Libro 1 Catequistas
Libro 1 Catequistas
Animador en la fe:
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GUIA DE LOS CATEQUISTAS
ITINERARIO
Acogida: se quiere favorecer un ambiente fraterno y de conocimiento mutuo. En los primeros encuentros se
presentan incluso algunas dinámicas de conocimiento y de recreación para ir generando los primeros rasgos de una
comunidad fraterna.
Nuestro camino: se quiere compartir la experiencia que se va viviendo en el camino de iniciación cristiana y, de
modo especial, compartir el encuentro de Catequesis que los padres han vivido en sus hogares. En este momento,
además, y como un paso más en el proceso, el catequista presentará el objetivo de cada encuentro.
Aprendiendo a vivir en la fe constituye el corazón del encuentro. Es el momento para compartir la vida de los niños
e iluminarla con la Palabra de Dios. Siguiendo los pasos de la Lectura Orante de la Palabra (Lectio Divina), este
momento nos ofrece el texto bíblico apoyado por las imágenes de historietas y de algunas preguntas para
comprender el texto. Luego nos propone actividades para aplicar a nuestra vida de hoy la Palabra de Dios. Con esto
se realizan los dos primeros pasos de la Lectio. Habiéndonos encontrado con Jesús, entramos al cuarto momento:
Celebramos nuestro encuentro con Jesús. En un clima orante y contemplativo (tercer y cuarto pasos de la Lectio),
compartimos aquello que nos ha quedado resonando en el corazón y nos animamos a realizar algunas actividades
durante la semana para caminar con Jesús. Terminamos el encuentro con una oración de acción de gracias a Jesús,
invitándonos a vivir lo que hemos descubierto (Actuar).
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PREPARANDO LA CELEBRACIÓN
OBJETIVO: «Acoger en el Señor a los animadores en la fe, niños y padres de familia, quienes iniciaremos este
proceso de Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística».
MATERIALES
Un mantel de color vivo. Un cartel que diga en letras grandes y de colores: «BIENVENIDOS AL CAMINO DE
CATEQUESIS FAMILIAR». Un velón grande (puede ser el cirio pascual). Una vela para cada familia.
Una HOJA de la celebración con los siguientes contenidos:
Compromiso:
Párroco: Padres de familia: ¿quieren comprometerse hoy a educar a sus hijos según la ley de Cristo y de la Iglesia?
Padres de familia: Sí, quiero.
Párroco: ¿Quieren esforzarse en hacer crecer su propia formación cristiana, con disponibilidad y responsabilidad,
durante este camino catequístico?
Padres de familia: Sí, quiero.
Párroco: ¿Quieren acompañar con paciencia y cariño a sus hijos en su camino de preparación a la vida eucarística?
Padres de familia: Sí, quiero.
AMBIENTACIÓN
Conviene hacer esta primera celebración en la capilla o Templo, no en un salón. El lugar se ambienta de la siguiente
manera:
Si es posible, disponer las bancas de forma comunitaria, en un semicírculo.
Adelante, en el suelo, el mantel de color vivo y sobre él una vela grande de color (o el cirio pascual de la comunidad),
vela para cada familia (todos apagados).
Colgado en un lugar visible, el cartel de bienvenida.
En un lugar cercano una bandeja con estampas de la Sagrada Familia (una por familia)
La celebración es presidida, idealmente, por el párroco, y guiada por un catequista. Si no puede estar el párroco, la
preside un diácono o un catequista.
DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN
SALUDO
Se entona el canto de la Hoja. El guía está atento para motivar a cantar con más fuerza si las voces fuesen muy
débiles.
Gracias, queridas familias, por haber aceptado la invitación a realizar junto con sus hijos este camino de catequesis.
¡Bienvenidos a esta comunidad que los acoge con afecto!
Hoy es un día como tantos, pero lo que estamos iniciando puede ser también el comienzo de una nueva etapa en la fe
de ustedes como familias. Ustedes, padres de familia, se comprometieron, hace años, cuando bautizaron a sus hijos,
a educarlos en la fe. Hoy inician un proceso decisivo para cumplir ese compromiso.
Nuestro Dios, que es bueno y misericordioso, nos está siempre invitando a reconocerlo como Señor de nuestra vida, y
a trabajar por ese mundo bueno que hay en su corazón. Y su Espíritu Santo nos acompaña cada día de nuestra vida y
nos regala fuerza y alegría. Por eso comenzamos este camino con una celebración.
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Si vamos a caminar juntos, tenemos que conocernos. Por eso ahora nos vamos a presentar. Yo soy el Padre N. (se
presenta).
Que cada familia se presente con sus hijos, diciendo primero el nombre del papá y la mamá, y luego el de los niños.
(el guía está atento a pedirles que hablen de modo que todos escuchen bien los nombres) Luego lo harán los
catequistas.
Guía: El cirio que hay en esta mesa es un símbolo de Jesucristo. Él es la luz del mundo y de todos los seres
humanos. Mientras encendemos el cirio cantemos y acompañemos el canto con nuestras palmas.
Un papá o una mamá enciende el cirio grande mientras se canta «Esta es la luz de Cristo, yo la haré brillar» (u otro canto
adecuado al signo de la luz).
PALABRA DE DIOS
Guía: La Palabra de Dios nos va a acompañar durante todo el camino de la Catequesis Familiar. Desde hoy
queremos escucharla siempre con atención. Dios se dirige a cada uno de nosotros, como personas y como familias,
para iluminar nuestra vida con su Palabra.
Luego, el párroco o quien preside la celebración puede hacer un muy breve comentario del texto. Puede explicar que
«dos o tres» no hay que entenderlo estrictamente, sino que significa: donde hay un grupo, aunque sea pequeño,
reunido en el nombre de Jesucristo, allí está Él, presente en medio de ellos.
Al terminar dice:
Sacerdote: Vamos a agradecer a Jesús porque Él está aquí, en medio de nosotros, y quiere acompañarnos a lo
largo del camino de la catequesis familiar. Digamos juntos: «Gracias, Señor Jesús, porque estás aquí y quieres
quedarte con nosotros».
Todos: Gracias, Señor Jesús, porque estás aquí y quieres quedarte con nosotros.
Guía: En la mesa está el cirio y los temas de catequesis que tendremos en nuestra primera etapa.
Así como el cirio, que simboliza a Cristo, ilumina y alegra nuestra vida, así también la
formación, que va a recibir cada familia, será como una luz que guía el proceso para llegar
bien a la meta. Con el cronograma recibirán algo muy importante.
Ahora cada familia recibirá un cirio pequeño (una vela), que encenderá en el cirio grande y
una estampa. Estará colocado en todas las casas de ustedes en un lugar visible. Harán un
Altar Familiar con la imagen de María, José y el Niño Jesús. Es la Sagrada Familia, que nos
acompañará con su presencia y su ejemplo en nuestro camino de catequesis
El párroco o quien preside llama a las familias una a una; se acercan padres e hijos, y un
catequista entrega la estampa y el cirio pequeño a los niños, quien lo enciende en el cirio
grande.
Luego se van a su lugar y se sientan sin apagar el cirio. Cuando pasa la última familia se
canta una vez más
Sacerdote: Invito, ahora a los padres de familia, a renovar su compromiso de crecer en su fe y de formar a sus
hijos en ella. Por favor, pónganse de pie, tomen de la mano a sus hijos y respondan con voz clara a las preguntas que
voy a hacer. Las tienen en su hoja. (Espera a que todos tengan la Hoja en la mano y pregunta)
Sacerdote: Padres, ¿quieren comprometerse hoy a educar a sus hijos según la ley de Cristo y de la Iglesia?
Padres: Sí, quiero.
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Sacerdote: ¿Quieren esforzarse en hacer crecer su propia formación cristiana, con disponibilidad y
responsabilidad, durante este camino catequístico?
Padres: Sí, quiero.
Sacerdote: ¿Quieren acompañar con paciencia y cariño a sus hijos en su camino de preparación a la vida
eucarística?
Padres: Sí, quiero.
Guía: Ahora que tenemos en nuestras manos la guía de los temas que nos van a acompañar en el camino de la
catequesis familiar, la Sagrada Familia y los cirios (velas) que iluminarán este camino, le decimos al Padre Dios con
un corazón agradecido:
Todos: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
Sacerdote: Queridos catequistas: También ustedes tienen una hermosa e importante tarea en este camino que
hoy iniciamos, la de acompañar a estas familias para que la catequesis dé en ellas mucho fruto.
Por eso les pregunto: ¿Están dispuestos a poner todo su conocimiento y entusiasmo en este servicio que la Iglesia les
confía, apoyando a los padres y niños en su camino de vida eucarística?
Catequistas: Sí, estoy dispuesto.
Sacerdote: (extendiendo sus manos sobre ellos)
Padre de bondad, Tú que enviaste a tu Hijo Jesús para realizar tu misión en el mundo, bendice a los hermanos
catequistas que hoy comienzan la misión de acompañar a estas familias en su camino de catequesis familiar. Que
sean pacientes y generosos, alegres y responsables, y den buen testimonio de su condición de cristianos. Te lo
pedimos por Nuestro Señor Jesucristo, que junto al Espíritu Santo vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
Todos: Amén
BENDICIÓN FINAL
Sacerdote: Al terminar este primer encuentro nos encomendamos a María, nuestra Madre, que supo educar a
Jesús para que fuera fiel a la misión que Dios tenía para Él. Que también todos nosotros seamos fieles a lo que hoy
iniciamos.
Sacerdote: A todos ustedes, catequistas, padres, parientes y niños, los bendiga Dios todopoderoso, Él que es Padre,
Hijo y Espíritu Santo.
Todos: Amén
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NOTA: Si el párroco no ha podido estar, se sustituye esta última bendición por una oración final del diácono o del catequista
que preside.
Diácono o catequista:
Al terminar nuestro primer encuentro, estimados hermanos y hermanas, invoquemos a Dios para que nos
bendiga y acompañe con la luz de su Hijo Jesucristo y la fuerza del Espíritu Santo.
Pidamos también a María, nuestra Madre, para que ella nos enseñe a seguir a Jesús con un corazón alegre y fiel.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
PREPARACIÓN
Objetivo: «Tener un primer contacto con padres y niños para conocerse, presentar el camino que se hará y poner
en manos del Señor este tiempo de encuentro y evangelización».
Materiales:
Escarapelas, alfileres o ganchos, cronograma
Los catequistas se reúnen inmediatamente después de la celebración. Cada uno con sus respectivos grupos.
Se acoge con cariño a cada una de las familias. Se entrega a cada uno un cuadro de cartulina para elaborar su
escarapela anotando su nombre y lo ponen visiblemente.
Se da la bienvenida al camino que hoy comienzan, haciendo una breve presentación, indicando su nombre y por qué
han querido iniciar este camino. Se recibe con atención cada uno de sus comentarios. Puede realizarse alguna
dinámica de conocimiento de los nombres.
II. Presentación breve del camino de la Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística (15 minutos)
Se presenta el itinerario de la Catequesis Familiar indicando que es un proceso, en el cual irán compartiendo la
vida y la Palabra del Señor y que juntos irán conformando un grupo o comunidad en donde se viva la fraternidad y el
cariño. Al acercarse los niños a recibir por primera vez a Jesús Eucaristía, continuaremos en comunidad el proceso
que los lleve a la confirmación.
Se lee el objetivo de la primera etapa. Se presenta el itinerario con el que irán trabajando encuentro a encuentro.
Recordarles el día, lugar y hora de cada Encuentro.
Preguntar si tienen alguna duda, interrogante o comentario.
Se les invita a ponerse en las manos del Señor al iniciar este camino: El catequista enciende la Vela y luego inicia la
oración en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Se pide a los padres que en actitud de oración
pronuncien el nombre de su hijo que inicia este camino mientras encienden la velita en el cirio. Los hijos dan gracias a
Dios por sus padres, que los han llevado a la Catequesis Familiar, también dicen sus nombres al encender la velita.
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unidad 1 Dios sale a nuestro encuentro en su Hijo
Jesucristo
Encuentro 1: «Jesús Resucitado sale a nuestro encuentro»
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la catequesis, reconozcan que Jesús
Resucitado camina con ellos y les invita a reconocerlo en la Eucaristía.
MATERIALES: Escarapela. Biblia. Mesa, mantel y vela o cirio. Una imagen de Jesús. Madeja de lana.
Para profundizar, leer este tema en: Catecismo de la Iglesia Católica: Evangelio: Lucas 24, 13-35, número
601. Eucaristía: números 1328, 1329, 1330, 1331, 1332. http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010-
ce1.pdf
Quédate con nosotros, Señor. Carta Apostólica para el Año de la Eucaristía del Papa Juan Pablo II.
https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_letters/2004/documents/hf_jp-ii_apl_20041008_mane-
nobiscum-domine.html
I. ACOGIDA
Saludo
El catequista saluda a cada niño con cariño. Entrega la escarapela para que cada uno anote su nombre.
Por ser la primera vez les explica que la catequesis la llamaremos Encuentro y que se divide en cuatro
momentos, que detalla brevemente.
Querido Jesús, hoy nos reunimos por segunda vez, con nuestro grupo de catequesis, para conocerte
mejor. Quiero conocer a mis nuevos amigos. Que nuestra familia, nuestro catequista y este grupo que hoy
formamos reciban tu bendición. Quédate con nosotros, Señor. Amén.
Luego, los ayuda a recordar alguna frase de Jesús que hayan escuchado en la Celebración. Si no la
recuerdan, los invita a repetir «…donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy allí, en medio de
ellos» (Mateo 18, 20), y comenta brevemente lo que significa.
Encuentro familiar
En cada encuentro los niños harán partícipes a sus padres, abuelos y adultos de la familia del tema que se
trabaja, para ello llevarán una guía con las actividades que deben desarrollar en familia.
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de lana y lanza la madeja a otro niño quedándose el con una punta. El catequista lanza primero y cuando
recibe de vuelta, al final, responde las mismas preguntas, aclarando que está aquí para guiarlos a conocer
y amar más a Jesús, para que formen un grupo de catequesis unido y se integren con sus familias a la
comunidad parroquial, a través de la catequesis familiar.
Los niños levantan el trozo de lana y el catequista pregunta qué se formó. Luego comenta que es como una
tela de araña que representa a un grupo de catequesis unido.
Pide a cuatro niños ubicados en distintos extremos, que suelten el trozo de lana y pregunta: ¿Qué le pasó a
nuestra supuesta tela de araña? La tela de araña se ve mal tejida y suelta y representa desunión, falta de
comunicación, desgano, etc.
Para terminar, miran el dibujo en la guía y gritan juntos. ¡«Unidos somos fuertes»! El catequista les invita, a
pintar la frase:
Sentados en semicírculo frente al altar, el catequista pide que mientras leen, se fijen especialmente en los
sentimientos de los discípulos, en los sentimientos de Jesús y en lo que dice Jesús cuando habla del Pan.
Motiva a los niños para que en la hoja sigan con atención y en silencio la lectura.
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Jesús, el Nazareno2, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el
pueblo, y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y
lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera Él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días
que sucedieron estas cosas".
Jesús les dijo: "¡Hombres duros de entendimiento, como les cuesta creer todo lo que anunciaron los
profetas! ¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?" Y
comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas 3, les interpretó en todas las Escrituras 4 lo que
se refería a Él.
Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le
insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba". Él entró y se quedó con ellos. Y
estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se los dio. Entonces los ojos de
los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero Él había desaparecido de su vista. Y se decían: "¿No
ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?".»
Palabra de Dios
1. Se refiere al domingo. 2. Habitante del pueblo de Nazaret. 3. Hombres elegidos por Dios para guiar al pueblo en el camino de
la Alianza. 4. Se refiere a los libros de la Biblia. Los que nosotros llamamos Antiguo Testamento o escritos anteriores al
nacimiento de Jesús.
Profundicemos
Al comenzar el relato te diste cuenta de lo triste que iban los discípulos hacia Emaús: ellos eran sus
seguidores, esperaban de Jesús que fuera un rey famoso, más poderoso que los romanos que habían
invadido su tierra. Sin embargo, las cosas no sucedieron como ellos esperaban. Jesús fue crucificado y
muerto. Toda su ilusión se terminó.
Pero mientras caminaban, Jesús Resucitado salió a su encuentro, les preguntó por qué iban tristes y,
usando las Escrituras, les explicó de nuevo lo que había pasado, los acompañó, compartió y partió para
ellos el pan. En estos gestos, ellos fueron capaces de reconocerlo y de llenarse nuevamente de esperanza.
Volvieron a Jerusalén para compartir la «Buena Noticia» con otros: ¡Jesús estaba vivo!
Hoy nosotros los catequistas somos como los discípulos de Emaús: queremos compartir la «Buena
Noticia» con ustedes, en este camino que iniciamos de la Catequesis Familiar. Este camino nos va a
ayudar a ir descubriendo la presencia de Jesús Resucitado, cómo sale a nuestro encuentro en los
acontecimientos y en las personas. Él recorre el mismo camino de nuestra vida. Nunca nos abandona,
aunque nosotros, como los discípulos, no nos demos cuenta de su presencia.
¡Respondamos a Jesús!
En círculo, los niños observan los dos corazones que están dibujados, uno
junto al otro. El de la izquierda representa el Corazón de Jesús y el
segundo el corazón de cada uno de ellos.
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En el interior del Corazón de Jesús, escriben los sentimientos que de Él descubrieron en el relato de
Emaús, luego los leen en voz alta y el catequista los ayuda a valorarlos como regalo hacia ellos.
Luego, en el corazón personal, anotan en el borde «Mi corazón ofrece a Jesús» y en el interior tres
sentimientos de su corazón para regalar a Jesús al comenzar este año la Catequesis Familiar. Presentan
juntos el trabajo realizado.
En el material de trabajo, aparece dibujado un camino que representa al que ellos hoy comienzan para
iniciar su vida eucarística
Hay también unas huellas en las cuales es criben los nombres de sus compañeros de grupo y de otras
personas que quieren que los acompañen en este camino catequesis familiar (padres catequista, miembros
de la familia, etc.).
Al terminar leen y comentan el siguiente texto, que está escrito en sus hojas
¡Cada domingo celebramos que Jesús nos salvó, que por amor nos dio su vida y resucitó!
¡Los niños de la Catequesis Familiar vamos a la Eucaristía para celebrar que Jesús está
vivo!
«Todos los que comen de este único pan, partido, que es Cristo, entran en comunión con él y
forman un solo cuerpo en él.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, no 1329)
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¡Quédate con nosotros, Señor!
Que María, tu Madre, nos enseñe a amar y acoger a nuestra comunidad con los mismos sentimientos de tu
corazón. ¡Señor, que nuestro corazón se parezca al tuyo! Amén.
«"La paz esté con ustedes... ¿De qué se asustan? ¿Por qué surgen dudas en su interior?"
Entonces les abrió la inteligencia para que comprendieran las Escrituras.» ( Lc 24, 36.38 y 45)
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar,
reconozcan cuáles son sus inquietudes y experimenten que Jesús, al igual como hizo con
sus discípulos, los invita a compartir todo con Él y les regala su paz. Jesús es nuestra
esperanza, ¡venció la muerte!
MATERIALES:
El altar, Escarapelas. Biblia. Hojas para cada niño. Tarjetas con sus nombres. Un «Dado», que lleva
escrito en cada una de sus caras: ALEGRÍA, PENA, MIEDO, VERGÜENZA, RISA, ESPERANZA. Un
celular, un paquete, un sobre de carta y un dibujo de la hostia y el cáliz. Canto: Dios está aquí.
