CAPÍTULO 3.
LA DIFUSIÓN DEL MODELO GÓTICO FRANCÉS EN
EUROPA (SIGLO XIII)
1. ARQUITECTURA: LA DIFUSIÓN DEL MODELO GÓTICO FRANCÉS
A lo largo del siglo XIII, coincidiendo con la formulación del periodo Gótico Clásico
francés, sus formas se difundieron por los distintos territorios europeos. Fueron los
obispos quienes impulsaron la construcción de catedrales o la reforma y la
reconstrucción de las ya existentes en el nuevo lenguaje artístico. Sus viajes por el
continente les permitió conocer las innovaciones del arte francés y establecer
contactos con arquitectos y constructores, que eran mayoritariamente laicos y recibían
elevados salarios.
1.1. ORIGINALIDAD DE LA ARQUITECTURA GÓTICA INGLESA
Inglaterra fue el primer territorio no francés en adoptar el estilo Gótico, en
reformularlo y dotarlo de características originales y de una evolución singular. Los
primeros edificios góticos siguieron las tendencias de la arquitectura normanda: arco
apuntado, bóvedas de ojivas, aún con una concepción románica del espacio. Desde
finales del siglo XII el estilo normando es sustituido por el gótico de la Île-deFrance, que
pronto evolucionará de manera propia debido al aislamiento, y prolongándose hasta
comienzos del siglo XVI.
Los historiadores han divido el estilo gótico inglés en tres periodos: Early Gothic,
Decorated Style y Perpendicular Style.
El Early Gothic, en la primera mitad del siglo XIII, en el que las formas francesas se
traducen en sentido ornamental, y la lógica estructural gala se remite y combina con el
románico normando.
De este primer momento son el coro y ábside de la catedral de Canterbury (1174-
1184): se respeta la cripta románica y la tribuna, pero Guillermo de Sens renueva la
cabecera al estilo gótico con bóvedas sexpartitas, alternancia de soportes y un marcado
claristorio.
En el año 1192 se empieza a construir la catedral de Lincoln.
La catedral de Salisbury (1220-1266), ejemplo de este primer Gótico inglés. Construida
de nueva planta. Esta planta se organiza con una cabecera recta, un doble crucero,
nave central alargada y dos dependencias anejas, el claustro y la sala capitular, esta va
a ser la disposición típica de las catedrales inglesas.
En alzado, destaca al exterior por una torre-linterna sobre el crucero mayor y por la
articulación del interior en 3 cuerpos (arquerías, triforio continuo y ventanales de
escaso desarrollo) donde predomina lo horizontal.
Otra de las peculiaridades del Gótico inglés, son las denominadas fachadas-pantalla.
Su aspecto es el de un gran telón horizontal, con un característico predomino del plano
rectangular, con reducidas puertas de acceso y una profusa ornamentación de
arquerías que cobijan galerías de estatuas, cubriendo toda la superficie del muro
incluidas las torres. Éstas se sitúan en un segundo plano. Se desecha la estructura
tripartita de la fachada normanda que se mantiene en el gótico francés.
Uno de los mejores ejemplos es la fachada occidental de la catedral de Wells, dividida
en tres cuerpos horizontales, recorridos por contrafuertes verticales salientes. En el
cuerpo inferior se sitúan tres portadas empequeñecidas y prácticamente anuladas por
el gran muro y por la decoración de arcos, columnas y gabletes. El segundo cuerpo
repite una trama arquitectónica de arcos, columnas y gabletes que sirven de nichos
para albergar decoración escultórica. Sobre este segundo cuerpo se sitúan las torres y,
coronando la central, un friso doble rematado en pináculos.
Abadía de Westminster (1245): lugar de coronación de reyes ingleses, se proyecta para
mostrar el poder de la monarquía. El arquitecto Enrique de Reyns adapta el estilo
francés al gusto inglés, cuya tendencia decorativa de manifiesta en estas fachadas y se
va acentuando hasta llegar al decorated style o estilo curvilíneo, paralelo al gótico
radiante francés a partir de 1230.
