El sentido del olfato, ubicado en la nariz, se basa en células olfativas que detectan más de 10,000 olores y envían información al cerebro a través de nervios. La anatomía de la nariz incluye estructuras óseas y cartilaginosas, así como la fosa nasal que alberga los senos paranasales y la mucosa olfativa. La percepción de los olores implica la activación de receptores olfativos en la mucosa, que transforman las señales químicas en estímulos eléctricos dirigidos al bulbo olfatorio y otras áreas del cerebro.