REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO RURAL GERVASIO RUBIO
SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
METÓDOS AVANZADOS I
Dra. Paola Reyes
Sandra Liliana Arévalo Ropero
Ocaña, junio 2024
Actualmente la educación está siendo modificada por numerables entes que pretenden
“aparentemente” volverla revolucionaria y transformadora. Sin embargo, se viene evidenciado
falencias y vacíos que han dejado algunas de estas modificaciones. En estos momentos la falta
de pertinencia social de los programas de formación docente, la falta de inclusión de
orientación ciudadana en los procesos de enseñanza y de aprendizaje impartidos en los
establecimientos educativos, la puesta en práctica (en ocasiones sin continuidad) de varios
programas que son copias fieles de los que hay en otros países sin tener en cuenta que las
necesidades atendidas son diferentes, entre otros, son claros ejemplos de los desatinos que ha
tenido la educación, obedeciendo a las desacertadas decisiones que ha tomado el Estado en
cuanto a calidad educativa se refiere.
La epistemología en la educación juega un papel muy importante ya que “es la rama de
la filosofía que estudia la definición del saber y la producción de conocimiento” (Castañeda,
2008, p. 36). Ya que esta conoce las cosas en su esencia y en su causa y analiza el
conocimiento que será entregado a la humanidad, sino que se trata de un conocimiento sujeto a
críticas, cambios e innovaciones. Es allí donde interviene entonces la escuela, pues debe ser un
escenario propicio para formar personas íntegras, reflexivas y críticas. En suma, la
epistemología permite compenetrarnos a través del estudio y del aprendizaje, no sólo de las
experiencias pasadas, sino que desarrolla la capacidad y aporta el conocimiento para poder
hacerle frente a un futuro siempre incierto en cualquier sociedad.
Como es propio, en el campo de la pedagogía estas definiciones no varían sino que se ajustan
a los intereses educativos que se pretenden alcanzar dentro de los procesos de enseñanza y de
aprendizaje, teniendo como objetivo estudiar críticamente la educación en todos sus aspectos,
buscando perfeccionarla. De allí que se asuma la epistemología no solamente como la rama de la
filosofía cuyo objetivo es estudiar el conocimiento, pues no se podría hablar simplemente de la
teoría dentro de un contexto social totalmente práctico. No sólo se trata de formar seres con
habilidades para que se puedan expresar o sean capaces de resolver problemas en diversas áreas,
sino también formar para la ciudadanía. La escuela y la familia son dos entes fundamentales
dentro del proceso educativo, los cuales deberían realizar un trabajo mancomunado para formar
un ciudadano que actúe de manera constructiva, crítica, y que sea parte de una sociedad
democrática, sin la intención de estandarizarlo sino, al contrario, para potencializar sus
habilidades y pueda, desde su diferencia, mejorar en todos los ámbitos y escenarios donde se
desenvuelva como individuo.
De este modo, La epistemología en sus dos visiones tanto interna como extena en donde
la consideración del contexto social y cultural en la actividad reflexiva acerca del conocimiento
aplicada a la educación sirve para analizar el proceso educativo de modo crítico y reflexivo,
para hacer un análisis de los avances y baches de dicho proceso, con miras a perfeccionar los
primeros y superar los segundos, estudiando todos los factores que intervienen en este con el
propósito de encontrar soluciones. De igual manera, se evalúan desde la epistemología de la
educación todas las ciencias del saber y los métodos que estas proponen para llevar a cabo la
adquisición y el dominio del conocimiento por parte de los educandos.
Por lo anterior, la epistemología estudia la organización curricular de los procesos de
enseñanza y de aprendizaje, la conexión entre las ciencias del conocimiento, las
metodologías impartidas para la orientación del proceso, la concatenación entre los agentes
participantes en él y su formación, el contexto escolar, el sentido social y la calidad de la
educación, ya que con el paso del tiempo han surgido innumerables teorías, métodos y modelos
pedagógicos que pretenden mejorar las falencias del sistema educativo.
Partiendo de Kuhn (1962, pg. 34) definiremos el concepto de paradigma como un
esquema de interpretación básico, que comprende supuestos teóricos generales, leyes y técnicas
que adopta una comunidad concreta de científicos. La aparición de un determinado paradigma
afecta a la estructura, de un grupo que practica un campo científico concreto. De tal manera nos,
encontramos actualmente con una fuerte crisis del paradigma conductual y un importante
resurgir de los paradigmas cognitivo y ecológico. Y ello tiene relevantes implicaciones en la
forma de construir y aplicar las Reformas Educativas actuales y en la práctica escolar diaria,
como iremos concretando. De otra manera el paradigma actúa como un ejemplo aceptado que
incluye leyes, teorías, aplicaciones e instrumentaciones de una realidad pedagógica y educativa.
