Equipo promotor de educación
para la paz de la Parroquia de San Antonio de Padua,
Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua
Coordinación: Pbro. Camilo Daniel Pérez
Motivaciones para la paz y Talleres de educación para la paz
conforma@prodigy.net.mx
Sra. Lic. Hilda De la Vega Cobos (Sicóloga)
Sra. Lic. Graciela Ramos Carrasco (Terapeuta)
Srta. Lucero Espíndola De la Vega (Pasante en Ciencias Políticas)
Dr. Víctor Manuel Quintana Silveyra (Sociólogo y Comunicador)
Pbro. Camilo Daniel Pérez (Párroco, Biblista y derechohumanista)
Equipo Promotor de la educación para la paz
Pbro. Camilo Daniel Pérez
Coordinador y Editor responsable
Diseño y formación
LDG Dora Orozco
Ilustraciones
Parroquia de San Antonio de Padua
(Catedral)
Ciudad Cuauhtémoc, CHIH.
Oficina: (625) 582.1197 Cel: (625) 589.1471
Cultivar la flor de la paz en situaciones de violencia
(Motivaciones para la paz y Talleres de educación para la paz)
Agradecimientos para el aparAgradecimientos para el aparAgradecimientos para el aparAgradecimientos para el aparAgradecimientos para el apartado de las Herramientas de Capacitartado de las Herramientas de Capacitartado de las Herramientas de Capacitartado de las Herramientas de Capacitartado de las Herramientas de Capacitar...............
Gracias a Benji Smith Pérez por asesoría técnica y fotos digitales; a Benji y Lucas
Smith Pérez, Karen Woehler y Maribel Pérez por aparecer en las fotos de Guatemala.
Gracias a los modelos, Barbara, Wilander, Imelda, José, Cristian, y Miryan de Sud
Africa, Honduras y Tejas por aparecer en otras fotos. www.capacitar.org © 2005
Prólogo
PRIMERA PARTE: UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
I. Presentación de la Exhortación Pastoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
II. Hacia una espiritualidad para la paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
III. Hacia un desarme cultural de la violencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IV. Justicia restaurativa y justicia transformadora, constructoras de la paz
V. Des-velar la violencia institucionalizada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1) Casos Ayotzinapa y Tlatlaya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2) Políticas públicas, generadoras de violencia en las familias . . . . . . .
VI. El "calentamiento social" y la "desinstitucionalización" . . . . . . . . . . .
VII. La Parroquia como espacio y signo de reconciliación . . . . . . . . . . . .
VIII. Las víctimas de la violencia y su atención . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Anexo: Herramientas que nos pueden ayudar en casos de emergencia
SEGUNDA PARTE: TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
Introducción al método del ver, pensar y actuar . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.- Raíces sociales de las violencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.- Diferentes concepciones de paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.- La paz y la no-violencia activa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.- La tolerancia, umbral de la paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.- La violencia ¿Es natural o aprendida? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
6.- La violencia de género y cultura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7.- La paz y el miedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
8.- Perdón y reconciliación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
9.- El perdón y la reconciliación, camino de liberación . . . . . . . . . . . . . .
10.- Perdón y reconciliación a nivel social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
11.- Nosotros como constructores de comunidad . . . . . . . . . . . . . . . . .
12.- "La reserva moral", un instrumento valioso para recuperar la paz
13.- La autoestima para la paz personal y comunitaria . . . . . . . . . . . . .
14.- ¿Por qué quiero mi vida? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
15.- La defensa de los derechos humanos al servicio de la paz . . . . . . .
16.- La paz social se construye con participación ciudadana . . . . . . . . .
17.- Raíces sociales y culturales del feminicidio . . . . . . . . . . . . . . . . . .
18.- Hacia una espiritualidad a favor de la paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Anexos
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Índice
01 Derechos humanos y seguridad humana. Lic. Graciela Ramos
02 La violencia generada por la cultura patriarcal. Lic. Graciela Ramos
03 Diversos conceptos de paz y de seguridad. Lic. Graciela Ramos
04 Los contextos sociales definen el contexto de paz. David Bermúdez
05 La paz se construye en la verdad de los pobres. David Bermúdez
06 De qué seguridad nacional estamos hablando. David Bermúdez
07 Develar la verdad para construir la paz. David Bermúdez
08 Construyendo la paz desde la cultura rarámuri. Felipe Ruiz
09 Cinco ámbitos donde se desarrolla la persona. Lic. Clarita Jusidman
10 La naturalización de la violencia. Lic. Clarita Jusidman
11 Crisis del modelo civilizatorio. Dr. Víctor Quintana S.
12 Reacciones de la sociedad civil ante la violencia. Dr. Víctor Quintana S.
13 Qué puede hacer la sociedad civil ante la violencia. Dr. Víctor Quintana S.
14 Posibles acciones masivas de la sociedad a favor de la paz. Dr. Víctor Quintana S.
15 Crisis de la estructura policial. Lic. Ma. Eugenia Suárez
16 Hacia una policía democrática y de proximidad. Lic. Ma. Eugenia Suárez
17 Necesidad de una relación asociativa policía y ciudadanía. Lic. Ma. Eugenia Suárez
Tema 1 Unidos por la paz desde nuestras propias convicciones. Mons. Gustavo Rodríguez
Tema 2 Conceptualizando la paz, el miedo y la seguridad. Dr. Pietro Ameglio
Tema 3 Parte 1ª Cómo parar la guerra. Punto de partida. Dr. Pietro Ameglio
Tema 4 Parte 2ª Cómo parar la guerra. Reserva moral. Dr. Pietro Ameglio
Tema 5 Parte 3ª Cómo parar la guerra. En defensa de la vida. Dr. Pietro Ameglio
Tema 6 Parte 1ª El mercado de las drogas. Dr. Hugo Almada
Tema 7 Parte 2ª Drogas y la cultura de la simulación. Dr. Hugo Almada
Tema 8 Parte 3ª El narco y la violencia. Dr. Hugo Almada
Tema 9 Parte 1ª Consecuencias invisibles de la violencia. Lic. Alma Gómez
Tema 10 Parte 2ª Consecuencias invisibles de la violencia. Lic. Alma Gómez
Índice de Disco
I Foro Ciudadano para una Cultura de Paz
Carpeta Materiales
Audios del
Foro
Ciudadano
Videos del
foro
ciudadano
II Talleres de Educación para la Paz
Carpeta Materiales
00 Proyecto pastoral y ciudadano
0 Introducción. Método de los talleres
01 Taller preliminar 1. Perfil del
Educador
02 Taller preliminar 2. Qué es educar
para la paz
Taller 1. Las raíces sociales de la violencia
Taller 2. Diferentes concepciones de paz
Proyecto pastoral y ciudadano
Introducción método del ver, pensar y actuar
Texto Boletín del perfil de un educador para la paz
Presentación Taller perfil del educador
Texto Educar para la paz
Presentación Apoyo Educar para la paz
Presentación Educar para la paz carta Pastoral
Texto apoyo Las raíces sociales de la violencia
Texto apoyo Lo que nos dicen los obispos sobre la violencia en su carta
Texto apoyo Resumen del pensar sobre raíces de la violencia
Canción por la paz
Canción La paz, justicia y dignidad
Letra canción paz, justicia y dignidad
Presentación Diferentes concepciones de paz
Taller 3. La paz y la no violencia activa
Taller 4. La tolerancia, umbral para la paz
Taller 5. La violencia es algo natural o
cultural
Taller 6. Violencia de género y cultura
Taller 7. Cómo manejar el miedo
Taller 8. El perdón y la reconciliación
a nivel personal
Taller 9. El perdón nos libera de
ataduras personales
Taller 10. Perdón y reconciliación a
nivel social
Taller 11. Nosotros como
constructores de comunidad
Taller 12. La reserva moral un valioso
instrumento para recuperar la paz
Taller 13. La autoestima para la paz
personal y comunitaria
Taller 14. Por qué quiero mi vida
Taller 15. Los derechos humanos un
camino indispensable para la paz
Taller 16. La paz se construye con
participación ciudadana
Taller 17. Raíces sociales y culturales del
feminicidio
Taller 18. Hacia una espiritualidad
para la paz
Video La Ira
Video Manejo de Coraje
Imágenes de no violencia activa
Texto La tolerancia, umbral para la paz versión niños
Figuras para el taller 4
Figura 1
Figura 2
Figura 3
Paisaje 1
Paisaje 2
Paisaje 3
Paisaje 4
Paisaje 5
Paisaje 6
Presentación Violencia intrafamiliar
Presentación Violencia de género y cultura
Presentación El miedo
Presentación El perdón y la reconciliación a nivel personal
Presentación Tejido social
Presentación Abrazo Salvador
Presentación Lo que hay detrás de las personas
Video Abuelita cuida a su nieto
Video Él mismo es un canto a la vida
Video Canción Gracias a la vida
Presentación Derechos Humanos
Video Estadística sobre feminicidios
7
A
l presente libro le hemos titulado: "Para cultivar la Paz en
situaciones de violencia", pues nuestra pretensión es ofrecerles
una reflexión abierta sobre algunos temas que nos parecen dig-
nos de tomarse en cuenta para la construcción de la paz y, al mismo
tiempo, un instrumento de trabajo para la importante tarea de la educa-
ción para la paz. Por ello, el libro está dividido en dos partes: La primera,
"Una visión del trabajo por la paz", en la que expresamos las motivaciones
y las urgencias que se nos presentan en la ardua tarea de cultivar el indis-
pensable y maravilloso don de la paz. La segunda, "Talleres de educación
para la paz", una especie de manual que esperamos les sea útil en sus
comunidades y grupos, como nos ha sido útil para nuestros grupos
parroquiales, para algunos centros educativos y para la comunidad en
general.
Este libro simplemente recoge el esfuerzo de un pequeño equipo de pasto-
ral que, ante las situaciones de violencia en el País y en nuestra región,
nos dimos a la tarea durante dos años de reflexionar, elaborar y poner en
práctica, de acuerdo a las circunstancias, el material que ahora publica-
mos con la finalidad que pueda servir a más gente interesada en el tema
de la paz.
Nuestro proyecto pastoral y ciudadano lo pensamos en tres dimensiones:
La de prevención dándonos a la tarea de resignificar los valores para la
paz y que forma parte del contenido de este libro, especialmente en lo que
se refiere a los Talleres por la Paz. La del acompañamiento a personas y
comunidades en procesos de perdón, de reconciliación personal y social y
la de promoción y animación para la participación ciudadana en la cons-
trucción de la paz.
Prólogo
8
Este proyecto ha sido inspirado, motivado y ha querido ser una res-
puesta a la Exhortación Pastoral de los Obispos Mexicanos: "Que en
Cristo nuestra Paz, México tenga vida digna" (febrero 10 del 2010).
Por otra parte, las diversas manifestaciones de la violencia que se han
recrudecido en nuestro País nos han hecho tomar conciencia de que la
violencia misma se ha transformado en una forma de sociabilidad, un
hecho que se ha hecho habitual y estructural en la convivencia social.
De ahí la urgencia de hacer una propuesta educativa que contribuya, al
menos en parte, a pasar de una cultura de violencia a una cultura de
paz y que, por tanto, sea resignificadora de la vida misma impulsando
y promoviendo nuevas actitudes ante la vida, ante la realidad y ante
nosotros mismos. Ojalá que sanando las heridas del corazón y de nues-
tra sociedad y liberados de nuestros temores, logremos transformar, al
menos en parte, nuestra sociedad. Estamos convencidos de que la
mejor manera de desarmar a la violencia es derrotándola en lo espiri-
tual y en lo cultural.
Todo el material de los talleres que les ofrecemos está digitalizado en
un CD que acompaña la edición de este libro, además de ofrecer algu-
nos apoyos didácticos. Además, en el mismo CD encontrará en peque-
ñas cápsulas (videos y audios) las ponencias de un Foro Ciudadano
que hace tiempo se llevó a cabo en la Cd. de Chihuahua pero que sus
conceptos y propuestas tienen plena vigencia. Es un material que les
puede servir para complementar los talleres, o bien, para escucharlos y
reflexionar en grupos sobre ellos.
Este libro es una edición conjunta realizada por CEPS-Cáritas Mexica-
na (Comisión Episcopal de Pastoral Social) a través de la dimensión
Justicia, Paz y Reconciliación, Fe y Política, por el Centro Lindavista,
A.C. y la Parroquia de San Antonio de Padua de Cd. Cuauhtémoc,
Chihuahua auspiciada en parte por estos organismos y la Organización
Católica de Adveniat, Alemania.
Primera Parte
Una Visión
del Trabajo por la Paz
11
E
sta presentación de la Exhortación más que ser un
resumen de la misma es una selección de textos
que, a nuestro parecer, son claves en la propuesta
que nos hacen los Obispos Mexicanos para asumir el pro-
blema de la violencia desde nuestra fe cristiana. Considera-
mos que este documento tiene la característica de ser
proactivo y, por tanto, nos invita a reflexionarlo, comple-
mentarlo y, sobre todo, a ponerlo en práctica. Ésta es la
razón por la que intercalamos a su lectura algunas indica-
ciones o preguntas que nos ayuden a proyectarlo en nues-
tras propias realidades. Además, desde su publicación, en
febrero 15 del 2010, ha sido inspiración de esfuerzos muy
significativos que se han hecho en algunas partes de la
República tanto en la pastoral de la Iglesia como por algu-
nas agrupaciones de la sociedad civil. Sugerimos que esta
presentación se lea por partes y se reflexione en grupos
para que su lectura sea más fructífera; sin embargo, esta-
mos conscientes que no hay como la lectura completa del
documento en sus 258 números.
INTRODUCCIÓN GENERAL. (NOS. 1-9)
Con esta Exhortación Pastoral queremos compartir nuestro
I. PRESENTACIÓN DE LA
EXHORTACIÓN PASTORAL:
"QUE EN CRISTO
NUESTRA PAZ MÉXICO
TENGA VIDA DIGNA"
Pbro. Camilo Daniel Pérez
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
discernimiento sobre la misión de la Iglesia
en la realidad de inseguridad y violencia que
se vive en nuestro país y alentar la esperanza
de quienes por esta razón viven con miedo,
con dolor e incertidumbre. (No. 1)
I. LA INSEGURIDAD Y LA VIOLENCIA EN
MÉXICO. (VER) (NOS. 10-106)
Introducción. (Nos. 10-11)
En México, al igual que en varios países de
América Latina y del Caribe, se está deterio-
rando, en la vida social, la convivencia armó-
nica y pacífica. Esto sucede por el crecimien-
to de la violencia, que se manifiesta en robos,
asaltos, secuestros y, lo que es más grave, en
asesinatos que cada día destruyen más vidas
humanas y llenan de dolor a las familias y a la
sociedad entera. No se trata de hechos aisla-
dos o infrecuentes, sino de una situación que
se ha vuelto habitual, estructural... (No. 10)
Diga dos o tres cosas que están deteriorando la
vida de su comunidad.
1.- La escalada del crimen organizado.
(Nos. 12-26)
El crimen organizado, para extender el alcan-
ce de su influencia, ha corrompido personas y
grupos de la sociedad, lo mismo que a gran-
des y pequeñas empresas. Para neutralizar la
intervención de la autoridad, evitándola, anti-
cipándose a ella, o distrayéndola, han corrom-
pido también a servidores públicos, se han
infiltrado en la estructura de los distintos ni-
veles de gobierno, de procuración de justicia
y del sistema judicial, convirtiéndose en una
amenaza para la seguridad nacional y la de-
mocracia y, por tanto, en un abierto desafío al
Estado. (No. 16) Es necesario ir a la raíz de los
graves males que aquejan a la sociedad. (No. 26)
¿Cuáles piensa que son las raíces que propician
la delincuencia organizada?
2.- Factores que contribuyen a la
inseguridad y violencia. (Nos. 27-98)
2.1.- En la actividad económica. (28-40)
Modelo globalizado de la economía del mer-
cado con mayor pobreza, desigualdad, des-
empleo, subempleo, migración forzada, nive-
les inhumanos de vida, jóvenes "ninis" (Que
no estudian ni trabajan).
2.2.- En la vida política. (41-58)
Mala administración en la gestión de políticas
públicas, corrupción e impunidad, inseguri-
dad ciudadana, miedo y autoritarismo guber-
namental, el sistema carcelario como univer-
sidades del crimen organizado, violencia ins-
titucionalizada que inhibe la protesta social,
desconfianza e incertidumbre con la presen-
cia de militares...
2.3.- En la vida social. (59-80)
Descomposición del tejido social, caldo de
cultivo para toda clase de violencias (por ra-
zones políticas, en las relaciones laborales, por
actitudes discriminatorias, delitos comunes,
en el tránsito vehicular, en especial se men-
cionan la violencia intrafamiliar, la violencia
contra las mujeres, la violencia infantil y la
que sufren los jóvenes y adolescentes, etc.)
desconfianzas, pérdida del sentido comunita-
rio y de espacios públicos.
2.4.- En la cultura. (81-97)
El comportamiento violento no es innato, pero
13
Exhortación Pastoral
se dan elementos culturales que lo legitiman.
Por ejemplo, el machismo, la discriminación,
los fanatismos, una educación meramente fun-
cional, la influencia de los medios de comuni-
cación, una religión concentrada en lo ritual...
¿En cuáles de estos factores hay que poner más
atención para que haya menos inseguridad y
violencia?
3.- Un enfoque para abordar la compleja
realidad de la violencia. (Nos. 99-101)
La realidad de la inseguridad y violencia es
compleja y multidimensional. No podemos,
sin más, atribuirla a una sola causa, hacerlo
sería ingenuo y nos llevaría a pretender, tam-
bién con ingenuidad, tener una única solu-
ción a una problemática tan vasta y compli-
cada. Por ello, consideramos que convendría
abordar la compleja realidad de la violencia
que se vive en México desde un enfoque de
salud pública que permita asegurar para el
mayor número de personas el beneficio de la
seguridad y de la paz. (No. 99)
Ver la violencia como problema de salud públi-
ca implica reconocer que el esfuerzo por
erradicarla debe ser multidimensional; que se
requiere un diagnóstico interdisciplinar que iden-
tifique los principales factores de riesgo sobre
los que hay que intervenir y que es necesaria la
cooperación de todos los sectores públicos y
sociales para abordar el problema de la violen-
cia mediante la acción colectiva, con estrate-
gias diversas adoptadas por todos, cada quien,
según el ámbito de la propia competencia. (No.
100) La salud pública se caracteriza sobre todo
por la importancia que concede a la prevención
para inhibir los factores de riesgo en las perso-
nas, en las relaciones humanas, en la vida co-
munitaria y en el entramado de relaciones e ins-
tituciones que conforman la sociedad. (No. 101)
¿Por qué es importante que la violencia no se vea
nada más como un problema de la policía, sino
como un problema de salud pública?
4.- Tres factores sobre los que urge
intervenir. (Nos. 102-106)
En primer lugar, vivimos una crisis de legali-
dad... Se ha extendido la actitud de conside-
rar la ley no como norma para cumplirse sino
para negociarse... El signo más elocuente de
esto es la corrupción generalizada que se vive
en todos los ámbitos. (No. 103)
En segundo lugar, se ha debilitado el tejido
social, se han relajado las normas sociales,
así como las reglas no escritas de la convi-
vencia... que tolera que cualquier persona haga
lo que le venga en gana, con la certeza de que
nadie dirá nada. (No. 104)
En tercer lugar, vivimos una crisis de morali-
dad. Cuando la falta de respeto a la integri-
dad de las personas, la mentira y la corrup-
ción campean, no podemos menos que pen-
sar que hay una crisis de moralidad. (No. 105)
Al concluir este acercamiento a la realidad de
inseguridad y violencia que se vive en Méxi-
co, caemos en la cuenta que estamos ante
una problemática compleja y que la respon-
sabilidad de responder a los desafíos que re-
presenta es de todos los mexicanos. (No. 106)
Ponga ejemplos en los que se manifiesta la crisis
de legalidad, la descomposición del tejido social
y la falta de moralidad.
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
II. CON LA LUZ DEL EVANGELIO Y DE LA
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA.
(JUZGAR) (NOS. 107-184)
Introducción. (Nos. 107-113)
Es muy claro que el ambiente de violencia e
inseguridad en que vivimos denota una pérdi-
da del sentido de Dios que lleva al desprecio
de la vida del hombre, un ambiente que influ-
ye negativamente en la formación de la con-
ciencia y de los valores, donde encontramos
modelos de realización equivocados, metas y
aspiraciones intrascendentes, fruto de una
cultura consumista, marcada por el materia-
lismo imperante a nivel global. La corrupción
de las costumbres y de las instituciones, la
distorsión de las leyes que afectan el sentido
de la vida y la dignidad de la persona, son el
marco perfecto para llegar hasta donde esta-
mos en una sociedad con claros signos de
decadencia. (No. 108)
¿De qué manera se manifiesta en nuestras
comunidades la pérdida del sentido de Dios?
1.- Dios Padre, Creador, nos ama con
amor misericordioso. (Nos. 114-115)
Conocemos a Dios y su proyecto de amor para
nosotros por medio de Jesucristo.
2.- "El pecado acecha a tu puerta... Tú
puedes dominarlo". (Gn 4, 7) (Nos. 116-129)
El mal es siempre un engaño. Para contra-
rrestarlo, hay que desenmascararlo haciendo
evidente que es enemigo de la naturaleza hu-
mana. Uno de los síntomas básicos de vivir
en el pecado es la malicia, o padecer, como la
llaman los Padres, la ceguera del malicioso.
Quien vive en la gracia de Dios tiene la mira-
da de la inocencia, ve el mundo como Dios lo
ve, es decir, desde el bien que hay en él y
encuentra los rastros de ese bien en todas las
personas y en toda la creación. La inocencia
no se identifica con la ingenuidad. El inocen-
te distingue perfectamente el bien del mal y
no cae en sus redes; el ingenuo, por el contra-
rio, los confunde. (No. 118)
¿Cuáles son los engaños del mal que se le
presentan en el mundo actual al pueblo, a los
jóvenes y niños?
Con la malicia se ve al otro con desconfian-
za, porque presume que el mal es quien lo
gobierna. Surge también una imagen distor-
sionada de sí mismo; el malicioso ya no se
ve como "persona", es decir, como identi-
dad en comunidad, sino que se ve como
"ego", como un individuo aislado y en per-
manente oposición a su entorno, al que con-
sidera amenazante y del que debe defen-
derse. El otro ya no es "hermano", parte
imprescindible de mi propio ser, sino un
competidor y enemigo. De hecho, la violen-
cia crece cuando olvidamos que somos res-
ponsables de nuestros hermanos. (Cf. Gn 4,1-
16) (No. 123)
¿Qué manifestaciones de desconfianza se dan en
nuestras comunidades?
3.- La promesa de Dios: El príncipe de la
paz. (Cf. Is. 9, 5) (Nos. 130-131)
La respuesta de Dios a la humanidad que se
ha dejado seducir por la fuerza del mal es la
promesa del Mesías, Príncipe de la Paz.
15
Exhortación Pastoral
4.- En Cristo, no hay lugar para la
violencia. (Nos. 132-139)
Jesús rechazó la violencia como forma de
sociabilidad y lo mismo pide a sus discípu-
los al invitarlos a aprender de su humildad
y mansedumbre (Cf. Mt 11, 29). Para romper
la espiral de la violencia, recomienda poner
la otra mejilla (Cf. Mt 5, 39), perdonar siempre
(Cf. Mt 18, 22) y amar a los enemigos (Cf. Lc 6,
35), paradoja incomprensible para quienes
no conocen a Dios o no lo aceptan en sus
vidas. La motivación evangélica que justifi-
ca esta recomendación es clara: imitar a Dios
(Cf. Mt 5, 45); el amor a los enemigos hace al
ser humano semejante a Dios y, en este sen-
tido, lo eleva, no lo rebaja. Así, el discípulo
se incorpora en la corriente perfecta del
amor divino para salir de sí mismo y cons-
truir una humanidad solidaria y fraterna.
El discípulo de Jesús debe amar gratuita-
mente y sin interés, como ama Dios, con
un amor por encima de todo cálculo y reci-
procidad. (No. 133)
El amor al enemigo es expresión de la regla
de oro, no es masoquismo; es señal de una
reciprocidad fundamental en el comporta-
miento de las personas. Con el amor al ene-
migo se espera que éste cambie de actitud,
que alcance a captar la diferencia entre su
comportamiento destructor y la actitud
sanante de quien más allá del resentimien-
to es capaz de responder con la fuerza del
amor y del perdón. Quien perdona no cierra
el futuro al adversario o al enemigo; confía
en que la persona puede cambiar. Y si no
hay cambio, por lo menos se cierra al paso
de la violencia. Quien perdona al enemigo
expresa también su esperanza de la salva-
ción; si el agresor no corresponde al per-
dón, el gesto no pasará inadvertido para Dios.
(Cf. Eclo 12,2) (No. 134)
¿Cómo predicar lo que dice Jesús y se comenta
en estos números en las situaciones de violencia
que vivimos?
El Reino de Dios no se impone por la fuerza ni
con la violencia; es una realidad sobrenatu-
ral, presente en el corazón y en el testimonio
de los discípulos, que critica y desenmascara
las falsas paces y las estructuras que hacen
imposible la paz. Jesús alienta a quienes le
siguen a trabajar por la paz, que es don de
Dios y tarea del hombre. Quienes se compro-
meten en construirla son llamados "hijos de
Dios" (Mt 5, 9). Ya en el Antiguo Testamento
encontramos la concepción del ser humano
como artífice de la paz (Cf. 1 Mac 6, 58-59) y ello
no se refiere a quienes tienen ánimo pacífico,
de quietud o sosiego, sino a quienes se com-
prometen en "hacer" la paz, en tomar la ini-
ciativa, en trabajar, en esforzarse por conse-
guirla. Tampoco se refiere a los que cultivan
la paz para sí mismos, sino a quienes se em-
peñan activamente por establecerla, allí don-
de los hombres la han roto y se encuentran
enemistados, al grado de no tener miedo de
arriesgar la propia tranquilidad, con tal de pro-
curar la auténtica solución de los conflictos,
aun cuando éstos no le estén afectando direc-
tamente. (No. 136)
¿Cuáles son las características de la paz que el
Reino de Dios nos propone?
5.- Iniciación a la vida cristiana. (Nos. 140-142)
Este proceso de iniciación cristiana comienza
con el anuncio del kerygma... por la conver-
sión se va recuperando la inocencia de la mi-
rada y, con ello, la confianza y la disposición
para vivir en comunión con Dios y con el pró-
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
jimo, para ser testigos y servidores de la re-
conciliación, con la misión de ser constructo-
res de la paz...
6.- Llamados a formar una humanidad
nueva. (Nos. 143-145)
El amor es la principal fuerza impulsora del
crecimiento pleno de cada persona y de toda
la humanidad... Esta experiencia nos hace des-
cubrirnos hijos amados de Dios y nos llama a
la conversión, es decir, a orientar la vida por
el amor y la misericordia...
7.- Al servicio de la unidad. (Nos. 146-153)
No es posible ser cristianos sin Iglesia, ni vivir
la fe de manera individualista sacando del ho-
rizonte de la vida y de nuestras preocupacio-
nes cotidianas a los hombres y mujeres con
quienes compartimos nuestro caminar por la
historia; por ello la vocación cristiana incluye
el llamado a construir comunidades fraternas
y justas; el compromiso de servir al herma-
no y de buscar juntos caminos de justicia y
ser así constructores de paz. De esta mane-
ra la Iglesia es fiel a su esencia misma que
es ser sacramento de unidad entre Dios y la
persona humana, de los hombres y mujeres
entre sí. (No. 148)
¿Qué obstáculos tenemos para construir
comunidades fraternas y justas?
Los fieles laicos, incorporados a Cristo por el
bautismo, son hombres y mujeres de la Igle-
sia en el corazón del mundo y, al mismo tiem-
po, hombres y mujeres del mundo en el cora-
zón de la Iglesia. Su misión propia y específi-
ca es contribuir a la transformación de las
realidades y la creación de estructuras justas
según los criterios del evangelio. Están llama-
dos, sin esperar u obedecer consignas y en
fidelidad a su conciencia, a comprometerse
como ciudadanos y participar activamente en
los procesos y movimientos de la vida social,
política, económica y cultural, aportando en
ellos su testimonio de vida y su competencia
profesional para la vida digna y pacífica de
sus familias y comunidades. (No. 151)
¿Cómo animar y apoyar a los fieles laicos para
que participen activamente en la construcción de
la paz?
8.- Por la reconciliación a la paz. (Nos. 154-156)
Acoger el don del perdón que Dios nos ofrece
de manera gratuita en su Hijo Jesucristo, nos
dispone a la reconciliación... La reconciliación
está en el corazón de la vida cristiana...
9.- Enviados a dar frutos de paz. (Nos. 157-184)
Esta misión, por la que nos apropiamos el de-
seo del Padre de construir el Reino y de anun-
ciar la Buena Nueva a los pobres y a todos los
que sufren, exige de nosotros una mirada ino-
cente que nos permita desenmascarar la obra
del mal, denunciar con valentía las situacio-
nes de pecado, evidenciar las estructuras de
muerte, de violencia y de injusticia, con la
consigna de vencer el mal con la fuerza del
bien (Cf. Rom 12, 21). Nos exige además un esti-
lo de vida pobre, siguiendo a Jesús pobre (Cf.
Lc 6, 20; 9, 58) y anunciar el Evangelio de la paz
sin bolsa ni alforja, sin poner la confianza en
el dinero ni en el poder de este mundo (Cf. Lc
10, 4ss). La Iglesia, sacramento de reconcilia-
ción y de paz, desea que los discípulos y mi-
sioneros de Cristo sean también, ahí donde se
encuentren, "constructores de paz". (No. 159)
17
Exhortación Pastoral
¿Qué implicaciones concretas tiene la misión
como se describe en este número?
El cambio de las estructuras injustas es im-
portante para disminuir la hiriente desigual-
dad que hay en México. Es necesaria una in-
cidencia significativa de los cristianos en la
política, en la economía, en la cultura y en
todos los campos de la vida social abiertos a
la evangelización; entre ellos, un lugar impor-
tante tienen los medios de comunicación. Esta
tarea la realizan los cristianos, bajo su propia
responsabilidad, en su condición de ciudada-
nos, por la que pueden incidir en las políticas
públicas del Estado. (No. 166)
El mejor camino para alcanzar los consensos
que son necesarios para la creación de es-
tructuras sociales justas, es colaborar con los
hombres y mujeres de buena voluntad y en-
contrar juntos caminos para dialogar, con un
lenguaje común y comprensible, sobre los pro-
blemas del ser humano en lo concreto de las
circunstancias de la nación mexicana. Para
ello, es necesario educar y favorecer en nues-
tros pueblos todos los gestos, obras y cami-
nos de reconciliación y amistad social, de co-
operación e integración. (No. 167)
El punto de partida, sin duda alguna, es la pre-
servación de los fundamentos de la convivencia
humana: verdad, justicia y libertad, que los dis-
cípulos de Cristo asumen desde la fuerza que
los mueve, que es la fuerza de la Caridad. (No. 168)
¿Con quiénes (grupos, personas) podemos dia-
logar y colaborar sobre los problemas de México?
El desarrollo humano es ante todo una voca-
ción: cada hombre está llamado a promover
su propio progreso; es una llamada trascen-
dente que requiere una respuesta libre y res-
ponsable, pues se trata de una llamada a hom-
bres libres para asumir una responsabilidad
común: impulsar a los hombres a "hacer, co-
nocer y tener más para ser más". Esto impli-
ca que el desarrollo humano sea integral, es
decir, que promueva a todos los hombres y a
todo el hombre; que afirme y justifique el valor
incondicional de la persona humana y el senti-
do de su crecimiento. La verdad del desarrollo
consiste en su totalidad: si no es de todo el hom-
bre y de todos los hombres, no es el verdade-
ro desarrollo. La visión del desarrollo como vo-
cación comporta que su centro sea la caridad;
por tanto, sus criterios de verificación son la so-
lidaridad y la fraternidad, necesarias para cons-
truir la paz. "El desarrollo económico, social y
político necesita, si quiere ser auténticamente
humano, dar espacio al principio de gratui-
dad como expresión de fraternidad." (No. 184)
¿Cuáles son las características de un verdadero
desarrollo humano integral?
III. PROMOVER EL DESARROLLO-
CONSTRUIR LA PAZ. (ACTUAR) (NOS. 185-239)
Introducción. (Nos. 185-188)
Los discípulos misioneros de Jesucristo pode-
mos colaborar principalmente en la preven-
ción, en el acompañamiento y en la anima-
ción de la sociedad civil responsable…
1.- Formar mujeres y hombres nuevos en
Cristo. (Nos. 189-197)
1.1.- Transmisión en la fe.
Desarrollar en nuestras comunidades un pro-
ceso de iniciación cristiana, con base en el
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
kerygma para un Encuentro Personal con Je-
sucristo, implementando un proceso catequé-
tico permanente que sea una verdadera es-
cuela de formación integral.
Aprovechar la riqueza de la Doctrina social de
la Iglesia como instrumento de evangelización
insistiendo en los valores evangélicos de la
libertad, el amor, la justicia y la verdad.
1.2.- La Tarea educativa en las escuelas.
La educación escolar deberá formar para te-
ner capacidad de orientarse en la vida, habili-
dad para un discernimiento del bien y del mal.
Además, deberá velar por educar humanamen-
te y no sólo dar capacitación tecnológica…
1.3.- La familia.
Potenciarla para la construcción de la paz.
Hacerla eje transversal de la evangelización.
Alentar el trato digno y respetuoso hacia las
mujeres y atender eficazmente a niños, niñas
y jóvenes. Acciones preventivas y curativas
para las víctimas de la trata de personas.
1.4.- La vida comunitaria.
Es el escenario concreto de la sociabilidad,
donde se fortalece el tejido social y se ejercen
mecanismos de control social. Por tanto, hay
que dinamizar la dimensión comunitaria de
las parroquias, hacerlas espacio y signo de
reconciliación y hay que contribuir a la recu-
peración de espacios comunitarios para el for-
talecimiento del tejido social...
Compartir experiencias que se han tenido del
encuentro personal con Jesucristo N.S.
2.- Educación para la paz. (Nos. 198-204)
Si queremos responder al mal con la fuerza
del bien, tenemos que educarnos para la paz;
esto significa sacar desde dentro, desde lo más
íntimo, desde nuestra mente y desde nuestro
corazón, pensamientos y sentimientos de paz
que se expresen a través de un lenguaje y ges-
tos de paz. Que los medios de comunicación
estén al servicio de la paz. Hay que educar
para la legalidad y aprender de la historia.
2.1.- Difundir pensamientos de paz.
Motivar con creatividad para que la sinrazón de
la violencia, de la venganza sea sustituida por la
lógica de la paz. Crear círculos de reflexión a la
luz de la Doctrina Social de la Iglesia. Ofrecer
una alternativa cultural diversa para: Humani-
zar la carga pasional, fomentar la cultura hospi-
talaria, acogedora, democrática y cooperativa.
2.2.- Fomentar sentimientos de paz.
Serenar el mundo de los sentimientos. Desa-
rrollar la indignación contra toda violencia. Fo-
mentar el sentido de pertenencia a la Nación.
2.3.- Impulsar gestos de paz.
La práctica de la paz arrastra la paz. Reconci-
liación social y perdón como alternativa a la
violencia. Promover la no-violencia (activa)
como alternativa en la vida civil y política.
2.4.- Promover un lenguaje de paz.
Alentar el lenguaje para la comunión y recon-
ciliación. Despojar de su carga bélica las for-
mas ordinarias de expresión: Palabras, signos,
gestos... Desterrar la agresividad verbal en la
manifestación de inconformidades... Promo-
ver el diálogo y la escucha para superar con-
frontaciones.
Hagamos una lista de gestos y expresiones más
comunes que tienen una carga violenta y una
lista de gestos y expresiones que promueven la
paz. Reflexionemos y saquemos conclusiones.
19
Exhortación Pastoral
3.- Ciudadanía para la paz. (Nos. 209-216)
Por una sociedad civil responsable, vigilante
y propositiva para que tengan una incidencia
significativa en lo social, en lo cultural y en lo
político.
3.1.- Incidencia en lo social.
Procurar apoyo a las comunidades en sus pro-
yectos y gestión. Promover la planificación del
desarrollo comunitario y local en forma
participativa.
3.2.- Incidencia política.
Impulsar la educación de la ciudadanía y del
sentido de pertenencia al Estado. Promover la
participación en la definición de políticas pú-
blicas en el ejercicio de gobierno. Participar
en las decisiones que afectan a la vida comu-
nitaria y a la Nación. Hacer que se respeten y
promuevan los Derechos Humanos.
3.3.- Incidencia cultural.
Renovar las relaciones en la sociedad huma-
na. En las escuelas particulares dar formación
para la construcción de la paz y la justicia.
Impulsar la formación cívica y ética.
3.4.- Incidencia para la paz.
Prevenir la violencia. Abordar los conflictos
desde la ética y de un compromiso por la paz.
Atención a víctimas de la violencia. Divulgar
los valores de la Doctrina Social de la Iglesia.
Exigir a autoridades atender integralmente el
problema de la violencia. Invitar a expertos,
universidades, etc. a estudiar el tema de la
violencia en México.
¿Cuáles son los retos que tenemos para lograr
una ciudadanía participativa y qué podemos
hacer desde la Iglesia para ello?
4.- Construcción de la paz. (Nos. 217-239)
4.1.- Impulsar el desarrollo humano
integral.
Promover una economía solidaria. El cuidado
de la creación. Comercio justo. Respeto a los
Derechos Humanos y atención a los pobres.
Desarrollar iniciativas que coadyuven a la aten-
ción de la grave situación de desempleo y
subempleo.
4.2.- Promover los derechos y deberes
humanos.
Impulsar la colaboración de los ciudadanos
para erradicar la impunidad y la corrupción
que socavan el desarrollo social y político de
nuestro pueblo.
4.3.- Impulsar la reconciliación social.
La reconciliación social no está reñida ni con
la justicia, ni con la verdad, ni con la repara-
ción del daño. Al contrario son necesarias para
una auténtica reconciliación.
4.4.- La misión reconciliadora de la Iglesia.
Todo bautizado debe sentirse ministro de la
reconciliación. Anunciar el mensaje de la re-
conciliación y celebrarla sacramentalmente y
curar las heridas de los que sufren con el aceite
y el vino de la misericordia. Ejercer la pastoral
de atención a víctimas y capacitar para la
mediación.
4.5.- Ecumenismo por la paz.
Intercolaboración y diálogo ecuménico e inter-
religioso respetuoso de tal manera que favo-
rezca la convivencia de todos los pueblos y
credos y fortalezca la libertad religiosa y la
paz de toda la familia humana.
4.6. Oración por la paz.
La oración infunde valor y sostiene a los ver-
daderos amigos de la paz. Promover la Lectio
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
Divina, la Liturgia de las Horas, la Eucaristía
y el Santo Rosario.
¿De qué manera podríamos impulsar el perdón y
la reconciliación en nuestra comunidad? Dar
algunas sugerencias.
Llamamiento Final. (Nos. 240-256)
La exhortación, como su nombre lo indica,
hace precisamente algunas exhortaciones o lla-
mados muy concretos a los diferentes grupos
de la sociedad mexicana para que todos nos
sintamos involucrados y comprometidos en la
construcción de la paz: A los gobernantes, A
las fuerzas armadas y de seguridad pública, a
hombres y mujeres comprometidos con el bien
común, a quienes dirigen y militan en parti-
dos políticos, a la sociedad civil responsable,
a los padres de familia, a los educadores, a
los jóvenes, a quienes han vivido en carne
propia cualquier tipo de violencia, a quienes
trabajan en los medios de comunicación so-
cial, a todos los discípulos misioneros de Je-
sucristo, a los sacerdotes, a quienes practi-
can la violencia, a quienes se han involucrado
en las diversas formas del crimen organizado,
a quienes producen la droga y la transportan,
a los que se prestan al comercio del nar-
comenudeo, a los que la consumen, a los si-
carios y a todos los implicados en este nefas-
to negocio...
Conclusión. (Nos. 257-258)
Con esta exhortación pastoral nos ponemos
al servicio de la reconciliación.
¿Qué mensaje daría usted a los Obispos
Mexicanos que nos dan a conocer esta
Exhortación?
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II. HACIA UNA
ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ
Pbro. Camilo Daniel Pérez
¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD EN GENERAL?
Aquí entendemos por espiritualidad como la motivación más
profunda de nuestra vida, la causa o las causas por las que
trabajamos día con día e, incluso, estamos dispuestos a dar
la vida por ellas. Espiritualidad es, en otras palabras, el sen-
tido que le damos a nuestra vida, el porqué de nuestra exis-
tencia o, como dicen los teólogos moralistas, es la opción
fundamental que dirige todos nuestros actos. Es la pasión,
la mística, el ideal de una persona o de una colectividad. Así
podemos hablar de espiritualidad cristiana, budista, musul-
mana, como también podemos hablar de la espiritualidad
del profesionista, del investigador, etc.
En este mismo sentido, podemos decir que hay espiritua-
lidades diferentes, buenas o malas. Por ejemplo, se puede
hablar de la espiritualidad del capitalismo, del mercado
neoliberal, "del sistema de dominación". Lo que nos ayuda a
distinguir una espiritualidad buena de una mala es el "talan-
te ético" que brota de la misma naturaleza humana. De ahí
que una espiritualidad buena será aquella que es más "hu-
mana", más "humanitaria", más "humanizada". En resumen:
que nos hace más y mejores humanos y que nos lleva a
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
respetar a todos los seres de la creación reco-
nociendo el valor intrínseco de todos ellos. En
contrapartida lo que nos degrada como seres
humanos, lo que nos vuelve manipuladores y
dominadores, lo que nos divide, nos hace vio-
lentos, nos destruye... no puede provenir de
una buena espiritualidad.
Una importante aclaración: La espiritualidad
no se contrapone a lo material, sino a la falta
de motivación. Cuando escuchamos que una
persona es muy espiritual pensamos que no
le interesan las cosas del mundo como son la
política, la economía, la cultura e incluso los
problemas cotidianos de la vida. Ésta es una
manera de distorsionar la palabra espirituali-
dad. Al contrario, una persona espiritual es
una persona que "tiene garra", que tiene tem-
ple, que tiene opciones muy definidas ante
las realidades del mundo.
Finalmente, la espiritualidad nos hace ver que
el ser humano tiene consigo la dimensión de
la trascendencia, del más allá, lo cual le hace
referirse de alguna manera a Dios y a los valo-
res que trascienden en el tiempo y en el espa-
cio como el amor, la verdad, la disponibilidad
al sacrificio, etc. En este momento no pro-
fundizaremos en el tema de la trascenden-
cia del ser humano. Sólo aclaramos que la
trascendencia dice referencia a que "el hom-
bre es también espíritu y que vive en cons-
tante apertura hacia lo absoluto", ya lo defi-
na desde una perspectiva "egoísta" (trascen-
dencia del yo), ya de una manera "filantrópica"
(buscar la felicidad de los otros) o de una
manera "teocéntrica" (con una clara referen-
cia a Dios).
¿QUÉ ES ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ?
Para hablar específicamente de la Espirituali-
dad para la Paz conviene aclarar que la Paz
es, ante todo, UN DON, es decir, la paz no se
impone. Al imponerse deja de ser paz. La paz
simplemente se recibe y se recibe para gozarla,
para hacerla florecer, para hacerla madurar.
La paz por ser don es gracia.
Ahora bien, si la paz es "don" ¿Quién nos la
da? ¿Quién es el dador de la paz? Podemos
responder que la Paz nadie nos la da, nadie
nos la otorga como un favor, porque simple-
mente es fruto de la realidad, es exigencia de
la realidad misma. Para decirlo de otra ma-
nera: Quien cultiva una flor no hace la flor,
ésta brota como fruto de la tierra, como fruto
de la semilla sembrada y cultivada. Así, quien
cultiva prepara todos los elementos para que
la naturaleza haga su trabajo. Así como la flor
es un don lo es igualmente la paz. La "semi-
lla" de la Paz está, por así decirlo, en la natu-
raleza misma de las cosas, pero hay que cul-
tivarla para que brote como una flor. Cuando
hablamos de la realidad estamos hablando de
Dios (de lo trascendente), del ser humano (con
su talante ético) y de las cosas (de seres ani-
mados e inanimados) y cuando no tratamos
adecuadamente esa realidad la distorsionamos
y, por consiguiente, no obtenemos de ella la
maravillosa flor de la paz.
Por consiguiente, la pregunta es ¿cómo se trata
adecuadamente la realidad, de la que tam-
bién nosotros formamos parte, para recibir el
don de la Paz?
Podemos responder que son cinco los elemen-
tos que nos ayudan para tratar adecuadamente
la realidad: la libertad, la justicia, la verdad y
el amor. Podemos imaginarnos que estos cua-
tro elementos son los cuatro pétalos de la flor
de la paz, todos ellos confluyen y dan como
resultado el centro, el botón de la flor: La ar-
monía. Así pues, todos estos elementos dan
como fruto la flor de la paz y son los que ca-
23
Hacia una espiritualidad para la paz
racterizan a la espiritualidad para la paz. Bre-
vemente hablamos de cada uno de ellos.
1º. La armonía
Todo debe estar integrado, nada puede ser
arrojado fuera. Siguiendo con el ejemplo de la
flor de la paz, la armonía es el resultado, es la
razón de ser, es la consecuencia de los cuatro
pétalos que conforman el maravilloso don de
la paz. De la armonía brotan los pétalos y, a
su vez, ellos la construyen en un ir y venir de
"la savia" que alimenta la flor.
La armonía se da cuando se acepta al OTRO
como diferente. Hay capacidad de diálogo en
la pluralidad de culturas, de religiones y de
política. En este sentido deberemos tomar en
cuenta tres conceptos para distinguirlos: La
tolerancia, el respeto y la aceptación.
La tolerancia es simplemente dejar las cosas
como están por un tiempo porque no puedo o
no quiero, en esos momentos, combatirlas,
rechazarlas o adueñarme de ellas dominán-
dolas. Tolerar es soportar sin claudicar, sin
escuchar ni dialogar.
El respeto, en cambio, presupone una valora-
ción mediante la escucha y mirada atenta de
lo que el otro es, de lo que propone y de los
alcances que tiene. De esta manera se podrá
tomar una opción consciente y definida de cómo
actuar ante la presencia del otro con el único
objetivo de no ser agredido en mi propia iden-
tidad y, si fuere necesario, de defenderla.
Finalmente, la aceptación del otro como dife-
rente es abrir espacios de convivencia, de
interrelación y, en su momento, de enrique-
cimientos mutuos. Sin dejar de ser diferentes
se reafirma y profundiza la identidad y se lo-
gra la armonía, palabra griega que viene de
"armós": ajustamiento, combinación como lo
es la grata y bien concertada variedad de so-
nidos en conveniente proporción y correspon-
dencia lo que hace una hermosa polifonía.
Cada sonido y cada instrumento tienen su pro-
pia peculiaridad y, por ello, enriquecen al con-
junto resultando una bella melodía.
Indudablemente que el mejor instrumento y,
tal vez único, en las situaciones de conflicto
que tenemos los seres humanos para la
construcción de la paz es el diálogo que bro-
ta de una actitud fuerte y obstinada en el es-
fuerzo por hacer posible la paz. Acabamos de
hacer una sencilla descripción sobre lo que
es la tolerancia, el respeto y la aceptación
del otro. Debo aclarar que desde el momen-
to que se da la tolerancia ya hay la disposi-
ción al diálogo y, por consiguiente, ya es-
tán, al menos en ciernes, el respeto y la acep-
tación del otro.
Sin entrar en las cualidades y técnicas que se
requieren para un verdadero diálogo, me per-
mito citar un párrafo del mensaje para la jor-
nada mundial de la paz de Juan Pablo II del
1º de enero de 1983, titulado: "El diálogo por
la paz, una urgencia de nuestro tiempo": "El
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
verdadero diálogo es la búsqueda del bien por
medios pacíficos; es voluntad obstinada de
recurrir a todas las fórmulas posibles de ne-
gociación, de mediación, de arbitraje, esfor-
zándose siempre para que los factores de acer-
camiento prevalezcan sobre los de división y
de odio. Es un reconocimiento de la dignidad
inalienable del hombre. Tal diálogo se funda-
menta en el respeto a la vida humana. Es una
apuesta a favor de la sociabilidad de los hom-
bres, de su vocación a caminar juntos de ma-
nera estable, mediante un encuentro conver-
gente de inteligencias, voluntades y corazo-
nes hacia el objetivo que les ha fijado el
Creador: el de hacer la tierra verdaderamente
habitable para todos y digna de todos". Hacer
habitable la tierra es el sentido profundo de la
palabra griega "ecumenismo".
Una de las causas sobresalientes de la pérdi-
da de la armonía es el fanatismo en todos los
aspectos y en todos los niveles, en el políti-
co, social, religioso o moral... El fanatismo
(apasionamiento ciego por una idea) se da
cuando absolutizamos lo que somos y re-
presentamos, de tal manera que el otro o
los otros los consideramos agresores y que,
por lo tanto, tenemos el derecho de comba-
tirlos y, si fuere necesario, de suprimirlos. A
esta postura ideológica le llamamos "funda-
mentalismo".
2º. La libertad
Se reconoce la dignidad de las personas, el
valor intrínseco de la naturaleza y que cada
cual puede manifestarse como es. Sin mayor
profundización, nos interesa señalar dos ma-
neras de hablar de la libertad:
Libertad negativa cuando hay ausencia de
coacción, de oposición, es decir, ausencia de
impedimentos para ejercer la acción elegida
como expresión de la voluntad. Por ejemplo,
libertad negativa se da cuando no hay ame-
nazas para expresar las ideas.
Libertad positiva en el sentido de auto-reali-
zación de acuerdo a la propia naturaleza y a
la capacidad o habilidad que se tenga para
asumir una libre determinación sin lesionar el
bien de los demás. De ahí que la libertad es
fuente de responsabilidad personal y social
como consecuencia de los actos elegidos. Por
ejemplo, libertad positiva se da cuando un jo-
ven elige su carrera sin presiones de nadie. Lo
importante en el uso de la libertad es la auto-
determinación, es decir, qué tipo de persona
quiero ser.
