UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
LAS RAZONES JURÍDICAS Y SOCIALES POR LAS CUALES SE DEBE
EXIGIR EL CUMPLIMIENTO DE LAS GARANTÍAS CONTEMPLADAS
EN EL CÓDIGO CIVIL GUATEMALTECO AL PROCESADO POR EL
DELITO DE NEGACIÓN DE ASISTENCIA ECONÓMICA
LUIS EDUARDO GUEVARA CUEVAS
GUATEMALA, NOVIEMBRE DE 2008
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
LAS RAZONES JURÍDICAS Y SOCIALES POR LAS CUALES SE DEBE
EXIGIR EL CUMPLIMIENTO DE LAS GARANTÍAS CONTEMPLADAS
EN EL CÓDIGO CIVIL GUATEMALTECO AL PROCESADO POR EL
DELITO DE NEGACIÓN DE ASISTENCIA ECONÓMICA
TESIS
Presentada a la Honorable Junta Directiva
de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
de la
Universidad de San Carlos de Guatemala
por
LUIS EDUARDO GUEVARA CUEVAS
Previo a conferírsele el grado académico de
LICENCIADO EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
y los títulos profesionales de
ABOGADO Y NOTARIO
Guatemala, noviembre 2008
HONORABLE JUNTA DIRECTIVA
DE LA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
DE LA
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
DECANO: Lic. Bonerge Amilcar Mejía Orellana
VOCAL I: Lic. César Landelino Franco López
VOCAL II: Lic. Gustavo Bonilla
VOCAL III: Lic. Erick Rolando Huitz Enríquez
VOCAL IV: Br. Marco Vinicio Villatoro López
VOCAL V: Br. Gabriela Maria Santizo Mazariegos
SECRETARIO: Lic. Avidán Ortiz Orellana
TRIBUNAL QUE PRACTICÓ
EL EXAMEN TÉCNICO PROFESIONAL
Primera Fase:
Presidente: Lic. Rolando Echeverría Morataya
Vocal: Licda. Aura Marina Chang Contreras
Secretaria: Licda. Floridalma Carrillo Cabrera.
Segunda Fase:
Presidente: Lic. Héctor Aqueche Juárez
Vocal: Lic. Eddy Giovanni Orellana Donis
Secretaria: Licda. Crista Ruiz Castillo de Juárez
RAZÓN: “Únicamente el autor es responsable de las doctrinas sustentadas y contenido de la
Tesis” (Artículo 43 del Normativo para la elaboración de Tesis de Licenciatura en
Ciencias Jurídicas y Sociales y del Examen General Público).
ACTO QUE DEDICO
A DIOS: Por darme la fortaleza y sabiduría para la culminación de mi
carrera profesional.
A MIS PADRES: Gladys Astrid Cuevas Valdés y Eduardo Guevara Aparicio
(Q.E.P.D.), por su apoyo incondicional y sabios consejos.
A MIS HIJOS: Alejandro y Delia Sofía, con todo mi amor y cariño.
A MIS HERMANAS: Zulema, Mónica y especialmente a Zoraida Inés, con
muchísimo cariño y agradecimiento por todo su apoyo.
A MIS TIOS: Marco Tulio y Víctor Humberto, por sus consejos y
enseñanzas.
A MI NOVIA: Lucrecia Bautista, por el apoyo que siempre me brindó.
A MIS AMIGOS: Con mucho aprecio, especialmente a la Licda. Wendy
Ramírez, Lic. Marco Tulio Pérez, Lic. Marvin López
Alvarado, Byron Darío González, Juan Antonio Alvarado,
Adán Figueroa y Gerardo Búcaro.
A: La Universidad de San Carlos de Guatemala, especialmente a
la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, templo de
sabiduría que siempre representaré con orgullo.
A: Usted especialmente.
ÍNDICE
Pág.
Introducción ..............................................................................................................................i
CAPÍTULO I
1. El ámbito del derecho en general ...................................................................................... 1
1.1. El derecho .................................................................................................................. 1
1.2. Definición del derecho................................................................................................ 3
1.3. Características esenciales que íntegran el derecho .................................................. 5
1.4. Ramas del derecho .................................................................................................... 7
CAPÍTULO II
2. Derecho civil y derecho de familia.................................................................................... 13
2.1. Derecho civil .............................................................................................................. 13
2.1.1. Definición......................................................................................................... 13
2.2. Derecho de familia .................................................................................................... 14
2.2.1. Definición de familia......................................................................................... 14
2.2.2. Definiciones doctrinarias del derecho de familia ............................................ 18
2.2.3. Características del derecho de familia ............................................................ 21
CAPÍTULO III
3. El derecho de alimentos................................................................................................... 25
3.1. Fundamentos doctrinarios y jurídicos sobre el concepto de alimentos ................... 25
3.2. Definición del derecho de alimentos ........................................................................ 29
3.2.1. Obligación alimentaría .................................................................................... 30
3.2.2. Requisitos para la configuración de la obligación alimentaría ....................... 36
CAPÍTULO IV
4. El derecho de familia y los procesos civiles guatemaltecos ............................................ 41
4.1. Conceptos generales ............................................................................................... 41
4.2. El proceso................................................................................................................. 42
4.2.1.Naturaleza juridíca del proceso ....................................................................... 43
4.2.2. Fin del proceso ............................................................................................... 44
4.2.3. Clases de procesos civiles ............................................................................. 45
Pág.
4.3 El jucio oral de alimentos .......................................................................................... 47
4.4. La sentencia de fijación de pensión alimenticia y los procesos de ejecucion......... 52
CAPÍTULO V
5. El derecho de alimentos y su relación con el derecho penal y procesal penal…............ 57
5.1. El derecho penal y el derecho de alimentos ............................................................ 57
5.1.1. El delito ........................................................................................................... 59
5.1.2. El delito de negación de asistencia económica.............................................. 63
5.2. Derecho procesal penal y el derecho de alimentos ................................................. 69
5.2.1. Antecedentes del derecho procesal penal..................................................... 69
5.2.2. Garantías procesales en materia penal.......................................................... 71
5.2.3. La medida sustitutiva de caución económica y el delito de negacion de a
a asistencia económica...................................................................................... 74
5.2.4.Tramitación del delito de negación de asistencia económica en el proceso
penal guatemalteco......................................................................................... 77
CAPÍTULO VI
6. Las razones jurídicas y sociales por las cuales se debe de exigir el cumplimiento de
las garantías contempladas en el Código Civil guatemalteco, al procesado por el
delito de negación de asistencia económica .................................................................. 85
6.1 La obligación de alimentos y las garantías civiles.................................................... 87
6.1.1 La garantía real de hipoteca ............................................................................ 90
6.1.2. La garantía personal de fianza ....................................................................... 91
CONCLUSIONES................................................................................................................. 97
RECOMENDACIONES ........................................................................................................ 99
BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................... 101
INTRODUCCIÓN
La presente investigación trata acerca de la necesidad de determinar cuales son las
razones jurídicas y sociales por las cuales no se exige una garantía de carácter civil,
como lo es la fianza o la hipoteca al procesado por el delito de negación de asistencia
económica. Se realizó un análisis jurídico sobre la institución de la familia y la de
alimentos, ambas instituciones están contenidas en el ámbito competente al derecho
de familia, igual enfoque jurídico se efectuó sobre la aplicación legal de algunas normas
del derecho penal y procesal penal, en virtud de producir consecuencias que devienen
en la vulneración del derecho de alimentos, en el sentido de agravar la condición de
necesidad del alimentista, quien busca en el derecho penal una solución pronta a sus
necesidades.
En función de lo anterior, se consideró, tratar en este trabajo en forma breve, algunos
temas, teorías y aspectos vinculados con el derecho de alimentos y el derecho penal,
los cuales los desarrollan diversos autores nacionales y extranjeros, quienes estudian
esos tópicos desde diversos puntos de vista y por lo cual constituyen el fundamento
científico que sustenta la presente tesis. Métodos utilizados: Inductivo y deductivo, así
como del análisis y la síntesis. En el capítulo primero, se trata lo relativo al derecho en
general; el capítulo segundo, contiene lo relacionado al derecho civil y derecho de
familia, como normas reguladoras del derecho de alimentos en la legislación
guatemalteca vigente; el capítulo tercero, trata esencialmente sobre lo relativo al
derecho de alimentos, sus aspectos doctrinarios y jurídicos, y sobre todo lo referente a
la obligación alimenticia.
En el capítulo cuarto, se desarrollan los aspectos principales sobre los procesos civiles
vinculados con el derecho de familia, para tomar en cuenta, de esa manera el origen y
desarrollo del derecho de alimentos, sin perjuicio de las normas sustantivas civiles, y en
(i)
ese orden lógico de ideas, en el capítulo quinto, se desarrolla, la relación existente
entre el derecho de alimentos y el derecho penal y procesal penal, analizándose los
aspectos del delito de negación de asistencia, los beneficios otorgados por este tipo
penal a favor del sindicado, además de analizar el efecto benévolo de las garantías
procesales en materia penal y procesal penal, al proteger al sindicado en forma
extrema en el derecho de alimentos, colocando en una situación de indefensión total al
alimentista, todo ello en virtud de otorgarse al obligado una medida sustitutiva y otros
beneficios a consecuencia del cumplimiento del debido proceso.
En el capitulo sexto, se desarrolla lo relativo a la las garantías reales o personales,
contempladas en las normas de carácter civil, específicamente en el Código Civil
guatemalteco, que se debieren de exigir al procesado por el delito de negación de
asistencia económica, previo a recuperar el sindicado su libertad en virtud de hacer uso
de las garantías procesales o de los beneficios contemplados en la normativa tanto
sustantiva como procesal en materia penal. La exigencia de las garantías reales o
personales, tendrían como resultado, la materialización eficaz a favor del necesitado
del derecho de alimentos en el ámbito penal. También se realizo un análisis social del
aspecto cultural del machismo, el cual es el principal responsable o detonante en la
reincidencia en el delito de negación de asistencia económica en nuestra sociedad.
Todos los aspectos relacionados en el presente trabajo de tesis, pretenden orientar en
la medida de lo posible, a los profesionales del derecho, estudiantes y sociedad en
general, y de uno u otro punto de vista, dar a conocer y divulgar en forma consciente,
los diversos problemas jurídicos y sociales generados en el derecho de alimentos
cuando su campo de acción compete al ámbito del derecho penal. Con dicho
conocimiento, se procurara generar un sentimiento de solidaridad a favor del
alimentista, quien es el único perjudicado, tanto por el obligado como por el
ordenamiento jurídico penal vigente, conocimiento que proporcionará la satisfacción del
derecho de alimentos.
( ii )
CAPÍTULO I
1. El ámbito del derecho en general
1.1. El derecho
Toda persona, desde un niño hasta un adulto, tiene un atisbo de la idea o del concepto
encerrado en el término derecho, ello tiene su origen en la conducta de todo ser
humano dentro de una sociedad determinada, y esta conducta, instintivamente, va a
defender y exigir todos los derechos otorgados a su persona, sea por mandato legal o
no. La sociedad a consecuencia de su desarrollo, como producto de la lucha
antagónica, se encuentra en constante cambio social, moral y jurídico, y por lo mismo,
se puede definir a la sociedad como, un organismo vivo, en constante desarrollo, y no
como algo mecánico en el cual se permite toda clase de combinaciones arbitrarias de
elementos sociales o jurídicos.
La sociedad, es un hecho natural y necesario para el ser humano, y a este respecto, en
palabras aristotélicas, se afirma la urgencia del ser humano para pertenecer a una
sociedad, y si se diere el caso, y el hombre no pudiere vivir en sociedad o no necesita
nada debido a su propia suficiencia, no es miembro de la ciudad, sino una bestia o un
dios. Ahora bien, entendiendo el concepto de sociedad y la necesidad del hombre de
pertenecer a ella, el derecho se convierte en un sistema de ordenamiento de esa
sociedad, y no se puede considerar como un mecanismo para únicamente exigir o
defender lo inherente a cada persona, lleva aparejado el cumplimiento de determinadas
obligaciones o conductas, y de no hacerse efectivas dichas obligaciones o conductas,
se rompe la armonía o el equilibrio perseguido por el derecho. Ese equilibrio pretendido
por el derecho, busca mantener en un ámbito de armonía social y jurídico, todas las
diversas relaciones generadas entre las personas establecidas o asentadas en una
sociedad determinada.
1
Llegar a definir el concepto derecho resulta bastante complicado, en virtud de la
diversidad de criterios o puntos de vista existentes en la doctrina, y atendiendo a esa
diversidad, es prudente tratar de definir el concepto derecho, analizando la forma de su
división en general y comprender cada una de las características esenciales del mismo,
entonces, el derecho, visto desde un sentido amplio y general, esta conformado por
dos grandes perspectivas o ramas, la primera es el derecho subjetivo y la segunda el
derecho objetivo.
El derecho subjetivo, lo define el autor guatemalteco Santiago López Aguilar, citado por
López Mayorga como “La facultad de la cual inviste el derecho objetivo a un sujeto para
actuar en determinada forma o abstenerse de exigir el cumplimiento del deber de otro
sujeto del derecho.”1 La definición citada, marca la orientación del derecho subjetivo en
función de la potestad otorgada a toda persona para exigir o abstenerse de ejecutar
determinados actos, con el fin de obtener así, la satisfacción de sus intereses o
pretensiones particulares.
López Mayorga define el derecho objetivo como “El conjunto de normas que
constituyen un ordenamiento o sistema jurídico que a la vez que confiere facultades
impone obligaciones.”2 Con la definición precedente, se determina la capacidad de
toda sociedad para poder elegir un ordenamiento o sistema jurídico rector, capaz de
permitirle, gozar de un equilibrio social y jurídico, en sus distintos ámbitos de
aplicabilidad, verbigracia, en el sistema jurídico guatemalteco contamos con diversidad
de ramas del derecho, tales como el derecho civil, penal, de familia, laboral, etc.
El derecho objetivo, como ordenamiento jurídico de una sociedad, se divide en dos
grandes clases de normas, las normas de derecho sustantivo o material y las normas
de derecho adjetivo, procesal o instrumental. Las normas sustantivas o materiales, son
el conjunto de normas y dispocisiones de carácter legal, reguladoras de los derechos y
1
López Mayorga, Leonel Armando, Introducción al estudio del derecho, pág. 77.
2
Ibíd, pág. 76.
2
obligaciones de las personas y en caso de incumplimiento de las mismas, se pueden
hacer efectivas mediante las normas de derecho adjetivo.
El derecho adjetivo, procesal o instrumental, es impuesto por El Estado, y lo podemos
definir como el conjunto de normas jurídicas rectoras de los procedimientos o en su
caso de los procesos a seguir ante los órganos jurisdiccionales competentes para
hacer efectivo el derecho sustantivo incumplido. El derecho procesal, como un
ordenamiento jurídico eficaz, necesita como condición sine qua non, la existencia
previa de un derecho sustantivo, pues sin este, el derecho procesal no puede aplicarse.
Lo anterior, es el resultado de la existencia de normas de derecho sustantivo carentes
de normas procesales, lo cual obliga a la aplicación de la normativa procesal por
supletoriedad; caso contrario, el derecho procesal no puede existir o ser aplicado, si no
existe una norma sustantiva concediéndole vida jurídica.
Al esbozar el derecho de una forma tan general como se ha hecho, se puede
puntualizar y decir: Todo ser humano, goza del derecho a exigir o defender sus
intereses, esto como consecuencia de ese derecho subjetivo inherente a su persona, y
también en el mismo sentido, todo ser humano esta obligado a cumplir con las
disposiciones jurídicas elegidas por la sociedad, como un sistema protector del
delicado ámbito de relaciones jurídico personales, y a la vez como un sistema
armonizador en su quehacer social cotidiano. El equilibrio armónico de un sistema
jurídico, rige a una sociedad determinada, y toma como punto de partida, las normas
de carácter sustantivo o material, las cuales le dan vida a las normas adjetivas,
procesales o instrumentales para su aplicabilidad en cada caso en particular.
1.2. Definición de derecho
Habiendo tratado lo relativo al derecho en forma general, es atinente definir en sentido
técnico y jurídico, el concepto de derecho, y poder de esta manera ir comprendiendo
3
en forma clara y precisa cada una de las características esenciales del mismo,
tomando en cuenta su origen y etimología, y en ese sentido, etimológicamente, la
palabra derecho, proviene del vocablo latino directum, traducido como recto, sin
desviación para un lado o para otro, es todo lo apegado a la regla, a lo dispuesto por la
Ley, y del vocablo dirigere, traducido como conducir, regir o gobernar. En cuanto al
origen del derecho, la teoría predominante en ese aspecto, es la materialista,
señalando esta tesis, como punto de origen del derecho y del Estado, la aparición de la
propiedad privada y la división de la sociedad en clases antagónicas
Según la doctrina, son incontables las definiciones del concepto derecho, pues cada
autor tiene un enfoque diferente; entre las principales definiciones del derecho se
pueden mencionar las siguientes:
“Conjunto de reglas de conducta cuyo cumplimiento es obligatorio y cuya observancia
puede ser impuesta coactivamente por la autoridad legitima.”3
Edgar Bodenheimer, citado por López Permouth, lo sitúa como “Un termino medio entre
la anarquía y el despotismo.”4
La cita anterior, a pesar de su poca extensión, encierra conceptos amplios, pues al
referirse a la anarquía, se infiere la falta de gobierno en una sociedad, existiendo
únicamente un desorden o confusión originada por la falta o debilidad de la autoridad
publica, y por el otro extremo, esta el despotismo, sinónimo de tiranía, traducida como
un poder absoluto, no sujeto a ley alguna, y como punto intermedio entre ambos
concepto se encuentra el derecho, y cuya función es ser el medio nivelador o
equilibrante entre el desorden y el abuso de poder. Otra definición es “Conjunto de
normas jurídicas imperoatributivas, impuestas por El Estado, que regulan la conducta
3
Ossorio, Manuel, Diccionario de ciencias jurídicas políticas y sociales, pág. 226.
4
López Permouth, Luis Cesar, De la justicia a la ley, pág. 6.
4
externa del hombre en sociedad y que de no cumplirse con sus mandatos puede
hacerse efectivo su cumplimiento por la fuerza.”5
Con las definiciones citadas, se puede establecer sobre el derecho, y decir en un
amplio espectro, el derecho, como sistema regulador y rector de una sociedad, limita
los actos de las personas con el objetivo de crear una convivencia social, pacifica y
justa para cada uno de sus integrantes.
1.3. Características esenciales que integran el derecho
Al tocar el tema de las características esenciales del derecho, nos estamos refiriendo a
aquellos rasgos imprescindibles y de presencia absoluta en lo que se considera
derecho, y ello a consecuencia de convertirse en los puntos medulares del derecho,
particularizando así, al derecho como un sistema jurídico de convivencia social. Se
establece dentro de esas características esenciales, la heteronomia, la bilateralidad, la
exterioridad y por ultimo pero no menos importante, la coerción.
El derecho es heterónomo, en virtud de ser El Estado, en uso legitimo del Ius Imperium,
el único facultado para imponer a la sociedad las leyes necesarias para regular la
conducta de sus habitantes.
La bilateralidad, se refiere a la doble vía o doble sentido de las normas del derecho, en
virtud de ser normas imperoatributivas, es decir confieren a los sujetos de una
determinada sociedad derechos, pero también a estos mismos sujetos, les impone un
cúmulo igual de obligaciones o deberes de cumplimiento obligatorio.
En cuanto a la característica esencial de exterioridad, el derecho solo regula aquellas
conductas o relaciones físicamente palpables, materializadas o en términos jurídicos,
las acciones, actos o hechos consumadas, regulando esta característica, los efectos
5
López Mayorga, Ob. Cit; pág. 75.
5
positivos o negativos producidos o causados, dando como resultado dichos actos,
algún efecto en el mundo exterior, verbigracia, la persona a quien se le imputa la
comisión de un delito, como lo es la negación de asistencia económica, produce un
efecto jurídico en el mundo exterior y por tal circunstancia será sancionada luego de
sufrir el proceso penal correspondiente. El ejemplo anterior, sirve para destacar la
característica de exterioridad, y su particularidad en no poder invadir el ámbito subjetivo
o personal, de tal cuenta, no puede regular los pensamientos o emociones de una
persona, y por esa razón resulta evidente su inaplicabilidad al intentar imponer una
sanción a los pensamientos delictuosos de una persona, y esto es el resultado de la
falta de un acto o hecho consumado y por lo mismo no existe un efecto jurídico externo
causando un daño susceptible de ser sancionado de conformidad con un ordenamiento
jurídico preestablecido.
Luis Recansens Siches, citado por López Mayorga, al referirse a la característica
coercitiva del derecho, establece: “Donde no sea posible, a tenor de lo dispuesto por el
orden jurídico, el imponer una coacción inexorable al sujeto, entonces es evidente que
éste, no tiene un deber jurídico.”6
La cita anterior, sirve de punto de referencia para establecer dentro del concepto
amplio del derecho, su esencia coercible, dicho de otra manera, la persona señalada
de incumplir con las disposiciones legales preestablecidas dentro de una determinada
sociedad, incumplimiento bien sea por acción u omisión, será obligada mediante
diferentes mecanismos legales al cumplimiento de lo dispuesto por la Ley, y de ser el
caso, a responder por los daños y perjuicios causados por su conducta en detrimento o
perjuicio tanto de la sociedad o como en favor de la persona o personas afectadas de
forma directa. Conociendo las características esenciales del derecho, su etimología y
su origen, es factible definirlo como, el conjunto de normas jurídicas de carácter
bilateral, impuestas por la heteronomia ejercida por El Estado, y cuya función primordial
6
Ibíd, pág. 74.
6
es regular la conducta externa del hombre en sociedad y hacer efectivo aun por la
fuerza el cumplimiento de los mandatos legales establecidos.
