0% encontró este documento útil (0 votos)
194 vistas87 páginas

Libro 1 Catequistas

Cargado por

vianneysanjuan22
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOC, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
194 vistas87 páginas

Libro 1 Catequistas

Cargado por

vianneysanjuan22
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOC, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 87

ITINERARIO CATEQUESIS FAMILIAR DE

INICIACIÓN A LA VIDA EUCARÍSTICA

EL SEÑOR SALE A NUESTRO


ENCUENTRO

Animador en la fe:
_________________________________

0
GUIA DE LOS CATEQUISTAS
ITINERARIO

Metodología De los Encuentros


La estructura que presentan los encuentros en el texto es la resultante de una opción catequética y pedagógica que
se expresa en cuatro momentos: Acogida, Nuestro camino, Aprendiendo a vivir en la fe y Celebrando nuestro
encuentro con Jesús.

Acogida: se quiere favorecer un ambiente fraterno y de conocimiento mutuo. En los primeros encuentros se
presentan incluso algunas dinámicas de conocimiento y de recreación para ir generando los primeros rasgos de una
comunidad fraterna.

Nuestro camino: se quiere compartir la experiencia que se va viviendo en el camino de iniciación cristiana y, de
modo especial, compartir el encuentro de Catequesis que los padres han vivido en sus hogares. En este momento,
además, y como un paso más en el proceso, el catequista presentará el objetivo de cada encuentro.

Aprendiendo a vivir en la fe constituye el corazón del encuentro. Es el momento para compartir la vida de los niños
e iluminarla con la Palabra de Dios. Siguiendo los pasos de la Lectura Orante de la Palabra (Lectio Divina), este
momento nos ofrece el texto bíblico apoyado por las imágenes de historietas y de algunas preguntas para
comprender el texto. Luego nos propone actividades para aplicar a nuestra vida de hoy la Palabra de Dios. Con esto
se realizan los dos primeros pasos de la Lectio. Habiéndonos encontrado con Jesús, entramos al cuarto momento:

Celebramos nuestro encuentro con Jesús. En un clima orante y contemplativo (tercer y cuarto pasos de la Lectio),
compartimos aquello que nos ha quedado resonando en el corazón y nos animamos a realizar algunas actividades
durante la semana para caminar con Jesús. Terminamos el encuentro con una oración de acción de gracias a Jesús,
invitándonos a vivir lo que hemos descubierto (Actuar).

CELEBRACIÓN DE BIENVENIDA Y ACOGIDA

1
PREPARANDO LA CELEBRACIÓN

OBJETIVO: «Acoger en el Señor a los animadores en la fe, niños y padres de familia, quienes iniciaremos este
proceso de Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística».

 MATERIALES
Un mantel de color vivo. Un cartel que diga en letras grandes y de colores: «BIENVENIDOS AL CAMINO DE
CATEQUESIS FAMILIAR». Un velón grande (puede ser el cirio pascual). Una vela para cada familia.
Una HOJA de la celebración con los siguientes contenidos:

Canto 1: JUNTOS COMO HERMANOS.


Canto 2: ESTA ES LA LUZ DE CRISTO.
Canto 3: SANTA MARÍA DEL CAMINO.

Compromiso:
Párroco: Padres de familia: ¿quieren comprometerse hoy a educar a sus hijos según la ley de Cristo y de la Iglesia?
Padres de familia: Sí, quiero.
Párroco: ¿Quieren esforzarse en hacer crecer su propia formación cristiana, con disponibilidad y responsabilidad,
durante este camino catequístico?
Padres de familia: Sí, quiero.
Párroco: ¿Quieren acompañar con paciencia y cariño a sus hijos en su camino de preparación a la vida eucarística?
Padres de familia: Sí, quiero.

AMBIENTACIÓN

Conviene hacer esta primera celebración en la capilla o Templo, no en un salón. El lugar se ambienta de la siguiente
manera:
Si es posible, disponer las bancas de forma comunitaria, en un semicírculo.
Adelante, en el suelo, el mantel de color vivo y sobre él una vela grande de color (o el cirio pascual de la comunidad),
vela para cada familia (todos apagados).
Colgado en un lugar visible, el cartel de bienvenida.
En un lugar cercano una bandeja con estampas de la Sagrada Familia (una por familia)
La celebración es presidida, idealmente, por el párroco, y guiada por un catequista. Si no puede estar el párroco, la
preside un diácono o un catequista.

DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN

SALUDO

 Guía: Buenas tardes (o Buenos días/ noches, según la hora), hermanos.


Bienvenidos al primer encuentro de catequesis, que hacemos en este lugar de oración y de celebración de la fe. Por
favor, tomen su hoja y cantemos para comenzar el canto «Juntos como hermanos».

Se entona el canto de la Hoja. El guía está atento para motivar a cantar con más fuerza si las voces fuesen muy
débiles.

 Sacerdote: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.


 R: Amén

Gracias, queridas familias, por haber aceptado la invitación a realizar junto con sus hijos este camino de catequesis.
¡Bienvenidos a esta comunidad que los acoge con afecto!
Hoy es un día como tantos, pero lo que estamos iniciando puede ser también el comienzo de una nueva etapa en la fe
de ustedes como familias. Ustedes, padres de familia, se comprometieron, hace años, cuando bautizaron a sus hijos,
a educarlos en la fe. Hoy inician un proceso decisivo para cumplir ese compromiso.
Nuestro Dios, que es bueno y misericordioso, nos está siempre invitando a reconocerlo como Señor de nuestra vida, y
a trabajar por ese mundo bueno que hay en su corazón. Y su Espíritu Santo nos acompaña cada día de nuestra vida y
nos regala fuerza y alegría. Por eso comenzamos este camino con una celebración.

2
Si vamos a caminar juntos, tenemos que conocernos. Por eso ahora nos vamos a presentar. Yo soy el Padre N. (se
presenta).
Que cada familia se presente con sus hijos, diciendo primero el nombre del papá y la mamá, y luego el de los niños.
(el guía está atento a pedirles que hablen de modo que todos escuchen bien los nombres) Luego lo harán los
catequistas.

 Guía: El cirio que hay en esta mesa es un símbolo de Jesucristo. Él es la luz del mundo y de todos los seres
humanos. Mientras encendemos el cirio cantemos y acompañemos el canto con nuestras palmas.
Un papá o una mamá enciende el cirio grande mientras se canta «Esta es la luz de Cristo, yo la haré brillar» (u otro canto
adecuado al signo de la luz).

PALABRA DE DIOS

 Guía: La Palabra de Dios nos va a acompañar durante todo el camino de la Catequesis Familiar. Desde hoy
queremos escucharla siempre con atención. Dios se dirige a cada uno de nosotros, como personas y como familias,
para iluminar nuestra vida con su Palabra.

 Lector: Del Evangelio de san Mateo (Mt 18, 19-20):


«Dijo Jesús a sus discípulos: Si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir cualquier cosa, mi Padre
del cielo se la concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy allí, en medio de ellos».
Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

Luego, el párroco o quien preside la celebración puede hacer un muy breve comentario del texto. Puede explicar que
«dos o tres» no hay que entenderlo estrictamente, sino que significa: donde hay un grupo, aunque sea pequeño,
reunido en el nombre de Jesucristo, allí está Él, presente en medio de ellos.

Al terminar dice:
 Sacerdote: Vamos a agradecer a Jesús porque Él está aquí, en medio de nosotros, y quiere acompañarnos a lo
largo del camino de la catequesis familiar. Digamos juntos: «Gracias, Señor Jesús, porque estás aquí y quieres
quedarte con nosotros».
 Todos: Gracias, Señor Jesús, porque estás aquí y quieres quedarte con nosotros.

SIGNOS: CRONOGRAMA, ESTAMPA, VELA

 Guía: En la mesa está el cirio y los temas de catequesis que tendremos en nuestra primera etapa.
Así como el cirio, que simboliza a Cristo, ilumina y alegra nuestra vida, así también la
formación, que va a recibir cada familia, será como una luz que guía el proceso para llegar
bien a la meta. Con el cronograma recibirán algo muy importante.
Ahora cada familia recibirá un cirio pequeño (una vela), que encenderá en el cirio grande y
una estampa. Estará colocado en todas las casas de ustedes en un lugar visible. Harán un
Altar Familiar con la imagen de María, José y el Niño Jesús. Es la Sagrada Familia, que nos
acompañará con su presencia y su ejemplo en nuestro camino de catequesis

El párroco o quien preside llama a las familias una a una; se acercan padres e hijos, y un
catequista entrega la estampa y el cirio pequeño a los niños, quien lo enciende en el cirio
grande.

Luego se van a su lugar y se sientan sin apagar el cirio. Cuando pasa la última familia se
canta una vez más

«Esta es la luz de Cristo» u otro canto adecuado.

 Sacerdote: Invito, ahora a los padres de familia, a renovar su compromiso de crecer en su fe y de formar a sus
hijos en ella. Por favor, pónganse de pie, tomen de la mano a sus hijos y respondan con voz clara a las preguntas que
voy a hacer. Las tienen en su hoja. (Espera a que todos tengan la Hoja en la mano y pregunta)
 Sacerdote: Padres, ¿quieren comprometerse hoy a educar a sus hijos según la ley de Cristo y de la Iglesia?
 Padres: Sí, quiero.

3
 Sacerdote: ¿Quieren esforzarse en hacer crecer su propia formación cristiana, con disponibilidad y
responsabilidad, durante este camino catequístico?
 Padres: Sí, quiero.
 Sacerdote: ¿Quieren acompañar con paciencia y cariño a sus hijos en su camino de preparación a la vida
eucarística?
 Padres: Sí, quiero.

 Guía: Ahora que tenemos en nuestras manos la guía de los temas que nos van a acompañar en el camino de la
catequesis familiar, la Sagrada Familia y los cirios (velas) que iluminarán este camino, le decimos al Padre Dios con
un corazón agradecido:
 Todos: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.

ENVÍO DE LOS CATEQUISTAS


 Guía: Padres de familia y niños, por favor, guarden sus altares familiares y apaguen las velas. Los
catequistas van a acompañar durante todo este tiempo a las familias aquí reunidas. Por eso, le vamos a pedir
al pastor de nuestra comunidad, el Padre N., que los envíe en su misión e invoque la bendición del Señor sobre
ellos. Pongámonos de pie.
El párroco va llamando a los catequistas, uno a uno, por su nombre.
Ellos se sitúan en un semicírculo frente a la mesa del cirio.

 Sacerdote: Queridos catequistas: También ustedes tienen una hermosa e importante tarea en este camino que
hoy iniciamos, la de acompañar a estas familias para que la catequesis dé en ellas mucho fruto.
Por eso les pregunto: ¿Están dispuestos a poner todo su conocimiento y entusiasmo en este servicio que la Iglesia les
confía, apoyando a los padres y niños en su camino de vida eucarística?
 Catequistas: Sí, estoy dispuesto.
 Sacerdote: (extendiendo sus manos sobre ellos)
Padre de bondad, Tú que enviaste a tu Hijo Jesús para realizar tu misión en el mundo, bendice a los hermanos
catequistas que hoy comienzan la misión de acompañar a estas familias en su camino de catequesis familiar. Que
sean pacientes y generosos, alegres y responsables, y den buen testimonio de su condición de cristianos. Te lo
pedimos por Nuestro Señor Jesucristo, que junto al Espíritu Santo vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
Todos: Amén

BENDICIÓN FINAL
 Sacerdote: Al terminar este primer encuentro nos encomendamos a María, nuestra Madre, que supo educar a
Jesús para que fuera fiel a la misión que Dios tenía para Él. Que también todos nosotros seamos fieles a lo que hoy
iniciamos.

El Señor esté con ustedes.


Todos: Y con tu espíritu.

Sacerdote: A todos ustedes, catequistas, padres, parientes y niños, los bendiga Dios todopoderoso, Él que es Padre,
Hijo y Espíritu Santo.
Todos: Amén

Sacerdote: María, Madre de las familias.


Todos: Ruega por nosotros.

 Guía: Para terminar, cantemos a nuestra Madre, la Virgen.


 Se canta para finalizar, «Santa María del camino». (Hoja).

4
NOTA: Si el párroco no ha podido estar, se sustituye esta última bendición por una oración final del diácono o del catequista
que preside.
Diácono o catequista:
Al terminar nuestro primer encuentro, estimados hermanos y hermanas, invoquemos a Dios para que nos
bendiga y acompañe con la luz de su Hijo Jesucristo y la fuerza del Espíritu Santo.
Pidamos también a María, nuestra Madre, para que ella nos enseñe a seguir a Jesús con un corazón alegre y fiel.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Quién preside: María, Madre de las familias.


Todos: Ruega por nosotros.

ANEXO PRIMERA CELEBRACIÓN «ENCUENTRO INICIAL CON PADRES Y NIÑOS»

PREPARACIÓN

 Objetivo: «Tener un primer contacto con padres y niños para conocerse, presentar el camino que se hará y poner
en manos del Señor este tiempo de encuentro y evangelización».

 Materiales:
Escarapelas, alfileres o ganchos, cronograma
Los catequistas se reúnen inmediatamente después de la celebración. Cada uno con sus respectivos grupos.

DESARROLLO DEL ENCUENTRO

 I.- Acogida y presentación (10 minutos aproximadamente)

Se acoge con cariño a cada una de las familias. Se entrega a cada uno un cuadro de cartulina para elaborar su
escarapela anotando su nombre y lo ponen visiblemente.
Se da la bienvenida al camino que hoy comienzan, haciendo una breve presentación, indicando su nombre y por qué
han querido iniciar este camino. Se recibe con atención cada uno de sus comentarios. Puede realizarse alguna
dinámica de conocimiento de los nombres.

 II. Presentación breve del camino de la Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística (15 minutos)

 Se presenta el itinerario de la Catequesis Familiar indicando que es un proceso, en el cual irán compartiendo la
vida y la Palabra del Señor y que juntos irán conformando un grupo o comunidad en donde se viva la fraternidad y el
cariño. Al acercarse los niños a recibir por primera vez a Jesús Eucaristía, continuaremos en comunidad el proceso
que los lleve a la confirmación.
 Se lee el objetivo de la primera etapa. Se presenta el itinerario con el que irán trabajando encuentro a encuentro.
 Recordarles el día, lugar y hora de cada Encuentro.
 Preguntar si tienen alguna duda, interrogante o comentario.

 III.- Oración de envío (5 minutos aproximadamente)

Se les invita a ponerse en las manos del Señor al iniciar este camino: El catequista enciende la Vela y luego inicia la
oración en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Se pide a los padres que en actitud de oración
pronuncien el nombre de su hijo que inicia este camino mientras encienden la velita en el cirio. Los hijos dan gracias a
Dios por sus padres, que los han llevado a la Catequesis Familiar, también dicen sus nombres al encender la velita.

Oran juntos el Padre nuestro y se despiden con un abrazo.

5
unidad 1 Dios sale a nuestro encuentro en su Hijo
Jesucristo
Encuentro 1: «Jesús Resucitado sale a nuestro encuentro»

«Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos…


Tomó el Pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a ellos. Entonces se les abrieron los
ojos y lo reconocieron.» (Lucas 24,15. 30)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la catequesis, reconozcan que Jesús
Resucitado camina con ellos y les invita a reconocerlo en la Eucaristía.

MATERIALES: Escarapela. Biblia. Mesa, mantel y vela o cirio. Una imagen de Jesús. Madeja de lana.
Para profundizar, leer este tema en: Catecismo de la Iglesia Católica: Evangelio: Lucas 24, 13-35, número
601. Eucaristía: números 1328, 1329, 1330, 1331, 1332. http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010-
ce1.pdf
Quédate con nosotros, Señor. Carta Apostólica para el Año de la Eucaristía del Papa Juan Pablo II.
https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_letters/2004/documents/hf_jp-ii_apl_20041008_mane-
nobiscum-domine.html

I. ACOGIDA
Saludo
El catequista saluda a cada niño con cariño. Entrega la escarapela para que cada uno anote su nombre.
Por ser la primera vez les explica que la catequesis la llamaremos Encuentro y que se divide en cuatro
momentos, que detalla brevemente.

¡Te invitamos a rezar!


Al encender la vela, el catequista explica que es signo de la presencia de Jesús Resucitado. Luego, en
clima de silencio y recogimiento, rezan con la siguiente oración (también está en la hoja del Niño).

Querido Jesús, hoy nos reunimos por segunda vez, con nuestro grupo de catequesis, para conocerte
mejor. Quiero conocer a mis nuevos amigos. Que nuestra familia, nuestro catequista y este grupo que hoy
formamos reciban tu bendición. Quédate con nosotros, Señor. Amén.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
El catequista pregunta a los niños si asistieron a la Primera Celebración de Acogida y qué fue lo que más
les gustó.

Luego, los ayuda a recordar alguna frase de Jesús que hayan escuchado en la Celebración. Si no la
recuerdan, los invita a repetir «…donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy allí, en medio de
ellos» (Mateo 18, 20), y comenta brevemente lo que significa.

Encuentro familiar
En cada encuentro los niños harán partícipes a sus padres, abuelos y adultos de la familia del tema que se
trabaja, para ello llevarán una guía con las actividades que deben desarrollar en familia.

¡Conozcámonos! «La tela de araña.»


En círculo, se van pasando uno al otro, la madeja de lana, sin soltar la punta, cada niño va recibiendo la
madeja de lana y dice su nombre, qué le gusta y por qué está aquí. Al terminar toma en sus manos la hebra

6
de lana y lanza la madeja a otro niño quedándose el con una punta. El catequista lanza primero y cuando
recibe de vuelta, al final, responde las mismas preguntas, aclarando que está aquí para guiarlos a conocer
y amar más a Jesús, para que formen un grupo de catequesis unido y se integren con sus familias a la
comunidad parroquial, a través de la catequesis familiar.
Los niños levantan el trozo de lana y el catequista pregunta qué se formó. Luego comenta que es como una
tela de araña que representa a un grupo de catequesis unido.
Pide a cuatro niños ubicados en distintos extremos, que suelten el trozo de lana y pregunta: ¿Qué le pasó a
nuestra supuesta tela de araña? La tela de araña se ve mal tejida y suelta y representa desunión, falta de
comunicación, desgano, etc.
Para terminar, miran el dibujo en la guía y gritan juntos. ¡«Unidos somos fuertes»! El catequista les invita, a
pintar la frase:

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE


¡Vamos a encontrarnos con Jesús!
«Imaginándonos a Jesús.»
El catequista pide a cada niño que cierre los ojos (si tiene posibilidad, es
preferible con los ojos vendados) e imagine un paisaje maravilloso, puede
amenizar con sonidos según el relato. Puede usar frases como: «Es verano,
estás en un hermoso lugar, brilla el sol, se llenan de color las flores, vuelan las
mariposas, cantan los pájaros, sientes el agua que corre. De pronto ves a un
hombre que se acerca. ¿Quién será? Miras sus ojos bondadosos, sus manos y
sus pies heridos… poco a poco descubres que es Jesús. Él te da la oportunidad
de preguntarle algo: ¿qué le dirías? Da un tiempo y pide que abran sus ojos y
anoten en sus cuadernos la pregunta que hicieron a Jesús.
Después, les pregunta cómo se imaginaron a Jesús. Al terminar, dos o tres niños pueden leerla y los que
quieran pueden decir cómo piensan que hubiera respondido Jesús a esas preguntas.
Por último, el catequista invita a comentar lo que más les gustó de la actividad

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


La gente que rodeaba a Jesús también le preguntó muchas cosas y la respuesta de Jesús muchas veces
transformó sus vidas. El relato de los discípulos de Emaús nos presenta, a dos amigos de Jesús muy tristes
porque creían que estaba muerto y, después de crucificado, ya no lo verían. Con esta tristeza y duda en el
corazón, caminaban desde Jerusalén hacia un pueblo llamado Emaús.

Sentados en semicírculo frente al altar, el catequista pide que mientras leen, se fijen especialmente en los
sentimientos de los discípulos, en los sentimientos de Jesús y en lo que dice Jesús cuando habla del Pan.
Motiva a los niños para que en la hoja sigan con atención y en silencio la lectura.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 24, 13-35:


«El primer día de la semana1, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo
llamado Emaús. En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido. Mientras
conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos.
Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. Él les dijo: "¿Qué comentaban
por el camino?"
Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le
respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en
estos días!" "¿Qué cosa?”, les preguntó. Ellos respondieron: "Lo referente a

7
Jesús, el Nazareno2, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el
pueblo, y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y
lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera Él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días
que sucedieron estas cosas".
Jesús les dijo: "¡Hombres duros de entendimiento, como les cuesta creer todo lo que anunciaron los
profetas! ¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?" Y
comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas 3, les interpretó en todas las Escrituras 4 lo que
se refería a Él.
Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le
insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba". Él entró y se quedó con ellos. Y
estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se los dio. Entonces los ojos de
los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero Él había desaparecido de su vista. Y se decían: "¿No
ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?".»
Palabra de Dios

1. Se refiere al domingo. 2. Habitante del pueblo de Nazaret. 3. Hombres elegidos por Dios para guiar al pueblo en el camino de
la Alianza. 4. Se refiere a los libros de la Biblia. Los que nosotros llamamos Antiguo Testamento o escritos anteriores al
nacimiento de Jesús.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR:


El catequista invita a los niños a conversar y a responder en sus cuadernos.
1. ¿Qué sentían los discípulos antes del encuentro con Jesús? Sentían Inquietud y tristeza
2. ¿Qué sentían cuando caminaban con Jesús y escuchaban las explicaciones a sus dudas? Ardían sus
corazones.
3. ¿Cuáles eran los sentimientos de Jesús cuando acompañaba a Cleofás y su amigo? Acogida, interés
por ellos, verdad frente a sus dudas.
4. ¿Qué hizo Jesús con el Pan? ¿Han visto este signo alguna vez? Tomó el Pan, lo bendijo, lo partió y se
los dio. Este signo se repite en cada Eucaristía.
5. ¿Qué sentían los dos discípulos después de haber compartido el Pan? La seguridad y alegría de que
Jesús ¡estaba vivo!

Profundicemos
Al comenzar el relato te diste cuenta de lo triste que iban los discípulos hacia Emaús: ellos eran sus
seguidores, esperaban de Jesús que fuera un rey famoso, más poderoso que los romanos que habían
invadido su tierra. Sin embargo, las cosas no sucedieron como ellos esperaban. Jesús fue crucificado y
muerto. Toda su ilusión se terminó.

Pero mientras caminaban, Jesús Resucitado salió a su encuentro, les preguntó por qué iban tristes y,
usando las Escrituras, les explicó de nuevo lo que había pasado, los acompañó, compartió y partió para
ellos el pan. En estos gestos, ellos fueron capaces de reconocerlo y de llenarse nuevamente de esperanza.
Volvieron a Jerusalén para compartir la «Buena Noticia» con otros: ¡Jesús estaba vivo!

Hoy nosotros los catequistas somos como los discípulos de Emaús: queremos compartir la «Buena
Noticia» con ustedes, en este camino que iniciamos de la Catequesis Familiar. Este camino nos va a
ayudar a ir descubriendo la presencia de Jesús Resucitado, cómo sale a nuestro encuentro en los
acontecimientos y en las personas. Él recorre el mismo camino de nuestra vida. Nunca nos abandona,
aunque nosotros, como los discípulos, no nos demos cuenta de su presencia.

¡Respondamos a Jesús!
En círculo, los niños observan los dos corazones que están dibujados, uno
junto al otro. El de la izquierda representa el Corazón de Jesús y el
segundo el corazón de cada uno de ellos.

8
En el interior del Corazón de Jesús, escriben los sentimientos que de Él descubrieron en el relato de
Emaús, luego los leen en voz alta y el catequista los ayuda a valorarlos como regalo hacia ellos.
Luego, en el corazón personal, anotan en el borde «Mi corazón ofrece a Jesús» y en el interior tres
sentimientos de su corazón para regalar a Jesús al comenzar este año la Catequesis Familiar. Presentan
juntos el trabajo realizado.

¡En la Eucaristía está Jesús!


Al igual que los discípulos de Emaús, tenemos que aprender a reconocer a
Jesús en la Eucaristía: los niños de la catequesis familiar vamos a la
Eucaristía para celebrar que: ¡Jesús está vivo. (Este es el momento
oportuno para entregarle la hoja de la asistencia a la Eucaristía y explicarles
un poco el manejo de ella).

En el material de trabajo, aparece dibujado un camino que representa al que ellos hoy comienzan para
iniciar su vida eucarística
Hay también unas huellas en las cuales es criben los nombres de sus compañeros de grupo y de otras
personas que quieren que los acompañen en este camino catequesis familiar (padres catequista, miembros
de la familia, etc.).

El catequista explica que a Jesús lo iremos reconociendo especialmente en la celebración de la Eucaristía.


En ella se nos hace cercano, nos acompaña, nos vuelve a explicar las Escrituras y repite constantemente el
gesto de amistad, de partir el pan para nosotros. Resucitado, vive siempre con nosotros.

Al terminar leen y comentan el siguiente texto, que está escrito en sus hojas

¡Cada domingo celebramos que Jesús nos salvó, que por amor nos dio su vida y resucitó!
¡Los niños de la Catequesis Familiar vamos a la Eucaristía para celebrar que Jesús está
vivo!

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS


En cada encuentro queremos mirar a la Virgen María y aprender de ella a ser verdaderos
discípulos. A ella le pedimos que nos ayude a vivir y guardar en el corazón la Buena Noticia.
En círculo alrededor del altar, mirando la imagen de Jesús, los niños dicen
espontáneamente lo que más les gustó del encuentro.
El catequista pregunta: «De lo aprendido sobre Jesús ¿qué te gustaría
recordar siempre, guardándolo en el corazón?» invita a escribirlo en sus cuadernos
Luego leen y comparan las reflexiones del grupo con lo que allí dice. El catequista
complementa lo que pudo faltar.

«Todos los que comen de este único pan, partido, que es Cristo, entran en comunión con él y
forman un solo cuerpo en él.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, no 1329)

Jesús camina con nosotros, nos escucha y nos acoge.


Mirando la imagen de Jesús en silencio, se comprometen a hacerle un regalo: «Cada
mañana al despertar oren a Jesús diciendo: ¡Quédate con nosotros, Señor!» Ojalá
memoricen esta frase.
Oran juntos. El catequista dice una frase y los niños repiten.
Jesús, te damos gracias por este día ¡que saliste a nuestro encuentro!

9
¡Quédate con nosotros, Señor!
Que María, tu Madre, nos enseñe a amar y acoger a nuestra comunidad con los mismos sentimientos de tu
corazón. ¡Señor, que nuestro corazón se parezca al tuyo! Amén.

ENCUENTRO 2 «JESÚS COMPARTE NUESTRAS ALEGRÍAS Y TRISTEZAS»

«"La paz esté con ustedes... ¿De qué se asustan? ¿Por qué surgen dudas en su interior?"
Entonces les abrió la inteligencia para que comprendieran las Escrituras.» ( Lc 24, 36.38 y 45)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar,
reconozcan cuáles son sus inquietudes y experimenten que Jesús, al igual como hizo con
sus discípulos, los invita a compartir todo con Él y les regala su paz. Jesús es nuestra
esperanza, ¡venció la muerte!

MATERIALES:
El altar, Escarapelas. Biblia. Hojas para cada niño. Tarjetas con sus nombres. Un «Dado», que lleva
escrito en cada una de sus caras: ALEGRÍA, PENA, MIEDO, VERGÜENZA, RISA, ESPERANZA. Un
celular, un paquete, un sobre de carta y un dibujo de la hostia y el cáliz. Canto: Dios está aquí.
Para profundizar este tema puedes leer: Catecismo de la Iglesia Católica. Al tercer día resucitó de entre...
N. 645. Jesús resucitado establece con sus discípulos relaciones directas mediante el tacto (cf. Lc 24, 39;
Jn 20, 27) y el compartir la comida (cf. Lc 24, 30...). «Apariciones de Jesús Resucitado», Papa Juan Pablo
II https://www.aciprensa.com/fiestas/pascua/papa.htm
«Lc 24,35-48: Aparición de Jesús a los discípulos».
«Claves para vivir el evangelio de Lucas.» http://inpas.cl/datos/archivos/07012010_claveslc_e2.pdf

I. ACOGIDA
Saludo
El catequista acoge a cada uno de los niños con cariño y los llama por su nombre para que se sientan
identificados personalmente.

¡Te invitamos a rezar!


Al encender la vela, vuelve a recordar que es signo de la presencia de Jesús Resucitado. Luego
toman la hoja de catequesis y cantan: Dios está aquí

Dios está aquí… https://www.youtube.com/watch?v=-1lEvbddHD8

Dios está aquí Tan cierto como el aire que respiro,


tan cierto como la mañana se levanta, Dios está aquí, se siente fuerte su presencia entre
tan cierto que cuando le hablo Él me puede oír. nosotros,
más fuerte y más brillante que la luz del sol;
Dios está aquí y Él se goza en la alabanza de su pueblo, por medio del espíritu de amor.
pues sé que nos está hablando y transformando hoy;
nos manda su mensaje de amor. Dios está aquí, está aquí…

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
El catequista pregunta cómo les fue con el regalo para Jesús, si se acordaron de rezar por la mañana y de
ofrecerle a Jesús el día que comenzaba con la frase que habían aprendido: ¡Quédate con nosotros,
Señor! (Para que todos participen, sugerimos hacer tarjetas con sus nombres e ir sacándolas de una
canasta por turnos.) Es importante que anime a los que no lo hicieron.
A los que se les olvidó rezar en la mañana es bueno darles consejos sencillos y prácticos como el
siguiente: «para que no te olvides de rezar por la mañana, meter algo incómodo en el zapato que vas a

10
usar al día siguiente. Si te acordaste de rezar lo saca, si no lo hace… al meter el pie en el zapato ¡te vas a
acordar!» Los niños son muy creativos; se les puede pedir a ellos soluciones.

Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?

¡Conozcámonos más!
Los niños escriben su nombre en una hoja, como si fuera un título, y luego cada uno anota cinco
respuestas a la pregunta: «¿Cómo soy yo?» Puede ponerse un cartel con palabras como: GENEROSO,
ALEGRE, JUGUETÓN, CARIÑOSO, AGRADECIDO, ETC.

Cuando todos terminen afirman su hoja en el pecho con un gancho o cinta y recorren la sala buscando en
silencio a tres de sus compañeros para leer lo que escribieron. Para cerrar este momento, el catequista
puede guiarlos para que descubran que tenemos rasgos comunes.

Luego, en la hoja de trabajo completan la frase: «En esta actividad descubrí que…»
y finalmente comentan en plenario «¿qué aprendimos con esta dinámica?»
Una vez terminado el juego, se llevan la hoja a su casa

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE


¡Vamos a encontrarnos con Jesús!

En este ejercicio se trata de conocer, a modo general, las experiencias de vida, en relación con sus
alegrías, penas, esperanzas, miedos, risas, vergüenzas. La intención es ayudarlos a descubrir que, en el
camino de Catequesis familiar, Jesús nos invita a compartir todo lo que nos sucede. Él siempre tiene una
respuesta para nuestras inquietudes. Quiere que tengamos mucha confianza en Él, para que nuestros
corazones se llenen de la paz que Él nos regala.