1.1. ESPAÑA Y LA IMPORTACIÓN DEL MODELO ARQUITECTÓNICO
FRANCÉS
En España, el Gótico se desarrolla desde finales del siglo XII. Sus primeras formas
estéticas fueron importadas de Francia, para luego pasar a formular características
propias. Presenta cuatro épocas diferenciadas:
Siglo XIII. Marcada por las estrechas relaciones de Castilla con Francia. Se
produce la importación directa del modelo constructivo francés, y es la época
de las grandes catedrales españolas.
Siglo XIV. El Gótico evolucionado se funde con las formas italianas y con la
influencia germánica del Gótico internacional. Grandes construcciones en el
reino de Aragón y en Cataluña.
Siglo XV. Se introducen formas borgoñonas que más tarde serán sustituidas por
flamencas, y que unidas a las germánicas, darán origen al estilo hispano-
flamenco.
Siglo XVI. Gótico isabelino o arquitectura de los Reyes Católicos.
Al igual que otros territorios, los elementos de la arquitectura gótica aparecen en
diversas construcciones desde finales del siglo XII, conviviendo con formas románicas.
Como ejemplo, encontramos la iglesia de San Vicente de Ávila, cuyo interior utiliza la
bóveda de crucería y el arco apuntado, al tiempo que las estatuas-columnas de su
portada se inspiran en modelos franceses. Sin embargo, no podemos hablar de
transición de un estilo a otro ni de comienzo y final de un estilo, pues estos elementos
ya estaban en el estilo cisterciense y en la herencia musulmana. Así, edificios como las
catedrales de Lérida, Tarragona o Sigüenza presentan concepción del espacio y
tratamiento de la luz románico, pero usan elementos góticos como ensayo.
1.2.1 LAS GRANDES CATEDRALES CASTELLANAS: BURGOS, TOLEDO Y
LEÓN
La primera parte del Gótico español deriva de edificios como Chartres, Reims y Amiens,
y como en Francia, es el momento de la construcción de las grandes catedrales: Burgos,
Toledo y León.
Fueron obras impulsadas desde el poder, vinculadas a intereses políticos, tanto de la
monarquía como de las altas jerarquías eclesiásticas. La catedral de Cuenca es
considerada la primera catedral gótica de la península que inicia su construcción en
1196. En Cuenca se utilizan bóvedas sexpartitas propias del Gótico inicial o preclásico
del norte de Francia, pero también de la inglesa catedral de Carterbury.
La catedral de Burgos (1221-1260) comienza su construcción patrocinada por el rey
Fernando III y bajo el impulso del obispo Mauricio. Se proyecta un templo que sigue las
directrices ensayadas en Bourges o Reims. Se desconoce el nombre del maestro,
aunque se cree que fue el maestro Ricardo o un arquitecto francés desconocido. El
proyecto original contaba con una planta de tres naves con crucero resaltado en planta
al que se abrían capillas laterales. Antes de mediar el siglo XIII se hace cargo de las
obras el maestro Enrique. A él corresponde la transformación de la cabecera,
disponiendo un profundo presbiterio de tres tramos, rodeado de una amplia girola, a la
que se abren cinco capillas poligonales precedidas por dos capillas rectangulares a cada
lado.
La amplitud concedida al presbiterio planteará en el futuro un complejo problema
respecto a la ubicación del coro, que acabará en la nave central, algo característico de
las catedrales españolas. Tras el maestro Enrique trabaja Juan Pérez, que lleva a cabo
las obras de la fachada, finalizada en el siglo XV. La fachada se ordena con tres portadas
y torres laterales, mientras que las fachadas del crucero lo hacen con una única
portada. El claustro de Burgos se dispuso en el lado meridional por la topografía del
terreno y la muralla. Es en el siglo XV cuando se le da un impulso característico del
Gótico tardío, con ampliaciones y arreglos que transformaron su fisonomía exterior.
