Situación geográfica
La civilización griega surgió en la zona oriental del mar Mediterráneo.
Se extendió por tres espacios fundamentales: la península de los Balcanes, las numerosas islas
de los mares Jónico y Egeo, y las costas occidentales de Asia Menor (en la actual Turquía).
Los griegos fundaron una serie de colonias a lo largo del Mediterráneo occidental (Ej., en la
península Ibérica), a través de las cuales expandieron su cultura, sentando los cimientos de la
civilización occidental.
La región tiene un clima mediterráneo, con escasas lluvias y veranos cálidos. Abundan las
montañas y los pequeños valles, lo que influyó en un cierto aislamiento geográfico y una
notable Barco de guerra griego fragmentación política. Cada uno de esos valles e islas
constituyó un estado independiente, denominado "polis".
Si la principal vía de comunicación para los egipcios fue el río Nilo, para los griegos lo
fue el mar, hecho determinante en el desarrollo de una economía volcada en el comercio+
Fases de la Historia de Grecia
Aunque los momentos más brillantes de la civilización griega coinciden con Barco griego el
período clásico (siglo V a. C.), la historia griega atravesó diversas fases.
Éstas fueron :
La Época Arcaica (Siglo VIII-siglo VI a. C.)
Tras un largo período conocido por los historiadores como "Época oscura", iniciada con la
invasión de los dorios, pueblo procedente del norte que destruye la civilización aquea, se
inaugura, a partir del año 800 a. C., la Época Arcaica. En el transcurso de la misma nacen las
polis, ciudades-estado independientes gobernadas por una minoría de personas de sangre
noble, los denominados "aristoi" ("los mejores"), a la cabeza de los cuales existía un rey.
Esta forma de gobernar recibe el nombre de "oligarquía", es decir, el "gobierno de unos pocos".
Los aristoi eran propietarios de la mayor parte de la tierra cultivable, que era trabajada por
esclavos, en tanto que el número de los campesinos libres era reducido. La importancia de la
artesanía y el comercio era escasa.
Las colonizaciones
Durante la Época Arcaica (siglos VIII y VI) tuvo lugar un hecho decisivo para la historia de
Grecia: la colonización del mar Mediterráneo. La causa de este fenómeno hay que atribuirla a
la crisis económica en la que se encontraron inmersos los griegos: la población no cesaba de
crecer y las tierras dejaron de ser suficientes para alimentarla. Muchos griegos se vieron
obligados a emigrar y fundar sus propias ciudades o colonias. Éstas eran independientes
respecto a sus antiguas polis madre, aunque siempre mantuvieron estrechos lazos económicos,
culturales y políticos con ellas.
La expansión se distribuyó por dos ámbitos geográficos:
Por el oeste: mar Jónico, sur de Italia, sur de Francia y norte de África (en la actual Libia).
Por el este: alrededor del mar Negro y la costa oriental del Mediterráneo (en la actual Colonia
Turquía).
La colonización expandió la cultura griega más allá de sus fronteras originales, poniéndola en
contacto con otros pueblos, como los egipcios, fenicios y etruscos.
La Época Clásica(Siglo V y VI a. C.)
Se conoce como Clásico, al período comprendido por el siglo V y los comienzos del siglo IV a. C.
Durante el mismo el mundo griego se consolidó, con el predominio de dos estados rivales entre
sí: Atenas y Esparta.
Muchas polis adoptaron como sistema de gobierno la "democracia", sustituyendo así la
oligarquía y la tiranía (gobierno de una sola persona). Fue el caso de Atenas aunque no de
Esparta, que continuó siendo gobernada por una minoría.
Durante el siglo V, el de mayor esplendor para Grecia, en especial para Atenas, se produjeron
dos decisivas guerras:
Las Guerras Médicas (500-479) enfrentaron a griegos y persas (también llamados medos), la
mayor potencia en aquel entonces. Tras varios años de lucha, los helenos consiguieron vencer.
Atenas alcanzó su máximo apogeo político y económico, y Esparta quedó como rival. Cada una
de ellas formó su propia alianza militar en unión de otras polis, hasta que la guerra estalló
entre ellas.
