LA LECTURA
I. DEFINICIÓN.- Es la capacidad lectora que consiste en la comprensión, el empleo y la reflexión
personal a partir de textos escritos con el fin de alcanzar las metas propias, desarrollar el conocimiento y
el potencial personal y de participar en la sociedad.
II. NATURALEZA DE LA LECTURA:
1. La lectura es una capacidad compleja.
2. Leer es comprender textos escritos.
3. La lectura implica el uso y el empleo de la información.
4. La lectura posibilita la reflexión personal.
1. LA LECTURA ES UNA CAPACIDAD COMPLEJA:
Se enfatiza la lectura como una capacidad adquirida a lo largo de la escolaridad y de la
propia experiencia lectora de la persona. Se trata, por lo tanto, de una competencia que se
manifiesta en múltiples tareas y contextos diferentes.
A diferencia de las habilidades que son más específicas y más vinculadas a conductas
concretas, las capacidades representan un bagaje formativo para el sujeto y están más
integradas en su personalidad.
La lectura contribuye al desarrollo de todas las capacidades del ser humano. La lectura, así
considerada, es bastante más que la mera decodificación del material impreso.
2. LEER ES COMPRENDER TEXTOS ESCRITOS:
La lectura consiste en la comprensión de textos. El diccionario de la RAE nos remite a la
etimología latina del término: «comprehendere» y recoge varias acepciones que nos pueden
ayudar a profundizar en el significado de la palabra. Comprender significa abrazar, ceñir,
rodear por todas partes una cosa.
La segunda acepción se refiere a contener e incluir en sí alguna cosa.
Efectivamente, comprender un texto es acoger el significado del texto en toda su amplitud y
complejidad.
La tercera acepción se relaciona con los conceptos de entender, alcanzar, penetrar.
Comprender un texto es penetrar activamente en el significado y en el sentido del texto, no
quedarse en la superficie de la literalidad. Por lo tanto, leer es captar el significado y el sentido
del contenido de un texto escrito de forma personal.
3. LA LECTURA IMPLICA EL USO Y EL EMPLEO DE LA INFORMACIÓN:
La lectura consiste en el uso y empleo de la información incluida en el texto. La lectura no es
un proceso pasivo y receptivo que se limita a la decodificación.
El lector es sujeto activo de la comprensión, se enfrenta al texto con unos conocimientos y
esquemas previos.
La comprensión está en el lector, no en el texto.
Leer es interaccionar activamente con la información del texto: analizarla, seleccionarla,
resumirla, responder a las hipótesis previas, etc.
Pero además, la lectura se desarrolla en un contexto social y personal. Como cualquier otra
actividad humana la lectura cumple diferentes objetivos y fines.
4. LA LECTURA POSIBILITA LA REFLEXIÓN PERSONAL:
No puede separarse la lectura de los procesos de reflexión personal sobre el texto que abarca
tanto los aspectos formales y gramaticales como los contenidos.
Los lectores mediante el texto reflexionan sobre el contenido de lo leído, se posicionan
personalmente y críticamente. La lectura es el alimento de sus pensamientos.
III. FINES DE LA LECTURA
Respecto a las finalidades de la lectura, se deduce de la definición un triple horizonte que nos
indica el sentido de la lectura: podemos leer para desarrollar el conocimiento, favorecer el
potencial personal, e incentivar la participación en la sociedad. Todo ello, al servicio de las
propias metas personales.
1. LEER PARA DESARROLLAR EL CONOCIMIENTO:
Leemos para comprender, para aprender, para crecer cultural e intelectualmente.
La lectura es el instrumento privilegiado para el aprendizaje escolar. Mediante ella
accedemos al conocimiento de forma autónoma y personal.
Nos permite la asimilación personal de lo leído, la toma de conciencia de lo que entendemos
y no entendemos, así como el desarrollo de esquemas de conocimiento más elaborados y
matizados.
El lector debe recrear dichos conocimientos yendo de la sintaxis a la semántica, de la
estructura lingüística del texto al sentido de las palabras que articulan conceptos e ideas.
