Adler propuso la psicología individual, enfocada en la singularidad de cada persona. Sugirió que los sentimientos de inferioridad son la fuente del esfuerzo humano para compensar debilidades. Cada uno desarrolla un estilo de vida único moldeado por experiencias sociales tempranas que guían su comportamiento. El orden de nacimiento también influye, creando condiciones diferentes para cada hijo. El objetivo final es alcanzar la superioridad de forma socialmente constructiva.