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Equilibrio General

Este documento trata sobre el equilibrio general en un modelo de intercambio puro con dos bienes y dos consumidores. Explica conceptos como la dotación inicial de bienes, las curvas de indiferencia, las funciones de demanda y el modelo de subasta walrasiana para alcanzar el equilibrio cuando la oferta iguala la demanda en ambos mercados.

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Equilibrio General

Este documento trata sobre el equilibrio general en un modelo de intercambio puro con dos bienes y dos consumidores. Explica conceptos como la dotación inicial de bienes, las curvas de indiferencia, las funciones de demanda y el modelo de subasta walrasiana para alcanzar el equilibrio cuando la oferta iguala la demanda en ambos mercados.

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Microeconomía

 III  
Tema  2.  Equilibrio  general  bajo  intercambio  puro  

Ramón  Núñez  Sánchez  


Departamento  de  Economía  

Este  tema  se  publica  bajo  Licencia:  


Crea8ve  Commons  BY-­‐NC-­‐SA  4.0  
Microeconomía III. Equilibrio general bajo intercambio puro

2. Equilibrio general bajo intercambio puro1

CONTENIDOS TEÓRICOS.
2.1. El equilibrio walrasiano en un modelo de intercambio puro.
2.2. La ley de Walras en un modelo de intercambio puro.
2.3. Eficiencia y equidad. Una introducción a la economía del bienestar.

2.0. Introducción
Hasta ahora los modelos microeconómicos que hemos estudiado se han basado en
un análisis de equilibrio parcial, lo cual quiere decir que cuando determinábamos los
precios y cantidades de equilibrio, suponíamos que la actividad de un mercado
afectaba poco o nada a otros mercados. Si bien este marco de análisis puede resultar
útil en algunas situaciones; en otras, es necesario incorporar las interrelaciones entre
mercados.
El análisis de equilibrio general determina los precios y las cantidades de equilibrio
en todos los mercados simultáneamente, teniendo en cuenta la interrelación entre
mercados. En dicho contexto, los mercados competitivos pueden llegar a una
situación, en la que los componentes de la oferta y de la demanda se encuentran en
equilibrio en todos los mercados simultáneamente. Partiendo de las investigaciones
de Léon Walras2 en el s. XIX, los economistas han utilizado herramientas
matemáticas para analizar si existe un conjunto de precios que permita el equilibrio
en todos los mercados y, si es así, cómo se puede encontrar ese conjunto de precios.

Palabras clave: equilibrio walrasiano, Ley de Walras, exceso de demanda, eficiencia


en el sentido de Pareto.

2.1. El equilibrio walrasiano en un modelo de intercambio puro.

2.1.1. Fundamentos del modelo de intercambio puro


A diferencia de los modelos de equilibrio parcial, en una situación de equilibrio
general, todos los precios son variables y para que haya equilibrio deben vaciarse
todos los mercados; es decir, la oferta debe igualarse a la demanda en todos y cada
uno de los mercados.

1
Estas notas están basadas en gran medida en Varian (2012). Puede que contengan algún
tipo de error, ya que están en fase de elaboración.
2 Si quieres profundizar en la biografía de L. Walras, consulta el siguiente enlace:

http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Walras.htm

Prof. Ramón Núñez Sánchez. Universidad de Cantabria. 1


Microeconomía III. Equilibrio general bajo intercambio puro

Comenzamos el estudio de los modelos de equilibrio general con el modelo más


sencillo, aquél en el que todos los agentes económicos son únicamente
consumidores: el modelo de intercambio puro. En dicho modelo, estamos suponiendo
implícitamente que no existen actividades productivas.
En el modelo de intercambio puro hay varios consumidores, cada uno de los cuales
está descrito por unas preferencias en relación al consumo así como por una dotación
inicial de bienes que posee. En dicho marco analítico, los agentes tratarán de
intercambiar bienes entre sí, de forma que puedan mejorar su nivel de bienestar.
La pregunta que nos debemos hacer es la siguiente: ¿cuáles son los mecanismos de
asignación de los bienes adecuados para alcanzar una situación de máximo bienestar
colectivo?.
Supongamos una economía en la que existen únicamente dos bienes. Cada

consumidor i es descrito por su preferencia  i (o su función de utilidad) y por su


dotación inicial de bienes, 𝑊 𝑤 ,𝑤 .

