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Modulo 1

El documento presenta el programa de la asignatura 'Introducción al Pensamiento Científico' del Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires para el año 2025, destacando su enfoque histórico-crítico y su importancia en la formación de los estudiantes. Se detallan los contenidos mínimos, bibliografía, y objetivos de aprendizaje, así como la metodología de enseñanza que incluye clases presenciales y actividades remotas. La asignatura busca desarrollar habilidades de análisis crítico y reflexión sobre la naturaleza del conocimiento científico y sus implicancias éticas.

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Delfina Rey
Derechos de autor
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Modulo 1

El documento presenta el programa de la asignatura 'Introducción al Pensamiento Científico' del Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires para el año 2025, destacando su enfoque histórico-crítico y su importancia en la formación de los estudiantes. Se detallan los contenidos mínimos, bibliografía, y objetivos de aprendizaje, así como la metodología de enseñanza que incluye clases presenciales y actividades remotas. La asignatura busca desarrollar habilidades de análisis crítico y reflexión sobre la naturaleza del conocimiento científico y sus implicancias éticas.

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IPC

Cátedra: Ramos Melina


Módulo 1
Primer Cuatrimestre
2025

Fotocopiadora “NARANJA” // WSP: 11 39231305 //


MAIL: [email protected] // IG: @copias.asimov.avellaneda
TENEMOS TODOS LOS MATERIALES PARA
*CBC* * UBA XXI *
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PRIMER MÓDULO AL LADO DEL AULA 7


[email protected]
@copias.asimov.avellaneda
11 3923 - 1305
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES desarrollando la capacidad de análisis y la capacidad argumentativa de los estudiantes. Estas
CICLO BÁSICO COMÚN capacidades serán útiles a todos los estudiantes en sus respectivos recorridos académicos,
Sede Regional Avellaneda. contribuyendo también a problematizar la visión ingenua que los mismos suelen tener
Año: 2025 respecto de la naturaleza, la empresa y el cambio científico.

Denominación de la Asignatura: PROGRAMA.


Introducción al Pensamiento Científico
Resolución 4425/16 del C.S - UBA. La asignatura Introducción al Pensamiento Científico es una materia obligatoria para todos
los estudiantes que acceden a la Universidad de Buenos Aires y se ubica en la primera etapa
Modalidad: teórica/ práctica/ presencial. del Plan de Estudios de la mayoría de las carreras de la UBA.

Carga horaria La asignatura plantea un enfoque histórico-crítico acerca del conocimiento, haciendo un
Materia cuatrimestral. recorrido por diversas corrientes epistemológicas con miras a que los estudiantes,
reconozcan los principales debates epistemológicos, en general y en particular al abordar la
Docente Titular a cargo. investigación científica tomando un posicionamiento fundado a la hora de abordar una
Melina Laura Ramos. investigación científica.
[email protected]
Socióloga, Universidad de Buenos Aires (UBA). Profesora en Educación Media y Superior El espíritu de la materia se orienta hacia una Epistemología en sentido ampliado a lo histórico-
FCS-Sociales, UBA. Magister en Cs. Sociales del Trabajo CEIL-PIETTE CONICET- UBA y social como un campo filosófico que indaga y problematiza las condiciones de producción,
Doctora en Ciencias Sociales, UBA. Me desempeñé como investigadora de apoyo en validación y aplicación del conocimiento científico, abordando cambios sociohistóricos,
proyectos UBACyT, Programa del Área Investigación sobre Trabajo y Empleo (PAITE), FCS- marcando distintas visiones sobre el problema de la fundamentación, la demarcación, la
IIGG- UBA. Becaria de investigación CLACSO-Argentina. Becaria doctoral UBACyT FCS- representación, la racionalidad, los contextos, la explicación y la comprensión entre otros.
IIGG-UBA. Realizo tareas de docencia en Ciclo Básico Común, UBA y Postgrado (Rectorado
UBA y MDUvM). Fui docente en la Carrera de Sociología y Relaciones del Trabajo FCS-UBA. Se introducen reflexiones sobre las relaciones entre lenguaje, pensamiento y realidad,
Actualmente me desempeño como Prof. Titular de la Cátedra de Introducción al Pensamiento tranzando una crítica a la noción de representación clásica, y se presentan, de modo inicial,
Científico Regional Avellaneda y Prof. Adjunta Regular de la Cátedra de Métodos de diversos "giros" en el horizonte del pensamiento epistemológico contemporáneo.
Investigación II, DAAV-UNA. Directora de varios proyectos de investigación en IIAA- DAAV-
UNA. He dirigido tesis de grado y postgrado. Fui evaluadora de artículos académicos con Se presentan los debates que se produjeron principalmente con el Positivismo en la primera
referato y jurado de tesis de grado (UNA) y de maestría (UBA). Tengo una extendida mitad del siglo XX hasta la denominada Nueva Filosofía de la Ciencia que se inaugura a partir
experiencia en investigación y publicaciones científicas con y sin referato. Además de una de la obra "La estructura de las revoluciones científicas" de T. S. Kuhn.
fluida participación en congresos nacionales e internacionales.
Se problematizan la clasificación de las ciencias y la necesidad de un abordaje metodológico
Equipo docente. interdisciplinario
Gustavo González.
Marcela Valzolgher.
Virginia Cordich. También se abordan problemas y discusiones epistemológicas en el ámbito de las Ciencias
Sociales. Se presentan tres enfoques: naturalismo, comprensivismo y teoría crítica.
Asimismo, se reflexiona acerca del monismo o pluralismo metodológico. Se problematiza la
CONTENIDOS MÍNIMOS. cuestión de la neutralidad valorativa de la ciencia y el debate sobre la ideología; se recuperan
aportes de diversas teorías críticas, enfatizando el debate sobre el sujeto, el carácter
Actualmente la ciencia ocupa un rol central en la sociedad y en la vida cotidiana de los sociohistórico de la ciencia y de los saberes en general, se introducen debates sobre la
individuos. La ciencia atraviesa y ejerce influencia sobre nuestras vidas de múltiples maneras, relación saber-poder, sobre diversas y múltiples racionalidades espaciotemporales.
en particular, la concepción que tenemos del mundo que nos rodea se encuentra ampliamente
afectada por la imagen científica del mismo. Sin embargo, la ciencia no constituye, Se presentan algunas nociones de epistemologías críticas: poscolonial, ambiental,
generalmente, un eje de reflexión en la vida cotidiana y, por otra parte, esa reflexión supone perspectivas de género entre otras.
exigencias lingüísticas, conceptuales, metodológicas y actitudinales específicas. En este
sentido, se vuelve relevante introducir un lenguaje específico para poder hablar sobre la
ciencia, su/s método/s y su historia, de modo preciso, mejorando la claridad de expresión,

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La asignatura pretende introducir a los estudiantes en el análisis de los supuestos Ginnobili, Santiago (2016). Teorías de la Ciencia. Primeras aproximaciones. Buenos Aires.
epistemológicos del conocimiento y propone un primer acercamiento a la incorporación de Edueba. Capítulo 2.
herramientas para la investigación científica y sus implicancias éticas.
Bibliografía Optativa.
Por último, el propósito de esta asignatura es proveer herramientas y generar situaciones Copi, Irving (2008) Introducción a la lógica, Buenos Aires, Eudeba.
para desarrollar el pensamiento propio de manera clara y precisa en cualquier área disciplinar,
promoviendo el análisis crítico, como así también problematizar y sofisticar la visión sobre la Unidad 2:
naturaleza del conocimiento científico. Resolución 4425/16 del C.S - UBA. El método hipotético deductivo. La explicación científica: tipos, componentes. Las teorías
científicas: estructura, tipos de términos, niveles. Contrastación empírica. La asimetría entre
En tal sentido se pretende que el alumno logre: verificación y falsación. Falsacionismo. Criterios de demarcación. Un lugar para la historia:
los aportes de Kuhn y la noción de paradigma. Comunidad científica. El cambio y el progreso
Distinguir entre distintas formas de conocimiento, el de sentido común y el científico,
científico. Incomensurabilidad de los paradigmas. Programas de Investigación.
el formal y el fáctico.
Comprender el modo en que la visión actual del mundo, así como la naturaleza de la
Bibliografía:
ciencia contemporánea, fue forjada en el desarrollo histórico de la ciencia.
Chalmers, Alan (2005) ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?, Buenos Aires, Siglo XXI de
Desarrollar la capacidad de análisis de argumentos, como así también la capacidad
Argentina Editores. Capítulos 1 al 9 (selección pp.13-255).
de reconocimiento de diferentes tipos de inferencias y de su corrección.
Laso, Eduardo
Distinguir diferentes tipos de enunciados en relación con sus condiciones veritativas y
La posciencia. El conocimiento científico en las postrimerías de la modernidad Buenos Aires,
con sus posibilidades de justificación.
Biblos.
Brindar herramientas de análisis del modo en que las hipótesis científicas son
Palma, Héctor y Pardo, Rubén (coord.) (2012) Epistemología de las ciencias sociales:
contrastadas con la evidencia, estableciendo lenguaje específico para poder hablar
perspectivas y problemas de las representaciones científicas de lo social. Buenos Aires:
sobre la contrastación de manera adecuada.
Editorial Biblos.
Introducir al alumno en diferentes perspectivas respecto a la naturaleza, la estructura
y el cambio del conocimiento científica. Bibliografía optativa.
Valorar el papel de la ciencia y la tecnología y los dilemas éticos de la actividad Kuhn, T. S. (1962). La estructura de las revoluciones científicas. México. FCE.
científica. Lakatos, Irme (1978) La metodología de los programas de investigación científica. Madrid.
Comprender y diferenciar las principales perspectivas sobre la construcción del Alianza Editorial.
conocimiento científico que se debaten en el campo de las ciencias en general y de Popper, Karl (1971) La lógica de la investigación científica, Madrid, Tecnos. Capítulo 1.
las sociales en particular. Hempel, Karl (1980) Filosofía de la ciencia natural, Buenos Aires, Alianza. Capítulo 5
(selección).
Contenidos

Unidad 1: Unidad 3:
El conocimiento científico. Introducción a los problemas de la Epistemología. Demarcación. Debates y problemas epistemológicos en las ciencias sociales: naturalismo versus
Fundamentación. Producción, validación, aplicación. El conocimiento científico. Relación comprensivismo. Monismo y pluralismo metodológicos. Problematización de la explicación y
entre ciencia y filosofía. Clasificación de las ciencias. Lenguaje y realidad. Introducción a la comprensión. Problematización del lenguaje. Comprensivismo: Sentido y significado de la
nociones de lógica y argumentación. Elementos de un razonamiento: premisas y conclusión. acción. El enfoque fenomenológico. La construcción del mundo de sentido común y las
Verdad y validez. Argumentos válidos e inválidos. Tipos de razonamiento. Deducción. ciencias sociales. La hermenéutica.
Inducción. Falacias.
Bibliografía:
Bibliografía: Weber, Max (1969) Economía y sociedad. México. FCE. Cap. 1, selección (pp. 5 27).
Klimovsky, Gregorio (1997) Las desventuras del conocimiento científico. Buenos Aires, AZ. Weber, Max (1993) Ensayos sobre metodología sociológica, Buenos Aires, Amorrortu.
Capítulo 1: El concepto de ciencia. Selección. Cap. 1 (pp. 39-101)
Palma, Héctor y Pardo, Rubén (coord.) (2012) Epistemología de las ciencias sociales: Durkheim, Emile ( 2001). Las reglas del método sociológico, Buenos Aires, de La Pléyade,
perspectivas y problemas de las representaciones científicas de lo social, Buenos Aires, ¿Qué es un hecho social? Selección. Cap. 1. (pp.38-52).
Biblos. Introducción. Capítulo 1. Schütz, Alfred (1974) El sentido común y la interpretación científica de la acción humana, en
Saussure, Ferdinand (1945) Curso de Lingüística General. Buenos Aires, Losada. El problema de la realidad social, Buenos Aires, Amorrortu. Selección. (pp. 35-70).
Introducción. Foucault, Michel (1975) Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas.
Siglo XXI. México. Editores. Selección. Cap. 1 (pp.13-25).

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FOTOCOPIADORA NARANJA 2 [email protected]


Moralejo, E (2000) La problemática de las humanidades y la hermenéutica. En Esther Díaz: El despliegue de las instancias presenciales integra la combinación de herramientas de
La posciencia. El conocimiento científico en las postrimerías de la modernidad. Selección. participación asincrónica de acuerdo con el criterio del docente auxiliar a cargo de cada una
(pp. 245-265). Buenos Aires. Biblos. de las comisiones (chat, murales, documentos colaborativos, etc.).
Vasilachis de Gialdino, I. (1992) Métodos Cualitativos I. Los problemas teórico-
epistemológicos. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. Calendarización

Unidad 4: La materia se desarrollará en forma presencial a lo largo de cuatro meses. Cada semana se
El problema de la carga valorativa de la ciencia. Referentes de diversas teorías críticas: abre una nueva unidad que culmina con la unidad 4, la última semana se dedica al cierre e
Nietzsche, Freud, Marx. La noción de orden del discurso. Saber y Poder. Epistemologías integración de las unidades de la asignatura.
críticas: pensamiento decolonial y poscolonial. El rol de Estado y su articulación con el sector
privado en la promoción científica y tecnológica como factor clave del desarrollo. Perspectiva Se llevarán dos encuentros presenciales por semana con una duración aproximada de 2 hs
interdisciplinaria. cada uno. La participación de los estudiantes en al menos el 75% de los encuentros es
altamente recomendable dado el carácter dinámico y participativo de los mismos.
Bibliografía:
Palma, Héctor y Pardo, Rubén (coord.) (2012) Epistemología de las ciencias sociales: Los encuentros presenciales son complementados con actividades remotas obligatorias y
perspectivas y problemas de las representaciones científicas de lo social. Bs. As.: Biblos. ( asincrónicas (por caso en foros) y trabajos remotos autónomos (por ejemplo, en forma de
mismo texto que Unidad N°1). tareas).
Santos, Boaventura de Sousa (2009) Una epistemología del sur: la reinvención del
conocimiento y la emancipación social, México, Siglo XXI-CLACSO. Capítulo 1: Un discurso
sobre las ciencias. Mecanismos de seguimiento de los aprendizajes en la unidad curricular.
Rubén, Pardo (2000). Verdad e Historicidad. El conocimiento científico y sus fracturas.
En :Esther, Diaz (comp). La posciencia. El conocimiento científico en las postrimerías de la En cada unidad curricular se prevé el seguimiento por parte del equipo docente quienes,
modernidad. Buenos Aires. Biblos. Selección ( pp.21-34) además de acompañar a las y los estudiantes, guiarán su proceso de aprendizaje a través de
-pluri- sus participaciones en los distintos encuentros a fin de prepararlos para las instancias
puesta, Buenos Aires, Nueva Visión. devaluatorias parciales y finales.
Diaz, Esther (2000). El conocimiento como tecnología de poder. En: Esther Diaz (comp). La
posciencia. El conocimiento científico en las postrimerías de la modernidad. Buenos Aires. El intercambio entre estudiantes y docentes se realizará de la mensajería del aula virtual en
Biblos. el Campus virtual CBC y del aula Classroom con el docente a cargo de la comisión y, en caso
Mazzucato Mariana (2014). El Estado Emprendedor. Mitos del sector público frente al privado. de ser necesario por cuestiones excepcionales también se realizará a través de correo
RBA. Barcelona. España. electrónico personal. Además, se utiliza un foro de anuncios para orientar el recorrido de la
propuesta.
Bibliografía optativa.
Giddens, Anthony (1995) La constitución de la sociedad. Bases para la teoría de la En todas las instancias se promoverá la participación comprometida de los estudiantes, a
estructuración, Buenos Aires, Amorrortu. partir de respuestas, comentarios y sugerencias que los guíen y permitan el seguimiento de
GARCÍA, Rolando (2006) Sistemas complejos. Conceptos, método y fundamentación su participación y desempeño.
epistemológica de la investigación interdisciplinaria, Buenos Aires, Gedisa.

Estrategias metodológicas Formas y criterios de evaluación de las actividades y de aprobación de la asignatura.

La materia se desarrollará durante 4 meses y articulará instancias de encuentros presenciales Los estudiantes serán evaluados con la realización dos evaluaciones parciales por escrito.
teórico-prácticos que serán complementarios con trabajo asincrónico de tipo práctico en la Quienes tengan un promedio de 7 (siete) o más puntos, en una escala de cero a diez
plataforma virtual (Moodle y/o Classrroom) y a cargo del docente auxiliar de cada una de las aprobarán la materia por promoción directa, para lo cual deben tener aprobados ambos
comisiones. En este espacio se presentarán los recursos (material bibliográfico, videos, parciales. Quienes tengan un promedio entre 4 (cuatro) y menos de 7 (siete) puntos de
actividades) que estarán disponibles para que los estudiantes accedan a los mismos de promedio, deberán rendir un examen final en los tres turnos que establece la reglamentación
manera flexible y autónoma. Los mismos se despliegan en forma textual, en videos grabados, correspondiente (Res.CS 3145/15).
infografías dinámicas, foros y tareas.

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FOTOCOPIADORA NARANJA 3 [email protected]


Existen evaluaciones parciales complementarias o recuperatorias. Con posterioridad al cuarto
día hábil de la entrega de notas se prevé que podrán recuperar una 1 de las dos evaluaciones
parciales quienes hubieran reprobado una de las instancias de evaluación parcial o no
hubieran podido asistir por razones debidamente justificadas, para lo cual se les solicitará el
certificado correspondiente. Quienes aprueben el recuperatorio, tendrán que dar examen
final.

Quienes se presenten a dar examen final en calidad de libre deberán dar un examen escrito,
cuya aprobación es requerida para aprobar la materia. Para la aprobación del examen final
se deberá obtener 4 (cuatro) o más puntos.

Prof. Dra. Melina Laura Ramos.


Buenos Aires, 1 de marzo de 2025.

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Nro. de COMISIÓN: IPC Cátedra . Melina Ramos. DOCENTE A CARGO:
CRONOGRAMA DE CLASES LUNES y JUEVES.

Semana Fecha Contenidos a desarrollar Bibliografía

Bienvenida a los estudiantes. Presentación de Programa de Cátedra, Bibliografía


CLASE INTRODUCTORIA
y Cronograma de trabajo. Modalidad de trabajo presencial y apertura del aula
COORDINADA POR
virtual CLASSROOM como soporte de apoyo tecnológico a las clases presenciales
PROFESORA/OR A CARGO.
1 Juev. 3 de abril obligatorias.

Klimovsky, Gregorio (1997).


El conocimiento científico. Introducción a los problemas de la Epistemología.
Palma, Héctor y Pardo, Rubén
Demarcación. Fundamentación. Producción, validación, aplicación. El
(2012).
conocimiento científico. Relación entre ciencia y filosofía. Clasificación de las
Saussure, Ferdinand (1945).
Lu.7 de abril ciencias. Lenguaje y realidad. Introducción a nociones de lógica y argumentación.

Elementos de un razonamiento: premisas y conclusión. Verdad y validez.


Argumentos válidos e inválidos. Tipos de razonamiento. Deducción. Inducción.
2 Juev.10 de abril Falacias. Introducción a nociones de lógica y argumentación. Ginnobili, Santiago (2016).

Lu. 14 de abril Continuación semana 1. Lógica proposicional. Ejercitación. Ginnobili, Santiago (2016).
3 Juev. 17 de abril Feriado Nacional. Jueves Santo.

El método hipotético deductivo. La explicación científica: tipos, componentes. Las


teorías científicas: estructura, tipos de términos, niveles. Contrastación empírica.
Chalmers, Alan (2005).
La asimetría entre verificación y falsación. Falsacionismo. Criterios de
Laso, Eduardo (2000).
demarcación. Un lugar para la historia: los aportes de Kuhn y la noción de
paradigma. Comunidad científica. El cambio y el progreso científico.
Lu. 21 de abril Incomensurabilidad de los paradigmas. Programas de Investigación.

4 Juev. 24 de abril Feriado Nacional. Día de acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblos.

FOTOCOPIADORA NARANJA 5 [email protected]


Nro. de COMISIÓN: IPC Cátedra . Melina Ramos. DOCENTE A CARGO:
CRONOGRAMA DE CLASES LUNES y JUEVES.

La concepción naturalista-empirista, bajo cuya comprensión surgieron las ciencias


sociales, y que ha constituido desde el siglo XIX hasta el incipiente siglo XXI, la
Pardo Rubén. En: Palma, Héctor
concepción dominante. Y el actual escenario posempirista o posnaturalista que,
y Pardo, Rubén (coord.) (2012)
por estos últimos años se ha abierto en franca oposición a la visión ortodoxa o
Lu. 28 de abril estándar.
5 Juev. 1 de mayo Feriado Nacional. Día del Trabajador.
Lu. 5 de mayo CLASE DE REPASO
6 Juev. 8 de mayo PRIMER PARCIAL
Debates y problemas epistemológicos en las ciencias sociales: naturalismo versus Weber, Max (1969)
comprensivismo. Monismo y pluralismo metodológicos. Problematización de la Weber, Max (1993)
Lu.12 de mayo explicación y la comprensión. Durkheim, Emile (2001)
Continuación semana 6. Vasilachis de Gialdino, I (1992).
7 Juev.15 de mayo
Problematización del lenguaje. Comprensivismo: Sentido y significado de la Moralejo, E (2000).Foucault,
acción. El enfoque fenomenológico. La construcción del mundo de sentido común Michel (1975).
Lu. 19 de mayo y las ciencias sociales. Foucault, Michel (1975)
El enfoque fenomenológico. La construcción del mundo de sentido común y las Schütz, Alfred (1974).
8 Juev. 22 de mayo ciencias sociales. La hermenéutica.
Pardo Rubén. En: Palma, Héctor
y Pardo, Rubén(2012). Mismo
texto que Unidad 1. Pardo,
Rubén (2000).
Lu. 26 de mayo El problema de la carga valorativa de la ciencia. Verdad e historicidad.

Diaz, Esther (2000).


9 Juev. 29 de mayo Saber y Poder
Lu. 2 de junio Continuación.
Santos, Boaventura de Sousa
10 Juev. 5 de junio Epistemologías críticas: pensamiento decolonial y poscolonial. (2009).
El rol de Estado y su articulación con el sector privado en la promoción científica y
Mazzucato Mariana (2014).
Lu. 9 de junio tecnológica como factor clave del desarrollo.
11 Juev. 12 de junio Continuación semana 10.
Feriado Nacional. Paso a la inmortalidad del Gral. Don Martín Miguel de
Lu. 16 de junio Güemes.
12 Juev.19 de junio Perspectiva interdisciplinaria. MORIN, Edgar (1999).
Lu.23 de Junio CLASE DE REPASO

FOTOCOPIADORA NARANJA 6 [email protected]


Nro. de COMISIÓN: IPC Cátedra . Melina Ramos. DOCENTE A CARGO:
CRONOGRAMA DE CLASES LUNES y JUEVES.

13 Juev. 26 de junio SEGUNDO PACIAL


Lu. 30 de junio Corrección
14 Lu. 7 de julio RECUPERATORIO
Juev. 10 de julio ENTREGA DE RESULTADOS.
Entre el 14 de julio y el 4 de agosto es la fecha a confirmar del Examen Final, el mismo comprende toda la bibliografía obligatoria de las unidades del
programa de la materia.

FOTOCOPIADORA NARANJA 7 [email protected]


Nro. de COMISIÓN: IPC Cátedra . Melina Ramos. DOCENTE A CARGO:
CRONOGRAMA DE CLASES MIÉRCOLES y SÁBADO.

Semana Fecha Contenidos a desarrollar Bibliografía

Bienvenida a los estudiantes. Presentación del Programa de la Cátedra,


CLASE INTRODUCTORIA
Bibliografía y Cronograma de trabajo. Modalidad de trabajo presencial y apertura
COORDINADA POR
del aula virtual CLASSROOM como soporte de apoyo tecnológico a las clases
PROFESORA/OR A CARGO.
1 Sáb. 5 de abril presenciales obligatorias.
Klimovsky, Gregorio (1997).
El conocimiento científico. Introducción a los problemas de la Epistemología.
Palma, Héctor y Pardo, Rubén
Demarcación. Fundamentación. Producción, validación, aplicación. El
(2012).
conocimiento científico. Relación entre ciencia y filosofía. Clasificación de las
Saussure, Ferdinand (1945).
Miérc. 9 de abril ciencias. Lenguaje y realidad. Introducción a nociones de lógica y argumentación.