Motivación: «A diario tenemos diferentes experiencias. Unas nos dan alegría, otras nos dan pena, nos
asombran o nos hacen experimentar risas o miedos. Hoy vamos a compartir algunos de estos momentos a
través de un juego».
Por turnos, lanzan el dado que lleva escrito en cada una de sus caras: ALEGRÍA, PENA, MIEDO,
VERGÜENZA, RISA, ESPERANZA. Según lo que salga en la cara del dado, ellos cuentan una experiencia
que hayan tenido con el sentimiento que les salió.
Para terminar, se pregunta: las experiencias que ustedes contaron, ¿se las contaron a Jesús? ¿Le cuentas
tus cosas a Jesús en algún momento del día?

Se invita a pintar la frase que dice:

Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


En el texto bíblico conoceremos un momento en la vida de Jesús donde sus amigos compartieron con Él
sus miedos, alegrías, dudas y esperanzas.
Se pide que, en el texto bíblico, se fijen, especialmente, en un momento en que los discípulos expresen
inquietud, otro en el cual ellos expresen alegría y finalmente que se fijen cuando Jesús habla de las
Escrituras. Pueden seguir la lectura del texto en su material de trabajo.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 24, 35-48:


11
«Los discípulos, que retornaron de Emaús a Jerusalén, contaron lo que les había pasado en el camino y
cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con
ustedes".
Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: "¿Por qué están turbados y se
les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no
tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo".
Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies.
Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó:
"¿Tienen aquí algo para comer?" Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; Él lo tomó y lo comió
delante de todos.
Después les dijo: "Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía:
Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los
Salmos".
Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió:
"Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por
Jerusalén, en su nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión
para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto"».
Palabra de Dios

PREGUNTAS PARA COMPARTIR:


En un ambiente de silencio, los niños leen las preguntas y elijen las que
puedan contestar, subrayando en el texto las respuestas. Luego comparten
con el grupo. El catequista completa aquellas respuestas que ellos no hayan
podido descubrir por sí mismos.

1. ¿Qué tenía tan inquietos a los discípulos? Que Jesús estaba muerto y se aparece «alguien» diciendo
que es Él.
2. ¿Cómo saluda Jesús a sus discípulos? Les dice “la paz esté con ustedes”.
3. ¿Qué pruebas da Jesús a sus discípulos, para tranquilizar a quienes dudan de que Él está vivo? Les
pide que toquen y vean sus manos y pies, con las marcas de la crucifixión. Luego come pescado delante
de todos.
4. ¿Cuál es la gran noticia que alegra a los discípulos? Que Jesús está vivo, ha resucitado.
5. ¿Qué regalo hace Jesús a sus discípulos para que puedan entender lo que pasó? Les abre la
inteligencia para que puedan comprender las Escrituras.
6. ¿A quiénes pide Jesús que lleven esta Buena Noticia? Primero a los habitantes de Jerusalén y luego al
mundo entero.
Profundicemos
Te habrás dado cuenta de lo sorpresiva que fue la aparición de Jesús y la asustada reacción de sus
discípulos. ¿Quién podía pensar en ese momento que la muerte podía ser derrotada? ¡Pero Jesús es la
Vida! ¡Viene a regalarles paz, no inquietud! Quiere mostrarles que está vivo y saluda anunciándoles la paz.
Saludo que será siempre el que distinga su llegada, después de su Resurrección.
Poco a poco Jesús se hace más cercano a su realidad. Se pone en medio de ellos, para que lo toquen,
reconozcan sus manos y sus pies, traspasados en la cruz. Él es el mismo: crucificado y resucitado.
Reconocerlo llena a los discípulos de alegría y paz.

Al igual que Jesús, debemos acoger, escuchar, compartir las necesidades y alegrías de los demás. Poco a
poco los que te vean reconocerán en nosotros los sentimientos del Corazón de Jesús.

¡Respondamos a Jesús!
«Un corazón como el de Jesús»
Los niños toman su hoja, reciben las instrucciones, miran los dibujos y leen el mensaje explicativo que hay
al lado de ellos, esta vez el trabajo será grupal-.

12
ACTIVIDAD QUE REALIZAN LOS NIÑOS:
Marca con una “X” si las siguientes acciones realizadas por estos niños muestran en ellos un corazón
semejante al de Jesús.

a) Pascual está preocupado e inquieto. Rafael, su hermano, lo nota y en vez de acercarse a él, se va a
jugar con sus amigos.
b) Sofía es acogedora con las personas que forman su grupo de catequesis, escucha a todos y
comparte lo que ella siente. Ella piensa que esto hace que todos conozcan mejor a Jesús.
c) Anita y Paula tienen miedo a la oscuridad antes de dormir. En catequesis aprendieron, que, si
hablaban de Jesús; Él estaría con ellas; entonces se pusieron a rezar, tuvieron paz y se durmieron.
d) Un grupo de amigos se divierte en el recreo. Llega Rafael a participar con ellos, pero uno de ellos se
burla de él y no lo acoge.
e) En la Eucaristía, Pascual escucha atentamente las lecturas de la Biblia. El sacerdote las explica para
que aprendamos que Jesús está vivo entre nosotros.
RESPUESTAS: Las alternativas que deberían llevar una “X” son: b, c y e.

¡En la Eucaristía, reconocemos a Jesús!


Jesús se hace presente con su Palabra en la Biblia. Hoy la comunidad cristiana se reúne en la Eucaristía para
celebrar a Jesús resucitado. Allí Él escucha nuestras inquietudes y alegrías. En ella nos encontramos con
Él en dos momentos claves: la Liturgia de la Palabra y la Liturgia de la Eucaristía
Se pone sobre la mesa: un celular, un paquete, una Biblia, un sobre de carta y un dibujo de la hostia y el
cáliz y se pregunta a los niños ¿con cuál de estos objetos Jesús se hace presente? Los niños tienen tiempo
para elegir los objetos correctos. El catequista muestra una Biblia y pregunta si oyeron textos de ella en la
Eucaristía.

Luego completan los dos dibujos y frases que allí aparecen.


El tema se cierra con la siguiente reflexión: En el texto de la aparición de Jesús a los discípulos, Él nos
muestra que quiso dar un paso más de acogida a sus amigos: no sólo conversó con ellos, sino que además
se quedó a comer. Este es un gesto de amistad por excelencia. Este mismo regalo es el que nos ofrece
cada semana donde, como amigo, nos regala su Palabra y se ofrece como alimento en la celebración de la
Eucaristía»:

La Liturgia de la Palabra y la Liturgia de la Eucaristía son los dos momentos principales de la Santa Misa.

ACTIVIDAD:
Observamos estos dos dibujos.
Completa en la línea de puntos la palabra que falta y en el círculo o cuadrado el objeto ausente.

13
La Liturgia de la Palabra La Liturgia de la Eucaristía
........................................................................ ........................................................................

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS


Cristo Resucitado se manifiesta a sus discípulos, «a los que habían
subido con Él desde Galilea a Jerusalén y que ahora son testigos
suyos ante el pueblo.»

(Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 647)

En círculo alrededor del altar, mirando la imagen de Jesús, oran juntos (el catequista dice una frase y los niños
la repiten):

¡Gracias, Jesús, porque puedo encontrarte en tu Palabra! ¡Gracias, Jesús, porque puedo encontrarte en la
Eucaristía! ¡Gracias, Jesús, porque puedo encontrarte en mi comunidad! Jesús, en este
momento quiero pedirte por alguien que necesita de tu paz y ayuda.
(En un momento de silencio cada uno piensa en alguien necesitado).
¡Viniste a regalarnos la paz!
¡María, Reina de la Paz; ruega por nosotros!
Amén.

El catequista invita a los niños a decir espontáneamente lo que más les gustó del encuentro.
Luego pregunta «¿Qué les gustaría recordar siempre de lo aprendido sobre Jesús, guardándolo en el
corazón?»

Jesús nos invita a compartir toda nuestra vida con Él.


Mirando la imagen de Jesús en silencio tratan de descubrir lo que Él les pide a través de este encuentro.
El catequista puede sugerir como respuesta o regalo a Jesús el siguiente: «Que cada noche, antes de
acostarse, cuenten a Jesús una alegría y una tristeza sucedida en el colegio, la familia, el mundo, etc.». Al
terminar le dirán:

¡Quédate con nosotros, Señor y danos tu paz!

ENCUENTRO 3 «JESÚS NOS CONOCE Y ESTÁ CON NOSOTROS»

14
«Ellos la echaron y la red se llenó de tal cantidad de peces que no podían moverla.
Entonces el discípulo a quien Jesús tanto amaba le dijo a Pedro: "¡Es el Señor"! Jesús les
dijo: "Vengan a comer algo."» (Juan 21,6b -7)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, agradezcan a Jesús
su amor por cada uno de nosotros.

MATERIALES:
Tarjetas con nombre para sacar por turnos a niños que quieran participar. Un papelito, doblado en
cuatro, para cada participante, uno de ellos lleva escrita una “X”. Un pañuelo, manta para vendar los
ojos de un niño. Respuestas del cuadro a completar anotadas en distintas hojas (cuadro respuestas).
Para profundizar este tema puedes leer en: – Catecismo de la Iglesia Católica: Evangelio Jn 21,4-13:
versículo 4 números 645-659; versículo 7 número 448,645; versículo 12 número 1166. Altar: números
1181ss, 1383, 2570, 2655. Amén: números 1061ss, 1396, 2856, 2865.
http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_ce3.pdf
– «Catequesis del Papa Benedicto XVI con los niños».
https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2005/october/documents/
hf_ben_xvi_spe_20051015_meeting-children.html
– «Temas litúrgicos», entre ellos la importancia del Sagrario, Altar y forma de hacer la genuflexión.
http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_sagrario_e3.pdf

I. ACOGIDA
Saludo
Se acoge y saluda a los niños, en un ambiente familiar.

¡Te invitamos a rezar!


Al encender la vela, el catequista pregunta qué significa cuando está encendida. Luego, en clima de
silencio y recogimiento, rezan con la oración que aparece en el material que recibieron

Jesús, ¡gracias por estar hoy entre nosotros!


Por haber escuchado cada noche nuestras alegrías y penas
Cada día, aunque yo no te vea, voy descubriendo cuánto me amas.
¡Quédate con nosotros Señor, enséñanos a descubrir tu presencia y danos siempre tu paz! Amén.

Pregunta: ¿Por qué después de cada oración decimos la palabra «Amén»? Se explica que la palabra amén
significa «así es», «así sea» y que decirla es un acto de fe, porque creemos que lo dicho por nosotros en la
oración es escuchado por Dios.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
Evalúa el compromiso del encuentro anterior:
¿Le contaste a Jesús una alegría y una tristeza del día, antes de acostarte?
¿Terminaste con la frase «¡Quédate con nosotros Señor, y danos tu paz!»?

Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?
¿Reconocieron momentos importantes de gozo, esperanza o tristezas y alegrías, que hayan vivido como familia?
¿Coincidieron en los sueños y esperanzas para la familia? ¿Descubrieron algo como familia?

¡Conozcámonos más!
«¡Hola! ¿Cómo estás?»

15
 Los niños se toman de las manos, hacen un círculo y reciben un papelito. Uno de estos papeles trae marcada una
«X», quien lo tenga pasará al centro del círculo y se le vendarán los ojos (también se puede jugar Tingo tango y a
quien quede se le vendan los ojos).
 En ese momento los jugadores del círculo comienzan a girar, despistando al niño vendado.
 Cuando el que está en el centro grita «Alto ahí» ¡todos se detienen!, entonces extiende su brazo y toca a un niño,
que debe decirle: «¡Hola! ¿Cómo estás?» Por la voz, el niño de los ojos vendados tendrá que adivinar quién habló. Si
no adivina, tendrá que tocar a otro hasta que adivine quién es.
 Al terminar, el que tenía los ojos vendados cuenta cómo adivinó quién era el que estaba al frente.

 Cierra la actividad diciendo: «Uno puede reconocer a alguien que no ve por los efectos de su voz, risa, pasos,
etc.».

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE


¡Vamos a encontrarnos con Jesús!
«Mirar a Dios con otros ojos», descubriendo su presencia en el amor, la generosidad, la alegría, la paz, etc.
La historia que sigue le ocurrió a un niño italiano llamado Andrés, quien en una ocasión visitó al Papa Benedicto XVI y
podía hacerle la pregunta que quisiera.
Los niños toman su material de trabajo uno de ellos lee en voz alta la pregunta que Andrés hizo al Papa:

«Mi catequista, al prepararme para el día de mi primera Comunión, me dijo que Jesús está presente en la Eucaristía.
Pero ¿cómo? Yo no lo veo».

Se pregunta qué habrían respondido ellos a Andrés. Luego lee la respuesta del Papa Benedicto XVI.

Papa Benedicto XVI:


«Sí, no lo vemos, pero hay muchas cosas que no vemos y que existen y son esenciales.
Por ejemplo, no vemos nuestra mente y, sin embargo, podemos razonar. No vemos
nuestra inteligencia y la tenemos. En una palabra, no vemos nuestra alma y, sin embargo,
existe y vemos sus efectos, porque podemos hablar, pensar, decidir, etc. Así tampoco
vemos, por ejemplo, la corriente eléctrica y, sin embargo, sabemos que existe, vemos
cómo funciona este micrófono; vemos las luces.
En una palabra, precisamente las cosas más profundas, que sostienen realmente la vida y
el mundo, no las vemos, pero podemos ver, sentir sus efectos. No vemos la electricidad, la
corriente, pero vemos la luz. Y así sucesivamente. Del mismo modo, tampoco vemos con
nuestros ojos al Señor Resucitado, pero vemos que donde está Jesús los hombres
cambian, se hacen mejores. Se crea mayor capacidad de paz, de reconciliación.»
Se comenta con los niños el texto.
Luego, dialogan con las siguientes preguntas:
¿Todas las cosas que existen se ven con los ojos?
Las cosas que no se ven, por ejemplo, el aire, ¿cómo lo percibimos?
Si a Jesús Resucitado no lo vemos, ¿cómo notamos su presencia?

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


En círculo, los niños leen el relato que narra cómo los discípulos al comienzo no reconocen a Jesús, pero luego, al ver
cómo actúa, tienen la certeza de que es Él. Deben fijarse, especialmente, en las necesidades de los discípulos y qué
hace Jesús para que lo «reconozcan». Pueden seguir la lectura del texto:
Para que puedan compartir la lectura, se pueden sortear los personajes, pero el catequista lee las palabras de Jesús.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan 21,4-13


 Narrador 1: Al amanecer, se presentó Jesús en la orilla del lago, pero los discípulos no lo reconocieron. Entonces
Él les preguntó:
 Jesús: Muchachos ¿tienen algo para comer?
 Discípulos: No.
 Narrador 2: Entonces Jesús les dijo:

16
 Jesús: Echen la red al lado derecho de la barca y encontrarán
peces.
 Narrador 3: Ellos la echaron y la red se llenó de tal cantidad
de peces que no podían moverla. Entonces el discípulo a quien
Jesús tanto amaba le dijo a Pedro:
 Juan: ¡Es el Señor!
 Narrador 4: Al oír Simón Pedro que era el Señor, se puso la
túnica y se lanzó al agua. Los otros discípulos llegaron a la orilla
en la barca, arrastrando la red llena de peces. Al bajar a tierra,
vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y
pan.
 Jesús: Traigan ahora algunos de los peces que acaban de
pescar.
 Narrador 5: Simón Pedro subió a la barca y bajó a tierra la red llena de peces; en total eran 153 peces grandes. Y,
a pesar de ser tantos, la red no se rompió.
 Jesús: Vengan a comer.
 Narrador 6: Ninguno de los discípulos le dijo: «¿Quién eres?» Porque sabían muy bien que era el Señor. Jesús se
acercó, tomó el pan y los peces en sus manos y los repartió.
Palabra de Dios

ACTIVIDAD GRUPAL: El catequista extiende las hojas desordenadas sobre una mesa o suelo. Los niños deben
elegir correctamente el lugar donde va cada respuesta.
La actividad consiste en completar aquellos espacios que están vacíos, relacionados con:
Palabras y acciones de Jesús. Respuestas de los discípulos. Efectos de ambos.

Palabras y acciones Respuesta


Efectos RESPUESTAS:
de Jesús de los discípulos
a) Jesús
Se presentó. • No lo reconocieron. • (No hay). planea cómo
ayudarlos.
a)
Preguntó: b) Por fin ven
• Le respondieron que no.
¿Tienen algo para comer? alimento cerca.
• La red se llenó de peces.
c) Se abre el
• El discípulo que lo amaba lo apetito de los
Les mandó: Tiren la red a
• Ellos la tiraron. reconoció. discípulos.
la derecha de la barca.
• Pedro oyó que era el Señor
y se tiró al agua. d) Los
b) c) discípulos se
Preparó el fuego, un pez y sienten acogidos,
el pan. Jesús conoce
sus necesidades
Pidió: Traigan ahora y es generoso
• Pedro subió a la barca y bajó
alguno de los peces que • La red no se rompió. con ellos.
la red con 153 peces.
acaban de pescar.
e) Se unen
d) para estar con
• Todos los discípulos
Dijo: Vengan a comer. Jesús.
reconocen a Jesús.
e) f) f) Los
Se acercó, tomó y repartió
discípulos
el pan y los peces. permanecen con
Jesús.

Finalmente, los niños responden oralmente las siguientes preguntas, que resumen lo esencial del objetivo:

17
¿Qué acciones realizó Jesús para demostrar su presencia a los discípulos?
¿Cómo se dieron cuenta los discípulos de que Jesús estaba con ellos?

¡Respondamos a Jesús!

«Sintiendo la presencia de Jesús»


El catequista comenta: «La presencia de Jesús, transforma para bien nuestras vidas.
Incluso en situaciones de dolor, enfermedad o muerte, Él está con nosotros para
consolarnos, fortalecernos, apoyarnos, etc. Aunque no lo veamos, muchas familias
acogen a Jesús y forman lo que llamamos: comunidad cristiana. Una comunidad cristiana
verdadera es aquella que hace lo que Jesús haría si estuviese en ese lugar.»

Los niños recuerdan un momento en que haya ayudado a alguien en su familia y lo anotan. Luego lo comparten y
reconocen el sentimiento que tuvieron cuando ayudaron. Se trata de que descubran que su acción es el efecto de la
presencia de Jesús en ellos y que es un regalo que el Señor les hizo.

Profundicemos

Jesús Resucitado se hace presente en la vida diaria de sus discípulos. Se dirige a ellos con cariño: los llama
«muchachos». Incluso cuando su trabajo parece superar sus fuerzas, planea cómo ayudarlos: Él sugiere una idea y
los discípulos con confianza le responden.
Nuevamente el amor de Jesús va más allá de lo esperado: se queda con ellos, prepara en el fuego pescado, pan, y
los invita a comer.

En los encuentros anteriores te dijimos que Jesús estaba con nosotros cada día; hoy te decimos que te ama a cada
instante. ¡Agradécele ese amor! ¿Cómo? Amando también a quienes te rodean y saliendo a su encuentro.

¡En la Eucaristía, reconocemos a Jesús!

Reconocemos los efectos de la presencia del Señor y descubrimos que dos de los lugares privilegiados para estar con
Él son: el Altar y el Sagrario.

Para leer juntos: «Jesús está siempre con nosotros, en todo lugar, pero hay dos lugares donde Él se hace presente en
una forma muy especial: el Altar (durante la consagración) y en el Sagrario (donde se guarda su presencia en las
hostias consagradas durante la Eucaristía)».

Se explica cada uno de los contenidos del material del niño, mostrando los dibujos y leyendo en voz alta la explicación
de cada uno. Si es posible, llevar al grupo al Templo, oratorio o la capilla para ver allí el Altar y el Sagrario. Frente al
último hacen la genuflexión.

En el Altar (durante la consagración) y en el Sagrario está Jesús: su presencia produce infinitos efectos. Para poder
recibirlos, nos invita a saludarlo y a estar con Él ahí.

Jesús acoge nuestras alegrías y necesidades, nos fortalece, transforma nuestro corazón, nos hace conocer su
voluntad… sobre todo nos ama y quiere que nosotros nos dejemos amar por Él.

En el Templo está el Altar: es la mesa en la cual se hace presente Jesús como Pan de Vida, en la Eucaristía.

El Sagrario o Tabernáculo es el pequeño recinto, a modo de caja o armario, donde se guardan las Hostias
Consagradas después de la celebración de la Eucaristía. De este modo puede ser llevada a los enfermos quienes
puedan comulgar ya que no pudieron asistir a la Santa Misa. También es el lugar donde Jesús sacramentado se
queda para que con tu familia lo vayan a visitar y puedan hablarle en oración.

18
Cuando está encendida, la lámpara del Sagrario indica que Jesús está presente en su interior. Si está apagada quiere
decir que el sacerdote o ministro de la comunión no dejaron allí Hostias Consagradas.

Si La genuflexión es un acto de adoración en el cual apoyamos nuestra rodilla derecha en el suelo, nos hacemos
pequeños frente a la grandeza de nuestro Dios. La hacemos cuando pasamos frente al sagrario o frente al altar si en
él está la presencia eucarística de Jesús.

Jesús nos ama con amor eterno.

¡Quiere que nosotros nos dejemos amar por Él!


Nos espera frente al Altar y al Sagrario.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

«Cristo Resucitado vive en el corazón de sus fieles. En Él los cristianos


saborean los prodigios del mundo futuro.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 655)

Los niños leen «Con la Virgen María, guardemos en el corazón». Se invita a


cada niño a conversar con Jesús en silencio, si es posible frente al Sagrario.

Al terminar leen juntos la frase:

Dejémonos amar por Jesús estando con Él frente al Altar y al Sagrario.

Se motiva a los niños a descubrir durante la semana la presencia de Jesús en su vida por sus efectos. El catequista
sugiere que el regalo para Jesús esta semana sea: «Visitar a Jesús en el Sagrario o buscar a una persona que no
sepa lo que es el Sagrario y enseñárselo».

• Rezan juntos esta oración:

Cuando me despierto en la mañana:


¡Gracias por estar ahí y escuchar mi oración!
Cuando voy al colegio:
¡Gracias, por las buenas ideas que me das, para alegrar
y hacer el bien a mis amigos y compañeros!
Pero, sobre todo, Jesús:
¡Gracias por quedarte en el Sagrario para que yo pueda visitarte,
hablarte, conocerte y ser más amigo tuyo!
Con María, cuida siempre a mi familia en sus necesidades.

Amén.

19
unidad 2: Jesucristo comparte nuestro camino
ENCUENTRO 4: «JESÚS NOS INVITA A CAMINAR CON ÉL»

«Una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. María sentada a los pies del
Señor escuchaba su palabra... "Marta, Marta, andas inquieta y preocupada
por muchas cosas, cuando en realidad una sola es necesaria."» (Lc 10,38-
39.41-42)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, reconozcan la invitación de
Jesús a escucharlo y compartir la fe en familia.

MATERIALES: Altar de catequesis. Biblia. Una imagen de Jesús traída por un niño de su casa para poner en el altar.
Una canastita o algo similar. Tarjetas con letras R-A-G-O-C-E.

I. ACOGIDA
Saludo:
Se acoge a los niños con alegría, se empieza a invitar por turnos a algunos de los niños a preparar el altar.

¡Te invitamos a rezar!

El objetivo de este momento es introducir a los niños en la oración de intercesión, es decir, el pedir por las
necesidades de otros, en este caso por las necesidades de sus propias familias.
Se entrega un papelito a cada niño explicándole que ahí van a pedir a Jesús algo bueno para sus padres o
acudientes. Luego cada uno deja su papelito en el altar en una canastita o algo parecido.
Se invita a orar todos juntos, diciendo:

Querido Jesús,
hoy nos reunimos para decirte que somos felices cuando estás entre nosotros.
Queremos pedirte que también estés presente en nuestras familias.
Para ella queremos pedirte … (Cada uno piensa o, si quiere, dice en voz alta lo que quiere pedir para sus papás.)
Que nuestros padres y hermanos también estén dispuestos a acogerte y conocerte más.
Extiende tu bendición sobre nuestra familia, nuestro Catequista y nuestro grupo. Amén.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
 Se pide a los niños que lean la cita escrita junto al título del tema anterior y se pregunta qué enseñanza recuerdan.
 Luego se pregunta a los niños si mostraron o enseñaron a alguien lo que es un Sagrario.

Encuentro familiar
• ¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?
• ¿Colocaron el cirio encendido como signo de la presencia de Dios?

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE

¡Vamos a encontrarnos con Jesús!


El objetivo de esta experiencia de vida es hacer que los niños comprendan el verdadero significado de la palabra
«acoger».
 Se colocan esparcidas sobre la mesa las siguientes letras que trajiste recortadas: R-A-G-O-C-E y se pide a los
niños que ordenen las letras de tal modo que formen una palabra.
 Cuando hayan formado la palabra ACOGER, cada uno debe escoger una de las letras y busque una palabra que
tenga que ver con la acción de acoger e inicie por la letra que escogió. Por ejemplo: yo escojo la «E» porque acoger

20
es «ESCUCHAR». (Palabras sugeridas a= acompañar, amar; c= cariño, comprensión; o= organizar, ordenar; g=
generosidad; e= escuchar; r= recibir).
 Con el aporte de los niños, damos un nuevo significado a lo que es acoger.
 Ya que sabemos lo que es acoger: ¿qué hacen en tu familia para preparar la llegada de una visita muy querida o
importante? ¿qué siente nuestro corazón cuando nos preocupamos de acoger?
 Coloreen el mensaje que está en la hoja.

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


El objetivo es que los niños, a través de este texto bíblico, descubran que a Jesús también le gusta que lo acojamos y
escuchemos en familia, sin distraernos con otras cosas que no son tan necesarias. Sólo así podremos reconocer en
familia su amor. (Se pide a los niños que se sienten en semicírculo frente al altar, y sigan con mucha atención y en silencio la lectura) .

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 10,38-42:


«Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa.
Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su
palabra.
Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, se acercó a Jesús y
le dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile
que me ayude."
Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas,
y, sin embargo, una sola cosa es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le
será quitada."»
Palabra de Dios

Se pregunta a los niños si hay una palabra o frase que no hayan entendido. Sugerimos explicarles con sencillez y
claridad.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR:

(Antes y después de que trabajen las preguntas es conveniente crear un ambiente de silencio.) Se pide a los niños que lean las
preguntas para reflexionar el texto, dando tiempo para que piensen las respuestas. La reflexión conviene realizarla en
forma oral invitando a responder a los niños que quieran participar libremente.
1. ¿Quién recibió a Jesús en su casa cuando Él entró en un pueblo? Marta.
2. ¿Con quién vivía Marta? Vivía con su hermana María
3. ¿A qué se dedicó Marta después que Jesús entró en su casa? Marta se puso a hacer los quehaceres de la casa.
4. ¿Qué hizo María cuando Jesús estaba en su casa? María se sentó a los pies de Jesús a escuchar su palabra.
5. ¿Qué sentía el corazón de Marta? Sentía inquietud y agitación porque María no la ayudaba en los trabajos de la
casa.
6. ¿Qué sentiría el corazón de María? Respuesta Personal (Paz e interés por escuchar a Jesús).
7. ¿Qué era lo más importante para Jesús? Que Marta y María aceptaran su invitación a escucharlo y acogerlo en
familia.

Profundicemos
Las hermanas Marta y María pueden compararse con dos grupos de personas: cada uno de ellos se relaciona de
distinto modo con Jesús. Observa cómo lo hacen: el grupo de personas que se parece a Marta acoge a Jesús, pero le
cuesta darse un tiempo tranquilo para aprender de Él. El grupo que se parece a María lo escucha como a un Maestro,
poniéndose a sus pies.
Marta reclama a su hermana María y corre el riesgo de arrastrarla a muchas preocupaciones que ahogan el mensaje
que Jesús quiere transmitir. María escucha y aprende de Jesús, pero corre el riesgo de quedarse sin hacer nada para
acogerlo y manifestarle su amor.
¿Qué quiere Jesús de nosotros? Quiere que cada uno de nosotros lo acoja en forma personal y en familia. Que se dé
el tiempo para escucharlo y servirlo. De tal manera que las muchas actividades no ahoguen lo fundamental y así
juntos pongamos por obra su mensaje.

¡Respondamos a Jesús!

21
El objetivo de este momento es que los niños descubran cómo ellos en la vida diaria pueden dar a Jesús el primer
lugar. Para terminar, se puede relacionar la actitud de María con el primer mandamiento de la ley de Dios.
Pregunta: ¿Qué hubieras hecho si estuvieras en el lugar de las dos hermanas? ¿Por qué? Comenta sus respuestas.

Indica a los niños que anoten una lista de diez acciones importantes que a ellos les guste realizar cuando están en
su casa, un día cualquiera de la semana. Pidamos que las ordenen colocando lo que para ellos es lo más importante
con el N. 1, lo que le sigue en importancia con el N. 2, y así sucesivamente hasta enumerar todas las acciones.
Luego comparten el trabajo realizado.
Ahora, invítalos a imaginar que Jesús se alojará en sus casas por un día: ¿habrían puesto las acciones anteriores en
el mismo orden?
Pídales que vuelvan a enumerarlas, pensando que ahora Jesús está en la familia con ellos. Pueden cambiar alguna
acción para darle mayor presencia a Jesús en sus familias.
Comenten si hubo cambios con la presencia de Jesús, si alguien se había olvidado de Él en la primera parte, ¿cómo
darse cuenta de la presencia real de Jesús entre nosotros?
Pedir a los niños, que coloreen el mensaje de su guía.

¡En la Eucaristía, es Jesús quien me invita!


En este momento enriquecerás el encuentro orientándolo hacia un tema eucarístico. Guiarás a los niños para que
reconozcan el domingo como el día del Señor, día en que Jesús nos invita a escuchar su Palabra y a estar con Él.

Pedir a los niños que contesten las siguientes preguntas: ¿Cuántos días tiene la semana? ¿Cuántas horas tiene un
día? ¿Cuántas horas tiene una semana?

Una vez que hayan calculado que la semana tiene 168 horas, se puede hacer con ellos la siguiente reflexión:
Como saben, cada semana tiene siete días. Si calculamos el número de sus horas tendríamos que multiplicar 7 días
por 24 horas; eso nos da un total de 168 horas. Jesús nos invita a estar todos los días con Él, pero hay una hora de la
semana que para Él es muy especial, es la hora de la Eucaristía, donde ha preparado todo para acogernos en familia.
Jesús quiere regalarnos su perdón, su Palabra, su presencia, su bendición. ¡Cómo no acoger su invitación y regalarle
1 hora de nuestro tiempo! La Iglesia eligió el DOMINGO como DÍA DEL SEÑOR porque es el día en que Jesús
resucitó. También, para facilitar el horario de la familia.
En la semana, dejamos un día especial para acoger, en familia, la invitación de Jesús: es el domingo, el día del
Señor.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

El objetivo en este momento es que los niños descubran que aquello que aprendieron en el
encuentro es motivo para alegrarse y celebrar.

«El Señor nos invita a descubrir que sólo Él tiene palabras de vida eterna, y que acoger en la
fe el don de su Eucaristía es acogerlo a Él mismo.»
(Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1336)

A continuación, se pide que observen la imagen de Jesús en silencio y que le hagan un regalo:
«Invitar a los papás a asistir a la Eucaristía dominical y comprometerse a estar atentos en
escuchar las enseñanzas de Jesús.»