1.4. Ramas del derecho
El derecho, en su conjunto, para ser efectivo y cumpla en forma exacta el objeto
fundamental para el cual fue creado, ha sido dividido en dos ramas, una rama se
encarga de regular las relaciones jurídicas nacidas entre los particulares, y se conoce
a esta rama como derecho privado, y la otra cuyo objeto es regular las relaciones
jurídicas emergentes entre los particulares y El Estado, llamada esta rama como
derecho público. El derecho privado, se define como el conjunto de normas jurídicas
reguladoras de las relaciones surgidas entre los particulares, al momento de crear,
modificar o extinguir alguna obligación como resultado de un acto o negocio jurídico.
La rama del derecho privado, esta integrada por el derecho civil, el derecho mercantil,
derecho de familia, derecho internacional privado y por el derecho notarial, como
fuentes principales, este ultimo, se ubica tanto el ámbito privado como publico, en virtud
de actuar solamente en los asuntos donde los interesados requieren su presencia en
forma voluntaria o resuelve las litis ya iniciadas en forma no litigiosa. En cuanto al
derecho público, se define como el conjunto de normas encargadas de regular la
diversidad de relaciones jurídicas nacidas entre los particulares y El Estado, esta
conformado por el derecho penal, administrativo, constitucional, procesal, de trabajo,
agrario e internacional publico.
Es oportuno señalar un aspecto importante respecto del derecho laboral vigente en
Guatemala, aspecto relacionado con la jurisdicción privativa rectora de este derecho en
particular, en virtud de poseer un código de trabajo regulador de esta materia, y en
comparación con el derecho de familia aplicado en nuestro país, el cual no se
encuentra regulado en un ordenamiento específico, es decir carece de un código de
derecho de familia, pero se orienta este ultimo a la aplicación de una jurisdicción
7
privativa, pues en la actualidad se considera al derecho de familia como un derecho
autónomo.
El derecho en general, se relaciona con otras ciencias. En este sentido, el desarrollo
de instrumentos de trabajo, tanto materiales como intelectuales, han permitido la
hombre alcanzar inimaginables logros en las distintas actividades realizadas por él,
dentro de estas actividades se puede contar con la ciencia, el arte, el deporte, la
tecnología, etc.
Para la presente tesis, es necesario destacar el significado de ciencia y su relación con
cada una de ellas, para lograr obtener una mejor visión y comprensión del verdadero
valor y significado del derecho como ciencia.
El termino ciencia, proviene del sustantivo scientia y del verbo sciere, ambos términos
traducidos significan saber.
Entonces se define el término ciencia, como un modo de conocimiento, el cual pretende
formular leyes, mediante lenguajes rigurosos y apropiados, por medio de las cuales se
rigen los fenómenos.
El derecho, visto como ciencia, tiene por objeto, formular las leyes que se desarrollan
en un sistema jurídico rector de una sociedad, leyes consideradas en particular por ser
creadas en atención a los distintos momentos sociales, económicos o jurídicos por los
cuales atraviesa dicha sociedad.
Las principales ciencias que se vinculan con el derecho de una u otra forma, son: la
filosofía, la sociología, la economía, la ciencia política y la historia.
La filosofía, es la ciencia que estudia o investiga por medio de la razón, los principios
universales de todas las cosas, las causas primeras, mas allá de las cuales no puede
8
remontarse la inteligencia humana. Las causas segundas, o las razones más próximas
de los actos y de las cosas, constituyen en cambio, el objeto propio o formal de las
diferentes ciencias, las cuales están sometidas a la filosofía para poder determinar sus
principios.
Una definición doctrinaria sencilla de filosofía, seria, la filosofía es la ciencia encargada
del estudio de las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el
pensamiento.
La filosofía contiene las leyes mas generales del desarrollo de la naturaleza, la
sociedad y el pensamiento, valora cada sistema o norma, determina el fundamento de
su obligatoriedad y expone los ideales y fines a tomar en cuenta en situaciones
especificas; ahora, el derecho por su parte, visto como ciencia, se ocupa únicamente
del estudio del derecho positivo, es decir, las normas jurídicas vigentes, y poder extraer
de ese estudio, nociones generales suficientes para poder generar o elaborar teorías,
conceptos y construcciones jurídicas.
El derecho nunca va más allá del derecho positivo regulador de una sociedad, y por lo
expuesto con anterioridad, es la forma de confirmar a la relación existente entre el
derecho y la filosofía.
El derecho se vincula con la sociología. Se entiende por sociología en sentido lato, a la
ciencia encargada de estudiar las condiciones de existencia y desenvolvimiento de las
sociedades humanas.
Existe también la denominada sociología del derecho, disciplina consistente en el
estudio y análisis de las relaciones existentes entre el orden jurídico preestablecido y la
vida social, considera al derecho como un factor de convivencia social.
9
La relación entre sociología y derecho, se puede entender como la consecuencia de
ser el derecho en gran parte, un producto de la vida social, pues es en cierto modo el
marco dentro del cual se desarrolla la conducta de los hombres en sus reciprocas
relaciones.
La economía, es otra de las ciencias que se relacionan con el derecho, y su
importancia estriba en el factor de ser esta, la economía, el centro de actividad de toda
sociedad, tanto a nivel interno como externo, y su auge permite hablar de economía
mundial e inclusive de globalización económica, ejemplo de esto ultimo es el tratado de
libre comercio, y del cual Guatemala es parte activa.
La economía, como base social, es el sustento de todo el quehacer humano, y el
derecho, como parte de la superestructura jurídico político, es el reflejo de esas
relaciones sociales originadas en la base misma.
En tal sentido, el derecho, siempre responderá a los intereses económicos de la clase
dominante como propietarios de los medios de producción.
La ciencia política se encuentra indisolublemente ligada con el derecho, no obstante su
autonomía como ciencia, pues desde sus inicios se consideraron como una sola.
La ciencia política, es el estudio de la lucha por el poder, esa lucha se produce en el
seno de la sociedad y esta vinculada con el derecho debido a su característica de ser el
medio por el cual la clase dominante manifiesta su poder en la lucha para mantener se
hegemonía, mientras la clase dominada lucha por alcanzar ese poder sin el apoyo del
derecho.
Por ultimo, la historia, tiene relación con el derecho, pues esta se constituye en un fiel
testigo de las variadas formas de explotación social, donde se ha utilizado al derecho
10
como el instrumento para el ejercicio y detentacion del poder por parte de las clases
dominantes en las diferentes etapas del desarrollo social.
La historia, es el conocimiento e interpretación del pasado forjado por el hombre en su
actividad social, ese conocimiento, permite analizar los errores cometidos y procurar
enmendarlos en el futuro, siempre apegado a las disposiciones legales vigentes a la
época de su aplicación.
11
12
CAPÍTULO II
2. Derecho civil y derecho de familia
Para la comprensión del tema abordado en la presente investigación, resulta imperativo
puntualizar algunos aspectos importantes del derecho civil y del derecho de familia,
puntualizando en relación con la presente tesis, cuales son los derechos de las
personas, las garantías y beneficios otorgados a cada uno de ellos, las obligaciones a
cumplir para mantener el equilibrio social de convivencia y por supuesto los
procedimientos y mecanismos a seguir de conformidad con las dispocisiones
procesales vigentes para exigir su eficaz cumplimiento.
2.1. Derecho civil
2.1.1. Definición
“Es aquel derecho donde se regulan los requisitos generales de los actos jurídicos y
privados, la organización de la familia y de la propiedad privada.”7
De Diego, citado por Alfonso Brañas, lo define como “El conjunto de normas
reguladoras de las relaciones ordinarias y mas generales de la vida en que el hombre
se manifiesta como tal sujeto de derecho, y miembro de una familia, para el
cumplimiento de los fines individuales de su existencia dentro del concierto social.”8
Como se puede evidenciar de las dos definiciones anteriores, es complicado poder
definir en pocas palabras el amplio contenido del derecho civil, esta complicación en
nuestro medio ha sido resuelto en una forma sencilla, atendiendo al ingenio de
nuestros juristas, quienes lo definen en función del contenido de nuestro actual Código
7
Ossorio, Manuel, Ob. Cit; pág. 231
8
Brañas, Alfonso, Manual de derecho civil, pág. 7.
13
Civil, dicha definición, aceptada en nuestro medio, define al derecho civil, como un
conjunto de normas jurídicas, principios y doctrinas, reguladoras de las relaciones
surgidas entre las personas y la familia, la propiedad y demás derechos reales, así
como lo relativo a la sucesión hereditaria, el registro de la propiedad y el derecho de
obligaciones.
Del basto contenido del derecho civil guatemalteco, se tomo para la presente tesis, las
disposiciones legales concernientes al derecho de familia y se centro en los preceptos
legales establecidos para exigir el derecho de alimentos, especialmente en lo atinente a
las personas obligadas, garantías alimenticias, y los procedimientos establecidos en el
derecho procesal civil para exigir el cumplimiento del citado derecho de alimentos
cuando este es incumplido por parte del obligado, o vulnerado por nuestro
ordenamiento jurídico, el cual es excesivamente garantista al salir del campo civil o de
familia y convertirse en un proceso de naturaleza penal.
2.2. Derecho de familia
2.2.1. Definición de familia
La definición de familia responde a contenidos jurídicos y aspectos históricos no
coincidentes ni en el tiempo ni en el espacio, se entiende por familia en sentido amplio
al parentesco, es decir, el conjunto de parientes con los cuales existe algún vínculo
jurídico.
Algunos jurisconsultos definen a la familia como un grupo integrado por todas las
personas ubicadas dentro de una casa, bajo la autoridad del señor de la misma, esta
definición corresponde a la familia romana y fue aceptada por las leyes de las partidas,
en donde el grupo familiar estaba integrado hasta por los sirvientes.
14
La familia tiene su importancia jurídica y social en el hecho de ser el vínculo jurídico
originario de una serie amplia de derechos y obligaciones, especialmente referidos a
los ámbitos del matrimonio, a las relaciones paternas filiales, alimentos y sucesiones.
La mujer, en la historia de la humanidad y de la familia, siempre ha tenido participación
activa, la cual no ha sido reconocida con plena justicia, ejemplo de ello, en la época del
matriarcado, ella tenía las mayores responsabilidades del desarrollo de su comunidad
pero con la evolución de la sociedad, fue relegada a un segundo plano y el dominio del
género masculino se acentuó cada día más. Este poder ejercido por el hombre y que
en la actualidad aún detenta, se manifiesta en forma de machismo.
La familia esta constituida por tres clases de intereses fundamentales. Por una parte
está determinada por intereses de carácter cultural, porque en la familia se produce, en
forma íntima pero positiva, el proceso de educación de las generaciones filiales por las
generaciones progenitoras.
En segundo lugar, la familia se compone de una unidad de carácter económico, a tal
extremo que el origen de la familia ha de radicarse no solamente en instinto de
reproducción de la especie humana, sino en un hecho puramente económico, pues en
un principio, la familia se fundo debido a la concordancia y armonización, en dos tipos
de intereses, consistentes en que la mujer se dedicaría a las funciones de carácter
técnico y el hombre desempeñaría las funciones trashumantes, tales como la de la
caza, la pesca y otras análogas.
En tercer lugar la familia es, además, una creación de carácter genética, lo cual quiere
decir que hay una serie de relaciones biológicas, psicológicas y sociales, engendradas
por la consanguinidad y por el parentesco.
En los primeros tiempos de las agrupaciones familiares surge la familia matriarcal o
matriarcado u organización basada principalmente en la primacía del parentesco por
15
línea materna, y ese era el fundamento de la familia, recayendo la autoridad en la
madre, especialmente en relación a todo lo vinculado con los hijos, esto en virtud del
nacimiento del nuevo ser, pues establece una vinculación directa entre madre e hijo, no
así con respecto al padre, esto por la promiscuidad sexual y la falta de conocimiento de
la función reproductiva que ejerce el hombre en dicho acto.
Con la evolución de las costumbre y con el conocimiento de la actividad fecundante del
hombre, la familia matriarcal se fue transformando en familia Patriarcal o patriarcado.
Esta segunda forma de la familia es llamada por algunos autores Patrilocual, y que es
la agrupación bajo la autoridad del mayor de los hombres del grupo constituido por su
mujer, sus hijos solteros, casados y las mujeres e hijos de estos.
La responsabilidad del desarrollo económico fue paulatinamente adquirida también por
el líder de familia y, con la división progresiva del trabajo, la mujer fue relegada de
funciones principales a funciones secundarias, tales como tareas domésticas, cuidado
de los hijos y atender al hombre en todas sus necesidades.
Conforme ha evolucionado la humanidad, ya no es posible hablar de patriarcado ni de
matriarcado y la razón estriba en la igualdad dentro de la institución familiar, la posición
los derechos y obligaciones del marido y la mujer son prácticamente equivalentes, tanto
en lo moral como en lo jurídico, y porque la autoridad de los padres sobre sus hijos
termina con la mayoría de edad de éstos.
Puig Peña, define a la familia como “Aquella institución que, asentada sobre el
matrimonio, enlaza, en una unidad total, a los cónyuges y sus descendientes para que,
presidida por los lazos de la autoridad y sublimada por el amor y el respeto, se dé
satisfacción a la conservación, propagación y desarrollo de la especie humana en todas
las esferas de la vida”9
9
Ibíd, pág. 104.
16
“Es el núcleo paternofilial o agrupación formada por el padre, la madre y los hijos que
conviven con ellos o que se encuentran bajo su potestad.”10
Díaz de Guijarro, define a la familia como “La institución social, permanente y natural,
compuesta por un grupo de personas ligadas por vínculos jurídicos emergentes de la
relación intersexual y de la filiación.”11
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos, ambos instrumentos de los cuales Guatemala
es parte, regulan en los Artículos 23 y 17 respectivamente, el aspecto internacional del
concepto familia, ubicándolo como el elemento natural y fundamental de la sociedad y
por lo mismo, debe de ser protegida por la sociedad y el Estado.
La Constitución Política de la Republica de Guatemala, como norma suprema de
jerarquía erga omnes, en su parte dogmática contempla, específicamente en el Artículo
primero, segundo y 47, la protección integral que El Estado debé de garantizar en
forma obligada a todos y cada uno de los integrantes de la familia, e impone en ese
mismo articulado, los elementos de esa protección, los cuales tienen un carácter social,
económico y jurídico, además promueve la organización de la familia en base al
matrimonio, otorga igualdad entre los cónyuges, establece claramente la paternidad
responsable y el derecho a decidir libremente el número y espaciamiento de hijos.
Toda sociedad política y jurídicamente organizada, tiene sus cimientos en la familia,
como unidad social fundamental del desarrollo, por lo tanto no es prudente atentar
contra la misma, pues puede producir un resultado peligroso para la estabilidad de una
sociedad.
10
Ossorio, Manuel, Ob. Cit; pág. 313.
11
Ibíd.
17
La presente tesis de grado, pretende brindar una posible solución a un problema social
y jurídico, el cual afecta en forma directa a la familia, y en el presente caso a la familia
guatemalteca, este problema en si, es conocido técnicamente como el delito de
negación de asistencia económica; este delito se consuma en el momento de surgir el
cumplimiento de la obligación alimenticia, y consecuentemente la necesidad de
satisfacer el derecho de alimentos, luego de ser fijada y requerida a través de los
órganos jurisdiccionales competentes, habiendo cumplido con los procesos regulados
en la ley adjetiva, es incumplido por parte del obligado en detrimento o perjuicio del
alimentista. En atención a lo último, es importante comprender el significado de la
familia, así como algunos de los principales fundamentos legales que la protegen.
2.2.2. Definiciones doctrinarias del derecho de familia
Se estableció con anterioridad sobre el derecho la siguiente definición: El derecho es el
sistema regulador y rector de una sociedad, limita los actos de las personas con el
objetivo de crear una convivencia social, pacifica y justa para cada uno de sus
integrantes, velando y procurando el mismo en todo momento, cumplir con su elemento
teleológico que es el bien común.
El derecho civil como continente del derecho de familia, fue definido como un conjunto
de normas jurídicas, principios y doctrinas, reguladoras de las relaciones surgidas entre
las personas y la familia, la propiedad y demás derechos reales, así como lo relativo a
la sucesión hereditaria, el registro de la propiedad y el derecho de obligaciones.
Para poder definir al derecho de familia, entendiendo al mismo como una rama del
derecho privado, inmerso en la normativa civil y procesal civil vigente en nuestro país,
se procuro en la presente investigación, tomar en cuenta los distintos enfoques o
puntos de vista de diversos autores, y para tal efecto se transcriben las siguientes
definiciones doctrinarias:
18
“Parte o rama del derecho civil, relativa a los derechos y deberes y, en general, a la
institución fundamental que la familia constituye en toda sociedad.”12
“El derecho de familia, comprende el conjunto de normas reguladoras del matrimonio, y
sus implicaciones, paternidad y filiación, patria potestad y tutela, alimentos, adopción, y
todo lo referente al estado civil de las personas.”13
No se debe de perder de vista en el ordenamiento jurídico guatemalteco, la situación
del derecho de familia, pues el mismo no posee un código de familia confiriéndole
autonomía, sus propios procedimientos o procesos específicos, necesarios en nuestra
sociedad, y por consiguiente supletoriamente se utilizan las disposiciones legales
contenidas en el Código Civil y en el Código Procesal Civil y Mercantil, para su eficaz
cumplimiento, sin perjuicio de poder aplicar otras normas o procedimientos regulados
en otras leyes.
Por otro lado, el derecho de familia en Guatemala, se encuentra en crisis, esto debido
en primer lugar, al tipo de cultura que nuestro país posee, pues en sentido cultural se
desarrolla el rasgo social del machismo, además esta cultura, acarrea una serie de
factores de carácter social, tales como la desintegración familiar, alcoholismo, la
violencia intrafamiliar, entre otros, los cuales hacen casi imposible el cumplimientos por
parte del Estado en el sentido de prestar la protección constitucional a la familia.
En segundo lugar, se puede señalar la falta de voluntad política demostrada con el
transcurso del tiempo en los diferentes gobiernos de nuestra Nación, en los cuales se
ha dejado de lado la actividad de legislar en beneficio de la familia, pues las políticas de
Estado, en su agenda, no contemplan ese aspecto, y las pocas iniciativas de Ley
presentadas, son archivadas por no tratarse de un tema de interés para el gobierno de
12
Ibíd, pág. 233.
13
Beltranena, Maria Luisa, Derecho civil, tomo I, pág. 96.
19
turno y en cierto modo su impacto político o social no se reflejaría de manera inmediata
en el ámbito nacional.
Lo anterior no le resta importancia a la tendencia demostrada por el derecho de familia
tanto en la historia como en el contexto jurídico guatemalteco, pues tiende a poseer
una jurisdicción privativa y autónoma, históricamente, en el derecho romano,
específicamente en las Siete Partidas de Alfonso X, y concretamente en la Parida
Cuarta, se destaca el siguiente hecho: “El derecho de familia, se aparta de la tradición
jurídica nacional, prescindiendo de las leyes del fuero juzgo y del fuero municipal.”14
Debe de tenerse en cuenta respecto al fuero juzgo, que es un código visigodo,
aprobado legalmente en el año 681 por el Concilio XVI de Toledo, vinculado de alguna
manera en la actualidad con la Constitución Política de España, el Código Civil Español
y el Código Criminal de Castilla, en cuanto al fuero municipal, este consistía en un
cuaderno legal, con leyes concedidas a una ciudad o villa para su gobierno y
administración de justicia.
Consecuentemente, se puede determinar a favor de esta tendencia, dentro del
ordenamiento jurídico guatemalteco, concisamente con la lectura y análisis de la Ley
de Tribunales de Familia, en su Artículo uno, crea la jurisdicción privativa en los
asuntos relacionados a la familia, creando para el efecto los Tribunales y Salas de
Familia, se inclina hacia la jurisdicción privativa en materia de familia, además, nuestra
legislación cuenta con el instructivo de tribunales de familia, que recomienda a los
Jueces de Familia, cuales son las vías procesales a seguir para resolver los conflictos
derivados de las relaciones familiares.
Ahora bien, la solución a optar por parte del Estado y poder cumplir con su misión
protectora de la familia, no consiste únicamente en crear mediante el proceso
legislativo un ordenamiento jurídico específico para el derecho de familia.
14
Minguijon, Adrián Salvador, Historia del derecho español, pág. 91.
20
Para cumplir con lo anterior, se debe de educar y orientar a la sociedad, en el sentido
de crear programas permanentes tanto en el área urbana como en el interior del país,
que brinden a los integrantes de cada familia en forma individual o idealmente a las
familias completas, los valores, principios y responsabilidades, estas ultimas tanto de
origen moral, como de origen jurídico social, para la formación de una familia.
De igual manera, El Estado debe de velar por la correcta aplicación de los programas
vigentes de índole psicológico o siquiatrico y continuar apoyándolos en todo lo
necesario, dicho apoyo debe de consistir en el otorgamiento de recursos económicos,
logísticos, contratación de personal calificado y sobre todo con don de vocación para la
protección y orientación adecuada de las relaciones familiares.
El Estado, si materializara lo anterior lo antes posible, las relaciones familiares se
verían influenciadas positivamente y como consecuencia de ello, la forma de trato entre
los miembros de la misma seria desarrollada en un ámbito de respeto y cordialidad,
siendo este ámbito, la manera idónea y no litigiosa de resolver los problemas cotidianos
enfrentados como unidad básica de la sociedad.
2.2.3. Características del derecho de familia
Diversas son las clasificaciones elaboradas en relación con el derecho civil, pero en
cuanto al derecho de familia, es mucho menor esta elaboración, por lo mismo en la
presente investigación se utilizo la clasificación elaborada al respecto por la licenciada
Maria Luisa Beltranena, citada por el licenciado Marco Tulio Pérez en su trabajo de
Tesis, la cual cuenta con los elementos esenciales para el derecho de familia,
estableciendo de manera certera las siguientes características esenciales del derecho
de familia:
a) El derecho de familia, contiene un sustrato de carácter eminentemente moral,
derivado eminentemente del derecho canónico.
