PROBLEMAS
PSICOSOCIALES
Unidad 2
Metodologías y técnicas para el estudio de los problemas sociales
Un problema social surge cuando hay condiciones o prácticas que suponen una falta
de armonía con los valores sociales de una sociedad dada (Clemente Díaz, 1992).
Existen problemas sociales cuando ocurre un desequilibrio en las maneras de
organización social que tiene efectos negativos en personas, colectivos o en el
conjunto de la sociedad y, además, cuando su competencia apela a la responsabilidad
colectiva (Casas, 1996).
Existen diferentes condiciones en las que surgen los problemas sociales. Condiciones
como la desviación de ciertos grupos sociales con respecto a las normas mayoritarias,
la transformación o evolución de ciertas prácticas sociales, los desacuerdos con
respecto a las reglas de convivencia o los conflictos de valores e intereses entre grupos
son razones por
las cuales pueden surgir problemas sociales.
Ya hemos visto que desde la perspectiva funcionalista, a pesar de que es el propio
sistema el que regula o reajusta los desequilibrios y se produce por este motivo el
cambio social, se entiende que el conocimiento de cómo está organizado, qué función
desempeña cada una de las partes y la identificación de aquellas que están siendo
disfuncionales respecto a un sistema particular es una herramienta funcional. Por tanto,
el conocimiento va a servir como guía para la identificación y la acción en los
problemas sociales.
El papel asignado al conocimiento como herramienta funcional al sistema permite que
se formulen unas predicciones
o hipótesis y se comprueben. En la práctica de investigación, estos fundamentos
epistemológicos se traducen en la formulación del objeto de investigación
establecimiento de hipótesis y operacionalización.
La operacionalización de los constructos teóricos o hipótesis consiste en lo siguiente:
• La clarificación y concreción de estos constructos teóricos.
• La formulación de técnicas que permitan medir estos constructos.
• Para lograr operacionalizar dichos constructos se establecen las dimensiones o
aspectos relevantes que engloban.
• Para cada dimensión se selecciona una serie de indicadores que muestren la
extensión que alcanza la dimensión.
• A cada indicador se le asigna un peso o valor de acuerdo con su importancia.
• A partir de estos valores se confecciona un índice, una medida común que agrupe a
varios indicadores en una dimensión conceptual operacionalizada numéricamente.
• Y por último se realiza un análisis de los datos obtenidos.
Los indicadores son, por tanto, una traducción numérica, operacionalizada, de aquellos
constructos extraídos de revisiones teóricas, y configuran un marco descriptivo o
interpretativo de un fenómeno social.
Instituciones sociales y problema social
los principios básicos de los servicios sociales, con la intención de que atendamos a las
conexiones y vinculaciones entre estos servicios y la perspectiva funcionalista respecto
a la pregunta
"¿cómo sabemos que hay un problema social?".
Hay autores como López Cabanas y Chacón (1997) que sugieren que los servicios
sociales vienen a sustituir el vacío que se ha creado en las sociedades
contemporáneas con relación al cuidado de las personas que a veces no pueden
valerse de sí mismas, como por ejemplo niños, ancianos o discapacitados que
tradicionalmente eran cuidados por las familias y mediante el "apoyo natural" de los
grupos sociales y comunitarios.
Dado que en las sociedades contemporáneas los vínculos familiares y comunitarios se
han debilitado por factores sociales como por ejemplo el empleo femenino o las
migraciones fuera de las comunidades de origen, entre otros, es necesario que la
propia sociedad cree mecanismos institucionales para atender a estas personas a partir
de servicios especializados.
Los servicios sociales deben:
a) Garantizar y facilitar a todos los ciudadanos el acceso a aquellas prestaciones y
servicios que tiendan a favorecer un desarrollo libre y pleno de la persona y de los
colectivos
en la sociedad, especialmente en casos de limitaciones y carencias.
b) Promover la prevención y la eliminación de las causas que conducen a la
marginación.
c) Conseguir la integración de todos los ciudadanos en la sociedad y favorecer la
solidaridad y la participación ciudadana.
d) Ejercer una gestión administrativa coordinada de los servicios sociales.
Estas acciones son promovidas, por un lado, por los organismos del estado
encargados de asegurar el bienestar de todos los ciudadanos y de las acciones
reguladoras que proveen de distintos servicios de apoyo a las personas que no pueden
recibirlos de su propio entorno; y, por otro, por las iniciativas sociales organizadas
(gremios, mutuas, etc.).
