República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular de Educación Superior
Universidad Bicentenario de Aragua
Núcleo San Joaquín De Aragua
Facultad De Derecho
Derecho y Tecnología
Tutor Influencer: Valeria del Vecchio
Lucrezia Maria Rosa CI.: 27.369.061
D'alesio Mastrolonardo .
San Joaquín de Turmero, Marzo 2023
Introducción
La importancia de determinar los diferentes tipos de delitos informáticos
existentes, permite tener una herramienta de vanguardia en el ámbito de la
seguridad informática, para enfrentar de manera efectiva, las consecuencias
personales, económicas y sociales, al momento de ser víctimas de este acto
delictivo (Escobar, 2017). Con referencia a lo anterior y, como usuarios diarios de
este tipo de tecnología, es necesario conocer los riesgos que significa, el confiar
información de primer nivel (personal, financiera, empresarial), a sitios o
aplicaciones que pueden ser vulnerados, por profesionales de oficios (hacker,
cracker, phracker y piratas informáticos), para convertir, a estos usuarios, en
víctimas de fraude, extorción y chantaje.
El crimen informático, ha llegado a niveles organizacionales, de hecho
Fernández (2013) destaca la importancia que reviste la complicidad interna, por
intermedio del personal que labora en la misma, quienes sin importar los valores
de respeto y lealtad, perjudican la vulnerabilidad de la información de la
organización, volviéndose inclusive en algunos casos, en algo codiciado que,
además, es muy bien remunerada por los delincuentes cibernéticos, que buscan el
desprestigio o robo de información confidencial, con la intención de chantajear o
liquidar las empresas.
Por intermedio de esta investigación, se determinan los tipos de delitos
informáticos, para conocer las debilidades de las organizaciones en este sentido, y
accionar una serie de controles necesarios para resguardar la información
cibernética e ir combatiendo mediante claves, encriptaciones y niveles de
seguridad todo lo concerniente al plagio de información.
Delitos Informáticos
El uso de la informática a nivel mundial, ha tenido un repunte y una
importancia relevante frente a la sociedad. El solo hecho de ofrecer servicios que
permitan que los usuarios se les simplifiquen las cosas en un momento
determinado, sobre todo para comunicarse e informarse, lo hace una herramienta
útil y en muchos casos, necesaria (Márquez y Mousalli, 2016).
En efecto, expresa Trejo (2006) que resulta increíble la posibilidad de acceder
a tanta información, tan diversa y tan pública, a la mano de cualquier usuario, en la
historia de la humanidad. Hoy en día, existe una gran variedad de contenidos al
respecto, tales como wikis, bibliotecas virtuales, chat, correo electrónico,
videoconferencias, firmas electrónicas, foros, blogs, robótica, entre otros, que
facilitan cualquier tipo de interacción masiva, sin tomar en consideración edad,
género o nivel económico, que se apoyan en estos contenidos para entretenerse,
socializar, buscar información desde la comodidad de la casa, oficina o cualquier
ambiente donde exista la conexión (Márquez et al, 2016).
Ahora bien, hablar de delito es hablar de un estado criminal o ilegalidad de una
acción, que compromete la integridad del otro (Tundidor, Nogueira y Medina,
2018). Bajo este contexto, el delito organizado se ha fortalecido a través de los
años, debido a la misma evolución del sistema en general y, a la
transnacionalización de sus redes delictivas. Son innumerables las actividades
delictivas existentes, variando solamente según los entornos, localidades,
oportunidades, entre otros, logrando expandirse a numerosos países. Según
Torres, (2015) existe una fuerte tendencia a que los hechos delictivos se
concentren hacia la parte empresarial, siendo este un blanco elegido por los
antisociales, en muchos casos, por descuidos en cuanto al sistema de seguridad
de las mismas organizaciones.
La modernización ha traído consigo, que el manejo de la información, se
realice mediante procesadores informáticos, que permiten almacenar una cantidad
considerable de información y, que, al mismo tiempo, se pueda acceder de
manera rápida y efectiva a esos datos. La información puede ser de cualquier tipo
(personal, empresarial, financiera-bancaria, societaria), siendo esta apetecida por
los llamados delincuentes informáticos con la intención de sacar provechos de tipo
oneroso, por intermedios del chantaje, desprestigio y hasta secuestro de la
información sustraída.