Elementos de un razonamiento: premisas y conclusión. Verdad y validez.


Argumentos válidos e inválidos. Tipos de razonamiento. Deducción. Inducción. Ginnobili, Santiago (2016).
Falacias. Introducción a nociones de lógica y argumentación.

2 Sáb.12 de abril.

Continuación semana 1. Lógica proposicional. Ejercitación. Ginnobili, Santiago (2016).


Miérc. 16 de abril
El método hipotético deductivo. La explicación científica: tipos, componentes. Las
teorías científicas: estructura, tipos de términos, niveles. Contrastación empírica.
La asimetría entre verificación y falsación. Falsacionismo. Criterios de Chalmers, Alan (2005).
demarcación. Un lugar para la historia: los aportes de Kuhn y la noción de Laso, Eduardo (2000).
paradigma. Comunidad científica. El cambio y el progreso científico.
Incomensurabilidad de los paradigmas. Programas de Investigación.
3 Sáb. 19 de abril
Chalmers, Alan (2005).
Continuación.
Miérc. 23 de abril. Laso, Eduardo (2000).

FOTOCOPIADORA NARANJA 8 [email protected]


Nro. de COMISIÓN: IPC Cátedra . Melina Ramos. DOCENTE A CARGO:
CRONOGRAMA DE CLASES MIÉRCOLES y SÁBADO.

La concepción naturalista-empirista, bajo cuya comprensión surgieron las ciencias


sociales, y que ha constituido desde el siglo XIX hasta el incipiente siglo XXI, la
Pardo Rubén. En: Palma, Héctor
concepción dominante. Y el actual escenario posempirista o posnaturalista que,
y Pardo, Rubén (coord.) (2012)
por estos últimos años se ha abierto en franca oposición a la visión ortodoxa o
4 Sáb.26 de abril estándar.

Pardo Rubén. En: Palma, Héctor


y Pardo, Rubén (coord.) (2012)
Miérc. 30 de abril Continuación.
5 Sáb 3 de Mayo CLASE DE REPASO
Miérc. 7 de mayo PRIMER PARCIAL
Debates y problemas epistemológicos en las ciencias sociales: naturalismo versus Weber, Max (1969)
comprensivismo. Monismo y pluralismo metodológicos. Problematización de la Weber, Max (1993)
6 Sáb.10 de mayo explicación y la comprensión. Durkheim, Emile (2001)

Mierc. 14 de mayo Continuación. Vasilachis de Gialdino, I (1992).


Problematización del lenguaje. Comprensivismo: Sentido y significado de la Moralejo, E (2000).Foucault,
acción. El enfoque fenomenológico. La construcción del mundo de sentido común Michel (1975).
7 Sáb.17 de mayo y las ciencias sociales. Foucault, Michel (1975)
Miérc. 21 de El enfoque fenomenológico. La construcción del mundo de sentido común y las Schütz, Alfred (1974).
mayo. ciencias sociales. La hermenéutica.

Pardo Rubén. En: Palma, Héctor


El problema de la carga valorativa de la ciencia. Verdad e historicidad. y Pardo, Rubén(2012). Mismo
texto que Unidad 1. Pardo,
8 Sáb.24 de mayo Rubén (2000).
Miérc 28 de mayo Continuación.

Saber y Poder Diaz, Esther (2000).


9 Sáb 31 de mayo
Miérc. 4 de junio Continuación.
Santos, Boaventura de Sousa
Epistemologías críticas: pensamiento decolonial y poscolonial.
10 Sáb. 7 de junio (2009).
El rol de Estado y su articulación con el sector privado en la promoción científica y
Miérc. 11 de junio tecnológica como factor clave del desarrollo. Mazzucato Mariana (2014).

FOTOCOPIADORA NARANJA 9 [email protected]


Nro. de COMISIÓN: IPC Cátedra . Melina Ramos. DOCENTE A CARGO:
CRONOGRAMA DE CLASES MIÉRCOLES y SÁBADO.

11 Sáb. 14 de junio Continuación semana 10.


Miérc. 18 de junio Perspectiva interdisciplinaria. Morin, Edgar (1999).
12 Sáb. 21 de junio Continuación semana 11.
Miérc 25 de junio CLASE DE REPASO
13 Sáb.28 de junio SEGUNDO PACIAL
Miérc. 2 de julio Corrección
14 Sáb.5 de julio RECUPERATORIO
Miérc. 9 de julio Feriado Nacional. Día de la independencia.
15 12 de julio ENTREGA DE RESULTADOS.
Entre el 14 de julio y el 4 de agosto es la fecha a confirmar del Examen Final, el mismo comprende toda la bibliografía obligatoria de las unidades del
programa de la materia.

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Klimovsky, Gregorio (1997)

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FOTOCOPIADORA NARANJA 13 [email protected]
FOTOCOPIADORA NARANJA 14 [email protected]
FOTOCOPIADORA NARANJA 15 [email protected]
FOTOCOPIADORA NARANJA 16 [email protected]
Palma, Héctor y Pardo, Rubén (2012)

FOTOCOPIADORA NARANJA 17 [email protected]


FOTOCOPIADORA NARANJA 18 [email protected]
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el horizonte mismo bajo el cual se desarrolla todo nuestro quehacer; ya se trate de actividades
profesionales o de prácticas cotidianas.
Todo aquel que lleve a cabo una actividad sea ésta teórica o práctica- requiere
REFERENCIA: Pardo, R. (2012), LA INVENCIÓN DE LA CIENCIA: La creación de siempre, para un desempeño adecuado de la misma, de una mínima comprensión del contexto
la cultura occidental a través del conocimiento científico en Palma, H. y Pardo R.
(2012), Epistemología de las ciencias sociales. Perspectivas y problemas de las este comienzo de siglo, es imposible e irrealizable si no se tiene en cuenta la función y el
significado que en la constitución de ella ejerce el discurso científico. Reflexionar sobre nuestro
representaciones científicas de lo social, Buenos Aires, Biblos
mundo hoy- es principalmente reflexionar sobre la ciencia y la tecnología; y, por lo tanto, la
pregunta por la estructura del orden social actual es en gran parte- la pregunta por la ciencia
y por la técnica.2 Ahora bien, dado que como ya se ha dicho- es imposible eludir la primera
LA INVENCIÓN DE LA CIENCIA: La creación de la cultura demanda, y dado que ésta nos transporta inmediatamente hacia un segundo interrogante, no
cabe ya demorar o acallar más el mismo: ¿qué se entiende por ciencia?; o, dicho en otros
occidental a través del conocimiento científico términos, ¿qué características posee eso que hoy llamamos conocimiento científico?

Rubén H. Pardo nto científico

El concepto de ciencia fue un descubrimiento fundamental del espíritu griego y dio


origen a nuestra cultura occidental. Sin embargo, no son los mismos los supuestos teóricos
1-INTRODUCCIÓN. Doble origen y doble sentido del conocimiento sobre los que reposa la idea actual de ciencia que los que se forjaron por ejemplo- en la
científico antigüedad clásica. Esta diferencia tiene su explicación en que cada época histórica posee una
concepción del saber basada en los criterios que ésta supone de lo que es conocimiento en
Uno de los grandes pensadores alemanes del siglo XX, Hans Georg Gadamer, sentido estricto. Para dar sólo un ejemplo dado que este tema será tratado en el próximo
afirmaba que la ciencia constituye el alfa y el omega de nuestra civilización occidental. Y ésa punto- hoy consideramos al conocimiento empírico3 como el modelo casi excluyente de todo
sería una muy buena frase para comenzar este trabajo. Por eso no sólo la suscribimos, sino saber que se precie de tal. Mas como luego se verá- no siempre fue así, ya que la valoración
del saber dirigido a y fundado en la experiencia es, sobre todo, fruto de la modernidad.
¿En qué consiste el saber propio de la ciencia, para nosotros, hombres del siglo XXI? ¿Qué
Es claro y no requiere de mucho esfuerzo comprensivo, que la delimitación de un saber características ha de tener un conocimiento que se precie de ser científico? Obviamente, no
en sentido estricto, fundamentado y sistemático como el científico, separado de otros campos todo conocimiento es científico. La cientificidad es una categoría que depende de ciertos
u ámbitos de conocimiento, como son el arte, la religión y la filosofía, ha sido uno de los requisitos que suelen centrarse, en líneas generales, en estas características:
emblemas distintivos de Occidente. Pero aquí sostenemos una afirmación algo más fuerte aún:
la invención de la ciencia por parte de la cultura occidental y la invención de la cultura
occidental por parte de la ciencia notas distintivas de un objeto. Sin embargo, una mera recolección de datos o una descripción
significado del genitivo, en su sentido objetivo y de hechos, por más detallada que sea, no constituye por sí misma conocimiento científico. La
ciencia es un saber que busca leyes mediante las cuales poder describir y explicar la realidad.
optamos por afirmar ambas opciones: Occidente y la ciencia se han inventado mutuamente. Y Por ello, si se trata de ciencia, se debe encontrar y formular relaciones constantes entre los
este trabajo se pro fenómenos, y son justamente las leyes las proposiciones que expresan esas conexiones
su origen y, lo que es aún más importante, para comprender su devenir y su desembocadura regulares que permiten, por un lado, explicar y, por el otro, predecir hechos particulares. La
en el mundo actual.
Siempre en cualquier sociedad de cualquier época- el saber, el discurso, la teoría y,
mediante dicho saber- un control vale
una función esencial. El mundo de la vida la esfera de la cotidianeidad- así como las prácticas decir- controlarlo, dominarlo.
sociales propias de toda comunidad, se ven atravesados de modo inexorable en su
constitución, por el conocimiento. Desde las culturas más primitivas y simples basadas en Carácter crítico (o criticidad). Además de ser un conocimiento legalista, que busca explicar y
castas o en órdenes sociales jerárquicos muy cerrados y estables- hasta nuestra actual e predecir fenómenos mediante leyes, la ciencia es sobre todo- un saber crítico. ¿Qué significa
hipercompleja sociedad pretendidamente democrática y global- verdad y poder han sido
conceptos destinados a cruzarse, a confundirse, a transferirse uno al otro múltiples problemático y cuestionador: el pensamiento científico es básicamente y por sobre todas las
significados. La implicación entre saber y vida o la recién mentada entre verdad y poder es cosas un pensar interrogante y, por ello, su tarea más propia es la del preguntar. La ciencia, o
encia su significado en el mundo actual. ¿Por qué? mejor aún, la tarea de la ciencia, presupone una primacía de la pregunta, una apertura del
Sencillamente porque en una sociedad caracterizada por la complejidad y el riesgo, como la
actual, la propiedad de la información y del conocimiento se han convertido en recurso
esencial.1 No comprender esto, o lo que es peor, restarle importancia, equivale a desconocer

2
Ha sido Heidegger filósofo que es abordado en otro de los textos de este libro- uno de los primeros pensadores
1
La importancia de la información como recurso esencial en nuestras sociedades actuales es señalada por que supo ver en la técnica el fenómeno central de nuestra época.
3
muchísimos autores: A.Giddens, M.Castells o P.Drucker, entre otros. A tales efectos puede consultarse Drucker,
P.(1998) : capítulo1. basado en los sentidos.

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hombre a lo no sabido, una racionalidad estructurada en forma de una lógica de pregunta- Carácter metódico. A nuestra actual comprensión de lo que es la ciencia, en tanto paradigma
respuesta.4 inherente tal como queda prefigurado ya en el punto
como veníamos diciendo- anterior- la centralidad del concepto de método. Methodos es una palabra griega cuyo

entonces, que la actitud propia del que hace ciencia es la actitud crítica. Esto es, la de aquel su sentido moderno (sobre todo desde Descartes), adquiere el sentido de un concepto unitario
que antepone la duda, el examen, el preguntar crítico, al dogma, a la doctrina incuestionable. que, más allá de las peculiaridades del ámbito estudiado, implica la exclusión del error
Por lo tanto, nada más lejos del quehacer científico que la dogmática, dado que ésta se mediante verificación y comprobación. Así, la tendencia fundamental del pensamiento
caracteriza por sustraer su principio (dogma), a todo posible pensar cuestionante. Es por ello científico desde la modernidad es la de identificar el saber, el conocimiento propiamente dicho,
doxa), como el principal obstáculo para el la ciencia, con lo comprobable empíricamente y, por tanto, la verdad con la certeza. Esto es lo
desarrollo del saber (episteme). Es justamente el poder de la opinión el que reprime el que posibilita, a partir del innegable avance de las ciencias naturales desde el siglo XVII, la
preguntar, al ocultar en virtud de su tendencia expansionista- el reconocimiento de que en reducción de la verdad al método. Así, un cuerpo de conocimientos, para que hoy sea
realidad no se sabe. La ciencia, en tanto actitud, supone un estado de apertura hacia lo que no
se sabe, lo que equivale a decir que parte del reconocimiento de una carencia y de una pasos. Si una investigación cualquiera que ésta sea- omite o elude alguno de ellos (los cuales
disposición de escucha respecto del sentido buscado. son establecidos por la comunidad científica), pierde inmediatamente su pretensión de

Aspiración a la universalidad. No hay ciencia de lo particular. Este viejo axioma, que se en la contrastación empírica, esto es, en la comparación de lo implicado por las hipótesis con
remonta a la antigüedad clásica, si bien puede haber variado en algo su significado, sigue los hechos observados.
vigente. La pretensión de universalización de su alcance es esencial al conocimiento científico.
¿Por qué, si venimos afirmando que la ciencia es un saber que se propone explicar hechos? Sistematicidad. Otra característica, no menos importante está referida a la sistematicidad del
Porque un objeto particular, cualquiera que fuere, sólo es objeto de ciencia en la medida en conocimiento científico, es decir, a que éste es un cuerpo de proposiciones relacionadas entre
que el conocimiento que nos pueda dar sea, de algún modo, universalizable. El hecho, el caso, por lo tanto-
el individuo, solamente tienen valor científico en tanto nos dicen algo sobre el conjunto, la el carácter sistemático de la ciencia alude a una unidad armónica, consistente, no
clase, el género. Explicar científicamente por qué un cuerpo particular cae si lo suelto de mi contradictoria del saber, en virtud de la cual nuevos conocimientos se integran a los ya
mano posee un valor científico porque ese saber no termina allí, en el objeto particular mismo, establecidos.
sino que puede decirme algo acerca de la caída de los cuerpos en general. Esto parece una
obviedad y, por supuesto, lo es. Sin embargo, tener presente la necesidad de esa aspiración a Comunicable mediante un lenguaje preciso. Ya se hizo mención de la necesidad de
lo universal como un rasgo esencial del conocimiento científico nos previene contra una fundamentación como requisito esencial de todo saber que se pretenda científico. La ciencia
tendencia muy habitual por estos días: creer que cualquier recolección de datos, bajo la forma formula constantemente enunciados que deben responder a esta demanda, vale decir,
de una planilla estadística, con muchos números y gráficos, es ya una investigación científica. hipótesis que deben cumplir con requisitos lógicos y empírico-metodológicos. Sin embargo,
La ciencia no es sólo datos, sino fundamentalmente también teoría. Sin la dimensión teórica, muy a menudo tanto en ciencia como también en la vida cotidiana- es necesario, además,
en la que alienta la universalidad, no hay conocimiento científico, sino sólo una mera formular enunciados precisos. Por ejemplo, no alcanza
aglomeración de datos carentes de significatividad.
complementar esos enunciados con otros más precisos: ¿en qué medida ha aumentado la
Saber fundamentado (lógica y empíricamente). En estrecha relación con lo anterior, puede desocupación?, o ¿a qué órganos y cómo el cigarrillo afecta la vida del hombre? Si bien
agregarse ahora que la ciencia requiere siempre para ser considerara tal- de la siempre la ciencia ha aspirado a la precisión, en la actualidad época de vertiginosos
fundamentación de sus afirmaciones. Y si bien como luego se explicará- ésta es una desarrollos tecnológicos, de hiperinformación y de racionalización de todos los órdenes de la
condición que recorre la historia toda del conocimiento científico, en la actualidad debe vida- dicha aspiración se ha transformado en requisito indispensable: la medida, la exactitud
especificars -en ciencia- supone una referencia a dos en la formulación de relaciones entre los fenómenos estudiados, y la posibilidad de expresión
dimensiones: una lógica y otra empírica. La primera está relacionada con la coherencia entre de ese saber en un lenguaje preciso, son componentes ineludibles de todo conocimiento que
las proposiciones que conforman la teoría, de acuerdo con las reglas de la lógica. Mientras que se precie de ser científico. Así, podría decirse que la ciencia tiende naturalmente en la
la segunda se agrega a la anterior para las ciencias que estudian los hechos (ciencias medida en que aspira a eliminar la ambigüedad y la vaguedad- a la búsqueda de un lenguaje
fácticas), e implica la necesidad de justificar sus enunciados mediante contrastación empírica, unívoco, esto es, aspira a la posibilidad de crear un lenguaje ideal que elimine toda
esto es, a través de una confrontación con la experiencia. Desde la antigüedad clásica, origen equivocidad, que sea plenamente exacto, que tenga un único sentido posible. Aunque, hay
remoto de nuestra actual idea de ciencia, hasta el siglo XXI, pasando por la modernidad, cada que aclarar, ese ideal no pueda ser efectivamente realizado más allá de los límites de un
lenguaje formal, como el de la lógica y el de la matemática.
fundamentado. Por supuesto, lo que ha variado, en cada caso, son los modos y los criterios de
tal fundamentación, vale decir, los métodos. Esto nos lleva a la característica siguiente, el Pretensión de objetividad. Finalmente, suele afirmarse que el conocimiento científico es, o
carácter metódico del conocimiento científico. No sería exagerado afirmar que éste es el rasgo pretende ser, objetivo. Por objetividad debe entenderse la capacidad del sujeto de elevarse por
más determina sobre todo condicionamiento histórico y subjetivo y tomar la distancia suficiente respecto del
una manera de fundamentar nuestras creencias. objeto a conocer, como para adoptar el punto de vista de un observador neutral. Ser objetivo
significará pues, evitar en el conocimiento mismo- toda influencia derivada del que conoce, y -
por lo tanto- implica la absoluta prescindibilidad del sujeto, en el proceso cognoscitivo mismo.
Desde ya, en torno de este concepto se erigen las discusiones más profundas en cuanto a su
4 posibilidad y aun en cuanto a su sentido. ¿Es posible esta toma de distancia? ¿Hasta qué
Este tema de la primacía de la pregunta y del carácter dialógico de la racionalidad constituye una de las
afirmaciones principales de la hermenéutica filosófica, cuyo principal representante es Gadamer. Cfr. Gadamer, punto? ¿Podemos dejar de lado, de
H.G., (1960) : parte III.

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proposiciones sintéticas y su método se basa en la contrastación empírica para constatar si


a la objetividad y postergar el debate sobre este concepto. estos enunciados son verdaderos o falsos; de ellos resulta siempre una verdad contingente y
En síntesis, la ciencia, según la visión más usual que en la actualidad se tiene de ella, fáctica (o dicho de otro modo, ineludiblemente provisoria).
es un cuerpo de conocimientos al que le son esenciales las siguientes características: Dentro de las ciencias fácticas suele trazarse una subdivisión entre dos tipos de
ciencias: las naturales y las sociales. Tal distinción pretende fundarse en diferencias en cuanto
Capacidad descriptiva, explicativa y predictiva (mediante leyes). al objeto de estudio (la naturaleza o el hombre, respectivamente) y, sobre todo, acerca del tipo
Carácter crítico. de conocimiento involucrado en ellas. Respecto de esto último, hay quienes descalifican la
Aspiración a la universalidad. cientificidad de las ciencias sociales al argumentar que ellas nunca pueden alcanzar
Fundamentación (lógica y empírica).
Carácter metódico. un conocimiento queda acotada a la posible y rigurosa aplicación del método de las ciencias
Sistematicidad. naturales y reduciendo verdad y racionalidad a método. Históricamente el primer modo de
Comunicabilidad mediante un lenguaje preciso. considerar las ciencias sociales ha sido el positivista, que parte del supuesto naturalista de
reducción de la realidad social a la natural y tiene como único criterio evaluativo la metodología
Pretensión de objetividad.
de las ciencias naturales.6
Sin embargo, hasta ahora venimos hablando de ciencia en general, sin explicar una
Cuadro N° 1
distinción clásica, que debe tenerse en cuenta a la hora de explicitar la estructura de una teoría
científica y el modo en que se trabaja científicamente: la distinción entre ciencias formales y
fácticas Criterios Ciencias formales Ciencias fácticas
Objeto Entes ideales, signos vacíos, Entes empíricos (hechos,
carentes de contenido empírico procesos)
1.2 Clasificación de las ciencias
Tipo de Analíticos Sintéticos
enunciado
Cuando se trata de clasificar las ciencias se acostumbra a tomar como referencia Tipo de Necesaria y a priori Contingente y a posteriori
cuatro criterios: el objeto de estudio, los métodos, la clase de enunciados y el tipo de verdad. verdad
Al hablar de objeto de estudio, nos referimos al sector o ámbito de la realidad estudiada (los
Método Demostración lógica; Contrastación empírica
seres vivos para la biología, o el movimiento de los cuerpos celestes para la astronomía, por
fundamentación de un enunciado (observación y/o experimentación)
dar sólo algunos ejemplos). Los métodos se relacionan con los distintos procedimientos, tanto
a partir de su deducibilidad de
para el logro de conocimientos como para su justificación y puesta a prueba. El tipo de
otros.
enunciados alude a la diferencia entre proposiciones analíticas, vale decir, aquellas cuyo valor
Ejemplos Lógica y matemáticas Ciencias naturales y sociales
de verdad se determina formalmente, con independencia de lo empírico, y proposiciones
sintéticas, a saber, las que nos informan de algún modo sobre sucesos o procesos fácticos y
Hasta aquí, y de un modo muy esquemático, hemos explicitado cuáles son los rasgos
cuya verdad está relacionada a la experiencia. Finalmente, acerca del criterio referido al tipo
más esenciales y básicos de lo que hoy se entiende por ciencia. Sin embargo, sería lícito
de verdad involucrado en estos enunciados, diremos que mientras a los primeros les
ahora preguntar: ¿siempre se ha entendido esto por ciencia? Y de no ser así, ¿cuándo tiene
corresponde una verdad necesaria y formal, relacionada con la coherencia lógica, en el caso
su origen ese modo de comprender el conocimiento científico que acabamos de describir? La
de los segundos, su verdad será contingente y fáctica, dependiente de su verificación
respuesta a la primera pregunta es, obviamente, no; ya que como se apuntó anteriormente-
empírica.
cada época ha pensado a la ciencia de una manera propia y particular, en relación con una
Explicados los criterios, puede decirse ahora, que las ciencias se dividen en formales y
forma también propia y particular- de concebir la realidad y la racionalidad. Mientras que a la
fácticas. Las ciencias formales son las matemáticas y la lógica, pues su objeto de estudio se
segunda demanda, habrá que responder lo siguiente: nuestra actual idea de ciencia tiene un
caracteriza porque sólo tiene existencia ideal, no existe en la realidad espacio-temporal: tanto
doble origen, uno remoto, en la antigüedad clásica, y otro reciente, en la modernidad. Pero
los signos del lenguaje matemático como los del lógico no refieren a una realidad
esta temática nos lleva al próximo apartado de este trabajo.
extralingüística, sino que son formales, vacíos de contenido. Cabe aclarar que estos objetos o
7
entonces, ser aplicados a la realidad empírica.
Obviamente, los enunciados de este tipo de ciencias son analíticos, dado que
constituyen relaciones entre signos vacíos de contenido empírico, cuyo valor de verdad se Ha quedado suficientemente aclarado ya lo que hoy entendemos por ciencia, a saber,
determinará de un modo puramente formal. El método es la demostración lógica: deducir un un tipo de conocimiento que debe cumplir con ciertos requisitos: capacidad descriptiva,
enunciado de otros por inferencias lógicas5. Y, finalmente, la verdad de las ciencias formales explicativa y predictiva mediante leyes, carácter crítico, aspiración a la universalidad,
ha de ser necesaria. Es fruto de la coherencia del enunciado dado con el sistema de ideas
admitido previamente: no contradicción con las otras proposiciones e inferibilidad a partir de 6
De este modo
ellas. e han levantado
Por otra parte, están las ciencias fácticas, que informan acerca de la realidad otras visiones -comprensivistas primero, hermenéuticas después- que intentaron reivindicar una especificidad
extralingüística, vale decir, tienen como objeto de estudio entes materiales (hechos, procesos) propia para las humanidades, sobre la base de las peculiaridades de su objeto de estudio (irreductible a un mero
y se refieren a la realidad empírica. Sus enunciados, al apuntar a esos hechos, son conjunto de fenómenos empíricos) y desde el redescubrimiento de la dimensión histórica y lingüística de todo
proceso cognoscitivo. De cualquier modo, sea como fuere, no es este el lugar para desarrollar los pormenores de tal
discusión.
5 7
Un ejemplo claro estaría dado por la demostración de un teorema. En ésta, la verdad del mismo se funda en un
encadenamiento deductivo a partir de la supuesta verdad de los axiomas. Esther Díaz (1997): capítulo 1.