Suponemos que en nuestro modelo los agentes económicos son numerosos y que los
bienes que pueden intercambiar son homogéneos, por lo que todos ellos pueden se
considerados como precio aceptantes.
El objetivo de un modelo de equilibrio general es determinar el modo en el que se
asignan los bienes a los diferentes agentes económicos, dadas las dotaciones iniciales
de los bienes.
La cesta de consumo de un individuo i está representada por el conjunto de los 2
bienes existentes en la economía 𝑋 𝑥 ,𝑥 .
Una asignación es el conjunto de las dos cestas de consumo de cada uno de los
agentes económicos que integran la economía, 𝑋 y 𝑋 .

Asignación viable. Se afirma que una asignación es viable cuando la cantidad


utilizada de cada bien es igual a la cantidad total disponible:
𝑥 𝑥 𝑤 𝑤
(1)
𝑥 𝑥 𝑤 𝑤
es decir, aquella asignación que agota todos los bienes existentes en la economía.
Por lo tanto, no deja sin consumir ningún bien. Una de las asignaciones viables es la
que corresponde a la dotación inicial de los bienes 𝑤 ,𝑤 , 𝑤 ,𝑤 que es la
asignación de la que parten los consumidores. Está formada por el conjunto de bienes
susceptibles de intercambiar en un mercado. Una vez realizada la transacción en el
mercado, hablaríamos de una asignación final.

2.1.2. La caja de Edgeworth

Prof. Ramón Núñez Sánchez. Universidad de Cantabria. 2


Microeconomía III. Equilibrio general bajo intercambio puro

A continuación vamos a continuar suponiendo el caso de dos agentes económicos y


dos bienes existentes en la economía. Bajo estos supuestos es útil utilizar un
instrumento gráfico que nos permita representar los conceptos definidos
anteriormente: la caja de Edgeworth. La cantidad total del bien 1 existente en la
economía la representamos por 𝑊 𝑤 𝑤 mientras que la cantidad total del bien
2 será igual a 𝑊 𝑤 𝑤
Tal y como se observa en la Figura 1, la longitud del eje de abcisas representa la
dotación total del bien 1, 𝑊 , mientras que la longitud del eje de ordenadas
representa la dotación total del bien 2, 𝑊 .
A continuación, vamos a situarnos en un punto cualquiera, dentro de la caja de
Edgeworth; por ejemplo, en W. En dicho punto, podemos observar cómo está
representada la dotación inicial de los bienes, ya que podemos observar tanto las
cantidades de los bienes que posee inicialmente el agente A, 𝑤 ,𝑤 como las
cantidades del agente B, 𝑤 , 𝑤 . Si expresamos el punto 𝑂 como el origen de
referencia para las cestas de los bienes del agente A, y el punto 𝑂 para el agente B,
podemos observar que 𝑊 𝑤 𝑤 y que 𝑊 𝑤 𝑤 .
Por otra parte, en la caja de Edgeworth es posible analizar las relaciones de
preferencias de consumo para cada agente, mediante la representación gráfica de
las funciones de utilidad individuales: las curvas de indiferencia (CI). Suponiendo que
las preferencias cumplen las propiedades de completitud, reflexividad, transitividad,
continuidad, monotonicidad y convexidad, entonces las CI rojas expresarán las
relaciones de preferencia del agente A, y las CI azules las relaciones del agente B.
Tal y como estudiamos en Microeconomía I las CI más alejadas del origen de
referencia de cada agente expresan niveles de utilidad mayor.

Figura 1
𝒙𝟏 𝑤 𝑂
𝒙𝟐

𝒘𝟐

W
𝑤 𝑤

𝒙𝟐
𝑂 𝑤 𝒙𝟏

𝒘𝟏
La caja de Edgeworth

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Microeconomía III. Equilibrio general bajo intercambio puro

Dado el supuesto de agentes precio aceptantes, sin ningún tipo de negociación en el


