UNIDAD I
LA ACCIÓN Y LA DEMANDA
1. LA ACCIÓN
No escapa a nuestra apreciación, que el estudio de la acción, es un tema harto
estudiado, y por lo mismo hay opiniones diversas, incluso encontradas. En
ocasiones cada autor considera tener la verdad sobre el tema, lo cual lejos de
ayudar a proporcionar luz sobre el particular, lo hace más confuso e indescifrable,
sobre todo para los que apenas se inician en el estudio de la Ciencia del Derecho.
Por otra parte, ya hemos señalado que el objetivo principal del este trabajo es
fundamentalmente pragmático, por eso, y sin el ánimo de entrar a la discusión y al
análisis de sus elementos, la definiremos de la siguiente manera: es la facultad
que tienen los particulares para activar o poner en movimiento los órganos
jurisdiccionales para que apliquen la ley al caso concreto que se les plantea. Esta
definición nos da una idea muy general, pero es bastante para la orientación del
presente trabajo.
En la praxis ¿cómo un juez identifica las acciones ejercitadas? Para identificar
una acción hay que precisar sus elementos formales, y en todos los casos son los
siguientes:
I. Persona que ejercita la acción;
II. Persona contra quien se ejercita;
III. Objeto de la acción, o sea lo que el actor demanda,
IV. Causa jurídica o título de la acción;
V. La clase a la que pertenezca la acción de que se trate, si es real, personal, o
del estado civil.
Respecto a los elementos I y II diremos, que lo más importante es que no debe
confundirse la persona física que ejercita la acción o contra quien se ejercita, con
la persona jurídica. En los casos de representación, la persona física que ejercita
la acción no es la persona jurídica titular de la acción.
En el elemento III hay que advertir que el objeto de la acción cambia
sustancialmente, según se trate de acciones declarativas, constitutivas o de
condena, o porque mediante la acción se pida la entrega de una cosa, la
prestación de un hecho, o la abstención de un hecho.
El elemento más importante de la acción es el indicado en el punto IV, consiste en
la causa jurídica, o el título de la acción -aquí también rige aquel principio de que
ningún ser puede existir sin causa-La acción judicial, como todo hecho o
fenómeno jurídico, debe tener una causa, esta causa es a lo que la Ciencia
Jurídica ha llamado título de la acción.
El punto número V, obedece a una mera forma de clasificar las acciones ,
dependiendo , en este caso a la clase de derecho que se hace valer en juicio, es
decir, si es real, persona o de otra naturaleza.
2. LA DEMANDA.
A. Definición.
Por su parte la demanda, es un instrumento eminentemente práctico, objetivo,
antiguamente denominado LIBELO (del latín libelus.- breve escrito con el que se
formula una petición).
Por su parte los ilustres juristas RAFAEL DE PINA Y RAFAEL DE PINA VARA, la
definen de la siguiente manera: "Acto procesal -verbal o escrito- ordinariamente
inicial del proceso en el que se plantea al juez una cuestión (o varias no
incompatibles entre sí) para que la resuelva..."
Desde luego que la palabra DEMANDA, tiene muchas acepciones, pero son de
nuestro interés aquéllas que tienen un sentido jurídico.
Según FRANCESCO CARNELUTTI, la demanda es una carga procesal. Quien
quiera hacer valer un derecho o una pretensión en juicio, deberá proponer su
demanda ante una autoridad judicial. En toda demanda debe haber una pretensión
consistente en la subordinación de un interés ajeno a uno propio, es decir, que el
interés del demandado se supedite al del actor.
Para GIUSEPPE CHIOVENDA, la demanda judicial en general, es el acto con que
la parte actora, afirmando la existencia de una voluntad concreta de la ley que le
garantiza un bien, pide que ésta -la ley- sea actuada frente a la parte demandada,
invocando para este fin la autoridad el órgano jurisdiccional.
El maestro EDUARDO PALLARES, enuncia la demanda como -el acto
jurídico mediante el cual se inicia el ejercicio de la acción.
De manera también general, anotaremos que la demanda judicial es: el escrito
(excepcionalmente la comparecencia verbal) inicial del proceso, con que el actor,
basado en un interés jurídicamente protegido frente al demandado, siente la
necesidad de que se preserve, declare o constituya un derecho que le
corresponde, ejercitando acciones legales ante el órgano jurisdiccional, para que
éste aplique en justicia las normas de derecho al caso concreto planteado.