El más grande reto que actualmente se tiene
para el ejercicio de la libertad es la manipula-
ción que se da, sobre todo, en el campo de la
informática a través de los diversos medios
de comunicación por intereses particulares de
quienes tienen el poder y la influencia sobre
los mismos. De ahí que es indispensable la
educación del sentido crítico desde temprana
edad. Ésta sería una de las mejores contribu-
ciones a favor de la paz.
3º. La justicia
Reconocer a cada ser aquello que le corres-
ponde, lo que le es propio y debido. Nos inte-
resa asumir el término amplio de "justicia so-
cial". Ésta se da cuando la sociedad posibilita
que cada persona, asociación o pueblo, dis-
ponga de los medios necesarios según su na-
turaleza y condición, para poder desarrollarse
plenamente; a esto se le denomina bien co-
mún. (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica 1928-1948)
Se trata, pues, de un reparto equitativo de los
bienes sociales:
• tomando en cuenta el respeto a los
derechos humanos,
25
Hacia una espiritualidad para la paz
• atendiendo a las clases sociales más
desfavorecidas,
• y saldando la "deuda ecológica" por el uso
distorsionado y la expoliación que se ha
hecho de la naturaleza.
Hay tres aspectos de la justicia social de don-
de se derivan tres tipos de la misma, de acuer-
do a la relación de los diversos sujetos. Así
podemos hablar de:
Justicia conmutativa cuando se trata de la re-
lación de individuos entre sí: Por ejemplo,
respetar el patrimonio de un ciudadano (no
robar).
Justicia distributiva cuando se trata de la re-
lación de la sociedad en general y del Estado
mismo con los individuos: Por ejemplo, que
todos tengan acceso a la vivienda, a la salud,
a la alimentación, al trabajo, etc.
Justicia legal (o general) cuando se trata de
la relación del individuo con la sociedad acep-
tando y respetando los valores, leyes y cos-
tumbres de la misma.
El reconocimiento de que todos los seres vi-
vientes de todas las especies y los seres in-
animados que forman parte del planeta tierra
tienen consistencia por sí solos, es el punto
de partida para la justicia social, de tal mane-
ra que gozan del derecho primigenio para ser
integrados en la armonía cósmica de acuerdo
a su propia naturaleza. Esto significa que to-
dos los seres somos partes de un todo y la
suerte de uno (por ejemplo, la crueldad con
los animales) lesiona indefectiblemente al
todo.
Hasta aquí hemos hablado de la justicia so-
cial en el sentido objetivo, pero también se
puede hablar de la justicia social en el senti-
do subjetivo, la cual consiste en que cada
persona aporte lo mejor de sí misma, hasta
donde le sea posible, a favor de los demás,
tomando en cuenta sus capacidades y habili-
dades. Esto significa que antes de cuestionar
lo que se me debe en justicia, tengo que pre-
guntarme sobre lo que estoy obligado y puedo
aportar a favor de la comunidad o de las per-
sonas en particular. Éste es un deber moral y
de una gran responsabilidad social. Para de-
cirlo en cristiano sería una actitud injusta la
de esconder el "talento" que Dios nos ha dado,
como sucede con el "sirviente indigno y pe-
rezoso" en la llamada "parábola de los ta-
lentos" y que Dios acremente reprueba (Ver.
Mt. 25, 14-30).
El más grande reto que se tiene para el ejerci-
cio de la justicia social es el antropocentrismo
y la ambición. El antropocentrismo se da cuan-
do se tiene la idea distorsionada de que todo
el universo le pertenece sin más al ser huma-
no y todo gira en torno a él y puede, por tanto,
disponer indiscriminadamente y a su antojo
de todos los bienes de la tierra sin miramien-
to alguno. La ambición, por su parte, lleva a
unos seres humanos al acaparamiento de bie-
nes a costa de la pobreza y necesidad de los
demás. Obviamente esto rompe la armonía de
la creación.
Cuando se llega a romper el equilibrio que
busca la justicia social, entonces hay que re-
currir a lo que se le ha llamado la "justicia
restaurativa" y la "justicia transformadora". De
ellas hablaremos en otro apartado.
4º. La verdad
Es admirar la armónica belleza de la realidad,
actuando ante ella y en ella con objetividad,
congruencia, transparencia y participación.
Hacemos una reflexión sobre cada uno de los
términos.
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
Cuando hablamos de objetividad nos referi-
mos a la aceptación responsable de los he-
chos, de los eventos y de las consecuencias
de los actos realizados sobre determinado
asunto. Por ejemplo, la aceptación de los crí-
menes de Estado o el exceso de fuerza en la
actuación de la policía o la negligencia y co-
rrupción en la procuración de justicia, etc. Lo
contrario de la verdad objetiva es el oculta-
miento, la desinformación y la negación de
los hechos.
Cuando hablamos de congruencia nos referi-
mos a que la actuación de los implicados en
determinado asunto se da conforme a lo di-
cho, lo acordado y prometido. Por ejemplo,
las prestaciones conseguidas por los trabaja-
dores en una negociación con el consiguiente
levantamiento de la huelga. Lo contrario de la
verdad congruente es el engaño y la falta de
cumplimiento en lo acordado.
Cuando hablamos de transparencia nos refe-
rimos a la rectitud de intención, a la honesti-
dad y lealtad, de tal manera que se busca con
sinceridad el bien de todos los implicados en
determinado asunto. Por ejemplo, la rea-
lización de un convenio sin frases equí-
vocas o letras pequeñas. Lo contrario de
la verdad transparente es la doble in-
tención con la voluntad de hacer daño.
Cuando hablamos de participación lo
hacemos en una doble vertiente:
a) En la necesidad de manifestarse con-
juntamente, de una u otra forma, para
exigir que se actúe conforme a la ver-
dad y la justicia en determinado asun-
to. Lo contrario a esta verdad participa-
da es la represión oculta o manifiesta
del poder establecido.
b) En la necesidad innata de eregir un memorial
para los implicados en determinado asunto,
para todos y para la posteridad que nos recuer-
de siempre la identidad, los compromisos con-
traídos e incluso los errores cometidos para
subsanarlos. Por ejemplo, el monumento del
holocausto judío, la pipa de la paz, el memorial
y los nombres de los caídos, asesinados, des-
aparecidos, así como las celebraciones de la
libertad e independencia de un pueblo, los li-
bros de historia, etc. Lo contrario de esta ver-
dad simbólica es la distorsión que de ella se
haga evitando o destruyendo memoriales, o bien,
distorsionando con la historia "oficial" la historia
verdadera de los pueblos y comunidades.
5º. El amor
Es el fundamento de todo lo anterior. Es de
donde brota la confianza, la amistad, la soli-
daridad ante los desequilibrios y la falta de
libertad y justicia. El amor motiva e impulsa
al sacrificio por los demás. Es la fuente del
perdón y la reconciliación. Es la ternura que
contradice todo acto violento.
Es importante señalar que el amor, refiriéndo-
27
Hacia una espiritualidad para la paz
nos concretamente al "amor benevolentiae"
(amor de benevolencia que está dispuesto a
dar la vida por los demás) como lo llama To-
más de Aquino, no se queda en el ámbito pri-
vado (de la pareja, de la familia...) sino que
es la base y fundamento de la "polis", es decir,
de toda relación política y social.
Efectivamente Santo Tomás de Aquino ya plan-
teaba que la convivencia civil y política sola-
mente adquiere todo su significado si está
basada en la amistad civil y en la fraternidad
que brotan del amor. "De donde los legislado-
res deberán procurar tener la misma o más
atención en conservar la amistad entre los ciu-
dadanos que en aplicar la justicia, sobre todo
cuando, al penalizar, pueda surgir la discor-
dia", dice Santo Tomás. Hay que buscar más
la concordia en la amistad que en la repre-
sión, enemiga siempre de la "salud civil", ex-
presión del mismo teólogo. Recordemos que
el lema de la Revolución Francesa era "Liber-
tad, Igualdad, Fraternidad", ninguno de estos
valores riñen entre sí, antes, al contrario, se
complementan mutuamente. Por todo ello se
llega a decir que el amor (la caridad en cris-
tiano) es como el criterio supremo y universal
de toda ética social.
Ahora bien, en este apartado nos interesa re-
flexionar concretamente sobre esa expresión
fina y delicada del amor a la que llamamos
"ternura". Antes de dar una descripción de la
ternura como cultivadora de la paz queremos
liberar el término de algunos "prejuicios":
a) La feminización de la ternura se da cuando
se piensa que ésta es solamente expresión de
las mujeres y, en los hombres, es síntoma de
debilidad y, por tanto, va en contra de la mas-
culinidad. Esta concepción machista y patriar-
cal responde a la idea de que al hombre le
corresponde por naturaleza ser violento. Hay
una confusión de ideas, pues ternura no es
sinónimo de debilidad, sino que es una de las
expresiones más profundas y vigorosas del
amor, es la "savia" misma del amor sin la cual
éste se apaga.
b) La infantilización de la ternura se da cuan-
do a los niños se les ve como "personitas" que
son "todo ternura" por su delicadeza y su ino-
cencia. Por tanto, la ternura sólo es para ellos.
Imposible hablar en esta concepción de la ter-
nura social y política, pues se confunde sin
más la ternura con "lo tierno", lo inmaduro, lo
banal y la simple caricia de autosatisfacción.
c) La emotividad o sentimentalismo de la ter-
nura cuando se piensa que ésta solamente es
una mera excitación sentimental, una sensa-
ción momentánea y pasajera que nos suscita
la presencia del otro. Es obvio que en esta
concepción de la ternura se le tiene como un
repliegue sobre uno mismo y no como un en-
cuentro y valoración del otro.
La ternura, contrario a todos estos "prejuicios",
es la expresión profunda y gratificante del amor
que siente al otro como otro, que se demora
en él por el profundo aprecio a su persona, lo
valora en todo lo que él es, lo admira con in-
tuición y fina sensibilidad. Ésta es la ternura
esencial, como la llama Leonardo Boff, y no
mero sentimentalismo.
Desde el aspecto social, podemos decir que
la ternura es una fuerza capaz de transformar
los más pesados ambientes porque en el de-
talle del abrazo, del apretón de manos, de la
frase conciliadora, de ofrecer el asiento inclu-
so al enemigo... se insinúa aceptación, tole-
rancia, respeto, dignidad y una gran calidad
humana. Con razón se dice que la montaña
nos sobrecoge y lo grandioso nos intimida, pero
el detalle, la delicadeza y la insignificancia nos
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
doblega. Así pues, la ternura en lo político y
en lo social nos ayuda a construir colectiva-
mente y a cosechar el fruto de la paz. Con
razón decía Tomás Borges que la solidaridad
es la ternura de los pueblos.
Lo contrario de la ternura es precisamente la
violencia, la crueldad, el ensañamiento que
sólo pueden brotar del odio, del deseo de ven-
ganza y, en todo caso, del resentimiento ha-
cia la sociedad embriagado por el alcohol y
embrutecido por la droga. Más de uno podrá
pensar que es una utopía la ternura en am-
bientes tan crueles y embrutecidos como se
han vivido en estos últimos años en México.
Tal vez haya algo de razón en ello, pero tam-
bién se tiene la experiencia de que en la más
terrible aridez que dejó la bomba atómica en
Hiroshima surgió una pequeña plantita que,
al ser plasmada en una foto, alentó en el pue-
blo japonés la esperanza de una nueva vida.
"El ser humano sabe hacer de los obstáculos
nuevos caminos porque a la vida le basta el
espacio de una grieta para renacer." (Ernesto
Sábato, en su obra La resistencia, 2001). De esto
es capaz la "revolución de la ternura", como lo
ha expresado el Papa Francisco.
Hasta aquí hemos delineado la flor de la paz
y, con ello, hemos querido explicitar lo que
serían los valores, las actitudes, las habilida-
des, la visión que conforman una espirituali-
dad para la paz, en el entendido de que todos
los seres humanos somos cultivadores, arte-
sanos de la paz por el simple hecho de ser
humanos. Es nuestra vocación y de nosotros
mismos depende que respondamos a ella o la
sofoquemos.
LA ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ DESDE
UNA PERSPECTIVA CRISTIANA
Todo lo expuesto anteriormente sobre la Espi-
ritualidad para la Paz es asumido perfecta-
mente desde la fe cristiana. Aquí cabe plena-
mente el dicho de que la gracia de Dios supo-
29
Hacia una espiritualidad para la paz
ne la naturaleza. Precisamente la Doctrina
Social de la Iglesia asume como los valores
fundamentales de la vida social la verdad, la
libertad, la justicia y el amor, ya tratados ex-
plícitamente en la Encíclica Pacem in Terris
del Papa Juan XXIII y asumidos por el Conci-
lio Vaticano II. Así pues, no insistiremos en
los valores ya arriba reflexionados, pero sí ha-
remos un par de reflexiones que nos ayuda-
rán a fundamentar lo dicho sobre la Espiritua-
lidad para la Paz.
Primera Reflexión
La creación en la Biblia por parte de Dios no
es sacar de la nada las cosas (Ex nihilo sui et
subjecti, decían los escolásticos), sino más
bien ordenarlas, armonizarlas, pues "la tierra
era caos, confusión y oscuridad por encima
del abismo y el espíritu de Dios aleteaba por
encima de las aguas". (Gen. 1, 2)
Sacar, pues, del caos, del desorden es fruto
del espíritu de Dios quien "armoniza" a todas
las creaturas para que se realicen libremente,
con justicia y muestren la belleza de su ver-
dad. En otras palabras, el acto creador de Dios
hace brotar como fruto de las creaturas la flor
de la paz, de la cual ya hemos hablado. Del
caos surge el "cosmos", palabra griega que
significa armonía, orden, equilibrio. Una vez
realizada su obra, Dios descansa para con-
templarla y disfrutarla, pues "todo está muy
bien hecho".
Presentando a Dios haciendo el mundo en el
transcurso de una semana, el autor del relato
nos está haciendo ver que la creación debe
ser un acontecimiento cotidiano, llevado a
cabo en nuestras semanas ordinarias de tra-
bajo. Re-crear cada día el mundo es sacarlo
del caos para que brille con intensidad la ar-
monía, es decir, la paz y la podamos disfrutar
porque al final del día "está todo bien hecho".
Tal vez nos podrá desanimar el ver un mundo
tan problematizado, tan lleno de angustias,
sufrimientos, luchas y violencias; sin embar-
go, decir cada día que el mundo es "bueno" o
"bello" es proclamar que un día lo será. Decir
que todo está muy bien no es para adormecer
la conciencia, sino para darnos un programa
de vida.
Segunda Reflexión
Jesucristo les dice a sus Apóstoles: "La paz
les dejo, mi paz les doy, y no como la da el
mundo" (Jn. 14, 27) no porque nos "otorgue"
la paz sino porque nos da el instrumento que
la hace fructificar de la realidad como una flor
de primavera: El Reino de Dios. "Conviértan-
se porque el Reino de Dios ya está cerca, está
entre ustedes". (Mt. 4, 17; Mc. 1, 14)
El mensaje central de Jesús es el Reino de
Dios. Aunque habla de él de muchas mane-
ras y especialmente por medio de parábolas,
nunca dice en qué consiste concretamente el
Reino de Dios; sin embargo, lo podemos cla-
rificar con toda la vida de Jesús y con su men-
saje. Así, podemos decir que la preocupación
más grande de Jesús es ofrecer y alcanzar una
vida más digna y mejor para todos, así como
la atención a las necesidades más apremian-
tes del pueblo y, de entre ellos, de los más
necesitados. Dios es un Padre para todos y el
mensaje de Jesús es que nos realicemos to-
dos como hermanos atendiendo de manera
privilegiada a los más pobres y desheredados.
Por consiguiente el Reino de Dios es un reino
para cultivar la paz a partir de la misericordia
y de la justicia social para los más des-
favorecidos.
Las actitudes para hacer presente ese Reino
de Dios, Jesús las plasma de una manera
magistral en la proclamación de las biena-
venturanzas que han quedado consignadas en
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
el Evangelio de Mateo (5,3-11). He aquí una
reflexión a partir de las bienaventuranzas con
el fin de descubrir en ellas las actitudes del
cultivador de la paz:
1.- Los pobres de espíritu, es decir, los que no
están llenos de sí mismo y están totalmente
libres para llenarse de los demás.
2.- Los mansos, es decir, los que hacen de la
no-violencia activa el arma de la paz.
3.- Los que lloran, es decir, los que limpian
sus ojos con lágrimas de compasión para
ver y sentir a los que sufren haciendo de la
ternura un bálsamo de paz.
4.- Los que tienen hambre y sed de justicia,
es decir, los que luchan apasionadamente
porque el hombre se levante, porque el
hombre triunfe y no se les niegue su lugar
en la armonía del mundo.
5.- Los misericordiosos, es decir, los que no
llevan cuenta de las ofensas, los que van
hasta el fondo del amor y se revisten del
perdón al enemigo despojándose del re-
sentimiento y de la venganza.
6.- Los limpios de corazón, es decir, los que
hacen de su corazón un manantial trans-
parente de amistad y hacen que la verdad
brille en todo su esplendor.
7.- Los artesanos de la paz, es decir, los que
hasta en su combate son inspiradores de
la reconciliación.
8.- Los perseguidos por causa de la justicia,
es decir, los que aceptan ser incompren-
didos e incluso traicionados por defender
la dignidad de todo hombre y, a pesar de
todo, se mantienen firmes en su denuncia
y en la búsqueda de la verdad.
¿DE QUÉ PAZ ESTAMOS HABLANDO?
Tenemos que partir del hecho de que la paz
no es un término unívoco, sino que coexisten
diversas concepciones. Será muy importante
clarificar de qué paz estamos hablando y, so-
bre todo, denunciar lo que, a nuestro parecer,
son falsas concepciones de la paz.
Paz negativa y paz positiva
Hablamos de paz negativa cuando hablamos
de ausencia de guerra entre estados, de au-
sencia de toda violencia en las relaciones per-
sonales y sociales o cuando simplemente no
hay tensiones y se tiene tranquilidad y sosiego.
Expresiones como "yo no me meto con nadie",
"viva la paz", "déjame tranquilo", "no veo, no
oigo"... son expresiones de algo no deseado y
esta concepción de la paz negativa está en
relación a lo estático, a la inmovilidad y, en el
fondo, a la negación de una realidad violenta.
Hablamos de paz positiva cuando la asocia-
mos a los conceptos de justicia, de desarrollo
humano, de cooperación, de igualdad en las
relaciones, de respeto a los derechos huma-
nos, de cooperación, de resolución pacífica del
conflicto, etc. Podemos decir que esta con-
cepción de la paz se asocia al dinamismo per-
sonal y/o comunitario, a la búsqueda del bien
común y a una toma de conciencia para des-
cubrir los diversos tipos de violencia que se
pueden anidar en las diversas relaciones hu-
manas (violencias estructurales, institu-
cionales, ambientales, personales, etc.).
Paz interior (personal) y paz social
(comunitaria)
Paz interior es aquella paz del corazón que se
busca y anhela mediante algunas terapias
sicosociales y de relaciones humanas (diná-
micas, conferencias, procesos de duelo, aten-
ción especializada a víctimas de la violencia,
atención espiritual, tanatología, etc.), así como
en la profundización de las motivaciones es-
pirituales y de fe para lograr el equilibrio
emocional, sicológico, físico y espiritual de
las personas.
31
Hacia una espiritualidad para la paz
Paz social, por su parte, busca, mediante el
perdón, la reconciliación, la justicia, la ver-
dad, la solidaridad, la resolución pacífica de
los conflictos, etc. una convivencia armonio-
sa y de colaboración ya sea entre grupos, pue-
blos, comunidades o naciones para la cons-
trucción del bien común y del goce universal
de los bienes de la tierra. Para ello se tienen
los convenios, protocolos, el derecho interna-
cional humanitario, tratados e instituciones a
nivel mundial, como la ONU, la OEA, La Cor-
te Interamericana de Derechos Humanos, La
Corte Penal Internacional, etc.
Es importante nunca desligar la búsqueda de
la paz interior con la toma de conciencia y la
participación de alguna manera en los esfuer-
zos por la paz social, ni ésta desligarla de aque-
lla, pues no habrá paz social sin corazones
nuevos y, a su vez, de muy poco servirá una
paz interior en un entorno de violencia. Sim-
plemente sería una "paz farisaica".
Otro aspecto a considerar en el concepto de
paz es que éste varía de acuerdo a la diversi-
dad de culturas y a las situaciones concretas
que están viviendo las colectividades. Por
ejemplo, el concepto de paz entre las culturas
indígenas está en íntima conexión con el arrai-
go a su tierra, con su cosmovisión y, por tan-
to, con la manera de realizar su propia vida,
de acuerdo a sus usos y costumbres.
Falsas concepciones de paz
Solamente queremos advertir que hay algu-
nas maneras de concebir la paz que, en el
fondo, ocultan la violencia misma. Una de ellas
es la llamada "pax romana" cuyo lema era "Si
quieres la paz, prepárate para la guerra" (Si
vis pacem, para bellum). Ésta es la paz fincada
en la ley del más fuerte, en la intimidación al
mostrar las armas, en la represión, en la ca-
rrera armamentista, en guardar el orden esta-
blecido por las fuerzas dominantes (propia de
las dictaduras), en la práctica de la tortura,
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
en el silencio obligado, en la "paz de los se-
pulcros"...
Tampoco se debe confundir la paz con la se-
guridad que, en determinado momento, pue-
den dar las fuerzas de seguridad, sea la poli-
cía o el ejército. Tampoco hay que confundir
la paz con algunas medidas de seguridad como
no transitar por senderos peligrosos, recluirse
temprano en la casa, etc. Este tipo de seguri-
dades en todo caso logra contener la violencia
pero no erradicarla. Es más, éstas son medi-
das para ambientes de guerra y no de paz.
Finalmente, cuando se dice que todo es edu-
car para la paz es como no decir nada y diluir
el concepto de paz en una serie de recomen-
daciones y de consejos moralizantes. De ahí
que es importante partir de lo que entende-
mos por una espiritualidad para la paz, objeto
de nuestra exposición y complementarla con
una actitud abierta y crítica que ayude a ir
derrotando la violencia espiritual y cultural-
mente hablando.
33
III. HACIA UN DESARME
CULTURAL DE LA VIOLENCIA
Pbro. Camilo Daniel Pérez
¿Qué es la violencia?
Es el acto mediante el cual una persona, un grupo social, un
Estado o un conjunto de Estados ejercen medios de coerción
(presión) física, sicológica o espiritual para obligar a otro u
otros que dejen de hacer o hagan, contra su voluntad, lo que
los primeros desean, o para despojarlos de sus bienes o lesio-
narlos en su integridad. La violencia se genera cuando hay
una situación de desigualdad, de asimetría entre las perso-
nas o colectividades y quien o quienes están en situación
favorable buscan reforzar, profundizar o ampliar dicha situa-
ción para sacar provecho de ella.
Esta descripción de la violencia nos ayuda a darnos cuenta
que no todo uso de la fuerza es violenta, ni toda manifesta-
ción de coraje o agresividad conlleva una carga violenta, to-
mando en cuenta la proporcionalidad de la fuerza que se
utilice, la intencionalidad de la acción y, sobre todo, el cuida-
do de preservar la integridad física, sicológica y moral sobre
quienes se ejerce determinada fuerza.
La cultura de la violencia.
Entendemos por cultura de la violencia la justificación que,
consciente o inconscientemente, se hace de ella en cualquie-
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
ra de sus manifestaciones. Tan perniciosa es la
carta de ciudadanía que se le da a la violencia
como la violencia misma. Esto hace que se
vea cualquier acto violento como algo "natu-
ral", algo "normal" e, incluso, que así debe ser.
Podemos decir que a la violencia se le da car-
ta de ciudadanía:
• Cuando se le justifica e incluso se le enaltece:
Si nosotros revisamos la historia de los pue-
blos y naciones ésta se compone principal-
mente de sus guerras, las cuales siempre se
les da una justificación y se enaltecen como
gestas heroicas. En lo personal cuando gol-
peamos o castigamos a una persona decimos
que lo hemos hecho "porque se lo merecía".
• Cuando se invisibiliza la violencia invisi-
bilizando a las víctimas: Esto sucede con
mucha frecuencia en la violencia intrafa-
miliar. Se dice que "la ropa se lava en casa"
y, por tanto, las acciones violentas en casa
(violaciones, acosos sexuales, golpes, ame-
nazas, castigos, etc.) no tienen por qué
dirimirse en público, ni denunciarse ante las
autoridades. La violencia contra la mujer por
el hecho de ser mujer se le minimiza e in-
cluso se exalta, con ello, la masculinidad.
• Cuando el sistema social de convivencia se
pervierte dando por hecho que las relacio-
nes en la comunidad "tienen que ser así y
no de otro modo". Por ejemplo, los contra-
tos matrimoniales hechos por los padres de
los contrayentes sin su consentimiento.
• Cuando la violencia es estructural e insti-
tucional, de tal manera que ésta se justifica
por el bien de la nación cuando en realidad
se privilegian intereses particulares e inclu-
so se ejerce la violencia contra la oposición
para "resguardar el orden establecido".
• Cuando el sistema político mismo se ha co-
rrompido y los funcionarios públicos bus-
can el respaldo a sus actos de poder por
medio de prebendas y favores para deter-
minados sectores de la sociedad.
• Cuando nos acostumbramos a la violencia
del crimen organizado y "revictimizamos a
las víctimas" pensando que tal vez "se lo
merecían por andar en malos pasos" o por-
que "se encontraban en el lugar equivocado".
• Cuando se da culto a las armas, se les ad-
mira y hasta se les bendice y, entre más
sofisticadas y letales sean, se piensa que
será mayor la seguridad de una nación.
• Cuando a la violencia misma se le disfraza
para no mostrarla en toda su crudeza como
los hornos crematorios donde se incinera-
ban a los presos judíos o como la trata de
personas que se realiza con halagos, enga-
ños e incentivos para las víctimas.
• Cuando se invoca el nombre de Dios para
legitimar las guerras con la pretensión de ter-
minar con la guerra o para actuar como terro-
ristas con el fin de acabar con el terrorismo.
• Cuando se utiliza el sentido religioso del ser
humano para amenazar, cargar la concien-
cia, secuestrar y manipular moralmente a
las personas para beneficiarse de ellas. La
violencia ocasionada por el fundamen-
35
Hacia un desarme cultural de la violencia
talismo religioso se justifica porque, según
sus perpetradores, están defendiendo la
verdad absoluta de Dios.
Nos hemos permitido exponer algunas de las
muchas formas que existen para justificar la
violencia. De ahí surge una verdadera cultura
de la violencia que se va introyectando en cada
uno de nosotros y que se vuelve el ambiente
social, justificado incluso por planteamientos
éticos, en el que se desenvuelve nuestra vida.
CUATRO ELEMENTOS GENERADORES DE
VIOLENCIA
1.- El colonialismo y la colonialidad.
Ante todo, nos ha parecido muy pertinente y,
por ello, asumimos la distinción que hacen
algunos autores entre lo que es el colonialis-
mo y la colonialidad.
El colonialismo lo podemos describir como la
conquista o la expansión u ocupación territo-
rial, militar y administrativa en lo político, en
lo económico, en lo cultural, etc. en base al
poder de dominación que un pueblo o una
nación ejerce sobre otra.
Algunos modelos de colonización son preci-
samente las colonias territoriales, los protec-
torados, los dominios preponderantes, las con-
cesiones, etc. que, como todas las violencias,
tienen sus propias "justificaciones". Por ejem-
plo, los europeos se escudaban en la sagrada
misión de civilizar a los indígenas bárbaros y
llevarlos al progreso. Las iglesias cristianas se
sentían con el deber de cristianizar, incluso a
la fuerza, a los indígenas paganos para salvar
sus almas...
Ahora bien, la colonialidad la describimos
como una mentalidad, como el espíritu de
dominación que persiste hasta nuestros días
basado precisamente en la creencia de la su-
perioridad de unos pueblos y naciones sobre
otras, de tal manera que aquellas van al res-
cate (con sentido mesiánico) o a la supresión
(para la limpieza social y humana) de éstas.
La colonialidad es un espíritu capaz de inva-
dir las culturas, el conocimiento y hasta las
actitudes más profundas del ser humano, lle-
gando a introyectar y a justificar las acciones
colonizadoras.
El punto clave de la colonialidad está en la
supresión del "otro", "distinto, diferente de mí
y totalmente ajeno a mi manera de ser y de
actuar." No acepto "la alteridad" y, por tanto,
se construyen dicotomías (división en dos)
prácticamente excluyentes, como lo señalan
algunos autores: División entre lo masculino
y lo femenino, entre el alma y el cuerpo, entre
el mundo cristiano y el mundo pagano, entre
la razón y la afectividad, entre la raza blanca
y la raza negra, entre una cosmovisión y otra,
una cultura y otra, entre la naturaleza y el pro-
greso, etc. Lógicamente en estas dicotomías
se privilegia a la que social e históricamente
ha tenido y tiene el poder de dominación. "El
poder imperial", por llamarlo de alguna ma-
nera, es la matriz del colonialismo y la
colonialidad. La colonialidad se da en diver-
sos campos: en las culturas, en el lenguaje,...
2.- El patriarcalismo y el sistema
patriarcal.
Sistema Patriarcal.
Sistema Patriarcal: Es un conjunto de creen-
cias, "verdades rectoras" de la conducta indi-
vidual y colectiva que están basadas en "la
fascinación de la masculinidad", de tal mane-
ra que se considera a los hombres superiores
en todo con respecto a las mujeres y a todos
los demás seres de la naturaleza. Es todo un
imaginario social y simbólico donde prevale-
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
ce el dominio del hombre por ser hombre (ma-
cho) y la subordinación de la mujer por ser
mujer (hembra). Es una contraposición entre
lo que el sistema considera masculino y lo
que considera propio de lo femenino.
Me parece pertinente en estos momentos dis-
tinguir entre lo que entendemos por "sexo" y
lo que entendemos por "género". El sexo son
todas aquellas características universales e
inmodificables con las que nace el ser huma-
no. Son diferencias biológicas que no cam-
bian. Por ejemplo, sólo los hombres tienen la
capacidad de producir espermatozoides. Úni-
camente las mujeres tienen ovarios y matriz.
Sólo ellas amamantan a los bebés, etc.
En cambio, género son todas aquellas cons-
trucciones socioculturales que se atribuyen
exclusiva o preponderantemente al hombre o
a la mujer. Son, pues, todas aquellas formas
de relación entre el hombre y la mujer que
pueden cambiar. Por ejemplo, antes las muje-
res no usaban pantalón. Los hombres no se
dedicaban a las labores domésticas conside-
radas propias de la mujer, etc.
El patriarcalismo o machismo.
El patriarcalismo o machismo son todas aque-
llas actitudes, conductas, acciones, discursos
y valoraciones que tienen su sustento en el
sistema patriarcal llegando a ser injustas, dis-
criminatorias, prepotentes y agresivas a todo
lo que se considera femenino. Desgraciada-
mente el patriarcalismo o machismo no tiene
fronteras y puede ser ejercido por hombres y
mujeres sin importar raza o condición social.
En el fondo de estas posturas está anidado el
menosprecio de lo femenino que se manifies-
ta en la idea de que el varón llega a concebir-
se como lo más auténtico y perfectamente hu-
mano. Por consiguiente lo femenino es una
degradación del ser humano, es inconsistente
y accidental al ser humano. Por diferentes
explicaciones o deficiencias nace la mujer que
no viene a ser sino un varón frustrado, un va-
rón que, por diversas causas, no llega a su
plenitud. Al varón se le considera como el
único transmisor de la vida. La mujer es un
simple receptáculo de la vida. Toda esta men-
talidad es discriminadora de las mujeres y
misógina.
Con esta mentalidad de fondo ya nos pode-
mos explicar toda la serie de comportamien-
tos y actitudes que lesionan profundamente
la dignidad femenina. Así, por ejemplo, la
mujer es el "sexo débil", no puede asumir ta-
reas de responsabilidad pública, no es apta
para el estudio, tampoco es hábil para cargos
directivos. Los afectos, ya sean emociones o
sentimientos, son preponderantemente feme-
ninos y, por tanto, son signos de debilidad. El
varón debe reprimirlos ("Los hombres no llo-
ran") porque su grandeza radica en su fuerza
y en ser el vencedor de todas las batallas.
Lo propio de la mujer, en todo caso, serán las
labores domésticas. Incluso con una mentali-
dad antifeminista se exalta "la hermosa, ma-
ravillosa y nobilísima tarea de la maternidad"
como sinónimo de reclusión en el hogar. Este
solo hecho deberá quitarle "la tentación" de
querer competir con el varón en áreas de la
vida pública, de quitarle el "ansia" de ser como
el varón debido a su "deficiente naturaleza".
Entonces, ¿la mujer es un estorbo para el hom-
bre? ¡Claro que no! En una actitud antife-
minista se dice que la mujer enriquece y com-
plementa al hombre. Es su "media naranja".
Por tanto, solamente vale en referencia al va-
rón, tanto cuanto le ayude en su realización y
misión de dominio. De esta manera se exalta
la tarea de la mujer, pero sin dejar de ser una
esclava.
37
Hacia un desarme cultural de la violencia
Descalificación de la mujer.
Todavía más. La actitud misógina, de aver-
sión contra la mujer, lleva a la sociedad mis-
ma a descalificarla moralmente hablando
como "peligrosa" por seductora, coqueta y débil
por sus inclinaciones sexuales, dotada de una
gran disposición para el erotismo y el placer.
Se le considera "impura" por sus menstrua-
ciones; sin embargo, se da una doble moral
para el varón y para la mujer. Se exhibe la
sexualidad y el cuerpo femenino, pero con re-
ferencia al varón para que se complazca en
ella, admire su belleza y la disfrute. También
se da una cosificación de la mujer mediante
la prostitución, consecuencia de una estruc-
tura social moralizante que denigra a la mujer
como "sexoservidora".
A todo esto, tenemos que añadir que la exa-
cerbación de la violencia contra la mujer lleva
al extremo de los feminicidios, es decir, al ase-
sinato de las mujeres por el sólo hecho de ser
mujeres. Incluso se da el hecho de revictimizar
a las mujeres asesinadas diciendo que lleva-
ban una doble vida, que frecuentaban lugares
peligrosos o que se vestían provocativamente.
Feminización de la naturaleza.
El hombre, en su afán de dominio, hasta cier-
to punto ha "feminizado la naturaleza", conci-
biendo a la tierra como nuestra madre, nodri-
za, doncella, fecunda, etc. que necesita de la
intervención y del poder del hombre para que
fructifique y, lógicamente, éste puede dispo-
ner de ella a su antojo. Se da, pues, una rela-
ción distorsionada, injusta y depradadora de
la naturaleza. Los movimientos "ecofeministas"
se esfuerzan en ayudarnos a tomar concien-
cia de este problema.
Es indudable que la mujer actualmente ha
ganado espacios muy importantes en la so-
ciedad tanto en la política, en la cultura, en lo
social, en el mundo del trabajo, en lo religio-
so, en la investigación, etc. todo lo cual ha
derribado atavismos, tabúes, discriminaciones
y van despejando poco a poco el panorama
para una recta comprensión del ser humano
como persona con su especificidad tanto mas-
culina como femenina. Creo que se está en el
camino correcto para lograr la igualdad de
derechos y responsabilidades, aunque debe-
remos reconocer que existe un buen trecho
por recorrer y el camino es escabroso. Es im-
portante reconocer que una auténtica libera-
ción del ser humano, hombre y mujer, deberá
pasar por la liberación femenina.
3.- El economicismo y la economía
neoliberal.
La economía neoliberal.
Por economía neoliberal se entiende el mode-
lo económico que considera el libre mercado
como el mejor instrumento para potenciar
eficientemente los recursos de la sociedad,
dejando el Estado la rectoría de la economía
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
para fungir más bien como un vigilante de la
misma y con una cierta intervención como
benefactor de la sociedad.
Al poner en práctica este modelo económico,
hay una fuerte tendencia privatizadora de las
empresas públicas y paraestatales, se busca
una disminución significativa de impuestos a
mercancías y capitales extranjeros, una flexi-
bilización laboral (desaparición de sindicatos,
menos compromisos en prestaciones, pagos
por hora-trabajo), recortes al gasto público en
bienestar social (eliminación de subsidios),
apertura comercial, libre tránsito de produc-
tos, atención a la macroeconomía más que a
la micro, etc.
Economicismo.
Este modelo económico absolutiza la relación
mercantilista con una visión exclusivamente
economicista que se basa en la competencia
despiadada sin atender al bienestar social,
privilegia al capital sin tomar en cuenta los
derechos humanos (capitalismo salvaje), su
afán es el acaparamiento de bienes sin im-
portar el impacto ambiental, concentra la ri-
queza en grandes emporios de producción y
de consumo que obliga a la migración de gran-
des masas de mano de obra. A todo este fe-
nómeno le llamamos "economicismo". El Papa
Juan Pablo II se expresaba así de este fenó-
meno: "Cada vez más, en muchos países ame-
ricanos impera un sistema conocido como
neoliberalismo; sistema que haciendo referen-
cia a una concepción economicista del hom-
bre, considera las ganancias y las leyes del
mercado como parámetros absolutos en de-
trimento de la dignidad del respeto de las per-
sonas y los pueblos. Dicho sistema se ha con-
vertido, a veces, en una justificación ideológi-
ca de algunas actitudes y modos de obrar en
el campo social y político que causan la
marginación de los más débiles". (EA 56).
Economía narcotizada.
Si bien es cierto que los capitales no tienen
patria, este modelo propició los llamados "ca-
pitales peregrinos" que de la noche a la ma-
ñana pueden estar en una nación o en otra
causando perjuicios económicos en su movi-
lidad. También ha propiciado la especulación
en la bolsa de valores (ganancias de capitales
improductivos), así como el "monetarismo"
(dolarismo) sustentado no en la producción
de bienes y servicios, sino en el poder político
y militar. Hay que recordar que desde 1972
el dólar no se sustenta en las reservas de oro
que se tengan.
Por otro lado, aunque la intención del modelo
neoliberal no haya sido la de propiciar el lava-
do de dinero por parte de la delincuencia or-
ganizada, sí ha facilitado dicha operación. De
acuerdo con un informe de la oficina de las
Naciones Unidas contra el narcotráfico y la
delincuencia (UNOCD) la criminalidad organi-
zada mueve de 800 a 900 mil millones de
dólares al año en el mundo. Esto es indicativo
del poderío que han alcanzado los grupos cri-
minales en el mundo regido por el neolibe-
ralismo y sus imperativos como lo es la des-
regulación generalizada y la apertura comer-
cial. De ahí que podemos afirmar que las
estrategias oficiales contra el trasiego de dro-
gas son actos de simulación, pues seguramen-
te en lo económico habría un enorme desajuste
financiero global si dejara de circular el dine-
ro ilícito y manchado de sangre.
Hay economistas que afirman que con un cre-
cimiento económico prolongado se consegui-
ría reducir la pobreza y la desigualdad con el
fenómeno del "derrame" (trickle down) a ca-
pas sociales bajas. Esto se da en la naturale-
za automáticamente por la ley de la grave-
dad, pero socialmente hablando nunca se ha
dado. Por ello es falso afirmar que "la abun-
39
Hacia un desarme cultural de la violencia
dancia de los ricos es el salario de los po-
bres". Además, en esta economía de mercado
en la que se privilegia el capital, la "abundan-
cia" se consigue en base de la precariedad y
hambre de los trabajadores. De ahí que los
mismos creadores del modelo neoliberal ins-
pirado en lo que se ha llamado "el consenso
de Washington" han buscado maneras de co-
rregirlo, pues la realidad ha traído persisten-
temente altas tasas de desempleo, estanca-
miento de ingresos, aumento de pobreza, cre-
ciente desigualdad y la violencia del crimen
organizado.
El Papa Francisco ha escrito lo siguiente refi-
riéndose a este modelo económico: "Algunos
todavía defienden las teorías del derrame...
Esta opinión, que jamás ha sido confirmada
por los hechos, expresa una confianza burda
e ingenua en la bondad de quienes detentan
el poder económico y en los mecanismos sa-
cralizados del sistema económico imperante"
(EG 54). "Ya no podemos confiar en las fuer-
zas ciegas y en la mano invisible del merca-
do" (EG 204).
4.- El mito de la violencia redentora y del
"chivo expiatorio". (Walter Wink).
El mito de la violencia redentora.
En este apartado, asumo el interesante plan-
teamiento que hace en su libro Walter Wink,
"Paz, Teología para un nuevo milenio" (Edito-
rial Lumen, Buenos Aires-México, 2005). El
autor se expresa así del mito de la violencia
redentora: "Este mito ensalza la creencia de
que la violencia salva, que la guerra trae la
paz, que la fuerza hace al derecho. Es una de
las historias más viejas y repetidas del mundo."
"Este mito de la violencia redentora –señala el
autor– es un mito real del mundo moderno.
Es él y no el judaísmo o el cristianismo o el
islamismo, la religión dominante en nuestra
sociedad actual."
Luego el autor hace referencia a los progra-
mas televisivos y de salas de cine (los cuales
replican mitos ancestrales de dioses en dis-
puta) en los que "los malos", "los villanos" de
la película, violentos y artífices del mal, son
vencidos por héroes igualmente violentos que,
además, actúan al margen de la ley con la
misma saña y crueldad de los villanos. Algu-
nos incluso haciendo justicia por su propia
mano. Recordemos películas como las de
Rambo, X-Men, Harry el sucio, James Bond,
Spiderman, Superman, Batman, etc. incluyen-
do los dibujos animados y las viejas películas
del Oeste (Western) en las que todo se arre-
glaba a tiros. Los videojuegos mismos tienen
una gran carga de violencia: El niño compite
logrando vencer y suprimir al mayor número
de sus adversarios antes de caer vencido por
una bomba o por ráfagas de metralleta.
El mito de la violencia redentora y del estado
de seguridad nacional.
El autor, además, denuncia que el mito de la
violencia redentora llega a ser la espirituali-
dad que sustenta al sistema de seguridad na-
cional: "El mito de la violencia redentora sirve
como la espiritualidad interna del Estado na-
cional de seguridad". Se establece "una reli-
gión patriótica en el corazón del Estado" y el
mito mismo "sirve a la espiritualidad del mili-
tarismo". "La ideología de la seguridad nacio-
nal convierte al nacionalismo en algo supre-
mo. La gente es prescindible. El Estado no".
En mi opinión esta mentalidad de la seguri-
dad nacional permea, de alguna manera, la
lucha contra el crimen organizado en nuestro
País. El combate al crimen organizado por
parte de las fuerzas de seguridad (policías y
ejército) tiene como objetivo principal la se-
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
guridad del Estado más que la seguridad ciu-
dadana y, en general, la seguridad humana.
Por lo mismo, escuchamos con frecuencia
declaraciones en las que se habla de "daños
colaterales" para referirse a ciudadanos ino-
centes que cayeron en el fuego cruzado, como
también en el argot periodístico la muy soco-
rrida y mal usada frase de que "se encontra-
ban en el lugar equivocado", siendo que quie-
nes están en el lugar equivocado son quienes
han traído la guerra a nuestras calles que nos
pertenecen como ciudadanos.
Otro aspecto que me parece importante seña-
lar es que los niños y jóvenes no sólo llegan a
identificarse con el "héroe" que "redime vio-
lentamente", sino con los mismos "villanos"
dando rienda suelta a la imaginación para mi-
metizarlos. Muchos de nuestros niños y jóve-
nes anhelan ser sicarios ante la exaltación de
la violencia y de las armas que, en esta socie-
dad violenta, les da un status de poder. Para
ellos los narcos son sus "villanos favoritos".
Sólo como un ejemplo de dicho mimetismo
llevado hasta el extremo, reproducimos una
nota periodística del 17 de mayo del 2015,
del "Informador": "La fiscalía de Chihuahua
informó este fin de semana que un grupo de
niños (dos niñas de 13 años, un niño de 11 y
dos adolescentes de 15) secuestraron, tortu-
raron, asesinaron y sepultaron a otro menor,
éste de seis años, cuando estaban "jugando".
Éste suceso evidencia que hay "una reproduc-
ción cultural de la violencia... Se ha normali-
zado la violencia, incorporándola a los juegos
infantiles y esto no es nuevo, ha habido mu-
chos señalamientos de niños que juegan a ser
narcos, a los secuestros" (Declaraciones de Juan
Martín Pérez García, director de la Red por los Dere-
chos de la Infancia).
"Los cinco niños y niñas que asesinaron a
Christopher Márquez Mora fueron asesinados
primero... un homicidio espiritual que fue ma-
tando la humanidad de sus victimarios-vícti-
mas... Porque en la colonia donde viven... es
de los espacios donde claro se ve la produc-
ción y reproducción ampliada de la violencia
que padecemos... Los autores intelectuales del
infanticidio son quienes llenan la televisión y
el cine de contenidos violentos, quienes fabri-
can videojuegos donde la meta es matar." (Dr.
Víctor Quintana Silveyra)
El mito del "chivo expiatorio".
También Walter Wink nos advierte en su libro
sobre el mito del "chivo expiatorio". Nos dice
lo siguiente: "Una vez que los niños han sido
adoctrinados dentro de las expectativas de una
sociedad dominante, nunca dejarán de tener
la necesidad de ubicar el mal fuera de ellos
mismos. Aun siendo adultos, tenderán a bus-
car chivos expiatorios".
"Chivo expiatorio" es la denominación que se
41
Hacia un desarme cultural de la violencia
le da a una persona o grupo de ellas a quie-
nes se quiere hacer culpables de algo de lo
que no son, sirviendo así de excusa a los fines
del inculpado.
Con esta descripción queda claro que el siste-
ma injusto, violento y de dominación, cual-
quiera que éste sea, queda intocable, pues
toda la culpa recae en el o los chivos expia-
torios. Precisamente Caifás tenía la pretensión
de que Jesucristo fuera un "chivo expiatorio"
cuando declara: "Es preferible que muera un
solo hombre por el pueblo, a que toda la na-
ción sea destruida" (Cfr. Jn. 11, 50). Si Jesucris-
to hubiera tomado el papel de un simple "chi-
vo expiatorio", quedaría justificado el sistema
de dominación y de injusticia al que Caifás
pertenecía; Pero Jesús resucitado y vencedor,
da un mentís al sistema de dominación que
lo llevó a la cruz poniéndolo en evidencia, pues
"cada latigazo contra Jesús revelaba su pro-
pia ilegitimidad". Recordemos, dice Wink, que
"lo que mató a Jesús no fue la irreligión sino
la religión misma, no fue la falta de ley, sino
precisamente la ley; no fue la anarquía, sino
quienes tenían el orden en sus manos. No fue-
ron las bestias, sino quienes se consideraban
los mejores".
¿QUÉ HACER PARA EL DESARME
CULTURAL DE LA VIOLENCIA?
1.- Desaprender "aprehendiendo"
Damos como un hecho fácilmente constatable
que vivimos inmersos en una cultura de vio-
lencia que se nos ha transmitido desde pe-
queños hasta "por ósmosis". Nuestro lengua-
je, nuestra visión del mundo, nuestras actitu-
des y acciones llevan consigo –las más de las
veces inconscientemente– una carga de vio-
lencia. De ahí que lo aprendido como infor-
mación y como conductas incontrovertibles
"porque así tiene que ser", ahora las debere-
mos revisar de una manera crítica y vivencial
con la finalidad de adquirir una toma de con-
ciencia que sea resignificadora desde la pers-
pectiva de una cultura de paz, no-violenta.
Tenemos que pasar de una cultura mimética,
"bancaria" solamente aprendida a un "aprehen-
dizaje", es decir, a una internalización genera-
dora de conceptos de paz y transformadora
de una sociedad violenta. Necesitamos pasar
de un aprendizaje "domesticador" a un "apre-
hendizaje" crítico, liberador, creador, afectivo
y promotor de nuevas actitudes ante la vida,
ante la realidad y ante nosotros mismos.
Esta tarea de desaprender "aprehendiendo"
llega a tener tintes proféticos cuando se tra-
ta de desenmascarar la mentira camuflada
ésta de verdad. Como decía Mons. Casaldá-
liga, si un opresor dice Dios, yo le digo jus-
ticia, paz y amor, pues éstos son los verda-
deros nombres del Dios que niega. Si el opre-
sor dice justicia, paz y amor, yo le digo Dios,
pues su justicia, su paz y amor son falsos.
Éste es un enorme reto que actualmente se
tiene en el mundo de hoy tan plagado de
falacias y de lobos rapaces disfrazados de piel
de oveja.
Hacia la aceptación del otro como
"alteridad".
Anteriormente hemos señalado que uno de los
elementos generadores de violencia es el co-
lonialismo y la mentalidad colonial (colonia-
lidad) que consiste básicamente en la nega-
ción/dominación del "otro", del "diferente".
Uno de los grandes retos es la tarea histórica
y cotidiana de la aceptación del otro como
alteridad, es decir, de alguien con el cual no
solamente coexisto sino me relaciono y, junto
con él, me construyo y nos construimos como
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seres humanos. El centro de todo mi queha-
cer no eres "tú" ni soy "yo", sino que somos
"nosotros". Es más, "yo" no seré plenamente
"yo" sin ti, ni "tú" sin mí. En otras palabras la
plenitud del ser humano es esencialmente
relacional.
Esto que parece un juego de palabras y un
asunto de sicología, tiene una repercusión so-
cial muy fuerte, pues exige el rompimiento de
estructuras excluyentes e incluyentes para
abrirse al pluralismo y a la diversidad. El ex-
clusivismo se da cuando una cultura, una re-
ligión, una raza, una nación, un grupo social...
se erigen como valores absolutos, auténticos
y verdaderos de tal manera que anulan y lle-
gan a tener como falso todo lo diferente a ellos
(Por ejemplo, la cultura indígena se toma como
un simple folklore). El inclusivismo se da cuan-
do se acepta que en los diferentes hay ele-
mentos legítimos y verdaderos dignos de to-
marse en cuenta pero el parámetro (el mode-
lo) viene siendo lo propio. Esto es dominar
con mano suave. Es un criptocolonialismo, un
colonialismo a escondidas. (Por ejemplo,
considerar a Mahatma Ghandi como un "cris-
tiano anónimo"). El pluralismo se da cuan-
do se acepta que los diferentes gozan de su
propia verdad y son consistentes por sí mis-
mos. El centro no es lo propio sino la realiza-
ción plenamente humana y la búsqueda de
la armonía que hace posible la paz. Se re-
conoce que las culturas, religiones, razas,
naciones, grupos sociales son iguales en sus
derechos. La diversidad se vuelve profun-
damente enriquecedora.
