ACTIVIDAD 3 CASOS CLINICOS
Caso clínico: Trabajador de construcción con lesión lumbar
Luis es un albañil de 45 años que lleva más de 20 años trabajando en la construcción.
Hace aproximadamente 2 meses, sufrió un fuerte dolor lumbar al levantar un saco de
cemento durante su jornada laboral. Desde entonces, ha experimentado dolor constante
en la parte baja de la espalda, especialmente al levantar objetos pesados, al agacharse o
cuando pasa mucho tiempo de pie. El dolor ha afectado su capacidad para cumplir con
sus tareas laborales habituales y, en ocasiones, lo ha obligado a ausentarse del trabajo.
Luis ha intentado continuar trabajando, pero el dolor se ha vuelto más intenso, lo que lo
ha limitado significativamente. Su supervisor lo ha reasignado temporalmente a tareas
menos exigentes, pero esto ha reducido su salario, lo que le preocupa, ya que es el
principal sustento económico de su familia.
Vive en una casa pequeña con su esposa y tres hijos, quienes lo apoyan en todo lo que
pueden, pero él se siente frustrado por no poder contribuir como antes. El entorno
laboral de Luis es exigente, con pocas medidas ergonómicas para prevenir lesiones, lo
que agrava su situación. Además, el equipo de protección personal que utiliza en el
trabajo es limitado y no siempre adecuado para evitar sobreesfuerzos físicos.
A pesar de su dolor, Luis tiene una gran motivación por recuperarse, ya que quiere
seguir trabajando y no quiere depender de otros. Sin embargo, su edad y el tiempo
prolongado que lleva realizando trabajos físicamente exigentes comienzan a ser una
preocupación, ya que teme que esta lesión afecte su capacidad para seguir en su empleo
actual a largo plazo.
Caso clínico: Futbolista de élite con ruptura de LCA
Carlos es un futbolista profesional de 22 años que sufrió una ruptura completa del
ligamento cruzado anterior (LCA) en la rodilla derecha hace 3 meses, mientras jugaba
un partido importante. Fue sometido a una cirugía reconstructiva y está en proceso de
rehabilitación, pero aún no ha logrado recuperar la estabilidad y fuerza en la rodilla.
Antes de la lesión, Carlos entrenaba intensamente 6 días a la semana y competía los
fines de semana, siendo considerado uno de los jugadores más prometedores de su
equipo. Actualmente, se siente inseguro al realizar movimientos que requieren giros
bruscos, cambios de dirección o saltos, los cuales eran fundamentales en su desempeño
como jugador. A pesar de la rehabilitación, no ha retomado los entrenamientos
completos y está preocupado por su futuro en el deporte de alto rendimiento.
Carlos vive con su familia, quienes lo apoyan emocional y logísticamente durante su
recuperación. Sin embargo, siente la presión de su equipo y entrenador para volver lo
más pronto posible a la competencia, lo que le genera ansiedad y miedo a una nueva
lesión. Además, su club deportivo le ha recomendado que acelere su proceso de
rehabilitación para estar listo antes del inicio de la próxima temporada.
Aunque tiene acceso a una clínica de rehabilitación con equipo adecuado, carece de
tecnología avanzada específica para su reentrenamiento propioceptivo, lo que podría
facilitar su recuperación. Por otro lado, tiene la posibilidad de entrenar en un gimnasio
cercano a su casa, lo que le permite trabajar en el fortalecimiento muscular de su pierna
afectada, aunque le cuesta mantener la constancia debido al estrés y la ansiedad por su
situación.
Carlos era conocido por su excelente estado físico antes de la lesión, lo que le da
confianza en su capacidad para recuperarse, pero también se enfrenta a la incertidumbre
de no saber si podrá volver al mismo nivel competitivo que tenía antes del accidente.
Aunque está muy motivado para regresar al fútbol, su estado emocional y la
inestabilidad en su rodilla lo han frenado en este proceso.
Aquí tienes el caso clínico ajustado de una mujer de 75 años con fractura de cadera y
prótesis, sin tratamiento ni objetivos específicos, para que los estudiantes puedan
analizarlo y determinar los objetivos de fisioterapia:
Caso clínico: Mujer de 75 años con fractura de cadera y prótesis
María es una mujer de 75 años que sufrió una fractura de cadera hace 3 meses tras
caerse en su casa. Fue sometida a una cirugía para recibir una prótesis total de cadera y
ha estado en recuperación desde entonces. Antes de la caída, María trabajaba como
vendedora en un mercado local, donde se encargaba de su propio puesto de verduras.
Pasaba varias horas de pie y realizando movimientos repetitivos como agacharse y
cargar mercancía. Su trabajo era su principal fuente de ingresos y la forma en que
sostenía a su hija, con quien vive.
Después de la operación, María ha tenido dificultades para caminar y realizar
actividades cotidianas, como ir al baño, cocinar o salir de casa. La pérdida de
independencia ha sido un golpe emocional para ella, ya que siempre ha sido una persona
muy activa y autosuficiente. Aunque ha comenzado a usar un andador, aún necesita
ayuda para moverse largas distancias, y su hija la asiste en muchas de sus tareas diarias.
Vive en una casa pequeña con su hija, quien trabaja medio tiempo y también cuida de su
madre, lo que ha generado tensiones, ya que María se siente culpable por depender tanto
de su hija. Además, su casa tiene escaleras y el baño está lejos de su habitación, lo que
dificulta su movilidad dentro del hogar. El mercado donde trabajaba no ha adaptado su
puesto para que pueda volver a trabajar en condiciones más seguras o con menos
esfuerzo físico.
María se siente preocupada por no poder volver a trabajar y por la posibilidad de no
recuperar la movilidad suficiente para volver a ser independiente. A pesar de sus
miedos, está decidida a mejorar y quiere retomar sus actividades diarias, aunque siente
frustración por lo lento que avanza su recuperación.