B. Relación entre la Acción y la Demanda.
Ahora bien, ¿Qué relación hay entre la acción y la demanda? Evidentemente no
son la misma cosa. La Acción es esencialmente un discurso teórico abstracto: de
lo que es o debe ser la facultad que tiene el particular para pedir que se aplique la
ley a un caso concreto por él planteado, pero este derecho necesariamente tiene
que materializarse en el terreno fáctico, es decir exteriorizarse, expresarse de
manera objetiva, y esta expresión es la demanda.
Al respecto el maestro PALLARES, citando al jurisconsulto CARLOS E.
MASCAREÑO, no dice lo siguiente: "siendo la demanda el medio procesal de
iniciar el proceso civil, es preciso determinar las relaciones de tal noción con las de
acción y pretensión. La demanda suministra los elementos formales y exteriores
para que el concepto de "acción" pueda ponerse en práctica; pero además, bien
puede constituir a la vez el instrumento de ejercicio de interposición de la
pretensión... La demanda aparece así como un concepto técnico-procesal, en
plano jurídico inferior a los ocupados por la acción y la pretensión
respectivamente"
C. Estructura
La estructura de la demanda tiene que ver con los requisitos, los cuales están
previstos en el artículo 258 del Código de Procedimientos Civiles, vigente
para el Estado de Sinaloa y que contiene los elementos fundamentales, sin
embargo, hay otros aspectos que sin ser fundamentales, considero de gran
importancia, y que como profesionales del derecho debemos conocer y manejar
adecuadamente al momento de formular una demanda, porque con ello damos,
en ocasiones, mayores elementos de convicción al órgano jurisdiccional, al
momento de reclamar nuestras pretensiones.
Por eso decimos que, independientemente de los requisitos que señala el artículo
258, toda demanda debe contener:
a) Rubro.- Se anota en el ángulo superior derecho de la primera página. No es
indispensable anotar el rubro en el escrito inicial de demanda, pero es conveniente
porque se determina con precisión el nombre del actor y del demandado, la clase
de juicio que se inicia y orienta al empleado que se encarga de formular los
expedientes, y evita la posibilidad de un error en su registro.
b) Nombre del tribunal ante quien se promueve.- El nombre del tribunal ante
quien se dirige una demanda, implica, desde el punto de vista fáctico, que
el órgano jurisdiccional indicado tenga jurisdicción y competencia, esto es,
analizar lo que se refiere a la materia, la cuantía, el territorio, etc. Habrá de
estudiarse, por lo tanto, los dispositivos legales relacionados y aplicables al caso.
En la ciudad de Culiacán, Sinaloa, la parte actora ya no puede elegir entre los
juzgados familiares o civiles, aquél ante el cual puede interponer una demanda,
sino que en virtud de las reformas a la Ley Orgánica del Poder Judicial, por
razones de tipo práctico y para distribuir equitativamente la carga de
trabajo entre los juzgados, debe presentarse la demanda ante la Oficialía
de Partes Común, y allí se determinará de manera aleatoria, el juzgado en
turno al que corresponde conocer del asunto.
c) Nombre del actor y casa que señala para oír notificaciones.- Con estos
datos se inicia la redacción del primer párrafo de la demanda. Deberá señalarse el
nombre completo, esto es, los nombres y apellidos que estén asentados en su
acta de nacimiento, desde luego si se trata de personas físicas, porque legalmente
esos son los que le corresponden, así como sus generales y domicilio, este último
puede ser su domicilio real o el de su abogado o procurador. Tratándose de las
personas morales, previstas en el artículo 25 del Código Civil, vigente para el
Estado de Sinaloa, se asentará la razón o denominación social con la que se le
denomine en la escritura pública correspondiente.
En caso de que comparezca un representante del actor, se deberá
indicar expresamente en que hace consistir su representación.
Si se trata de un incapaz, como es común en materia familiar, debe comparecer
por él su legítimo representante, en cuyo caso, no sólo debe mencionarse el
nombre de éste, sino también el carácter con que comparece en el juicio y hacer
referencia a los documentos que acreditan la personalidad.
Aquí también es el momento oportuno para que el actor nombre a un licenciado en
derecho como su procurador, para que lo represente en la causa, en los términos
previstos por el artículo 52 Bis, del Código de Procedimientos civiles para el
Estado de Sinaloa.
d) Proemio.- En el terreno forense se denomina proemio, a la parte de la
demanda posterior al primer párrafo, y anterior al capítulo de hechos de la
demanda. Este apartado debe contener: Aunque no es muy necesario, es muy
importante como ya señalamos, para dar mayor claridad al juzgador, en el
ejercicio de nuestro derecho, citar el o los artículos en que el actor se apoya para
promover la acción que viene ejercitando.
