Este documento es un resumen que recoge los
apuntes y contenidos académicos del curso online
Inteligencia Emocional: Estimulación y desarrollo en la primera infancia
Propuesta de formación:
El curso está dirigido a estudiantes y profesionales de la psicología y la educa-
ción, así como también a familiares y cuidadores interesados en el desarrollo
de la inteligencia emocional.
Objetivos:
1. Proporcionar oportunidades para el desarrollo emocional de los cuidadores.
2. Capacitar a los cuidadores para que desarrollen estrategias para reconocer
y manejar las emociones de los niños bajo su cuidado.
3. Promover la regulación emocional en niños utilizando estrategias proporcio
nadas por el cuidador.
4. Facilitar estrategias para que los cuidadores promuevan una adecuada ex
presión emocional en los niños.
Disertante:
Elena Flores, PhD(c)
Graduada en Psicología por la Universidad de Salamanca (USAL), España. Más-
ter Universitario en Neuropsicología por la USAL, grado de experto en docen-
cia de la Neuroeducación e inteligencia emocional en la primera infancia por
la Universidad Nebrija, en Madrid, España. Candidata a Doctorado en la USAL,
en especialización en Psicología Clínica y de la Salud y Psicoterapia Cognitivo
Conductual por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP), en Madrid,
España. Cofundadora de NeuroClass.
Indice
MÓDULO I
Introducción conceptual a la inteligencia emocional
y el desarrollo emocional ....................................................................1
¿Qué es la inteligencia emocional (IE)? ....................................................2
Principios básicos a tener en cuenta en el desarrollo de la IE ....2
Aspectos claves de la IE .........................................................................3
La educación emocional como paso previo .........................................4
Objetivos generales de la educación emocional ..........................5
El cerebro del niño implicado en el proceso .................................6
El papel del apego y la emoción ........................................................7
Desarrollo emocional implica hablar de emoción ................................9
¿Qué es la emoción? .............................................................................10
¿Cómo gestionar correctamente una emoción en los niños? ...12
MÓDULO II
Hitos del desarrollo emocional en la primera infancia ....................15
¿Por qué es necesario conocer los hitos del desarrollo emocional? .16
Desarrollo emocional de 0 a 1 año............................................................17
Hitos del desarrollo emocional ...........................................................17
¿Qué pueden hacer los cuidadores para promover
el desarrollo emocional? .......................................................................18
Pautas básicas de desarrollo emocional ..........................................19
Desarrollo emocional de 1 a 2 años ........................................................20
Hitos del desarrollo emocional ...........................................................20
¿Qué pueden hacer los cuidadores para promover
el desarrollo emocional? .......................................................................21
Pautas básicas de desarrollo emocional ..........................................21
Desarrollo emocional de 2 a 3 años ........................................................22
Hitos del desarrollo emocional ...........................................................23
¿Qué pueden hacer los cuidadores para promover
el desarrollo emocional? .....................................................................23
Pautas básicas de desarrollo emocional .........................................24
Desarrollo emocional de 4 a 5 años .......................................................25
Hitos del desarrollo emocional ........................................................26
¿Qué pueden hacer los cuidadores para promover
el desarrollo emocional? .....................................................................27
Pautas básicas de desarrollo emocional .........................................27
Desarrollo emocional de 5 a 6 años .......................................................28
Hitos del desarrollo emocional .........................................................29
¿Qué pueden hacer los cuidadores para promover
el desarrollo emocional? .....................................................................29
Pautas básicas de desarrollo emocional ........................................30
MÓDULO III
Papel de la familia en la inteligencia emocional .............................32
Importancia de la familia en el desarrollo emocional ..............................33
Cuando el entorno familiar marca la diferencia .................................33
¿Por qué es importante tener en cuenta la IE? ...................................34
Dos formas en la que los padres enseñan IE .......................................34
Preguntas que se deben hacer los padres .........................................35
MÓDULO IV
Establecimiento de normas, límites y consecuencias
de un desarrollo emocional inadecuado ........................................38
Límites, normas y consecuencias para una buena IE ........................39
Aspectos para tener en cuenta .........................................................39
Pautas para establecer límites y normas de forma positiva ......41
¿Qué ocurre cuando no se habla de las emociones? .......................43
La escucha activa como elemento clave .......................................44
Una vez que escucho, ¿cómo puedo comunicarme
correctamente? ......................................................................................45
Educación emocional en el aula ..............................................................47
Referencias bibliográficas ................................................................49
Prólogo
Yo les diré cuál es su gran libro, dijo el presidente Clinton ante los periodistas
en el Tattered Cover Bookstore de Denver, Colorado, en el curso de una pausa
imprevista de su campaña, este Emotional Intelligence (de Goleman). Es un li-
bro muy interesante. Me encanta. Hillary me lo regaló.
