El océano peruano es vital por su biodiversidad y productividad, dividiéndose en pisos verticales según la profundidad y zonas horizontales que incluyen el nerítico y el oceánico. La corriente de Humboldt, rica en plancton, favorece una variada vida marina y constituye la base de importantes actividades pesqueras. Este ecosistema alberga aproximadamente 600 especies y enfrenta desafíos como el fenómeno de El Niño, que afecta la temperatura y la vida marina.