La catedral de Toledo (1226) también es patrocinada por Fernando III para
conmemorar la victoria en la batalla de las Navas de Tolosa. Su traza se debe al
maestro Martín, responsable de la parte más puramente francesa, y es continuada por
el maestro Petrus Petri, a quien se atribuye el triforio y algunas modificaciones más
hispanas como la decoración de arcos lobulados. Pasa de planta en 3 naves a 5 naves
con doble girola y crucero sin resalte en planta, estructura derivada de la antigua
mezquita islámica sobre la que se construyó. Es básicamente una estructura gótica
salpicada de elementos mudéjares, y marca el punto en que se puede afirmar que el
gótico francés ha sido asimilado y acomodado a los gustos hispánicos.
La catedral de León es una obra de nueva planta. En ella se reúnen todos los logros de
la arquitectura francesa y se funden las influencias de Chartres, Amiens y Reims. La
fecha de inicio es difusa, en el año 1254 se incorpora a la fábrica el maestro Enrique,
sucedido por Juan Pérez.
La traza de la catedral de León presenta un amplísimo crucero de tres naves, cerrados
sus brazos con fachada de tres portadas, dos tramos ante la girola y esta con cinco
capillas poligonales.
El interior, presenta un alzado tripartito, con un estrecho triforio abierto e iluminado,
sobre el que se abren amplísimos ventanales con magníficas vidrieras. Esta ligera
estructura sostenida al exterior mediante gruesos contrafuertes y dobles arbotantes.
La fachada principal se organiza situando entre los amplios vanos de las puertas unos
estrechos arcos lanceolados. Presenta tres pórticos sobre los que se abre un hermoso
rosetón y está flanqueado por dos torres: la de las Campanas, al norte, y la del Reloj, al
sur.
La calidad de su piedra ha hecho que desde el año 1631 hasta nuestros días, haya
sufrido derrumbamientos y restauraciones frecuentes, principalmente en los siglos XIX
y XX.
En el resto de las catedrales que se construyen en el siglo XIII ya no se documenta la
presencia de arquitectos franceses, sino que el conocimiento lo difunde la cantería de
la catedral de Burgos. Así, las catedrales de Burgo de Osma, Oviedo, Palencia, Astorga,
Bilbao y las construcciones góticas de Córdoba y Sevilla estarán vinculadas a
promociones reales y maestros burgaleses.
Una de las peculiaridades de las catedrales españolas, desde muy temprano, es la
ubicación del coro en medio de la nave central, normalmente frente al presbiterio y
separado por la nave del crucero, ocupando varios tramos (dos o tres) de esa nave
central. En el conjunto de las catedrales europeas los coros se encontraban situados en
el presbiterio, entre el crucero y el altar.
El coro en medio de la nave mayor tenía precedentes en los monasterios cluniacenses y
cistercienses. Tal vez, el precedente más importante es el coro de la catedral de
Santiago de Compostela del maestro Mateo donde su traslado pretendía favorecer la
concentración de peregrinos en los brazos del crucero frente a la tumba del Apóstol. La
influencia de Santiago fue muy grande.
Esta situación del coro se ha explicado como una característica arquitectónica hispánica
propia y exclusiva que rompe con la idea gótica de crear un espacio direccional,
grandioso, homogéneo, continuo y unitario: el coro en medio de la nave atomiza ese
espacio, fractura su direccionalidad y fragmenta su unidad. En él se ubican magníficas
sillerías, y se limita, en su parte exterior, con paneles de arquitectura trabajados de
forma cuidada, como sepulcros, altares, etc. Estudios más recientes ponen en relación
estos cambios con los que se produjeron en la liturgia y que introducen nuevas
exigencias visuales.
1.1. LA ARQUITECTURA GÓTICA EN CENTROEUROPA
El Sacro Imperio permanece reticente ante cualquier innovación hasta comienzos del
siglo XIII, cuando aparece el estilo de transición a veces llamado Románico-Gótico. La
catedral de Limburg an der Lahn (1211-1235), aún fiel al uso del arco de medio punto
y recubierta con bóvedas ojivales y con un alzado mural de cuatro pisos.
