Los mucolíticos y expectorantes modifican las secreciones bronquiales para facilitar su expulsión. Los mucolíticos alteran la consistencia del moco haciéndolo más fluido mientras que los expectorantes aumentan la producción de secreciones. Los antitusígenos alivian la tos actuando a nivel periférico sobre los reflejos de la tos o a nivel central en el bulbo raquídeo.