Este documento describe cómo Jesús llamó a los pescadores Simón y Andrés para que fueran "pescadores de hombres". Aunque eran personas comunes que trabajaban como pescadores, Jesús vio algo valioso en ellos. El documento enseña que para Dios todos son importantes, sin importar su clase social, y debemos vivir como hijos de Dios que aceptan a todas las personas.