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fundamentación lógica y empírica, carácter metódico, sistematicidad, comunicabilidad


mediante un lenguaje preciso, y pretensión de objetividad. Ahora bien, vamos a denominar a
esto como el sentido acotado o restringido de ciencia, ya que la cientificidad se reduce a su

efectivamente nuestra época todavía considera como tal. Así, siguiendo este criterio, no sería
lícito, en términos estrictos, conceder a las ideas antiguas como las que componen la física
de Aristóteles o de Ptolomeo- el atributo de la cientificidad; dado que, medidas desde los
parámetros epistemológicos y metodológicos actuales, podrían ser consideradas más como
productos de la fantasía y de la dogmática, que como resultado de una actividad plenamente
científica.
sentido más amplio, de mayor
cia

Así, qué sea ciencia, es una pregunta cuya respuesta varía históricamente, porque la
comunidad científica de cada época de acuerdo a las prácticas sociales y al modo en que esa
comunidad comprende la realidad- forja un sentido determinado de ciencia. Como se ha dicho
anteriormente, no siempre se concibió al conocimiento científico tal como hoy lo pensamos. Si
a un griego del siglo V a.C. le explicáramos a qué den
no lo identificaría con el término episteme
techne), pero no
episteme).
Es por ello que desde este sentido amplio e histórico de ciencia- puede hablarse de
tres grandes modelos epocales o paradigmas, en cuanto al modo de comprender el
conocimiento científico (en tanto saber sólidamente fundamentado):

Un paradigma premoderno, que abarca la antigüedad y la Edad Media (desde el siglo VI a.C.
hasta el siglo XV).

Un paradigma moderno, surgido a partir de la revolución científica de los siglos XVI y XVII y
que se extiende hasta principios del siglo XX.

Y un paradigma actual por algunos llamado posmoderno, por otros tardomoderno- que se
constituye fundamentalmente en el siglo XX y que si bien no difiere totalmente del de la
modernidad, guarda respecto de él muchas e importantes diferencias. Aun cuando cabría la
posibilidad de no catalogarlo
pertinente y recomendable distinguir la época actual de la moderna, en cuanto al modo de
comprender la ciencia y de concebir científicamente al mundo.

Entender cabalmente el significado de tal distinción y las diferencias esenciales de


estas perspectivas históricas es de suma importancia y constituye uno de los objetivos
fundamentales de este libro. Y, si bien tal cometido quizá sólo pueda ser alcanzado al cabo de
la lectura total de la obra, resulta fundamental comenzar aquí mismo a esbozar algunos de los
rasgos más propios y significativos de esos tres grandes modelos epocales de ciencia.

2. PARADIGMAS Y REVOLUCIONES CIENTÍFICAS


2.1 Paradigma premoderno

Dentro de lo que aquí se denomina como premodernidad se encuentran dos períodos


bien diferenciables pero que, en sus fundamentos, comparten ciertas características a saber-
la antigüedad clásica (centrada sobre todo en el pensamiento griego de los siglos VI al IV a.C.)
y la Edad Media (siglos V al XV).
Del primero de ellos - cabe decir, antes que nada, que es fundacional; vale
decir, que da origen, que funda la cultura occidental, dando inicio al proyecto racionalista y

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Saussure, Ferdinand (1945

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INDICE

PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA ..........................................................................................................................7

CURSO DE LINGÜÍSTICA GENERAL..........................................................................................................................20

PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN FRANCESA .....................................................................................................21

FERDINAND DE SAUSSURE INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................................25


CAPÍTULO I - OJEADA A LA HISTORIA DE LA LINGÜÍSTICA ..........................................................................25
CAPÍTULO II - MATERIA Y TAREA DE LA LINGÜÍSTICA. SUS RELACIONES CON LAS CIENCIAS
CONEXAS....................................................................................................................................................................30
CAPÍTULO III - OBJETO DE LA LINGÜÍSTICA ...................................................................................................32
CAPÍTULO IV - LINGÜÍSTICA DE LA LENGUA Y LINGÜÍSTICA DEL HABLA ............................................41
CAPÍTULO V - ELEMENTOS INTERNOS Y ELEMENTOS EXTERNOS DE LA LENGUA...................................44
CAPÍTULO VI - REPRESENTACIÓN DE LA LENGUA POR LA ESCRITURA ......................................................51
CAPÍTULO VII - LA FONOLOGÍA ............................................................................................................................55

CURSO DE APÉNDICE - PRINCIPIOS DE FONOLOGÍA ................................................................................................................60


CAPÍTULO 1 - LAS ESPECIES FONOLÓGICAS ....................................................................................................60
CAPÍTULO II - LOS FONEMAS EN LA CADENA HABLADA.................................................................................72
LINGÜÍSTICA GENERAL PRIMERA PARTE - PRINCIPIOS GENERALES...........................................................................................................91
CAPÍTULO I - NATURALEZA DEL SIGNO LINGÜISTICO ...................................................................................91
CAPÍTULO II - INMUTABILIDAD Y MUTABILIDAD DEL SIGNO .....................................................................92
CAPÍTULO III - LA LINGÜÍSTICA ESTÁTICA Y LA LINGÜÍSTICA EVOLUTIVA ........................................105
Traducción, prólogo y notas de AMADO ALONSO SEGUNDA PARTE - LINGÜÍSTICA SINCRÓNICA................................................................................................120
CAPÍTULO I - GENERALIDADES............................................................................................................................120
CAPÍTULO II - LAS ENTIDADES CONCRETAS DE LA LENGUA.....................................................................122
CAPÍTULO III - IDENTIDAD, REALIDAD, VALORES........................................................................................127
VIGESIMACUARTA EDICIÓN CAPÍTULO IV - EL VALOR LINGÜÍSTICO..........................................................................................................131
CAPÍTULO V - RELACIONES SINTAGMÁTICAS Y RELACIONES ASOCIATIVAS ......................................142
CAPÍTULO VI - MECANISMO DE LA LENGUA....................................................................................................147
CAPÍTULO VII - LA GRAMÁTICA Y SUS DIVISIONES......................................................................................153
CAPÍTULO VIII - PAPEL DE LAS ENTIDADES ABSTRACTAS EN GRAMÁTICA ...........................................156
TERCERA PARTE - LINGÜÍSTICA DIACRÓNICA ..................................................................................................159
CAPÍTULO I - GENERALIDADES ...........................................................................................................................159
CAPÍTULO II - LOS CAMBIOS FONÉTICOS .........................................................................................................163
CAPÍTULO I I I - CONSECUENCIAS GRAMATICALES DE LA EVOLUCIÓN FONÉTICA................................172
CAPÍTULO IV - ANALOGÍA ...................................................................................................................................180
CAPÍTULO V - ANALOGÍA Y EVOLUCIÓN..........................................................................................................188
CAPÍTULO VI - LA ETIMOLOGÍA POPULAR .....................................................................................................195
CAPÍTULO VII - LA AGLUTINACIÓN....................................................................................................................198
CAPÍTULO VIII - UNIDADES, IDENTIDADES Y REALIDADES DIACRÓNICAS...............................................201
APÉNDICES - A LAS PARTES TERCERA Y CUARTA .............................................................................................205

CUARTA PARTE - LINGÜÍSTICA GEOGRÁFICA.....................................................................................................212


EDITORIAL LOSADA
L i b e r a l o s L i b r os CAPÍTULO I - DE LA DIVERSIDAD DE LENGUAS..............................................................................................212
CAPÍTULO II - COMPLICACIONES DE LA DIVERSIDAD GEOGRÁFICA........................................................215
CAPÍTULO III - CAUSAS DE LA DIVERSIDAD GEOGRÁFICA .........................................................................219
CAPÍTULO IV - PROPAGACIÓN DE LAS ONDAS LINGÜÍSTICAS....................................................................229
QUINTA PARTE - CUESTIONES DE LINGÜÍSTICA RETROSPECTIVA..................................................................236
CAPÍTULO I - LAS DOS PERSPECTIVAS DE LA LINGÜÍSTICA DIACRÓNICA.................................................236
CAPÍTULO II - LA LENGUA MÁS ANTIGUA Y EL PROTOTIPO.....................................................................239
CAPÍTULO III - LAS RECONSTRUCCIONES .......................................................................................................242
CAPÍTULO IV - EL TESTIMONIO DE LA LENGUA .............................................................................................246
EN ANTROPOLOGÍA Y EN PREHISTORIA...........................................................................................................246
CAPÍTULO V - FAMILIAS DE LENGUAS Y TIPOS LINGÜÍSTICOS....................................................................252

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30 Historia de la lingüística: Bopp
INTRODUCCIÓN
didas de modo general la significación y la importancia de esta ver-
dad. Bopp no tiene, pues, el mérito de haber descubierto que el sáns-
CAPÍTULO I crito es pariente de ciertos idiomas de Europa y de Asia, pero fue él quien
comprendió que las relaciones entre lenguas parientes podían convertirse
OJEADA A LA HISTORIA DE LA LINGÜÍSTICA en la materia de una ciencia autónoma. Aclarar una lengua por medio de
otra, explicar las formas de una por las formas de la otra, eso es lo que
todavía no se había emprendido.
La ciencia que se ha constituido en torno de los hechos de lengua Es muy dudoso que Bopp hubiera podido crear su ciencia —por lo
ha pasado por tres fases sucesivas antes de reconocer cuál es su verda- menos tan pronto— sin el descubrimiento del sánscrito. Esta lengua, al
dero y único objeto. llegar como tercer testimonio junto al griego y el latín, le proporcionó una
Se comenzó por organizar lo que se llamaba la «gramática». Este base de estudio más amplia y más sólida; y esa ventaja se encontró au-
estudio, inaugurado por los griegos, continuado principalmente por los mentada por la circunstancia por suerte inesperada, de que, el sánscrito
franceses, está fundado en la lógica y desprovisto de toda visión científica está en condiciones excepcionalmente favorables para aclarar esta com-
y desinteresada de la lengua misma; lo que la gramática se propone única- paración.
mente es dar reglas para distinguir las formas correctas de las formas in- Pongamos un ejemplo. Si se considera el paradigma del latín genus
correctas; es una disciplina normativa, muy alejada de la pura observa- (genus, generis, genere, genera, generum, etc.) y el del griego genós (gé-
ción, y su punto de vista es necesariamente estrecho. neos, génei, génea, geneón, etc.), estas series no dicen nada, ni tomadas
Después apareció la filología. Ya en Alejandría existía una escuela por separado ni comparadas entre sí. Pero otra cosa es en cuanto se les
«filológica», pero este término se asocia sobre todo con el movimiento añade la serie correspondiente del sánscrito ( anas, anasi, anassu,
científico creado por Friedrich August Wolf a partir de 1777, que se con- anas m, etc.). Basta con echar una mirada para percibir la relación
tinúa en nuestros días. La lengua no es el único objeto de la filología, que existe entre los paradigmas griego y latino. Admitiendo provisional-
que quiere sobre todo fijar, interpretar, comentar los textos; este primer mente que anas representa el estado primitivo, ya que eso ayuda a
estudio la lleva a ocuparse también de la historia literaria, de las costum- la explicación, se saca en conclusión que en las formas griegas ha debido
bres, de las instituciones, etc.; en todas partes usa el método que le es desaparecer una s, géne(s)os, etc., cada vez que se encontraba entre dos
propio, que es la crítica. Si aborda cuestiones lingüísticas, es sobre todo vocales. Y se deduce luego que, en las mismas condiciones, la s se vuelve r
para comparar textos de diferentes épocas, para determinar la lengua en latín. Además, desde el punto de vista gramatical, el paradigma sáns-
particular de cada autor, para descifrar y explicar inscripciones redacta- crito sirve para precisar la noción de radical, pues este elemento corres-
das en una lengua arcaica u oscura. Sin duda estas investigaciones son las ponde a una unidad ( anas-) perfectamente determinable y fija. El latín
que prepararon la lingüística histórica: los trabajos de Ritschl sobre Plau- y el griego no conocieron más que en sus orígenes el estado que el sánscrito
to pueden ya llamarse lingüísticos, pero, en ese terreno, la crítica fi- representa. La conservación de todas las eses indoeuropeas es, pues, lo
lológica falla en un punto: en que se atiene demasiado servilmente a la que hace al sánscrito tan instructivo en este punto. Es verdad que en
lengua escrita y olvida la lengua viviente; por lo demás, la antigüedad otros aspectos ha conservado menos los caracteres del prototipo: así, su
grecolatina es la que la absorbe casi por entero. vocalismo está completamente trastornado. Pero en general, los elemen-
El tercer período comenzó cuando se descubrió que se podían com- tos originarios que conserva el sánscrito ayudan a la investigación de
parar las lenguas entre sí. Éste fue el origen de la filología compara- modo maravilloso, y el azar lo ha convertido en una lengua muy propia
tiva o «gramática comparada». En 1816, en una obra titulada Siste- para esclarecer a las otras en gran número de casos.
ma de la conjugación del sánscrito, Franz Bopp estudió las relaciones Desde el comienzo se ven surgir junto a Bopp otros lingüistas de cali-
que unen el sánscrito con el germánico, el griego, el latín, etc. No fue dad: Jacob Grimm, el fundador de los estudios germánicos (su Gramática
Bopp el primero en señalar esas afinidades y en admitir que todas esas alemana se publicó de 1822 a 1836); Pott, cuyas investigaciones etimo-
lenguas pertenecían a una misma familia: eso ya se había hecho antes que lógicas pusieron en manos de los lingüistas una vasta suma de materiales;
él, especialmente por el orientalista inglés William Jones († 1794); pero Kuhn, cuyos trabajos se ocupaban a la vez de la lingüística y de la mito-
algunas afirmaciones aisladas no prueban que en 1816 fueran ya compren- logía comparada; los indianistas Benfey y Aufrecht, etc.

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De Bopp a Schleicher 31 32 Romanistas y germanistas

Por fin, entre los últimos representantes de esta escuela, hay que que haya paridad alguna necesaria entre los efectos gramaticales que
señalar muy especialmente a Max Müller, Georg Curtius y August Schlei- desarrolla en una y en otra lengua (ver pág. 183 y sig.).
cher. Todos tres, cada cual a su manera, hicieron mucho por los estudios Este método exclusivamente comparativo implica todo un conjunto
comparativos. Max Müller los popularizó con sus brillantes diserta- de concepciones erróneas que en nada corresponden a la realidad y que
ciones (Lecciones sobre la ciencia del lenguaje, 1861, en inglés); pero cier- son extrañas a las verdaderas condiciones de todo lenguaje. Se consideraba
tamente no pecó por exceso de conciencia. Curtius, filólogo distingui- la lengua como una esfera particular, un cuarto reino de la naturaleza; de ahí
do, conocido sobre todo por sus Principios de etimología griega (1879), ciertas maneras de razonar que habrían chocado en cualquiera otra cien-
fue uno de los primeros en reconciliar la gramática comparada con la filo- cia. Hoy no podemos leer ocho o diez líneas escritas en esa época sin
logía clásica. La filología había seguido con desconfianza los progresos de quedarnos sorprendidos por las extravagancias del pensamiento y por los
la nueva ciencia, y esa desconfianza se había hecho recíproca. Schlei- términos que se empleaban para justificarlas.
cher fue, en fin, el primero que intentó codificar los resultados de las Pero, desde el punto de vista metodológico, el conocer esos errores
investigaciones parciales. Su Compendio de gramática comparada de las no deja de tener su interés: las fallas de una ciencia en sus comienzos son
lenguas indogermánicas (1861) es una especie de sistematización de la la imagen agrandada de las que cometen los individuos empeñados en las
ciencia fundada por Bopp. Este libro, que prestó grandes servicios durante primeras investigaciones científicas, y nosotros tendremos ocasión de se-
largo tiempo, es el que mejor evoca la fisonomía de la escuela compa- ñalar muchas de ellas en el curso de nuestra exposición.
ratista, la cual en verdad constituye el primer período de la lingüística Hasta 1870, más o menos, no se llegó a plantear la cuestión de cuáles
indoeuropea. son las condiciones de la vida de las lenguas. Se advirtió entonces que las
Pero esta escuela, con haber tenido el mérito indisputable de abrir un correspondencias que las unen no son más que uno de los aspectos del
campo nuevo y fecundo, no llegó a constituir la verdadera ciencia lingüís- fenómeno lingüístico, que la comparación no es más que un medio, un
tica. Nunca se preocupó por determinar la naturaleza de su objeto de método para reconstruir los hechos.
estudio. Y sin tal operación elemental, una ciencia es incapaz de procurar- La lingüística propiamente dicha, que dio a la comparación el lugar
se un método. que le corresponde exactamente, nació del estudio de las lenguas roman-
El primer error, y el que contiene en germen todos los otros, es que ces y de las lenguas germánicas. Los estudios románicos inaugurados por
en sus investigaciones —limitadas por lo demás a las lenguas indoeuro-
peas— nunca se preguntó la gramática comparada a qué conducían las contribuyeron particularmente a acercar la lingüística a su objeto verda-
comparaciones que establecía, qué es lo que significaban las relaciones dero. Y es que los romanistas se hallaban en condiciones privilegiadas,
que iba descubriendo. Fue exclusivamente comparativa en vez de ser desconocidas de los indoeuropeístas; se conocía el latín, prototipo de las
histórica. Sin duda la comparación es la condición necesaria para toda lenguas romances, y luego, la abundancia de documentos permitía seguir
reconstrucción histórica; pero, por sí sola, no permite llegar a conclusio-
la evolución de los idiomas en los detalles. Estas dos circunstancias limi-
nes. Y las conclusiones se les escapaban a los comparatistas, tanto más
taban el campo de las conjeturas y daban a toda la investigación una fiso-
cuanto que consideraban el desarrollo de dos lenguas como un naturalista
nomía particularmente concreta. Los germanistas estaban en situación
lo haría con el cruzamiento de dos vegetales. Schleicher, por ejemplo, que
nos invita siempre a partir del indoeuropeo, y que aparece en cierto senti- análoga; sin duda el protogermánico no se conoce directamente, pero la
do, pues, como muy historiador, no vacila en decir que en griego la e y la o historia de las lenguas de él derivadas se puede seguir, con la ayuda de
son dos «grados» (Stufen) del vocalismo. Es que el sánscrito presenta un numerosos documentos, a través de una larga serie de siglos. Y también
sistema de alternancias vocálicas que sugiere esa idea de los grados. los germanistas, más apegados a la realidad, llegaron a concepciones dife-
Suponiendo, pues, que se debieran recorrer esos grados separada y para- rentes de las de los primeros indoeuropeístas.
lelamente en cada lengua, como los vegetales de la misma especie reco- Un primer impulso se debió al americano Whitney, el autor de La
rren independientemente unos de otros las mismas fases de desarrollo, vida del lenguaje (1875). Poco después se formó una escuela nueva, la de
Schleicher veía en la o del griego un grado reforzado de la e, como veía en los neogramáticos (Junggrammatiker), cuyos jefes eran todos alemanes:
la del sánscrito un refuerzo de la . De hecho se trata de una alternancia Karl Brugmann, H. Osthoff, los germanistas W. Braune, Eduard Sie-
indoeuropea que se refleja de modo diferente en griego y en sánscrito, sin vers, Hermann Paul, el eslavista Leskien, etc. Su mérito consistió en
colocar en perspectiva histórica todos los resultados de la comparación, y

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Los neogramáticos 33
CAPÍTULO II
encadenar así los hechos en su orden natural. Gracias a los neogramáticos
ya no se vio en la lengua un organismo que se desarrolla por sí mismo, MATERIA Y TAREA DE LA LINGÜÍSTICA. SUS
sino un producto del espíritu colectivo de los grupos lingüísticos. Al mis- RELACIONES CON LAS CIENCIAS CONEXAS
mo tiempo se comprendió cuán erróneas e insuficientes eran las ideas de
la filología y de la gramática comparada1. Sin embargo, por grandes que
sean los servicios prestados por esta escuela, no se puede decir que haya La materia de la lingüística está constituida en primer lugar por
hecho la luz sobre el conjunto de la cuestión, y todavía hoy los problemas todas las manifestaciones del lenguaje humano, ya se trate de pueblos sal-
fundamentales de la lingüística general aguardan solución. vajes o de naciones civilizadas, de épocas arcaicas, clásicas o de decaden-
cia, teniendo en cuenta, en cada período, no solamente el lenguaje correcto
y el «bien hablar», sino todas las formas de expresión. Y algo más aún:
como el lenguaje no está las más veces al alcance de la observación, el
lingüista deberá tener en cuenta los textos escritos, ya que son los únicos
medios que nos permiten conocer los idiomas pretéritos o distantes.
La tarea de la lingüística será:
a) hacer la descripción y la historia de todas las lenguas de que
pueda ocuparse, lo cual equivale a hacer la historia de las familias de
lenguas y a reconstruir en lo posible las lenguas madres de cada familia;
b) buscar las fuerzas que intervengan de manera permanente y uni
versal en todas las lenguas, y sacar las leyes generales a que se puedan
reducir todos los fenómenos particulares de la historia;
c) deslindarse y definirse ella misma.
La lingüística tiene conexiones muy estrechas con varias ciencias,
unas que le dan datos, otras que se los toman. Los límites que la separan
de ellas no siempre se ven con claridad. Por ejemplo, la lingüística tiene
que diferenciarse cuidadosamente de la etnografía y de la prehistoria,
donde el lenguaje no interviene más que a título de documento; tiene que
distinguirse también de la antropología, que no estudia al hombre más
que desde el punto de vista de la especie, mientras que el lenguaje es un
hecho social. Pero ¿tendremos entonces que incorporarla a la sociología?
¿Qué relaciones existen entre la lingüística y la psicología social? En el
fondo todo es psicológico en la lengua, incluso sus manifestaciones mate-
riales y mecánicas, como los cambios fonéticos; y puesto que la lingüística
suministra a la psicología social tan preciosos datos ¿no formará parte de
ella? Éstas son cuestiones que aquí no hacemos más que indicar para vol-
1
La nueva escuela, cinéndose cada vez más a la realidad, hizo guerra a la termino- ver a tomarlas luego.
logía de los comparatistas, y especialmente a las metáforas ilógicas de que se servían. Desde Las conexiones de la lingüística con la fisiología no son tan difíciles de
entonces ya no se atrevía uno a decir «la lengua hace esto o aquello», ni hablar de «la vida de
la lengua», etc., ya que la lengua no es una entidad y no existe más que en los sujetos desenredar: la relación es unilateral, en el sentido de que el estudio de las
hablantes. Sin embargo, convendría no ir demasiado lejos, y basta con entenderse. Hay cier- lenguas pide aclaraciones a la fisiología de los sonidos, pero no se las pro-
tas imágenes de que no se puede prescindir. Exigir que uno no se sirva más que de términos
que respondan a las realidades del lenguaje es pretender que esas realidades ya no tienen
misterio para nosotros. Pero estamos muy lejos de tal cosa. Así, pues, nosotros no vacila-
remos en emplear cuando llegue la ocasión algunas expresiones que fueron censuradas en su
época.