Se vive una época, donde los cambios se presentan de manera vertiginosa. Al
respecto explica España (2010), que en tiempos pasados se podía tener la
seguridad que muy pocas personas o, casi nadie, podía acceder a información
sobre nuestras vidas privadas por intermedio del Internet. Respecto a esto,
destaca Riestra (2016), que la información de la informática se convirtió en la
cotidianidad en la vida personal de algunos seres humanos. Esto ha producido
que se convierta en una información muy bien cotizada. Esto sin duda alguna,
hace crecer la amenaza de los mismos. Existen personas que se dedican
exclusivamente a este tipo de delitos, con la intención de enriquecerse o, de
generar cualquier revuele noticiosos de un caso específico.
Tomando en consideración el tema central de la investigación, en la actualidad
la informática es utilizada generalmente no solo como herramientas de apoyo, que
tengan relación con las actividades del hombre, más bien se usa como un medio
efectivo y eficaz para obtener y conseguir información (Oxman, 2013). De esto se
desprende, que la misma se utiliza como medio persuasivo, en algunos casos,
como nuevo medio de comunicación.
Cuando se habla de delito informático, Fuentes, Mazún y Cancino (2018) la
definen como el conjunto de comportamientos que genera delito penal y, que debe
ser tratado legalmente ya que el mismo tiene por objeto daños a terceras
personas, ocasionando diferentes lesiones y, en algunos casos pérdidas de bienes
jurídicos. Es necesario aclarar, que este tipo de delitos suceden en el
ciberespacio. En este mismo orden y dirección, Ruiz (1996), expresa una
definición apegada a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico [OCDE] (2014) donde expresa que el delito informático viene dado al
comportamiento de manera ilegal que es contraria a la ética y, no es autorizada si
divulgación y transmisión de datos de la red.
Es importante conocer que no existe un consenso en cuanto al término como
tal, ya que también el delito informático puede ser conocido como delitos
telemáticos, crímenes virtuales, cibercrímenes, ciberterrorismo, entre otros. Lo
importante en todo esto, es conocer la manera de proteger y resguardarse de
manera efectiva, sea de forma Legal o por intermedio de programas de seguridad
interna, la información que se tiene en los servidores y en la red. El simple hecho
de perder la privacidad en este sentido, aumenta notablemente el riesgo de un
ataque cibernético, por intermedio de técnicas que permiten el acceso a la
información.
Principales Delitos Informáticos
El Ciberdelito.
El desarrollo de nuevas herramientas tecnológicas, su capacidad y utilización
generalizada, ha permitido la creación de oportunidades para los criminales de
cometer ilícitos, aprovechando el enorme potencial de las TIC para la planificación
y ejecución de actos delictivos, eliminando barreras territoriales. La utilización de
técnicas de suplantación de identidad en los sistemas informáticos y el acceso
ilícito a equipos se ha convertido en la nueva forma de crimen en la Era Digital.
Es por ello que resulta importante conocer los delitos informáticos más
comunes, con el fin de crear sistemas de seguridad y protección, ya sea a nivel
personal, familiar o incluso en el interior de las empresas, con el fin de prevenir ser
víctimas de estos crímenes.
La estafa
Este delito se comete generalmente por medio del phishing o el robo de
indentidad, en el que criminales con conocimiento técnicos utilizan spam, sitios
web falsos, software de actividades ilegales y otras técnicas, para engañar a las
personas con el fin de obtener las contraseñas o claves personales de forma
fraudulenta y así acceder a información confidencial.
Pornografía infantil, sexting y staking
La pornografía infantil es otro de los delitos informáticos más comunes en este
tipo de crímenes. No cabe duda el internet supone una vía privilegiada para la
distribución de la pornografía infantil y esto se ha visto reflejado en el aumento
sustancial de los casos denunciados.
El sexting
Es en el envío de imágenes o mensajes de texto con contenido sexual a otras
personas por medio de teléfonos móviles. Si bien en sí mismo este acto no es
ilegal, cuando se trata de menores de edad o cuando el adulto no consiente esa
actividad, constituye un ilícito penal.
El hostigamiento o stalking
Se presenta cuando hay un acoso constante de una persona que vigila,
persigue, y contacta con otra a través de medios electrónicos alterando
gravemente gravemente el desarrollo de la vida cotidiana del menor y limitando su
libertad de obrar.
