La cirrosis hepática es un proceso crónico caracterizado por la presencia de amplia fibrosis y nódulos de regeneración que distorsionan la arquitectura hepática. Sus principales causas son la cirrosis alcohólica, la cirrosis poshepática y el hígado graso no alcohólico. Puede manifestarse de forma compensada o descompensada con complicaciones como hipertensión portal e insuficiencia hepática. El diagnóstico definitivo requiere una biopsia hepática.