EL ORGULLO
Cuando nos preguntan cómo nos va con soy mejor”. Para examinar el orgullo que hay en
el orgullo muchos tenemos una reacción ti, pregúntate lo siguiente:
inmediata: “¿Orgulloso, yo? No creo”. Así nos
convencemos de que no somos orgullosos. Pero, 1) ¿Busco siempre tener la razón por encima de
¿qué es el orgullo, cómo nos afecta, y cómo el otros?
evangelio nos libra de él?
2) ¿Cuido y me preocupo por mantener una
Cuando somos orgullosos tenemos un concepto reputación ante otros?
de nosotros mismos más alto del que debemos
tener. Dejamos de escuchar las necesidades de
3) ¿Mis conversaciones se concentran o
otros y minimizamos sus aportaciones.
terminan por señalar los errores de otros?
Desarrollamos autoaprobación para aferrarnos
a una postura, incluso a una equivocada.
También solemos ser hirientes, amenazadores, 4) Cuando soy cuestionado, ¿argumento como si
o hacemos que los errores de otros se vean fuera criticado?
exagerados y sin solución. Somos orgullosos
cuando cerramos nuestros oídos a las 5) ¿Produzco escenarios para ser reconocido
correcciones e incluso vemos como amenazas porque siento que merezco aprobación?
las sugerencias más simples y honestas.
6) ¿Me siento vulnerable frente a otros y
El evangelio hace que los muertos vivan y prefiero alejarme de ellos?
que los orgullosos nos rindamos en
humildad 7) ¿Culpo a otros para evitar responsabilidades?
El orgullo produce una vida pendiente de las 8) ¿Señalo a otros para evitar reconocer que
apariencias. Nos susurra que debemos controlar estoy equivocado?
lo que otros piensan de nosotros y crear una
imagen sin debilidad o necesidad. Ser una 9) ¿Busco ser competitivo incluso en los
persona orgullosa es tener una actitud ególatra. momentos sencillos y de diversión?
El orgullo debilita y rompe nuestras relaciones 10) ¿Descalifico a todo el que me rodea?
personales. Esto se debe a que el orgullo nos
induce a buscar satisfacción en nosotros
11) En una conversación, ¿quiero tener la última
mismos, pues creemos que tenemos mayor
palabra?
conocimiento y habilidades.
12) ¿Para cada indicación tengo una respuesta o
Examinando el orgullo en nosotros
un desafío?
“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada Nuestra lucha contra el orgullo comienza a
cual que está entre vosotros, que no dar fruto cuando reconocemos que
tenga más alto concepto de sí que el que debe necesitamos la gracia de Dios en Cristo
tener, sino que piense de sí con cordura,
conforme a la medida de fe que Dios repartió a
cada uno”, Romanos 12:3 (RV60, cursiva No importa cuántas de tus respuestas sean
añadida). afirmativas, el orgullo está presente en nuestra
vida por nuestra naturaleza. Eso indica nuestra
La frase alto concepto de sí, implica un
pensamiento arrogante que sobreestima el “yo”. necesidad de Cristo y de un cambio radical por
medio del evangelio. El evangelio hace que los
El orgullo nos convence de creer la mentira: “yo
muertos vivan y que los orgullosos nos
rindamos. Nuestra lucha contra el orgullo y consumador de la humildad. Para quienes
comienza a dar fruto cuando reconocemos que luchamos contra el orgullo, esto es
necesitamos toda la gracia de Dios en Cristo. esperanzador.
Un contraste con la humildad Luchemos a la luz del evangelio
Antes de hablar de cómo el evangelio nos ayuda El evangelio nos muestra la realidad de
en nuestra lucha contra el orgullo, veamos una que necesitamos depender de Cristo. Vivir a la
comparación entre el orgulloso y el humilde: luz de esta verdad destruye el orgullo y edifica
la humildad en nosotros. La Biblia revela que
1) El orgulloso impone sus razonamientos Cristo nos libró de la necesidad de tener la razón
mientras el humilde renuncia a la imposición, y pelear por ella; ahora podemos tener deleite
busca reconciliación, y cede su lugar a otros por en que Él es la verdad y siempre tiene la razón.
medio de la paz y el amor de Cristo. El evangelio nos libra de “ser fuertes” según
nuestro criterio para reconocer nuestra
debilidad e identificar nuestra fuerza en Cristo
2) El orgulloso no considera a otros, los ve con
(2 Co. 12:10).
menosprecio. En cambio, el humilde siempre
considera primero a los otros, los estima
siempre como superiores a sí mismo, y les sirve Nuestra batalla contra el orgullo no terminará
sin importar si son personas difíciles. cuando dejes de leer estas líneas, pero algo sí
sabemos: Cristo, siendo en forma de Dios, se
humilló para ser como nosotros y así nos libró
3) El orgulloso está cegado por sus propios
del pecado para formar en nosotros su carácter
intereses y siempre se da la razón. El humilde
(Ro. 8:29). Él sigue salvando orgullosos.
encuentra en la misericordia de Dios el impulso
¡Humillémonos ante su gloria y demos
para ayudar, escuchar, y amar a otros. El
testimonio de su humillación que trajo
humilde se considera un servidor, no un héroe.
salvación!
4) El orgulloso es ambicioso y egoísta, esto
produce pleitos y divisiones debido a su
aspiración de reconocimiento y admiración.
Cuando no logra tener lo que quiere, busca
culpables y se aísla. El humilde sabe quién es a
la luz de la persona de Cristo y está satisfecho
con eso, entiende sus limitaciones y pide ayuda.
5) El orgulloso no aprecia la gracia porque esta
desafía sus supuestos méritos, y él piensa que lo
hace ver como inútil. El humilde vive agradecido
por la gracia y sabe que necesita más para vivir
diariamente.
El humilde sabe quién es a la luz de la
persona de Cristo y está satisfecho con eso,
entiende sus limitaciones y pide ayuda
En Filipenses 2:1-4, vemos a Cristo como el
mayor ejemplo de humildad. Este pasaje
demuestra que el orgullo sencillamente no
existe en Él. Cristo se describe como “manso y
humilde de corazón” (Mt. 11:29). Él no toma
ejemplo de otro para ser humilde. Él es el autor