Las Guerras del Peloponeso (431-404), enfrentaron a Atenas y sus aliados contra Esparta y los
suyos. Tras una larga contienda, los espartanos salieron vencedores, quedando muchas
ciudades arruinadas o debilitadas, incluida la triunfante Esparta.
Años más tarde, las polis se vieron impotentes para hacer frente al poder de Macedonia,
estado situado al norte de Grecia que, dirigido por su rey Filipo II, puso fin a su independencia,
en 338 a. C.
La Época Helenístic (Siglo IV-I a. C.)
Durante esta etapa (siglo IV hasta el siglo I a. C.), Grecia perdió su independencia. Conquistada
por Filipo II de Macedonia, éste anexionó las polis a su imperio. A la muerte de Filipo II, su hijo
Alejandro, llamado el Grande (Alejandro Magno), acrecentó sus dominios conquistando el
enorme Imperio Persa (antiguo enemigo de los griegos), incluyendo Egipto y Mesopotamia,
alcanzando los confines de la India.
Alejandro tenía como objetivo construir una potencia universal que integrara a griegos y
bárbaros (extranjeros), en el que las diversas creencias y culturas de occidente y oriente se
fundiesen conformando una unidad.
Sin embargo, en 313, contando 33 años, murió, dejando el mayor imperio conocido hasta
entonces. Había fundado nuevas ciudades (como Alejandría, en Egipto), y expandido las ideas y
la cultura griegas por los territorios conquistados, dando lugar a lo que se conoce como
"Helenismo".
Una vez desaparecido Alejandro, sus generales se repartieron su imperio, creando los llamados
"Reinos Helenísticos" (Egipto, Siria y Mesopotamia). Hoplita helenístico. Éstos florecieron hasta
que fueron anexionados por Roma. El último de esos estados independientes fue Egipto, que
desapareció como tal a la muerte de su reina, Cleopatra. Para entonces, los romanos se habían
apoderado de todos los territorios que habían pertenecido a los griegos, integrándolos en su
imperio como provincias.
La economía de Grecia
La economía de Grecia estuvo muy influida por su situación
geográfica, en plena cuenca de mar
Mediterráneo. El clima mediterráneo no es
propicio para desarrollar una
rica agricultura al estilo de la de
Mesopotamia o Egipto.
A esta dificultad se añadió la peculiaridad del
terreno, muy montañoso. Grecia contaba con
escasas tierras fértiles para el cultivo, que estuvo basado
fundamentalmente en los cereales (trigo y cebada),
la vid (para la elaboración de vino) y el olivo. Éstos
se complementaron con
productos hortofrutícolas.
La ganadería suplementaba las actividades
agrícolas. Se criaban
fundamentalmente cabras, ovejas y cerdos.
También bueyes y caballos.
Especial relevancia alcanzó la artesanía. Los griegos
fueron especialistas en la fabricación
de
determinados artículos, como
los de metal (armas,
armaduras). Pero sobre todos destacó uno:
la cerámica. Ésta se exportaba en grandes
cantidades por todo el
Mediterráneo y el Próximo Moneda ateniense Oriente,
Yelmo siendo muy apreciada por los diversos pueblos de la
Antigüedad.
El comercio constituyó sin duda la actividad económica más relevante.
Una importante flota mercante surcaba
el Mediterráneo. Los intercambios se
realizaban en moneda,
fundamentalmente de plata, extraída de
minas. Los yacimientos mineros más
importantes fueron los de Laurión,
pertenecientes a Atenas.
La sociedad griega
Ciudadano
La sociedad griega era esclavista, por lo tanto, muy desigual. La
componían dos grupos de personas: los libres y los esclavos.
LOS LIBRES no pertenecían a nadie, y podían ser propietarios de
esclavos, en función de su riqueza. Se dividían en dos categorías:
Ciudadanos: poseían derechos políticos, por lo que podían
votar y elegir cargos públicos, así como ser elegidos ellos
mismos como tales. En la polis de Atenas se consideraba
ciudadanos a los hijos de padre y madre atenienses. Pagaban
impuestos y tenían la obligación de servir en el ejército.
Muchos de ellos eran agricultores o comerciantes.