 Se pide a los niños que se acomoden en semicírculo alrededor del altar.


 Se invita a decir espontáneamente lo que más les gustó del encuentro.
 «De lo aprendido sobre Jesús ¿qué te gustaría recordar siempre, guardándolo en el corazón?» escribir en su
cuaderno
 A continuación, se lee con los niños y se comparan las reflexiones del grupo con lo que allí dice, complementando
lo que pudo faltar.

Jesús sale a nuestro encuentro en familia;


quiere estar con nosotros y nos invita a acogerlo.

El catequista enciende la vela del altar e invita a los niños a repetir con él la siguiente oración:

Jesús, te damos gracias porque nos invitas a estar contigo.

22
Queremos acoger tu invitación y participar en la Eucaristía cada domingo.
¡Ayúdanos a estar atentos!
Que nada nos distraiga para que, al igual que María, estemos siempre cerca tuyo.
Amén.
Al final del encuentro se puede invitar a los niños a saludar al Santísimo y dejar allí los papelitos en los cuales ellos escribieron una
oración por sus papás.

ENCUENTRO 5 «JESÚS NOS INVITA A RECONOCERLO EN LA VIDA DE


NUESTRA FAMILIA»

«Celebraban unas bodas… María dijo a Jesús: "No tienen vino." "Hagan todo lo
que Él les diga..." "Llenen las tinajas de agua..." Probó el agua convertida en
vino. Todos creyeron en Él.» Jn 2,1.3.5.7-8.11)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis, descubran en su vida familiar la acción
amorosa y activa de Jesús.

MATERIALES: Altar. Biblia. Una imagen traída por un niño de su casa. Una canastita o algo similar. Papelitos. Seis
tinajas pueden ser recortadas en papel.
Para profundizar este tema puedes leer en: http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_ce5.pdf
Catecismo de la Iglesia católica Numerales: 2618, 438, 538, 901, 916, 931, 932, 933.

I. ACOGIDA
Saludo:
Acoger a los niños e invitarlos a preparar el altar.

¡Te invitamos a rezar!


Hoy queremos seguir introduciendo a los niños en la oración de intersección, pidiendo por las necesidades de toda su
familia. Se entrega un papelito a cada niño y se explica que ahí van a pedir a Jesús algo bueno para sus hermanos,
abuelos y parientes. Se realiza la oración que también los niños tienen en su material.
Querido Jesús, queremos acoger tu invitación para compartir nuestra fe en familia.
Vamos a tu encuentro para escucharte y descubrir los momentos del día en que estás con nosotros.
Hoy queremos pedirte especialmente por nuestros hermanos, abuelos y parientes,
(Cada uno escribe en el papelito lo que pide para ellos.)
Recibe nuestra oración: Te pedimos que descubran tu presencia en sus vidas.
Con María, bendice a nuestra familia, a nuestro Catequista y a este grupo. Amén.
Se recogen los papelitos y los coloca en la canasta o recipiente, frente a la imagen del altar.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
Se pide a los niños que lean la cita escrita junto al título del tema anterior y pregunta qué enseñanza recuerdan.

Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?
¿Cómo les fue en el diseño del horario familiar?

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE


¡Vamos a encontrarnos con Jesús!
El objetivo de esta experiencia de vida es hacer que los niños descubran, en su vida familiar, la acción amorosa y
activa de Jesús. Se lee con los niños el relato de la «Visita de la Abuela Ana».
Si aparece en el grupo la inquietud por la intercesión de los santos, es decir, las ayudas y gracias que nos llegan por
ellos, el catequista aclara que todo regalo o favor de los santos proviene de Jesús.
LA VISITA DE LA ABUELA ANA

23
«Anita y David esa tarde corrieron desde el colegio a casa. Estaban felices porque la abuela Ana, mamá de su mamá,
había avisado que llegaría a la hora del té. Al llegar a casa, Anita y David saludaron con cariño a su mamá, quien
estaba en la cocina terminando de hornear un rico panqueque.
— Mmm ¡qué bien huele! —dijo David.
—¿Necesitas ayuda? —preguntó Anita.
—Sí —contestó la mamá—, vayan pronto a ordenar sus cosas, se cambian y bajan a ayudar.
Los niños dejaron ordenadas sus cosas del colegio; Anita se puso un lindo vestido y David su pantalón nuevo.
—¡Están muy arreglados! ¡Los felicito! Es un signo de cariño y acogida para su abuela, vayan al comedor a poner la
mesa.
David colocó los platos y los cubiertos y Anita el mantel bordado, ese que a la abuela Ana tanto le gustaba. El
panqueque de miel lo colocaron al centro de la mesa; sabían que era el favorito de su abuela.
¡Riiiiiiiiiiiing! Sonó el timbre y todos corrieron a la puerta, ¡qué abrazo grande y cariñoso dio la abuela a todos! De
regalo traía una rica mermelada de mora, ¡la preferida de los niños!
Después de dar algunas noticias del resto de la familia, la abuela Ana fue invitada a pasar a la mesa. ¡Qué admirada
quedó nuevamente al ver el mantel y el sabroso panqueque de miel!
Cuando celebraban este encuentro, a Anita se le ocurrió preguntar a la abuela hace cuánto tiempo que ella conocía a
Jesús.
La abuela, dando un suspiro y colocando una sonrisa en su rostro, comenzó a recordar su infancia:
_ Ana, cuando tenía tu edad, yo vivía con papá en Buenos Aires. Saben que mamá murió apenas yo había nacido. Y
todos los veranos, mi padrino nos invitaba a su campo en Chacabuco. En el campo, el padrino tenía una pequeña
capilla junto a la casa y le gustaba llevarnos ahí a rezar y a enseñarnos la vida de Jesús. Nos hablaba de Jesús con
un amor tan grande que sentíamos la acción amorosa y activa de Dios cada día.
Recuerdo que nos decía: "Cuando miro la inmensidad de la llanura y el ancho cielo, pienso en Dios. Todo lo que veo
me lleva a Dios. Doy gracias a Dios de pasarlo bien en todas partes porque donde vaya estoy con Él."
_ En ese momento llegó don José, el papá de Anita y David. Se alegró mucho de ver a la abuela Ana, pero más le
llamó la atención la cara llena de alegría de su señora e hijos, oyendo hablar de Jesús a su suegra. Recibiendo el
cariñoso saludo de todos, se sentó a la mesa y, al oír que se hablaba de Dios, dio gracias por la presencia amorosa
de Jesús en su familia. Él traía la alegría. ¡Parecía una tarde de fiesta!»

• El catequista retoma el relato y comenta con los niños qué nos hace sentir en fiesta cuando estamos en familia.

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


El objetivo es que los niños descubran, a través de este texto bíblico, que Jesús actúa amorosamente en las familias
que necesitan ayuda, incluso cuando todo parece imposible.
• El catequista pide a los niños que formen un semicírculo y se sienten.
Elige entre ellos al que va a representar a: los novios, Jesús, María, dos sirvientes, el encargado de la fiesta y
narradores. El resto de los niños son los invitados a la fiesta.
• A medida que el narrador los va nombrando, los niños van participando en la actuación.
• Se subraya que, al actuar, se fijen especialmente en el problema que había en la fiesta de matrimonio, en la actitud
atenta y servicial de María y en la acción de Jesús para solucionar el problema.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan 2,1-12:


Narrador: Se celebraron unas bodas en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado
con sus discípulos. (Salen los novios y María. María camina entre los invitados y luego se acerca a Jesús .)
Narrador: Como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo:
María: «No tienen vino».
Narrador: Jesús le respondió:
Jesús: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía».
Narrador: Pero su madre dijo a los sirvientes:
María: «Hagan todo lo que Él les diga».
Narrador: Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de
los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes:
Jesús: «Llenen de agua estas tinajas». (Los sirvientes buscan las tinajas y hacen como
que las llenan.)
Narrador: Jesús les pide:
Jesús: «Saquen ahora y lleven un poco al encargado del banquete».
Narrador: Así lo hicieron. El encargado probó el agua cambiada en vino y, como ignoraba su origen, aunque lo sabían
los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: (El encargado se acerca al novio.)

24
Encargado: «Siempre se sirve primero el buen vino y, cuando todos han bebido bien, se trae el de calidad inferior. Tú,
en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento».
Narrador: Éste fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus
discípulos creyeron en Él.

ACTIVIDAD GRUPAL:
El catequista pregunta a los niños si hay una palabra o frase que no entiendan. Les explica con sencillez y claridad.
• Da un tiempo para que piensen las respuestas.
• Esta vez realiza la reflexión en forma oral, invita a responder a los niños que quieran participar.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR:


1) ¿Qué faltó en la celebración? Vino
2) ¿Quién se dio cuenta? María.
3) ¿Quién solucionó el problema? Jesús.
4) ¿Qué hizo Jesús para que el ambiente de alegría de la fiesta, no se transformara en preocupación para la familia?
Convirtiendo el agua en vino.
5) ¿Qué nos enseña María con la frase: «hagan lo que Él les diga?». Que tenemos que hacer siempre lo que Jesús
nos pide.

Profundicemos
En Caná de Galilea, se celebra una boda. Jesús y su madre participan de ella. Comparten su alegría y el gozo de la
fiesta. María, se da cuenta de que se había acabado el vino. Discretamente, acude a su hijo Jesús para manifestarle
esta situación.
• Jesús atiende esta necesidad y convierte el agua en vino. Dios, que es amor infinito y que nos amó primero, está
siempre pendiente de nuestras vidas, de nuestras situaciones, de nuestras familias. Sus gestos de amor hacia
nosotros nos rodean por todos lados. Es necesario agudizar el oído, la visión, el corazón para descubrirlos,
admirarnos y vivir agradecidos.
• Vivir en familia es una invitación a reconocer y vivir la presencia de Jesús, los gestos de su amor.

¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es que los niños descubran que Jesús actúa en sus familias.
• Los niños observan su material donde se encuentra dibujada Inés junto a su familia. Entre todos anotan en las
burbujas palabras que representan acciones que dan vida y alegría a las familias.
• Luego de escribir las acciones, el catequista pregunta si Jesús estaría contento al mirar las palabras de las burbujas.
• Luego pregunta: de las palabras anotadas ¿cuáles creen ustedes que representan regalos que Jesús da a las
familias para que sean mejores? Pide que las subrayen.
• Comenta el trabajo realizado y conversa sobre la buena acogida que pueden dar las familias a Jesús, en las
acciones de cada día.

¡La Eucaristía es una fiesta con Jesús!


En este momento se orienta el encuentro hacia un tema eucarístico. Harás
comprender a los niños que todo lo que vivimos en la Eucaristía es como una fiesta
con Jesús.

• Sería muy lindo que canten juntos esta canción u otra que conozcas y que se
relacione con el tema:

Estamos de fiesta con Jesús

25
Estamos de fiesta con Jesús; Poderoso es nuestro Dios. (4)
al Cielo queremos ir.
Estamos reunidos en la mesa El sana, él salva:
y es Cristo quien va a servir. poderoso es nuestro Dios.
Bautiza y limpia:
poderoso es nuestro Dios.
Se pide a los niños que tomen un lápiz de color y subrayen en el canto, las acciones de Jesús que en la Eucaristía lo
hacen presente para regalarnos: su amistad, su salvación, su palabra y su alimento.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

«La Madre de Jesús ruega a su hijo por las necesidades de un banquete de bodas, signo de otro
banquete, el de las bodas del Cordero que da su Cuerpo y su Sangre a petición de la Iglesia, su
Esposa.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2618)

Los niños, puestos en círculo alrededor del altar, fijan su mirada en la imagen de Jesús.
• El catequista los invita a decir qué es lo que les gustó más del encuentro.
• Luego pregunta: «De lo aprendido sobre Jesús ¿qué te gustaría recordar siempre, guardándolo
en el corazón?» anotarlo en el cuaderno

• A continuación, leen en su material y comparten las reflexiones del grupo con lo que allí dice.
¡Gracias, Jesús, por los momentos que, en familia, estás con nosotros!
• En la Eucaristía, reconocemos el gesto de amor por excelencia. Jesús se nos regala por completo. En su Cuerpo y
Sangre, en el Pan y el Vino consagrado, se hace comida y bebida para nuestra Salvación.
• El próximo domingo, Jesús los invita a celebrar su Resurrección en la Eucaristía. Regálenle una actitud atenta y
participativa.

El catequista enciende la vela del altar y hace que repitan con él la siguiente oración.

Jesús, te damos gracias por todos los momentos que, en familia, estás con nosotros.
Cuando somos generosos para ayudar a mamá; cuando escuchamos a papá;
cuando jugamos unidos con los hermanos; cuando perdonamos que nos molesten;
cuando ayudamos a otros …
(… cada niño dice voluntariamente un momento que lo hace feliz al estar en familia ).
Que, al igual que en Caná, María nos ayude a estar atentos
para pedir a Jesús lo que es necesario en nuestras familias. Amén.
Recoger los papelitos de peticiones dejados en la oración inicial, y darlos a un sacerdote para que ofrezca una Misa por esas intenciones.
ENCUENTRO 6 «JESÚS NOS INVITA A COMPARTIR LA
FE CON NUESTROS HIJOS»
«Dejen que los niños vengan a mí, no lo impidan, porque de los que
son como ellos es el Reino de Dios". Entonces Jesús los abrazaba
y los bendecía imponiéndoles las manos.» (Mc 10,13.16)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar,
descubran que Jesús ama de un modo muy especial a los niños y pide a los padres
que cuiden que nada les impida estar con Él.

MATERIALES: Altar. Biblia.Un dibujo de Jesús al medio y rodeado de niños de diferentes razas ubicados en sus
propios continentes donde dentro esté escrito: Hoy rezamos por los niños de América, Asia, África, Europa y Oceanía.
• Para profundizar puedes leer Catecismo de la Iglesia Católica: números 1244, 1261, 699. Consagración: números
1373ss.

I. ACOGIDA

Saludo
se recibe a los niños que van llegando, saludándolos por su nombre, preguntándoles cómo están.
• Se les invita a preparar el altar.

¡Te invitamos a rezar!


El objetivo de este momento es reforzar en la oración de los niños lo que llamamos la oración de intercesión, es decir,
el pedir por las necesidades de otros, en este caso por las necesidades de los niños del mundo. Si fuera necesario,
repasen nuevamente el significado de los gestos, signos y palabras que usamos en la oración, para que así sigan
teniendo significado para los niños: vela encendida, el canto en la oración y la palabra «amén», lo que llamamos
intercesión, etc.
• Junto a la vela encendida se coloca el dibujo de Jesús rodeado de niños y se explica que los niños del dibujo
representan a los niños del mundo, incluyéndolos a ellos.
• Se pide a cada niño que escriba alrededor de los niños dibujados, una petición, para que Jesús los ayude en algo
importante que necesiten. Se hace la siguiente oración (También está en la guía de los niños):

Querido Jesús, tu presencia nos trae amor y buenos ejemplos de vida.


Queremos parecernos más a Ti
Hoy te pedimos especialmente por los niños del mundo…
(Cada uno va leyendo lo que escribió en el dibujo.)
Que quienes nos diste como padres y hermanos nos lleven siempre a tu encuentro.
Que tu bendición descanse sobre nuestra familia, nuestro catequista y nuestro grupo. Amén.

Los niños, por turno, llevarán a su casa el dibujo de Jesús completado en la actividad, para que, al rezar durante la
semana, pidan por los niños del mundo.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
Se pide a los niños que lean la cita escrita junto al título del tema anterior
preguntándoles qué enseñanza recuerdan.

Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más
les gustó?
¿Cómo les fue anotando en las siluetas los gestos de cariño y amor que cada uno aporta a la vida familiar?

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE


¡Vamos a encontrarnos con Jesús!
El objetivo de esta experiencia de vida es hacer que los niños tengan la experiencia de un amor protector,
incondicional y generoso.
• Se pide a los niños que observen, la imagen de su ficha y se le pregunta a cada uno cuál es el cachorrito que más
les gustaría tener y por qué.
• Luego se les vendan los ojos o los invita a cerrarlos e imaginar que de regalo tienen en sus brazos al cachorro
elegido, que lo tocan, lo abrazan, quieren protegerlo para que nada le pase y no separarse nunca de él, y se les indica
que expresen, sin abrir los ojos, lo que sienten en ese momento.

• Una vez que se e expresaron, se les propone imaginar que le quieren arrancar de los brazos al cachorrito y que
digan una vez más lo que sienten, sin abrir los ojos.
• Para terminar, que piensen que aparece en ese momento una persona que los defiende para que el cachorrito
permanezca en sus brazos. Se da una señal para que abran los ojos y comenten libremente la actividad realizada.

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


• El catequista pregunta: ¿Conocen un momento en la vida de Jesús en el cual demostrara un amor de predilección
por los niños?
• Para profundizar en el tema pide a los niños, que, con mucha atención y silencio, en su guía leeremos en forma
alternada (sugerimos que comience el y que, cuando la frase cambia estilo o color, la retome uno de ellos ampliando
la participación de los lectores a medida que la lectura avanza).

✠ Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Marcos 10,13-16:


«Le trajeron unos niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Al ver esto, Jesús se
enojó y les dijo: Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que
son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño no entrará en él. Después los
abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos.»
Palabra de Dios

Actividad grupal:
• Preguntar a los niños si hay una palabra o frase que no entiendan y explicársela con sencillez y claridad, luego
resolvemos las preguntas, dando un tiempo para que piensen las respuestas.
1) ¿Qué dijo Jesús cuando algunas personas alejaban a los niños de su presencia? Jesús dijo: «Dejen que los niños
vengan a mí».
2) ¿Qué hizo Jesús cuando los niños se acercaron a Él? Jesús los abrazó y los bendijo.
3) ¿Qué regala Jesús a quienes son como niños? Les regala la posibilidad de vivir con Él en el Reino de su Padre.
4) A través de este texto bíblico, ¿qué les está pidiendo Jesús a todos los niños y papás del mundo? A los padres les
está pidiendo que lleven a sus hijos hacia Él, y a los niños les está diciendo que se «tomen de la mano de Jesús» para
llegar al Reino.

Profundicemos
En el texto que acabamos de escuchar, los discípulos se enojan con los niños y Jesús se enoja con los discípulos. Les
da una enseñanza de lo que deben aprender de ellos. Los niños son merecedores de respeto y cariño; tienen libre
acceso a Jesús, nadie lo puede impedir. A demás, para San Marcos, los niños son ejemplo de cómo acoger el
Reinado de Dios, quizás por la sencillez sin prejuicios, o por el abandono confiado, o bien por el espíritu filial (de hijos)
que se revela en ellos.
• Cada uno de nosotros, como hijo, debe acoger la invitación de Dios, siendo sencillos y confiados.

¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es que los niños se sientan tan amados por Jesús que puedan descubrir la alegría que
da el que sus papás, o alguien que los quiere mucho, los ayuden a responder a ese amor de Jesús por ellos.
• En su guía, deberán escribir una acción del papá, la mamá o alguien que los quiere, que los ayuda para conocer y
amar más a Jesús. Por ejemplo: «a la noche antes de acostarme, mis papás nos llaman para que recemos juntos».
• Luego ponen en común el trabajo realizado.
¡En la Eucaristía, Jesús nos bendice!
El encuentro se orienta ahora hacia un tema eucarístico. El catequista ayuda
a comprender a los niños que somos especialmente bendecidos por Dios en
la Eucaristía.
• ¿Qué día de la semana es tan especial, que Jesús pide a toda la familia que
vayan a visitarlo a la Eucaristía?
• ¿Saben ustedes por qué es el domingo el día del Señor?
• se observa y comparte el contenido de la guía de los niños.
Al final de la celebración de la Eucaristía, el sacerdote, representando a
Jesús, nos da una bendición. Esta bendición es como «el abrazo» que Jesús
dio a los niños, es el momento que con todo su amor nos regala la fuerza
para vivir en la semana las enseñanzas que escuchamos en el Evangelio. Él nos envía a vivir cristianamente.
Se invita a los niños que memoricen el siguiente verso, los que lo hagan puedes premiarlos con un pequeño regalo.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

«Es apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo.»
(Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1261)

•El catequista ayuda a los niños para que tomen conciencia de que, en la
Eucaristía, muchos niños no participan: juegan atrás, salen al jardín, llevan un
objeto para hacer otra cosa. Otros en cambio participan: cantando, rezando,
escuchando, etc. Cada una de estas buenas actitudes es como acoger el abrazo
de Jesús.
• Por eso se pide a los niños que se acomoden en círculo alrededor del altar, de modo que puedan
fijar su mirada en la imagen de Jesús, y se los invita a decir espontáneamente qué es lo que les
gustó más del encuentro.

• «De lo aprendido sobre Jesús ¿qué te gustaría recordar siempre, guardándolo en el corazón?»
• A continuación el catequista lee con los niños y comparan las reflexiones del grupo con lo que allí dice.
Complementa lo que pudo faltar.
Jesús ama a los niños y los bendice.

• Se propone a los niños dibujar una tarjeta de invitación. En ella invitarán a los papás, o a alguien que sientan que los
quiere mucho, a no faltar a la Eucaristía el próximo domingo, en lo posible junto a su familia.

• Se enciende la vela del altar y se invita a los niños a cantar la siguiente canción:

Yo tengo un amigo que me ama,


me ama, me ama.
Yo tengo un amigo que me ama;
su nombre es Jesús.

• Los niños, la segunda vez, pueden reemplazar la palabra ama por invita, luego por abraza y por último por bendice.
unidad 3 Jesucristo da cumplimiento a la obra salvadora de
Dios
ENCUENTRO 7 «DIOS NOS CREÓ PARA LA COMUNIÓN»
«El Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un
aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente. Luego, formó una
mujer y se la presentó al hombre. El hombre exclamó: “¡Esta sí que es hueso de
mis huesos y carne de mi carne!"» (Gn. 2,7.22-23)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños a admirar la bondad de la Creación de Dios y agradecer
que Él nos haya llamado a la vida y a la comunión.
MATERIALES: Altar de catequesis, Biblia. Imagen de Jesús. Melodía del canto. Imágenes de la Creación.
Imágenes de la naturaleza (paisajes, animales, personas, etc.) o revistas para recortar. Una caja que tiene
un espejo adentro (pegado al fondo). • La canción final puede reemplazarse por otra que agradezca o alabe
la obra del Creador.
• Para profundizar este tema:
- Catecismo de la Iglesia Católica: números 243, 337-344, 703-704, 1218.
http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_ce7.pdf
- Evangelio de San Juan 6,47-51, donde se destaca que es el amor de Jesús el que sobrepasa toda
dimensión de lo creado, al hacerse Pan de Vida para nosotros.
- Papa Benedicto XVI, “De la belleza de la Creación a la belleza de Dios”. Intervención del Papa durante la
audiencia general dedicada a meditar sobre el Salmo 135,1-9, Himno Pascual. Ciudad del Vaticano, 9 de
noviembre 2005. http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_belleza_e7.pdf

I. ACOGIDA
Saludo
El catequista recibe a los niños que van llegando, reconociéndolos por su nombre y preguntándoles como están. Les
invita a preparar el altar.

¡Te invitamos a rezar!


El objetivo de este momento es que los niños manifiesten, por medio de este canto, su agradecimiento por
el amor que Dios nos muestra en la Creación que nos regaló.
• Poner algunas imágenes de la Creación puede despertar en los niños la admiración de lo creado y ayudar
a orar. se intercala el canto del siguiente modo: por turnos, cada niño anuncia lo que le gusta de la
Creación y todos repiten la estrofa. Comienza el catequista.

Hoy, Señor, te damos gracias https://www.youtube.com/watch?v=xac0bSvO4EQ


Hoy, Señor, te damos gracias
por la vida, la tierra y el sol.
Hoy, Señor, queremos cantar
las grandezas de tu amor.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
se pide a los niños que lean la cita escrita junto al título del tema anterior y se pregunta qué enseñanza
recuerdan o qué les quedó guardado en el corazón, haciendo también un recuento de los temas anteriores.
Luego comparten cómo les fue con la tarjeta con la que invitarían a la Eucaristía del Domingo a sus padres
o a alguien que quieren mucho.

Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?, ¿Qué dijeron
sus padres cuando hablaron sobre el por qué querían que ustedes estuvieran en la Catequesis Familiar?
¿Los bendijeron haciéndoles la señal de la cruz en la frente?

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE

¡Vamos a encontrarnos con Jesús!


El objetivo de esta actividad es que los niños descubran el amor de Dios en todo lo creado, especialmente
en el momento que los creó a ellos.
• En la hoja de los niños encuentran un recuadro en el cual deben dibujar lo que más les gusta de la
Creación de Dios. (o recortar de una revista y pegarla allí)
• Al terminar, muestran a todos lo que dibujaron.
Cada vez que muestran su dibujo o recorte, el grupo dice:
«¡En el momento que Dios creó (nombran lo dibujado por el niño) pensaba en ti con amor, porque sabía
que te haría feliz!»
• Si un niño dibuja un producto elaborado, el catequista, en lo posible, explica la relación de ese producto
con su origen natural. Por ejemplo, el «chocolate» se fabrica con cacao, leche y azúcar etc., y éstos son
regalos de Dios en la Creación.
Cuando todos hayan mostrado lo seleccionado, se les muestra la caja que lleva en su interior
el espejo. Antes de abrirla, el catequista les explica que los llamará por turnos, cada uno, para
mostrarles «algo maravilloso creado por Dios, lo más amado e importante entre todo nuestro
mundo creado». La idea es que en el fondo de la caja se refleje el rostro de cada niño y
descubran que ellos son algo maravilloso creado por Dios, lo más amado e importante en el
mundo creado.
• Al terminar comenta con ellos la frase: «El ser humano creado, y todo el resto de la Creación, son un
regalo de Dios para nuestro bien y el de todas las generaciones futuras».

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


El objetivo es que los niños, a través del texto bíblico, descubran que la Creación es un regalo de Dios y
que Él nos invita a admirarla, cuidarla y agradecer que nos haya llamado a la vida y a la comunión.
• De pie en semicírculo frente al altar, donde se encuentra la Biblia y el cirio encendido. Uno de los niños
sostiene el cirio, mientras los demás en su guía, siguen la lectura.

✠ Lectura del libro del Génesis 2,4b-8.18-23a:


«Cuando el Señor Dios hizo el cielo y la tierra, aún no había plantas ni había brotado
la hierba, porque el Señor Dios todavía no había hecho llover sobre la tierra, ni había
nadie que la trabajara. Sin embargo, de la tierra salía agua que regaba todo el
terreno.
El Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento
de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente.
El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al Oriente, y puso allí al
hombre que había formado.
El Señor Dios dijo: “No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda
adecuada”.
Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales del campo y a todos
los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada
ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre.
El hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a
todos los animales del campo; pero entre ellos no encontró la ayuda adecuada.
Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando éste se durmió, tomó una
de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el
Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre.
El hombre exclamó: “¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!”»
Palabra de Dios

PREGUNTAS PARA COMPARTIR:


1) ¿Quién existía antes de todo lo creado? Sólo Dios existía antes de todo lo creado.
2) ¿Quién es el Creador del mundo? Dios.
3) ¿Cómo Dios le da vida al hombre? Sopla en su nariz aliento de vida.
4) ¿De quién nos viene la vida? De Dios.
5) ¿Qué le preocupa a Dios después de haber creado al hombre? Que esté solo.
6) ¿Cuál es la compañía que hace feliz al hombre? La compañía de la mujer y de las demás personas.

Profundicemos
El hombre y la mujer fueron creados a imagen y semejanza de Dios (Gen 1,27). El relato de la Creación
quiere mostrarnos que Dios es el creador de todas las cosas y que por su acción toda la Creación es buena
y bella. Es armoniosa y tiene su coronación en la Creación de la humanidad. Fuimos creados como imagen
del Creador por el señorío recibido. Dios nos invita entonces a estar siempre en diálogo con Él y a vivir en
la plenitud de su amor.
• Esta plenitud, para la cual fuimos creados, se manifiesta plenamente en la persona de Jesucristo. Su vida
y sus enseñanzas, su muerte y resurrección, restablecerán para siempre la armonía original del proyecto
creador de Dios Padre para el mundo y la humanidad.
• En Jesús y por Jesús todos podemos mirar nuestra vida y descubrir en ella los signos de Dios que nos
revelan el querer del Padre para nosotros.
• Somos parte de esta maravillosa, armoniosa y bella obra de Dios. En la historia que vivimos y creamos,
debemos desplegar el ser imagen y semejanza del Creador, señores al cuidado de la Creación.
• Participar de la Eucaristía es participar de esta plenitud. En ella toda la Creación participa de la vida de
Dios, vive la comunión para la que fue creada. En el pan y en el vino, convertidos en Cuerpo y Sangre de
Jesús, todo el mundo creado y cada uno de nosotros, comulga con el designio de plenitud del Padre.
¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es que descubran que en Jesús fueron hechas todas las cosas, y que ellos
fueron hechos a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto, el ser humano y todo lo creado es digno de
nuestro cuidado y amor.
• Realizan la actividad de la guía donde tienen una novedad que descubrir.
«Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Cristo es la imagen del Dios que no se puede ver,
el Primogénito de toda la Creación, ya que en Él fueron hechas todas las cosas, las del cielo y las de la
Tierra; lo visible y también lo invisible (Col 1,3.15-16.)»
Luego pregunta cuál fue la novedad que ellos creyeron descubrir. Para ayudarlos pide que descubran la
clave secreta para leer el siguiente texto. La respuesta la descubrirán reemplazando los números por
vocales según como se indica debajo de la frase:
«2n J2s5s, F52r4n h2ch1s T4d1s l1s c4s1s».
(1=a; 2=e; 3=i; 4=o; 5=u)
• A continuación aparece una serie de actividades que el grupo deberá realizar.
La primera es de Verdadero o Falso. En la segunda, los niños eligen aquellas actividades o características
que muestran nuestra semejanza con Dios y lo que nos diferencia de otros seres de la Creación.
En la tercera se presenta un cuadro que evalúa nuestro cuidado de la naturaleza. Para esta última
actividad:
• Los niños deben sumar el total de «sí» y de «no» y contar luego cuántos Sí obtuvieron.
• Resultado del cuestionario:
– De 8 a 11 = ¡Te felicito, eres un buen colaborador de Dios!
– De 5 a 7 = ¡Eres un colaborador de Dios, pero tú puedes ser mejor aún!
– De 1 a 4 = ¡No te diste todavía cuenta del regalo que tienes! Hoy puedes empezar a colaborar con la
Creación…
• Para profundizar, el catequista comenta que Dios es un Padre Bueno y Amoroso, que nunca se olvida de
su obra máxima, nosotros, las personas. Él nos ha creado y no nos abandona nunca, nos cuida y nos
protege, respetando siempre nuestra libertad y nuestra voluntad, y nos invita a vivir en comunión con Él.
• Reflexiona también con ellos la siguiente frase: «Dios es un ser infinitamente perfecto y bienaventurado
en sí mismo; en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su
vida de felicidad» Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, N. 1.

¡El Pan y el Vino ofrecidos en la Eucaristía representan a toda la obra creada para que Él la
transforme!