Asimismo, como profesionales del derecho tenemos el deber de saber, en
que vía habrá de tramitarse el asunto que se plantea, y así se lo haremos saber al
juez .
Si bien, la ley no obliga al demandante a que conozca y exprese el nombre de la
acción que viene intentando, para que ésta prospere, es importante señalarla para
determinar la competencia y fijar la forma del juicio. También por razones de
claridad y crear mayor convicción en el ánimo del titular del tribunal para que
pueda estar en mejores condiciones de poder sentenciar en debida forma.
El nombre del demandado y su domicilio, sí son datos fundamentales, por razones
muy simples. El Tribunal debe estar en condiciones de saber a quien se demanda
y en qué lugar se le puede hacer saber de la demanda enderezada en su contra,
para darle el elemental derecho a defenderse, y actualizar uno de los principios del
derecho procesal: "la igualdad de las partes en el proceso". Sin embargo, puede
suceder que el actor ignore el nombre del demandado o su domicilio, estas
situaciones específicas y excepcionales, están previstas en los artículos 119, 224,
225 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Sinaloa, y el artículo
1980, del Código Civil para el Estado de Sinaloa.
Las prestaciones, junto con el dato anterior, son los elementos
fundamentales del proemio. Las prestaciones no es otra cosa que el objeto u
objetos que se pretende que el demandado ha de dar, hacer o no hacer. Deberán
expresarse con toda claridad, si es una cosa mueble, su valor, peso, medida,
cantidad y calidad; si fuera un inmueble, señalar su ubicación exacta, medidas y
colindancias, así como sus características; si fuera dinero, su origen, cantidad y
especie. El maestro Pallares sintetiza todo esto en una fórmula general: "La cosa
que se demanda ha de precisarse de acuerdo con su naturaleza".
El juez no nos dará nada que no reclamemos, por lo que es importante que
solicitemos el pago o entrega del objeto u objetos junto con sus accesorios
legales: intereses, daños y perjuicios, accesiones, frutos y aun los gastos y costas
que el juicio origine .
e) Los hechos.- Los hechos fundatorios de la demanda. Se llaman así en
atención que tienden a respaldar las pretensiones del actor. Aludirán a la
existencia del derecho para demandar, a la forma en como el actor se convirtió en
titular de un derecho.
Una sentencia favorable o desfavorable tiene su génesis desde el planteamiento
de la demanda, y la columna vertebral de la demanda, es la narración de los
hechos. Todo lo que se diga o deje de decir en debida forma, en este apartado,
será la suerte del resultado final, casi siempre favorable, si además tiene se
jurídicamente la razón.
A continuación se dan una serie de recomendaciones (sin la pretensión de que
sean únicas ni todas) para la narración de los hechos, pero habrá que ponderar en
todo caso, siempre, el estilo del redactor y las características de cada asunto
específicamente. Aquí es donde tiene aplicación aquello de que: "El derecho se
aprende estudiando y se ejerce pensando".
i) El actor, debe en primer término precisar e identificar, el o los documentos que le
sirven de base para el ejercicio de la acción, (cuando tenga el documento y sea el
caso) y acompañarlos al escrito inicial de demanda, con sus respectivas copias
de traslado para la contraparte;
ii) La narración de los hechos deberá hacerla de manera detallada, sucinta,
precisa y clara;
iii) Es necesario también, que el actor sea breve y no resulte farragosa se
exposición de hechos;
iv) Deben ordenarse con números arábigos o romanos, pero no puede
prescindirse de la numeración, por así exigirlo el Artículo 258-V del CPC;
v) En la narración de los hechos debe seguirse un riguroso orden cronológico;
vi) Asimismo, la narración ha de seguir un riguroso orden lógico;
vii) Sólo se relatarán los hechos que se relacionen con las prestaciones que se
reclaman;
viii) Ha de ponerse especial atención en no omitir ningún hecho que sea esencial
o constitutivo de la acción que se ejercita;
ix) Únicamente se relatarán los hechos que sirvan de fundamento a las
prestaciones reclamadas;
x) Se procurará que la relación de hechos se encauce por el sendero de extremos
fácticos previstos en las disposiciones legales aplicables;
xi) En un capítulo de "hechos", la expresión clara, sucinta y numerada de aquéllos
en que el actor funde su demanda, narrándolos con precisión de manera que el
demandado pueda preparar su defensa; en caso de que tales hechos hayan sido
presenciados y vayan a ser demostrados a través de testigos, dentro del relato
deberán proporcionarse los nombres y apellidos de éstos.