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Interés por la lingüística 35
CAPÍTULO III
porciona a su vez. En todo caso, la confusión entre las dos disciplinas es
imposible: lo esencial de la lengua —ya lo veremos— es extraño al carác- OBJETO DE LA LINGÜÍSTICA
ter fónico del signo lingüístico.
En cuanto a la filología, ya hemos llegado a un acuerdo seguro: es
§ 1. LA LENGUA; SU DEFINICIÓN
netamente distinta de la lingüística, a pesar de los puntos de contacto de
las dos ciencias y de los servicios mutuos que se prestan. ¿Cuál es el objeto a la vez integral y concreto de la lingüística? La
¿Y cuál es la utilidad de la lingüística? Pocas personas tienen sobre cuestión es particularmente difícil; ya veremos luego por qué; limitémo-
esto ideas claras. No es éste el lugar de fijarlas; pero es evidente, por nos ahora a hacer comprender esa dificultad.
ejemplo, que las cuestiones lingüísticas interesan a todos cuantos —histo- Otras ciencias operan con objetos dados de antemano y que se pue-
riadores, filólogos, etc.— tienen que manejar textos. Más evidente toda- den considerar en seguida desde diferentes puntos de vista. No es así en la
vía es su importancia para la cultura general: en la vida de los individuos y lingüística. Alguien pronuncia la palabra española desnudo: un obser-
la de las sociedades no hay factor tan importante como el lenguaje. Sería vador superficial se sentirá tentado de ver en ella un objeto lingüístico
inadmisible que su estudio no interesara más que a unos cuantos especia- concreto; pero un examen más atento hará ver en ella sucesivamente tres
listas: de hecho, todo el mundo se ocupa del lenguaje, poco o mucho; pero o cuatro cosas perfectamente diferentes, según la manera de considerar-
—consecuencia paradójica del interés que se le presta— no hay terreno la: como sonido, como expresión de una idea, como correspondencia del
donde hayan germinado más ideas absurdas, prejuicios, espejismos, fic- latín (dis)n dum, etc. Lejos de preceder el objeto al punto de vista, se
ciones. Desde el punto de vista psicológico, esos errores no son desde- diría que es el punto de vista el que crea el objeto, y, además, nada nos
ñables; pero la tarea del lingüista es ante todo la de declararlos y disi- dice de antemano que una de esas maneras de considerar el hecho en
parlos tan completamente como sea posible. cuestión sea anterior o superior a las otras.
Por otro lado, sea cual sea el punto de vista adoptado, el fenómeno
lingüístico presenta perpetuamente dos caras que se corresponden,
sin que la una valga más que gracias a la otra. Por ejemplo:
1° Las sílabas que se articulan son impresiones acústicas percibidas
por el oído, pero los sonidos no existirían sin los órganos vocales; así una n
no existe más que por la correspondencia de estos dos aspectos. No se
puede, pues, reducir la lengua al sonido, ni separar el sonido de la articu-
lación bucal; a la recíproca, no se pueden definir los movimientos de los
órganos vocales si se hace abstracción de la impresión acústica (ver pág.
56 y sigs.).
2° Pero admitamos que el sonido sea una cosa simple: ¿es el sonido el
que hace al lenguaje? No; no es más que el instrumento del pensamiento y
no existe por sí mismo. Aquí surge una nueva y formidable correspon-
dencia: el sonido, unidad compleja acústico-vocal, forma a su vez con la
idea una unidad compleja, fisiológica y mental. Es más:
3° El lenguaje tiene un lado individual y un lado social, y no se puede
concebir el uno sin el otro. Por último:
4° En cada instante el lenguaje implica a la vez un sistema estable-

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Complejidad del lenguaje 37 38 Lenguaje y lengua

cido y una evolución; en cada momento es una institución actual y un A este principio de clasificación se podría objetar que el ejercicio del
producto del pasado. Parece a primera vista muy sencillo distinguir lenguaje se apoya en una facultad que nos da la naturaleza, mientras que
entre el sistema y su historia, entre lo que es y lo que ha sido; en la lengua es cosa adquirida y convencional que debería quedar subordi-
realidad, la relación que une esas dos cosas es tan estrecha que es nada al instinto natural en lugar de anteponérsele.
difícil separarlas. ¿Sería la cuestión más sencilla si se considerara el He aquí lo que se puede responder. En primer lugar, no está probado
fenómeno lingüístico en sus orígenes, si, por ejemplo, se comenzara por que la función del lenguaje, tal como se manifiesta cuando hablamos, sea
estudiar el lenguaje de los niños? No, pues es una idea enteramente enteramente natural, es decir, que nuestro aparato vocal esté hecho para
falsa esa de creer que en materia de lenguaje el problema de los hablar como nuestras piernas para andar. Los lingüistas están lejos de
orígenes difiere del de las condiciones permanentes. No hay manera de ponerse de acuerdo sobre esto. Así, para Whitney, que equipara la lengua
salir del círculo. a una institución social con el mismo título que todas las otras, el que nos
Así, pues, de cualquier lado que se mire la cuestión, en ninguna parte sirvamos del aparato vocal como instrumento de la lengua es cosa del
se nos ofrece entero el objeto de la lingüística. Por todas partes azar, por simples razones de comodidad: lo mismo habrían podido los
topamos con este dilema: o bien nos aplicamos a un solo lado de cada hombres elegir el gesto y emplear imágenes visuales en lugar de las imá-
problema, con el consiguiente riesgo de no percibir las dualidades genes acústicas. Sin duda, esta tesis es demasiado absoluta; la lengua
arriba señaladas, o bien, si estudiamos el lenguaje por muchos lados a la no es una institución social semejante punto por punto a las otras (ver
vez, el objeto de la lingüística se nos aparece como un montón confuso pág. 99 y sigs., y 101); además, Whytney va demasiado lejos cuando dice
de cosas heterogéneas y sin trabazón. Cuando se procede así es cuando que nuestra elección ha caído por asar en los órganos de la voz; de cierta
se abre la puerta a muchas ciencias —psicología, antropología, manera, ya nos estaban impuestos por la naturaleza. Pero, en el punto
gramática normativa, filología, etc.—, que nosotros separamos esencial, el lingüista americano parece tener razón: la lengua es una con-
distintamente de la lingüística, pero que, a favor de un método vención y la naturaleza del signo en que se conviene es indiferente. La
incorrecto, podrían reclamar el lenguaje como uno de sus objetos. cuestión del aparato vocal es, pues, secundaria en el problema del len-
A nue; tro parecer, no hay más que una solución para todas estas guaje.
dificultades: hay que colocarsedesde el primer momento en el terreno Cierta definición de lo que se llama lenguaje articulado podría con-
de la lengua y tomarla como norma de todas las otras firmar esta idea. En latín articulus significa 'miembro, parte, subdivisión
manifestaciones del lenguaje. En efecto, entre tantas dualidades, la en una serie de cosas'; en el lenguaje, la articulación puede designar o bien
lengua parece ser lo único susceptible de definición autónoma y es la que la subdivisión de la cadena hablada en sílabas, o bien la subdivisión de la
da un punto de apoyo satisfactorio para el espíritu. cadena de significaciones en unidades significativas; este sentido es el que
Pero ¿qué es la lengua? Para nosotros, la lengua no se confunde los alemanes dan a su gegliederte Sprache. Ateniéndonos a esta segunda
con el lenguaje: la lengua no es más que una determinada parte del definición, se podría decir que no es el lenguaje hablado el natural al hom-
lenguaje, aunque esencial. Es a la vez un producto social de la facultad bre, sino la facultad de constituir una lengua, es decir, un sistema de
del lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por el signos distintos que corresponden a ideas distintas.
cuerpo social para permitir el ejercicio de esa facultad en los individuos. Broca ha descubierto que la facultad de hablar está localizada en la
Tomado en su conjunto, el lenguaje es multiforme y heteróclito; a tercera circunvolución frontal izquierda: también sobre esto se han apo-
caballo en diferentes dominios, a la vez físico, fisiológico y psíquico, yado algunos para atribuir carácter natural al lenguaje. Pero esa loca-
pertenece además al dominio individual y al dominio social; no se deja lización se ha comprobado para todo lo que se refiere al lenguaje, incluso
clasificar en ninguna de las categorías de los hechos humanos, porque no la escritura, y esas comprobaciones, añadidas a las observaciones hechas
se sabe cómo desembrollar su unidad. sobre las diversas formas de la afasia por lesión de tales centros de loca-
La lengua, por el contrario, es una totalidad en sí y un lización, parecen indicar: 1° que las diversas perturbaciones del lenguaje
principio de clasificación. En cuanto le damos el primer lugar entre los oral están enredadas de mil maneras con las del lenguaje escrito; 2° que en
hechos de len-guaje, introducimos un orden natural en un conjunto que todos los casos de afasia o de agrafía lo lesionado es menos la facultad
no se presta a ninguna otra clasificación.
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Circuito del habla 39
40 Circuito del habla
de proferir tales o cuales sonidos o de trazar tales o cuales signos, que la
de evocar por un instrumento, cualquiera que sea, los signos de un len- acto seguirá —de su cerebro al de A— exactamente la misma marcha
guaje regular. Todo nos lleva a creer que por debajo del funcionamiento que el primero y pasará por las mismas fases sucesivas que representa-
de los diversos órganos existe una facultad más general, la que gobierna mos con el siguiente esquema:
los signos: ésta sería la facultad lingüística por excelencia. Y por aquí lle- Audición Fonación
gamos a la misma conclusión arriba indicada.
Para atribuir a la lengua el primer lugar en el estudio del lenguaje, se
puede finalmente hacer valer el argumento de que la facultad —natural o
no— de articular palabras no se ejerce más que con la ayuda del ins-
trumento creado y suministrado por la colectividad; no es, pues, quimé-
rico decir que es la lengua la que hace la unidad del lenguaje.

§ 2. LUGAR DE LA LENGUA EN LOS HECHOS DE LENGUAJE

Para hallar en el conjunto del lenguaje la esfera que corresponde a la Fonación Audición
lengua, hay que situarse ante el acto individual que permite reconstruir el Este análisis no pretende ser completo. Se podría distinguir todavía:
circuito de la palabra. Este acto supone por lo menos dos individuos: la sensación acústica pura, la identificación de esa sensación con la imagen
es el mínimum exigible para que el circuito sea completo. Sean, pues, dos acústica latente, la imagen muscular de la fonación, etc. Nosotros sólo
personas, A y B, en conversación: hemos tenido en cuenta los elementos juzgados esenciales; pero nuestra
figura permite distinguir en seguida las partes físicas (ondas sonoras) de
las fisiológicas (fonación y audición) y de las psíquicas (imágenes verbales
y conceptos). Pues es de capital importancia advertir que la imagen ver-
bal no se confunde con el sonido mismo, y que es tan legítimamente psí-
quica como el concepto que le está asociado.
El circuito, tal como lo hemos representado, se puede dividir to-
davía:
a) en una parte externa (vibración de los sonidos que van de la boca
al oído) y una parte interna, que comprende todo el resto;
El punto de partida del circuito está en el cerebro de uno de ellos, por b) en una parte psíquica y una parte no psíquica, incluyéndose en la
ejemplo, en el de A, donde los hechos de conciencia, que llamaremos con- segunda tanto los hechos fisiológicos de que son asiento los órganos, como
ceptos, se hallan asociados con las representaciones de los signos lingüís- los hechos físicos exteriores al individuo;
ticos o imágenes acústicas que sirven a su expresión. Supongamos que un c) en una parte activa y una parte pasiva: es activo todo lo que va del
concepto dado desencadena en el cerebro una imagen acústica correspon- centro de asociación de uno de los sujetos al oído del otro sujeto, y pasivo
diente: éste es un fenómeno enteramente psíquico, seguido a su vez de un todo lo que va del oído del segundo a su centro de asociación;
proceso fisiológico: el cerebro transmite a los órganos de la fonación un Por último, en la parte psíquica localizada en el cerebro se puede lla-
impulso correlativo a la imagen; luego las ondas sonoras se propagan de la mar ejecutivo todo lo que es activo (c -> i) y receptivo todo lo que es
boca de A al oído de B: proceso puramente físico. A continuación el cir- pasivo (i -> c).
cuito sigue en B un orden inverso: del oído al cerebro, transmisión fisio- Es necesario añadir una facultad de asociación y de coordinación, que
lógica de la imagen acústica; en el cerebro, asociación psíquica de esta se manifiesta en todos los casos en que no se trate nuevamente de signos
imagen con el concepto correspondiente. Si B habla a su vez, este nuevo aislados; esta facultad es la que desempeña el primer papel en la organiza-
ción de la lengua como sistema (ver pág. 147 y sigs.).

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Cristalización social 41 Caracteres de la lengua

Pero, para comprender bien este papel, hay que salirse del acto indi- Hemos de subrayar que lo que definimos son cosas y no palabras; las
vidual, que no es más que el embrión del lenguaje, y encararse con el he- distinciones establecidas nada tienen que temer de ciertos términos am-
cho social. biguos que no se recubren del todo de lengua a lengua. Así en alemán
Entre todos los individuos así ligados por el lenguaje, se establecerá Sprache quiere decir lengua y lenguaje; Rede corresponde bastante bien a
una especie de promedio: todos reproducirán —no exactamente, sin duda, habla (fr. parole), pero añadiendo el sentido especial de 'discurso'. En
pero sí aproximadamente— los mismos signos unidos a los mismos con- latín, sermo significa más bien lenguaje y habla, mientras que lingua de-
ceptos. signa la lengua, y así sucesivamente.
¿Cuál es el origen de esta cristalización social? ¿Cuál de las dos partes Ninguna palabra corresponde exactamente a cada una de las nocio-
del circuito puede ser la causa? Pues lo más probable es que no todas par- nes precisadas arriba; por eso toda definición hecha a base de una palabra
ticipen igualmente. es vana; es mal método el partir de las palabras para definir las cosas.
La parte física puede descartarse desde un principio. Cuando oímos Recapitulemos los caracteres de la lengua:
hablar una lengua desconocida, percibimos bien los sonidos, pero, por 1° Es un objeto bien definido en el conjunto heteróclito de los hechos
nuestra incomprensión, quedamos fuera del hecho social. de lenguaje. Se la puede localizar en la porción determinada del circuito
La parte psíquica tampoco entra en juego en su totalidad: el lado donde una imagen acústica viene a asociarse con un concepto. La lengua
ejecutivo queda fuera, porque la ejecución jamás está a cargo de la masa, es la parte social del lenguaje, exterior al individuo, que por sí solo no
siempre es individual, y siempre el individuo es su arbitro; nosotros lo puede ni crearla ni modificarla; no existe más que en virtud de una especie
llamaremos el habla (parole). de contrato establecido entre los miembros de la comunidad. Por otra par-
Lo que hace que se formen en los sujetos hablantes acuñaciones que te, el individuo tiene necesidad de un aprendizaje para conocer su funcio-
llegan a ser sensiblemente idénticas en todos es el funcionamiento de las namiento; el niño se la va asimilando poco a poco. Hasta tal punto es
facultades receptiva y coordinativa. ¿Cómo hay que representarse este la lengua una cosa distinta, que un hombre privado del uso del habla con-
producto social para que la lengua aparezca perfectamente separada del serva la lengua con tal que comprenda los signos vocales que oye.
resto? Si pudiéramos abarcar la suma de las imágenes verbales almacena- 2° La lengua, distinta del habla, es un objeto que se puede estudiar
das en todos los individuos, entonces toparíamos con el lazo social que separadamente. Ya no hablamos las lenguas muertas, pero podemos muy
constituye la lengua. Es un tesoro depositado por la práctica del habla en bien asimilarnos su organismo lingüístico. La ciencia de la lengua no sólo
los sujetos que pertenecen a una misma comunidad, un sistema gramati- puede prescindir de otros elementos del lenguaje, sino que sólo es posible
cal virtualmente existente en cada cerebro, o, más exactamente, en los a condición de que esos otros elementos no se inmiscuyan.
cerebros de un conjunto de individuos, pues la lengua no está completa en 3° Mientras que el lenguaje es heterogéneo, la lengua así delimitada
ninguno, no existe perfectamente más que en la masa. es de naturaleza homogénea: es un sistema de signos en el que sólo es
Al separar la lengua del habla (langue et parole), se separa a la vez: esencial la unión del sentido y de la imagen acústica, y donde las dos partes
1° lo que es social de lo que es individual; 2° lo que es esencial de lo que es del signo son igualmente psíquicas.
accesorio y más o menos accidental. 4° La lengua, no menos que el habla, es un objeto de naturaleza con-
La lengua no es una función del sujeto hablante, es el producto que el creta, y esto es gran ventaja para su estudio. Los signos lingüísticos no
individuo registra pasivamente; nunca supone premeditación, y la refle- por ser esencialmente psíquicos son abstracciones; las asociaciones ratifi-
xión no interviene en ella más que para la actividad de clasificar, de que cadas por el consenso colectivo, y cuyo conjunto constituye la lengua, son
hablamos en la pág. 147 y sigs. realidades que tienen su asiento en el cerebro. Además, los signos de la
El habla es, por el contrario, un acto individual de voluntad y de inte- lengua son, por decirlo así, tangibles; la escritura puede fijarlos en imáge-
ligencia, en el cual conviene distinguir: 1° las combinaciones por las que el nes convencionales, mientras que sería imposible fotografiar en todos sus
sujeto hablante utiliza el código de la lengua con miras a expresar su detalles los actos del habla; la fonación de una palabra, por pequeña que
pensamiento personal; 2° el mecanismo psicofísico que le permita exte- sea, representa una infinidad de movimientos musculares extremadamen-
riorizar esas combinaciones. te difíciles de conocer y de imaginar. En la lengua, por el contrario, no
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La lengua y la semiología 43 La semiología y la lengua

hay más que la imagen acústica, y ésta se puede traducir en una imagen especial en el conjunto de los hechos semiológicos. Más adelante volvere-
visual constante. Pues si se hace abstracción de esta multitud de movi- mos sobre la cuestión; aquí sólo nos fijamos en esto: si por vez primera
mientos necesarios para realizarla en el habla, cada imagen acústica no hemos podido asignar a la lingüistica un puesto entre las ciencias es por
es, como luego veremos, más que la suma de un número limitado de haberla incluido en la semiología.
elementos o fonemas, susceptibles a su vez de ser evocados en la ¿Por qué la semiología no es reconocida como ciencia autónoma, ya
escritura por un número correspondiente de signos. Esta posibilidad de que tiene como las demás su objeto propio? Es porque giramos dentro de
fijar las cosas relativas a la lengua es la que hace que un diccionario y una un círculo vicioso: de un lado, nada más adecuado que la lengua para hacer
gramática puedan ser su representación fiel, pues la lengua es el comprender la naturaleza del problema semiológico; pero, para plantearlo
depósito de las imágenes acústicas y la escritura la forma tangible de convenientemente, se tendría que estudiar la lengua en sí misma; y el
esas imágenes. caso es que, hasta ahora, casi siempre se la ha encarado en función de otra
cosa, desde otros puntos de vista.
§ 3. LUGAR DE LA LENGUA EN LOS HECHOS HUMANOS. Tenemos, en primer lugar, la concepción superficial del gran público,
LA SEMIOLOGÍA que no ve en la lengua más que una nomenclatura (ver pág. 91), lo cual
suprime toda investigación sobre su naturaleza verdadera. Luego
Estos caracteres nos hacen descubrir otro más importante. La len- viene el punto de vista del psicólogo, que estudia el mecanismo del signo
gua, deslindada así del conjunto de los hechos de lenguaje, es clasificable en el individuo. Es el método más fácil, pero no lleva más allá de la eje-
entre los hechos humanos, mientras que el lenguaje no lo es. cución individual, sin alcanzar al signo, que es social por naturaleza.
Acabamos de ver que la lengua es una institución social, pero se O, por último, cuando algunos se dan cuenta de que el signo debe es-
diferencia por muchos rasgos de las otras instituciones políticas, tudiarse socialmente, no retienen más que los rasgos de la lengua que la
jurídicas, etc. Para comprender su naturaleza peculiar hay que hacer ligan a otras instituciones, aquellos que dependen más o menos de nuestra
intervenir un nuevo orden de hechos. voluntad; y así es como se pasa tangencialmente a la meta, desdeñando los
La lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por eso com- caracteres que no pertenecen más que a los sistemas semiológicos en ge-
parable a la escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbóli- neral y a la lengua en particular. Pues el signo es ajeno siempre en cierta
cos, a las formas de cortesía, a las señales militares, etc., etc. Sólo que es medida a la voluntad individual o social, y en eso está su carácter esencial,
el más importante de todos esos sistemas. aunque sea el que menos evidente se haga a primera vista.
Se puede, pues, concebir una ciencia que estudie la vida de los signos Así, ese carácter no aparece claramente más que en la lengua, pero
en el seno de la vida social. Tal ciencia sería parte de la psicología social, también se manifiesta en las cosas menos estudiadas, y de rechazo se
y por consiguiente de la psicología general. Nosotros la llamaremos suele pasar por alto la necesidad o la utilidad particular de una ciencia
semiología1 (del griego s meîon 'signo'). Ella nos enseñará en qué con semiológica. Para nosotros, por el contrario, el problema lingüístico es
sisten los signos y cuáles son las leyes que los gobiernan. Puesto que primordialmente semiológico, y en este hecho importante cobran signifi-
todavía no existe, no se puede decir qué es lo que ella será; pero tiene cación nuestros razonamientos. Si se quiere descubrir la verdadera natu-
derecho a la existencia, y su lugar está determinado de antemano. La lin- raleza de la lengua, hay que empezar por considerarla en lo que tiene de
güística no es más que una parte de esta ciencia general. Las leyes que la común con todos los otros sistemas del mismo orden; factores lingüísticos
semiología descubra serán aplicables a la lingüística, y así es como la lin- que a primera vista aparecen como muy importantes (por ejemplo, el jue-
güística se encontrará ligada a un dominio bien definido en el conjunto de go del aparato fonador) no se deben considerar más que de segundo orden
los hechos humanos. si no sirven más que para distinguir a la lengua de los otros sistemas. Con
Al psicólogo toca determinar el puesto exacto de la semiología 2; ta- eso no solamente se esclarecerá el problema lingüístico, sino que, al con-
rea del lingüista es definir qué es lo que hace de la lengua un sistema siderar los ritos, las costumbres, etc., como signos, estos hechos aparece-
1
No confundir la semiología con la semántica, que estudia los cambios de significa- rán a otra luz, y se sentirá la necesidad de agruparlos en la semiología y
ción, y de la que Ferdinand de Saussure no hizo una exposición metódica, aunque nos dejó de explicarlos por las leyes de esta ciencia.
formulado su principio tímidamente en la pág. 130. (B. y S.)
2 Cfr. A. NAVILLE, Classification des sciences, 2a edición, pág. 104.
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CAPÍTULO IV
46 Lengua y habla

LINGÜÍSTICA DE LA LENGUA Y LINGÜÍSTICA DEL individuo; este estudio es únicamente psíquico; la otra, secundaria, tiene
HABLA por objeto la parte individual del lenguaje, es decir, el habla, incluida la
fonación, y es psicofísica.
Sin duda, ambos objetos están estrechamente ligados y se suponen
Al dar a la ciencia de la lengua su verdadero lugar en el conjunto del
recíprocamente: la lengua es necesaria para que el habla sea inteligible y
estudio del lenguaje, hemos situado al mismo tiempo la lingüística entera.
produzca todos sus efectos; pero el habla es necesaria para que la lengua
Todos los demás elementos del lenguaje, que son los que constituyen el
se establezca; históricamente, el hecho de habla precede siempre. ¿Cómo
habla, vienen por sí mismos a subordinarse a esta ciencia primera, y gra-
se le ocurriría a nadie asociar una idea con una imagen verbal, si no se em-
cias a tal subordinación todas las partes de la lingüística encuentran su
pezara por sorprender tal asociación en un acto de habla? Por otra parte,
lugar natural.
oyendo a los otros es como cada uno aprende su lengua materna, que no
Consideremos, por ejemplo, la producción de los sonidos necesarios
llega a depositarse en nuestro cerebro más que al cabo de innumerables
en el habla: los órganos de la voz son tan exteriores a la lengua como los
experiencias. Por último, el habla es la que hace evolucionar a la lengua:
aparatos eléctricos que sirven para transmitir el alfabeto Morse son ajenos
las impresiones recibidas oyendo a los demás son las que modifican nues-
a ese alfabeto; y la fonación, es decir, la ejecución de las imágenes acús-
tros hábitos lingüísticos. Hay, pues, interdependencia de lengua y habla:
ticas, no afecta en nada al sistema mismo. En esto puede la lengua compa- aquélla es a la vez el instrumento y el producto de ésta. Pero eso no les
rarse con una sinfonía cuya realidad es independiente de la manera en que impide ser dos cosas absolutamente distintas.
se ejecute; las faltas que puedan cometer los músicos no comprometen lo
La lengua existe en la colectividad en la forma de una suma de acuña-
más mínimo esa realidad.
ciones depositadas en cada cerebro, más o menos como un diccionario
A tal separación de la fonación y de la lengua se nos podrá oponer las
cuyos ejemplares, idénticos, fueran repartidos entre los individuos (ver
transformaciones fonéticas, las alteraciones de sonidos que se producen
pág. 41). Es, pues, algo que está en cada uno de ellos, aunque común a
en el habla y que ejercen tan profunda influencia en los destinos de la todos y situado fuera de la voluntad de los depositarios. Este modo de
lengua misma. ¿Tendremos verdaderamente el derecho de pretender que
existencia de la lengua puede quedar representado por la fórmula:
una lengua en tales circunstancias existe independientemente de esos fe-
nómenos? Sí, porque no alcanzan más que a la sustancia material de las
palabras. Si afectan a la lengua como sistema de signos, no es más que in- 1 + 1 + 1 + 1... = I (modelo colectivo).
directamente, por el cambio resultante de interpretación; pero este fenó-
meno nada tiene de fonético (ver pág. 110). Puede ser interesante buscar ¿De qué modo está presente el habla en esta misma colectividad? El
las causas de esos cambios, y el estudio de los sonidos nos ayudará en ello; habla es la suma de todo lo que las gentes dicen, y comprende: a) combina-
pero tal cuestión no es esencial: para la ciencia de la lengua, bastará siem- ciones individuales, dependientes de la voluntad de los hablantes; b) actos
pre con consignar las transformaciones de sonidos y calcular sus efectos. de fonación igualmente voluntarios, necesarios para ejecutar tales combi-
Y esto que decimos de la fonación valdrá lo mismo para todas las naciones. No hay, pues, nada de colectivo en el habla; sus manifesta-
otras partes del habla. La actividad del sujeto hablante debe estudiarse ciones son individuales y momentáneas. En ella no hay nada más que la
en un conjunto de disciplinas que no tienen cabida en la lingüística más suma de los casos particulares según la fórmula:
que por su relación con la lengua.
El estudio del lenguaje comporta, pues, dos partes: la una, esencial, (1 + 1' + 1" + 1'"...)
tiene por objeto la lengua, que es social en su esencia e independiente del
Por todas estas razones sería quimérico reunir en un mismo punto de
vista la lengua y el habla. El conjunto global del lenguaje es incognoscible
porque no es homogéneo, mientras que la distinción y la subordinación
propuestas lo aclaran todo.
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Las dos lingüísticas 47