Para profundizar este tema puedes leer: Catecismo de la Iglesia Católica. Al tercer día resucitó de entre...
N. 645. Jesús resucitado establece con sus discípulos relaciones directas mediante el tacto (cf. Lc 24, 39;
Jn 20, 27) y el compartir la comida (cf. Lc 24, 30...). «Apariciones de Jesús Resucitado», Papa Juan Pablo
II https://www.aciprensa.com/fiestas/pascua/papa.htm
«Lc 24,35-48: Aparición de Jesús a los discípulos».
«Claves para vivir el evangelio de Lucas.» http://inpas.cl/datos/archivos/07012010_claveslc_e2.pdf
I. ACOGIDA
Saludo
El catequista acoge a cada uno de los niños con cariño y los llama por su nombre para que se sientan
identificados personalmente.
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usar al día siguiente. Si te acordaste de rezar lo saca, si no lo hace… al meter el pie en el zapato ¡te vas a
acordar!» Los niños son muy creativos; se les puede pedir a ellos soluciones.
Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?
¡Conozcámonos más!
Los niños escriben su nombre en una hoja, como si fuera un título, y luego cada uno anota cinco
respuestas a la pregunta: «¿Cómo soy yo?» Puede ponerse un cartel con palabras como: GENEROSO,
ALEGRE, JUGUETÓN, CARIÑOSO, AGRADECIDO, ETC.
Cuando todos terminen afirman su hoja en el pecho con un gancho o cinta y recorren la sala buscando en
silencio a tres de sus compañeros para leer lo que escribieron. Para cerrar este momento, el catequista
puede guiarlos para que descubran que tenemos rasgos comunes.
Luego, en la hoja de trabajo completan la frase: «En esta actividad descubrí que…»
y finalmente comentan en plenario «¿qué aprendimos con esta dinámica?»
Una vez terminado el juego, se llevan la hoja a su casa
En este ejercicio se trata de conocer, a modo general, las experiencias de vida, en relación con sus
alegrías, penas, esperanzas, miedos, risas, vergüenzas. La intención es ayudarlos a descubrir que, en el
camino de Catequesis familiar, Jesús nos invita a compartir todo lo que nos sucede. Él siempre tiene una
respuesta para nuestras inquietudes. Quiere que tengamos mucha confianza en Él, para que nuestros
corazones se llenen de la paz que Él nos regala.
Motivación: «A diario tenemos diferentes experiencias. Unas nos dan alegría, otras nos dan pena, nos
asombran o nos hacen experimentar risas o miedos. Hoy vamos a compartir algunos de estos momentos a
través de un juego».
Por turnos, lanzan el dado que lleva escrito en cada una de sus caras: ALEGRÍA, PENA, MIEDO,
VERGÜENZA, RISA, ESPERANZA. Según lo que salga en la cara del dado, ellos cuentan una experiencia
que hayan tenido con el sentimiento que les salió.
Para terminar, se pregunta: las experiencias que ustedes contaron, ¿se las contaron a Jesús? ¿Le cuentas
tus cosas a Jesús en algún momento del día?
1. ¿Qué tenía tan inquietos a los discípulos? Que Jesús estaba muerto y se aparece «alguien» diciendo
que es Él.
2. ¿Cómo saluda Jesús a sus discípulos? Les dice “la paz esté con ustedes”.
3. ¿Qué pruebas da Jesús a sus discípulos, para tranquilizar a quienes dudan de que Él está vivo? Les
pide que toquen y vean sus manos y pies, con las marcas de la crucifixión. Luego come pescado delante
de todos.
4. ¿Cuál es la gran noticia que alegra a los discípulos? Que Jesús está vivo, ha resucitado.
5. ¿Qué regalo hace Jesús a sus discípulos para que puedan entender lo que pasó? Les abre la
inteligencia para que puedan comprender las Escrituras.
6. ¿A quiénes pide Jesús que lleven esta Buena Noticia? Primero a los habitantes de Jerusalén y luego al
mundo entero.
Profundicemos
Te habrás dado cuenta de lo sorpresiva que fue la aparición de Jesús y la asustada reacción de sus
discípulos. ¿Quién podía pensar en ese momento que la muerte podía ser derrotada? ¡Pero Jesús es la
Vida! ¡Viene a regalarles paz, no inquietud! Quiere mostrarles que está vivo y saluda anunciándoles la paz.
Saludo que será siempre el que distinga su llegada, después de su Resurrección.
Poco a poco Jesús se hace más cercano a su realidad. Se pone en medio de ellos, para que lo toquen,
reconozcan sus manos y sus pies, traspasados en la cruz. Él es el mismo: crucificado y resucitado.
Reconocerlo llena a los discípulos de alegría y paz.
Al igual que Jesús, debemos acoger, escuchar, compartir las necesidades y alegrías de los demás. Poco a
poco los que te vean reconocerán en nosotros los sentimientos del Corazón de Jesús.
¡Respondamos a Jesús!
«Un corazón como el de Jesús»
Los niños toman su hoja, reciben las instrucciones, miran los dibujos y leen el mensaje explicativo que hay
al lado de ellos, esta vez el trabajo será grupal-.
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ACTIVIDAD QUE REALIZAN LOS NIÑOS:
Marca con una “X” si las siguientes acciones realizadas por estos niños muestran en ellos un corazón
semejante al de Jesús.
a) Pascual está preocupado e inquieto. Rafael, su hermano, lo nota y en vez de acercarse a él, se va a
jugar con sus amigos.
b) Sofía es acogedora con las personas que forman su grupo de catequesis, escucha a todos y
comparte lo que ella siente. Ella piensa que esto hace que todos conozcan mejor a Jesús.
c) Anita y Paula tienen miedo a la oscuridad antes de dormir. En catequesis aprendieron, que, si
hablaban de Jesús; Él estaría con ellas; entonces se pusieron a rezar, tuvieron paz y se durmieron.
d) Un grupo de amigos se divierte en el recreo. Llega Rafael a participar con ellos, pero uno de ellos se
burla de él y no lo acoge.
e) En la Eucaristía, Pascual escucha atentamente las lecturas de la Biblia. El sacerdote las explica para
que aprendamos que Jesús está vivo entre nosotros.
RESPUESTAS: Las alternativas que deberían llevar una “X” son: b, c y e.
La Liturgia de la Palabra y la Liturgia de la Eucaristía son los dos momentos principales de la Santa Misa.
ACTIVIDAD:
Observamos estos dos dibujos.
Completa en la línea de puntos la palabra que falta y en el círculo o cuadrado el objeto ausente.
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La Liturgia de la Palabra La Liturgia de la Eucaristía
........................................................................ ........................................................................
En círculo alrededor del altar, mirando la imagen de Jesús, oran juntos (el catequista dice una frase y los niños
la repiten):
¡Gracias, Jesús, porque puedo encontrarte en tu Palabra! ¡Gracias, Jesús, porque puedo encontrarte en la
Eucaristía! ¡Gracias, Jesús, porque puedo encontrarte en mi comunidad! Jesús, en este
momento quiero pedirte por alguien que necesita de tu paz y ayuda.
(En un momento de silencio cada uno piensa en alguien necesitado).
¡Viniste a regalarnos la paz!
¡María, Reina de la Paz; ruega por nosotros!
Amén.
El catequista invita a los niños a decir espontáneamente lo que más les gustó del encuentro.
Luego pregunta «¿Qué les gustaría recordar siempre de lo aprendido sobre Jesús, guardándolo en el
corazón?»
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«Ellos la echaron y la red se llenó de tal cantidad de peces que no podían moverla.
Entonces el discípulo a quien Jesús tanto amaba le dijo a Pedro: "¡Es el Señor"! Jesús les
dijo: "Vengan a comer algo."» (Juan 21,6b -7)
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, agradezcan a Jesús
su amor por cada uno de nosotros.
MATERIALES:
Tarjetas con nombre para sacar por turnos a niños que quieran participar. Un papelito, doblado en
cuatro, para cada participante, uno de ellos lleva escrita una “X”. Un pañuelo, manta para vendar los
ojos de un niño. Respuestas del cuadro a completar anotadas en distintas hojas (cuadro respuestas).
Para profundizar este tema puedes leer en: – Catecismo de la Iglesia Católica: Evangelio Jn 21,4-13:
versículo 4 números 645-659; versículo 7 número 448,645; versículo 12 número 1166. Altar: números
1181ss, 1383, 2570, 2655. Amén: números 1061ss, 1396, 2856, 2865.
http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_ce3.pdf
– «Catequesis del Papa Benedicto XVI con los niños».
https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2005/october/documents/
hf_ben_xvi_spe_20051015_meeting-children.html
– «Temas litúrgicos», entre ellos la importancia del Sagrario, Altar y forma de hacer la genuflexión.
http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_sagrario_e3.pdf
I. ACOGIDA
Saludo
Se acoge y saluda a los niños, en un ambiente familiar.
Pregunta: ¿Por qué después de cada oración decimos la palabra «Amén»? Se explica que la palabra amén
significa «así es», «así sea» y que decirla es un acto de fe, porque creemos que lo dicho por nosotros en la
oración es escuchado por Dios.
Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?
¿Reconocieron momentos importantes de gozo, esperanza o tristezas y alegrías, que hayan vivido como familia?
¿Coincidieron en los sueños y esperanzas para la familia? ¿Descubrieron algo como familia?
¡Conozcámonos más!
«¡Hola! ¿Cómo estás?»
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Los niños se toman de las manos, hacen un círculo y reciben un papelito. Uno de estos papeles trae marcada una
«X», quien lo tenga pasará al centro del círculo y se le vendarán los ojos (también se puede jugar Tingo tango y a
quien quede se le vendan los ojos).
En ese momento los jugadores del círculo comienzan a girar, despistando al niño vendado.
Cuando el que está en el centro grita «Alto ahí» ¡todos se detienen!, entonces extiende su brazo y toca a un niño,
que debe decirle: «¡Hola! ¿Cómo estás?» Por la voz, el niño de los ojos vendados tendrá que adivinar quién habló. Si
no adivina, tendrá que tocar a otro hasta que adivine quién es.
Al terminar, el que tenía los ojos vendados cuenta cómo adivinó quién era el que estaba al frente.
Cierra la actividad diciendo: «Uno puede reconocer a alguien que no ve por los efectos de su voz, risa, pasos,
etc.».
«Mi catequista, al prepararme para el día de mi primera Comunión, me dijo que Jesús está presente en la Eucaristía.
Pero ¿cómo? Yo no lo veo».
Se pregunta qué habrían respondido ellos a Andrés. Luego lee la respuesta del Papa Benedicto XVI.
16
Jesús: Echen la red al lado derecho de la barca y encontrarán
peces.
Narrador 3: Ellos la echaron y la red se llenó de tal cantidad
de peces que no podían moverla. Entonces el discípulo a quien
Jesús tanto amaba le dijo a Pedro:
Juan: ¡Es el Señor!
Narrador 4: Al oír Simón Pedro que era el Señor, se puso la
túnica y se lanzó al agua. Los otros discípulos llegaron a la orilla
en la barca, arrastrando la red llena de peces. Al bajar a tierra,
vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y
pan.
Jesús: Traigan ahora algunos de los peces que acaban de
pescar.
Narrador 5: Simón Pedro subió a la barca y bajó a tierra la red llena de peces; en total eran 153 peces grandes. Y,
a pesar de ser tantos, la red no se rompió.
Jesús: Vengan a comer.
Narrador 6: Ninguno de los discípulos le dijo: «¿Quién eres?» Porque sabían muy bien que era el Señor. Jesús se
acercó, tomó el pan y los peces en sus manos y los repartió.
Palabra de Dios
ACTIVIDAD GRUPAL: El catequista extiende las hojas desordenadas sobre una mesa o suelo. Los niños deben
elegir correctamente el lugar donde va cada respuesta.
La actividad consiste en completar aquellos espacios que están vacíos, relacionados con:
Palabras y acciones de Jesús. Respuestas de los discípulos. Efectos de ambos.
Finalmente, los niños responden oralmente las siguientes preguntas, que resumen lo esencial del objetivo:
17
¿Qué acciones realizó Jesús para demostrar su presencia a los discípulos?
¿Cómo se dieron cuenta los discípulos de que Jesús estaba con ellos?
¡Respondamos a Jesús!
Los niños recuerdan un momento en que haya ayudado a alguien en su familia y lo anotan. Luego lo comparten y
reconocen el sentimiento que tuvieron cuando ayudaron. Se trata de que descubran que su acción es el efecto de la
presencia de Jesús en ellos y que es un regalo que el Señor les hizo.
Profundicemos
Jesús Resucitado se hace presente en la vida diaria de sus discípulos. Se dirige a ellos con cariño: los llama
«muchachos». Incluso cuando su trabajo parece superar sus fuerzas, planea cómo ayudarlos: Él sugiere una idea y
los discípulos con confianza le responden.
Nuevamente el amor de Jesús va más allá de lo esperado: se queda con ellos, prepara en el fuego pescado, pan, y
los invita a comer.
En los encuentros anteriores te dijimos que Jesús estaba con nosotros cada día; hoy te decimos que te ama a cada
instante. ¡Agradécele ese amor! ¿Cómo? Amando también a quienes te rodean y saliendo a su encuentro.
Reconocemos los efectos de la presencia del Señor y descubrimos que dos de los lugares privilegiados para estar con
Él son: el Altar y el Sagrario.
Para leer juntos: «Jesús está siempre con nosotros, en todo lugar, pero hay dos lugares donde Él se hace presente en
una forma muy especial: el Altar (durante la consagración) y en el Sagrario (donde se guarda su presencia en las
hostias consagradas durante la Eucaristía)».
Se explica cada uno de los contenidos del material del niño, mostrando los dibujos y leyendo en voz alta la explicación
de cada uno. Si es posible, llevar al grupo al Templo, oratorio o la capilla para ver allí el Altar y el Sagrario. Frente al
último hacen la genuflexión.
En el Altar (durante la consagración) y en el Sagrario está Jesús: su presencia produce infinitos efectos. Para poder
recibirlos, nos invita a saludarlo y a estar con Él ahí.
Jesús acoge nuestras alegrías y necesidades, nos fortalece, transforma nuestro corazón, nos hace conocer su
voluntad… sobre todo nos ama y quiere que nosotros nos dejemos amar por Él.
En el Templo está el Altar: es la mesa en la cual se hace presente Jesús como Pan de Vida, en la Eucaristía.
El Sagrario o Tabernáculo es el pequeño recinto, a modo de caja o armario, donde se guardan las Hostias
Consagradas después de la celebración de la Eucaristía. De este modo puede ser llevada a los enfermos quienes
puedan comulgar ya que no pudieron asistir a la Santa Misa. También es el lugar donde Jesús sacramentado se
queda para que con tu familia lo vayan a visitar y puedan hablarle en oración.
18
Cuando está encendida, la lámpara del Sagrario indica que Jesús está presente en su interior. Si está apagada quiere
decir que el sacerdote o ministro de la comunión no dejaron allí Hostias Consagradas.
Si La genuflexión es un acto de adoración en el cual apoyamos nuestra rodilla derecha en el suelo, nos hacemos
pequeños frente a la grandeza de nuestro Dios. La hacemos cuando pasamos frente al sagrario o frente al altar si en
él está la presencia eucarística de Jesús.
Se motiva a los niños a descubrir durante la semana la presencia de Jesús en su vida por sus efectos. El catequista
sugiere que el regalo para Jesús esta semana sea: «Visitar a Jesús en el Sagrario o buscar a una persona que no
sepa lo que es el Sagrario y enseñárselo».
Amén.
19
unidad 2: Jesucristo comparte nuestro camino
ENCUENTRO 4: «JESÚS NOS INVITA A CAMINAR CON ÉL»
«Una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. María sentada a los pies del
Señor escuchaba su palabra... "Marta, Marta, andas inquieta y preocupada
por muchas cosas, cuando en realidad una sola es necesaria."» (Lc 10,38-
39.41-42)
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, reconozcan la invitación de
Jesús a escucharlo y compartir la fe en familia.
MATERIALES: Altar de catequesis. Biblia. Una imagen de Jesús traída por un niño de su casa para poner en el altar.
Una canastita o algo similar. Tarjetas con letras R-A-G-O-C-E.
I. ACOGIDA
Saludo:
Se acoge a los niños con alegría, se empieza a invitar por turnos a algunos de los niños a preparar el altar.
El objetivo de este momento es introducir a los niños en la oración de intercesión, es decir, el pedir por las
necesidades de otros, en este caso por las necesidades de sus propias familias.
Se entrega un papelito a cada niño explicándole que ahí van a pedir a Jesús algo bueno para sus padres o
acudientes. Luego cada uno deja su papelito en el altar en una canastita o algo parecido.
Se invita a orar todos juntos, diciendo:
Querido Jesús,
hoy nos reunimos para decirte que somos felices cuando estás entre nosotros.
Queremos pedirte que también estés presente en nuestras familias.
Para ella queremos pedirte … (Cada uno piensa o, si quiere, dice en voz alta lo que quiere pedir para sus papás.)
Que nuestros padres y hermanos también estén dispuestos a acogerte y conocerte más.
Extiende tu bendición sobre nuestra familia, nuestro Catequista y nuestro grupo. Amén.
Encuentro familiar
• ¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?
• ¿Colocaron el cirio encendido como signo de la presencia de Dios?
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es «ESCUCHAR». (Palabras sugeridas a= acompañar, amar; c= cariño, comprensión; o= organizar, ordenar; g=
generosidad; e= escuchar; r= recibir).
Con el aporte de los niños, damos un nuevo significado a lo que es acoger.
Ya que sabemos lo que es acoger: ¿qué hacen en tu familia para preparar la llegada de una visita muy querida o
importante? ¿qué siente nuestro corazón cuando nos preocupamos de acoger?
Coloreen el mensaje que está en la hoja.
Se pregunta a los niños si hay una palabra o frase que no hayan entendido. Sugerimos explicarles con sencillez y
claridad.
(Antes y después de que trabajen las preguntas es conveniente crear un ambiente de silencio.) Se pide a los niños que lean las
preguntas para reflexionar el texto, dando tiempo para que piensen las respuestas. La reflexión conviene realizarla en
forma oral invitando a responder a los niños que quieran participar libremente.
1. ¿Quién recibió a Jesús en su casa cuando Él entró en un pueblo? Marta.
2. ¿Con quién vivía Marta? Vivía con su hermana María
3. ¿A qué se dedicó Marta después que Jesús entró en su casa? Marta se puso a hacer los quehaceres de la casa.
4. ¿Qué hizo María cuando Jesús estaba en su casa? María se sentó a los pies de Jesús a escuchar su palabra.
5. ¿Qué sentía el corazón de Marta? Sentía inquietud y agitación porque María no la ayudaba en los trabajos de la
casa.
6. ¿Qué sentiría el corazón de María? Respuesta Personal (Paz e interés por escuchar a Jesús).
7. ¿Qué era lo más importante para Jesús? Que Marta y María aceptaran su invitación a escucharlo y acogerlo en
familia.
Profundicemos
Las hermanas Marta y María pueden compararse con dos grupos de personas: cada uno de ellos se relaciona de
distinto modo con Jesús. Observa cómo lo hacen: el grupo de personas que se parece a Marta acoge a Jesús, pero le
cuesta darse un tiempo tranquilo para aprender de Él. El grupo que se parece a María lo escucha como a un Maestro,
poniéndose a sus pies.