mercado para imponer un precio determinado para cualquiera de los bienes, el
problema de decisión de cada agente económico sería:
𝑀𝑎𝑥 𝑈 𝑥 , 𝑥
(2)
𝑥 ,𝑥
𝑠. 𝑎. 𝑝 𝑥 𝑝 𝑥 𝑝𝑤 𝑝 𝑤
La resolución de este problema permite obtener las cantidades óptimas de demanda
de ambos bienes para cada posible precio de los bienes. A estas funciones las
denominamos de funciones de demanda del bien 1 y 2, y las representamos como
𝑥 𝑝 ,𝑝 y 𝑥 𝑝 , 𝑝 , respectivamente.
Una vez conocido cómo cada consumidor determina sus funciones de demanda para
cada bien, de acuerdo a sus preferencias de consumo y a su dotación inicial de bienes,
el siguiente paso consistiría en saber cómo funciona un mercado, dados unos
determinados supuestos de partida. Más concretamente, cómo se determina el
equilibrio en un mercado en el que se intercambian unos bienes por otros. Para ello,
vamos utilizar el modelo que ideó Walras en el s. XIX y que es conocido como la
tanteo walrasiano o subasta walrasiana.
Supongamos un mercado competitivo en el que sólo hay dos bienes y dos agentes
económicos que son a la vez consumidores y oferentes. Una tercera persona actúa
como “subastador” de los bienes de los agentes A y B. Este subastador elige un precio
del bien 1 y otro del bien 2 y se los presenta a los agentes A y B. Cada uno entonces,
determina cuánto vale su dotación inicial de bienes a los precios señalados y decide
cuánta cantidad comprará a esos precios. El mercado se encontrará en equilibrio
cuando el subastador señale unos precios de los bienes, tales que la cantidad total
demandada por los dos agentes se iguale a la cantidad disponible de los mismos.
Pregunta: Suponiendo un modelo con dos agentes económicos y dos bienes, ¿sería
realmente necesario el papel de un subastador que señalase los posibles precios de
equilibrio?.

Equilibrio walrasiano. Dada una asignación 𝑥 ,𝑥 , 𝑥 ,𝑥 y una combinación de


precios 𝑝∗ , 𝑝∗ , existe una situación de equilibrio walrasiano si se cumple que:
𝑥 𝑝∗ , 𝑝∗ 𝑥 𝑝∗ , 𝑝∗ 𝑤 𝑤
(3)
𝑥 𝑝∗ , 𝑝∗ 𝑥 𝑝∗ , 𝑝∗ 𝑤 𝑤
Por tanto, una combinación de precios de equilibrio 𝑝∗ , 𝑝∗ permite que la demanda
se iguale a la oferta en ambos mercados de forma simultánea.

El equilibrio walrasiano puede representarse gráficamente en la caja de Edgeworth.


Dado un vector de precios cualquiera, determinamos la restricción presupuestaria de

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cada uno de los agentes, y suponiendo que éstos tratan de maximizar su función de
utilidad, es posible obtener las cestas de consumo óptimas de cada uno de los
agentes. A continuación se busca una combinación de precios tal que los puntos
demandados de los agentes sean compatibles.
Figura 2

𝒙𝟏 𝑥 𝑂
𝒙𝟐

E
𝑥 𝑥

𝒙𝟐
𝑂 𝑥 𝒙𝟏

El equilibrio walrasiano de la caja de Edgeworth

Es importante observar, en la Figura 2, que el punto de equilibrio se obtiene en el


punto en el que las CI de los dos agentes son tangentes entre sí, además de ser
tangente a la restricción presupuestaria, cuya pendiente expresa los precios relativos
de equilibrio para los bienes. Por lo tanto, desde un punto de vista matemático en un
equilibrio walrasiano, se cumple que:
𝑝∗
𝑅𝑀𝑆 𝑅𝑀𝑆 4
𝑝∗

2.2. La ley de Walras en un modelo de intercambio puro.

Sería deseable, desde un punto de vista teórico, poder demostrar que siempre existe
una combinación de precios que permite vaciar todos los mercados. Para realizar tal
demostración, vamos a seguir considerando un modelo donde no existe la
producción, y en el que los agentes económicos, que sólo pueden ser consumidores,
se comportan de forma racional.
Antes de comenzar la demostración, definamos los dos conceptos relevantes de
demanda en Microeconomía: la función de demanda bruta y la función de demanda
neta. La función de demanda bruta de un bien j para un agente i es la cantidad del
bien j que desea consumir i dados los precios vigentes de los bienes; es decir:
𝑥 𝑝 , 𝑝 . Por su parte, la función de demanda neta de un bien j para un agente i se

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Microeconomía III. Equilibrio general bajo intercambio puro

define como la diferencia entre la función de demanda bruta, 𝑥 𝑝 , 𝑝 , y su dotación

inicial del bien j, 𝑤 ; 𝑒 𝑝 , 𝑝 𝑥 𝑝 ,𝑝 𝑤 . A la función de demanda neta, también


se la conoce como función exceso de demanda.
Ejercicio: Defina las funciones exceso de demanda del agente A para el bien 1 y 2,
así como las funciones exceso de demanda de B.