Redes de conceptos
Es necesario, como hemos visto, el estudio sistemático de las condiciones de vida de
las personas para detectar sus problemáticas. En la literatura especializada en
problemas sociales de la perspectiva funcionalista se trabaja desde una red de
conceptos que son pilares en las comprensiones de la realidad social.
Necesidades sociales
El concepto de necesidades es una noción relacionada con la de problema social,
aunque se refiere a las cosas que son precisas para la vida de las personas en las
sociedades actuales. Por tanto, tiene una connotación más universal, como por ejemplo
cuando se alude a las necesidades humanas
El concepto de necesidades humanas tiene su origen en la teoría de Maslow, que
podemos sintetizar, de la siguiente manera
• Las motivaciones son aspectos inherentes a la condición humana.
• La gratificación de las necesidades que suponen dichas motivaciones es
un derecho humano.
• Las necesidades son metas con carácter motivacional que condicionan una
serie de deseos y conductas instrumentales.
Este concepto se ha ido desarrollando y se habla de una necesidad social como una
carencia o un deseo que experimenta un individuo o un grupo dentro de una sociedad,
y que está relacionado con aspectos sociales, culturales, económicos o emocionales.
Cuando es posible determinar que ciertas necesidades no están siendo satisfechas en
un grupo determinado de personas, podemos decir que estamos ante un problema
social.
Para poder llevar a cabo la delimitación de aquellas necesidades sociales que no están
siendo satisfechas, desde la perspectiva funcionalista se siguen determinados criterios
de necesidad, que en investigaciones sobre necesidades sociales se utilizan como
elementos de evaluación, para disminuir los posibles sesgos de investigación.
1) Necesidad normativa. Se define la necesidad mediante el establecimiento
de valores normativos por parte del experto.
2) Necesidad percibida. Se define la necesidad mediante procedimientos de
obtención de información diseñados para reconocer las necesidades en
una población determinada.
3) Necesidad expresada. En este caso, la necesidad puede identificarse atendiendo
a los comportamientos de las poblaciones. Dichos comportamientos
pueden mostrarse en las listas de espera de determinados servicios sociales
o bien en el volumen de las demandas para acceder a determinados
servicios.
4) Necesidad comparativa. Se define la necesidad comparando la situación
entre dos tipos de población, la que está siendo objetivo de la investigación
respecto a sus demandas y la de otro grupo con características similares.
Calidad de vida
Las formas de atender estas problemáticas sociales y necesidades de los usuarios de
los servicios sociales, desde la perspectiva funcionalista, se hace también con relación
al concepto de cómo debe ser la vida de las personas, a qué
recursos mínimos debe tener acceso cada cual para una vida satisfactoria. Uno de los
conceptos más utilizados para describir este estado es el de calidad de vida.
La calidad de vida incluye nociones relacionadas con el bienestar psicológico, la
calidad ambiental, la promoción social, la participación social y la autorrealización. Es
decir, que incluye toda una serie de valores de la vida de las personas en un sentido
global; no solamente los aspectos económicos o materiales, sino también el ámbito
social (redes socioafectivas) y cultural (acceso a la educación o al consumo y/o
participación en actividades artísticas) y, a la vez, la evitación de situaciones valoradas
negativamente como las enfermedades, mortalidad prematura y la posibilidad de
involucrarse en procesos criminales.
La importancia de la evaluación de la "calidad de vida" reside en producir registros
sobre cómo viven las personas y tomar acciones para la mejora de dicha calidad de
vida; es decir, lograr que las personas se encuentren satisfechas en cada uno de los
ámbitos que se han definido como importantes y los niveles de recursos que se deben
tener en estos ámbitos.
Operacionalización del constructo calidad de vida
La operacionalización de un constructo como la calidad de vida implica traducir este
concepto abstracto en variables observables y mensurables que puedan ser objeto de
estudio y análisis en una investigación
1. Definición conceptual clara
2. Identificación de dimensiones
3. Selección de indicadores
4. Desarrollo de instrumentos de medición
5. Validación y fiabilidad
6. Análisis de datos
El diálogo como forma de conocimiento de la realidad
Definir un problema social ayuda a ver aquello que no sólo no es natural, sino que se
debe a unas condiciones de vida injustas, relacionadas con la estructura social
desigual. Es decir, esta definición es una herramienta útil en el proceso
colectivo de concienciación
Ikeda (2011) argumenta que nuestra sociedad se encuentra fragmentada debido al
fracaso de la comunicación que vivimos en nuestros días. Gracias a la gran
conectividad y a los numerosos medios de información que tenemos actualmente en
las sociedades llamadas “desarrolladas”, sumados al incremento del uso cotidiano de
Internet y los dispositivos móviles, acceder a la información es cada vez más sencillo.