Marta reclama a su hermana María y corre el riesgo de arrastrarla a muchas preocupaciones que ahogan el mensaje
que Jesús quiere transmitir. María escucha y aprende de Jesús, pero corre el riesgo de quedarse sin hacer nada para
acogerlo y manifestarle su amor.
¿Qué quiere Jesús de nosotros? Quiere que cada uno de nosotros lo acoja en forma personal y en familia. Que se dé
el tiempo para escucharlo y servirlo. De tal manera que las muchas actividades no ahoguen lo fundamental y así
juntos pongamos por obra su mensaje.
¡Respondamos a Jesús!
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El objetivo de este momento es que los niños descubran cómo ellos en la vida diaria pueden dar a Jesús el primer
lugar. Para terminar, se puede relacionar la actitud de María con el primer mandamiento de la ley de Dios.
Pregunta: ¿Qué hubieras hecho si estuvieras en el lugar de las dos hermanas? ¿Por qué? Comenta sus respuestas.
Indica a los niños que anoten una lista de diez acciones importantes que a ellos les guste realizar cuando están en
su casa, un día cualquiera de la semana. Pidamos que las ordenen colocando lo que para ellos es lo más importante
con el N. 1, lo que le sigue en importancia con el N. 2, y así sucesivamente hasta enumerar todas las acciones.
Luego comparten el trabajo realizado.
Ahora, invítalos a imaginar que Jesús se alojará en sus casas por un día: ¿habrían puesto las acciones anteriores en
el mismo orden?
Pídales que vuelvan a enumerarlas, pensando que ahora Jesús está en la familia con ellos. Pueden cambiar alguna
acción para darle mayor presencia a Jesús en sus familias.
Comenten si hubo cambios con la presencia de Jesús, si alguien se había olvidado de Él en la primera parte, ¿cómo
darse cuenta de la presencia real de Jesús entre nosotros?
Pedir a los niños, que coloreen el mensaje de su guía.
Pedir a los niños que contesten las siguientes preguntas: ¿Cuántos días tiene la semana? ¿Cuántas horas tiene un
día? ¿Cuántas horas tiene una semana?
Una vez que hayan calculado que la semana tiene 168 horas, se puede hacer con ellos la siguiente reflexión:
Como saben, cada semana tiene siete días. Si calculamos el número de sus horas tendríamos que multiplicar 7 días
por 24 horas; eso nos da un total de 168 horas. Jesús nos invita a estar todos los días con Él, pero hay una hora de la
semana que para Él es muy especial, es la hora de la Eucaristía, donde ha preparado todo para acogernos en familia.
Jesús quiere regalarnos su perdón, su Palabra, su presencia, su bendición. ¡Cómo no acoger su invitación y regalarle
1 hora de nuestro tiempo! La Iglesia eligió el DOMINGO como DÍA DEL SEÑOR porque es el día en que Jesús
resucitó. También, para facilitar el horario de la familia.
En la semana, dejamos un día especial para acoger, en familia, la invitación de Jesús: es el domingo, el día del
Señor.
El objetivo en este momento es que los niños descubran que aquello que aprendieron en el
encuentro es motivo para alegrarse y celebrar.
«El Señor nos invita a descubrir que sólo Él tiene palabras de vida eterna, y que acoger en la
fe el don de su Eucaristía es acogerlo a Él mismo.»
(Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1336)
A continuación, se pide que observen la imagen de Jesús en silencio y que le hagan un regalo:
«Invitar a los papás a asistir a la Eucaristía dominical y comprometerse a estar atentos en
escuchar las enseñanzas de Jesús.»
El catequista enciende la vela del altar e invita a los niños a repetir con él la siguiente oración:
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Queremos acoger tu invitación y participar en la Eucaristía cada domingo.
¡Ayúdanos a estar atentos!
Que nada nos distraiga para que, al igual que María, estemos siempre cerca tuyo.
Amén.
Al final del encuentro se puede invitar a los niños a saludar al Santísimo y dejar allí los papelitos en los cuales ellos escribieron una
oración por sus papás.
«Celebraban unas bodas… María dijo a Jesús: "No tienen vino." "Hagan todo lo
que Él les diga..." "Llenen las tinajas de agua..." Probó el agua convertida en
vino. Todos creyeron en Él.» Jn 2,1.3.5.7-8.11)
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis, descubran en su vida familiar la acción
amorosa y activa de Jesús.
MATERIALES: Altar. Biblia. Una imagen traída por un niño de su casa. Una canastita o algo similar. Papelitos. Seis
tinajas pueden ser recortadas en papel.
Para profundizar este tema puedes leer en: http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_ce5.pdf
Catecismo de la Iglesia católica Numerales: 2618, 438, 538, 901, 916, 931, 932, 933.
I. ACOGIDA
Saludo:
Acoger a los niños e invitarlos a preparar el altar.
Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?
¿Cómo les fue en el diseño del horario familiar?
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«Anita y David esa tarde corrieron desde el colegio a casa. Estaban felices porque la abuela Ana, mamá de su mamá,
había avisado que llegaría a la hora del té. Al llegar a casa, Anita y David saludaron con cariño a su mamá, quien
estaba en la cocina terminando de hornear un rico panqueque.
— Mmm ¡qué bien huele! —dijo David.
—¿Necesitas ayuda? —preguntó Anita.
—Sí —contestó la mamá—, vayan pronto a ordenar sus cosas, se cambian y bajan a ayudar.
Los niños dejaron ordenadas sus cosas del colegio; Anita se puso un lindo vestido y David su pantalón nuevo.
—¡Están muy arreglados! ¡Los felicito! Es un signo de cariño y acogida para su abuela, vayan al comedor a poner la
mesa.
David colocó los platos y los cubiertos y Anita el mantel bordado, ese que a la abuela Ana tanto le gustaba. El
panqueque de miel lo colocaron al centro de la mesa; sabían que era el favorito de su abuela.
¡Riiiiiiiiiiiing! Sonó el timbre y todos corrieron a la puerta, ¡qué abrazo grande y cariñoso dio la abuela a todos! De
regalo traía una rica mermelada de mora, ¡la preferida de los niños!
Después de dar algunas noticias del resto de la familia, la abuela Ana fue invitada a pasar a la mesa. ¡Qué admirada
quedó nuevamente al ver el mantel y el sabroso panqueque de miel!
Cuando celebraban este encuentro, a Anita se le ocurrió preguntar a la abuela hace cuánto tiempo que ella conocía a
Jesús.
La abuela, dando un suspiro y colocando una sonrisa en su rostro, comenzó a recordar su infancia:
_ Ana, cuando tenía tu edad, yo vivía con papá en Buenos Aires. Saben que mamá murió apenas yo había nacido. Y
todos los veranos, mi padrino nos invitaba a su campo en Chacabuco. En el campo, el padrino tenía una pequeña
capilla junto a la casa y le gustaba llevarnos ahí a rezar y a enseñarnos la vida de Jesús. Nos hablaba de Jesús con
un amor tan grande que sentíamos la acción amorosa y activa de Dios cada día.
Recuerdo que nos decía: "Cuando miro la inmensidad de la llanura y el ancho cielo, pienso en Dios. Todo lo que veo
me lleva a Dios. Doy gracias a Dios de pasarlo bien en todas partes porque donde vaya estoy con Él."
_ En ese momento llegó don José, el papá de Anita y David. Se alegró mucho de ver a la abuela Ana, pero más le
llamó la atención la cara llena de alegría de su señora e hijos, oyendo hablar de Jesús a su suegra. Recibiendo el
cariñoso saludo de todos, se sentó a la mesa y, al oír que se hablaba de Dios, dio gracias por la presencia amorosa
de Jesús en su familia. Él traía la alegría. ¡Parecía una tarde de fiesta!»
• El catequista retoma el relato y comenta con los niños qué nos hace sentir en fiesta cuando estamos en familia.
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Encargado: «Siempre se sirve primero el buen vino y, cuando todos han bebido bien, se trae el de calidad inferior. Tú,
en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento».
Narrador: Éste fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus
discípulos creyeron en Él.
ACTIVIDAD GRUPAL:
El catequista pregunta a los niños si hay una palabra o frase que no entiendan. Les explica con sencillez y claridad.
• Da un tiempo para que piensen las respuestas.
• Esta vez realiza la reflexión en forma oral, invita a responder a los niños que quieran participar.
Profundicemos
En Caná de Galilea, se celebra una boda. Jesús y su madre participan de ella. Comparten su alegría y el gozo de la
fiesta. María, se da cuenta de que se había acabado el vino. Discretamente, acude a su hijo Jesús para manifestarle
esta situación.
• Jesús atiende esta necesidad y convierte el agua en vino. Dios, que es amor infinito y que nos amó primero, está
siempre pendiente de nuestras vidas, de nuestras situaciones, de nuestras familias. Sus gestos de amor hacia
nosotros nos rodean por todos lados. Es necesario agudizar el oído, la visión, el corazón para descubrirlos,
admirarnos y vivir agradecidos.
• Vivir en familia es una invitación a reconocer y vivir la presencia de Jesús, los gestos de su amor.
¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es que los niños descubran que Jesús actúa en sus familias.
• Los niños observan su material donde se encuentra dibujada Inés junto a su familia. Entre todos anotan en las
burbujas palabras que representan acciones que dan vida y alegría a las familias.
• Luego de escribir las acciones, el catequista pregunta si Jesús estaría contento al mirar las palabras de las burbujas.
• Luego pregunta: de las palabras anotadas ¿cuáles creen ustedes que representan regalos que Jesús da a las
familias para que sean mejores? Pide que las subrayen.
• Comenta el trabajo realizado y conversa sobre la buena acogida que pueden dar las familias a Jesús, en las
acciones de cada día.
• Sería muy lindo que canten juntos esta canción u otra que conozcas y que se
relacione con el tema:
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Estamos de fiesta con Jesús; Poderoso es nuestro Dios. (4)
al Cielo queremos ir.
Estamos reunidos en la mesa El sana, él salva:
y es Cristo quien va a servir. poderoso es nuestro Dios.
Bautiza y limpia:
poderoso es nuestro Dios.
Se pide a los niños que tomen un lápiz de color y subrayen en el canto, las acciones de Jesús que en la Eucaristía lo
hacen presente para regalarnos: su amistad, su salvación, su palabra y su alimento.
«La Madre de Jesús ruega a su hijo por las necesidades de un banquete de bodas, signo de otro
banquete, el de las bodas del Cordero que da su Cuerpo y su Sangre a petición de la Iglesia, su
Esposa.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2618)
Los niños, puestos en círculo alrededor del altar, fijan su mirada en la imagen de Jesús.
• El catequista los invita a decir qué es lo que les gustó más del encuentro.
• Luego pregunta: «De lo aprendido sobre Jesús ¿qué te gustaría recordar siempre, guardándolo
en el corazón?» anotarlo en el cuaderno
• A continuación, leen en su material y comparten las reflexiones del grupo con lo que allí dice.
¡Gracias, Jesús, por los momentos que, en familia, estás con nosotros!
• En la Eucaristía, reconocemos el gesto de amor por excelencia. Jesús se nos regala por completo. En su Cuerpo y
Sangre, en el Pan y el Vino consagrado, se hace comida y bebida para nuestra Salvación.
• El próximo domingo, Jesús los invita a celebrar su Resurrección en la Eucaristía. Regálenle una actitud atenta y
participativa.
El catequista enciende la vela del altar y hace que repitan con él la siguiente oración.
Jesús, te damos gracias por todos los momentos que, en familia, estás con nosotros.
Cuando somos generosos para ayudar a mamá; cuando escuchamos a papá;
cuando jugamos unidos con los hermanos; cuando perdonamos que nos molesten;
cuando ayudamos a otros …
(… cada niño dice voluntariamente un momento que lo hace feliz al estar en familia ).
Que, al igual que en Caná, María nos ayude a estar atentos
para pedir a Jesús lo que es necesario en nuestras familias. Amén.
Recoger los papelitos de peticiones dejados en la oración inicial, y darlos a un sacerdote para que ofrezca una Misa por esas intenciones.
ENCUENTRO 6 «JESÚS NOS INVITA A COMPARTIR LA
FE CON NUESTROS HIJOS»
«Dejen que los niños vengan a mí, no lo impidan, porque de los que
son como ellos es el Reino de Dios". Entonces Jesús los abrazaba
y los bendecía imponiéndoles las manos.» (Mc 10,13.16)
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar,
descubran que Jesús ama de un modo muy especial a los niños y pide a los padres
que cuiden que nada les impida estar con Él.
MATERIALES: Altar. Biblia.Un dibujo de Jesús al medio y rodeado de niños de diferentes razas ubicados en sus
propios continentes donde dentro esté escrito: Hoy rezamos por los niños de América, Asia, África, Europa y Oceanía.
• Para profundizar puedes leer Catecismo de la Iglesia Católica: números 1244, 1261, 699. Consagración: números
1373ss.
I. ACOGIDA
Saludo
se recibe a los niños que van llegando, saludándolos por su nombre, preguntándoles cómo están.
• Se les invita a preparar el altar.
Los niños, por turno, llevarán a su casa el dibujo de Jesús completado en la actividad, para que, al rezar durante la
semana, pidan por los niños del mundo.
Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más
les gustó?
¿Cómo les fue anotando en las siluetas los gestos de cariño y amor que cada uno aporta a la vida familiar?
• Una vez que se e expresaron, se les propone imaginar que le quieren arrancar de los brazos al cachorrito y que
digan una vez más lo que sienten, sin abrir los ojos.
• Para terminar, que piensen que aparece en ese momento una persona que los defiende para que el cachorrito
permanezca en sus brazos. Se da una señal para que abran los ojos y comenten libremente la actividad realizada.
Actividad grupal:
• Preguntar a los niños si hay una palabra o frase que no entiendan y explicársela con sencillez y claridad, luego
resolvemos las preguntas, dando un tiempo para que piensen las respuestas.
1) ¿Qué dijo Jesús cuando algunas personas alejaban a los niños de su presencia? Jesús dijo: «Dejen que los niños
vengan a mí».
2) ¿Qué hizo Jesús cuando los niños se acercaron a Él? Jesús los abrazó y los bendijo.
3) ¿Qué regala Jesús a quienes son como niños? Les regala la posibilidad de vivir con Él en el Reino de su Padre.
4) A través de este texto bíblico, ¿qué les está pidiendo Jesús a todos los niños y papás del mundo? A los padres les
está pidiendo que lleven a sus hijos hacia Él, y a los niños les está diciendo que se «tomen de la mano de Jesús» para
llegar al Reino.
Profundicemos
En el texto que acabamos de escuchar, los discípulos se enojan con los niños y Jesús se enoja con los discípulos. Les
da una enseñanza de lo que deben aprender de ellos. Los niños son merecedores de respeto y cariño; tienen libre
acceso a Jesús, nadie lo puede impedir. A demás, para San Marcos, los niños son ejemplo de cómo acoger el
Reinado de Dios, quizás por la sencillez sin prejuicios, o por el abandono confiado, o bien por el espíritu filial (de hijos)
que se revela en ellos.
• Cada uno de nosotros, como hijo, debe acoger la invitación de Dios, siendo sencillos y confiados.
¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es que los niños se sientan tan amados por Jesús que puedan descubrir la alegría que
da el que sus papás, o alguien que los quiere mucho, los ayuden a responder a ese amor de Jesús por ellos.
• En su guía, deberán escribir una acción del papá, la mamá o alguien que los quiere, que los ayuda para conocer y
amar más a Jesús. Por ejemplo: «a la noche antes de acostarme, mis papás nos llaman para que recemos juntos».
• Luego ponen en común el trabajo realizado.
¡En la Eucaristía, Jesús nos bendice!
El encuentro se orienta ahora hacia un tema eucarístico. El catequista ayuda
a comprender a los niños que somos especialmente bendecidos por Dios en
la Eucaristía.
• ¿Qué día de la semana es tan especial, que Jesús pide a toda la familia que
vayan a visitarlo a la Eucaristía?
• ¿Saben ustedes por qué es el domingo el día del Señor?
• se observa y comparte el contenido de la guía de los niños.
Al final de la celebración de la Eucaristía, el sacerdote, representando a
Jesús, nos da una bendición. Esta bendición es como «el abrazo» que Jesús
dio a los niños, es el momento que con todo su amor nos regala la fuerza
para vivir en la semana las enseñanzas que escuchamos en el Evangelio. Él nos envía a vivir cristianamente.
Se invita a los niños que memoricen el siguiente verso, los que lo hagan puedes premiarlos con un pequeño regalo.
«Es apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo.»
(Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1261)
•El catequista ayuda a los niños para que tomen conciencia de que, en la
Eucaristía, muchos niños no participan: juegan atrás, salen al jardín, llevan un
objeto para hacer otra cosa. Otros en cambio participan: cantando, rezando,
escuchando, etc. Cada una de estas buenas actitudes es como acoger el abrazo
de Jesús.
• Por eso se pide a los niños que se acomoden en círculo alrededor del altar, de modo que puedan
fijar su mirada en la imagen de Jesús, y se los invita a decir espontáneamente qué es lo que les
gustó más del encuentro.
• «De lo aprendido sobre Jesús ¿qué te gustaría recordar siempre, guardándolo en el corazón?»
• A continuación el catequista lee con los niños y comparan las reflexiones del grupo con lo que allí dice.
Complementa lo que pudo faltar.
Jesús ama a los niños y los bendice.
• Se propone a los niños dibujar una tarjeta de invitación. En ella invitarán a los papás, o a alguien que sientan que los
quiere mucho, a no faltar a la Eucaristía el próximo domingo, en lo posible junto a su familia.
• Se enciende la vela del altar y se invita a los niños a cantar la siguiente canción:
• Los niños, la segunda vez, pueden reemplazar la palabra ama por invita, luego por abraza y por último por bendice.
unidad 3 Jesucristo da cumplimiento a la obra salvadora de
Dios
ENCUENTRO 7 «DIOS NOS CREÓ PARA LA COMUNIÓN»
«El Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un
aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente. Luego, formó una
mujer y se la presentó al hombre. El hombre exclamó: “¡Esta sí que es hueso de
mis huesos y carne de mi carne!"» (Gn. 2,7.22-23)
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños a admirar la bondad de la Creación de Dios y agradecer
que Él nos haya llamado a la vida y a la comunión.
MATERIALES: Altar de catequesis, Biblia. Imagen de Jesús. Melodía del canto. Imágenes de la Creación.
Imágenes de la naturaleza (paisajes, animales, personas, etc.) o revistas para recortar. Una caja que tiene
un espejo adentro (pegado al fondo). • La canción final puede reemplazarse por otra que agradezca o alabe
la obra del Creador.
• Para profundizar este tema:
- Catecismo de la Iglesia Católica: números 243, 337-344, 703-704, 1218.
http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_ce7.pdf
- Evangelio de San Juan 6,47-51, donde se destaca que es el amor de Jesús el que sobrepasa toda
dimensión de lo creado, al hacerse Pan de Vida para nosotros.
- Papa Benedicto XVI, “De la belleza de la Creación a la belleza de Dios”. Intervención del Papa durante la
audiencia general dedicada a meditar sobre el Salmo 135,1-9, Himno Pascual. Ciudad del Vaticano, 9 de
noviembre 2005. http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_belleza_e7.pdf
I. ACOGIDA
Saludo
El catequista recibe a los niños que van llegando, reconociéndolos por su nombre y preguntándoles como están. Les
invita a preparar el altar.
Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?, ¿Qué dijeron
sus padres cuando hablaron sobre el por qué querían que ustedes estuvieran en la Catequesis Familiar?
¿Los bendijeron haciéndoles la señal de la cruz en la frente?