Del "razonar" al "corazonar"
Ya hemos expuesto algunas ideas sobre lo que
el Papa Francisco atinadamente ha llamado
"la revolución de la ternura" en el capítulo so-
bre la espiritualidad de la paz. El título a este
apartado lo tomo de la asociación civil "Cora-
zonar, abriendo senderos hacia la reconcilia-
ción" que realiza una importante labor sin fi-
nes lucrativos en la promoción de la Equidad
de Género, los Derechos Humanos y la Trans-
formación No violenta de Conflictos. Su mi-
sión es "abrir senderos hacia la reconciliación
y el buentrato". (www.corazonar.org)
De acuerdo a nuestro tema del desarme cul-
tural de la violencia me parece que es impor-
tante desaprender el simple hecho del "razo-
nar" para aprehender a "corazonar", es decir, a
tomar conciencia de que el ser humano no es
únicamente racional, sino que lleva consigo
toda una carga de afectos (emociones y senti-
mientos) que van ligados al corazón (al amor).
En buena parte se ha privilegiado la razón, es
decir, el pensamiento por la idea errónea que
las emociones y sentimientos son muestras
de debilidad y, en un sistema patriarcal como
lo hemos descrito, se pierde masculinidad. Es
de suma importancia tomar conciencia de que
las emociones y sentimientos son los que ha-
cen posible el diálogo y la comunicación. A
través de ellos (miedo, tristeza, alegría, cora-
je, desaliento, etc.) se da a conocer la perso-
na en lo que piensa y en lo que ama. "Los
sentimientos son como mis huellas digitales:
únicas e irrepetibles en los demás". Podría-
mos decir que el ser humano es un animal
racional (piensa), volitivo (elige) y afectivo
(sentimental y emotivo). Esto nos lleva inclu-
so a pensar que deberíamos pasar del con-
cepto de uni-versidad (donde se estudia y ge-
nera pensamiento) al concepto de di-versidad
(donde se estudia y genera humanidad), paso
indispensable para la paz.
Por una economía de la gratuidad.
En la dinámica de "desaprender aprehendien-
do" necesitamos trastocar de contenido algu-
nos conceptos de la economía neoliberal. A
ella le interesa, por ejemplo, la productivi-
43
Hacia un desarme cultural de la violencia
dad como acumulación de capital, el con-
sumo como adicción (consumismo), la com-
petencia como el descarte de los menos idó-
neos, las personas por su capacidad de pro-
ducción y/o de consumo. Todos los bienes y
servicios son mercancías, pues todo se vende
y todo se compra en esta concepción mer-
cantilista de la economía.
Comenzaremos desnudando a este modelo
económico en la falsedad de su principio de
que todo se compra y todo se vende. Hay va-
lores que no se venden ni se compran: el amor,
la amistad, la solidaridad, la verdad, la ho-
nestidad... Precisamente estos valores son los
que construyen al ser humano y a la comuni-
dad. Todos ellos hacen ver que la economía
neoliberal está fincada en pies de barro, pues
existe otra economía, la economía de lo gra-
tuito (La economía de la gracia en términos
cristianos). Esta economía la viven especial-
mente las comunidades indígenas. No hay
competencia sino compartir. Hay una gran pro-
ductividad social no de acumulación sino de
apoyos mutuos, de arraigo a la tierra y de un
profundo sentido comunitario. Las personas
valen por sí solas y por formar parte de la co-
munidad. Ninguna de ellas sobra y se procura
que nadie pase necesidad. Se valora el traba-
jo artesanal y se respeta la naturaleza.
El Papa Benedicto XVI en su Encíclica Caritas
in Veritate (La caridad en la verdad) resalta de
muchas maneras lo anteriormente expresado:
"La ciudad del hombre no se promueve sólo
con relaciones de derechos y deberes sino,
antes y más aún, con relaciones de gratuidad,
de misericordia y de comunión" (No. 6). "No
basta progresar sólo desde el punto de vista
económico y tecnológico" (No. 23). "La doctri-
na social de la Iglesia sostiene que se pueden
vivir relaciones auténticamente humanas, de
amistad y de sociabilidad, de solidaridad y de
reciprocidad, también dentro de la actividad
económica y no solamente fuera o después
de ella" (No. 36).
Para concluir este apartado deberemos men-
cionar que hay esfuerzos muy interesantes que
se están llevando a cabo desde hace algunas
décadas por diversas entidades de la socie-
dad civil a favor de una economía social, soli-
daria, humana y por un comercio justo.
Existe una diversidad de cooperativas de
consumo, de producción y de financia-
miento que ordinariamente son la econo-
mía de las familias pobres. Muchas de es-
tas economías se mueven al estilo de la
economía familiar: "Se distribuye de acuer-
do a las necesidades de cada uno... Se
recorta el presupuesto cuando alguien está
pasando por una urgencia... Todos traba-
jan, todos aportan, de acuerdo a sus ca-
pacidades... Aquí no hay improductivos..."
¿Qué hacer ante el mito de la violencia
redentora?
Ciertamente las más de las veces se tiene
que navegar contra corriente; sin embar-
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
go, tomando conciencia de la difusión tan fuer-
te que tiene el mito de la violencia redentora
(al parecer es lo que comercial y financie-
ramente mejor reditúa en los diversos medios
de comunicación), lo primero será una tarea
de concientización en la familia, en la escue-
la, en el trabajo y en otros ambientes posibles
para que los niños y jóvenes, teniendo un sen-
tido crítico de la realidad, estén menos vulne-
rables a la influencia perniciosa de la exalta-
ción de la violencia. Ayudará mucho un diálo-
go y discusión sobre determinados programas
televisivos o videos de redes sociales.
Otro aspecto importante es la exigencia que,
como ciudadanos y padres de familia, se de-
berá plantear ante las autoridades para mejo-
rar la programación de los medios de comuni-
cación, especialmente en la televisión y la ra-
dio con el criterio de que sean realmente
constructivos de la persona y de la comunidad.
Finalmente, sólo quiero mencionar la necesi-
dad de tener expertos en la resolución pacífi-
ca de los conflictos de toda índole (personal,
social, comunitaria, entre pueblos y naciones,
etc.) como una alternativa viable, no-violenta
y, además, con la garantía de que en una so-
lución pacífica no hay perdedores, pues se tra-
ta de ganar-ganar.
¿Qué hacer ante el mito del "chivo expiatorio?
Cualquier sistema de dominación de muchas
maneras busca perpetuarse en el poder y una
de ellas, tal vez la más socorrida, sea la del
chivo expiatorio. Podemos hablar desde el
esposo alcohólico o golpeador que le echa la
culpa a su mujer de su vicio o enojo porque
no es bien atendido en su hogar hasta la ex-
culpación de las violaciones y feminicidios por
vestirse las mujeres tan provocativas o andar
en lugares peligrosos. El sistema de domina-
ción se justifica también cuando revictimiza a
las víctimas, o bien, cuando hace recaer la
culpa de la delincuencia en las madres de
los delincuentes por no haberlos educado
"como Dios manda" o también cuando trata
como delincuentes a los opositores al siste-
ma o criminaliza las legítimas protestas de
la ciudadanía...
Hemos vivido el caso del chivo expiatorio con
el asesinato del niño Christopher, anteriormen-
te mencionado, al manifestarse parientes y
amigos de la familia del niño asesinado pi-
diendo duro castigo contra ellos e incluso pi-
diendo el linchamiento de los padres de los
cinco niños asesinos.
El solo hecho de aclarar privada y pública-
mente de dónde proviene realmente la violen-
cia y el sufrimiento en la vida de las personas
y comunidades, es el logro más importante
en contra del mito del chivo expiatorio. De esta
manera se pone en evidencia el sistema de
dominación logrando, de alguna manera, que
no siga perpetrando la violencia con la que se
sostiene el sistema mismo.
2.- La vacuna de "la No-violencia activa"
contra el virus de la violencia.
Una descripción de la "No-violencia
activa"
La expresión "No-violencia activa" es un tér-
mino consagrado para señalar, ante todo, la
oposición a todo acto de violencia con accio-
nes no-violentas de tal manera que no se tra-
ta de una mera actitud de no-intervención o
de un pacifismo pasivo. Por lo mismo, aclara-
mos que aunque la expresión parece negativa
(no-violencia) se trata de una postura, de una
filosofía, de una acción altamente positiva.
Podríamos decir que la "No-violencia activa"
es, en primer lugar, un estilo de vida, una
45
Hacia un desarme cultural de la violencia
manera de ser y de vivir que, ante todo, brota
del respeto a todo ser viviente de tal manera
que busca no dañar a nadie, tiene conciencia
de la dignidad de la persona humana y cree
en la fuerza del amor para convivir en paz.
Por otra parte, la "No-violencia activa es tam-
bién un recurso moral que se utiliza en el cam-
po social y político, basado en la superioridad
de la fuerza de la verdad y del amor para salir
en la defensa de la justicia y de la paz, bus-
cando que "el adversario" (a quien se le reco-
noce su dignidad y no se le considera enemi-
go) se convierta del error o, por lo menos, deje
de ejercer la violencia. Es una opción alterna-
tiva a la violencia que pretende "humanizar" a
la humanidad.
La gran vacuna contra la violencia: La
"No-violencia activa".
La cultura de violencia la podemos considerar
como una verdadera epidemia o pandemia que
ha invadido todos los ambientes de nuestra
sociedad. En medicina cuando hay epidemia
la vacunas ya no surten efecto. En un am-
biente y en una dinámica de violencia difícil-
mente la "No-violencia", que es nadar contra
corriente, hubiera, por ejemplo, logrado dete-
ner las dos guerras mundiales, la sangrienta
revolución mexicana, las guerras contra Irak o
Afganistán, etc.
Sin embargo, la "No-violencia activa" ha de-
mostrado su eficacia cuando es aplicada a fon-
do y en algunas circunstancias favorables. Ha
evitado guerras y revoluciones sangrientas.
Ejemplo de ello tenemos en Gandhi quien lo-
gró con este método la independencia de la
India. Martín Luther King quien logró detener
en buena parte la discriminación. Gorbachov
logró el fin de la guerra fría. Mandela alcanzó
el fin del apartheid en Sudáfrica y unificó al
país evitando una guerra civil...
Con esto, lo que quiero señalar es que no de-
bemos preguntarnos si la "No-violencia acti-
va" puede detener otra guerra mundial o si
puede detener, por ejemplo, la guerra de Siria.
Creo que las preguntas más importantes y que
valen la pena hacernos es cómo hacer posible
que una guerra mundial o cualquiera otra no
vuelvan a ser posibles y ni siquiera vuelvan a
ser pensadas como una solución a los conflic-
tos. Cómo hacer para que no vuelva a ser po-
sible que la delincuencia organizada se pose-
sione social y políticamente. Cómo hacer po-
sible que un Chapo Guzmán, un Caro Quintero,
un Zeta40 no vuelvan a ser posibles. Cómo
hacer posible que ya no haya más casos como
el de Tlatlaya o el de Ayotzinapa (De ellos
hablaremos más adelante).
En otras palabras el virus de la violencia (la
cultura de la violencia) ha sido caldo de culti-
vo para las guerras, para la delincuencia y
muchas otras violencias. El antídoto es la "No-
violencia activa", la siembra de una cultura
no violenta, de una cultura de paz. ¿Será po-
sible? ¡Claro que sí! Porque la tarea y el gran
reto de fondo no es sino "humanizar" a la hu-
manidad, "humanizar" lo que la violencia sim-
plemente ha "deshumanizado".
Romper "la espiral de violencia".
Toda acción violenta espera por inercia una
respuesta violenta, la cual, a su vez, suscita
una nueva violencia. Esta dinámica da como
resultado, a fin de cuentas, una interminable
espiral de violencia, como la llamaba el gran
Arzobispo brasileño Dom. Helder Cámara de
feliz memoria.
En un esfuerzo por romper esta espiral de vio-
lencia y hacer prevalecer una resolución pací-
fica de los conflictos, hay que pugnar por una
toma de conciencia de que no sólo existe la
relación de víctima y victimario, de agresor y
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
agredido, de opresor y oprimido, de domina-
dor y dominado, vencedor y vencido... sino
que es posible una tercera relación (addo
tertium): la relación de hermanos, de coope-
radores, de conciudadanos, de amigos... Je-
sucristo invita a romper esa relación de vio-
lencia cuando dice: "A quien te abofetea en
la mejilla derecha, preséntale también la
otra... Incluso invita a amar al enemigo (Cfr.
Mt. 5,38-48).
La "No-violencia activa" asume también como
estrategia para romper la espiral de violencia
el poner en ridículo la violencia misma, ha-
ciéndola caer en contradicción. Por ejemplo,
cuando se recibe con flores a la policía arma-
da hasta los dientes o cuando se pretende
hacer un desalojo de un lugar público y la
manifestación se transforma en una verbena
popular. Jesús mismos invita a ridiculizar la
violencia cuando dice: "(Al soldado romano)
que te pida que lo acompañes mil pasos, ve
con él dos mil" (Mt. 5, 41)
3.- Empoderamiento de la "reserva moral"
del pueblo.
¿Qué es "la reserva moral"?
Para decirlo de una manera muy sencilla "La
reserva moral" de un pueblo la conforman sus
usos y costumbres, sus leyes, sus fiestas, sus
tradiciones, su música, sus obras de arte, sus
comidas, sus creencias, su estilo de vida,
sus "sobreentendidos" en su convivencia,
etc. Así, por ejemplo, forman parte de la "re-
serva moral" la solidaridad ante una des-
gracia, el acompañamiento en el funeral, el
arraigo a la tierra, la religiosidad popular, el
amor y aprecio a la familia. el respeto a los
mayores, etc.
47
Hacia un desarme cultural de la violencia
Promoción de "la reserva moral" en
situaciones de violencia.
Partimos del hecho que actualmente hay un
gran deterioro o rompimiento del tejido social
por diversas causas: La violencia en las ca-
lles, la inseguridad, la desconfianza, los to-
ques de queda, la corrupción, la impotencia...
De ahí que para cultivar la flor de la paz se
necesita potenciar en el ámbito público esa
gran fuerza social a la que le hemos llamado
"reserva moral". Las calles, las plazas públi-
cas, los templos, los lugares de diversión y
deporte son y le pertenecen al pueblo. Impor-
tante será la multiplicación de eventos socia-
les y familiares a favor de las comunidades
para la recuperación de sus propios espacios.
Hay que potenciar también la confianza entre
los vecinos del barrio o de la colonia para ayu-
darse y protegerse unos a otros, de tal mane-
ra que las jovencitas, los niños puedan salir
de sus casas sin temor a ser agredidos, sa-
biendo de antemano que serán cuidados por
la comunidad.
Otro aspecto importante de la "reserva moral"
del pueblo es la protesta ante las diversas vio-
lencias que actualmente se viven. Las mar-
chas, los plantones, las procesiones, peregri-
naciones, oraciones públicas, declaraciones de
personajes importantes (el obispo, sacerdo-
tes, artistas, intelectuales, profesionistas, etc.)
todo ello puesto en actividad es de suma im-
portancia para contener e inhibir la violencia
que padecemos. Tiene mayor relevancia e
impacto social un acto de culto y de oración
hecho en el lugar donde se dio la violencia
que en el templo mismo. Todo esto más la
creatividad en acciones que plantee la comu-
nidad es poner en juego la "reserva moral".
4.- Participación ciudadana e incidencia
en políticas públicas.
Actualmente se puede decir que por parte del
sistema de partidos y por parte del aparato
del Estado se da una real expropiación a los
ciudadanos de hacer política. Simplemente
no hay posibilidades, pues las puertas es-
tán cerradas para la ciudadanía. Para decir-
lo de otra manera: La política y el mismo sis-
tema político mexicano están secuestrados por
una partidocracia y ésta, a su vez, por una
serie de "poderes fácticos" (los grandes em-
porios económicos y comerciales, los me-
dios de comunicación, la Banca, los sindi-
catos, los caciques, las iglesias, las mafias,
el Fondo Monetario Internacional, etc.). A esto
le añadimos una ancestral y galopante co-
rrupción en la clase política y una escanda-
losa impunidad de la que goza la delincuen-
cia. Por todo ello, es muy poco lo que pue-
den influir los grupos de ciudadanos en las
políticas públicas, en las decisiones que
toma el Gobierno.
¿Qué hacer ante todo esto? Es indudable que
lo anteriormente expuesto es una manifesta-
ción clara de la muy poca e irrelevante parti-
cipación ciudadana, debido a muy diversos
factores que no es el momento de analizar. Lo
único que podemos sugerir como tarea es la
de formar y capacitar a grupos de ciudadanos
en lo social y político para que incidan en aque-
llos aspectos de su interés en la propia locali-
dad y de acuerdo a su propia creatividad. Una
especie de junta de ciudadanos. De ahí surgi-
rá la posibilidad de unirse a otros grupos con
afinidad de pensamiento y de actividades. La
paz solamente será posible en la búsqueda y
construcción del bien común. Ésta es la fina-
lidad y no otra de hacer política. Dice el Do-
cumento de Aparecida de los Obispos
Latinamericanos: "La construcción de ciuda-
danía, en el sentido más amplio, y la cons-
trucción de eclesialidad en los laicos, es uno
solo y único movimiento" (No. 215).
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
5.- Atención a víctimas de la violencia.
Sólo enunciamos esta importante tarea, pues
hay todo un apartado en este libro dedicado a
tratar el tema de las víctimas de la violencia.
Solamente señalaremos que el reto más im-
portante en la atención a víctimas es lograr
que pasen de su status de víctimas a ser suje-
tos de su propio destino y a empoderarse como
ciudadanos con la finalidad de exigir justicia
y ayudar a otras víctimas a realizar el mismo
proceso que ellas han vivido.
49
DEL JUBILEO A LA RESTAURACIÓN.
1.- Del Año Sabático al Jubileo bíblico.
Cada siete años se proclamaba el Año Sabático que consis-
tía, en un primer momento, en dejar descansar la tierra para
permitirle que se recupere para una buena cosecha. Poco a
poco este descanso sabático viene a tener también una con-
notación social: No recoger los frutos que puedan darse para
que los indigentes y necesitados puedan alimentarse, así como
las bestias del campo. En este sentido podemos leer: Ex. 23,
10-12. Pero todavía más: En el Año Sabático también debe-
rán liberarse los esclavos hebreos: "Si compras un esclavo
hebreo, su servicio durará seis años. Al séptimo, podrá mar-
charse. Quedará libre, sin pagar nada". (Ex. 21, 2ss).
Pero no siempre las cosas eran tan sencillas. A medida que
la sociedad judía se hacía más compleja y había ricos que
podían acaparar más y más tierras, denunciados por los pro-
fetas como codiciosos, fue necesario pedirles que en el Año
Sabático restituyeran a los campesinos sus tierras que hu-
bieran tomado como pago de deudas: "Cada siete años harás
la remisión. He aquí en qué consiste la remisión. Todo presta-
Pbro. Camilo Daniel Pérez
IV. JUSTICIA RESTAURADORA
Y JUSTICIA TRANSFORMADORA,
CONSTRUCTORAS DE LA PAZ
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
mista detentador de prenda personal obtenida
de su prójimo, se la condonará; no explotará a
su prójimo ni a su hermano cuando éste haya
apelado a Yhavéh para remisión" (Dt. 15, 1ss).
Estas prescripciones tenían naturalmente su
sustento religioso: El único dueño de la tierra
es el Señor Yhavéh. Hay que confiar plena-
mente en la providencia de Dios. No se puede
mantener en la esclavitud a nadie recordando
que en antaño el pueblo fue esclavo en Egipto
y liberado portentosamente por Yhavéh.
Sin embargo, estas prescripciones no siem-
pre fueron observadas al pie de la letra. Hubo
muchos abusos denunciados por los profetas.
Tanto por esta injusta situación como también
por el mismo espíritu del Año Sabático se pro-
clama el Año Jubilar que se celebrará cada
cincuenta años: "Contarás siete semanas de
años, siete veces siete años, es decir, el tiem-
po de siete semanas de años, cuarenta y nue-
ve años. El séptimo mes, el décimo día del
mes, haréis resonar la trompeta; el día de las
Expiaciones tocaréis la trompeta en todo el país.
Declararéis santo este quincuagésimo año y pre-
gonaréis el rescate de todos los habitantes del
país. Será para vosotros jubileo (Lev. 25, 8ss).
2.- Del Año Jubilar bíblico al Mesías Jubilar.
El Año Jubilar, llamado así por la palabra he-
brea "Yobel" que significa el cuerno del carne-
ro que se utilizaba como trompeta para seña-
lar el comienzo del Año Jubilar, consistía en
restituir todas las tierras que se hubieran com-
prado durante los cuarenta y nueve años pre-
cedentes. Por tanto las tierras más bien se
arrendaban, ya que el único propietario de las
tierras era Yhavéh. De esta manera nadie per-
día su patrimonio familiar.
Ahora bien, ya que el Jubileo tenía la idea de
rescatar el patrimonio, esto se hacía por me-
dio de un pariente de la familia y como tenía
el sentido de remisión, de perdón de deudas,
estos conceptos se fueron tomando también
en sentido espiritual: Perdón de pecados por
medio de un Mesías. Este aspecto espiritual
lo describe así el Profeta Isaías: "El Espíritu
del Señor está sobre mí porque Yhavéh me ha
ungido. Me ha enviado a llevar la buena nue-
va a los pobres, a sanar los corazones que-
brantados; a proclamar la libertad a los pri-
sioneros; a proclamar una año de gracia (de
perdón) de parte de Yhavéh" (Is. 61, 1-3).
Precisamente Jesucristo describe su misión
con estas mismas palabras del Profeta Isaías
proclamándose, con ello, como el Mesías Jubi-
lar (Lc. 4, 16-19) afirmando que en él se cumple
hoy "esta Escritura que acaban de oír" (Lc. 4, 21).
3.- Del Mesías Jubilar a la Justicia
Restauradora.
Jesús está plenamente consciente de que él
es el Mesías Jubilar anunciado por los profe-
tas. Él ha venido a hacer presente la era de
gracia, de la misericordia de Dios haciendo
efectivo el perdón de los pecados ("Para que
sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tie-
51
Justicia restauradora y justicia transformadora, constructoras de la paz
rra poder de perdonar los pecados –dice al
paralítico– A ti te digo, levántate, toma tu ca-
milla y vete a tu casa": Mc. 2, 10-11). Así des-
cribe su misión a los discípulos de Juan el
Bautista: "Vayan y cuenten a Juan lo que oyen
y ven: Los ciegos ven y los cojos andan, los
leprosos quedan limpios y los sordos oyen,
los muertos resucitan y se anuncia a los po-
bres la Buena Nueva" (Mt. 11, 4-5). Por ser un
Mesias Jubilar anuncia que la hora de los po-
bres ha llegado porque de ellos es el Reino de
los cielos. Así lo afirma al proclamar: "Bien-
aventurados los pobres, porque de ustedes es
el Reino de Dios. Bienaventurados los que tie-
nen hambre ahora, porque serán saciados" (Lc.
6, 20ss). Luego categóricamente dice lo con-
trario sobre los ricos que no quieren participar
en el Gran Jubileo viendo por los pobres y
regresándoles lo que es suyo: "¡Ay de ustedes
los ricos, porque han recibido su consuelo!
¡Ay de ustedes los que ahora están hartos,
porque tendrán hambre! (Lc. 6, 21ss).
Para decirlo más llanamente: Jesús como
Mesías Jubilar viene a restaurar el orden per-
dido, la fraternidad quebrantada... viene a traer
la reconciliación y la paz... viene a salvar lo
que estaba perdido, la oveja descarriada, el
hijo pródigo... no ha venido para los justos,
sino para los pecadores... no para los que es-
tán sanos, sino para los enfermos... él mismo
paga el "rescate" por todos con su sangre: "En
él tenemos por medio de su sangre, la reden-
ción, el perdón de los delitos" (Ef. 1, 7). No
viene a condenar al mundo (justicia puniti-
va), sino para que el mundo se salve por él
(justicia restauradora).
¿Qué es la justicia restauradora?
La justicia restauradora busca reparar el daño
ocasionado por el delito cometido, cualquiera
que éste sea, restituyendo la dignidad y los
derechos de la víctima y rescatando, al mis-
mo tiempo, al victimario de su condición de
delincuente.
Por tanto, a la justicia restauradora no le inte-
resa castigar al victimario (justicia punitiva),
sino que deje de serlo para bien de la socie-
dad. Tampoco le interesa dar satisfacción a la
víctima castigando al culpable de su daño, sino
ayudarle a que pase de ser víctima a ser un
sujeto de su propio destino (empoderamiento).
He aquí algunas reflexiones y/o consecuen-
cias de la aplicación de la justicia restauradora:
1ª.- La justicia restauradora no se pregunta
qué castigo hay que ponerle al delincuente,
sino cómo podemos restaurar el daño hecho,
cómo podemos arreglar las cosas. Podemos
llenar las cárceles de delincuentes (sistema
costosísimo) que sólo sirven para contener la
delincuencia pero no para eliminarla. Es más,
los Obispos Mexicanos afirman que desde las
mismas cárceles se planean y dirigen accio-
nes delictivas. En lugar de servir a la readap-
tación social se convierten en verdaderas uni-
versidades del crimen" (No. 53 "Que en Cristo
nuestra Paz México tenga Vida Digna)
2ª.- La justicia restauradora se fundamenta y
pone en juego los siguientes principios:
• La dignidad de la persona humana por el
simple hecho de ser persona sin importar
su situación moral, jurídica, social o de cual-
quier otra índole.
• La capacidad en el ser humano (víctima y
victimario) de entrar en un "proceso de due-
lo" y de cambio de vida (conversión) que le
ayude:
- A resignificar su vida, sus valores, su
pertenencia a una comunidad, a una
familia, su confrontación con la verdad.
- A la toma de conciencia
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
(remordimiento) del daño propio y ajeno
con sentido de justicia.
- A la puesta en juego de los valores del
perdón y de la reconciliación personal y
social.
• El problema del delito y del daño causado y
la justa reparación del mismo les atañen
directamente a la víctima, al victimario y a
la comunidad misma (familia, barrio, lugar
de trabajo, etc.) y no únicamente a los jue-
ces, a la policía o a los abogados. Las sen-
tencias se hacen en base a papeles y docu-
mentos, las más de las veces sin conocer a
la víctima (quien queda dolida, resentida y
frustrada) y al victimario (a quien se le cas-
tiga, queda igualmente resentido y con po-
sibilidades de reincidir en el delito).
3ª.- La verdadera paz no se construye con
cárceles, castigos, represiones, sino con la
restauración del tejido social donde ha que-
dado dañado: En las víctimas, en los vic-
timarios, en sus familias y en la comunidad.
Tal vez nos pueda parecer utópica la imple-
mentación de la justicia restauradora, pero
debemos decir que desde antaño se ha prac-
ticado en comunidades indígenas y autóctonas
en todo el mundo. Actualmente se ha llevado
a cabo en Japón con jóvenes delincuentes, en
Alemania, en Nueva Zelanda, etc. con muy
buenos resultados. Ahora bien, la justicia res-
tauradora pide de suyo una justicia transfor-
madora de la que hablaremos enseguida.
DE LA JUSTICIA RESTAURADORA A LA
JUSTICIA TRANSFORMADORA
1.- ¿Qué es la justicia transformadora?
Si la justicia restauradora busca sanar las he-
ridas del corazón, la justicia transformadora
busca sanar los ambientes, el entorno social,
la vida comunitaria, para evitar en lo posible
que se vuelvan a repetir los delitos cometidos.
Por tanto, la justicia transformadora se avoca,
por una parte, a estudiar las causas o factores
de la delincuencia en las familias, en las es-
cuelas, en la comunidad misma. Así, por ejem-
plo, se propicia la delincuencia o la violencia
si en lugar de espacios públicos de esparci-
miento o para practicar el deporte hay prolife-
ración de cantinas; si no se promueven luga-
res de trabajo dando pie al desempleo, si el
alumbrado público es deficiente, si la cons-
trucción de las viviendas propicia el estrés y
la violencia por hacinamiento, si los medios
de comunicación exaltan la violencia, si no se
propicia o promueve la convivencia entre ve-
cinos, si hay deficiencia o carencia en los ser-
vicios públicos de agua, luz, drenaje, trans-
porte, etc.
Sin embargo, la justicia transformadora no
termina ahí, pues aparte de los delitos come-
tidos por la delincuencia "callejera" (asesina-
53
Justicia restauradora y justicia transformadora, constructoras de la paz
tos, robos, extorsiones, secuestros, desapari-
ciones, cárteles, etc.), tenemos también los
delitos cometidos por "el gobierno" mismo (co-
rrupciones, indolencias, fraudes, malas admi-
nistraciones, influyentismos, impunidades, re-
presiones, intereses particulares, connivencia
con delincuentes. etc.) y los delitos de "las
corporaciones" (contaminación del medio am-
biente, evasiones de impuestos, venta de pro-
ductos adulterados dañinos para la salud, con-
tratos leoninos, trato injusto a trabajadores,
competencias desleales e inmorales, ganan-
cias ilícitas, lavado de dinero, etc.) Todos és-
tos son pecados sociales que claman al cielo,
como afirmaba Juan Pablo II. Incluso muere
más gente por los crímenes de gobierno y el
crimen corporativo que por el crimen calleje-
ro. En este sentido se puede leer el libro de
Eduardo Galeano, "Patas Arriba, la escuela del
mundo al revés" (siglo XXI editores) en el que
hace una crítica acertada y bien documenta-
da de la manera como se maneja el mundo
de hoy, lleno de corrupciones, impunidades y
de delitos de "cuello blanco".
Estos pecados sociales que siempre tienen su
raíz en el pecado personal alimentan lo que le
llamamos "estructuras de pecado" que son
todos aquellos mecanismos institucionales,
legales y modos de proceder que originan una
distribución injusta de los recursos, que dis-
criminan y marginan a personas y comunida-
des. Elementos que generan estas estructu-
ras, entre otros, están principalmente "el afán
de ganancia exclusiva" y la "sed de poder" y,
todo ello, a cualquier precio. Dichas "estruc-
turas de pecado" no son sino justificantes de
la violencia. Por ejemplo, cabe preguntarse si
la actual "reforma energética" busca realmen-
te el bien común o es una forma de justificar y
dar cabida a intereses particulares.
Todos los esfuerzos que se hagan por la de-
mocracia, la participación ciudadana, las pro-
testas y denuncias, las manifestaciones no-
violentas contra las injusticias y las propues-
tas para una mejor calidad de vida, una
sociedad más justa y un gobierno más trans-
parente abonan indudablemente a la justicia
transformadora.
Conclusión.
Lo expuesto sobre la justicia restauradora y
transformadora lo hemos enmarcado en el
concepto bíblico más amplio de lo que pode-
mos llamar la Justicia Jubilar con la finali-
dad de asumir estos valores como un esti-
lo de vida, de tal manera que vivamos en
un jubileo permanente ejerciendo la justi-
cia con misericordia y atendiendo con ge-
nerosidad a los más desfavorecidos de
nuestra sociedad. Cada acto que hagamos
por los más desvalidos es entrar en la di-
námica jubilar de la paz que se construye
en fraternidad. Además, la contemplación
de la obra de Jesucristo como el Mesías
Jubilar, portador de buenas noticias para
los desheredados, nos hace tomar concien-
cia de la dimensión social de nuestra fe
cristiana.
55
1) CASOS AYOTZINAPA Y TLATLAYA
"Violencia institucionalizada".
En el esfuerzo de cultivar la paz en situaciones de violencia y
con el propósito de contribuir al desarme cultural de la vio-
lencia es de suma importancia "des-velar", es decir, quitar el
"velo de la inocencia" y/o de la aparente "neutralidad" a la
violencia que, de muchas maneras, se anida en las institu-
ciones públicas y privadas sean éstas políticas, económicas,
laborales, educativas, culturales, religiosas, deportivas, so-
ciales, militares, policíacas o de cualquier otra índole.
Cuando hablamos de la "violencia institucionalizada" nos
referimos a la utilización indebida y/o desviada y/o perversa
y/o corrupta que los individuos o grupos hacen para sus pro-
pios fines de las estructuras mismas de la institución y del
poder que ellas les otorgan. Por ejemplo, el desvío de fondos
públicos para beneficio de privados. La exigencia de cuotas
a trabajadores del Estado para el partido en el poder con
la amenaza de despidos, manipulación religiosa de la con-
ciencia por parte de líderes religiosos para sus fines parti-
culares, etc.
V. DES-VELAR LA
"VIOLENCIA INSTITUCIONALIZADA"
Pbro. Camilo Daniel Pérez / Dr. Víctor M. Quintana Silveyra
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
También nos referimos a la violencia que se
incuba en las mismas estructuras institucio-
nales que por sí solas, en sus propios meca-
nismos, en las leyes con que se rigen son crea-
doras de violencia por ser injustas, excluyentes,
discriminatorias, esclavizantes, antiecológicas,
etc. Por ejemplo, el salario mínimo frente al
otorgamiento de sueldos y prestaciones de fun-
cionarios públicos, la exclusión de mujeres de
fuentes de trabajo por estar embarazadas, la
violación a derechos humanos por prescrip-
ciones políticas o religiosas, etc.
Cultura política con contenidos violentos.
Refiriéndonos concretamente a las institucio-
nes públicas podemos afirmar que la platafor-
ma, la base de las acciones más burdas de la
violencia institucional (como los casos de Ayot-
zinapa y Tlatlaya) es la cultura política con
contenidos violentos que va permeando, in-
cluso de manera sutil e imperceptible, el or-
denamiento funcional del Estado.
Las prácticas de acciones violentas con las
que se ejerce el poder de las instituciones
públicas van creando costumbres que se vuel-
ven "naturales", "cotidianas" y, finalmente, se
introyectan tanto en funcionarios públicos
como en los ciudadanos. Así se llega a crear
un modelo hegemónico de cultura política que
lo mismo puede aceptar la lentitud burocráti-
ca de los funcionarios públicos para resolver
los problemas (a veces urgentes) de la ciuda-
danía que la brutalidad policíaca. Lo mismo
se aceptan o, por lo menos, se soportan suel-
dos altos y prestaciones escandalosas de los
funcionarios públicos, así como gastos exor-
bitantes de representación en comidas, via-
jes, hoteles de lujo y regalos entre dichos fun-
cionarios que los desvíos millonarios del era-
rio. Las "mordidas" y los "influyentismos"
forman parte del argot y de la vida cotidiana
de los ciudadanos.
De esta manera el poder público se absolutiza,
se mitifica, se vuelve patrimonialista y me-
siánico ante una ciudadanía inerme, obsequio-
sa, raquítica, necesitada de que se le tome en
cuenta y llena de necesidades. De aquí bro-
tan muchos de nuestros males que nos aque-
jan hoy en día.
El mejor instrumento para romper la he-
gemonía de esta cultura política de con-
tenidos violentos es indudablemente una
educación concientizadora, liberadora,
crítica, generadora de creatividad, de tal
manera que educador y educando lle-
guen a ser sujetos (no objetos) de su pro-
pio destino.
El encubrimiento y/o justificación
de la violencia institucionalizada.
La gravedad de la "violencia institucio-
nalizada" estriba en el daño que se infli-
ge a personas y/o colectividades, pero
no menos en la capacidad que se tiene
57
Des-velar la "violencia institucionalizada"
de encubrir a la violencia misma con el "velo
de la inocencia" y la desinformación, por decir
lo menos, con el manto de la impunidad, de
la descalificación ante la denuncia, de la displi-
cencia, de la banalidad, del "cochupo", del
cinismo, de la amenaza, de la represión y
hasta de anular o suprimir al denunciante, por
decir lo más. Se trata de encubrir la violencia
con otras actitudes no menos violentas que la
primera.
Casos ilustrativos: Ayotzinapa
y Tlatlaya.
Ciertamente hay muchos casos ilustrativos
de la "violencia institucionalizada"; sin em-
bargo, podemos tomar como casos emble-
máticos los recientes acontecimientos de
Ayotzinapa, Guerrero y Tlatlaya, Estado de
México. Ambos casos son evidentemente
hechos de violencia institucionalizada, crí-
menes perpetrados por funcionarios públi-
cos en connivencia y cooperación con el cri-
men organizado. En ambos casos podemos
detectar cómo el sistema político actúa para
autojustificarse o, por lo menos, para eludir
responsabilidades.
En el caso de Ayotzinapa en el que resultaron
asesinados algunos estudiantes, otros heridos
y 43 normalistas desaparecidos el pasado 26
de septiembre del 2014, podemos detectar
algunas maneras que tiene el sistema político
de eludir las propias responsabilidades. He
aquí algunos ejemplos: Las autoridades insis-
ten en asumir el caso Ayotzinapa como un
crimen de la delincuencia organizada y no
como un crimen de Estado. Hay lentitud y ré-
mora en la investigación que se vuelve densa-
mente burocrática, de formalismos y papeleos
más que de campo. Se da el ocultamiento de
datos importantes. Se exime a priori al Ejérci-
to de toda responsabilidad. Hay ofrecimiento
de dinero para que los familiares de los estu-
diantes desistan del caso.
Se buscan maneras de descalificar la exigen-
cia de justicia infiltrando elementos violentos
en las manifestaciones y declarando que hay
intereses oscuros y mezquinos de organiza-
ciones solidarias que se aprovechan del dolor
de los familiares de las víctimas. Se descalifi-
ca a los estudiantes acribillados y desapareci-
dos afirmando que "se ganaron la muerte por
revoltosos" o que "Entre ellos hay infiltrados
de la delincuencia organizada".
Se apuesta al cansancio y al desaliento de
quienes exigen justicia y verdad sobre lo acon-
tecido y lo más increíble: 43 estudiantes des-
aparecidos de la noche a la mañana que has-
ta la fecha en que se escribe este apartado
(113 días) aún no aparecen. Esto sólo es po-
sible con la intervención de fuerzas del Esta-
do. Además, no hay en el País un solo senten-
ciado por desaparición forzada ni hay alguna
persona, hasta el momento, consignada bajo
ese rubro.
En cuanto al caso de Tlatlaya, Estado de Méxi-
co, acontecido el pasado 30 de junio del 2014,
en el cual estuvieron involucrados elementos
del Ejército en el asesinato a mansalva de 22
personas, simplemente señalaremos el ocul-
tamiento tan descarado que lograron hacer
de estos crímenes tanto el Gobernador de la
entidad como la misma Defensa Nacional
encubriendo el crimen y, aún más, transfor-
mándolo en una hazaña gloriosa del Ejérci-
to Mexicano quien, en "un valiente enfren-
tamiento, logró abatir a peligrosos malean-
tes del crimen organizado". Solamente hasta
que una testigo presencial denuncia la ver-
dad de los hechos y sin la posibilidad de
ocultarlos se vieron obligados a desmentir-
se. Incluso se buscó impedir mediante
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
amparos que salieran a la luz pública los ex-
pedientes del caso.
A modo de conclusión.
El mejor esfuerzo que podemos hacer para la
reconstrucción de la paz derrotando la violen-
cia institucionalizada con sus mecanismos
encubridores y autojustificadores de la mis-
ma, es la búsqueda incesante de la verdad de
los hechos mediante la exigencia terca e inci-
siva de la transparencia, de la investigación,
del análisis y de la información clara y contun-
dente a la ciudadanía. Esto dicho tan sencilla y
llanamente requiere de muchos esfuerzos, de
planes estratégicos, de acudir a medios de co-
municación independientes y confiables, de
trabajo en equipo, de presionar hasta el can-
sancio a las autoridades y de honestidad en el
manejo de todo el material informativo. En este
sentido nos han dado un ejemplo los padres y
familiares de los estudiantes de Ayotzinapa,
los normalistas mismos, las diversas organi-
zaciones de la sociedad nacionales e interna-
cionales, así como los medios de comunica-
ción independientes y alternativos.
Uno de los mayores daños que se le puede
hacer al pueblo, a los ciudadanos en general,
es el engaño mediante la manipulación de la
información. De ahí que para la construcción
de una auténtica y verdadera paz es bienveni-
do cualquier esfuerzo que se haga para lograr
una toma de conciencia en las clases popula-
res del acontecer del mundo, del País y del
entorno mismo con una información veraz,
clara y oportuna, de tal manera que cada ciu-
dadano tome conciencia del daño que le oca-
siona la violencia que parte de las institucio-
nes y de las personas que las representan. De
ahí surge la necesidad de participar y con-
quistar espacios en el sistema político, pues
se cae en la cuenta de que la calidad de vida
y la distribución de los recursos de manera
sana y honesta dependen de la acción políti-
ca y de las decisiones de quienes detentan el
poder. De ahí que no basta con votar en las
elecciones. Hay que participar para influir en
las decisiones políticas.
2) POLÍTICAS PÚBLICAS, GENERADORAS
DE VIOLENCIA EN LAS FAMILIAS
Cd. Juárez, caso emblemático.
He aquí algunos de los procesos y hechos en
curso que día a día constituyen un verdadero
trabajo de zapa y de implosión de las fami-
lias. Nuestra referencia es Cd. Juárez, pero
como un caso emblemático que sucede, sin
lugar a dudas, en muchísimas otras partes de
nuestra República. Es importante tomar con-
ciencia de ello para focalizar mejor nuestros
esfuerzos a favor de la paz.
Los míseros salarios que perciben los y
sobre todo las jefas de familia:
El salario promedio, ya integrado, en las
maquiladoras de nuestro estado anda en los
700 pesos por semana. Incluso si lo perciben
dos miembros de una familia, ¿es posible con
mil cuatrocientos pesos, alimentar, vestir, pro-
teger, transportar, curar, educar y divertir una
familia? Por esto la madre o el padre o ambos
buscan empleos adicionales. En una ciudad
como Juárez donde uno de cada cuatro hoga-
res es de jefatura femenina, hay un gran nú-
mero de madres que al ver que su salario en
la maquiladora no les alcanza tienen que tra-
bajar doble turno o emplearse como meseras
en bares para completar sus ingresos. No es
que les guste, no hay de otra.
Las pésimas condiciones y ubicación de las
viviendas y el mal servicio de transporte:
Las nuevas unidades habitacionales están di-
59
Des-velar la "violencia institucionalizada"
señada para el lucro de los cons-
tructores y promotores y el luci-
miento fugaz de los gobernantes,
pero se ubican muy lejos de los
centros de trabajo y de los hoga-
res de los abuelos y la familia am-
plia que pudieran apoyar a las
madres y los padres trabajadores
en el cuidado de los hijos. Debi-
do a las largas jornadas y vastos
tiempos de desplazamiento, pro-
piciados por un transporte colec-
tivo deficiente, las madres y los
padres cuentan con muy pocos
ratos para convivir sin tensiones con los hijos.
La falta de guarderías, escuelas de tiempo
completo, centros de desarrollo infantil:
La mayoría de madres y padres que tienen
que trabajar, no cuentan con los servicios de
guarderías o escuelas de tiempo completo
donde dejar a sus hijos. Y si llega a haberlos,
generalmente se encuentran muy lejos de sus
centros de trabajo. Aquí no hay opción: si se
quiere pasar más tiempo atendiendo a los hi-
jos, no alcanzará para darles de comer, en-
tonces, tienen que dejarlos solos, o encarga-
dos a los vecinos, con los riesgos que esto
implica: hay que considerar todas las viola-
ciones y abusos que se dan cuando las niñas
y los niños quedan a merced de extraños.
La impunidad e incluso protección a los
autores de la violencia familiar y de
género:
Aunque las organizaciones de mujeres de
nuestro estado han arrancado al gobierno sig-
nificativos avances, en la atención a la violen-
cia familiar, Chihuahua sigue siendo uno de
los estados donde más incidencia tiene. Aún
hay muchas autoridades desde la barandilla
hasta la dirección general, que mantienen vi-
siones sexistas y culpan a las propias vícti-
mas de la violencia que han padecido. Aún
seguimos siendo uno de los primeros estados
en feminicidios, –tan sólo dos adolescentes
asesinadas en la capital en el lapso de una
semana– y la impunidad de los autores es di-
rectamente proporcional a la ineficacia de las
autoridades.
La pobreza de contenido de los medios
electrónicos:
Con sus raras y muy honrosas excepciones, el
tipo de contenidos que la mayoría de medios
televisivos, radiofónicos e impresos difunden,
brilla por su baja calidad cultural, por su po-
breza estética y por reproducir los "valores"
que precisamente están destruyendo las fa-
milias: el individualismo, el consumismo, el
hedonismo sin más, la intolerancia a la dife-
rencia, etc. A la influencia de estos medios y
de estos mensajes es a lo que los hijos de las
familias están expuestos mucho más tiempo
que a la escuela o a la convivencia con la
madre o el padre.
El considerar que sólo hay un tipo de
familia:
Si se piensa y se predica que sólo son fami-
lias las constituidas por mamá, papá, hijas e
hijos, se invisibiliza, se excluye y se estigma-
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
tiza a todos los tipos de familias realmente
existentes: las monoparentales, las encabe-
zadas por madres solteras –muy numerosas–
o padres solteros –no tan numerosos. Aque-
llas formadas por uno o dos de los abuelos, la
madre y los hijos. Las personas que, sin ser
pareja o siéndolo, deciden vivir bajo un mis-
mo techo para apoyarse y protegerse. La fa-
milia nuclear tradicional es cada vez menos
predominante estadísticamente y considerar
que sólo ella es familia, es desconocer la di-
námica social.
Todo lo anterior ha afectado a una función
esencial de las familias: la llamada "econo-
mía del cuidado". Es ese espacio y ese tiempo
que se dedica en una familia de cualquier tipo
a la convivencia, a la plática, a la transmisión
de visiones de la vida, de valores, de conoci-
mientos informales. Dedicado a la expresión
del cariño, a la risa conjunta, a la dispensa de
caricias. La destrucción de esta "economía del
cuidado" repercute directamente en la gene-
ración de varias formas de violencia y de des-
integración social.
Así pues, lo que destruye no sólo nuestras fa-
milias sino también nuestra sociedad es el afán
desmedido de lucro, el salario injusto, la in-
eficacia y la irresponsabilidad de las autorida-
des, el tratar a las y los trabajadores peor que
a las máquinas, a los ciudadanos como aca-
rreados. Los que ocasionan violencia en la
familia son, las más de las veces, los poderes
políticos y económicos que niegan el acceso a
los derechos básicos y los poderes simbólicos
que predican una moral que se desentiende
de las condiciones materiales en las que bre-
gan por su vida los seres humanos.
61
Aclaración.
El presente escrito es un extracto de un estudio de investi-
gación más amplio del autor en el que, a base de estadísti-
cas en homicidios dolosos, juvenicidios, feminicidios, se-
cuestros y delitos en general, desmiente al expresidente
Felipe Calderón, quien en su artículo del 2013 "Todos so-
mos Juárez, una estrategia innovadora para enfrentar la vio-
lencia y el crimen" (publicado por la Universidad de Harvard
en Latin America Policy Journal) afirma que su estrategia
de seguridad no sólo resultó exitosa, sino que debe ser es-
tudiada como paradigma.
Víctor Quintana, además, en su artículo nos plantea los gra-
ves problemas causados por la situación de guerra y violen-
cia, como son el estancamiento o retroceso de la economía,
los altos costos humanos y sociales (cuando menos 10,000
huérfanos en Cd. Juárez, 230,000 personas desplazadas,
cientos de viviendas abandonadas, etc.), la debilidad de un
Estado fallido ante la delincuencia, así como la deses-
tructuración de la economía campesina, amén de rezagos y
carencias entre otras cosas.
Finalmente, termina el autor su estudio analizando las con-
VI. EL "CALENTAMIENTO SOCIAL"
Y LA "DESINSTITUCIONALIZACIÓN"
DrDrDrDrDr. Víctor M. Quintana Silveyra. Víctor M. Quintana Silveyra. Víctor M. Quintana Silveyra. Víctor M. Quintana Silveyra. Víctor M. Quintana Silveyra
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
secuencias socio-culturales de estas situa-
ciones de violencia a las que les llama "ca-
lentamiento social". Ésta es la parte que a
continuación se expone, la cual no deja de
tener actualidad en el actual sexenio de En-
rique Peña Nieto.
Consecuencias socio-culturales de la
violencia.
Uno de los factores que pesa fuerte en la
multiplicación de las violencias en Chihuahua
y en especial en Ciudad Juárez es de orden
socio-cultural. Lo explicamos así: todos estos
jóvenes pobres, con graves rezagos en cuanto
a la atención a su desarrollo personal, a su
salud, a su educación, no han recibido ese
espacio de socialización, de transmisión de
valores, de normas, de tradiciones que más
ampliamente se conoce como "economía del
cuidado" y que los prepara a una adecuada
reproducción natural, económica y social, a
la ciudadanía económica, social y política. Pero
a la par de este descuido hacia ellos, hay un
bombardeo continuo de mensajes de los me-
dia que los invitan al consumismo, a la satis-
facción material inmediata como valor máxi-
mo, a falta de otro sentido de la vida ya que,
por otra parte son excluidos del empleo, de la
educación y de otros servicios sociales.
Esto provoca una exacerbación de las
pulsiones individuales, un deseo de satisfa-
cerlas a toda costa, aun acudiendo a medios
ilegales o abiertamente criminales. Las caren-
cias en la socialización y la corrupción gene-
ralizada en la política y en la sociedad le quita
todo poder a los principios éticos y la exposi-
ción mediática o en sus grupos informales de
las proezas y privilegios a que acceden los
narcotraficantes, los hacen vulnerables a las
invitaciones a formar parte de bandas delic-
tivas y a encaminarse en las conductas crimi-
nales. Cuando alguien le pregunta a este tipo
de jóvenes si no tienen miedo de que los ma-
ten por involucrarse con el narcotráfico, abun-
dan respuestas como las siguientes:
"Prefiero vivir poco y disfrutar lo que siempre
he deseado aun con el riesgo de que me ma-
ten, a vivir en la miseria mucho tiempo".