Tal es la primera bifurcación con que topamos en cuanto se intenta CAPÍTULO V


hacer la teoría del lenguaje. Hay que elegir entre dos caminos que es im-
posible tomar a la vez; tienen que ser recorridos por separado. ELEMENTOS INTERNOS Y ELEMENTOS EXTERNOS DE LA
Se puede en rigor conservar el nombre de lingüística para cada una LENGUA
de estas dos disciplinas y hablar de una lingüística del habla; pero con
cuidado de no confundirla con la lingüística propiamente dicha, ésa cuyo
objeto único es la lengua. Nuestra definición de la lengua supone que descartamos de ella todo
Nosotros vamos a dedicarnos únicamente a esta última, y si, en el lo que sea extraño a su organismo, a su sistema, en una palabra, todo lo
transcurso de nuestras demostraciones, tomamos prestada alguna luz al que se designa con el término de «lingüística externa». Esta lingüísti-
estudio del habla, ya nos esforzaremos por no borrar nunca los límites que ca externa se ocupa, sin embargo, de cosas importantes, y en ella se
separan los dos terrenos. piensa sobre todo cuando se aborda el estudio del lenguaje.
Son, en primer lugar, todos los puntos en que la lingüística toca a la
etnología, todas las relaciones que pueden existir entre la historia de una
lengua y la de una raza o de una civilización. Las dos historias se mezclan
y guardan relaciones recíprocas. Esto recuerda un poco las corresponden-
cias consignadas entre los fenómenos lingüísticos propiamente dichos (ver
pág. 36 y sigs.). Las costumbres de una nación tienen repercusión en su
lengua y, a su vez, la lengua es la que en gran medida hace a la nación.
En segundo lugar hay que mencionar las relaciones entre la lengua y
la historia política. Grandes hechos históricos, como la conquista romana,
han tenido una importancia incalculable para un montón de hechos lin-
güísticos. La colonización, que no es más que una forma de conquista,
transporta un idioma a medios diferentes, lo cual entraña cambios en ese
idioma. Se podría citar en apoyo toda clase de hechos: así Noruega adoptó
el danés al unirse políticamente a Dinamarca; verdad que hoy [hacia 1910]
los noruegos tratan de librarse de esa influencia lingüística. La política
interior de los Estados no es menos importante para la vida de las len-
guas: ciertos gobiernos, como el suizo, admiten la coexistencia de varios
idiomas; otros, como Francia, aspiran a la unidad lingüística. Un grado
avanzado de civilización fomenta el desarrollo de ciertas lenguas especia-
les (lengua jurídica, terminología científica, etc.).
Esto nos lleva a un tercer punto: las conexiones de la lengua con las
instituciones de toda especie, la Iglesia, la escuela, etc. Éstas, a su vez,
están íntimamente ligadas con el desarrollo literario de una lengua, fenó-
meno tanto más general cuanto que él mismo es inseparable de la historia
política. La lengua literaria sobrepasa por todas partes los límites que
parece trazarle la literatura: piénsese en la influencia de los salones, de la
corte, de las academias. Por otra parte, aquí se plantea la gran cuestión

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Elementos internos y externos de la lengua 49

del conflicto que se alza entre la lengua literaria y los dialectos locales (ver
pág. 221 y sig.); el lingüista debe también examinar las relaciones recí- 50 Métodos de estudio diferentes
procas de la lengua de los libros y de la lengua corriente; pues toda lengua
literaria, producto de la cultura, llega a deslindar su esfera de existencia do. Para ciertos idiomas, como el zenda y el paleoslavo, ni siquiera se
de la esfera natural, la de la lengua hablada. sabe exactamente qué pueblos los han hablado; pero esta ignorancia en
Por último, todo cuanto se refiere a la extensión geográfica de las len- nada nos impide estudiarlos interiormente ni darnos cuenta de las trans-
guas y a su fraccionamiento dialectal cae en la lingüística externa. Sin formaciones que ha sufrido. En todo caso, la separación de los dos
duda, éste es el punto en donde la distinción entre ella y la lingüística puntos de vista se impone, y cuanto con mayor rigor se observe mejor
interna parece más paradójica: hasta tal extremo está el fenómeno geo- será.
gráfico estrechamente asociado con la existencia de toda lengua; y, sin La mejor prueba es que cada uno de ellos crea un método distinto. La
embargo, en realidad, la geografía no toca al organismo interno del idio- lingüística externa puede amontonar detalle sobre detalle sin sentirse
ma. oprimida en el torniquete de un sistema. Por ejemplo, cada autor agrupa-
Se ha pretendido que es absolutamente imposible separar todas estas rá como mejor entienda los hechos relativos a la expansión de una lengua
cuestiones del estudio de la lengua propiamente dicha. Es un punto de fuera de su territorio; si se estudian los factores que han creado una len-
vista que ha prevalecido sobre todo desde que tanto se ha insistido en esos gua literaria frente a los dialectos, siempre se podrá echar mano de la
«realia». Así como una planta queda modificada en su organismo interno simple enumeración; si se ordenan los hechos de un modo más o menos sis-
por factores extraños: terreno, clima, etc., así el organismo gramatical temático, eso será no más que por necesidades de la claridad.
¿no es verdad que depende constantemente de factores extraños al cam- Para la lingüística interna la cosa es muy distinta: la lingüística inter-
bio lingüístico? Parece que se explican mal los términos técnicos, los prés- na no admite una disposición cualquiera; la lengua es un sistema que no
tamos que hormiguean en la lengua, si no se tiene en cuenta su proceden- conoce más que su orden propio y peculiar. Una comparación con el aje-
cia. ¿Es posible distinguir y apartar el desenvolvimiento natural, orgáni- drez lo hará comprender mejor. Aquí es relativamente fácil distinguir
co, de un idioma, de sus formas artificiales, tales como la lengua literaria, lo que es interno de lo que es externo: el que haya pasado de Persia a
que se deben a factores externos y por tanto inorgánicos? ¿No estamos Europa es de orden externo; interno, en cambio, es todo cuanto concierne
viendo constantemente desarrollarse una lengua común al lado de los dia- al sistema y sus reglas. Si reemplazo unas piezas de madera por otras de
lectos locales? marfil, el cambio es indiferente para el sistema; pero si disminuyo o
Creemos que el estudio de los fenómenos lingüísticos externos es aumento el número de las piezas tal cambio afecta profundamente a la
muy fructífero; pero es falso decir que sin ellos no se pueda conocer el or- «gramática» del juego. Es verdad que para hacer distinciones de esta
ganismo lingüístico interno. Tomemos como ejemplo los préstamos de pa- clase hace falta cierta atención. Así en cada caso se planteará la cuestión
labras extranjeras: lo primero que se puede comprobar es que de ningún de la naturaleza del fenómeno, y para resolverlo se observará esta regla:
modo son un elemento constante en la vida de una lengua. Hay, en ciertos es interno todo cuanto hace variar el sistema en un grado cualquiera.
valles retirados, dialectos que, por así decirlo, jamás han admitido un solo
término artificial venido de afuera. ¿Diremos que esos idiomas están fuera
de las condiciones regulares del lenguaje, que son incapaces de darnos
una idea de lo que es el lenguaje, y que esos dialectos son los que piden un
estudio «teratológico» por no haber sufrido mezcla? Pero, ante todo, las
palabras de préstamo ya no cuentan como tales préstamos en cuanto se
estudian en el seno del sistema; ya no existen más que por su relación y su
oposición con las palabras que les están asociadas, con la misma legitimi-
dad que cualquier signo autóctono. De un modo general, nunca es indis-
pensable conocer las circunstancias en que una lengua se ha desarrolla-

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CAPÍTULO VI 52 Prestigio de la escritura

REPRESENTACIÓN DE LA LENGUA POR LA ESCRITURA Esta ilusión ha existido en todos los tiempos, y de ella están teñidas
las opiniones habituales que corren sobre la lengua. Así, se cree común-
mente que un idioma se altera más rápidamente cuando no existe la es-
§ 1. NECESIDAD DE ESTUDIAR ESTA MATERIA critura: nada más falso. La escritura puede muy bien, en ciertas condicio-
El objeto concreto de nuestro estudio es, pues, el producto social nes, retardar los cambios de la lengua, pero, a la inversa, su conservación
depositado en el cerebro de cada uno, o sea, la lengua. Pero este de ningún modo está comprometida por la falta de escritura. El lituano,
producto difiere según los grupos lingüísticos: lo que nos es dado son las que se habla todavía hoy en la Prusia oriental y en una parte de Rusia, no
lenguas. El lingüista está obligado a conocer el mayor número posible de se conoce por documentos escritos más que desde 1540; pero en esa época
ellas, para sacar de su observación y de su comparación lo que en ellas tardía ofrece en su conjunto una imagen del indoeuropeo tan fiel como el
haya de universal. latín del siglo III antes de Cristo. Basta este ejemplo para mostrar hasta
Ahora bien, la mayor parte de las lenguas no las conocemos más que qué punto es la lengua independiente de la escritura.
por la escritura. Hasta para nuestra lengua materna intervienen los Ciertos hechos lingüísticos muy delicados se han conservado sin ayu-
documentos a cada instante. Y cuando se trata de un idioma hablado a da de notación alguna. En todo el período del antiguo alto alemán se ha
alguna distancia, todavía es más necesario acudir al testimonio escrito; escrito t ten, fuolen y st zen, mientras que a finales del siglo xii apare-
con mayor razón con las lenguas que han dejado de existir. Para cen las grafías töten, füelen contra st zen que subsiste. ¿De dónde pro-
disponer en todos los casos de documentos directos sería necesario que cede esta diferencia? En todas las palabras en que se produce había una y
se hubiera hecho en todo tiempo lo que se hace actualmente en Viena y en la sílaba siguiente; el protogermánico presentaba *daupyan, *f lyan,
en París: una colección de muestras fonográficas de todas las pero *stautan. En los umbrales del período literario, hacia el 800, esa
lenguas. Y todavía tendríamos que recurrir a la escritura para hacer y se debilitó hasta tal punto que la escritura no conservó de ella recuerdo
conocer a los demás los textos consignados de esta manera. alguno durante tres siglos; sin embargo, la y había dejado una ligera hue-
Así, aunque la escritura sea por sí misma extraña al sistema lla en la pronunciación. ¡Y he aquí que hacia 1180, como hemos visto,
interno, es imposible hacer abstracción de un procedimiento utilizado reaparece milagrosamente en la forma del Umlaut! Así, sin la ayuda de
sin cesar para representar la lengua; es necesario conocer su utilidad, la escritura, este matiz de pronunciación ha sido transmitido con exac-
sus defectos y sus peligros. titud.
La lengua, pues, tiene una tradición oral independiente de la escri-
§ 2. PRESTIGIO DE LA ESCRITURA. CAUSAS DE SU ASCENDIENTE tura, y fijada de muy distinta manera; pero el prestigio de la forma escrita
SOBRE LA FORMA ORAL nos estorba el verla. Los primeros lingüistas se equivocaron en esto, co-
Lengua y escritura son dos sistemas de signos distintos; la única ra- mo antes se habían equivocado los humanistas. Ni el mismo Bopp hace
zón de ser del segundo es la de representar al primero; el objeto lingüís- distinción clara entre la letra y el sonido; al leerle, se creería que una
tico no queda definido por la combinación de la palabra escrita y la lengua es inseparable de su alfabeto. Sus sucesores inmediatos cayeron
palabra hablada; esta última es la que constituye por sí sola el objeto de la en la misma trampa; la grafía th de la fricativa þ 1 hizo creer a Grimm no
lingüística. Pero la palabra escrita se mezcla tan íntimamente a la sólo que ese sonido era doble, sino incluso que era una oclusiva aspirada;
palabra hablada de que es imagen, que acaba por usurparle el papel de ahí el lugar que le asigna en su ley de la mutación consonantica o
principal; y se llega a dar a la representación del signo vocal tanta Lautverschiebung (ver pág. 170). Todavía hoy hombres ilustrados con-
importancia como a este signo rnismo. Es como si se creyera que, para funden la lengua con su ortografía. ¿No decía Gaston Deschamps que
conocer a alguien, es mejor mirar su fotografía que su cara. Berthelot «había preservado al francés de la ruina» porque se había
opuesto a la reforma ortográfica? (95)

1
[Es el sonido de la z castellana; los indoeuropeístas lo representan con el signo p del
antiguo alfabeto germánico; otros con el signo tomado del griego. A. A.]

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La lengua y su escritura 53
Desacuerdo entre grafía y sonido
Pero ¿cómo se explica semejante prestigio de la escritura? 54
1° En primer lugar, la imagen gráfica de las palabras nos impresiona
espíritu a la palabra hablada: eso es cierto para los dos sistemas de escri-
como un objeto permanente y sólido, más propio que el sonido para cons-
tura, pero la tendencia es más fuerte en el primero. Para el chino, el
tituir la unidad de la lengua a través del tiempo. Ya puede ese vínculo ser
ideograma y la palabra hablada son signos de la idea con igual
todo lo superficial que se quiera y crear una unidad puramente ficticia:
legitimidad; para él, la escritura es una segunda lengua, y en la
siempre será mucho más fácil de comprender que el vínculo natural, el
conversación, cuando dos palabras habladas tienen el mismo sonido, se
único verdadero, el del sonido.
suele recurrir a la palabra escrita para explicar el pensamiento. Pero esta
2° En la mayoría de los individuos las impresiones visuales son más
substitución, por el hecho de que puede ser absoluta, no tiene las mismas
firmes y durables que las acústicas, y por eso se atienen de preferencia a
consecuencias enojosas que en nuestra escritura; las palabras chinas de
las primeras. La imagen gráfica acaba por imponerse a expensas del
diferentes dialectos que corresponden a una misma idea se incorporan
sonido.
igualmente bien al mismo signo gráfico.
3° La lengua literaria agranda todavía la importancia inmerecida de
Vamos a limitar nuestro estudio al sistema fonético, y muy especial-
la escritura. Tiene sus diccionarios, sus gramáticas; según los libros y con
mente al que hoy en día está en uso y cuyo prototipo es el alfabeto griego.
libros es como se enseña en la escuela; la lengua aparece regulada por un
En el momento en que se establece un alfabeto de esta clase ya re-
código; ahora bien, ese código es a su vez una regla escrita, sometida a un
fleja la lengua de una manera bastante racional, a menos que sea un
uso riguroso: la ortografía; eso es lo que confiere a la escritura una impor-
alfabeto prestado y lleno por eso de inconsecuencias. Desde el punto de
tancia primordial. Se acaba por olvidar que se aprende a hablar antes que
vista de la lógica, el alfabeto griego es particularmente notable, como
a escribir, y la relación natural queda invertida.
veremos en la página 65. Pero esta armonía entre la grafía y la pronuncia-
4° Por último, cuando hay desacuerdo entre la lengua y la ortografía,
ción no dura. ¿Por qué? Eso es lo que vamos a ver.
el debate es siempre muy difícil de zanjar para quien no sea lingüista;
pero como el lingüista no tiene voz en la disputa, la forma escrita obtiene
§ 4. CAUSAS DE DESACUERDO ENTRE LA GRAFÍA Y LA PRONUNCIACIÓN
casi fatalmente el triunfo, porque toda solución que se atenga a ella es
más cómoda; la escritura se arroga de esta ventaja una importancia a que
Las causas son muchas; vamos a detenernos sólo en las más impor-
no tiene derecho.
tantes.
Primero, la lengua evoluciona sin cesar, mientras que la escritura
§ 3. LOS SISTEMAS DE ESCRITURA
tiende a quedar inmutable. De aquí que la grafía acabe por no correspon-
der ya a lo que debe representar. Una notación consecuente en una época
No hay más que dos sistemas de escritura: dada será absurda un siglo después. Durante cierto tiempo se modifica el
1° El sistema ideográfico, en el cual la palabra está representada por
signo gráfico para conformarlo a los cambios de pronunciación, pero luego
un signo único y ajeno a los sonidos de que se compone. Ese signo se
se renuncia a seguir. Es lo que ha sucedido con el francés oi.
refiere al conjunto de la palabra, y de ahí, indirectamente, a la idea que
expresa. El ejemplo clásico de tal sistema es la escritura china. Se pronunciaba: Se escribía:
2° El sistema llamado comúnmente «fonético», que aspira a reprodu- En el siglo XI 1. rei, lei rei, lei
cir la serie de sonidos que se suceden en la palabra. Las escrituras foné- " " " XIII 2. roi, loi roi, loi
ticas pueden ser silábicas o alfabéticas, es decir, basadas en los elementos 3. roè, loè roi, loi
irréductibles del habla. " " " XIX 4. rwa, lwa roi, loi
Por lo demás, las escrituras ideográficas se hacen fácilmente mixtas:
ciertos ideogramas, desviados de su valor primero, acaban por represen- Así pues, hasta la segunda época se tuvieron en cuenta los cambios
tar sonidos aislados. ocurridos en la pronunciación; a una etapa de la historia de la lengua co-
Hemos dicho que la palabra escrita tiende a suplantar en nuestro rresponde una etapa en la historia de la grafía. Pero a partir del siglo
xiv la escritura quedó estacionaria, mientras que la lengua seguía su
evolución, y desde ese momento ha habido un desacuerdo cada vez más
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Causas de desacuerdo 55
56 Efectos del desacuerdo
grave entre ambas. Por último, como se continuaba juntando términos
discordantes, este hecho ha tenido su repercusión en el sistema mismo de nante; pero entonces se tendría que haber introducido siempre que se
la escritura: la expresión gráfica oi ha tomado un valor extraño a los ele- presente la misma aspiración, y un montón de palabras no la han recibido
mentos de que se compone. nunca (Tugend, Tisch, etcétera).
Se podrían multiplicar los ejemplos indefinidamente. Así, ¿por qué
se escribe mais y fait lo que los franceses pronuncian mè y f è? ¿Por qué
§ 5. EFECTOS DEL DESACUERDO
la c ante e, i, tiene en francés el valor de s? Es porque se han
conservado grafías que ya no tienen razón de ser. Sería demasiado largo clasificar las inconsecuencias de la escritura.
Esta causa actúa en todos los tiempos: actualmente la antigua l palatal Una de las más desdichadas es la multiplicidad de signos para un mismo
francesa [ ll castellana] se ha cambiado en yod; los franceses pronuncian sonido. Así para la el francés tiene j, g, ge (joli, geler, geai); para la z (s
éveyer, mouyer, como essuyer, nettoyer, pero continúan escribiendo sonora), z y s (zone, rose); para la s (sorda), s, c, ç, t, ss, sc, sç, x (serrer,
éveiller, mouiller. principe, reçu, nation, chasser, acquiescer, acquiesçant, dix); para la k
Otra causa de desacuerdo entre la grafía y la pronunciación: cuando usa c, qu, k, ch, cc, cqu (encore, que, kangourou, chiromancie, accord,
un pueblo toma de otro su alfabeto, suele suceder que los recursos de ese acquérir). Y al revés, varios valores se representan con el mismo signo:
sistema gráfico no se adaptan bien a la nueva función; entonces hay que así, la t representa t o s, la g representa g o , etc. Señalemos, por
recurrir a expedientes: por ejemplo, hay que servirse de dos letras para último, las «grafías indirectas». En alemán, si bien no hay consonantes
designar un solo sonido. Es el caso para la þ (fricativa dental sorda [= z dobles en Zettel, Teller, etc., se escribe tt y ll sólo para indicar que la
castellana actual] ) de las lenguas germánicas: como el alfabeto latino no vocal precedente es breve y abierta. Por una aberración del mismo géne-
ofrecía ningún signo para representarla, se la representó con th. El rey ro el inglés añade una e muda final para alargar la vocal precedente: com-
merovingio Chilperico intentó añadir a las letras latinas un signo especial párese mode (pron. m d) y mad (pron. m d). Esta e, que afecta en reali-
para este sonido; pero no tuvo éxito y el uso consagró th. El inglés me- dad a la sílaba única, crea una segunda sílaba para el ojo.
dieval tenía una e cerrada (por ejemplo en sed 'simiente') y una e abierta Estas grafías irracionales todavía corresponden a algo de la lengua;
(por ejemplo en led 'conducir'); pero como el alfabeto no ofrecía signos pero otras no corresponden a nada. El francés actual no tiene consonantes
distintos para estos dos sonidos se recurrió a escribir seed y lead. En dobles, salvo en los futuros antiguos mourrai, courrai; sin embargo, la
francés, para representar la chicheante s se recurrió al signo doble ch, ortografía pulula de consonantes dobles ilegítimas (bourru, sottise, souf-
etc.1 Y todavía queda la preocupación etimológica, que ha sido prepon- frir, etcétera).
derante en ciertas épocas, por ejemplo durante el Renacimiento. Con fre- Y así sucede que, como no está fijada y como busca su regla, la es-
cuencia suele ser una etimología falsa la que impone una grafía; así, se ha critura vacila; de ahí esas ortografías fluctuantes que representan los in-
introducido una d en el francés poids como si viniera del latín pondus tentos hechos en diferentes épocas para figurar los sonidos. Así en ertha,
cuando la verdad es que viene de pensum. Pero poco importa que la apli- erdha, erda, o bien en thr , dhr , dr del antiguo alto alemán, th, dh, d
cación del principio sea correcta o no: es el principio mismo de la escritura representan seguramente un mismo sonido; ¿pero cuál? Imposible saberlo
etimologista lo que es erróneo. por la escritura. Y de aquí resulta la complicación de que ante dos grafías
A veces no se ve la causa: algunos preciosismos ni siquiera tienen la para una misma forma, no siempre es posible decidir si se trata realmente
excusa de la etimología. ¿Por qué se ha escrito en alemán thun en lugar de dos pronunciaciones. Los documentos de dialectos vecinos escriben la
de tun? Se ha dicho que la h representa la aspiración que sigue a la misma palabra unos con asca otros con ascha; si los sonidos son idénticos,
conso- es un caso de ortografía fluctuante; si no, la diferencia es fonológica y
dialectal, como en las formas griegas paíz , paízd , paídd . O, por últi-
(El castellano antiguo tanteó varios subterfugios gráficos para representar con el
alfabeto latino los sonidos nuevos. Para el sonido prepalatal, africado, sordo, que hoy escri-
mo, se trata de dos épocas sucesivas; si en inglés encontramos primero
bimos ch, además de esta combinación, c y h, se escribía gg: Sanggeç (Sánchez), contradiggo hwat, hweel, etc., después what, wheel, etc., ¿estamos ante un cambio
(contradicho), y también cc, cx, cxi, cgi y chy: pecce (peche), Sancxo, Sancxio, Sancgio. gráfico o un cambio fonético?
Sanchyo. Ver MENÉNDEZ PIDAL, Orígenes del español, § 8. A.A.)
La conclusión evidente de todo esto es que la escritura vela y empaña
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Escritura y pronunciación 57
58 Deformaciones debidas a la grafía
la vida de la lengua: no es un vestido, sino un disfraz. Bien lo muestra la
ortografía de la palabra francesa oiseau, donde ni uno solo de los sonidos El nombre de la villa de Auch es oš en la transcripción fonética. Es el
de la palabra hablada (wazó) está representado por su signo propio: de la único caso en que la ch francesa representa el sonido s en final de palabra.
imagen de la lengua no queda nada. No es buena explicación decir: «la ch final no se pronuncia š más que en
Otra conclusión es que cuanto menos representa la escritura lo que Auch»; la única cuestión es saber cómo el latín Auscii ha podido llegar a
debe representar, tanto más se refuerza la tendencia a tomarla por base; oš en su transformación; la ortografía no importa.
los gramáticos se encarnizan en llamar la atención sobre la forma escrita. ¿Se debe pronunciar gageure con ö o con ü? Unos responden ga ör,
Psicológicamente esto se explica muy bien, pero tiene consecuencias mo- porque heure se pronuncia ör. Otros dicen: no, sino ga ür, porque ge equi-
lestas. El empleo que se hace en francés de las palabras «prononcer» y vale a en geôle, por ejemplo. ¡Vana cuestión! La cuestión verdadera es
«prononciation » es una consagración de ese abuso y trastrueca la relación etimológica: gageure se ha formado sobre gager como tournure sobre
legítima y real que existe entre la escritura y la pronunciación. Cuando se tourner; ambas pertenecen al mismo tipo de derivación: ga ür es la única
dice que es necesario pronunciar una letra de tal o de cual manera, se pronunciación justificada; ga ör es una pronunciación debida únicamente
toma la imagen por el modelo. Para que oi se pudiera pronunciar wa, al equívoco de la escritura. Y la tiranía de la letra todavía va más lejos: a
tendría que empezar por existir por sí mismo. En realidad es wa lo que se fuerza de imponerse a la masa llega a influir en la lengua y a modificarla.
escribe oi. Para explicar tal extravagancia se añade que en este caso se Eso no sucede más que en los idiomas muy literarios, en los que tan consi-
trata de una pronunciación excepcional de o y de i; y esto es otra vez una derable papel desempeñan los documentos escritos. Entonces la imagen
expresión falsa, ya que implica una dependencia de la lengua frente a la visual llega a crear pronunciaciones viciosas: lo cual es, en realidad, un
forma escrita. Se diría que se permite algo contra la escritura como si el hecho patológico. Eso se ve con frecuencia en francés. Así, para el apellido
signo gráfico fuese la norma. Lef èvre (del latín faber) había dos grafías, una popular y sencilla Le-f
Estas ficciones se manifiestan hasta en las reglas gramaticales, por èvre, otra culta y etimológica Lef èbvre. Debido a la confusión de u y v en
ejemplo la de la h en francés. En francés hay palabras con vocal inicial sin la antigua escritura, Lef èbvre se leyó Lefébure, con una b que nunca había
aspiración, pero que han recibido una h por recuerdo de su forma latina; existido realmente en la palabra y con una u procedente de un equívoco.
así homme (ant. ome), por causa de homo. Pero hay otras, procedentes Pero en la actualidad esa forma se pronuncia realmente 1.
del germánico, en las que la h ha sido realmente pronunciada: hache, Es probable que tales deformaciones se hagan cada vez más frecuen-
hareng, honte, etc. Mientras la aspiración subsistió, esas palabras se ple- tes, y que se pronuncien cada vez más las letras inútiles. En París ya se
garon a las leyes relativas a las consonantes iniciales, y se decía deu ha- dice sept femmes haciendo sonar la t; Darmesteter prevé el día en que
ches, le hareng, mientras que, según la ley de las palabras que comienzan hasta se pronunciarán las dos letras finales de vingt, verdadera monstruo-
por vocal, se decía deu-z-hommes, l'homme. En aquella época, la regla sidad ortográfica. Estas deformaciones fónicas es verdad que perte-
«delante de h aspirada no se hacen ni el enlace (fr. liaison) ni la elisión» necen a la lengua, pero no resultan de su juego natural; se deben a un
era correcta. Pero en la actualidad esa fórmula carece de sentido: la h factor que les es extraño. La lingüística debe someterlas a observado en
aspirada ya no existe, a menos que se llame así a esa cosa que no es un un compartimiento especial: son casos teratológicos.
sonido, pero ante la cual no se hace ni enlace ni elisión. Es, pues, un
1
círculo vicioso, y la h no es más que un ente ficticio, surgido de la es- [La escritura del español mucho más fonética que la francesa, no provoca tantas ni
tan graves aberraciones. Parecido al Lefébure francés es el Teudiselo que los niños españo-
critura. les aprenden en las listas de los reyes godos: es una falsa lectura de Teudisclo. La Academia
Lo que fija la pronunciación de un vocablo no es su ortografía, es su ha sido poco consecuente al representar el sonido de la y- inicial: yeso, yema, etc., por
historia. Su forma, en un momento dado, representa una etapa de la evo- hierba, hielo, etc. En España a ambas grafías ha correspondido siempre idéntica pronuncia-
ción, pero en la Argentina, donde la y (= ll) se pronuncia con un reilamiento que se apro-
lución que está forzado a seguir, evolución regulada por leyes precisas. xima a la j francesa, la distinta ortografía ha provocado falsamente una distinta prouncia-
Cada etapa puede ser fijada por la precedente. Lo único que hay que ción, y se dice éso, éma, etc., pero iérba, iélo, etc. Es más, como la palabra hierba se ha
considerar, y lo que más se olvida, es la ascendencia de la palabra, su eti- escrito y se escribe en la Argentina con grafía tradicional y popular yerba cuando significa
'hierba mate', mientras que se respeta la ortografía académica hierba en todos los demás
mología. casos, este doblete ortográfico ha provocado y fijado el correspondiente doblete de pronun-
ciación érba y iérba. A. A.]