Cuando un tema de tal calibre es mencionado por el propio Clinton en la Casa
Blanca, podemos intuir que es algo importante. Esto no es de extrañar cuando
algunos de los datos que rodean a la etapa infantil son alarmantes. Echemos un
vistazo a algunos datos publicados por la organización estadounidense Chil-
dren's Defense Fund:
• Las tasas de problemas de salud mental infantil y suicidio aumentaron cons-
tantemente entre 2010 y 2020.
• Más de 140,000 niños en los Estados Unidos (EE. UU.) perdieron a un cuida-
dor principal o secundario.
• En las escuelas y comunidades está aumentando el número de jóvenes con
depresión, ansiedad,trauma, soledad y tendencias suicidas.
• 2833 niños abandonan la escuela.
• Los proveedores están presenciando un número alarmante de niños y ado-
lescentes en crisis de salud conductual, y los departamentos de emergen-
cia ven aumentos en la ideación suicida y las autolesiones.
• De abril a octubre de 2020, los hospitales de los EE. UU. experimentaron un
aumento del 24 % en la proporción de visitas al departamento de emergen-
cias de salud mental para niños de 5 a 11 años.
• 135.000 niños llevan armas a la escuela.
Hoy en día, paradójicamente, mientras cada generación de niños parece vol-
verse más inteligente, sus habilidades emocionales y sociales parecen estar
disminuyendo drásticamente.
Antes de iniciar la lectura de este documento, conviene aclarar que al decir
“hijos” se hace referencia tanto a hijos como hijas; al decir “niños” se hace re-
ferencia tanto a niños como niñas; al decir “padres” se hace referencia, según
el caso de cada cual, tanto a padres como madres. Así mismo, en este último
aspecto también incluimos a cualquier cuidador que, siendo familiar o no, pase
tiempo con el niño y se encargue de su educación.
Por otro lado, se ha tratado de que la información expuesta sea lo más entendi-
ble y práctica posible. Con lo que no se ha incidido en cuestiones más teóricas
o conceptuales. En cualquier caso, si es del interés del lector profundizar en
tales aspectos, puede revisar las referencias bibliográficas que se encuentran al
final del documento.
No queremos perder la oportunidad para recordar que, en ocasiones, las lu-
chas internas a las que se enfrenta un niño son más de lo que una familia puede
manejar por sí sola. Puede ser difícil, pero necesario, acudir a un profesional
capacitado en caso de requerirse.
Finalmente, aseguramos que el padre perfecto no existe. Este es un breve cur-
so que no está encaminado a señalar aquello que el cuidador no está hacien-
do correctamente en el cuidado del menor, sino brindar algunas herramientas
para que el desarrollo del niño sea lo más funcional posible.
Para esto, es importante tener en consideración, como indica Gardner, tres
principios básicos: No ocultes tus sentimientos, no ocultes tus errores y no te-
mas decirles la verdad a los niños.
NeuroClass Elena Flores García
La mayoría de nosotros ya no vive en aldeas de unos pocos cientos de ha-
bitantes o menos, tal como lo hacían los hombres de la Edad de Piedra, sino
más bien en ciudades atestadas que forman una aldea global de casi seis mil
millones de personas. Estas tensiones acumulativas de la vida moderna han
desatado una avalancha de depresión, angustia e insomnio. Otros problemas
resultan menos obvios, como por ejemplo el sobrepeso y el cáncer. La mayoría
(de nosotros) se automedica (para controlar nuestras emociones) usando cual-
quier cosa entre la cafeína y la cocaína; prácticamente nadie permanece ajeno
a esta situación.