Estas conductas van más allá de la simple
"anomia", porque no sólo se alejan de la nor-
ma, de la integración social. Se convierten en
una multiplicación de microcomportamientos
delictivos, dentro de las organizaciones crimi-
nales o al lado de ellas, y van generando un
ambiente cotidiano de agresión, de exacciones,
de amenazas que hemos llamado el "calenta-
miento social".
Aquí confluyen pues, dos procesos que anali-
za Wieworka: por un lado, la "desinstituciona-
lización", el retroceso o el debilitamiento de
las instituciones que garantizan la socializa-
63
El """""calentamiento social""""" y la """""desinstitucionalización"""""
ción, los lazos sociales, como es la escuela y
que conducen a lo que Robert Castel llama la
"desafiliación". Por otro lado, el ascenso del
individualismo moderno que no para en me-
dios así sean ilegítimos y violentos para ha-
cerse de los bienes y satisfactores legítimos
cuya posesión y disfrute son exacerbados por
los media. Así se crean las condiciones para
el surgimiento de diversas formas de violen-
cia anómicas, delincuenciales, expresiones tal
vez de una subjetividad abortada, de una im-
posibilidad de los jóvenes de ser actores de
su existencia en un mundo donde la exclusión y
la violencia hacia ellos son predominantes.1
Algunas de las manifestaciones más
significativas de dichas violencias han sido:
• Feminicidio: los asesinatos de mujeres sólo
por ser mujeres, con gala de crueldad, con
intención de hacerles daño y lesionarlas en
su ser de mujeres. Chihuahua es el estado
donde empezó a aparecer el problema en
1993 y entre esos años y 2006 la cifra de
feminicidios ascendió a 497, es decir, un
promedio de más de 41 anuales.
• Suicidios: Chihuahua figura primer lugar
nacional entre 2004 y 2010, con 1562
casos.
• Violencia familiar: Chihuahua ocupa el cuar-
to lugar nacional con 128 casos mensuales
denunciados.
• Violaciones: de nuevo, un vergonzoso pri-
mer lugar nacional para Chihuahua, con
26 casos denunciados por cada cien mil
habitantes.
• Accidentes: primer lugar nacional, con mil
267 casos por cada cien mil habitantes.
Chihuahua es el estado del país donde más
jóvenes entre 15 y 29 años perecen de esta
manera.
La disputa de los cárteles por el territorio
y por una inserción ventajosa en la
mundialización del crimen.
La zona serrana del Suroeste del estado de
Chihuahua, desde los años cuarenta ha sido
una región privilegiada para el cultivo de
enervantes. Se trata de la zona limítrofe con
los estados de Sinaloa y Durango, conocida
como "El triángulo dorado". Aquí nacieron y
han operado con gran libertad los principa-
les cárteles de la droga en México y han lo-
grado enrolar como productores a buena
parte de la población, que siempre ha esta-
do marginada de las políticas oficiales y en la
droga encuentra una alternativa de vida. La
implantación de dichos cárteles se da desde
los años setenta.
Otro factor de suma importancia es la viola-
ción sistemática de los derechos humanos des-
de tiempos de la "Operación Cóndor" del Ejér-
cito Mexicano en los años setenta en la zona
de la Sierra Tarahumara. Con el pretexto de
combatir el cultivo de enervantes, los milita-
res han atropellado las garantías de la pobla-
ción desde hace muchos años, a la vez que se
han coludido con algunos grupos criminales.
Por otra parte, desde mediados de los años
ochenta, se fortalece en Ciudad Juárez, la or-
ganización criminal que luego habrá de lla-
marse "El Cártel de Juárez". Su fundador es
Pablo Acosta Villarreal, quien en 1987 es
mandado asesinar por Amado Carrillo Fuen-
tes, apodado "El Señor de los Cielos", por su
gran habilidad para desplazar drogas por la
vía aérea. Bajo su mando el cártel se implan-
ta en todo Chihuahua y extiende mucho más
allá su influencia hasta convertirse en uno de
los más poderosos del país, adueñándose de
la introducción de mariguana y cocaína, prin-
cipalmente hacia los Estados Unidos vía la
frontera chihuahuense. Luego a la muerte de
1
WIEWORKA Michel (2005), La violence, Paris,
Hachette Littératures, pp.66 y 67.
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Amado Carrillo en 1997, se inicia una escala-
da sangrienta por su sucesión a la cabeza de
la organización criminal y es su hermano Vi-
cente quien controla la sucesión.2
El desarrollo del Cártel de Juárez, que poste-
riormente se llamará La Línea, se inscribe
dentro de un proceso en el que los narco-
traficantes mexicanos se tornan protagonistas
del tráfico mundial de drogas. Desde los años
noventa los Estados Unidos cierran el "corre-
dor del Caribe" del tráfico de drogas, con el
arresto de Matta en Honduras y Noriega en
Panamá, el "sellamiento" de la región de Miami
y la intensificación de la guerra contra los
"capos" colombianos". Además, con la puesta
en vigor del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte, en 1994, se multiplica el
comercio no sólo de mercancías lícitas, sino
también las ilícitas, como los enervantes y las
armas a ambos lados de la frontera. Así, los
cárteles mexicanos, antes sólo transportado-
res al servicio de los colombianos, se convier-
ten en los importantes protagonistas del cri-
men organizado a escala mundial.3
Al momento de comenzar Calderón su "guerra
contra el narcotráfico" en 2006, operan en
México seis cárteles: el de Sinaloa, el de
Tijuana, el del Golfo, la Familia Michoacana,
el del Milenio, y el cártel de Juárez. Este últi-
mo es tal vez el más poderoso, pero al calor
de la guerra recién iniciada verá cómo la
creciente fuerza del Cártel de Sinaloa, al
mando de Joaquín El Chapo Guzmán, viene a
invadirle su territorio al lado o con las fuerzas
federales.
Para entender mejor esto último es necesario
recordar que, como en Sinaloa y Durango, sus
vecinos del "triángulo dorado", Chihuahua es
también productor de mariguana y de ama-
pola desde la primera mitad del siglo XX, pero
cuenta con una ventaja comparativa sobre
ellos: tiene frontera con los Estados Unidos,
muy extensa de más de 700 kilómetros y bue-
na parte de ella se ubica en zonas despobla-
das, desérticas, ideales para las brechas clan-
destinas de quienes introducen droga a los
Estados Unidos.
Los cárteles no tratan sólo de controlar una u
otra parte del territorio nacional, lo que se dis-
putan son las vías y los canales de distribu-
ción de drogas desde sus zonas de produc-
ción en Sudamérica y México hasta las ciuda-
des donde viven los 22 millones de adictos
de los Estados Unidos. Es, pues, la disputa por
acceder a un lugar privilegiado en la mundia-
lización del crimen, otro de los factores que
inducen una enorme carga de violencia.
Un Estado fracturado, corrompido en
varias de sus esferas.
La narrativa del gobierno de Calderón y hasta
cierto punto la de los dos gobiernos estatales
que coincidieron con él entre 2008 y 20012,
el de Reyes Baeza y el de César Duarte, es la
de un Estado sólido, casi monolítico, con una
estrategia única, sin fisuras que enfrenta al
crimen organizado para proteger a la pobla-
ción de la violencia y la delincuencia.
La realidad fue otra y, en buena medida, por
eso se disparó la violencia: como a la estrate-
gia de Calderón no precedió una operación
previa de limpieza y depuración de las fuer-
zas armadas y de la policía que ya habían dado
muestra de su complicidad con diversas frac-
ciones del narcotráfico, resultó que en la prác-
2
VULLIAMY Ed: Amexica: La guerre contre le crime
organicé sur la frontière États-Unis/Mexique; Albin Michel
2013, p.55.
3
KRAUZE Enrique: México: la tormenta perfecta, en Letras
libres, Noviembre 2012, año 14, no. 167.
65
El """""calentamiento social""""" y la """""desinstitucionalización"""""
tica el enfrentamiento que se dio era de cier-
tos sectores y niveles del Estado, aliados o
infiltrados por una organización criminal, con-
tra otra fracción del Estado, aliada o infiltrada
por otra organización. Sin menoscabo de que
haya habido también fracciones del Estado,
del Ejército y de las diversas policías que en
verdad buscaron combatir al crimen, pero en
un terreno minado, donde las coordenadas de
quién apoyaba a quién no estaban claras y
siempre estaban en riesgo de ser infiltrados o
que sus operaciones fueran "telegrafiadas" a
los criminales antes de llevarse a cabo.
Esta fragmentación del Estado también pue-
de ser uno de los efectos de la alternancia en
el poder y la prolongada transición a la demo-
cracia en México. El que los diversos órdenes de
gobierno, federal, estatal y municipal estén en
manos de personas de partidos políticos opues-
tos, genera no un "gobierno dividido", sino el
gobierno verdaderamente "fracturado", luego de
una larga tradición de presidencialismo y cen-
tralismo. Es decir, se van diluyendo los con-
troles del gobierno federal sobre estados y
municipios pero en éstos no se construyen
controles, mecanismos de exigencia y rendi-
ción de cuentas a la ciudadanía o al legislati-
vo local, de ahí que luego de la salida del PRI
de la presidencia en el 2000, se hayan empe-
zado a generar verdaderos cacicazgos en va-
rios estados de la República. Así, al momento
de aplicar la estrategia de la guerra contra el
crimen hubo dispersión, falta de coordinación,
cuando no boicoteo de un orden de gobierno
a otro. Todo esto porque durante los gobier-
nos de la alternancia en México no hubo una
labor eficaz de desmantelamiento de la co-
rrupción reinante en las diversas instancias de
procuración y administración de la justicia.
No es ocioso mencionar, por último, que en la
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
frontera norte de México hay una ausencia casi
crónica del Estado o una muy débil presencia
del mismo ahí, sobre todo en poblaciones
como Ciudad Juárez u Ojinaga, pequeña ciu-
dad "in the middle of nowhere", fronteriza con
Presidio, Texas. Ahí el gobierno federal o el
del estado procuraron siempre invertir lo mí-
nimo y sacar lo máximo, dejar la frontera a los
negocios lícitos o ilícitos que se pudieran ha-
cer con los extranjeros, desde la venta de al-
cohol, la prostitución hasta las industrias
maquiladoras y no llevar a cabo programas
de desarrollo más que de fachada. No es ex-
traño, pues, que en esta zona penetrara con
tanta fuerza la delincuencia y se fuera gene-
rando lo que a nuestro juicio consiste en otro
factor más de la violencia:
Impunidad y cultura de la ilegalidad.
Fracturado y debilitado el Estado, lógicamen-
te resulta ineficaz en la investigación, deten-
ción y castigo de los delincuentes. La impuni-
dad en Chihuahua es de las más altas del país:
98% de los delitos quedan sin ningún castigo
legal. No cabe la menor duda entonces en
cuanto a la influencia decisiva de la impuni-
dad en la reproducción ampliada de la delic-
tividad. Si durante todos los años noventa y
hasta mediados de la década de los dos mil
muy pocos delincuentes fueron detenidos en
Chihuahua por el asesinato de mujeres, por el
feminicidio, éste se reprodujo y se amplió. No
sólo eso, cuando los delincuentes fueron per-
seguidos en otros estados donde llegó prime-
ro la operación conjunta del Ejército y las po-
licías, se refugiaron sobre todo en Chihuahua
porque sabían que ahí tendrían mucho me-
nos posibilidades de ser detenidos.
La impunidad, el hecho de que el Estado ope-
re de manera fragmentada, alejada de la po-
blación y con significativas dosis de corrup-
ción, lejos de indignar a la mayoría de la po-
blación genera una cultura de poco respeto a
la legalidad. Por un lado, si los primeros en
violar la ley son los propios órganos de gobier-
no y, por otro, si los mecanismos legales re-
sultan tan inequitativos y no hay incentivos
para someterse a ellos, las y los ciudadanos
acuden a toda suerte de estrategias paralegales
como el comercio informal, o francamente ile-
gales como el soborno, el contrabando, para
sobrevivir. Por eso, a pesar de los enormes
gastos hechos por los diversos gobiernos para
promover "la cultura de la legalidad" ésta no
opera porque es propiciada cotidianamente
desde las propias esferas gubernamentales.
La famosa teoría de "la ventana rota", promo-
vida por Rudolph Giuliani, ex alcalde de New
York aquí no funciona porque son los actores
gubernamentales los principales rompedores
de ventanas.
Un ejemplo muy claro de esto: al iniciar el
Ejército Mexicano su operativo en Chihuahua,
a fines de marzo de 2008, la prensa preguntó
al general al cargo del mismo si utilizaría ór-
denes de cateo para desmantelar las casas de
seguridad del crimen organizado, a lo cual, el
militar respondió: "Mi orden de cateo es el mazo".
El propio operativo.
Finalmente pero sólo en el tiempo, no en cuan-
to a su carga causal está el propio "Operativo
Conjunto Chihuahua", o, más ampliamente en
la declaratoria de guerra hecha por Felipe Cal-
derón al crimen organizado y en la implemen-
tación en los hechos de dicha declaratoria.
Aunque los niveles de violencia eran ya signi-
ficativos en el estado y, sobre todo, en Ciudad
Juárez, la llegada de un importante contin-
gente de soldados y policías federales a partir
de marzo de 2008, en un contexto de guerra
67
El """""calentamiento social""""" y la """""desinstitucionalización"""""
declarada, produce una serie de cambios cua-
litativos y cuantitativos tanto en el crimen or-
ganizado como en los delincuentes ordinarios,
o del fuero común.
En primer lugar, al sentirse amenazados por
la presencia masiva de las fuerzas del orden,
los cárteles de la droga "organizan desde arri-
ba", es decir, contratan a matones a sueldo, a
delincuentes comunes a los que además dis-
tribuyen armas para que los ayuden en sus
acciones de defensa contra el ejército y poli-
cías y a la vez, contra los grupos criminales
que vienen junto o aprovechan la llegada de
las fuerzas federales para posesionarse en el
territorio chihuahuense.
Se genera así una multiplicación de los acto-
res armados y, gracias a las armas de que dis-
ponen, los delincuentes aprovechan para co-
meter nuevos delitos, como las extorsiones,
los secuestros, los asaltos y robos de vehícu-
los a mano armada, etc. Por eso es muy expli-
cable que el número de delitos del fuero co-
mún en el estado de Chihuahua se haya casi
duplicado en los dos primeros años del co-
mienzo del Operativo Conjunto Chihuahua, en
marzo de 2008.
También se incrementa el número de masa-
cres. Entre 2008 y 2012 se perpetran en el
estado 22 masacres de cuatro o más perso-
nas, con un saldo de 246 muertos. entre las
que destacan la de Creel, en la Sierra Tarahu-
mara, en agosto de 2008 con 13 asesinados;
la de Villas de Salvárcar en Ciudad Juárez, en
enero de 2010, con 16 jóvenes asesinados y
la del Centro de Rehabilitación "Fe y Vida" en
la ciudad de Chihuahua, en 2010 con 21
personas ultimadas.
Las masacres se explican porque en un con-
texto de guerra contra las fuerzas del Estado y
las otras organizaciones criminales, los cárteles
acuden a ellas o a los actos de crueldad para
hacerse presencia en los medios de comunica-
ción y aterrorizar a la población y a las organiza-
ciones criminales enemigas, según señala el
especialista mexicano Eduardo Guerrero.4
El mismo autor señala que, al ser desmem-
bradas las organizaciones criminales, se re-
componen en pequeños grupos y cometen más
delitos para adquirir poder y dominar espa-
cios, así, es muy claro que los estados en los
que hubo operativos del gobierno como en el
Operativo Conjunto Chihuahua, la violencia y
la delictividad se incrementaron muy signi-
ficativamente, como lo mostramos en el se-
gundo apartado de este trabajo.
Los aprendizajes luego de estos años de san-
gre y terror son muchos. En primer lugar, que
no puede atacarse de esta manera, frontal e
4
GUERRERO GUTIERREZ, Eduardo: "La estrategia fallida",
en NEXOS, No. 420, diciembre 2012.
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
improvisada, a las organizaciones crimi-
nales, sin una previa y muy sólida labor
de depuración de las fuerzas del Estado y
de inteligencia. En segundo lugar, que
debe actuarse no sólo a nivel nacional,
sino cuando menos binacional, pues las
redes criminales son multinacionales, hay
que atacar las redes completas de sumi-
nistro de sus mercancías ilícitas, no sólo
los extremos que son siempre los más
débiles: el primer productor y el último
distribuidor y consumidor.
Es básico también atender los aspectos so-
ciales y psicosociales del problema: los facto-
res societales que están al origen de las diver-
sas violencias y le preparan una base de apo-
yo a los cárteles, además de todo el problema
de las adicciones, cómo tratarlas y prevenirlas.
Para seguir reflexionando…
Aquí podemos reflexionar a varios niveles: en
primer lugar, realizar un balance somero de
los resultados del Operativo Conjunto Chi-
huahua, en segundo lugar, señalar cuáles son
las principales líneas de investigación y re-
flexión que de aquí brotan.
El Operativo Conjunto provocó en el estado
de Chihuahua una verdadera crisis de seguri-
dad humana, en el sentido de que no sólo la
violencia y los delitos aumentaron, sino tam-
bién los efectos en el empleo, en el ingreso,
en la seguridad de las personas en sus vivien-
das y en sus comunidades se vino a pique.
Entonces los operativos que a posteriori quie-
ren presentar ahora Felipe Calderón5
y algu-
nos de sus colaboradores como "una estrate-
gia para enfrentar la violencia y el crimen" re-
sultaron peores como remedios que la misma
enfermedad. Además que habría que cuestio-
nar si desde antes de llevarse a cabo fueron
planteados así, como un curso de acción pla-
nificado en sus líneas generales, coherente en
sí mismo, etc., porque lo que es evidente es
que los tres órdenes de gobierno estuvieron
improvisando y respondiendo en sus accio-
nes a la contraofensiva del crimen organizado
y a las protestas ciudadanas.
Durante 2012 la violencia disminuyó en Ciu-
dad Juárez, pero no en el resto del estado de
Chihuahua y habría que ver los datos de la
delincuencia en general. Lo que queda muy
claro que, aun aceptando que los gobiernos
federal y estatal celebran, las tasas de homi-
cidio por cien mil habitantes distan todavía
mucho de las predominantes en la primera
mitad de los años dos mil. El estado de Chi-
huahua presenta ahora una tasa de 68 muer-
tes por cada 100 mil habitantes, cuatro veces
superior a la del 2007.
Habría que ver también hasta qué punto esa
disminución de la violencia en la zona de
Juárez obedece no tanto al imperio del estado
de derecho sino a que un nuevo cártel, pre-
5
A este respecto véase el artículo CALDERON Felipe:
"Todos somos Juárez: an innovative strategy to tackle
violence and crime", in Latin America Policy journal,
Harvard University 2013, consultado en el sitio:
http://lapj.webs.com/todos-somos-juarez.
69
El """""calentamiento social""""" y la """""desinstitucionalización"""""
sumiblemente el de Sinaloa, es quien contro-
la ahora el territorio. Y como se mostró luego
de los operativos en Tijuana, al tomar el
control este cártel la violencia disminuye os-
tensiblemente.
Por otro lado, es un consenso de especialistas
que la estrategia de Calderón, seguida por los
gobernadores estatales fue fallida. Al fragmen-
tarse los cárteles se fragmenten los grupos
criminales y se dispersa la violencia, sobre todo
la que más daña a la población civil en forma
de asaltos, robos, secuestros, extorsiones.6
Por
otro lado, disparó a cifras semejantes a las de
una guerra convencional el número de asesi-
natos, pero sin la investigación y consigna-
ción correspondientes a los autores de dichos
homicidios.7
Tampoco se logró atacar y des-
mantelar las redes de lavado de dinero y el
tráfico de armas, lejos de disminuir aumentó,
incluso con la intromisión de la Oficina de Al-
cohol, Tabaco y Armas de Fuego del gobierno
de los Estados Unidos en sus operativos "Rá-
pido y furioso". Y en lo que se refiere a las
acciones para reducir la demanda de las dro-
gas, para brindar tratamiento a los adictos o
prevenir las adicciones fueron muy pocas o
contraproducentes, pues desembocaron en
una criminalización de las personas, pues más
de la mitad de los detenidos en esta guerra
fueron únicamente consumidores de estupe-
facientes.8
Las múltiples violencias que han sacudido a
México, especialmente los estados fronterizos
del norte desde el 2007, llaman la atención
sobre lo que puede ser una nueva tendencia
en el siglo XXI, en un mundo, como dice
Wieworka, "huérfano de dos conflictos estruc-
turadores", el conflicto Este-Oeste y la lucha
de clases. Se trata de dos violencias aun no
planteadas como conflictos, la infrapolítica,
resultado del desorden neoliberal, y la crimi-
nal, resultado, seguramente de la reestructu-
ración del capitalismo y del reciclaje dentro
de su esfera financiera del dinero del crimen
organizado, que tampoco aún se plantea bien
como conflicto, pues no se presenta como to-
talmente opuesto al Estado, a los estados, sino
más bien, buscando la utilización de los mis-
mos. Tenemos la convicción que este tipo de
violencias no son exclusivas de México sino
amenazan extenderse a otras partes del pla-
neta en la medida en que se van presentando
ahí los fenómenos de la exclusión, del "calenta-
miento social" y en la medida en que a las vícti-
mas de éstos son "organizadas desde arriba" por
la delincuencia internacional para extender sus
espacios de influencia y sus ganancias.
Hemos tratado de retomar en este trabajo una
perspectiva no desde el Estado, sino desde
quien desde la sociedad ha padecido estas
formas de violencia. Sin embargo, es necesa-
rio ir más allá, a partir de lo que Wieworka
plantea es necesario emprender una ambicio-
sa investigación sobre estos años de violencia
en Chihuahua y en México, y colocar en el
corazón del análisis los procesos de "subje-
tivación y desubjetivación" que caracterizan a
sus protagonistas.9
A este nivel es también inexcusable empren-
der la necesaria exploración desde las vícti-
mas, comenzando por analizar, confrontar y
reconstruir una definición de las mismas para
indagar cómo la violencia sufrida los ha afec-
tado en su proceso de subjetivación.
6
GUERRERO GUTIERREZ Eduardo, loc. cit. P.31.
7
MERINO José y GOMEZ AYALA Víctor: "Cuerpos sin
nombre", en NEXOS, No.420, Dic. 2012, pp.39-46.
8
MADRAZO Alejandro y GUERRERO Ángela: "Más caro el
caldo que las albóndigas", en NEXOS, No.420, Dic.
2012, pp. 46-53. 9
WIEWORKA Michel, op.cit. p.220, 294 y ss.
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70
UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
A manera de conclusión.
El capitalismo no sólo no va a solucionar los
problemas del mundo, como dice don Pablo
González Casanova: los va a empeorar, y crear
nuevos. Es el caso de la espiral de violencia y
deterioro social que se vive en su máxima in-
tensidad en Ciudad Juárez y, en diferentes
grados, en toda nuestra frontera norte.
La violencia multiforme que acá se vive es el
lixiviado que se produce al interactuar exclu-
sión y desigualdad sociales, corrupción, mo-
delo económico polarizante, integración subor-
dinada e hiperexplotada en la fuerza laboral,
acción de las mafias de todo tipo, debilidad
del Estado, dependencia económica, cultivo
mediático de pulsiones consumistas y sexistas,
etcétera.
Calentamiento social que sucede más en
Chihuahua o Tamaulipas que en Chiapas o
Oaxaca. Porque son aquéllas y no éstas las
entidades más integradas a la globalización
neoliberal mediante el modelo de las maqui-
ladoras. No se da la acumulación de efectos
perversos donde hay más altos índices de
desempleo y menores porcentajes de pobla-
ción activa en el sector secundario. Se da en
las regiones que alguna vez presumieron su
"pleno empleo", su dinamismo industrial, su
integración total a la gran fábrica mundial. Los
eslabones débiles de la globalización no son
las regiones más pobres, pero al mismo tiem-
po con más defensas culturales y comunita-
rias; son los espacios que se entregaron sin
reserva a la globalización neoliberal. Aquellas
donde fue quebrada o desaparecida la resis-
tencia de las comunidades, de las familias, y
se les integró a un proyecto de expectativas
individualistas de consumo muy por encima
de sus miserables ingresos.
71
El """""calentamiento social""""" y la """""desinstitucionalización"""""
La violencia, ya sea del crimen, ya sea del
Estado, detona el desarrollo de enfermedades
mentales (La Jornada, 4 de mayo, nota de
Ángeles Cruz), dispara la tasa de suicidios,
sobre todo entre los jóvenes (La Jornada, 3
de mayo, nota de José Antonio Román), rom-
pe el asociativismo, desbarata comunidades.
No revolución, sí fragmentación, destrucción.
Calentamiento social que tiene por actor pri-
mordial, que no único, al proletariado anómico.
Un proletariado cuyo contingente principal es,
precisamente, la prole de los trabajadores de
la maquila. Niños y jóvenes que por la doble
o triple jornada de sus padres o de sus ma-
dres solteras han crecido descuidados, sin más
escuela que la calle. Quienes han sido vícti-
mas de la violencia doméstica en un contexto
de un modelo de industrialización que reduce
a los trabajadores a su condición de sólo pro-
ductores manuales, y reduce también al míni-
mo los tiempos "no productivos" de la conviven-
cia familiar. Los jóvenes condenados a ser ninis
perpetuos por la retirada del Estado de hacer
efectivos sus derechos básicos de educación,
cultura, recreación, salud y trabajo.
No es un contingente que sirva de ejército de
reserva. Se trata de un proletariado que, alta-
mente integrado a la cultura individualista y
del consumo y altamente excluido de la posi-
bilidad de hacerlo, opta por las conductas vio-
lentas, delincuenciales. Esa es la base social
de las bandas como Los Aztecas y del sicariato.
Si a fines del XIX Durkheim encontró una de
las explicaciones del suicidio en la anomia,
en la imposibilidad de integrarse y acatar las
normas de la sociedad, la anomia explica ahora
no el suicidio, sino el feminicidio y el
juvenicidio.
Podría verse esto con ojos clasistas, con el
mismo temor que al principio de la industria-
lización se veía a las "clases peligrosas".
Responsabilizar a la propia sociedad fronteri-
za de la violencia y el deterioro social. Si no
fuera porque en la producción de ese proleta-
riado convergen los privilegios, la explotación
y la corrupción perpetradas por una clase do-
minante, delincuencial, donde se encuentran
el sistema de la maquila, los sindicatos que
no defienden sino explotan al trabajador, los
desarrolladores urbanos sin escrúpulos, los
diversos órdenes de gobierno corruptos, y las
redes del crimen organizado.
Cuando la crisis económica de la globalización
neoliberal amenaza al capital, como sucedió
en Grecia, de inmediato se aplican billones
de euros a resolverla. Cuando se agudiza el
calentamiento global, tibiamente se invierten
millones de dólares a combatirlo, no porque
amenace a la comunidad de los seres vivos,
sino a la base natural de la riqueza. Pero cuan-
do el calentamiento social destruye hombres,
mujeres, familias y comunidades, haciendo de
sus existencias un infierno, se escatiman to-
dos los recursos. Al fin y al cabo en el capita-
lismo lo más prescindible son las personas.
73
Consecuencias de la violencia en las comunidades.
Ante las situaciones de violencia delincuencial que lesionan
fuertemente la vida comunitaria, es importante tomar con-
ciencia del aporte que la Parroquia puede ofrecer para la
reconciliación personal y social y para contribuir a la recupe-
ración del tejido social aportando, de esta manera, a la cons-
trucción de la paz.
Cuando hablamos de violencia nos referimos principalmente
a la violencia criminal, expresada en homicidios, secuestros,
extorsiones, asaltos, robos a mano armada, etc. También nos
referimos a la violencia que ejercen los cuerpos militares y
policíacos cuando violan los derechos humanos de las per-
sonas con detenciones arbitrarias, allanamientos de morada,
desapariciones forzadas, asesinatos, etc. Incluso algunos de
sus miembros colaboran con la delincuencia organizada.
A continuación exponemos algunas de las consecuencias de
la violencia en el deterioro de la vida comunitaria y familiar,
de acuerdo a la percepción que tiene un buen número de
sacerdotes que ejercen su ministerio en las parroquias de la
Provincia Eclesiástica de Chihuahua:
VII. LA PARROQUIA COMO ESPACIO
Y SIGNO DE RECONCILIACIÓN
PbroPbroPbroPbroPbro. Camilo Daniel Pérez. Camilo Daniel Pérez. Camilo Daniel Pérez. Camilo Daniel Pérez. Camilo Daniel Pérez
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
-Hay miedo y hasta pánico de muchas perso-
nas para salir de su casa.
-Gran desconfianza en las autoridades y las
fuerzas del orden público. Corrupción. Com-
plicidad con el crimen organizado de parte
de las autoridades. Las denuncias no pros-
peran. Mal uso de los recursos públicos.
-Pérdida de espacios comunitarios recreati-
vos y culturales.
-En los jóvenes se da un cierto tipo de culto a
la violencia.
-Se da el espíritu de venganza. Hay rencor,
odio y trastornos psíquicos.
-Hay descuido de los hijos.
-Hay mucho dolor y angustia por la pérdida
de seres queridos y miedo por amenazas.
-Se filtran los antivalores de la violencia en
las familias. Narcotraficantes y sicarios han
modificado la mentalidad y se han converti-
do para los jóvenes en ídolos.
-Hay afectación económica en la familia por
la violencia.
-Desintegración familiar. Familias desplazadas
de sus lugares de origen por la violencia.
-Hay represalias contra inocentes. Sociedad
fragmentada.
-El miedo paraliza las actividades de la parro-
quia. Hay miedo para acudir a los funerales
de los ejecutados.
-Los programas de TV y videos crean una
mentalidad violenta.
-Crecimiento del bullying en los niños y jóvenes.
-Pérdida del tejido social.
-Los sacerdotes estamos replegados. Nuestro
ministerio profético está mermado en todo el
clero. Nos falta preparación para asumir
pastoralmente estas situaciones de violencia.
¿Qué hacer desde la Parroquia?
Ante todo, es muy importante que la Iglesia y,
en su caso la parroquia, deberá legitimarse
para ejercer el ministerio de la reconciliación.
Para dar testimonio creíble del Evangelio de-
berá apostarle a la verdad sin cortapisas. En
ningún momento deberá minimizar la violen-
cia y deberá luchar positivamente contra la
injusticia y la mentira de los hechos violen-
tos. Ninguna Iglesia puede asumir automá-
ticamente la tarea de mediación. Debe
acreditarse con su autoridad moral y con con-
gruencia en sus actos. De esta manera se ex-
presa atinadamente el teólogo Schritter.
De ahí que es muy importante evitar cualquier
tipo de relación que pueda interpretarse como
una connivencia con la delincuencia organi-
zada, como podría ser la aceptación de las
llamadas "narcolimosnas". Las mismas ac-
ciones del gobierno deberán asumirse con
actitud crítica. Una verdadera reconcilia-
ción personal y comunitaria sólo se puede
dar en la verdad y en la justicia.
Algunas acciones pastorales que pueden
ser muy significativas en el acompañamien-
to para motivar al perdón y la reconcilia-
ción pueden ser las siguientes:
- Promover el ministerio de la escucha y
esperanza. Las más de las veces las per-
sonas y familias que han sido dañadas por
75
La parroquia como espacio y signo de reconciliación
la violencia necesitan narrar lo sucedido una
y otra vez y que alguien las pueda escuchar.
Para ello es importante tener una capacita-
ción previa. No nos extendemos más en este
aspecto pues en otros apartados de este li-
bro se habla más ampliamente de ello.
-Propiciar el encuentro y la convivencia entre
personas que han sufrido violencia, ya sea
por la pérdida de un ser querido o por la des-
aparición de alguno de sus miembros. En esto
pueden ayudar mucho aquellas personas que
han sufrido violencia y han logrado hacer un
proceso de perdón y reconciliación.
-Apoyar a las víctimas de violencia en sus ges-
tiones ante las autoridades en la búsqueda
de la verdad y la justicia
-Programar celebraciones comunitarias para
la reconciliación sacramental invitando a par-
ticipar a las personas víctimas de la violen-
cia, así como celebraciones eucarísticas para
orar por la paz.
-Promover talleres de educación por la paz,
encuentros, campañas de oración, congre-
sos, etc. con el tema de la paz.
-También es importante promover y/o alentar
y/o colaborar con organizaciones de la socie-
dad civil o de otras agrupaciones religiosas
que tengan afinidad con nuestro objetivos y
métodos de acompañamiento pastoral.
Los sacerdotes de la Provincia Eclesiástica de
Chihuahua han sugerido, entre otras cosas,
las siguientes que compaginan mucho con lo
anteriormente expuesto:
-Propiciar redes familiares-sociales- ciudada-
nas para estar pendientes de la seguridad de
las personas y familias.
-Recuperar espacios nuestros.
-Se tienen que cambiar proyectos pastorales.
Promover una pastoral específica con un mé-
todo de sanación, escucha y reconstrucción
del tejido social.
-Aprovechar los tiempos litúrgicos fuertes,
con el fin de presentar a Jesús, príncipe de
la paz (letreros, predicaciones, lecturas
bíblicas...)
-Escuelas de Perdón y Reconciliación (Espere).
-La predicación del kerygma y la catequesis
parroquial deberán resaltar los temas de la
paz, del perdón y de la reconciliación.
-Hacer equipos parroquiales interdisciplinarios
(médicos, abogados, sacerdotes, sicólogos,
etc.)
Algunos textos sobre la Parroquia del Docu-
mento "Que en Cristo nuestra Paz México ten-
ga vida digna"
No. 197:
Nos comprometemos a:
b) Dinamizar la dimensión comunitaria de
nuestras parroquias para que, en medio de
una sociedad que se fragmenta y se dispersa,
favorezcan espacios de encuentro y el fortale-
cimiento de la vida comunitaria, contribuyen-
do a que las comunidades recuperen la segu-
ridad necesaria para la convivencia pacífica.
c) Hacer de todas las parroquias, espacio y
signo de reconciliación; ésta es el mejor antí-
doto al veneno del odio, del rencor y del de-
seo de venganza. Para ello necesitamos, por
un lado, enriquecer la capacidad apostólica
de favorecer y acompañar los procesos de
Reconciliación comunitaria y, por otro, ofre-
cer la celebración digna del sacramento de la
reconciliación, que ofrece una magnífica opor-
tunidad para la formación de la conciencia;
para disponer al reencuentro fraterno; y, so-
bre todo, para vivir la experiencia renovadora
del amor misericordioso de Dios.
d) Animar a las pequeñas comunidades, gru-
pos, asociaciones y movimientos que confor-
man nuestras parroquias, a compartir su ex-
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
periencia comunitaria y contribuir, junto con
otras iniciativas, en la recuperación de los es-
pacios comunitarios y en la implementación
de proyectos que fortalezcan el tejido social.
"Cada parroquia debe llegar a concretar en
signos solidarios su compromiso social en los
diversos medios en que ella se mueve, con
toda la imaginación de la caridad."
213. Para fortalecer la capacidad de
incidencia social de la sociedad civil
responsable nos comprometemos a:
d) Apoyar a las comunidades para que ellas
mismas hagan sus proyectos de desarrollo y
desarrollen habilidades para la gestión; es
decir, acompañarlas para que ejerzan plena-
mente su ciudadanía.
214. Para fortalecer la capacidad de
incidencia política de la sociedad civil
responsable nos comprometemos a:
e) Animar a las comunidades a participar en
la toma de las decisiones que afectan a su
vida comunitaria y a la de la nación, intervi-
niendo en los procesos locales, regionales,
nacionales; analizando sus proyectos y pro-
puestas; identificar los niveles de toma de
decisiones y los responsables políticos, para
dialogar y gestionar proyectos en forma de-
mocrática, por medio de estrategias de comu-
nicación y participación.
No. 216:
Nos comprometemos a:
b) Impulsar medidas para prevenir la violen-
cia... La prevención supone prestar especial
atención a la familia y a los centros educati-
vos, a la adolescencia y a la juventud...
c) Implementar medidas curativas a los efec-
tos de la violencia, particularmente en el cui-
dado y atención de las víctimas de la violen-
cia, acompañándolas en el proceso cristiano
del duelo o del perdón para que en ellas no
77
La parroquia como espacio y signo de reconciliación
anide el odio y el resentimiento que mueven a
la venganza, porque "no hay justicia sin per-
dón". No. 172
e) Contribuir a la convivencia y a la reconci-
liación social divulgando los valores de la Doc-
trina Social de la Iglesia.
f) Animar a la sociedad responsable a partici-
par, a través de sus organizaciones, vigilando
y verificando que las autoridades respondan
de manera integral al desafío de la violencia
ocasionada por la delincuencia organizada,
atendiendo a las causas sociales, económi-
cas, políticas y culturales.
No. 230:
Nos comprometemos a:
a) Anunciar el mensaje cristiano de la Recon-
ciliación y celebrarla sacramentalmente y cu-
rar las heridas de los que sufren con el aceite
y el vino de la misericordia.
b) Preocuparnos para que todas las familias
de las víctimas fatales de la violencia reciban
un trato pastoral adecuado y esos momentos
sean aprovechados para la oración, la reflexión
y acciones de solidaridad a favor de la paz.
79
VIII. LAS VÍCTIMAS
DE LA VIOLENCIA Y SU ATENCIÓN
Lic. Ma. Hilda De la Vega Cobos
I.- LA VIOLENCIA EN EL ESTADO DE CHIHUAHUA
1.- Contexto
El Estado de Chihuahua se localiza al norte de la República
Mexicana, con una extensión territorial de 247,087 km².
Una población de 3,406,465 habitantes en donde 1,692,545
son Hombres y 1,713,920 son Mujeres.
La mayor parte de la población en Chihuahua es urbana en
un 85 por ciento y sólo 15 por ciento rural; a nivel nacional
es 78 y 22 por ciento, respectivamente.
La mayor cantidad de población del Estado se concentra en
solo dos municipios: Juárez que cuenta con 1 millón 332
mil 131 habitantes y Chihuahua que tiene 819 mil 543 ha-
bitantes. Hay otros tres municipios que concentran grandes
grupos poblacionales que son: Cuauhtémoc con 154 mil 639
habitantes; Delicias con 137 mil 935 habitantes e Hidalgo
del Parral con 107 mil 061 habitantes. Por lo que el 66% de
la población se concentra en núcleos urbanos.
La manera en que se ha distribuido la población en los mu-
nicipios del Estado obedece a sus particularidades económi-
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
cas y sociales, con lo que se han propiciado
significativos contrastes que han impedido un
equilibrio en el desarrollo regional.
Uno de estos grandes desequilibrios está en
el campo, semi abandonado y con grandes
dificultades para los pequeños y medianos
productores.
Un Estado que viene de una gran tradición
agrícola y ganadera, en donde hasta hace 50
años la mayor parte de la población estaba en
las zonas rurales.
En las últimas décadas se han conjugado di-
versos factores locales, nacionales e interna-
cionales que han impactado y transformado
la vida social, económica y cultural del Esta-
do, entre otros, la devastación forestal, agota-
miento de mantos acuíferos, sequías, una gran
presencia de industrias maquiladoras, la en-
trada en vigor del Tratado de libre comercio
con Norteamérica, reforma al artículo 27 Cons-
titucional en el que se modifica la propiedad
de la tierra, de ser ejidal, a propiedad privada,
crisis económicas, fuertes emigraciones a los
EU. Todo esto trae como consecuencias un
empobrecimiento en la población, generación
y enraizamiento de problemas sociales como
el alcoholismo, venta y consumo de drogas,
delincuencia, violencias de género, desempleo,
subempleo, empleo informal.
Chihuahua es un Estado fronterizo con EU,
donde se da una fuerte inmigración nacional
y centroamericana, en donde se han estable-
cido las principales rutas de tráfico de drogas,
armas y personas así como la presencia de
cárteles de la droga.
2.- Seguridad humana
Las condiciones y situaciones en que vive la
población mexicana y, concretamente, en el
Estado de Chihuahua en las últimas décadas
han amenazado y puesto en riesgo la Seguri-
dad Humana, definido por la ONU como "el
derecho de las personas a vivir en libertad y
con dignidad, libres de la pobreza y la deses-
peración... a disponer de iguales oportunida-
des para disfrutar de todos sus derechos y a
desarrollar plenamente su potencial humano."
(Párrafo 143 del Documento Final de la Cumbre 2005,
Resolución 60/1 de la Asamblea General)
Por tanto:
a)un desarrollo humano que permita a la gente
elegir libremente entre diversas opciones per-
sonales para alcanzar su propio desarrollo,
b)la garantía por parte de los gobiernos de
que se ejercerán y se defenderán los dere-
chos humanos,
c) una seguridad humana que permita a la gen-
te vivir sin temores ni amenazas constantes
que frustran tanto el desarrollo como el ejerci-
cio de los derechos humanos.
El informe del PNUD (1) agrupa las amenazas
contra la Seguridad Humana en siete catego-
rías principales: económicas, alimentarias,
sanitarias, ambientales, personales, comuni-
tarias y políticas.
En definitiva, la seguridad humana se expre-
sa en un niño que no muere, una enfermedad
que no se difunde, un empleo que no se eli-
mina, una tensión étnica que no explota en
violencia, un disidente que no es silenciado.
La Seguridad Humana no es una preocupa-
ción por las armas, es una preocupación por
la vida y la dignidad humanas.
Un análisis reciente del número de homici-
dios muestra que la Región de las Américas
tiene una de las tasas más elevadas de homi-
cidios del mundo: cerca de 30 por 100,000
habitantes; esa estadística regional se dupli-
81
Las víctimas de la violencia y su atención
ca en México, especialmente en las comuni-
dades de la frontera norte. Además, la crisis
económica mundial ha tenido una notable re-
percusión en las comunidades fronterizas de
menos recursos, donde la inestabilidad de los
mercados de trabajo y vivienda se ha traduci-
do en la pérdida de ingresos familiares, lo cual
tiene repercusiones en la salud y otras dimen-
siones de la seguridad humana.
3.- Violación de derechos humanos y civiles.
Con la campaña permanente contra el narco-
tráfico en la región conocida como Triángu-
lo Dorado donde se unen los estados de
Sinaloa, Chihuahua y Durango, desde el año
de 1977 se ha tenido una gran presencia de
militares en la zona. La población del Estado
de Chihuahua se ve enfrentada a una fuerte
crisis de seguridad, se inicia una guerra fron-
tal contra el narcotráfico y el crimen organi-
zado. En marzo de 2008 se pone en mar-
cha la estrategia Operativo Conjunto
Chihuahua, llega al territorio una fuerte pre-
sencia militar y policial: De 5 000 a 10,000
efectivos entre militares, policías federales,
estatales y municipales.
Con estos operativos los militares y policía fede-
ral se ocupan de tareas reservadas para la po-
licía y otras autoridades civiles. Hay una pre-
sencia de numerosos retenes militares y los
cargos de Seguridad Pública en algunos muni-
cipios son sustituidos por mandos militares.
A partir del inicio de los operativos se recru-
dece la crisis de seguridad, la vida de la po-
blación se ve amenazada cotidianamente por
los asesinatos, masacres, secuestros, extor-
siones, despojos, amenazas y asaltos. Se
diversifican los delitos. Aumenta la presencia
de armas de fuego entre la población.
Aumentan las violaciones a los derechos hu-
manos: Tortura, detenciones arbitrarias, cateos
sin orden judicial, abusos sexuales, desapari-
ciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales.
4.- Estadísticas...
HOMICIDIOS DOLOSOS
4545454545
4040404040
3535353535
3030303030
2525252525
2020202020
1515151515
1010101010
55555
00000
19901990199019901990 19951995199519951995 20002000200020002000 20052005200520052005 20092009200920092009
RRRRResto del paísesto del paísesto del paísesto del paísesto del país
Fuente:RevistaNexos.Enero2011
Estados con operativosEstados con operativosEstados con operativosEstados con operativosEstados con operativos
conjuntos 2007*conjuntos 2007*conjuntos 2007*conjuntos 2007*conjuntos 2007*
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
Violencia sexual:
En el Estado de Chihuahua en el periodo com-
prendido del 1° de enero de 2010 al 10 de
julio de 2013 se han iniciado 5,510 carpetas
19931993199319931993 19941994199419941994 19951995199519951995 19961996199619961996 19971997199719971997 19981998199819981998 19991999199919991999 2000 20012000 20012000 20012000 20012000 2001 2002 20032002 20032002 20032002 20032002 2003 2004 20052004 20052004 20052004 20052004 2005 2006 20072006 20072006 20072006 20072006 2007 2008 20092008 20092008 20092008 20092008 2009 2010 20112010 20112010 20112010 20112010 2011 2012 20132012 20132012 20132012 20132012 2013
FFFFFeminicidioseminicidioseminicidioseminicidioseminicidios
450450450450450
400400400400400
350350350350350
300300300300300
250250250250250
200200200200200
150150150150150
100100100100100
5050505050
00000
2929292929 2626262626
4949494949 4848484848
4242424242
4747474747
2727272727
4141414141
5252525252 5252525252
6363636363
4949494949
6161616161 6262626262
4545454545
7979797979
194194194194194
446446446446446
364364364364364
256256256256256
3535353535
2067 FEMINICIDIOS EN EL ESTADO DE CHIHUAHUA DE 1993-2013
Fuente: Gráfica elaborada en abril de 2013 por Justicia para nuestras hijas, A.C.,
en base a solicitudes de Acceso a la Información Pública y revisión hemerográfica diaria
Feminicidio:
de investigación con un total de 6,159 vícti-
mas por los delitos de violación, abuso sexual,
hostigamiento sexual, incesto y estupro. Da-
tos proporcionados por la Fiscalía General del
Estado vía INFOMEX
Fuente de información. INPRO (información procesada)
20072007200720072007 20082008200820082008 20092009200920092009 20102010201020102010 20112011201120112011 20122012201220122012 TOTTOTTOTTOTTOTALALALALAL
644 2321 4105 5394 4014 2558 19036
HombresHombresHombresHombresHombres 575 2185 3837 5025 3639 2302 17563
MujeresMujeresMujeresMujeresMujeres 69 136 268 369 375 256 1473
HOMICIDIOS EN EL ESTADO DE CHIHUAHUA
83
Las víctimas de la violencia y su atención
II.- ¿QUIÉNES SON LAS VÍCTIMAS DE LA
VIOLENCIA?
En una situación generalizada de violencia e
inseguridad, podemos decir que una gran parte
de la población se ve afectada en su persona,
sus bienes y el desarrollo de su vida cotidia-
na, teniendo que modificar y en ocasiones
hasta abandonar sus espacios y costumbres
ya sean familiares, sociales, laborales, edu-
cativos o culturales.
1.- Marco legal.
Para determinar quiénes son las víctimas del
delito se ha ido conformando un marco legal
desde instancias internacionales hasta las lo-
cales, en donde se estipula quiénes son las
víctimas.
De acuerdo a la Organización de Naciones
Unidas en su declaración de 1985 sobre los
principios fundamentales de justicia para
las víctimas de delitos y del abuso de poder
considera:
1. Se entenderá por "víctimas" las personas
que, individual o colectivamente, hayan sufri-
do daños, inclusive lesiones físicas o menta-
les, sufrimiento emocional, pérdida financie-
ra o menoscabo sustancial de los derechos
fundamentales, como consecuencia de accio-
nes u omisiones que violen la legislación pe-
nal vigente en los Estados Miembros, incluida
la que proscribe el abuso de poder.
2. Podrá considerarse "víctima" a una per-
sona, con arreglo a la presente Declaración,
independientemente de que se identifique,
aprehenda, enjuicie o condene al perpetrador
e independientemente de la relación fami-
liar entre el perpetrador y la víctima. En la
expresión "víctima" se incluye además, en
su caso, a los familiares o personas a cargo
que tengan relación inmediata con la vícti-
ma directa y a las personas que hayan sufri-
do daños al intervenir para asistir a la víctima
en peligro o para prevenir la victimización.
(Referencia I)
2.- Ley General de Víctimas de la
República Mexicana.
Artículo 4. Se denominarán víctimas directas
aquellas personas físicas que hayan sufrido
algún daño o menoscabo económico, físico,
mental, emocional, o, en general, cualquiera
puesta en peligro o lesión a sus bienes jurídi-
cos o derechos como consecuencia de la co-
misión de un delito o violaciones a sus dere-
chos humanos reconocidos en la Constitución
Hasta 17 años 3,882
De 18 a 25 años 993
De 26 a 30 años 380
De 31 a 35 años 326
De 36 a 40 años 252
De 41 a 45 años 138
De 46 a 50 años 93
De 51 a 60 años 63
Más de 60 años 22
Sin datos 10
TOTAL 6,159
VÍCTIMAS DE LOS DELITOS DE VIOLACIÓN, ABUSO
SEXUAL, HOSTIGAMIENTO SEXUAL, ESTRUPO E
INCESTO REGISTRADAS EN CARPETAS DE
INVESTIGACIÓN.
PERÍODO 1 DE ENERO 2010-10 DE JULIO 2013
(DESGLOSE POR EDAD)
EdadEdadEdadEdadEdad VíctimaVíctimaVíctimaVíctimaVíctima
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84
UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
y en los Tratados Internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte.
Son víctimas indirectas los familiares o aque-
llas personas físicas a cargo de la víctima
directa que tengan una relación inmediata
con ella.
Son víctimas potenciales las personas físicas
cuya integridad física o derechos peligren por
prestar asistencia a la víctima ya sea por im-
pedir o detener la violación de derechos o la
comisión de un delito.
La calidad de víctimas se adquiere con la acre-
ditación del daño o menoscabo de los dere-
chos en los términos establecidos en la pre-
sente Ley, con independencia de que se iden-
tifique, aprehenda, o condene al responsable
del daño o de que la víctima participe en al-
gún procedimiento judicial o administrativo.
Son víctimas los grupos, comunidades u or-
ganizaciones sociales que hubieran sido afec-
tadas en sus derechos, intereses o bienes ju-
rídicos colectivos como resultado de la comi-
sión de un delito o la violación de derechos.
(Referencia II) (Artículo reformado DOF 03-05-2013)
3.- Ley de Atención y Protección a
Víctimas u Ofendidos del Delito del
Estado de Chihuahua.