xii) Una adecuada relación de hechos, se obtiene de la revisión minuciosa de los
documentos presentados al abogado por su cliente;
xiii) No hay inconveniente que en el capítulo de hechos, se haga referencia a un
precepto legal que esté íntimamente vinculado con alguno de los hechos;
xiv) Las fechas y las cantidades, se consignarán con letra y además, no se
emplearán abreviaturas;
xv) El artículo 56 del CPC. Establece el deber de escribir los ocursos en
castellano, por lo que es una práctica indebida, el hecho de que algunas frases o
nombre de las acciones se escriban en latín, por los promoventes;
xvi) Los buenos litigantes no mencionan más que un solo hecho en cada párrafo, y
si no fuera posible, cuando más otro que tenga con el primero una íntima relación,
de manera que no puedan separarse;
xvii) Los hechos inútiles o de aquellos que no tengan trascendencia jurídica ,
no conviene hacer mención, pues no hacen sino dificultar la fijación de los
puntos cuestionados y entorpecer la labor del juez;
xviii) Es usual dedicar el último de los hechos a señalar las razones, en virtud de
las cuales, el actor se ha visto en la necesidad de instaurar la demanda;
xix) Por último diremos que, la narración sucinta, clara y precisa de los hechos,
tiende a facilitar la contestación de la demanda, pero a la larga, el más beneficiado
con una narración de esas características, será el propio actor.
f) El Derecho.- En este apartado el actor debe expresar los fundamentos de
derecho, procurando citar los preceptos legales o principios jurídicos aplicables,
según lo prevé el artículo 258-VI del CPC, para el Estado de Sinaloa. Significa,
pues, que la demanda debe llevar un capítulo de derecho, citando todas aquellas
disposiciones normativas que sirven de base a las prestaciones reclamadas y que
orientan hacia una eventual resolución favorable a los intereses del demandante.
El hecho de señalar los preceptos legales en que se sustenta la demanda, no
significa que la sentencia sea necesariamente favorable, el juez tiene también que
considerar la contestación y todas las cuestiones ofrecidas y deducidas
oportunamente en el pleito.
Es costumbre que el capítulo de derecho se divida en párrafos. El primer párrafo
se dedica a los artículos aplicables de carácter sustantivo, es decir aquéllos en
que se sustenta el derecho material, generalmente contenidos en el Código Civil
del Estado de Sinaloa.
En el segundo párrafo se consignan los preceptos de calidad procesal o adjetivos ,
que tienen que ver con el proceso , con la forma y trámites que ha de seguir una
vez incoado con la demanda, los cuales están contenidos en el Código de
Procedimientos civiles.
Es importante señalar también, los dispositivos normativos en los cuales se
sustenta la competencia del juez.
En algunas ocasiones es conveniente citar inclusive, jurisprudencia aplicable al
caso, normas constitucionales, y aún numerales de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, hasta reglamentos, si es necesario. Todo dependerá de la naturaleza y
del caso específico del asunto.
g) Pruebas.- Bajo el rubro de "pruebas", la relación de las documentales que
necesariamente hayan de acompañarse conforme a los artículos 95 y 96; así
como las de otra naturaleza, que en su caso deban ofrecerse desde la demanda
cuando así lo disponga este código; que deberán proponerse observando las
prevenciones que se contemplan para cada cual según su naturaleza, y guardar
estrecha relación con los hechos aducidos, debiendo hacerse expresión concreta
de qué es lo que se pretende probar con cada una, ya que de no hacerlo serán
declaradas desiertas.
h) Puntos petitorios.- Es importante no confundir las prestaciones con los puntos
petitorios. Las prestaciones son a la acción, como los puntos petitorios son a la
demanda. Estos últimos son la parte en la que se sintetizan las peticiones
concretas que se hacen al Tribunal en relación con la admisión de la demanda y
del trámite que se propone con la prosecución del juicio. Vale decir que nuestra ley
procesal no exige el cumplimento de este requisito, no obstante, es innegable su
utilidad en la práctica, por eso la tradición forense los ha consagrado.
