Otlet y La Fontaine institucionalizaron las actividades de información científica en el siglo XVII a través de publicaciones periódicas. La documentación se basa en criterios obtenidos de la bibliografía reciente, determina la disciplina y su ubicación en el sistema de ciencias, y considera la documentación como conocimiento. La documentación opera con disciplinas autónomas para la investigación y vincula el proceso documentado, el cual es un proceso informativo que recupera mensajes emitidos.