UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS
ASIGNATURA:
Microbiología y Su Laboratorio
PRESENTADO POR:
Esmarlis Bello José
MATRICULA:
100052751.
FACILITADOR:
Ana Mercedes Rodríguez Batista
FECHA
26 DE OCTUBRE DEL 2022
Recinto Cibao Oriental María Trinidad Sánchez,
Nagua R.D.
Elabore un cuadro comparativo donde establezca las
principales diferencias entre los bacilos anaeróbicos bacilos
aeróbicos, así como de los bacilos esporulados y no
esporulados.
Diferencia
Bacilos anaeróbicos Los anaerobios obligados son
componentes importantes de la
microflora normal de las
mucosas, en especial de la
boca, la porción inferior del tubo
digestivo y la vagina; estos
microorganismos causan
enfermedad cuando las barreras
mucosas fallan.
Bacilos aeróbicos Las que requieren oxígeno.
Bacilos esporulados Porque se pueden encontrar
solos o agrupados en cadenas.
No esporulados. Constituyen un grupo diverso de
bacterias aerobias y anaerobias.
Investigue sobre el mycobacterium tuberculoso y el
mycobacterium leprae, enfermedad que produce, formas clínicas,
prevención, diagnóstico y tratamiento. Elabore informe con la
información obtenida.
El mycobacterium tuberculoso
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa prevenible y curable
causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que se transmite por
vía aérea. La tuberculosis generalmente afecta a los pulmones, aunque
también puede afectar a otras partes del cuerpo, como el cerebro, los
riñones o la columna vertebral. Sólo transmiten la infección las personas
que padecen tuberculosis pulmonar.
Las micobacterias son un grupo de microorganismos que constituyen uno
de los problemas sanitarios de mayor gravedad a nivel mundial. Se pueden
definir tres grupos dentro del género Mycobacterium: 1) Complejo
tuberculosis que produce tuberculosis y se encuentra formado por las
especies M. tuberculosis, M. bovis (incluido M. bovis BCG), M.
africanum y M. microti; 2) M. leprae que produce lepra; 3) Otras
micobacteras no tuberculosas (MOTT- del inglés Mycobacteria other than
tuberculosis) que son oportunistas y producen cuadros no tuberculosos
con menor poder patógeno.
La tuberculosis es todavía una de las principales causas de muerte en
adultos a nivel mundial. Según datos de la Organización Mundial de la
Salud, cada año 8 millones de personas desarrollan TB activa a nivel
mundial y cerca de 2 millones mueren. La prevalencia y gravedad de la
infección es más importante en pacientes coinfectados con el Virus de la
Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Características clínicas: La mayor parte de las infecciones en humanos dan
lugar a una infección latente y asintomática. Entre el 5 y 10% de las
personas que no reciben tratamiento durante la infección latente de TB
puede evolucionar a una enfermedad activa que, si no se trata, infectará
entre 10 y 15 personas al año.
Los síntomas de la tuberculosis activa dependerán de dónde se
desarrollan las micobacterias dentro del cuerpo. Los síntomas generales
de la tuberculosis incluyen cansancio, pérdida de peso, fiebre y sudación
nocturna. La tuberculosis pulmonar activa puede provocar dificultades
para respirar, dolor torácico y expectoraciones sanguinolentas. Los
síntomas de tuberculosis en otras partes del cuerpo dependen del área u
órgano afectado.
Diagnóstico: El diagnóstico precoz de la tuberculosis es fundamental para
el control de la enfermedad a fin de interrumpir la cadena de transmisión.
El diagnóstico microbiológico de la infección tuberculosa ha estado basado
tradicionalmente en el examen microscópico directo y en el cultivo. Sin
embargo, el examen microscópico del esputo tiene una sensibilidad
moderada y se necesitan entre 5.000-10.000 bacilos por mililitro de
muestra para su detección. Además, un resultado negativo no descarta la
enfermedad, por lo que las muestras suelen ser procesadas para su
posterior cultivo y confirmación del diagnóstico.
Tratamiento: En la mayoría de los casos, la tuberculosis puede ser curada
siguiendo el tratamiento antibiótico apropiado. La tuberculosis se puede
tratar tomando varios medicamentos durante un periodo de 6 a 12 meses.
Es muy importante que la persona enferma de tuberculosis tome todos los
medicamentos según lo prescrito, ya que cuando el tratamiento es parcial
se puede producir resistencia del bacilo al fármaco y el paciente puede
enfermar de nuevo, contagiando así a otros. La tuberculosis
extremadamente resistente (XDR-TB) aparece cuando surge resistencia a
los fármacos de segunda línea. Un tratamiento inapropiado de estos casos
puede tener resultados que hagan peligrar la vida del paciente.
Mycobacterium leprae
Es una especie bacteriana, también conocida con el nombre de bacilo de
Hansen, es la bacteria que causa la lepra o «enfermedad de Hansen».1 Es
intracelular y pleomórfica,2 aunque usualmente tiene forma de bastón,
es ácido-alcohol resistente, aerobia y sólo remotamente emparentada
con Mycobacterium tuberculosis.
Fue la primera bacteria patógena descubierta en tejidos infectados. Fue
descubierta en 1874 por G. Armauer Hansen en Noruega.34 Presenta una
longitud entre 1 y 7 micras y un espesor entre 0,3-0,5 micras. Este
organismo nunca ha podido ser multiplicado exitosamente en un medio
de cultivo artificial.2
Mycobacterium leprae es sensible a las dapsonas (el primer tratamiento
efectivo descubierto para la lepra), pero resistente a los antibióticos
desarrollados posteriormente. Normalmente se necesita una combinación
de dapsona, rifampicina y clofazimina (tratamiento recomendado por
la OMS).
Las bacterias del género Mycobacterium contienen una membrana
citoplasmática formada por una bicapa lipídica similar a las restantes
eubacterias. Por encima de esta membrana se encuentra el rígido
peptidoglicano que contiene N-glucolilmurámico en lugar de N-
acetilglucosamina. Por medio de una unión fosfodiéster, el peptidoglicano
se halla unido covalentemente al arabinogalactano, un polímero de
arabinosa y galactosa. En la porción más distal y externa de los
arabinogalactanos se hallan fijados los ácidos micólicos que tienen
cadenas carbonadas largas (C60 a C90).
Los glucolípidos son un grupo de compuestos (micolatos de trealosa,
sulfolípidos, micósidos, etc) que se encuentran asociados no
covalentemente a los ácidos micólicos y se ubican periféricamente en la
pared. Los micolatos de trealosa (llamados factores de cordón porque su
presencia produce cultivos que tienen forma de cordones serpenteantes)
y sulfolípidos se encuentran principalmente en las cepas de Mycobacterias
más virulentas. El lipoarabinomanano (LAM) es un compuesto que se halla
anclado en la membrana citoplasmática. El LAM es considerado como el
equivalente mycobacteriano del lipopolisacárido de las Gram negativas
debido a que provoca una importante respuesta antimicrobiana en
macrófagos. En las cepas de Mycobacterias más virulentas la arabinosa
terminal del LAM está recubierta con residuos de manosa (manLAM) a
diferencia de las cepas no virulentas no están recubiertas (AraLAM).
Además, el LAM también podría servir como poro para el paso de los
nutrientes a través de la pared celular. En la pared celular también se
encuentran proteínas inmunoreactivas que son utilizadas con fines
diagnósticos (PPD).
La lepra es una infección causada por el Mycobacterium leprae que es un
parásito intracelular obligado que se multiplica lentamente en células
fagocitarias mononucleares como los histiocitos de la piel y en las células
de Schwann de los nervios.