El documento distingue entre conflicto y competición, señalando que el conflicto implica una relación de incompatibilidad entre actores sobre recursos escasos, mientras que la competición no necesariamente. Define el conflicto como una relación de poder entre al menos dos actores que disputan el control de un recurso de poder percibido como determinante para mantener su capacidad de competir por estatus y poder. El análisis de los actores y recursos permite evaluar el poder de cada actor y su dependencia de otros para controlar recursos, y mapear las jerarquías