La nueva cultura de las tecnologías de la información y de la comunicación (TICS) se
resuelve, en última instancia, en la capacidad de identificar y seleccionar la información
relevante, comprenderla e interpretarla, organizarla y asimilarla crítica y personalmente.
La lectura comprensiva es la clave para acceder al conocimiento. Decía Montaigne que
prefería una «cabeza bien formada» a una «cabeza llena»; pues bien, la lectura es el mejor
medio de formar cabezas y de organizarlas mediante conocimientos asimilados y
significativos.
Podemos, por lo tanto, afirmar que el dominio de la lectura es el mejor recurso que tenemos
para «amueblar nuestra mente» en la sociedad del conocimiento en la que abunda y nos
inunda la información indiscriminada.
En esta sociedad del conocimiento es preciso aprender a lo largo de la vida, para ello se
requiere un dominio eficaz de la lectura.
2. LEER PARA DESARROLLAR EL POTENCIAL PERSONAL:
La lectura nos ofrece oportunidades para disfrutar y apreciar la belleza del lenguaje y,
también, para vislumbrar la belleza mediante el lenguaje.
Mediante el contacto con los textos, el lector se aproxima y descubre valores estéticos y
éticos. El potencial personal también incluye esta dimensión estética, ya que la persona que
la desarrolla gana en mayor humanización.
La lectura también nos da oportunidades para obtener experiencias y vivencias de forma
vicaria. Permite aproximarnos a universos personales diferentes, a diversas culturas,
espacios y tiempos.
La lectura transciende las barreras del espacio y del tiempo y nos aproxima a otras formas
de pensar, vivir y sentir.
La lectura es una fuente de experiencias y vivencias que nos enriquecen como personas.
Pero también la lectura nos da la posibilidad de confrontar críticamente nuestros puntos de
vista con otros planteamientos y de descubrir nuevos valores.
Mediante la lectura salimos de posiciones egocéntricas y entablamos diálogos constructivos
con otras ideas y perspectivas.
Favorece el viaje de ida y vuelta: de nuestras opiniones a las ideas ajenas para volver a
nuestras perspectivas enriquecidas, matizadas y, sobre todo, contrastadas.
Por ello, la lectura nos da oportunidades para la educación en valores. Por lo tanto, la lectura
es la puerta de la formación humanística para todos los alumnos, sea cual fuere su itinerario
y elección académica y profesional.
Todos los alumnos deben salir de la Educación Secundaria con el bagaje formativo común
de tipo científico, humanístico y social.
3. LEER PARA PARTICIPAR EN LA SOCIEDAD:
Leer para integrarse activamente en una sociedad compleja; éste es uno de los objetivos de
la lectura porque ésta permite avanzar «hacia la libertad personal, la emancipación y la
actuación por derecho»
El dominio de la lectura contribuye, junto con otros factores, a la participación crítica y al
compromiso social y cultural de los alumnos, futuros ciudadanos con obligaciones y
derechos.
«La lectura permite al individuo hacer su aportación a la sociedad así como cubrir sus
propias necesidades» Podríamos decir, un tanto enfáticamente, que la lectura es una
privilegiada escuela de ciudadanía, y sería preciso analizar la relación entre el dominio
lector y las igualdades de oportunidades que propicia la escuela.
IV. ASPECTOS MÁS RELEVANTES DE LECTURA
• Frente a la lectura como decodificación y proceso pasivo, se asume una visión de la lectura
como proceso interactivo entre lector y texto.
• Frente a la lectura meramente académica, se plantea una lectura que se emplea en múltiples
situaciones y contextos.
• Frente a la lectura como recepción pasiva del significado, se plantea la lectura como reflexión
personal.
• Frente a la lectura entendida como actividad que recae sobre el propio lector, se recoge
también la dimensión social de la lectura.
• Frente a la lectura como mera actividad lúdica y de entretenimiento, se reivindica la lectura
plural con múltiples objetivos de tipo estético, cognitivo, social, etc.
V. TIPOS DE LECTURA
1. Lectura oral. Es aquella en la que se pronuncia en voz alta lo que se lee, lo cual implica
ciertas limitaciones en la velocidad de lectura, dadas por la pronunciación y entonación que
requieren respetar pausas y silencios.