21
b) Existe el predominio de las relaciones personales sobre las relaciones de
carácter patrimonial.
c) Se da la primacía del interés social sobre el interés individual, y una más
frecuente intervención del Estado, para proteger al más débil en la familia.
d) Las relaciones familiares, son a la vez derechos y deberes.
e) Los derechos de la familia, son inalienables, intransmisibles, irrenunciables e
imprescriptibles.
f) Los derechos de la familia no están condicionados, ni pueden estar
constituidos con sujeción a término.
g) Las normas del derecho de familia, son de carácter obligatorio o de orden
público.
Con lo expuesto sobre el derecho de familia, y habiendo enumerado sus características
principales, se puede definir, como el conjunto de principios, instituciones y normas
jurídicas, que regulan esencialmente a la familia, la cual se basa en los vínculos de
parentesco consanguíneo, regula además las relaciones que surjan de la interactividad
constante de cada uno de sus integrantes entre si, confiriéndoles derechos y
obligaciones, que son de cumplimiento obligatorio y de observancia general en el
ámbito individual de cada familia.
Por estar inmerso el derecho de familia dentro del derecho civil, las instituciones
jurídicas que se consideran civiles realmente pertenecen al ramo de familia, siendo una
diversidad de instituciones jurídicas de suma importancia para la sociedad, dentro de
las cuales se encuentran el matrimonio y divorcio, la filiación y el parentesco, patria
22
potestad, la unión de hecho, el patrimonio familiar y la recién excluida figura jurídica del
Código Civil de la adopción.
En la presente investigación la atención esta enfocada al derecho de alimentos,
esencialmente la forma de poder hacer efectivo este derecho, cuando ha sido
incumplido y e encuentra en el ámbito del derecho penal.
23
24
CAPÍTULO III
3. El derecho de alimentos
3.1. Fundamentos doctrinarios y jurídicos sobre el concepto de alimentos
Inicialmente, se destaca la palabra alimento, y tiene su origen en el vocablo latino
alimentum, el procede a su vez del verbo alere, traducido como alimentar.
Las relaciones de familia, dan origen a una serie de obligaciones, entre estas, como
fundamental, esta la denominada obligación de prestar alimentos entre parientes en
forma reciproca, esta obligación tiene como sustento, el principio universal de
solidaridad humana, el cual impone la obligación de auxiliar o ayudar al necesitado,
este principio adquiere mucha mayor fuerza, y con plena razón, si la persona
necesitada es parte de la propia familia.
En el derecho español, en un sentido vulgar, se maneja con respecto al concepto de
alimentos, el entendido de ser toda sustancia o producto, de cualquier naturaleza,
sólida o liquida, natural o transformada, con sus propias características, aplicaciones,
componentes, preparación o estado de conservación, sea susceptible de ser habitual o
idóneamente utilizado para la normal nutrición humana.
Doctrinariamente en este tópico, se puede utilizar la definición siguiente: “Los
alimentos, son la prestación en dinero o en especie, que una persona indigente puede
reclamar de otra, entre las señaladas por la Ley, para su mantenimiento y subsistencia.
Es, pues, todo aquello que, por determinación de la Ley o resolución judicial, una
persona tiene derecho a exigir de otra para los fines indicados.”15
15
Ossorio, Manuel, Ob. Cit; pág. 50.
25
El aspecto técnico y jurídico, de los alimentos en si, lo regula el Código Civil
guatemalteco, en su Artículo 278, y establece la denominación y contenido de
alimentos, de la siguiente forma: Los alimentos, comprenden todo lo indispensable para
el sustento, habitación, vestido, asistencia medica y también la educación e instrucción
del alimentista cuando es menor de edad.
Este concepto de alimentos, no ha tenido una definición clara en los códigos civiles
anteriores, y el actual Código Civil no es la excepción, pues se circunscribe a señalar
lo comprendido como alimentos, por lo tanto en el desarrollo de la presente
investigación, se entiende por alimentos, a todos los medios o recursos dinerarios o
no, indispensables con los cuales debe de disponer una persona para su subsistencia,
desarrollo y productividad dentro del entorno social, los alimentos, como figura regulada
en el derecho, tienen su origen en la Ley, el contrato, un convenio judicial o extrajudicial
y por ultimo en un testamento.
El origen relacionado en el párrafo anterior, jurídicamente, en la legislación
guatemalteca, esta regulado en el Artículo 291 del Código Civil.
Previo a entrar al análisis de las características de los alimentos y para culminar con lo
relativo al concepto de alimentos, nos ocuparemos de la clasificación de los mismos,
señalando lo pertinente conforme a la doctrina. Los alimentos de acuerdo con la
doctrina se clasifican en congruos y necesarios, en las legislaciones latinoamericanas,
en los códigos mas modernos de derecho civil o de familia, como en el caso de
Venezuela o el de Bolivia, ambas expresiones se sustituyen por alimentos civiles y
alimentos naturales.
Los alimentos congruos o civiles, permiten al alimentista, conservar en lo posible y
antes de caer en indigencia, la posición social y económica ostentada con anterioridad
a su exigencia; y los alimentos necesarios o naturales, denotan la suficiencia de estos
26
para sustentar la vida, es decir, no obligan los alimentos necesarios, el sostenimiento
de una condición o posición social acorde con la del alimentista.
En atención a las características jurídicas de los alimentos, existe una variada
enumeración de las mismas, a continuación se tomo en cuenta la clasificación legal
establecida al respecto por el actual Código Civil guatemalteco, en el articulado
respectivo:
a) La indispensabilidad, característica del concepto de alimentos necesarios o
naturales, consiste en obtener lo necesario como mínimo, para la subsistencia
y desarrollo de una persona, Artículo 278 del Código Civil.
b) La proporcionalidad, en términos sencillos, expresa respecto a los alimentos el
deber de ser cumplidos en atención a los ingresos económicos de cada
obligado. Esta característica, esta garantizada en el ordenamiento jurídico
guatemalteco con la figura del embargo, en virtud de determinar esta figura los
montos máximos correspondientes al derecho de alimentos, Artículos 279,
280, 284 del Código Civil y 96 y 97 del Código de Trabajo.
c) La complementariedad, esta característica es interesante, pues toma en
cuenta para el cumplimiento del derecho de alimentos, primero, los recursos
del alimentista, es decir los bienes e ingresos disponibles por esté, y partiendo
de ese punto, cubrirá o complementara lo restante el alimentante, con el fin de
satisfacer las necesidades del alimentista, Artículo 281 del Código Civil.
d) La reciprocidad, característica enfocada en la persona que presta los
alimentos en un momento determinado, sea en forma voluntaria o por haber
sido obligado mediante proceso judicial; quien preste los alimentos, tiene
derecho a exigirlos con posterioridad a la persona a quien se los presto,
verbigracia, el padre, en virtud de determinadas circunstancias, por simple
27
vejez o por no poder sostenerse solo, solicita a sus hijos mayores el
cumplimiento de la obligación alimenticia, pues él, cumplió con esa obligación
en la minoría de edad de sus hijos. El padre, en este ejemplo, tiene el derecho
de exigir de la persona a quien alimento, le preste la ayuda alimenticia
necesaria, Artículos 263 y 283 del Código Civil guatemalteco.
e) La subsidiaridad, se refiere al caso de no poder cumplir el principal obligado,
por razones personales o pecuniarias, entonces se entenderá como
principales obligados de manera subsidiaria, a los abuelos paternos, Artículo
283 del Código Civil.
f) Es irrenunciable, por ser un derecho inherente a la persona y por mandato
legal se debe cumplir, pues de lo contrario se atentaría contra la vida misma
del alimentista, Artículo 282 del Código Civil.
g) Es intransferible, los alimentos son de de naturaleza personalísima, pues solo
el alimentista tiene ese derecho, es decir empieza y termina con el alimentista,
Artículo 282 del Código Civil.
h) Es inembargable, ejemplo de ello se da si una persona para su subsistencia
exigió el cumplimiento del derecho de alimentos, esto implica la carencia de
otros medios pecuniarios con los cuáles pueda satisfacer sus necesidades
básicas, y en consecuencia depende por completo para su subsistencia de lo
percibido en concepto de alimentos, y estos no se pueden reducir o
restringirse en ningún sentido para cubrir o satisfacer intereses de terceros,
Artículo 282 del Código Civil.
i) No son compensables, se refiere, al caso particular en donde el alimentista y
el alimentante reúnen en cada una de sus personas las calidades de deudor y
28
acreedor recíprocamente, y el alimentante no puede compensar el derecho de
alimentos a que esta obligado por la deuda existente del alimentista a su favor.
Sin embargo, y a titulo de referencia y con carácter de excepción, el Código Civil,
permite renunciar, embargar, compensar y enajenar, las pensiones alimenticias,
atrasadas en su cumplimiento. Para poder darse o hacerse efectiva esta excepción, se
debe de cumplir con el requisito del atraso, es decir luego de ser exigidos sea en forma
voluntaria, por medio de un convenio judicial, celebrado ante el oficial de familia, o por
un convenio extrajudicial, celebrado ante notario o siguiendo un proceso judicial, no se
cumplieron en el tiempo que se pacto o impuso.
3.2. Definición del derecho de alimentos
Entendiendo los conceptos de familia, alimentos, sus características y la excepción
legal contenida dentro del ordenamiento jurídico guatemalteco, es pertinente definir de
manera general pero con la mayor claridad posible, el contenido del derecho de
alimentos, y para el efecto la doctrina moderna y los juristas toman como base, los
extremos siguientes: El derecho de alimentos, es la facultad jurídica ostentada por una
persona denominada alimentista, para exigir a otra persona denominado alimentante, lo
necesario para subsistir, en virtud del parentesco consanguíneo, del matrimonio o del
divorcio, en determinados casos.
“El derecho de alimentos, son las asistencias que en especie o en dinero, y por Ley,
contrato o testamento, se dan a una o mas personas para su manutención y
subsistencia, esto es para comida, bebida, vestido, habitación, recobro de salud,
además de la educación e instrucción cuando el alimentista es menor de edad.”16
Las definiciones doctrinarias anteriores, establecen al derecho de alimentos como un
derecho subjetivo en si mismo, también determina el campo o ámbito sobre el cual el
16
Cabanellas, Guillermo, Compendio de derecho civil español, pág. 323.
29
derecho de alimentos se puede exigir, señalando el origen del mismo. Ambas
definiciones encierran en si, la denominada obligación alimentaría u obligación
alimenticia.
3.2.1. Obligación alimentaría
Para explicar el fundamento de la obligación alimentaría, se debe saber el significado
del termino obligación desde el punto de vista jurídico, y sin entrar a profundizar en el
campo jurídico guatemalteco conocido como derecho de obligaciones, pues no es el
objeto principal de la presente investigación, solo señalaremos respecto al derecho de
obligaciones su ubicación en el Código Civil, por tanto, este derecho de obligaciones
inicia a partir del Artículo 1251 en adelante.
Inicialmente se puede definir el concepto de obligación en referencia a la manera
tradicional o usual de utilización en nuestro medio, así pues, la obligación es un vínculo
jurídico, en cuya virtud un sujeto debe de observar una determinada conducta a favor
de otro.
Giorgianni, formula una definición bastante exacta de lo considerado como obligación, y
expresa: “La obligación, es aquella relación jurídica en virtud de la que una persona
determinada, llamada deudor, esta vinculada a un comportamiento valorable para
satisfacer un interés aunque no sea patrimonial de otra persona determinada, llamada
acreedor, que tiene derecho al cumplimiento por parte de la primera.”17
La definición antecedente, engloba los dos elementos esenciales de una obligación,
unidos por un vinculo jurídico, el primero, es el elemento activo, convertido en el
derecho subjetivo o poder jurídico correspondiente al acreedor, para la presente
investigación, este elemento activo se transforma en el derecho de familia en el sujeto
facultado para reclamar el derecho de alimentos, y que técnicamente se denomina
17
Aguilar Guerra, Vladimir Osmán, Derecho de obligaciones, pág. 25.
30
alimentista; el segundo elementos, es el pasivo o deudor, transformado en el deber
jurídico de cumplir con determinada prestación, para efectos de la presente tesis, este
elemento se convierte en el obligado a cumplir o prestar los alimentos requerido, y se le
denomina jurídicamente como el alimentante.
Comprendiendo el significado del concepto obligación, se puede definir la obligación
alimenticia como el deber jurídico establecido en Ley, con el objeto de imponer a
determinada persona la obligación de proporcionar los alimentos necesarios a otra,
cubriendo o sufragando los gastos necesarios para satisfacer las necesidades
alimenticias básicas y gozar de una vida decorosa.
La obligación de alimentos, en la doctrina moderna, tiene como fundamento el de ser
un derecho a la vida, derecho inherente a las personas; de ese derecho a la vida,
emana el principio de asistencia, como conjunto de prestaciones a favor del ser
humano, dicho principio se transforma en el deber de alimentos, el cual no se concreta
únicamente a la sustentación del cuerpo, pues su espectro jurídico se extiende al
cultivo y educación del espíritu, en virtud de ser el hombre es un ser racional.
La obligación de alimentos, existe en función de asegurar el normal desarrollo de vida
de una persona dentro de la sociedad, y por lo mismo, El Estado, regula la institución
de alimentos, ahora bien, la obligación de alimentos tiene un carácter privado al
momento de ser exigida por quien tenga el derecho, y se convierte o se reviste con un
carácter publico, cuando es incumplida por la persona obligada, y El Estado debé de
intervenir para proteger al alimentista, forzando al alimentante a cumplir con lo
requerido.
La obligación de alimentos, posee sus propias características, algunas de las cuales ya
fueron explicadas dentro del concepto alimentos, esto debido al vínculo jurídico de
unión intima entre ambos conceptos.
31
Para explicar las características que constituyen el concepto de la obligación de
alimentos, se tomara de base, la enumeración aportada por la jurista uruguaya
licenciada Varela de Mota,18 dentro de la doctrina del derecho de familia, tal
enumeración es la siguiente:
1) La característica variable, íntimamente ligada con la característica de
proporcionalidad y complementariedad, esta característica enuncia dos
factores, uno es la necesidad del alimentista y el otro la posibilidad económica
del obligado. Esta característica, atiende el monto por el cual se fija una
pensión alimenticia, susceptible de modificarse, sea por un aumento o
disminución de la misma, siempre y cuando varíen las condiciones primigenias
de la pensión alimenticia. La sentencia judicial, al momento de determina una
pensión alimenticia, hace cosa juzgada exclusivamente en sentido formal,
nunca material. En materia de pensiones alimenticias, solo pasa en autoridad
de cosa juzgada material, la sentencia pronunciada en cuanto al derecho de
percibir los alimentos exigidos.
2) Característica intermitente, llamada también configuración dinámica, consiste,
en la no extinción definitiva de la obligación alimenticia a pesar de su
cumplimiento, esta puede surgir de nuevo, si se configuran los requisitos
legales contemplados en las distintas legislaciones para ser exigida de nuevo.
3) Característica sucesiva, ésta característica refiere hacia quien se debe de
dirigir la acción, en primero lugar, contra el pariente más cercano, y si este no
puede, contra el siguiente pariente, según el orden preestablecido en cada
ordenamiento jurídico para esta materia en concreto.
4) Característica de no prescripción, los alimentos en esencia son
imprescriptibles, esto es un acuerdo unánime entre los juristas y la
18
Varela de Mota, Maria Inés, Obligación familiar de alimentos, págs. 12 - 25
32
jurisprudencia. La prescripción nunca podría operar, porque la obligación
alimenticia se renueva día a día, pues las necesidades del alimentista, están
surgiendo y renovándose en forma continua, por lo tanto, el punto de partida
del plazo de la prescripción, estaría naciendo de forma permanente, mientras
la necesidad exista.
5) Es irrepetible, una vez prestados los alimentos, no es posible exigir al
alimentista restitución alguna. Es de presumir el uso dado a la prestación por
el alimentista, quien utilizo las cuotas recibidas en concepto de alimentos, para
mantenerse, por ello no corresponde devolución de los mismos. Existen
ordenamientos jurídicos, como el nuestro, en donde la restitución de la
pensión provisional se permite, cuando el demandado obtiene una sentencia
absolutoria al probar en el juicio respectivo la no obligatoriedad de prestar los
alimentos a la persona demandante, tal y como se observa en la legislación
guatemalteca en el Artículo 212 del Código Procesal Civil y Mercantil.
6) Es intransigible, el derecho de percibir alimentos no puede ser objeto de
transacción, pues esta supone concesiones reciprocas entre las partes, y esto
ultimo implica la posibilidad de renuncia al derecho de alimentos por parte del
alimentista, sea en todo o en parte. Dentro de la legislación guatemalteca, en
el Artículo 1258 del Código Civil, se regula con claridad, cuales son las
circunstancias sobre las cuales se prohíbe transigir, y entre ellas esta el
derecho de alimentos, pero también establece una excepción en cuanto a la
posibilidad de transar sobre los alimentos pasados.
7) Es preferente, esta característica señala su primacía sobre cualquier otra
obligación pendiente de cumplimiento, en ese sentido, el derecho de alimentos
ocupa el primer lugar. El Código Civil vigente en nuestra sociedad, preceptúa
en el Artículo 112, la mujer tendrá siempre derecho preferente sobre el sueldo
33
o salario del marido, por las cantidades que correspondan para los alimentos
de ella y de los hijos, igual derecho corresponde al marido.
8) Es una obligación con carácter solidario, la doctrina y en algunos países,
como Uruguay, se ha asentado diversa jurisprudencia, en el sentido de
puntualizar con claridad la no presunción de la solidaridad. Guatemala, en su
ordenamiento jurídico, comparte el criterio de no presunción de la solidaridad,
pues esta debe de ser expresa, esto lo regula el Artículo 1353 del Código
Civil, sin embargo, el mismo cuerpo legal, dispone en el Artículo 135, las
deudas contraídas por cualquiera de los cónyuges, para el sostenimiento de la
familia, serán saldadas con los bienes comunes, y en caso de ser
insuficientes, con los bienes propios de cada uno de ellos, también al
respecto, el Artículo 286 del mismo código, dispone, las deudas contraídas por
la mujer cuando se vea obligada a adquirirlas para el alimento de ella y de los
hijos, por no proporcionar el padre lo indispensable para cubrirlo, será éste
responsable de su pago, en la cuantía necesaria para ese objeto. Las normas
jurídicas anteriores, con relación a la legislación guatemalteca vigente,
implican la aceptación en el ordenamiento legal, una excepción a la
solidaridad expresa, pues se origina una solidaridad tacita en el momento de
existir una deuda alimenticia, y
9) Es divisible, esto es aplicable cuando la obligación de alimentos se debe de
prestar por dos o mas obligados, entonces, se deberá repartir entre todos los
obligados a prestarla. La imposibilidad material de uno de los obligados a
cumplir, no perjudica el derecho del alimentante, pues la parte incumplida será
absorbida por los demás obligados, a quienes se les aumentara en forma
proporcional atendiendo a su caudal económico. La doctrina moderna,
defiende el punto de la repartición, y fomenta su ejercicio en forma
proporcional a las capacidades económicas del obligado, para evitar la
injusticia de forzarlo a soportar una prestación desproporcionada con relación
34
a la capacidad económica del mismo, el Código Civil de Guatemala, preceptúa
en el Artículo 284, cuando la obligación alimenticia recaiga en dos ó mas
personas, se repartirá entre ellas el pago, en cantidad proporcionada a su
caudal respectivo, con este Artículo se confirma en nuestro ordenamiento
legal, la divisibilidad de la obligación alimenticia, mas no exime de prestarla.
Como punto de comparación dentro de la variedad de enumeraciones elaboradas por
eminentes jurisconsultos con respecto a las características citadas de la obligación
alimenticia, se transcribe a continuación la enumeración realizada al respecto por
Rojina Villegas:19
1) Es una obligación reciproca.
2) Es personalísima.
3) Es intransferible.
4) Es inembargable el derecho correlativo.
5) Es imprescriptible.
6) Es intransigible.
7) Es proporcional.
8) Es divisible.
9) Crea un derecho preferente.
19
Brañas, Alfonso, Ob. Cit; pág. 258.
35
10) No se extingue por el hecho de que la prestación sea satisfecha.
Con las dos enumeraciones anteriores, no es necesario explicar más el tema de las
características de los alimentos y de la obligación alimenticia, pero si en necesario
establecer al menos los requisitos esénciales para la configuración de la obligación de
alimentos.
3.2.2. Requisitos para la configuración de la Obligación alimentaría
Estos requisitos de manera general, a criterio de la doctrina moderna, se clasifican en
requisitos subjetivos y requisitos objetivos.
Los requisitos subjetivos, tratan sobre el vínculo de parentesco entre el obligado y el
beneficiario, el cual habrá de permitir el nacimiento de la obligación de servir alimentos,
a uno, y el derecho a recibirlos, al otro. Este requisito, por su propia naturaleza, tiene
un carácter permanente.
Dentro de los requisitos objetivos, la doctrina ha ubicado en un lugar preponderante, y
como puntos medulares, a los siguientes dos requisitos:
a) Necesidad del alimentista, no es necesario caer en pobreza e inclusive en la
indigencia, para ser beneficiado y percibir las bondades del derecho de alimentos, solo
es necesario en cuanto al reclamante, demostrar el hecho de no poder cubrir con sus
recursos las necesidades de alimentación, habitación, vestido o tratamientos médicos.
La necesidad de alimentos, puede ser ordinaria, en el sentido de referirse a los
alimentos propiamente dichos incluyendo la educación y la vivienda, y extraordinaria,
en el caso de requerir el alimentista, intervenciones quirúrgicas, tratamientos médicos
permanentes, y mudanzas.
36
b) Posibilidades del alimentante, este requisito, se funda en la capacidad económica
del deudor, quien debe de contar con los medios suficientes para prestar los alimentos
exigidos en su contra.