Constituían una minoría. Se estima que en el siglo V a. C.,
de los 400.000 habitantes que poseía Atenas, sólo
Meteco eran ciudadanos unos 40.000.
No ciudadanos: en Atenas recibían el nombre
de "metecos" y eran emigrantes residentes en la ciudad.
En Esparta se llamaban "periecos". Eran hombres y
mujeres libres, pero carecían de derechos políticos y no
podían ostentar cargos públicos. Normalmente se
dedicaban a la artesanía y al comercio. Algunos de ellos
llegaron a ostentar grandes fortunas. Artesano
Banquete de hombres libres asistidos por esclavos
LOS ESCLAVOS estaban desprovistos de cualquier tipo de derechos.
Tanto hombres como mujeres de esa condición, muy abundantes en
Grecia, estaban privados de libertad y eran propiedad de los hombres
libres o del Estado. A la condición de
esclavo se podía llegar de diversas maneras: por
caer prisionero de guerra, por ser hijo de padre y
madre esclavos, por deudas, rapto, etc.
Las condiciones de vida de los esclavos eran muy
variadas: no eran las mismas para un preciado esclavo que desempeñase
funciones de preceptor o médico, que para otro no especializado que
trabajase en la agricultura o la minería. En
cualquier caso, sus dueños poseían un absoluto Acti
dominio sobre sus vidas y su consideración vidad
legal era la de mera mercancía.
En inglés
LA MUJERES libres en Grecia carecían de Las estancias de una casa
derechos políticos. Estaban sometidas al varón,
ya fuese éste el padre o el marido, y sus movimientos estaban muy
retringidos. Las que pertenecían a las familias acomodadas salían en
escasas ocasiones de su hogar, y dentro de éste tenían asignado su
espacio particular: el "gineceo". Muchas actividades reservadas a los
varones (como la asistencia a los juegos) eran prohibidas a la mujer.
Gineceo, lugar destinado a la mujer en el hogar
El gobierno y el Estado en Grecia
La Hélade (tierra de los helenos o de los griegos) no
constituyó una entidad política unificada.
Estaba formada por numerosos estados
independientes denominados "pol
is". Éstos controlaban un territorio
más o menos extenso, normalmente integrado por el
núcleo urbano y sus alrededores. Contaban
con leyes, instituciones, moneda y ejército propios.
Las guerras entre las distintas polis fueron muy
habituales.
Sin embargo, aunque carecían de unidad política, los griegos se
consideraban a sí mismos miembros de una misma comunidad
cultural: hablaban una misma lengua, profesaban una misma religión y
sus costumbres eran muy parecidas.
Cuando el Imperio Persa amenazó con
conquistar Grecia, todas las polis se
unieron para rechazar la agresión.
Algunas ciudades-estado, tales
como Tebas, Corinto o Rodas, alcanzaron gran
relieve, pero las más poderosas
Anima fueron Atenas y Esparta.
ción
(En inglés)
Vida en Atenas y Esparta
El gobierno de Atenas
Atenas está situada en la región del Ática. El territorio que controlaba
era más extenso que el de otras polis. Junto con Esparta fue el estado
más poderoso de Grecia y, sin duda, el más rico de todos.
Una polis democrática
Atenas constituyó el mejor ejemplo de polis con gobierno
democrático. Durante la Antigüedad sólo los griegos se rigieron por
ese tipo de gobierno. El resto de las civilizaciones, hasta la modernidad,
fueron dirigidas por regímenes más o menos autoritarios y despóticos.
Por lo tanto, Grecia constituye una auténtica excepción y puede ser
considerada cuna de la democracia actual. El
término "democracia" (δημοκρατία) hace referencia a la participación
del pueblo en política.
No todos los atenienses tenían derechos políticos. Tan solo
los ciudadanos podían participar en las decisiones. Los extranjeros,
las mujeres y, por supuesto, los esclavos, carecían de ellos.
La democracia ateniense se consolidó a lo largo del siglo V, superando
formas de gobierno anteriores, las tiranías, caracterizadas por que una
sola persona (el tirano) ostentaba el poder absoluto.