Profundicemos
El hombre y la mujer fueron creados a imagen y semejanza de Dios (Gen 1,27). El relato de la Creación
quiere mostrarnos que Dios es el creador de todas las cosas y que por su acción toda la Creación es buena
y bella. Es armoniosa y tiene su coronación en la Creación de la humanidad. Fuimos creados como imagen
del Creador por el señorío recibido. Dios nos invita entonces a estar siempre en diálogo con Él y a vivir en
la plenitud de su amor.
• Esta plenitud, para la cual fuimos creados, se manifiesta plenamente en la persona de Jesucristo. Su vida
y sus enseñanzas, su muerte y resurrección, restablecerán para siempre la armonía original del proyecto
creador de Dios Padre para el mundo y la humanidad.
• En Jesús y por Jesús todos podemos mirar nuestra vida y descubrir en ella los signos de Dios que nos
revelan el querer del Padre para nosotros.
• Somos parte de esta maravillosa, armoniosa y bella obra de Dios. En la historia que vivimos y creamos,
debemos desplegar el ser imagen y semejanza del Creador, señores al cuidado de la Creación.
• Participar de la Eucaristía es participar de esta plenitud. En ella toda la Creación participa de la vida de
Dios, vive la comunión para la que fue creada. En el pan y en el vino, convertidos en Cuerpo y Sangre de
Jesús, todo el mundo creado y cada uno de nosotros, comulga con el designio de plenitud del Padre.
¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es que descubran que en Jesús fueron hechas todas las cosas, y que ellos
fueron hechos a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto, el ser humano y todo lo creado es digno de
nuestro cuidado y amor.
• Realizan la actividad de la guía donde tienen una novedad que descubrir.
«Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Cristo es la imagen del Dios que no se puede ver,
el Primogénito de toda la Creación, ya que en Él fueron hechas todas las cosas, las del cielo y las de la
Tierra; lo visible y también lo invisible (Col 1,3.15-16.)»
Luego pregunta cuál fue la novedad que ellos creyeron descubrir. Para ayudarlos pide que descubran la
clave secreta para leer el siguiente texto. La respuesta la descubrirán reemplazando los números por
vocales según como se indica debajo de la frase:
«2n J2s5s, F52r4n h2ch1s T4d1s l1s c4s1s».
(1=a; 2=e; 3=i; 4=o; 5=u)
• A continuación aparece una serie de actividades que el grupo deberá realizar.
La primera es de Verdadero o Falso. En la segunda, los niños eligen aquellas actividades o características
que muestran nuestra semejanza con Dios y lo que nos diferencia de otros seres de la Creación.
En la tercera se presenta un cuadro que evalúa nuestro cuidado de la naturaleza. Para esta última
actividad:
• Los niños deben sumar el total de «sí» y de «no» y contar luego cuántos Sí obtuvieron.
• Resultado del cuestionario:
– De 8 a 11 = ¡Te felicito, eres un buen colaborador de Dios!
– De 5 a 7 = ¡Eres un colaborador de Dios, pero tú puedes ser mejor aún!
– De 1 a 4 = ¡No te diste todavía cuenta del regalo que tienes! Hoy puedes empezar a colaborar con la
Creación…
• Para profundizar, el catequista comenta que Dios es un Padre Bueno y Amoroso, que nunca se olvida de
su obra máxima, nosotros, las personas. Él nos ha creado y no nos abandona nunca, nos cuida y nos
protege, respetando siempre nuestra libertad y nuestra voluntad, y nos invita a vivir en comunión con Él.
• Reflexiona también con ellos la siguiente frase: «Dios es un ser infinitamente perfecto y bienaventurado
en sí mismo; en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su
vida de felicidad» Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, N. 1.
¡El Pan y el Vino ofrecidos en la Eucaristía representan a toda la obra creada para que Él la
transforme!
• Terminamos orando:
La Creación
Creaturas todas del Señor, bendigan al Señor, alábenlo por los siglos de los siglos.
«El Ángel del Señor se le apareció a Moisés en una zarza ardiendo que no se
consumía. Y Dios lo llamó diciendo: "Conozco las aflicciones de mi pueblo en
Egipto, y he escuchado su clamor. Yo te envío al Faraón para que saques a mi pueblo, los
Israelitas. Yo estaré contigo. Yo soy el que soy".» (Ex 3,2.4.10.12.14)
MATERIALES:
Biblia, imagen de Jesús, altar.
• Para profundizar este tema puedes leer: - Catecismo de la Iglesia Católica: números 2574-2577, 2593, 2810.
I. ACOGIDA
Saludo:
El catequista acoge por su nombre y con cariño a los niños, preguntándoles cómo están.
(Si quieres, en este momento puedes pedir al Señor un bien para otra persona).
• Se concluye relacionando la oración con el objetivo de la Catequesis Familiar en este primer año (qué
buscamos, qué necesitamos...).
Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?
34
¡Vamos a encontrarnos con Jesús!
El objetivo de este momento es que los niños reconozcan en la vida de San Patricio cómo Dios escucha
siempre el clamor de quienes lo invocan y la fuerza y confianza con la que San Patricio habla a Dios.
El catequista pide a los niños que lean la historia del Patrono de Irlanda: San Patricio.
San Patricio: «Nació en un pueblecito de Escocia hacia el año 385. A la edad de 16 años, cayó prisionero de
piratas y fue vendido como esclavo a un pagano del norte de Irlanda. Lo sirvió cuidando ovejas. Trató de huir
varias veces sin éxito. Él mismo dijo que hasta entonces «aún no conocía al verdadero Dios», había vivido
indiferente a los consejos y advertencias de la Iglesia.
Después de seis años en la tierra de Irlanda y de haber abrazado la fe, pidió a Dios para que lo iluminara
sobre su futuro. Una noche soñó que una voz le pedía que huyera y llegara hasta el mar, donde un barco lo
iba a recibir. Así lo hizo, caminando más de 300 kilómetros hasta llegar a la costa. Encontró el barco, pero el
capitán se negó rotundamente a transportarlo. Después de mucho orar con fervor, el capitán accedió a llevarlo
hasta Francia. La travesía fue aventurada y peligrosa. Después de tres días de tormenta en el mar, tocaron
tierra en un lugar deshabitado de la costa, caminaron un mes sin encontrar a nadie y hasta las provisiones se
agotaron. Patricio narra esa aventura diciendo:
"Llegó el día en que el capitán de la nave, angustiado por nuestra situación, me instaba a
pedir el auxilio del cielo. "¿Cómo es que nos sucede esto, cristiano? Dijiste que tu Dios era
grande y todopoderoso, ¿por qué entonces no le diriges una plegaria por nosotros, que
estamos amenazados de morir por hambre? Tal vez no volvamos a ver a un ser humano…"
A aquellas súplicas yo respondí francamente: "Si pones toda tu confianza y vuelves tu
corazón al Señor mi Dios, para quien nada es imposible, al final del día te enviará nuestro
alimento en abundancia y también para los siguientes del viaje, hasta que estemos
satisfechos, puesto que Él tiene de sobra en todas partes."
Fue entonces cuando vimos cruzar por el camino muchos cerdos; mis compañeros los
persiguieron y sirvieron de comida. Después de aquella ayuda todos mostraban su
agradecimiento a Dios y yo me convertí en un ser muy honorable a sus ojos. Desde aquel
día tuvimos alimento en abundancia.
A los pocos días Patricio, de 22 años, quedó libre y volvió a su casa. Después de un tiempo y sintiendo el
llamado de Dios al sacerdocio, se instruyó y lo ordenaron sacerdote. Volvió a Irlanda y dedicó su vida a
evangelizar a sus habitantes. San Patricio, en el transcurso de 30 años de apostolado, convirtió al cristianismo
a «toda Irlanda». El propio santo alude, más de una vez, a las «multitudes», a los "muchos miles" que bautizó
y confirmó. San Patricio murió y fue sepultado en el año 461, en Irlanda, donde había edificado su primera
Iglesia.»
• Se comenta el relato preguntando a los niños lo siguiente:
- ¿Cuáles fueron las dificultades que tuvo Patricio en Irlanda?
- ¿Qué hacía Patricio cada vez que tenía dificultades?
- ¿Qué consejo da Patricio al capitán del barco, para que su oración fuera más efectiva?
35
“Aquí estoy”, respondió él. Entonces Dios le dijo: “No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el
suelo que estás pisando es una tierra santa”. Luego siguió diciendo: “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”.
Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de ver a Dios.
Entonces Dios le dijo: “El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto cómo
son oprimidos por los egipcios. Y he venido a liberarlos de los egipcios, a sacarlos
de esta tierra para llevarlos a una tierra fértil, que mana leche y miel.
Ahora ve, Yo te envío al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los
israelitas”.
Pero Moisés dijo a Dios: “¿Quién soy yo para presentarme ante el Faraón y hacer salir
de Egipto a los israelitas?”
“Yo estaré contigo, le dijo Dios, y ésta es la señal de que soy Yo el que te envía: después que hagas salir de
Egipto al pueblo, ustedes darán culto a Dios en esta montaña."
Moisés dijo a Dios: "mira, yo iré a los israelitas y les diré: el Dios de sus padres me ha enviado a ustedes. Si
ellos me preguntan cómo se llama ¿qué les responderé?"
Dios dijo a Moisés: “Soy el que soy”. Esto dirás a los israelitas: “Yo soy” me envía a ustedes.»
Palabra de Dios
Profundicemos
¡Respondamos a Jesús!
Se pide a los niños escribir al interior del candado dibujado, todo aquello que les
impide ser mejores y hacer el bien (por ejemplo: egoísmo, burlas, etc.).
36
cuando lo hayan hecho, pregunta: ¿Qué se usa para abrir un candado?
• Si esa llave fuera una persona, la única que puede liberarnos hoy de todas las esclavitudes o limitaciones
que nombraste, ¿quién sería?
• Dentro de la llave dibujada, escriben el nombre de esa persona. Luego el catequista comenta con ellos la
siguiente frase:
En Jesús, Dios nos libera de la esclavitud del pecado, y nos lleva al amor verdadero, que nos hace libres.
(Esclavitud es la situación en la cual una persona está bajo el dominio de otra, perdiendo la capacidad de disponer libremente de sí
misma.)
• Explicar a los niños que la Oración Universal u Oración de los fieles se reza al final de la Primera parte de la
Celebración Eucarística, que se llama Liturgia de la Palabra.
En este momento nos ponemos de pie y nos unimos a todas las personas que están presentes en la
celebración, para pedir juntos y en voz alta a Dios por la Iglesia, por el Santo Padre, por los sacerdotes, por el
mundo y sus necesidades, por sus gobernantes, por las necesidades de nuestra comunidad, por los que ya no
están con nosotros, etc.
• Con esta oración se acaba la Liturgia de la Palabra, para pasar a la Liturgia Eucarística.
• Se pide a los niños que escriban una petición. Puede ser por alguna necesidad de sus familias, por el
sacerdote de la parroquia donde ellos van a la catequesis o por alguna otra necesidad que ellos tengan.
Cuando terminan, invita a los niños a leer su petición en voz alta; al terminar quien hace la petición dice: «Por
esto, roguemos al Señor», y todos contestan: «Escúchanos, Señor, te rogamos».
• El catequista también pide lo que él u otra persona necesitan.
«Señor, ponemos en tus manos todas nuestras preocupaciones y necesidades.»
«Dios nos ha liberado para que lo reconozcamos como al único Dios vivo y verdadero, Padre providente y
juez justo.» (Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 62)
El catequista, conversa con los niños acerca de lo descubierto en el encuentro.
Pregunta: ¿qué te gustaría recordar siempre, guardándolo en el corazón? Hoy le pediremos a
la Virgen María que nos ayude a tener una actitud de confianza y abandono en Dios Padre
Providente, que nos ama y nos protege siempre para que alcancemos la vida eterna.
• A continuación lee con los niños y subraya la frase que aparece:
Dios, en la persona de Jesús, escucha siempre nuestras súplicas y quiere liberarnos
para que seamos plenos y felices.
El objetivo será descubrir los sentimientos y emociones que nos impiden ser mejores
personas.
Se propone a los niños un desafío para la semana:
– Se trata de observar su propio comportamiento, especialmente en los momentos más
difíciles para ellos, tratando de estar alerta para descubrir cuáles son los sentimientos y
actitudes que les impiden ser mejores personas.
«Jesús, ayúdame a liberarme de mis esclavitudes para amar más.»
37
yo soy feliz pensando en Dios.
MATERIALES:
Biblia, imagen de Jesús, altar. Melodía del canto: «Puedo confiar en el Señor». Papelitos con expresiones de
cariño de quienes nos acogen: abrazar, tomar la mano, hacer cariño, etc. Tampón o tinta fácil de quitar con
agua, para que los niños impriman su huella digital.
• Para profundizar este tema puedes leer: Catecismo de la Iglesia Católica: Alianza: números 2713, 2786-
2788, 2829; Ley Antigua y Ley Nueva o del Evangelio: números 1961-1974.
- Papa Juan Pablo II, “Nadie puede resistir a la potencia del amor de Dios”. Intervención del Papa en la
audiencia general del miércoles 21 de noviembre de 2001.
I. ACOGIDA
Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó?
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, el catequista dialoga en torno a esa actividad puntual.
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– Cuando por alguna razón no nos sentimos bien o algo no nos resulta, solemos sentir pena o frustración. En
ese momento, sentir el cariño de alguien que nos protege y nos acompaña, hace que nuestras dificultades
parezcan más pequeñas.
• Se entrega un papelito a cada niño con expresiones de cariño de quienes nos acogen, especialmente
cuando nos sentimos solos o tenemos alguna dificultad. Por turnos, cada niño expresa la palabra con mímica
y el resto adivina la palabra o expresión de cariño. Por ejemplo: abrazar, tomar la mano, hacer cariños, etc.
Palabra de Dios
ACTIVIDAD GRUPAL:
1. ¿A qué nos invita Dios? Dios nos invita a vivir en su amor aceptando su alianza
2) ¿En qué consiste la Alianza que Dios quiere hacer con nosotros? Dios pondrá su ley en nuestros corazones
3) ¿De qué cosa no se acordará nunca más Dios? De nuestros pecados
4) ¿Cómo es Dios para perdonar? Dios acoge con compasión y es generoso en perdonar.
Profundicemos
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Dios nos invita a vivir siempre cerca de Él. Esto significa aceptar su amor y animarse a amar al Señor en lo
concreto de la vida de cada día.
• Sólo estando cerca de Dios nuestra vida puede ser feliz y plena. Porque Él siempre estará acompañándonos
y regalándonos su amor y su vida.
• En la Eucaristía, Jesús quiere que vivamos una alianza de amor y por eso se nos entrega en su Cuerpo y su
Sangre.
• Nosotros aprendemos en la Eucaristía a vivir el amor con Dios y con las demás personas.
¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de esta actividad es que los niños descubran la bondad de Dios, que hace una Alianza (pacto de
amor) con nosotros y nos compromete día a día a colaborar en su proyecto de Salvación.
• Se comenta con los niños en torno a las siguientes ideas:
No podemos vivir solos. Necesitamos de los demás para amar y ser amados. Nos «aliamos» para ser buenos
hijos, hermanos, amigos, compañeros, etc. Es decir, actuar con fidelidad, solidaridad, unidad, bondad,
generosidad.
La Alianza se relaciona con Dios y también con el prójimo. La libertad que Dios nos da posibilita una Alianza
de amor con Él.
• Los niños escriben una situación en la cual se hayan «aliado» con otro para hacer juntos un bien a otro.
• Se propone a los niños hacer una alianza con Dios a partir de estas preguntas: ¿Te gustaría hacer también
con Él una Alianza? ¿A qué te quieres comprometer? ¿Qué le quieres pedir a Él? Los niños anotan sus
respuestas en la ficha y sellan el pacto con su huella digital
«Sintiendo la presencia de Jesús» ¡En la Eucaristía, se actualiza la alianza nueva y eterna entre Dios y
los hombres!
Se profundizan con los niños las siguientes ideas:
– Hay una relación directa entre la Alianza hecha con el pueblo de Israel y la Nueva Alianza que Jesús
estableció, la noche antes de morir, en la Última Cena. Jesús dijo estas palabras: «Tomen y beban todos de
él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes
y por todos los hombres para el perdón de los
pecados».
Estas mismas palabras las repite el sacerdote en el
momento más importante de la Celebración
Eucarística. El Padre nos envió a su Hijo Jesús, para
sellar una Nueva Alianza, inscrita en nuestros
corazones, una alianza plena y definitiva porque fue
sellada con la propia muerte y resurrección de
Jesús.
«En esto hemos conocido el amor: en que Él ha dado su vida por nosotros; y nosotros debemos dar también
la vida por nuestros hermanos.» (1 Jn 3,16)
«Vivan en el amor, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros a Dios como
ofrenda y sacrificio.» (Ef 5,2)
«El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida por la liberación de todos.» (Mt
20,28)
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IV. CELEBREMOS NUESTRO ENCUENTRO CON JESÚS
• Hoy le pediremos a la Virgen María que nos ayude a decir que sí a la invitación que Jesús nos hace para
hacer con Él una alianza de amor.
• Al terminar, se invita a cada niño a hacer silencio y a conversar con Jesús.
• A continuación miran la hoja y leen la frase que aparece allí:
Jesús nos invita a una alianza de amor. Tomados de la mano de la Virgen María, acogemos esta
invitación para vivir siempre unidos a Jesús.
El objetivo será comprometer al niño para que, durante la semana, realice alguna de
las acciones propuestas, como una manera de responder al amor que nos muestra
Jesús en la Eucaristía.
• Se explica a los niños que la fidelidad a nuestros compromisos se aprende día a día.
Proponle algunas ideas para ir creciendo en amistad con Jesús. Los niños eligen uno
de estos propósitos y se comprometen a realizarlos durante la semana:
– Visitar a Jesús en la parroquia o capilla o conversar con Él, en un lugar que lo
permita.
– Realizar una buena obra a favor de alguien de su familia, amigos, compañeros, como regalo a Jesús.
– Invitar a su familia a la celebración de la Eucaristía.
Terminamos rezando:
Sacerdote: Queridos hermanos: La Palabra de Dios es un alimento fundamental para los cristianos. Así como
esta planta que vemos delante del atril (o de la mesa) no podría vivir sin agua y sin luz, así nosotros, los
cristianos, no podríamos vivir sin la Palabra del Señor. Ella es un tesoro precioso que nunca se agota, porque
41
Dios jamás deja de hablarnos. De nosotros depende que su Palabra no resuene en vano, que seamos
abiertos y dóciles a lo que Él nos revela, nos enseña y nos pide.
Guía: Cantemos con fuerza el canto «Tu Palabra me da vida». (Decir lo que va a hacer el niño a continuación.
Mientras se canta, un niño toma el jarro y riega la planta de manera que todos vean lo que hace.)
PALABRA DE DIOS
ENTREGA DE LA BIBLIA
Guía: Para que la Palabra de Dios dé fruto, tenemos que ser buena tierra. Ser buena tierra significa escuchar
la Palabra y ponerla en práctica; decirle al Señor, como la Virgen María cuando la visitó el ángel Gabriel para
anunciarle que iba a ser la mamá de Jesús: «Hágase en mí según tu Palabra».
Cada familia va a recibir ahora la Biblia, no para guardarla en un estante, sino para leerla y practicarla.
Sacerdote: queridos papás o acudientes tomen en sus manos la sagrada Biblia, ella será la fuente de nuestro
aprendizaje durante esta etapa de preparación.