Reordenando el equilibrio walrasiano expresado a partir de las ecuaciones (3):


𝑥 𝑝∗ , 𝑝∗ 𝑤 𝑥 𝑝∗ , 𝑝∗ 𝑤 0
(5)
𝑥 𝑝∗ , 𝑝∗ 𝑤 𝑥 𝑝∗ , 𝑝∗ 𝑤 0
podemos señalar que en condiciones de equilibrio la suma de las demandas netas de
cada bien por parte de cada agente económico debe ser igual a cero. Esto quiere
decir que la cantidad neta que decide demandar (u ofrecer) A debe ser igual a la
cantidad neta que decide ofrecer (o demandar) B. De esta forma, los mercados de
ambos bienes se vacían.
Definamos a continuación de forma general la función exceso de demanda agregada
del bien j como:
𝑧 𝑝 ,𝑝 𝑒 𝑝 ,𝑝 𝑒 𝑝 ,𝑝 𝑥 𝑝 ,𝑝 𝑤 𝑥 𝑝 ,𝑝 𝑤 (6)
De acuerdo con las ecuaciones expresadas en (5), en equilibrio se deberá cumplir
que:
𝑧 𝑝∗ , 𝑝∗ 0
(7)
𝑧 𝑝∗ , 𝑝∗ 0
Por tanto, bajo equilibrio de mercado, la función exceso de demanda agregada para
cada bien deberá ser igual a cero. Este resultado, aun siendo interesante, no nos
permite determinar qué es lo que ocurre con el exceso de demanda agregada en
situaciones de desequilibrio en los mercados.

Ley de Walras. Dada cualquier combinación de precios 𝑝 , 𝑝 y las funciones exceso


de demanda de los bienes 1 y 2, 𝑧 𝑝 , 𝑝 y 𝑧 𝑝 ,𝑝 se cumple que:
𝑝 𝑧 𝑝 ,𝑝 𝑝 𝑧 𝑝 ,𝑝 ≡0 (8)
Es decir, el valor exceso de demanda agregada es idénticamente igual a cero, para
cualquier combinación de precios.

Demostración: Varian (2012; página 615).

Por tanto, la ley de Walras nos dice que si cada individuo satisface su restricción
presupuestaria, o lo que es lo mismo, gasta toda su “renta”, expresada por el valor
económico de su dotación inicial de los bienes, de manera que el valor de exceso de
demanda es nulo, entonces, el valor de la suma de los excesos de demanda debe ser
también nulo.

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Es importante resaltar que la ley de Walras afirma que el valor total del exceso de
demanda es igual a cero para cualquier vector de precios, y no sólo para los precios
de equilibrio. Se puede pensar que la ley sólo se cumple para el conjunto de precios
de equilibrio, porque para ese conjunto de precios cada función de exceso de
demanda será igual a cero.
La implicación económica realmente importante de esta ley es que las condiciones
de equilibrio en k mercados no son independientes. Para hallar el equilibrio, a partir
de la expresión (6), tendremos k-1 ecuaciones independientes, y por tanto, sólo
podemos esperar k-1 precios; es decir, en un modelo de equilibrio general, no
podemos determinar precios de equilibrio absolutos de los diferentes k bienes, sino
precios de equilibrio relativos.
Dada la definición de equilibrio walrasiano y de la ley de Walras, entonces podemos
señalar las siguiente proposición.

Equilibrio de mercado. Si la demanda es igual la oferta en k-1 mercados y 𝑝 0,


la demanda debe ser igual a la oferta en el k-ésimo mercado.

Demostración: Varian (2012; página 616).

Por tanto, si consideramos una combinación de precios 𝑝∗ , 𝑝∗ tal que la demanda del
bien 1 es igual a su oferta, entonces, por fuerza, la demanda del bien 2 tendrá que
ser igual a la oferta. Demostramos, por tanto, la interdependencia de los mercados
en un contexto de equilibrio general.
La ley de Walras implica que sólo hay k-1 ecuaciones independientes en el modelo
de equilibrio general de k bienes. Por tanto, cabría hacerse la siguiente pregunta:
¿cómo pueden hallarse k precios con solamente k-1 ecuaciones independientes?. La
respuesta es sencilla: en un modelo de equilibrio general no es posible determinar
los k precios en términos absolutos. Sólo podremos conocer k-1 precios. En este tipo
de modelos, entonces, calcularemos siempre los precios en términos relativos. Vamos
a comprobarlo con dos ejemplos.

