Corrosión que es
La corrosión el proceso de degradación de ciertos materiales, como consecuencia de una
reacción electroquímica, o sea, de óxido-reducción, a partir de su entorno.
Se trata de un fenómeno natural, espontáneo, que afecta sobre todo (aunque no
exclusivamente) a los metales. La velocidad de la reacción depende de la temperatura a la que
ocurre, así como de las propiedades de los elementos involucrados, especialmente de su
salinidad.
La corrosión es un proceso químico en el que suelen intervenir tres factores: el elemento
corroído, el ambiente y, generalmente, el agua. Sin embargo, también existen sustancias
corrosivas, o sea, capaces de producir la corrosión de los materiales con los que entren en
contacto directo.
Por su parte, la industria metalúrgica estudia la corrosión como un enemigo importante a
vencer por parte de sus productos, especialmente de los expuestos al ambiente, en piezas
arquitectónicas o de construcción. De hecho, se estima que cada pocos segundos se pierdan,
aproximadamente, cinco toneladas de acero en el mundo entero debido a la corrosión.
Que lo provoca
El deterioro que provoca la corrosión en los metales tiene un importante coste tanto en
edificios como en embarcaciones, puentes o automóviles. En ocasiones, los daños son
irreparables, implicando la sustitución de piezas o maquinarias completas como única
alternativa. Además, cuando una máquina ve comprometida su actividad por la acción de la
corrosión o del óxido, al coste de la reparación hay que añadir la pérdida de productividad. Por
todas estas razones, en los sistemas de almacenaje y distribución de Alsimet está contemplada
esta problemática, para que así los materiales se entreguen siempre en condiciones óptimas.
En la industria, los desperfectos pueden suponer simples daños estéticos, que acaban
desembocando en fallos precoces y en la reducción de la vida útil de la maquinaria. Hay que
tener en cuenta que la corrosión es capaz de consumir poco a poco piezas de gran tamaño,
debilitando con el tiempo la máquina, hasta producir fallos mecánicos. En algunos casos
pueden ser también un problema añadido de seguridad para las personas que las manejan,
además de suponer una posible contaminación de los productos que se elaboren con la
maquinaria dañada y del ambiente.
Principales causas
El contacto del material metálico con el oxígeno y con la humedad produce un fenómeno
electroquímico complejo. La presencia de agua en el ambiente provoca corrosión, mientras
que la reacción de los metales con el aire es la causa de la oxidación. En los materiales
metálicos la corrosión más común es la que se genera por una reacción química por la que se
transfieren electrones de un material a otro. Podemos decir que la oxidación es el ataque del
oxígeno (en forma de aire o agua) y la corrosión es el deterioro que provoca.
Pero, además de la humedad, hay otros agentes corrosivos: es el caso de las altas
temperaturas, de la salinidad ambiental propia de la cercanía al mar y de la contaminación
industrial con dióxido de azufre concentrado.
Los factores que más influyen en el desencadenamiento de un proceso de corrosión son los
siguientes:
La acidez de la solución: las más ácidas son las más corrosivas, por encima de las neutras y las
alcalinas, puesto que permiten una reacción mayor en la zona de ánodo.
Las sales disueltas: la presencia de sales ácidas acelera el proceso de corrosión. Por su parte,
las alcalinas pueden inhibir el proceso.
Las capas protectoras: su existencia puede limitar la aparición de la corrosión, ya sean
recubrimientos aplicados sobre el material o capas fruto de la pasivación.
La concentración de oxígeno: según el material, la cantidad de oxígeno presente puede afectar
al proceso corrosivo. En los metales férricos, a mayor cantidad de oxígeno, más rápida es la
corrosión. Sin embargo, en los materiales pasivados sirve para potenciar la capa protectora.
La temperatura: la velocidad del deterioro suele aumentar a mayor temperatura, siendo el
factor que más influye en la corrosión por oxidación.
Resistencia a la corrosión
Las propiedades de corrosión de un acero inoxidable vienen determinadas principalmente por
su capacidad para formar una capa protectora pasiva de óxido de cromo. Cuando esta capa no
pueda mantenerse, debido a un ambiente excesivamente agresivo, el metal quedará expuesto
al ambiente que lo rodea y se producirá corrosión.
El número Equivalente a la Resistencia al ataque por Picaduras (PRE)* ofrece una buena
indicación de la resistencia a la corrosión por picaduras y grietas en función del contenido de
aleación. La resistencia a la corrosión de un elemento de fijación de acero inoxidable no solo
viene definida por la composición química del acero, sino por muchos otros factores, como el
diseño de la fijación, la calidad de la superficie, los esfuerzos y la presencia de grietas. Los
factores ambientales, como la concentración de iones cloruro, la composición química del
ambiente corrosivo, la temperatura, el pH, la presión y los agentes oxidantes, también son
importantes para determinar la resistencia y seleccionar el material adecuado.
Tipos de corrosión
Corrosión generalizada (uniforme)
La corrosión generalizada, también nombrada como corrosión uniforme, ocurre sobre toda la
superficie del material de forma homogénea, deteriorándolo completamente. Este tipo de
corrosión es el que mayor pérdida de material provoca, pero es relativamente fácil de predecir
y controlar, por lo que un accidente producido por este es de rara ocurrencia (Revie, 2011). Se
puede observar comúnmente en materiales, sobre todo en la industria de la construcción, a
base de hierro no aleado con metales inoxidables, como el níquel y el cromo.