ARTÍCULO 2.
VIII. Víctima.- Al directamente afectado por el
delito; a las agrupaciones, en los delitos que
afectan intereses colectivos o difusos, siem-
pre que su objeto se vincule directamente con
esos intereses; y, a minorías étnicas, en los
hechos punibles que impliquen discriminación
o genocidio respecto de sus miembros, gene-
ren regresión demográfica, depredación de su
hábitat, contaminación ambiental, explotación
económica o alienación cultural;
IX. Ofendido.- En caso de muerte de la vícti-
ma, se considerarán ofendidos, con el siguiente
orden de prelación: al cónyuge, concubina,
concubinario o a la persona que hubiere vivi-
do de forma permanente con la víctima du-
rante, por lo menos, dos años anteriores al
hecho; los dependientes económicos; los des-
cendientes o ascendientes consanguíneos o
civiles sin límite de grado; y los parientes co-
laterales, consanguíneos o civiles, hasta el
segundo grado;
X. Sujetos Protegidos.- Todos aquéllos que, sin
ser víctimas u ofendidos, tengan relación di-
recta o indirecta con alguno de éstos y existan
indicios de que pudieran ser afectados por los
responsables de la comisión de un delito o
por terceros involucrados. (Referencia III)
De acuerdo a las investigaciones realizadas
por la organización "México Evalúa", en cuan-
to al Índice de Victimas Visibles e Invisibles
(IVVI) reporta: En México el total de víctimas
visibles e invisibles de delitos graves registra-
dos entre enero de 1997 y mayo de 2011
ascendió a casi 13 millones (12,993,010),
de las cuales 3,208,213 son víctimas visi-
bles y 9,784,797 son víctimas invisibles. Del
total de víctimas visibles e invisibles estima-
das, el 91.9 por ciento corresponde a vícti-
mas de robo con violencia, el 6.5 por ciento a
víctimas de homicidio, el 1.3 por ciento a víc-
timas de extorsión y el 0.3 por ciento a vícti-
mas de secuestro.
Entre 1990 y 2009, en 9 de cada 10 casos la
víctima era un hombre casado en edad pro-
ductiva, es decir, casi 90 mil mujeres se con-
virtieron en viudas y más de 180 mil niños y
jóvenes se quedaron sin padre.
(Chihuahua ha registrado marcados aumen-
tos desde el periodo gubernamental de 1998-
85
Las víctimas de la violencia y su atención
*(http://www.mexicoevalua.org/wp-content/uploads/2013/
02/MEX-EVA_INDX-IVVI_LOW.pdf)
2004 en todos los indicadores y, por tanto,
en el IVVI.)
En Chihuahua, el promedio mensual de vícti-
mas de los delitos graves considerados en este
documento aumentó de forma preocupante
entre el periodo gubernamental de 1998-2004
al de 2010-2013.
Entre ambos periodos, el promedio mensual
de víctimas de secuestro se multiplicó más de
50 veces; el de víctimas de robo de auto con
violencia se multiplicó más de 30 veces; el de
víctimas de extorsión se multiplicó más de 9
veces; el de victimas de homicidio se multi-
plicó más de 6 veces, y el de víctimas de robo
con violencia se multiplicó más de tres veces.
El indicador de robo de auto con violencia tam-
bién registra un extraordinario aumento al
pasar de 33.31 a 929.43, es decir, aumentó
28 veces, entre dichos períodos.
4.- Cifra negra
La cifra negra se refiere al conjunto de deli-
tos cometidos que no forman parte de los
registros de las autoridades. Este problema
estriba en que un porcentaje de delitos nun-
ca se hace del conocimiento de las autorida-
des porque las víctimas no quieren o no pue-
den denunciarlos. La no denuncia es un fenó-
meno mundial que autoridades de algunos
países, como Estados Unidos, han enmen-
dado parcialmente mediante encuestas de
victimización.
En México, encuestas de este tipo fueron im-
pulsadas recientemente a partir de 2002, no
por las autoridades sino por la sociedad civil,
específicamente por el Instituto Ciudadano de
Estudios sobre la Inseguridad (ICESI). Esto es
un indicio de que en nuestro país las autori-
dades no se han preocupado por dimensionar
el fenómeno delictivo real y que son principal-
mente reactivas ante el crimen. En otras pala-
bras, el enfoque policial parece centrarse más
en combatir el delito mediante arrestos en
flagrancia, que en prevenirlo y combatirlo con
inteligencia policial. De acuerdo con el ICESI,
en México alrededor de 2 de cada 10 delitos
cometidos son denunciados al Ministerio Pú-
blico. Lo que quiere decir que las autoridades
sólo cuentan con un mapa parcial del fenó-
meno delictivo en el que se asienta apenas el
20 por ciento de los delitos.
El problema para dimensionar el delito a cau-
sa de la cifra negra se pone de relieve en el
caso de los delitos violentos como el secues-
tro y la extorsión. Por su naturaleza, es poco
probable que las víctimas denuncien estos
delitos. Por tanto su cifra negra es muy alta.
El ICESI estima que, en el caso del secuestro,
la cifra negra es de alrededor del 60 por cien-
to y en el de extorsión ronda el 80 por cien-
to.* El hecho de que las autoridades no pue-
dan detectar en dónde se encuentran los cri-
minales violentos ni quiénes son dificulta su
labor.
Por lo tanto el índice de victimas es más alto
que el reportado y de las que son identifica-
das como tal en las instituciones oficiales. En
este índice de víctimas no se reportan las víc-
timas directas e indirectas de desaparición
forzada e involuntaria que en el 2013 se con-
sideran más de 25,000 personas. Tampoco
se habla de las víctimas de despojos de tie-
rras y propiedades, y mucho menos de las víc-
timas de la violencia de género, ya sea violen-
cia familiar, sexual, feminicida y laboral sobre
todo periodística y de defensoras de derechos
humanos.
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
5.- Atención a las víctimas en el Estado
por parte de las autoridades
correspondientes
En el Estado de Chihuahua ha quedado de-
mostrado que el acceso a la justicia, al debi-
do proceso y la atención a las víctimas ha sido
ineficaz e inadecuada, según lo documentado
en los casos paradigmáticos de "Campo Algo-
donero", el de David Meza Argueta, Israel
Arzáte, la Familia Alvarado, Paloma Escobar,
Marisela Escobedo y cientos de casos de víc-
timas más. (Referencia IV)
Todo lo anteriormente expresado, a pesar de
las disposiciones legales sobre derechos de
las victimas establecidas en la Constitución
Mexicana en el Articulo 20, apartado C; El
Código de Procedimientos Penales del Estado
de Chihuahua en el artículo 121 y en el artí-
culo 7 de la Ley de Atención y Protección a
Víctimas u Ofendidos del Delito del Estado de
Chihuahua y en la Ley General de Victimas,
articulo 7.
Únicamente en la Ley General de Víctimas se
considera como un principio de atención la
dignidad humana y no criminalización (artí-
culo 5), Esta ley se decreta a partir de la de-
manda del Movimiento por la Paz con Justi-
cia y Dignidad, ante la urgente necesidad en
todo el país de una atención digna a las vícti-
mas. (2012-2013)
En ella se establecen los principios para la
atención integral y adecuada a las víctimas
por parte de la autoridad responsable entre
los que se mencionan: Buena Fe de las vícti-
mas, Enfoque diferencial y especializado en
la atención, un Enfoque Transformador, la
Gratuidad en todas las acciones, mecanis-
mos, procedimientos y cualquier trámite que
implique el acceso a la justicia y demás dere-
chos. La igualdad y no discriminación, así
como un Trato preferente de todas las auto-
ridades, la No criminalización y Victimiza-
ción secundaria.
III.- ATENCIÓN Y ACOMPAÑAMIENTO A
VÍCTIMAS POR PARTE DE LA SOCIEDAD
CIVIL
1.- Introducción.
La atención adecuada y eficaz a las víctimas
ha sido una demanda y un anhelo desde hace
DesaparecidosDesaparecidosDesaparecidosDesaparecidosDesaparecidos
registrados por laregistrados por laregistrados por laregistrados por laregistrados por la
CNDHCNDHCNDHCNDHCNDH
24,09124,09124,09124,09124,091
87
Las víctimas de la violencia y su atención
décadas y ha sido la crisis de violencia
delincuencial lo que ha venido a colapsar el
sistema de atención que ha sido inoperante,
inhumano e insuficiente. No hay capacidad
instalada ni personal adecuado para la aten-
ción a las víctimas, lo que les ha causado un
mayor sufrimiento y desesperanza.
2.- La atención desde la sociedad y los
particulares.
Generalmente la atención a víctimas se ha
realizado desde la sociedad civil, ya sean or-
ganizaciones o particulares, de manera volun-
taria, más que por profesión por sensibilidad
y solidaridad, tal vez sin mucho conocimiento
legal, pero sí con conocimiento y sentimiento
de la dignidad de las personas y de sus dere-
chos fundamentales. Es así como a través de
los años se ha obtenido un mayor conocimien-
to y el desarrollo de habilidades en la aten-
ción a víctimas.
Ya la Ley General de Víctimas nos da los prin-
cipios desde los cuales se ha de brindar la
atención, partiendo del hecho que esta ley ha
sido impulsada y elaborada desde la experien-
cia, el dolor, padecimiento, necesidades y de-
mandas de miles de personas víctimas del
delito y la violencia.
Se ha de procurar una atención integral, hu-
mana y humanizadora, cálida, cercana, de
acuerdo a la situación y necesidades de las
víctimas.
3.- Objetivo del Acompañamiento.
-Brindar apoyo a las personas víctimas del
delito y la violencia en su restablecimiento
emocional, en la búsqueda de la justica y de
la verdad, y en la toma de conciencia de ser
sujetos de derechos.
-Ayudarles a desarrollar y fortalecer capaci-
dades propias, sanar las heridas, lograr su
restablecimiento emocional, a construir la
memoria y conocer la verdad.
-Ayudarles a conocer y asumir sus derechos,
a empoderarse para el restablecimiento de
su propia dignidad.
4.- Actitud de escucha
Para la atención es necesaria de manera fun-
damental la ESCUCHA, tener una actitud ple-
na y consciente de escuchar con empatía, res-
peto y solidaridad. Es importante cuando sea
posible tener en cuenta para la escucha: el
tiempo, lugar y actitud.
Una escucha activa, en donde la persona se
sienta recibida, acogida ya desde el primer
contacto y que tenga la certeza de que se le
cree lo que siente y dice. Con un tiempo privi-
legiado para ella, es decir, evitar todo tipo de
distractores tanto personales como laborales,
que la persona sienta y sepa que este tiempo
está dedicado solo a ella.
Procurar un espacio lo más privado posible
que le dé confianza y seguridad, en donde no
se sienta observada ni escuchada por terce-
ras personas. Es importante estar cerca de
la otra persona, pero respetando su espacio
vital.
Cuidar y atender el lenguaje no verbal, como
la postura corporal que manifieste apertura y
cercanía, el contacto visual, las gesticulacio-
nes, que en ocasiones pueden transmitir in-
formación o mensajes que conscientemente
no queremos expresar. Como puede ser leja-
nía, incredulidad, desinterés entre otros.
De la escucha vamos a obtener información
importante para el acompañamiento, lo que
ayuda a que las personas no tengan que repe-
tir relatos o explicaciones. Es útil el uso de
preguntas aclaradoras. Si en algún momento
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
no se comprende lo que la víctima relata, hay
que hacérselo saber de manera delicada y
sencilla. Por ejemplo: "no comprendí bien esto
que acaba de decir..." "Esto que me dice o me
cuenta es así..."
Toda pregunta tendrá que tener un propósi-
to en favor del acompañamiento, y mejor
es omitir el uso de preguntas ociosas o por
curiosidad.
Después del primer contacto o entrevista es
bueno preguntar al finalizar ¿cómo se siente
después de la charla? ¿Cómo se va? ¿Qué di-
ferencia hay de cuando llegó a este momen-
to? Es necesario que tanto quien escucha como
la persona escuchada tengan claro si hubo un
beneficio: Si la persona llegó desconfiada y
sintió confianza; si tenía miedo de hablar y se
sintió confiada, segura. Incluso si tenía algún
dolor físico y con el espacio de atención se
disminuyó o terminó el dolor o molestia. Esto
nos ayuda a evaluar tanto la intervención como
los beneficios que las personas tienen al ser
atendidas.
Al término de la primera entre-
vista es conveniente informarle
a la persona en qué consiste el
acompañamiento y cuáles pue-
den ser las alternativas y recur-
sos con que se cuenta y ella de-
cidirá qué es lo que en ese mo-
mento quiere y puede hacer.
5.- Intervención en crisis
Si la persona está en una crisis
emocional o estado de shock,
hágale saber que está acompa-
ñada, hable de manera serena,
afectuosa y por su nombre, haga
contacto físico con la mirada,
tomando su mano. Escuche todo
lo que hable y permita que ex-
prese sus emociones sin juzgarla ni reprimir-
la, que hable de los hechos acontecidos. Siga
con la entrevista o la actividad a realizar
cuando la persona se encuentre más serena
y mínimamente equilibrada.
6.- Evaluar factores de vulnerabilidad y
de riesgo.
Desafortunadamente por estereotipos o estig-
mas sociales y culturales las personas suelen
ser revictimizadas, ya sea por la autoridad o
funcionarios gubernamentales como por la
sociedad. Por lo cual es importante tener en
cuenta los factores que vulneran aún más a la
víctima como son: La edad (si son menores o
adultos mayores), profesión u ocupación, et-
nia o raza, sexo, orientación sexual, escolari-
dad, estado de salud, discapacidad, comuni-
dad de origen entre otros.
Los factores de riesgo que se han de tomar en
cuenta para el acompañamiento: Tipo de de-
lito de que son víctimas, si han recibido ame-
nazas y de quien, la comunidad de origen y si
en ésta el crimen organizado tiene una fuerte
89
Las víctimas de la violencia y su atención
presencia, si no hay autoridades penales de
manera permanente o aquellas que le brin-
den medidas de protección. Otro riesgo pue-
den ser los presuntos que cometieron el delito
en su contra y la ausencia de redes familiares
y sociales.
7.- Acompañamiento emocional.
Cuando se acompaña a víctimas en el proce-
so de enfrentar los hechos vividos, ya sea el
haber sufrido en su persona la comisión de
un delito o la pérdida de un ser querido nece-
sariamente se tendrá que atender su estado
emocional con el objetivo de ayudarla a en-
frentar (vivir) el episodio doloroso y trágico por
el que está pasando, así como a reestructu-
rarse emocionalmente y lograr el equilibrio
necesario para su salud física, mental, psico-
lógica y espiritual.
Cuando una persona sufre una experiencia
dolorosa y trágica que pone en riesgo su vida,
la de un ser querido o la muerte de éste, el
sistema psíquico y emocional se ve rebasado
y no logra responder adecuadamente a la rea-
lidad, no se puede elaborar la realidad, ni
mantener el equilibrio psíquico-emocional. Por
lo tanto, se hace necesaria la intervención te-
rapéutica que le ayude a elaborar y procesar
la experiencia y poder superarla, de preferen-
cia esto debe hacerse durante el primer mes,
pues ayuda a que la experiencia traumática
no vaya generando alteraciones y desórdenes
en la personalidad.
Es común que empiece a desarrollase el tras-
torno de estrés pos-traumático en el cual se
presentan algunas alteraciones FÍSICAS (do-
lores de cabeza, del cuerpo en general), FI-
SIOLÓGICAS (falta de apetito, taquicardias,
alteración del estado de alerta y sueño, gas-
tritis, colitis), EMOCIONALES (tristeza, en oca-
siones depresión, sentimientos de culpa, ira o
rabia, ansiedad, hostilidad, sentimientos de
indefensión e impotencia), MENTALES (pro-
blemas de concentración, bloqueos mentales,
memoria selectiva, creencias negativas per-
sistentes y exageradas sobre si, los demás y
el mundo) y CONDUCTUALES (tendencia al
aislamiento, tendencia al desapego de las per-
sonas cercanas, perdida de interés en activi-
dades significativas, comportamiento impru-
dente o autodestructivo, hipervigilancia, ma-
lestar social y laboral).
Cuando se identifican algunos de estos sín-
tomas es necesaria la atención psicotera-
péutica. Quien acompaña puede hacer uso
del conjunto de herramientas para casos de
emergencia de CAPACITAR.ORG, que gene-
rosamente nos permitió adjuntar Patricia
Cane, Ph.D. (Anexo: Herramientas de "Capacitar").
Se pueden utilizar cuando hay crisis de ansie-
dad, de llanto, ira o enojo. Entre otras situa-
ciones, se sugiere que se lean y se pongan
en práctica para su mayor conocimiento y
utilización.
8.- Acompañamiento sicosocial
Ir generando un proceso de acompañamiento
psicosocial es de gran ayuda para el proceso
de restablecimiento y reorganización de las
personas víctimas del delito y la violencia.
Ayuda mucho a enfrentar los hechos traumá-
ticos el compartirlos, pues esto le sirve a la
víctima para entenderlos y darles un signifi-
cado. El solo hecho de compartir con otras
personas lleva a presentar menos impactos
en la salud física y mental.
"El apoyo social se asocia a una menor morta-
lidad y a una mejor salud mental (Stroebeet
al., 1993). Las personas que tienen más apo-
yo social se sienten mejor que aquellas que
están aisladas o no tienen personas de con-
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
fianza con las que pueden compartir y sentir-
se aceptadas."
Para ir construyendo el proceso psicosocial es
recomendable buscar asesoría o alianzas con
quienes tengan experiencias en estos proce-
sos y hacerse llegar de información y material
de ayuda. He aquí algunas consultas que se
pueden hacer vía internet.**
Algunas celebraciones o acciones comunita-
rias pueden ayudar en el proceso como por
ejemplo: Celebración del día de difuntos con
altares especiales; en el día de las madres,
elaboración de escritos de las historias de vida,
marchas o jornadas públicas informativas y
aquellas acciones que el grupo vaya propo-
niendo como resultado de sus reflexiones,
compartires y demandas.
9.- Acompañamiento legal.
Tiene como fin conseguir justicia, buscar la
protección, que se garanticen sus derechos y
se lleve a cabo la reparación del daño.
La persona que acompaña no necesariamen-
te tiene que tener conocimientos de leyes, pero
sí es importante que tenga interés por cono-
cer, sobre todo, la Declaración Universal de
los Derechos Humanos. Su encomienda es
acompañar físicamente a las víctimas a las
instancias correspondientes. Si no sabe a cuál
de ellas recurrir, indagarlo será parte de su
encomienda. Es importante que quien acom-
paña se asegure de que a la víctima le que-
dan claros los procedimientos y explicaciones
** http://www.corporacionavre.org/files/pdf/
LIBRO_AVRE_LECCIONES_baja.pdf
- http://www.rndp.org.co/sites/default/files/
Cartilla%20Acompa%C3%B1amiento%20Psicosocial
%20a%20victimas;%20Sanando%20Heridas,
%20Recosntruyendo%20Vidas_0.pdf
91
Las víctimas de la violencia y su atención
que se reciben de las instancias legales y acla-
rar las dudas con las personas indicadas, bus-
cando, de ser necesario, asesorías con perso-
nas conocedoras del tema.
10.- Atención a la salud de la víctima.
Es importante tener en cuenta y vigilar el es-
tado de salud de las víctimas, ya que común-
mente éste se ve afectado por los hechos vivi-
dos y lo más recomendable es buscar una
sanación integral, no solo curar las enferme-
dades físicas. Se sugiere, de ser posible, ha-
cer uso también de la medicina y métodos
alternativos que se tengan al alcance.
En la medida que se da el proceso de sanación
integral la víctima puede pasar a empoderarse,
ejercer sus derechos y reorganizar su vida.
Precisamente éste es uno de los objetivos fun-
damentales del acompañamiento.
También las personas que acompañan tienen
que estar pendientes de sí mismas, de su sa-
lud física y emocional, pues el contacto con la
violencia es tóxico y va impactando el estado
físico y emocional de las personas que acom-
pañan, por lo que es importante tener espa-
cios de atención y de apoyo para poder seguir
acompañando y evitar la presencia del Sín-
drome de desgaste emocional o Burnout.
11.- Inventariar los recursos de la
comunidad.
Es conveniente conocer los recursos con que
se cuenta en la comunidad para una mejor
atención a las víctimas y, en el proceso de
acompañamiento, aquéllos que no se tenían
contemplados o no estaban a disposición y se
van incorporando o utilizando se deberán agre-
gar al inventario para tenerlos presentes.
Tomar en cuenta los recursos humanos que
están disponibles y al alcance para brindar
servicios, ya sea de forma gratuita o de bajo
costo: profesionales en leyes, psicología, me-
dicina, dispensarios, trabajo social, peritos en
criminología, asociaciones civiles, grupos te-
rapéuticos, bolsa de trabajo, refugios para mu-
jeres y sus familias, ayuda espiritual y las ins-
tancias oficiales de asistencia social, entre
otras.
IV. CARTILLA PARA IDENTIFICAR
A LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA
Algunas consideraciones (meramente indica-
tivas) a tomar en cuenta para un mejor acom-
pañamiento.
1.- Concepto de víctima.
"Las víctimas son las personas de la población
civil que –individual o colectivamente como re-
sultado de actos u omisiones que violan los
Derechos Humanos o el Derecho Internacio-
nal Humanitario– han sufrido daños físicos o
mentales, sufrimiento emocional o menosca-
bo sustancial de sus derechos fundamentales
y que cumplen un papel activo como sujetos
políticos y sociales en la exigencia de sus de-
rechos, en la reconstrucción y en la reivindi-
cación de la memoria histórica, y en su recu-
peración emocional."
(Manual de buenas prácticas en atención psico-
jurídica, Corporación AVRE)
Es importante señalar, pues, que víctima es
la persona que ha sufrido un daño y que toma
un papel activo en su recuperación.
2.- Datos necesarios de la víctima.
• Conocer sus datos generales como nombre,
edad, estado civil, sexo, ocupación, lugar
de origen, lugar de residencia.
• Si es víctima directa: Si fue hacia su perso-
na en quien se cometió el delito
• Si hay víctimas secundarias, indirectas u
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
ofendidos y quiénes son: Padre, madre, her-
manos/as, otros familiares...
• De qué tipo de delito es víctima.
• ¿Cuáles Derechos Humanos identifica la víc-
tima que le han sido violados, tanto por la
comisión del delito, como por los procedi-
mientos legales en caso de que no se haya
llevado un debido proceso?
3.- Impactos del delito en la vida personal
de la víctima.
a) En su salud física:
-¿Cuál era su estado de salud antes de ocurri-
dos los hechos?
-¿Qué alteraciones se han desencadenado
como consecuencia de los hechos?
-¿Qué atención ha recibido?
-¿Ha buscado o utilizado otras alternativas
para su salud física?
-¿Ha acudido a ser atendida en servicios de
salud? ¿cuáles?
-¿Por este mismo motivo ha estado hospitali-
zada (a consecuencia del delito)?
-¿Alguna otra persona cercana ha sido hospi-
talizada por este mismo motivo?
-¿Está recibiendo algún tratamiento médico?
b) En cuanto a salud mental:
- ¿Se ha presentado alguna alteración men-
tal, bloqueo mental, pensamientos recurren-
tes, falta de concentración...?
- ¿Ha recibido alguna atención especializa-
da? ¿alternativa...?
c) En cuanto a su estado emocional:
- Depresión, culpabilidad, miedo o pánico...
d) En cuanto a su situación legal:
- Si se modifica su estado civil, entre otros.
4.- Impactos del delito en su vida familiar
y económica.
- Impactos en las relaciones con la familia
extensa y familia política
- Repercusiones en su vida laboral. Se han
presentado dificultades para realizar sus la-
bores, ha perdido su trabajo, etc.
- ¿Ha recibido algún apoyo de tipo económi-
co?, ¿De quién? ¿Familiares, amigos, grupo
social, instancia oficial?
- ¿Cuenta con patrimonio? ¿Casa habitación,
pensión, fondo de ahorro...? ¿Éste ha sido
afectado? ¿Cómo? ¿Por qué?
5.- Impacto en las relaciones sociales y en
el aspecto legal.
- ¿Qué impacto ha tenido con sus amistades
o en la comunidad?
- ¿Qué acciones ha realizado a partir de que
se sucedieron los hechos?
- ¿Qué acciones legales se han llevado a cabo?
¿Ha denunciado? ¿Hay un seguimiento del
proceso legal? ¿Ha tenido alguna asesoría o
acompañamiento?
6.- Sobre necesidades.
- ¿Cuál considera que es su necesidad más
apremiante?
- ¿Qué otras necesidades son urgentes o prio-
ritarias de atender?
93
HERRAMIENTAS
DE "CAPACITAR" QUE NOS PUEDEN
AYUDAR EN CASOS DE EMERGENCIA*
ANEXO**
HERRAMIENTAS PARA ESTAR BIEN.
La salud de nuestro cuerpo, mente y espíritu
continuamente está siendo afectada por la si-
tuación en la cual vivimos: el trauma, la vio-
lencia, el clima, nuestra dieta, el medio am-
biente que nos rodea, las noticias diarias, y
los retos cotidianos de la vida. El aprovecha-
miento de muchos conocimientos simples de
nuestros antepasados puede darnos poder para
vivir en paz y estar bien a pesar de lo que esté
pasando a nuestro alrededor.
Los siguientes ejercicios que Capacitar nos
ofrece pueden ser usados en momentos en
los cuales nos sentimos completamente can-
sados, perdidos o deprimidos. Estas herra-
mientas son para cualquier persona, ya sea
para sobrevivientes de trauma, para personas
encargadas de atender a las necesidades de
los demás, o para personas abrumadas o
estresadas por el diario vivir.
El reto es incorporar estas prácticas a nuestra
vida cotidiana, o sea, hacer que lleguen a for-
mar parte de nuestros estilos de vida, para
que estén disponibles cuando estemos en si-
tuaciones de estrés traumático, agotados y sin
energía, o de sentirnos deprimidos o perdi-
dos, y sin rumbo. Trabajo respiratorio: Respi-
rar es la fuente de la vida, trayendo energía
fresca a los tejidos y a las células para nutrir
cuerpo, mente y espíritu. Cuando nosotras ex-
halamos el estrés y las toxinas acumuladas
son liberadas. Respirar en momentos de estrés
es una manera efectiva para dejar ir toda la
tensión acumulada en el cuerpo. Se pueden
aprender más prácticas y teorías en los ma-
nuales de Capacitar y en la página web:
www.capacitar.org.
* "Capacitar", Fundadora/Directora: Patricia Cane, Ph.D.
Traducido por: Maribel Pérez. Revisión editorial: Dennis
Smith. www.capacitar.org © 2005
** El presente anexo "Herramientas de Capacitar" lo
estamos publicando con el permiso expreso de la
fundadora y directora de "Capacitar", Patricia Cane,
Ph.D.
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
Respirar profundamente en tiempos de mu-
cho estrés puede ser una manera efectiva
para dejar ir toda la tensión acumulada en el
cuerpo. Respirar profundamente varias ve-
ces en un momento difícil puede cambiar
completamente la manera en que resolvemos
una situación.
La respiración combinada con imágenes de
luz o de la naturaleza puede promover senti-
mientos de paz, calma y una mejor manera
de ver las situaciones.
Respiración abdominal.
Siéntese cómodamente con la espalda apo-
yada en el respaldo de la silla y con los ojos
cerrados. Respire profundamente y concén-
trese en usted misma, dejando ir todas sus
preocupaciones y pensamientos. Ponga las
manos en su estómago, inhale profundamen-
te por la nariz e imagine el aire que circula
hacia abajo por su cuerpo, hasta llegar a su
abdomen. Imagine que su abdomen se llena
con el aire como si fuera un globo.
Detenga la respiración por unos momentos y
luego exhale lentamente por su boca, con-
trayendo los músculos de su abdomen, de-
jando salir toda la tensión de su cuerpo. Con-
tinúe con la respiración abdominal por unos
minutos. Si durante esta práctica vienen pen-
samientos a su mente, déjelos ir, concentrán-
dose en el movimiento del aire que está en-
trando y saliendo de su cuerpo.
Respiración en la naturaleza.
Las plantas y los árboles son grandes fuen-
tes de energía para aterrizarnos y sanarnos.
La Respiración
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Herramientas para estar bien
La mecedora.
Párese rectamente con los pies separados y sus brazos
a los lados. Levante los talones de sus pies y al mismo
tiempo levante las palmas de las manos hacia adelan-
te a la altura del pecho. Voltee las palmas de las ma-
nos hacia abajo, bájelas al mismo tiempo que baja los
talones, y levante los dedos de los pies en un movi-
miento de balanceo. Continúe con este movimiento len-
tamente, balanceándose hacia atrás mientras respira
profundamente.
Con cada movimiento baje sus hombros, relaje sus brazos
y dedos de los pies. Haga este ejercicio suave y lentamen-
te. Respire profundamente e imagine que sus pies están
plantados firmemente sobre la Madre Tierra y que los de-
dos de sus pies son como raíces largas conectadas con la
energía nutritiva de la tierra. Mientras levanta las manos
imagine que usted es capaz de bajar la energía del cielo
para limpiarse y llenarse con ella. Este movimiento es de
mucho beneficio para las que sufren trauma y depresión.
El baño de luz.
Con el pie izquierdo hacia adelante y las palmas de las ma-
nos frente a frente, levante sus manos sobre su cabeza y
luego muévalas hacia abajo como si usted se estuviera ba-
ñando con luz. Sienta la energía limpiando y llenando su
cuerpo, mente y espíritu. Repita lo mismo hacia el lado de-
recho, con el pie derecho hacia adelante. Imagine la ener-
gía que está a su alrededor.
Mientras usted sube sus manos inhale de ese baño de luz;
cuando baja sus manos exhale y deje ir cualquier cosa ne-
gativa que se encuentra dentro de usted. Sienta como la luz
del cielo la está limpiando y renovando. Mientras usted hace
los movimientos hacia el lado derecho, póngase en contac-
to con la violencia y la negatividad del mundo que la rodea.
Este ejercicio es excelente para personas que están depri-
midas o enfrentándose con traumas del pasado.
Ejercicios de Tai Chi
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
Volando por el aire.
Con su pie izquierdo hacia ade-
lante, extienda su mano izquier-
da hacia arriba. Nade o vuele a
través del aire cálido y energizante.
Disfrute la gracia y lo ligero de su
cuerpo.
El movimiento debe ser libre y lige-
ro con los brazos y hombros relaja-
dos. Repita el movimiento empezan-
do por el lado derecho. Vuele libre-
mente a través del aire soltando todo
el peso y sintiendo la liberación de su
espíritu. Abra su corazón a todas las
posibilidades y deseos que usted tiene
para su vida y crecimiento.
Este ejercicio es bueno para aliviar el do-
lor de espalda, hombros y cabeza.
Deje ir el pasado y ábrase para recibir.
Con su pie izquierdo hacia adelante, las pal-
mas de las manos ligeramente curvadas hacia
abajo a la altura del pecho, empuje hacia afue-
ra, dejando ir toda la tensión, negatividad y vio-
lencia que hay dentro de usted. Voltee las pal-
mas de sus manos hacia arriba y regréselas a
la posición inicial; mientras está regresando sus
manos a la posición inicial inhale las bondades
y abundancia de la vida.
Repita el movimiento, pero ahora con el pie de-
recho hacia adelante. Conéctese con cualquier
herida, tensión o violencia que usted tenga en
su corazón. Cuando haga el movimiento en el
lado izquierdo exhale el dolor y la violencia. Res-
pire inhalando la paz, la gracia y la abundancia
de vida a su alrededor.
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Herramientas para estar bien
Agarrando los dedos para balancear la energía emocional.
La siguiente práctica es una manera simple de manejar
las emociones agarrando cada dedo. Las emociones y sen-
timientos son como ondas de energía que se mueven por
todo su cuerpo, mente y espíritu. A través de cada dedo
corre un canal o meridiano de energía conectado con los
diferentes órganos del cuerpo. Agarrando el dedo indica-
do se puede drenar y equilibrar el flujo de energía. Mien-
tras usted agarra un dedo, generalmente en un minuto o
dos sentirá pulsaciones de energía. Esto indica que la
energía está fluyendo y que está equilibrada. Agarrando
cada dedo mientras respira profundamente puede traer
alivio y sanidad tanto emocional como físico.
Esta práctica es una herramienta muy útil que podemos usar a
diario. En situaciones de dificultad o retos, cuando hay llanto, enojo o la
ansiedad aumenta, está práctica puede traer paz, un mejor enfoque y calma, para que
la respuesta o elección que se haga sea la mejor. Esta práctica puede hacerse para
ayudar a los niños cuando están llorando o cuando están haciendo berrinche. Está
práctica también puede hacerse como una meditación con música o antes de dormir,
para liberarse de los problemas del día y así ayudar al cuerpo, mente y espíritu a
relajarse. También se puede usar con personas que tienen mucho miedo, ansiedad,
enfermedad o que están muriendo.
La práctica:
Agarrar cada dedo con la otra mano mientras
repira profundamente por 2-5 minutos. Exha-
lar despacio imaginando
que las emociones fuer-
tes estan fluyendo de
su cuerpo hacia la
tierra. Respirar
p r o f u n d a -
mente y lle-
narse con ar-
monía, paz y
sanación.
PULGAR
duelo,
lágrimas,
dolor
emocional
ÍNDICE
miedo,
pánico,
terror
DEDO MEDIO
enojo, rabia,
ira,
resentimiento
ANULAR
ansiedad,
nervios
DEDO
PEQUEÑO
falta de
autoestima,
víctima
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
Práctica de la técnica para liberar energía.
1. Piense en un problema que pueda servir para medir su nivel de
ansiedad:
Elija para trabajar un problema, una preocupación, una fobia, una an-
siedad, una memoria traumática o algún pensamiento negativo. Usan-
do una escala de 0 a 10 mida el nivel de ansiedad que siente cuando
piensa en el asunto. (0=nada de ansiedad y 10=máximo nivel de
ansiedad). Si se le dificulta medir la ansiedad con esta escala numéri-
ca, use una escala más simple como por ejemplo: nada, poca, media,
mucha, o mucha-poca, o hasta arriba-hasta abajo.
Técnica par la Liberación Emocional-EFT
Las técnicas para la liberación emocional fue-
ron desarrolladas por Gary Craig y Gary Flint.
Son muy útiles para desbloquear y sanar emo-
ciones fuertes, miedos, ansiedad, dolor emo-
cional, enojos, memorias traumáticas, fobias
y adicciones, así como para aliviar síntomas
de dolor, como el dolor de cabeza o dolor del
cuerpo.
La técnica se basa en la teoría del campo de
energía del cuerpo, mente y espíritu, junto a
la teoría del meridiano de la medicina orien-
tal. Los problemas, traumas, ansiedad y do-
lor pueden causar un bloqueo en el recorrido
de la energía en el cuerpo.
Con golpecitos o acupresión en los puntos
conectados con los canales o meridianos de
energía pueden ayudar a desbloquear la ener-
gía congestionada y promover un recorrido
fluido y sano de energía en el cuerpo y en el
campo mental.
(Adaptado con permiso de técnicas para liberar energía
de Gary Flint, Ph.D. y Gary Craig, Ph.D.)
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Herramientas para estar bien
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7
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2. Dar de 7 a 9 golpecitos a
los puntos de acupresión
abajo identificados:
Respire profundamente mien-
tras da los toquecitos con los
dedos índice y medio en los
puntos indicados.
1) Los puntos donde empiezan
las cejas
2) Los puntos donde terminan
las cejas
3) Los puntos en los pómulos,
debajo de las pupilas
4) El punto debajo de la nariz
5) El punto en la barbilla, de-
bajo de los labios
6) Los puntos unos 10 cm. de-
bajo de las axilas
7) Los puntos debajo de las
clavículas, por el esternón.
3. Toque el punto A que es al
lado de la mano y repita 3
veces:
"A pesar de que tengo este pro-
blema, estoy bien, me acepto!"
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
4. Vuelva a
repetir la
secuencia:
presentada en los
puntos 2 y 3:
Repita esta secuencia
hasta que su nivel de
ansiedad haya bajado
a 0-2
5. Dese masaje suave
en el "punto
adolorido" (punto B):
Dese masaje o presio-
ne muy suavemente en
el punto Susceptible al dolor que se encuentra al lado izquierdo del pecho, unos
5 cm. debajo del lado izquierdo de la clavícula y 4 o 5 cm. al lado del esternón.
Sostener el Cuerpo
Esta práctica consiste en sostener varios puntos de energía en el cuerpo. Esta práctica
puede hacérsela una misma o unas a otras. Ésta es muy útil para controlar la ansiedad,
el dolor emocional o físico, las memorias traumáticas, las emociones fuertes como el
enojo o el miedo, el insomnio, y para lograr una profunda relaja-
ción. Con la energía de nuestras manos nosotras podemos traer
una profunda paz, armonía y sanidad al cuerpo, mente y espíritu.
Mientras se practica estos ejercicios en grupo, unas a otras,
tenga en mente y en su corazón un sentimiento de paz, luz y
amplitud. Estos puntos se pueden sostener por varios minutos
acompañados por respiraciones abdominales profundas para
promover más relajación.
Debemos sostener muy suavemente y, si alguna persona
tiene miedo de ser tocada por algún miedo o alguna expe-
riencia previa de abuso o violencia, puede poner sus
manos sobre los puntos sin sostenerlos; de esta manera
trabajará en el campo de la energía de su cuerpo. Siem-
pre pida permiso a la persona antes de tocarla.
101
Herramientas para estar bien
El Halo.
Sostener la
cabeza:
Una mano sostie-
ne suavemente
la cabeza, po-
niéndola en la
frente; la otra
mano sostiene
la base del crá-
neo. La energía de
las manos se co-
necta con las partes
del cerebro relaciona-
do con memorias y
emociones.
Sostener el corazón:
Una mano descansa sobre el esternón, arriba del
pecho, y la otra se coloca en la espalda, detrás
del corazón. El corazón muchas veces sostiene
dolor emocional, heri-
das del pasado, dolor
y resentimiento. Res-
pire profundamente e
imagine que el dolor
que hay en el cora-
zón sale hacia
abajo hasta llegar
a la tierra. Usted
puede hacer lo mis-
mo, varias pulgadas
alejada del cuerpo de
la persona, respetando
así sus límites.
Sostener la coronilla:
Los pulgares de ambas manos hacen con-
tacto en el centro de la coronilla. Las puntas
de los dedos tocan suavemente en la frente.
Junto con una respiración profunda este punto
es usado en diferentes actividades del cuer-
po para promover relajación emocional.
Sostener los hombros:
Coloque las manos suavemen-
te sobre los hombros, éstos
están relacionados con la an-
siedad y las cargas emociona-
les de la vida.
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
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Esta práctica alivia el dolor, tensión y el
estrés de la espalda, hombros, cuello y ca-
beza. Mucha energía está bloqueada
traumáticamente en la espalda y los hom-
bros. Se puede hacer esta práctica en sí
mismo/misma y con otra persona, senta-
da o acostada. Es una buena práctica para
calmar la ansiedad y nervios o para aliviar
el insomnio. Es importante protegerse du-
rante la práctica con otra persona.
Concéntrese y prepárese:
Usted debe pararse detrás de la persona.
Cierre sus ojos y coloque las manos en los
hombros o cabeza de la persona por un
momento. Establezca contacto con el cuer-
po, mente y espíritu de la persona. Céntre-
se bien. Respire profundamente y siéntase
conectada con la tierra; imagine la energía
de la tierra entrando en su cuerpo, salien-
do de sus manos y entrando en el cuerpo
de la persona que está recibiendo el ma-
saje. Imagine una luz brillante a su alrede-
Acupresión para Relajar la Cabeza,
el Cuello y los Hombros
Para terminar:
Sacuda el campo de
energía con sus manos.
Se pueden detener los
pies de la persona para
que se sienta aterrizada
de nuevo y presente en
el lugar.
dor protegiéndola. Con esta energía usted será
capaz de facilitar a la persona su propio pro-
ceso de sanación sin tener que absorber su
tensión, estrés o preocupaciones.
103
Herramientas para estar bien
Acupresión para Aliviar el Dolor
y el Estrés Traumático
Puntos de Acupresión (usar un medio
nivel de presión):
1. En la espalda, en dirección de las axilas, a
2 centímetros de la coyuntura donde se
une el brazo con el tronco.
2. Sobre los hombros a la orilla de los
omoplatos, más o menos a 4 centímetros
de la columna.
3. En los hombros, justo en la base del cue-
llo y en los músculos del trapecio.
4. A medio cuello en los músculos en ambos
lados de la columna.
5. En los huecos en la base del cráneo, a
los lados de la cabeza.
6. En el centro de la coronilla.
Para terminar:
Agarre los pies de la persona para ayudarle
a aterrizar de nuevo, o si lo está haciendo
por usted misma, imagine que sus pies
están enraizados en la tierra. Respire pro-
fundamente y sienta paz y armonía en su
cuerpo, mente y espíritu.
(Adaptado del trabajo de
Aminah Raheem, Ph.D. y Iona Teegarden.)
En la frente entre las cejas:
Con las puntas de los dedos de una mano
sostenga el área sensible entre las cejas,
donde la nariz se conecta con la frente.
Depresión.
Estos puntos de acupresión son para
los que sufren depresión y pesadez
del espíritu; les trae un sentido de
paz y bienestar.
La Coronilla:
Sostenga suavemente la coronilla.
Hay 3 puntos de acupresión en lí-
nea en esta área.
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
Ansiedad, crisis y "abrumado".
Punto afuera de la muñeca:
Presione en el vacío que se siente en la parte de
afuera de la muñeca, abajo del dedo pequeño.
Puntos sobre los hombros:
Con las puntas de sus manos sostenga los pun-
tos sobre sus hombros. Puede cruzar los brazos
para que esté en una posición más cómoda.
El punto del dolor:
Localice el punto donde se siente sensible y doloroso,
al lado izquierdo de su pecho, a 4 o 5 centímetros aba-
jo de la clavícula y 3 centímetros al lado del esternón.
El desmayo, crisis y presión baja.
Este punto puede ser usado en una misma o en otra
persona, si se está desmayando o está pasando por
alguna crisis:
Punto debajo de su nariz:
Con la punta o el nudillo de su dedo índice, presione el
punto debajo de su nariz, arriba de su labio superior.
Insomnio:
Puntos en su frente y al centro de su pecho: Sostenga
al mismo tiempo el punto en el centro de su frente y en
el centro de su pecho.
Base del cráneo a los lados de
la cabeza:
Entrelace los dedos de las manos
y ponga sus manos detrás de la
cabeza y, con los pulgares, pre-
sione los lados derecho e izquier-
do de la base del cráneo, presio-
ne suavemente en el vacío entre
los músculos y los huesos.
105
Herramientas para estar bien
Actualmente se han desarrollado muchos
nuevos métodos para tratar la depre-
sión, la ansiedad, y el estrés
traumático. Muchos profesiona-
les en medicina que han es-
tudiado el impacto del estrés
en la persona, ahora recono-
cen que el cerebro humano
está compuesto de un cog-
noscitivo responsable del len-
guaje y pensamientos abs-
tractos, y un cognoscitivo
emocional responsable de las
emociones y del control del com-
portamiento instintivo. El cognoscitivo emo-
cional controla mucha de la fisiología, res-
puestas propias y el bienestar psicológico.
En su libro "El instinto para sanar"
(2004), el psiquiatra David Servan-
Schreiber dice que los "trastornos
emocionales" son el resultado de
unas disfunciones en el cerebro
emocional... La primera tarea del
tratamiento es "reprogramar" el
cerebro emocional para que éste
se adapte al presente en lugar de
continuar reaccionando a las expe-
riencias pasadas... Esto es general-
mente más efectivo que usar mé-
todos que actúan en el cuerpo e in-
fluyen directamente en el cerebro
emocional, más que el uso de en-
foques que dependen completa-
mente del lenguaje y la razón, a
lo que el cerebro emocional no
es receptivo. El cerebro emocional
contiene mecanismos naturales
para la autosanación: un instin-
to para sanar. Dicho instinto es
la habilidad natural del cere-
bro para encontrar balance
y bienestar en el cuerpo,
mente y espíritu.
"Capacitar": Enfoque
desde la Educación
Popular para Sanar.
En su trabajo con personas
traumatizadas, los métodos
de Capacitar comprenden despertar y
empoderar este "Instinto para sanar". Por-
que la experiencia que la gente de la base
tiene es muy extensa, Capacitar le da un
enfoque terapéutico individual,
poniendo en las manos de la
gente conocimientos básicos
del cuerpo, para que ellos mis-
mos puedan usarlos para li-
berar el estrés, controlar emo-
ciones y mantener un balan-
ce en medio de los retos de la
vida. La clave para este enfoque
es que el instinto o sabiduría está
inherente en el organismo para en-
contrar el equilibrio y el bienestar.
La sanación se da al liberar la ener-
gía acumulada como una intensa
corriente natural. Con un flujo re-
novado de energía la persona re-
gresa a un estado de equilibrio y
bienestar.
El Trauma y el Instinto para Sanar
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
Viviendo el bienestar:
Es una experiencia de salud muy di-
ferente a la que busca estabilizar o
curar los síntomas de enfermedades
físicas y mentales. En contraste con
una visión científica de salud que
se limita a "curar la enfermedad
o reparar la salud", en el oriente
y entre las culturas indígenas
encontramos modelos de salud
que están basados en la pleni-
tud personal y armonía de la
energía, es decir, de la fuerza
vital del cuerpo, mente y espíri-
tu. Cuando la energía está flu-
yendo libremente y sin ninguna
obstrucción por los canales y los
centros de energía del cuerpo, la persona
goza de buena salud, equilibrio emocional,
claridad mental y bienestar espiritual.
Las prácticas ofrecidas en este manual ayu-
dan a despertar este estado de bienestar,
proporcionando herramientas para sanar
heridas del pasado y para recu-
perar la fuerza interior de la per-
sona y su energía. Estas prácti-
cas han sido usadas por miles de
personas de diferentes países y cul-
turas, y han sido de mucha ayuda
para personas con estrés traumático,
así como también para el cuidado
personal de aquellas personas que
trabajan con los traumatizados. Es-
tas prácticas han sido diseñadas para
ser usadas como parte del diario vi-
vir para ayudar a reequilibrar la
energía agotada, congestiona-
da o excesiva, así como tam-
bién para nutrir y construir un
centro de energía. El uso regu-
lar de algunas prácticas como el Tai-Chi, Pal
Dan Gum, acupresión y de respiración ayu-
dan a aliviar los síntomas del estrés trau-
mático que se manifiestan por medio de do-
lores de cabeza, dolor de cuerpo, descon-
troles estomacales, diarrea, insomnio,
ansiedad y fatiga crónica. Pero esto no es
suficiente para aliviar los síntomas físicos y
emocionales. La sanación requiere de un
cambio profundo en todo el sistema de la
persona y sus relaciones, su medio ambien-
te, hasta al nivel celular y energético del cuer-
po, mente y espíritu.
La manera en que se trata una experiencia
traumática puede llegar a ser un catalizador
para el crecimiento y la transformación. Las
heridas del pasado pueden ser transforma-
das en sabiduría para vivir plenamente. Hay
un regreso al equilibrio y a la plenitud per-
sonal, que son el estado natural de la perso-
na y de la comunidad. Para otros recursos,
manuales y prácticas, consulte la página
web: www.capacitar.org.
107
Herramientas para estar bien
Oración de Capacitar, adaptada de la
Oración de la ONU para el Sabbath
Nos unimos a la tierra
Y todos junto con
nuestros antepasados
y con todos los seres del futuro,
para recrear la comunidad humana,
para proveer justicia y paz,
para recordar a nuestros hijos e hijas
para recordar quiénes somos...
Nos unimos a tantas diversas
expresiones
de un misterio de amor,
para sanar a la tierra
y renovar la vida plena.
109
II. Hacia una espiritualidad para la paz
- Raimon Panikkar: Paz y desarme cultural. Editorial Sal Terrae, Colección Presencia
Social, 1993.
- Walter Wink: Paz, teología para un nuevo milenio, Editorial Lumen, Buenos Aires-
México. Colección Mar adentro, 2005.
- Pedro Casaldáliga, José María Vigil: Espiritualidad de la liberación. Editorial Voces,
Volumen 9. Colección de Teología y Liberación.
- Pontificio Consejo "Justicia y Paz": Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia,
Librería Editrice Vaticana, Ediciones CEM, 2005
- Leonardo Boff: Ternura, la savia del amor, 2014-02-16, artículo digitalizado No. 620,
Columna semanal de Leonardo Boff en http://servicioskoinonia.org/boff/
- L.C. Restrepo: El derecho a la ternura, Arango Editores, Santafé de Bogotá, Colombia,
1999
- Xabier Pikaza: El camino de la paz, una visión cristiana. Ediciones Khaf, Madrid,
España, 2010.
III. Hacia un desarme cultural de la violencia
- Francisco E. Cervantes: "Corazonamientos iniciales", artículo digitalizado en
www.corazonar.org.
- Jean-Marie Muller: El coraje de la no violencia, Editorial Sal Terrae, Colección Presencia
Social No. 32, 2001.
- Paulo Freire: Pedagogía del oprimido, Editorial Siglo XXI, 1975. Acción cultural para la
libertad, Tierra Nueva S.R.L. Buenos Aires, Argentina.
- Benjamín Forcano: Nueva ética sexual, Editorial Trotta, S.A. Madrid, 1996
- Colaboración: Reflexiones sobre la violencia, Siglo XXI Editores, S.A. de C.V., México
2010.
IV. Justicia restauradora y justicia transformadora, constructoras de la paz
- Thierry Maertens: Fiesta en honor de Yahvé, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1964.