Ejercicio. La economía de Ligeria está compuesta únicamente por tres metales: cobre
(1), amianto (2), aluminio (3). Supongamos que hay 10 (mil) onzas disponibles de
cada metal. La demanda de amianto, expresada en miles de onzas, viene dada por:
𝑝 𝑝
𝑥 2 11
𝑝 𝑝
Y la de aluminio, expresada en miles de onzas:
𝑝 𝑝
𝑥 2 18
𝑝 𝑝

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Microeconomía III. Equilibrio general bajo intercambio puro

a) Calcule las relaciones de precios de equilibrio.


b) Calcule la función exceso de demanda del amianto y del aluminio, y obtenga
la función de exceso de demanda del cobre, suponiendo que se cumple la ley
de Walras.
Ejercicio. Supongamos que el agente A tiene la función de utilidad 𝑈 𝑥 , 𝑥
𝑥 𝑥 , ∀𝑚 ∈ 1,0 y la dotación 𝑤 , 𝑤 =(1,0) y que el agente B tiene la función
de utilidad 𝑈 𝑥 , 𝑥 𝑥 𝑥 ∀𝑛 ∈ 1,0 y la dotación 𝑤 , 𝑤 =(0,1).
a) Calcule las funciones de demanda para cada bien e individuo.
b) Calcule la relación de precios de equilibrio.

2.3. Eficiencia y equidad. Una introducción a la economía del bienestar.

2.3.1. Eficiencia en el sentido de Pareto


Una asignación 𝑥 ,𝑥 , 𝑥 ,𝑥 es eficiente en el sentido de Pareto3 si no existe
ninguna asignación viable tal que todos los agentes tengan un mayor bienestar.
En otras palabras, una asignación 𝑥 ,𝑥 , 𝑥 ,𝑥 es eficiente desde el punto de vista
de Pareto si no es posible mejorar el bienestar de un agente sin empeorar el de algún
otro.
A continuación vamos a ver cómo poder calcular las asignaciones eficientes desde el
punto de vista de Pareto.
Supongamos una economía con dos agentes económicos los cuales están descritos
por unas preferencias en relación al consumo, así como por la dotación inicial de
bienes que poseen. En la economía sólo hay dos bienes en la economía. Las
asignaciones eficientes desde el punto de vista de Pareto pueden hallarse fijando la
función de utilidad de uno de los agentes en un determinado nivel y maximizando la
del otro sujeta a esta restricción.

𝑀𝑎𝑥 𝑈 𝑥 ,𝑥
(9)
𝑥 ,𝑥 ,𝑥 ,𝑥

𝑈 𝑥 ,𝑥 𝑈
𝑠. 𝑎. 𝑥 𝑥 𝑤 𝑤
𝑥 𝑥 𝑤 𝑤

Ejercicio. Calcule condición necesaria para que una asignación de bienes sea Pareto
eficiente.

3Si quieres profundizar en la biografía de V. Pareto, consulta el siguiente enlace:


http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Pareto.htm

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Se puede llegar a la solución de este problema desde un punto de vista intuitivo.


Supongamos una asignación inicial situada en el punto C, donde los niveles de
utilidad, en dicho punto, son U0 para el agente A, y U1 para el agente B. ¿Es ésta una
asignación eficiente desde el punto de vista de Pareto?. La respuesta es negativa. Se
puede observar fácilmente, en la Figura 3, cómo si nos desplazamos a lo largo de la
CI U0 del individuo A, partiendo desde el punto C, podemos llegar a un punto como
E1, donde el nuevo nivel de utilidad del agente B es U2. Se puede observar cómo en
E1 no es posible mejorar el nivel de utilidad de alguno de los individuos, sin empeorar
el de algún otro, por lo tanto, la asignación representada por el punto E1 es eficiente
desde el punto de vista de Pareto.
De nuevo, desde el punto C, podríamos desplazarnos a lo largo de la CI del agente
B, U1 de forma que llegásemos a la CI del agente A, U1. En ese punto, E2 existe, de
nuevo, una asignación eficiente desde el punto de vista de Pareto.

Figura 3

𝒙𝟏 𝑂
𝒙𝟐

E3
U1 Curva de
C contrato
E2

Núcleo U2
E1
U1

U2
U3 U0 𝒙𝟐
𝑂 𝒙𝟏

Asignaciones eficientes desde el punto de vista de Pareto y la curva de contrato.