i) Protesto lo necesario, juro lo necesario, protesto lo justo, protesto mis
respetos.- La práctica jurídica ha acuñado una frase que aparece al final de los
puntos petitorios, que en el pasado constituyó un juramento, pero que en los
tiempos modernos no es considerada como tal, dicha frase ha ido evolucionando,
al grado que ese antiguo juramento ha sido sustituido por la protesta de decir
verdad. A fuerza de ser sinceros, la frase en comento realmente es inocua, ya que
si se prescinde de ella no hay ninguna sanción, de tal modo que si se sustituye por
otra no hay inconveniente, verbigracia: "atentamente", "protesto mis respetos", etc.
j) Lugar y fecha de la demanda.- Después de la acostumbrada frase antes
citada, es importante asentar el lugar donde se presenta la demanda, y desde
luego la fecha. El artículo 56 de la Ley Procesal del Estado de Sinaloa, señala que
la fecha debe escribirse con letra, aunque en la práctica sólo se escribe con letra
el nombre del estado, la ciudad y el mes; los días y el año se anotan con número,
sin ningún inconveniente o sanción. En todo caso, lo importante es que se asiente
para ubicar la demanda en el tiempo y en el espacio.
k) Firma de la demanda.- Las firmas autógrafas del actor o su representante, así
como del procurador judicial, en su caso. Si el primero no sabe firmar o cualquiera
de ellos accidentalmente no pudiere escribir, pondrán su huella digital.
La firma es un elemento indispensable para dejar constancia de la autenticidad del
documento que contiene la demanda, y el actor ha de hacerlo inmediatamente
después de formulada, para evitar omisiones de graves consecuencias, ya que
una demanda sin firma es un ocurso inexistente en cuanto a sus efectos legales,
acaso incompleto, por faltar ese sello personal de su autor y que demuestra que el
documento procede de él.
D. Fundamentación legal.
El fundamento legal prístino de la demanda, deriva de nuestra Carta Magna, que
en sus artículos 8, 17 y 35, establece lo siguientes:
"Artículo 8. Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejerció del
derecho de petición, siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica
y respetuosa; pero en materia política sólo podrán hacer uso de ese derecho los
ciudadanos de la República.
A toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya
dirigido, la cual tiene obligación de hacerlo conocer en breve término al
peticionario".
"Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por si misma, ni ejercer
violencia para reclamar su derecho.
Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que
estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes,
emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio
será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales..."
"Artículo 35. Son prerrogativas del ciudadano:
I.
II.
III.
IV.
V. Ejercer en toda clase de negocios el derecho de petición".
Por su parte el Código de Procedimientos civiles para el Estado de Sinaloa, en
sus Artículos 258 y subsecuentes, regula los requisitos que ha de tener la
demanda y su forma de tramitarla.
E. Presupuestos procesales.
Los presupuestos procesales, son los requisitos previos que debe considerarse
antes de la demanda, de tal modo que se constituyen en cuestiones insoslayables
para que la demanda proceda o bien para que surta los efectos legales plenos que
se desean. En otras palabras, son los supuestos sin los cuales no puede iniciarse
ni desenvolverse válidamente un proceso.
Chiovenda expone que los presupuestos procesales por regla general, deben
existir en el momento de la demanda.
Carnelutti, dice que el presupuesto debe ser siempre anterior al acto
procesal cuya eficacia determina.
Por su parte el maestro Pallares afirma que son los requisitos necesarios para
iniciar y proseguir válidamente un proceso.
Digamos que los presupuestos deben existir desde antes de la demanda, pero
deben demostrarse y hacerse valer en el momento mismo de la presentación del
escrito ante el tribunal, para que surta los efectos legales que propone el
demandante.
Los requisitos generales previos e indispensables son:
a) La competencia. Debe considerarse la competencia del tribunal que
ha de conocer del asunto que se plantea.
b) La capacidad. Debe ponderarse la capacidad procesal y la
legitimación en la causa de quienes vayan a intervenir como parte en el
proceso.
c) Documentos. En muchas de las ocasiones, de los documentos que se
tienen, se desprende el tipo de acción que se ha de intentar, además de
servirnos para justificar el derecho que se reclama, consecuentemente, son
la base y fundamento de la acción, por lo tanto deben ir acompañando a la
demanda invariablemente .
Alguno otros autores, consideran también como presupuestos generales: La
propia demanda y el interés procesal, pero consideramos los referidos en los
párrafos anteriores, acaso por ser los más importantes. Por otra parte, no todos
los estudiosos del derecho procesal entienden los presupuestos procesales de la
misma manera.