La configuración de la obligación alimenticia en nuestro ordenamiento jurídico,
específicamente en el Código Civil, en cuanto al requisito subjetivo, establece en el
Artículo 283, quienes son las personas obligadas a prestar los alimentos, en dicho
Artículo, con su simple lectura, se confirma la postura doctrinaria en relación al vinculo
de parentesco, pues se hace evidente la existencia de un vinculo de parentesco entre
el obligado a prestar los alimentos y la persona beneficiada con el derecho de
recibirlos, este parentesco puede ser consanguíneo, por afinidad o pudiere darse el
caso de ser un parentesco civil, nacido de la adopción, todo esto ultimo, lo regula el
Código Civil en su Artículo 190.
De los requisitos objetivos doctrinarios, el Código Civil guatemalteco, hace una
marcada atención en la necesidad, y en su Artículo 287, preceptúa literalmente, la
obligación de dar alimentos, será exigible, desde que los necesitare la persona que
tenga derecho a percibirlos, establece así mismo, que el pago de esa obligación, se
hará en cuotas mensuales anticipadas, y en caso de fallecimiento del alimentista, sus
herederos no están obligados a devolver, lo que éste hubiera recibido anticipadamente.
Importante resulta determinar el momento del surgimiento de la necesidad de
alimentos, y la exigibilidad del cumplimiento eficaz de la obligación alimenticia, la
doctrina en este sentido, señala cinco posturas o momentos diferentes, en los cuales
los alimentos se deben, estos momentos doctrinarios son:
1) Desde que fueron necesarios
2) Desde la interposición demanda
37
3) Desde la notificación de la demanda
4) Desde la fecha de la sentencia donde se decrete el derecho de alimentos, y
5) Desde la fecha que fije el juez.20
De las cinco posturas anteriores, la mas acertada indudablemente, es marcada con el
numero dos, pues pauta el hecho de exigir el cumplimiento de de obligación alimenticia,
desde el momento de interposición de la demanda, pues con su sola presentación, en
forma precisa y clara, se manifiesta en forma publica, la necesidad de alimentos.
La interposición de la demanda, marca en forma natural y objetiva, el momento de
nacimiento de la necesidad del titular del derecho. No todos los ordenamientos jurídicos
civiles o de familia, contemplan esta disposición doctrinaria, y por consiguiente se crea
un vació jurídico en este sentido, como ejemplos de ordenamientos jurídicos en los
cuales si se contempla esta interpretación doctrinaria, se puede mencionar, a los
Códigos de Portugal y el de Costa Rica, en ambos se dispone, como principio general,
que las pensiones alimenticias se deben desde el momento de la interposición de la
demanda correspondiente.
La legislación guatemalteca, en relación con la necesidad, establece con suma
exactitud, en el Articulo 287 del Código Civil, la obligación de dar alimentos, será
exigible desde que los necesitare la persona que tenga derecho a percibirlos, pero
dicha norma legal, no establece con la exactitud anterior, el momento de surgimiento
de esta necesidad, para poder hacerse exigible.
Sobre la exigibilidad de la obligación de prestar alimentos, la doctrina marca un
sendero, y los juristas nacionales lo han seguido en coherencia, y por lo tanto se
20
Varela de Mota, Maria Inés, Ob. Cit; pág. 31.
38
establece: “La exigibilidad de la obligación alimenticia, presenta dos aspectos, uno
denominado exigibilidad en potencia y otro, llamado exigibilidad efectiva.”21
La exigibilidad en potencia, surge por el hecho mismo de la concepción de la persona,
en cuyo favor la Ley le ha proveído un derecho protector, y crea consecuentemente la
obligación de alimentos. Esta exigibilidad, en el ordenamiento jurídico guatemalteco, la
encontramos en varias normas, entre ellas esta el matrimonio, en donde una de sus
finalidades es la de alimentar a los hijo, Artículo 78 del Código Civil; en el apartado de
la patria potestad, se establece la obligación de los padres a prestar los alimentos de
los hijos sean o no de matrimonio, Artículo 253 Código Civil; y por ultimo, la
reciprocidad establecida en el Artículo 283 del Código Civil.
La exigibilidad efectiva, se concreta en el momento de obtener la determinación del
monto de la prestación y la persona obligada a cumplir con la misma, esta
determinación, solo existe en función de haber probado judicial o extrajudicialmente la
relación jurídica de derecho de alimentos y obligación alimenticia a prestar.
"En las legislaciones civiles anteriores, tanto sustantivas como adjetivas, se presentaba
un grave vació legal para el alimentista, en cuanto a como probar la necesidad de
alimentos y en que momento surgía, este vació legal, fue enmendado en el actual
Código Procesal Civil y Mercantil, el cual en su Artículo 212, segundo párrafo, inserta
una atinada disposición, en el sentido de que con el solo hecho de que se acompañe
el titulo en que se funda la obligación o que justifique el vinculo de parentesco en la
demanda, se presumirá la necesidad de alimentos mientras no se pruebe lo
contrario.”22
Con lo expuesto, se puede asegurar cual es el momento jurídico en que surge la
21
Brañas, Alfonso, Ob. Cit; pág. 262.
22
Aguirre Godoy, Mario, Derecho procesal civil, tomo II, págs. 48 y 49.
39
necesidad de alimentos dentro de nuestro ordenamiento legal, pues al seguir las
directrices establecidas por la doctrina, la presentación de la demanda, confirma ese
momento crucial, esta postura se determina con la lectura del Artículo 212, primer
párrafo, del Código Procesal Civil y Mercantil, el cual señala, con la demanda, el actor,
entiéndase para nuestro caso en particular, el alimentista, presentara el titulo en que se
funda la obligación o que justifica el parentesco.
40
CAPÍTULO IV
4. El derecho de familia y los procesos civiles guatemaltecos
4.1 . Conceptos generales
La tendencia de la legislación guatemalteca vigente, a considerar la jurisdicción
privativa del derecho de familia como una necesidad jurídico social, a pesar de no
existir en nuestro medio jurídico un código de familia y menos una aún, una regulación
procesal especifica en esta materia, se encuentra delimitada o establecida en el
Decreto Ley 206, Ley de Tribunales de Familia, esta Ley, cobro vigencia el primero de
julio de 1964, esta delimitación, se amplia mediante el instructivo para los Tribunales
de Familia, emitido el nueve de septiembre de 1964 por la Corte Suprema de Justicia.
Los cuerpos legales citados, contienen una enumeración detallada de todos aquellos
asuntos competentes a los Tribunales de Familia, además, señalan las competencias
de los Juzgados de Paz y de Primera Instancia Civil en los lugares donde no existan
Tribunales de Familia, y de manera taxativa indican la vía procesal pertinente a seguir
en cada asunto de familia en particular.
Con relación a las vías procesales a seguir en el derecho de familia, se establece
dentro de la Ley de Tribunales de Familia, en su Artículo 20, la aplicabilidad por
supletoriedad en cuanto no contraríen lo dispuesto en esa misma Ley, las dispocisiones
contenidas en el Código Procesal Civil y Mercantil y las normas jurídicas de la Ley del
Organismo Judicial, estas dispocisiones, se refieren a las normas procesales del juicio
ordinario, juicio oral, los procesos de ejecución, este ultimo, puede ser ejecución en vía
de apremio o un juicio ejecutivo.
En el mismo sentido procesal, el instructivo para los Tribunales de Familia,
establece una recomendación para los jueces competentes en los asuntos de familia,
41
para ser el medio por el cual se procure avenir a las partes, antes de iniciar el juicio
respectivo, esta recomendación, en términos jurídico procesales se le conoce como
conciliación, y tiene un espíritu de inmediación, celeridad, economía y de
descongestionamiento procesal, además, cumple con un carácter social, en el sentido
de procurar resolver lo antes posible las diversas necesidades surgidas en el ámbito
familiar, logrando un arreglo coherente con el derecho exigido y la normativa jurídica
vigente.
4.2. El proceso
Al abordar el tema de las vías procesales dentro del derecho de familia, es oportuno
hacer una breve relación de los conceptos relacionados al derecho procesal, pues es el
medio por el cual la norma sustantiva encuentra aplicabilidad en el medio jurídico y por
consiguiente obtiene la eficacia pertinente en cada asunto.
En un orden de ideas prudente, se puede determinar como la actividad mas importante
de los órganos jurisdiccionales, el adecuado desenvolvimiento del proceso, pues este,
cumple con la función constitucional asignada, consistente en la impartición de justicia
de conformidad con la Constitución y leyes de la Republica, de tal cuenta que en
términos de semántica, el significado del vocablo proceso es: “La acción de ir hacia
delante, desenvolvimiento, es una secuencia de actos o etapas que persiguen un fin.”23
El proceso judicial, según Couture, se debe de considerar como: “La secuencia o serie
de actos que se desenvuelven progresivamente con el objeto de resolver, mediante un
juicio de autoridad, el conflicto sometido a su decisión, mediante un fallo que adquiere
autoridad de cosa juzgada.”.24
23
Gordillo Galindo, Mario Estuardo, Derecho procesal civil guatemalteco, pág.28.
24
Ruiz Castillo de Juárez, Crista, Teoría general del proceso, pág.171.
42
Resulta evidente en el tema del proceso, el hallazgo de una infinidad de definiciones y
la mayoría de ellas coincidirían, por ello no es necesario ahondar más en el mismo,
pero si en necesario determinar su naturaleza jurídica, el fin perseguido y las clases de
procesos.
4.2.1. Naturaleza jurídica del proceso
En cuanto a su naturaleza jurídica, en la doctrina, no se ha llegado a un consenso
pleno entre los destacados juristas, por ello existen diversas posturas en este aspecto,
dentro de estas posturas o criterios, están las siguientes:
1) El proceso es un contrato
2) El proceso es un cuasicontrato
3) El proceso es una relación jurídica
4) El proceso es una situación jurídica
5) El proceso como una entidad jurídica compleja, y
6) El proceso como institución.
De las posturas enumeradas, la mas exacta es para definir la naturaleza jurídica del
proceso, es la tercera, pues determina al proceso como “Una relación jurídica, porque
los sujetos procesales, entendiéndose a estos como el actor, el demandado y el juez,
se encuentran ligados entre si e investidos cada uno de poderes y facultades que les
confiere la Ley, unos con relación a otros.”25 Esta postura, crea un vínculo o relación
jurídica entre las partes, y esta relación se someterá a conocimiento de un juez
25
Gordillo Galindo, Mario Estuardo, Ob. Cit; págs. 28 - 29.
43
competente, quien dirimirá la controversia existente luego de oír a las partes, en uso de
las facultades conferidas por la Ley, hayan probado o no las pretensiones de uno en
relación del otro, emitiendo para el efecto el fallo correspondiente.
4.2.2. Fin del proceso
El fin perseguido por el proceso, de una forma vulgar, se entiende como la manera de
solucionar determinada situación, y para encontrar esa solución, se debe de seguir un
orden correlativo. Ahora bien, en términos jurídicos, existen posturas divididas con
respecto a su fin, esto origina el imperativo de confrontar los criterios dominantes,
consecuentemente, una postura señala: “El fin del proceso, es tanto de naturaleza
privada como pública, de naturaleza privada, en cuanto sirve a la persona del actor,
como instrumento para obtener, mediante la decisión de un juez, la satisfacción de una
pretensión, y en cuanto al demandado, es una garantía en contra de cualquier abuso
de la autoridad o del demandante. Es de naturaleza publica, explica esta postura, pues
va mas allá de la satisfacción personal del individuo, la suma de esas satisfacciones
personales, persigue la realización del derecho y el afianzamiento de una paz social.” 26
Otro criterio doctrinario sostiene: “El fin del proceso se puede establecer a través de
dos corrientes fundamentales, la subjetiva o concepción privatistica, pues lo considera
una institución del derecho privado, cuyo objeto es resolver las controversias de las
partes, con apego a las leyes y a sus respectivos derechos y obligaciones; y la objetiva,
la que sostiene que el proceso tiene como fin, la actuación del derecho substancial u
objetivo.”27
Por ultimo, el tercer criterio o postura a confrontar, define el fin del proceso, como: “Ser
el medio jurídico, el instrumento con el que los órganos jurisdiccionales cumplen su
función.”28
26
Ibíd, págs. 29 - 30.
27
Aguirre Godoy, Mario, Ob. Cit; págs. 251 - 254.
28
Chacón Corado, Mauro, Manual de derecho procesal guatemalteco, pág. 123.
44
Esta ultima postura explica el fin del proceso, al convertir a esté, en el medio para
cumplir con la función constitucional de impartir justicia por parte de los órganos
jurisdiccionales, y como esto no se puede realizar de manera instantánea, se debe de
recurrir al proceso como instrumento, éste, se encuentra a disposición de las partes
para pedir y obtener de los Tribunales, la tutela judicial de sus derechos e intereses
legítimos.
La tercer postura, es adecuada pues la potestad jurisdiccional siempre va a hacerse
efectiva por medio del instrumento llamado proceso, esta potestad es la actividad
principal de los órganos jurisdiccionales y por ello, el proceso se convierte en una
garantía judicial, a disposición de las parte, para la protección de sus derechos, tanto
contra particulares o en contra del mismo Estado, y es aplicable a cualquier materia del
derecho.
4.2.3. Clases de procesos civiles
En materia civil, es apropiado mencionar la existencia de dos grandes clases de
procesos, estos son los procesos de conocimiento o declarativos por un lado, los
cuales pueden ser el juicio ordinario, juicio oral, juicio sumario o un juicio de arbitraje, y
por otro lado, están los procesos de ejecución, divididos en juicio ejecutivo o
dependiendo el caso puede ser una ejecución en vía de apremio.
En los procesos de conocimiento, el órgano jurisdiccional, se concreta a declarar un
derecho determinado, esto lo realiza mediante tres maneras distintas, atendiendo a las
pretensiones ejercidas dentro de un proceso en concreto, por lo anterior, el proceso
puede contener las siguientes pretensiones:
a) Pretensiones declarativas puras: Cuando la petición de la parte actora se satisface
con la mera declaración de la existencia o inexistencia de una relación jurídica. En este
caso, la sentencia, agota su fuerza con la declaración del derecho, no necesitándose
45
ejecución posterior y tampoco crea por consiguiente un titulo ejecutivo. Verbigracia de
esto es, la sentencia donde se declara el derecho de propiedad en cuanto a la
perturbación del mismo.
b) Pretensiones constitutivas: Aquí la pretensión de la parte, se dirige a obtener la
creación, modificación o extinción de una relación jurídica, esto es obtener un cambio
sobre una situación existente. La sentencia en este caso, produce el cambio,
verbigracia, la sentencia de divorcio.
c) Pretensiones declarativas de condena: Lo que se solicita al juez, es una declaración
de donde se pueda obtener una prestación del demandado. La pretensión no se
satisface solo con la declaración, es necesario una actuación posterior para hacer
coincidir el ser con el deber, esa actuación posterior, puede realizarse voluntariamente,
en ese caso estamos ante el cumplimiento, y, en caso de incumplimieto, surge la
ejecución forzosa. La sentencia en este caso, produce un doble efecto, por un lado es
titulo ejecutivo y por otro, contiene una declaración irrevocable del derecho.
Verbigracia, la sentencia de un juicio oral de fijación de pensión alimenticia.
Los procesos de ejecución, cumplen con la segunda parte de la función de los órganos
jurisdiccionales, es decir ejecutar lo juzgado, por tanto, los procesos de ejecución, en
principio parten de una sentencia de condena, esto debido a nuestro ordenamiento
jurídico, pues reconoce la creación de títulos ejecutivos fuera de la actividad judicial,
creando de esta manera tutelas privilegiadas para los procesos de ejecución, algunos
de estos títulos privilegiados, pueden llegar directamente a la ejecución sin pasar por
un proceso de declaración.
Por lo analizado, se puede definir a los procesos de ejecución, como: “El medio en que
se realiza por el tribunal, una conducta física, productora de un cambio real en el
mundo exterior para acomodarlo a lo establecido en el titulo.29
29
Ibíd, págs. 127 -136.
46
4.3. El juicio oral de alimentos
El juicio oral propiamente dicho, es un proceso de conocimiento y de compleja
especialidad, esto en virtud de lo regulado por el Artículo 96 del Código Procesal Civil y
Mercantil, pues indica, en el caso de no existir vía procesal para determinados asuntos,
estos serán resueltos en juicio ordinario, por consiguiente, el juicio oral es especial
pues tiene limitado por la Ley, los objetos, asuntos o pretensiones a ventilarse en ese
tipo de juicio.
Consecuentemente con lo anterior, surge otra tutela privilegiada, reguladora de
procedimientos mas simplificados en comparación con los del juicio ordinario,
permitiendo con ello a la sociedad, acceder a una tutela judicial más rápida y a tono
con sus necesidades.
En el juicio oral, de conformidad con la legislación guatemalteca, específicamente en el
Código Procesal Civil y Mercantil, el su Artículo 199, regula la materia a ventilarse en
esta vía, siendo estos asuntos los relativos a la ínfima y menor cuantía, la obligación de
prestar alimentos, la rendición de cuentas, la división de la cosa común, la declaración
de jactancia y los asuntos donde la Ley lo disponga así.
El juicio oral de alimentos, en la legislación anterior, es decir, en el Código de
Enjuiciamiento Civil y Mercantil, Decreto Legislativo 2009, se tramitaba como un juicio
sumario, esto producía un malestar a las personas interesadas en obtener por esa vía
la tutela judicial en cuanto a su derecho de exigir el cumplimiento de la obligación
alimenticia, pues el juicio sumario de alimentos, adolecía de normas jurídicas
suficientes para permitir resolver con celeridad el asunto en cuestión, sumado a ello
existía el vació legal en cuanto a la prueba y el momento de surgimiento de la
necesidad de los alimentos, todo esto cambio a favor de las partes con la entrada en
vigencia del actual Código Procesal Civil y Mercantil.
47
El cambio de un juicio sumario de alimentos a un juicio oral de alimentos, se inspiro en
la pretensión de querer contribuir por parte del Estado, con la paz y justicia social, y ello
como consecuencia de celeridad y economía procesal producida en este tipo de juicio,
sumando a esto, se encuentran los principios de oralidad, concentración e inmediación,
principios rectores en el juicio oral, capaces de permitir en un caso concreto, la
obtención de una mayor certeza jurídica en el momento de resolverse el caso en
particular.
Por lo expuesto en el desarrollo del presente trabajo, el juicio oral de fijación de pensión
alimenticia, goza de ciertas particularidades inexistentes en otros juicios, entre ellas
podemos citar:
1) Con la demanda, se debe presentar el titulo justificativo del parentesco o
donde se contenga la obligación alimenticia exigida.
2) El juez, en función de los títulos presentados con la demanda por el actor, es
decir por el alimentista o su representante, fijara en su primera resolución, si
cumple la demanda con los requisitos de forma para ser admitida, una pensión
provisional, esto en virtud de la presunción de la necesidad de alimentos.
3) Las medidas precautorias, en este tipo de juicio, serán decretadas por parte
del órgano jurisdiccional, sin necesidad de prestar garantía alguna por parte
del alimentista.
4) La rebeldía del demandado, equivale a la aceptación de las pretensiones del
actor y el juez dictara la sentencia respectiva.
Con estas particularidades, se confirma aún mas, lo especial del juicio oral de
alimentos, y como se dejo claro, el momento de surgimiento de la necesidad de exigir
el cumplimiento de la obligación alimenticia de conformidad con nuestra legislación y
48
con la doctrina, es cuando se presenta la demanda, se entiende en consecuencia a ese
acto, como el único de carácter dispositivo ante el órgano jurisdiccional competente,
pues la Ley de Tribunales de Familia, en el Artículo 10, regula, el procedimiento en
todos los asuntos sujetos a la jurisdicción de los tribunales de familia, debe ser actuado
e impulsado de oficio.
El impulso de oficio, establecido en la Ley citada, en el desarrollo del juicio oral de
alimentos dentro de nuestra legislación vigente, se ve mermado por infinidad de
circunstancia, tales como el exceso de procesos pendientes en cada uno de los
juzgados de familia hasta la negligencia por parte de los oficiales de familia, o también
la acción de coaccionar de alguna manera al alimentista o a su representante por parte
del personal del juzgado, con el objeto de no realizar las diligencias correspondientes y
sean los interesado quienes realicen por sus propios medios las diligencias necesarias,
y en el peor de los casos, algunos empleados solicitan algún beneficio personal a
cambio de realizar dichas diligencias, vulnerando desde el inicio del proceso, los
principios de oficiosidad y celeridad procesal.
.
Retomando el tema, como consecuencia inmediata a la presentación de la demanda
del juicio oral de fijación de pensión alimenticia, el Código Procesal Civil y Mercantil,
establece en el Artículo 213, el juez fijara una pensión provisional a favor del
alimentista en dinero, si se cumplió con los requisitos de la ley procesal para el efecto,
sin perjuicio de la restitución de la misma, si la persona a quien se demanda obtiene
una sentencia absolutoria. Esta pensión provisional, puede ser también en especie,
esto con fundamento en el Artículo 279 del Código Civil vigente, donde se establece la
posibilidad otorgada al obligado, para prestar los alimentos de otra manera distinta a la
pecuniaria cuando, a juicio del juez, medien razones que lo justifiquen.
Evidentemente, el monto de la pensión provisional, debe de atender a las capacidades
económicas del obligado, es decir a los ingresos reales del mismo, estas capacidades
las define el juez, en relación a los documentos presentados con la demanda, o en
49
caso de no haber justificado las posibilidades económicas del obligado a prestar
alimentos, el juez, de conformidad con el actual Código Procesal Civil y Mercantil,
podrá fijar una pensión provisional razonable.
La pensión provisional de alimentos, es un efecto inmediato esencial del juicio oral de
fijación de pensión alimenticia, pues su función es la de cumplir con la presunción de
necesidad de los alimentos.