2. Lectura silenciosa. Es aquella en la que el proceso de comprensión y decodificación se realiza
de manera interna, sin vocalizar ni emitir ningún sonido.
3. Lectura reflexiva. Es aquella en la que el proceso de lectura se da pausadamente, para
permitir una comprensión real y acabada de cada parte del texto.
4. Lectura selectiva. Es la lectura en la que, contando con el texto completo, el lector opta por
saltear fragmentos y elegir a discreción los que desea leer.
5. Lectura modelo. Es la lectura que se da en el ámbito escolar e implica que una persona, por lo
general un profesor, lea en voz alta un texto para ofrecer una guía a los estudiantes que deben
seguir la lectura de manera individual y silenciosa, mientras lo escuchan.
6. Lectura de profundización. Es la lectura que se realiza en los niveles superiores o
universitarios y que consiste en la lectura detallada para comprender conceptos técnicos de una
disciplina particular.
7. Lectura rápida. Es el primer paso en el abordaje de textos para el estudio y consiste en hacer
una lectura general, tipo escaneo, a la mayor velocidad posible, para detectar los aspectos
generales y dar paso, luego, a la lectura intensiva.
8. Lectura integral. Es aquella en la que el texto se lee completo, de principio a fin, sin omitir ni
saltear fragmentos.
9. Lectura intensiva. Es propia —aunque no excluyente— del ámbito académico, y consiste en
una lectura detenida y profunda de un texto para comprender cabalmente todo su significado.
Muchas veces requiere de más de una lectura de todo el texto o de los fragmentos más
complejos.
10. Lectura involuntaria. Es la más frecuente y consiste en leer sin tener verdaderamente la
intención de hacerlo. Algo que ocurre con la publicidad, la cartelería en las calles, entre otros.
11. Lectura mediana. Es aquella en la que se lee el texto completo, pero sin profundizar, y se
retienen los conceptos fundamentales. A diferencia de la lectura rápida, en este caso no hay una
intención de hacerlo velozmente.
12. Lectura extensiva. Es aquella en la que se lee por placer y no para cumplir con una actividad
académica ni por la necesidad de adquirir algún conocimiento específico.
13. Lectura dramatizada. Es aquella en la que varias personas intervienen, cumpliendo el rol de
distintos personajes y aportando una entonación adecuada a lo que se lee. En este sentido es
similar a una obra teatral, aunque los participantes no requieren memorizar los dichos.
14. Lectura comentada. Es aquella que se realiza de manera individual y silenciosa o bien en
voz alta y compartida, pero cuyo objetivo es despertar la inquietud de los estudiantes para que
participen luego de un debate oral en el que pongan en cuestión las diferentes problemáticas que
aborda el texto.
15. Lectura creadora. Propia del ámbito escolar o académico, es aquella que se realiza para
luego elaborar una reflexión por escrito que explique, valore o ofrezca el punto de vista del
estudiante sobre el texto leído.
16. Lectura con comentario. Es aquella en la que se abordan textos literarios o filosóficos, y
cuya finalidad es realizar un comentario reflexivo que analice con profundidad el texto leído.
17. Lectura de familiarización. Es aquella en la que se lee de manera superficial un texto, para
tener una idea general de los temas que trata y el enfoque ideológico, pero sin entrar en detalles.
Generalmente, la solicita el profesor antes de iniciar una clase, para que los estudiantes tengan
una idea de lo que se va a discutir.
18. Lectura secuencial. Es aquella en la que se lee un texto de principio a fin, pero en una forma
ordenada, abordando con profundidad cada sección del texto.
19. Lectura mecánica. Es aquella que se realiza como primer paso al aprender a leer. Consiste
en atribuir a cada símbolo el sonido adecuado y avanzar en la interpretación de las palabras.
20. Lectura receptiva. Es aquella en la que el lector identifica y retiene los conceptos más
relevantes mientras avanza en la lectura comprensiva del texto, de modo que, al finalizar, puede
relacionarlos y sintetizar el significado del escrito.