Recordamos un momento de la Liturgia de la Eucaristía en el cual ofrecemos al


sacerdote el Pan y el Vino, que por la acción del Espíritu Santo se transformarán
en el Cuerpo y Sangre de Jesús. Es la acción de Dios la que hace nuevas todas
las cosas.
En el Pan y el Vino que ofrecemos, está contenido todo lo creado y también todo
aquello que hemos hecho para cuidar la Creación. Pero Dios va más allá: Jesús
se ofrece como Pan de Vida, como alimento de salvación que lleva al hombre y a todo lo creado a su
plenitud, a su mayor grandeza.
Jesús quiso unir a Él todo lo creado para presentarlo al Padre, estableciendo de nuevo la paz y armonía
entre Dios y los seres humanos.
• ¿Qué obra tuya quieres ofrecer a Jesús, sobre este cáliz, para colaborar con Él en el cuidado de la
Creación?

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS


«El hombre está hecho para vivir en comunión con Dios, en quien encuentra su Dicha.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 45)
Preguntar: «De lo aprendido sobre la Creación y sobre Jesús ¿qué te
gustaría recordar siempre, guardándolo en el corazón?»
• A continuación se lee con los niños, la frase que aparece:
Dios nos ha creado por a mor, y Jesús y su Madre María quieren que
cuidemos la Creación y demos gracias a Dios por habernos regalado la vida.
Recordar a los niños que Jesús ha venido a salvar la Creación y nos está llamando a
ser sus colaboradores cuidándola.
• Pedirles que miren el cuestionario realizado y que elijan una acción a las que respondieron con un «NO»
para que se comprometan a hacerla durante la semana.
El catequista comenta que a Dios lo podemos conocer primero al admirar la Creación, ahí vemos sus
huellas. Aunque no supiéramos nada de Él, al contemplar la naturaleza reconocemos ¡qué grande es ¡el
Creador de toda esta maravilla!

• Terminamos orando:

La Creación
Creaturas todas del Señor, bendigan al Señor, alábenlo por los siglos de los siglos.

Respondemos: Bendigan al Señor.


.
 Ángeles del Señor  Fríos y heladas.  mares y ríos.
 Cielos y aguas.  Témpanos y hielos.  Animales del mar.
 Sol y luna.  Noche y día.  Aves del cielo.
 Astros del cielo,  Montes y cumbres.  Fieras y ganados.
 Lluvia y rocío,  Cuanto germina en la  Hijos de los hombres
 Vientos todos. tierra.
 Fuego y calor.  Manantiales,
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
(Adaptado del Cántico de Daniel) Dn 3,57-88.56

ENCUENTRO 8 «DIOS NOS LIBERA DE TODA ESCLAVITUD»

«El Ángel del Señor se le apareció a Moisés en una zarza ardiendo que no se
consumía. Y Dios lo llamó diciendo: "Conozco las aflicciones de mi pueblo en
Egipto, y he escuchado su clamor. Yo te envío al Faraón para que saques a mi pueblo, los
Israelitas. Yo estaré contigo. Yo soy el que soy".» (Ex 3,2.4.10.12.14)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO:


Guiar a los niños para que reconozcan cómo Dios escucha siempre el clamor de su pueblo y lo libera de toda
esclavitud.

MATERIALES:
Biblia, imagen de Jesús, altar.
• Para profundizar este tema puedes leer: - Catecismo de la Iglesia Católica: números 2574-2577, 2593, 2810.

I. ACOGIDA

Saludo:
El catequista acoge por su nombre y con cariño a los niños, preguntándoles cómo están.

¡Te invitamos a rezar!


El objetivo de este momento es que los niños basándose en una oración dada, expresen voluntariamente sus
deseos y necesidades a Dios.
Motivar este momento diciendo: «Muchas veces, cuando queremos orar, no se nos ocurre qué decir. En estos
momentos el ejemplo de otros nos puede ayudar. Por eso nosotros compartimos la oración. Eso nos
enriquece, nos hace conocernos mejor como grupo, nos abre a realidades que no conocemos y por las cuales
podemos hacer mucho bien si las ponemos en manos de Jesús».

Luego invita a orar juntos con el Salmo 4:


Cuando te llamo a Ti, Tú me respondes.
¡Oh, mi Dios salvador!
Tú me sostuviste en mis angustias,
de mí ten compasión y escucha mi oración.

(Si quieres, en este momento puedes pedir al Señor un bien para otra persona).
• Se concluye relacionando la oración con el objetivo de la Catequesis Familiar en este primer año (qué
buscamos, qué necesitamos...).

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
Se pregunta a los niños qué enseñanza recuerdan o qué les quedó guardado en el corazón del encuentro
anterior. Luego se comparte con ellos cómo les fue con la acción que eligieron para cuidar la Creación.

Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE

34
¡Vamos a encontrarnos con Jesús!
El objetivo de este momento es que los niños reconozcan en la vida de San Patricio cómo Dios escucha
siempre el clamor de quienes lo invocan y la fuerza y confianza con la que San Patricio habla a Dios.
El catequista pide a los niños que lean la historia del Patrono de Irlanda: San Patricio.
San Patricio: «Nació en un pueblecito de Escocia hacia el año 385. A la edad de 16 años, cayó prisionero de
piratas y fue vendido como esclavo a un pagano del norte de Irlanda. Lo sirvió cuidando ovejas. Trató de huir
varias veces sin éxito. Él mismo dijo que hasta entonces «aún no conocía al verdadero Dios», había vivido
indiferente a los consejos y advertencias de la Iglesia.
Después de seis años en la tierra de Irlanda y de haber abrazado la fe, pidió a Dios para que lo iluminara
sobre su futuro. Una noche soñó que una voz le pedía que huyera y llegara hasta el mar, donde un barco lo
iba a recibir. Así lo hizo, caminando más de 300 kilómetros hasta llegar a la costa. Encontró el barco, pero el
capitán se negó rotundamente a transportarlo. Después de mucho orar con fervor, el capitán accedió a llevarlo
hasta Francia. La travesía fue aventurada y peligrosa. Después de tres días de tormenta en el mar, tocaron
tierra en un lugar deshabitado de la costa, caminaron un mes sin encontrar a nadie y hasta las provisiones se
agotaron. Patricio narra esa aventura diciendo:
"Llegó el día en que el capitán de la nave, angustiado por nuestra situación, me instaba a
pedir el auxilio del cielo. "¿Cómo es que nos sucede esto, cristiano? Dijiste que tu Dios era
grande y todopoderoso, ¿por qué entonces no le diriges una plegaria por nosotros, que
estamos amenazados de morir por hambre? Tal vez no volvamos a ver a un ser humano…"
A aquellas súplicas yo respondí francamente: "Si pones toda tu confianza y vuelves tu
corazón al Señor mi Dios, para quien nada es imposible, al final del día te enviará nuestro
alimento en abundancia y también para los siguientes del viaje, hasta que estemos
satisfechos, puesto que Él tiene de sobra en todas partes."
Fue entonces cuando vimos cruzar por el camino muchos cerdos; mis compañeros los
persiguieron y sirvieron de comida. Después de aquella ayuda todos mostraban su
agradecimiento a Dios y yo me convertí en un ser muy honorable a sus ojos. Desde aquel
día tuvimos alimento en abundancia.
A los pocos días Patricio, de 22 años, quedó libre y volvió a su casa. Después de un tiempo y sintiendo el
llamado de Dios al sacerdocio, se instruyó y lo ordenaron sacerdote. Volvió a Irlanda y dedicó su vida a
evangelizar a sus habitantes. San Patricio, en el transcurso de 30 años de apostolado, convirtió al cristianismo
a «toda Irlanda». El propio santo alude, más de una vez, a las «multitudes», a los "muchos miles" que bautizó
y confirmó. San Patricio murió y fue sepultado en el año 461, en Irlanda, donde había edificado su primera
Iglesia.»
• Se comenta el relato preguntando a los niños lo siguiente:
- ¿Cuáles fueron las dificultades que tuvo Patricio en Irlanda?
- ¿Qué hacía Patricio cada vez que tenía dificultades?
- ¿Qué consejo da Patricio al capitán del barco, para que su oración fuera más efectiva?

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


El objetivo es que los niños, a través del texto bíblico, reconozcan cómo Dios escucha siempre el clamor de su
pueblo y lo libera de toda esclavitud.
• De pie en semicírculo frente al altar, donde se encuentra la Biblia, uno de los niños sostiene el cirio
encendido, mientras los demás siguen la lectura.

✠ Lectura del libro del Éxodo 3,1-14:


«Moisés, que apacentaba las ovejas de su suegro Jetró, el sacerdote de Madián llevó
una vez el rebaño más allá del desierto y llegó a la montaña de Dios, al Horeb. Allí se le
apareció el Ángel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio de la zarza.
Al ver que la zarza ardía sin consumirse, Moisés pensó: “Voy a observar este grandioso
espectáculo. ¿Por qué será que la zarza no se consume?”
Cuando el Señor vio que él se apartaba del camino para mirar, lo llamó desde la zarza,
diciendo: “¡Moisés, Moisés!”

35
“Aquí estoy”, respondió él. Entonces Dios le dijo: “No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el
suelo que estás pisando es una tierra santa”. Luego siguió diciendo: “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”.
Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de ver a Dios.
Entonces Dios le dijo: “El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto cómo
son oprimidos por los egipcios. Y he venido a liberarlos de los egipcios, a sacarlos
de esta tierra para llevarlos a una tierra fértil, que mana leche y miel.
Ahora ve, Yo te envío al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los
israelitas”.
Pero Moisés dijo a Dios: “¿Quién soy yo para presentarme ante el Faraón y hacer salir
de Egipto a los israelitas?”
“Yo estaré contigo, le dijo Dios, y ésta es la señal de que soy Yo el que te envía: después que hagas salir de
Egipto al pueblo, ustedes darán culto a Dios en esta montaña."
Moisés dijo a Dios: "mira, yo iré a los israelitas y les diré: el Dios de sus padres me ha enviado a ustedes. Si
ellos me preguntan cómo se llama ¿qué les responderé?"
Dios dijo a Moisés: “Soy el que soy”. Esto dirás a los israelitas: “Yo soy” me envía a ustedes.»

Palabra de Dios

PREGUNTAS PARA COMPARTIR:


1) ¿Qué llamó la atención de Moisés cuando vio la zarza ardiendo? Le llamó la atención que la zarza ardía,
pero no se consumía.
2) ¿Cuál es la frase en la cual Dios dice que ha escuchado el clamor de su Pueblo? Dios dice: «El clamor de
los israelitas ha llegado hasta mí y he visto cómo son oprimidos por los egipcios. Y he venido a liberarlos».
3) ¿Qué promete Dios a Moisés? Le promete sacar de Egipto a los israelitas y regalarles una tierra nueva y
espaciosa.
4) ¿Cuál será la misión de Moisés? Moisés tendrá como misión sacar al pueblo de Egipto, volver al lugar
sagrado con el pueblo y con ellos dar culto a Dios
5) ¿Cuál es el nombre de Dios revelado a Moisés? Dios reveló su nombre a Moisés diciendo «Yo soy el que
soy».

Profundicemos

El pueblo se encuentra en una situación desesperada. Los egipcios lo han


esclavizado, obligándolos a trabajar largas jornadas en condiciones
humillantes. El pueblo vive una profunda amargura.
• Dios, que siempre se preocupa de quien sufre, ve su dolor, escucha sus
súplicas y baja a liberarlo. Por eso le habla a Moisés en el monte Horeb y lo
manda a encabezar la marcha que los sacará de ese país y los llevará a una
tierra donde mana leche y miel. La tarea no es fácil. Los egipcios son poderosos. Pero Dios estará con ellos.
Moisés enfrentará al Faraón y a los egipcios con la ayuda del Señor.
• A pesar de todos sus temores, Moisés confió en el Señor. Cumpliendo lo que Dios esperaba de él, sacó a
los israelitas de Egipto y los guio hasta una tierra nueva. Fue el fruto de un gran esfuerzo, que sin la ayuda del
Señor no habría sido posible, porque finalmente es Dios quien libera.
• Al igual que al pueblo que sufre amargamente en Egipto, Dios, en la persona de Jesús, conoce nuestros
dolores y escucha nuestras súplicas. Por eso quiere liberarnos de todo aquello que nos esclaviza, que nos
entristece la vida impidiéndonos ser todo lo plenos y felices que Dios quiere que seamos. Basta elevar nuestra
mirada a Jesús y contarle nuestras dificultades y amarguras, para que Él venga en nuestro auxilio.

¡Respondamos a Jesús!

El objetivo de este momento es que descubran que Dios, en la persona de


Jesús, quiere liberarnos de todo aquello que nos impide ser mejores personas.

Se pide a los niños escribir al interior del candado dibujado, todo aquello que les
impide ser mejores y hacer el bien (por ejemplo: egoísmo, burlas, etc.).

36
cuando lo hayan hecho, pregunta: ¿Qué se usa para abrir un candado?
• Si esa llave fuera una persona, la única que puede liberarnos hoy de todas las esclavitudes o limitaciones
que nombraste, ¿quién sería?
• Dentro de la llave dibujada, escriben el nombre de esa persona. Luego el catequista comenta con ellos la
siguiente frase:
En Jesús, Dios nos libera de la esclavitud del pecado, y nos lleva al amor verdadero, que nos hace libres.
(Esclavitud es la situación en la cual una persona está bajo el dominio de otra, perdiendo la capacidad de disponer libremente de sí
misma.)

¡En la Eucaristía, Dios escucha «el clamor de su Pueblo»! (Pueblo de Dios.)

• Explicar a los niños que la Oración Universal u Oración de los fieles se reza al final de la Primera parte de la
Celebración Eucarística, que se llama Liturgia de la Palabra.
En este momento nos ponemos de pie y nos unimos a todas las personas que están presentes en la
celebración, para pedir juntos y en voz alta a Dios por la Iglesia, por el Santo Padre, por los sacerdotes, por el
mundo y sus necesidades, por sus gobernantes, por las necesidades de nuestra comunidad, por los que ya no
están con nosotros, etc.
• Con esta oración se acaba la Liturgia de la Palabra, para pasar a la Liturgia Eucarística.

• Se pide a los niños que escriban una petición. Puede ser por alguna necesidad de sus familias, por el
sacerdote de la parroquia donde ellos van a la catequesis o por alguna otra necesidad que ellos tengan.
Cuando terminan, invita a los niños a leer su petición en voz alta; al terminar quien hace la petición dice: «Por
esto, roguemos al Señor», y todos contestan: «Escúchanos, Señor, te rogamos».
• El catequista también pide lo que él u otra persona necesitan.
«Señor, ponemos en tus manos todas nuestras preocupaciones y necesidades.»

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

«Dios nos ha liberado para que lo reconozcamos como al único Dios vivo y verdadero, Padre providente y
juez justo.» (Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 62)
El catequista, conversa con los niños acerca de lo descubierto en el encuentro.
Pregunta: ¿qué te gustaría recordar siempre, guardándolo en el corazón? Hoy le pediremos a
la Virgen María que nos ayude a tener una actitud de confianza y abandono en Dios Padre
Providente, que nos ama y nos protege siempre para que alcancemos la vida eterna.
• A continuación lee con los niños y subraya la frase que aparece:
Dios, en la persona de Jesús, escucha siempre nuestras súplicas y quiere liberarnos
para que seamos plenos y felices.

El objetivo será descubrir los sentimientos y emociones que nos impiden ser mejores
personas.
Se propone a los niños un desafío para la semana:
– Se trata de observar su propio comportamiento, especialmente en los momentos más
difíciles para ellos, tratando de estar alerta para descubrir cuáles son los sentimientos y
actitudes que les impiden ser mejores personas.
«Jesús, ayúdame a liberarme de mis esclavitudes para amar más.»

Terminamos cantando «Los caminos de este mundo» https://www.youtube.com/watch?v=ldC5Aya8tkI

Los caminos de este mundo Los caminos de la tierra


nos conducen hasta Dios, están llenos de amistad;
hasta el cielo prometido no la niegues a tu hermano,
donde siempre brilla el sol. que la espera en ti encontrar.
Y cantan los prados y cantan las flores
con armoniosa voz.
Y mientras que cantan prados y flores,

37
yo soy feliz pensando en Dios.

ENCUENTRO 9 «DIOS NOS INVITA A UNA ALIANZA DE AMOR»


«Llegarán los días en que estableceré una nueva Alianza con la casa de
Israel y la casa de Judá. Pondré mi Ley dentro de ellos, y la escribiré en
sus corazones; Yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo.» (Jr. 31,31.33)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO:


Guiar a los niños para que descubran cómo en la libertad es posible acoger la invitación de Dios a establecer
con Él una alianza de amor.

MATERIALES:
Biblia, imagen de Jesús, altar. Melodía del canto: «Puedo confiar en el Señor». Papelitos con expresiones de
cariño de quienes nos acogen: abrazar, tomar la mano, hacer cariño, etc. Tampón o tinta fácil de quitar con
agua, para que los niños impriman su huella digital.
• Para profundizar este tema puedes leer: Catecismo de la Iglesia Católica: Alianza: números 2713, 2786-
2788, 2829; Ley Antigua y Ley Nueva o del Evangelio: números 1961-1974.
- Papa Juan Pablo II, “Nadie puede resistir a la potencia del amor de Dios”. Intervención del Papa en la
audiencia general del miércoles 21 de noviembre de 2001.

I. ACOGIDA

¡Te invitamos a rezar!


El objetivo de este momento es agradecer la invitación que nos hace Dios de establecer con Él, una alianza
de amor, despertando en los niños un sentimiento de confianza y apertura.
Orando con esta canción, se invita a los niños a colocar, con confianza, una intención en las manos del Señor.

Puedo confiar en el Señor. https://www.youtube.com/watch?v=CE3QTODAIcM


Puedo confiar en el Señor, que me va a guiar;
puedo confiar en el Señor, no me va a fallar.
(Cada niño pone en manos del Señor su intención.)
Si el sol llegara a oscurecer y no brille más,
yo igual confío en el Señor, no me va a fallar.
Puedo descansar, puedo descansar
que una mansión, Cristo me dará.
Si el sol llegara a oscurecer y no brille más,
yo igual confío en el Señor, no me va a fallar.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
Se pregunta a los niños qué enseñanza recuerdan o qué les ha quedado guardado en el corazón del
encuentro anterior y si pudieron reconocer en un momento de la semana alguna actitud que les dificultaba ser
mejor persona. ¿Qué hicieron para superarla

Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, el catequista dialoga en torno a esa actividad puntual.

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE


¡Vamos a encontrarnos con Jesús!
El objetivo de este momento es que los niños descubran que, cuando hay amor, nuestras actitudes lo
expresan y eso se transforma en un bien para todos.
• Para motivar este momento, sugerimos las siguientes ideas:

38
– Cuando por alguna razón no nos sentimos bien o algo no nos resulta, solemos sentir pena o frustración. En
ese momento, sentir el cariño de alguien que nos protege y nos acompaña, hace que nuestras dificultades
parezcan más pequeñas.

• Se lee a los niños el ejemplo de Claudia:


Claudia se había sentado en círculo con sus compañeros. Entonces escuchó que la maestra preguntaba:
—¿Qué los hace sentir grandes? Cuando fue su turno, ella respondió:
—Mi mamá.
La maestra le preguntó:
—¿Qué hace tu mamá para que te sientas grande?
—Eso es fácil —respondió Claudia—. Me abraza y me dice: "Te quiero, hija".

• Se entrega un papelito a cada niño con expresiones de cariño de quienes nos acogen, especialmente
cuando nos sentimos solos o tenemos alguna dificultad. Por turnos, cada niño expresa la palabra con mímica
y el resto adivina la palabra o expresión de cariño. Por ejemplo: abrazar, tomar la mano, hacer cariños, etc.

El catequista comenta con ellos, en forma de dialogo, las siguientes preguntas:


– ¿Sabes lo mucho que Dios te ama?
– ¿Cuándo sientes que Dios te quiere?
– ¿Cómo Él te expresa su amor?
– ¿Cómo le gustaría relacionarse contigo?
– ¿Qué espera Dios de ti?
«Jesús sale a nuestro encuentro no sólo para acompañarnos, sino para amarnos profundamente».

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


El objetivo de la proclamación del texto de Jeremías es conocer cuánto nos ama Dios, y por eso quiere
establecer una alianza de amor eterno con su pueblo.
• Se explica a los niños que Dios ha querido entregarnos todo su amor, para compartir con nosotros su
felicidad. Para eso un día invitó a Israel a ser su Pueblo, el Pueblo de su Alianza, de donde nacería Jesús, el
Salvador. Es decir, quiso hacer un pacto de amor eterno: Él les daría su protección, descendencia y una tierra.
Ellos responderían a este pacto reconociéndolo como único y verdadero Dios, viviendo según su voluntad y
poniendo en el centro de su corazón el querer amoroso de Dios.

✠ Lectura del libro del Profeta Jeremías 31, 31-34:


«Llegarán los días – oráculo del Señor– en que estableceré una nueva
Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá. No será como la Alianza
que establecí con sus padres el día en que los tomé de la mano para
hacerlos salir del país de Egipto, mi Alianza que ellos rompieron, aunque
Yo era su dueño –oráculo del Señor–. Ésta es la Alianza que estableceré
con la casa de Israel, después de aquellos días -oráculo del Señor–:
pondré mi Ley dentro de ellos, y la escribiré en sus corazones.
Yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo. Y ya no tendrán que enseñarse
mutuamente, diciéndose el uno al otro: "Conozcan al Señor". Porque todos
me conocerán, del más pequeño al más grande –oráculo del Señor–.
Porque Yo habré perdonado su iniquidad y no me acordaré más de su pecado.»

Palabra de Dios

ACTIVIDAD GRUPAL:
1. ¿A qué nos invita Dios? Dios nos invita a vivir en su amor aceptando su alianza
2) ¿En qué consiste la Alianza que Dios quiere hacer con nosotros? Dios pondrá su ley en nuestros corazones
3) ¿De qué cosa no se acordará nunca más Dios? De nuestros pecados
4) ¿Cómo es Dios para perdonar? Dios acoge con compasión y es generoso en perdonar.

Profundicemos

39
Dios nos invita a vivir siempre cerca de Él. Esto significa aceptar su amor y animarse a amar al Señor en lo
concreto de la vida de cada día.
• Sólo estando cerca de Dios nuestra vida puede ser feliz y plena. Porque Él siempre estará acompañándonos
y regalándonos su amor y su vida.
• En la Eucaristía, Jesús quiere que vivamos una alianza de amor y por eso se nos entrega en su Cuerpo y su
Sangre.
• Nosotros aprendemos en la Eucaristía a vivir el amor con Dios y con las demás personas.

¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de esta actividad es que los niños descubran la bondad de Dios, que hace una Alianza (pacto de
amor) con nosotros y nos compromete día a día a colaborar en su proyecto de Salvación.
• Se comenta con los niños en torno a las siguientes ideas:
No podemos vivir solos. Necesitamos de los demás para amar y ser amados. Nos «aliamos» para ser buenos
hijos, hermanos, amigos, compañeros, etc. Es decir, actuar con fidelidad, solidaridad, unidad, bondad,
generosidad.
La Alianza se relaciona con Dios y también con el prójimo. La libertad que Dios nos da posibilita una Alianza
de amor con Él.
• Los niños escriben una situación en la cual se hayan «aliado» con otro para hacer juntos un bien a otro.
• Se propone a los niños hacer una alianza con Dios a partir de estas preguntas: ¿Te gustaría hacer también
con Él una Alianza? ¿A qué te quieres comprometer? ¿Qué le quieres pedir a Él? Los niños anotan sus
respuestas en la ficha y sellan el pacto con su huella digital

«Sintiendo la presencia de Jesús» ¡En la Eucaristía, se actualiza la alianza nueva y eterna entre Dios y
los hombres!
Se profundizan con los niños las siguientes ideas:
– Hay una relación directa entre la Alianza hecha con el pueblo de Israel y la Nueva Alianza que Jesús
estableció, la noche antes de morir, en la Última Cena. Jesús dijo estas palabras: «Tomen y beban todos de
él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes
y por todos los hombres para el perdón de los
pecados».
Estas mismas palabras las repite el sacerdote en el
momento más importante de la Celebración
Eucarística. El Padre nos envió a su Hijo Jesús, para
sellar una Nueva Alianza, inscrita en nuestros
corazones, una alianza plena y definitiva porque fue
sellada con la propia muerte y resurrección de
Jesús.

Es en la Eucaristía donde se actualiza la Alianza de


Dios con nosotros. Es la Alianza Nueva, la que
Jesús ha venido a renovar por voluntad de Dios
Padre y del Espíritu Santo. Nadie nos ha mostrado
mejor el amor que Dios tiene por el ser humano, que
el mismo Jesús. Nadie nos ha enseñado mejor a amar a Dios, que el Hijo de Dios entre nosotros.

• Se invita a los niños a pintar y comentar las siguientes frases:

«En esto hemos conocido el amor: en que Él ha dado su vida por nosotros; y nosotros debemos dar también
la vida por nuestros hermanos.» (1 Jn 3,16)

«Vivan en el amor, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros a Dios como
ofrenda y sacrificio.» (Ef 5,2)

«El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida por la liberación de todos.» (Mt
20,28)

40
IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

«Dios se ha revelado plenamente enviando a su propio Hijo, en quien ha establecido su


alianza para siempre.» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 73)

• Se dialoga con los niños acerca de lo descubierto en el encuentro. El catequista recuerda


que María guardaba las enseñanzas de Jesús en su corazón y que, como ella, nosotros
también podemos guardar lo que hemos descubierto en el encuentro. ¿Qué te gustaría
guardar, como la Virgen María, en el corazón?

• Hoy le pediremos a la Virgen María que nos ayude a decir que sí a la invitación que Jesús nos hace para
hacer con Él una alianza de amor.
• Al terminar, se invita a cada niño a hacer silencio y a conversar con Jesús.
• A continuación miran la hoja y leen la frase que aparece allí:

Jesús nos invita a una alianza de amor. Tomados de la mano de la Virgen María, acogemos esta
invitación para vivir siempre unidos a Jesús.

El objetivo será comprometer al niño para que, durante la semana, realice alguna de
las acciones propuestas, como una manera de responder al amor que nos muestra
Jesús en la Eucaristía.

• Se explica a los niños que la fidelidad a nuestros compromisos se aprende día a día.
Proponle algunas ideas para ir creciendo en amistad con Jesús. Los niños eligen uno
de estos propósitos y se comprometen a realizarlos durante la semana:
– Visitar a Jesús en la parroquia o capilla o conversar con Él, en un lugar que lo
permita.
– Realizar una buena obra a favor de alguien de su familia, amigos, compañeros, como regalo a Jesús.
– Invitar a su familia a la celebración de la Eucaristía.

Terminamos rezando:

Padre que estás en los cielos,


te alabamos porque hay tanta gente que nos quiere.
Gracias sobre todo por tu amor tan maravilloso y grande.
Ayúdanos a amar como nos amas.
Danos la gracia de saber demostrar nuestro amor
echando una mano a los demás.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén
:

CELEBRACIÓN DE ENTREGA DE LA PALABRA DE DIOS


SALUDO
Guía: Cantemos para comenzar: Juntos como hermanos.

Sacerdote: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.


Todos: Amén.

Sacerdote: Queridos hermanos: La Palabra de Dios es un alimento fundamental para los cristianos. Así como
esta planta que vemos delante del atril (o de la mesa) no podría vivir sin agua y sin luz, así nosotros, los
cristianos, no podríamos vivir sin la Palabra del Señor. Ella es un tesoro precioso que nunca se agota, porque

41
Dios jamás deja de hablarnos. De nosotros depende que su Palabra no resuene en vano, que seamos
abiertos y dóciles a lo que Él nos revela, nos enseña y nos pide.

Guía: Cantemos con fuerza el canto «Tu Palabra me da vida». (Decir lo que va a hacer el niño a continuación.
Mientras se canta, un niño toma el jarro y riega la planta de manera que todos vean lo que hace.)

PALABRA DE DIOS

Guía: Escuchemos ahora la Palabra de Dios.


Lector: Del Evangelio de san Lucas. (Se lee ✠ Lc 8, 4-10ª.11-15: Parábola de la semilla sembrada en varios
terrenos).

ENTREGA DE LA BIBLIA

Guía: Para que la Palabra de Dios dé fruto, tenemos que ser buena tierra. Ser buena tierra significa escuchar
la Palabra y ponerla en práctica; decirle al Señor, como la Virgen María cuando la visitó el ángel Gabriel para
anunciarle que iba a ser la mamá de Jesús: «Hágase en mí según tu Palabra».
Cada familia va a recibir ahora la Biblia, no para guardarla en un estante, sino para leerla y practicarla.

Sacerdote: queridos papás o acudientes tomen en sus manos la sagrada Biblia, ella será la fuente de nuestro
aprendizaje durante esta etapa de preparación.

Ahora les pregunto: ¿desean comprometerse a leer y meditar la Palabra de Dios con sus hijos y así caminar
juntos al conocimiento de Jesucristo? (Papás, sí me comprometo) ahora entreguen a sus hijos la Palabra y
mirándole repitan conmigo

Llame por el nombre a su hijo _______ Recibe la Palabra, que ella te acompañe en este caminar y juntos
conozcamos a Jesús quien nos ha enviado el Espíritu Santo.

Ahora niños digan conmigo: con la gracia de Dios, me comprometo a respetar, leer, orar y meditar esta
Palabra que me ayudará a encontrar el camino que conduce a la salvación.

Como familia, dense un abrazo.

Guía: Le pedimos al Señor que nos regale la docilidad de María. Saludémosla para que nos ayude, con su
intercesión.

Todos: Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y
en la hora de nuestra muerte. Amén.

BENDICIÓN (ORACIÓN) FINAL

Sacerdote: Al terminar esta segunda celebración, nos vamos a comprometer a no dejar nuestra Biblia en un
rincón, sino a leerla regularmente y a cumplir lo que Dios nos pide en ella. Ella es la semilla que el Señor hoy
planta en cada familia. Todos tenemos que ser buena tierra, para que brote, florezca y dé fruto. Por eso les
pregunto ahora, Padres, e hijos:
¿Están contentos por esta Biblia que hoy se llevan a sus casas? (Si la respuesta es débil, puede invitar a
decirla con más fuerza, sobre todo a los niños).

Todos: SÍ
Sacerdote: ¿Quieren esforzarse para escuchar la palabra de Dios y cumplirla?
Todos: SÍ
Sacerdote: ¿Van a dejar su Biblia en un lugar visible de la casa, sin olvidarla en un rincón?
Todos: SÍ

42
Sacerdote: Gracias, Señor, porque la semilla que hoy has sembrado en nosotros ya comienza a brotar
cuando escuchamos juntos tu Palabra. Ayuda a este grupo a prepararse bien a la vida eucarística, ya que Tú
has querido alimentar a tu pueblo con el Pan de tu Cuerpo y el Vino de tu Sangre, preparándolo con la
escucha del Pan de tu Palabra.
El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
Sacerdote: A todos ustedes, niños, catequistas, papás, los bendiga Dios todopoderoso, Él que es Padre, Hijo
y Espíritu Santo.
Todos: Amén

Guía: Cantemos a nuestra Madre la Virgen.

Dios nos habla por medio de su Palabra

Después de la celebración tenemos un espacio para que los niños y sus familias aprendan a buscar un texto
bíblico.

