Benozzo Gozzoli nació en 1420 en Florencia y aprendió el oficio de la pintura en el taller de Fra Angélico. Realizó importantes encargos para papas, obispos y nobles florentinos, incluyendo los frescos de la Capilla Medici, que lo catapultaron a la fama. Aunque fue considerado un maestro menor, algunas de sus obras como los frescos del Palazzo Medici son consideradas grandes obras maestras. Gozzoli murió en 1497 en Pistoia, donde fue enterrado.