Pero debemos ser conscientes de que, en muchos casos, la información que nos llega
por estos medios está despersonalizada y descontextualizada de su realidad, no
mostrando conexión con las personas a las que se refiere.
En muchos casos, se da por válido un único discurso, sin dar voz a otras perspectivas
o, incluso, en muchos casos, sin dar voz a los verdaderos protagonistas de la situación.
Estamos muy acostumbrados a tener una visión unilateral de los hechos, y esto se
evidencia en la vida cotidiana.
Es desde la escucha que podemos construir el diálogo para poder llegar a una
comprensión mutua. Desde la filosofía de Daisaku Ikeda lo que se propone es tratar de
fomentar una escucha activa que nos permita comprender el punto de vista del otro
para enriquecer nuestro conocimiento de la realidad. Así, podremos construir un
diálogo creativo que permita avanzar en la comprensión de los fenómenos y nos lleve a
puntos de encuentro entre las personas.
Con este tipo de diálogo como punto de apoyo, podemos salir de nuestro ‘yo pequeño’
para lograr acercarnos a otras realidades. Es, por tanto, el modo de aproximarnos a la
comprensión de otras culturas. Las murallas que separan los pueblos son una muestra
de la falta de diálogo (Ikeda, 2020).
Llegar a comprender la situación que vive otra persona nos ayuda a ponernos en su
lugar si lo hacemos desde el respeto a la dignidad de su vida, entendiendo su realidad,
y tratando de acercarnos a su propia percepción. Si comprendemos que cada
existencia es valiosa, que cada persona puede realizar una gran aportación a nuestra
sociedad, podremos llegar a puntos de encuentro a través de un diálogo que cree valor
en esa situación.
La creación de valor es una actividad individual y a la vez comunitaria, de forma que
este proceso no puede ocurrir de forma aislada ni desarrollar su máximo potencial sin
el otro (Erikson, 1964, 1985)
A través del diálogo podemos expresar nuestro descontento con las circunstancias,
poner palabras a nuestras emociones y dar sentido a nuestra realidad. Así, creamos
conceptualizaciones de nuestra propia vida que son en realidad interpretaciones
subjetivas de los hechos. Por este motivo, ante una misma situación, diferentes
personas pueden vivirla de una manera distinta. Además, esa forma de vivir un hecho
concreto es la expresión de la interpretación que estamos haciendo de esa realidad.
Por ello, si generamos una nueva interpretación de la realidad, lograremos encontrar
una nueva forma de afrontar la situación que nos aflige.
Esa interpretación subjetiva de la realidad puede cambiar a través del diálogo, porque
este nos abre un espacio para repensar sobre ello partiendo de nuestra
conceptualización de lo que ocurre y a la luz de las preguntas o ideas que nos sugiere
el otro
Solo el diálogo abierto y el intercambio de vida a vida permiten derribar los muros
erigidos por cada individuo, expresados en actitudes intolerantes y discriminatorias de
muy hondo arraigo en la vida de las personas. La paz duradera será una realidad
cuando, mediante el diálogo basado en motivaciones realistas, se fomente una red
solidaria entre personas de buena voluntad, y se cultiven y desarrollen las cualidades
más nobles del ser humano. Y con ello me refiero, por ejemplo, a la valentía y el amor
compasivo, cuyo potencial existe en forma innata en todos los hombres. El poder del
diálogo es una verdadera arma de paz. Ikeda (2011).
Lo que se pretende es que a partir del dialogo constante y productivo entre quienes
intervienen (agentes externos, psicólogos y educadores, entre otros) y personas de las
comunidades y colectivos determinados se puedan lograr reflexiones que cuestionen
las relaciones sociales en las que están insertas estas personas.
Ejemplo:
Imaginemos en una empresa de agrotóxicos ubicada en los alrededores de un barrio.
Supongamos que en este barrio comienzan a aparecer cada vez más casos de cáncer
y enfermedades de la piel. Cada familia se ocupa de las enfermedades de sus
miembros, sin saber que muchas otras personas de su vecindad pasan por situaciones
semejantes.
Por casualidad, una trabajadora social tiene que encargarse de varios casos y detecta
su similitud, así como misteriosas indemnizaciones que la empresa ha hecho a varias
de estas familias. Esta profesional inicia una investigación y encuentra serios indicios
de que la empresa está contaminando el agua utilizada por los habitantes del lugar.