“Aprendiendo a buscar textos bíblicos”


• A partir de las siguientes ideas, comentar en grupos cómo encontrar un pasaje en la Biblia
• Los libros bíblicos están divididos en capítulos que se designan con números grandes. Los capítulos, a su
vez, están divididos en versículos que se designan con números más pequeños. Para citar un texto de la
Biblia se indica en forma abreviada el libro de donde se ha tomado el pasaje, el capítulo y el versículo donde
comienza y termina la cita, normalmente separados con un guion. Por ejemplo: Mt 6, 9‐13 = Mateo, capítulo
seis, versículos 9 al 13.
Cuando se citan capítulos enteros no se ponen los versículos. Por ejemplo: Mt 5‐7 = Mateo, capítulos cinco,
seis y siete.
Cuando se citan dos párrafos de un mismo capítulo que no van seguidos, los versículos de ambos párrafos
van separados por un punto. Por ejemplo: Mt 6,1‐4.16‐18 = Mateo, capítulo seis, versículos uno al cuatro y
versículos dieciséis al dieciocho.
Lo mismo ocurre si en lugar de ser dos párrafos, son versículos sueltos. Por ejemplo: Mt 6,1‐4.16.24 =
Mateo, capítulo seis, versículos 1 al 4, versículo dieciséis y veinticuatro.
En el siguiente cuadro y la imagen encontramos el resumen de los signos más importantes usados para citar
pasajes de la Biblia

43
Ejercitémonos en la búsqueda de los textos bíblicos
Buscamos las citas dadas y escribimos el tema al que hace referencia
1. Lc 1,26‐38 (El anuncio del Ángel a María)
2. Mt 3,13‐17 (El Bautismo de Jesús)
3. Mc 1,16‐20 (Jesús llama a los primeros discípulos)
4. Mc 2,1‐12 (Jesús sana a un paralítico)
5. Mt 5,13‐16 (Sal de la tierra y luz del mundo)
6. Lc 8,4‐8 (Parábola del sembrador)
7. Jn 6,5‐14 (Jesús multiplica los panes)
8. Lc 19,1‐10 (Encuentro entre Jesús y Zaqueo)
9. Jn 10,14‐15 (Jesús es el Buen Pastor)
10. Jn 13,34‐35 (El mandamiento del amor)
11. Mt 7,12 (Hacer a los demás lo que nos gustaría que hicieran con nosotros)

44
45
Unidad 4 El Padre envía a su Hijo
ENCUENTRO 10 «LA PALABRA SE HIZO CARNE EN MARÍA DE
NAZARET»
«Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo…
Concebirás y darás a luz un Hijo… Será llamado Hijo de Dios.» (Lc 1,28.31-32)
(Lc 1,28.
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, admiren el
acontecimiento de la Encarnación del Hijo de Dios, en la Virgen María.

MATERIALES: Biblia, mesa, mantel. Una imagen de Jesús. Tarjetas con sus nombres para sacar por turnos.
Pliego de papel para «pergamino». Imagen de la Anunciación.
• Para profundizar puedes leer los siguientes textos
– Juan Pablo II: «María en la Anunciación del Señor».
http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_maria_e10.pdf
– Catecismo de la Iglesia Católica: Evangelio (Lc 2,26-38): versículo 26 y 27 número 695; versículo 32 número
713; versículo 34 números 575, 587; versículo 35 números 149 y 618. Anunciación: números 148, 430, 484,
490, 494, 965, 2617, 2674. Encarnación: números 237, 258, 309, 333, 429, 432, 461ss., 464 ss., 470, 512,
517, 519, 521, 528, 606ss., 653, 661, 686, 690, 727, 1159, 1171, 1174, 2602, 2666.

I. ACOGIDA

Saludo: Se prepara la sala y el altar y luego se acoge a cada niño con cariño.

¡Te invitamos a rezar!


Cantar es también una forma de oración («el que canta ora dos veces»), cuando se la dedican a Jesús.
• El catequista explica que, en esta oportunidad, vamos a completar la oración con alabanzas, es decir,
alabaremos a Jesús por lo que Él es, por ejemplo: cariñoso, bueno, santo, etc.
• Luego invita a los niños a ver su ficha de catequesis, para comenzar con la oración.

Querido Jesús, nos regalaste ¡tanto! Siendo Dios, quisiste tener una mamá; siendo Dios, te hiciste Niño para
estar con nosotros, traernos la Salvación y adoptarnos como tus hermanos.
¡Te admiramos porque eres generoso! (Cada uno puede decir ahora una alabanza.)
¡Gracias por regalarnos tanto amor! Amén.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
• El catequista pide a los niños que recuerden las etapas y temas anteriores, luego lean la cita escrita junto al
título del tema anterior y pregunta qué enseñanza recuerdan.
• Luego les pregunta cómo les fue con la invitación que ellos hicieron para que los acompañaran a la
Eucaristía.

Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó? ¿Encontraron
actividades que realizan o pueden realizar juntos como familia? ¿Pudieron hacer el gesto de bendición? ¿Lo
siguieron haciendo? ¿Cómo vivieron la experiencia de recibir la Palabra de Dios en familia?

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE

¡Vamos a encontrarnos con Jesús!


«La entrevista». El objetivo de esta experiencia es que los niños recuerden una noticia positiva muy
significativa para su vida, de modo que en la próxima etapa la comparen con una buena noticia de parte de
Dios: la Anunciación de su Hijo.
• El catequista motiva a los niños invitándolos a imaginar que son periodistas que tienen por misión entrevistar
a un adulto o niño para preguntarle cuál ha sido la noticia asombrosa y positiva más importante que haya

46
sucedido en su vida. Invita luego a registrar la noticia en el título del diario dibujado en su ficha. (En lo posible
que el niño entreviste a un adulto. Si no es posible, que se entrevisten los niños entre ellos.)
• Al terminar, pide que compartan con el grupo las noticias registradas.

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


Se invita a los niños a que se asombren del amor de Dios a través de este texto bíblico, que nos cuenta una
Buena Noticia: la promesa a María de ser ella la Madre del Hijo de Dios.
• Se lee el texto bíblico de la Sagrada Escritura, recordando algunos elementos trabajados en el encuentro de
padres, después de proclamado se elige a algunos para representar el contenido del texto que se puede
seguir en la guía.

✠ Del Santo Evangelio según San Lucas 1, 26 - 38


Narrador 1: El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre
perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen
era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo:
Ángel Gabriel: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Narrador 2: A l oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se
preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo:
Ángel Gabriel: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido.
Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será
grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de
David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no
tendrá fin».
Narrador 3: María dijo al Ángel:
María: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?»
Narrador 4: El Ángel le respondió:
Ángel Gabriel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por
eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su
vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para
Dios.»
Narrador 5: María dijo entonces:
María: «Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra.»
Narrador 6: Y el Ángel se alejó.

ACTIVIDAD GRUPAL:
1) ¿Qué noticia llena de alegría, trae el Ángel de parte de Dios a María? Que ella es la escogida para ser la
Madre del Hijo de Dios.
2) ¿María comprendió de inmediato la Buena Noticia del ángel? No, quedó desconcertada.
3) ¿Qué anuncia sobre Jesús el Ángel Gabriel? Será grande, será el Hijo de Dios, será descendiente del Rey
David, será Rey de un Reino que no tendrá fin
4) ¿Cuál fue la admirable respuesta de María al Ángel? Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí
según tu Palabra.

PROFUNDICEMOS
En su infinito amor por la humanidad, Dios decide «encarnarse» en nuestras vidas y nuestra historia.
Encarnarse quiere decir «hacerse» persona humana, Dios envía a su Hijo Jesucristo a hacerse uno entre
nosotros, igual en todo menos en el pecado.
La Encarnación de Jesucristo es iniciativa de Dios, regalo para la humanidad. En la Encarnación de su Hijo
Jesús, Dios hace suyo todo lo humano y por eso, nada de lo que sucede a nuestras vidas queda fuera de su
designio amoroso, ni fuera de su plan de salvación.
Dios pidió la colaboración de una joven mujer: María de Nazaret. Ella está atenta a los mensajes de Dios en
su vida. Es llamada por Dios y responde generosamente a su llamado. Pronuncia un Sí que cambiará para
siempre su existencia y la del mundo entero.
En la Eucaristía, Jesús se nos regala constantemente en su Palabra, en su Cuerpo y en su Sangre. Él sigue
entregándose constantemente para la plenitud de nuestra vida personal y familiar.

47
¡Respondamos a Jesús!
Invitar a los niños a descubrir los efectos de la Noticia del Ángel Gabriel, comparándola con la otra noticia
reporteada anteriormente.
• Los niños toman su ficha y elijen qué actividad les gustaría realizar para diseñar un pergamino que anuncie
la gran noticia de la Anunciación. Se puede llevar la portada de una revista o diario como ejemplo.
– Dibujantes: son aquellos que dibujarán, en el pergamino, la escena de la Anunciación.
– Redactores del título: son aquellos que escriben el título de la noticia con creatividad y en forma destacada.
– Redactores del tema: son aquellos que tendrán que escribir la noticia en el pergamino.
_ Repartidores: son aquellos que tienen que inventar la forma cómo van a vender este importante pergamino,
para darlo a conocer.
– Compradores: son aquellos que tienen que inventar una frase que demuestre su admiración y sorpresa por
la noticia.

El catequista pregunta al grupo por qué esta noticia del pergamino es más importante, para nuestra vida, que
todas las demás reportadas anteriormente. Después del diálogo escriben juntos la respuesta en su ficha.

¡En la Eucaristía, reconocemos a Jesús!


El catequista conduce el encuentro hacia el tema eucarístico.
• La Virgen María es la llena de Gracia, repleta del amor de Dios, porque es elegida para ser la Madre de
Jesús, el Hijo de Dios. Ella no tiene pecado al estar llena de gracia. Lo que transforma a la Virgen María en
una mujer tan especial es la presencia admirable de Jesús en Ella.
• En la Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística están preparando el corazón para entrar en una
mayor unión con Jesús. Unión y amistad que algunos ya tuvieron la posibilidad de venir cultivando desde su
bautismo.
• Los niños leen a continuación los consejos para estar más unidos a Jesús en este tiempo en que se
preparan para poder comulgar:

Jesús te invita a conversar con Jesús quiere comunicarte su paz y


Jesús te invita a que conozcas más
Él como lo haces con tu mejor alegría, quiere limpiar tu corazón de
su vida.
amigo. los pecados.
A Jesús le encanta que digas “SÍ” a Jesús quiere transformar tu Jesús te invita a maravillarte en el
su invitación a servir y amar a los vida, te invita a responderle con hecho de que para Él nada es
demás. gratitud y humildad. imposible

Luego anotan tres ideas para regalar a Jesús según los consejos que les has propuesto.
En la Eucaristía, el momento en que Jesús nos invita a establecer una unión-común con ÉL y su Iglesia, es el
que llamamos COMUNIÓN. Al momento de comulgar, el sacerdote ofrece a cada persona el Cuerpo y Sangre
de Jesús. Si la persona comulga se une más a Cristo y a su Iglesia, fortalece nuestra vida cristiana y nos hace
crecer en el amor al prójimo.

La comunión es el alimento que necesita nuestra alma para parecerse más a


Jesús, recibiendo la fuerza para poco a poco irlo logrando.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

«María acogió el anuncio y la promesa que le traía el ángel Gabriel, creyendo que nada es
imposible para Dios.» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 148)

Se lee con los niños lo que María nos ha pedido guardar en el corazón en el
desarrollo de toda esta unidad. Está en la guía de los Niños.

Nuestra Buena Noticia es que el Hijo de Dios se ha hecho hombre para traernos la
salvación y ayudarnos a vivir como hermanos, para llegar a su Reino.

48
Para terminar el encuentro, el grupo reza la oración del Ave María. Se explica el significado del título, las palabras más
importantes de la oración y el origen de cada una de sus partes.
Luego se pide a los niños que busquen un momento de la semana para invitar a alguien de su familia a que rece con
ellos la oración del Ave María.

Se invita a rezar juntos esta oración:


El Ave María

Dios te salve María,


llena eres de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en


la hora de nuestra muerte. Amén.

Explicar a los niños que:


La palabra Ave, del Ave María, no se refiere a un pájaro. Era el saludo romano a la máxima autoridad. En la Anunciación
María es la «bendita» porque Ella hace lo que Dios espera de Ella, y es la «elegida de Dios», para ser Madre de su Hijo:
Jesús. Por eso la saludamos con un saludo de máxima dignidad. La traducción a nuestra lengua seria: «Alégrate María»,
es decir el saludo del Ángel mueve al gozo, por la noticia que trae de parte de Dios.
Llena de gracia: llena eres del amor de Dios.
El fruto de tu vientre es el Niño dentro de Ella.

ENCUENTRO 11 «EL NACIMIENTO DE JESÚS»


«Le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito...
"Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador,
que es el Mesías, el Señor."» (Lc 2,6-7.11)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, contemplen el nacimiento de
Jesús en el pesebre de Belén y reconozcan cómo Él quiere hoy volver a nacer en nuestra vida.

MATERIALES:
Biblia. Una imagen de Jesús. Canasto o caja pequeña. Tarjetas con las letras del abecedario, evitando letras difíciles
como «LL, Ñ, W, X, Y, Z». Pliego de papel con las letras que se usarán. Tarjetas con nombre para sacar por turnos a
niños que quieran participar. Figuras del pesebre. Letrero: «¿Qué siento al contemplar a ese pequeño niño que es Dios
mismo?»
• Canto
• Para profundizar puedes leer este tema en:
– Papa Benedicto XVI: «El nacimiento de Jesús ayuda a entender el valor de la vida».
– El nacimiento de Jesús para pintar.
– En el Catecismo de la Iglesia Católica: Nacimiento: números 333, 437, 448, 486, 525, 549, 695, 725, 2599. Alabanza:
números 294, 333, 898, 920, 959, 1077, 1081, 1083, 1096, 1103, 1138, 1074, 1268, 1330, 1352, 1359ss, 1368, 1424,
1480, 1670, 1732, 2098, 2171, 2579, 2589, 2369ss, 2687, 2807. Contemplación: números 94, 771, 1028, 1162, 1380,
2651-2654, 2687, 2715.

I. ACOGIDA

¡Te invitamos a rezar!


El «Abecedario de la Alabanza»:
Con este juego los niños prepararán una oración de alabanza a Jesús.
• Se coloca frente al altar un canasto pequeño o recipiente que contenga en tarjetas pequeñas las letras del abecedario y
pide a cada niño que, por turnos, saque una letra y diga una palabra que, empezando con esa letra, alabe lo que Jesús
es.
• El niño escribe la palabra que usó en el reverso de la tarjeta y luego la entrega al catequista. Cada vez que un niño
alaba a Jesús y escribe la tarjeta, el resto anota la palabra en la ficha.

49
• Cuando se haya completado el abecedario el catequista enciende la vela e invita a los niños a rezar a Jesús en voz
alta. Para ello todos dicen «Jesús te alabamos porque en ese momento leen de su ficha, cada palabra siguiendo el orden
del abecedario, amor, bueno, cariñoso, delicado, etc., y terminan con la palabra Amén.»

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
Los niños leen la cita escrita junto al título del tema anterior. El catequista pregunta qué enseñanza recuerdan.
• Luego pregunta a los niños si les resultó invitar a alguien de la familia a rezar con ellos la oración del Ave María.

Encuentro familiar
Se conversa sobre qué fue lo que más les gustó de la catequesis con los papás. Si realizaron la actividad sugerida a los
padres, se pregunta si rezaron el Ángelus, hablaron de la Anunciación y si se comprometieron a asistir a la Eucaristía,
para recibir en ella los anuncios de Dios, las buenas noticias de sus enseñanzas.

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE

¡Vamos a encontrarnos con Jesús!


Se ayuda a los niños a descubrir que Jesús quiere que preparen su corazón para volver a nacer en sus vidas.
Necesitarán traer escrito los nombres de los personajes del pesebre, en papeles pequeños, para que cada niño pueda
elegir uno en la actividad que se va a desarrollar. Personajes: Ángel, San José, la Virgen María, el Niño Jesús, tres reyes
magos, varios pastores, varias ovejas.
• Al presentar el tema del encuentro el nacimiento de Jesús, se pregunta si alguno sabe ¿por qué en Navidad se hace un
nacimiento o «pesebre» en las casas de los cristianos? y ¿dónde se hizo por primera vez un pesebre para celebrar la
Navidad?, dando la oportunidad de responder a uno o dos niños. A continuación, se r elata lo que aparece en el
recuadro, invitándolos a tomar su guía.

San Francisco y el primer pesebre:


«San Francisco de Asís nació en lo que hoy es el país de Italia, en el siglo XIII. Siendo joven, motivado por su gran amor
a Jesús se hizo monje. Una tarde de diciembre, por lo especial que era para él la Navidad, tuvo una idea genial. Pidió
autorización al Papa de su época para celebrar una Navidad muy especial. En el bosque cercano a la aldea de Greccio,
Francisco y otros frailes invitaron a todo el pueblo a representar en vivo la noche de Navidad: llevaron el burro, el buey,
llegaron pastores, también los que representaban a María, José y los Magos de Oriente. Construyeron también un
pequeño altar donde los frailes pusieron una hermosa figura que representaba el Niño Jesús.
Poco a poco todo iba preparando el momento más especial: la lectura del nacimiento de Jesús en las Sagradas
Escrituras y las palabras llenas de amor de San Francisco, que encendería los corazones de todos los oyentes para
hacer nacer en sus vidas la presencia de Jesús.
La gente del lugar llevaba antorchas que fueron haciendo más cálido el lugar. San Francisco rindió honor a la sencillez,
valoró la pobreza, alabó la humildad del nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios. Y Greccio se convirtió en una nueva Belén.
Era tal el amor de los presentes, que algo maravilloso sucedió: la figura del Niño sonrió. ¡Era el mismo Jesús que
inundaba de paz los corazones de quienes emocionados contemplaban este milagro!
La gente volvió emocionada, pensando que la idea de San Francisco había gustado tanto a Jesús que Él mismo había
decidido estar presente en la celebración. Como gesto de gratitud cada año, en sus casas, e Iglesia repetirían la
representación de Navidad, nunca faltaría la paja como signo de humildad y acogida».

Los niños leen en voz alta, como recordatorio, la siguiente frase: «El pesebre de nuestra casa nos recuerda el deseo de
Jesús de volver a nacer en nuestras vidas».
Para terminar se les pide que completen la siguiente frase: Si estuviera en el pesebre me gustaría ser...

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


A través de la lectura del texto bíblico, se pretende llevar a los niños a un ejercicio de contemplación. Para esto armarán
el pesebre y observarán las imágenes identificándose con ellas.
• Los niños se ubican sentados en círculo alrededor de una mesa, o en el suelo, y se pone en medio paja, o algún
elemento que haga acogedor el pesebre que allí se va a armar.
• Se reparte entre ellos las figuras del pesebre.
• Mientras el catequista lee el evangelio, los niños van colocando las figuras del Pesebre en el centro del círculo.
• Durante este momento los niños tienen al alcance de su vista un letrero con la pregunta: ¿Qué siento al contemplar a
ese pequeño niño que es Dios mismo?

Se proclama el texto desde la Biblia que está en nuestro altar:

✠ El Nacimiento de Jesús (Lucas 2,1-19)


50
Apareció un decreto del emperador Augusto ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Y cada uno iba a
inscribirse a su ciudad de origen.
José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad
de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en
pañales y lo acostó en un pesebre, porque donde se alojaban no había lugar para
ellos.
En esa región acampaban unos pastores que
vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el
Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran
temor, pero el Ángel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una
gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un
Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un
niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y junto con el
Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial que alababa a Dios
diciendo: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres amados por Él!»
Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha
sucedido y el Señor nos ha anunciado».
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que
habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.

ACTIVIDAD GRUPAL:
1) ¿Qué sientes al contemplar en el pesebre a ese pequeño Niño que es Dios mismo? Respuesta personal.
2) ¿En qué se parece Jesús a todos los niños recién nacidos? Como todos los niños, es indefenso, necesita cariño, llora,
tiene hambre, etc
3) Los ángeles exclamaron: "¡Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor! Y esto
les servirá de señal: ¡encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre!" Según estas
palabras, ¿qué distingue a Jesús, hijo de María, de todos los niños recién nacidos? Que Jesús es el Hijo de Dios, el
Mesías salvador, que nos trae la salvación.
4) ¿Qué actitud de María y José muestra mucha generosidad? Se abren a los demás, no les impiden ver al Niño, lo
muestran, lo acogen, lo protegen, le dan todo su amor.
5) ¿Qué hicieron los pastores después de la visita de los ángeles? Contaron lo que habían oído decir sobre este niño.

PROFUNDICEMOS:
Como dijeron los antiguos Profetas de Israel, la salvación anhelada y anunciada se hace realidad con el nacimiento del
Mesías, el Señor, en un humilde portal en Belén. Dios muestra su rostro misericordioso y su gloria en la fragilidad de un
niño.
Los pastores son los primeros en recibir el anuncio del nacimiento. Es una alegría que debe comunicarse y hacerse
crecer, porque Dios ha nacido «para todo el pueblo, para todos los pueblos». Por eso cantan los ángeles la Gloria de
Dios y anuncian la paz.
¡Dios se ha hecho hombre, está con nosotros para siempre! Esa es nuestra alegría, el gozo que inunda nuestra vida,
nuestra familia, el mundo entero.
Es en el tiempo de Navidad, cuando preparamos el pesebre en familia y en la comunidad parroquial, que Jesús quiere
nacer, darse enteramente a nosotros. ¡Acojamos su amor, con mucha generosidad y solidaridad! ¡Que en cada regalo
que demos brille la paz, la generosidad, la justicia, el perdón, etc.!¡El amor que ha brotado de nuestros corazones es más
importante que lo material!

¡Respondamos a Jesús!
Se trata de buscar que los niños reconozcan que el nacimiento de Jesús no es un hecho «lindo» que, ocurrió hace
mucho tiempo, sino que, a ejemplo de lo que sucedió en Belén, Jesús quiere nacer en cada corazón humano de todo
tiempo, del pasado, del presente y del futuro, y para eso nosotros tenemos que responder con ciertas actitudes que
pueden verse reflejadas en los personajes del Pesebre.
los niños toman las mismas tarjetas usadas en el momento de la oración y alaban a Dios por el nacimiento de Jesús. Por
ejemplo, si sale la palabra «amor», pueden decir: «Yo t e alabo, Dios mío, porque en el nacimiento de Jesús y yo veo tu
amor», intentando explicar con sus palabras el motivo de su alabanza; por ejemplo, si dice que Dios es bueno, que
agregue «porque nos regaló a su Hijo Jesús».
El catequista explica que Jesús quiere que esa alegría que nos produce su nacimiento la podamos sentir cada día en
nuestro corazón, porque Él quiere «renacer» en nosotros, y que es importante parecernos a Jesús en aquello en lo cual
lo hemos alabado, así las palabras se transforman en una buena acción. Con esta buena acción hacemos que Jesús
renazca en nuestro corazón. Jesús vuelve a nacer en cada uno cuando hacemos el bien a los demás y a nosotros
mismos.

51
Pide a los niños que, en forma oral, den ejemplos de buenas acciones, para que Jesús nazca en sus vidas. Ej.: «Yo
quiero ser obediente en…».
Luego escriben las que van a arropar al Niño Jesús.

¡En la Eucaristía, Jesús quiere «renacer» en nuestra vida!


Se dispone a los niños a la alabanza, en la cual usamos las mismas palabras que los ángeles cantaban en el nacimiento
de Jesús:
El canto de gloria y alabanza de los ángeles se hace presente en la oración del Santo. Se canta o recita momentos antes
de la consagración y nos anuncia la buena noticia de que Jesús pronto se hará presente entre nosotros en la Eucaristía y
nosotros prepararemos nuestro corazón con alegría y respeto para acogerlo; cantaremos o diremos la oración del Santo,
reconociendo en Jesús al Señor:
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la Tierra de tu gloria. ¡Hosanna en el cielo!
Bendito el que viene en nombre del Señor.
¡Hosanna en el cielo!
Cristo mismo, en la Eucaristía, bajo las formas del pan y el vino, quiere vivir en nosotros. En ella damos gracias, porque
Él nos invita a acogerlo, a recibirlo en nuestra vida. Como María y José en Belén, nosotros tenemos que poner a Jesús
en el centro de nuestra vida. Al comulgar, podemos invitar a Jesús a renacer en nuestro corazón.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

«Creemos y confesamos que Jesús de Nazaret, nacido judío de una hija de Israel, en Belén, es el
Hijo eterno de Dios hecho hombre».
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 423)

Los niños leen lo que María nos ha pedido guardar en el corazón.


Después, cada niño hace silencio, cierra los ojos y trata de recordar lo que se leyó.
Dar la posibilidad a dos o tres niños de repetir con los ojos cerrados lo que leyeron

Jesús quiere nacer HOY en mi vida.

Todo lo aprendido en esta unidad, todo lo que Dios nos ha revelado, es motivo para valorar y agradecer tanto bien
recibido. Lo hacemos orando:

Querido Jesús,
estamos felices porque naciste entre nosotros.
Ayúdanos para que cada día hagamos las cosas que te agradan.
Danos tu gracia para que sirvamos a los demás,
en especial a los que más lo necesitan.
Danos alegría de vivir y descubrir lo bueno que hay en las demás
personas.
Amén.

Sugerir a los niños que cada noche, antes de acostarse,


recuerden cuántas veces en el día
hicieron buenas acciones para que Jesús
naciera en su corazón.

Pedir que hagan, un registro de la cantidad de veces que


nació Jesús en sus vidas
esta semana. Pueden anotarlo diariamente.

52
ENCUENTRO 12: «JESÚS, ENVIADO DEL PADRE, VIVE EN EL
ESPÍRITU»
«Se abrieron los cielos y el Espíritu Santo descendió sobre Él, en forma de
paloma. Y se oyó una voz desde el cielo que decía: "Este es mi Hijo amado en
quien me complazco…"» (Mc 1,10-11)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística,
agradezcan al Padre el envío del Hijo amado, que actúa por el Espíritu y que nos invita a escucharlo.

MATERIALES:
Biblia. Una imagen de Jesús. Tarjetas con los nombres de los niños para sortear a niños que quieran participar en la
lectura.
• Para profundizar puedes leer este tema en:
– «La Trinidad en el Bautismo de Cristo.»
– «El bautismo de Jesús muestra su identidad mesiánica…»
– «El Bautismo de Jesús.».
– «Juventud y bautismo de Jesús...»
– Biografía de Don Bosco.
– En el Catecismo de la Iglesia Católica: Santísima Trinidad: 232ss, 292.

I. ACOGIDA

¡Te invitamos a rezar!


El objetivo de este momento es reforzar en el niño la actitud de alabanza en la oración, admirándonos de las palabras de
Dios Padre el día del Bautismo de Jesús y ofreciendo nuestra vida para seguir su ejemplo.

Querido Jesús,
hoy queremos alabarte como el día en que tu
Padre te dijo: ¡Tú eres mi Hijo amado!
Jesús, que tu Padre nos mire con cariño.
Nosotros también queremos aprender a amarte,
para que en nuestra familia y en el mundo seas el más amado.
Amén.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
Los niños leen la cita escrita junto al título del tema anterior. Se les pregunta qué enseñanza recuerdan.
• Luego se les pregunta cómo les fue con el registro de la cantidad de veces que «nació» Jesús en sus vidas esta
semana.

Encuentro familiar
Se les pregunta qué fue lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, pedirles que digan si recuerdan el compromiso que asumieron para que
Jesús nazca en sus familias.

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE

¡Vamos a encontrarnos con Jesús!


En esta etapa, es preciso que los niños entiendan que ellos también tienen una misión en el mundo para la cual tienen
todo el apoyo de Dios si ésta contribuye al bien de ellos y de los demás.
• Se introduce a los niños en el siguiente relato, explicando que se trata de un momento en la vida de San Juan Bosco
cuando éste era niño. Este hombre, nacido en Italia, fue un gran sacerdote. Su gran misión fue ser protector y educador
de los niños y jóvenes de su época y fundador de la congregación de los Salesianos. (Pellissier, Marcel, Don Bosco con
nosotros, Central Catequística Salesiana, Madrid España, 1981.)

Un día un niño de nueve años llamado Juan Bosco recibió de Dios un sueño… ¡Ya sabes que no hay que creer en los
sueños! Pero en el caso de Juanito, más que de un sueño, se trataba de una visión que Dios le envió mientras dormía. A
la mañana siguiente, sobresaltado se la contó a su familia:
Yo me encontraba en un campo — dijo—.

53
Y me vi rodeado de un grupo de chiquillos. Juraban, blasfemaban, (Blasfemar es decir palabras o hacer gestos ofensivos contra Dios, la Virgen
o los santos.) se pegaban: eran unos verdaderos pandilleros. Para que cesaran, traté primero de razonar con ellos. En vista
de que no hacían caso, me enredé con ellos a puñetazo limpio. Pero, de buenas a primeras, los muchachos se
transformaron en lobos, leones, osos… ¡Algo tremendo! Entonces una persona desconocida se acerca y me dice: «No,
pequeño, con violencia no conseguirás nada. ¡Sólo con dulzura! ¡Con mucha dulzura!»
Con esas palabras, todas aquellas fieras se volvieron en mansos y dóciles corderitos. Luego apareció una Señora
hermosísima y me dijo: «Llévalos al prado a pastar! ¡Todo esto lo entenderás más tarde!»

• Con tu grupo, comenten las siguientes preguntas en forma oral.


1) ¿Cuál crees que fue la enseñanza del sueño para Juan Bosco?
2) ¿Qué relación crees que tiene el relato, con la misión que San Juan Bosco tuvo cuando fue mayor?
3) ¿Cómo preparas hoy lo que quieres ser mañana?
4) ¿Está presente la opinión de Jesús en tus planes? ¿Por qué?

(Juan Pablo II)

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


Se trata de comprender cómo Jesús ha sido enviado por el Padre y desarrolla su misión en el Espíritu Santo.
• Toman su guía. Se puede elegir a un niño para que lea lo que dice Juan y otro que lea lo que dice una voz
desde el cielo; los demás van siguiendo el relato. En lo posible, se prepara antes a los niños que leerán.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos 1,9-11:


«Juan Bautista predicaba, diciendo:
"Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo
ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la
correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes
con agua, p ero Él los bautizará con el Espíritu Santo”.
En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue
bautizado por Juan en el Jordán. Y al salir del agua, vio
que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre Él como una
paloma; y una voz desde el cielo dijo:
“Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección"».