La evolución de la arquitectura fue compleja. Se desarrolla a partir del siglo XIII
copiando casi de forma literal los modelos de Chartres, Reims y Amiens, como ocurre
en la catedral de Colonia (1248), en el cuerpo longitudinal de la catedral de
Estrasburgo (1240) o en Friburgo. Pronto presenta diferencias con respecto al Gótico
clásico francés. Se crea un nuevo de iglesias denominadas de salón, donde las naves
dispuestas a la misma altura unifican el espacio y producen una sensación de
diafanidad. Esta visión del espacio se aplicará en el llamado Gótico tardío de los siglos
XV y comienzos del XVI, como ejemplo la catedral de Minden.
2. LA ESCULTURA GÓTICA EN LA EUROPA DEL SIGLO XIII
Presenta especial incidencia en el Imperio germánico y en Castilla, mientras en Italia
prevalece la tradición local y en Inglaterra escasea la escultura arquitectónica.
1.1. LA ESCULTURA GÓTICA EN EL IMPERIO GERMÁNICO
Los soberanos germánicos, continuadores del Imperio Carolingio, se dieron el título de
emperadores romanos de occidente y añadieron la designación “sacro” para legitimar
su poder.
La escultura gótica alcanzó una gran perfección técnica, combinando las novedades
procedentes de Francia con tendencias locales derivadas de la tradición románica
germánica como la fuerte expresividad de los rostros y la teatralidad gestual.
La catedral de Notre-Dame de Estrasburgo fue pionera en la incorporación del nuevo
estilo en el Imperio. Las portadas góticas más antiguas de Estrasburgo son las
correspondientes a las dos fachadas del transepto, realizadas a partir del año 1230.
En el tímpano izquierdo del brazo sur del transepto aparece una de las firmas más
antiguas de una escultura mujer, Savina, dedicado al Tránsito de la Virgen. La portada
central del lado sur se consagra al Juicio Final, mientras que la norte está dedicada a
San Lorenzo. En la primera destacan dos figuras. El grupo de la Iglesia y la Sinagoga:
alegorías que representan un binomio recurrente en los escritos de los teólogos
medievales debido al antisemitismo surgido por las cruzadas, aludiendo a la victoria del
cristianismo sobre el judaísmo.
La Sinagoga aparece cabizbaja y con el cuerpo retorcido, con una venda sobre
sus ojos simbolizando su ceguera espiritual; porta las tablas de Moisés en la
mano izquierda y los restos de un estandarte quebrado en la derecha, símbolo
de la derrota frente a la Iglesia.
La Iglesia mantiene su estandarte erguido y es encarnada por una elegante
dama de mirada segura, con corona y cáliz, de inspiración mariana. La
abundancia de pliegues, la perdida de la frontalidad y la expresividad gestual
indican influencia del taller de Reims.
Pilar de los Ángeles, compuesto por 12 figuras agrupadas en 3 pisos que representan
el Juicio Final. De arriba a abajo, Cristo entronizado con unos ángeles que portan los
instrumentos de la Pasión, los ángeles trompeteros convocando al Juicio y los cuatro
evangelistas.
Las Vírgenes sabias y necias, ilustran la parábola de las 5 vírgenes que esperan a sus
futuros esposos con lámparas, unas con aceite y otras sin haberse aprovisionado.
“Velad, porque no sabéis ni el día ni la hora”, en referencia al Juicio Final (Mt. 25, 13).
Las figuras presentan una elegante expresividad en sus actitudes y drapeados, cada una
con un gesto y un porte individual.
Catedral de San Pedro y San Jorge de Bamberg (mediados del siglo XIII): estilo
escultórico más enérgico y crudo, solo quedan algunas estatuas originales en el
interior.
Sinagoga: más individualizada que la de Estrasburgo, con una postura más expresiva
(la rodilla izquierda y los pechos salientes) y la venda de los ojos tratada con
virtuosismo, al traslucirse el volumen de los ojos. El maestro prioriza la particularidad
de los rasgos sobre la idealización, lo que será característico del realismo alemán.
Estatua ecuestre a tamaño real, identificada con Conrado III: destacan sus cejas
fruncidas, el porte señorial y la corona.
1.1. LA ESCULTURA GÓTICA EN EL REINO DE CASTILLA
Algunas portadas monumentales realizadas en los siglos XII y XIII se clasifican dentro
del Románico, pero son en realidad protogóticas, como el Pórtico de la Gloria, la
Cámara Santa de Oviedo y la de San Vicente de Ávila.