CAPÍTULO III
LA EXCEPCIÓN Y LA CONTESTACIÓN
1. LA EXCEPCIÓN.
Al efecto, RAFAEL DE PINA y CASTILLO LARRAÑAGA, opinan lo siguiente:
"En sentido" amplio, se denomina excepción a la oposición que el demandado
formula frente a la demanda, bien como obstáculo definitivo o provisional a la
actividad provocada, mediante el ejercicio de la acción, en el órgano jurisdiccional,
bien para contradecir el derecho material que el actor pretende hacer valer, con el
objeto de que la sentencia que ha de poner término a la relación procesal, lo
absuelva totalmente o de un modo parcial".
Por su parte, ALFREDO ROCCO, escribe : "El derecho de obrar que
compete al demandado, se llama derecho de contradicción (de excepción o
de defensa); no constituye un derecho diverso del derecho de acción, sino sólo
un diverso aspecto de este mismo derecho, que resulta de la distinta posición
que en el proceso asumen los sujetos activos de la relación procesal". La
pretensión del demandado, no es, por tanto, sustancialmente diversa de la
pretensión análoga del demandante, ya que se basa en el mismo derecho que
tiene el actor para accionar a los órganos jurisdiccionales.
·
Es oportuno señalar la diferencia que existe entre excepción y defensa. La
excepción se dirige a oponer un obstáculo temporal o perpetuo a la actividad del
órgano jurisdiccional; la defensa es una oposición no a la actividad del órgano
jurisdiccional, sino al reconocimiento del derecho material narrado
fundamentalmente en los hechos de la demanda.
Desde luego que el demandado puede asumir muchas actitudes frente a la
demanda enderezada en su contra, así tenemos, verbigracia:
1. Allanarse a la demanda;
2. No contestar, e irse en rebeldía;
3. Negar la demanda en cuanto a los hechos y en cuanto al derecho;
4. La tercera actitud, consiste en oponer a los hechos constitutivos de la acción,
otros que sean impeditivos o extintivos de la acción.
Esta última actitud, es la que en verdad constituyen las excepciones, ya que da
nacimiento a un derecho del demandado contra el actor, y que puede hacerse
valer en el mismo juicio, ya al contestar la demanda (como excepción,
propiamente dicho), como reconvención, incluso en juicio diverso.
De cualquier manera , las excepciones y defensas, o la reconvención en su caso ,
que tuviera el demandado contra el actor, se harán valer precisamente al contestar
la demanda, nunca después, a no ser que fueran supervenientes, según lo
dispone el artículo 265 CPC para el Estado de Sinaloa.
2. LA CONTESTACIÓN.
A. Definición.
El maestro PALLARES, define la contestación de la siguiente manera: "El escrito
en que el demandado evacua el traslado de la demanda, y da respuesta a ésta".
Escriche dice sobre ella: "La ley llama a la contestación raíz y principio del pleito".
La contestación a la demanda, dicen los jurisconsultos clásicos, es la respuesta
que da el demandado a la petición del actor, de lo que se infiere, que debe haber
congruencia entre la demanda y el escrito de contestación porque toda respuesta
así la supone.
En el ámbito del vocabulario procesal, la contestación hace referencia a la
respuesta que la parte demandada da a las pretensiones del actor contenidas en
el escrito de demanda. Por tanto, en el lenguaje forense, la contestación es al
demandado lo que la demanda es al actor.
En el escrito de contestación la parte demandada precisa la versión del asunto
que se desglosa en la demanda y ha de hacer referencia detallada a todos y cada
uno de los puntos de hecho y de derecho que se contienen en el escrito de
demanda.
El procesalista venezolano ÁNGEL FRANCISCO BRICE recomienda estudiar
cuidadosamente el libelo de demanda para ver si ha sido redactado conforme a
las disposiciones legales que lo rigen. Igualmente, de ese estudio se determinará
si la contestación debe versar sobre excepciones dilatorias, de inadmisibilidad de
la demanda o sobre el fondo. Al contestarse la demanda ha de decidirse si se
contradice la demanda en todo o en parte, si se reconviene y ha de llamarse a
juicio a terceros.
En otras palabras, el sentido de la contestación de la demanda, es el resultado de:
El estudio acucioso del escrito de demanda, de los documentos que se
acompañaron a la demanda, de los preceptos legales que le sirven de
fundamento, de los hechos conforme a la versión dada por el demandado, del
estudio de las posibles excepciones y defensas que el demandado pueda poseer y
del estudio dé las disposiciones que puedan servir de fundamento a la posición del
demandado.