Referencias
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UNA VISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ
- Jim Consedine: La justicia restaurativa, sanando los efectos del crimen, Departamento
de Pastoral Social. Pastoral Penitenciaria. Edición del Consejo Episcopal Latinoamerica-
no CELAM, Bogotá, Colombia, 2002
V. Des-velar la "violencia institucionalizada" (casos Ayotzinapa y Tlatlaya) y Algunos
factores generadores de la violencia en las familias
VI. El "calentamiento social" y la "desinstitucionalización"
- ALMADA MIRELES, Hugo: "La realidad social de Ciudad Juárez, análisis territorial" ,
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Ciudad Juárez, 2007, tomo 2
- BARRAZA, Laurencio (Coord.): "Diagnóstico sobre la realidad económica, social y
cultural de los entornos locales para el diseño de estrategias de intervenciones materia
de prevención y erradicación de la violencia en la región Norte: el caso de Ciudad
Juárez, Chihuahua.
- CALDERON Felipe: "Todos somos Juárez: an innovative strategy to tackle violence and
crime", in Latin America Policy journal, Harvard University 2013, consultado en el sitio:
http://lapj.webs.com/todos-somos-juarez.
- CONAVIM, México, 2009, consultado en internet el 31 de octubre de 2011 en el sitio
http://www.conavim.gob.mx/work/models/CONAVIM/Resource/pdf/JUAREZ.pdf
- Centro de Inteligencia Económica y Social, Gobierno del Estado de Chihuahua, portal:
http://www.chihuahua.com.mx/nuevodiseno/wire5.asp
- CEIDAS/INVESTIGACION: "Rezagos bajo la lupa" en México Social. No. 17, México,
CEIDAS, diciembre de 2011.
- Centro nacional de evaluación de la política social (CONEVAL), portal:
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- GUERRERO GUTIERREZ Eduardo: "La estrategia fallida", en NEXOS, No. 420, diciem-
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- FONDO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA INFANCIA (UNICEF) México: Los dere-
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- INEGI: El sector alimentario en México 2000, México, 2005.
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- JUSIDMAN, Clara (Coordinadora): La realidad social en Ciudad Juárez, Análisis Social,
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- KRAUZE Enrique: México: la tormenta perfecta, en Letras libres, Noviembre 2012, año
14, no. 167.
- MADRAZO Alejandro y GUERRERO Ángela: "Más caro el caldo que las albóndigas", en
NEXOS, No.420, Dic. 2012.
- MERINO José y GOMEZ AYALA Víctor: "Cuerpos sin nombre", en NEXOS, No.420, Dic.
2012.
- PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO: Informe sobre desarrollo
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- PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO: "El Índice de Desarrollo
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111- ROMERO, José y PUYANA, Alicia, Evaluación integral de los impactos e instrumenta-
ción del capítulo agropecuario del TLCAN, documento maestro, Centro de Estudios
Económicos, el Colegio de México, 2004.
- SAMANIEGO Norma: ¿Es el mercado de trabajo un factor explicativo de la violencia?
Revista Este País, No. 246, nov. 2011.
- UNICEF; Vigía IDN: 0-5 años, Los primeros pasos, abril 2005. IDN II, La edad escolar,
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- UNICEF: Vigía de los Derechos de la Niñez Mexicana: "Segundo Índice de los Derechos
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- UNICEF: Vigía de los Derechos de la Niñez Mexicana. "Tercer Índice de los Derechos de
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- VULLIAMY Ed: Amexica: La guerre contre le crime organicé sur la frontière États-Unis/
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- WIEWORKA Michel: La violence, Hachette Littératures, Col. Pluriel, Paris, 2005.
- ZERMEÑO Sergio: La sociedad derrotada, el desorden mexicano de fin de siglo. Siglo
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VII. La parroquia como espacio y signo de reconciliación
- Robert J. Schreiter: Violencia y Reconciliación, Editorial Sal Terrae, Colección Presencia
Teológica No. 93, 1998.
- Robert J. Schreiter: El ministerio de la reconciliación, Editorial Sal Terrae, Colección
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- Walter Wink: Sanando las heridas de una Nación, Editorial Life and Peace Institute,
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VIII. Las víctimas de la violencia y su atención
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- Roses Periago. Seguridad humana y salud pública Editorial Programa de las Naciones
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University Press; 1994. Capítulo 2: Nuevas dimensiones de la seguridad humana.
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- Referencia II: LEY GENERAL DE VÍCTIMAS, Nueva Ley publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 9 de enero de 2013. TEXTO VIGENTE, Última reforma publicada DOF
03-05-2013
- Referencia III: Ley publicada en el Periódico Oficial No. 84 del 21 de octubre del 2006.
DECRETO 617-06 VI P.E.
http://www.congresochihuahua.gob.mx/biblioteca/leyes/archivosLeyes/38.pdf
- Referencia IV: (http://www.equidad.scjn.gob.mx/campo_algodonero.php, http://
www.animalpolitico.com/2013/11/documental-narra-caso-de-tortura-de-israel-arzate/
#axzz2wtbeXwLt;
- http://laopcion.com.mx/noticia/3276;
- http://cmdpdh.org/casos-paradigmaticos-2-2/casos-defendidos/caso-paloma-escobar-
ledezma
- /;http://diario.mx/Estado/2014-01-24_a499f336/por-caso-marisela-escobedo-abren-
investigacion-contra-mps-y-ex-funcionarios-/)
- http://www.corporacionavre.org/files/pdf/LIBRO_AVRE_LECCIONES_baja.pdf
Segunda Parte
Reconstruir la Paz
Proyecto Pastoral y Ciudadano
(Talleres de Educación para la Paz)
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l método que utilizamos en los talleres de Educación
para la Paz es el llamado de "Ver, pensar y actuar".
Originalmente fue diseñado por la Juventud Obrera
Cristiana (JOC) para sus activistas en el mundo sindical y
del trabajo y sus tres pasos eran: "Ver, juzgar y actuar". Pos-
teriormente, en los años 70, las Comunidades Eclesiales de
Base de América Latina lo adaptaron con los mismos tres
pasos pero, dado que luego el verbo "juzgar" en el lenguaje
coloquial tiene connotaciones peyorativas, como el consti-
tuirse en juez de los demás, se le cambió la denominación a
ese paso por el "pensar".
Los tres pasos del método son importantes en su conjunto
por varias razones: en primer lugar, porque parten de la rea-
lidad que vive la gente, pero no se quedan en esa realidad,
sino la enriquecen con mayores datos y con un análisis so-
cial de la misma, a la vez que con un análisis socio-religioso.
Pero van más allá todavía, una vez entendida la realidad en
su contexto más amplio, se regresa a esa realidad para trans-
formarla por medio de la acción de la comunidad.
Podría decirse, muy ampliamente, que se trata de partir de
lo concreto real, para luego analizarlo en su contexto más
INTRODUCCIÓN:
EL MÉTODO DEL VER,
PENSAR Y ACTUAR
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
amplio, en sus causalidades, en su desarro-
llo, en sus consecuencias (abstracto o con-
creto pensado) para volver de nuevo a lo con-
creto pero en forma de desafío para la acción
humana.
Este método también tiene su inspiración en
la Pedagogía del Oprimido, diseñada por el
gran educador brasileño Paulo Freyre. Se tra-
ta, en primer lugar que las personas, los gru-
pos tomen distancia de su realidad, la vean
como algo fuera de ellos, como algo objetivo
(eso quiere decir objeto etimológicamente: ob
jectum, lo lanzado afuera). Y una vez visto
fuera de nosotros entonces se pueden consi-
derar las posibilidades de acción para trans-
formarlo y luego volverlo a pensar para volver
a transformarlo. En ese continuo ir de la re-
flexión y la acción se da la acción trans-
formadora, consciente, responsable y comu-
nitaria de la realidad de opresión, de injusti-
cia, de violencia.
Este método tiene mucho que ver con la Doc-
trina Social de la Iglesia que considera que a
las personas debe considerárseles como Su-
jetos, es decir, no como objetos, como cosas,
sino como actores capaces de ir transforman-
do su realidad. También coincide en varios
puntos con la Sociología de los Movimien-
tos Sociales o con la Sociología de la Acción
de Alain Touraine. Estas sociologías consi-
deran definitiva la acción de los sujetos para
producir la sociedad, a diferencia de las di-
versas versiones del estructuralismo que le
dan enorme peso a las estructuras sociales
en el condicionamiento de las personas y
de su actuar hasta el punto que a veces
parece que es inútil tratar de transformar
dichas estructuras.
En este sentido, el método Ver, Pensar, Actuar
viene a ser una pedagogía de la acción
liberadora, de la acción justiciera, de la ac-
ción responsable, de la acción para ir cons-
truyendo, para ir haciendo posible otro mun-
do de justicia, de solución pacífica de conflic-
tos, de igualdad, de diferencia, de hermandad
con toda la comunidad de los seres vivos.
Vamos a explicar brevemente en qué consis-
ten cada uno de estos tres pasos:
1. EL VER
Aquí se trata de partir de la realidad de la
gente, del grupo, de tratar de verla objetiva-
mente, con todas las características, determi-
naciones, cualidades o no cualidades posibles.
No se trata de analizarla, sino de ver cómo
esa realidad se manifiesta de diversas mane-
ras. Es importante aquí no ir adelantando jui-
cios de calidad sobre la misma porque luego
eso nos estorba para verla lo más completa-
mente posible. Por ejemplo, la violencia fa-
miliar puede verse cómo se manifiesta en la
familia, contra qué miembros de ella, bajo
qué formas, etc. Pero no se trata de anali-
zar el fenómeno en abstracto, sino de la ex-
periencia que el grupo tiene de esa violencia,
directa o indirecta ir sacando los más datos
posibles.
A veces algunos grupos tienen alguna dificul-
tad para objetivar esa situación. Entonces se
puede recurrir a diversas técnicas para ayu-
dar a que expresen su realidad, a diversas "co-
dificaciones", como señala Paulo Freyre. Por
ejemplo, que dibujen cómo ven ese proble-
ma, o que hagan una lista de las frases o di-
chos populares sobre esa situación, o que sa-
quen una letra de una canción que la refleja,
o que hagan una pequeña representación tea-
tral de la misma.
De lo que se trata es de precisar bien el fenó-
117meno o el hecho de partida, de que la gente
se distancie de él y que empiece a ver toda la
diversidad de sus manifestaciones. Esto ya es
un primer análisis, pero no es el objetivo prin-
cipal del paso "ver".
2. EL PENSAR
Esta es la fase que puede resultar más com-
plicada, sobre todo para la gente que tiene
menos escolaridad o menos experiencia de
trabajo de estudio en grupos. Sin embargo,
una buena conducción y una buena pedago-
gía mucho ayudan a sacarlo adelante.
En nuestro caso, el pensar consiste en anali-
zar el hecho desde el punto de vista, en pri-
mer lugar del análisis llamado genético-estruc-
tural de las ciencias sociales y, en segundo,
de la Palabra de Dios expresada, ya sea en las
Sagradas Escrituras, ya sea en los diferentes
documentos de doctrina de la Iglesia.
Esto no es tan difícil como parece. Por ejem-
plo el documento de los obispos mexicanos:
"Que en Cristo nuestra Pascua México tenga
vida digna", primero hace un excelente análi-
sis social de la violencia en sus diferentes
manifestaciones en México y luego analiza
las violencias desde el punto de vista bíbli-
co-pastoral.
Para el análisis social, hay que partir de lo
que genera el hecho no coyuntural o inmedia-
tamente, sino de las estructuras económicas,
sociales, políticas, culturales que lo hacen
posible. Es decir, es necesario ahondar en las
causas, en los factores estructurales del he-
cho que se está estudiando. Se trata de supe-
rar las interpretaciones simplistas tales como
"así sucede porque la gente es floja", "porque
los hombres son malos", sino tratar de ver cómo
nuestra sociedad está organizada, la forma
como el poder está distribuido en ella y genera,
por ejemplo, la violencia en la familia.
Para esto es necesario que se hagan pregun-
tas muy precisas al grupo, tratando de inda-
gar las causas, no personales, sino sociales,
estructurales de los problemas. Y que prime-
ro a través también de preguntas, se vayan
introduciendo otros elementos que ayuden a
que la gente piense, analice. Es obvio que para
realizar bien este análisis quien conduce el
grupo debe tener su análisis hecho desde an-
tes, no para transmitirlo sin más al grupo,
sino para poder hacer las preguntas más per-
tinentes para que la gente vaya realizando
su propio análisis. Si esto se hace bien, mu-
chas veces el análisis del grupo es mucho más
rico que el del conductor.
Para enriquecer este análisis puede ayudar
mucho que quien conduce el análisis o ela-
bora la guía pedagógica se allegue de lectu-
ras que analicen adecuadamente el hecho o
problema.
El segundo momento del "pensar" es analizar
el mismo hecho o problema ya enriquecido
con el punto de vista de las ciencias sociales,
con la Palabra de Dios, ya sea con las Sagra-
das Escrituras o los documentos de la Iglesia.
Esto es muy importante, el proceso consiste
en considerar qué nos dice el Señor a través
de los acontecimientos y no a la inversa, es
decir, leer la palabra de Dios y luego deducir
cómo se aplica a nuestra realidad. Es un mé-
todo no hipotético-deductivo, sino inducido a
partir de la práctica cotidiana de la gente. Se
trata de hacer viva la Palabra porque tiene algo
que decirle a la realidad que estamos viviendo.
3. EL ACTUAR
Como decíamos, tanto la Doctrina Social de
El método del Ver, Pensar y Actuar
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
la Iglesia como la Socio-
logía de los Movimientos
Sociales consideran que
las personas y las comu-
nidades están llamadas a
ser sujetos, es decir, ac-
tores de sus propios pro-
cesos. La acción la llevan
a cabo bajo dos coorde-
nadas: una, la memoria,
la experiencia que guar-
dan del pasado; la otra,
la utopía, el proyecto de
sociedad que quieren ir
realizando, con todos sus
valores.
En el actuar se trata de que el grupo vuelva
sobre lo concreto de lo que partió, pero ya
enriquecido por el análisis. Precisamente el
análisis debe ir descubriendo posibilidades de
acción, de transformación sobre el objeto, si-
tuación o problema considerado.
Entonces, de nuevo, aquí hay que incentivar
a que el grupo comunitariamente vaya encon-
trando los desafíos para su acción comunita-
ria. Los retos para ir transformando ese hecho
problemático del que se partió. Y debe expre-
sarse en compromisos de acciones concretas.
Este compromiso debe tener, al menos, las
siguientes características:
• Debe expresarse en acciones muy concre-
tas, que puedan programarse en el tiempo.
• Deben predominar las acciones colectivas,
comunitarias sobre las individuales.
• Debe buscarse que dichas acciones formen
parte de un proceso más amplio de trans-
formación.
• Deben ser acciones perfectamente
evaluables.
Es responsabilidad de quien diseña y quien
conduce el trabajo con el grupo de tener lista
un repertorio de acciones ya puestas en mar-
cha por otros grupos o este mismo en situa-
ciones similares, o diseñar dinámicas para
suscitar la creatividad comprometida de las y
los integrantes.
De esta manera, el método Ver, Pensar y Ac-
tuar va a constituir una ayuda pedagógica
excelente para que diversos grupos y co-
munidades vayan construyendo, desde aba-
jo, una realidad social más justa, más demo-
crática, menos violenta, más igualitaria a la
vez que más respetuosa de la diversidad, de
acuerdo a sus ritmos, a sus percepciones y a
sus prioridades.
Nota.- Tomar en cuenta los apoyos que se ofre-
cen para los talleres en el CD que acompaña
esta edición.
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TALLER
Objetivo.
Con este taller pretendemos que cada quien
se forme una idea clara de las raíces de la
violencia y cómo estas se pueden atacar.
Ambientación.
Quien coordina le pide al grupo que se ponga
en silencio, los ojos cerrados, haciendo un
esfuerzo por respirar y expirar profundamente
y se va a formar la imagen de dos arbustos:
uno, polvoso, lleno de espinas; otro, relucien-
te, lleno de flores.
Material necesario.
Un dibujo del tamaño de un poster con la fi-
gura de la raíz, tallo, hojas y espinas del ar-
busto llamado "gatuño"; tiras y hojas de pa-
pel, marcadores, cinta para pegar.
VER
1. Trabajo personal:
Cada persona del grupo escribe en una tira de
papel tres tipos de violencia que conozca.
2. Trabajo en plenario:
Quien coordina expone la figura del arbusto
espinoso (el gatuño) con unas raíces grandes.
Cada participante en el taller coloca en las
ramas del arbusto las tiras de papel con los
tipos de violencia que encontró. (Para obviar
tiempo lo puede hacer el coordinador. Puede
resultar iluminador tratar de juntar las violen-
cias que se refieren a la familia, a la política,
al trabajo, a lo social, etc.).
3. Comentarios por el grupo y complemen-
tación-resumen por quien coordina.
PENSAR
1. Trabajo personal:
Las Raíces Sociales de las Violencias.
El Gatuño de la Violencia
Cada persona escribe un pequeño texto en su
cuaderno o en una hoja sobre cuáles cree que
son las causas sociales de los diferentes tipos
de violencia. Guarda su texto.
2. Primera exposición: "Las raíces sociales de
las violencias" (Anexo N° 1-A)
3. Segunda exposición: "Lo que dice la Iglesia
sobre las raíces de las violencias". (Anexo N° 1-B)
4. Trabajo en grupo:
Cada persona expone brevemente al grupo en
qué cambió lo que pensaba sobre las causas
sociales de las violencias con lo que se expuso.
ACTUAR
1. Diálogo en plenario:
Quien coordina dice: "El gatuño de la violen-
cia es un arbusto muy especial: si se corta
por el tallo, no se muere, antes al contrario, le
sirve de poda."
Pregunta: ¿en qué ocasiones no atacamos de
fondo sino sólo podamos las violencias?
2. Trabajo en grupos de cuatro personas den-
tro del plenario;
-El grupo va respondiendo a la pregunta an-
terior y las respuestas se anotan en una hoja.
-El grupo responde esta otra pregunta:
¿qué podemos hacer nosotros para ir extir-
pando las raíces sociales de las diferentes
formas de violencia?
-Se anotan las respuestas y se formulan algu-
nas conclusiones.
3. Compromisos en plenario.
Sobre las respuestas anteriores se llega a un
compromiso de acción por parte del grupo que
se pueda evaluar en su cumplimiento.
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TALLER
Objetivo.
Resignificar desde la persona y la comunidad
lo que es la paz.
VER
Reflexión en Equipos.
Se forman 4 equipos, y se les da la pregunta
¿Qué es la paz para mí a partir de lo que es-
tamos viviendo en la familia, escuela, traba-
jo o comunidad? A cada equipo le toca un
sector diferente (familia, escuela, trabajo, co-
munidad). Se dan 15 min. para trabajarlo.
Plenario.
Se exponen en papelógrafos las conclusio-
nes de cada equipo. Si no hicieron pape-
lógrafos, el coordinador va escribiendo las
conclusiones.
PENSAR
Desenmascarando las falsas paces y las
estructuras que hacen imposible la paz.
Se lee el No. 136 de la Exhortación Pastoral
"Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga Vida
Digna":
136. El Reino de Dios no se impone por la
fuerza ni con la violencia; es una realidad so-
brenatural, presente en el corazón y en el tes-
timonio de los discípulos, que critica y desen-
mascara las falsas paces y las estructuras que
hacen imposible la paz. Jesús alienta a quie-
nes le siguen a trabajar por la paz, que es don
de Dios y tarea del hombre. Quienes se com-
prometen en construirla son llamados "hijos
de Dios" (Mt 5, 9). Ya en el Antiguo Testa-
mento encontramos la concepción del ser hu-
mano como artífice de la paz (Cf. 1 Mac 6,
58-59) y ello no se refiere a quienes tienen
ánimo pacífico, de quietud o sosiego, sino a
Diferentes
Concepciones de Paz
quienes se comprometen en "hacer" la paz,
en tomar la iniciativa, en trabajar, en esforzar-
se por conseguirla. Tampoco se refiere a los
que cultivan la paz para sí mismos, sino a
quienes se empeñan activamente por estable-
cerla, allí donde los hombres la han roto y se
encuentran enemistados, al grado de no tener
miedo de arriesgar la propia tranquilidad, con
tal de procurar la auténtica solución de los
conflictos, aun cuando estos no le estén afec-
tando directamente.
Apoyo para la Reflexión:
Podemos decir que en este Número se detec-
tan dos clases de paz: La paz negativa o pa-
siva que es la que busca la quietud o sosiego.
Es la paz de los que no quieren "meterse en
problemas", los que aceptan o soportan la vio-
lencia. Los que no quieren meterse en con-
flictos. Aceptan la paz de los más fuertes, la
paz del silencio, la paz de los muertos. Le dejan
la paz a los soldados y a la policía. La otra
paz es la paz positiva o activa. Es la paz que
se busca construir activamente quitando todo
tipo de violencia y trabajando por mejores con-
diciones de vida para todos, por el respeto a
los derechos humanos, por una sociedad jus-
ta y fraterna.
Construyendo la paz auténtica y
verdadera.
Se leen los Nos. 148 y 151 de la Exhortación
resaltando las partes subrayadas.
148. No es posible ser cristianos sin Iglesia,
ni vivir la fe de manera individualista sacando
del horizonte de la vida y de nuestras preocu-
paciones cotidianas a los hombres y mujeres
con quienes compartimos nuestro caminar por
la historia; por ello la vocación cristiana in-
cluye el llamado a construir comunidades
fraternas y justas; el compromiso de servir al
2
121hermano y de buscar juntos caminos de jus-
ticia y ser así constructores de paz. De esta
manera la Iglesia es fiel a su esencia misma
que es ser sacramento de unidad entre Dios y
la persona humana, de los hombres y muje-
res entre sí.
151. Los fieles laicos, incorporados a Cristo
por el bautismo, son hombres y mujeres de la
Iglesia en el corazón del mundo y, al mismo
tiempo, hombres y mujeres del mundo en el
corazón de la Iglesia. Su misión propia y es-
pecífica es contribuir a la transformación de
las realidades y la creación de estructuras
justas según los criterios del evangelio. Es-
tán llamados, sin esperar u obedecer consig-
nas y en fidelidad a su conciencia, a compro-
meterse como ciudadanos y participar activa-
mente en los procesos y movimientos de la
vida social, política, económica y cultural,
aportando en ellos su testimonio de vida y su
competencia profesional para la vida digna y
pacífica de sus familias y comunidades.
Se apoya la reflexión con la siguiente pregun-
ta: ¿Qué elementos construyen la paz verda-
dera y auténtica? Se puede dar una lluvia de
ideas. También se pueden comparar nuestras
ideas sobre la paz con las otras concepciones
de paz que hemos analizado.
ACTUAR
Reflexión por equipos.
- Si se ve conveniente, se reúnen nuevamente
los equipos y reflexionan en base a la siguien-
te pregunta: Tomando en cuenta las conclu-
siones que se expusieron en el "VER" y a la
luz de lo reflexionado en el "JUZGAR": ¿Qué
modificaciones le podemos hacer a las con-
clusiones del "VER" para corregirlas o
enriquecerlas en orden a construir una paz
verdadera en la familia, en la escuela, en el
trabajo o en la comunidad?
-Comentar algunas ideas para construir la paz
en el ámbito que les tocó.
-Hacer un compromiso personal para cons-
truir la paz.
Plenario.
- Se realiza el plenario para leer las
conclusiones.
- Se escucha el canto "Paz Justicia y
Dignidad"
- Se hace la evaluación.
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TALLER
Objetivo.
Tomar conciencia de que la "No-Violencia Ac-
tiva" es un estilo de vida y una herramienta
eficaz para construir la paz en situaciones de
violencia.
Material necesario.
Proyectar Power Point, o bien, imprimir las
fotos. Marcadores y papelógrafos.
VER
1ª. DINÁMICA: Se presentan las fotos en
Power Point de manifestaciones no-violentas
pidiendo se fijen en ellas para después co-
mentarlas.
2ª. DINÁMICA: Reflexión por grupos en base
a las siguientes preguntas:
-¿Qué le llamó la atención de las manifesta-
ciones que vimos en fotos?
-¿Qué ha sucedido cuando un problema fa-
miliar o laboral o político o social se resuel-
ve con violencia?
3ª. DINÁMICA: Plenario para compartir el tra-
bajo en grupos. Se exponen las reflexiones en
papelógrafos, ya sea que se hayan escrito en
los grupos o el coordinador va sintetizando en
los mismos papelógrafos durante el plenario.
Conclusión.
El coordinador resalta aquellos aspectos que
servirán para reforzar el concepto de la No-
violencia activa.
PENSAR
DINÁMICA: En plenario se hace la lectura y
se comenta. Al final de cada lectura se pone
una pregunta solamente para ayudar en los
comentarios.
La Paz
y la No-Violencia Activa
1.- LECTURA: ¿Qué es la No-violencia activa?
La No-violencia activa es, en primer lugar, un
estilo de vida, una manera de ser y de vivir
que, ante todo, brota del respeto a todo ser
viviente de tal manera que no busca dañar a
nadie, tiene conciencia de la dignidad de la
persona humana y cree en la fuerza del amor
para convivir en paz.
La No-violencia activa es también una recur-
so moral que se basa en la superioridad de la
fuerza de la verdad y del amor para salir en la
defensa de la justicia y de la paz buscando
que el adversario se convierta del error y cese
de ejercer la violencia.
No es lo mismo una persona no violenta por-
que no hace nada para cambiar las cosas a
una persona "no-violenta activa" que se en-
frenta al adversario para cambiar las situacio-
nes de violencia e injusticia de la sociedad.
La primera es "pacifista". La segunda es "acti-
vista".
-¿Al ejercer la No-violencia Activa hay gana-
dores y perdedores?
2.- LECTURA: Niveles de acciones no-violentas:
1er. Nivel, Intensidad baja: información, diá-
logo, organización, oración, etc.
2º. Nivel, Intensidad intermedia: Movilización
de masas, manifestaciones, marchas, etc.
3er. Nivel, Intensidad Mayor: No-cooperación
(Paros generales, no pago de impuestos. no
asistencia a actos de gobierno, etc). Desobe-
diencia Civil o Resistencia Civil (Transgresión
voluntaria de una ley injusta, el ayuno)
-¿Pueden dar ejemplos concretos de accio-
nes No-violentas en cada nivel?
3
1233.- LECTURA: Romper la espiral de violencia
y el amor al enemigo. (Tomada de la Carta Pastoral:
"Que en Cristo nuestra Paz México tenga vida digna")
133.- Jesús rechazó la violencia como forma
de sociabilidad y lo mismo pide a sus discí-
pulos al invitarlos a aprender de su humildad
y mansedumbre (Cf. Mt 11, 29). Para rom-
per la espiral de la violencia, recomienda po-
ner la otra mejilla (Cf. Mt 5, 39), perdonar
siempre (Cf. Mt 18, 22) y, amar a los enemi-
gos (Cf. Lc 6,35), paradoja incomprensible
para quienes no conocen a Dios o no lo acep-
tan en sus vidas.
134.- El amor al enemigo es expresión de la
regla de oro, no es masoquismo... Con el amor
al enemigo se espera que éste cambie de ac-
titud, que alcance a captar la diferencia entre
su comportamiento destructor y la actitud
sanante de quien más allá del resentimiento
es capaz de responder con la fuerza del amor
y del perdón. Quien perdona, no cierra el fu-
turo al adversario o al enemigo; confía en que
la persona puede cambiar. Y si no hay cambio,
por lo menos se cierra al paso de la violencia.
-¿Qué dificultades concretas tenemos para
amar al enemigo?
ACTUAR
1ª.- DINÁMICA: "Cuchicheo" en pequeños gru-
pos espontáneos en base a las siguientes
preguntas:
-¿Cuáles podrían ser algunos frutos si practi-
camos la No-violencia Activa?
-¿Qué preparación se necesita en la persona
y qué cosas pueden ayudar para el ejercicio
de la No-violencia Activa?
2ª.- DINÁMICA: En plenario algunos de los
participantes pueden compartir lo que reflexio-
naron durante el cuchicheo. Se pregunta al
plenario qué podemos hacer para promover la
No-violencia Activa. Se hace una lluvia de
ideas... y se asumen unas dos o tres.
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TALLER
VER
Se contesta en grupo la siguiente pregunta:
¿Sabemos si en nuestro país o en otros paí-
ses se trate mal a las personas por su apa-
riencia o su raza o su religión o su nacionali-
dad? Se anotan las respuestas. (Esto también
puede hacerse poniendo a los participantes
varias fotos de situaciones de discriminación
o personas discriminadas. Cada quien escoge
una y explica por qué cree que esa persona
sufre maltrato o discriminación.)
Se contesta en grupo la siguiente pregunta:
En nuestra ciudad o comunidad ¿a qué tipo
de gente no se le trata igual que a otras, se le
desprecia, se le toma poco en cuenta? Se ano-
tan las respuestas.
El grupo se divide ahora en grupos mixtos de
hombres y mujeres y juntos contestan la si-
guiente pregunta: ¿De qué tipo de persona se
burla más la gente de nuestra comunidad?
(gordo, flaco, bajo de estatura, moreno, "ton-
to", torpe, feo, indio, menonita, etc.) (esto tam-
bién se puede hacer con caricaturas con di-
versos tipos de personas como las que
anexamos. Se numeran y luego los participan-
tes seleccionan el número de caricatura que
represente el tipo de persona del que más se
burlen): Se ponen en común las respuestas y
se enlistan.
El grupo se divide en grupos separados de
hombres y mujeres. Cada grupo contesta la
siguiente pregunta: ¿Qué cosa hacen o dicen
de nosotros(as) las personas del otro sexo que
nos hace sentir mal?
PENSAR
Quien conduce el grupo va a tratar de resumir
en estos términos: "Vemos pues que este tipo
La Tolerancia,
Umbral de la Paz
de personas ...reciben malos tratos, son des-
preciadas ya sea en la escuela, ya sea en
nuestra comunidad, en nuestro país o en el
mundo... Esta forma de actuar con ellos se
llama intolerancia."
Quien conduce el grupo pregunta: "Si a todo
esto le llamamos Intolerancia, ¿qué creen us-
tedes que sería la tolerancia? El maestro va
anotando las respuestas.
La tolerancia no es aguantar a otro, soportar-
lo: es reconocer su derecho a existir y a tener
una forma de ser.
Luego quien conduce da una definición de
tolerancia: Consiste en reconocer a los de-
más el derecho a que se respete su persona
y su identidad, es decir su forma de ser.
Pregunta para responder en grupo: ¿Por qué
creemos que nos debemos conducir con to-
lerancia?
Quien conduce el grupo explica: la tolerancia
se basa en que todas las personas somos igua-
les, independientemente de nuestro sexo,
edad, condición social, raza, creencia reli-
giosa, apariencia física, etc. Esto se basa en:
La Declaración Universal de los Derechos
Humanos:
Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e igua-
les en dignidad y derechos y, dotados como
están de razón y conciencia, deben compor-
tarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2
Toda persona tiene todos los derechos y liber-
tades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
4
125religión, opinión política o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición eco-
nómica, nacimiento o cualquier otra condición.
Además, no se hará distinción alguna funda-
da en la condición política, jurídica o interna-
cional del país o territorio de cuya jurisdicción
dependa una persona, tanto si se trata de un
país independiente, como de un territorio bajo
administración fiduciaria, no autónomo o some-
tido a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la
libertad y a la seguridad de su persona.
La Constitución Política de nuestro país
que en su primer artículo dice:
Queda prohibida toda discriminación motiva-
da por origen étnico o nacional, el género, la
edad, las discapacidades, la condición social,
las condiciones de salud, la religión, las opi-
niones, las preferencias, el estado civil o cual-
quier otra que atente contra la dignidad hu-
mana y tenga por objeto anular o menoscabar
los derechos y libertades de las personas.
Jesús a través del Apóstol Pablo en su
carta a los Gálatas nos dice:
27. En efecto, todos los bautizados en Cristo
os habéis revestido de Cristo:
28. ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre;
ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois
uno en Cristo Jesús. (Gálatas 3, 27-28):
Finalmente, quien conduce el grupo dirige la
siguiente reflexión en común: ¿Qué relación
tiene la tolerancia con la paz? ¿Puede existir
una sin la otra?
ACTUAR
Cada participante pega una hoja de papel en
su espalda. Luego, con un lápiz en la mano
se pasea por el salón y escribe en el papel
que traen los otros participantes las cualida-
des que ve o admira en ellos. Todos deben
escribir en el papel de todos.
Cada quien lee en voz alta lo que escribieron
en el papel que llevaba en la espalda.
Quien conduce pregunta al grupo: ¿qué suce-
dería si esto lo hiciéramos más seguido no
sólo entre nosotros sino entre los grupos so-
ciales, las ciudades, los grupos religiosos, las
razas, los países?
Cada quien escribe en una hoja con quien o
con quienes no es tolerante y cómo se com-
promete a desarrollar la tolerancia hacia ellos.
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TALLER
Objetivo.
Caer en la cuenta que la violencia no es algo
natural sino aprendido. Es un elemento cultu-
ral. Así lo afirman los obispos: El comporta-
miento violento no es innato, se adquiere, se
aprende y se desarrolla; en ello influye el con-
texto cultural en que crecen las personas. Son
muchos y distintos los prejuicios culturales que
legitiman o inducen prácticas violentas.
VER
Se presentan a las y los participantes dos di-
bujos o fotos: una con un paisaje totalmente
natural; otra, con un paisaje con construccio-
nes o caminos, o cultivos.
Se dialoga: en estas imágenes que estamos
viendo: ¿qué es naturaleza? ¿qué es cultura?
A partir de las respuestas se va construyendo
la siguiente explicación: la naturaleza es todo
el mundo físico que nos rodea, incluido nues-
tro cuerpo, pero sin ser objeto de ninguna in-
tervención del género humano. La cultura, en
sentido amplio, es toda intervención que el
hombre opera sobre la naturaleza: transfor-
mándola, modificándola, aprovechándola,
dándole otro orden, incluso reproduciendo las
imágenes o los sonidos de ella, es más, inclu-
so pensándola, dándole significados.
Se vuelve a preguntar, entendida así la cultu-
ra, ¿quién hace cultura? ¿sólo los sabios, o
los artistas, o los pintores, o los ingenieros o
los arquitectos? ¿cuándo hacemos cultura?
Se presenta otro dibujo o foto: un paisaje con
árboles talados, con corrientes de agua con-
taminadas, con basura.
Se dialoga: ¿qué es naturaleza aquí y qué es
cultura?
La Violencia
¿Es Natural o la Aprendemos?
A partir de las respuestas se va construyendo
la siguiente explicación: la cultura no es sólo
lo "positivo", lo "bueno", pues también se pue-
de intervenir en la naturaleza o en las relacio-
nes humanas de una manera destructiva, vio-
lenta, deshumanizante.
El grupo pone ejemplos de "cultura destructiva,
o negativa".
PENSAR
Se pregunta al grupo: la forma de actuar con
violencia en las personas, ¿es natural o es
cultural? ¿por qué? Se anotan las respuestas
en un papelógrafo.
Si la violencia no es natural, sino cultural, no
se nace con ella, sino que se va aprendien-
do... Se pide al grupo enliste las situaciones que
hacen que la violencia se vaya aprendiendo.
Confrontemos lo que hemos discutido con lo
que nos dice la Iglesia: Lectura de los párra-
fos 81 a 84 del documento: Que en Cristo
Nuestra Paz México tenga vida digna.
-¿Qué es lo que aprendemos de esta lectura?
ACTUAR
Si la violencia no es natural al hombre, sino
es cultural y aprendida, ¿qué podemos hacer
para ir desterrando esa cultura de la violen-
cia? ¿en dónde tenemos que actuar, es decir,
en qué espacios sociales?
Leemos el número 85 del documento "En Cris-
to Nuestra Paz..." a partir de ahí, hacemos
una lista de situaciones o expresiones cultu-
rales violentas donde esté a nuestro alcance
hacer algo para que la cultura de la violencia
no se reproduzca.
5
127"Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga
Vida Digna"
2.4 En la cultura.
81. La riqueza cultural de los mexicanos es
una realidad. La cultura es el "ambiente vital"
que permite a la persona humana crecer en
su ser, crecer en humanidad. La cultura
involucra toda la actividad humana, es un
modo de ver la vida y de entender los aconte-
cimientos, implica un estilo de vivir que se
crea en la convivencia social y que se expresa
con símbolos, lenguajes, costumbres. En po-
cas palabras, la cultura es el modo como la
persona se relaciona con sus semejantes, con
las cosas, con la naturaleza y con Dios.
82. Somos un pueblo que ama la vida. Tene-
mos de nosotros mismos el concepto de ser
un pueblo hospitalario, fraterno, alegre y soli-
dario. En la pluralidad cultural del pueblo de
México hay elementos valiosos de unidad e
identidad nacional, muchos de ellos relacio-
nados con la fe cristiana. Sin embargo, se aso-
cian también al "modo de ser" de los mexica-
nos anti-valores y actitudes negativas, entre
ellas: la violencia.
83. El comportamiento violento no es innato
(1), se adquiere, se aprende y se desarrolla;
en ello influye el contexto cultural en que cre-
cen las personas. Son muchos y distintos los
prejuicios culturales que legitiman o inducen
prácticas violentas. La crisis de valores éti-
cos, el predominio del hedonismo, del indivi-
dualismo y competencia, la pérdida de respe-
to de los símbolos de autoridad, la desvalori-
zación de las instituciones –educativas,
religiosas, políticas, judiciales y policiales– los
fanatismos, las actitudes discriminatorias y
machistas, son factores que contribuyen a la
adquisición de actitudes y comportamientos
violentos.
84. La violencia se vuelve una forma de ver el
mundo como un ambiente problemático; que
inhibe la libertad personal; que amenaza y
obliga a la persona a reducirse al espacio pri-
vado que le brinda seguridad y protección. Esta
conducta se transforma a su vez en forma de
reaccionar, pues ante cualquier situación con-
siderada como amenaza, se reacciona visce-
ralmente, sin reflexión, reforzando prejuicios
sobre las personas y sobre los hechos y justi-
ficando acciones discriminatorias. Los acele-
rados cambios culturales generados por la
globalización y la migración, sobre todo en las
comunidades indígenas, violentan la relación
intergeneracional, pues los jóvenes ven con
menosprecio a sus padres y abuelos, lo que
tensiona la convivencia familiar y social.
85. Tenemos que enfrentar, sin determinismos,
la verdad de un modo de ser que con facilidad
recurre a formas violentas de relación y que
para resolver dificultades y conflictos hace uso
de la fuerza y de la violencia, verbal, física o
psicológica. Esto sucede, como lo hemos di-
cho, en la familia, en las relaciones laborales,
sociales e incluso en la diversión. Estas con-
ductas, si bien tienen condicionamientos his-
tóricos y culturales, son conductas aprendi-
das. Transformarlas exige intervenir en las ins-
tancias que nos forman como personas, en
los procesos de socialización, particularmen-
te en los educativos, formales e informales,
en los que intervienen distintos agentes.
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TALLER
Introducción.
Pregunta: ¿qué se entiende por género? ¿Cuán-
tos de acuerdo o desacuerdo con la respuesta?
Objetivos.
-Comprender algunas causas culturales de la
violencia hacia las mujeres.
-Comprender la diferencia entre sexo y géne-
ro.
-Proponer acciones posibles para disminuir la
violencia de género y contribuir a la equi-
dad-igualdad.
Observación.
El material que se presenta en los anexos es
abundante. El coordinador(a) del taller debe-
rá escoger lo que le pueda servir de acuerdo a
las circunstancias. Se anexa también un power
point.
VER
Material: papelógrafos, marcadores, cinta de
pegar.
1.1 Dinámicas de grupo:
"Se dice que las mujeres son..." (Anexo 6-A)
"Las siluetas" (Ver anexo)
Trabajo en grupos:
Puesta en común, complementación
PENSAR
Material.
Textos impresos, equipo de proyección, recor-
tes de hojas y plumas, cinta de pegar.
2.1 Exposición: "Diferencia entre sexo y géne-
ro" (Anexo 6-B)
Ver Anexos (lectura):
-"Violencia de género"
Violencia de Género y Cultura.
El Valor de la Igualdad Hombre-Mujer
-"Violencia contra las mujeres" · (69 y 70 C.
Pastoral: Que en Cristo...)
-Lecturas: Génesis 2:26; Gálatas 3:28
-Constitución Mexicana, Arts. 1° y 4°.
-Declaración Universal de los DDHH. Arts. 1°
y 2°.
-Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres
Art. 6.
2.2. Dinámica Phillips 6-6, con 2 preguntas
en cada grupo:
Consciente o no, ¿he justificado la violencia
hacia las mujeres?
Respuesta: SI NO
-¿Que propongo hacer para iniciar un cam-
bio positivo?
(se escribe muy sintéticamente en una me-
dia hoja).
Las respuestas se agrupan para presentar al
plenario.
Plenario.
Se presentan las conclusiones de los grupos,
concentrándolas, para pasar al Actuar.
ACTUAR
A partir de las propuestas se asumen uno o
varios compromisos, personales o grupales,
QUE SE CONSIDEREN VIABLES.
6
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TALLER
Objetivo.
Dar algunas orientaciones sencillas de cómo
manejar el miedo en situaciones de violencia.
Paso importante es "socializar el miedo". Es
parte de la terapia.
Observación.
El siguiente tema está plasmado en Power
Point. Se puede utilizar o bien usar el presen-
te escrito. Será como resulte más cómodo para
el grupo.
VER
Se prepara una silueta en papelógrafo y se
procede a la siguiente dinámica (Preguntas
para responder en lo personal):
-¿A qué le tengo miedo?
-Y ¿dónde lo siento en mi cuerpo?
Se da la siguiente motivación:
- En nuestra cultura no se nos ha enseñado a
reconocer o hablar de ciertas emociones y
generalmente aprendimos a negarlas, a se-
pultarlas, a olvidarlas... pero no podemos
evitarlas.
- Ellas son espontáneas, no dependen de la
voluntad ni de la razón. Aunque las negue-
mos ahí están, afectando nuestra vida y
nuestra salud.
- En la dinámica vamos a buscar en nuestro
interior reconocer la emoción del miedo en
nuestra vida, a expresarla con sencillez y a
respetar la expresión de cada persona.
- "No es más valiente quien no tiene miedo,
sino el que sabe conquistarlo." (Nelson
Mandela)
Para la dinámica:
- En papeletas se escribe de manera muy con-
cisa y en silencio las respuestas sobre lo
que nos causa o nos ha causado el miedo.
Es lo que sucede en la calle, en la ciudad,
en la casa, en la carretera, etc.
- En un segundo momento, cada persona lee
su papeleta y la pega en la silueta humana,
según la parte del cuerpo en que ha sentido
miedo, expresando, si le es posible, de qué
manera lo ha sentido. Ejemplo: Ahogo, pal-
pitación, etc.
- Se analizan similitudes y/o diferencias, sin
emitir juicios.
PENSAR
Consecuencias de vivir con miedo.
A) Respuesta rápida a preguntas: Pueden ha-
cerse en grupos o en plenario y se anotan las
respuestas en papelógrafo.
1.- ¿Qué consecuencias se genera el vivir con
miedo? ¿Cómo nos afecta en lo personal y
en lo social?
2.- ¿Quiénes pueden beneficiarse de que la
sociedad viva temerosa?
3.- ¿Existen otros lugares o países donde no
sucede lo que aquí?
4.- ¿Quiénes son los responsables de que su-
cedan los hechos que nos causan miedo?
5.- ¿Qué podemos hacer ante el miedo? ¿Evi-
tarlo o negarlo? ¿Huír? ¿Afrontarlo?
6.- ¿Qué puede ayudarnos para afrontar el
miedo?
B) Exposición sobre el miedo.
Cuadro de consecuencias:
-Experimentar miedo es normal y, como emo-
ción, puede tener aspectos positivos como
un mecanismo para ser precavidos o buscar
seguridad; o también efectos negativos di-
versos.
(El miedo nos ayuda a defendernos, pero el
pánico, el terror, nos paraliza).
La Paz y el Miedo 7
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
-El miedo puede ayudar a reconocer el riesgo,
los límites, etc.
-Reacciones corporales.
-Fantasía, distorsión de la realidad.
-Realimenta el temor.
-Desorganización de la conducta, impulsi-
vidad, inmovilidad.
-Las consecuencias pueden dividirse en: psi-
cológicas, físicas y sociales.
Psicológicas: Pasividad, paranoia, depresión,
negar o esconder lo sucedido, cobardía, aluci-
naciones, furia, odio, trastornos del sueño, pér-
dida de autoestima, sentimientos de culpa...
Físicas: Problemas gástricos, asma, contrac-
turas, tics, trastornos menstruales, abandono
físico...
Sociales: Desmovilización, aislamiento, agre-
sión, desconfianza, control social, pasividad,
distorsión de la realidad, alarma-pánico-con-
tagio, modificación de relaciones inter-
personales.
El cuerpo y el miedo:
-Nos dice Bruce Lipton, doctor en medicina e
investigador en Biología Celular de la Univ.
de Stanford, que el ADN de cada célula es
controlado por el medio externo celular y que
responde a lo que vivimos, lo que pensamos,
lo que sentimos, lo que decimos o nos di-
cen... por eso, si creo que algo me puede
enfermar, me enfermo y, al contrario, si creo
que algo me puede sanar, me sana... efectos
placebos o nocebos. Y nos recuerda una fra-
se de Henry Ford: "Tanto si crees que pue-
des, como si crees que no puedes, tienes
razón". Es cuestión de decisión.
- Por lo tanto, nos invita a tomar la decisión
de vivir en un mundo de amor, de paz, de
felicidad, de abundancia...
-Las emociones y sentimientos generan quí-
micas que afectan nuestras células. La quí-
mica del amor hace que las células crezcan
sanas y fuertes. La química del miedo... mata
las células.
-Tenemos dos mecanismos de supervivencia:
crecimiento y protección, pero no pueden
operar al mismo tiempo... O crecemos forta-
leciéndonos o nos protegemos.
El miedo social:
• Al tener consecuencias sociales, el miedo,
cada vez más, se utiliza como herramienta
política para controlar, creando mundos po-
larizados:
-Intenta dividir a la sociedad
-Desgasta
-Crea enfrentamientos
-Culpabiliza
-Criminaliza
-Manipula la información para alterar realida-
des o imagen de personas.
-Previene que no exista apoyo ciudadano para
los movimientos sociales.
-Los beneficios para los generadores del mie-
do social son de todo tipo, pero, sobre todo,
de control político-ideológico y acumulación
económica.
Elementos para afrontar el miedo:
-Elementos de resistencia.
-Ideología firme
-Personalidad resistente: Compromiso,
autocontrol, reto...
-Aprender algo, por negativo que sea.
-Afrontamiento optimista de las cosas
-Sentido del humor
-Creatividad
-Dar importancia a las cosas pequeñas
-Confiar en los demás
-Asumir vulnerabilidad
-"Razón"
-Que pueden ayudarnos a vivir la Resiliencia:
Capacidad de la persona de que una situa-
ción devastadora no la destruya, de superar
una situación traumática sin acabar trau-
131matizada e incluso salir reforzada. Es una
manera de ser... DE ESTAR EN EL MUNDO.
Ejemplo: Víctor Frank que superó la expe-
riencia del campo de concentración nazi.
Afrontar el miedo: Sugerencias.
• Mantener una postura activa para evitar que
se genere angustia, tomando precauciones...
ver necesidad de cambiar hábitos generan-
do autocuidado, afrontando consecuencias
o intentando mantener el autocontrol para
evitar comportamientos impulsivos.
• Trabajar los miedos desde cuatro puntos:
1) Reconocerlos. Es el paso inicial para ha-
cer consciencia.
2) Analizarlos. Evaluar su base real.
3) Socializarlos. Compartirlos consciente-
mente y librarse de autoimagen desvalorada.
4) Descomponerlos. Riesgos en que se ba-
san y cómo afrontar.
• Evitar posturas rígidas. Darnos cuenta cons-
cientemente de que negar los miedos es para
evitar sentirse mal. Se oculta "para no pre-
ocupar a otros", haciendo como que no exis-
ten... pero en esto no hay soluciones.
• Compartir los sentimientos. Generalmente
se negativizan y generan otros sentimientos
y emociones que pueden desembocar en
prejuicios y complicaciones para quienes los
sufren. Al compartirlos nos reconocemos como
seres humanos normales y cuando se partici-
pa en alguna lucha social esta comunica-
ción a nivel emocional alivia y fortalece.
• Promover la solidaridad. Las situaciones lí-
mites hay que vivirlas en grupo y no a so-
las. El grupo puede ser un espacio para la
confianza, la aceptación, la ayuda y apoyo
mutuo. Suma todas las fuerzas y ayuda a
controlar reacciones impulsivas.
ACTUAR
Preguntas.
- ¿Qué podemos hacer como comunidad cris-
tiana para que no suceda lo que nos produ-
ce miedo y es inevitable?
- ¿Sería posible alguna acción colectiva para
externar las consecuencias del miedo y exi-
gir soluciones para la seguridad humana en
nuestra comunidad?
Dinámica.
"EVAPORAR LOS MIEDOS"
Las papeletas de los miedos se colocan en un
cesto de metal y se les prende fuego.
Dinámica.
"PROGRAMACIÓN DE PROTECCIÓN"
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TALLER
Objetivo.
Impulsar entre nosotros procesos de perdón y
reconciliación para emprender un camino de
liberación y de paz interior y comunitaria.
VER
Descubriendo las heridas del corazón.
Primera Dinámica: El viacrucis del corazón.
En el camino de nuestra vida hemos sufrido
heridas en nuestro corazón que han sido como
nuestro viacrucis personal. También nuestra
comunidad, nuestro pueblo, ha tenido y tiene
su propio viacrucis. Vamos a plasmar nuestro
propio viacrucis. Con una frase sencilla y bre-
ve llenamos los espacios para identificar
nuestros viacrucis tomando en cuenta las
estaciones del viacrucis de Jesucristo.
Anexo 8-A.
Segunda dinámica: Compartir en plenario lo
reflexionado en la dinámica anterior.
Se debe aclarar que lo respondido personal-
mente tienen la libertad de decirlo o no.
PENSAR
-¿Cómo puedo perdonar?
-¿Cómo nos podemos reconciliar?
(Se puede usar el Power Point)
El perdón y la reconciliación a nivel
personal.
El perdón no es:
• Olvidar. El olvido no es un acto voluntario.
Se puede perdonar a la persona que lasti-
mó, pero la herida puede seguir presente.
El perdonar ayuda a que el recuerdo no afec-
te gravemente.
