La albúmina, una proteína producida en el hígado, se utiliza clínicamente desde 1940 y ha demostrado ser segura en diversas aplicaciones médicas, especialmente en pacientes con cirrosis y condiciones relacionadas como la paracentesis. Sin embargo, su uso en sepsis y SDRA está respaldado por evidencia limitada, y se recomienda precaución con ciertas concentraciones de soluciones de albúmina. Aunque la administración de albúmina es generalmente segura, se deben considerar los riesgos asociados, especialmente en contextos específicos como el reemplazo renal y perioperatorio.