público vigente desde el 23 de diciembre de 1982 con
su publicación en la Gaceta Oficial N° 3.077 Extraordinaria.
La Ley contra la Corrupción vigente establece más de 30 delitos contra el Patrimonio
Público y la Administración de Justicia, entre los que se encuentran:
Peculado doloso propio e impropio (Art. 52 LCC)
Peculado culposo (Art. 53 LCC)
Peculado de uso (Art. 54 LCC)
Malversación genérica (Art. 56 LCC)
Evasión de procedimiento licitatorio (Art. 58 LCC)
Malversación específica (Art. 59 LCC)
Concusión (Art. 60 LCC) El funcionario público que abusando de sus funciones,
constriña o induzca a alguien a que dé o prometa, para sí mismo o para otro, una
suma de dinero o cualquier otra ganancia o dádiva indebida.
Corrupción Impropia (Art. 61 LCC)
Corrupción Propia
(Art. 62 LCC, primer parágrafo) El funcionario público que por retardar u omitir algún
acto de sus funciones, o que por efectuar alguno que sea contrario al deber mismo
que ellas impongan, reciba o se haga prometer dinero u otra utilidad, bien por sí
mismo o mediante otra persona, para sí o para otro.
Abuso de Autoridad (Art. 67 LCC) El funcionario público que abusando de sus
funciones, ordene o ejecute en daño de alguna persona un acto arbitrario que no esté
especialmente previsto como delito o falta por una disposición de la ley, será castigado
con prisión de 6 meses a 2 años; y si obra por un interés privado, la pena se
aumentará en una sexta (1/6) parte.
Abuso de funciones con fines políticos (Art. 68 LCC) El funcionario público que
abusando de sus funciones, utilice su cargo para favorecer o perjudicar electoralmente
a un candidato, grupo, partido o movimiento político.
Enriquecimiento ilícito (Art. 73 LCC) El funcionario público que hubiere obtenido en el
ejercicio de sus funciones un incremento patrimonial desproporcionado con relación a
sus ingresos, queno pudiere justificar, y que haya sido requerido debidamente para
ello y que no constituya otro delito. Igualmente será sancionada la persona interpuesta
para disimular el incremento patrimonial no justificado.
Aprovechamiento fraudulento de fondos (Art. 74 LCC)Los representantes o
administradores de personas naturales o jurídicas, así como los directores o
principales de éstas, que, por actos simulados o fraudulentos, se aprovechen o
distraigan de cualquier forma, en beneficio propio o de terceros, el dinero, valores u
otros bienes que sus administradas o representadas hubieren recibido de cualquier
órgano o ente público por concepto de crédito, aval o cualquier otra forma de
contratación, siempre que resulte lesionado el patrimonio público.
Expedición de Documento Falso (Art. 77 LCC) El funcionario público o particular que
expida una certificación falsa, destinada a dar fe ante la autoridad o ante particulares,
de documentos, actas, constancias, antigüedad u otras credenciales, que puedan ser
utilizadas para justificar decisiones que causen daños al patrimonio público. Con la
misma pena se castigará a quien forjare tales certificaciones o altere alguna
regularmente expedida, a quien hiciere uso de ello, o a quien diere u ofreciere dinero
para obtenerla.
Alteración de Documento Cursante en Ente Público (Art. 78 LCC)
Cualquiera que ilegalmente ocultare, inutilizare, alterare, retuviere o destruyera, total o
parcialmente, un libro o cualquier otro documento que curse ante cualquier órgano o
ente público, será penado con prisión de tres (3) a siete (7) años. Podrá disminuirse
hasta la mitad la pena prevista en este artículo si el daño o perjuicio causado fuese
leve y hasta la tercera parte (1/3) si fuese levísimo.
La persecución de los delitos contra el patrimonio público no prescribe según lo que
establece el artículo 271 de la Constitución Nacional de Venezuela que establece
precisamente que “no prescribirán las acciones judiciales dirigidas a sancionar los
delitos contra los derechos humanos, o contra el patrimonio público o el tráfico de
estupefacientes”.
Esto significa que es posible denunciar un hecho de corrupción años después de
ocurrido; por ejemplo cuando se hayan presentado nuevas pruebas, cuando se hayan
presentado testigos o en aquellos casos cuando se hayan descubierto con
posterioridad las maquinaciones empleadas.
Los delitos contra el patrimonio público son hechos delictivos en perjuicio del Estado,
perpetrados por funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones; y que en casos,
pueden ser perpetrados por particulares y contra particulares.
En este sentido en el hecho que estos delitos se hayan perpetrado varios años antes
de que los afectados y víctimas del mismo, denunciaran o presentaran demanda por
ante los tribunales civiles no es limitante alguna para que el Ministerio Público pueda
ejercer la acción penal en contra de ellos, puesto que como se ha señalado estos
delitos no prescriben.
Además de lo anterior, en todo caso es igualmente importante señalar que a todo
evento es indispensable para decretar el sobreseimiento en el caso que
evidentemente se encuentre prescrita la acción penal, la comprobación de los hechos
punibles imputados por el Ministerio Público.