• Renunciar a que se haga justicia: A la re-
paración del daño, a que no vuelva a suce-
der la ofensa.
• Tolerar que te lastimen. Es necesario esta-
blecer límites para impedir que te sigan las-
timando.
• Justificar comportamientos inaceptables o
abusivos. Sean éstos propios o ajenos, jus-
tificar los actos no ayuda a sanar.
• Hacer como que todo va bien, cuando sien-
tes que no es así. No se trata de fingir, apa-
rentar o reprimir los sentimientos por com-
portamientos más aceptables o por
recompensa.
• Adoptar una actitud de superioridad. Sen-
tirnos personas buenas al otorgar el perdón
y malas las que nos han ofendido. Este es
un gesto de arrogancia.
• Que no debo cambiar de comportamiento
con la persona que me ofendió o lastimó.
Puedes perdonarla de corazón pero no im-
plica que sigas con su amistad, o que vuel-
vas a confiarle una intimidad, etc.
• Perdonar no exige que te comuniques ver-
bal y directamente con la persona a la que
has perdonado. No es necesaria la presen-
cia física de la otra persona, pues el trabajo
se hace al interior de la persona, aunque en
ocasiones el diálogo ayuda. Tú puedes dar-
le el perdón en tu corazón y se notará en
tus actitudes.
¿Qué significa e implica el perdonar?
Es liberarse del pasado y de las heridas. Al
perdonar nos beneficiamos a nosotros mismos.
Es declarar que la historia ya no te limita, no
tiene poder sobre ti, que la has aceptado y
perdonado.
Es una decisión y una elección. Es necesario
quererlo hacer. Elegir vivir de manera diferen-
te, dejar de verse como víctima.
Perdón y Reconciliación a Nivel Personal.
¿Qué puedo hacer para perdonar?8
133Es ver a la otra persona en su conjunto y cir-
cunstancias. Más allá de los límites de su per-
sonalidad, no solo en su negatividad.
Es un proceso. Hay distintas etapas por las
que hay que transitar, desde la negación, el
dolor, rabia, la aceptación, el perdón y el apren-
dizaje. Es importante recorrer una a una y a
su tiempo.
Reconocer el mal y enfrentarlo con amor.
Nombrar el mal recibido es el inicio del
perdón.
-"El perdón es una manera de amarme por-
que me regalo la paz y una nueva manera de
ver al otro."
-Dar y recibir el perdón es que posibilita fa-
milias y sociedades realmente fraternas, a la
manera del Reino de Dios.
ACTUAR
1.- Un ejercicio de perdón y reconciliación
personal.
-¿A quién quiero perdonar? ¿De qué?
(Se puede realizar un ejercicio de visualiza-
ción guiada).
Afirmaciones:
-La puerta de mi corazón está abierta. Paso
del perdón al amor.
-Me doy el regalo de liberarme del pasado y
avanzo con alegría en el ahora.
-El pasado quedó atrás ya no ejerce poder
sobre mí. Forjo mi futuro con lo que pienso
en este momento.
-Estoy preparado(a) para sanar. Deseo perdo-
nar todo marcha bien.
-Paso del perdón a la comprensión y siento
piedad por todos.
-Sé que mis negativas maneras de ser no vol-
verán a limitarme jamás. Hoy las abandono
con toda tranquilidad.
-Sí me perdono, me es más fácil perdonar a
los demás.
-Ser víctima no es agradable. Me niego a se-
guir sintiéndome indefenso(a). Hoy recupero
mi poder.
2.- Un planteamiento para la reconciliación
social.
Se dice que actualmente somos una sociedad
herida y agraviada por la violencia, la corrup-
ción, la impunidad y la pérdida violenta de
muchos mexicanos y mexicanas.
-¿Qué se puede ir haciendo para restañar las
heridas y lograr que seamos una nación re-
conciliada? Lluvia de ideas.
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TALLER
Objetivo.
Nos proponemos en esta sesión:
-Identificar nuestras ataduras personales como
la ira, los resentimientos, los rencores, el odio,
etc.
-Facilitar el rompimiento de esas ataduras para
una reconciliación a nivel personal, con el
otro y con el contexto social y comunitario.
Justificación.
No podremos construir la paz personal ni la
paz comunitaria si no emprendemos el cami-
no de liberación de todas esas ataduras per-
sonales anteriormente mencionadas. "México
será nuevo sólo si nosotros mismos nos reno-
vamos" ("Que en Cristo nuestra Paz, México tenga vida
digna" No. 189)
VER
Primer momento.
-¿Qué sentimientos y qué consecuencias nos
produce el estar resentidos, el sentirnos
ofendidos?
(Cuando nos quedamos atados a un resenti-
miento, terminamos siendo agresores de no-
sotros mismos)
Dinámica.
Impedimentos para moverse libremente.
A algunos de los participantes se les vendan
los ojos, a otros se les amarran los pies o se
quedan atados a una silla o se les tapa la boca
o se les amarran las manos, etc. con la finali-
dad de que tengan algún impedimento para
moverse libremente. Luego se les pide que
bailen al ritmo de alguna música que en esos
momentos se les pone.
Plenario.
Al terminar la dinámica se les pide en plena-
rio que expresen cómo reaccionaron ante la
acción y cómo se sintió cada uno de los que
estaban impedidos de alguna manera para
bailar.
Grupos de diálogo.
Enseguida se hacen algunos pequeños grupos
de diálogo en base a las siguientes preguntas:
-¿Qué sentimientos nos provoca el resen-
timiento?
-¿Qué sensaciones tiene nuestro cuerpo?
-¿Qué consecuencias inmediatas tiene este
resentimiento y qué consecuencias a largo
plazo?
Explicación sobre este diálogo.
Se trata de identificar el resentimiento y las
consecuencias que tiene para la persona tan-
to inmediatas como a largo plazo, pueden
ser mínimas o profundas. Por ejemplo, la es-
pera de una cita a la que no acude la persona
esperada, quedándose "plantada". Para unos
tal vez sea un incidente ligero para otros
puede ser más significativo. De esta mane-
ra vamos descubriendo la carga que le pone-
mos a esa ofensa hasta que llega el momento
en que nos volvemos agresores de nosotros
mismos.
PENSAR
Segundo momento.
Una reflexión sobre el perdón.
- Puede leerse un relato sobre el perdón.
- "No podemos ser ingenuos ante el perdón.
No se lo puede pedir sin más; sería descono-
cer las profundidades del corazón humano,
el sentido de duelo, la necesidad humana de
expresar los sentimientos de rebeldía y de
odio, para poder liberarse progresivamente
de ellos. Nadie puede exigir a las víctimas
sin más el perdón. Simplemente podemos
ayudar a que en los corazones desolados surja
El Perdón y la Reconciliación,
Camino de Liberación9
135un perdón difícil, pero liberador" ("Que en Cristo,
nuestra Paz, México tenga vida digna, No. 228).
- "Los procesos que puedan ayudar a las per-
sonas a liberar el resentimiento, a expresar
sentimientos negativos, y a perdonar errores
del pasado (sean reales o imaginarios) pue-
den muy bien llegar a ser la mejor parte de
la medicina preventiva del futuro."
"Padre, perdónalos porque no saben lo que
hacen" (Lc 23,34) El sabía que el resentimien-
to, con su mezcla de odio y rechazo, daña
mucho mas al que odia que al odiado.
("Salud" de Luis Jorge González).
ACTUAR
Tercer momento.
Ejercicio para el perdón.
Explicación.
Una de las condiciones para perdonar es que
el otro ya no esté ejerciendo una ofensa activa.
Por ejemplo, una joven que está resentida con
su novio porque la ha humillado o maltrata-
do. Si el novio lo sigue haciendo no puede
proceder el perdón. De otra manera se conti-
nuaría ejerciendo la ofensa.
Dinámica.
La "imagenería" del perdón.
Hay que crear en primer lugar un estado de
relajación. Para ello, se les pide a los parti-
cipantes que imaginen un lugar placentero,
agradable. Luego se les pide que, en su ima-
ginación, cada uno llegue a una puerta y la
abra. El narrador continúa: Ahí te vas a en-
contrar con siete escalones que vas bajan-
do. Llegas a un sótano y vas a encontrar un
espacio muy iluminado con una luz muy
especial.
Ahí vas a encontrar sentado en una silla a un
doble de ti mismo, a un yo, atado a la silla.
Luego comienzas a observar qué ataduras tie-
ne el que está ahí sentado. Entonces te vas
dando cuenta hasta qué punto te mantienen
preso las ofensas que has sufrido. Lo que te
ata hay que reconocerlo: ira, rencor, despre-
cio por otro, por ti mismo... Observa qué par-
te de tu cuerpo está atado.
Luego te das cuenta que hay otra persona en
ese cuarto. Es un personaje espiritual. Puede
ser el mismo Dios u otra persona que te ayu-
da a caminar en la vida y él te pregunta si
quieres que te ayude a liberarte: ¿Quieres real-
mente ser liberado? Luego entras en diálogo
con esa persona sobre el agresor. El diálogo
ya es liberación. Vas a ir observando cómo
esa persona te va liberando de esas ataduras.
Al mismo tiempo que tu cuerpo se va liberan-
do vas experimentando la armonía, la paz que
va invadiendo tu ser.
Luego se hace la conclusión: reconociendo la
sensación de libertad, de armonía y de paz,
vuelves a subir los escalones. Ves el panora-
ma agradable y regresas al salón en el que
nos encontramos.
Al final, se hace un ejercicio muy sencillo: unos
dos minutos para celebrar la liberación. Se
pone una música alegre, se puede danzar,
bailar y se termina con un gesto de un abrazo,
un saludo...
Nota.
Se puede hacer otra dinámica como alternati-
va a la anterior:
Dinámica.
Ejercicio Mental del Perdón.
Esta dinámica es para quienes deseen perdo-
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
nar al otro o perdonarse a sí mismos por la
forma en que se han tratado. Cuando hay la
necesidad de liberarse de un resentimiento.
1. En primer lugar, se promueve un ambiente
de relajación y de sensación de paz.
2. Presta atención por un par de minutos, a
diferentes sensaciones: mira, escucha hue-
le y siente conscientemente... hasta que
cambie tu estado de ánimo a uno sereno,
alegre. Puede ayudarte recordando un
momento de alegría y paz profundas...
Hasta que recuperes ese estado.
3. Luego cada quien hace una representa-
ción mental del ofensor con todos los
sentidos: Cómo lo veo, lo siento, lo escu-
cho, lo huelo.
Procura conservar el estado de ánimo po-
sitivo que has creado para ti al inicio
4. En una segunda parte, imaginar que estas
procurando cosas buenas para la persona
de tal manera que ella se sienta feliz. (Des-
de la fe podemos imaginar que Dios lo está
amando, apapachando...).
5. Imagina cómo esa persona entra en diálo-
go contigo y te explica el por qué de su
proceder para conmigo.
6. Trata de comprender al pretendido
ofensor... Reconoce que como todos los hu-
manos, realizó la mejor intención con que
disponía en aquel momento. Si no tenía
otros recursos para actuar, si era carente
de capacidades o habilidades para tratar-
te de otra manera.
Reenmarca la ofensa y reconócela como
una falta o carencia del otro, o como un
hecho que tú puedes manejar con tu
mente...
8. Revisa los efectos corporales de relajación,
de paz, de alegría, que el perdón deja tras
de sí.
9. Poco a poco, respirando profundamente,
te vas preparando para abrir los ojos.
(González, Luis Jorge. Salud. Roma,
Edizioni del Teresianum, 1998)
137
TALLER
Objetivo.
Impulsar entre nosotros procesos de perdón y
reconciliación para emprender un camino de
liberación y de paz comunitarias.
VER
1ª.- Dinámica: Reflexión por grupos en base
a las siguientes preguntas:
A) ¿Cómo están afectando las situaciones
de violencia que estamos padeciendo:
1.- A las familias?
2.- A las comunidades?
B) ¿Cómo han reaccionado ante estas
situaciones:
1.- Las familias?
2.- Las comunidades?
3.- Las autoridades?
4.- La Iglesia?
Lectura.
Antes de contestar las preguntas se puede
hacer la siguiente lectura como "ambientación"
o "sensibilización" para el tema:
Características de la violencia.
La violencia se genera cuando hay una situa-
ción de desigualdad, de asimetría entre las
personas o las colectividades y quien está en
situación favorable busca reforzar, profundi-
zar o ampliar dicha situación para sacar pro-
vecho de ella.
Cuando esa situación de desigualdad y de
opresión es propiciada, reforzada y perpetua-
da por las instituciones, los gobiernos, las le-
yes, entonces se llama "violencia institu-
cionalizada".
Quienes están siendo sometidos a esta situa-
ción de desigualdad, quienes son oprimidos,
en ocasiones responden a la violencia –que
en muchos casos es una violencia institu-
cionalizada– con otros hechos de violencia:
entonces se llama violencia de respuesta.
Ahora bien, la violencia que más nos afecta
en Chihuahua, en México en estos días es la
violencia criminal, expresada en homicidios
dolosos, secuestros, extorsiones, asaltos, ro-
bos a mano armada, etc. También la violen-
cia que ejercen los cuerpos militares y poli-
cíacos cuando violan los derechos humanos
de las personas, con detenciones arbitrarias,
allanamientos de morada, desapariciones
forzadas, asesinatos, etc. Y también la violen-
cia que se da al interior de las familias, sobre
todo en contra de las mujeres adultas y las
niñas.
2ª.- Dinámica: Compartir en plenario lo escri-
to en papelógrafos, o bien, el coordinador es-
cribe las aportaciones.
PENSAR
1.- Lectura: El perdón y la reconciliación a
nivel social.
La reconciliación personal es necesaria para
que se dé la reconciliación social y consiste
fundamentalmente en la regeneración de vi-
das destrozadas, de tal manera que las vícti-
mas puedan integrar la historia de su dolor en
sus propias vidas sin que les cause más daño
moral, físico y sicológico.
La reconciliación social tiene que ver con la
reconstrucción de sociedades fracturadas. Se
trata de restaurar el tejido social, de rehacer
la vida comunitaria, mediante la justicia, la
verdad de lo sucedido y la reparación del daño
a las víctimas. Se trata, ante todo, de una re-
construcción moral.
Perdón y
Reconciliación a Nivel Social 10
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
La reconciliación personal y social no es olvi-
dar el pasado, sino vivirlo y narrarlo de otra
manera que ya no cause más daño (Cfr. 222
Que en Cristo Nuestra Paz México tenga Vida
Digna). Sólo se da la verdadera reconciliación
EN LA VERDAD de lo sucedido (No. 223: "El
mal causado debe ser conocido y reconoci-
do") Y EN LA JUSTICIA que exige de alguna
manera la reparación del daño. Así pues, no
se trata de un borrón y cuenta nueva, de un
"no ha pasado nada" sino de reconstruir la vida
personal y social desde la dolorosa experien-
cia de lo vivido. (224: "La reconciliación so-
cial no está en conflicto con la justicia, sino
que la reclama necesariamente")
(En los Nos. de los 220 al 229 de la Carta
Pastoral: Que en Cristo Nuestra Paz... están
expuestos estos conceptos sobre la reconci-
liación).
La reconciliación social exige por lo menos tres
clases de VERDAD:
1ª.- La verdad de congruencia, es decir, que
lo que se dice responda a la realidad de los
hechos. Por ejemplo, que no se manipule, ni
se oculten las evidencias.
2ª.- La verdad de coherencia, es decir, que
quede clara, por una parte, la manera autori-
taria, opresiva y corrupta del actuar de las
autoridades y, por otra parte, que los actos de
reparación y de justicia sean efectivos y evi-
dentes para el pueblo.
3ª.- La verdad de los símbolos, es decir, que
la memoria tanto del sufrimiento como de los
actos valerosos del pueblo queden plasmados
en documentos, monumentos, memoriales,
ritos, celebraciones, etc. Que no se pierda la
memoria de nuestros muertos ni los actos de
liberación para infundir esperanza y fortaleza
en la sociedad.
La reconciliación social exige JUSTICIA que
puede ser:
1ª.- Justicia punitiva que busca penalizar al
culpable evitando el riesgo de la venganza o
de hacer justicia por la propia mano.
2ª.- Justicia compensatoria que busca resar-
cir el daño moral, sicológico y físico a las víc-
timas de la violencia.
3ª.- Justicia Restaurativa que, por un lado,
busca el restablecimiento personal y social de
las víctimas como la rehabilitación de los
victimarios para que dejen de serlo y no sigan
dañando a la sociedad.
ACTUAR
-Sugerencias para abrir ESPACIOS DE ESCU-
CHA donde las víctimas puedan contar sus
historias como una narrativa de la verdad y
una exigencia de la justicia.
-Sugerencias para realizar ACCIONES DE
SOLIDARIDAD con las víctimas de la violen-
cia (Oración, acompañamiento, apoyos mo-
rales y económicos, dar a conocer la ley de
víctimas y exigir su aplicación, etc.)
-Sugerencias para propiciar GESTOS SIMBÓ-
LICOS DE RECONCILIACIÓN en las comuni-
dades azotadas por la violencia. (Rituales,
memorias, encuentros, etc.).
139
TALLER
Objetivo.
Como cristianos tenemos la misión de cons-
truir comunidad. El documento "Que en cristo
nuestra paz..." señala con toda claridad que
es urgente intervenir para detener el debilita-
miento del tejido social:
VER
Cada uno de nosotros escribe en una hoja la
respuesta a lo siguiente:
-¿Qué es lo que hace que un grupo de perso-
nas sea una "comunidad" (no necesariamente
en términos religiosos)?
Ponemos un ejemplo de una comunidad que
conozcamos.
-¿Qué beneficios obtiene una persona de per-
tenecer a una comunidad, qué desventajas
si no pertenece a ninguna?
Ponemos en común lo que cada quien escri-
bió y lo escribimos en una hoja de papelógrafo
para llevarla al plenario.
Plenario.
Se comparte lo que cada equipo respondió a
las tres cuestiones.
PENSAR
Exposición sobre "tejido social": (ver anexo en
power point).
Veamos lo que nos señala el Episcopado mexi-
cano en su carta: "Que en Cristo nuestra paz
México tenga vida digna":
"Cuando no hay confianza en la vida social,
los grupos se mueven por intereses privados
y las situaciones que les afectan se deciden
por lógicas de poder; esto tiene efectos
disgregadores de la sociedad... Cuando esto
sucede, se afirma el poder como norma so-
cial de control en los grupos sociales y esto,
a su vez, da lugar a modos de relación que se
definen por afanes competitivos; por el de-
safío de vencer a quienes son considerados
adversarios y por el placer de causar dolor
físico, miedo y terror... Al deteriorarse la vida
comunitaria por el clima de inseguridad que
provoca miedo, aislamiento y que desanima
a participar en la vida común, se debilita el
tejido social que brinda seguridad a los miem-
bros de la comunidad".
Los obispos mexicanos nos dicen, pues, que
la desconfianza, el que las relaciones entre
las personas estén dominadas por la lógica
de poder, de competencia, y por el placer de
hacer sufrir al otro van generando un clima de
inseguridad y violencia que provoca miedo,
aislamiento, desánimo de participar en la vida
común. Todo esto debilita el tejido social y
éste es muy importante pues es lo que brinda
seguridad a los miembros de una comunidad,
lo que hace que esa comunidad se sostenga y
que crezca.
Nos reunimos en equipo y tomamos dos ho-
jas de papelógrafo. En una de ellas escribi-
mos todos los factores que han ido perjudi-
cando a la comunidad o las comunidades de
nuestro alrededor. En la otra hoja escribi-
mos las consecuencias que esto ha tenido en
nuestra comunidad y en las personas que la
forman.
Ponemos en común lo que escribimos.
ACTUAR
Como cristianos tenemos la misión de cons-
truir comunidad. El documento "Que en cristo
nuestra paz..." señala con toda claridad que
es urgente intervenir para detener el debilita-
Nosotros como
Constructores de Comunidad 11
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
miento del tejido social. Al respecto leamos
los siguientes párrafos de dicho documento:
"197. Las personas y las familias no viven
aisladas, viven en comunidad, compartiendo
con otras familias y personas, no sólo el tiem-
po, sino también el espacio. La vida comuni-
taria es el escenario concreto de la sociabili-
dad, en ella se forja y fortalece el tejido so-
cial, el sentido de pertenencia y se desarrollan
también los mecanismos de control social que
se hacen cargo de las conductas discordantes
con los grandes ideales y aspiraciones de
quienes comparten la existencia en los esce-
narios reales de la vida."
Y enseguida expresa una serie de compromisos
de los cristianos. Es de destacar el siguiente:
(Nos comprometemos a...) dinamizar la di-
mensión comunitaria de nuestras parroquias
para que, en medio de una sociedad que se
fragmenta y se dispersa, favorezcan espacios
de encuentro y fortalecimiento de la vida co-
munitaria, contribuyendo a que las comuni-
dades recuperen la capacidad necesaria para
la convivencia pacífica...
A animar a las pequeñas comunidades, gru-
pos, asociaciones y movimientos que confor-
man nuestras parroquias a compartir su ex-
periencia comunitaria y contribuir junto con
otras iniciativas en la recuperación de los es-
pacios comunitarios y en la implementación
de proyectos que fortalezcan el tejido social."
Trabajo en grupos.
Leemos los dos párrafos anteriores. Y juntos
respondemos las siguientes preguntas:
-¿Cómo podemos favorecer espacios de en-
cuentro y fortalecimiento de la vida comu-
nitaria en donde vivimos?
-¿Cómo podemos compartir nuestra experien-
cia comunitaria con otras personas para que
se animen a trabajar y vivir en comunidad
ellas también?
-¿Cómo podemos contribuir junto con otros
grupos y personas a recuperar espacios co-
munitarios que se han perdido?
-¿Qué otros proyectos podemos emprender
para fortalecer el tejido social de nuestra
población?
Plenario.
Ponemos en común las respuestas y elegimos
las iniciativas que consideremos más adecua-
das para irlas llevando a la práctica.
141
TALLER
Objetivo.
Tener conocimiento de la reserva moral y to-
mar conciencia de que es un instrumento muy
importante para vencer la violencia y recupe-
rar la paz.
VER
1.- Primera Dinámica: Explicar lo que es la
"reserva moral" en Plenario.
Para construir o para reparar una casa o un
edificio necesitamos algunas herramientas.
¿Cuáles? (Nombramos algunas entre todos)
Así también para construir la paz (o para re-
pararla) necesitamos algunas herramientas. Al
cajón donde guardamos esas herramientas le
llamamos "Reserva Moral".
Enseguida explicamos lo que entendemos por
"Reserva Moral" más o menos con las siguien-
tes palabras:
"Reserva Moral" es el sedimento, el conjunto
de valores, actitudes y creencias de un pue-
blo que conforman su cultura y, por tanto,
determinan la concepción de sí mismo, así
como su visión de la vida y su manera de rela-
cionarse con Dios y con el mundo.
Dicho de una manera más concreta: La "re-
serva moral" de un pueblo la conforman sus
usos y costumbres, sus leyes, sus fiestas, sus
tradiciones, su música, sus obras de arte, sus
comidas, sus creencias, su estilo de vida, sus
"sobrentendidos" en sus relaciones humanas,
etc. Ésta "reserva moral" es la base de un pro-
yecto de una Nación y el Estado o Gobierno
deberá ponerse siempre al servicio de ese pro-
yecto de Nación.
(Podemos nombrar entre todos algunas he-
rramientas de la "Reserva Moral", como por
ejemplo, la fe en Dios, el amor a la familia, a
nuestra tierra, etc.
2.- Segunda Dinámica: Dar ejemplos de cómo
utiliza el pueblo algunas herramientas de su
"Reserva Moral". En Grupos.
Para ello repartimos el Esquema del Anexo
12-A para trabajarse en grupos. Al mismo
tiempo, otros grupos pueden trabajar la si-
guiente dinámica.
3.- Tercera Dinámica: Detectar algunos obs-
táculos que tenemos para usar "La Reserva
Moral" del pueblo.
Para ello repartimos el Esquema del Anexo
12-B para trabajarse en grupos.
4.- Cuarta Dinámica: Exponemos en Plena-
rio lo reflexionado en los grupos. Se hacen
comentarios.
PENSAR
1.- Lectura. En Plenario
Se leen las citas bíblicas que vienen en el
Anexo 12-C.
Se puede hacer el siguiente comentario:
Nosotros como cristianos, como agentes de
pastoral, estamos llamados a ser como una luz
con el tesoro de nuestra fe para quienes no en-
cuentran el camino. Estamos llamados a ser sal
que le dé esperanza y sabor a la vida. Estamos
llamados a ser fermento en la masa para pro-
mover la participación eclesial y ciudadana.
Se lee el siguiente párrafo tomado del Docu-
mento de Aparecida No. 215:
"La construcción de la ciudadanía, en el sen-
"La Reserva Moral",
un Instrumento Valioso para Recuperar la Paz 12
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
tido más amplio y la construcción de la
eclesialidad en los laicos, es uno solo y único
movimiento"
Se puede hacer el siguiente comentario: No
seremos buenos cristianos si no somos bue-
nos ciudadanos interesados en los problemas
de nuestra comunidad y en los asuntos de
justicia, de paz y del bien común de nuestro
pueblo.
2.- Comentarios. En Plenario.
Se pueden hacer algunos comentarios tenien-
do en cuenta el tiempo.
ACTUAR
1.- Primera Dinámica. En Grupos.
-Responder a la siguiente pregunta:
¿Cómo podemos potenciar y mejorar las he-
rramientas de "Reserva Moral" que tenemos
en nuestro pueblo? (Por ejemplo: Qué podría
hacer la Parroquia, qué podemos hacer como
grupo parroquial o grupo ciudadano, qué po-
drían hacer las autoridades, qué podríamos
hacer como ciudadanos, etc.)
2.- Segunda Dinámica. En Plenario.
-Compartir lo reflexionado en los Grupos
-Ver si podemos sacar un compromiso como
talleristas.
Nota.
En el Anexo 12-D vienen algunas lecturas que
pueden ser útiles para profundizar y reforzar
el tema.
143
TALLER
Objetivo.
Por medio de algunas dinámicas caer en
la cuenta de lo que es la autoestima, el
valorarnos a nosotros mismos, lo cual con-
tribuye a nuestra paz interior y a la paz
comunitaria.
VER
A) Contestar personalmente con las ideas
que surjan primeramente, lo que venga a la
mente.
1.- Para la autoreflexión.
-¿Cómo me veo? ¿Qué imagen tengo de mi
cuerpo? ¿Qué imagen tengo de mis atribu-
tos personales?
-¿Qué comentarios hago sobre mí? ¿Son pa-
labras alentadoras o despectivas?
-¿Cómo me siento respecto de mi persona?
-Mis emociones y sentimientos respecto de
mí mismo: ¿Son optimistas o pesimistas?
2.- Para la sociedad, los medios de comuni-
cación, la escuela, ¿Qué hace valiosa a una
persona?
B) Puesta en común.
PENSAR
1.- El valor fundamental: la dignidad es el atri-
buto, inherente a la naturaleza humana. Por
el solo hecho de serlo, de existir.
2334 "Creando al hombre "varón y mujer", Dios
da la dignidad personal de igual modo al hom-
bre y a la mujer" (FC 22; Cf. GS 49, 2). "El
hombre es una persona, y esto se aplica en la
misma medida al hombre y a la mujer, por-
que los dos fueron creados a imagen y se-
mejanza de un Dios personal" (MD 6) (Catecismo
de la Iglesia Católica)
La autoestima es el valor que nos asignamos
a nosotros mismos y tiene que ver con qué
tanto nos aceptamos, cómo somos y qué tan
satisfechos estamos con lo que hacemos, pen-
samos o sentimos. Esto, a su vez, está rela-
cionado con el grado en que creemos que te-
nemos derecho a ser felices.
2.- La autoestima referida a la propia persona:
• Reconocer el derecho a vivir. Todas las
convicciones que refuerzan el deseo de vi-
vir y el derecho a hacerlo. Tengo derecho a
existir, quiero vivir y hacerlo en buenas
condiciones.
• Ser consciente de ser una persona única,
irrepetible, insustituible, universal. Soy una
persona única en el mundo, me trato con
respeto, poseo dignidad personal, me sien-
to una persona digna de aprecio.
• Aceptar todos los aspectos de la propia per-
sona sin censurarlos ni negarlos. Acepto ex-
perimentar todas las partes de mi ser sin
más razón que la de pertenecerme; acepto
la presencia de mis pensamientos, aunque
no siempre pueda hacerlos realidad; acep-
to sentir mis emociones y mis sentimientos
aunque sean dolorosos, tristes o frustran-
tes; trato de estar en armonía con todas las
partes de mi ser.
• Considerarse una persona amada y amarse
a sí misma. Tengo la seguridad de ser ama-
da y amable, soy compasivo y benévolo con
mi persona, me perdono mis errores, me
hablo con ternura, me animo en momentos
difíciles.
• Creer en la propia capacidad de aprender.
Estoy dotada de cualidades intelectuales,
estoy segura de poder realizar las tareas ordi-
narias y responder a los desafíos cotidianos.
La Autoestima
para la Paz Personal y Comunitaria* 13
*Para apoyar la reflexión ver Anexo 13-A y Anexo 13-B.
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
• Aceptar el propio nivel de competencia sin
compararse con los demás. Me siento ca-
paz, no necesito compararme con los de-
más, acepto mi actual nivel de competen-
cia, al mismo tiempo trato de mejorar sin
cesar.
• Saber valorarse después de los exitos por
pequeños que sean. Me siento alentada por
mis pequeños éxitos, me pongo objetivos
realizables, me felicito por mis éxitos.
• Buscar la propia misión y tratar de cum-
plirla. Estoy segura de tener una misión per-
sonal, la busco en lo que más me apasiona
y entusiasma, le seré fiel a pesar de los obs-
táculos y la oposición de mi entorno. Soy
consciente de tener una vocación única y
de poder desempeñar un papel de co-crea-
dora del universo.
ACTUAR
Dinámicas de autoestima:
1ª DINÁMICA: Tratamiento de merecimiento.
-Yo soy una persona plena de dignidad, crea-
da para desarrollarme íntegramente
-Merezco ser respetada
-Merezco un trato amable
-Merezco ser tomada en cuenta
-Merezco buenas condiciones de trabajo y sa-
lario justo
-Merezco oportunidades educativas
-Merezco vivir en armonía
-Merezco el desarrollo pleno
-Merezco ser amada
-Merezco ser feliz. (Repite este decálogo to-
das las veces que sea posible)
2ª. DINÁMICA: Mejorar la autoestima median-
te el cuidado del cuerpo.
Tomar conciencia de las partes del propio
cuerpo que se tiene tendencia a desdeñar
o incluso a despreciar.
Explicación.
Hay bastantes personas que no aprecian su
cuerpo porque no conceden atención más que
a las partes de su fisonomía no conformes con
los criterios de belleza convencionales. Tie-
nen, por ejemplo un grano o son un poco gor-
das o su vientre es prominente. Esas perso-
nas se identifican con la parte imperfecta de
su cuerpo y pierden de vista el conjunto de
los rasgos agradables de su fisonomía, y de
todo lo maravilloso que es su cuerpo.
Visualización de las partes del cuerpo.
Acompañado de una música suave, siéntate
cómodamente, con los pies en el suelo y aflo-
ja las prendas de vestir demasiado ceñidas.
Pausa.
-Mira los objetos que te rodean. Cierra los ojos
y entra poco a poco en tu interior.
-Sigues oyendo los ruidos que te rodean; ello
te invita a entrar más en ti mismo.
-Date cuenta de la postura de tu cuerpo sobre
la silla y de tus pies en el suelo. Esto te lleva
a entrar más profundamente en tu interior.
-Imagina ahora tu cuerpo, ve sintiendo e ima-
ginando cada una de sus partes, de las par-
tes que te sientes más orgulloso, y de las
partes de las que no lo estás. Tomate tiempo
para percibirlas bien.
3ª. DINÁMICA: El amor a uno mismo.
Elige la cifra del 10 al 1 que se corresponda
mejor con tu manera de considerar tu persona.
1451.Aprecio el conjunto de mi apariencia corporal.
10 9 8 7 6
2.Aprecio mis cualidades y mis competencias.
10 9 8 7 6
3.Tiendo a sentirme bien dentro de mi piel, sin
compararme.
10 9 8 7 6
4.Acojo todos los aspectos de mi persona,
incluidos mis defectos.
10 9 8 7 6
5.Cuido mi salud.
10 9 8 7 6
6.Hago comentarios benévolos sobre mi persona
10 9 8 7 6
7.Tengo la sensación de ser un ser especial y
único.
10 9 8 7 6
8.Me consuelo cuando cometo errores o sufro
fracasos
10 9 8 7 6
9.Me doy caprichos, pequeños gustos, ropa,
comida que me gusta
10 9 8 7 6
10.Me resulta fácil encontrarme cualidades.
10 9 8 7 6
11.Me siento amado y amable
10 9 8 7 6
12.Acepto mis emociones y sé expresarlas
10 9 8 7 6
Centro mi atención en un defecto físico
5 4 3 2 1
Hago hincapié sobre todo en mis defectos
5 4 3 2 1
Tiendo a compararme con los demás con
desventaja para mí.
5 4 3 2 1
No acepto mis defectos.
5 4 3 2 1
Descuido mi salud.
5 4 3 2 1
Soy muy crítico conmigo mismo y me
califico negativamente
5 4 3 2 1
No tengo la sensación de ser un ser especial
y único
5 4 3 2 1
Me culpo e injurio por mis errores o
fracasos.
5 4 3 2 1
No pienso en complacerme.
5 4 3 2 1
Me resulta difícil encontrarme cualidades.
5 4 3 2 1
No me siento digno de amor ni amado.
5 4 3 2 1
Rechazo mis emociones y las reprimo.
5 4 3 2 1
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
13. Por lo general soy una persona unificada.
10 9 8 7 6
14.Considero mis defectos medios para crecer.
10 9 8 7 6
15.Vivo casi siempre en el momento presente.
10 9 8 7 6
16.Me siento bien en los momentos de soledad
10 9 8 7 6
17.Acepto una negativa sin sentirme rebajado
10 9 8 7 6
18.Prefiero ser polivalente y flexible
10 9 8 7 6
19.Me deshago fácilmente de los comentarios
desagradables respecto de mí.
10 9 8 7 6
20.Me perdono fácilmente mis faltas.
10 9 8 7 6
Suelo sentirme indeciso y ambivalente.
5 4 3 2 1
Considero mis defectos irreparables.
5 4 3 2 1
Miro al pasado con pesar y el futuro con
temor.
5 4 3 2 1
Temo los momentos de soledad
5 4 3 2 1
Me siento rebajado ante las negativas.
5 4 3 2 1
Prefiero siempre presentar una fachada
rígida de perfección.
5 4 3 2 1
Rumio sin cesar los comentarios
desagradables respecto de mí
5 4 3 2 1
Me lleno de remordimientos.
5 4 3 2 1
150 a 200 = Excelente 50 a 99 = Regular
100 A 149 = Muy buena De 0 a 49 = Escasa
Calcula el total de puntos:
147
TALLER
Objetivo.
Apreciar mi propia vida apreciando y estiman-
do la vida de los demás, es camino seguro
para la paz personal y comunitaria.
Explicación: Se trata de "ver" lo que hay de-
trás, lo que hay más allá de las personas con
las que me encuentro diariamente y sentirlo
en carne propia. Esto me lleva a apreciar mi
propia vida y a tomar conciencia de que mi
encuentro con las demás personas no es ca-
sual. Es único e irrepetible.
Material que se utiliza:
- Power Point: "Lo que hay detrás de las per-
sonas".
- Power Point: "Abrazo Salvador"
- Video: "Abuelita cuida a su nieto"
- Video: "Él mismo es un canto a la vida"
VER
PRIMERA DINÁMICA: Los prejuicios.
1.- Proyectar el Power Point: "Lo que hay de-
trás de las personas".
2.- Comentar lo que me dicen estas fotos en
plenario.
Después de escuchar algunas opiniones, po-
demos concluir con la siguiente apreciación:
Las fotos nos hacen caer en la cuenta que
las personas con las que nos encontramos
son y tienen una vida como nosotros: con
sus ilusiones, sus proyectos y sus propios
problemas. No podemos juzgarlas por
la manera cómo se nos presentan en ese
momento.
SEGUNDA DINÁMICA: Letreros sobre mi
persona.
Escribir un letrero en el que exprese algo que
me guste o me disguste, alguna cualidad o
defecto que yo tengo, o bien, cualquier otra
cosa de mi persona. Escribir también algo que
yo pienso que necesito como persona. Puede
ser una frase como ésta: "YO SOY UNA PER-
SONA... Y NECESITO..."
Una vez que se escribe el letrero cada uno se
lo cuelga y enseguida el coordinador puede
formar parejas al azahar para que comenten
su respectivo letrero: Lo que escribieron y por
qué lo escribieron.
Si se considera conveniente, se puede pedir a
algunas parejas que expresen lo que sintieron
al dialogar entre sí.
TERCERA DINÁMICA: Lo que los demás per-
ciben de mi persona.
Cada participante escribe en un letrero lo que
ve o descubre en las expresiones de alguno
de los participantes que escoge al azar (Pue-
de dividirse el grupo en dos: el No. 1 escribe
el letrero y el No. 2 recibe el letrero). Luego va
y le pone el letrero y platica con el o la partici-
pante sobre lo que escribió de él o de ella y
por qué. El letrero puede decir: "YO VEO O
DESCUBRO (en tu cara, en tu manera de ca-
minar, en tu voz...) QUE ESTÁS (triste, ale-
gre, cansado, molesto...)
Si se considera conveniente, se puede pedir a
algunas personas que expresen lo que sintie-
ron al dialogar entre sí.
PENSAR
PRIMERA DINÁMICA: El coraje de vivir.
1.- Presentación de dos videos.
a) Abuelita cuida a su nieto.
b) Él mismo es un canto a la vida
2.- Comentarios espontáneos en plenario so-
bre el mensaje que nos dan estos videos.
SEGUNDA DINÁMICA: Un abrazo salvador.
¿Por Qué Quiero mi Vida? 14
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
1.- Presentación del Power Point: "Un abrazo
salvador"
2.- Darse un abrazo y decir y expresar lo que
siento por la persona a la que le doy el
abrazo y lo que siento al ser abra-
zado(a). Valorar nuestras manifestacio-
nes de afecto.
TERCERA DINÁMICA: El sentido cristiano de
la vida.
1.- Leer: 2 Cor. 4,7-10 sobre cómo asume el
cristiano su vida.
"Pero este tesoro (la Buena Nueva) lo lleva-
mos en vasijas de barro, para que todos vean
que una fuerza extraordinaria procede de Dios
y no de nosotros. Nos acosan por todas par-
tes, pero no estamos aplastados; nos encon-
tramos en apuros, pero no desesperados; so-
mos perseguidos, pero no estamos abando-
nados; nos derriban, pero no nos aniquilan.
Por todas partes llevamos en el cuerpo la
muerte de Jesús, para que la vida de Jesús se
manifieste en nuestro cuerpo."
2.- Lectura del Documento de Aparecida:
No. 356: "La vida en Cristo incluye la alegría
de comer juntos, el entusiasmo por progresar,
el gusto de trabajar y de aprender, el gozo de
servir a quien nos necesite, el contacto con la
naturaleza, el entusiasmo de los proyectos
comunitarios, el placer de una sexualidad vi-
vida según el Evangelio, y todas las cosas que
el Padre nos regala como signos de su amor
sincero. Podemos encontrar al Señor en me-
dio de las alegrías de nuestra limitada exis-
tencia y, así, brota una gratitud sincera."
No. 360: "La vida se acrecienta dándola y se
debilita en el aislamiento y la comodidad. De
hecho, los que más disfrutan de la vida son
los que dejan la seguridad de la orilla y se
apasionan en la misión de comunicar vida a
los demás."
ACTUAR
PRIMERA DINÁMICA: Frase motivadora:
Escribir una frase motivadora para la vida
como conclusión de este taller. Dar oportuni-
dad para si hay alguno o algunos que quieran
compartir su frase.
SEGUNDA DINÁMICA: Tarea a realizar.
Escribir esa frase en algún letrero a mano o
en computadora adornándola y ponerla en al-
gún lugar visible de la casa.
TERCERA DINÁMICA: Se puede terminar el
taller con la canción "Gracias a la vida".
149
TALLER
Objetivo.
Conocer y reconocer los derechos humanos
como herramienta para la construcción de la
paz. Promoverlos, respetarlos, defenderlos es
un camino indispensable para la paz.
VER
PRIMERA DINÁMICA: Construcción del con-
cepto de derechos humanos. Plenario.
Se les pide a las y los participantes en plena-
rio que de forma espontánea digan, con sus
propias palabras, qué son los derechos hu-
manos para realizar un concepto en común y
plasmarlo en un papelógrafo.
SEGUNDA DINÁMICA: El cumplimiento o no
de los derechos humanos. Plenario.
Después de afinar el concepto se les pide que
digan: ¿Cuáles derechos humanos conocen?
Éstos se van enlistando en un papelógrafo, se
van revisando uno por uno.
Luego se hace la pregunta: ¿Cuáles de estos
derechos y qué tanto se cumplen en tu co-
munidad? (Sobre las respuestas se hace una
reflexión de las percepciones que se tiene de
los derechos humanos.)
PENSAR
PRIMERA DINÁMICA: Exposición en plenario.
Se hace una breve exposición sobre ¿Qué son
los Derechos Humanos? (Anexo 15-A)
SEGUNDA DINÁMICA: Reconocimiento de los
derechos humanos. Reflexión por grupos.
Después de la presentación se divide al grupo
en 4 equipos, a 3 se les entrega un caso de vio-
lación a DDHH, y al otro equipo se les da el
párrafo 219 del documento Que en Cristo
nuestra Paz, México tenga vida digna (Anexo
15-B). Se les entregan las siguientes preguntas:
Para los casos.
-¿Cuáles fueron las violaciones a los dere-
chos humanos?
-¿Quiénes fueron los responsables del acto?
-¿Cuáles son los efectos y consecuencias que
tiene este hecho en la sociedad?
-¿Cómo se puede reparar el daño?
Para la lectura del párrafo 219 del Documen-
to de los Obispos.
-¿Qué les parece importante de lo que dicen
los obispos en este párrafo?
-¿Cómo explicarían este párrafo a los de su
casa?
TERCERA DINÁMICA: Exposición de lo re-
flexionado en grupos. Plenario.
-Se expone brevemente cada caso y se con-
testan las preguntas.
-Se expone lo reflexionado sobre el párrafo de
los Obispos.
ACTUAR
DINÁMICA: Lluvia de ideas. Plenario.
Se les pide a las y los participantes que se
contesten las siguientes preguntas y se van
anotando las respuestas en papelógrafos:
-¿Qué podemos hacer en la familia para res-
petarnos como personas?
-¿Qué acciones concretas podemos hacer en
la comunidad para que se respeten los de-
rechos humanos ya que son responsabili-
dad de todos(as)?
-¿Qué acciones se pueden hacer para exigir
al gobierno que se cumplan nuestros dere-
chos humanos?
La Defensa de los
Derechos Humanos al Servicio de la Paz 15
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150
TALLER
Objetivo.
Como resultado de nuestro trabajo en este
tema pretendemos tomar conciencia y funda-
mentar la necesidad de la participación ciu-
dadana para construir la paz social.
VER
Plenario.
Se lleva a cabo la siguiente escenificación: se
tienen listos dos trozos de tela y una botella
con un líquido de color fuerte, por ejemplo,
refresco de cola o de uva. Un trozo de tela
debe ser de un tejido lo más cerrado posible,
el otro, de un tejido lo más abierto posible.
Se toma el trozo con el tejido más abierto,
se le vierte el líquido sobre una cazuela, sos-
teniendo el trozo de tal manera que todo
mundo vea cuánto líquido pasa. Después se
hace lo mismo con el trozo de tela con el teji-
do muy cerrado.
Gupos de trabajo.
Se forman y en cada uno de ellos se va a con-
testar la siguiente pregunta:
-¿qué nos sugiere este pequeña esceni-
ficación o experimento que vimos sobre el
tema de que "la paz se construye con parti-
cipación ciudadana?"
(Se nombran relatores para leer las conclu-
siones en el plenario).
Plenario.
Se comparten las conclusiones de cada gru-
po. Quien conduce el taller destaca lo que hay
en común en todos ellos y complementa.
PENSAR
Plenario.
A continuación se incluyen dos párrafos del
documento de los obispos mexicanos: "Que
en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida dig-
na". Se reparte un párrafo a cada grupo de
trabajo. Se pueden repetir si hay más de tres
grupos.
76. La vida comunitaria es la primera vícti-
ma de la violencia. La percepción de insegu-
ridad y el miedo llevan a las personas a bus-
car espacios seguros refugiándose en sus pro-
pias casas, aislándose, encerrándose en el
individualismo y en la desconfianza, en el
enojo, en el resentimiento y en el deseo de
venganza. Se establece un círculo vicioso: la
violencia acaba con la vida comunitaria y
cuando esto sucede, se propicia la violencia.
Si se quiere romper este ciclo perverso es
necesario fortalecer la vida en comunidad este
servicio lo ofrecen las instituciones sociales,
las iglesias y los grupos intermedios, que ase-
guran la cohesión social.
78. La violencia está íntimamente ligada a la
vulnerabilidad de la población. Al deteriorar-
se la vida comunitaria por el clima de inse-
guridad que provoca miedo, aislamiento y que
desanima a participar en la vida común, se
debilita el tejido social que brinda seguridad
a los miembros de la comunidad. Hay facto-
res que propician la violencia en las comuni-
dades rurales, en los pueblos y en los barrios
populares y colonias de las grandes ciuda-
des; entre éstos se pueden mencionar: la falta
de políticas sociales de protección; la caren-
cia de una adecuada reglamentación de los
centros de diversión en los que indiscrimi-
nadamente se consume alcohol y droga y el
vacío de autoridad por la desconfianza en los
servicios de seguridad pública.
Grupos de trabajo.
Antes de leer el párrafo que le tocó el grupo
responde la siguiente pregunta:
-¿Qué hechos hemos observado en nuestra
comunidad donde la violencia afecte la par-
La Paz Social se Construye
con Participación Ciudadana16
151ticipación ciudadana o donde la participa-
ción ciudadana reduzca la violencia?
Se resumen las respuestas para ser leídas en
plenario. Después, se lee el párrafo del docu-
mento de los obispos que le tocó a cada gru-
po. El grupo lo trata de entender, lo discute y
se organiza para exponerlo al plenario po-
niendo ejemplos que les haya tocado vivir o
escuchar.
Plenario.
Cada grupo expone su trabajo y complementa
quien conduce el taller.
ACTUAR
Plenario.
Quien conduce el taller explica el contenido
de los siguientes párrafos de la citada carta
del Episcopado Mexicano:
209. La respuesta a los desafíos de la inse-
guridad y la violencia no puede ser sólo res-
ponsabilidad de la autoridad pública, sino
también de los ciudadanos que asumen su
responsabilidad social y que, de manera in-
dividual o asociados, asumen sus compromi-
sos y obligaciones para con los miembros de
la sociedad a la que pertenecen constituyen-
do lo que llamamos la sociedad civil respon-
sable. Ésta se hace visible en las organiza-
ciones sociales que participan activamente
para encontrar solución a problemas que afec-
tan a todos y tiene en sus manos la oportuni-
dad para participar creativamente en la cons-
trucción de una sociedad segura y sin violen-
cia. "Estos grupos están tomando conciencia
del poder que tienen entre manos y de la po-
sibilidad de generar cambios importantes para
el logro de políticas públicas más justas.
210. La sociedad civil actúa normalmente en
el campo público en función del bien común,
no busca el lucro personal, ni el poder políti-
co o la adhesión a algún partido. Actualmen-
te se considera que el bien común consiste
principalmente en la defensa de los derechos
y deberes de la persona humana y aquí se
tiene el punto de encuentro entre sociedad
civil y comunidad política: ésta se constituye
para servir a la sociedad civil y tiende al bien
común cuando actúa en favor de la creación
de un ambiente humano en el que se ofrezca
a los ciudadanos la posibilidad del ejercicio
real de los derechos humanos y del cumpli-
miento de los respectivos deberes, desarro-
llando la doble acción de defenderlos y pro-
moverlos.
211. Llamamos "sociedad civil responsable"
a los ciudadanos que, de manera individual
o asociada, establecen relaciones que dan
vida al tejido social y base a una verdadera
comunidad de personas. Es importante su-
brayar la nota que alude a la responsabili-
dad, pues en la sociedad civil pueden existir
grupos organizados y legítimamente consti-
tuidos para defender sólo sus idearios o inte-
reses, sin apropiarse las exigencias del bien
común. En cambio, en la "sociedad civil res-
ponsable" las cosas no funcionan por impe-
rativos externos a ella, no participa, ni se or-
ganiza en función del poder político, admi-
nistrativo o económico, sino por propia
iniciativa, por autodisciplina y por sentido del
interés general; es decir, por responsabilidad
cívica y ciudadana que le lleva a ser vigilante
y propositiva frente a las instituciones del
Estado.
212. La "sociedad civil responsable" no sur-
ge por generación espontánea; es necesario
formarla, desarrollando en ella tres capaci-
dades: el conocimiento de la realidad, la res-
ponsabilidad social y el sentido y compromi-
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
so con la justicia social. Es necesario formar
a los laicos de nuestras comunidades, me-
diante la Doctrina Social de la Iglesia y las
ciencias sociales y políticas para que tengan
incidencia significativa en los ámbitos: so-
cial, cultural y político, e incluso en la con-
ciencia de la misma comunidad eclesial.
Muy importante: quien conduce el taller debe
ofrecer ejemplos de compromisos muy con-
cretos en diferentes ámbitos de incidencia.
Grupos de trabajo.
A partir de la explicación y discusión de los
tres párrafos que hizo quien conduce el taller,
se enlistan las propuestas de compromisos que
se pueden hacer en tres ámbitos: conocimien-
to de la realidad social y política, responsabi-
lidad social y política y compromiso con la
justicia social.
Plenario.
Cada grupo expone sus conclusiones, quien
conduce el taller realiza una síntesis de los
compromisos que se proponen y somete a
consideración del plenario cada uno de ellos,
para que se asuman verdaderamente como
compromisos.
