El documento presenta un análisis crítico del proyecto de ley del Código del Sistema Penal Boliviano, destacando su enfoque restaurador y la inclusión de principios como el de lesividad, pero también señalando incongruencias y problemas en su implementación. Aborda la necesidad de garantizar la independencia judicial y critica ciertas disposiciones, como la retroactividad en delitos de corrupción y la clasificación de infracciones y sanciones. Además, se cuestionan las penas desproporcionadas y la justificación de ciertas medidas de seguridad, sugiriendo un enfoque más humano y proporcional en la justicia.