21. Lectura literal. Es aquella lectura superficial en la que el lector no indaga en la información
que se desprende del texto, más allá del mensaje que expresa de manera literal.
22. Lectura inferencial. Es aquella en la que el lector busca desentrañar los significados ocultos,
que se encuentran implícitos en el texto y que se deben inferir a partir del tono, el vocabulario,
entre otros recursos aplicados en su elaboración.
23. Lectura crítica. Es un tipo particular de lectura inferencial en el que el lector realiza un
análisis subjetivo del texto a medida que lo lee, y realiza a partir de él un análisis valorativo,
considerando la forma en la que fue escrito, los procedimientos que utiliza, etc.
24. Lectura pictográfica. Es aquella en la que el lector observa y decodifica pictogramas en vez
de palabras. Se leen íconos que representan de manera figurada un objeto o un significado, como
las señales de tránsito.
25. Lectura braille. Es aquella en la que la percepción de estímulos no se da por medio de la
vista, sino a través del tacto. Este modo de lectura es principalmente utilizado por la población
invidente.
26. Lectura fonética. Propia del ámbito escolar, es aquella en la que se busca identificar los
sonidos correspondientes a cada letra y corregir errores de pronunciación, si los hubiera.
27. Lectura musical. Es aquella en la que el lector decodifica e interpreta una partitura. Es decir,
reproduce en su mente los sonidos, melodías y ritmos que se representan simbólicamente en el
pentagrama.
28. Lectura informativa. Es aquella que está motivada por la búsqueda de datos concretos para
concretar un fin específico (por ejemplo, comprender cómo hacer funcionar un electrodoméstico,
elaborar un trabajo práctico escolar).
VI. ETAPAS DE LA LECTURA
1ra ETAPA
Pre-lectura
En la pre-lectura, lo primero que haremos será respondernos mentalmente a las preguntas que
van saliendo antes de leer el tema y con sólo pasar las páginas: ¿De qué tratará?, ¿Cuántas
fechas hay que estudiarse? ¿Cuántos de estos conceptos serán los más relevantes?, etc.
En los libros de texto se ve muy bien esta fase de la lectura. Son las preguntas previas que lanza
el docente a sus alumnos con sólo leer el título del tema a tratar. ¿Qué consigue con esto?
Averiguar los conocimientos previos que tiene el alumno acerca del tema de estudio que va a
aprender a posteriori e ir dando una breve idea de lo que se va a encontrar en el tema que
empieza.
VI. ETAPAS DE LA LECTURA
2da ETAPA
Lectura crítica del texto
Una vez finalizada la pre-lectura o etapa 1, lo que haremos será volver a leer el texto, pero esta
vez comprendiendo lo que se nos dice y parando cada ciertos párrafos para entender el tema de
estudio.
En esta fase de la lectura estaremos haciendo un análisis estructural de la misma y un aprendizaje
significativo. Si es preciso, y casi de carácter obligatorio, nos ayudaremos de un subrayador para
ir señalando los conceptos más importantes. De esta forma, una vez finalizada esta fase de la
lectura, a simple vista, podremos diferenciar conceptos básicos, de otros más secundarios, fechas
concretas de otras no tan importantes y definiciones literales de simples comentarios que el autor
del tema o libro nos hace referidos a un punto en concreto.
VI. ETAPAS DE LA LECTURA
3ra ETAPA
Post-Lectura
Una vez hecha una lectura ligera y otra mucho más profunda y crítica, lo que haremos a
continuación será analizar lo leído. Para ello nos ayudaremos de apuntes, resúmenes, esquemas y
demás herramientas con el fin de plasmar lo más importante que hemos leído. De esta manera
afianzaremos términos, reorganizaremos ideas y tendremos un guion que nos servirá para
estudiar todo aquello que hemos leído y extraído del tema.
Ayúdate en esta etapa de la lectura, de lápices de colores, bolígrafos de diferente tonalidad, etc.,
para así diferenciar los distintos tipos de datos que podemos encontrarnos en un tema de estudio:
fechas, conceptos importantes, conceptos secundarios, explicaciones, etc.