(Michael Norden)
MÓDULO I
Introducción conceptual a la inteligencia
emocional y el desarrollo emocional
¿Qué es la inteligencia emocional?
Las emociones y, por lo tanto, las estrategias emocionales se pueden enseñar
y aprender.
Hoy en día, parece que la inteligencia emocional (IE) se haya convertido en
una "palabra de moda". Muchas veces, por estar caracterizada con definiciones
vagas e incompatibles del constructo o problemas de validez discriminante y
de criterio. Podríamos decir, a grandes rasgos, que la adquisición y el desarrollo
de habilidades, competencias y comportamientos sociales basados en la emo-
ción tienen sus fundamentos en la IE.
Así, es la capacidad (ya sea heredada o aprendida) de controlar las emociones
propias y ajenas, discriminar entre ellas y utilizar la información para guiar el
pensamiento y las acciones. Esto es algo que, sin duda, beneficia el ajuste o
adaptación psicosocial del menor. Entendida como su capacidad para adap-
tarse al medio. Para ello, depende que el pequeño cuente con los mecanismos
suficientes para sentirse bien, integrarse, responder adecuadamente a las de-
mandas del entorno y alcanzar sus objetivos.
Con lo anterior, podríamos decir que la IE es la habilidad que permite monitori-
zar las emociones propias y de quienes nos rodean, identificándolas para utilizar
esta información como guía de nuestros pensamientos y acciones. Su desarrollo
se trabaja, sobre todo, en las primeras etapas de la educación. Pues es ahí don-
de el pequeño inicia su escolarización, inmerso en un momento de necesida-
des efectivas y sin recursos para comunicar sus sentimientos y emociones.
De esta forma, el entorno al que tiene acceso el menor ha de guiarlo y acom-
pañarlo conociendo cuáles son las necesidades emocionales que puede tener.
Constituyendo, así, un apoyo sensible y disponible para establecer el apego y
el resto de las habilidades que le sigue.
Principios básicos a tener en cuenta en el desarrollo de la IE
• Que el niño/a necesita, desde que nace, recibir ayuda y asistencia para que
su desarrollo afectivo sea bueno. La construcción humana valiosa no es po-
sible sin la educación.
• Que la satisfacción de sus necesidades en este ámbito corresponde priori-
tariamente a los padres, si bien pueden ser apoyados por otros miembros
de la familia, educadores, etc.
• Que es necesario crear un clima cálido, gratificante y apropiado y generar
actitudes positivas basadas en el respeto hacia el niño y hacia sus intereses
y necesidades. Un ambiente afectivo de seguridad y, en fin, las mejores
condiciones de desarrollo.
2
• Que el niño, en la familia, necesita también autoridad, firmeza, límites y normas
claras, que se cumplan, aunque el ejercicio de la libertad no pueda quedar
restringido exclusivamente a los padres. Si en la familia se da entera libertad a
los niños, ya no se educa; de igual forma que quien desde el autoritarismo los
tiene completamente sometidos, tampoco educa (Pérez-Alonso Jeta, 1998).
Aspectos claves de la IE
Según Goleman y Cherniss (2005), las competencias emocionales pueden di-
vidirse en cuatro campos fundamentales: 1) Conciencia de uno mismo, 2) Auto-
rregulación, 3) Conciencia Social y 4) Gestión de las relaciones sociales.
Marco referencial de las competencias emocionales
Uno mismo En los demás
(competencia personal) (competencia social)
Reconocimiento Conciencia de uno mismo Conciencia social
• Autoconciencia emocional • Empatía
• Valoración adecuada de • Orientación hacia el servicio
uno mismo • Conciencia organizativa
• Confianza en uno mismo
• Asertividad
Regulación Autorregulación Gestión de las relaciones
• Autocontrol emocional sociales
• Fiabilidad • Desarrollar y estimular
a los demás
• Meticulosidad
• Influencia
• Adaptabilidad
• Comunicación asertiva
• Motivación de logro
• Resolución de conflictos
• Iniciativa
• Liderazgo con visión
de futuro
• Catalizar los cambios
• Establecer vínculos
• Trabajo en equipo
y colaboración
Ahora, para conseguir la anhelada IE, existen una serie de habilidades que ayu-
dan a que el desarrollo emocional, desde muy temprana edad, vaya consoli-
dándose. Además, tenemos que contar con que la IE se va adquiriendo en un
continuo que requiere la colaboración constante entre el hogar y la escuela. Un
aspecto que profundizaremos en el último apartado.
