El documento habla sobre los peligros del ocultismo. Señala que muchas personas están involucradas en prácticas ocultistas como la lectura del horóscopo o el uso de amuletos. La Biblia condena explícitamente estas prácticas como abominaciones. Los medios de comunicación propagan ampliamente estas enseñanzas demoníacas. Los cristianos deben cortar todo contacto con el ocultismo y quemar cualquier material relacionado con él, para permanecer puros delante de Dios.