Hemos determinado, por tanto, dos puntos que representan asignaciones eficientes
desde el punto de vista de Pareto, los cuáles comparten una característica común:
en ambos puntos, las CI de los diferentes agentes son tangentes. Dado que la
pendiente de cualquier CI representa la relación marginal de sustitución entre bienes,
𝑅𝑀𝑆 , entonces:

𝑅𝑀𝑆 𝑅𝑀𝑆 (10)

Por lo tanto, el conjunto de puntos de tangencia entre CI de distintos agentes


representan asignaciones eficientes desde el punto de vista de Pareto (puntos E1, E2,
E3). A la función que comprende dichas asignaciones eficientes se la conoce como
curva de contrato o conjunto de Pareto (en el gráfico, representada en amarillo).

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Dicha curva describe todos los resultados posibles del comercio mutuamente
beneficioso partiendo de cualquier asignación inicial.
Podemos entonces señalar que una asignación eficiente desde el punto de vista de
Pareto es aquella en la que se han agotado todas las ganancias del intercambio de
bienes; o lo que es lo mismo, en la que no se puede realizar ningún otro intercambio
mutuamente beneficioso.
Otro de los conceptos importantes a la hora de analizar un modelo de equilibrio
general es el concepto de núcleo. En el diagrama de Edgeworth, el núcleo de una
asignación es el segmento de la curva de contrato que se encuentra entre las curvas
de indiferencia que pasan por dicha dotación. En el caso de la asignación inicial C, el
núcleo es el segmento negro, el cual representa las asignaciones de la economía
alternativas en la que al menos uno de los agentes económicos está mejor que en C.
A continuación cabría hacerse la siguiente pregunta: dada una asignación tal que
cumple las condiciones del equilibrio walrasiano: ¿es posible encontrar alguna otra
asignación alternativa tal que ambos agentes mejoren su nivel de bienestar?. En
otras palabras: ¿se explotan todas las ganancias del libre intercambio en un equilibrio
walrasiano?. Esta pregunta no es sino preguntarse si el equilibrio de libre mercado
es eficiente en el sentido de Pareto.
Tratemos de contestar a la pregunta comparando las Figuras 2 y 3. Se puede
observar cómo existe una correspondencia directa entre el equilibrio walrasiano
(Figura 2) y las diferentes asignaciones eficientes desde el punto de vista de Pareto
(Figura 3). La asignación correspondiente al equilibrio de mercado es eficiente desde
el punto de vista de Pareto.

2.3.2. Primer teorema del bienestar


Definimos entonces el primer teorema del bienestar, el cual permite dotar al
equilibrio competitivo de un contenido normativo.

Primer teorema de la economía del bienestar. Si una asignación


𝑥 ,𝑥 , 𝑥 ,𝑥 es un equilibrio walrasiano, entonces es eficiente desde el punto de
vista de Pareto.

Demostración: Varian (2012; página 616).

Este teorema establece que si se satisfacen los supuestos del modelo de competencia
perfecta, el equilibrio de mercado es eficiente desde el punto de vista de Pareto. Hay
que recordar que el concepto de eficiencia paretiana se consideraba un criterio
normativo basado únicamente en criterios de eficiencia y que, por lo tanto, no

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consideraba ningún aspecto relativo a la distribución de los bienes, de forma que una
asignación de bienes totalmente “injusta”, desde el punto de vista distributivo podía
ser eficiente. Las asignaciones eficientes, por tanto, no son necesariamente
equitativas. El resultado dependerá de la distribución inicial de las dotaciones.

Ejercicio. Supongamos dos bienes: 1 y 2, y dos agentes: A y B, con idéntica función

de utilidad 𝑈 𝑥 , 𝑥 𝑥 𝑥 , ∀𝑖 𝐴, 𝐵. La dotación existente de ambos bienes en


la economía es de 1.001 unidades para cada bien. Una asignación viable puede ser
𝑥 ,𝑥 , 𝑥 ,𝑥 1.000,1.000 , 1,1 .
a) ¿Es ésta una asignación eficiente desde el punto de vista de Pareto?.
b) ¿Cree que representa esta asignación una situación deseable para la sociedad?.