Las prácticas más habituales para cometer estos delitos son los foros
privados, conversaciones o grupos de WhatsApp o Skype y almacenamiento en la
nube.
Revelación y descubrimiento de secretos
Este tipo de delitos informáticos afecta directamente a la intimidad documental
y de las conversaciones o comunicaciones, de los secretos, el derecho a la propia
imagen, así como los secretos de las personas jurídicas. Dentro de este grupo de
delitos se encuentran la Violación del secreto de las comunicaciones, la
Interceptación de comunicaciones personales de manera ilegal, la Utilización y
modificación de los datos de carácter personal sin consentimiento, el Acceso ilegal
a datos y sistemas informáticos, Difusión de datos, hechos descubiertos o
imágenes captadas ilícitamente.
Otros de los delitos más comunes son las amenazas y coacciones y la
falsificación documental. Respecto a la falsificación documental, las prácticas más
comunes son la falsificación de documentos privados, falsificación de certificados
y falsificación de tarjetas bancarias.
El Derecho De Autor
Es un conjunto de normas jurídicas y principios que afirman los derechos
morales y patrimoniales que la ley concede a los autores, por el simple hecho de
la creación de una obra literaria, artística, musical, científica o didáctica, esté
publicada o inédita.
Sujetos De Protección
Protege al autor, coautor y productores (Personas Naturales) sobre sus
creaciones literarias, artísticas o científicas, que son descritas, explicadas,
ilustradas o incorporadas a las obras.
Contratos y licencias de derecho de autor en el entorno digital
Las nuevas tecnologías, el uso de Internet y la deslocalización de la
información, han provocado la existencia de nuevos modelos de negocio que, en
el ámbito de la propiedad intelectual, suponen en muchos casos a la concesión de
licencias de derecho de autor en el ámbito digital.
Duración Del Derecho De Autor
De acuerdo a lo establecido en el artículo 25 de la Ley sobre Derecho de
Autor, dura toda la vida de éste y se extingue a los sesenta (60) años contados a
partir del primero de enero del año siguiente a su muerte, incluso respecto a las
obras no divulgadas durante su vida.
Eficacia del Derecho y la Tecnología en materia probatoria.
La prueba son el medio legal jurídico que conducen a la convicción del
juzgador para que el mismo tome una decisión en base a la norma legal penal, la
eficacia probatoria es de gran importancia dentro de cualquier proceso penal ya
que será la misma la que juega un rol importantísimo para el veredicto final.
Aplicada al sector legal, esta tecnología permite procesar, ordenar y clasificar
millones de documentos en materia jurídica en tiempo récord, lo cual conlleva una
toma de decisiones más acertada y la generación de estrategias con base en
datos objetivos y cuantitativos.
El régimen probatorio previsto para el proceso penal venezolano da cabida a
cualquier elemento de convicción que cumpla con los requisitos de legalidad,
licitud, idoneidad y utilidad de la prueba.
Ciertamente, las tecnologías de información y la evolución de los sistemas de
comunicación han convertido sustancialmente los métodos de intercambio y
producción de información; no obstante el uso masivo de los medios digitales no
está exento de sufrir cambios o alteraciones, hoy día, los actores de la
delincuencia han provechado la evolución de las tecnologías de información y
canales de comunicación, para cometer sus actos delictivos, dando lugar a nuevas
categorías delictivas.
En este sentido, frente a estas nuevas categorías de delitos, llamados de
última generación, aparece una herramienta que permite demostrarlos ante la
justicia, conocida como la prueba electrónica, entendida aquella información
obtenida a partir de un dispositivo electrónico o medio digital, el cual sirve para
adquirir convencimiento de la certeza de un hecho punible, como aquella
información obtenida a partir de un dispositivo electrónico o medio digital, el cual
sirve para adquirir convencimiento de la certeza de un hecho punible.
Debe señalarse, que el valor probatorio de la prueba electrónica en la
administración de justicia en el proceso penal está ganando cada vez más peso en
los procesos judiciales; de tal forma que muchas pruebas tradicionales
presentadas en juicio están migrando desde el soporte de papel hacia un entorno
virtual, circunstancia que modifica, a su vez, los procesos de gestión y criterios de
admisibilidad de las mismas en los procesos judiciales.