Ahora les pregunto: ¿desean comprometerse a leer y meditar la Palabra de Dios con sus hijos y así caminar
juntos al conocimiento de Jesucristo? (Papás, sí me comprometo) ahora entreguen a sus hijos la Palabra y
mirándole repitan conmigo
Llame por el nombre a su hijo _______ Recibe la Palabra, que ella te acompañe en este caminar y juntos
conozcamos a Jesús quien nos ha enviado el Espíritu Santo.
Ahora niños digan conmigo: con la gracia de Dios, me comprometo a respetar, leer, orar y meditar esta
Palabra que me ayudará a encontrar el camino que conduce a la salvación.
Guía: Le pedimos al Señor que nos regale la docilidad de María. Saludémosla para que nos ayude, con su
intercesión.
Todos: Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y
en la hora de nuestra muerte. Amén.
Sacerdote: Al terminar esta segunda celebración, nos vamos a comprometer a no dejar nuestra Biblia en un
rincón, sino a leerla regularmente y a cumplir lo que Dios nos pide en ella. Ella es la semilla que el Señor hoy
planta en cada familia. Todos tenemos que ser buena tierra, para que brote, florezca y dé fruto. Por eso les
pregunto ahora, Padres, e hijos:
¿Están contentos por esta Biblia que hoy se llevan a sus casas? (Si la respuesta es débil, puede invitar a
decirla con más fuerza, sobre todo a los niños).
Todos: SÍ
Sacerdote: ¿Quieren esforzarse para escuchar la palabra de Dios y cumplirla?
Todos: SÍ
Sacerdote: ¿Van a dejar su Biblia en un lugar visible de la casa, sin olvidarla en un rincón?
Todos: SÍ
42
Sacerdote: Gracias, Señor, porque la semilla que hoy has sembrado en nosotros ya comienza a brotar
cuando escuchamos juntos tu Palabra. Ayuda a este grupo a prepararse bien a la vida eucarística, ya que Tú
has querido alimentar a tu pueblo con el Pan de tu Cuerpo y el Vino de tu Sangre, preparándolo con la
escucha del Pan de tu Palabra.
El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
Sacerdote: A todos ustedes, niños, catequistas, papás, los bendiga Dios todopoderoso, Él que es Padre, Hijo
y Espíritu Santo.
Todos: Amén
Después de la celebración tenemos un espacio para que los niños y sus familias aprendan a buscar un texto
bíblico.
43
Ejercitémonos en la búsqueda de los textos bíblicos
Buscamos las citas dadas y escribimos el tema al que hace referencia
1. Lc 1,26‐38 (El anuncio del Ángel a María)
2. Mt 3,13‐17 (El Bautismo de Jesús)
3. Mc 1,16‐20 (Jesús llama a los primeros discípulos)
4. Mc 2,1‐12 (Jesús sana a un paralítico)
5. Mt 5,13‐16 (Sal de la tierra y luz del mundo)
6. Lc 8,4‐8 (Parábola del sembrador)
7. Jn 6,5‐14 (Jesús multiplica los panes)
8. Lc 19,1‐10 (Encuentro entre Jesús y Zaqueo)
9. Jn 10,14‐15 (Jesús es el Buen Pastor)
10. Jn 13,34‐35 (El mandamiento del amor)
11. Mt 7,12 (Hacer a los demás lo que nos gustaría que hicieran con nosotros)
44
45
Unidad 4 El Padre envía a su Hijo
ENCUENTRO 10 «LA PALABRA SE HIZO CARNE EN MARÍA DE
NAZARET»
«Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo…
Concebirás y darás a luz un Hijo… Será llamado Hijo de Dios.» (Lc 1,28.31-32)
(Lc 1,28.
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, admiren el
acontecimiento de la Encarnación del Hijo de Dios, en la Virgen María.
MATERIALES: Biblia, mesa, mantel. Una imagen de Jesús. Tarjetas con sus nombres para sacar por turnos.
Pliego de papel para «pergamino». Imagen de la Anunciación.
• Para profundizar puedes leer los siguientes textos
– Juan Pablo II: «María en la Anunciación del Señor».
http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_maria_e10.pdf
– Catecismo de la Iglesia Católica: Evangelio (Lc 2,26-38): versículo 26 y 27 número 695; versículo 32 número
713; versículo 34 números 575, 587; versículo 35 números 149 y 618. Anunciación: números 148, 430, 484,
490, 494, 965, 2617, 2674. Encarnación: números 237, 258, 309, 333, 429, 432, 461ss., 464 ss., 470, 512,
517, 519, 521, 528, 606ss., 653, 661, 686, 690, 727, 1159, 1171, 1174, 2602, 2666.
I. ACOGIDA
Saludo: Se prepara la sala y el altar y luego se acoge a cada niño con cariño.
Querido Jesús, nos regalaste ¡tanto! Siendo Dios, quisiste tener una mamá; siendo Dios, te hiciste Niño para
estar con nosotros, traernos la Salvación y adoptarnos como tus hermanos.
¡Te admiramos porque eres generoso! (Cada uno puede decir ahora una alabanza.)
¡Gracias por regalarnos tanto amor! Amén.
Encuentro familiar
¿Qué actividad realizaron en la catequesis con sus padres? ¿Qué fue lo que más les gustó? ¿Encontraron
actividades que realizan o pueden realizar juntos como familia? ¿Pudieron hacer el gesto de bendición? ¿Lo
siguieron haciendo? ¿Cómo vivieron la experiencia de recibir la Palabra de Dios en familia?
46
sucedido en su vida. Invita luego a registrar la noticia en el título del diario dibujado en su ficha. (En lo posible
que el niño entreviste a un adulto. Si no es posible, que se entrevisten los niños entre ellos.)
• Al terminar, pide que compartan con el grupo las noticias registradas.
ACTIVIDAD GRUPAL:
1) ¿Qué noticia llena de alegría, trae el Ángel de parte de Dios a María? Que ella es la escogida para ser la
Madre del Hijo de Dios.
2) ¿María comprendió de inmediato la Buena Noticia del ángel? No, quedó desconcertada.
3) ¿Qué anuncia sobre Jesús el Ángel Gabriel? Será grande, será el Hijo de Dios, será descendiente del Rey
David, será Rey de un Reino que no tendrá fin
4) ¿Cuál fue la admirable respuesta de María al Ángel? Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí
según tu Palabra.
PROFUNDICEMOS
En su infinito amor por la humanidad, Dios decide «encarnarse» en nuestras vidas y nuestra historia.
Encarnarse quiere decir «hacerse» persona humana, Dios envía a su Hijo Jesucristo a hacerse uno entre
nosotros, igual en todo menos en el pecado.
La Encarnación de Jesucristo es iniciativa de Dios, regalo para la humanidad. En la Encarnación de su Hijo
Jesús, Dios hace suyo todo lo humano y por eso, nada de lo que sucede a nuestras vidas queda fuera de su
designio amoroso, ni fuera de su plan de salvación.
Dios pidió la colaboración de una joven mujer: María de Nazaret. Ella está atenta a los mensajes de Dios en
su vida. Es llamada por Dios y responde generosamente a su llamado. Pronuncia un Sí que cambiará para
siempre su existencia y la del mundo entero.
En la Eucaristía, Jesús se nos regala constantemente en su Palabra, en su Cuerpo y en su Sangre. Él sigue
entregándose constantemente para la plenitud de nuestra vida personal y familiar.
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¡Respondamos a Jesús!
Invitar a los niños a descubrir los efectos de la Noticia del Ángel Gabriel, comparándola con la otra noticia
reporteada anteriormente.
• Los niños toman su ficha y elijen qué actividad les gustaría realizar para diseñar un pergamino que anuncie
la gran noticia de la Anunciación. Se puede llevar la portada de una revista o diario como ejemplo.
– Dibujantes: son aquellos que dibujarán, en el pergamino, la escena de la Anunciación.
– Redactores del título: son aquellos que escriben el título de la noticia con creatividad y en forma destacada.
– Redactores del tema: son aquellos que tendrán que escribir la noticia en el pergamino.
_ Repartidores: son aquellos que tienen que inventar la forma cómo van a vender este importante pergamino,
para darlo a conocer.
– Compradores: son aquellos que tienen que inventar una frase que demuestre su admiración y sorpresa por
la noticia.
El catequista pregunta al grupo por qué esta noticia del pergamino es más importante, para nuestra vida, que
todas las demás reportadas anteriormente. Después del diálogo escriben juntos la respuesta en su ficha.
Luego anotan tres ideas para regalar a Jesús según los consejos que les has propuesto.
En la Eucaristía, el momento en que Jesús nos invita a establecer una unión-común con ÉL y su Iglesia, es el
que llamamos COMUNIÓN. Al momento de comulgar, el sacerdote ofrece a cada persona el Cuerpo y Sangre
de Jesús. Si la persona comulga se une más a Cristo y a su Iglesia, fortalece nuestra vida cristiana y nos hace
crecer en el amor al prójimo.
«María acogió el anuncio y la promesa que le traía el ángel Gabriel, creyendo que nada es
imposible para Dios.» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 148)
Se lee con los niños lo que María nos ha pedido guardar en el corazón en el
desarrollo de toda esta unidad. Está en la guía de los Niños.
Nuestra Buena Noticia es que el Hijo de Dios se ha hecho hombre para traernos la
salvación y ayudarnos a vivir como hermanos, para llegar a su Reino.
48
Para terminar el encuentro, el grupo reza la oración del Ave María. Se explica el significado del título, las palabras más
importantes de la oración y el origen de cada una de sus partes.
Luego se pide a los niños que busquen un momento de la semana para invitar a alguien de su familia a que rece con
ellos la oración del Ave María.
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, contemplen el nacimiento de
Jesús en el pesebre de Belén y reconozcan cómo Él quiere hoy volver a nacer en nuestra vida.
MATERIALES:
Biblia. Una imagen de Jesús. Canasto o caja pequeña. Tarjetas con las letras del abecedario, evitando letras difíciles
como «LL, Ñ, W, X, Y, Z». Pliego de papel con las letras que se usarán. Tarjetas con nombre para sacar por turnos a
niños que quieran participar. Figuras del pesebre. Letrero: «¿Qué siento al contemplar a ese pequeño niño que es Dios
mismo?»
• Canto
• Para profundizar puedes leer este tema en:
– Papa Benedicto XVI: «El nacimiento de Jesús ayuda a entender el valor de la vida».
– El nacimiento de Jesús para pintar.
– En el Catecismo de la Iglesia Católica: Nacimiento: números 333, 437, 448, 486, 525, 549, 695, 725, 2599. Alabanza:
números 294, 333, 898, 920, 959, 1077, 1081, 1083, 1096, 1103, 1138, 1074, 1268, 1330, 1352, 1359ss, 1368, 1424,
1480, 1670, 1732, 2098, 2171, 2579, 2589, 2369ss, 2687, 2807. Contemplación: números 94, 771, 1028, 1162, 1380,
2651-2654, 2687, 2715.
I. ACOGIDA
49
• Cuando se haya completado el abecedario el catequista enciende la vela e invita a los niños a rezar a Jesús en voz
alta. Para ello todos dicen «Jesús te alabamos porque en ese momento leen de su ficha, cada palabra siguiendo el orden
del abecedario, amor, bueno, cariñoso, delicado, etc., y terminan con la palabra Amén.»
Encuentro familiar
Se conversa sobre qué fue lo que más les gustó de la catequesis con los papás. Si realizaron la actividad sugerida a los
padres, se pregunta si rezaron el Ángelus, hablaron de la Anunciación y si se comprometieron a asistir a la Eucaristía,
para recibir en ella los anuncios de Dios, las buenas noticias de sus enseñanzas.
Los niños leen en voz alta, como recordatorio, la siguiente frase: «El pesebre de nuestra casa nos recuerda el deseo de
Jesús de volver a nacer en nuestras vidas».
Para terminar se les pide que completen la siguiente frase: Si estuviera en el pesebre me gustaría ser...
ACTIVIDAD GRUPAL:
1) ¿Qué sientes al contemplar en el pesebre a ese pequeño Niño que es Dios mismo? Respuesta personal.
2) ¿En qué se parece Jesús a todos los niños recién nacidos? Como todos los niños, es indefenso, necesita cariño, llora,
tiene hambre, etc
3) Los ángeles exclamaron: "¡Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor! Y esto
les servirá de señal: ¡encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre!" Según estas
palabras, ¿qué distingue a Jesús, hijo de María, de todos los niños recién nacidos? Que Jesús es el Hijo de Dios, el
Mesías salvador, que nos trae la salvación.
4) ¿Qué actitud de María y José muestra mucha generosidad? Se abren a los demás, no les impiden ver al Niño, lo
muestran, lo acogen, lo protegen, le dan todo su amor.
5) ¿Qué hicieron los pastores después de la visita de los ángeles? Contaron lo que habían oído decir sobre este niño.
PROFUNDICEMOS:
Como dijeron los antiguos Profetas de Israel, la salvación anhelada y anunciada se hace realidad con el nacimiento del
Mesías, el Señor, en un humilde portal en Belén. Dios muestra su rostro misericordioso y su gloria en la fragilidad de un
niño.
Los pastores son los primeros en recibir el anuncio del nacimiento. Es una alegría que debe comunicarse y hacerse
crecer, porque Dios ha nacido «para todo el pueblo, para todos los pueblos». Por eso cantan los ángeles la Gloria de
Dios y anuncian la paz.
¡Dios se ha hecho hombre, está con nosotros para siempre! Esa es nuestra alegría, el gozo que inunda nuestra vida,
nuestra familia, el mundo entero.
Es en el tiempo de Navidad, cuando preparamos el pesebre en familia y en la comunidad parroquial, que Jesús quiere
nacer, darse enteramente a nosotros. ¡Acojamos su amor, con mucha generosidad y solidaridad! ¡Que en cada regalo
que demos brille la paz, la generosidad, la justicia, el perdón, etc.!¡El amor que ha brotado de nuestros corazones es más
importante que lo material!
¡Respondamos a Jesús!
Se trata de buscar que los niños reconozcan que el nacimiento de Jesús no es un hecho «lindo» que, ocurrió hace
mucho tiempo, sino que, a ejemplo de lo que sucedió en Belén, Jesús quiere nacer en cada corazón humano de todo
tiempo, del pasado, del presente y del futuro, y para eso nosotros tenemos que responder con ciertas actitudes que
pueden verse reflejadas en los personajes del Pesebre.
los niños toman las mismas tarjetas usadas en el momento de la oración y alaban a Dios por el nacimiento de Jesús. Por
ejemplo, si sale la palabra «amor», pueden decir: «Yo t e alabo, Dios mío, porque en el nacimiento de Jesús y yo veo tu
amor», intentando explicar con sus palabras el motivo de su alabanza; por ejemplo, si dice que Dios es bueno, que
agregue «porque nos regaló a su Hijo Jesús».
El catequista explica que Jesús quiere que esa alegría que nos produce su nacimiento la podamos sentir cada día en
nuestro corazón, porque Él quiere «renacer» en nosotros, y que es importante parecernos a Jesús en aquello en lo cual
lo hemos alabado, así las palabras se transforman en una buena acción. Con esta buena acción hacemos que Jesús
renazca en nuestro corazón. Jesús vuelve a nacer en cada uno cuando hacemos el bien a los demás y a nosotros
mismos.
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Pide a los niños que, en forma oral, den ejemplos de buenas acciones, para que Jesús nazca en sus vidas. Ej.: «Yo
quiero ser obediente en…».
Luego escriben las que van a arropar al Niño Jesús.
«Creemos y confesamos que Jesús de Nazaret, nacido judío de una hija de Israel, en Belén, es el
Hijo eterno de Dios hecho hombre».
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 423)
Todo lo aprendido en esta unidad, todo lo que Dios nos ha revelado, es motivo para valorar y agradecer tanto bien
recibido. Lo hacemos orando:
Querido Jesús,
estamos felices porque naciste entre nosotros.
Ayúdanos para que cada día hagamos las cosas que te agradan.
Danos tu gracia para que sirvamos a los demás,
en especial a los que más lo necesitan.
Danos alegría de vivir y descubrir lo bueno que hay en las demás
personas.
Amén.
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ENCUENTRO 12: «JESÚS, ENVIADO DEL PADRE, VIVE EN EL
ESPÍRITU»
«Se abrieron los cielos y el Espíritu Santo descendió sobre Él, en forma de
paloma. Y se oyó una voz desde el cielo que decía: "Este es mi Hijo amado en
quien me complazco…"» (Mc 1,10-11)
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística,
agradezcan al Padre el envío del Hijo amado, que actúa por el Espíritu y que nos invita a escucharlo.
MATERIALES:
Biblia. Una imagen de Jesús. Tarjetas con los nombres de los niños para sortear a niños que quieran participar en la
lectura.
• Para profundizar puedes leer este tema en:
– «La Trinidad en el Bautismo de Cristo.»
– «El bautismo de Jesús muestra su identidad mesiánica…»
– «El Bautismo de Jesús.».
– «Juventud y bautismo de Jesús...»
– Biografía de Don Bosco.
– En el Catecismo de la Iglesia Católica: Santísima Trinidad: 232ss, 292.
I. ACOGIDA
Querido Jesús,
hoy queremos alabarte como el día en que tu
Padre te dijo: ¡Tú eres mi Hijo amado!
Jesús, que tu Padre nos mire con cariño.
Nosotros también queremos aprender a amarte,
para que en nuestra familia y en el mundo seas el más amado.
Amén.
Encuentro familiar
Se les pregunta qué fue lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, pedirles que digan si recuerdan el compromiso que asumieron para que
Jesús nazca en sus familias.
Un día un niño de nueve años llamado Juan Bosco recibió de Dios un sueño… ¡Ya sabes que no hay que creer en los
sueños! Pero en el caso de Juanito, más que de un sueño, se trataba de una visión que Dios le envió mientras dormía. A
la mañana siguiente, sobresaltado se la contó a su familia:
Yo me encontraba en un campo — dijo—.
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Y me vi rodeado de un grupo de chiquillos. Juraban, blasfemaban, (Blasfemar es decir palabras o hacer gestos ofensivos contra Dios, la Virgen
o los santos.) se pegaban: eran unos verdaderos pandilleros. Para que cesaran, traté primero de razonar con ellos. En vista
de que no hacían caso, me enredé con ellos a puñetazo limpio. Pero, de buenas a primeras, los muchachos se
transformaron en lobos, leones, osos… ¡Algo tremendo! Entonces una persona desconocida se acerca y me dice: «No,
pequeño, con violencia no conseguirás nada. ¡Sólo con dulzura! ¡Con mucha dulzura!»
Con esas palabras, todas aquellas fieras se volvieron en mansos y dóciles corderitos. Luego apareció una Señora
hermosísima y me dijo: «Llévalos al prado a pastar! ¡Todo esto lo entenderás más tarde!»
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descifrarla se puede hacer un concurso dividiendo a los niños en parejas o tríos. Gana el grupo que primero descubre
todas las palabras escondidas.
Respuesta a la sopa de letras:
Se comenta con los niños: Porque Él nos dio la vida, nosotros también somos hijos muy queridos de Dios Padre. Y su
Hijo Jesús también dio su vida por nosotros. ¿En qué sientes en tu vida ese amor gratuito de Dios?»
Se pide a los niños que anoten un ejemplo en las líneas que tienen para ello en su Guías.
• Comenten juntos el trabajo realizado.
Todo lo que aprendieron en el encuentro es motivo para celebrar el ser hijos de Dios, por el envío del
Hijo por el Padre.