El primer teorema del bienestar presenta un resultado fundamental a la hora de


emplear la teoría económica con criterios normativos: el libre mercado, sin ningún
tipo de intervención gubernamental, en el que cada agente económico de forma
autónoma maximice su utilidad individual, da lugar a una asignación eficiente en la
economía de forma que se agotan las ganancias del comercio.
Hay que señalar, sin embargo, que este resultado viene condicionado por los
supuestos de partida. Recopilémoslos:
a) Los agentes económicos que intercambian bienes en el libre mercado son
precio aceptantes. Es un subastador imaginario el que anuncia los posibles
precios de equilibrio, a partir de los cuales los mercados se vacían. No hay
posibilidad de que haya poder de mercado por parte de algún agente.
b) Los bienes que se intercambian en los mercados son homogéneos. No existe
la posibilidad de diferenciación en el producto.
c) Los bienes que se intercambian en los mercados tienen naturaleza de bien
privados. Es decir, son rivales en el consumo y son fácilmente excluibles. No
existe la posibilidad de que tengan la naturaleza de bienes públicos.
d) A los agentes económicos no les importa lo que consumen los demás, sino
sólo lo que consumen ellos. No cabe la posibilidad, por tanto, de que existan
externalidades en el consumo.
e) Ausencia de incertidumbre e información perfecta. No cabe la posibilidad de
que existan situaciones de información asimétrica en los mercados.
Dados estos supuestos, se reduce la cantidad de información que necesitan los
agentes económicos. Lo único que necesitan conocer para tomar decisiones son los
precios de los bienes que se desea consumir. De esta manera, se formarán las
demandas de cada uno de los bienes alcanzando una asignación en la economía
eficiente.

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Este resultado es muy poderoso si tenemos en cuenta la necesidad de información


de mecanismos de asignación de bienes alternativos al libre mercado. Por ejemplo,
el mecanismo de asignación de planificación central en los antiguos países
comunistas. Una de las causas que se señalan como motivo de fracaso de sus
economías a finales del s. XX es la necesidad de una ingente cantidad de información
para saber qué producir, cuándo, cómo y dónde. La ventaja que presenta el sistema
de libre mercado es que esta información no es necesaria para que los mercados
funcionen. Basta con observar los precios de los mismos para saber si hay escasez o
abundancia de un bien.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. En los sistemas de libre mercado, las
asignaciones en la economía no tienen por qué ser eficientes si existe poder de
mercado, externalidades en la producción o en el consumo, bienes públicos o
situaciones de información asimétrica. Estas características dan lugar a lo que
llamamos los economistas: fallos de mercado. Es en estas situaciones cuando la
intervención en los mercados puede dar lugar a mejoras en la eficiencia de la
economía.

2.3.3. Segundo teorema del bienestar


A continuación, tratemos de determinar si a partir de una asignación eficiente desde
el punto de vista de Pareto es posible determinar unos precios a los que tenga lugar
un equilibrio de mercado. La respuesta es afirmativa, bajo determinados supuestos.

Segundo teorema de la economía del bienestar. Si todos los agentes económicos


tienen preferencias convexas, siempre hay un conjunto de precios a los que cada
asignación eficiente en el sentido de Pareto es un equilibrio de mercado para una
asignación apropiada de dotaciones iniciales.

En otras palabras, el segundo teorema del bienestar nos dice que cualquier
asignación eficiente en el sentido de Pareto puede alcanzarse como resultado del
equilibrio del conjunto de mercados competitivos, después de una adecuada
redistribución de las dotaciones iniciales. Con este segundo teorema, al menos
teóricamente, se podría separar la eficiencia económica de la equidad. Bastaría con
que el sector público estableciese una dotación inicial de los bienes equitativa entre
los diferentes agentes económicos. La única condición para que se dé este segundo
teorema del bienestar es que las preferencias de los agentes económicos sean
convexas. En la Figura 4 se puede observar cómo la asignación E es Pareto eficiente,
pero no es un equilibrio de mercado, dado que el agente A demanda una cesta como
la situada en C, mientras que B demanda E. La oferta entonces no se iguala a la

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demanda. La razón viene dada por el hecho de que A tiene unas preferencias que no
son convexas.
Figura 4

𝒙𝟏
𝑂
𝒙𝟐

𝒙𝟐
𝑂 𝒙𝟏

Asignación eficiente desde el punto de vista de Pareto que no es un equilibrio

Por lo tanto, si recapitulamos las relaciones entre los equilibrios de mercado y las
asignaciones eficientes desde el punto de vista de Pareto, podemos señalar que:

1) Un equilibrio competitivo siempre es eficiente desde el punto de vista


de Pareto.
2) Las asignaciones eficientes desde el punto de vista de Pareto son
también equilibrios walrasianos, partiendo de los supuestos de
convexidad y la redistribución de las dotaciones iniciales.