3
La educación emocional como paso previo
La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que
pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensa-
ble del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales
del desarrollo de la personalidad integral. Para ello se propone el desarrollo de
conocimientos y habilidades sobre las emociones con el objeto de capacitar
al individuo para afrontar mejor los retos que se planten en la vida cotidiana.
Todo ello tiene como finalidad aumentar el bienestar personal y social (Bisque-
rra, 2000, p. 243).
Así pues, para poder llegar a la IE, es necesaria la educación emocional, una
forma de prevención primaria inespecífica, cuyo fin es en tratar de reducir la
vulnerabilidad de las disfunciones o prevenir su ocurrencia. Y es que, esto no
solo se debe tener en cuenta en tiempos de crisis.
Con lo anterior, se ha de considerar que la educación emocional debe ser un
proceso continuo y permanente que existe en el desarrollo de todo currículo
académico y aprendizaje a lo largo de la vida, por lo que su importancia edu-
cativa se sitúa a nivel de la educación formal y no formal.
En cuanto a los padres, la educación emocional es una herramienta invalua-
ble que les permite crecer con sus hijos, compartir sus ilusiones, debilidades y
miedos y descubrir juntos quiénes son, qué sienten, qué quieren y qué pue-
den aprender de la vida.
Además, los cuidadores del pequeño pueden enseñarle habilidades para ma-
nejar sus emociones, mejorar su autoestima, desarrollar empatía y resiliencia, y
desarrollar una comunicación más efectiva y positiva.
En definitiva, al fortalecer sus propias capacidades emocionales y las de sus
hijos, los padres pueden crear relaciones más sanas, respetuosas y amorosas y
ayudarlos a construir un futuro más feliz y satisfactorio.
4
Objetivos generales de la educación emocional
1. Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones.
2. Identificar las emociones de los demás.
3. Desarrollar la habilidad de regular las propias emociones.
4. Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas intensas.
5. Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.
6. Desarrollar la habilidad de relacionarse emocionalmente de manera positiva
con los demás (García, 2003).
Subojetivos de la educación emocional según componentes
Autoconocimiento emocional
Mejora el reconocimiento y la designación de las propias emociones.
Mayor capacidad para entender las causas de los sentimientos.
Reconocimiento de la diferencia entre sentimientos y acciones.
Manejo de las emociones
Menor cantidad de bromas, peleas e interrupciones de la clase.
Mayor capacidad para expresar adecuadamente el enojo, sin pelear.
Menos suspensiones y expulsiones.
Menos comportamiento agresivo o autodestructivo.
Más sentimientos positivos sobre ellos mismos, la escuela y la familia.
Mejor manejo del estrés.
Menor soledad y ansiedad social.
Aprovechamiento productivo de las emociones
Más responsabilidad.
Mayor capacidad de concentrarse en la tarea que se tiene entre manos y de
prestar atención.
Menos impulsividad, mayor autocontrol.
Mejores calificaciones en las pruebas de rendimiento escolar.
Empatía: interpretación de las emociones.
Mayor capacidad para comprender el punto de vista de otra persona.
Mejora de la empatía y de la sensibilidad para percibir los sentimientos de los otros.
Mejora de la capacidad de escucha.
Mejora de las relaciones personales
Mejora en la resolución de conflictos.
Mejor actitud positiva en la comunicación.
Mayor preocupación y consideración.
Mayor cooperación, ayuda y actitud de compartir (Goleman, 1996, p. 326-327).
5
¿Qué aspectos se trabajan en la educación emocional?