Es en la catedral de Burgos donde asistimos a la primera introducción de los modelos
procedentes de las grandes catedrales francesas. Iniciada por la cabecera en 1221, bajo
la supervisión del obispo Mauricio.
En un primer momento se realizó la puerta del Sarmental (1230), una puerta única de
acceso al transepto Sur. En ella se aprecia una gran influencia de la portada de Amiens,
la afinidad con las figuras de esta, en especial el Beau Dieu, apunta a la presencia de un
escultor formado allí. Sus características:
Sus jambas se decoran con arquería ciega con capiteles de tradición románica.
Encima se disponen unas estatuas entre columnas apoyadas en sencillas
ménsulas y cobijadas por un baldaquino corrido.
El tímpano, de arco apuntado, presenta un naturalismo propio del Gótico.
Encontramos a un Cristo Juez, bendiciendo y con el libro abierto, rodado de
Tetramorfos, un asunto muy románico, pero con novedades como la doble
presencia de los evangelistas en su aspecto animal y humano sentados a sus
pupitres como escribas medievales. Hay una disposición preferente de San Juan
Evangelista, en lugar de Marcos, algo que surge aquí y será imitado en el arte
hispánico hasta el siglo XIV en contraste con el resto de Europa.
Dintel con los 12 apóstoles, restaurado.
Tres arquivoltas con figuras en disposición vertical con alegorías de las artes
liberales, como en Chartres.
El parteluz con la figura del mecenas, el obispo Mauricio.
La puerta de la Coronería (1250), el tema representado es similar al del Sarmental, ya
que deriva del Juicio Final, aunque con un planteamiento más propio del Gótico clásico
francés. Se atribuye al maestro Enrique, posiblemente de origen francés, que ejecuta
también la fachada occidental de León y su famosa Virgen Blanca. En ella:
Cristo aparece ya como varón de dolores, enseñando las llagas, y flanqueado
por la Virgen y San Juan.
El tipo de Virgen con moño alto y corona, al estilo de París, con manto de gran
riqueza en pliegues.
A sus lados y encima unos ángeles con los instrumentos de la Pasión, para
incidir en la idea de sacrificio y salvación.
En el dintel encontramos una representación abreviada del Cielo y el Infierno
separados por San Miguel psicopompo, que pondera las almas.
Se muestra una gran maestría por parte del autor en el estudio anatómico y de
los ropajes.
La catedral de León constituye el ejemplo clave de la escultura gótica hispánica. Su
fachada occidental, formada por tres pórticos, fue realizada entre 1260 y finales de
siglo. El tipo de puerta con arco rebajado es obra del maestro Enrique, que fue
sucedido por el maestro Juan Pérez.
De norte a sur, las puertas se dedican a San Juan, a la izquierda, con temática de la
infancia de Cristo; al Juicio Final en el centro, y a San Francisco la de la derecha,
presidida por la Coronación de la Virgen.
Tímpano central: Cristo varón de dolores un tanto rígido, flanqueado por
ángeles con los instrumentos de la Pasión, la Virgen y San Juan.
Dintel con el paraíso y el infierno.
Parteluz con la Virgen Blanca, con profusión de pliegues, y mostrando un rostro
y un tocado propios de una dama castellana.
3. LA LUZ COMO VEHÍCULO DE TRANSMISIÓN
Las vidrieras y el concepto de la luz formaron parte prioritaria de sus fundamentos y así
estuvieron presentes en prácticamente todas las grandes catedrales; en Inglaterra, el
noreste y centro de Europa y las penínsulas italiana e ibérica.
Los vidrios utilizados se obtienen siguiendo dos fórmulas con el carbonato como
fundente, la sílice como vitrificante y el carbonato de cal como estabilizante:
sódico, predominante en las dos penínsulas mediterráneas, la fórmula más
antigua.
potásico, predominante en el centro y norte de Europa, que había de importar
el sodio del sur, lo que resultaba difícil en el clima de inestabilidad que alejó los
centros de producción de las rutas comerciales. El óxido potásico se obtenía de
la ceniza de helechos y hayas. Menor resistencia al paso del tiempo, aunque
menor temperatura de fusión, por lo que tenían mayor manejabilidad y brillo.