• Los niños leen en la guía lo que María nos ha pedido guardar en el corazón.
• Se invita a cada niño a hacer silencio, para conversar con Jesús (ojalá frente al sagrario).
Finalmente leen juntos la frase:
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• A partir del Bautismo de Jesús en el Jordán, Él comienza su misión anunciando a todos el camino verdadero que lleva a
la felicidad y que consiste en vivir en amor, unión, justicia, respeto, perdón y valorando a las personas.
• El regalo para Jesús esta semana puede ser el siguiente: preparar nuestra misión en la vida con oración y acción,
es decir, por una parte te invitamos a rezar en cada oración de la mañana o la noche, lo siguiente:
«Gracias, buen Padre Dios, por amarnos e invitarnos a continuar la misión de Jesús».
Después de la oración, que los niños piensen qué acto regalarán a Jesús para traer: unión, justicia, respeto, perdón con
quienes vives.
Rezan juntos esta oración:
Querido Jesús, al mirar tu actuar contemplando tu vida,
aprendemos a amar.
Estás unido al Padre y al Espíritu Santo como un solo Dios con
tanto amor que nadie los puede separar.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo,
cómo era en un principio, ahora y siempre. Amén.
I. PREPARANDO LA CELEBRACIÓN
OBJETIVO: Agradecer al Padre, quien por medio de su Hijo nos ha enseñado a orar en el Espíritu, invitándonos a
dirigirnos a Él con cariño y confianza filial.
CAMINO CATEQUÍSTICO: En la Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística, el Señor nos invita a tener una
relación personal y comunitaria cada vez más profunda con Él, por medio de la oración. Y el mismo Jesús, conociendo
nuestras flaquezas y debilidades, al regalarnos el Padre nuestro, nos ha querido enseñar a orar «en espíritu y en verdad»
(Jn 4,23).
MATERIALES: Cartel grande que lleva escrito el Padre nuestro. Cada frase del Padre nuestro está escrita con un color
distinto, para hacerlo más atractivo. Trozos de cartulina blanca de un tamaño suficiente para que los niños escriban el
Padre nuestro. Mesa, mantel, cirio, florero con flores. Biblia.
AMBIENTACIÓN: Cartel con la oración del Padre nuestro. La asamblea se coloca en semicírculo en torno a este cartel.
Delante de él, sobre una mesita, un mantel, un cirio, la Biblia abierta en Mt 6, 5-13, y un florero con flores.
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Queridos hermanos: Todos nosotros somos hijos de Dios. Él es nuestro Padre. El día que nos bautizaron, Dios nos
adoptó como hijos suyos. Nuestros padres son muy importantes para todos, pero Dios es Padre también de ellos. Él es
Padre desde que creó todas las cosas del mundo, y especialmente al ser humano. Jesús lo llamó «Abbá», que se
traduce por «Papá», una forma afectuosa y familiar de llamar al padre: ¡Es que Jesús quería mucho a Dios, y Dios lo
quería mucho a Él! Hoy queremos recordar con un corazón agradecido que Jesús le enseñó a sus discípulos a rezar, y la
oración que les enseñó es el Padre nuestro.
Guía: Mientras se canta, un par de catequistas colocan el cartel con la oración del Padre nuestro en un lugar destacado
del salón, que todos vean fácilmente.
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Sí. (Si la respuesta es débil, puede invitar a decirla más fuerte).
Sacerdote: El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
Sacerdote: A todos ustedes, niños, catequistas, papás, los bendiga Dios todopoderoso, Él que es Padre, Hijo y Espíritu
Santo.
R.: Amén
(Si no ha habido un sacerdote, quien anima la celebración hace esta oración:
Diácono o catequista:
Queridos hermanos, al finalizar nuestra tercera celebración, demos gracias al Padre Dios por todo lo que nos regala cada
día, especialmente hoy por nuestros padres, hermanos y amigos.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.)
Guía: Para finalizar cantemos a nuestra Madre la Virgen: «Santa María del Camino».
Compartimos con las familias sobre la oración, de manera especial la vivencia de la Eucaristía, trabajamos el desarrollo de la hoja de
las firmas explicando cada arte con relación al año litúrgico
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unidad 5: Jesús proclama el reino de Dios
ENCUENTRO 13: «JESÚS NOS ENSEÑA PALABRAS DE VIDA»
«El que escucha mis palabras, dice Jesús, y las pone en práctica,
puede compararse a un hombre sensato. (Mt 7,24-27)
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, reconozcan que las enseñanzas
de Jesús, que proclamamos en cada Eucaristía, son fuente de vida.
MATERIALES:
• Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, almohadón de color, dos hojas de papel de diario, piedras, arena o sal, dos
ramitas con hojas, cartel que diga: «Sigamos las enseñanzas de Jesús en la vida diaria.
• Para profundizar puedes leer este tema en:
- El Catecismo de la Iglesia Católica: Evangelio: Mateo 7, 24-27, números: 1970, 443, 1821, 2611, 2826. Salmos:
números: 120, 288, 304, 702, 708, 716, 1081, 1088, 1154, 1156, 1176ss, 2579, 2585ss, 2625, 2657, 2762.
- «La palabra de Dios, fuente inagotable de vida». Del comentario de San Efrén, diácono.
I. ACOGIDA
Encuentro familiar
Conversar con los niños lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, preguntarles: ¿Se acordaron de rezar la oración del Padre nuestro?
¿Qué signo hicieron sus papás sobre la frente de ustedes?
¿Qué palabras les dijeron al hacerles el signo?
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El objetivo de esta experiencia de vida es hacer que los niños comprendan la fuerza que tienen las palabras de Jesús,
que son para nosotros fuente de vida.
• Explicar a los niños que las palabras pueden producir en nosotros distintos efectos. Cuando son positivas impulsan a
quienes las escuchan a transformarse, a querer ser mejores, sentir más seguridad y cariño. Cuando esto sucede, las
palabras son «fuente de vida» para quien las acoge.
• Entusiasmarlos diciéndoles que leerás la historia de una familia que vivió un momento de mucho dolor, pero que Dios
permitió que las palabras amorosas de un niño transformaran este momento en alegría. Leen juntos su guía: «Hay que
seguir cantando».
• Se pasa a comentar el relato preguntando:
- ¿Por qué las palabras de Miguel fueron fuente de vida para su hermanita?
- ¿Qué frases o palabras les dicen sus papás u otras personas a ustedes que, al oírlas, les causan un buen efecto, como
lo fue para la hermanita de Miguel?
- ¿Recuerdan alguna frase de Jesús que haya sido fuente de vida para ustedes?
Compártanla con el grupo.
• Para cerrar esta actividad, pegan en el pizarrón la frase: «Sigamos las enseñanzas de Jesús en la vida diaria».
Profundicemos
• Las enseñanzas que Jesús nos transmite a través de su Palabra son como la roca firme donde se puede edificar
nuestra vida con prudencia y sabiduría.
• La Palabra de Jesús, que es Palabra de Dios, es capaz de transformar a quien la escucha, la acoge y la práctica.
• En este camino de Iniciación a la Vida Eucarística y en cada Eucaristía, Jesús nos regala la posibilidad de conocer sus
enseñanzas, de interpretarlas con la ayuda del Espíritu Santo, compartirlas en comunidad y ponerlas en práctica, para
que ellas sean el fundamento de nuestra vida personal, familiar y social.
¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es descubrir que, si ponemos en práctica la Palabra de Jesús en nuestra vida, llegaremos
junto a Él al Reino de los Cielos.
• El catequista extiende dos hojas de diario en el suelo y en una de ellas ordena las piedras de tal manera de que queden
firmes y, al medio, encaja una ramita con hojas. Hace lo mismo usando de base arena (o sal). La idea es que ésta no
quede tan firme. Luego pide a dos niños que soplen las r amas de ambos montículos. El resto del grupo observa lo que
sucede (ramita sobre arena se cae).
• Invita a los niños a comentar lo sucedido.
• Para terminar la actividad, comentar a partir de las siguientes ideas:
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- Cuando una planta recibe vientos fuertes ¿qué hace? Clava sus raíces en un suelo firme, lo más profundamente posible
para resistir mejor. Los vientos la obligan a luchar y la tierra firme le permite aumentar su resistencia.
¡En la Eucaristía, tenemos la Palabra de Dios como fuente de vida! Este es el espacio oportuno para ayudar a
comprender a los niños que, en la Eucaristía, el anuncio de la Palabra de Dios es fuente de Vida.
• Pedir a los niños que lean el esquema que aparece en su guía.
• Comentar con ellos la información contenida en él.
- Cuando una persona quiere tener una amistad firme con Jesús, lo hace siguiendo sus enseñanzas y palabras.
Entonces, pueden venir vientos fuertes (como el egoísmo, la mentira, la violencia, etc.) y su corazón puede resistir estos
peligros, porque, al igual que la planta, tiene sus raíces profundas en el Señor. Esas personas son como la casa
construida sobre roca.
• Los niños pintan las luces de los semáforos de su guía de acuerdo a estas instrucciones:
- Si la acción es tan buena como construir una casa sobre roca, pinta la luz verde.
- Si la acción te hace dudar y se necesita ayuda del Espíritu Santo, pinta la luz amarilla.
- Si la acción es tan arriesgada como construir una casa sobre arena, pinta la luz roja.
Respuestas:
1. Rojo
2. Amarillo
3. Verde
Relacionar el contenido anterior con la Liturgia de la Palabra vivida en la Celebración Eucarística a partir de las
siguientes ideas:
- La Biblia la leemos durante la Eucaristía, en el momento que llamamos «Liturgia de la Palabra». La celebración de la
Palabra, en la Eucaristía, tiene por objetivo lo que tan bien nos aconseja San Pablo:
«Desde tu niñez conoce la Sagrada Escritura. Ella te dará la sabiduría que lleva a la salvación,
mediante la fe en Cristo Jesús. Todos los textos de la Sagrada Escritura están inspirados por Dios y son útiles para
enseñar, para rebatir, para corregir, para guiar en el bien. L a Escritura hace perfecto al hombre de Dios y lo deja
preparado para cualquier empresa» (2 Tim 3,15-17).
- Para que la Palabra de Dios, iluminada por el Espíritu Santo, sea acogida por nosotros como fuente de vida, hacemos
un signo antes de que el sacerdote nos lea el Evangelio.
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• El catequista enseña a los niños a signarse antes del Evangelio. repitiendo el gesto frente a ellos y explicando que este
gesto tiene tres significados:
- El signo de la cruz en la frente es para decirle a Jesús que queremos abrir nuestra mente e inteligencia para
comprender su Palabra como fuente de vida.
- El signo de la cruz en la boca es para decirle que estamos dispuestos a enseñar lo que de Él vamos a oír.
- El signo de la cruz en el corazón es para decirle a Jesús que queremos vivir lo que vamos a escuchar.
• Explicar, que al mismo tiempo que hacemos el signo de la cruz, decimos las siguientes palabras:
- Cuando hacemos la cruz en la frente, decimos mentalmente: Por la señal de la santa cruz…
- Cuando hacemos la señal de la cruz en la boca, decimos mentalmente: de nuestros enemigos…
- Cuando hacemos la señal de la cruz en el corazón, decimos mentalmente: líbranos, Señor Dios nuestro.
• Repetir con los niños varias veces este signo hasta que se lo aprendan. Ayudarlos para que, cuando se persignen,
unan el signo de la cruz con la frase.
• Invitarlos a los niños a leer juntos el siguiente recuadro y lo que dice el dibujo que aparece su guía. Por último,
preguntar ¿qué significa la palabra Evangelio?
Cuando en la Eucaristía haces este signo, Jesús te anuncia que va a hablar a tu corazón por medio del Evangelio. Su
Palabra es fuente de vida, nos narra todo lo que necesitamos hacer para estar con Él y ser felices. Si ponemos en
práctica su Palabra, nuestra vida estará construida sobre roca.
Alegrémonos y celebremos porque Jesús nos regala palabras de Vida. En este momento los niños
se proponen con alegría hacer cambios concretos en su vida diaria para poner en práctica las
enseñanzas de Jesús, ya que sus palabras son un camino cierto a la vida eterna.
• Leen la página 89 lo que María nos ha pedido guardar en el corazón.
• Se invita a cada niño a hacer silencio y a conversar con Jesús.
• Finalmente leen juntos la frase:
La Virgen María fue feliz, porque escuchó la Palabra de Dios y la
puso en práctica.
«La fe no consiste solamente en decir «Señor, Señor», sino en
disponer el corazón para hacer la voluntad del Padre.» (Cf.
Catecismo de la Iglesia Católica, n° 2611)
• Encender la vela del altar.
• Cantar con el grupo esta canción:
Tu Palabra me da vida,
confío en Ti Señor.
Tu Palabra es eterna,
en ella esperaré.
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que puedan identificar en los milagros de Jesús los
signos del Reino de Dios.
MATERIALES:
Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, cojín de color, vendas o paños para vendar los ojos, cuerdas para amarrar los
pies, tarjetas con palabras, lápices de colores.
• P ara profundizar leer este tema en: El Catecismo de la Iglesia Católica: Evangelio: Mateo 11,5-11, números 548,549,
2443.
62
I. ACOGIDA
Saludo:
Querido Jesús,
sabemos que tu Palabra nos enseña.
Hoy queremos descubrir en ella que nos escuchas y nos amas,
orando con este Salmo:
«Cuando yo invoqué tu nombre,
con mano poderosa,
me salvó tu Amor.
Son perfectos tus caminos,
tus manos me sostienen
Tú eres mi Rey.»
Amén.
(Salmo 17)
• Comentar con los niños la frase que más les gustó del Salmo. Ayudarlos a
descubrir lo que llamamos signos de vida, es decir, momentos en que Dios expresa amor, protección, que nos escucha,
etc.
Encuentro familiar
Conversar con los niños lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, pregunta: Al dibujar la casa ¿qué recuerdan que escribieron dentro de
ella? (Actitudes o vivencias que consideran importantes para cimentar la vida de familia.)
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Jesús les respondió:
—Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados
y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.
¡Y feliz aquel para quien Yo no sea motivo de tropiezo!»
PROFUNDICEMOS
• Las acciones de Jesús a favor de las personas se convierten en signos, en demostraciones de quién es Él y de que su
Reino es una realidad que es fuente de amor, verdad y libertad para todos y todas.
• Cada milagro sobrepasa todo poder humano; ellos son signos del Reino que anuncia y realiza Jesús. Por ejemplo, si
Jesús resucita un muerto, es para mostrarnos que su Reino es de Vida, si calma la tempestad, es para
Los milagros se dan como una invitación para ser transformados por el amor de Dios, que, a su vez, nos mueve a
ponernos al servicio de los demás. Este servicio, hecho por amor a Dios y a nuestros hermanos, nos llena el corazón de
felicidad, porque es signo de vida.
• Los signos de Jesús y de su Reino, están también presentes en nuestra vida cotidiana. La Eucaristía es un signo del
Reino de Dios y, al participar en la Celebración Eucarística, nos comprometemos a llevar su Reino a los demás. que su
Reino es de paz, etc.
¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es descubrir que no sólo padecemos de enfermedades de carácter físico que pueden ser
curadas por Jesús, sino que los signos de vida de Jesús también apuntan a sanar nuestras enfermedades de carácter
espiritual, ya que el Reino de Dios es la presencia salvadora de Dios respecto de la totalidad de la persona.
• Se reparte a cada niño un papel que contenga una de estas palabras: EGOÍSTA, PELADOR, ORGULLOSO,
HARAGÁN. Se pide que relacionen estas palabras con los dibujos que aparecen en su guía. Cuando hayan establecido
la r elación, se les pide que anoten la palabra en el dibujo al que pertenece. Para ello puede usar la línea de puntos que
hay bajo cada dibujo.
Al finalizar el catequista pregunta al grupo: ¿Qué dificultades trae a la persona padecer el mal anterior?
• Reflexionar con ellos comentando que muchas veces no tenemos los ojos para ver las necesidades de los demás.
Nuestra boca no expresa siempre las bondades del corazón. A veces nuestras manos no realizan acciones que llevan al
beneficio de los demás.
• Preguntar: ¿Qué acciones puedes realizar para cooperar con los signos de vida que Jesús ha traído al mundo? Pedir
que lo escriban al interior del baúl de tesoros que tienen en su guía.
ACTIVIDAD:
¿Qué signos del reino están en la Eucaristía? En la guía, los niños encontrarán un cuadro en el cual van a relacionar
signos de vida del Reino con frases que han escuchado del sacerdote y la comunidad en la Eucaristía.
Para ello usan flechas de colores.
RESPUESTAS:
1. (C); 2. (D); 3. (E); 4. (G); 5. (B); 6 (A); 7. (F)
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«El Reino se manifiesta a los hombres en las palabras, en las obras y en la presencia de Cristo.
Acoger la palabra de Jesús es acoger el Reino.» (Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n° 764)
los niños leen en su guía, lo que María nos ha pedido guardar en el corazón.
• Se invita a cada niño a hacer silencio y a conversar con Jesús.
• Finalmente leen juntos la frase:
¡Qué alegría es ser invitados al Reino de Dios! Él y a está presente entre nosotros cuando vivimos los v alores de
Jesucristo, aunque aún el Reino no ha llegado a su plenitud. Recuerden que el Reino de Dios está dentro tuyo. Tenemos
que descubrirlo; está en todo lugar donde hay amor, verdad y justicia, y que vivirlo es defender la vida, mejorar nuestra
propia vida y la de los demás.
Hoy Jesús te invita al Reino para que nosotros también demos vida, la respetemos, la defendamos, la disfrutemos, la
gocemos. El Reino es alegría de vivir.
Comprometámonos esta semana a realizar una acción que traiga paz a nuestra familia, la paz es un signo propio del
Reino de Dios. Pedir que abran su Guías en la misma página, miren el dibujo y lean juntos la frase: Me comprometo esta
semana a traer paz en mi familia. La paz es un signo propio del Reino de Dios.
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, agradezcan a Jesús el que quiera
ser migo nuestro y establecer con nosotros una relación de cariño y fraternidad
MATERIALES:
Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, pliego de papel o cartulina, lápices de colores.
• Para profundizar puedes leer este tema en:
– El Catecismo de la Iglesia Católica: números 459, 1823, 1970, 2074, 363, 609, 614, 1972, 2347, 2745.
– Catequesis sobre «El mandamiento del Amor». Los Dos Mandamientos del Amor: 1) Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. 2) Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
http://www.inpas.cl/datos/archivos/07012010_mand_e15.pdf
I. ACOGIDA
Saludo:
¡Te invitamos a rezar!
El objetivo es reforzar a través de este Salmo lo mucho que Dios nos conoce. Ello nos abre a aceptar su amistad creando
un clima que nos motive a entrar en el tema siguiente que es la amistad.
• Entregar la guía a los niños, comentar que todos tenemos necesidad de tener amigos, pero el Amigo que más
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nos ama y conoce es Dios. El siguiente Salmo habla de la experiencia de una persona que en su oración expresa con
gratitud cuánto Dios lo conoce, lo mucho que él confía en que su amistad lo llevará por buen camino.
Salmo 139
Señor, tú me sondeas y me conoces,
tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares.
Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior;
examíname y conoce lo que pienso;
observa si estoy en un camino falso
y llévame por el camino eterno.
Encuentro familiar
Dialogar con los niños sobre lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres preguntar: ¿Qué actividad realizaron en familia, que fuera signo de la
presencia de Jesús para los que lo necesitan? ¿Visitaron o llamaron a un enfermo? ¿Invitaron a alguien?, ¿Llamaron a
alguien que estuviera triste o solo?