En relación a lo comentado en el párrafo anterior, el demandado, idealmente debería
de hacer efectivas las pensiones desde el momento de la notificación de la demanda y
no se debería por parte del demandado, esperar la sentencia donde se declara, en
primera instancia, con lugar el derecho exigido y en segunda, el monto definitivo de la
pensión alimenticia. La espera por parte del demandado, tiene el propósito de hacer
uso de los medios de impugnación permitidos, o peor aún, por la falta de coerción de
esta sentencia, el obligado ignora lo resuelto por el órgano jurisdiccional, obligando de
esta manera al alimentista a iniciar el proceso de ejecución respectivo, esto produce
una nueva inversión por parte del alimentista de tiempo, de recursos económicos y un
aumento de la necesidad del mismo, sumando a esto, se produce un sentimiento de
frustración y decepción, esto en muchas ocasiones, incide en el abandono por parte del
alimentista o su representante legal de la acción iniciada y buscan otros medios para la
satisfacción de sus necesidades.
Otro efecto inmediato, es el acto de decretar por parte del juez las medidas
precautorias, y para ello el demandante es decir, el alimentista no necesita prestar
garantía alguna, esto como consecuencia de una disposición procesal, donde se
faculta ampliamente al juez con un criterio discrecional, en el sentido de poder otorgar
toda medida precautoria y de ejecución, además, la Ley de Tribunales de Familia, en
su Artículo 12, regula, los Tribunales de Familia, deberán procurar proteger a la parte
mas débil en las relaciones familiares, y para el efecto dictara de oficio o a petición de
parte las medidas pertinentes.
50
Las medidas precautorias decretadas por un juez de familia dentro del juicio oral de
fijación de pensión alimenticia, tienen como objeto principal, empezar a solventar
durante el desarrolla del juicio, la situación de necesidad del alimentista, y por esa
misma razón se decretan en inaudita parte, es decir no se le pone en conocimiento al
obligado sino hasta el momento de ser notificado de la acción promovida en su contra.
Todo lo anterior con respecto al juicio oral de fijación de pensión alimenticia, orienta
definitivamente hacia el efecto principal de fondo de este proceso, el cual se origina en
el momento de decretar el fallo definitivo, es decir, la sentencia, la cual pondrá fin en
apariencia al conflicto surgido entre el alimentista y el alimentante, o pudiere darse el
caso de no ser una sentencia y en su lugar se celebre un convenio dentro del juicio.
La sentencia como resultado de un juicio oral de fijación de pensión alimenticia, tiene
un doble efecto con respecto a la figura de autoridad de cosa juzgada, esto en otras
palabras es, primero, la sentencia de un juicio oral de fijación de pensión alimenticia,
produce efectos de autoridad de cosa juzgada material, en cuanto a la declaración del
derecho de percibir la prestación alimenticia de parte de quien resulte obligado dentro
del juicio, pues la cosa juzgada material, contiene una disposición jurídica o mandato
de carácter irrevocable, y, segundo, produce esta sentencia, un efecto de cosa juzgada
formal, en relación al monto de la pensión o las garantías prestadas, en virtud de poder
variar en determinado momento las causas primigenias o al peculio del obligado, en
otros términos se pueden aumentar, disminuir, modificarse e inclusive extinguirse.
En la sentencia del juicio oral de fijación de pensión alimenticia, se puede compeler al
obligado, a garantizar el cumplimiento de la obligación, con fundamento en lo regulado
en el Articulo 292 del Código Civil, en el cual se contemplan garantías de carácter
patrimonial como personal, dichas garantías son la hipoteca y la fianza.
Otra garantía o medida, en principio precautoria, pero en la sentencia puede ser
definitiva es el embargo de salarios o bienes, pero esta resulta en un alto porcentaje de
51
casos, ser una medida o garantía poco efectiva para el cumplimiento de la pensión
alimenticia fijada, sea provisional o definitiva, esto a consecuencia de las acciones
tomadas por el alimentante, quien frecuentemente recurre a distintas estrategias para
evitar su cumplimiento, dichas estrategias van desde la renuncia del lugar donde
trabaja, lo cual es una acción evasora del embargo, pues no existirá un salario sobre el
cual se haga efectiva la orden judicial de descontar el monto de la pensión alimenticia a
favor del necesitado y por consiguiente, el alimentista debe de solicitar al juez de
familia, un nuevo oficio dirigido al nuevo patrono, para hacerlo efectivo, todo esto
resulta en un tramite en teoría corto, pero en la practica no lo es; otra situación limitante
de la aplicabilidad del embargo es, cuando el alimentante realiza trabajos por su propia
cuenta, en este caso, es evidente la inoperabilidad del embargo, y por ultimo, no se
puede decretar un embargo en el caso de argumentar el alimentante, en forma
fraudulenta, no tener empleo o ingresos propios, y por lo tanto no puede cumplir con la
obligación, situación que es frecuente en la sociedad guatemalteca.
4.4. La sentencia de fijación de pensión alimenticia y los procesos de ejecución
La sentencia del juicio oral de fijación de pensión alimenticia, como se estableció, es
declarativa, y por consiguiente, es una sentencia carente de un efecto coercitivo real,
esto origina una su ejecución en dos formas totalmente distintas, la primera es
idealmente el cumplimiento voluntario por parte del obligado, y la segunda es la
ejecución forzosa.
La ejecución forzosa en los procesos de ejecución, en materia de alimentos, la
podemos ubicar en dos grandes juicios, por un lado el proceso de ejecución y por el
otro la ejecución en vía de apremio.
Las diferencias entre uno y otro, son en primer lugar, el origen del titulo ejecutivo, pues
el titulo en si mismo, indicara cual es el proceso especifico a seguir. La Ley procesal
guatemalteca, en su Artículo 294, señala taxativamente los títulos ejecutivos a seguir
52
en un proceso de ejecución en vía de apremio, estos títulos al tenor del Artículo citado
son:
1) Sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada
2) Laudo arbitral, no pendiente de recurso de casación
3) Créditos Hipotecarios
4) Bonos o cedulas hipotecarias y sus cupones
5) Créditos prendarios
6) Transacción celebrada en escritura publica y,
7) Convenio celebrado en el juicio.
En el mismo sentido anterior, el Código Procesal Civil y Mercantil, establece en el
Artículo 327, los títulos ejecutivos sujetos a un proceso de ejecución, y estos son:
1) Los testimonios de las escrituras públicas
2) La confesión del deudor prestada judicialmente, así como la confesión ficta
cuando hubiere principio de prueba por escrito
3) Documentos privados suscritos por el obligado o por su representante y
reconocidos o que se tengan por reconocidos ante juez competente, y los
documentos privados con legalización notarial
53
4) Los testimonios de las actas de protocolación de protestos de documentos
mercantiles y bancarios
5) Acta notarial en la que conste el saldo que existiere en contra del deudor
6) Las pólizas de seguros, de ahorros y de fianza, y los títulos de capitalización y
7) Toda clase de documentos que por disposiciones especiales tengan fuerza
ejecutiva.
Los títulos ejecutivos por consiguiente son de diversas clases, pero en materia de
alimentos específicamente, se pueden ubicar en ambos Artículos, y son títulos
ejecutivos en vía de apremio:
1) Sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, en este caso, estamos
hablando de la sentencia que resolvió primero el derecho de percibir alimentos
y segundo que fija el monto de la pensión alimenticia que tiene que prestar el
obligado.
2) Convenio celebrado en el juicio, nótese que en este caso, si se promovió un
juicio oral, pero por las características del mismo, opero una conciliación, la
que como resultado produce un convenio de alimentos celebrado ante el
órgano jurisdiccional competente, situación que permite que sea en esta vía su
ejecución en caso de incumplimiento de lo convenido.
Los títulos ejecutivos de alimentos cuyo trámite específico en la Ley procesal es el
proceso de ejecución son:
1) Los testimonios de las escrituras públicas, es decir que tanto el alimentista o su
representante legal como el alimentante, ante un notario celebraron un
54
acuerdo o convenio de alimentos, el cual lo hicieron constar mediante escritura
publica, el testimonio de dicho instrumento, por disposición legal constituye en
si, un titulo ejecutivo susceptible de ser tramitado en esta vía, y no requiere
que se indique en el mismo, que posee fuerza ejecutiva.
2) Documentos privados suscritos por el obligado o por su representante y
reconocidos o que se tengan por reconocidos ante juez competente, y los
documentos privados con legalización notarial, y
3) Toda clase de documentos que por disposiciones especiales tengan fuerza
ejecutiva.
Los procesos de ejecución en materia de alimentos, sea cual sea el titulo a ejecutar, en
el fondo, persiguen la pretensión iniciada por parte del ejecutante o se su representante
legal, es decir el eficaz cumplimiento de la obligación alimenticia para solventar la
situación de necesidad, en otras palabras, se solicita a través del órgano jurisdiccional
el pago de la pensión fijada o en su defecto la ejecución de las garantías prestadas en
su caso dentro del juicio oral o en el convenio respectivo.
Los procesos de ejecución, se inicia con la presentación de una demanda ante el
órgano jurisdiccional competente, el juez calificara el titulo presentado, y si cumple con
los requisitos legales despachara el mandamiento de ejecución, en el cual se ordena se
requiera de pago al obligado, y en su caso se trabe embargo de bienes si este fuere
procedente, confiriéndole al obligado los plazos establecidos para cada proceso en
particular, y poder esté, oponerse o hacer valer las excepciones pertinentes, todo esto
lo regulan los Artículos 294,295,297,327 y 329 del Código Procesal Civil y Mercantil.
Pero, si el ejecutado se niega a hacer efectivo el pago requiriendo, el Juez de Familia,
esta facultado a certificar lo conducente al ramo penal en contra de él, especialmente
cuando no existió garantía o la prestada en su momento procesal para cubrir los
55
alimentos en el juicio anterior ya no existe, remitiendo consecuentemente el expediente
al Ministerio Publico, para proceder de conformidad con las normas y procedimientos
de carácter penal.
No se puede proceder penalmente en contra del obligado en materia de alimentos, si
existe dentro del proceso una garantía de carácter ejecutable, pues con la ejecución de
esa garantía se satisface la necesidad de alimentos, pues la prisión del alimentante es
se exige en caso de incumplimiento y no con el simple animo de perjudicarlo.
En suma la ejecución forzosa para el alimentista, es un segundo proceso a seguir
para obtener el cumplimiento de la obligación alimenticia a la que tiene derecho.
El derecho de alimentos, pasa a ser conocido por el ámbito del derecho penal, cuando
la obligación de prestar alimentos fue incumplida luego del requerimiento pertinente y
esto se traduce en la comisión por parte del obligado en un delito contenido dentro de
la legislación sustantiva penal vigente, denominado como, negación de asistencia
económica.
56
CAPÍTULO V
5. El derecho de alimentos y su relación con el derecho penal y procesal penal
5.1. El derecho penal y el derecho de alimentos
Justicia, equidad, bien común, paz, seguridad, igualdad, son algunos de los principios
descollantes y rectores del derecho en general, estos mismos principios son aplicables
al derecho penal.
En el entorno jurídico de las ramas del derecho, el derecho penal, es considerado en la
doctrina, como la mas antigua ciencia jurídica practicada por el ser humano con el
objeto de proteger sus intereses, inicialmente de manera particular, tal es el caso de la
época de la venganza privada, donde se resolvían los conflictos aplicando la famosa
Ley del Talión, hasta llegar con el devenir histórico a contar con la intervención del
Estado, para ser éste, quien proteja y garantice la convivencia humana en sociedad.
Rossi, respecto al derecho penal escribió: “El derecho penal, es la mas importante
rama entre todas las ciencias de las leyes, ya por sus relaciones morales, bien por las
políticas, todo progreso de la ciencia penal es un beneficio para la humanidad, y por
ello economiza sufrimiento y, sobre todo, secunda la marcha del hombre hacia su
desenvolvimiento moral.”30
Dentro del contexto de seguridad y protección, se puede definir al derecho penal como,
el conjunto de normas jurídicas y principios, de carácter coercitivo, rectores de la
conducta externa de las personas, además, determina los delitos y las faltas en
particular, la pena y las medidas de seguridad aplicables en cada caso concreto.
30
De Mata Vela, José Francisco, Derecho penal guatemalteco, pág. 3.
57
También se puede definir al derecho penal desde una perspectiva bipartita, conocida
en el medio jurídico guatemalteco como el punto de vista subjetivo o Ius Puniendi y el
punto de vista objetivo o Ius Poenale.
El Ius Puniendi, es ejercido por del El Estado, como único ente soberano facultado para
castigar, según las corrientes doctrinarias modernas, es la facultad de sancionar. Es el
derecho atribuido al Estado, para determinar los delitos, señalar, imponer y ejecutar las
penas o las medidas de seguridad y corrección en particular.
El Ius Poenale, se define como el conjunto de normas jurídico penales, vigilantes de la
actividad punitiva del Estado, y funcionan como un dispositivo legal restrictivo de la
facultad de sancionar ostentada por El Estado, haciendo uso de los principios de
legalidad, defensa y del debido proceso.
Importante es saber, en cuanto a los fines del derecho penal, tales como, la prevención
del delito, la retribución impuesta al delincuente, es decir la sanción, la rehabilitación
del delincuente y el garantizar la convivencia social, y en general, proteger los valores
fundamentales de las personas, de la sociedad y del mismo Estado, están
subordinados al principio de legalidad, principio esencial del derecho penal.
El principio de legalidad, conocido como, nullum crimen sine lege, nullum poena sine
lege, establecido en el Artículo 17 de la Constitución Política de la Republica y primero
del Código Procesal Penal y del Código Penal, encierra en si mismo dos garantías
fundamentales:
1) La garantía criminal, y por la misma, ninguna persona puede ser penada por
hechos o circunstancias no especificadas previamente en la Ley como delitos o
faltas.
58
2) La garantía penal, complementa la anterior garantía y establece, a nadie se le
puede imponer una pena preestablecida en la Ley.
Estas dos garantías, acompañan íntimamente a las garantías, derechos y beneficios
desarrollados en el proceso penal, y son exigidos y otorgados por la persona sindicada
de la comisión de un ilícito penal.
La relación entre el ámbito del derecho penal y el derecho de alimentos, consiste en el
contenido de nuestro ordenamiento jurídico penal actual, es decir el Código Penal, toda
vez esta insertado en el libro segundo, titulo quinto, una serie de dispocisiones o
normas jurídicas protectoras del orden jurídico familiar y el estado civil, y la presente
investigación, se enfoca especialmente en lo regulado en el capitulo quinto,
detalladamente en el delito de negación de asistencia económica, tipificado en el
Artículo 242 del Código Penal, pero también toma en cuenta los distintos beneficios y
derechos otorgados al autor de este ilícito penal, puntualmente en lo atinente al
otorgamiento de una medida sustitutiva, como lo es la caución económica, y otros
aspectos surgidos en la sentencia penal.
5.1.1. El delito
Antes de iniciar con el análisis sobre la importancia e impacto social del delito de
negación de asistencia económica en la sociedad guatemalteca, se definirá en términos
muy generales lo entendido por delito, la teoría del delito y por ende los elementos
concurrentes para enmarcar una conducta humana dentro de un tipo penal.
El delito, se ha definido de diversas formas, pero generalmente se ha admitido como
delito, al comportamiento humano, entendiéndose este, como una acción u omisión,
típico, antijurídico y culpable, añadiéndole a la definición anterior, en criterio de algunos
juristas, la imputabilidad, punibilidad y las condiciones objetivas de punibilidad.
59
Con los elementos anteriores, el delito es una conducta humana conciente y voluntaria,
capaz de producir efectos en el mundo exterior, es una conducta prohibida por la Ley y
la cual es contra derecho, y la persona a pesar de conocer y valorar la norma, la a
incumplido, teniendo la capacidad de comprender lo ilícito de su acción.
La definición anterior, al sujetarla a las normas del Código Penal, y al analizar los
Artículos 10, 23, 24 y 25 de ese cuerpo jurídico, encontramos: “ El delito es una acción
prohibida por la Ley, es una acción típica, y esta a su vez es antijurídica, puesto que va
contra derecho, si no existe una causa de justificación; que una acción típica,
antijurídica, es culpable, si no existe una causa de inculpabilidad; que una acción típica,
antijurídica y culpable, es imputable si no existe una causa de inimputabilidad.”31
La comisión o no de un delito, se determina aplicando la denomina Teoría del Delito, y
se define esta, como un proceso ordenado y lógico, y cuyo fin es establecer en primer
lugar, la existencia de un delito y en segundo, la responsabilidad penal de la persona a
quien se le imputa la comisión del injusto penal.
La Teoría del Delito, tiene sus orígenes en Alemania, y como rasgo fundamental, no se
preocupa de los elementos o requisitos específicos de cada tipo penal, pues se ocupa
en determinar los elementos o condiciones comunes básicas en todos los hechos o
conductas tipificadas como delito en los distintos ordenamientos jurídicos en matera
penal.
La Teoría del Delito, establece como su columna vertebral, por un lado, los elementos
positivos del delito, estos últimos, originan la existencia de un delito, y en el lado
opuesto, los elementos negativos del delito, los cuales impiden la inexistencia de un
delito en determinada conducta humana.
Los elementos positivos de la Teoría del delito, son:
31
Centro de Estudios de Derecho, Folleto de derecho penal, el delito aspectos básicos, págs. 1-9.
60
1. La acción, que es una conducta humana, conciente y voluntaria, y que produce
un efecto en el mundo exterior. La acción, como elemento positivo de la Teoría
del Delito, se puede manifestar de diversas formas, pero en nuestro
ordenamiento jurídico, básicamente se acepta la clasificación de la acción en
relación a los delitos como delitos de acción por comisión y delitos acción por
omisión, esto sin perjuicios de otras clasificaciones que se puedan dar u optar.
2. La tipicidad, la que se puede entender como, la descripción clara y premisa de
una conducta humana, que el legislador en atención al principio de legalidad,
plasmara dentro de un ordenamiento jurídico, mediante un proceso legislativo de
sanción de Ley, la creación de un tipo penal que regule dicha conducta. Debe
de tenerse cuidado, cuando se habla de tipicidad y tipificar, pues la tipicidad es
en si, el tipo penal, y tipificar, es adecuar la conducta realizada por la persona a
quien se le imputa el hecho ilícito a un tipo penal preestablecido, evitando así
por parte de el órgano jurisdiccional competente, la analogía, que en materia
penal en cuanto a crear figuras delictivas o imponer penas, es prohibida.
3. La antijuridicidad, este elemento consiste en que, la acción que realizo el sujeto
a quien se le imputa el hecho ilícito, es típica, y por consiguiente es ejecutada en
contra derecho y que no existe causa de justificación que le exima de la
responsabilidad penal que ha generado con su actuar.
4. La culpabilidad, es el elemento que sostiene que el sujeto activo en la comisión
de un hecho ilícito, tiene la capacidad de conocer y valorar las normas tipo, sus
alcances y efectos y aun así, decide actuar contra derecho. Es importante
señalar, que la culpabilidad, o juicio de reproché que se le hace al sindicado, se
puede manifestar en dos formas, la primera es el dolo, que es la intención
consiente y voluntaria, que tiene el sujeto activo de ejecutar un acto o hecho
reñido con la Ley, el dolo puede ser directo o indirecto; y la segunda es la culpa,
que consiste en un obrar en el cual no se pone la diligencia debida, causando un
61
resultado dañoso, el cual era previsible por el sujeto activo y esta expresamente
penado en la Ley. La culpa se produce por negligencia, imprudencia e impericia.
5. La imputabilidad, que se traduce como la capacidad que tiene el sujeto activo de
ser culpable del ilícito penal que se le atribuye.32
Los elementos negativos de la Teoría del Delito, como eximentes de responsabilidad
penal son:
1. Falta de acción, se refiere a que la conducta humana no es guiada por la
voluntad conciente del sujeto, a quien se le sindica el hecho.
2. Atipicidad, este elemento negativo de la Teoría del Delito, es básicamente la
falta o ausencia de un tipo penal que regule determinada conducta humana, es
decir que no se encuentra prohibida en la Ley.
3. Causas de justificación, estas se encuentran reguladas en el Código Penal
guatemalteco, específicamente en el Artículo 24, y se pueden definir como
aquellas situaciones que permiten excepcionalmente, la infracción a las
prohibiciones contenidas en los tipos penales, cuando concurren determinadas
circunstancias, que a criterio del legislador tienen mayor relevancia que el bien
jurídico tutelado por la norma tipo.
4. Causas de inculpabilidad, se producen cuando el sujeto activo, se encuentra en
ciertas situaciones, que pueden atender a factores sicológicas, de confusión o
de subordinación, que lo eximen de responsabilidad penal. Estas causas de
inculpabilidad, en nuestro ordenamiento jurídico, se encuentran establecidas en
el Artículo 25 del Código Penal.
32
Ibíd.
62
5. Causas de inimputabilidad, al respecto de estas causas, el Código Penal
guatemalteco, las ha normado en el Artículo 23, y consisten en aquellos estado
en que se encuentra el sujeto activo, que le impiden comprender la ilicitud de
sus actos, toda vez que estas causas, atienden primordialmente a la capacidad
mental o edad del sujeto a quien se le sindica la consumación del hecho.33
5.1.2. El delito de negación de asistencia económica
El Artículo 242 del Código Penal guatemalteco, regula el delito de negación de
asistencia económica, y establece: Quien, estando obligado legalmente a prestar
alimentos, en virtud de sentencia firme o convenio que conste en documento público o
auténtico, se negare a cumplir con tal obligación después de ser legalmente requerido,
será sancionado con prisión de seis meses a dos años salvo que probare no tener
posibilidades económicas para el cumplimiento de su obligación. El autor no quedara
eximido de responsabilidad penal, por el hecho de que otra persona los hubiere
prestado.