Actividad grupal: preguntas para compartir


1) ¿De quién habla Juan cuando dice que vendrá alguien más poderoso que él? Habla de Jesús.
2) ¿Qué hizo Juan cuando Jesús llegó al río Jordán? Juan bautizó a Jesús.
3) ¿Qué sucedió cuando Jesús salió del agua? Se abrieron los cielos y el Espíritu Santo bajó como una paloma. Una voz
del cielo habló.
4) ¿Con qué frase Dios Padre nos habla de su Hijo con mucho amor? Nos dice de Jesús: «Tú eres mi Hijo muy querido,
en ti tengo puesta toda mi predilección».
5) ¿Qué Personas Divinas están presentes en el relato? El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
6) ¿De quién recibe Jesús la misión de salvarnos? ¿Quién lo ayudará siempre en ello? La misión de salvarnos la recibe
del Padre y la realiza en el Espíritu Santo, que lo ayudará siempre.
Profundicemos
• El Evangelio nos narra que Jesús fue bautizado. Él es el Hijo amado del Padre, que con el Espíritu Santo inicia su
misión. Nosotros, como todos aquellos que estuvieron en el Jordán, estamos llamados a escuchar al Hijo amado del
Padre.
• El Bautismo de Jesús, también nos recuerda el nuestro: Dios mismo pronuncia nuestro nombre y nos dice: «eres mi hijo
muy amado». Por el agua nacemos a una vida nueva, por el Espíritu Santo nos unimos la familia de Dios que es la
Iglesia. Somos hechos Hijos de Dios, para conocer su amor y llevarlo al mundo entero.
• En la Eucaristía participamos de esa comunidad de vida y amor, en la que el Bautismo nos ha incorporado, y en la cual
Jesús se hace presente.
¡Respondamos a Jesús!
“Somos hijos queridos de Dios”
• Se invita a los niños a descubrir algunas características de Jesús, que los ayudan a preparar y realizar la misión que el
Padre les ha encargado. Para ello buscan las palabras claves en la «Sopa de Letras» que aparece en su guía. Para

54
descifrarla se puede hacer un concurso dividiendo a los niños en parejas o tríos. Gana el grupo que primero descubre
todas las palabras escondidas.
Respuesta a la sopa de letras:

Se comenta con los niños: Porque Él nos dio la vida, nosotros también somos hijos muy queridos de Dios Padre. Y su
Hijo Jesús también dio su vida por nosotros. ¿En qué sientes en tu vida ese amor gratuito de Dios?»
Se pide a los niños que anoten un ejemplo en las líneas que tienen para ello en su Guías.
• Comenten juntos el trabajo realizado.

¡En la Eucaristía, Jesús nos invita a llamar a Dios: «Padre»!


Se presenta la oración del Padre nuestro, en la cual nos dirigimos a Dios como «hijos» y miembros de su familia que es
la Iglesia. Lo importante es que los niños comprendan lo que dice y por qué, cada petición que hacemos al Padre, por el
Hijo, es de gran importancia para nuestras vidas. Si algún niño no la supiera de memoria, pedirle que la aprenda para el
próximo encuentro.
• El Padre nuestro es una oración que el mismo Jesús dijo a sus discípulos, cuando ellos le pedían que les enseñara a
rezar. En ella Jesús nos invita a llamar a Dios «Padre», quiere que nos dirijamos a Él como «Hijos», ya que desde el día
de nuestro Bautismo hemos recibido y acogido ese don que Él nos ha dado de ser hermanos de Jesús y hermanos de
todos los hombres.
• Se invita a los niños a rezar la oración.
• Se les aclara la frase que pudieran no haber entendido, y se los invita a subrayar aquella que más les gustó y que
voluntariamente expliquen por qué la eligieron.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS


«El cristiano debe descender al agua con Jesús, para subir con Él, renacer del agua y del
Espíritu para convertirse, en el Hijo, en hijo amado del Padre.»
(Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 537)

Todo lo que aprendieron en el encuentro es motivo para celebrar el ser hijos de Dios, por el envío del
Hijo por el Padre.
• Los niños leen en la guía lo que María nos ha pedido guardar en el corazón.
• Se invita a cada niño a hacer silencio, para conversar con Jesús (ojalá frente al sagrario).
Finalmente leen juntos la frase:

55
• A partir del Bautismo de Jesús en el Jordán, Él comienza su misión anunciando a todos el camino verdadero que lleva a
la felicidad y que consiste en vivir en amor, unión, justicia, respeto, perdón y valorando a las personas.
• El regalo para Jesús esta semana puede ser el siguiente: preparar nuestra misión en la vida con oración y acción,
es decir, por una parte te invitamos a rezar en cada oración de la mañana o la noche, lo siguiente:
«Gracias, buen Padre Dios, por amarnos e invitarnos a continuar la misión de Jesús».
Después de la oración, que los niños piensen qué acto regalarán a Jesús para traer: unión, justicia, respeto, perdón con
quienes vives.
Rezan juntos esta oración:
Querido Jesús, al mirar tu actuar contemplando tu vida,
aprendemos a amar.
Estás unido al Padre y al Espíritu Santo como un solo Dios con
tanto amor que nadie los puede separar.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo,
cómo era en un principio, ahora y siempre. Amén.

CELEBRACIÓN DE ENTREGA DEL


PADRE NUESTRO

I. PREPARANDO LA CELEBRACIÓN

OBJETIVO: Agradecer al Padre, quien por medio de su Hijo nos ha enseñado a orar en el Espíritu, invitándonos a
dirigirnos a Él con cariño y confianza filial.
CAMINO CATEQUÍSTICO: En la Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística, el Señor nos invita a tener una
relación personal y comunitaria cada vez más profunda con Él, por medio de la oración. Y el mismo Jesús, conociendo
nuestras flaquezas y debilidades, al regalarnos el Padre nuestro, nos ha querido enseñar a orar «en espíritu y en verdad»
(Jn 4,23).
MATERIALES: Cartel grande que lleva escrito el Padre nuestro. Cada frase del Padre nuestro está escrita con un color
distinto, para hacerlo más atractivo. Trozos de cartulina blanca de un tamaño suficiente para que los niños escriban el
Padre nuestro. Mesa, mantel, cirio, florero con flores. Biblia.
AMBIENTACIÓN: Cartel con la oración del Padre nuestro. La asamblea se coloca en semicírculo en torno a este cartel.
Delante de él, sobre una mesita, un mantel, un cirio, la Biblia abierta en Mt 6, 5-13, y un florero con flores.

II. DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN


SALUDO
Sacerdote: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
R.: Amén

56
Queridos hermanos: Todos nosotros somos hijos de Dios. Él es nuestro Padre. El día que nos bautizaron, Dios nos
adoptó como hijos suyos. Nuestros padres son muy importantes para todos, pero Dios es Padre también de ellos. Él es
Padre desde que creó todas las cosas del mundo, y especialmente al ser humano. Jesús lo llamó «Abbá», que se
traduce por «Papá», una forma afectuosa y familiar de llamar al padre: ¡Es que Jesús quería mucho a Dios, y Dios lo
quería mucho a Él! Hoy queremos recordar con un corazón agradecido que Jesús le enseñó a sus discípulos a rezar, y la
oración que les enseñó es el Padre nuestro.
Guía: Mientras se canta, un par de catequistas colocan el cartel con la oración del Padre nuestro en un lugar destacado
del salón, que todos vean fácilmente.

PALABRA DE DIOS Y ENTREGA DEL PADRE NUESTRO


Guía: Escuchemos ahora la Palabra de Dios.
Lector:
Del Evangelio de san Mateo: Jesús enseña a sus discípulos a orar. El lector lee solamente desde del versículo 5 al 9, y
no dice «Palabra de Dios», pues inmediatamente continúa el Guía:
Guía: Miremos ahora, todos, el cartel del Padre nuestro.
Tomémonos todos de las manos. Lo vamos a leer despacio, sin apurarnos, en clima de recogimiento y oración.
Todos leen el texto del Padre nuestro que está en el cartel, guiados por la voz más fuerte del sacerdote o del guía,
Todos:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén
Luego, el sacerdote o quien preside la celebración puede hacer un muy breve comentario del texto. Clave:
Jesús conversa con su Padre porque lo ama y quiere escuchar lo que Él le pide. Todos somos hijos de Dios desde el día
de nuestro Bautismo. Por eso, llamarlo «Papá», como Jesús, es reconocer con gratitud lo bueno que es con nosotros. El
Espíritu Santo es quien nos mueve a este reconocimiento. El Padre nuestro es la oración más importante de los
cristianos.
Guía: Para poder rezar el Padre nuestro sin olvidar la enseñanza de Jesús, vamos a escribirlo en un papel que se va a
entregar a cada niño. Lo pueden copiar del cartel grande. Cantamos el canto: «Aclaró» o «Haces nuevas todas las
cosas».
Se entrega a cada niño un pedazo de papel grueso (cartulina blanca), para que copie el Padre nuestro del cartel con su
propia letra, mientras la asamblea canta. El canto dura hasta que terminen todos los niños.
ORACIÓN COMUNITARIA
Sacerdote:
El Padre nuestro nos invita a santificar el nombre del Padre Dios. Le damos gracias ahora por todo lo bueno que nos da.
¿De qué queremos darle gracias, niños?
Se espera que unos tres niños digan algún motivo de gratitud al Padre, espontáneamente. Después de cada uno, el
sacerdote invita a decir todos juntos: "Padre, venga tu Reino."
Sacerdote:
El Padre nuestro nos invita a pedir por nuestras necesidades. ¿Qué queremos pedirle al Padre en este día?
Se espera que unos tres niños expresen alguna petición al Padre, espontáneamente. Después de cada una, el sacerdote
invita a repetir todos: "Padre, hágase tu voluntad."
Sacerdote:
El Padre nuestro nos enseña a pedir al Padre bueno que nos proteja y nos libre de todo mal. ¿De qué males queremos
que nos proteja el Padre?
Se espera que unos tres niños expresen algún mal del que queremos ser protegidos, espontáneamente. Después de
cada intervención, el sacerdote invita a decir todos juntos: "Padre, líbranos del mal."
BENDICIÓN (ORACIÓN) FINAL
Sacerdote:
Al terminar esta tercera celebración, le damos gracias al Padre Dios porque también a nosotros hoy Jesús nos ha
enseñado a orar como hizo con sus apóstoles. Desde ahora en adelante nunca vamos a olvidar esta oración y la vamos
a rezar todos los días.
¿Quieren Padres y niños, rezar cada día esta oración que Jesús nos ha dejado?
Todos

57
Sí. (Si la respuesta es débil, puede invitar a decirla más fuerte).
Sacerdote: El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
Sacerdote: A todos ustedes, niños, catequistas, papás, los bendiga Dios todopoderoso, Él que es Padre, Hijo y Espíritu
Santo.
R.: Amén
(Si no ha habido un sacerdote, quien anima la celebración hace esta oración:
Diácono o catequista:
Queridos hermanos, al finalizar nuestra tercera celebración, demos gracias al Padre Dios por todo lo que nos regala cada
día, especialmente hoy por nuestros padres, hermanos y amigos.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.)
Guía: Para finalizar cantemos a nuestra Madre la Virgen: «Santa María del Camino».

Compartimos con las familias sobre la oración, de manera especial la vivencia de la Eucaristía, trabajamos el desarrollo de la hoja de
las firmas explicando cada arte con relación al año litúrgico

58
unidad 5: Jesús proclama el reino de Dios
ENCUENTRO 13: «JESÚS NOS ENSEÑA PALABRAS DE VIDA»
«El que escucha mis palabras, dice Jesús, y las pone en práctica,
puede compararse a un hombre sensato. (Mt 7,24-27)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, reconozcan que las enseñanzas
de Jesús, que proclamamos en cada Eucaristía, son fuente de vida.

MATERIALES:
• Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, almohadón de color, dos hojas de papel de diario, piedras, arena o sal, dos
ramitas con hojas, cartel que diga: «Sigamos las enseñanzas de Jesús en la vida diaria.
• Para profundizar puedes leer este tema en:
- El Catecismo de la Iglesia Católica: Evangelio: Mateo 7, 24-27, números: 1970, 443, 1821, 2611, 2826. Salmos:
números: 120, 288, 304, 702, 708, 716, 1081, 1088, 1154, 1156, 1176ss, 2579, 2585ss, 2625, 2657, 2762.
- «La palabra de Dios, fuente inagotable de vida». Del comentario de San Efrén, diácono.

I. ACOGIDA

¡Te invitamos a rezar!


El objetivo de este momento es que los niños reconozcan en los Salmos una forma de oración y de alabanza a Dios.
• Preparar el altar de forma especial poniendo la Biblia en un lugar destacado sobre el almohadón o una manta o un
poncho llamativo y ubicar a los niños a su alrededor.
• Invitar a hacer silencio y a escuchar a Dios que nos habla a través de la Biblia. En ella está escrito lo mucho que nos
quiere y lo que debemos hacer para vivir como Él quiere. Por eso la escuchamos con atención y mucho respeto.
• Explicar que en la oración v amos a descubrir en su Palabra, que Dios es nuestra fuente de vida, es decir, origen de
todo lo bueno, con Él nada nos puede faltar.
• Invitar a los niños a observar su guía y explicar que hoy vamos a orar con un Salmo, que era también una de las formas
de orar que tenía Jesús.
• Orar con ellos diciendo:
Querido Jesús, queremos agradecerte
por darnos a conocer tus enseñanzas:
«El Señor es mi pastor, nada me puede faltar,
en verdes praderas Él me lleva a reposar,
me conduce hacia fuentes tranquilas y mi alma consuela.
Aunque pase por quebradas muy oscuras
no temo ningún mal, porque Tú estás conmigo».
Amén. (Salmo 23)
• Invitar a los niños a subrayar en el Salmo «frases que expresen la acción amorosa de Dios con nosotros», es decir,
palabras que al ser escuchadas nos llenan el corazón de fuerza y de vida.
• Los niños comentan la frase que más les gustó del Salmo.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
Los niños leen la cita escrita junto al título del tema anterior. El catequista pregunta qué enseñanza recuerdan y les invita
a recordar los títulos de unidades y temas anteriores
• Luego pregunta a los niños si se acordaron de rezar en la noche la frase: «Gracias buen Padre Dios, por amarnos e
invitarnos a continuar tu misión».

Encuentro familiar
Conversar con los niños lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, preguntarles: ¿Se acordaron de rezar la oración del Padre nuestro?
¿Qué signo hicieron sus papás sobre la frente de ustedes?
¿Qué palabras les dijeron al hacerles el signo?

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE

¡Vamos a encontrarnos con Jesús!

59
El objetivo de esta experiencia de vida es hacer que los niños comprendan la fuerza que tienen las palabras de Jesús,
que son para nosotros fuente de vida.
• Explicar a los niños que las palabras pueden producir en nosotros distintos efectos. Cuando son positivas impulsan a
quienes las escuchan a transformarse, a querer ser mejores, sentir más seguridad y cariño. Cuando esto sucede, las
palabras son «fuente de vida» para quien las acoge.
• Entusiasmarlos diciéndoles que leerás la historia de una familia que vivió un momento de mucho dolor, pero que Dios
permitió que las palabras amorosas de un niño transformaran este momento en alegría. Leen juntos su guía: «Hay que
seguir cantando».
• Se pasa a comentar el relato preguntando:
- ¿Por qué las palabras de Miguel fueron fuente de vida para su hermanita?
- ¿Qué frases o palabras les dicen sus papás u otras personas a ustedes que, al oírlas, les causan un buen efecto, como
lo fue para la hermanita de Miguel?
- ¿Recuerdan alguna frase de Jesús que haya sido fuente de vida para ustedes?
Compártanla con el grupo.
• Para cerrar esta actividad, pegan en el pizarrón la frase: «Sigamos las enseñanzas de Jesús en la vida diaria».

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


El objetivo es que los niños, a través del texto bíblico descubran que las Palabras de Jesús son enseñanzas que
podemos poner en práctica en las acciones de nuestra vida diaria.
• Se pide a los niños que se pongan de pie en semicírculo frente al altar. Se coloca una Biblia en el centro del altar, y se
enciende la vela. Los niños siguen con atención la lectura del Evangelio, recordando que escuchamos con atención la
Palabra de Jesús.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 7,24-


27:
«Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone
en práctica puede compararse a un hombre sensato que edificó su
casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes,
soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó,
porque estaba construida sobre roca.
Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica puede
compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena.
Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y
sacudieron la casa: ésta se derrumbó, y su ruina fue grande».

Actividad grupal: preguntas para compartir:


1) ¿Dónde construyó su casa el hombre sensato? Edificó su casa sobre roca.
2) ¿Dónde construyó su casa el hombre insensato? Edificó su casa sobre arena.
3) ¿Qué le pasó a la casa construida sobre roca? Resistió las lluvias, torrentes y vientos.
4) ¿Qué le pasó a la casa construida sobre arena? Esta se derrumbó, y su ruina fue grande.
5) ¿Quién es la «roca» que nos ayuda a construir nuestra vida con firmeza para resistir «las tormentas»? Jesús.
6) ¿Qué son «las tormentas» en nuestra vida? Son las tentaciones, dolores, tristezas, dificultades, etc.
7) ¿Qué necesitamos hoy para construir nuestra vida sobre «roca»? Necesitamos escuchar la Palabra de Jesús y
ponerla en práctica.

Profundicemos
• Las enseñanzas que Jesús nos transmite a través de su Palabra son como la roca firme donde se puede edificar
nuestra vida con prudencia y sabiduría.
• La Palabra de Jesús, que es Palabra de Dios, es capaz de transformar a quien la escucha, la acoge y la práctica.
• En este camino de Iniciación a la Vida Eucarística y en cada Eucaristía, Jesús nos regala la posibilidad de conocer sus
enseñanzas, de interpretarlas con la ayuda del Espíritu Santo, compartirlas en comunidad y ponerlas en práctica, para
que ellas sean el fundamento de nuestra vida personal, familiar y social.
¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es descubrir que, si ponemos en práctica la Palabra de Jesús en nuestra vida, llegaremos
junto a Él al Reino de los Cielos.
• El catequista extiende dos hojas de diario en el suelo y en una de ellas ordena las piedras de tal manera de que queden
firmes y, al medio, encaja una ramita con hojas. Hace lo mismo usando de base arena (o sal). La idea es que ésta no
quede tan firme. Luego pide a dos niños que soplen las r amas de ambos montículos. El resto del grupo observa lo que
sucede (ramita sobre arena se cae).
• Invita a los niños a comentar lo sucedido.
• Para terminar la actividad, comentar a partir de las siguientes ideas:

60
- Cuando una planta recibe vientos fuertes ¿qué hace? Clava sus raíces en un suelo firme, lo más profundamente posible
para resistir mejor. Los vientos la obligan a luchar y la tierra firme le permite aumentar su resistencia.
¡En la Eucaristía, tenemos la Palabra de Dios como fuente de vida! Este es el espacio oportuno para ayudar a
comprender a los niños que, en la Eucaristía, el anuncio de la Palabra de Dios es fuente de Vida.
• Pedir a los niños que lean el esquema que aparece en su guía.
• Comentar con ellos la información contenida en él.
- Cuando una persona quiere tener una amistad firme con Jesús, lo hace siguiendo sus enseñanzas y palabras.
Entonces, pueden venir vientos fuertes (como el egoísmo, la mentira, la violencia, etc.) y su corazón puede resistir estos
peligros, porque, al igual que la planta, tiene sus raíces profundas en el Señor. Esas personas son como la casa
construida sobre roca.
• Los niños pintan las luces de los semáforos de su guía de acuerdo a estas instrucciones:
- Si la acción es tan buena como construir una casa sobre roca, pinta la luz verde.
- Si la acción te hace dudar y se necesita ayuda del Espíritu Santo, pinta la luz amarilla.
- Si la acción es tan arriesgada como construir una casa sobre arena, pinta la luz roja.
Respuestas:
1. Rojo
2. Amarillo
3. Verde

¡En la Eucaristía, tenemos la Palabra de Dios como fuente de vida!


Este es el espacio oportuno para ayudar a comprender a los niños que, en la Eucaristía, el anuncio de la Palabra de Dios
es fuente de Vida.
• Pedir a los niños que lean el esquema que aparece en su ficha.
• Comentar con ellos la información contenida en él.

Relacionar el contenido anterior con la Liturgia de la Palabra vivida en la Celebración Eucarística a partir de las
siguientes ideas:
- La Biblia la leemos durante la Eucaristía, en el momento que llamamos «Liturgia de la Palabra». La celebración de la
Palabra, en la Eucaristía, tiene por objetivo lo que tan bien nos aconseja San Pablo:
«Desde tu niñez conoce la Sagrada Escritura. Ella te dará la sabiduría que lleva a la salvación,
mediante la fe en Cristo Jesús. Todos los textos de la Sagrada Escritura están inspirados por Dios y son útiles para
enseñar, para rebatir, para corregir, para guiar en el bien. L a Escritura hace perfecto al hombre de Dios y lo deja
preparado para cualquier empresa» (2 Tim 3,15-17).
- Para que la Palabra de Dios, iluminada por el Espíritu Santo, sea acogida por nosotros como fuente de vida, hacemos
un signo antes de que el sacerdote nos lea el Evangelio.

61
• El catequista enseña a los niños a signarse antes del Evangelio. repitiendo el gesto frente a ellos y explicando que este
gesto tiene tres significados:
- El signo de la cruz en la frente es para decirle a Jesús que queremos abrir nuestra mente e inteligencia para
comprender su Palabra como fuente de vida.
- El signo de la cruz en la boca es para decirle que estamos dispuestos a enseñar lo que de Él vamos a oír.
- El signo de la cruz en el corazón es para decirle a Jesús que queremos vivir lo que vamos a escuchar.

• Explicar, que al mismo tiempo que hacemos el signo de la cruz, decimos las siguientes palabras:
- Cuando hacemos la cruz en la frente, decimos mentalmente: Por la señal de la santa cruz…
- Cuando hacemos la señal de la cruz en la boca, decimos mentalmente: de nuestros enemigos…
- Cuando hacemos la señal de la cruz en el corazón, decimos mentalmente: líbranos, Señor Dios nuestro.

• Repetir con los niños varias veces este signo hasta que se lo aprendan. Ayudarlos para que, cuando se persignen,
unan el signo de la cruz con la frase.
• Invitarlos a los niños a leer juntos el siguiente recuadro y lo que dice el dibujo que aparece su guía. Por último,
preguntar ¿qué significa la palabra Evangelio?
Cuando en la Eucaristía haces este signo, Jesús te anuncia que va a hablar a tu corazón por medio del Evangelio. Su
Palabra es fuente de vida, nos narra todo lo que necesitamos hacer para estar con Él y ser felices. Si ponemos en
práctica su Palabra, nuestra vida estará construida sobre roca.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

«La fe no consiste solamente en decir «Señor, Señor», sino en disponer el


corazón para hacer la voluntad del Padre.» (Cf. Catecismo de la Iglesia Católica,
n° 2611)

Alegrémonos y celebremos porque Jesús nos regala palabras de Vida. En este momento los niños
se proponen con alegría hacer cambios concretos en su vida diaria para poner en práctica las
enseñanzas de Jesús, ya que sus palabras son un camino cierto a la vida eterna.
• Leen la página 89 lo que María nos ha pedido guardar en el corazón.
• Se invita a cada niño a hacer silencio y a conversar con Jesús.
• Finalmente leen juntos la frase:
La Virgen María fue feliz, porque escuchó la Palabra de Dios y la
puso en práctica.
«La fe no consiste solamente en decir «Señor, Señor», sino en
disponer el corazón para hacer la voluntad del Padre.» (Cf.
Catecismo de la Iglesia Católica, n° 2611)
• Encender la vela del altar.
• Cantar con el grupo esta canción:

Tu Palabra me da vida,
confío en Ti Señor.
Tu Palabra es eterna,
en ella esperaré.

ENCUENTRO 14: «LOS SIGNOS DE LA VIDA NUEVA»


«Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los
paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los
muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.» (Mt 11,5-11)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que puedan identificar en los milagros de Jesús los
signos del Reino de Dios.

MATERIALES:
Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, cojín de color, vendas o paños para vendar los ojos, cuerdas para amarrar los
pies, tarjetas con palabras, lápices de colores.
• P ara profundizar leer este tema en: El Catecismo de la Iglesia Católica: Evangelio: Mateo 11,5-11, números 548,549,
2443.

62
I. ACOGIDA
Saludo:

¡Te invitamos a rezar!


Junto con hacer oración, en este momento se trata de guiar a los niños para que, orando con los Salmos, identifiquen en
ellos signos de vida, momentos en que Dios expresa amor, protección, que nos escucha, etc.

Querido Jesús,
sabemos que tu Palabra nos enseña.
Hoy queremos descubrir en ella que nos escuchas y nos amas,
orando con este Salmo:
«Cuando yo invoqué tu nombre,
con mano poderosa,
me salvó tu Amor.
Son perfectos tus caminos,
tus manos me sostienen
Tú eres mi Rey.»
Amén.
(Salmo 17)
• Comentar con los niños la frase que más les gustó del Salmo. Ayudarlos a
descubrir lo que llamamos signos de vida, es decir, momentos en que Dios expresa amor, protección, que nos escucha,
etc.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
los niños leen la cita escrita junto al título del tema anterior. Preguntar qué enseñanza recuerdan.
• ¿Cómo les fue con las ideas que pensaron para escuchar con atención la Palabra de Dios?

Encuentro familiar
Conversar con los niños lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, pregunta: Al dibujar la casa ¿qué recuerdan que escribieron dentro de
ella? (Actitudes o vivencias que consideran importantes para cimentar la vida de familia.)

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE


¡Vamos a encontrarnos con Jesús!
El objetivo de esta experiencia de vida es hacer que los niños, a través de un juego, se pongan en la
situación de las personas impedidas por mudez, ceguera, sordera o invalidez de movimiento. Para que
comprendan estas limitaciones y aloren lo que significa para ellas ser sanadas de sus dificultades.
• Se explica a los niños el objetivo y luego reparte a cada uno una venda o pañuelo.
Luego, por turno, se pide a algunos que se venden los ojos y que con los ojos vendados vayan a abrir
la puerta de la sala (u otro desafío). A otros se les pide que se tapen bien la boca y traten de hablar así;
a otros, que se tapen los oídos y traten de escuchar; a otros que se amarren los pies y traten de
caminar.
• Cuando cada uno haya experimentado una limitación se les propone comentar lo que sintieron.
• Luego el catequista, conversa si conocen una farmacia en la que se venda un remedio para curar totalmente estos
males, si hubo alguien que se haya curado y quién los ayudó.

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


Guiar a los niños para que descubran que los milagros de Jesús son signos de vida nueva que van revelando cómo es el
Reino de Dios.
• Introducir el Evangelio con las siguientes ideas:
- Cuando Jesús vivió en la tierra conoció todas las enfermedades anteriores. Pero al pasar frente a ellas les dio un nuevo
sentido: mostró su infinita misericordia y las curó. Mostró así su infinito amor por los hombres, su poder, la fuerza
transformadora de su presencia.
- Por eso quienes estuvieron con Jesús percibieron que su presencia hacía nuevas todas las cosas, que su presencia era
fuente de esperanza para los que sufren, que su presencia cambiaba la vida de aquellos que lo acogían.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 11,2-6:


«Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle:
—¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?

63
Jesús les respondió:
—Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados
y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.
¡Y feliz aquel para quien Yo no sea motivo de tropiezo!»

ACTIVIDAD GRUPAL: PREGUNTAS PARA COMPARTIR:


1) ¿Qué es lo que Juan el Bautista le manda a preguntar a Jesús? «¿Eres Tú el que ha de venir o debemos esperar a
otro?»
2) ¿En quién piensa Juan cuando dice: «el que ha de venir»? Juan piensa en el Mesías, el Hijo de Dios salvador.
3) ¿Cuáles son los signos de vida nueva que muestra Jesús en este relato? Los ciegos ven, los paralíticos caminan, los
sordos oyen, los leprosos son purificados, los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.
4) ¿Qué efecto trae la Buena nueva en aquellos que la escuchan?
Alegría y entusiasmo para ir a contar esta Buena Nueva.

PROFUNDICEMOS
• Las acciones de Jesús a favor de las personas se convierten en signos, en demostraciones de quién es Él y de que su
Reino es una realidad que es fuente de amor, verdad y libertad para todos y todas.
• Cada milagro sobrepasa todo poder humano; ellos son signos del Reino que anuncia y realiza Jesús. Por ejemplo, si
Jesús resucita un muerto, es para mostrarnos que su Reino es de Vida, si calma la tempestad, es para
Los milagros se dan como una invitación para ser transformados por el amor de Dios, que, a su vez, nos mueve a
ponernos al servicio de los demás. Este servicio, hecho por amor a Dios y a nuestros hermanos, nos llena el corazón de
felicidad, porque es signo de vida.
• Los signos de Jesús y de su Reino, están también presentes en nuestra vida cotidiana. La Eucaristía es un signo del
Reino de Dios y, al participar en la Celebración Eucarística, nos comprometemos a llevar su Reino a los demás. que su
Reino es de paz, etc.

¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es descubrir que no sólo padecemos de enfermedades de carácter físico que pueden ser
curadas por Jesús, sino que los signos de vida de Jesús también apuntan a sanar nuestras enfermedades de carácter
espiritual, ya que el Reino de Dios es la presencia salvadora de Dios respecto de la totalidad de la persona.
• Se reparte a cada niño un papel que contenga una de estas palabras: EGOÍSTA, PELADOR, ORGULLOSO,
HARAGÁN. Se pide que relacionen estas palabras con los dibujos que aparecen en su guía. Cuando hayan establecido
la r elación, se les pide que anoten la palabra en el dibujo al que pertenece. Para ello puede usar la línea de puntos que
hay bajo cada dibujo.
Al finalizar el catequista pregunta al grupo: ¿Qué dificultades trae a la persona padecer el mal anterior?
• Reflexionar con ellos comentando que muchas veces no tenemos los ojos para ver las necesidades de los demás.
Nuestra boca no expresa siempre las bondades del corazón. A veces nuestras manos no realizan acciones que llevan al
beneficio de los demás.
• Preguntar: ¿Qué acciones puedes realizar para cooperar con los signos de vida que Jesús ha traído al mundo? Pedir
que lo escriban al interior del baúl de tesoros que tienen en su guía.

¡En la Eucaristía, el Reino de Dios está entre nosotros!


El objetivo es que los niños descubran que la Eucaristía es anticipo de los signos de vida del Reino de Dios.
• Estimular el siguiente trabajo con estas ideas:
- Con cada milagro, Jesús nos da una buena noticia: en su Reino no habrá ciegos,
cojos, sordos, mudos. Su Reino es de luz, de vida. En él reinará su Palabra, no
habrá dolor, enfermedad, ni muerte.
- Por la Eucaristía, el Reino de Dios está entre nosotros. Cristo resucitado se hace
presente para aliviar nuestros dolores, enfermedades y penas. El Reino está ya en
nosotros y en medio de nosotros por la Eucaristía, pero no ha llegado aún a su
plenitud. ¡Abramos el corazón con humildad para que Dios reine en nosotros! Todos
y todas estamos invitados.

ACTIVIDAD:
¿Qué signos del reino están en la Eucaristía? En la guía, los niños encontrarán un cuadro en el cual van a relacionar
signos de vida del Reino con frases que han escuchado del sacerdote y la comunidad en la Eucaristía.
Para ello usan flechas de colores.

RESPUESTAS:
1. (C); 2. (D); 3. (E); 4. (G); 5. (B); 6 (A); 7. (F)

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

64
«El Reino se manifiesta a los hombres en las palabras, en las obras y en la presencia de Cristo.
Acoger la palabra de Jesús es acoger el Reino.» (Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n° 764)

los niños leen en su guía, lo que María nos ha pedido guardar en el corazón.
• Se invita a cada niño a hacer silencio y a conversar con Jesús.
• Finalmente leen juntos la frase:

La Virgen María nos anima y acompaña


para vivir y anunciar el Reino de Dios.