PROFUNDICEMOS
66
Cada uno de nosotros, de manera particular, es «amado y elegido» por Jesús para ser sus «amigos». Amigos con los
que comparte todos sus secretos. Amigos a los que entrega toda la intimidad de su relación con el Padre Dios. Amigos
por los que ha llegado al extremo de entregar la vida.
• Amar como Él nos amó será la manera de responder a su amistad.
• Al participar de la Eucaristía, acudimos al encuentro del AMIGO VERDADERO. Al comulgar con su Cuerpo y Sangre,
nos alimentamos de su presencia salvadora. Él se nos da por entero, nos regala su misma vida
¡Respondamos a Jesús!
Respondamos a Jesús, a través de una carta, la oportunidad que nos ha
dado de ser sus amigos.
• En su guía los niños escriben una carta a Jesús, agradeciéndole la amistad que
les ha ofrecido. (Sugerencia: esta carta puede luego, acompañados por él
catequista, entregarla al sacerdote para que, en alguna celebración
Eucarística, sea presentada a Jesús en el momento del ofertorio.)
• Para facilitar la redacción se les pide que no falten en la carta las palabras:
AMIGO, GRACIAS, VIDA, AMOR, VIRGEN MARÍA, MUNDO, REINO,
PERDÓN, UNIÓN, ETC.
«Amándose unos a otros, los discípulos imitan el amor de Jesús que reciben también en ellos.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, n° 1823)
Para concluir ambas actividades pide que cierren los ojos y dedican unos momentos en silencio a dar
gracias a Jesús por los verdaderos amigos que tienen y por las personas que los aman.
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y el odio que no nos deja ser felices.
Él ha prometido que su Espíritu Santo
estará siempre con nosotros,
para que vivamos
como verdaderos hijos tuyos.
Por ese amor tan grande
queremos darte gracias.
Amén.
• Terminar cantando.
CAMINO CATEQUÍSTICO:
Ya transcurrieron cerca de cuatro meses desde que iniciamos este
proceso de Catequesis Familiar. No siempre nos ha sido fácil participar,
pero estamos agradecidos porque hemos ido conociendo mejor a Jesús y
a la comunidad de los creyentes, a su Iglesia. Ahora queremos hacer un
alto en este camino para agradecer a Dios por los dones recibidos y para
confirmar nuestra voluntad de continuar en este camino.
MATERIALES:
Sillas dispuestas en semicírculo en torno a la sede y una mesa con
mantel, flores y la Biblia abierta en el pasaje de 1 Sam 3, 1-10.
Un ejemplar para cada uno del «Diálogo de Compromiso».
Cuatro oraciones en papeles separados, para ser leídas por un niño, una niña, un papá y una mamá (las intenciones
están más abajo; se pueden cambiar por otras).
AMBIENTACIÓN:
Esta celebración podría hacerse en la capilla, en la que se pondrá bien visible la sede (silla) del sacerdote delante del
altar. Si no se puede, se hace en una sala grande, también destacando la sede del sacerdote. En ambos casos se coloca
una mesa más baja delante de la sede, con mantel, una Biblia y flores.
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Déjate quemar si quieres alumbrar,
“no temas, contigo estoy”.
Sacerdote: Ya han transcurrido cerca de cuatro meses desde que iniciamos este proceso de Catequesis Familiar. No
siempre nos ha sido fácil participar, pero estamos agradecidos porque hemos ido conociendo mejor a Jesús y a la
comunidad de los creyentes, a su Iglesia. Ahora queremos hacer un alto en este camino para agradecer a Dios por los
dones recibidos y para confirmar nuestra voluntad de continuar en este camino.
Oremos: Padre bueno, tú que nos has llamado para conocer mejor a tu Hijo, haz que acojamos sus palabras de vida y
las pongamos en práctica, para llegar así a ser fieles discípulos suyos. Por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén
LITURGIA DE LA PALABRA
Lector: Lee 1 Sam 3, 1-10.
Guía: Nuestro párroco va a llamar ahora a cada niño por su nombre. Ellos se van a ir poniendo de pie cuando sean
nombrados y van a responder: Aquí estoy, igual que el niño Samuel.
El Párroco, sentado en la sede, llama por su nombre a cada niño.
COMPROMISO Y ORACIÓN
Guía: Invitamos a los papás a ponerse de pie. Por favor, colóquense detrás de sus hijos y pónganles su mano derecha
sobre el hombro, para responder a las preguntas que hará el sacerdote.
Una vez que todos estén de pie, el sacerdote pregunta:
Sacerdote:
Niños, ustedes han respondido: «Aquí estoy» cuando han sido llamados. En realidad, es el Señor quien los ha amado
desde siempre, quien los llama hoy y quien los invita, junto con sus padres, a continuar este camino de iniciación a la
vida eucarística.
¿Quieren hoy renovar su compromiso para seguir caminando en esta catequesis?
Niños: Sí, queremos.
Sacerdote: Y ustedes, papás, que también han sido llamados por el Señor a formar en la fe a estos niños, que por su
voluntad han nacido del amor que ustedes se tienen, ¿quieren seguir acompañando a sus hijos en este hermoso camino
que han iniciado?
Papás: Sí, queremos.
Sacerdote: (Extendiendo sus manos sobre los papás y niños): Padre Dios, bendice a estos papás, y a estos niños
que se comprometen hoy a continuar el camino que han iniciado en la Catequesis de Iniciación a la Vida Eucarística. No
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permitas que se desanimen en ningún momento, dales perseverancia y alegría, espíritu de participación y de
compromiso, y condúcelos, con la fuerza de tu Espíritu, hacia un conocimiento cada vez más profundo de tu Amor y de tu
Bondad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Papás y Niños: Amén
Sacerdote: Elevemos ahora nuestra oración al Señor, que siempre nos escucha y está atento a nuestras necesidades.
Respondamos a cada oración diciendo: Escúchanos, Señor, te rogamos.
Un Niño: Señor Jesús, Tú nos has invitado a conocerte mejor. Regálanos un corazón como el tuyo, atento a la voz del
Padre y dispuesto a aprender más cada día. Roguemos al Señor.
Un Papá: Señor, te agradecemos esta oportunidad que tenemos, como papás y mamás de estos niños, de crecer en la
fe y de acompañarlos en el camino hacia su vida eucarística. Ayúdanos a ser dignos de esta responsabilidad que pones
en nuestras manos. Roguemos al Señor.
Una Niña: Señor Jesús, te damos gracias por nuestros papás y mamás. Te pedimos que junto con ellos podamos
responder cada día mejor a tu llamado. Roguemos al Señor.
Una Mamá: Dios nuestro, te pedimos que nunca dejes de estar en el centro de nuestra familia. Que sepamos querernos
de verdad y estar unidos siempre, como la Virgen María, san José y Jesús. Roguemos al Señor.
Sacerdote:
A Ti, Dios uno y trino, comunidad de amor, te presentamos nuestras súplicas. Que tu elección y llamado encuentren en
nosotros un oído atento a tu voz y un corazón abiertos a tu gracia. Con gran alegría por estos niños que junto con sus
padres han manifestado hoy su deseo de continuar el camino de la catequesis, oremos con las palabras que Jesús
mismo nos ha enseñado. Tomémonos de las manos.
BENDICIÓN FINAL
Se indica a los niños y a todos los presentes que inclinen su cabeza para recibir la bendición.
Sacerdote:
Dios Padre, que nos ha dado a su Hijo Jesús para nuestra salvación, confirme en ustedes su llamada, para que sean
verdaderos amigos de Él y puedan anunciar con valentía y sinceridad que el Reino de Dios ha llegado para todos,
especialmente para los pobres y necesitados.
Todos: Amén
Sacerdote:
Y la bendición de Dios, Padre Omnipotente, descienda sobre ustedes y los acompañe siempre, en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén
Guía: Para terminar nuestra celebración de Elección y Llamado, cantemos con mucha alegría a la Virgen María, que
también fue elegida por Dios para ser la madre de Jesús y de todos nosotros. Cantemos...
70
UNIDAD 6: JESÚS NOS LLAMA A LA
CONVERSIÓN
ENCUENTRO 16: «LA PÉRDIDA DE LA AMISTAD CON DIOS»
«Un hombre rico comía espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado
Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de
saciarse lo que tiraban de la mesa del rico.» (Lucas 16,19-21)
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, reconozcan cómo el
pecado es un rompimiento de la amistad con Dios, con los demás y con el mundo.
MATERIALES:
Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, almohadón de color, tres corazones: uno duro hecho de plastilina,
barro, tabla, u otro material similar elaborado con buen tiempo, otro más blando que puede ser de esponja,
levemente sucio, y el último de algodón blanco pegado sobre una cartulina con forma de corazón.
• Para profundizar puedes leer este tema en: – El Catecismo de la Iglesia Católica, números 1420 a 1498.
– Evangelio: El rico epulón y el pobre Lázaro.
I. ACOGIDA
Pedir a los niños que toquen los tres corazones que trajiste. El primero es duro como una piedra, el segundo
es blando, pero está un poco sucio, el tercero es suave y muy blanco.
• Cuando hayan tocado los tres corazones preguntarles: Según ustedes ¿cómo creen que era el corazón del
niño que escribió la oración de perdón que acabamos de leer? ¿Por qué? ¿Cuándo podrá ser tan suave y
blanco como el tercer corazón?
• La intención es que los niños se identifiquen con la experiencia de este niño y poder ir introduciendo la idea
de la diferencia entre tentación y pecado, para luego descubrir el Sacramento de la Reconciliación como signo
de perdón y paz.
Encuentro anterior
Preguntar qué ha quedado guardado en el corazón que recuerden del encuentro anterior. Pueden leer la cita
bíblica escrita junto al tema de ese encuentro.
• Preguntarles si recuerdan la frase de la amistad que memorizaron en el encuentro anterior y si les resultó
regalarla a una persona de su familia u otra, pidiendo que hiciera lo mismo.
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Encuentro familiar
Preguntar a los niños lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, pregunta: ¿Es Jesús un amigo de tu familia? ¿En qué lo
notan?
Abuelo Joaquín: Marcos, tu cara no se ve animada hoy. ¡Y eso que hoy sabremos cuándo el doctor te dará
de alta!
Marcos: Eso es lo que me preocupa, abuelo Joaquín; en quince días más hago mi primera confesión en el
colegio. Como no pude ir, estoy nervioso porque no entiendo mucho del tema. III. Aprendiendo a vivir en la fe
Abuelo Joaquín: ¿Quieres que conversemos del tema? ¡Mira, si hasta lo podemos relacionar con tu caída en
el partido! Te explico: el sacramento del perdón que Jesús nos dejó de regalo es precisamente para nuestras
caídas.
Marcos: ¿Caídas de fútbol?
Abuelo Joaquín: No, Marcos, se trata de otras caídas, las que se producen cuando caemos en la tentación y
hacemos un mal. Por eso Jesús creó el sacramento del perdón (A este sacramento podemos llamarlo con distintos
nombres: confesión, penitencia o Sacramento de la Reconciliación.) que nos devuelve la amistad con Dios, perdonando
nuestros pecados y nos da fortaleza para mantenernos en el camino del bien.
Marcos: Ahora te entiendo un poco más. Yo reconozco que no obedecí la orden de mi entrenador: corrí
donde no tenía que ir y me caí. Incluso terminé enojado con el niño del otro equipo que chocó conmigo. La
verdad es que el error fue mi culpa por no obedecer. ¡Es que me tenté; parecía mucho más fácil estar en la
zona prohibida para poder meter un gol y ser un campeón!
Abuelo Joaquín: Querido Marcos, muchas veces ponemos nuestros intereses en primer lugar, antes que a
Dios y olvidando a las demás personas. Esto es el pecado, que rompe la amistad con Dios y con los demás.
Ahora seguramente no te sentís en paz.
Marcos: Es verdad abuelo, ¡qué terrible es perder la amistad con Dios! Ahora entiendo que trae pésimas
consecuencias.
Abuelo Joaquín: Cuando llegaste al hospital, para entender lo que te había sucedido, el doctor te hizo varias
preguntas, quería saber sobre tu caída y sus consecuencias. Quería saber si era una caída leve o una muy
grave. ¡Gracias a Dios fue leve! No perdiste tu pierna y vas a volver a caminar.
Marcos: L o que me dijiste me recordó algo que nos dijo el profesor en clase de religión; nuestros pecados
pueden ser leves o graves: sus consecuencias son distintas. Si son leves, nos quitan la fuerza para hacer el
bien; si son muy graves, rompen nuestra amistad con Dios. En ambos casos el sacramento del perdón
puede borrar nuestro pecado.
Abuelo Joaquín: Lo que dices me recuerda la vida de ciertos santos o santas que murieron siendo muy
niños: San Justo y San Pastor tenían 7 y 9 años. Un tribunal romano quería que dijeran a toda la ciudad que
«Jesús no era el Hijo de Dios y que sus enseñanzas no valían», pero ellos se mantuvieron fieles a Jesús.
Santa María Goretti, de 12 años y nuestra querida beata Laurita Vicuña de 13, prefirieron morir antes que
aceptar cometer los actos impuros a los cuales eran forzadas. Justo, Pastor, María y Laura regalaron a Jesús
un corazón puro.
Marcos: Eso es lo que yo quiero hacer, abuelo. No perder la amistad con Jesús. Quiero celebrar este
encuentro con Jesús que me perdona.
• Se pide a los niños que comenten lo que más les gustó de la historia.
• Se les pregunta qué les gustaría saber del Sacramento de la Reconciliación, esto servirá como diagnóstico
de sus intereses y necesidades.
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• A continuación los niños escuchan una historia bíblica en la cual un hombre pierde la oportunidad de ser un
verdadero amigo de Dios, rompe su amistad con Él y con el prójimo y no entiende la relación que debe tener
con el mundo creado.
PROFUNDICEMOS
• El texto nos habla de un personaje que «vestía de púrpura y lino finísimo, y todos
los días celebraba espléndidos banquetes». No dice que fuera malo, pero sí que
tenía tan ciego el corazón que no veía las necesidades ajenas. Sólo pensaba en sí
mismo. Utilizaba los viene sólo para satisfacer sus necesidades egoístas. En los
demás sólo veía lo que facilitaba o entorpecía sus planes. Por eso ni siquiera
había visto al mendigo que estaba medio muerto en su puerta.
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• También nos habla de otro personaje llamado Lázaro, que vive una situación de extrema pobreza que clama
al cielo por el contraste con el nivel de vida que llevaba el rico. Lázaro deseaba saciarse, no con las sobras
del banquete cotidiano, sino con las migajas que caían después de que los invitados se limpiaran los dedos en
el pan.
• Cada vez que nos olvidamos, que Dios debe ocupar el centro de nuestro corazón, dejamos de preocuparnos
por los demás, olvidándonos de que son nuestros hermanos.
• Conocemos el camino que hay que recorrer: tenemos la ley y los Profetas, nos dice Jesús en el Evangelio.
Quien no quiere escucharlos, no cambiará ni siquiera viniendo alguien de entre los muertos para recordárselo.
• Jesús, como siempre, es modelo a seguir: siendo rico se hizo pobre, vive en la amistad con su Padre Dios y
tiene abiertos los ojos del corazón para descubrir las necesidades de las demás personas. El corazón de un
niño cristiano se esfuerza por vivir en la amistad con Dios y ver a los demás como hermanos, entregando
amor donde se necesita.
¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es descubrir, a través de un examen de conciencia, en qué momentos de nuestra
vida hemos podido romper nuestra relación de amistad con Dios, con el prójimo y con la naturaleza creada.
• Se dice a los niños que, en su guía, encontrarán dibujadas tres cajas. En la primera hay algunos ejemplos
en los cuales hemos roto nuestra amistad con Dios, en la segunda vemos la ruptura con nuestro prójimo y en
la tercera contra la naturaleza creada.
• Se explica que cada una de esas acciones ofenden a Dios y afectan a los demás: lo que llamamos pecado.
• Se pide a los niños que completen las cajas con tres ejemplos más.
• El catequista enseña a los niños que, para que haya pecado deben cumplirse tres condiciones, si una de
ellas falta no hay pecado:
- Saber= que el acto, pensamiento u omisión realizada es un pecado.
- Querer= haber cometido el pecado con libertad, es decir, nadie o nada me obligó.
- Hacerlo= efectuar el acto, pensamiento u omisión que lleva al mal camino.
• Revisar el trabajo realizado para observar la comprensión del tema. Para profundizar, agrega la siguiente
idea: en tiempos de Moisés, Dios dejó al Pueblo de Israel 10 Mandamientos que marcarían el camino para ser
siempre amigos de Dios. En ellos vemos el corazón amoroso del Padre que nos cuida pidiendo que no
hagamos lo que nos daña y hace sufrir, porque Él quiere compartir con nosotros su felicidad.
• Los niños leen los Mandamientos:
1. Adorar y amar a Dios sobre todas las cosas.
2. No tomar el nombre de Dios en vano (El segundo mandamiento prohíbe el juramento en falso.).
3. Santificar el día del Señor.
4. Honrar padre y madre.
5. No matar.
6. No cometer actos impuros (El sexto mandamiento pide también la fidelidad matrimonial.).
7. No robar.
8. No levantar falso testimonio ni mentir.
9. No permitir pensamientos ni deseos impuros.
10. No codiciar los bienes ajenos.
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marquen (en la columna C) con la letra «S» si es pecado y con la letra «N» si no es pecado, poniendo ahí
mismo el nombre de quien ha pecado.
Se explica a los niños que es muy conveniente ir tomando conciencia de cuáles son mis pecados, a esto
último le llamamos examinar la conciencia, y es el primer paso para hacer una correcta preparación al
Sacramento del Perdón.
El objetivo es que, con alegría, los niños se propongan hacer cambios concretos en su vida
diaria para poner en práctica las enseñanzas de Jesús. En este caso, ir tomando
conciencia de los momentos en que rompemos la armonía en la familia, entre los amigos,
con Dios y la naturaleza creada, conociendo los medios que nos hacen fuertes para no
caer en la tentación.
«Esta vida nueva de hijo de Dios puede ser debilitada e incluso perdida por el pecado.» (Catecismo de la
Iglesia Católica, n° 1420)
Los doctores nos dan vitaminas para fortalecer nuestra salud corporal. A prendiste que el
Sacramento de la Reconciliación nos perdona los pecados y nos da la fuerza para ser
mejores y hacer el bien.
Jesús también nos dejó otros regalos que nos fortalecen para vivir en su amistad. Elige
uno de ellos y practícalo con tu familia durante la semana:
• Rezar.
• Leer la Biblia.
• Cumplir los mandamientos.
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• Ayudar al que lo necesita.
:
AYÚDAME A CRECER (Oraciones para niños www.buenasnuevas.com)
Amigo Jesús: ayúdame a ser humilde y sincero.
A no aparentar lo que no soy ni querer ser más que los otros.
Enséñame a decir siempre la verdad y a no mentir,
aunque a veces cueste bastante y haya que poner mucha voluntad.
Quiero aprender a ayudar y a dar una mano a todo el que lo necesite.
Abrí mi corazón para que viva pensando en los demás.
Dame coraje y valentía para ser honesto y no engañar a nadie.
Para ganarme las cosas con esfuerzo y dedicación.
Ayúdame a cumplir todas las metas que me propongo
para crecer y ser cada día mejor persona.
Amén.
OBJETIVO DEL ENCUENTRO: Guiar a los niños para que, en la Catequesis Familiar, reconozcan, en
el perdón de Jesús a los pecadores, el amor desconcertante de Dios.