Este delito, dentro del desarrollo histórico jurídico guatemalteco, con relación al
régimen de acción penal, para poder iniciar la persecución correspondiente, ha tenido
varias reformas y adiciones. La ultima variante sufrida por este delito, fue lo resuelto
por la Corte de Constitucionalidad, en la sentencia emitida dentro del expediente 890-
2001, de fecha nueve de diciembre del año 2002, publicada en el Diario de Centro
América, el 10 de enero del 2003, y en consecuencia, el efecto de esta sentencia de
rango constitucional, es establecer el régimen de acción a tomar para el delito de
negación de asistencia económica, estableciendo su persecución de oficio por parte del
Ministerio Publico, y esto esta regulado en el actual Artículo 24 Bis, del Código
Procesal Penal vigente.
33
Ibíd.
63
Para poder perseguir de oficio a el autor del delito de negación de asistencia
económica, se debe de establecer la forma de materialización de este tipo penal, la
doctrina guatemalteca la ha tratado y establece: “El hecho material del delito consiste
en negarse a prestar los alimentos a los que esta obligado en virtud de sentencia firme,
de convenio que conste en documento publico o auténtico, después de requerírsele
legalmente. Se requiere entonces, básicamente:
1. Que haya una obligación de prestar alimentos, legalmente constituida a través
de una sentencia recaída en el juicio respectivo.
2. La negación, cuando el ministro ejecutor, en cumplimiento a la orden del juez
para que proceda a cobrar o ejecutar la sentencia, hace el requerimiento
respectivo y el obligado no paga la suma, entonces el alimentista o su
representante, la madre generalmente, es el que solicita la certificación de lo
actuado al juzgado del orden criminal para que se inicie el proceso respectivo.
Cabe aquí llamar la atención en el sentido de que el hecho mencionado
realmente debe de llamar a la meditación serena de quienes estudiamos
derecho. Si una de las finalidades de éste es dar a cada quien lo suyo,
realmente no se está cumpliendo con ella. A través de la experiencia hemos
notado que quienes incumplen con esta obligación no lo hacen dolosamente en
el sentido penal de la palabra. No hay una voluntad de infringir la norma que
constituirá el dolo, lo que existe materialmente es la imposibilidad, en casi todos
los casos, de pagar una obligación que la Ley ha impuesto, sin tomar en
consideración ningún tipo de realidad; véase si no, el hecho de que las personas
con recursos económicos, jamás incurrirán en este delito, que por otra parte se
afirma ser un delito de gente pobre.”34
34
De Mata Vela, José Francisco Ob. Cit; pág. 489.
64
Con referencia a la cita textual anterior, no se comparten en la presente tesis algunos
aspectos aludidos por el destacado jurista en su análisis, esto debido a la verdad
indiscutible de establecer como una de las finalidades filosóficas del derecho, el hecho
mismo de dar a cada quien lo suyo, en el presente trabajo se sostiene respecto a esa
verdad, el hecho mismo de no ser cumplida tal y como lo expresa el eminente jurista,
pues quien incumple con la obligación de prestar los alimentos, no cumple con el
derecho, pues si es cierto, el derecho le da a cada quien lo suyo, en materia de
alimentos, no se tendría la necesidad de llegar al extremo de recurrir al campo del
derecho penal, para poder satisfacer la necesidad del alimentista, pues esta debería
ser satisfecha y asegurada en el primer juicio seguido por el alimentista, entiéndase el
juicio oral de alimentos.
El alimentante actúa sin dolo, es otro aspecto sujeto a discusión, pues si realmente
quisiera cumplir con la obligación de alimentos, no existiría la necesidad de requerir
judicialmente el pago de los mismos, pues el alimentante, ya tiene el conocimiento
mediante una sentencia o convenio extrajudicial o judicial, de la obligación a cumplir, y
a pesar de ese conocimiento, en forma dolosa, en primer lugar no cumple con el pago,
en la fecha y en el monto fijado o convenido, según sea el caso, generalmente esta
actitud del alimentante, tiene como propósito fundamental el agotamiento moral y
jurídico del alimentista, y en segundo lugar, el alimentista, se ve obligando a iniciar el
proceso de ejecución pertinente, para requerirle el pago en forma judicial, en donde
nuevamente, el obligado dolosamente se niega a efectuar el pago o en su caso a
buscar alguna formula para solventar la situación jurídica de él y del alimentista,
argumentado diversas situaciones, tales argumentos son en su mayoría, totalmente
falsos, y su intención es desesperar, frustrar, agotar, y debilitar la pretensión del
alimentista, para obtener de éste ultimo, el abandono de la acción y como
consecuencia de ello, el obligado no cumple con lo requerido y lo hace en forma
dolosa. Con lo expuesto en cuanto a la conducta del alimentante, es evidente, la
existencia de dolo en su actuar, y prefiere continuar con un proceso penal en lugar de
de cumplir con la obligación alimenticia exigida.
65
Al referirse el autor citado a la imposibilidad material de no poder cumplir con la
obligación alimenticia, se disiente de ello en la presente investigación, por existir
realmente medios a disposición del alimentante para satisfacer lo requerido, solo
requiere la voluntad del alimentante en buscar una alternativa, la legislación civil o
penal según el caso, a considerado otros mecanismos legales puestos al alcance del
obligado para satisfacer la necesidad del alimentista, verbigracia, el contrato de fianza.
Obviamente, este contrato debe contener una garantía calificada previamente por un
juez, para determinar su existencia, el riesgo de perdida de la misma, y la efectividad y
solvencia para cubrir los alimentos en caso de producirse el incumplimiento por parte
del obligado.
Por ultimo, en cuanto a la cita textual, no se comparte la afirmación de ser este tipo
penal un delito de gente pobre, ello debido a la imposibilidad, atendiendo al principio de
igualdad, el pretender clasificar a los delitos en función del nivel económico social de
cada individuo. La Ley es igual para todos, no tiene preferencia entre ricos y pobres. El
juicio emitido por el autor de la cita, debió de tomar en cuenta dos puntos medulares en
la sociedad guatemalteca, el primero seria el nivel de instrucción al alcance de la
población, pues si bien es cierto, este tipo de delitos se produce con mucha mas
frecuencia en los niveles sociales económicos mas bajos, y esto es así, en virtud de no
existir allí, primordialmente una adecuada educación, capaz de preparar y fomentar en
la familia como base angular de la sociedad, el sentido de responsabilidad en cuanto a
las obligaciones y derechos de un núcleo familiar, tanto en el caso de existir
convivencia o sean hogares desintegrados o disfuncionales, pero esta razón, en ningún
momento implica o da lugar a pensar en cuanto a esa minoría representativa del nivel
económico superior, esta exenta de adecuar su conducta al tipo penal discutido, y en
ningún momento, el pertenecer a esa minoría, asegura la existencia de la fomentación
de la responsabilidad familiar citada.
El segundo punto medular, es el ámbito cultural, la sociedad guatemalteca, se
desenvuelve en una cultura profundamente machista, aspecto producido en todo nivel
66
social y económico, y se marca en distintos grados, sin tener en cuenta si la persona
tiene o no medios económicos. El machismo, se puede observar sea en forma directa,
verbigracia la sumisión absoluta de la mujer a la voluntad antojadiza del hombre o en
forma indirecta, como lo ejemplificaría la conducta del hombre, al rehusar hacer o
aceptar lo solicitado por la mujer, pues por su misma calidad de hombre, no acepta
según su visión el hecho de recibir ordenes de una mujer, menos la imposición de
ciertas condiciones, pues ello afectaría su imagen de hombre ante una sociedad
eminentemente machista.
Por las razones anteriores, sostiene la presente investigación, la afirmación sobre el
delito de negación de asistencia económica, en cuanto si se consuma en todo nivel
socio económico.
La jurisprudencia guatemalteca de rango constitucional, por medio la Corte de
Constitucionalidad, se ha pronunciado respecto al delito de negación de asistencia
económica, este extremo en lo pertinente, se transcribe textualmente de la sentencia
emitida en el expediente 890-2001, de fecha nueve de diciembre del año 2002, y
publicada en el Diario de Centro América, el 10 de enero del 2003, indicando: “A) La
obligación alimenticia. Se ha considerado que una de las principales consecuencias
que surge de la relación jurídico-familiar, ya sea por el matrimonio o por un parentesco
consanguíneo es la del deber alimenticio, que a su vez, también constituye una facultad
que tiene una persona denominada alimentista, para exigir a otro denominado
alimentante, que este ultimo le proporcione todo lo necesario para su subsistencia. La
obligación alimenticia, en el caso de la legislación guatemalteca, abarca todos aquellos
aspectos que la doctrina comprende dentro de los denominados “alimentos civiles”, al
comprender dentro de éstos no sólo a los alimentos propiamente dichos, sino a todo
aquello que sea indispensable para el sustento, habitación, vestido, asistencia medica
del alimentista y la instrucción y la educación cuando este ultimo es menor de edad
(artículo 278 del Código Civil). Es por ello que la obligación alimenticia, cuantificada y
entendida como una relación jurídica existente entre el alimentante y el alimentista, da
67
lugar a la llamada “deuda alimenticia”, que resulta ser aquella prestación concurrente
entre determinadas personas, que impone a uno de ellos (el alimentante) la obligación
de proporcionar a otro (el alimentista) la ayuda necesaria para que el beneficiado con el
cumplimiento de la obligación pueda subvenir a las necesidades mas importantes de su
existencia; obligación que puede satisfacerse, bien sea, asumiendo el obligado el pago
de diversos gastos (educación, gastos médicos, habitación, etc.) o bien, mediante la
fijación de una cantidad de dinero determinada que pueda satisfacer, aunque sea en
mínima parte, las necesidades del alimentista; cantidad que debe de ser proporcional al
caudal y medio de quien paga y a las necesidades de quien recibe el pago, y de
acuerdo con un deber de reciprocidad; y que puede ser convenida entre el principal
obligado y el beneficiario –o su representante-, o bien, regulada por el juez. B) La
negativa del cumplimiento de la obligación alimenticia…. En el delito de negación de
asistencia económica, se hace una referencia a la negativa de prestar alimentos civiles,
obviándose una obligación preconstituida dirigida a fomentar el desarrollo integral de la
persona humana, y que, tras haber sido legalmente requerido el obligado para el
cumplimiento de la misma, éste ha incumplido sin esgrimir razones que fundamenten
su incumplimiento. Respecto a ello, esta Corte entiende que sólo el hecho del
incumplimiento, (salvo la dispensa que hace el propio artículo 242 ibíd), deriva en
detrimento del desarrollo integral de los derechos de las personas a ser alimentadas, y
degenera en un abandono material y moral del beneficiario con la deuda alimenticia…
todo ello, perjudicando el bienestar de la persona humana en el contexto que implica el
vinculo que se origina entre ella y el obligado como consecuencia de la institución de la
familia.”35
Con lo analizado tanto por la doctrina como por la jurisprudencia, se determina, en
primer lugar, la negación de asistencia económica, es un delito de acción por omisión y
sólo va a nacer a la vida jurídica cuando, se requiera legalmente de pago al obligado y
éste no cumple con el requerimiento efectuado, siempre y cuando no halla garantía
35
Figueroa Sarti, Raúl, Código penal, concordado y anotado, págs. 195 y 196.
68
ejecutable en el ámbito civil para satisfacer la necesidad del alimentista, o la prestada
hubiere desaparecido.
Es necesario, hacer la observación, de no confundir la excepción regulada en el
Artículo 242 del Código Penal, en la cual el sindicado probare no tener posibilidades
económicas para el cumplimiento de su obligación, no será sujeto a la sanción
contenida en el delito, con lo regulado en el artículo 245 del mismo cuerpo legal, pues
éste ultimo, no se refiere a ninguna excepción, y establece en si, un eximente de la
pena, toda vez se cumplió antes de dictar sentencia con la obligación por la cual se le
inicio el proceso penal, y al mismo tiempo garantizo de forma amplia y acorde a la Ley,
el futuro cumplimiento de la obligación.
5.2. Derecho procesal penal y el derecho de alimentos
5.2.1 Antecedentes del derecho procesal penal
Explicada la relación jurídica entre el derecho penal y el derecho de alimentos,
corresponde definir algunos aspectos importantes en cuanto a la vía procesal a seguir,
las garantías y beneficios establecidos por el proceso penal guatemalteco a favor del
alimentante o expresado en forma técnica del sindicado o imputado.
El alimentista, en el proceso penal, adquiere las calidades de agraviado y actor civil, en
este punto, debe de iniciar un tercer proceso, con el fin de poder satisfacer, mediante la
coerción del derecho penal, sus necesidades mínimas, esa pretensión del alimentista
evidentemente, desde el inicio del juicio oral de alimentos hasta el momento de iniciar
el proceso penal, han aumentado y la inversión de tiempo y dinero generalmente no
disponible por el alimentista, se hace cada día mas notoria, y ello lo encamina
paulatinamente al abandono de su pretensión y de la acción procesal respectiva.
69
Concatenando la idea anterior, se puede definir al derecho procesal penal, como una
rama del derecho publico, constituido por el conjunto de normas jurídicas, principios y
doctrinas, reguladoras de las distintas etapas y procedimientos del proceso penal, para
lograr la materialización del derecho penal sustantivo.
Además, el proceso penal, es definido como el conjunto de etapas cuyo objeto, es la
averiguación de un hecho señalado como delito o falta, la forma de su consumación, la
posible participación del o los sindicados, y el pronunciamiento de su respectiva
sentencia para su posterior ejecución.
Las definiciones anteriores, corresponden al derecho procesal y al proceso penal
moderno, pues el sistema penal anterior, el sistema inquisitivo, se desarrollaba bajo la
presunción de culpabilidad del imputado, donde se concentraban todas las funciones
en el juez, quien investigaba, acusaba y juzgaba, existiendo por consiguiente un
proceso penal caracterizado por la secretividad de las actuaciones y la falta de los
principios de inmediación y contradicción.
El sistema inquisitivo, al ser substituido por el actual sistema acusatorio, produce una
división de funciones en la administración de justicia, imperan los principios de
inmediación y contradicción, así mismo se da una publicidad de los actos realizados en
el proceso penal, el sindicado, es juzgado bajo la presunción de inocencia y goza de
una serie de garantías y beneficios de carácter penal inexistentes en el sistema
anterior.
El breve antecedente histórico en cuanto a los sistemas procesales del derecho penal
guatemalteco, al materializarse en el actual Código Procesal Penal, contiene propósitos
esenciales, en función de la forma de operar la justicia en el país, estos propósitos son:
1. La humanización del derecho procesal penal
70
2. La dignificación y eficiencia de la función judicial en materia penal
3. El mejoramiento de la defensa social contra el delito, y
4. Coadyuvar a la vida pacifica de la sociedad mediante la resolución de conflictos
penales, el cumplimiento de la Ley y la prevención del delito.36
Estos propósitos en cuanto al derecho de alimentos en el ámbito penal,
desafortunadamente no se cumplen en la medida esperada, pues si bien es cierto, se
mejoro notablemente la forma de aplicar justicia, todavía existen grandes obstáculos a
superar, y esto se nota claramente en cuanto a la pretensión de hacer efectivo el
derecho de alimentos en el ámbito procesal penal, pues el proceso penal guatemalteco
es sumamente garantista, y por lo mismo contiene una serie de beneficios otorgados
exclusivamente a la persona imputada de la comisión de un ilícito penal, y esto va en
función de los propósitos señalados, ello esta bien, pero, al tratarse del delito de
negación de asistencia económica, todas estas garantías y sobre todo los beneficios
aparejados, impiden el cumplimiento del mandato constitucional de alimentos, y ello no
contribuye a la paz social o a la convivencia pacifica, pues este tipo de delito, se
comete en demasía, razón por la cual se debe de modificar en la parte sustantiva y
sancionarlo de una manera mas drástica, además, en el sentido procesal penal, se
debe priorizar el derecho de alimentos y reducir siguiendo los procedimientos
establecidos en la Ley, los beneficios actuales otorgados al sindicado dentro del
proceso penal, especialmente la medida sustitutiva, esto con el fin de evitar así, mas
perdida de tiempo y obtener la satisfacción pretendida por el alimentista.
5.2.2. Garantías procesales en materia penal
El sindicado goza de las garantías establecidas en el proceso penal, y la doctrina
guatemalteca establece: “El proceso penal, sin lugar a dudas es un instrumento oficial,
36
Figueroa Sarti, Raúl, Código procesal penal, concordado y anotado, pág. XXIV.
71
para que El Estado aplique su poder sancionador, ante el cual sólo se establecen
ciertos limites denominados como garantías, que protegen al individuo del poder
represivo o arbitrario del Estado.”37
Las garantías procesales en materia penal, tienen su origen en la Constitución Política
de la República, donde se contemplan como principios, esto principios se desarrollan
como garantías procesales en el Código Procesal Penal vigente, y en atención a esto,
las garantías procesales pueden ser definidas como, medios de protección cuyo fin es
asegurar y proteger primero, al sindicado dentro del proceso penal, segundo, a la
organización judicial para la administración de justicia y por ultimo, protegen la función
del Ministerio Publico, en lo atinente a la investigación a realizar.
Las garantías procesales citadas, están reguladas en los Artículos uno al 23 del Código
Procesal Penal, pero la presente tesis, se enfoca en aquellas que otorgan la
independencia del Ministerio Público, el tratamiento como inocente, la defensa y el
debido proceso, reguladas en los Artículos ocho, 14, y 20, del Código Procesal Penal
vigente, esto sin perjuicio de la importancia de las demás garantías procesales.
El Articulo ocho citado en concordancia con el Artículo 251 de la Constitución Política
de la Republica y primero de la Ley Orgánica del Ministerio Público, le otorgan al
Ministerio Público, la garantía procesal de independencia absoluta en cuanto a el
ejercicio de la acción publica y a la forma de investigar los delitos, imponiéndole la
obligación de velar por el irrestricto cumplimiento de las leyes en el país.
Además, la investigación a realizar el Ministerio Público, debe de apegarse al principio
de objetividad, y al tenor del Artículo ocho de su Ley Orgánica, en términos generales,
el Ministerio Publico en su actuar, debé tomar en cuenta los intereses de la victima, a
quien le deberá brindar amplia asistencia y respeto, y le informara y notificara aún
cuando no se haya constituido como querellante.
37
Villalta, Ludwin, La presunción de inocencia, garantía constitucional, pág. 11.
72
La garantía procesal de independencia del Ministerio Público, en su espíritu y en
principio es favorable a la victima, pero, esta garantía procesal, en relación a su
aplicación en el proceso penal seguido por el delito de negación de asistencia
económica, se convierte en una garantía del sindicado, y la razón es simple, al ente
investigador, no le interesa realmente la pretensión del alimentista. En este punto, el
Ministerio Público al conocer el caso, realmente no tiene investigación pendiente a
realizar, pues la conducta del sindicado en si misma, acompañada de las resoluciones
judiciales respectivas, prueban plenamente la consumación del delito, lo pertinente a
seguir seria plantear la acusación inmediatamente después de dictado el auto de
procesamiento sin necesidad de agotar el plazo de la fase preparatoria en el proceso,
pues la investigación de merito ya esta realizada y documentada, mas sin embargo, lo
anterior no sucede y por consiguiente el irrestricto cumplimiento de la Ley, el tomar en
cuenta el interés de la victima, la asistencia y respeto establecido en su Ley Orgánica
no se cumplen, pues esta garantía procesal en la forma de su aplicación, vulnera el
derecho de alimentos en el ámbito penal y favorece al sindicado del delito de negación
de asistencia económica, pues el interés de la victima, a ojos del Ministerio Público lo
anterior pasa a un segundo plano, y si se obtiene en el mejor de los casos una
sentencia condenatoria, al acción civil, traducida como la pretensión de la victima, da
pie a un nuevo proceso de ejecución en el ramo civil.
La garantía procesal del tratamiento como inocente, regulada en el Artículo 14 de la
Constitución Política de Guatemala y 14 del Código Procesal Penal, versa sobre el
hecho de ser el sindicado, tratado en todo momento del proceso penal como inocente,
mientras no se pruebe lo contrario en sentencia firme.
La presunción de inocencia, es esencial en el proceso penal, y definitivamente protege
al sindicado, pero en el caso especial y particular del delito discutido, esta presunción
pierde su eficacia.
73
Lo anterior se sustenta en el hecho de ser El Estado, por medio del ente investigador,
el encargado de probar la culpabilidad de una persona señalada de haber cometido un
ilícito penal, en el caso de la negación de asistencia económica, los procesos seguidos
previamente en contra del sindicado y la conducta del mismo, prueban por parte del
Estado la materialización y consumación del delito, por lo tanto esta garantía queda sin
efecto y el proceso penal, debería gozar de celeridad procesal, toda vez el hecho
punible ya esta plenamente probado.
La defensa como garantía procesal, contiene el hecho de no poder condenar a nadie
sin antes haber sido citado, oído y vencido en juicio previo y ante juez competente, esto
regulado en el Artículo 12 de la Constitución Política de la República y el Artículo 20
del Código Procesal Penal. Aparejada con la garantía de defensa, se encuentra la
garantía del debido proceso, la cual observa, en el desarrollo de un proceso, el
cumplimiento de todos los requisitos procedimentales establecidos en la Ley, para darle
a ese marco legal eficacia y eficiencia exigida por todos los involucrados en el litigio.
En contra de la garantía de defensa, no se hace comentario alguno, pero en cuanto al
principio del debido proceso, con relación al delito de negación de asistencia
económica, se puede apreciar el hecho de su participación inconsciente en la
vulneración del derecho de alimentos, pues al observa el cumplimiento adecuado del
proceso en su totalidad, coloca en una situación de indefensión al alimentista, debido a
los beneficios concedidos al sindicado, pues el único efecto producido por estos, es
prolongar el proceso en forma innecesaria, perjudicando y agravando la situación de
necesidad del alimentista.
5.2.3. La medida sustitutiva de caución económica y el delito de negación de
asistencia económica
En el punto anterior, se explico lo pertinente a las garantías procesales en materia
penal y la forma inconciente de estas, para obstruir el eficaz cumplimiento del derecho
74
de alimentos; se menciona los beneficios concedidos al sindicado, siendo el principal el
otorgamiento de la medida sustitutiva de caución económica.