Se convierte de hecho en un modelo de acción, en nuestro caso pedagógica, que abarca la
teoría, la teoría - práctica y la práctica educativa. Orienta, por tanto, la teoría, la acción y la
investigación en el aula, influyendo en la reflexión de los profesionales de la educación y en sus
modelos de acción.
Por ello el concepto y el sentido de paradigma implica al menos estas dos acepciones
fundamentales: una comunidad de científicos y una actividad como conjunto de compromisos
de la cultura científica (creencias, valores, temáticas, hipótesis explicativas, problemas
investigados, compartidos por un amplio grupo de científicos). El paradigma actúa como un
paraguas protector en el que se mueve una comunidad de científicos y a la vez posee un
potencial explicativo para el conjunto de problemas que plantea dicha comunidad.
La función del docente y los procesos de su formación y desarrollo profesional deben
considerarse en relación con los diferentes modos de concebir la práctica educativa. La
disociación habitual entre la teoría y la práctica desvirtúa el carácter educativo de la
investigación ya que impide o dificulta el vínculo enriquecedor entre el conocimiento y la
acción. Algunas concepciones ponen énfasis en el aspecto proceso formal, sistemático, racional
e intencionado; mientras otras en el aspecto actividad de búsqueda intencionada de
conocimientos o de soluciones a problemas que poseen características y una tercera busca
juntar ambas dimensiones y establece que: La investigación es un proceso que desde un punto
de vista estructural reconocemos cuatro elementos presentes: sujeto, objeto, medio y fin. Los
profesionales de la educación deberíamos poner bastante énfasis en la investigación educativa
por su importancia como lo señalan algunos autores: Según Pérez Gómez (2006), El problema
de la investigación en ciencias sociales en general y en educación en particular, reside en la
peculiaridad del objeto del conocimiento: los fenómenos sociales, los fenómenos educativos. El
carácter subjetivo y complejo de estos requiere una metodología de investigación que respete
su naturaleza. Sin embargo, el modelo de ciencia y de investigación científica que se ha
impuesto históricamente y en el que hemos sido educados y socializados en la vida académica
hasta nuestros días, es el modelo positivista que triunfó en el desarrollo de las ciencias
naturales y en sus espectaculares progresos en las aplicaciones tecnológicas. De esta forma se
ha impuesto como único modelo de concepción científica, adquiriendo el monopolio de
cientificidad. Por esta razón, de experiencia y de prestigio, cuando el conocimiento en ciencias
sociales pretende superar el estadio de pura especulación filosófica o de saber de opinión, se
adhiere al modelo positivista como única garantía de rigor y eficiencia.
Se requiere, por tanto, un modelo metodológico de investigación que contemple las
peculiaridades de los fenómenos objeto de estudio. La naturaleza de los problemas estudiados
debe determinar las características de los planteamientos, procesos, técnicas e instrumentos
metodológicos utilizados y no viceversa.
Por otra parte, en la educación se puede ver como se plasma la estructura del círculo
hermenéutico ya que está situado en el contexto formado por la tradición y el lenguaje, cuyos
principales efectos son el aprendizaje, el conocimiento propio y las transformaciones recíprocas
de las tradiciones, los conocimientos, los individuos y las sociedades (Gadamer, 2000: 40). El
aprendizaje se realiza a través de conocimientos previos; sin embargo, aprender algo no
significa quedarse encerrado en la tradición, ésta trasciende cuando se produce el auténtico
aprendizaje.
Por lo tanto, las ontologías dan la oportunidad de crear un conjunto de términos
compartidos en la comunidad, y por tanto pueden ser usados como un vocabulario bien
estructurado, los cuales permiten estudiar el modo de ser de la educación, de tal manera, la
investigación educativa es una actividad práctica e intelectual que genera conocimiento sobre el
desarrollo de habilidades, destrezas y actitudes de los estudiantes en un determinado contexto
donde se desarrolla el acto educativo.
Es necesario entonces aclarar que las perspectivas teóricas ayudan al investigador a
fundamentar su proceso de investigación en donde centran su tema de investigación en teorías
existentes teniendo un conocimiento científico en base de una explicación teórica en donde
permita su estudio a través del análisis del problema, por lo tanto, en ciertas coyunturas se
apoyan unas a otras.