Corrosión localizada
La corrosión localizada, al contrario de la corrosión uniforme, representa un mayor riesgo
potencial, debido a su difícil detectabilidad ya que se manifiesta en zonas específicas en el
material, determinadas tanto por la naturaleza del material, la geometría de este, y las
condiciones del medio al que se somete.
Corrosión galvánica
La corrosión galvánica ocurre cuando existe una unión, física o eléctrica, entre metales de
diferente naturaleza, lo cuales, en la presencia de un electrolito, forman una celda
electroquímica, donde el material de menor potencial electroquímico es el que se corroe
Corrosión por fisuras
Este tipo de corrosión es similar a la corrosión galvánica, que se produce en zonas estrechas
donde la concentración de oxígeno es mucho menor que en el resto del sistema, y cuyo efecto
induce a que estas zonas de menor concentración de oxígeno actúen como un ánodo,
propiciando el proceso de corrosión, en las fisuras.
Corrosión por picaduras (pitting)
La corrosión por picadura, conocida también como pitting se presenta en materiales pasivados,
debido a las características geométricas del sistema, existe una acumulación de agentes
oxidantes y un incremento del pH del medio, lo que propicia el deterioro de la capa pasivada,
permitiendo que la corrosión se desarrolle en éstas zonas puntuales.
Corrosión por cavitación
La corrosión por cavitación ocurre en sistemas de transporte de líquidos, hechos de materiales
pasivados, donde por cambios de presión en el sistema, se producen flujos turbulentos que
forman burbujas de aire, las cuales implosionan contra el material del sistema, deteriorando la
capa de pasivación, facilitando el desarrollo del proceso de corrosión, de forma similar a la
corrosión por picaduras, cuya diferencia se observa, en que el efecto de la cavitación es de
mayor tamaño (Revie, 2011).
Corrosión microbiológica
La corrosión microbiológica, en realidad no es un tipo de corrosión en sí, sino que más bien es
un fenómeno que facilita el desarrollo de otros procesos de corrosión. Las bacterias son los
microorganismos más influyentes en este caso, por lo que también es conocida como
corrosión bacteriana y se produce en sistemas de transporte de líquido, facilitando la corrosión
por picaduras.
Corrosión combinada con un fenómeno físico
Este tipo de corrosión también se puede incluir dentro de la clasificación de corrosión
localizada, pero la diferencia con estos es que se encuentran condicionados por la presencia de
un fenómeno físico, que funciona como iniciador del proceso de corrosión.
Corrosión – erosión
Este tipo de corrosión se observa en sistema de transportes de fluidos hechos con materiales
pasivados, donde existen partículas de mayor dureza que la capa de pasivación. Estas
partículas al estar en movimiento, erosionan la capa pasivada, permitiendo que el proceso de
corrosión se desarrolle (Javaherdashti, 2008).
Corrosión – tensión
Ocurre cuando en un material, sometido a esfuerzo de tensión, ya sea de forma interna o
externa, se forman pequeñas fisuras, que dan inicio al proceso de corrosión (Revie, 2011). El
material que permanece en ambos fenómenos, se deteriora con mayor rapidez, que si
estuviese bajo el efecto individual de cada uno, ya que la corrosión debilita el material, lo cual
permite que la tensión tenga mayor impacto, fracturando en mayor medida el material, lo cual
a su vez incita a que la corrosión se propague en un área mayor, y así, sucesivamente.
Corrosión – fatiga
Este proceso se desarrolla en materiales, sujetos a esfuerzos externos, similar al de tensión,
con la diferencia de que estos esfuerzos son cíclicos o fluctuantes. De igual forma que con el
proceso de tensión, el material se deteriora en mayor medida mediante la combinación de los
dos fenómenos, comparado a cada uno por separado
Otros tipos de corrosión
También existen muchos tipos de corrosión que no caen dentro de las categorías anteriores.
Algunos de estos son, la desaleación, la corrosión filiforme y la oxidación.
Desaleación
La desaleación es un proceso de corrosión que actúa sobre aleaciones metálicas, en donde uno
de los elementos, de mayor afinidad con el oxígeno, se separa de la aleación y dejan una
estructura porosa de pobres propiedades conformada por el resto de constituyentes. El
proceso se nombra alternativamente respecto al elemento que se separa de la aleación como,
por ejemplo, la descincificación para el latón, aleación que sufre comúnmente de este tipo de
corrosión, en la cual se separa el zinc de la matriz cobre (Revie, 2011).
Filiforme
La corrosión filiforme se presenta en ambientes de alta humedad sobre materiales con
recubrimientos orgánicos (pinturas), los cuales al ser rayados, se induce el desarrollo de la
corrosión, que se propaga como filamentos delgados (Revie y Uhlig, 2008) .
Oxidación
La oxidación es un tipo de corrosión que se desarrolla en procesos de alta temperatura, en la
presencia de algún gas oxidante, como el oxígeno, azufre y elementos halógenos. Las
reacciones relacionadas son meramente química al no existir un electrolito de por medio, por
lo que también se conoce como corrosión seca. Las moléculas del gas oxidante reaccionan con
el material involucrado, donde, por efecto de la temperatura, el compuesto formado se
difunde al interior del material, permitiendo que el proceso continúe, fragilizando el material.