Las principales instituciones de gobierno de Atenas fueron:
la Asamblea (Ecclesia), integrada por todos los ciudadanos varones de
más de 18 años, y el Consejo (Bulé), compuesto por 500 miembros de
más de 30 años, elegidos anualmente mediante sorteo. Este órgano era
el encargado de administrar la polis. El
sistema democrático ateniense alcanzó su máximo apogeo en tiempos
de Pericles, militar y gobernante de gran influencia y prestigio.
Tras las guerras del Peloponeso, en las que fue derrotada por Esparta,
Atenas entró en declive.
El gobierno de Esparta
Esparta estaba ubicada en el Peloponeso, península situada al sur de
Grecia.
A diferencia de Atenas, no estuvo regida por un sistema democrático,
sino por una oligarquía, es decir, el gobierno de una élite de guerreros.
Las principales instituciones del gobierno espartano fueron
la Asamblea (la "Apella"), el Consejo de Ancianos (la "Gerusía") y 5
éforos o magistrados elegidos anualmente, que eran los que realmente
ostentaban el poder. Aunque Esparta contó con reyes, éstos
normalmente sólo ejercieron el papel de jefes del ejército.
El ejército desempeñaba en Esparta un papel determinante. Estaba
integrado por los "espartiatas", es decir, aquellos nacidos de padre y
madre espartanos. El resto de los grupos sociales, aunque formaban
parte de él, lo hacían como tropas auxiliares. Esparta tuvo uno de los
ejércitos mejor organizados, entrenados, poderosos y temidos de la
Antigüedad.
Los niños espartanos eran apartados de sus padres a los 7 años, pasando
a depender del Estado, bajo cuya tutela eran sometidos a una
rigurosa disciplina militar.
La cultura y la ciencia
Los griegos crearon una brillante cultura que aún pervive en
nuestros días. Se les considera los padres de la Filosofía (filo, amor
y sofía, saber) y los primeros científicos.
En Filosofía se plantearon la interpretación racional del universo y la
naturaleza, sobresaliendo figuras como Sócrates, Platón o Aristóteles,
y corrientes como el epicureísmo y el estoicismo.
En Matemáticas descollaron Pitágoras, Tales y Euclides.
En Física, Arquímedes estableció la teoría del peso de los sólidos
dentro de los líquidos, y creó máquinas que tuvieron una aplicación
práctica (tornillo de Arquímedes).
En Medicina hicieron notables aportaciones a la fisiología y
la anatomía, diferenciando las causas y los síntomas de las
enfermedades. Brilló especialmente la figura de Hipócrates (s. V a. C.),
considerado por muchos el padre de la Medicina, autor de
un juramento (el hipocrático) que establecía las normas por las que debían
regirse los médicos en el desempeño de su labor.
En Astronomía descubrieron la esfericidad de la Tierra. Aristarco de
Samos determinó que el centro del universo es el Sol, no la Tierra.
En Historia sobresalieron Heródoto, considerado el padre de esa
disciplina y Tucídides.
En Literatura los griegos desarrollaron la poesía y el teatro. Dentro
de la primera, destacó la poesía épica, con dos obras fundamentales,
la Ilíada y la Odisea, atribuidas a Homero (siglo VIII a. C.). Otro
importante autor fue Tucídides. En el teatro cultivaron la
tragedia, cuyas figuras más destacadas
fueron Eurípides, Sófocles y Esquilo, y la comedia, en la que
destacó Aristófanes.
Toda esa obra se conservó y difundió por el
mundo antiguo a través de las colonizaciones, las
relaciones comerciales, así como por las
instituciones y bibliotecas, sobresaliendo entre
éstas últimas, la de Alejandría, en Egipto
La religión de los griegos
Los griegos creían en muchos dioses, su religión era politeísta.
Sus divinidades poseían apariencia humana, siendo portadoras, tanto
de virtudes, como de defectos. Pero a diferencia de los hombres,
eran inmortales y gozaban de poderes sobrenaturales. Dioses y
hombres se relacionaban entre sí. Los héroes eran seres nacidos de la
unión entre dioses y mortales. Ejemplos de héroes
fueron Hércules y Aquiles, éste último, protagonista de la Ilíada, poesía
épica escrita por el poeta Homero.