MATERIALES:
Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, almohadón.
• Para profundizar puedes leer este tema en: El Catecismo de la Iglesia Católica, números 1420 a 1498.
I. ACOGIDA
• Los niños subrayan en la oración la frase que más se repite y se les pregunta qué es lo que más mueve a
Jesús a perdonarnos.
• A continuación subrayan también las palabras: piedad, escuchas, ayudas. Se les pregunta por qué son tan
importantes esas actitudes en el momento que uno va a perdonar, es decir, qué pasaría si no las tuviéramos.
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• El catequista pregunta qué quedó guardado en el corazón del encuentro anterior...
• ¿Qué medio eligieron para no caer en la tentación? ¿Rezaron? ¿Ayudaron a alguien?
¿Hicieron todo lo posible por cumplir los Mandamientos?
• ¿Pudieron memorizar los Mandamientos y la oración del «Yo confieso»?
Encuentro familiar
Se conversa sobre lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres, el catequista pregunta: ¿Pudieron reunirse ante el altar
familiar? ¿Qué aprendieron de la palabra misericordia? ¿Qué les enseñó la historia del Rey y el sirviente que
le debía?
ACTIVIDAD GRUPAL:
1) ¿Por qué Zaqueo se subió a un árbol para ver a Jesús? Zaqueo era bajo y a causa de la multitud temía no
ver a Jesús.
2) ¿Qué le dijo Jesús a Zaqueo? Le dijo que esa tarde iría a alojar a su casa.
3) ¿Por qué la gente murmuraba? Porque Zaqueo era un pecador y pensaban que no estaba bien que Jesús,
que no lo era, se juntara con él.
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4) ¿Cómo le demostró Zaqueo a Jesús su arrepentimiento por haber robado? Renunció a su pecado con
mucha generosidad: ofreció regalar la mitad de sus bienes a los pobres y si había perjudicado a alguien, le
pagaría cuatro veces más.
5) ¿Qué dijo Jesús al ver el arrepentimiento de Zaqueo? Jesús le regala el perdón diciendo que ha llegado la
salvación a su casa.
6) ¿Cómo perdonaba Jesús a los pecadores? Con un amor desconcertante y generoso, no sólo perdona a sus
amigos; los mueve a demostrar arrepentimiento y tener el propósito de cambiar.
PROFUNDICEMOS
• Zaqueo es un pecador, pero Jesús lo mira con cariño y le habla. A l escucharlo, Zaqueo se llena de alegría y
lo recibe en su casa abriéndole también su corazón. A partir de esto experimenta la conversión, da a su vida
un nuevo rumbo, transforma en obras de misericordia el perdón que gratuitamente ha recibido de Dios, porque
quien ha recibido
generosamente el perdón de Dios no debe poner límites a la misericordia con los demás.
• La Iglesia nos invita a abrir el corazón y recibir con alegría a Jesús en el sacramento de la Reconciliación. En
él vivimos la experiencia del perdón que se nos regala y de la acogida gratuita que se nos brinda.
¡Respondamos a Jesús!
también ellos, están invitados a recibir el perdón de Jesús, dejándose sorprender con su gran amor.
• El catequista pide a los niños que observen los dos dibujos de dos distintos momentos de la vida de Jesús
en los cuales aparece perdonando o hablando del perdón.
• En el recuadro que aparece paralelo al dibujo, los niños deberán dibujar una situación de la vida diaria en la
que ellos pueden descubrir o acudir a recibir el perdón de Dios.
Para profundizar: «Dios no para de hacernos regalos y uno de ellos es su gran misericordia con la que somos
perdonados. Él nos espera, se olvida de nuestras faltas, nos da siempre una nueva oportunidad, nos
«sorprende» con su gran amor y ternura. Cuando hemos sido perdonados no podemos volver atrás: es
necesario un cambio de actitudes. Sabemos que la ayuda para seguir adelante no nos va a faltar si ponemos
toda la confianza en Jesús que nos enseña lo que debemos hacer».
¡En la Eucaristía, vivimos el amor gratuito de Dios!
El encuentro se orienta ahora hacia un tema eucarístico, ayudando a los niños para que aprendan que, al
inicio de cada Eucaristía y en muchos momentos más, reconocemos nuestros pecados e invocamos la
misericordia de Dios.
• Los niños observen el dibujo que aparece en su guía.
• Se comenta con ellos la información contenida en el dibujo.
• Se profundiza el tema con las siguientes ideas:
– En la Celebración Eucarística damos gracias porque Jesús nos ha reconciliado con su Padre. Por Adán
entró el pecado al mundo, por Jesús entra la salvación.
– La Eucaristía es fuente de salvación. En ella celebramos y vivimos la salvación que nos ofrece Jesús.
– La Eucaristía nos invita a vivir el perdón, a ofrecer el perdón a nuestros hermanos. En la Eucaristía pedimos
a Jesús que nos abra el corazón y ponga en él una gran capacidad de perdonar.
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«Jesús, abre nuestro corazón, acógenos, perdónanos y enséñanos a perdonar
siempre».
Querido Jesús,
en el relato de Zaqueo vi tu amor hacia el pecador.
Lo buscas y lo invitas para que cambie su corazón.
¡Gracias porque me estás llamando!
Siento que en Vos mi corazón quedará limpio por tu perdón.
Me regalarás la paz, la reconciliación.
¡Gracias a Ti, Señor, mi corazón estará limpio por tu perdón!
Amén.
MATERIALES:
Mesa, mantel, vela, fósforos, una Biblia, almohadón, hojas blancas.
• Para profundizar puedes leer este tema en: El Catecismo de la Iglesia Católica, números: 1420 a 1498.
Evangelio: Lc 15,11-32. Catecismo números 545, 589, 1423, 1439, 1468, 1700, 2795, 2839.
– Papa Juan Pablo II, «La parábola del hijo pródigo», «El abrazo entre el Padre y el hijo».
I. ACOGIDA
¡Te invitamos a rezar!
El objetivo de este momento es introducir a los niños en una oración de perdón y arrepentimiento.
Acto de Contrición
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí
a un Dios tan bueno y grande como Tú. Antes querría haber muerto que haberte ofendido; y propongo
firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Encuentro familiar
• Pregunta a los niños lo que más les gustó de la catequesis con los papás.
• Si realizaron la actividad sugerida a los padres conversar si compartieron experiencias, situaciones,
ocasiones en las que cada uno se ha sentido perdonado en la familia.
• El catequista explica a los niños que vamos a aprender de memoria esta oración, para rezarla cada vez que
preparemos nuestra confesión. Con ella le decimos a Jesús que estamos arrepentidos de haber pecado y le
pediremos su amor, para no volver a pecar.
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• Se motiva a los niños diciendo que conocer una situación familiar que los llevará a apreciar el perdón y a
distinguir los males que nos acompañan cuando no lo pedimos o practicamos.
• Leen El chantaje (Historia inspirada en el libro "¿Vendrá el Amanecer?", del autor Robert Heffler)
Matías visitaba a sus abuelos en la casa de campo. Le habían dado una honda para que jugara en el bosque
y, por mucho que practicaba, nunca le daba al blanco. Al fin, desanimado y cansado, caminaba hacia su casa
para cenar. Entonces vio al pato favorito de su abuela. En un momento de impulso tomó su honda, le lanzó
una piedra y le dio directamente en la cabeza dejándolo muerto. Matías se espantó y por el pánico que tenía,
escondió el pato muerto en una pila de madera. Entonces vio que su hermana Catalina lo había visto todo y
no dijo nada.
Pero ese día, después del almuerzo, la abuela dijo: «Catalina, vamos a lavar los platos». Su nieta respondió:
«Abuela, Matías me dijo que él quería ayudarte en la cocina». Entonces le susurró a su hermano: «¿te
acuerdas del pato?» Matías, sintiéndose chantajeado, lavó los platos.
Más tarde el abuelo le preguntó a los niños si querían irse de pesca, y la abuela dijo: «Lo siento, pero necesito
que Catalina se quede y me ayude a preparar la cena». Catalina sólo sonrió y dijo: «Bueno, está bien, pero
Matías me dijo que él te quería ayudar». De nuevo le susurró al hermano: «¿te acuerdas del pato?» Así que
Catalina se fue a pescar y Matías se quedó ayudando en la casa.
Después de varios días en que Matías hacía los quehaceres que la abuela le pedía a Catalina, no pudo
aguantar más, y fue a donde estaba su abuela y le confesó que él había matado el pato. La abuela lo abrazó y
le dijo: «Mi amor, yo lo sabía. Yo estaba parada en la ventana y lo vi todo. Vos mismo te hiciste esclavo de
Catalina por el miedo de confiarme tu problema. Yo te amo y te perdono; sólo esperaba que tú fueras honesto
conmigo para liberarte del chantaje de Catalina».
• Se comenta este relato con los niños y se les pregunta si vivieron alguna experiencia parecida.
• Se les pregunta si hay algo en sus vidas que no se atreven a contarle a Jesús.
ACTIVIDAD GRUPAL:
1) ¿Cuáles eran los pecados del hijo menor? El hijo malgastó los bienes y vivió de forma irresponsable.
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2) ¿Qué sentimientos llenaban el corazón del padre al ver llegar a su hijo? Misericordia, alegría, bondad, etc.
3) ¿De qué se alegra el padre? Se alegra del regreso del hijo, de la conversión de corazón que ve en él.
4) ¿A quiénes representan el padre y el hijo de la historia? El padre representa a Dios y el hijo a todos
nosotros que somos pecadores.
PROFUNDICEMOS
• El hijo menor pide su parte de la herencia y se va a otras tierras donde la malgasta llevando una vida
desordenada. Cuando lo ha perdido todo se da cuenta que ha pecado, que él mismo ha arruinado su vida.
• Consciente de su pecado, no se deja hundir por la desesperación, sino que toma la única decisión lúcida,
reconocer que, aunque se aleje, su padre lo espera. Por eso «levantándose, volvió a su padre».
• El padre está esperándolo. Lo ve venir desde lejos. Cuando lo encuentra se conmueve, lo abraza y cubre de
besos. El traje, los vestidos, el anillo, las sandalias describen cómo el padre restituye a su hijo la dignidad
perdida.
• El hermano mayor ha vivido una existencia triste y c errada a la bondad del padre. Se enoja por la actitud de
su hermano y el recibimiento que se le ha hecho. No puede entender que el padre lo acoja con un amor tan
intenso. Se niega a entrar en la casa para participar de la fiesta; no se deja querer por el padre. ¿Acaso el
padre no hubiera hecho lo mismo por él?
• Como el hijo que se aleja, todos experimentamos que la vida se hace más difícil cuando rompemos la
amistad con Dios. Pero como él, podemos volver a casa y dejarnos amar por Dios, que siempre estará
esperándonos y se alegrará por nuestro regreso.
¡Respondamos a Jesús!
El objetivo de este momento es descubrir y aplicar a la vida diaria los pasos que llevaron al hijo pródigo al
camino del perdón y reconciliación.
• Se pide a los niños que observen los cinco dibujos que allí aparecen.
• Se les propone relacionar los dibujos anteriores con las frases que aparecen a continuación.
1. El hijo examina su conciencia, piensa sus pecados.
2. El hijo se arrepiente y llora.
3. El hijo tiene el propósito de cambiar y ser mejor.
4. El hijo dice a su padre sus pecados.
5. El hijo celebra el perdón del padre.
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ponemos de pie; «decir nuestros pecados al sacerdote» y hacemos un gesto como susurrando algo a otro; por
último «cumplir la penitencia» y damos tres pasos hacia delante.
«La conversión es primeramente una obra de la gracia de Dios que hace volver a Él
nuestros corazones. Dios es quien nos da la fuerza para comenzar de nuevo.»
(Catecismo de la Iglesia Católica, n° 1432)
• El catequista entrega a cada niño una hoja de papel y le pide que, un día antes de ser
invitados a la celebración del sacramento de la Reconciliación, hagan en su casa un
examen de conciencia, que escriban una oración dando gracias a Dios por su bondad,
una lista de sus pecados y luego los memoricen para decirlos al sacerdote.
• ¡Es muy importante que comprendan que, si se olvidan de decir un pecado, como no
hubo intención de ocultarlo, Jesús se los perdona!
• Aconseja que recen al Espíritu Santo, para que ilumine su mente y puedan reconocer
que Dios los ama y recordar sus pecados. También pueden hacerlo recorriendo los
Mandamientos.
«Querido Jesús,
me dijeron que tu corazón está lleno de amor.
Quiero entrar en él para pedirte perdón.
Pequeñito, dentro tuyo,
quiero arrepentirme, porque olvidé que lo primero
¡es amarte!
Quise creer que la mentira,
era mejor que la verdad.
Quise olvidar a mis hermanos,
pensando primero en mi comodidad.
Estoy triste, Jesús.
Pero sé que si venís conmigo
tu amor cambiará todo.
¡Préstame tu corazón y así el mío aprenderá
a amar como Vos!»
Amén.
Adaptado de Barros Bascuñán, María Cecilia. «Jesús me enseña a amar». Tercero Básico.
Ediciones Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile, 2005.
82
LITURGIA PENITENCIAL, PREPARACIÓN PARA EL SACRAMENTO DE LA
RECONCILIACIÓN
I. PREPARANDO LA CELEBRACIÓN
OBJETIVO: Agradecer el amor y la misericordia de Dios, que nos invita a la conversión y a acoger su perdón.
CAMINO CATEQUÍSTICO:
Este camino de Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística es una invitación que el Señor nos
hace a mirar nuestra vida en la verdad. Hemos experimentado a Jesús como aquel Pastor que va en busca de
la oveja perdida. Animados y sostenidos por su amor nos atrevemos a reconocer nuestras debilidades y
pecados. Confiados en su misericordia, nos atrevemos a pedirle perdón. Por la gracia de su Espíritu, sabemos
que es posible cambiar, que es posible «volver a nacer». Esta experiencia de misericordia, de libertad y de
esperanza la queremos celebrar hoy y siempre. Lo hacemos en esta celebración, lo haremos en el
Sacramento de la Reconciliación, y siempre al iniciar la celebración de la Eucaristía.
MATERIALES:
Un atril con un paño cubreatril blanco y la Biblia abierta encima. Un cirio encendido (Puede ser el cirio
pascual). Un crucifijo. Una fuente, en lo posible de vidrio, con agua. Hojas con texto de Examen de Conciencia
para cada niño. Música instrumental para el momento del examen de conciencia, o un guitarrista que toque
una melodía sin canto.
SALUDO
Sacerdote: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén
Sacerdote: La paz, la gracia y la misericordia de nuestro Salvador estén con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
Sacerdote: Queridos hermanos: Estamos reunidos para preparar la celebración de la fiesta del perdón de
Dios. Él nos quiere mucho y por eso perdona nuestras faltas cuando estamos arrepentidos. Hemos venido
para decirle que nos duele cuando nos apartamos de lo que Él quiere de nosotros, cuando no amamos a los
demás como Él nos ama, cuando nos olvidamos de Él, que nunca se olvida de nosotros.
En un momento de silencio, pidámosle que nos ayude a ver en qué hemos fallado, en qué podemos mejorar, y
disponga nuestro corazón para descubrir que su amor es más grande que nuestra falta y que por eso nos
acercamos a recibir su perdón con total confianza.
Oremos:
Padre de misericordia, que no quieres el mal para ninguno de tus hijos, sino que todos se conviertan y vivan,
auxilia a tu pueblo para que vuelva a Ti, ayúdanos a escuchar tu Palabra, a confesar nuestros errores y
pecados y a darte gracias por el perdón que nos das en Jesucristo, Tu Hijo amado. Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Todos: Amén
LITURGIA DE LA PALABRA
Guía: Tomen asiento. Nos preparamos ahora para escuchar la Palabra de Dios, que está en medio de nuestra
comunidad sobre este atril. Que nuestros oídos estén atentos a lo que el Señor nos quiere decir hoy y
nuestros corazones estén dispuestos a la conversión.
Lector: Lectura de la primera Carta de San Juan 2, 1.3-6.
Guía: Acojamos esta Palabra cantando «Tu Palabra me da vida». (Una vez terminado el canto:) Pongámonos
de pie para aclamar el santo Evangelio y cantemos con fuerza.
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Se canta un «Aleluya».
Sacerdote: Les anuncio el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Todos: Gloria a Ti, Señor.
Lee Lc 15, 11-32: Parábola del padre misericordioso.
Si parece oportuno, el sacerdote hace una breve homilía, cuyos puntos destacados pueden ser:
Dios es infinitamente bueno y justo. Y Él quiere que nosotros acojamos su amor y su amistad.
A todos nos cuesta cumplir lo que Dios quiere de nosotros.
A veces pensamos más en nosotros mismos que en Él y en nuestros hermanos. A veces actuamos en contra
de lo que sabemos que es lo correcto, como el hijo menor de la parábola que escuchamos, que pensó sólo en
sí mismo.
Cuando nos damos cuenta de que hemos actuado mal, podemos arrepentirnos. Como el padre de la
parábola, Dios siempre nos perdona si lo hacemos.
Amar a Dios de verdad es mirar su r ostro de ternura y de acogida y esforzarse por cumplir lo que nos pide.
LITURGIA PENITENCIAL
(Terminada la homilía y como signo que somos un pueblo en constante conversión, todos, incluido quien
preside, recitan el «Yo confieso» de rodillas.)
Guía: Pongámonos de rodillas, que es un gesto de humildad. Nos presentamos ante el Señor como criaturas
débiles, necesitadas de su perdón y de su amor.
Guía: Tomen asiento. Cada niño tiene en sus manos la hoja de examen de conciencia. Vamos a tener
ahora un momento para que la lean y preparen su confesión, cada uno en silencio. Mientras, los demás
oramos.
Mientras los niños meditan en su examen de conciencia, se pone una música instrumental suave o se pide a
un guitarrista una música meditativa
A medida que van terminando su examen de conciencia se acercan al lugar donde está el crucifijo y una
fuente de agua, introducen la mano derecha en el agua y se santiguan, toman en sus manos un momento el
cirio y piden al Señor que les ilumine para hacer una buena confesión.
Sacerdote: Cristo es la luz del mundo. Que Él ilumine siempre el camino de conversión que tenemos que
hacer día a día. Con Él decimos a nuestro Padre Dios: Padre nuestro…
Sacerdote: Cuando somos perdonados, estamos en paz con Dios y con los demás. Por eso vamos a hacer
un signo que exprese nuestra paz y alegría por el sacramento celebrado.
La paz del Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
Sacerdote: Como hijos, a quienes Dios siempre nos regala nuevas oportunidades para vivir en su amistad y
su amor, démonos con afecto un signo de paz (Todos intercambian espontánea y libremente un saludo de
paz, mientras el coro o un guitarrista acompaña con un canto de paz.)
BENDICIÓN FINAL
Sacerdote: Hemos celebrado esta fiesta del perdón, tal como el padre del Evangelio hizo fiesta por su hijo
recobrado. No queremos partir sin la bendición de nuestro Padre, para poder esforzarnos cada día en vivir en
su amistad.
El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu espíritu.
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Sacerdote:
Dios, Padre misericordioso, ha perdonado nuestros pecados en su Hijo Jesucristo y nos regala hoy una vida
nueva. En esta alegría los bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén
Sacerdote: Dios nos ha mostrado su amor, nuestros pecados han sido perdonados. Vamos en la alegría y en
la paz del Señor.
Todos: Demos gracias a Dios.
Se termina con un canto.
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