La Tipicidad En Los Delitos Informáticos
Es un elemento del delito que consiste en la perfecta adecuación en la total
conformidad, entre un hecho de la vida real y algún tipo legal, o tipo penal. Según
Grisanti (1989), debe entenderse por tipo penal “a la descripción de cada uno de
los actos (acciones u omisiones) que la ley penal considera delictivos” (p. 111). Se
dice que un acto es típico cuando se puede encuadrar o encajar perfectamente en
cualquier tipo legal o penal, es decir, cuando el acto idéntico al tipificado como
delito en la ley penal, que, en virtud del principio de legalidad, es la única fuente
propia del Derecho Penal. Según Grisanti “gráficamente se ha llamado a la
tipicidad encuadrabilidad, para poner de manifiesto que un acto es típico, cuando
encuadra a la perfección en algún molde delictivo, en alguna figura delictiva, es
decir, en algún tipo legal o penal” (ibidem). La necesidad de tipificar los delitos
informáticos se evidencia del claro hecho de que si estas conductas no se
encuentran reguladas por algún texto legal, es imposible establecer sanciones de
tipo penal a los infractores, debido a la plena vigencia del principio de legalidad
vigente en el Artículo 1 del Código Penal venezolano, el cual se basa en que no
puede existir delito sin ley previa que lo establezca. De acuerdo con lo establecido
por Fígoli (2000) la necesidad de tipificación de las conductas delictivas
informáticas ha sido destacada por la jurisprudencia española en el caso
Hispahack llevado por el Juzgado de lo Penal No. 2 de Barcelona, Sentencia No.
130/99-E, del 28 de mayo de 1999, en la cual se estableció que: Por tratarse de
conductas que, en cuanto suponen de agresión contra el interés del titular de un
determinado sistema; de que la información que en él se contiene no sea
interceptada, resultan tanto más reprochables, y aún merecedoras de sanción
penal (si como suele ser lo habitual), atentan contra sistemas o equipos
informáticos particularmente relevantes, que por razón del contenido de la
información que procesan o almacenan y por las funciones que tienen asignadas
en el seno de las relaciones jur ídicas, capi-1 Página 6 de 15 file://C:\SciELO\
serial\cc\v29n3\body\art_05.htm 20/01/2006 económicas y sociales afectan
gravemente a un interés supraindivual o colectivo (http:// Derecho. Org) En este
mismo orden de ideas, Buonanno (1997) ha establecido que “ hoy día con la
tecnología y el avance de la informática y las comunicaciones los artículos de
nuestro Código Penal Venezolano se quedan cortos, no están acordes con la
velocidad y el avance de la creatividad de los delincuentes y los medios modernos
que utilizan para cometer tales delitos” (p.21). En lo tocante a la tipificación de los
delitos informáticos, la discusión a nivel doctrinario ha sido ardua y controversial.
Doctrinarios especialistas en Derecho Penal tanto en el ámbito nacional como
internacional se han enfrentado a diversas consideraciones. La primera de ellas es
la relativa de determinar cuales conductas reprochables podrían ser reguladas de
mejor manera por otras ramas del Derecho y cuales de ellas merecen un
tratamiento punitivo. Esto se debe a la consideración del Derecho Penal como
última ratio, quiere decir que cuando la regulación jurídica establecida por otras
ramas del Derecho como el Derecho Civil, el Derecho Administrativo, entre otros,
no sea suficiente para controlar la lesión de bienes jurídicos protegidos y
regulados en el ámbito constitucional y supraconstitucional, debe recurrirse al
Derecho Penal como última instancia, debido a que esta es la rama del Derecho
que establece las sanciones más fuertes, al contemplar penas como la privativa de
libertad. Es imposible negar que actualmente en Venezuela existan algunas leyes
que de una u otra forma han regulado conductas relacionadas con la informática.
Así por ejemplo la Ley sobre Derechos de Autor del 01 de octubre de 1993,
publicada en la Gaceta Oficial No. 4.638 Extraordinaria, establece sanciones
penales en sus Artículos 119,120, 121 y 124 para quienes incurran en el delito de
piratería de software, o reproducción ilegal de software establecido en los Artículos
44 y 45 de la misma ley.