Aunque se presenten por separado deben contemplarse desde una visión holís-
tica-globalizada; todos ellos se interrelacionan y se trabajan de forma conjunta.
• Conciencia emocional. Implica el tomar conciencia del propio estado emo-
cional y manisfestarlo mediante el lenguaje verbal y/o no verbal, así como
reconocer los sentimientos y emociones de los demás.
• Regulación emocional. La capacidad de regular los impulsos y las emociones
desagradables, de tolerar la frustración y de saber esperar las gratificaciones.
• Autoestima. La autoestima es cómo se valora uno a sí. La imagen que una
persona tiene de sí misma (autoconcepto) es un paso necesario en el
desarrollo de la empatía. A estas edades, un niño comienza a conocerse
a sí mismo con la ayuda de los demás, y su aceptación contribuye a su
propia autoestima.
• Habilidades socioemocionales. Reconocer los sentimientos y emociones
de los demás, ayudar a otros a sentirse bien, desarrollar empatía, mantener
buenas relaciones (comunicación, colaboración, cooperación, trabajo en
equipo, resolución de conflictos de forma positiva, etc.).
• Habilidades para la vida. Disfrutar de las cosas que se hacen todos los días
en la escuela, en el tiempo libre, con amigos, familiares y eventos sociales
(Cassà, 2005).
En conclusión, la educación emocional debe centrarse en el desarrollo de tres
habilidades básicas: la capacidad de comprender las emociones, la capacidad
de expresar las emociones de manera efectiva y la capacidad de escuchar a
los demás y desarrollar empatía por las emociones.
El cerebro del niño implicado en el proceso
Como bien refleja Shapiro (1997), quizás el papel más interesante en la educa-
ción emocional de un niño es que en realidad el cuidador está cambiando la
química de su cerebro, o más precisamente, enseñándole formas de controlar
su actividad cerebral.
Las emociones, como veremos más adelante, no son conceptos abstractos
que ayudan a los psicólogos a nombrar, sino que son muy reales. Vienen en
forma de bioquímicos específicos producidos por el cerebro y a los cuales el
cuerpo reacciona.
6
Si bien la mayoría de nosotros no tendemos a pensar en las emociones como re-
acciones químicas, solo piensa en lo que sucede cuando tomas bebidas alcohó-
licas o unas cuantas tazas de café. Es posible que no se dé cuenta de que los ali-
mentos que come también tienen una reacción química con su estado de ánimo.
Los alimentos para "sentirse bien" como el chocolate y el helado hacen que el
cerebro libere serotonina y endorfinas, sustancias bioquímicas que el cerebro
asocia con sentirse bien. Por ello, a menudo anhelamos estos alimentos cuando
estamos tristes. Pero no tenemos que ingerir nada para producir el equivalente
bioquímico de una emoción.
El papel del apego y la emoción
Antes de nada, hay un dato importante que considerar. Y es que, aunque ma-
yormente se menciona la imagen de la madre cuando se habla de apego, se
deben señalar dos aspectos. Por un lado, esta imagen se puede generalizar
a la persona que responda a las necesidades del niño. Y por otro, los recién
nacidos pueden desarrollar el vínculo de apego con una variedad de personas
familiares, no solo con la madre.
Es importante tener en consideración que los comportamientos maternos sen-
sibles y las interacciones madre-hijo apropiadas son cruciales para la salud y el
desarrollo del pequeño en los primeros años de vida.
Así, dichas interacciones implican un proceso de tres pasos: observación de
las señales del niño, interpretación de estas señales y acción/respuesta para
cumplir con tales señales apropiadas para la edad de desarrollo del menor
(Bliznashka et al., 2022).
El apego hace referencia a una relación de dos en la que una de las partes, ge-
neralmente la más vulnerable, acude a la otra que es más experimentada para
obtener de ella afecto, seguridad y protección. Y, como el desarrollo motor o
del lenguaje, implica un tiempo y una evolución.
Cuidar a un bebé, alimentarlo, sostenerlo, hablarle, mirarlo, son ciertas conductas
de apego que permiten la comunicación entre el mismo y el cuidador. Aspectos
completamente necesarios para que se establezca un vínculo de apego.
