PERUANO PARADIGMÁTICO Luis Fabio Xammar Jurado, (Yanahuanca,
11 de
mayo de 1911 - Antioquia, 17 de marzo de 1947), fue un escritor y poeta peruano, creador del
movimiento "cholista" que fue una variante extrema del indigenismo literario. Fue un poeta que invocó
en todo momento la vida rural; su poesía encierra ese amor al campo y a la vida.
“Un poeta, un poeta que fue amigo dialecto y que, en fuga lírica, la más hermosa de las fugas,
desapareció del mundo que nos rodea, sin fabricar metáforas, desnudo de carnes, sangre y huesos, pues
dejó manos y ojos, ropa y maleta para perderse en no sé qué mundo y dejarnos tan sólo su presencia
espiritual y poética que no se nos borrará jamás de la retina y su voz cariñosa y burlona que aún nos
abriga el corazón”
(Esteban Ramos Huamán)
LA LUNA
La luna, taza de leche
Blanca de la vaca pinta,
En un descuido esta noche
Se ha derramado a la pampa.
La ordeñadora, allá arriba,
Cómo la estará llorando.
HOMENAJE PÓSTUMO AL POETA YANAHUANQUINO (1947 – 1948)
En el ámbito peruano la noticia cayó como un baldazo de agua helada. Los
círculos intelectuales se estremecieron con la noticia. Y, cuando el pasar de
los días confirmaba la cruel noticia, los corazones de los amigos, de los
colegas, de los alumnos, de los ex alumnos y de todos y cada uno de los que
trataron y conocieron a Luis Fabio Xammar, se llenaron de profundo dolor.
A nivel latinoamericano la noticia produjo pesar y mucha tristeza. Los
medios informativos publicaban la noticia en medio del estupor. Y en
muchas instituciones nacionales e internacionales se rendieron homenajes
póstumos al desaparecido intelectual yanahuanquino.
Mencionaremos el de su amigo Augusto Tamayo Vargas
EL MAESTRO
Me cabe la honra de tomar hoy la palabra en representación del claustro de la Facultad de
Letras, no para académica expresión de ideas ni para protocolar acto conmemorativo, sino
para decir públicamente el hondo dolor que nos embarga y para cumplir entre las cuatro
paredes de nuestro hogar intelectual el emocionado rito de las exequias. No hay en esta dura
ocasión parte material alguna que inhumarse ya que el cuerpo se hizo luz y tierra de la tierra,
en comunión con otros huesos. Pero no puede dejar de cerrarse oficialmente el ciclo de una
vida entregada a la difusión de la cultura, dejando libre el acto funerario aquello que de Luis
Fabio Xammar es ya posteridad Inmortal como lo soñara Horacio para sí. Satisfacción de esa
“angustia de eternidad por la que mueren y sobreviven los hombres”, según decía el propio
Xammar en su “Valdelomar signo”
Al pronunciar hoy la apología del hombre, del escritor y del maestro, que tiene ya el elogio
espontáneo nacido en las bocas de los intelectuales, de los estudiantes, de todos los que
trataron de cerca a Xammar, rindo tributo a la amistad que se formó en la infancia, sobre los
patios del colegio y que creció al conjuro de similares horizontes para unirnos en el ejercicio de
la Cátedra, en la difusión de los valores literarios del Perú y en afrontar juntos, así el grave
riesgo de amar la cultura popular por encima de todas las cosas. No diré aquí que no debemos
llorar la muerte de Luis Fabio Xammar. Por lo contrario, yo quiero hacer pública muestra de mi
consternación y de mi pesadumbre. Xammar ha muerto dejando surcos grávidos de semilla.
Y llegamos a esta última y definitiva actitud de Xammar. Es verdad que al maestro no se le
puede juzgar sino al término de la obra de los discípulos, pero bien puede adelantarse lo que
en él fue intención de maestro y comprensiva actitud que satisfizo al escolar y al universitario,
al hombre de la calle que llega con una pregunta en la boca o en la mano y al que pasa la vida
aprendiendo las palabras y las acciones de cada uno.
Xammar llegó a la cátedra en 1938 pera ya había discurrido por escuelas y colegios llevando
su inquieto afán de enseñar y su necesaria investigación de todos los fenómenos de nuestra
vida cultural. Sus lecciones abarcaron desde la constelada literatura babilónica hasta el mundo
literario occidental desgarrado por dos guerras que cambiaron por completo la actitud del
hombre y el concepto que venía trayendo de la conciencia, de la economía, de la sociabilidad y
aún de las formas más elementales de la de lo sensible.
Fue profesor de Literatura Universal, de Castellano y del curso monográfico de Literatura
Peruana. Pero el maestro no se dio allí, simplemente, sino en la calle, en la orientación del
trabajo, en la charla, en la Dirección de Educación Artística y Extensión Cultural, donde luchó
porque la literatura y las artes fueran semilla y sangre para los hombres del país, en la
Biblioteca Nacional, dictando cursos de la Escuela de Bibliotecarios sobre las obras
fundamentales de nuestra Literatura y sobre los autores básicos de la cultura occidental.
Discurso que pronunciara el Dr. Augusto Tamayo Vargas, en el homenaje rendido por la
Facultad de Letras al Dr. Xammar al cumplirse el primer mes de su sensible desaparición.
Conoce:
Como un homenaje a Luis Fabio Xammar, son varias las instituciones que se honran de llevar el
nombre del poeta yanahuanquino. Hay instituciones educativas, culturales, avenidas, etc.
Podemos mencionar Huacho, en 1948, el recién creado Colegio Nacional de Varones de
Huacho (1947) por ley, se denomina, a partir de entonces, Colegio Nacional “Luis Fabio
Xammar Jurado”. Ubicado en Av. Panamericana Norte 1450, distrito de Santa María, provincia
de Huaura, Región Lima Provincias. Hoy se denomina “Colegio Emblemático” y su población
estudiantil (primaria, y secundaria) bordea los casi 5000 alumnos.