La composición sirve actualmente para la identificación y filiación de las vidrieras.
El conjunto más antiguo de la península se halla en el Monasterio de las Huelgas en
Burgos que van desde el 1200 hasta el siglo XIV. Son de composición potásica, y fueron
probablemente elaborados en Centroeuropa por maestros franceses. Solo se
conservan de esta época las vidrieras de san Pedro, san Pablo, san Juan y la Virgen con
el niño.
El problema de las ubicaciones, sumado al de las dataciones, es común en las vidrieras
medievales, así como el error de interpretación. En las de la catedral de León afecta
sobre todo a las del lado norte de la nave central, lo que en un principio se denominó
la Cacería, aunque en 1998 se descubrió que era una alegoría de Carlomagno y Alfonso
X, representando las aspiraciones imperiales de dicho monarca.
4. LA MINIATURA GÓTICA EN LA EUROPA DEL SIGLO XIII
El siglo XIII resulta especialmente fructífero en el arte de la miniatura también fuera de
Francia. Los manuscritos permanecen como símbolos de distinción entre reyes, nobles
y obispos. Los códices iluminados resultaban muy lujosos por los ricos pigmentos, el
oro, el coste del pergamino y su encuadernación en piel de becerro y la orfebrería de
sus cubiertas.
La miniatura inglesa del momento está muy relacionada con Francia, y sus artistas
llevan la influencia clásica bizantina que habían asimilado a París. Así, Mateo de París,
monje benedictino inglés, consejero de Enrique III, y una de una de las figuras más
representativas de la miniatura inglesa, era un cronista e ilustrador cuya obra maestra
fue la Chronica Majora, un relato ilustrado de la historia de Inglaterra desde tiempos
precristianos hasta el siglo XIII.
En Castilla se produce una auténtica revolución en la cultura de la mano de Alfonso X
el Sabio (1221-1284), que:
Promovió el conocimiento y la cultura con un verdadero espíritu aristotélico, así
como tratados científicos, obras jurídicas, históricas, libros de entretenimiento y
poesía en lengua romance, mientras que otros monarcas encargaban obras
religiosas en latín.
Fundó un centro de estudios astrológicos y talleres de sabios donde cristianos,
judíos y musulmanes intercambiaban sus conocimientos. Tratados como el
Libro del saber de astronomía o el Lapidario serían libros de referencia para
científicos posteriores como Copérnico.
Fundó la Escuela de traductores de Toledo donde se tradujeron importantes
obras de distintas procedencias al castellano.
Promovió la Historiografía mediante la realización de una Historia de España y
una Historia Universal, que junto a las crónicas introducen el análisis de causas
y consecuencias.
Promovió las Siete Partidas, que homogeneiza el cuerpo jurídico del reino.
El Libro del ajedrez o Libro de juegos, ilustrado con maravillosas miniaturas,
ofrece un valioso conocimiento de los usos, costumbres, indumentarias y
objetos de la época.
Las Cantigas de Santa María, 427 composiciones poéticas y musicales en honor
a la Virgen compuestas en galaico-portugués con miniaturas a página completa
que constituyen una de las más importantes colecciones de canción
monofónica medieval, de pintura y de poesía. Entre los temas más recurrentes,
el mal de amores, los desfalcos, las malas cosechas y la mortalidad infantil. En el
campo de la pintura, las escenas tienen desarrollo teatral, con fondos neutros y
no dorados y una inmediatez y agilidad que recuerdan al cómic moderno. Se
observan influencias del gótico lineal francés y del arte andalusí, aunque
prevalece un estilo local o castizo. Sus características más importantes son:
o Riqueza iconográfica, permite obtener conocimiento profundo de la
época
o Incluye decoración arquitectónica local gracias a su estilo de
representación espacial
o Aparecen personajes de diferentes procedencias, siendo un catálogo de
naciones de la época.