Garantía constitucional del debido proceso
El debido proceso está comprendido en el desarrollo progresivo de los
derechos fundamentales. Específicamente reconocido dentro del grupo de
derechos individuales y civiles.
Venezuela es un Estado social y democrático de Derecho y de Justicia[1], por
lo tanto, en su función de garante y protector de la administración de justicia, debe
tener como objetivo fundamental la garantía de la libertad del individuo. Esta
garantía debe estar respaldada por el debido proceso.
El debido proceso es la búsqueda del derecho a través de la exigencia del
desarrollo de la equidad. Y es el Poder Público Nacional quien debe velar por el
cumplimiento de esta garantía constitucional.
Examinadas estas premisas, el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) ofrece un
breve resumen sobre el debido proceso, a partir de una aproximación desde el
contexto jurídico y político en Venezuela.
El derecho procesal hace posible la actuación del ordenamiento jurídico que
tiene por finalidad llevar a cabo la llamada función jurisdiccional (Lorca, 2002:
532). Así, el derecho procesal surge regulando jurídicamente el ejercicio de la
función jurisdiccional y, por tanto, no puede ser considerado un instrumento
atemporal, acrítico y mecanicista, sino por el contrario, como un sistema de
garantías, que posibilita la tutela judicial efectiva y en definitiva el logro de la
justicia.
El ejercicio de la función jurisdiccional a través del derecho procesal implica
básicamente un sistema de garantías constitucionales que se proyecta en el
llamado proceso de la función jurisdiccional (garantismo procesal) (Lorca, 2002).
Este garantismo supone la conceptualización del proceso como realidad
sustantiva ajena a su caracterización instrumental; implica la puesta en práctica de
las garantías contenidas en las leyes procesales plenamente comprometidas con
la realidad Constitucional aquí y ahora.
Es incuestionable que para conseguir una justicia saludable, plena de equidad,
abarcadora de las perspectivas de toda la sociedad y del propio Estado
Democrático, como lo reclama esta época, se exige la confiabilidad de las partes
en su ejecución legal, garantista e independiente, con proporcionalidad e iguales
posibilidades de actuar y contradecir ante un órgano jurisdiccional imparcial.
No basta con la elaboración de normas claras que recojan el rito establecido
para alcanzar un fallo justo, pues se requiere también que estas regulaciones
proporcionen la posibilidad de un proceso digno y humanitario, sobre bases y
principios democráticos, pero además de ello, es preciso que tales normas y
formas de proceder se apliquen con el sentido que las inspiran, para que se pueda
arribar en buena lid, a una decisión correcta.
De ahí que ofrecer supremacía o dispensar menosprecio a cualquiera de estos
tres lados del triángulo equilátero de la esfera judicial nos conduzca a yerros
fatales para acceder a una verdadera justicia.
Conclusión
Los delitos informáticos, son actos ilícitos cometidos mediante el uso
inadecuado de la tecnología, atentando contra la privacidad de la información de
terceras personas, dañando o extrayendo cualquier tipo de datos que se
encuentren almacenados en servidores o gadgets.
La naturaleza de la Prueba Electrónica como sistema o dispositivo de
valoración en la Administración de Justicia Penal, estará determinada por su
convencimiento en la veracidad de los hechos y su valoración es la herramienta
procesal para su admisibilidad ante los Tribunales Penales.
Los Órganos Jurisdiccionales a la hora de admitir o negar la práctica de una
determinada prueba propuesta deben aplicar los elementos que permita demostrar
y apreciar su valoración para ser admitidas en un determinado Juicio.
En cuanto a los medios probatorios admisibles en el Código Orgánico
Procesal, se puede concluir que en las mismas hay libertad de prueba, siempre y
cuando sea obtenida de manera lícita, por consiguiente el Juez en las Pruebas
presentadas debe buscar la unidad en pro de la justicia y la paz social.
Referencias
Asamblea Nacional Constituyente. Constitución. Gaceta Oficial 5.453 del 24 de
marzo de 2000.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.(1999).Gaceta oficial
Nro.36.860. Caracas Venezuela.
Calderas, H. (2020). Contrato inteligente. [Documento en línea] Disponible en:
http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/47326/articulo5.pdf?
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Cabrera, E. (1997). Contradicción y control de la prueba legal y libre. (Tomo I).
Caracas: Editorial Arte.