El segundo teorema del bienestar señala que, en determinadas condiciones, todas


las asignaciones Pareto eficientes pueden llegar a obtenerse bajo el mecanismo del
equilibrio en libre mercado.
Este resultado tiene una implicación fundamental: es posible la separación de los
problemas de distribución de la renta con los de eficiencia. El mecanismo de mercado
permite que podamos llegar a cualquier asignación Pareto eficiente que esté situada
en la curva de contrato; sólo hace falta que el sector público distribuya de acuerdo a
las preferencias de la sociedad la dotación inicial de los bienes.
Las dos funciones que tienen los precios en el mercado son: la de eficiencia, que
indica la escasez relativa; y la de distribución, que señala cuánta cantidad de los
distintos bienes puede consumir cada agente. Este teorema señala que estas dos
funciones pueden separarse. El sector público puede ocuparse de la redistribución de

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las dotaciones iniciales para determinar la riqueza de los agentes y utilizar los precios
para indicar la escasez relativa.
Por tanto, la manipulación de los precios en mercados perfectamente competitivos
sesga la información que ofrecen éstos, provocando asignaciones ineficientes en la
economía. Los precios son variables fundamentales para los agentes que deben
decidir el consumo de bienes. Para que exista eficiencia en la economía, cada agente
debe hacer frente a los costes sociales de sus decisiones, de forma que éstas reflejen
dichos costes. En caso contrario, se producirían posibles situaciones de
sobrexplotación de recursos (véase el caso del consumo doméstico del agua, la
pesca, por parte de las explotaciones pesqueras; o por último, el caso de la
contaminación).
La cuestión distributiva es una cuestión diferente. El sector público puede redistribuir
el poder adquisitivo de los diferentes agentes económicos según estime oportuno. El
Estado puede imponer un impuesto a cada consumidor en función del valor de la
dotación de sus bienes y transferirlo a otros, de forma que no se produzca ningún
tipo de ineficiencia. Por ejemplo, establecer una tasa fija sobre un grupo determinado
de consumidores: aquellos que midan más de un metro noventa deben pagar un
impuesto que será transferido a aquellas personas que no superan tal altura. Esta
medida sin embargo es injusta para la población alta.
Hay ineficiencia cuando los impuestos dependen de las decisiones que toma el agente
económico, ya que en ese caso afectan a sus decisiones marginales. Por ejemplo, los
impuestos sobre el trabajo. Si se grava la venta de horas de trabajo en el mercado,
se distorsionará la decisión de oferta de trabajo de los trabajadores, ya que,
probablemente, los agentes económicos ofrecerán menos horas de trabajo, en
relación a la situación sin impuesto. Esta situación generará pérdida de eficiencia en
la economía. Si se gravase el valor potencial del trabajo, entonces no se produciría
ineficiencia. Por ejemplo, un impuesto que grave el valor del trabajo de 4 horas
independientemente que las trabaje o no. Esta medida de nuevo, volvería a ser
considerada injusta.
Estos mecanismos impositivos neutrales desde el punto de vista de la eficiencia no
se aplican en ningún país, dada su controversia en la sociedad. En la práctica, el
sector público de cualquier nación aplica impuestos a aquellos bienes o factores
productivos cuya demanda u oferta es relativamente poco sensible a las variaciones
en el precio. Por ejemplo, el trabajo, la gasolina, el tabaco, etc.
A pesar de estas limitaciones, la principal enseñanza de este segundo teorema del
bienestar sería doble. Por un lado, la información que se obtiene de los precios es
fundamental en una economía de mercado, ya que refleja la mayor o menor escasez
del bien. En base a esa información, los agentes económicos toman decisiones

Prof. Ramón Núñez Sánchez. Universidad de Cantabria. 14


Microeconomía III. Equilibrio general bajo intercambio puro

óptimas de consumo y/o producción. Por otro lado, el sector público interesado en
los problemas distributivos, debe realizar transferencias de cantidades fijas de
riqueza, de forma que los agentes económicos tomen sus decisiones de consumo y/o
producción mediante el mecanismo de mercado. La eficiencia y la distribución son,
por tanto, decisiones separables, siempre y cuando se cumplan los supuestos de
partida.

Prof. Ramón Núñez Sánchez. Universidad de Cantabria. 15

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