Los dioses griegos vivían en el monte sagrado Olimpo. La narración
de su historia recibe el nombre de "mitología".
Los dioses fijaban su morada en los templos, donde
recibían ofrendas de los fieles, consistentes, entre otras cosas,
en sacrificios de
animales. Cada polis tenía sus propias divinidades, aunque el más
importante de todos, considerado padre de la humanidad, fue Zeus.
En honor a las divinidades se celebraban fiestas y conmemoraciones.
La más conocida de todas tenía lugar cada cuatro años en la ciudad
de Olimpia, en homenaje a Zeus. En el transcurso de misma se
celebraban competiciones deportivas, los Juegos Olímpicos, en las
que participaban todas las ciudades del mundo griego. Mientras
duraban se declaraba una tregua sagrada que interrumpía
temporalmente todas las guerras que hubiese abiertas entre las polis.
Los dioses se dirigían a los hombres por medio de oráculos o
respuestas expresadas a través de sacerdotes y sacerdotisas. El dios
más consultado era Apolo, a quien se erigió un importante templo en la
ciudad de Delfos.
Los griegos recurrían frecuentemente a las artes de adivinación,
especialmente, cuando deseaban acometer una empresa
importante para sus vidas.
La arquitectura griega
La arquitectura griega es adintelada, no utilizó el arco ni la bóveda.
Empleó
como elemento sustentante la columna, y como material de
construcción la piedra caliza (mármol) pintada en
diferentes colores. Con el paso del tiempo esos colores
han desaparecido casi completamente.
A pesar de que construyeron edificios de diverso
tipo (teatros, estadios, hopódromos, bibliotecas, etc.), el edificio
más representativo fue el templo, cuya principal función era albergar la
estatua de la divinidad. Los fieles no tenían acceso al interior de edificio,
de ahí que los templos griegos fuesen de menor tamaño que los egipcios.
Los templos
Los templos griegos tenían planta rectangular, poseían dos o tres
estancias, una de las cuales, la "naos", albergaba la estatua del dios o
la diosa. Podían estar rodeados de columnas o tenerlas tan solo en la
fachada principal.
Elementos arquitectónicos fundamentales eran las columnas.
Éstas rodeaban el edificio y sustentaban el entablamento,
constituido por tres unidades: el arquitrabe (que servía de dintel),
el friso,
dispuesto sobre el arquitrabe y frecuentemente decorado con
relieves, y finalmente, la cornisa.
El frontón es una sección triangular decorada con esculturas.
Las columnas se componían de varios
elementos: basa, fuste y capitel.
Los griegos valoraban
especialmente
la proporción y
la armonía en sus edificios. Según el tipo de columna y la relación
entre los elementos arquitectónicos, pueden distingurse tres tipos
de órdenes o estilos: el dórico (el más antiguo y sobrio), el jónico y
el corintio (el más moderno y decorado).
Los órdenes griegos fueron asimilados por los romanos y muy
utilizados en la arquitectura renacentista. Todavía ejercen una
notable influencia en los edificios actuales.
El ejemplo más destacado de edificio clásico es el Partenón, templo de
orden dórico que se construyó en la acrópolis de Atenas en el siglo V.
Estuvo dedicado a la diosa Atenea, protectora de la ciudad. En su
interior había una enorme escultura de la misma que medía 11 metros
de altura.
La escultura griega
La escultura es la manifestación artística en la que
más destacaron los griegos. El tema que más repitieron fue el
del cuerpo humano, que sirvió para representar
a héroes, divinidades y mortales.
Al igual que en su arquitectura, los griegos
valoraron especialmente la proporción,
el equilibrio y el ideal de belleza.
Los materiales que más emplearon fueron
el mármol (coloreado) y el bronce.
En función de la evolución técnica, pueden
distinguirse tres etapas:
La época Arcaica (s. VII y VI a. C.)
Durante la misma las figuras eran representadas normalmente de
manera estática (sin movimiento), de frente (ley de la frontalidad) y en
posturas rígidas. Sus ojos eran grandes y expresaban
una sonrisa forzada (sonrisa arcáica). En ellas se aprecia una clara
influencia de la escultura egipcia. Son muy representativos de este período
los llamados "Kuroi" (jóvenes atletas).