B. Estructura.
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 265, de nuestra Ley Procesal, la
contestación debe formularse en los mismos términos que la demanda, en lo que
respecta a aquellos enunciados que son comunes a los dos escritos, haciendo
valer en ella todas las excepciones (dilatorias perentorias) y defensas, que el
demandado tenga o pretenda se decidan en el juicio, así como la reconvención.
a) Rubro.- En el escrito que contiene la contestación de demanda, la anotación
del rubro sí es de trascendental importancia , primero porque el sentido común
nos indica que el personal del juzgado debe conocer a que asunto se refiere la
contestación que se exhibe y así poder estar en condiciones de agregarla en los
autos del expediente cuyo número se fijó al quedar incoado el proceso, con la
admisión de la demanda , para que pueda surtir sus efectos legales
correspondientes, de otro modo, la contestación se tendrá por no interpuesta en
tiempo y forma y lo más seguro es que el demandado sea declarado rebelde. Y
segundo porque expresamente así lo disponen los párrafos tercero y cuarto
del artículo 65 de nuestra Ley Procesal: "Una vez que el negocio se encuentre
identificado por su número en el juzgado o tribunal, en los escritos que se
presenten deben las partes proporcionar esa numeración, el nombre de los
contendientes y la clase de juicio.
No se dará curso a promoción alguna, en tanto el interesado proporcione al
tribunal los datos que hagan posible la identificación del negocio en que se
promueve".
b) Nombre del tribunal ante quien se promueve.- Es necesario que el demandado
tenga cuidado de dirigir su contestación de demanda, precisamente al tribunal
donde quedó incoado el proceso, de otro modo la contestación se tendrá por no
hecha, con las consecuencias legales que implica el estado de rebeldía.
Desde luego que el demandado siempre tendrá a salvo el derecho de provocar la
incompetencia del tribunal.
c) Nombre del demandado y casa que señala para oír y recibir notificaciones.- La
contestación, propiamente dicha, se inicia con el nombre del demandado y sus
generales, por cuestiones de elemental identidad de quien contesta. Por bien
propio, y porque así lo mandata el artículo 112 de nuestro Código de
Procedimientos Civiles, los litigantes, en general, deben, en su primer escrito de
comparecencia, designar domicilio ubicado en el lugar del juicio, para que se les
hagan las notificaciones y se practiquen las diligencias que sean necesarias.
Deberá también, si lo considera necesario, nombra un procurador en los términos
del artículo 52 Bis, de nuestra Ley Procesal.
En esta parte de la contestación, se deberá acreditar la personalidad del que
comparece en nombre del demandado, si es el caso. Deberá identificar el
documento justificativo de tal circunstancia y acompañarlo a la contestación.
d) Proemio.- En la contestación, es importante que el demandado señale el o los
artículos en que base fundamentalmente su escrito de contestación, son válidas
las mismas razones que se señalaron para el proemio de la demanda. Asimismo
deberá referir, el nombre de quien lo demanda, la acción que ejercita en su contra
y las prestaciones reclamadas, citándolas de manera puntual. Y desde luego
deberá negar la acción, las prestaciones y el derecho para reclamarlas,
exponiendo y razonando jurídicamente las razones que se tenga para ello.
Inmediatamente después, deberá señalar las excepciones que se tuviera que
hacer valer, de tal modo que impidan, extingan o por lo menos modifiquen las
pretensiones del actor. Deberá precisar los fundamentos de derecho que
respalden su posición. Al respecto, deberá citar los preceptos legales y principios
jurídicos aplicables.
Independientemente de las excepciones que tuviera que hacer valer, sean éstas
dilatoria o perentorias, (constituyan o no artículo de previo y especial
pronunciamiento) y con mayor razón si no tiene de ningunas, el demandado
deberá de ocuparse de contestar los hechos de la demanda. Esta es la
oportunidad para oponer sus defensas.
e) La contestación de hechos.- El demandado deberá referirse a todos y cada
uno de los hechos narrados por el actor en su libelo, sin omitir ninguno, de otro
modo, señala el artículo 266, de nuestro Código de Procedimientos Civiles: “se
presumirán confesados por el demandado todos los hechos de la demanda a que
no se refiera su contestación, bien sea aceptándolos, negándolos o expresando
los que ignore por no ser propios. Las evasivas en la contestación, harán que se
tengan por admitidos los hechos sobre los que no se suscitó controversia”.
Considero, que esta disposición es bastante clara y no precisa de mayor
comentario.
