El documento habla sobre la comunicación política en gobiernos y administraciones. Señala que la comunicación debe basarse en planes estratégicos de comunicación a largo plazo. También menciona que las oficinas de comunicación a menudo se enfocan demasiado en tareas administrativas en lugar de la planificación y evaluación estratégica. Finalmente, propone que una mejor gestión de la comunicación pública requiere enfocarla a crear bienes intangibles como las relaciones con los ciudadanos y aumentar la participación.