La época Clásica (s. V y parte del IV a. C.)
Las figuras se hicieron más naturales y expresivas, adquiriendo
más movimiento y posturas menos forzadas.
Desapareció la ley de la frontalidad. Los escultores se afanaron en la
búsqueda de la perfección y la belleza ideal, aplicando
estrictos cánones o reglas en sus obras. Fidias (esculturas del
Partenón), Mirón, Policleto y Praxiteles fueron los más importantes.
La época Helenística (s. IV-II a. C.)
En este período las esculturas fueron dotadas de
mayor dinamismo (movimiento), así como de gran realismo.
Ya no se trataba de representar el ideal de belleza, sino
la naturaleza tal cual es, fuese alegre o dolorosa, bella o fea
o, incluso, trágica (Muerte de Laocoonte y sus hijos).
La escultura griega fue imitada y reproducida por
los romanos. Gracias a ellos conocemos cómo fueron
muchas de las grandes obras hoy desaparecidas. Al igual que
la arquitectura, ejerció una importantísima influencia en estilos más
modernos, tales como el renacentista y el neoclásico.
La pintura sobre cerámica
Se han conservado pocos restos de pintura griega. Sin
embargo, podemos hacernos una idea aproximada de cómo debió ser
gracias a la abundante producción de cerámica decorada con pinturas.
Esta actividad impulsó notablemente la artesanía y el comercio,
especialmente, en Atenas.
La pintura sobre cerámica representaba animales fantásticos,
motivos vegetales, escenas mitológicas y de la vida cotidiana.
Las vasijas adoptaron diversas formas según su utilidad (para aceite, agua,
vino, etc.). Destacaron dos tipos: las de figuras negras sobre fondo rojo,
y las de figuras rojas sobre fondo
negro, éstas últimas típicas del siglo V. Fueron elaboradas en su mayor
parte en la ciudad de Atenas al finalizar las Guerras Médicas.
.
Nosotros estamos llamados a mostrar el rostro del Padre a nuestros hermanos
viviendo una vida conforme a su voluntad, amando, respetando, perdonando,
consolando. De esta forma somos con nuestros actos un reflejo del amor de
Dios para las personas con las que nos encontramos.
.
Nosotros podemos permitir que Dios actúe en nuestra debilidad, que a través
de nuestros actos, palabras, se haga presente entre nuestros hermanos los
hombres, escuchando, consolando, acompañando.
3. Permitir con nuestra vida de gracia y unión con Dios que viva en nosotros.
4. Aprender de ella el servicio y amor a los demás. Pedirle a Dios que nos
permita ver, conmovernos y actuar ante la necesidad de las personas que nos
encontramos en nuestra vida.
5..
Aprender a ser agradecidos como ella, elevar un canto de alabanza y de acción
de gracias a Dios, por las maravillas que hace cada día en nuestras vidas.
6. .No cuestionarnos ni negarnos al proyecto de Dios, responder con un si a
su propuesta sin aferrarnos o dar prioridad a los propios planes.
7. . Nosotros como hijos suyos, fieles a la voluntad de Dios tenemos el poder
de vencer el mal, como hijos de María, acogernos a su protección..
8. Nosotros tenemos la oportunidad de elegir hacer el bien, esto significa vivir
en gracia y amistad con Dios y por lo tanto alejados de todo lo que nos lleva a
dañarnos a nosotros mismos, y a los demás.
9. Aprender a defender la vida de los no nacidos y del hijo que se lleva en el
vientre, sabiendo que es una vida independiente con el derecho a vivir, a ser
cuidado, protegido.
10, .
Como María cuidar y amar a los hijos de forma que puedan crecer como
personas de bien, seguras, virtuosas, maduras.
Pedir a Dios que nos dé una gracia igual a la del discípulo amado que estemos
abiertos a recibir a María en nuestra vida.
Permitirle que tome parte en nuestro proyecto vital, hacer propia la promesa de
Nuestra Madre. ¿Por qué tienes miedo?, No estoy yo aquí que soy tu Madre
¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy la fuente de tu alegría? ¿No
estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad
de alguna cosa más?