Esto quiere decir que, más allá de la alimentación, el bebé necesita protección
y seguridad para poder vivir. Una conducta que forjará la base para sus relacio-
nes futuras. En consecuencia, la seguridad de las experiencias de vida a corto
y largo plazo de los niños dependerá del tipo de apego que formen con él.
7
En base a tales investigaciones, Ainsworth (1969) pudo clasificar al apego en
varios tipos o estilos, describiendo tanto al niño como a su cuidador:
1. Apego seguro
El niño con apego seguro es un niño que se siente insatisfecho y destrozado
cuando se aleja de su madre, como si perdiera a su cuidador para siempre.
Pero, gracias a que sus cuidadores han sido empáticos, presentes, capaces de
responder adecuadamente a las necesidades del bebé, con el tiempo logra
desarrollar la capacidad de representación que le permite mantener en la
mente a la madre y no angustiarse cuando se va. Se caracterizan por:
• Tener confianza en sí mismos.
• Adaptarse fácilmente a las relaciones externas.
• Atreverse a conocer nuevos mundos.
• Recurrir a sus cuidadores en situaciones adversas, ya que saben que estos
estarán disponibles.
2. Apego inseguro – Ambivalente
Estos niños suelen mostrarse inseguros en momentos de exploración, angus-
tiándose frente a la separación de su cuidador sin lograr guardar la calma aun
cuando este regresa.
Esto ocurre porque el adulto puede manifestarse de manera ambivalente,
buscando un acercamiento en algunos casos y rechazando al niño en otros,
generando inconsistencia. Los niños se caracterizan por:
• Sentir incertidumbre frente a la ambivalencia del cuidador donde no pue-
den anticipar qué pasará posteriormente.
• Manifestarse de manera ansiosa cuando se le brindan cuidados.
• Tener conductas tanto agresivas como de indefensión.
• Poca acción social, afectiva y cognitiva.
• Sentimientos de acercamiento y resistencia al contacto a la misma vez.
• Frustración, baja autoestima y dificultad en las relaciones por no sen-
tirse queridos.
8
3. Apego inseguro – Evitativo
Debido a que algunos cuidadores suelen mostrar conductas de hostilidad, re-
chazo e indiferencia hacia el niño, se dificulta la construcción de una relación
sana con el otro.
En consecuencia, se produce una relación de desapego y desinterés. Los ni-
ños no soportan las ausencias ni las presencias del cuidador. Estos pequeños
se caracterizan por:
• Tener poca confianza en sí mismos.
• Sentir inseguridad en los demás.
• Evitar y rechazar al otro como mecanismo de defensa.
• Ser autosuficientes.
4. Apego Inseguro – Desorganizado
En 1986, se añade un nuevo tipo de apego inseguro, que da lugar a aquellos
niños que no forman parte de la clasificación anterior. Se caracteriza por niños
que han tenido grandes separaciones con sus cuidadores, abandonos, cam-
bios de familia, maltrato y abuso sexual.
Sus cuidadores, seguramente, frente a situaciones difíciles de su vida, no han
podido responder de forma organizada y esperada para el niño, generando
una relación patológica con él, en la cual auspician de fuente de seguridad y
terror a la vez.
Por tanto, se trata de infantes que responden continuamente a la imprevisi-
bilidad de los cuidadores, manifestando desconcierto, ansiedad y terror. Es
imposible para ellos controlar o anticipar la conducta del adulto. Los autores
denominaron esta experiencia como “miedo sin solución”.
Desarrollo emocional implica hablar de emoción
Se está empezando a considerar la emoción como esencial para la compren-
sión tanto de la interacción como de la cognición. La emoción es: primero,
atencional, influye en la información que sobresale; segundo, motivacional,
influye en el establecimiento de metas y objetivos; y tercero, comunicacional,
regula la interacción con los demás (Greenberg et al., 1996, p. 71).
9
¿Qué es la emoción?
Existe una razón para que seamos emocionales. Nuestras emociones son parte
de nuestra inteligencia y, de hecho, nuestro bagaje emocional tiene un extraor-
dinario valor de supervivencia.