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Fonética y fonología
CAPÍTULO VII
vemos muy bien para qué servirían los movimientos fonatorios de no exis-
LA FONOLOGÍA tir la lengua; pero no la constituyen, y después de explicar todos los movi-
mientos del aparato vocal necesarios para producir cada impresión acús-
tica, el problema de la lengua no se ha aclarado en nada. La lengua es un
§ 1. DEFINICIÓN sistema basado en la oposición psíquica de esas impresiones acústicas, lo
mismo que un tapiz es una obra de arte producida por la oposición visual
Cuando se sustituye la escritura por el pensamiento, los que se pri- entre hilos de colores diversos; ahora bien, lo que importa para el análisis
van de esta imagen sensible corren el peligro de no percibir más que una es el juego de esas oposiciones, no los procedimientos con que se han
masa informe con la que no saben qué hacer. Es como si se quitaran los obtenido los colores.
flotadores al aprendiz de nadador. Para el bosquejo de un sistema de fonología, remitimos al Apéndice,
Se tendría que substituir inmediatamente lo artificial con lo natural; pág. 65; aquí vamos a buscar solamente qué ayuda puede la lingüística
pero eso es imposible hasta que no se hayan estudiado los sonidos de la obtener de esa ciencia para librarse de las ilusiones de la escritura.
lengua; porque, separados de sus signos gráficos, ya no representan más
que nociones vagas, y todavía se prefiere el apoyo, aunque engañoso, de § 2. LA ESCRITURA FONOLÓGICA
la escritura. Así, los primeros lingüistas, que nada sabían de la fisiología
de los sonidos articulados, caían a cada paso en estas trampas; despren- El lingüista necesita ante todo que se le proporcione un medio de
derse de la letra era para ellos perder pie; para nosotros es el primer paso representar los sonidos articulados capaz de suprimir todo equívoco. De
hacia la verdad, pues el estudio de los sonidos por los sonidos mismos es lo hecho se han propuesto innumerables sistemas gráficos.
que nos proporciona el apoyo que buscamos. Los lingüistas de la época ¿Cuáles son los principios de una escritura fonológica verdadera?
moderna han acabado por comprenderlo así, y volviendo a tomar por su Una escritura fonológica debe procurar representar con un signo cada ele-
cuenta investigaciones iniciadas por otros (fisiólogos, teóricos del canto, mento de la cadena hablada. No siempre se tiene en cuenta esta exigen-
etc.) han dotado a la lingüística de una ciencia auxiliar que la ha libertado cia: así, los fonólogos ingleses, atentos a la clasificación más que al análi-
de la palabra escrita. sis, tienen para algunos sonidos signos de dos y hasta de tres letras.
La fisiología de los sonidos (en alemán Lautphysiologie o Sprachphy- Además, la distinción entre sonidos explosivos e implosivos (ver pág. 74
siologie) se suele llamar fonética (alemán Phonetik, inglés phonetics, y sigs.), como luego veremos, se debiera hacer rigurosamente.
francés phonétique). Este término nos parece impropio, y lo reemplaza- ¿Sería cosa de substituir las ortografías usuales con un alfabeto fono-
mos por el de fonología (francés phonologie). Pues fonética ha empezado lógico? Tan interesante cuestión aquí sólo puede ser rozada; para nos-
por designar y debe continuar designando el estudio de la evolución de los otros, la escritura fonológica debe limitarse al servicio de los lingüistas.
sonidos, y no hay por qué confundir en un mismo nombre dos estudios Ante todo ¡cómo hacer adoptar un sistema uniforme a los ingleses, alema-
absolutamente distintos. La fonética es ciencia histórica, que analiza nes, franceses, españoles, etc.! Luego, un alfabeto aplicable a todas las
acontecimientos, transformaciones, y se mueve en el tiempo. La fonología lenguas correría el peligro de obstruirse con signos diacríticos; y sin ha-
está fuera del tiempo, ya que el mecanismo de la articulación queda siem- blar del aspecto desolador que presentaría una página de semejante tex-
pre semejante a sí mismo. Y lejos de confundirse estos dos estudios, to, es evidente que, a fuerza de precisar, tal escritura oscurecería lo que
ni siquiera se pueden oponer. quiere aclarar, y embrollaría al lector. Y esos inconvenientes no queda-
El primero es una de las partes esenciales de la ciencia de la lengua; rían compensados por ventajas suficientes. Fuera de la ciencia, la exacti-
la fonología, en cambio —hay que repetirlo—, no es más que una discipli- tud fonológica no es muy deseable.
na auxiliar y no se refiere más que al habla (ver pág. 45). Sin duda, no Queda la cuestión de la lectura. Se lee de dos maneras: la palabra
nueva o desconocida la deletreamos letra a letra; pero la palabra usual y
familiar se abarca de una sola ojeada, independientemente de las letras
que la componen; la imagen de esa palabra adquiere para nosotros un
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El sistema fonológico y la escritura 61

valor ideográfico. Aquí es donde la ortografía tradicional puede reclamar Reconstrucción de un sistema antiguo
sus derechos: es útil distinguir en francés tant y temps, — et, est y ait, —
du y dû, — il devait e ils devaient, etc. Aspiremos sólo a ver la escritura Cuando hay que determinar el valor de una letra, es muy importante
usual desembarazada de sus más gruesos absurdos; si en la enseñanza de saber qué es lo que ha sido en una época anterior el sonido que represen-
las lenguas puede ser útil un alfabeto fonológico, no sería cosa de genera- ta. Su valor actual es el resultado de una evolución que permite descartar
lizar su empleo. ciertas hipótesis a la primera ojeada. Así, aunque no sabemos exactamen-
te cuál era el valor de la ç del sánscrito, sin embargo, como es continua-
§ 3. CRÍTICA DEL TESTIMONIO DE LA ESCRITURA
ción de una antigua k palatal indoeuropea, este dato limita netamente el
campo de las suposiciones.
Si, además del punto de partida, se conoce también la evolución para-
Es, pues, un error creer que, tras haber reconocido el carácter enga-
lela de sonidos análogos de la misma lengua en la misma época, se puede
ñoso de la escritura, lo primero que hay que hacer es reformar la ortogra-
razonar por analogía y establecer una proporción. El problema es natu-
fía. El verdadero servicio que nos presta la fonología es el de permitirnos
tomar ciertas precauciones frente a esta forma escrita a cuyo través he- ralmente más fácil si lo que hay que determinar es una pronunciación
mos de pasar para llegar a la lengua. El testimonio de la escritura sólo intermedia de que se conoce a la vez el punto de partida y el de llega-
tiene valor a condición de ser interpretado. Ante cada caso hay que trazar da. La grafía au del francés (por ejemplo en sauter) correspondía
necesariamente a un diptongo en la Edad Media, ya que se encuentra
el sistema fonológico del idioma estudiado, es decir, el cuadro de los so-
colocada entre un más antiguo al y la o del francés moderno; y si uno se
nidos que utiliza; cada lengua, en efecto, opera con un número determi-
entera por otro camino de que en un momento dado el diptongo au existía
nado de fonemas bien diferenciados. La única realidad que interesa al lin-
güista es este sistema. Los signos gráficos no son más que la imagen cuya todavía, resulta bien seguro que existiría también en el período preceden-
exactitud hay que determinar. La dificultad de esta determinación varía te. No sabemos exactamente qué es lo que representaban la z de una
según los idiomas y según las circunstancias. palabra como el antiguo alto alemán wazer; pero los puntos de referencia
son, de un lado, el más antiguo water, y de otro la forma moderna wasser.
Cuando estudiamos una lengua perteneciente al pasado, sólo conta-
Esa z debió, pues, representar un sonido intermedio entre t y s; podemos
mos con datos indirectos. ¿Cuáles son entonces los recursos que utiliza-
desechar toda hipótesis que no sea conciliable con la t o con la s; es, por
remos para establecer el sistema fonológico?
ejemplo, imposible creer que haya representado una palatal, pues entre
1° Por de pronto, los indicios externos, y sobre todo el testimonio de
dos articulaciones dentales no se puede suponer más que una dental.
los coetáneos que han descrito los sonidos y la pronunciación de la época.
b) Indicios coetáneos. Son de muchas especies.
Así, los gramáticos franceses de los siglos xvi y xvii, especialmente los
Por ejemplo, la diversidad de grafías: encontramos escrito en cierta
que se proponían instruir a los extranjeros, nos han dejado muchas obser-
época del antiguo alto alemán wazer, zehan, ezan, pero nunca wacer, ce-
vaciones interesantes. Pero esta fuente de información es muy poco segu-
han, etc. Si, por otro lado, encontramos también esan, essan, waser,
ra, porque sus autores no tienen ningún método fonológico. Las descrip-
wasser, etc., se llegará a la conclusión de que esa z tenía un sonido muy
ciones se hacen con términos azarosos, sin rigor científico. Su testimonio,
pues, tiene que ser interpretado a su vez. Así los nombres dados a los so- vecino al de la s, pero bastante diferente del que se representaba con c
nidos nos proporcionan indicios muy a menudo ambiguos: los gramáticos en la misma época. Cuando más tarde se encuentren formas como waser,
etc., eso probará que los dos fonemas, antes claramente distintos, han
griegos designaban las sonoras (como b, d, g) con el término de consonan-
llegado a confundirse más o menos.
tes «medias» (mésai), y las sordas (como p, t, k), con el de ps laí, que los
Los textos poéticos son documentos preciosos para el conocimiento
latinos tradujeron por tenues.
de la pronunciación: según que el sistema de versificación esté fundado en
2° Se pueden encontrar enseñanzas más seguras combinando estos
el número de sílabas, en la cantidad o en la conformidad de sonidos (alite-
primeros datos con los indicios internos, que clasificaremos en dos rú-
ración, asonancia, rima), tales monumentos nos proporcionan enseñanzas
bricas:
sobre distintos puntos. Si el griego distingue ciertas largas por la grafía
a) Indicios sacados de la regularidad de las evoluciones fonéticas.
(por ejemplo , escrita ), en otras descuida esa precisión; en los poetas
es donde nos podemos enterar de la cantidad de a, i, u. En antiguo fran-
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Los sistemas fonológicos 63

cés la rima permite conocer, por ejemplo, hasta qué época eran diferentes
las consonantes finales de gras y faz (latín facio 'hago'), y a partir de qué
momento se han acercado y confundido. La rima y la asonancia nos ense-
ñan además que en antiguo francés la e procedente de una a latina (por
ejemplo père de patrem o tel de talem, mer de mare) tenía un sonido muy
diferente del de las otras ees. Nunca riman ni asonantan esas palabras con
elle (de illa), vert (de viridem), belle (de bella), etcétera.
Mencionemos, para terminar, la grafía de las palabras tomadas de
una lengua extranjera, los juegos de palabras, etc. Así, en gótico, kawtsjo
nos informa de la pronunciación de cautio en bajo latín. La pronunciación
rwè por roi está atestiguada para fines del siglo xviii por la siguiente
anécdota citada por Nyrop, Grammaire historique de la langue françai-
se, I3, pág. 178: en el tribunal revolucionario se pregunta a una mujer si
no ha dicho ante testigos que hacía falta un roi ['rey']; la mujer responde
«que no había hablado de un roi tal como Capeto o cualquier otro, sino de
un rouet maître 'torno maestro' instrumento de hilar».
Todos estos procedimientos de información nos ayudan a conocer en
cierta medida el sistema fonológico de una época y a rectificar el testi-
monio de la escritura poniéndolo a la vez a contribución.
Cuando la estudiada es una lengua viva, el único método racional
consiste: a) en establecer el sistema de sonidos tal como resulta de la
observación directa; b) en observar el sistema de signos que sirven para
representar —imperfectamente— los sonidos.
Muchos gramáticos se encastillan todavía en el viejo método, critica-
do arriba, que consiste en decir cómo se pronuncia cada letra en la lengua
que quieren describir. Por este medio es imposible presentar claramente
el sistema fonológico de un idioma.
Sin embargo, es verdad que ya se han hecho grandes progresos en
este terreno, y que los fonólogos han contribuido mucho a reformar nues-
tras ideas sobre la escritura y la ortografía.

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Ginnobili, Santiago (2016).

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Chalmers, Alan (2005)

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Laso, Eduardo (2000)

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Palma, Héctor y Pardo, Rubén (2012)

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El desafío de las ciencias sociales. el perfil siempre controvertido y el status científico nunca del todo claro de esas disciplinas nacidas con
la misión de consumar el paradigma científico moderno: las ciencias sociales (o como prefiera
Del naturalismo a la hermenéutica
llamárselas).
Es bajo la determinación de las ideas e ideales rectores de la modernidad, que aparece como un
proyecto utópico más de ese optimismo racional- el plan de desarrollo de unas ciencias que se encarguen
Rubén Horacio Pardo del conocimiento, no ya de la naturaleza plenamente llevado a cabo por las ciencias naturales- sino del
hombre y de la sociedad mismas. Es decir que sólo puede comprenderse el significado propedéutico de
Resúmen la creación de las ciencias sociales si somos conscientes de la matriz esencialmente moderna de la idea
de conocimiento científico desde la que son alumbradas y del consecuente modelo naturalista que llevan
grabado en su origen. ¿Qué significa esto? En primer lugar que las ciencias sociales son tributarias, en
de un desafío su nacimiento, del sentido moderno de ciencia, signado por la centralidad normativa del concepto de
quizás habría que decir de un malentendido- que en su mismo origen nominal contiene método. Methodos -
el estigma esencial de su existencia. Desde bien dentro de lo que se conoció como - en su sentido moderno (sobre todo desde Descartes), adquiere el sentido de
proyecto filosófico de la modernidad tuvo lugar el nacimiento de un programa un concepto unitario que, más allá de las peculiaridades del ámbito estudiado, implica la exclusión del
científico que completara en el ámbito del conocimiento de la sociedad y del hombre, error mediante verificación y comprobación. De este modo, la tendencia fundamental del pensamiento
aquellos progresos y logros que las ciencias naturales habían alcanzado en el científico moderno identifica el saber (el conocimiento propiamente dicho, la ciencia) con lo
conocimiento del mundo natural. Aquí, precisamente en el modelo naturalista y comprobable empíricamente y, por tanto identifica a su vez la verdad con la certeza. Sin embargo, como
esencialmente moderno de su matriz originaria reside el perfil siempre controvertido se planteará más adelante, quizás aquí tenga lugar el principal malentendido que hará del proyecto de las
y el status científico nunca del todo claro de esas disciplinas nacidas con la misión de ciencias sociales un desafío continuo e inacabable, una suerte de repetición del destino de Sísifo, tal
consumar el paradigma científico moderno: las ciencias sociales .Este trabajo tiene como refería Kant respecto del quehacer de la metafísica 1; ya que tal vez estas disciplinas no puedan
como obje el desafío de las ciencias sociales ocultar del todo ni desprenderse completamente de su otro origen, de su origen más remoto: el griego,
contradicciones y encrucijadas que de modo quizás ineludible- minan el camino de arraigado no tanto en el concepto de episteme sino más bien en el de filosofía práctica, acuñado por
las ciencias sociales, convirtiendo el programa moderno de un conjunto de disciplinas Aristóteles2 .
científicas que consumen el proyecto filosófico de la modernidad, en un periplo cuya En segundo lugar, modelo naturalista significa continuidad de las ciencias, posibilidad de traspaso
principal esencia termina siendo el pensarse constantemente a sí mismas. El recorrido automático de las normas de una las naturales- a la otra-las sociales. O, dicho en otros términos,
seguirá los siguientes puntos: creencia en la reducción de lo social a lo natural: el modo de acceso categorial y conceptual al mundo
1) La concepción naturalista-empirista, bajo cuya comprensión surgieron las ciencias físico serviría también para explicar el sentido del mundo social; ambos se reducirían, por tanto, a un
sociales, y que ha constituido desde el siglo XIX hasta el incipiente siglo XXI, la conjunto de hechos empíricos susceptibles de ser explicados mediante leyes.
concepción dominante. Este trabajo tiene como objetivo narrar el desafío de las ciencias sociales, esto es, relatar las
2) Y el actual escenario posempirista o posnaturalista que, por estos últimos años se ha paradojas, contradicciones y encrucijadas que de modo quizás ineludible- minan el camino de las
abierto en franca oposición a la visión ortodoxa o estandar. ciencias sociales, convirtiendo el programa moderno de un conjunto de disciplinas científicas que
consuman el proyecto filosófico de la modernidad, en un periplo cuya principal esencia termina siendo
el pensarse constantemente a sí mismas. Dicho de otro modo, el desafío consiste en la tarea, siempre
inacabada y renovada, de pensar su propia identidad en tanto ciencias y en tanto saberes sociales. Lo
1. A modo de introducción cual, casi de manera inexorable, no puede dejar de realizarse sino a la luz -o para ser más precisos, a la
sombra- de su relación con las ciencias naturales. Se intentará mostrar, como clave interpretativa, que
1.1 El nacimiento de las ciencias sociales esta estigmática característica la de ocuparse no tanto del mundo social como objeto de estudio sino de
la determinación de su propio quehacer- se explica en el ya mentado doble origen de estas ciencias: el
reciente o moderno, fundamentalmente naturalista, y el remoto o antiguo, tributario del modo a partir del
son algunas de las manifestaciones polisémicas de un desafío quizás habría que decir de un cual los griegos -Aristóteles por ejemplo- pensaban la filosfía práctica.
malentendido- que en su mismo origen nominal contiene el estigma esencial de su existencia. Desde el
interior de lo que se conoció como proyecto filosófico de la modernidad tuvo lugar el nacimiento de un
programa científico que completará, en el ámbito del conocimiento de la sociedad y del hombre, 1.2 Los ejes problemáticos
aquellos progresos y logros que las ciencias naturales habían alcanzado en el conocimiento del mundo
natural. Precisamente, en el modelo naturalista y esencialmente moderno de su matriz originaria reside 1
Cf.Kant, I. Los progresos de la metafísica, Bs. As., Eudeba, 1989, pág.15.
2
En esto, el trabajo sigue el punto de vista de Gadamer. Cf. Gadamer, H.G., Verdad y método, Salamanca, Sígueme, 1991,
parte I.