Según criterio de algunos jueces de primera instancia penal, este beneficio, la medida
sustitutiva, no puede ser negado al sindicado, pues si se hiciere, se vulnera el debido
proceso, el cual tiene carácter constitucional, pero al otorgarse la medida sustitutiva, se
vulnera un principio también de rango constitucional, como lo es el derecho de
alimentos. Con ese beneficio, el sindicado ve primero, la oportunidad de no ser
enviado a prisión, segundo, prefiere pagar una caución económica en lugar de
solventar la deuda alimenticia, tercero, el Ministerio Publico extenderá el plazo de
investigación a seis meses; la investigación notoriamente ya no tiene sentido realizarla,
pues el delito esta plenamente probado. Todos estos aspectos son acarreados por el
otorgamiento de la caución económica y utilizados en provecho del sindicado.
Si el Ministerio Publico no se pronuncia en ningún sentido, vencido el plazo legal, se
debería de aplicar con mas rigor el control judicial y de esa manera nivelar en alguna
medida en favor del agraviado el debido proceso, pero en un noventa por ciento de los
casos, no se aplica, y la justificación se atribuye al exceso de trabajo de los juzgados,
por lo tanto, también se vulnera de esta forma el derecho de alimentos.
La doctrina guatemalteca, al tratar analíticamente el tema de las medidas sustitutivas
establece:” La aplicación de una medida sustitutiva tiene su fundamento en la
procedencia de la prisión preventiva, y se dirige a paliar los efectos nocivos y
estigmatizantes de aquella prisión anticipada. Sustancialmente, pareciere que prisión
preventiva y medida sustitutiva fueren concepciones opuestas, de habida cuenta, la
prisión se origina en el interés público de asegurar con efectividad la actuación de la
Ley, y la medida surge del interés individual de libertad. No obstante, se presentan
como dos grados diversos de la actividad coercitiva que afecta la libertad del imputado,
75
pues por la prisión preventiva, se le priva de libertad al imputado, y por la medida
sustitutiva, la libertad se restringe, con la amenaza latente del encarcelamiento.”38
Acorde con la definición anterior, las medidas sustitutivas, en primer lugar son medidas
de coerción personal, y son definidas como medidas más benignas de carácter
alternativo para sustituir la prisión preventiva, siempre y cuando no exista peligro de
fuga u obstaculización de la investigación. Las medidas sustitutivas, se regulan en el
Código Procesal Penal, en el Artículo 264, con la denominación legal de Sustitución.
Las medidas sustitutivas y los propósitos del nuevo derecho procesal penal se
entremezclan y cumplen su cometido, el cual es proteger a la persona sindicada de
cometer un hecho ilícito en el caso de exclusivo de ser realmente inocente, pero, a lo
largo el presente trabajo, se estableció respecto al delito de negación de asistencia
económica, el hecho de estar debidamente probado por parte del Estado,
consecuentemente, la presunción de inocencia, ha perdido eficacia, y se determino la
falta de voluntad del obligado para prestar los alimentos exigidos, por estas razones,
suavizar la coerción del derecho penal por medio del beneficio de una medida
sustitutiva, definitivamente solo permite continuar evadiendo la responsabilidad
impuesta por la Ley al sindicado.
Las medidas sustitutivas, al tenor del Articulo 264 del Código Procesal Penal, para
poder ser decretadas, deben de cumplir con los dos requisitos esenciales, siendo estos
requisitos:
1. La no existencia del peligro de fuga por parte del imputado y,
2. Evitar la obstaculización de la averiguación de la verdad
38
Arango Escobar, Julio Eduardo, Derecho procesal penal, tomo II, págs. 122 y 123.
76
En el Código Procesal Penal guatemalteco, en el Artículo 264, elabora un listado de
delitos y les niega la posibilidad de gozar del beneficio de la medida sustitutiva; debe
de tenerse presente el efecto de la reincidencia y la habitualidad, pues si se incurre en
cualquiera de las dos figuras jurídica citadas, en cualquier delito, automáticamente el
imputado, no goza del beneficio de la medida sustitutiva, en el caso de la negación de
asistencia económica, estas figuras jurídicas casi nunca se dan, pues son pocas las
sentencias condenatorias sobre este tipo penal.
La medida sustitutiva de caución económica, afecta directamente el derecho de
alimentos, pues en lugar de pagar lo requerido y solventar la obligaron, el alimentante
se acoge al benéfico regulado en el Artículo 264, numeral séptimo del Código Procesal
Penal.
La caución económica, en sustancia y en apego de la legislación vigente en
Guatemala, consiste en un deposito de una cantidad de dinero proporcional al daño
causado, el daño causado equivale a las pensiones dejadas de pagar, y es hace
efectivo en la Tesorería del Organismo Judicial, cantidad depositada a nombre del
imputado, y nunca a nombre del alimentista.
El resultado obtenido a favor del imputado, con el hecho de exigir la caución
económica, es la orden de libertad restringida de la persona imputada, evitando así y
en cumplimiento del debido proceso, la prisión preventiva. Con esa orden de libertad,
se retrasa aún más el pago de lo requerido por el agraviado.
5.2.4. Tramitación del delito de negación de asistencia económica en el proceso
penal guatemalteco
La necesidad alimenticia, exigida y demostrada por el alimentista o mejor aún por el
agraviado, a lo largo del proceso oral de fijación de pensión alimenticia y luego el
proceso de ejecución de la sentencia o convenio respectivo, ingresa al ámbito del
77
derecho penal, en el momento de certificar lo conducente al ramo penal en contra del
obligado a prestar los alimentos exigidos, previo el requerimiento legal de pago por
parte del órgano contralor de familia y el obligado se ha negado a cumplir con lo
requerido.
La certificación de lo conducente al ramo penal por parte del Juzgado de Familia, tiene
su asidero legal en lo preceptuado para el efecto en el delito de negación de asistencia
económica, donde se indica: Quien, estando obligado legalmente a prestar alimentos,
en virtud de sentencia firme o convenio que conste en documento público o auténtico,
se negare a cumplir con tal obligación después de ser legalmente requerido, será
sancionado con prisión de seis meses a dos años, salvo que probare no tener
posibilidades económicas para el cumplimiento de su obligación. El autor no quedara
eximido de responsabilidad penal, por el hecho de que otra persona los hubiere
prestado. Y en la denuncia obligatoria regulada en el Artículo 298, numeral primero,
del Código Procesal Penal.
Esta certificación de lo conducente al ramo penal, equivale al acto introductorio,
definido como, el primer acto del procedimiento penal, por el cual se da inicio a la
persecución penal; por lo tanto la certificación de lo conducente, al tenor de los
Artículos 242 del Código Penal y 298 del Código Procesal Penal, equivale
jurídicamente a la presentación de la denuncia por la comisión de un delito de acción
publica.
El Juzgado de Familia, al certificar lo conducente, remite el expediente al Centro
Administrativo de Gestión Penal, y se designe allí el Juzgado de Primera Instancia
Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente competente para conocer el asunto
en particular. El procedimiento de remisión del expediente descrito, opera en esa
forma en lo que respecta al municipio de Guatemala, pues en otros municipios, se
remite el expediente directamente al Ministerio Publico.
78
El Ministerio Publico, conocerá el caso concreto a través de la Fiscalía de la Mujer, la
cual como parte de su actividad investigativa, inicia las actuaciones citando a las partes
a una audiencia de carácter conciliatorio.
Dicha audiencia, es notificada al sindicado, y en la mayoría de veces el sindicado hace
caso o miso de la diligencia judicial y no se presenta. Generalmente la Fiscalía de la
Mujer, le notifica la audiencia al sindicado más de dos veces.
El Ministerio Publico, al intentar realizar la audiencia conciliatoria mencionada, incurre
en realidad en un segundo requerimiento de pago, y esto produce dos errores
importantes, siendo estos:
1) En cuanto a la pretensión del agraviado, el error estriba en la perdida de
tiempo para satisfacer la necesidad de alimentos, pues esta se debe de
resolverse lo antes posible, y en consecuencia, el tiempo utilizado para
notificar al sindicado mas de dos veces, en lugar de proceder con la solicitud
de la orden de aprehensión del sindicado ante el órgano contralor, solo retrasa
esa satisfacción, pues en términos generales, en la mayoría de casos, no se
llega a ningún acuerdo en esa audiencia.
2) La audiencia conciliatoria, como primer acto de investigación por parte del
Ministerio Publico, no se encuentra regulada en el ordenamiento jurídico
procesal penal vigente, ni se encuentra contenida en la Ley Orgánica del
Ministerio Publico, por lo cual es ilegal. Y si bien es cierto, el ente investigador
tiene libertad de realizar todo tipo de diligencias para la averiguación de la
verdad, esa libertad no debería violar las garantías procesales establecidas en
el Código Procesal Penal, esto se sustenta en virtud del Artículo tercero del
Código Procesal Penal, donde establece la garantía procesal penal de
imperatividad, consistente en la no variabilidad de las formas del proceso, ni
las de sus diligencias o incidencias, consecuentemente, esta audiencia al no
79
estar dentro del ordenamiento jurídico, viola la imperatividad del proceso penal
y al mismo tiempo la garantía procesal del debido proceso, afectando el
principio de celeridad procesal establecido por el debido proceso y obviamente
retrasa la satisfacción del derecho de alimentos.
Concluida la conciliación sin fruto positivo, el Ministerio Publico, solicita al Juez de
Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente correspondiente,
la orden de aprehensión en contra del sindicado.
Girada la orden de aprehensión, ésta será ejecutada por la Policía Nacional Civil, y
pondrá al sindicado luego de su captura, a disposición de juez competente. Cumplido el
paso anterior, el sindicado deberá prestar su declaración, y no se deben de violar las
garantías de defensa, el debido proceso, el principio de audiencia y demás garantías
procesales otorgadas a la persona imputada, debe de satisfacer también los requisitos
legales del Artículo 81 del Código Procesal Penal, y el Articulo nueve de la
Constitución Política de la Republica, todo ello con el objeto de obtener una declaración
apegada a la Ley.
Luego de haber escuchado al sindicado, el juez contralor, procederá a determinar la
situación jurídica de la persona imputada, y para el efecto, puede ordenar la prisión
preventiva mediante un auto, cuando determine la existencia de un hecho ilícito y
existan motivos racionales suficientes para creer que el sindicado cometió o participo
en el mismo.
Ahora bien, el delito de negación de asistencia económica, goza de una calidad de
delito de menor gravedad o importancia, no se encuentra dentro del listado de delitos
carentes del beneficio de la medida sustitutiva del Código Procesal Penal, por lo tanto
el juez, de oficio o como generalmente sucede, a petición de parte, decreta en lugar de
la prisión preventiva, una medida sustitutiva, casi siempre es la caución económica. El
sindicado, con esta medida logra su objetivo, y como mínimo, tiene seis meses para
80
seguir retrasando el cumplimiento de la obligación alimenticia. La observación del
plazo mínimo de seis meses, es un plazo a favor del sindicado, y atiende a la espera
del vencimiento del plazo realizada por el Ministerio Publico, para pronunciarse en
algún sentido.
Inmediatamente después de dictado el auto de prisión o la medida sustitutiva, el juez
contralor de la investigación, emitirá el auto de procesamiento en contra de la persona
sindicada, y así poder ligarla al proceso.
El agraviado, a pesar de ser el delito de acción publica de oficio, se ve en la situación
de estar insistiendo en la fiscalía respectiva, para evitar el abandono del proceso, y
luego de esperar los seis meses como mínimo de la investigación, debe seguir
insistiendo para darle continuidad al proceso.
Vencido el plazo de investigación, el Ministerio Publico, formula la acusación respectiva
y solicita la apertura del juicio, por considerar la existencia de elementos suficientes
para el enjuiciamiento publico del imputado, y el Juez de Primera Instancia Penal, luego
de cumplir con el procedimiento de la etapa intermedia, y si considera en su
evaluación, decretara la apertura a juicio oral y publico; al dictar el auto de apertura a
juicio, el juez contralor, citara a las partes con participación definitiva y al Ministerio
Publico, para su comparecencia a juicio dentro del plazo de 10 días, ante el Tribunal de
Sentencia Penal asignado, así mismo, remitirá las actuaciones pertinentes a la sede del
Tribunal de Sentencia Penal.
Al remitirse las actuaciones al Tribunal de Sentencia Penal, se inicia la fase procesal
denominada juicio, la cual es definida como, la etapa plena y primordial del proceso
penal, en la cual se comprobaran y valoraran los hechos, y es donde se produce el
encuentro personal de los sujetos procesales y de los órganos de prueba, teniendo
esta etapa, como fin primordial, la resolución definitiva del conflicto penal, mediante el
pronunciamiento de una sentencia.
81
El Tribunal de Sentencia Penal, al conocer el caso concreto, agota el procedimiento
establecido en la Ley procesal en cuanto a la preparación del debate, y fija día, hora y
lugar para la iniciación del debate oral y público. El debate, es un acto procesal, de
carácter público, realizado de manera oral, moderado por un cuerpo colegiado y su
función es la confrontación de distintas posturas sobre hechos, pruebas, normas y
valorizaciones, todo ello con el objeto de determinar la verdad.
Al dar inicio el debate oral y público, El Tribunal de Sentencia, cumple con todos y cada
uno de los pasos de la Ley procesal, y poder deliberar en forma secreta, la valorización
de la prueba, de conformidad con el sistema de la sana critica razonada y con ese
fundamento emitir la sentencia. La sentencia, se puede decretar en dos sentidos
totalmente distintos, es decir puede condenar o absolver a la persona sujeta al proceso
penal, esto en consecuencia a la valorización de la prueba.
La sentencia absolutoria, dejara libre de todo cargo a la persona, en el caso del delito
de negación de asistencia económica, seria una situación extrema y saturada de
anomalías, pues el seguir un proceso penal hasta el punto de la sentencia, en contra
de alguien no obligado a prestar alimentos, seria la única forma de obtener una
sentencia absolutoria en esta caso.
Por otro lado, esta sentencia condenatoria, la cual fija la pena a cumplir, la suspensión
condicional de la pena, y se manifestara en cuanto a la pretensión civil, si esta fue
mantenida por el agraviado hasta en momento de dictar la sentencia respectiva. Esta
sentencia condenatoria, de cada 100 procesos penales por el delito de negación de
asistencia económica, solo entre ocho y 12 procesos llegan a ese punto, y esto no es
por haber satisfecho la necesidad de alimentos o haber transado la pretensión, lo
sucedido en realidad es el abandono del proceso por parte del agraviado, quien ha
sufrido, un desgate moral y económico, y prefiere abandonar su pretensión y procurar
satisfacer sus necesidades buscando otros medios para subsistir.
82
La sentencia condenatoria, en el delito de negación de asistencia económica, en los
pocos casos donde se llega hasta ese punto, debería dar por terminado el conflicto
penal, pero esto no siempre opera en ese sentido, pues en determinado momento la
sentencia dictada, a causa del ordenamiento jurídico sustantivo y procesal vigente en
materia penal, pierde eficacia, y esto deviene por parte del condenado en la
continuación en el incumplimieto del derecho de alimentos exigido.
El hecho de perder eficacia la sentencia, y el de continuar incumpliendo el derecho de
alimentos el condenado, se enfoca desde dos puntos de vista, los cuales son:
1.- El Articulo 242 del Código Penal, establece en lo conducente: … será sancionado
con prisión de seis meses a dos años, salvo que probare no tener posibilidades
económicas para el cumplimiento de su obligación.
Esta excepción, claramente favorece al acusado, pues al argumentar en forma
adecuada y hábil, el hecho de no tiene un trabajo de donde obtenga los medios o
recursos económicos necesarios para cumplir, y carece de bienes muebles e
inmuebles susceptibles de ser gravados o anotados a favor del agraviado, o demuestra
ser una persona totalmente dependiente de otra para su subsistencia, el Tribunal de
Sentencia, luego de todo el proceso penal, lo eximirá de cumplir con la sanción penal
impuesta por la Ley.
En cuanto a la pretensión, la sentencia se pronuncia en el sentido del pago como
acción civil y en concepto de responsabilidades civiles derivadas del delito, las cuales
deberán ser ejecutadas por parte del agraviado en un nuevo proceso, en el ámbito civil,
es decir, el agraviado deberá iniciar un proceso de ejecución, tomando ahora como
titulo ejecutivo la sentencia dictada en el proceso penal, y esto da inicio a un cuarto
proceso, en el cual se mantiene la pretensión de satisfacer la obligación alimenticia.
83
La excepción tratada, fomenta la irresponsabilidad, negligencia y holgazanería del
obligado, toda vez le permite al condenado, hacer uso de las armas legales para de
alguna manera, seguir causando daño al agraviado, aún, en una sentencia penal, pues
el cumplimiento de la obligación de alimentos seguirá en una espera indefinida.
Esta excepción, se debe de aplicar única y exclusivamente en aquellos casos de
carácter extraordinarios, donde el obligado a prestar los alimentos, se encuentre en una
situación de tal gravedad, y se vea imposibilitado físicamente de realizar cualquier
actividad o trabajo para obtener su propio sustento, pues en caso contrario, toda
persona esta en capacidad de generar ingresos mínimos con la ejecución de cualquier
trabajo y con el, paliar en alguna medida el cumplimiento de la obligación alimenticia.
2.- Por la falta de gravedad del delito de negación de asistencia económica en la
legislación penal vigente, la pena a imponer por parte del Tribunal de Sentencia, se
sujeta al goce del beneficio de la conmuta, si el condenado cumple con los requisitos
legales del Código Penal. Además, el Código Procesal Penal, establece en cuanto a la
conmuta, el deber por parte del juez de ejecución, en caso de conmuta de pena, de
asegurar el cumplimiento de las costas procesales por medio de fianza u otras
garantías.
Conforme a lo anterior, para gozar del beneficio de la conmutación de la pena, no es
requisito fundamental, el cumplimiento o pago de la pretensión civil, pues lo único
asegurado por el Juez de Ejecución es, garantizar es el pago de las costas procesales.
La situación descrita, afecta el derecho de alimentos exigido, pues en ocasión de no
existir obligación de pagar y garantizar los alimentos, previo a la conmuta de la pena,
el obligado continua perjudicando en forma legal al alimentista, quien deberá recurrir al
ramo civil para hacer o tratar de hacer cumplir lo decretado en la sentencia penal en
cuanto a la acción civil y responsabilidades civiles derivadas del delito de negación de
asistencia económica.
84
CAPITULO VI
6. Las razones jurídicas y sociales por las cuales se debe exigir el cumplimiento
de las garantías contempladas en el Código Civil guatemalteco, al procesado por
el delito de negación de asistencia económica
El presente trabajo de tesis, ha expuesto las distintas formas legales de vulnerar el
derecho de alimentos, sea en forma conciente, como lo seria la conducta del
alimentante o en forma inconciente, esto en el caso de la forma de aplicabilidad de
ciertas normas o garantías vigentes en el ordenamiento jurídico guatemalteco.
El Código Civil guatemalteco, como fuente principal por supletoriedad del derecho de
familia, regula en el campo del derecho de alimentos, la necesidad de garantizar el
cumplimiento de la obligación alimenticia, cuando a existido litigio promovido por parte
del alimentista para poder hacer efectivo los alimentos.
El Artículo 292 del Código Civil guatemalteco, establece: Obligación de garantía. La
persona obligada a dar alimentos contra la cual haya habido necesidad de promover
juicio para obtenerlos, deberá garantizar suficientemente la cumplida prestación de
ellos con hipoteca, si tuviere bienes hipotecables, o con fianza u otras seguridades, a
juicio del juez. En este caso, el alimentista tendrá derecho a que sean anotados bienes
suficientes del obligado a prestar los alimentos, mientras no los haya garantizado.
Concordando el párrafo anterior, el derecho es la facultad inherente a todo ser humano
para exigir o defender sus intereses, esto como consecuencia del derecho subjetivo, y
también en el mismo sentido, todo ser humano esta obligado a cumplir con las
disposiciones jurídicas establecidas en cada sociedad, como un sistema protector y
armonizador del delicado ámbito de relaciones jurídico personales, limita los actos de
las personas que integran una sociedad, con el objetivo de obtener una convivencia
social, pacifica y justa para cada uno de ellos.
85
Concatenado con lo expuesto, si una persona incumple con las disposiciones legales
establecidas dentro de una determinada sociedad, será obligado mediante diferentes
mecanismos a cumplir lo dispuesto por la Ley y de ser el caso, a responda por los
daños causados por su conducta en detrimento o perjuicio tanto de la sociedad como
en favor de la persona afectada en forma directa; relacionando lo escrito en el
presente párrafo, ese seria el ideal buscando en el momento de ser consumado el
delito de negación de asistencia económica, es decir, obtener con la certeza jurídica
que ostenta el derecho, la satisfacción del derecho de alimentos.
La Constitución Política de la Republica de Guatemala, en su parte dogmática
contempla, en el Artículo primero, segundo y 47, la protección integral que el Estado
debe de garantizar en forma obligada a todos y cada uno de los integrantes de la
familia.
Ésta protección integral, es la afectada por la comisión del ilícito penal citado, por lo
cual se debe de procurara al tenor de las disposiciones constitucionales cumplir por
parte del Estado con esa protección.
La obligación de alimentos, va en función de asegurar el normal desarrollo de vida de
una persona dentro de la sociedad, y por lo mismo, El Estado, debe de intervenir para
proteger al alimentista forzando al alimentante, primero a cumplir con la obligación y
segundo, compelerlo a garantizar los alimentos futuros hasta el limite determinado en la
Ley.