Aunque no hay un concepto único de emoción que abarque todas las di-
mensiones de la experiencia emocional, puede definirse como un conjunto
de funciones cerebrales con tres componentes: el cognitivo, el fisiológico y
el conductual. Según Vázquez (2007), esto tiene grandes implicaciones, edu-
cativamente hablando, pues incluye abordar el trabajo del cuerpo, mente y
conducta en la atención a las emociones.
Las emociones desempeñan un papel crucial en diversas áreas de nuestra vida,
desde la comunicación social y escrita hasta el procesamiento de la informa-
ción y las habilidades de pensamiento crítico. Además, como se ha menciona-
do, están estrechamente relacionadas con nuestro bienestar físico y mental, así
como con nuestra personalidad y forma de interactuar con el mundo.
Con lo anterior, también tienen un papel clave en cuanto a la guía y gestión
del comportamiento, incluso en contextos novedosos y en ausencia de pen-
samiento lógico.
Aunque esta parte emocional ha sido invisible durante mucho tiempo, según
Goleman, (1996) “el cerebro emocional es más rápido que el cerebro racional,
reacciona antes que el racional, sin darle oportunidad de pensar y de reflexio-
nar” (p.15), por lo que su importancia se vuelve cada vez más notoria.
Al fin y al cabo, todo proceso educativo se ve afectado por factores emo-
cionales que pueden incidir positiva o negativamente en el desarrollo de las
habilidades, valores y actitudes individuales.
Es importante destacar que cuando se alude al término de emoción, se ha de
evitar etiquetar de forma que se simplifique en que existen emociones buenas
o emociones malas. Pues, a pesar de que algunas son más agradables que
otras de experimentar, todas son útiles y aportan información.
Para determinar cuándo una emoción deja de ser funcional, se hace referencia
a la falta de expresión y gestión adecuada de esas emociones. Ahora, es im-
portante tener en cuenta que sentir una emoción no es ser la emoción.
10
Elementos constitutivos de la emoción
En una emoción se dan los siguientes elementos:
1. Una situación o estímulo que reúne ciertas características, o cierto poten-
cial, para generar tal emoción.
2. Un sujeto capaz de percibir esa situación, procesarla correctamente y re-
accionar ante ella.
3. El significado que el sujeto concede a dicha situación, lo que permite eti-
quetar una emoción, en función del dominio del lenguaje con términos
como alegría, tristeza, enfado, entre otros.
4. La experiencia emocional que el sujeto siente ante esa situación.
5. La reacción corporal o fisiológica: respuestas involuntarias: cambios en el
ritmo cardíaco o respiratorio, aumento de sudoración, cambios en la ten-
sión muscular, sudoración, sequedad en la boca, presión sanguínea.
6. La expresión motora-observable: expresiones faciales de alegría, ira, mie-
do, entre otras; tono y volumen de voz, movimientos del cuerpo, sonrisa,
llanto y otros (Vivas et al., 2007).
¿Qué hay detrás de una emoción?
Pluchik postuló en 1980 que existen ocho emociones básicas, cada una de las
cuales está asociada con sistemas conductuales adaptativos. Estas emociones
y sus posibles funciones biológicas son las siguientes:
Emoción Función Biológica
Miedo Protección
Odio Destrucción
Tristeza Reintegración
Alegría Reproducción
Aprobación Afiliación
Disgusto Rechazo
Expectación Exploración
Sorpresa Orientación
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Dos formas de posicionarse ante una emoción
Existen dos estrategias principales que los niños pueden utilizar para enfrentar
situaciones desafiantes: la confrontación y la evitación.
1. La confrontación implica enfrentar la situación a pesar de las emociones
negativas que pueda provocar, y es una estrategia eficiente para maximi-
zar la felicidad y la salud mental a largo plazo si se espera que la situación
traiga beneficios en el futuro. Por ejemplo, si un niño tiene dificultades para
hablar en público en la escuela, enfrentar esta situación y practicar su habi-
lidad de hablar en público puede ayudar a superar su miedo y mejorar su
autoestima y habilidades sociales en el futuro. La confrontación puede ser
difícil para los niños, ya que pueden sentir miedo o ansiedad al enfrentar
situaciones desconocidas o desafiantes.