Encender la vela del altar. • Orar con el grupo:


:
Gracias, Jesús,
por los signos de vida que hoy nos das,
y que debemos multiplicar para
construir un Reino de paz, justicia y amor.
Con María, acompáñanos
y no dejes que ninguno de nosotros
se aparte de Vos
y que quienes no te conocen
también puedan llegar a ser tus amigos.
Amén.

¡Qué alegría es ser invitados al Reino de Dios! Él y a está presente entre nosotros cuando vivimos los v alores de
Jesucristo, aunque aún el Reino no ha llegado a su plenitud. Recuerden que el Reino de Dios está dentro tuyo. Tenemos
que descubrirlo; está en todo lugar donde hay amor, verdad y justicia, y que vivirlo es defender la vida, mejorar nuestra
propia vida y la de los demás.
Hoy Jesús te invita al Reino para que nosotros también demos vida, la respetemos, la defendamos, la disfrutemos, la
gocemos. El Reino es alegría de vivir.
Comprometámonos esta semana a realizar una acción que traiga paz a nuestra familia, la paz es un signo propio del
Reino de Dios. Pedir que abran su Guías en la misma página, miren el dibujo y lean juntos la frase: Me comprometo esta
semana a traer paz en mi familia. La paz es un signo propio del Reino de Dios.

ENCUENTRO 15: «JESÚS NOS LLAMA AMIGOS»


«Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. Yo los
llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de
mi Padre. Yo les mando que se amen los unos a los otros.»
(Juan 15,12-17)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, agradezcan a Jesús el que quiera
ser migo nuestro y establecer con nosotros una relación de cariño y fraternidad

MATERIALES:
Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, pliego de papel o cartulina, lápices de colores.
• Para profundizar puedes leer este tema en:
– El Catecismo de la Iglesia Católica: números 459, 1823, 1970, 2074, 363, 609, 614, 1972, 2347, 2745.
– Catequesis sobre «El mandamiento del Amor». Los Dos Mandamientos del Amor: 1) Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. 2) Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_mand_e15.pdf

I. ACOGIDA
Saludo:
¡Te invitamos a rezar!
El objetivo es reforzar a través de este Salmo lo mucho que Dios nos conoce. Ello nos abre a aceptar su amistad creando
un clima que nos motive a entrar en el tema siguiente que es la amistad.
• Entregar la guía a los niños, comentar que todos tenemos necesidad de tener amigos, pero el Amigo que más

65
nos ama y conoce es Dios. El siguiente Salmo habla de la experiencia de una persona que en su oración expresa con
gratitud cuánto Dios lo conoce, lo mucho que él confía en que su amistad lo llevará por buen camino.

Salmo 139
Señor, tú me sondeas y me conoces,
tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares.
Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior;
examíname y conoce lo que pienso;
observa si estoy en un camino falso
y llévame por el camino eterno.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
Después de recordar el tema anterior, preguntar: ¿Qué acción realizaron para traer paz a la familia?

Encuentro familiar
Dialogar con los niños sobre lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres preguntar: ¿Qué actividad realizaron en familia, que fuera signo de la
presencia de Jesús para los que lo necesitan? ¿Visitaron o llamaron a un enfermo? ¿Invitaron a alguien?, ¿Llamaron a
alguien que estuviera triste o solo?

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE


¡Vamos a encontrarnos con Jesús!
El objetivo de esta experiencia es hacer que los niños comprendan el verdadero significado de la palabra «amistad» y las
características, acciones o actitudes que implica.
• El catequista extiende frente a los niños un pliego de papel o cartulina y escribe en el borde izquierdo de ella, la palabra
«AMISTAD» en sentido vertical.
• Frente a cada una de las letras de la palabra «AMISTAD», los niños completan en conjunto un acróstico con las
características, acciones o actitudes principales, que identifican una verdadera amistad. Por ejemplo: «Amigo» es quien
me ofrece un bien.
• Comentar en grupo la siguiente frase de Santa Teresa de los Andes:
«La verdadera amistad consiste en perfeccionarse mutuamente y en acercarse más a Dios».

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


El objetivo es que los niños, a través de este texto bíblico, descubran que Jesús nos quiere como amigos suyos y desea
que vivamos en su amistad, para contagiar su amor en nuestras familias.
Se proclama el texto estando todos alrededor del altar

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan 15,12-17:


«Éste es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como Yo los he amado.
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que Yo les mando.
Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los
llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los
destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero.
Así, todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, Él se los concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»

ACTIVIDAD GRUPAL: PREGUNTAS PARA COMPARTIR:


1) ¿Cuál es el mandamiento de Jesús? «Ámense los unos a los otros como yo los he amado».
2) ¿Cuál es la mayor expresión del amor? Dar la vida por los amigos.
3) ¿Qué debemos hacer para ser amigos de Jesús? Hacer lo que Él nos manda.
4) ¿Por qué Jesús nos llama amigos? Porque nos ha dado a conocer todo lo que oyó de su Padre
5) ¿Qué nos manda Jesús? Que nos amemos los unos a los otros.

PROFUNDICEMOS

66
Cada uno de nosotros, de manera particular, es «amado y elegido» por Jesús para ser sus «amigos». Amigos con los
que comparte todos sus secretos. Amigos a los que entrega toda la intimidad de su relación con el Padre Dios. Amigos
por los que ha llegado al extremo de entregar la vida.
• Amar como Él nos amó será la manera de responder a su amistad.
• Al participar de la Eucaristía, acudimos al encuentro del AMIGO VERDADERO. Al comulgar con su Cuerpo y Sangre,
nos alimentamos de su presencia salvadora. Él se nos da por entero, nos regala su misma vida

¡Respondamos a Jesús!
Respondamos a Jesús, a través de una carta, la oportunidad que nos ha
dado de ser sus amigos.
• En su guía los niños escriben una carta a Jesús, agradeciéndole la amistad que
les ha ofrecido. (Sugerencia: esta carta puede luego, acompañados por él
catequista, entregarla al sacerdote para que, en alguna celebración
Eucarística, sea presentada a Jesús en el momento del ofertorio.)
• Para facilitar la redacción se les pide que no falten en la carta las palabras:
AMIGO, GRACIAS, VIDA, AMOR, VIRGEN MARÍA, MUNDO, REINO,
PERDÓN, UNIÓN, ETC.

¡En la Eucaristía, nos ofrecemos a Jesús!


Este momento del encuentro favorece que los niños descubran cómo las palabras de Jesús leídas en el texto bíblico se
hacen realidad en distintos momentos de la Celebración de la Eucaristía.
• Pedir a los niños que observen en su guía, donde aparecen anotadas las palabras más importantes dichas por Jesús en
el texto bíblico leído.
• Indicarles que relacionen, usando flechas, las frases y promesas dichas por Jesús en el texto bíblico y los signos de
Amistad de Jesús en la Celebración Eucarística. Respuestas: 1. (b) 2. (c) 3. (a) 4. (d)
• Comentar con ellos la siguiente frase:
En la celebración de la Eucaristía, se realiza
el mayor signo de Amistad de Jesús
con nosotros.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

«Amándose unos a otros, los discípulos imitan el amor de Jesús que reciben también en ellos.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, n° 1823)

Los niños abren su guía y hacen silencio disponiéndose a orar y a guardar en


el corazón esta frase:
La Virgen María nos invita a ser amigos de su Hijo Jesús.

El objetivo de este momento es profundizar en el verdadero sentido de la Amistad a la luz de


sabias palabras del Eclesiastés.
• Leen algunas frases de la Biblia, tomadas del Antiguo Testamento que hablan de la amistad.
• Una vez leídas, elijen una y, a modo de tarjeta, la entregan de regalo a alguien del grupo. El que
la reciba deberá
memorizarla y regalarla a una persona de su familia, pidiendo que haga lo mismo.
– Un amigo fiel es apoyo seguro; el que lo encuentra, encuentra un tesoro (Ecl. 6,14).
– Las palabras amables multiplican los amigos, la lengua afable multiplica los saludos (Ecl 6,5).
– El amigo fiel no tiene precio, su valor es incalculable (Ecl 6,15).
– Sean muchos los que te saluden, pero confidente, sólo uno entre mil (Ecl 6,6).

Para concluir ambas actividades pide que cierren los ojos y dedican unos momentos en silencio a dar
gracias a Jesús por los verdaderos amigos que tienen y por las personas que los aman.

Bendito sea Jesús,


el amigo de los niños y de los pobres.
Él vino a enseñarnos cómo debemos
amarte a Ti, Padre,
y amarnos los unos a los otros.
Él vino para arrancar de nuestros corazones
el mal que nos impide ser amigos

67
y el odio que no nos deja ser felices.
Él ha prometido que su Espíritu Santo
estará siempre con nosotros,
para que vivamos
como verdaderos hijos tuyos.
Por ese amor tan grande
queremos darte gracias.
Amén.
• Terminar cantando.

CELEBRACIÓN DE ELECCIÓN Y LLAMADO


I. PREPARANDO LA CELEBRACIÓN
OBJETIVO:
Confirmar el deseo de la familia (padres e hijos) por continuar el proceso
de Catequesis Familiar, como una adhesión más personal a Cristo y a la
Iglesia.

CAMINO CATEQUÍSTICO:
Ya transcurrieron cerca de cuatro meses desde que iniciamos este
proceso de Catequesis Familiar. No siempre nos ha sido fácil participar,
pero estamos agradecidos porque hemos ido conociendo mejor a Jesús y
a la comunidad de los creyentes, a su Iglesia. Ahora queremos hacer un
alto en este camino para agradecer a Dios por los dones recibidos y para
confirmar nuestra voluntad de continuar en este camino.

MATERIALES:
Sillas dispuestas en semicírculo en torno a la sede y una mesa con
mantel, flores y la Biblia abierta en el pasaje de 1 Sam 3, 1-10.
Un ejemplar para cada uno del «Diálogo de Compromiso».
Cuatro oraciones en papeles separados, para ser leídas por un niño, una niña, un papá y una mamá (las intenciones
están más abajo; se pueden cambiar por otras).

AMBIENTACIÓN:
Esta celebración podría hacerse en la capilla, en la que se pondrá bien visible la sede (silla) del sacerdote delante del
altar. Si no se puede, se hace en una sala grande, también destacando la sede del sacerdote. En ambos casos se coloca
una mesa más baja delante de la sede, con mantel, una Biblia y flores.

II. DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN


SALUDO Y PRESENTACIÓN
Guía: Queridas: familias de nuestro proceso de iniciación a la vida Eucarística, pongámonos de pie y comencemos
nuestra celebración cantando «El Testigo».

Por Ti, mi Dios.

Por Ti, mi Dios, cantando voy


la alegría de ser tu testigo, Señor.

Me mandas que cante con toda mi voz,


no sé cómo cantar tu mensaje de amor,
los hombres me preguntan cuál es mi misión,
les digo: “Testigo soy”.

Es fuego tu Palabra que mi boca quemó,


mis labios ya son llamas y cenizas mi voz.
Da miedo proclamarla, pero Tú me dices:
“No temas contigo estoy”.

Tú Palabra es una carga que mi espalda dobló,


es brasa tu mensaje que mi lengua secó.

68
Déjate quemar si quieres alumbrar,
“no temas, contigo estoy”.

Sacerdote: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


Todos: Amén

Sacerdote: Ya han transcurrido cerca de cuatro meses desde que iniciamos este proceso de Catequesis Familiar. No
siempre nos ha sido fácil participar, pero estamos agradecidos porque hemos ido conociendo mejor a Jesús y a la
comunidad de los creyentes, a su Iglesia. Ahora queremos hacer un alto en este camino para agradecer a Dios por los
dones recibidos y para confirmar nuestra voluntad de continuar en este camino.

Oremos: Padre bueno, tú que nos has llamado para conocer mejor a tu Hijo, haz que acojamos sus palabras de vida y
las pongamos en práctica, para llegar así a ser fieles discípulos suyos. Por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén

LITURGIA DE LA PALABRA
Lector: Lee 1 Sam 3, 1-10.

Guía: Cantemos juntos «Tu Palabra me da vida».

Canto: Tu Palabra me da vida


Tu Palabra me da vida, confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna, en ella esperaré.
Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la ley del Señor.
Dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón.
Sacerdote: Breve homilía. Puede subrayar los siguientes puntos del pasaje bíblico leído:
a.- La disponibilidad para servir al Señor…
b.- Permanecer en la casa de Dios para escuchar su voz…
c.- Perseverancia y humildad para no abdicar delante de las dificultades…
ELECCIÓN Y LLAMADO: AQUÍ ESTOY, SEÑOR
Sacerdote: Queridos niños y padres de familia, Desde el día en que fuimos engendrados a la vida, ya fuimos elegidos y
llamados por Dios. P ero ese llamado generalmente queda allí, en el fondo de nuestro corazón, sin que tomemos
conciencia de que existe. Hoy hemos tomado conciencia. Por eso, como el niño Samuel, le vamos a responder a Dios,
agradecidos porque nos quiere y confía en nosotros para que seamos sus discípulos.

Guía: Nuestro párroco va a llamar ahora a cada niño por su nombre. Ellos se van a ir poniendo de pie cuando sean
nombrados y van a responder: Aquí estoy, igual que el niño Samuel.
El Párroco, sentado en la sede, llama por su nombre a cada niño.

Sacerdote: (Nombre de cada niño.)


El niño se levanta y desde el puesto dice en voz alta: Aquí estoy.

COMPROMISO Y ORACIÓN

Guía: Invitamos a los papás a ponerse de pie. Por favor, colóquense detrás de sus hijos y pónganles su mano derecha
sobre el hombro, para responder a las preguntas que hará el sacerdote.
Una vez que todos estén de pie, el sacerdote pregunta:
Sacerdote:
Niños, ustedes han respondido: «Aquí estoy» cuando han sido llamados. En realidad, es el Señor quien los ha amado
desde siempre, quien los llama hoy y quien los invita, junto con sus padres, a continuar este camino de iniciación a la
vida eucarística.
¿Quieren hoy renovar su compromiso para seguir caminando en esta catequesis?
Niños: Sí, queremos.
Sacerdote: Y ustedes, papás, que también han sido llamados por el Señor a formar en la fe a estos niños, que por su
voluntad han nacido del amor que ustedes se tienen, ¿quieren seguir acompañando a sus hijos en este hermoso camino
que han iniciado?
Papás: Sí, queremos.
Sacerdote: (Extendiendo sus manos sobre los papás y niños): Padre Dios, bendice a estos papás, y a estos niños
que se comprometen hoy a continuar el camino que han iniciado en la Catequesis de Iniciación a la Vida Eucarística. No

69
permitas que se desanimen en ningún momento, dales perseverancia y alegría, espíritu de participación y de
compromiso, y condúcelos, con la fuerza de tu Espíritu, hacia un conocimiento cada vez más profundo de tu Amor y de tu
Bondad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Papás y Niños: Amén

Sacerdote: Elevemos ahora nuestra oración al Señor, que siempre nos escucha y está atento a nuestras necesidades.
Respondamos a cada oración diciendo: Escúchanos, Señor, te rogamos.

Un Niño: Señor Jesús, Tú nos has invitado a conocerte mejor. Regálanos un corazón como el tuyo, atento a la voz del
Padre y dispuesto a aprender más cada día. Roguemos al Señor.

Un Papá: Señor, te agradecemos esta oportunidad que tenemos, como papás y mamás de estos niños, de crecer en la
fe y de acompañarlos en el camino hacia su vida eucarística. Ayúdanos a ser dignos de esta responsabilidad que pones
en nuestras manos. Roguemos al Señor.

Una Niña: Señor Jesús, te damos gracias por nuestros papás y mamás. Te pedimos que junto con ellos podamos
responder cada día mejor a tu llamado. Roguemos al Señor.

Una Mamá: Dios nuestro, te pedimos que nunca dejes de estar en el centro de nuestra familia. Que sepamos querernos
de verdad y estar unidos siempre, como la Virgen María, san José y Jesús. Roguemos al Señor.

Sacerdote:
A Ti, Dios uno y trino, comunidad de amor, te presentamos nuestras súplicas. Que tu elección y llamado encuentren en
nosotros un oído atento a tu voz y un corazón abiertos a tu gracia. Con gran alegría por estos niños que junto con sus
padres han manifestado hoy su deseo de continuar el camino de la catequesis, oremos con las palabras que Jesús
mismo nos ha enseñado. Tomémonos de las manos.

Todos: Padre nuestro…

BENDICIÓN FINAL
Se indica a los niños y a todos los presentes que inclinen su cabeza para recibir la bendición.

Sacerdote:
Dios Padre, que nos ha dado a su Hijo Jesús para nuestra salvación, confirme en ustedes su llamada, para que sean
verdaderos amigos de Él y puedan anunciar con valentía y sinceridad que el Reino de Dios ha llegado para todos,
especialmente para los pobres y necesitados.
Todos: Amén

Sacerdote:
Y la bendición de Dios, Padre Omnipotente, descienda sobre ustedes y los acompañe siempre, en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén

Sacerdote: En esta inmensa alegría, vamos en paz.


Todos: Demos gracias a Dios.

Guía: Para terminar nuestra celebración de Elección y Llamado, cantemos con mucha alegría a la Virgen María, que
también fue elegida por Dios para ser la madre de Jesús y de todos nosotros. Cantemos...

Dios te salve María

Dios te salve María llena eres de gracia


El Señor es contigo y bendita tú eres
/ entre todas las mujeres /
Y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, madre de Dios
Ruega por nosotros, por nosotros pecadores,
Ahora y en la hora de nuestra muerte
/Amén Jesús/

70
UNIDAD 6: JESÚS NOS LLAMA A LA
CONVERSIÓN
ENCUENTRO 16: «LA PÉRDIDA DE LA AMISTAD CON DIOS»
«Un hombre rico comía espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado
Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de
saciarse lo que tiraban de la mesa del rico.» (Lucas 16,19-21)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, reconozcan cómo el
pecado es un rompimiento de la amistad con Dios, con los demás y con el mundo.

MATERIALES:
Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, almohadón de color, tres corazones: uno duro hecho de plastilina,
barro, tabla, u otro material similar elaborado con buen tiempo, otro más blando que puede ser de esponja,
levemente sucio, y el último de algodón blanco pegado sobre una cartulina con forma de corazón.
• Para profundizar puedes leer este tema en: – El Catecismo de la Iglesia Católica, números 1420 a 1498.
– Evangelio: El rico epulón y el pobre Lázaro.

I. ACOGIDA

¡Te invitamos a rezar!


El objetivo de este momento es introducir a los niños en una nueva forma de oración que nos acompañará
durante tres encuentros: el pedir perdón y las consecuencias que trae para quien la realiza.
• Ubicar a los niños alrededor del altar que se ha preparado, destacando la Biblia puesta sobre el almohadón.
• Entregar las guías y ora con ello todos oramos diciendo:
«Querido Jesús,
algunas veces me sucede que me tiento y busco hacer el mal.
Al principio me gusta, parece entretenido, pero la felicidad dura sólo un tiempo breve,
hasta que me doy cuenta de lo que hice.
Las consecuencias no son agradables:
me peleo con mi hermana, a pesar de lo mucho que la quiero;
rompo las flores del jardín por jugar a la pelota;
a veces pasan varias horas del día y ni siquiera la saludé y siento pena en el corazón.
¿Qué puedo hacer, Jesús, para volver a tener paz?
Te lo pide, arrepentido, tu hijo que te quiere y no quiere perder tu amistad.»
Amén.

Pedir a los niños que toquen los tres corazones que trajiste. El primero es duro como una piedra, el segundo
es blando, pero está un poco sucio, el tercero es suave y muy blanco.
• Cuando hayan tocado los tres corazones preguntarles: Según ustedes ¿cómo creen que era el corazón del
niño que escribió la oración de perdón que acabamos de leer? ¿Por qué? ¿Cuándo podrá ser tan suave y
blanco como el tercer corazón?
• La intención es que los niños se identifiquen con la experiencia de este niño y poder ir introduciendo la idea
de la diferencia entre tentación y pecado, para luego descubrir el Sacramento de la Reconciliación como signo
de perdón y paz.

II. NUESTRO CAMINO

Encuentro anterior
Preguntar qué ha quedado guardado en el corazón que recuerden del encuentro anterior. Pueden leer la cita
bíblica escrita junto al tema de ese encuentro.
• Preguntarles si recuerdan la frase de la amistad que memorizaron en el encuentro anterior y si les resultó
regalarla a una persona de su familia u otra, pidiendo que hiciera lo mismo.

71
Encuentro familiar
Preguntar a los niños lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, pregunta: ¿Es Jesús un amigo de tu familia? ¿En qué lo
notan?

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE

¡Vamos a encontrarnos con Jesús!


El objetivo de este momento es introducir a los niños en el tema del origen del pecado y sus efectos.
• Se invita a los niños a leer, en su guía, el relato de Marcos y su abuelo Joaquín.
• Se elige entre los niños a quienes puedan leer lo que dicen los personajes del relato.

La visita del abuelo Joaquín

Abuelo Joaquín: Marcos, tu cara no se ve animada hoy. ¡Y eso que hoy sabremos cuándo el doctor te dará
de alta!
Marcos: Eso es lo que me preocupa, abuelo Joaquín; en quince días más hago mi primera confesión en el
colegio. Como no pude ir, estoy nervioso porque no entiendo mucho del tema. III. Aprendiendo a vivir en la fe
Abuelo Joaquín: ¿Quieres que conversemos del tema? ¡Mira, si hasta lo podemos relacionar con tu caída en
el partido! Te explico: el sacramento del perdón que Jesús nos dejó de regalo es precisamente para nuestras
caídas.
Marcos: ¿Caídas de fútbol?
Abuelo Joaquín: No, Marcos, se trata de otras caídas, las que se producen cuando caemos en la tentación y
hacemos un mal. Por eso Jesús creó el sacramento del perdón (A este sacramento podemos llamarlo con distintos
nombres: confesión, penitencia o Sacramento de la Reconciliación.) que nos devuelve la amistad con Dios, perdonando
nuestros pecados y nos da fortaleza para mantenernos en el camino del bien.
Marcos: Ahora te entiendo un poco más. Yo reconozco que no obedecí la orden de mi entrenador: corrí
donde no tenía que ir y me caí. Incluso terminé enojado con el niño del otro equipo que chocó conmigo. La
verdad es que el error fue mi culpa por no obedecer. ¡Es que me tenté; parecía mucho más fácil estar en la
zona prohibida para poder meter un gol y ser un campeón!
Abuelo Joaquín: Querido Marcos, muchas veces ponemos nuestros intereses en primer lugar, antes que a
Dios y olvidando a las demás personas. Esto es el pecado, que rompe la amistad con Dios y con los demás.
Ahora seguramente no te sentís en paz.
Marcos: Es verdad abuelo, ¡qué terrible es perder la amistad con Dios! Ahora entiendo que trae pésimas
consecuencias.
Abuelo Joaquín: Cuando llegaste al hospital, para entender lo que te había sucedido, el doctor te hizo varias
preguntas, quería saber sobre tu caída y sus consecuencias. Quería saber si era una caída leve o una muy
grave. ¡Gracias a Dios fue leve! No perdiste tu pierna y vas a volver a caminar.
Marcos: L o que me dijiste me recordó algo que nos dijo el profesor en clase de religión; nuestros pecados
pueden ser leves o graves: sus consecuencias son distintas. Si son leves, nos quitan la fuerza para hacer el
bien; si son muy graves, rompen nuestra amistad con Dios. En ambos casos el sacramento del perdón
puede borrar nuestro pecado.
Abuelo Joaquín: Lo que dices me recuerda la vida de ciertos santos o santas que murieron siendo muy
niños: San Justo y San Pastor tenían 7 y 9 años. Un tribunal romano quería que dijeran a toda la ciudad que
«Jesús no era el Hijo de Dios y que sus enseñanzas no valían», pero ellos se mantuvieron fieles a Jesús.
Santa María Goretti, de 12 años y nuestra querida beata Laurita Vicuña de 13, prefirieron morir antes que
aceptar cometer los actos impuros a los cuales eran forzadas. Justo, Pastor, María y Laura regalaron a Jesús
un corazón puro.
Marcos: Eso es lo que yo quiero hacer, abuelo. No perder la amistad con Jesús. Quiero celebrar este
encuentro con Jesús que me perdona.

• Se pide a los niños que comenten lo que más les gustó de la historia.
• Se les pregunta qué les gustaría saber del Sacramento de la Reconciliación, esto servirá como diagnóstico
de sus intereses y necesidades.

72
• A continuación los niños escuchan una historia bíblica en la cual un hombre pierde la oportunidad de ser un
verdadero amigo de Dios, rompe su amistad con Él y con el prójimo y no entiende la relación que debe tener
con el mundo creado.

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!


El objetivo es que los niños, a través del texto bíblico reconozcan cómo el pecado es un rompimiento de la
amistad con Dios, con los demás y con el mundo.
• Puestos de pie en semicírculo frente al altar donde está la Biblia, uno de los niños sostiene la vela encendida
mientras se lee el texto.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 16,19 -31:


«Jesús dijo a los fariseos:
Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía
espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado
Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los
perros iban a lamer sus llagas.
El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también
murió y fue sepultado.
En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio
de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él.
Entonces exclamó: “Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para
que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas
llamas me atormentan”.
“Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió
males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. A demás, entre ustedes y nosotros se abre un
gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede
pasar de allí hasta aquí”.
El rico contestó: “Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco
hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento”.
Abraham respondió: “Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen”.
“No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán”.
Pero Abraham respondió: “Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los
muertos, tampoco se convencerán”».

ACTIVIDAD GRUPAL: PREGUNTAS PARA COMPARTIR:


1) ¿Qué era lo más valioso en esta vida para el hombre rico? Su ropa finísima y su regia comida.
2) ¿Cuál fue el pecado del hombre rico que rompió la buena relación con su prójimo llamado Lázaro? Su
pecado fue gozar y desear con ambición las riquezas y bienes que le ofrecía el mundo, sin compartirlos con
los más necesitados, en este caso con Lázaro.
3) ¿Cuál fue el pecado del hombre rico que rompió su correcta relación con los bienes y riquezas que tuvo
durante su vida? Su pecado fue actuar como si los bienes materiales fueran lo más importante del mundo, sin
reconocer las necesidades del pobre Lázaro. No comprendió que los bienes son para compartirlos entre
todos.
4) ¿Qué frase del texto le hace entender al hombre rico que en esta vida había cerrado su corazón a Dios, a
las enseñanzas de Moisés y los Profetas? «Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno
de entre los muertos, tampoco se convencerán», es la frase con la cual Dios hace entender al hombre rico
que ha cerrado su corazón a Él y a las enseñanzas de Moisés y los Profetas.

PROFUNDICEMOS
• El texto nos habla de un personaje que «vestía de púrpura y lino finísimo, y todos
los días celebraba espléndidos banquetes». No dice que fuera malo, pero sí que
tenía tan ciego el corazón que no veía las necesidades ajenas. Sólo pensaba en sí
mismo. Utilizaba los viene sólo para satisfacer sus necesidades egoístas. En los
demás sólo veía lo que facilitaba o entorpecía sus planes. Por eso ni siquiera
había visto al mendigo que estaba medio muerto en su puerta.

73
• También nos habla de otro personaje llamado Lázaro, que vive una situación de extrema pobreza que clama
al cielo por el contraste con el nivel de vida que llevaba el rico. Lázaro deseaba saciarse, no con las sobras
del banquete cotidiano, sino con las migajas que caían después de que los invitados se limpiaran los dedos en
el pan.
• Cada vez que nos olvidamos, que Dios debe ocupar el centro de nuestro corazón, dejamos de preocuparnos
por los demás, olvidándonos de que son nuestros hermanos.
• Conocemos el camino que hay que recorrer: tenemos la ley y los Profetas, nos dice Jesús en el Evangelio.
Quien no quiere escucharlos, no cambiará ni siquiera viniendo alguien de entre los muertos para recordárselo.
• Jesús, como siempre, es modelo a seguir: siendo rico se hizo pobre, vive en la amistad con su Padre Dios y
tiene abiertos los ojos del corazón para descubrir las necesidades de las demás personas. El corazón de un
niño cristiano se esfuerza por vivir en la amistad con Dios y ver a los demás como hermanos, entregando
amor donde se necesita.

¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es descubrir, a través de un examen de conciencia, en qué momentos de nuestra
vida hemos podido romper nuestra relación de amistad con Dios, con el prójimo y con la naturaleza creada.
• Se dice a los niños que, en su guía, encontrarán dibujadas tres cajas. En la primera hay algunos ejemplos
en los cuales hemos roto nuestra amistad con Dios, en la segunda vemos la ruptura con nuestro prójimo y en
la tercera contra la naturaleza creada.
• Se explica que cada una de esas acciones ofenden a Dios y afectan a los demás: lo que llamamos pecado.
• Se pide a los niños que completen las cajas con tres ejemplos más.
• El catequista enseña a los niños que, para que haya pecado deben cumplirse tres condiciones, si una de
ellas falta no hay pecado:
- Saber= que el acto, pensamiento u omisión realizada es un pecado.
- Querer= haber cometido el pecado con libertad, es decir, nadie o nada me obligó.
- Hacerlo= efectuar el acto, pensamiento u omisión que lleva al mal camino.
• Revisar el trabajo realizado para observar la comprensión del tema. Para profundizar, agrega la siguiente
idea: en tiempos de Moisés, Dios dejó al Pueblo de Israel 10 Mandamientos que marcarían el camino para ser
siempre amigos de Dios. En ellos vemos el corazón amoroso del Padre que nos cuida pidiendo que no
hagamos lo que nos daña y hace sufrir, porque Él quiere compartir con nosotros su felicidad.
• Los niños leen los Mandamientos:
1. Adorar y amar a Dios sobre todas las cosas.
2. No tomar el nombre de Dios en vano (El segundo mandamiento prohíbe el juramento en falso.).
3. Santificar el día del Señor.
4. Honrar padre y madre.
5. No matar.
6. No cometer actos impuros (El sexto mandamiento pide también la fidelidad matrimonial.).
7. No robar.
8. No levantar falso testimonio ni mentir.
9. No permitir pensamientos ni deseos impuros.
10. No codiciar los bienes ajenos.

• Preguntar si hay algún mandamiento


cuyo significado no comprendan y
explícaselos.

• En la siguiente actividad, dados 10


ejemplos, los niños deberán identificar
a qué mandamiento (s) corresponden,
anotando (columna B) el o los números
del mandamiento identificado. Luego,
siguiendo la pauta de las tres
condiciones para que haya pecado, el
catequista pide a los niños que

74
marquen (en la columna C) con la letra «S» si es pecado y con la letra «N» si no es pecado, poniendo ahí
mismo el nombre de quien ha pecado.

Se explica a los niños que es muy conveniente ir tomando conciencia de cuáles son mis pecados, a esto
último le llamamos examinar la conciencia, y es el primer paso para hacer una correcta preparación al
Sacramento del Perdón.

¡En la Eucaristía, Jesús Nos invita, a la reconciliación!