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otro esquema epistemológico? ¿Habrá que anteponer a la objetividad otro principio que haga justicia, no
¿Tienen las ciencias sociales un objeto de estudio de similares características que el de las ciencias sólo a la cientificidad de las ciencias sociales, sino en general a la finitud de la racionalidad humana?
naturales? Vale decir, ¿es lo social abordable científicamente del mismo modo en que puede serlo la En síntesis, ésos serán los tres ejes sobre los que discurre el resto del trabajo que divide las
naturaleza? ¿O, en realidad, no es posible a menos que se caiga en un perezoso y distorsivo respuestas a todas las preguntas arriba formuladas en dos etapas o estadios:
reduccionismo- asimilar los fenómenos sociales a los naturales? Por otro lado, ¿debemos pensar la 1) La concepción naturalista-empirista, bajo cuya comprensión surgieron las ciencias sociales, y que
investigación social desde el mismo conjunto de normas procedimentales ,o método, que llevan a cabo ha constituido desde el siglo XIX hasta el incipiente siglo XXI, la concepción dominante.
3
exitosamente desde hace varios siglos la ciencia físico-matemática? ¿Hay que comprender la ciencia 2) Y el actual escenario posempirista o posnaturalista que, por estos últimos años se ha abierto en
desde un modelo de continuidad entre sus diferentes manifestaciones, o existe en realidad- un hiato franca oposición a la visión ortodoxa o estandar.
epistemológico insalvable entre las disciplinas sociales y las naturales? Y finalmente, ¿qué tipo de saber Cabe agregar que, entre estas dos visiones se ubicará y analizará un debate fundamental y
es el alcanzado por las ciencias sociales? ¿Son realmente ciencias, a la manera de las naturales, si es que siempre reabierto: el que desde filosofías historicistas y comprensivistas hacia fines del siglo XIX y
desde estas últimas-
objetividad y de consenso en cuanto a sus verdades? ¿O habrá, más bien, que relegarlas al nivel de unas como primera reacción al modelo naturalista se inicia el camino que nos conformación del actual
ciencias blandas, como algunos sostienen, en la medida en que no pueden cumplimentar esos mínimos escenario posempirista.
estándares?
Tres son los ejes sobre los que gira, quizá desde su mismo nacimiento, el debate en torno de las
ciencias sociales: el objeto de estudio, el método, y el estatus epistemológico. El primero de ellos 2. La concepción naturalista-empirista
involucra una disputa ontológica, derivada tal vez de la vieja discusión metafísica sobre las relaciones
entre naturaleza y espíritu. Aquí estaría en juego la posibilidad y sobre todo la pertinencia- de reducir 2.1 Los principios del naturalismo positivista en ciencias sociales
lo social a lo natural; esto es, la pregunta acerca de si puede concebirse en tanto objeto de ciencia- el
mundo social como un conjunto de hechos empíricos, tal como las ciencias naturales hacen con la Ya se ha dicho que las ciencias sociales aparecen, desde su nacimiento mismo, como la
naturaleza. O, si por el contrario, las particularidades de este objeto de estudio su carácter simbólico, continuación y consumación de un programa científico o para ser más amplios- de un proyecto
lingüístico, valorativo o histórico- lo hacen irreductible a todo intento de homologación con los filosófico-científico, que no es otro que el de la modernidad. Según éste, debe procurarse trasladar ese
fenómenos naturales. Obviamente, aquí los polos de toda eventual respuesta a este interrogante, estarán progreso tan vertiginoso como impresionante que han experimentado las ciencias naturales desde la
constituidos por la receta del reduccionismo, en un caso, y por la defensa de una cierta especificidad de revolución científica de los siglos XVI y XVII al ámbito del conocimiento y control del mundo social.
lo social, en el otro. Vale decir, se trata de aplicar el modelo de las modernas ciencias naturales representadas
Ahora bien, de dicha discusión ontológica sobre la esencia de lo social, se desprende un segundo eje paradigmáticamente por la ciencia físico-matemática- a esas nuevas disciplinas científicas, que estaban
de debate, pero de índole epistemológica o metodológica: el de si hay una o dos maneras de hacer siendo concebidas con la misión de hacer posible aquel mismo progreso, pero ahora en lo que concierne
ciencia. Nos encontraremos entonces con posiciones monistas, que afirman que sea lo que fuere el al conocimiento de la sociedad.
objeto de estudio de las ciencias sociales si éstas son cabalmente ciencias- deben abordar dicho objeto Esta primera y tradicional comprensión de las ciencias sociales aquí llamada concepción
del mismo modo en que las naturales estudian al suyo. Y, frente a este modelo fundado en la naturalista-empirista- se extiende incluso hasta nuestros días y sigue siendo, de algún modo, la visión
continuidad de las ciencias, alzarán su voz las corrientes que, ahora desde una matriz interpretativa dominante hasta estos albores del siglo XXI (aunque no ya sin rivales de peso). En ella podemos
discontinuista, introducen un punto de vista dualista en cuanto al método. distinguir tres etapas o períodos todos comandados por la tradición de la filosofía anglosajona-: el
Sin embargo, todas estas polémicas terminan desembocando siempre en la pregunta sobre el estatus positivismo fundado por Comte, el empirismo lógico, surgido del círculo de Viena, y lo que hoy en día
epistemológico de las ciencias sociales. Este resulta ser el eje principal, dado que en él se resumen los se sigue denominando como la concepción estandard o el consenso ortodoxo sobre las ciencias sociales
problemas planteados por los otros, y en él tienen lugar las consecuencias últimas de todas las tomas de (Nagel, Popper, entre otros). No será tema de este trabajo ya que nos exigiría extendernos demasiado-
posición antes explicadas. La cuestión de la cientificidad de las ciencias sociales concentra, en explicitar las ideas de cada una de estas corrientes. Sin embargo, a los fines del desarrollo de nuestro
cualquiera de sus respuestas posibles, los supuestos sobre el objeto de estudio, como también los tema, sí será imprescindible referir las características o principios sobre los cuales se construye esta
metodológicos y epistemológicos. ¿Por qué? Sencillamente porque aquí están en juego los conceptos de concepción naturalista-empirista, sea en su faceta positivista, en la vertiente del empirismo lógico o
objetividad y de verdad. Hablar de ciencias duras y de ciencias blandas, por ejemplo, implica ya toda según los parámetros compartidos por la concepción estandard.
una declaración de principios en cuanto a cómo se debe comprender el conocimiento científico. Estas
figuras de la blandura o de la pretendida dureza del conocimiento no son más que metáforas de la a) Supuesto naturalista
objetividad: llamar ciencias blandas a las ciencias sociales conlleva el supuesto de que el conocimiento
científico ejemplificado paradigmáticamente en las ciencias naturales- debe ser concebido desde el
principio de la separación objetivadora entre sujeto y objeto. Y, medido en estos términos, las ciencias
sociales, en tanto no pueden cumplir con este precepto de distanciación del mismo modo que las otras 3
. En esta denominación hacemos nuestra la nomenclatura utilizada por Federico Schuster, ya que da cuenta de la esencial
pluralidad de posiciones que existe en la actualidad y que deriva en la imposibilidad de reducirlas a una sola corriente. Cfr.
surgirían las siguientes preguntas: ¿es posible repensar las ciencias desde otro punto de partida, desde Schuster, F., Filosofía y método de la ciencias sociales, Bs.As., Manantial, 2003, pág 33 y 34.

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Este supuesto, que da nombre a la concepción, consiste en homologar el mundo social al físico, d) Supuesto empirista
entendiendo a ambos como estructuras invariantes en las que es posible encontrar regularidades
empíricas. Lo cual significa que, sea lo que fuere lo social, en tanto objeto de ciencia, debe ser En este análisis retrospectivo de los principios naturalistas en la concepción de las ciencias sociales
considerado como un conjunto de hechos empíricos a ser explicados. Esta reducción de lo social a lo arribamos a un supuesto fundamental: el de la confianza en la experiencia y en el conocimiento empírico
natural, en la que se funda la visión naturalista de las ciencias sociales, limita y ubica todas las como fundamento último de la ciencia. Este supuesto, que denominaremos como empirista está a la base
particularidades del mundo social nos referimos a sus características diferenciales respecto del mundo de todas las corrientes naturalistas. Por ejemplo, en el empirismo lógico, el carácter científico de un
natural- en un segundo plano. No importa que el científico social se escude en el carácter simbólico de enunciado se define en conexión con la posibilidad de su significación. Y se puede afirmar que un
aquello que estudia, ni siquiera que esgrima como atenunantes la existencia de elementos valorativos o enunciado posee significado si es verificable vale decir- si existe alguna posibilidad, directa o indirecta,
la mayor impredecibilidad del comportamiento humano. Ni tampoco, por supuesto, que se acentúe la de establecer mediante observaciones su valor de verdad. Por ello para esta corriente aquellas
matriz esencialmente lingüística de su objeto de investigación. Lo social, el mundo social, los hechos proposiciones que no pueden ser puestas a prueba, carecen de sentido.
sociales, la sociedad, el espíritu, o como quiera llamarse a aquello a hacia lo cual dirigen su
intencionalidad las ciencias sociales en tanto objeto de ciencia- no es diferente de lo que es la e) La verdad como adecuación de un enunciado a la realidad (entendida como lo observable)
naturaleza para las ciencias naturales: un conjunto de hechos o fenómenos empíricos.
Este es un corolario directo del principio anterior. Para esta visión tradicional de la ciencia en
b) Reduccionismo cientificista general y de las ciencias sociales en particular, una proposición será considerada como verdadera
cuando pueda verificarse una adecuación o coincidencia entre lo que ella afirma y lo que la experiencia
Existe un modo ejemplar de racionalidad, es decir, de conocimiento propiamente dicho, que es el nos muestra desde la observación. Esta idea de verdad como adequatio, al igual que todas y cada una de
científico. Y, como corolario del principio anterior, ahora se agrega que hay una sola manera de hacer las características que venimos enunciando, serán luego puestas en duda y entrarán en crisis, es decir,
ciencia a saber- la que corresponde al método de las ciencias naturales. Todo aquel pretendido saber comenzarán a ser discutidas por algunos pensadores y corrientes posnaturalistas o posempiristas. Pero
que esté por fuera de este proceder, en realidad no es ciencia y podría acotarse- ni siquiera sería un eso lo retomaremos más adelante.
saber racional en sentido estricto. La racionalidad toda queda reducida así a ciencia y esta última a
método experimental de las ciencias naturales. Este reduccionismo se pone de manifiesto, por ejemplo, f) Las teorías científicas como conjunto de eunciados testeables de modo autónomo
en el positivismo de Comte, para quien el último y más avanzado estadio de la cultura el positivo-
exige un saber legalista como el de las ciencias naturales. Todo lo demás será mera metafísica, es decir, Un teoría científica es siempre desde este punto de vista estandard o tradicional- un conjunto de
en términos positivistas, un inútil bla bla. Quedaría garantizada así la unidad y la continuidad de las eunciados hipotéticos de distinto nivel observacionales (singulares), generalizaciones empíricas, y/o
ciencias. No hay hiato ni salto epistemológico entre unas y otras. teóricos- que pueden ser puestos a prueba de modo independiente. Si una teoría científica parte de un
grupo de enunciados de base o fundamentales, de alto nivel teórico, de ellos debe poder deducirse otros
c) El conocimiento científico como explicación de más bajo nivel teórico y de menor generalidad hasta llegar a la formulación de enunciados que
puedan corroborarse empíricamente. Ahora bien, cada enunciado puede ponerse a prueba
¿Pero en qué estriba concretamente- esa actividad única y homogénea que debe caracterizar a todo autónomamente respecto de los otros. Y, por supuesto, la falsedad de cualquiera de éstos, nos llevará a
aquel saber que se precie de científico? En explicación. Para la concepción naturalista-empirista de las cuestionarnos la verdad de aquellos que hemos tomado como puntos de partida de la teoría. De
ciencias sociales, desde el positivismo hasta el punto de vista estandard, pasando por el empirismo cualquier modo, lo que aquí importa, a los fines de contrastarlo luego con la manera de ver las cosas de
lógico, una investigación científica debe estar consagrada a la búsqueda de explicaciones, las cuales autores no empiristas como Kuhn o Gadamer por ejemplo- es que los enunciados tendrían, entonces,
adquieren la forma de leyes generales que dan cuenta de fenómenos particulares. Explicar un evento es un significado autónomo, independiente de los demás.
subsumirlo bajo una ley. Uno de los principales tipos de explicación en ciencia es aquel que posee la
estructura formal de un razonamiento deductivo, en el cual el hecho a explicar es una consecuencia g) Objetividad
lógicamente necesaria de ciertas premisas. Por consiguiente, en este modo de explicación, las premisas
expresan una condición suficiente de la verdad del asunto en cuestión, y están constituidas por dos Finalmente, se afirma que el conocimiento científico es, o pretende ser, objetivo. Por objetividad
elementos: las leyes generales que expresan conexiones empíricas uniformes; y las condiciones iniciales debe entenderse la capacidad del sujeto de elevarse por sobre todo condicionamiento histórico y
o circunstancias concretas. Por ejemplo, las leyes económicas de la oferta y la demanda, más algunas subjetivo y tomar distancia suficiente respecto del objeto a conocer, como para adoptar el punto de vista
circunstancias particulares atinentes a la falta de créditos para la compra de viviendas, podrían servir de un observador neutral. Ser objetivo significará pues, evitar toda influencia derivada del que conoce, y
como explicación de una suba en el valor de los alquileres. O, por tomar otro caso, el hecho de que el por lo tanto implica la absoluta prescindibilidad del sujeto, en el proceso cognoscitivo mismo. Desde ya,
vaso que que hace un instante tenía en mi poder se haya estrellado contra el suelo, se explica por las en torno de este concepto se erigen las discusiones más profundas en cuanto a su posibilidad y aún en
leyes generales de la gravedad sumado a la torpeza natural en el manejo de mis manos (condiciones cuanto a su sentido. Podría decirse que éste es el supuesto básico, esencial, que está a la base de todos
iniciales). los otros: la tarea del científico social es construir enunciados testeables de modo autónomo mediante el
Sin explicación no hay ciencia. Y sin ley, no hay explicación. Y esto vale no sólo para las ciencias recurso a lo observable, o en otros términos, producir explicaciones científicas que den cuenta de hechos
naturales, sino también para las sociales.

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particulares subsumiéndolos bajo leyes generales. Este supuesto se sostiene en la convicción acerca de discusión acerca de supuestos sobre el tipo de realidad que constituye lo social. ¿Ésta debe ser asimilada
la existencia de un sujeto objetivo. a lo natural o, más bien, convendría poner el énfasis en las diferencias entre sociedad y naturaleza?
El cumplimiento de estas prescripciones metodológicas, la capacidad explicativa, la testeabilidad Obviamente, los comprensivistas basan su concepción de las ciencias sociales en una esencial
empírica, la objetividad, determinará siempre dentro de los parámetros de la concepción naturalista- especificidad de lo social: esta realidad, a diferencia de la naturaleza, es básicamente valorativa,
empirista a la que nos estamos refiriendo- la cientificidad de una investigación. Será por ello que las simbólica, lingüística, histórica. El error de los naturlistas, sería el de no tomar en cuenta la forma en
disciplinas sociales al tener mayores dificultades que las naturales en acercarse a este ideal, recibirán la que la realidad social se constituye y mantiene. La concepción estandard (naturalista-empirista) que
denominación alternativa de ciencias blandas, frente a la dureza metodológica de las otras. mencionamos anteriormente, homologa el mundo social al físico y entiende al primero como una
estructura invariante en la que es posible encontrar regularidades empíricas, mientras que una versión
más adecuada de la labor del científico social debería prestar atención al carácter simbólico de la vida
2.2 La reacción comprensivista humana y a los horizontes de sentido que la constituyen. O, dicho de otro modo siempre según el
comprensivismo- las ciencias sociales no pueden dejar de lado el mundo de la vida cotidiana, ese
La concepción naturalista-empirista de las ciencias sociales acrecentó su carácter dominante en el entramado de significados compartidos en el que vivimos y que ponemos en juego al hacer ciencia.
ámbito de la epistemología sobre todo a partir del progreso continuo y expansivo de las ciencias Recapitulando y estableciendo un contraste con la concepción anterior, cabría resaltar las siguientes
naturales. El prestigio que éstas alcanzaron sobre la base de los resultados de su inserción en el campo características de la reacción comprensivista:
productivo por medio de la aplicación tecnológica de sus productos, obró como fundamento de la visión
unitaria y continuista de las ciencias: las nacientes disciplinas sociales no podían menos que ser a) Especificidad de lo social
pensadas desde estos parámetros triunfantes de las cada vez más exitosas ciencias de la naturaleza. Sin
embargo, ya desde las postrimerías mismas del siglo XIX comienza a tejerse un debate que va a dar Frente a la reducción de lo social a lo natural, propia del supuesto naturalista que está a la base de la
color y a estigmatizar a toda la centuria siguiente: las discusiones sobre el status epistemológico de las concepción estandard de las ciencias sociales, el comprensivismo defiende una visión de la sociedad
ciencias sociales bajo la forma de una oposición entre explicar y comprender. como un objeto específico e irreductible a los hechos naturales. Su esencia simbólica e histórica,
Hacia fines del siglo XIX, y en especial dentro de la tradición de la filosofía alemana que arranca constituida por valores y sentidos lingüísticos, impiden un abordaje reduccionista.
con el romanticismo y continúa con la escuela histórica, hace su aparición en el ámbito teórico de las
ciencias sociales un elemento determinante: la subjetividad. Eso que durante tanto tiempo había sido b) Dualismo metodológico
sepultado bajo los pretensiosos supuestos de la normativa metodológica, sale a la superficie y explota:
resulta imposible seguir ocultando y pasando por alto la influencia ineludible del sujeto de conocimiento La posición comprensivista afirma la existencia de un hiato epistemológico entre las ciencias
en el proceso cognoscitivo. Fundamentalmente desde la teoría de la obra de arte, comienza a naturales y las sociales, reivindicando para estas últimas una especificidad irreductible. Sería totalmente
comprenderse que es imposible forjar un lenguaje y desarrollar un conocimiento sobre lo social que descabellado y erróneo -sostienen- concebir la labor del científico social desde los preceptos
4
omita referencias a conceptos tales com . Del mismo modo en metodológicos atinentes al modo de acceso al mundo físico-matemático. No habría -como creían los
que no puede alcanzarse el sentido pleno de una producto artístico sin prestar alguna atención al autor naturalistas- una continuidad, sino más bien una radical discontinuidad en las ciencias. En síntesis, es
que está detrás de la obra misma, tampoco cabe plantear la posibilidad de entender el mundo histórico- una visión dualista del conocimiento científico.
social sin descifrar los sentidos que en él van creando sus propios constructores, los actores sociales. Es
decir que sólo puede accederse al conocimiento de lo social si primero comprendemos sus significados. c) El conocimiento de las ciencias sociales como comprensión
En síntesis, a partir de autores tales como Droysen, Dilthey, Max Weber y Collingwood aquellos que
conformaron la tradición alemana de las Geisteswissenschaften (ciencias del espíritu) el objetivo de las De las dos características anteriores se sigue una tercera: conocer en ciencias sociales ya no será
ciencias sociales no es tanto el de explicar en tanto subsunción de hechos particulares bajo leyes- sino subsumir fenómenos particulares mediante leyes
más bien el de comprender. Mientras las ciencias naturales explican lo natural, las ciencias sociales alcanzando desde la propia subjetividad del intérprete la subjetividad del actor social. El conocimiento
comprenden de las ciencias sociales posee, entonces, un ineludible componente de empatía: se trata de desentrañar
cuenta de los significados emitidos por el otro. ¿Cómo argumentarán los comprensivistas- en la medida los propósitos o intenciones del otro; algo así como acceder al alma del otro. Sólo de este modo resulta
en que el objeto de estudio de las disciplinas que estudian la sociedad está constituido por los hombres posible entender un proceso social.
mismos, puede concebirse su tarea sin atender a los sentidos que éstos emiten? Un objeto natural, como Y es justamente aquí donde hecha raíces la crítica del empirismo a la comprensión. El problema de
un árbol, podrá ser explicado. Un hecho social, una creación humana, debe ser comprendido. Eso es lo la concepción naturalista-empirista radicaba en la desmedida pretensión metodológica de un punto de
que hace un sociólogo cuando investiga las características de un grupo social o de cualquier proceso partida objetivo que permitiera la formulación de leyes generales explicativas. La particular dificultad en
sociopolítico, o lo que hace un psicólogo cuando atiende un paciente: comprender significados. ciencias sociales de establecer leyes de ese tipo derivaba, por un lado, en la afirmación de una esencial
Nace así un debate de con perfil no sólo cognoscitivo sino también ontológico. La disputa en torno inferioridad de éstas en comparación con las disciplinas físico-matemáticas (ciencias blandas, ciencias
al tipo de conocimiento propio de las ciencias sociales explicación o comprensión- se funda en una duras) y, por otro, en una descripción del quehacer del científico social que no hacía justicia a la
especificidad de su labor: hacer ciencias sociales no es sólo una actividad explicativa, o al menos
4
Para ampliar este tema, Cfr., Bauman, Z., La hermenéutica y las ciencias sociales, Bs.As., Nueva visión, 2002, cap. 1 y 2. mediante esta actividad no se da cuenta totalmente de la tarea llevada a cabo en una investigación social.