Sobre este capítulo de la contestación, el maestro ARELLANO GARCÍA, nos da
las siguientes recomendaciones:
i) Numerar los hechos de la contestación. Es conveniente, para que haya una
buena congruencia con la demanda, que se utilice la misma numeración de la
demanda para referirse a los hechos de esa demanda.
ii) De manera sucinta se referirá a los hechos aducidos por la parte actora y así
narrará los hechos que, en concepto de la parte demandada deberá adicionarse
a la litis.
iii) Se sujetará a los requisitos de claridad y precisión en la narración de hechos
que sirvan de fundamento a la contestación, a efecto de que haya claridad en la
litis.
iv) El valor de lo demandado debió haber sido fijado por la parte actora
pero, el demandado, en su contestación, en su caso, podrá confirmar ese
valor o podrá contradecirlo.
v) A cada hecho de la demanda, la parte demandada ha de pronunciarse en el
sentido de confesarlos, negarlos o expresar aquéllos que ignore por no ser
propios. Las evasivas, como ya lo apuntamos más arriba, trae como
consecuencia que se tengan por admitidos o confesados esos hechos. El
demandado no deberá omitir hacer referencia a todos y cada uno de los
hechos fundatorios de la demanda, de otro modo se tendrán por confesados o
admitidos los hechos y circunstancias evadidos.
f) El Derecho.- Como el juez debe considera la contestación, para poder dictar
sentencia en debida forma, el demandado debe de señalar los fundamentos de
derecho en que apoya sus excepciones y defensas, de esta manera allana el
camino al juzgador, para una eventual resolución favorable a la parte reo.
En lo conducente, son aplicables las mismas recomendaciones que se dieron en
el capítulo del derecho para la elaboración de la demanda.
g) Reconvención.- Después del capítulo del derecho, puede proponerse la
reconvención, claro está en los casos en que proceda. Pudiendo plantearse hasta
el final del escrito de contestación, es decir, después de los puntos petitorios y de
la firma, inclusive, con tal de que la contra demanda se haga al mismo tiempo que
la contestación, pero es recomendable que se haga en esta parte, por economía
de esfuerzo y no incurrir en repeticiones innecesarias.
Para la reconvención son válidas las mismas recomendaciones que para la
redacción de la demanda, ya que en estricto derecho eso es una demanda del
demandado enderezada en contra del actor.
Al plantear la reconvención, es fundamental tomar en cuenta que por el derecho
o la acción que se hace valer en ella, de acuerdo con nuestra ley procesal, se
tramite en la misma vía que la demanda inicial interpuesta por el actor. Es
decir, si la primera se tramita en vía ordinaria, la reconvención también; o si la
demanda se promueve en vía sumaria, la contra demanda también. Si el derecho
que se hace valer no permite que la reconvención se tramite en la misma vía que
la demanda principal, entonces aquélla es improcedente, quedando a salvo el
derecho del demandado para hacerlo valer en juicio diverso.
Sin, embargo, es posible que cuando una acción se hace valer en vía ordinaria, y
la reconvención deba ir en vía sumaria, puede tramitarse en la misma pieza de
autos y decidirse en la misma sentencia. Por ejemplo: si el actor demanda el
divorcio, en vía ordinaria, y el demandado contesta y reconviene demandando
alimentos (los cuales por su naturaleza deben tramitarse en vía sumaria), esta
reconvención así planteada sí puede tramitarse en la misma pieza de autos,
porque al demandado no se le causa perjuicio con el hecho de tramitar los
alimentos en vía ordinaria, al contrario, se le beneficia porque se le da mayores
oportunidades de defensa.
h) Los puntos petitorios.- El demandado elaborará sus puntos petitorios, desde
la perspectiva de las excepciones y defensas hechas valer.
En lo que se refiere a la frase que se pone al final, al lugar y fecha y al nombre y la
firma del demandado en el escrito de contestación, en general son válidas las
mismas recomendaciones que se hicieron para la elaboración de la demanda.
C. Fundamento legal.
La contestación también tiene su fundamento en los Artículos 8 y 35 fraccione 1,
pero también en los Artículos 14 y 16 del mismo ordenamiento jurídico, los cuales,
entre otras cosas prescriben lo siguiente:
"Artículo 14. ...Nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus
propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los
tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las "formalidades
esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad
al hecho..."
"Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia domicilio, papeles
o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad competente,
que funde y motive la causa legal del procedimiento..."
En cuanto a le ley adjetiva civil para el Estado de Sinaloa, ésta regula la
contestación en sus Artículos 265 y subsecuentes. Numerales que no
transcribimos para no perder el espíritu del presente trabajo, el cual pretende ser
eminentemente práctico.