Empieza, entonces, a conversar con ellos, y afirma la culpabilidad de la empresa. Las
familias no creen que semejante descaro sea posible.
La trabajadora social se pone en contacto con trabajadores y ex empleados de la
empresa, que comienzan a suministrarle datos valiosos sobre la responsabilidad de
esta en estas enfermedades, pero tienen miedo de sufrir represalias por hablar de esto.
Constituyen, sin embargo, un equipo que, discretamente, efectúa reuniones con los
vecinos del barrio. Cuando varios vecinos dialogan entre ellos y, además, escuchan los
testimonios de los trabajadores y las opiniones de un médico sobre las sustancias
químicas que aparentemente están causando sus enfermedades, deciden hacer una
denuncia colectiva contra la empresa, incluyendo un juicio legal, el boicot a sus
productos y la sensibilización de los medios de comunicación.
El proceso de concienciación se da porque, mediante el diálogo, las personas siembran
semillas de duda unas en otras y, a partir de aquí, empieza a generarse indignación por
lo que hace la empresa. La reflexión impulsa la acción; a su vez, a partir de las
diferentes actividades surgen nuevas reflexiones sobre la estrategia que hay que seguir
y se consigue más información contra la empresa.
Después de años de lucha, y a pesar de que varios protagonistas del proceso
desistieron, ganan el juicio contra la empresa, forman un comité de lucha contra los
agrotóxicos que fiscaliza a otras empresas y apoya a personas cuya salud también se
ha visto afectada por productos como éstos.
Quién define qué es un problema social
La definición podría ser realizada por los miembros de un grupo organizado, a partir de
asambleas locales o incluso partiendo de una iniciativa individual que tuviese eco en
otros integrantes de la comunidad. Después de definir qué problema se quiere atacar,
se llamaría a los profesionales y se les explicaría qué se quiere de ellos.
Ante este escenario es necesario como profesionales emprender un proceso de
investigación en el cual se les pregunte a miembros de un grupo organizado
o a múltiples habitantes de un barrio qué situaciones son vividas por ellos como
necesidades sentidas.
La definición de lo que es un problema social pasa necesariamente por un proceso de
negociación entre los distintos agentes implicados -ya sean habitantes de un lugar,
miembros de agrupaciones, interventores o representantes de organismos públicos,
entre otros. La última palabra debe ser de las personas
afectadas; no obstante, es posible que alguien "de fuera" (como el profesional) pueda
detectar alguna situación que pueda convertirse en el futuro en un serio problema.
En este caso, será necesario discutir tal percepción con el resto de los implicados, sin
imponer puntos de vista, pero dejando claro la necesidad ética de considerar algo que
los demás no hayan notado y que podría traer consecuencias importantes.
Cómo identificar un problema social
1. Se habla de una condición social
2. Afecta a las necesidades, valores o normas de un número considerable de
personas
3. Los problemas sociales cuentan con una base objetiva percibida como negativa.
Aquí hay que diferenciar como objetividad y subjetividad, en este sentido una base
objetiva significa que algo es igual para todos sin importar que se pueda pensar de
eso. Y una base subjetiva es lo que una o varias personas piensan acerca de algo.
4. Un problema social es una situación percibida y definida como tal.
5. Sucede en un determinado contexto social
6. Son percibidos como problemas por personas con influencia sobre las masas
7. Puede resolverse gracias a acciones colectivas.
La investigación y estudio social debe ser por tanto un instrumento para una sociedad
mejor. Los problemas sociales han significado siempre un objeto de observación y
análisis fundamental, para después utilizar los conocimientos teóricos de los mismos a
la elaboración de políticas públicas y sociales con el fin de solventar los conflictos y
desajustes que comportan a las poblaciones en general. Los paradigmas teóricos son,
por tanto, los que acogen las interpretaciones y explicaciones de lo que acontece en el
devenir de los mismos.
Bibliografía:
TEZANOS, J.F. (ed.) (2004): La sociedad dividida: estructura de clases y
desigualdades en las sociedades tecnológicas, Madrid.
TOURAIN, A. (2002): “La sociedad desestructurada” en CASTELLS, M., GIDDENS, A.,
TOURAIN, A. (2007) Teorías para una nueva sociedad, Fundación Emilio Botín,
Madrid, pp. 17-66.
MARTÍNEZ QUINTANA, V.(2013): La sociedad y los Problemas Sociales, ed. Ediasa,
Ediciones Académicas, 2ª edición, Madrid.