Ahora el encuentro se orienta hacia el tema eucarístico, ayudando a los niños a descubrir que la Celebración
Eucarística nos mueve a tomar conciencia de nuestro pecado para luego pedir perdón a Jesús.
• Se pide a los niños que lean la oración que aparece.
• El catequista les pregunta en qué momento de la Celebración Eucarística han oído esta oración:
«Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión (Falta por haber dejado de hacer algo necesario o
conveniente en la ejecución de una c osa o por no haberla ejecutado. Flojera o descuido de quien está
encargado de un asunto)
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.»
Amén.
Pide luego a los niños que subrayen la frase en la cual la persona orante reconoce su culpa ante Dios y los
demás.
• Pregunta, según la oración, ¿quiénes nos ayudan a presentar nuestro arrepentimiento a Jesús, para que nos
perdone?
• Algunas ideas para profundizar: En la Celebración Eucarística es muy importante preparar un corazón limpio
para poder recibir a Jesús adecuadamente en el momento de la comunión. Si en familia preparamos con
cariño la visita de alguien importante que va a visitarnos, ¡con mayor razón no se puede recibir a Jesús de
cualquier manera! ¡Cuánto ama Jesús a los niños de corazón puro!

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

El objetivo es que, con alegría, los niños se propongan hacer cambios concretos en su vida
diaria para poner en práctica las enseñanzas de Jesús. En este caso, ir tomando
conciencia de los momentos en que rompemos la armonía en la familia, entre los amigos,
con Dios y la naturaleza creada, conociendo los medios que nos hacen fuertes para no
caer en la tentación.

«Esta vida nueva de hijo de Dios puede ser debilitada e incluso perdida por el pecado.» (Catecismo de la
Iglesia Católica, n° 1420)

En su guía leen "Con la Virgen María guardemos en el corazón.


• Se invita a cada niño a hacer silencio y disponer el corazón para orar.
• Finalmente leen juntos la frase: «La Virgen María nos ayuda a vivir en amistad con su
Hijo Jesús».

Los doctores nos dan vitaminas para fortalecer nuestra salud corporal. A prendiste que el
Sacramento de la Reconciliación nos perdona los pecados y nos da la fuerza para ser
mejores y hacer el bien.
Jesús también nos dejó otros regalos que nos fortalecen para vivir en su amistad. Elige
uno de ellos y practícalo con tu familia durante la semana:
• Rezar.
• Leer la Biblia.
• Cumplir los mandamientos.

75
• Ayudar al que lo necesita.
:
AYÚDAME A CRECER (Oraciones para niños www.buenasnuevas.com)
Amigo Jesús: ayúdame a ser humilde y sincero.
A no aparentar lo que no soy ni querer ser más que los otros.
Enséñame a decir siempre la verdad y a no mentir,
aunque a veces cueste bastante y haya que poner mucha voluntad.
Quiero aprender a ayudar y a dar una mano a todo el que lo necesite.
Abrí mi corazón para que viva pensando en los demás.
Dame coraje y valentía para ser honesto y no engañar a nadie.
Para ganarme las cosas con esfuerzo y dedicación.
Ayúdame a cumplir todas las metas que me propongo
para crecer y ser cada día mejor persona.
Amén.

ENCUENTRO 17: «JESÚS ACOGE A LOS PECADORES»


«"Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa".
Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría... "Señor, yo doy la
mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy
cuatro veces más." Jesús dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta
casa."» (Lc 19,5-6 y 8-9)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, reconozcan, en
el perdón de Jesús a los pecadores, el amor desconcertante de Dios.

MATERIALES:
Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, almohadón.
• Para profundizar puedes leer este tema en: El Catecismo de la Iglesia Católica, números 1420 a 1498.

I. ACOGIDA

¡Te invitamos a rezar!


El objetivo de este momento es que los niños aprecien la actitud acogedora, atenta y amorosa que Jesús tiene
para perdonar.
• En torno al altar se encuentra la Biblia puesta en un lugar destacado sobre el almohadón, iluminada con la
vela: los niños
se disponen en silencio para hacer oración.
• Se canta o se lee una oración de perdón, pidiendo a los niños que piensen en la actitud que tiene Jesús
cuando vamos a pedirle perdón.
Él tiene una generosa apertura a escuchar (Tú que siempre nos escuchas), la disposición de ponerse en el
lugar de quien ha pecado para acoger su debilidad y ayudarlo (Tú que siempre nos ayudas), pero sobre todo
ese infinito amor hacia el pecador arrepentido (… porque nos quieres mucho).
• Se invita a los niños a ora diciendo:
«Tú que siempre nos perdonas, porque nos quieres mucho. Señor, ten piedad.
Tú que siempre nos escuchas, porque nos quieres mucho. Cristo, ten piedad.
Tú que siempre nos ayudas, porque nos quieres mucho. Señor, ten piedad».
Amén.

• Los niños subrayan en la oración la frase que más se repite y se les pregunta qué es lo que más mueve a
Jesús a perdonarnos.
• A continuación subrayan también las palabras: piedad, escuchas, ayudas. Se les pregunta por qué son tan
importantes esas actitudes en el momento que uno va a perdonar, es decir, qué pasaría si no las tuviéramos.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior

76
• El catequista pregunta qué quedó guardado en el corazón del encuentro anterior...
• ¿Qué medio eligieron para no caer en la tentación? ¿Rezaron? ¿Ayudaron a alguien?
¿Hicieron todo lo posible por cumplir los Mandamientos?
• ¿Pudieron memorizar los Mandamientos y la oración del «Yo confieso»?

Encuentro familiar
Se conversa sobre lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, el catequista pregunta: ¿Pudieron reunirse ante el altar
familiar? ¿Qué aprendieron de la palabra misericordia? ¿Qué les enseñó la historia del Rey y el sirviente que
le debía?

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE


¡Vamos a encontrarnos con Jesús!
El objetivo de esta experiencia de vida es hacer que los niños descubran que Jesús, al perdonar, nos
sorprende, va más allá de lo esperado, su amor es infinito, Él es el Amor.
• El catequista anima a los niños diciendo que vas a leerles una situación familiar que los llevará a un
momento importantísimo de la vida de San Pedro en que es amado por Jesús y él responde también con
amor. Pide que en su guía sigan la lectura.
• Invita a los niños a comentar el relato. Pregunta si alguna vez les ha costado perdonar y qué han sentido
ellos al ser perdonados.
• Por último, les propone conocer un relato más sorprendente aún: Jesús no sólo perdona a sus amigos sino a
todos los que han pecado.
¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!
El objetivo es que los niños, a través del texto bíblico, reconozcan en el perdón de Jesús a los pecadores el
amor desconcertante de Dios, que va más allá de lo esperado.
• Sentados en semicírculo frente al altar donde está la Biblia, uno de los niños sostiene la vela encendida
mientras se lee el texto.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 19,1-10:


«Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad.
Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús,
pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se
adelantó y subió a un sicómoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí.
Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo:
—Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.
Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:
—Se ha ido a alojar en casa de un pecador.
Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor:
—Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a
alguien, le doy cuatro veces más.
Y Jesús le dijo:
—Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo
del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
Publicanos: Los publicanos son los que cobran los impuestos a favor de Roma, por eso son tan poco queridos por los israelitas.
Sicómoro: Higuera.

ACTIVIDAD GRUPAL:

1) ¿Por qué Zaqueo se subió a un árbol para ver a Jesús? Zaqueo era bajo y a causa de la multitud temía no
ver a Jesús.
2) ¿Qué le dijo Jesús a Zaqueo? Le dijo que esa tarde iría a alojar a su casa.
3) ¿Por qué la gente murmuraba? Porque Zaqueo era un pecador y pensaban que no estaba bien que Jesús,
que no lo era, se juntara con él.

77
4) ¿Cómo le demostró Zaqueo a Jesús su arrepentimiento por haber robado? Renunció a su pecado con
mucha generosidad: ofreció regalar la mitad de sus bienes a los pobres y si había perjudicado a alguien, le
pagaría cuatro veces más.
5) ¿Qué dijo Jesús al ver el arrepentimiento de Zaqueo? Jesús le regala el perdón diciendo que ha llegado la
salvación a su casa.
6) ¿Cómo perdonaba Jesús a los pecadores? Con un amor desconcertante y generoso, no sólo perdona a sus
amigos; los mueve a demostrar arrepentimiento y tener el propósito de cambiar.
PROFUNDICEMOS
• Zaqueo es un pecador, pero Jesús lo mira con cariño y le habla. A l escucharlo, Zaqueo se llena de alegría y
lo recibe en su casa abriéndole también su corazón. A partir de esto experimenta la conversión, da a su vida
un nuevo rumbo, transforma en obras de misericordia el perdón que gratuitamente ha recibido de Dios, porque
quien ha recibido
generosamente el perdón de Dios no debe poner límites a la misericordia con los demás.
• La Iglesia nos invita a abrir el corazón y recibir con alegría a Jesús en el sacramento de la Reconciliación. En
él vivimos la experiencia del perdón que se nos regala y de la acogida gratuita que se nos brinda.
¡Respondamos a Jesús!
también ellos, están invitados a recibir el perdón de Jesús, dejándose sorprender con su gran amor.
• El catequista pide a los niños que observen los dos dibujos de dos distintos momentos de la vida de Jesús
en los cuales aparece perdonando o hablando del perdón.
• En el recuadro que aparece paralelo al dibujo, los niños deberán dibujar una situación de la vida diaria en la
que ellos pueden descubrir o acudir a recibir el perdón de Dios.
Para profundizar: «Dios no para de hacernos regalos y uno de ellos es su gran misericordia con la que somos
perdonados. Él nos espera, se olvida de nuestras faltas, nos da siempre una nueva oportunidad, nos
«sorprende» con su gran amor y ternura. Cuando hemos sido perdonados no podemos volver atrás: es
necesario un cambio de actitudes. Sabemos que la ayuda para seguir adelante no nos va a faltar si ponemos
toda la confianza en Jesús que nos enseña lo que debemos hacer».
¡En la Eucaristía, vivimos el amor gratuito de Dios!
El encuentro se orienta ahora hacia un tema eucarístico, ayudando a los niños para que aprendan que, al
inicio de cada Eucaristía y en muchos momentos más, reconocemos nuestros pecados e invocamos la
misericordia de Dios.
• Los niños observen el dibujo que aparece en su guía.
• Se comenta con ellos la información contenida en el dibujo.
• Se profundiza el tema con las siguientes ideas:
– En la Celebración Eucarística damos gracias porque Jesús nos ha reconciliado con su Padre. Por Adán
entró el pecado al mundo, por Jesús entra la salvación.
– La Eucaristía es fuente de salvación. En ella celebramos y vivimos la salvación que nos ofrece Jesús.
– La Eucaristía nos invita a vivir el perdón, a ofrecer el perdón a nuestros hermanos. En la Eucaristía pedimos
a Jesús que nos abra el corazón y ponga en él una gran capacidad de perdonar.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS


«Jesús admite a los pecadores a su mesa, más aún, Él mismo se sienta a su mesa, gesto que
expresa de manera conmovedora, a la vez, el perdón de Dios.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, n° 1443)
El objetivo es que los niños se propongan hacer cambios concretos en su vida diaria para poner en práctica
las enseñanzas de Jesús, acogiendo sus palabras como un camino cierto de felicidad y de vida plena.
En su guía, leen juntos lo que María guarda en el corazón.
• El catequista invita a cada niño a hacer silencio y disponer el corazón para orar.
• Finalmente leen juntos la frase:
La Virgen María quiere que abramos el corazón a Jesús para recibir su perdón.
Explicar a los niños que a veces no es fácil perdonar, pero que el ejemplo de Jesús
nos anima a hacerlo.
• Pedirles que, en la oración de la noche, digan a Jesús:

78
«Jesús, abre nuestro corazón, acógenos, perdónanos y enséñanos a perdonar
siempre».
Querido Jesús,
en el relato de Zaqueo vi tu amor hacia el pecador.
Lo buscas y lo invitas para que cambie su corazón.
¡Gracias porque me estás llamando!
Siento que en Vos mi corazón quedará limpio por tu perdón.
Me regalarás la paz, la reconciliación.
¡Gracias a Ti, Señor, mi corazón estará limpio por tu perdón!
Amén.

ENCUENTRO 18: JESÚS NOS INVITA A RECIBIR EL PERDÓN»


«"Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo
tuyo"... "Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a
la vida, estaba perdido y fue encontrado» (Lc 15, 22 y 24)

OBJETIVO DEL ENCUENTRO:


Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, acojan la invitación de Cristo a recibir su perdón en el
Sacramento de la Reconciliación».

MATERIALES:
Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, almohadón, hojas blancas.
• Para profundizar puedes leer este tema en: El Catecismo de la Iglesia Católica, números: 1420 a 1498.
Evangelio: Lc 15,11-32. Catecismo números 545, 589, 1423, 1439, 1468, 1700, 2795, 2839.
– Papa Juan Pablo II, «La parábola del hijo pródigo», «El abrazo entre el Padre y el hijo».

I. ACOGIDA
¡Te invitamos a rezar!
El objetivo de este momento es introducir a los niños en una oración de perdón y arrepentimiento.
Acto de Contrición
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí
a un Dios tan bueno y grande como Tú. Antes querría haber muerto que haberte ofendido; y propongo
firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

II. NUESTRO CAMINO


Encuentro anterior
• El catequista pregunta qué ha quedado guardado en el corazón que recuerden del encuentro anterior.
• Pregunta también si se acordaron de rezar en la noche la oración: «Jesús acógenos, perdónanos y
enséñanos a perdonar siempre».

Encuentro familiar
• Pregunta a los niños lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres conversar si compartieron experiencias, situaciones,
ocasiones en las que cada uno se ha sentido perdonado en la familia.
• El catequista explica a los niños que vamos a aprender de memoria esta oración, para rezarla cada vez que
preparemos nuestra confesión. Con ella le decimos a Jesús que estamos arrepentidos de haber pecado y le
pediremos su amor, para no volver a pecar.

III. APRENDIENDO A VIVIR EN LA FE

¡Vamos a encontrarnos con Jesús!


El objetivo de esta experiencia de vida es acercar a los niños al valor del perdón y la conveniencia de
practicarlo siempre en familia.

79
• Se motiva a los niños diciendo que conocer una situación familiar que los llevará a apreciar el perdón y a
distinguir los males que nos acompañan cuando no lo pedimos o practicamos.
• Leen El chantaje (Historia inspirada en el libro "¿Vendrá el Amanecer?", del autor Robert Heffler)
Matías visitaba a sus abuelos en la casa de campo. Le habían dado una honda para que jugara en el bosque
y, por mucho que practicaba, nunca le daba al blanco. Al fin, desanimado y cansado, caminaba hacia su casa
para cenar. Entonces vio al pato favorito de su abuela. En un momento de impulso tomó su honda, le lanzó
una piedra y le dio directamente en la cabeza dejándolo muerto. Matías se espantó y por el pánico que tenía,
escondió el pato muerto en una pila de madera. Entonces vio que su hermana Catalina lo había visto todo y
no dijo nada.
Pero ese día, después del almuerzo, la abuela dijo: «Catalina, vamos a lavar los platos». Su nieta respondió:
«Abuela, Matías me dijo que él quería ayudarte en la cocina». Entonces le susurró a su hermano: «¿te
acuerdas del pato?» Matías, sintiéndose chantajeado, lavó los platos.
Más tarde el abuelo le preguntó a los niños si querían irse de pesca, y la abuela dijo: «Lo siento, pero necesito
que Catalina se quede y me ayude a preparar la cena». Catalina sólo sonrió y dijo: «Bueno, está bien, pero
Matías me dijo que él te quería ayudar». De nuevo le susurró al hermano: «¿te acuerdas del pato?» Así que
Catalina se fue a pescar y Matías se quedó ayudando en la casa.
Después de varios días en que Matías hacía los quehaceres que la abuela le pedía a Catalina, no pudo
aguantar más, y fue a donde estaba su abuela y le confesó que él había matado el pato. La abuela lo abrazó y
le dijo: «Mi amor, yo lo sabía. Yo estaba parada en la ventana y lo vi todo. Vos mismo te hiciste esclavo de
Catalina por el miedo de confiarme tu problema. Yo te amo y te perdono; sólo esperaba que tú fueras honesto
conmigo para liberarte del chantaje de Catalina».
• Se comenta este relato con los niños y se les pregunta si vivieron alguna experiencia parecida.
• Se les pregunta si hay algo en sus vidas que no se atreven a contarle a Jesús.

¡Jesús sale a nuestro encuentro por su Palabra!

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 15,11-32:


«Jesús dijo: “Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte de herencia
que me corresponde”. Y el padre les repartió sus bienes. Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo
que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida inmoral.
Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones.
Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar
cerdos. Él hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba.
Entonces recapacitó y dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí
muriéndome de hambre! Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y
contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros”. Entonces partió y volvió
a la casa de su padre.
Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro, lo abrazó y
lo besó. El joven le dijo:
“Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo". Pero el padre dijo a sus
servidores: "Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies.
Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la
vida, estaba perdido y fue encontrado”.
Y comenzó la fiesta. El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los
coros que acompañaban la danza. Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó qué significaba eso. Él le
respondió: “Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero engordado, porque lo ha recobrado
sano y salvo”.
Él se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara, pero él le respondió:
“Hace tantos años que te sirvo, sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste
un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber
gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!”
Pero el padre le dijo: “Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. Es justo que haya fiesta y
alegría, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado.”»

ACTIVIDAD GRUPAL:
1) ¿Cuáles eran los pecados del hijo menor? El hijo malgastó los bienes y vivió de forma irresponsable.

80
2) ¿Qué sentimientos llenaban el corazón del padre al ver llegar a su hijo? Misericordia, alegría, bondad, etc.
3) ¿De qué se alegra el padre? Se alegra del regreso del hijo, de la conversión de corazón que ve en él.
4) ¿A quiénes representan el padre y el hijo de la historia? El padre representa a Dios y el hijo a todos
nosotros que somos pecadores.

PROFUNDICEMOS
• El hijo menor pide su parte de la herencia y se va a otras tierras donde la malgasta llevando una vida
desordenada. Cuando lo ha perdido todo se da cuenta que ha pecado, que él mismo ha arruinado su vida.
• Consciente de su pecado, no se deja hundir por la desesperación, sino que toma la única decisión lúcida,
reconocer que, aunque se aleje, su padre lo espera. Por eso «levantándose, volvió a su padre».
• El padre está esperándolo. Lo ve venir desde lejos. Cuando lo encuentra se conmueve, lo abraza y cubre de
besos. El traje, los vestidos, el anillo, las sandalias describen cómo el padre restituye a su hijo la dignidad
perdida.
• El hermano mayor ha vivido una existencia triste y c errada a la bondad del padre. Se enoja por la actitud de
su hermano y el recibimiento que se le ha hecho. No puede entender que el padre lo acoja con un amor tan
intenso. Se niega a entrar en la casa para participar de la fiesta; no se deja querer por el padre. ¿Acaso el
padre no hubiera hecho lo mismo por él?
• Como el hijo que se aleja, todos experimentamos que la vida se hace más difícil cuando rompemos la
amistad con Dios. Pero como él, podemos volver a casa y dejarnos amar por Dios, que siempre estará
esperándonos y se alegrará por nuestro regreso.

¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es descubrir y aplicar a la vida diaria los pasos que llevaron al hijo pródigo al
camino del perdón y reconciliación.
• Se pide a los niños que observen los cinco dibujos que allí aparecen.
• Se les propone relacionar los dibujos anteriores con las frases que aparecen a continuación.
1. El hijo examina su conciencia, piensa sus pecados.
2. El hijo se arrepiente y llora.
3. El hijo tiene el propósito de cambiar y ser mejor.
4. El hijo dice a su padre sus pecados.
5. El hijo celebra el perdón del padre.

«Sintiendo la presencia de Jesús»


• El catequista explica a los niños:
– Lo que hizo el hijo en la historia son los 5 pasos para realizar una buena confesión. (Son los que ellos
prepararán para celebrar el sacramento de la Reconciliación.)
– Cómo hablarán al padre o sacerdote en el momento de confesarse:
- Te acercas al sacerdote y te ubicas de pie, sentado o de rodillas.
- El sacerdote te saluda con cariño y lo saludas también afectuosamente.
- El sacerdote te pregunta: ¿Hace cuánto tiempo que no te confiesas? Y le respondes.
- Después decís al sacerdote: «Padre, Dios ha sido bueno conmigo, pero he pequé y estoy arrepentido(a)
de…» (le dices tus pecados).
- Cuando termines, el sacerdote te dará algunos consejos para ser mejor.
- El sacerdote te indicará la penitencia a cumplir.
- Luego te pedirá que te arrepientas de tus pecados y tú, en ese momento, El perdón de Jesús es gratuito, no
le debemos nada. Por ello demostramos a Jesús que queremos amarlo más realizando la oración o acción
que el sacerdote nos pide para fortalecer nuestra bondad. puedes rezar la oración que llamamos «Acto de
contrición».
- En ese momento, el sacerdote te perdona en nombre y representando a la persona de Jesús. Te dice «Yo te
absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».
- Respondes «Amén» y das gracias a Dios, junto al sacerdote. Sales del confesionario y cumples con alegría
tu penitencia.
• Se pide a los niños que memoricen los cinco pasos de la confesión y se ensaya con ellos ese momento.
Para eso se puede acompañar cada paso con un gesto. Por ejemplo: decimos «examinar la conciencia» y uno
de nuestros dedos toca la frente (lo mismo hacen los niños); decimos «sentir arrepentimiento» y colocamos
nuestras manos sobre nuestros ojos a modo de llanto; decimos «tener el propósito de ser mejor» y nos

81
ponemos de pie; «decir nuestros pecados al sacerdote» y hacemos un gesto como susurrando algo a otro; por
último «cumplir la penitencia» y damos tres pasos hacia delante.

¡En la Eucaristía, vivimos la Reconciliación!


El encuentro se enriquece ahora orientándolo hacia un tema eucarístico. Se trata de ayudar a los niños para
que descubran que la Celebración Eucarística es como la fiesta de la parábola, es el banquete anticipado del
Reino de Dios.
• Se pide a los niños que comenten el dibujo que aparece y la información contenida en él.

IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS

«La conversión es primeramente una obra de la gracia de Dios que hace volver a Él
nuestros corazones. Dios es quien nos da la fuerza para comenzar de nuevo.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, n° 1432)

• Los niños leen ,


"¡Con la Virgen María guardemos en el corazón!"

• Se invita a cada niño a hacer silencio y disponer el corazón para orar.


• Finalmente leen juntos la frase:

• El catequista entrega a cada niño una hoja de papel y le pide que, un día antes de ser
invitados a la celebración del sacramento de la Reconciliación, hagan en su casa un
examen de conciencia, que escriban una oración dando gracias a Dios por su bondad,
una lista de sus pecados y luego los memoricen para decirlos al sacerdote.
• ¡Es muy importante que comprendan que, si se olvidan de decir un pecado, como no
hubo intención de ocultarlo, Jesús se los perdona!
• Aconseja que recen al Espíritu Santo, para que ilumine su mente y puedan reconocer
que Dios los ama y recordar sus pecados. También pueden hacerlo recorriendo los
Mandamientos.

«Querido Jesús,
me dijeron que tu corazón está lleno de amor.
Quiero entrar en él para pedirte perdón.
Pequeñito, dentro tuyo,
quiero arrepentirme, porque olvidé que lo primero
¡es amarte!
Quise creer que la mentira,
era mejor que la verdad.
Quise olvidar a mis hermanos,
pensando primero en mi comodidad.
Estoy triste, Jesús.
Pero sé que si venís conmigo
tu amor cambiará todo.
¡Préstame tu corazón y así el mío aprenderá
a amar como Vos!»
Amén.

Adaptado de Barros Bascuñán, María Cecilia. «Jesús me enseña a amar». Tercero Básico.
Ediciones Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile, 2005.

82
LITURGIA PENITENCIAL, PREPARACIÓN PARA EL SACRAMENTO DE LA
RECONCILIACIÓN
I. PREPARANDO LA CELEBRACIÓN
OBJETIVO: Agradecer el amor y la misericordia de Dios, que nos invita a la conversión y a acoger su perdón.

CAMINO CATEQUÍSTICO:
Este camino de Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística es una invitación que el Señor nos
hace a mirar nuestra vida en la verdad. Hemos experimentado a Jesús como aquel Pastor que va en busca de
la oveja perdida. Animados y sostenidos por su amor nos atrevemos a reconocer nuestras debilidades y
pecados. Confiados en su misericordia, nos atrevemos a pedirle perdón. Por la gracia de su Espíritu, sabemos
que es posible cambiar, que es posible «volver a nacer». Esta experiencia de misericordia, de libertad y de
esperanza la queremos celebrar hoy y siempre. Lo hacemos en esta celebración, lo haremos en el
Sacramento de la Reconciliación, y siempre al iniciar la celebración de la Eucaristía.

MATERIALES:
Un atril con un paño cubreatril blanco y la Biblia abierta encima. Un cirio encendido (Puede ser el cirio
pascual). Un crucifijo. Una fuente, en lo posible de vidrio, con agua. Hojas con texto de Examen de Conciencia
para cada niño. Música instrumental para el momento del examen de conciencia, o un guitarrista que toque
una melodía sin canto.

II. DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN


El ideal es que presida un presbítero; en su defecto, puede hacerlo un diácono o un catequista, haciendo las
modificaciones necesarias.

SALUDO
Sacerdote: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén
Sacerdote: La paz, la gracia y la misericordia de nuestro Salvador estén con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.

Sacerdote: Queridos hermanos: Estamos reunidos para preparar la celebración de la fiesta del perdón de
Dios. Él nos quiere mucho y por eso perdona nuestras faltas cuando estamos arrepentidos. Hemos venido
para decirle que nos duele cuando nos apartamos de lo que Él quiere de nosotros, cuando no amamos a los
demás como Él nos ama, cuando nos olvidamos de Él, que nunca se olvida de nosotros.
En un momento de silencio, pidámosle que nos ayude a ver en qué hemos fallado, en qué podemos mejorar, y
disponga nuestro corazón para descubrir que su amor es más grande que nuestra falta y que por eso nos
acercamos a recibir su perdón con total confianza.

Oremos:
Padre de misericordia, que no quieres el mal para ninguno de tus hijos, sino que todos se conviertan y vivan,
auxilia a tu pueblo para que vuelva a Ti, ayúdanos a escuchar tu Palabra, a confesar nuestros errores y
pecados y a darte gracias por el perdón que nos das en Jesucristo, Tu Hijo amado. Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Todos: Amén

LITURGIA DE LA PALABRA

Guía: Tomen asiento. Nos preparamos ahora para escuchar la Palabra de Dios, que está en medio de nuestra
comunidad sobre este atril. Que nuestros oídos estén atentos a lo que el Señor nos quiere decir hoy y
nuestros corazones estén dispuestos a la conversión.
Lector: Lectura de la primera Carta de San Juan 2, 1.3-6.
Guía: Acojamos esta Palabra cantando «Tu Palabra me da vida». (Una vez terminado el canto:) Pongámonos
de pie para aclamar el santo Evangelio y cantemos con fuerza.

83
Se canta un «Aleluya».
Sacerdote: Les anuncio el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Todos: Gloria a Ti, Señor.
Lee Lc 15, 11-32: Parábola del padre misericordioso.
Si parece oportuno, el sacerdote hace una breve homilía, cuyos puntos destacados pueden ser:
Dios es infinitamente bueno y justo. Y Él quiere que nosotros acojamos su amor y su amistad.
A todos nos cuesta cumplir lo que Dios quiere de nosotros.
A veces pensamos más en nosotros mismos que en Él y en nuestros hermanos. A veces actuamos en contra
de lo que sabemos que es lo correcto, como el hijo menor de la parábola que escuchamos, que pensó sólo en
sí mismo.
Cuando nos damos cuenta de que hemos actuado mal, podemos arrepentirnos. Como el padre de la
parábola, Dios siempre nos perdona si lo hacemos.
Amar a Dios de verdad es mirar su r ostro de ternura y de acogida y esforzarse por cumplir lo que nos pide.

LITURGIA PENITENCIAL

(Terminada la homilía y como signo que somos un pueblo en constante conversión, todos, incluido quien
preside, recitan el «Yo confieso» de rodillas.)

Guía: Pongámonos de rodillas, que es un gesto de humildad. Nos presentamos ante el Señor como criaturas
débiles, necesitadas de su perdón y de su amor.

Sacerdote: Digamos juntos:


Yo confieso ante Dios todopoderoso, y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre
virgen, a los ángeles, a los santos, y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
Amén

Guía: Tomen asiento. Cada niño tiene en sus manos la hoja de examen de conciencia. Vamos a tener
ahora un momento para que la lean y preparen su confesión, cada uno en silencio. Mientras, los demás
oramos.

Mientras los niños meditan en su examen de conciencia, se pone una música instrumental suave o se pide a
un guitarrista una música meditativa
A medida que van terminando su examen de conciencia se acercan al lugar donde está el crucifijo y una
fuente de agua, introducen la mano derecha en el agua y se santiguan, toman en sus manos un momento el
cirio y piden al Señor que les ilumine para hacer una buena confesión.

Sacerdote: Cristo es la luz del mundo. Que Él ilumine siempre el camino de conversión que tenemos que
hacer día a día. Con Él decimos a nuestro Padre Dios: Padre nuestro…

Sacerdote: Cuando somos perdonados, estamos en paz con Dios y con los demás. Por eso vamos a hacer
un signo que exprese nuestra paz y alegría por el sacramento celebrado.
La paz del Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.

Sacerdote: Como hijos, a quienes Dios siempre nos regala nuevas oportunidades para vivir en su amistad y
su amor, démonos con afecto un signo de paz (Todos intercambian espontánea y libremente un saludo de
paz, mientras el coro o un guitarrista acompaña con un canto de paz.)

BENDICIÓN FINAL
Sacerdote: Hemos celebrado esta fiesta del perdón, tal como el padre del Evangelio hizo fiesta por su hijo
recobrado. No queremos partir sin la bendición de nuestro Padre, para poder esforzarnos cada día en vivir en
su amistad.
El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.

84
Sacerdote:
Dios, Padre misericordioso, ha perdonado nuestros pecados en su Hijo Jesucristo y nos regala hoy una vida
nueva. En esta alegría los bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén

Sacerdote: Dios nos ha mostrado su amor, nuestros pecados han sido perdonados. Vamos en la alegría y en
la paz del Señor.
Todos: Demos gracias a Dios.
Se termina con un canto.

III. ANEXO A LA CELEBRACIÓN EXAMEN DE CONCIENCIA


Vamos a pedir perdón a Dios con esta oración:
«Jesús, tú sabes que a veces mis palabras y mis acciones pueden hacer daño a los demás. Tú sabes que a
veces pienso más en mí mismo que en Ti y en todos los que me rodean. Pero también sabes que estoy
arrepentido y hoy vengo a pedirte perdón. Ayúdame a ser bueno y justo, como tú lo eres». Amén.

Las siguientes preguntas pueden ayudarte a preparar tu confesión:


¿Te esforzaste ser un fiel amigo de Jesús, conversando con Él en tu oración?
¿Respetaste a tus padres, queriéndolos, ayudándoles y obedeciéndoles?
¿Fuiste buen hermano o hermana, buen amigo o amiga, buen compañero o compañera?
¿Fuiste orgulloso, irrespetuoso, rencoroso o peleador con los demás?
¿Fuiste haragán en tus tareas y en la ayuda en casa? ¿Has sido egoísta, poco generoso con tus c osas? ¿Te
apropiaste de lo que no es tuyo? ¿Dijiste cosas groseras o insultantes para los demás?
¿Hay otras cosas por las que quieras pedirle perdón al Señor?

85

También podría gustarte