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Ahora bien, si la concepción estandard peca de reduccionismo, la visión comprensivista lo hace de fenómeno de la tecnología, la cual justamente va borrando los horizontes de sentido y de valor
psicologismo y, por ende, de subjetivismo. ¿Qué significa esto? Que, en la medida en que la compartidos bajo los que crecen y viven las comunidades.
comprensión es concebida como empatía, vale decir, como acceso al pensamiento o a la mente del autor, Un segundo momento en la historia (o prehistoria 5) de la hermenéutica está constituido por la
no es controlable científicamente. ¿Cómo sería posible establecer con ciertos criterios de cientificidad lo reacción romántica e historicista al modelo de la Ilustración. En otra parte del trabajo aludimos a esta
que ocurre en la mente de otra persona? Si comprender es recrear en la subjetividad del investigador las etapa confrontando explicacionismo con comprensivismo. Contra el paradigma de una razón absoluta
intenciones, sentimientos y propósitos del otro en tanto objeto de estudio, resulta inevitable la objeción que, sustentada en el vertiginoso avance de las ciencias naturales, se muestra portadora de una
de psicologismo y de subjetividad ametodológica y, por tanto, acientífica. explicación necesaria y objetiva del mundo, resurge la problemática de la interpretación como tema de
Es por ello que la resolución o, para expresarnos mejor, la superación de este debate supondrá, reflexión filosófica. Con el Romanticismo la perspectiva hermenéutica gana universalidad: el
como se verá en el siguiente punto, redescubrimiento de la importancia de la subjetividad hace aparecer ahora al autor detrás del texto, y -
otro elemento determinante, además de la subjetividad en la comprensión de las ciencias sociales. Este por tanto- la obra comienza a ser vista como reflejo del autor.6 Es precisamente en esta época, el siglo
otro elemento es el lenguaje. Pero este tópico nos transporta ya a una de las características centrales del XIX, cuando se intenta fundamentar las ciencias sociales con un método propio, distinto del de las
temple filosófico de base del actual escenario posnaturalista. ciencias de la naturaleza: si estas últimas explican, puesto que en ellas es posible la objetividad, aquéllas
comprenden o interpretan , dado que en ese campo es imposible la separación de sujeto-objeto.
Finalmente, el tercer paso en la conformación del sentido de una hermenéutica filosófica es fruto de
3. Las ciencias sociales a comienzos del siglo XXI: el escenario posnaturalista nuestro tiempo. Se enmarca en el contexto de la consumación del proyecto moderno de razón; o, dicho
en otros términos, el perfil hermenéutico que caracteriza al pensamiento filosófico actual sólo puede ser
A partir de la década del sesenta entra en crisis la concepción estandard en filosofía de la ciencia, comprendido como una filosofía de la época de la técnica. Esa tarea crítica que emprende Nietzsche
esa que acabamos de describir en sus diferentes vertientes: la naturalista, la empirista lógica y la contra las pretensiones modernas de un conocimiento objetivo y necesario deviene en un
reconocimiento de la ineludible condicionalidad de todo pensamiento, aun del científico: la
homologado a una corriente filosófica determinada, sino que conviene comprenderlo en términos de un interpretación ya no ha de estar limitada al ámbito de las humanidades o de las ciencias sociales, sino
escenario teórico plural conformado por autores provenientes de diversas tradiciones de pensamiento: que atañe al hombre mismo, a su propio ser. Es Hans-Georg Gadamer quien recoge, resume y da
desde Thomas Kuhn, pasando por Imre Lakatos o PaulFeyerabend, hasta Hans-Georg Gadamer y Jürgen nombre a esta declaración de las condiciones históricas y lingüísticas a las que está sometida toda
Habermas, por ejemplo.
A partir de aquí presentaré en sus rasgos fundamentales -al modo de un ejemplo paradigmático de ese gesto de moderación, enclavado en la era de las desmesuras hipermodernas, que se recorte una
concepción posnaturalista-posempirista de las ciencias sociales- la hermenéutica filosófica de Gadamer; nueva concepción de las ciencias sociales, centrada en un rescate de su primordial dimensión ética.
luego, extraeré a pártir del modelo hermenéutico las principales características del actual escenario Si la primera etapa -la de la hermenéutica clásica- se centra en la búsqueda o recuperación del
posnaturalista; y, finalmente, formularé las conclusiones que intentan responder las preguntas planteadas sentido auténtico de ciertos textos paradigmáticos (teológicos, clásicos, o jurídicos), y la segunda en la
en el comienzo. emergencia del autor y en general de la subjetividad en torno al quehacer de las ciencias sociales, en este
tercer momento el de la hermenéutica filosófica gadameriana- la clave está en lo que se conoce como
giro lingüístico. La intencionalidad, el sujeto, da paso al lenguaje y su dimensión semántica, de modo tal
3.1 La hermenéutica filosófica de H. G. Gadamer que la comprensión ya no girará en torno de un milagroso proceso de empatía entre autor e intérprete

La problemática hermenéutica tiene una historia de larga data, y está indisolublemente ligada al arte es lenguaje7 á desde lo psicológico a lo semántico, en tanto el
de la comprensión e interpretación de textos. Sus orígenes, más allá de algunos comentarios lenguaje pasa a ser concebido, por un lado, como materia prima del mundo social y, por otro, como
aristotélicos, pueden ser ubicados en las necesidades dogmáticas de la teología, el derecho y la filología. rasgo ontológico fundamental de la racionalidad humana. La esencial subjetividad del comprensivismo,
Así, de las urgencias reformistas por reinterpretar las Sagradas Escrituras nace una hermenéutica radicada en la incontrolabilidad de la empatía psicológica entre el intérprete y el autor, resulta suprimida
teológica; y del mismo modo, a partir de los esfuerzos renacentistas por recuperar el modelo de lo y superada por la centralidad del lenguaje, sobre el que sí es posible ejercer algún tipo de control. Pero
clásico, se va forjando una hermenéutica orientada al estudio de los grandes escritores de la antigüedad ¿cuáles son los conceptos básicos con los que trabaja la hermenéutica?
greco-romana. Y lo mismo puede decirse de la hermenéutica jurídica, abocada a la interpretación de los En primer lugar, cabe aclarar y reiterar que la hermenéutica no pretende constituirse en una nueva
viejos códigos de justicia. De todo esto resulta, entonces, que el quehacer de esas disciplinas, en las que preceptiva del comprender a la manera de una metodología, sino que por el contrario, su tarea será
originariamente se pone de manifiesto el tema de la interpretación, se funda en una problemática común:
la de reestablecer el vínculo con una tradición cuya comprensión se encuentra oculta o ha sido se trata es de desocultar todos los condicionantes previos que determinan en parte el conocimiento,
distorsionada. Por lo tanto hay necesidad de hermenéutica allí donde no es posible un significado
inmediato, donde el sentido se ha quebrado y se requiere el trabajo del interpretar o allí donde el acuerdo 5
previo no tiene lugar. Quizás, éste sea un importante dato a tener en cuenta para comprender el porqué En términos de Introducción a la hermenéutica
filosófica, Barcelona, Herder, 1999; e incluso el mismo Gadamer , H-G en Verdad y método, op.cit
del evidente sino hermenéutico del pensamiento filosófico actual, signado sin lugar a dudas por el 6
Para ampliar este tema remitirse a Grondin, J., Op.cit., cap. 1, 2 y 3.; y Bauman, Z., Op.cit., Introducción y capítulo 1.
7
Cfr.Gadamer, Verdad y método, op.cit., parte II, cap.9.

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incluso el científico. Justamente por ello, se ha descripto a la hermenéutica filosófica de Gadamer como y necesaria de la realidad, sino que posee una cuota de ficción, de creatividad, ahora la hermenéutica
el reconocimiento de la ineludible condicionalidad a la que está sometida la comprensión; éste es el agrega que dicha creación está condicionada por los límites de la historia y del lenguaje. La innovación
gesto de finitud que la caracteriza: la racionalidad humana, lejos de ponerse en marcha desde una está puesta por la situación particular e irrepetible del intérprete, y la limitación por la tradición o
posición de objetividad, no puede sustraerse al flujo de ciertos prejuicios que son constitutivos de su comunidad de prejuicios a la que se pertenece. Y conocer, entonces, resulta ser en realidad un proceso
propio ser. Por lo tanto, ni siquiera la ciencia con su método experimental, constituirá un conocimiento de fusión de dos mundos, de dos horizontes: el de la tradición y el nuestro en tanto intérpretes. El
absolutamente necesario y desprovisto de influencias subjetivas; sino que todo acto cognoscitivo posee conocimiento es la recreación o la mediación de una tradición a través de las interpretaciones que, desde
una dimensión de interpretación. La razón, dice Nietzsche, interpreta. Antes de cualquier toma de nuestra situación histórica particular, hacemos de ella. 9
distancia respecto del objeto a conocer, siempre estamos ya ligados de algún modo a él, siempre estamos También cabe aclarar que, en la concepción hermenéutica, tampoco queda suprimida la instancia
ya en un mundo con sentido, en una comunidad de prejuicios desde la cual comprendemos, y a la que se crítica, es decir la necesaria dimensión de una cierta objetividad a la cual el conocimiento científico no
denomina tradición. Por lo tanto, afirmar el carácter interpretativo de todo conocimiento implica, en puede ni debe renunciar. Y esto es así en tanto la proyección previa de sentido que operamos desde
primer lugar, reconocer que a esa supuesta primera relación de sujeto-objeto en la que se asienta la nuestra pertenencia a una tradición - - debe ser luego
objetividad la antecede otra más originaria: la ligazón del hombre con un mundo, con una tradición. Y confirmada, revisada y/o corregida por un posterior saber crítico. Dicho en otros términos, la
esa relación previa a la objetivación, suelo ineludible de todo posible teorizar, es la que la hermenéutica precomprensión que proyectamos desde nuestro lugar definido históricamente, en tanto expectativas de
denomina pertenencia. Se sigue de aquí que no sólo las ciencias sociales estarán determinadas por ese sentido, serán sometidas -al avanzar la lectura- a una suerte de arsenal crítico que las avale o no como
círculo entre el intérprete y el objeto, sino que el conocimiento todo se mueve dentro de una cierta interpretaciones. Se abre así, una dialéctica entre la parte y el todo, entre un saber de base que está en la
circularidad: al fin y al cabo siempre hablamos desde algún lugar. estructura ontológica de nuestra racionalidad y una -siempre posterior- distanciación objetivadora que
lo tanto, señala esa imprescindible ligazón del que comprende con una nos permite la corrección de dichas proyecciones. En ese ida y vuelta, justamente, consiste el
comunidad de prejuicios condicionantes, con una suerte de saber de fondo sólo a partir del cual el conocimiento, la comprensión. Aquí podemos ubicar la instancia superadora del debate entre explicar y
hombre puede producir sentido. Saber que proyectamos sobre el objeto a conocer antes de cualquier comprender: una visión sintética, que haga justicia a la dimensión explicativa como a la comprensiva de
toma de distancia objetivadora. Estamos, pues, en el polo opuesto de la concepción estandard todo conocimiento, debería comenzar aceptando que la comprensión envuelve a la explicación. Pues el
hegemónica de las ciencias sociales tributaria del proyecto ilustrado de la modernidad que, desde las momento de la pertenencia del intérprete a un horizonte previo de significados siempre la precede, la
primeras reglas cartesianas del método, nos decía que el precepto fundamental que debe guiar el acompaña y la clausura. Ya se ha dicho anteriormente que la experiencia de un vínculo inexorable entre
conocimiento es la eliminación de prejuicios. Aquí, por el contrario, se afirma que hay prejuicios el que conoce y un conjunto de significados vitales es ontológicamente más originaria que cualquier
legítimos que no pueden ser evitados ni tendría sentido hacerlo, ya que sólo comprendemos desde ellos. toma de distancia objetivante. Pero en compensación, también debería decirse que la explicación
También se reivindica el concepto de tradición, defenestrado en el concepto mismo de lo moderno. desarrolla analíticamente a la comprensión. Y este desarrollo es necesario a la luz de los requisitos de
fundamentación y de criticidad que incumben a la ciencia. Por lo cual, explicar y comprender -a fin de
con estos condicionantes del comprender? ¿Qué contienen realmente? El carácter finito y condicionado cuentas- aludirían respectivamente a los momentos metodológico y no metodológico de la búsqueda de
del conocimiento, esa relación previa que nos liga con una tradición, la pertenencia, señala la presencia conocimiento.10
ineludible de dos elementos que se anteponen siempre a toda distanciación objetivadora: la historia y el
lenguaje.
3.2 Características comunes del escenario posnaturalista
del pensamiento a un suelo histórico y, en segundo término, el carácter lingüístico de todo
comportamiento humano respecto de las cosas: Ya se ha destacado el carácter plural de ese escenario posnaturalista y posempirista que se abre
aproximadamente en la década del sesenta y que se ejemplificó mediante una de sus corrientes
El lenguaje no es sólo una de las dotaciones de que está pertrechado el hombre tal como está principales: la hermenéutica filosófica. Resta ahora, a modo de síntesis y cierre de esta tercera parte, y
en el mundo, sino que en é se basa y se representa el que los hombres simplemente tengan antes de ir a las conclusiones, explicitar los rasgos o características básicas que comparten no sólo las
8
visiones hermenéuticas sino todas aquellas que conforman este amplio escenario que polemiza con la
concepción estandard de las ciencias sociales.
Llegados a este punto cabe preguntar si todo conocer está condicionado por su vínculo con una
tradición y un lenguaje; entonces comprender ¿será sólo un mero repetir, un eco inmodificable de lo ya a)
dicho en el pasado? El reconocimiento de la propia finitud, del carácter esencialmente condicionado del
conocimiento, tarea central de toda hermenéutica, no implica las renuncia a la creación, al cambio. Pues
esa tradición que opera siempre a nuestras espaldas no es algo fijo e inmodificable; ni siquiera existe ni
tiene sentido en sí misma, sino sólo en tanto la interpretamos, en tanto la recreamos. Ni repetición , ni
creación total. Si a partir de Nietzsche quedó claro que el conocimiento no es una representación exacta 9
en Schuster, F., Filosofía y método
de las ciencias sociales, op. Cit., cap. 5.
10
8
Gadamer, H.G., Op.cit., pág. 531 Hermenéutica y Acción, Bs.As., Docencia, 1984.

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Con esta denominación nos referirnos al cambio fundamental que reviste la consideración del comprensivista, la cual identificaba la comprensión con la empatía o acceso a la intención del autor. Es
lenguaje, el cual ya no es comprendido al modo de un medio de comunicación, de un mero instrumento decir, ya no se trata de intenciones sino de lenguaje.
para intermediar la relación del hombre con las cosas, sino como materia prima del mundo social, esto
es, como horizonte último de la inteligibilidad de los procesos históricos y sociales. La realidad social, y
a la vez el hombre en su racionalidad, es lenguaje. Esto dará lugar, como ya se dijo, a una reeducación d) Supuesto hermenéutico
de la mirada del científico social, la cual se desplazará del fenómeno visible -del hecho social de los
positivistas- a la preestructura horizóntica del lenguaje. En resumidas cuentas, no solamente el Con este concepto nos referimos a la ruptura con el supuesto empirista que estaba a la base de la
reduccionismo naturalista que homologaba linealmente lo social a lo natural- sino también las visión naturalista. A la ingenua confianza en la experiencia y en el conocimiento empírico como
exigencias de especificidad reclamadas por el comprensivismo serán superadas y reemplazadas por un fundamento último del saber científico en tanto saber acreditado, este plural escenario posnaturalista y
temple pstgirolingüístico común: la declaración del carácter esencialmente lingüístico de las acciones posempirista pone el acento en la inevitable carga teórica de los enunciados científicos. No cabe hablar
humanas. de observación pura, de hechos puros o en general de datos en sentido estricto. ¿Por qué? Sencillamente
porque toda matriz de datos reconoce tras de sí una historia olvidada, una génesis que queda oculta o
naturalizada. Lo cual equivale a afirmar que un dato es en realidad una construcción que echa sus raíces
b) Una concepción ampliada de la razón y de la ciencia en la praxis vital misma, una producción que alberga dentro de sí múltiples mediaciones teóricas. Y si
hablamos específicamente de ciencias sociales, la cosa es todavía más compleja, ya que el mundo social,
Un rasgo común de este escenario posnaturalista está dado por la reivindicación de otras formas de sobre el que ejerce su investigación el científico, es ya un mundo interpretado. La tarea de las ciencias
racionalidad, más allá de la implícita en el método experimental de las ciencias naturales. Por lo tanto no sociales deviene así en interpretación de una realidad que ya ha sido interpretada por otros, a saber, por
cabe limitar -al modo del cientificismo- la razón a la ciencia y ésta al método. Es decir que no es lícito los actores sociales. A esto suele hacerse referencia con el concepto de doble hermenéutica. 13
concebir lo racional sólo en términos de racionalidad instrumental. La crítica gadameriana a la
identificación de la verdad con el método, como por otra parte la denuncia habermasiana de la
colonización del mundo de la vida por lo órdenes sistémicos y en general por los procedimientos e) Dimensión interpretativa e intersubjetiva de la verdad
técnicos de las ciencias empírico-analíticas 11, constituyen sendas formas de una misma actitud: la que
sugiere la necesidad de ampliar la idea de razón que el proyecto filosófico de la modernidad y el éxito Esta características es la que mejor permite percibir la índole esencialmente plural del escenario
tecnológico de las ciencias naturales acotaron sólo a su expresión técnico-instrumental. La praxis actual. Frente a la concepción tradicional de la verdad como adequatio, esto es, como adecuación de un
humana, el ámbito de la comunicación intersubjetiva, contiene más racionalidad que la referida al enunciado a la realidad, comienza a abrirse un amplio abanico de intentos por construir una idea de
cálculo de medios a fines; la ética, el arte, o incluso la política por dar algunos ejemplos- no pueden ser verdad alternativa. Aquí podemos ubicar no sólo a la concepción hermenéutico-interpretativa (verdad
sopesadas solamente desde una lógica de la eficacia, ya que ellas contienen más que eso. como recreación de una tradición a través de las interpretaciones que hacemos de ella), sino también a
Además, debe tenerse en cuenta que no se trata ni de monismo ni de dualismo metodológico: la aquellas concepciones que priorizan la dimensión histórica o la dimensión pragmática de la verdad
comprensión -en tanto momento no metodológico del conocimiento- envuelve desde su mayor (verdad como eficacia práctica), o las teorías consensuales, al modo
originariedad a la explicación, y ésta desarrolla analíticamente a aquélla, al operar el necesario teoría de la acción comunicativa de Habermas (verdad como consenso racionalmente motivado). Todas
distanciamiento crítico que permita la corrección de la proyecciones anticipadas de sentido. Pero esto ellas, si bien diferentes, comparten un rasgo común: su disconformidad para con la teoría tradicional de
nos lleva a la siguiente característica. la verdad y la intención de proponer otras lecturas que de un modo u otro- hagan justicia a la
dimensión intersubjetiva, léase historicidad, lingüisticidad, efectos prácticos, acuerdos previos o
c) La comprensión-interpretación como modo de ser del hombre consensos futuros.

La comprensión ya no es vista como un método propio de las ciencias sociales, sino que se produce
un giro hacia lo ontológico: comprender, en tanto recrear, interpretar un horizonte previo de sentido que f) Las teorías científicas como estructurs enunciativas (holismo-contextualismo)
nos viene de nuestra pertenencia a una tradición, constituye la tarea propia de la razón humana. Es decir
que esa ineludible circularidad entre un saber de fondo y un saber crítico no es una tarea propia de un En correlación con la característica anterior, ahora se sugiere que las teorías científicas no están
compuestas en realidad por enunciados autónomos, sino que sobre todo desde Kuhn- el significado de
12
. un enunciado depende de la conexión con el resto de los enunciados. Esto sienta las bases de visión
Por otra parte, hay que recordar que esta base ontológica de la comprensión, entendida ahora como holística o contextualista de las teorías científicas, ya que el uso de los términos depende entonces del
lenguaje y como historia, permitirá la superación de la concepción psicologizante propia de la visión

11
Para estas críticas, puede consultarse Habermas, J., Conocimiento e interés, Madrid, Siglo XXI, 1985; o Gadamer, H.G.,
13
Verdad y método, op.cit. Este concepto ha sido desarrollado sobre todo por el sociólogo Anthony Giddens. Cfr. Giddens, A., Consecuencias de la
12
Gadamer, H.G., Verdad y método, op. cit., pág. 344. modernidad, Madrid, Alianza, 1995.

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contexto, cada término adquiere su significado de las relaciones con los demás términos. Por ello, desde pseudociencia, siempre, de manera casi ineludible, sale a la superficie este otro origen, el griego. Ese
esta concepción, las teorías no son ya conjuntos sino estructuras enunciativas. 14 estigma que acerca a veces a la investigación social m
15
que a la exactitud y precisión del lenguaje que
reputamos como científico.
g) Pertenencia del intérprete a una tradición Por lo tanto, teniendo presente a las ciencias sociales como ciencias modernas, pero también como
herederas de las viejas humanidades griegas, se nos hace más claro el constante y constitutivo tironeo de
Más allá de las diferencias existentes entre el modo de referir esta idea por los distintos autores, es que son objeto por parte de la empiria y de la teoría. Si priorizamos la primera, las transformamos en un
lícito de alguna manera afirmar que tanto Kuhn con el concepto de paradigma, o Gadamer con el de híbrido que desde su afán imitativo de las ciencias naturales- reduce la investigación social a mera
tradición, o aun Wittgenstein con el de juego de lenguaje, por dar solamente unos pocos ejemplos, estadística, a una vacua encuesta plena de datos pobres e improductivos. Pero si damos rienda suelta a la
aluden a su modo a una experiencia previa a la objetividad. Habría, en todos ellos y en otros que en segunda, las convertimos en filosofía, y huimos-por tanto- del ámbito de la ciencia propiamente dicha.
virtud de la brevedad obviamos, una clara mención a un vínculo entre el intérprete y un horizonte de Es precisamente en ese entre, donde se juega el desafío de las ciencias sociales.
sentido que es mucho más originario que toda distanciación objetivadora: siempre comprendemos desde Por otra parte, el recuerdo del doble origen nos lleva tembién al punto final de nuestro trabajo, la
nuestra pertenencia a un mundo en el cual estamos ya siendo y que posee siempre un sentido. cuestión de la función de las ciencias sociales, a comienzos del siglo XXI. Si a partir de la hermenéutica
Por supuesto, como se aclaró en su momento, esta experiencia originaria que expresa en última queda claro que lo científico no está dado por la capacidad que tendrían algunas disciplinas para
instancia el rasgo de esencial finitud de la racionalidad humana- no invalida la necesidad de una alcanzar un punto de vista objetivo, la misión propia de las ciencias sociales no será entonces la de
instancia de control objetivo de las anticipaciones de sentido que emergen a partir de ella. Por el adaptarse al método de las naturales. Vale decir, no se las debería seguir concibiéndo desde el modelo
contrario, todo saber que se precie de científico deberá ejercer cierto control de dichas proyecciones. iluminista de la objetividad a partir del cual nacieron en la modernidad; sobre todo porque lo que más
Pero lo realmente importante aquí es el rescate de esta preestructura del comprender que se anticipa las caracteriza es justamente esa relación previa con el objeto, la pertenencia, pero ya no como un
inevitablemente a toda objetividad, a toda distanciación, ya que será siempre desde ella que se produzca escollo a ser superado sino como un condicionamiento que es parte de la verdad misma: dice Gadamer:
el conocimiento y la comprensión de la realidad.
El ideal de una ilustración plena ha fracasado, y esto sugiere la misión especial de las ciencias del
espíritu:tener siempre presente en la labor científica la propia finitud y el condicionamiento
histórico...16
3.3 A modo de conclusión: acerca de la función de las ciencias sociales en el siglo XXI
La función propia de las ciencias sociales en nuestra época, signada por los excesos cientificistas y
tecnológicos, es fundamentalmente ética y compensatoria. En primer término, resaltar una y otra vez,
trabajo: ¿a qué tipo de saber y de actividad se alude mediante estas equívocas y polisémicas
más allá de la innegable pero también cuestionable eficiencia de la tecnociencia, la finitud y
expresiones?; ¿qué relación guardan con las aparentemente menos problemáticas ciencias naturales?;
condicionalidad histórica de todo conocimiento; esto es, señalar que la actitud científica es un camino
válido, pero sólo uno, puesto que la verdad seguramente es algo mucho más amplio que una ecuación
desafío de las ciencias sociales, el de la construcción permanente de su propia identidad y de su singular
matemática, y la razón algo más que el mero cálculo. Y, en segundo lugar, reivindicar, frente a la
cientificidad. A modo de conclusión, y luego del largo rodeo que hemos llevado a cabo por las diversas
vorágine irrefrenable de innovaciones tecnológicas, no la pretensión romántica de volver a un pasado
concepciones en cuanto a su estatus epistemológico, podemos bosquejar un par de ideas a tener en
mítico, pero sí la moderación. Así, vincular y arraigar el vertiginoso desarrollo tecnológico en el suelo
cuenta por todo aquel que intente balbucear alguna respuesta a ese desafío.
común de una tradición es una de las funciones básicas de las ciencias sociales: ante el
En primer lugar, unas palabras acerca del doble origen de las ciencias sociales. Quizás el principal
desmembramiento social y el resquebrajamiento de las relaciones humanas que trae aparejados la
error conceptual de quienes procuran concebir el quehacer de estas disciplinas sólo a la luz (o a la
modernidad tecnocrática, el recuerdo de lo comunitario, de lo vinculante.
sombra, para ser más explícitos) de las ciencias naturales, consista en el olvido de su origen más remoto,
Tener siempre presente la historicidad y la finitud borradas una y otra vez por el quehacer técnico
el que nos ha sido legado de modo decisivo y fundacional- por la antigüedad clásica. ¿Por qué?
de las ciencias naturales-; establecer vínculos constantes entre los resultados de la tendencia tecnológica
Sencillamente porque de ese modo quedaría eclipsada la relación esencial y fructífera que se da entre la
a la innovación y aquello que nos une como pertenecientes a una tradición (o ethos-logos común); pero
investigación social y las viejas humanidades griegas. No se trata de abandonar o de menospreciar a la
también y sobre todo salvaguardar un es
modernidad científica y a su inexorable preceptiva metodológica- sino de hacer justicia también a la
ciencias sociales. Sostener ese diálogo que somos, en tanto hombres, como un diálogo siempre abierto y
proximidad inocultable entre estas nuevas ciencias modernas y aquel tipo de saber que el viejo
plural, frente a los discursos rápidamente universalizables y renovadamente fundamentalistas (no sólo
Aristóteles ya diferenciaba de otras epistemes y que denominaba como filosofía práctica. Tal vez sea
en el ámbito religioso o político sino también económico).
justamente por este irrenunciable doble origen que las ciencias sociales deban estar constantemente
En síntesis, la importancia actual de las ciencias sociales, posgiro lingüístico, reside en la función
dando cuenta de su cientificidad; porque no pueden ser aprehendidas sólo desde su costado moderno,
eminentemente ética que las caracteriza: un gesto de finitud que ha de operar al modo de una suerte de
porque a pesar de todos los denodados y siempre renovados esfuerzos por cumplir cada una de las reglas
metodológicas que desde el paradigma científico moderno- demarcan al campo de la ciencia del de la
15
Cfr. Arsitóteles, Etica a nicómaco, México, Porrúa, 1979, Libro I.
14 16
Aquí seguimos nuevamente a F.Schuster. Cfr. Schuster, F., Filosofía y método de las ciencias sociales, Op.Cit., Cap. 1.

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efecto compensatorio que suture las heridas de una modernidad que se nos presenta aún como destino
inexorable.

Bibliografía

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FIN
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