El Artículo 292 del Código Civil guatemalteco, al analizarse e interpretarse
adecuadamente, se pudo establecer, primero, la obligación alimenticia, es un deber
jurídico impuesto por que la Ley a determinada persona para proporcionarlos a otra,
cubriendo o sufragando los gastos necesarios para una vida decorosa y suficientes
para cubrir las necesidades básicas; segundo, esa prestación alimenticia, debe de
estar garantizada, y para el efecto, el mismo Artículo establece el tipo de garantía a
86
prestar. Esta garantía, regulada en el Código Civil se debe de exigir al procesado por el
delito de negación de asistencia económica previo a recuperar su libertad por
cualquiera de las formas explicadas con anterioridad.
Las garantías normadas en el Código Civil en materia de alimentos, son la Hipoteca y
la Fianza, dejando abierto a criterio del juez, la posibilidad de aceptar otro tipo de
garantía, la cual debe de reunir las características necesarias para satisfacer el fin real
de asegurar en forma efectiva, el cumplimiento futuro de la obligación de alimentos.
6.1. La obligación de alimentos y las garantías civiles
Lo atinente a la obligación de alimentos, ya ha sido discutido ampliamente, pero en
cuanto a las garantías civiles, protectoras de dicha obligación, se hace necesario
establecer ciertas consideraciones de carácter general.
La doctrina, acepta diversas definiciones del concepto garantía, y estas se pueden
acoplar perfectamente a las garantías civiles, en el presente trabajo, aquellas garantías
cuyo objeto es buscar el cumplimiento del derecho de alimentos, en ese sentido, la
primera definición de garantía en sentido amplio establece:
“La garantía, es creada para proteger el interés legitimo del acreedor, cuando la actitud
y el actuar o no actuar del deudor, no se adecuan al cumplimiento previsto, esperado y
adecuado.”39
Otra definición establece: “La garantía, es técnicamente una facultad o un derecho que
se yuxtapone o añade al crédito para asegurar su satisfacción. Ese nuevo derecho o
facultad, queda subordinado al crédito, que funciona como derecho principal, en una
39
Brañas, Alfonso, Ob. Cit; pág. 443.
87
relación de accesoriedad, de allí, que se dice que la garantía es un derecho
accesorio.”40
Las garantías civiles, en la doctrina, tienen diversidad de clasificaciones, pero la más
aceptada en el medio jurídico, es la clasificación donde se divide a las garantías en dos
campos totalmente distintos, garantías personales y garantías reales.
Las garantías personales, se pueden definir según la corriente seguida por la doctrina
guatemalteca como: “Aquella por la cual una persona responde del cumplimiento de la
obligación que contrajo, con todos sus bienes presentes y futuros, pero sin afectar
ninguno de ellos en forma expresa, a tal fin, y, generalmente, sin necesidad de
manifestar que todos sus bienes responden al cumplimiento de la obligación. “41 Las
garantías personales, a atribuyen al acreedor o en su caso al alimentista, una facultad
o derecho personal dirigida no hacia una cosa concreta o determinada, sino hacia el
patrimonio del deudor o alimentante, o en el caso de no existir patrimonio, se puede
dirigir esta facultad hacia el patrimonio de un tercero, siempre y cuando haya sido
expresa la aceptación del tercero, de responder en caso de incumplimieto del deudor,
verbigracia, la fianza.
Por su parte, las garantías reales, bajo el ojo analítico de la doctrina, son definidas
como:” Aquellas garantías en las cuales se concede al acreedor un poder jurídico que
recae sobre cosas concretas y determinadas. Se trata de un poder que goza de la
protección especifica de los derechos reales, es decir la inmediatividad y la oponibilidad
erga omnes. Este poder, consiste en la posibilidad de aprehensión de la cosa, a través
de los órganos del Estado, para enajenarla forzosamente y dedicar el producto
obtenido a verificar el pago. Verbigracia la hipoteca y la prenda.”42
40
Aguilar Guerra, Vladimir Osmán, Ob. Cit; pág. 269.
41
Brañas, Alfonso, Ob. Cit; pág. 343
42
Aguilar Guerra, Vladimir Osmán, Ob. Cit; pág. 271.
88
Con las definiciones doctrinarias anteriores, y conociendo desde el punto de vista civil,
el significado del termino garantía de carácter personal, como la fianza y garantía de
carácter real, tal el caso de la hipoteca, se puede determinar en cuanto a la obligación
de alimentos conocida en el ramo penal, al punto de dictar sentencia, a consecuencia
de la negativa de pago por parte del obligado, cuando oportunamente le fue requerido,
y éste, durante el lapso del proceso penal seguido en su contra, no promovió algún
mecanismo legal para poner fin a la situación de necesidad del agraviado y
consecuentemente terminar el proceso penal en cualquier momento, y de esa manera
solventar su propia situación jurídica. A cambio de ello, el obligado, exigió el
cumplimiento de las garantías procesales en materia penal e hizo uso de los beneficios
legales, verbigracia, la medida sustitutiva, y ahora, luego de todo el proceso penal, el
obligado se encuentra frente a una sentencia condenatoria, la cual puede evadir al
utilizar las normas jurídicas establecidas con el espíritu contrario a la intención nefasta
de ser eximido de la sanción penal, al probar en forma fraudulenta y hábil el obligado
no tener medios propios para cumplir con la obligación alimenticia a pesar de
encontrarse en capacidad física y mental para generar recursos, o en su caso solicite
se le conmute la pena, ambas acciones, demuestran la conducta de una persona
totalmente despreocupada por las consecuencias legales y morales que sufrirá el
alimentista.
Es evidente por lo anterior, el hecho de ser necesario se exija al condenado por el
delito de negación de asistencia económica, a pesar de poder en determinado
momento en la sentencia, obtener el eximente de la sanción penal o la conmuta, la o
las garantías suficientes para la satisfacción del derecho de alimentos, y esto previo a
recuperar su libertad, pues en caso contrario, El Estado, por medio del sistema de
administración de justicia actual, y de manera inconciente, lejos de cumplir con la
función protectora impuesta por la carta magna, continua dejando al alimentista en una
situación de necesidad y de indefensión jurídica, y permite claramente la burla del
sistema judicial por parte de la persona procesada.
89
6.1.1. La garantía real de hipoteca
Esta garantía pertenece al campo de los derechos reales de garantía, y persigue
asegurar el cumplimiento de una obligación, recayendo la misma sobre bienes
inmuebles, esto lo regula el Artículo 822 del Código Civil guatemalteco.
La doctrina, define a la hipoteca como: “Un derecho real, sin implicar traslado de
posesión a persona distinta del dueño, asegura a su titular, el cobro de cierta cantidad,
autorizándole para que pueda promover la venta de la cosa sobre la que recae (bien
inmueble), y para que la parte necesaria del precio obtenido, se destine a pagarle.” 43
La legislación guatemalteca, en el articulado pertinente, coincide con la doctrina, y
establece en el mismo sentido las características propias de la hipoteca, las cuales son:
1) La hipoteca es un derecho real
2) Es un derecho de garantía, grava un bien inmueble
1) La hipoteca, es un derecho accesorio
2) La hipoteca, es indivisible
Doctrinariamente, la hipoteca, tiene varias clasificaciones, y la garantía hipotecaria,
tratada en el presente trabajo de tesis, la pretende hacer valer, atiende a su origen
intrínsico, y por ello define como: “No es una hipoteca de carácter voluntario, ya que
esta nace de un negocio jurídico, sino que se busca una garantía hipotecaria de origen
legal, que es aquella que está establecida por la Ley, bajo determinados requisitos.”44
43
Flores Juárez, Juan F., Los derechos reales, en nuestra legislación, pág. 182.
44
Ibíd, pág. 188.
90
Agotando los aspectos doctrinarios en cuanto a definir la garantía real de hipoteca, es
oportuno señalar lo establecido por el Código Civil respecto a la hipoteca.
Ese cuerpo legal, estima la función de la hipoteca como el medio de garantizar el
cumplimiento de una obligación, asegurando el pago íntegro al acreedor o alimentista,
pero además de ello, el acreedor, posee la potestad, en caso la finca hipotecada, se
perdiera por cualquier causa o disminuyera su valor, el exigir se mejore la garantía
hasta hacerla suficiente para la satisfacción del crédito o la obligación de alimentos
tratada.
Para obtener la eficacia y plena validez de esta garantía, se debe hacer constar en
escritura pública y consiguientemente se debe presentar el testimonio respectivo al
Registro General de la Propiedad, a fin de ser anotada la garantía hipotecaria sobre el
bien inmueble y en el registro respectivo.
6.1.2. La garantía personal de fianza
Doctrinariamente, las garantías personales, son aquellas por las cuales una persona
responde del cumplimiento de la obligación contraída, con todos sus bienes presentes
y futuros, pero sin afectar ninguno de ellos en forma expresa, a tal fin, y, generalmente,
sin necesidad de manifestar que todos sus bienes responden al cumplimiento de la
obligación.
En Guatemala, se entiende por fianza: “A un tipo especial de garantía, que se produce
cuando un tercero, se compromete a ejecutar la prestación debida por el deudor al
acreedor. El fiador, garantiza el cumplimiento de la obligación ajena, obligándose
personalmente respecto del acreedor. Por tanto se deduce, que el fiador, es un
verdadero obligado al pago, aunque sea en garantía de una deuda ajena.”45
45
Aguilar Guerra, Vladimir Osmán, Ob. Cit; pág. 287.
91
La doctrina, propone varias clasificaciones de fianza, pero la más aceptada es la
clasificación donde se divide a la fianza en tres sentidos diferentes, los cuales son:
1. Fianza convencional, la que se constituye por medio de un negocio jurídico.
2. Fianza legal, recae directamente sobre el deudor, respecto de quien la fianza es
necesaria.
3. Fianza judicial, se da por virtud de resolución judicial, y es la utilizada por
jueces y tribunales, para exigir del deudor, la constitución de una fianza.46
La legislación guatemalteca, respecto de la fianza, establece aparte de la definición en
si, el aspecto de constar por escrito; el fiador es únicamente responsable por lo
expresamente comprometido, e importante, el fiador puede limitar su responsabilidad,
constituyendo en el contrato de fianza, prenda o hipoteca y la obligación del fiador,
pasa en caso de muerte de éste, a los herederos en proporción a lo heredado, todo
esto lo regula el Código Civil, en los Artículos 2100 hasta el 2120.
El requisito de prestar garantía suficiente, en el delito de negación de asistencia
económica, solo se regula legalmente cuando el procesado, no hubiera hecho uso de
los medios disponibles para evitar el cumplimiento de la sanción penal dictada en su
contra en la sentencia de mérito.
Lo anterior está regulado en el Artículo 245 del Código Penal, el cual se refiere al
eximente por cumplimiento, y en lo conducente estipula: quien pagare los alimentos
debidos, y garantizare suficientemente conforme a la Ley el ulterior cumplimiento de
sus obligaciones, quedará exento de sanción.
46
Ibíd, pág. 289.
92
Con respecto al último Artículo citado, la doctrina penal guatemalteca, expresa lo
siguiente: “Cuando el obligado paga la cantidad que ha sido motivo de la llamada
negación, y garantiza suficientemente a criterio del juez de familia, ya que al indicarse,
conforme a la ley, aparece una alusión a la Ley civil, entonces el sujeto activo del
hecho queda exento de sanción, ésta es una especial excusa absolutoria señalada por
haberse obtenido el fin perseguido, o sea, el pago de los alimentos.”47
La cita antecedente, confirma la necesidad de exigir al procesado por el delito de
negación de asistencia económica, una garantía real o personal suficiente en el caso
de existir una sentencia condenatoria, para poder obtener así, la eficacia requerida por
el derecho de alimentos, además, la coerción del derecho penal es cumpliría y ceñiría
con apego a la Ley, al sujeto activo del delito en cuestión, y por otro lado, El Estado,
evitara la burla del sistema judicial y desarrollara el mandato constitucional de proteger
el derecho de alimentos.
Con las razones jurídicas expuestas en el presente trabajo, se llega al entendido de la
urgencia de proteger al alimentista, cuando el derecho de alimentos ha ingresado y se
procurando hacer valer, en el ámbito del derecho penal guatemalteco. Es evidentes en
cuanto al análisis jurídico realizado, tanto de la norma civil y penal de carácter
sustantivo, como de las normas procesales penales, y la forma de su aplicación
consecuencia del ordenamiento jurídico vigente, sea en forma directa o indirecta,
vulneran el derecho de alimentos, en virtud de conducir al alimentista por una senda
jurídica extremadamente complicada y por ende desgastante, y al final del proceso
penal, tenga el alimentista la necesidad de iniciar un nuevo proceso de orden civil, para
seguir intentando hacer valer el derecho de alimentos, todo esto, deviene en falta de
certeza y seguridad jurídica para la sociedad guatemalteca en general.
47
De Mata Vela, José Francisco Ob. Cit; pág. 490.
93
Sobre la falta de certeza y de seguridad jurídica mencionada, la exposición de motivos
del Código Civil vigente, hace una referencia y expone: “Que las disposiciones civiles
de carácter sustantivo, en cuanto al derecho de alimentos, son suficientes para lograr la
finalidad que persiguen. Pero, lo que ha hecho fallar el derecho del alimentista es el
procedimiento que hace ilusoria la acción de la justicia, admitiendo recursos y
moratorias que emplea el obligado cuando se propone eludir el cumplimiento de este
sagrado deber.”48
Concluyendo con las razones jurídicas para exigir la protección del alimentista,
cuando su pretensión se encuentra en el ámbito penal, se puede señalar: El proceso
penal se desarrolla en un marco garantista para el supuesto delincuente, lo cual resulta
positivo para evitar cualquier arbitrariedad en contra de su persona. Sin embargo, la
víctima, entiéndase el alimentista, también puede ser objeto de arbitrariedades por
parte del Estado, pero para ella casi no hay garantía de protección.
La solución para que El Estado pueda cumplir con su misión protectora de la familia,
específicamente con el derecho de alimentos, cuando se comete el delito de negación
de asistencia económica, no consiste únicamente en crear mediante el proceso
legislativo, un ordenamiento jurídico penal más severo, sino también se debe de educar
y orientar a la sociedad, en el sentido de crear programas permanentes tanto en el área
urbana como en el interior del país, para brindar a los integrantes de cada familia, en
forma individual o idealmente a las familias completas, los valores, principios y
responsabilidades, estas ultimas tanto de origen moral, como de origen jurídico social,
para formar o mantener a una familia, también debe difundir la forma adecuada de trato
entre los miembros de la misma y la manera idónea y no litigiosa de resolver los
problemas cotidianos enfrentados como unidad básica de la sociedad.
Recapitulando el contenido del presente trabajo, el alimentista, se ve afectado en su
derecho constitucional de alimentos, tanto por el actual sistema jurídico penal y
48
Exposición de motivos del Código Civil de Guatemala, pág. 41.
94
procesal penal y a ello se suma la falta de programas de naturaleza moral y social, lo
cual produce desconfianza, falta de certeza y seguridad jurídica y ello hace imposible
con el actual ordenamiento legal el poder dar una solución eficaz, pronta y coherente a
este problema jurídico social.
Dentro de los aspectos sociales y culturales generadores del problema jurídico tratado,
en orden de importancia se ubica al machismo, el cual desafortunadamente en
Guatemala se encuentra profundamente enraizado, esta afirmación, produce un efecto
más grave y devastador al derecho de alimentos en comparación con el mismo sistema
de administración de justicia.
El machismo, es un aspecto presente en todo nivel social y económico de nuestra
sociedad, se marca en distintos grados, y esto se puede observar, sea en forma
directa, verbigracia la sumisión absoluta de la mujer a la voluntad antojadiza del
hombre o en forma indirecta, como lo ejemplificaría con la conducta del hombre, al
rehusar hacer o aceptar las ideas, propuestas o solicitudes hechas por la mujer, pues
por su misma calidad de hombre, no acepta ni tolera por decirlo de alguna manera, la
intromisión de una mujer en sus actividades u obligaciones, y menos el hecho
impositivo de determinadas condiciones o exigencias, tal el caso, el cumplimiento de la
obligación alimenticia, pues ello afectaría su imagen de hombre ante una sociedad
eminentemente machista.
Las razones sociales, para exigir una garantía al procesado por el delito de negación
de asistencia económica, básicamente se centra en el aspecto cultural del machismo,
pues evidentemente, produce una serie de repercusiones de carácter económico en
detrimento o afectando directamente el bolsillo del alimentista, quien se ve en la
necesidad de invertir en la mayoría de casos, una cantidad de dinero no disponible en
la mayoría de los casos, y esto frecuentemente incide en no poder satisfacer la
necesidad de alimentos, y tampoco puede solventar los gastos del proceso penal,
recurriendo generalmente el alimentista al endeudamiento, comprometiéndose a saldar
95
la deuda, con una parte del pago pretendido con el cumplimiento de la obligación
alimenticia o la ejecución de la garantía prestada en su beneficio, esta promesa casi
siempre se satisface no por el cumplimiento de la obligación alimenticia, sino por el
hecho de buscar otras fuentes el alimentista, para poder cumplir con el crédito .
Por otro lado, el delito de negación de asistencia económica, en nuestra sociedad,
alcanza niveles de perpetración mayores a los reflejados en las estadísticas jurídicas y
sociales, pues por temor y a consecuencia del machismo, muchos casos no son
conocidos por el sistema de justicia, el cual de por si, carece de credibilidad en este
aspecto ante la sociedad.
El abandono de la pretensión de exigir el cumplimiento de la obligación alimenticia, se
da por lo general en dos momentos diferentes, el primer momento, cuando se requiere
de pago al obligado y este se niega a cumplir, y por no haber garantía a ejecutar, el
alimentista abandona la acción; el segundo momento, cuando, dentro del proceso
penal, el sindicado obtiene su libertad al hacer uso de los beneficios establecidos en la
Ley, es decir, el otorgamiento de la caución económica, pues el alimentista se queda
en una espera indefinida en cuanto a poder solventar la necesidad de alimentos.
Si, El Estado tomara en cuenta el alarmante numero de veces en que se incurre en el
delito de negación de asistencia económica, y observa las vicisitudes jurídicas
expuestas, por las que atraviesa el alimentista, y le suma los aspectos sociales y
económicos brevemente relacionados, tendría las bases para mejorar el sistema
jurídico en materia de alimentos, especialmente las normas de carácter sustantivo y
procesal de orden penal, y con ello, cumpliría con el fomento de la convivencia social
en paz y armonía.
96
CONCLUSIONES
1. La denominada obligación de prestar alimentos entre parientes, tiene como sustento
el principio universal de solidaridad humana, el cual impone la obligación de auxiliar
o ayudar al necesitado, por eso, El Estado debe de intervenir y cumplir con ese
principio, para poder así proteger al alimentista, forzando al alimentante a cumplir
con la obligación de prestar alimentos.
2. El derecho de alimentos, en la legislación guatemalteca actual, para poder ser
satisfecho, debe de seguir cuatro vías procesales, tres son de orden civil y una de
orden penal, por ello en su orden lógico de promoción son: uno, el juicio oral de
fijación de pensión alimenticia; dos, el proceso de ejecución o la ejecución en la vía
de apremio; tres, el proceso penal y cuatro, un proceso civil de ejecución.
3. La medida sustitutiva, la sanción del delito discutido, la excepción sustantiva
eximente de la sanción y el beneficio de la conmuta de la pena, vulneran el derecho
de alimentos, en el campo del derecho penal y procesal penal, en virtud de ser el
proceso penal guatemalteco, demasiado garantista, protege al sindicado y deja en
situación de indefensión al alimentista, fomentado la irresponsabilidad del obligado.
4. Las garantías de hipoteca y fianza, se deben de exigir al condenado en sentencia
penal por el delito de negación de asistencia económica, previo a recuperar este su
libertad, pues la sentencia sanciona la conducta ilícita del obligado a dar los
alimentos y no responde a la pretensión de satisfacer las necesidades alimenticias,
las cuales serian cubiertas con la ejecución de dichas garantías.
5. El machismo, causa mucho mas daño al derecho de alimentos, por ser un aspecto
profundamente arraigado en la sociedad guatemalteca, en comparación con las
normas jurídicas encargadas de regular la institución de los alimentos. Ese daño
responde al efecto sicológico ejercido por el hombre en su entorno familiar y social.
97
98
RECOMENDACIONES
1. El Estado, por medio del poder legislativo, debe de realizar los estudios y análisis
jurídicos sociales pertinentes, a efecto de crear conforme a la realidad nacional, un
Código de Derecho de Familia, otorgándole así autonomía a esta rama del derecho,
y poder ser capaz de resolver mediante normas y procedimientos específicos, los
conflictos generados en el entorno familiar, especialmente el derecho de alimentos.
2. El Estado, debe de implementar mecanismos de control efectivos e imponer
sanciones drásticas a los funcionarios públicos que retrasen por cualquier causa no
justificada, el normal desarrollo de los distintos procesos promovidos en función de
satisfacer la necesidad de alimentos, estos controles, deben ser de carácter
administrativo y deben aparejar sanciones pecuniarias fuertes.
3. Se debe de promover ante el Organismo Legislativo, la reforma de del Artículo 264
Bis, del Código Procesal Penal, en el sentido de negar la medida sustitutiva al delito
de negación de asistencia económica, y en igual forma, modificar el Artículo 242 del
Código Penal, para aumentar la sanción del delito y la excepción contenida en ese
Artículo, se apliqué únicamente en casos extraordinarios.
4. Exigir por parte del órgano contralor previo a otorgar algún beneficio en favor del
condenado, el testimonio debidamente registrado en donde se constituye la garantía
de fianza o hipoteca a favor del alimentista, del cual el Tribunal deberá adjuntar al
expediente de mérito una copia legalizada y el original se le entregara al interesado
para su posterior ejecución y en caso de incumplimiento.
5. El Estado, en forma permanente y continua, por medio de las instituciones
pertinentes, debe crear y mantener programas de concientizacion social, que
permitan conocer los derechos y obligaciones surgidos de las relaciones familiares.
Estos programas deben de ser impartidos en el área urbana y en el interior del país.
99
100
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