2. Por otro lado, la evitación se refiere a evitar la situación por completo. La
evitación puede ser una estrategia adecuada si la situación no traerá bene-
ficios futuros o si tiene más efectos perjudiciales que beneficios. Por ejem-
plo, si un niño tiene una fobia a los perros, evitar los encuentros con perros
puede ayudar a sentirse más seguro y cómodo, evitando la ansiedad y el
estrés asociados con la fobia. Sin embargo, si la fobia a los perros limita la
capacidad del niño para participar en actividades sociales o familiares, la
evitación puede volverse disfuncional y limitar su capacidad para enfrentar
situaciones desafiantes en el futuro.
Por lo tanto, es importante para los padres y cuidadores ayudar a los niños a
encontrar un equilibrio adecuado entre la confrontación y la evitación para en-
frentar situaciones desafiantes de manera efectiva.
¿Cómo gestionar correctamente una emoción en los niños?
Algunos aspectos (a modo resumido y que luego extenderemos en los siguien-
tes capítulos) que el adulto debe considerar al relacionarse con el niño son los
siguientes (Bisquerra, 2011, p. 72):
• Permitirles expresar sus sentimientos sin restricciones. Toda persona tiene
derecho a expresar su tristeza, alegría, enfado, rabia, malestar, etc.
• No eliminar las emociones negativas, pues el pequeño necesita expe-
rimentar tanto las emociones positivas como las negativas para un buen
aprendizaje emocional. Sentir miedo, dolor, culpa o vergüenza es tan natu-
ral como sentir alegría, felicidad, amor o cariño.
• Hablar de los sentimientos con naturalidad, sin dramatización. Es impor-
tante hablar de la alegría, tristeza, miedo, enfado, etc. Pues ayuda a sentirse
más cerca de los demás y a conocerse mejor.
12
• Identificar sus propias emociones para que les sea más fácil reconocer las
emociones de los demás y las propias. Respetar los sentimientos y emo-
ciones del resto y los propios es esencial para las relaciones y autoestima.
• Recordarles que se les quiere sin importar cuán emocionales se sientan,
usando mensajes como, "Entiendo que estés enfadado, pero aún te quiero".
Y es que, los niños pueden entender que si estamos enfadados con ellos o
ellos están enfadados, los adultos ya no los quieren. Recordar verbalmente
que no es así les permite lograr una correcta comprensión y aceptación
emocional. El estado emocional de una persona en un momento dado no
debe afectar su amor por alguien.
• Se tiene que considerar que el lenguaje emocional se expresa a través del
cuerpo y las palabras.
• Introducir a los niños a las estrategias de promoción de la salud. Practicar
actividades para relajarse y cantar, bailar, hablar, reír, etc.
• Permitir que cometan errores y aprendan a ser más autónomos emocio-
nalmente. Los pequeños entenderán y serán cada vez más conscientes de
sus sentimientos.
• Ayudarlos a comprender que las emociones no siempre provocan ciertos
comportamientos.
• Impulsarles a tomar en cuenta las perspectivas de otras personas, dado
que comprender sus perspectivas, sentimientos y emociones, los ayudará a
convivir y construir relaciones con los demás. Una forma, es decir, "¿Cómo
te sentirías si..." (identificación de sentimientos); "Él siente… Porque..." (reco-
noce los sentimientos de los demás).
• Los niños tienen derecho a sentir emociones y expresar sus sentimientos.
Pero es importante que lo hagan bien y para ello es clave regular su expre-
sión. Por ejemplo, “Si estoy enfadado, no tengo derecho a pegarte”.
13
En definitiva:
• Identificar y analizar sus sentimientos.
• Atender a la comunicación no verbal tanto del niño como de uno mismo.
• Reformular lo que expresa.
• Ponerles una etiqueta a sus sentimientos.
• Fomentar una adecuada expresión.
• No emitir juicios de valor ni descalificaciones.
• No someterlo a un interrogatorio: respetar su tiempo (López Agrelo, 2005).
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