La convivencia democrática se basa en el diálogo, el respeto, la tolerancia y el aprendizaje mutuo, siendo esenciales las normas para regular la convivencia en distintos espacios. Estas normas, que deben ser de igualdad y respetar los derechos, son fundamentales para la construcción de un estado de derecho donde la participación ciudadana se expresa libremente y de manera organizada. Factores como la inclusión, la libertad, el buen gobierno y la educación son cruciales para fomentar la participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones colectivas.