153
TALLER
Objetivo.
Caer en la cuenta que una vida libre de vio-
lencia para las mujeres es un presupuesto para
la construcción de la paz.
VER
PRIMERA DINÁMICA: Sensibilización. Plenario.
Presentación del video "Estadísticas sobre el
feminicidio", o bien, texto informativo sobre el
feminicidio. Luego se procede a la siguiente
dinámica sin comentarios. Sólo se expone para
sensibilización.
SEGUNDA DINÁMICA: Contestar de manera
individual a las siguientes preguntas y elabo-
rar resumen grupal. Trabajo en grupos:
-¿Por qué se asesina a las mujeres?
-¿Qué has escuchado, qué se dice en la so-
ciedad?
-¿Tú qué dices? ¿Por qué crees que se asesi-
na a las mujeres?
-¿Qué consecuencias tiene el asesinato de
mujeres en la sociedad?
TERCERA DINÁMICA: Plenario. Puesta en
común del trabajo de cada grupo.
Después de este trabajo se puede retomar el
video o texto inicial y enriquecer las respues-
tas del grupo. Completar el concepto de FE-
MINICIDIO. Se trata de crímenes de odio con-
tra mujeres, en donde hay sufrimiento infligi-
do a la víctima, crueldad, impunidad, la cual
es otro elemento del feminicidio, pues no to-
dos los homicidas son llevados ante la ley.
Hay silencio social.
PENSAR
DINÁMICA: Lectura y reflexión. Exposición o
en grupos.
Se puede utilizar técnica expositiva, o bien,
trabajar el contenido en grupos leyendo, com-
partiendo y elaborando un resumen para ple-
nario. Los escritos que se muestran a conti-
nuación se pueden asignar una parte a cada
grupo.
Parte 1. Cultura patriarcal o patriarcado.
Parte 2. Violencia Feminicida.
Parte 3. Violencia contra las mujeres. Docu-
mento de los Obispos.
Parte 1. Cultura patriarcal o patriarcado.
(Patriarcado significa etimológicamente "go-
bierno del padre")
Es un sistema en donde el monopolio del po-
der es masculino, hay una supremacía mas-
culina, en donde son los hombres los que
detentan el poder político, económico, religio-
so y armamentista. No solo se tiene poder
sobre las mujeres, también sobre los varones
jóvenes.
Para Celia Amorós el patriarcado es un con-
junto práctico, es decir se constituye median-
te un sistema de prácticas reales y simbólicas
y toma su consistencia de estas prácticas.
Es una organización social o conjunto de prácti-
cas que crean el ámbito material y cultural que
les es propio y que favorece su continuidad.
Es un sistema universal y longevo, es decir lo
encontramos en todas las culturas presentes
y pasadas.
El patriarcado establece diferencias de supe-
rioridad e inferioridad entre las personas, or-
dena el mundo. Manda lo que debemos pen-
sar, cómo comportarnos, que debemos sentir
las mujeres y los hombres, cómo tratarnos
entre sí, los hombres y las mujeres y también
Raíces Sociales
y Culturales del Feminicidio 17
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
las mujeres con otras mujeres y los hombres
entre los hombres.
Características de la cultura patriarcal.
1.- Es Androcéntrica: En donde el hombre, el
varón es el centro del universo. El hombre
es el modelo de la humanidad.
2.- En este sistema las mujeres y los hombres
son seres opuestos, Se cree que por natu-
raleza ellos son fuertes y ellas débiles; ellos
cuidan a las mujeres y ellas obedecen. De
esta forma se establecen las relaciones
desiguales entre hombres y mujeres.
3.- La enemistad de las mujeres. Competencia
y rivalidad que se establece entre ellas por
los hombres y por defender los espacios
que se les destinan.
4.- El machismo, la actitud de mostrar su po-
der y reforzar la idea de superioridad, so-
bre los que considera inferiores, el machis-
mo puede llegar al extremo que es la
misoginia, el odio a las mujeres y se basa
en la idea de que solo los hombres pueden
ser plenos y normales, las mujeres incom-
pletas, anormales, dementes, diferentes,
traicioneras y por lo tanto peligrosas.
El patriarcado no se limita a oprimir y subor-
dinar a las mujeres sino que extiende sus bra-
zos a todos aquellos que estén en una posi-
ción de desventaja en la sociedad.
(Se puede pedir al grupo aportar ejemplos de
estas prácticas que están presentes en su co-
munidad) p.ej. El padre que entrega a la no-
via en el templo, o en su ausencia cualquier
otro hombre de la familia que lo represente. O
el Jefe de la familia.
Algunos datos:
• 103 millones de niños/as no reciben edu-
cación primaria de estos el 56% son niñas.
• De los 1300 millones de personas que vi-
ven en la pobreza en el mundo, un 70%
son mujeres.
• El 75% de los 876 millones de adultos anal-
fabetos en el mundo son mujeres.
• Las mujeres realizan dos tercios de las ho-
ras laborales del mundo y producen la mi-
tad de los alimentos del mundo, pero sin
embargo ganan tan solo un 10% de los in-
gresos y ostentan la titularidad de menos
del 1% de los bienes del mundo.
Parte 2: Violencia feminicida.
Una violencia cultural, estructural vs la cons-
trucción de una cultura de paz.
El feminicidio se conforma en una violencia
social contra las mujeres; en la sociedad se
acepta que haya violencia contra las mujeres,
la sociedad ignora, silencia, invisibiliza, des-
valoriza, le quita importancia a la violencia
contra las mujeres y, a veces, las comunida-
des (familia, barrios, cualquier forma de or-
ganización social) minimizan la violencia y
tienen mecanismos violentos de relación y
trato con las mujeres. La sociedad está orga-
nizada de tal manera que la violencia forma
parte de las relaciones de parentesco, de las
relaciones laborales, de las relaciones educa-
tivas, de las relaciones en general de la socie-
dad. La cultura refuerza de una y mil mane-
ras esta violencia como algo natural, hay un
refuerzo permanente de imágenes, enfoques,
explicaciones que legitiman la violencia. Es-
tamos ante una violencia ilegal pero legitima-
da por la sociedad. Ésta es una de las claves
del feminicidio.
La poca o nula atención del Estado en la cons-
trucción de la igualdad entre mujeres y hom-
bres y la equidad de género, contribuye acti-
vamente a la Violencia Feminicida. Las muje-
res no son sujetas de derecho ni son
consideradas ni tratadas como ciudadanas. Por
155ello, las autoridades que deben procurar justi-
cia actúan, en muchos casos, como cómpli-
ces de los agresores al atentar contra la segu-
ridad, la dignidad y los intereses de las muje-
res. Es evidente, también, que las mujeres no
son consideradas sujetas plenas de la edu-
cación, de la salud, de la economía, de la po-
lítica. El adelanto de las mujeres es una priori-
dad del Estado. (Marcela Lagarde y De los
Rios)
Parte 3: Violencia contra las mujeres.
(Del Documento: Que en Cristo nuestra Paz
México tenga vida digna)
69. La violencia contra las mujeres represen-
ta un desafío social y cultural. Esta conducta
es aprendida y tolerada socialmente; se rela-
ciona con la comprensión que los hombres y
mujeres tienen de su masculinidad y feminei-
dad. Si bien la condición económica, el alco-
holismo y la adicción a las drogas no son la
causa directa de este tipo de violencia, sí la
exacerban; pero la raíz última de la violencia
es el ejercicio desigual de poder en la vida
familiar y social.
70. Llama la atención que frente a la violen-
cia que sufren las mujeres hay quienes las
señalan a ellas mismas como responsables de
las agresiones que sufren; quienes piensan así,
no toman en cuenta el hecho de que una per-
sona que es agredida constantemente, expe-
rimenta intensos sentimientos de vergüenza y
miedo que la inhabilitan para huir o pedir ayu-
da, y que en muchas ocasiones son las condi-
ciones sociales, económicas o culturales las
que disuaden a una mujer maltratada de rom-
per el vínculo con el agresor.
Es lamentable que, además de la violencia
intrafamiliar, muchas mujeres mexicanas su-
fran violencia en distintos contextos sociales,
entre ellos, es importante destacar algunos am-
bientes de trabajo, en los que no existen con-
diciones laborales adecuadas a la situación
femenina.
ACTUAR
Conclusiones.
1.- Revisar si mis creencias sobre la violencia
femenicida y el feminicidio se pueden modifi-
car o se han modificado: ¿En qué me ha ayu-
dado este taller para comprender el problema
del feminicidio?
2.- ¿Qué puedo hacer en lo personal y en mi
comunidad para detener la violencia
feminicida?
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TALLER
Objetivo.
Tomar conciencia de los que es y lo que signi-
fica la Espiritualidad para la Paz con el fin de
apreciarla y vivirla.
VER
a) Trabajo en pequeños grupos o en plenario
dependiendo del tamaño de los participantes
en base a las siguientes preguntas:
1.- ¿Qué es la Espiritualidad?
2.- ¿Cómo se nutre?
3.- ¿Cómo se vive o manifiesta la espirituali-
dad; signos, acciones, acontecimientos,
etc.?
4.- ¿Consideras que la espiritualidad que vi-
vimos en lo personal, en nuestra familia,
comunidad e Iglesia, ayudan a la cons-
trucción de la paz? ¿Por qué? ¿Cómo?
Anotar en un papelógrafo las repuestas del
grupo.
b) Presentar en plenario, resumir las coinciden-
cias de los grupos y señalar las diferencias.
- Se puede elaborar una definición general del
Núm. 1 con todas las aportaciones.
- Se sugiere de ser posible dejar las hojas pe-
gadas a la vista para retomar los conteni-
dos en el momento del pensar.
PENSAR
Se puede hacer la reflexión por grupos distri-
buyendo entre ellos las tareas de reflexionar
sobre uno de los tres números que se plan-
tean enseguida. Encargarles que en papeló-
grafo escriban con sus propias palabras lo que
entendieron del escrito. Para ello se les distri-
buyen los anexos.
a) Reflexión por grupos.
1.- ¿Qué es "espiritualidad"?
Leer el anexo 18-A y comentarlo enrique-
ciendo y/o aclarando lo que se dijo en el
ver.
2.- ¿Cuáles son las características propias de
una Espiritualidad para la Paz?
Leer el anexo 18-B. Comentarlo.
3.- El sentido cristiano de la Espiritualidad para
la Paz.
Leer el anexo 18-C. Comentarlo.
b) Plenario para compartir lo que cada grupo
reflexionó.
ACTUAR
En Plenario se pueden reflexionar las siguien-
tes preguntas:
-¿Qué elementos descubro que necesito in-
corporar a mi espiritualidad?
-¿Cómo podemos construir y nutrir la espiri-
tualidad para la paz?
En mi familia, comunidad, etc.
Celebrar.
Oración final:
Cada participante realiza una pequeña ora-
ción de agradecimiento o petición con alguno
de los elementos que necesita incorporar a su
espiritualidad. Se pueden aportar signos.
Se dispone al grupo para la celebración, de
preferencia en círculo, se puede iniciar con un
canto, el ofrecimiento de las oraciones y termi-
nar con un gesto de paz entre los participantes.
Hacia una
Espiritualidad a Favor de la Paz*18
*En los Anexos 18-D, 18-E, 18-F se pueden consultar
lecturas para reforzar el tema.
157
ANEXOS
ANEXO 1-A
La violencia es una realidad muy diversa.
El concepto de violencia se aplica a innume-
rables fenómenos, para calificar conductas,
tanto individuales como colectivas. Así, se
consideran como violencia, el crimen, la de-
lincuencia, la masacre de grupos humanos,
la guerra, el terrorismo, el hostigamiento, los
motines, las revueltas, la revolución. También
la violencia que se da entre dos individuos, la
que se da al interior de una familia, o entre
sexos, o entre bandas rivales, entre diversos
grupos étnicos, etc. También se da, aunque
apenas se empieza a reconocer, la violencia
en contra de la naturaleza: devastación de
bosques, agotamiento mantos acuíferos, mal-
trato a los animales, etc.
Clases de violencia.
La violencia puede ser física, cuando se utili-
zan instrumentos materiales para atacar al
contrario: golpes, balas, fuego, etc. Violencia
verbal, cuando se ejerce por medio de la pa-
labra oral o escrita. Violencia moral, cuando
se ataca la mente del contrario con amena-
zas, insultos, desvalorizaciones, etc. Violen-
cia simbólica, cuando se difunden ideas que
atacan, denigran, discriminan a un grupo so-
cial o a una persona, y cuando se trata de
influir al contrario para que no reconozca pre-
cisamente que es víctima de la violencia.
Características de la violencia.
Aunque la violencia adopta diversas modali-
dades y definiciones según las épocas y los
espacios geográficos donde se da, hay, sin
embargo, algunas características que presen-
ta siempre:
• Es el acto mediante el cual una persona, un
grupo, una clase social, un Estado o un con-
junto de Estados ejercen medios de coer-
ción física para que otro u otros hagan o
dejen de hacer lo que los primeros desean,
(Segunda P(Segunda P(Segunda P(Segunda P(Segunda Parararararte)te)te)te)te)
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TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
o para despojarlos de sus bienes o lesionar
su integridad física.
• La violencia se genera cuando hay una si-
tuación de desigualdad, de asimetría entre
las personas o las colectividades y quien
está en situación favorable busca reforzar,
profundizar o ampliar dicha situación para
sacar provecho de ella.
• Cuando esa situación de desigualdad y de
opresión es propiciada, reforzada y perpe-
tuada por las instituciones, los gobiernos,
las leyes, entonces se llama "violencia
institucionalizada".
• Quienes están siendo sometidos a esta si-
tuación de desigualdad, quienes son opri-
midos, en ocasiones responden a la violen-
cia –que en muchos casos es una violencia
institucionalizada– con otros hechos de
violencia: entonces se llama violencia de
respuesta.
Ahora bien, la violencia que más nos afecta
en Chihuahua, en México en estos días es la
violencia criminal, expresada en homicidios
dolosos, secuestros, extorsiones, asaltos, ro-
bos a mano armada, etc. También la violen-
cia que ejercen los cuerpos militares y poli-
cíacos cuando violan los derechos humanos
de las personas, con detenciones arbitrarias,
allanamientos de morada, desapariciones for-
zadas, asesinatos, etc. Y también la violencia
que se da al interior de las familias, sobre todo
en contra de las mujeres y las niñas. Esta vio-
lencia que padecemos actualmente, esque-
matizando mucho, tiene como principales cau-
sas sociales, las siguientes:
Causas sociales de la violencia.
Un modelo socioeconómico, el capitalismo,
sobre todo en su versión neoliberal, que con-
centra la riqueza en unas cuantas manos, ha-
ciendo crecer la pobreza y la desigualdad en-
tre las mayorías. La globalización de la eco-
nomía capitalista ha propiciado en México, el
abandono del campo y la entrega total a la
industrialización maquiladora. Esto ha gene-
rado desempleo, bajos ingresos y pocas o nu-
las prestaciones sociales para los trabajado-
res, poco tiempo para que padres y madres
puedan dedicarse a los hijos.
Una serie de políticas de gobierno que han
hecho que el Estado descuide o de plano se
desafane de las instituciones encargadas de
consolidar los lazos, las relaciones sociales
entre la gente, el desarrollo humano de las
personas. Así, el gobierno ha venido debili-
tando el sistema escolar, negando el acceso a
millones de jóvenes a la educación media y
superior. Ha venido haciendo más precarios
los servicios de salud, la atención a adiccio-
nes; ha descuidado la apertura de guarderías
para los hijos de madres y padres que traba-
jan, etc.
La corrupción del sistema político que ha per-
mitido que florezcan y se fortalezcan los
cárteles, las bandas y los grupos criminales.
La impunidad con que operan todos éstos,
debido a la ineficacia o complicidad de las
dependencias del gobierno hace que se mul-
tipliquen los crímenes.
La terrible situación por la que pasan los jó-
venes. Por un lado, el sistema económico y
cultural, sobre todo los medios de comunica-
ción, los hace tener el deseo de consumir más,
el tener más, el placer cotidiano; por otra par-
te, les niega la educación, el empleo y el in-
greso que les haría posible tener acceso a los
bienes y servicios que desean.
El que exista un gobierno donde los contrape-
sos y los controles ciudadanos funcionan muy
poco hacen que la impunidad crezca. Al mis-
159mo tiempo, el hecho de que los cuerpos poli-
cíacos y militares funcionen en la opacidad,
no castiguen a quienes violan los derechos
humanos, hacen que los atropellos a éstos se
multipliquen.
Una cultura machista, misógina, patriarcal,
sexista, que le da primacía al varón por sobre
todo, en detrimento sobre todo de la mujer,
pero también de quienes tienen otras prefe-
rencias sexuales, como los homosexuales.
Una cultura individualista donde el tener y el
disfrutar lo que se compra con el dinero es el
valor máximo. En aras de ella se aplasta a los
demás, se roba, se secuestra, se devasta la
naturaleza.
ANEXO 1-B
LO QUE NOS DICEN LOS OBISPOS SOBRE
LA VIOLENCIA EN SU CARTA: QUE EN
CRISTO NUESTRA PAZ, MÉXICO TENGA
VIDA DIGNA.
1. México está viviendo una situación en
que los diversos tipos de violencia se han
agudizado. (Ver Nos. 10, 12, 13, 25)
2. Factores que contribuyen a la
inseguridad y violencia. (No. 27)
2.1 En la actividad económica (Nos. 28, 30. 31)
2.1.1 Pobreza y desigualdad (Nos. 32, 33. 34)
2.1.3 Desempleo y subempleo (Nos. 38 y 39)
2.2 En la vida política (No. 41)
2.2.2 Inseguridad ciudadana (No. 49)
2.2.3 Procuración de justicia (No. 51)
2.2.5 Violencia institucionalizada (No. 54)
2.2.6 Las fuerzas de seguridad (No. 57)
2.3 En la vida social (Nos. 59, 64, 65)
2.3.2 Violencia contra la mujeres (No. 69, 70)
2.3.3 Violencia infantil (Nos. 71,72)
2.3.4 La violencia, los jóvenes y los adoles-
centes (Nos. 73,74. 75)
2.4 En la cultura (No. 83)
2.4.1 Emergencia educativa (No. 86)
2.4.2 Medios de comunicación social (Nos.
88, 90)
2.4.3 Religión y cultura (No. 96)
3. Un enfoque para abordar la compleja
realidad de la violencia.
99. La realidad de la inseguridad y violencia
es compleja y multidimensional. No podemos,
sin más, atribuirla a una sola causa, hacerlo
sería ingenuo y nos llevaría a pretender, tam-
bién con ingenuidad, tener una única solu-
ción a una problemática tan vasta y compli-
cada. Por ello, consideramos que convendría
abordar la compleja realidad de la violencia
que se vive en México desde un enfoque de
salud pública que permita asegurar para el
mayor número de personas el beneficio de la
seguridad y de la paz.
100. Ver la violencia como problema de sa-
lud pública implica reconocer que el esfuerzo
por erradicarla debe ser multidimensional;
que se requiere un diagnóstico interdisci-
plinar que identifique los principales factores
de riesgo sobre los que hay que intervenir y
que es necesaria la cooperación de todos los
sectores públicos y sociales para abordar el
problema de la violencia mediante la acción
colectiva, con estrategias diversas adoptadas
por todos, cada quien, según el ámbito de la
propia competencia.
4. Necesidad de actuar.
26. La situación que hemos considerado has-
ta aquí, nos hace constatar una vez más "que
algo está mal y no funciona en nuestra con-
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vivencia social y que es necesario exigir y
adoptar medidas realmente eficientes para
revertir dicha situación." Debemos ir más allá
en nuestro análisis, no podemos quedarnos
en la descripción de las principales actuacio-
nes del crimen organizado que diseminan el
clima de violencia, hay que actuar asumiendo
nuestra responsabilidad social y vigilar que las
instancias públicas asuman la suya. Para ello
es necesario ir a la raíz de los graves males
que aquejan a la sociedad.
En resumen, lo que dicen los obispos es:
1. México está viviendo una situación en
que los diversos tipos de violencia se han
agudizado.
Situación habitual ya de violencia, estructu-
ral, tanto en las diversas formas de violencia
delicuencial, violencia intrafamiliar, femi-
nicidios, homofobia. Agudización de lo ante-
rior en el contexto del combate "al crimen or-
ganizado".
2. Esta violencia es una realidad con
muchas dimensiones y es causada por
factores de muy diversa índole:
2.1 Factores en la actividad económica:
- Modelo económico que favorece
oligopolios y grandes empresas, pero
excluye a las mayorías.
- Pobreza y desigualdad económica
- Desempleo y subempleo.
2.2 Factores en la vida política:
- Inseguridad ciudadana.
- Inadecuada, insuficiente procuración de
justicia, impunidad.
- Violencia institucionalizada.
- Violaciones a los derechos humanos por
las fuerzas de seguridad
2.3 Factores en la vida social:
- La desigualdad social.
- El ejercicio desigual del poder en la vida
familiar y social (machismo, sexismo, por
ejemplo).
- Violencia contra las mujeres y contra los
niños.
- La violencia que padecen los jóvenes:
pandillerismo, bullying, crimen
organizado, en la familia.
2.4 Factores en la cultura:
- Emergencia educativa: insuficientes
oportunidades de educación para todas y
todos, educación de mala calidad. Medios
de comunicación que fomentan la cultura
de la violencia.
- En la religión, clericalismo, machismo,
prácticas como la pederastia.
ANEXO 6-A
1.- DINÁMICA DEL VER:
1,1 "Se dice que las mujeres son..."
Se trabaja en dos grupos, que deben sentir-
se en competencia. Se entregan hojas de
rotafolio con el título de la dinámica, donde
se deben enlistar todas las palabras que,
espontáneamente, como lluvia de ideas, sin
reflexionar, ni discutir ni reprimir, se vienen a
la mente. Solo hay que dividirlas en positivo o
negativo.
IMPORTANTE: No se deben buscar las pala-
bras, tampoco se trata de que estemos de
acuerdo o no con ellas, ni de lo que nosotr@s
pensamos que son las mujeres... ES LO QUE
SE DICE... EN LOS DIFERENTES GRUPOS
SOCIALES: AMIGOS, FAMILIAS, CLUBES,
CANTINAS, IGLESIAS, EN LA CALLE, EN LA
ESCUELA, EN EL TRABAJO.
161TODA PALABRA QUE SE VENGA A LA MEN-
TE, SE DICE Y SE ESCRIBE... NO IMPORTA
QUE PALABRA SEA, SI ES SINÓNIMO DE
OTRA, O SI ES ALTISONANTE.
DEBE AFLORAR EL INCONSCIENTE COLEC-
TIVO SOBRE LA IMAGEN DE LAS MUJERES
EN NUESTRA SOCIEDAD.
En la puesta en común se agregan más pala-
bras que surjan espontáneamente y se cuentan.
El resultado forma parte de nuestra cultura de
género.
1.2 "Siluetas"
Se trabaja con otros dos grupos, al mismo
tiempo. Cada uno recibe un papelógrafo con
el dibujo de una silueta humana, sin definir.
Cada persona recibe un marcador. (Se traba-
ja en absoluto silencio).
En un grupo van a dibujar, libremente, todo lo
que le falte a la silueta para que sea un hom-
bre. Y en el otro, todo lo que le falte para que
sea una mujer.
Cada grupo presenta al plenario su "obra de
arte" y se pregunta al plenario si lo que se
dibujó es lo que hace hombre a un hombre y
mujer a una mujer.
ANEXO 6-B
2.- MATERIAL PARA EL PENSAR.
Textos sobre: diferencia entre sexo y género,
"Escritos centenarios", violencia de género y
violencia hacia las mujeres.
Textos sobre la igualdad de los seres huma-
nos: Sexo y género...
SEXO
SE NACE CON ESAS
CARACTERÍSTICAS, SON
UNIVERSALES E
INMODIFICABLES.
EJEMPLO: SÓLO LOS HOMBRES
TIENEN LA CAPACIDAD DE
PRODUCIR ESPERMATOZOIDES,
ÚNICAMENTE LAS MUJERES
TIENEN OVARIOS Y MATRIZ.
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SEXO
HOMBRE MUJER
FECUNDA CONCIBE
NATURAL
SE NACE
DIFERENCIAS
BIOLÓGICAS
NO CAMBIA
GÉNERO
MASCULINO FEMENINO
PRODUCTIVO REPRODUCTIVO
SOCIOCULTURAL
SE HACE
RELACIÓN ENTRE
HOMBRES Y MUJERES
PUEDE CAMBIAR
GÉNERO
SON CONSTRUCCIONES SOCIOCULTURALES SOBRE
EL HOMBRE Y LA MUJER QUE PUEDEN
MODIFICARSE, DADO QUE HAN SIDO APRENDIDAS.
EJEMPLO: EN ÉPOCAS PASADAS SÓLO LOS
HOMBRES PODÍAN HEREDAR. LAS MUJERES NO
USABAN PANTALÓN.
EN DETERMINADAS CLASES SOCIALES SOLO SE
LES ENSEÑABA BORDADO Y CANTO.
163LO BIOLÓGICO Y LO APRENDIDO
Lee el siguiente listado de afirmaciones y anota en el espacio en blanco la letra S si piensas
que la afirmación se refiere al sexo, o la letra G si re refiere al género.
Ejemplo: Los hombres no lloran G
En este ejemplo se ha anotado G porque se trata de una norma de comportamiento im-
puesta por la cultura. No es natural, es decir no está determinada por la biología sino por
las ideas y creencias sobre los comportamientos y actitudes de las personas.
AFIRMACIÓN S/G
1.- Las mujeres paren a los niños
2.- Las niñas son dulces y dóciles, los niños son rebeldes y fuertes
3.- La mayoría de los albañiles son hombres
4.- En el antiguo Egipto los hombres permanecían en el hogar y tejían. Las muje-
res se encargaban de los negocios
5.- Las mujeres amamantan a los bebes
6.- Según datos de Naciones Unidas, las mujeres realizan el 67% del trabajo en
el mundo; sin embargo sus ingresos por ese trabajo representan solo el 10%
de ingreso mundial
7.- Los hombres no cocinan ni hacen las tareas domésticas porque ése es un
trabajo de mujeres
8.- Las mujeres tienen útero, ovarios y vulva; los hombres, pene y testículos
9.- Las mujeres pueden participar en la política tanto como los hombres
10-Los hombres cambian de voz en adolescencia
11-En las comunidades indígenas mexicanas las mujeres se encargan del
comercio.
12-A las mujeres les gusta que les peguen.
13-Los hombres nacen más fuertes que las mujeres.
14-Los hombres son naturalmente más inteligentes que las mujeres.
15-En el Derecho Romano, por ley, las mujeres eran un objeto, propiedad privada
de algún hombre.
16-Las mujeres son más sensibles que los hombres.
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DISCRIMINACIÓN FEMENINA
"DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER"
TODA DISTINCIÓN, EXCLUSIÓN Ó
RESTRICCIÓN BASADA EN EL SEXO QUE
TENGA POR OBJETO O POR RESULTADO
MENOSCABAR O ANULAR EL
RECONOCIMIENTO, GOCE O EJERCICIO POR
LA MUJER, INDEPENDIENTEMENTE DE SU
ESTADO CIVIL, SOBRE LA BASE DE LA
IGUALDAD DEL HOMBRE Y LA MUJER, DE
LOS DERECHOS HUMANOS Y LAS
LIBERTADES FUNDAMENTALES EN LAS
ESFERAS POLÍTICA, ECONÓMICA, SOCIAL,
CULTURAL Y CIVIL O EN CUALQUIER OTRA
ESFERA." (CEDAW)
EQUIDAD DE GÉNERO
• ES LA CUALIDAD POR LA QUE NINGUNA DE LAS PARTES ES FAVORECIDA DE MANERA
INJUSTA EN PERJUICIO DE OTRA.
• ES UNA MEDIDA MÁS BIEN DIRIGIDA A CUBRIR LOS DÉFICITS HISTÓRICOS Y
SOCIALES DE LAS DESIGUALDADES POR RAZÓN DE GÉNERO.
• PRETENDE EL ACCESO DE LAS PERSONAS A LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Y AL
DESARROLLO DE LA CAPACIDAD BÁSICA, ESTO SIGNIFICA QUE SE DEBEN ELIMINAR
LAS BARRERAS QUE OBSTACULIZAN LAS OPORTUNIDADES ECONÓMICAS Y POLÍTICAS,
ASÍ COMO EL ACCESO A LA EDUCACIÓN Y LOS SERVICIOS BÁSICOS.
CAUSAS DE LA DISCRIMINACIÒN
LA HERENCIA CULTURAL
SOCIEDAD
HEGEMÓNICA
PATRIARCAL
CREENCIAS EN LA
INFERIORIDAD POR
LAS CARACTERÍSTICAS
BIOLÓGICAS Y
ANATÓMICAS.
CREENCIAS HISTÓRICAS,
FILOSÓFICAS Y
RELIGIOSAS
165ESCRITOS CENTENARIO
Mira estos escritos, que han salido de mentes
sabias y eruditas. No dejes de hacerlo para
comprender a la raza humana y su evolución.
"La mujer debe adorar al hombre como a un
dios. Cada mañana debe arrodillarse nueve
veces consecutivas a los pies del marido y,
con los brazos cruzados, preguntarle: Señor,
¿Qué deseáis que haga?"
Zaratustra (filósofo persa, Siglo VII a.C)
"Todas las mujeres que sedujeran y llevaran al
matrimonio a los súbditos de Su Majestad
mediante el uso de perfumes, pinturas, dien-
tes postizos, pelucas y relleno en caderas y
pechos, incurrirían en delito de brujería y el
casamiento quedaría automáticamente anu-
lado."
Constitución Nacional Inglesa (Ley del Siglo XVIII)
"Aunque la conducta del marido sea censura-
ble, aunque éste se dé a otros amores, la mujer
virtuosa debe reverenciarlo como a un dios.
Durante la infancia, una mujer debe depen-
der de su padre; al casarse, de su marido; si
éste muere, de sus hijos, y si no los tuviera,
de su Soberano. Una mujer nunca debe go-
bernarse a sí misma."
Leyes de Manu (Libro Sagrado de la India, siglo III A.C.?)
"Cuando un hombre fuera reprendido en pú-
blico por una mujer, tendrá derecho a golpearla
con el puño o el pie y romperle la nariz para
que así, desfigurada, no se deje ver, avergon-
zada de su faz. Y le estará bien merecido, por
dirigirse al hombre con maldad y lenguaje
osado."
Le Ménagier de Paris (Tratado de conducta moral y
costumbres de Francia, Siglo XIV)
"Los niños, los idiotas, los lunáticos y las
mujeres no pueden y no tienen capacidad para
efectuar negocios."
Enrique VIII (rey de Inglaterra,
jefe de la Iglesia Anglicana, Siglo XVI)
"Los hombres son superiores a las mujeres
porque Alá les otorgó la primacía sobre ellas,
dio a los varones el doble de lo que dio a las
mujeres. Los maridos que sufrieran desobe-
diencia de sus mujeres pueden castigarlas,
abandonarlas en sus lechos e incluso golpear-
las. No se legó al hombre mayor calamidad
que la mujer."
El Corán (libro Sagrado de los musulmanes, dictado
por Alá a Mahoma en el Siglo VI)
"Que las mujeres estén calladas en las igle-
sias, porque no les es permitido hablar. Si
quisieran ser instruidas sobre algún punto,
pregunten en casa a sus maridos."
San Pablo (apóstol cristiano, año 67 d.C.)
"La naturaleza solo hace mujeres cuando no
puede hacer hombres. La mujer es, por tanto,
un hombre inferior."
Aristóteles (filósofo griego. Siglo IV a.C.)
"El peor adorno que una mujer puede querer
usar es ser sabia."
Lutero (teólogo alemán, reformador protestante,
Siglo XVI)
Estos textos, que pudieran parecer chistes, han
determinado creencias profundas que siguen
marcando las relaciones entre hombres y
mujeres y todavía siguen formando parte de
las culturas.
Es evidente lo difícil que ha sido para las mu-
jeres conseguir la igualdad con el hombre.
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FEMINICIDIO
• Asesinato de mujeres
• Por motivos de odio, por ser mujeres
• Con sadismo, deseo de hacer sufrir, de cau-
sar el mayor daño.
• Impunidad.
• Silencio social.
2.3.2 Violencia contra la mujeres (Que en
Cristo nuestra Paz...)
69. La violencia contra las mujeres represen-
ta un desafío social y cultural. Esta conducta
es aprendida y tolerada socialmente; se rela-
ciona con la comprensión que los hombres y
mujeres tienen de su masculinidad y feminei-
dad. Si bien la condición económica, el alco-
holismo y la adicción a las drogas no son la
causa directa de este tipo de violencia, sí la
exacerban; pero la raíz última de la violencia
es el ejercicio desigual de poder en la vida
familiar y social.
70. Llama la atención que frente a la vio-
lencia que sufren las mujeres hay quienes
las señalan a ellas mismas como responsa-
bles de las agresiones que sufren; quienes
piensan así, no toman en cuenta el hecho
de que una persona que es agredida cons-
tantemente, experimenta intensos sentimien-
tos de vergüenza y miedo que la inhabilitan
para huir o pedir ayuda, y que en muchas
ocasiones son las condiciones sociales, eco-
nómicas o culturales las que disuaden a una
mujer maltratada de romper el vínculo con
el agresor.
Es lamentable que además de la violencia
intrafamiliar muchas mujeres mexicanas su-
fran violencia en distintos contextos sociales,
entre ellos, es importante destacar algunos am-
bientes de trabajo, en los que no existen con-
VIOLENCIA CONTRA
LAS MUJERES
CUALQUIER ACCIÓN
Y OMISIÓN, QUE EN
RAZÓN DE GÉNERO,
TENGA COMO FIN, O
RESULTADO UN
DAÑO O
SUFRIMIENTO
SICOLÓGICO, FÍSICO,
PATRIMONIAL,
ECONÓMICO, SEXUAL
O LA MUERTE TANTO
EN EL ÁMBITO
PRIVADO COMO EN
EL PÚBLICO.
(LEY ESTATAL DEL DERECHO DE
LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE
DE VIOLENCIA)
167diciones laborales adecuadas a la situación
femenina.
Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
Capítulo I. De los Derechos Humanos y sus
Garantías (Reformada la denominación por decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10
de junio de 2011)
Artículo 1°. En los Estados Unidos Mexicanos
todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta constitución y
en los tratados internacionales de los que el
Estado mexicano sea parte, así como de las
garantías para su protección, cuyo ejercicio
no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en
los casos y bajo las condiciones que esta cons-
titución establece.
Está prohibida la esclavitud en los Estados
Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranje-
ro que entren al territorio nacional alcanza-
rán, por este solo hecho, su libertad y la pro-
tección de las leyes.
(Adicionado mediante decreto publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 14
de agosto del 2001)
Queda prohibida toda discriminación motiva-
da por origen étnico o nacional, el género, la
edad, las discapacidades, la condición social,
las condiciones de salud, la religión, las opi-
niones, las preferencias sexuales, el estado
civil o cualquier otra que atente contra la dig-
nidad humana y tenga por objeto anular o
menoscabar los derechos y libertades de las
personas.
(Reformado mediante decreto, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 10 de junio del 2011)
Artículo 4°. El varón y la mujer son iguales
ante la ley. Esta protegerá la organización y el
desarrollo de la familia.
(Reformado mediante decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 31
de diciembre de 1974)
Declaración Universal de Derechos
Humanos.
Artículo 1.
Todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos y, dotados
como están de razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con
los otros.
Artículo 2.
Toda persona tiene todos los derechos
y libertades proclamados en esta De-
claración, sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión po-
lítica o de cualquier otra índole, origen
nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición.
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ANEXO 8-A
¿Qué cosas han dicho de mí
injustamente?
¿Cuáles cruces estoy cargando
Actualmente?
¿Qué caídas, tropiezos o
fracasos he tenido en la vida?
¿Qué situaciones difíciles he
tenido o tengo en la relación
con mi familia, con mis
amigos y compañeros?
¿Qué hago cuando veo el
sufrimiento de los demás?
¿Qué despojos he sufrido?
¿Qué considero que me han
quitado injustamente?
¿Qué hechos violentos me han
impactado fuertemente? ¿he
sufrido yo algun tipo de
violencia?
¿Cómo he acompañado a mis
familiares y amigos en las
situaciones de duelo?
1ª. JESÚS ES
CONDENADO
MALAMENTE
2ª. JESÚS ES CARGADO
CON LA CRUZ
3ª. 7ª. Y 9ª. JESÚS SE
CAYÓ TRES VECES
4ª. 6ª. Y 8ª. JESÚS SE
ENCONTRÓ CON SU
MADRE, CON LA
VERÓNICA Y CON LAS
MUJERES.
5ª. JESÚS ES AYUDADO
POR UN HOMBRE DEL
PUEBLO
10ª. JESÚS ES
DESPOJADO DE SUS
VESTIDURAS
11ª. Y 12ª. JESÚS
MUERE CLAVADO EN LA
CRUZ
13ª. Y 14ª. JESÚS ES
BAJADO DE LA CRUZ Y
SEPULTADO
¿ANTE ESTO QUÉ
SENTIMIENTOS O
REACCIONES BROTAN EN MÍ?MI VIACRUCISVIACRUCIS DE JESÚS
169ANEXO 12-A
LLENAR ESQUEMA DE "RESERVA MORAL" DE NUESTRO PUEBLO.
HERRAMIENTAS EN USO:
PONGA EJEMPLOS DE CUÁNDO Y CÓMO HA USADO
EL PUEBLO ESTAS HERRAMIENTAS
ALGUNAS HERRAMIENTAS
PARA LA RESERVA MORAL
1.- Solidaridad1.- Solidaridad1.- Solidaridad1.- Solidaridad1.- Solidaridad
2.- T2.- T2.- T2.- T2.- Ternuraernuraernuraernuraernura
3.- Sentido de Dios (F3.- Sentido de Dios (F3.- Sentido de Dios (F3.- Sentido de Dios (F3.- Sentido de Dios (Fe)e)e)e)e)
5.- La familia5.- La familia5.- La familia5.- La familia5.- La familia
6.-6.-6.-6.-6.- Las fiestas cívicasLas fiestas cívicasLas fiestas cívicasLas fiestas cívicasLas fiestas cívicas
o religiosas o familiareso religiosas o familiareso religiosas o familiareso religiosas o familiareso religiosas o familiares
7.- El trabajo y el estudio7.- El trabajo y el estudio7.- El trabajo y el estudio7.- El trabajo y el estudio7.- El trabajo y el estudio
8.- Nuestro "T8.- Nuestro "T8.- Nuestro "T8.- Nuestro "T8.- Nuestro "Terruño"erruño"erruño"erruño"erruño"
9.- La alegría, la esperanza9.- La alegría, la esperanza9.- La alegría, la esperanza9.- La alegría, la esperanza9.- La alegría, la esperanza
10.- P10.- P10.- P10.- P10.- Personas o personajesersonas o personajesersonas o personajesersonas o personajesersonas o personajes
11.- Otras herramientas11.- Otras herramientas11.- Otras herramientas11.- Otras herramientas11.- Otras herramientas
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LIMITANTES A LA RESERVA MORAL
ANEXO 12-B
LAS HERRAMIENTAS DE LA "RESERVA MORAL" A VECES SE DESCOMPONEN, SUFREN
QUEBRANTOS, SE INHIBEN.
PONGA EJEMPLOS DE LAS OCASIONES EN QUE
NO LOGRAMOS USAR DEBIDAMENTE LAS
HERRAMIENTAS DE LA RESERVA MORAL
El miedoEl miedoEl miedoEl miedoEl miedo
La inseguridadLa inseguridadLa inseguridadLa inseguridadLa inseguridad
La desconfianzaLa desconfianzaLa desconfianzaLa desconfianzaLa desconfianza
La falta de respetoLa falta de respetoLa falta de respetoLa falta de respetoLa falta de respeto
La violación a los derechosLa violación a los derechosLa violación a los derechosLa violación a los derechosLa violación a los derechos
humanoshumanoshumanoshumanoshumanos
La corrupciónLa corrupciónLa corrupciónLa corrupciónLa corrupción
ImpunidadImpunidadImpunidadImpunidadImpunidad
Sensación de impotenciaSensación de impotenciaSensación de impotenciaSensación de impotenciaSensación de impotencia
171ANEXO 12-C
CITAS BÍBLICAS
Mt. 5, 13-16: "Ustedes son la sal de la tierra;
pero si la sal pierde su sabor, ¿Con qué se le
salará? Ya no sirve para nada, sino para tirar-
la fuera y que la pisen los hombres. Ustedes
son la luz del mundo. No puede ocultarse una
ciudad situada en la cima de una montaña.
Tampoco se enciende una lámpara de aceite
para cubrirla con una vasija de barro; sino que
se pone en el candelero, para que alumbre a
todos los que están en la casa. Brille su luz
delante de los hombres, de modo que, al ver
sus buenas obras, den gloria a su Padre que
está en los cielos."
Mt. 13, 33: "Sucede con el reino de los cielos
lo mismo que con la levadura que una mujer
toma y mete en tres medidas de harina, hasta
que fermenta todo."
ANEXO 12-D
LECTURAS PARA REFORZAR EL TEMA
Exhortación Pastoral "Que en Cristo
Nuestra Paz México tenga Vida Digna":
No. 8: Al acercarnos a esta compleja reali-
dad, no perdemos de vista las grandes rique-
zas del pueblo mexicano, por las que bende-
cimos y agradecemos a Dios. Somos un pue-
blo de tradiciones con profundas raíces
cristianas, amante de la paz, solidario, que
sabe encontrar en medio de las situaciones
difíciles por la convivencia y en el gran valor
que da a la vida familiar. Precisamente, por-
que sabemos que la raíz de la cultura mexica-
na es fecunda y porque reconocemos en ella
la obra buena que Dios ha realizado en nues-
tro pueblo a lo largo de su historia, hoy quere-
mos alentar en todos la esperanza.
No. 41: En medio de la crisis de inseguridad
y violencia, se van organizando grupos socia-
les que de distintas maneras buscan hacer
sentir su frustración social ante las insuficien-
tes garantías de seguridad que tienen los ciu-
dadanos y ante la impunidad en que quedan
muchos delitos del crimen organizado.
No. 246: Llamamos a los ciudadanos y ciu-
dadanas de México a constituirse en una so-
ciedad civil responsable. Vivimos en un país
que no merece vivir bajo el miedo, ni bajo la
amenaza de unos cuantos que quieren aca-
bar con sus jóvenes, con sus hombres y mu-
jeres, creando una cultura de terror y de muer-
te. La sociedad es responsable de participar
vigilando y verificando que las autoridades
asuman a cabalidad el compromiso que tie-
nen con el pueblo, atendiendo a los factores
que contribuyen en la vida social, económica,
política y cultural a la inseguridad y a la vio-
lencia. Sin la colaboración de la sociedad res-
ponsable los gobiernos no tienen la capaci-
dad suficiente para abatir la violencia causa-
da por los criminales que se organizan para
hacer daño a la comunidad.
ANEXO 13-A
TEXTOS PARA LA REFLEXIÓN TOMADOS
DEL COMPENDIO DE LA DOCTRINA
SOCIAL DE LA IGLESIA
111. El hombre y la mujer tienen la misma dig-
nidad y son de igual valor, 211 no sólo porque
ambos, en su diversidad, son imagen de Dios,
sino, más profundamente aún, porque el di-
namismo de reciprocidad que anima el "noso-
tros" de la pareja humana es imagen de Dios.
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128. Mediante su corporeidad, la persona uni-
fica en sí mismo los elementos del mundo ma-
terial, "el cual alcanza por medio de la perso-
na su más alta cima y alza la voz para la libre
alabanza del Creador". 240 Esta dimensión le
permite su inserción en el mundo material,
lugar de su realización y de su libertad, no
como en una prisión o en un exilio. No es líci-
to despreciar la vida corporal; al contrario,
"debe tener por bueno y honrar a su propio
cuerpo, como criatura de Dios que ha de re-
sucitar en el último día.
(...) Por su espiritualidad el hombre supera a
la totalidad de las cosas y penetra en la es-
tructura más profunda de la realidad. Cuando
se adentra en su corazón, es decir, cuando
reflexiona sobre su propio destino, se descu-
bre superior al mundo material, por su digni-
dad única de interlocutor de Dios, bajo cuya
mirada decide su vida. Él, en su vida interior,
reconoce tener en "sí mismo la espirituali-
dad y la inmortalidad de su alma" y no se
percibe a sí mismo "como partícula de la
naturaleza o como elemento anónimo de la
ciudad humana".
131. La persona existe como ser único e irre-
petible, existe como un "yo", capaz de
autocomprenderse, autoposeerse y autode-
terminarse. La persona humana es un ser inte-
ligente y consciente, capaz de reflexionar
sobre sí mismo y, por tanto, de tener con-
ciencia de sí y de sus propios actos. Sin em-
bargo, no son la inteligencia, la conciencia
y la libertad las que definen a la persona,
sino que es la persona quien está en la base
de los actos de inteligencia, de conciencia y
de libertad. Estos actos pueden faltar, sin
que por ello el hombre deje de ser persona.
45 La persona humana debe ser compren-
dida siempre en su irrepetible e insuprimible
singularidad. En efecto, el hombre existe ante
todo como subjetividad, como centro de con-
ciencia y de libertad, cuya historia única y dis-
tinta de las demás expresa su irreductibilidad
ante cualquier intento de circunscribirlo a
esquemas de pensamiento o sistemas de
poder, ideológicos o no. Esto impone, ante
todo, no sólo la exigencia del simple respeto
por parte de todos, y especialmente de las
instituciones políticas y sociales y de sus
responsables, en relación a cada hombre de
este mundo, sino que además, y en mayor
medida, comporta que el primer compromi-
so de cada uno hacia el otro, y sobre todo
de estas mismas instituciones, se debe si-
tuar en la promoción del desarrollo integral
de la persona.
ANEXO 13-B
Yo Soy Yo
Virginia Satir.
En todo el mundo no hay nadie como yo. Hay
personas que tienen algo en común conmigo,
pero nadie es exactamente como yo. Por lo
tanto, todo lo que surge de mí es verdadera-
mente mío porque yo sola lo escogí.
Soy dueña de todo lo que me concierne: De
mi cuerpo, incluyendo todo lo que hace; mi
mente, incluyendo todos sus pensamientos e
ideas; mis ojos, incluyendo las imágenes de
todo lo que contemplan; mis sentimientos,
sean lo que sean, ira, gozo, frustración, amor,
desilusión, excitación; mi boca, y todas las
palabras que de ella salen, corteses, tiernas o
rudas, correctas o incorrectas; mi voz, fuerte
o suave, y todas mis acciones, ya sean para
otros o para mí misma. Soy dueña de mis fan-
tasías, mis sueños, mis esperanzas, mis te-
mores. Soy dueña de todos mis triunfos y lo-
gros, de todos mis fracasos y errores.
173Como soy dueña de todo mi yo, puedo llegar
a conocerme íntimamente. Al hacerlo, puedo
amarme y ser afectuosa conmigo en todo lo
que me forma. Puedo así hacer posible que
todo lo que soy trabaje para mi mejor prove-
cho. Sé que hay aspectos de mí misma que me
embrollan, y otros aspectos que no conozco.
Mas mientras siga siendo afectuosa y amoro-
sa conmigo misma, valiente y esperanzada,
puedo buscar las soluciones a los embrollos y
los medios para llegar a conocerme mejor.
Sea cual sea mi imagen visual y auditiva, diga
lo que diga, haga lo que haga, piense lo que
piense y sienta lo que sienta en un instante
del tiempo, esa soy yo. Esto es real y refleja
donde estoy en ese instante del tiempo.
Más tarde, cuando reviso cuál era mi imagen
visual y auditiva, que dije y que hice, que pen-
sé y que sentí, quizá resulte que algunas pie-
zas no encajen. Puedo descartar lo que no
encaja y conservar lo que demostró que si en-
caja. E inventar algo nuevo en vez de lo que
descarté.
Puedo ver, oír, sentir, pensar, decir y hacer.
Tengo las herramientas para sobrevivir, para
estar cerca de otros, para ser productiva, y
para encontrar el sentido y el orden del mun-
do formado por la gente y las cosas que me
rodean.
Soy dueña de mí misma.
Y por ello puedo construirme.
Yo soy yo y estoy bien.
ANEXO 15-A
¿QUÉ SON LOS DERECHOS HUMANOS?
Los derechos humanos son derechos inheren-
tes a todos los seres humanos, sin distinción
alguna de nacionalidad, lugar de residencia,
sexo, origen nacional o étnico, color, religión,
lengua, o cualquier otra condición. Todos y
todas tenemos los mismos derechos huma-
nos, sin discriminación alguna.
Entre los Derechos Humanos se encuentran
los civiles y políticos, que incluyen los dere-
chos de las personas a la vida, al nombre, a la
nacionalidad, a la igualdad, a la libertad, a la
seguridad, a ser oídas en un juicio por un tri-
bunal independiente e imparcial; las liberta-
des de tránsito, de religión, de pensamiento,
de expresión, de reunión, de asociación, y a
participar en el gobierno de su país.1
Las características de los Derechos Humanos
son:
• Universales: porque corresponden a todas
las personas sin excepción
• Interdependientes: porque todos los dere-
chos humanos se encuentran vinculados y
requieren de su respeto y protección recí-
procas
• Indivisibles: porque no se puede fragmen-
tar su respeto
• Progresivos: porque el Estado tiene la obli-
gación de procurar su cumplimiento
Desde el punto de vista cultural, Los derechos
humanos son simple y sencillamente el PA-
TRIMONIO COMÚN DE LA HUMANIDAD en
general y de los pueblos y culturas en lo
particular que le garantizan a todos los se-
res humanos, ya como personas, ya como
colectividades, poder vivir y desarrollarse con
dignidad. Por lo cual dicho patrimonio debe-
rá ser cuidado, respetado y protegido por
todos(as).
1
Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
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Desde el punto de vista jurídico: Los derechos
humanos son un conjunto de facultades, li-
bertades, inmunidades y prerrogativas inhe-
rentes a la persona humana y que son RECO-
NOCIDOS COMO TALES POR LAS LEGISLACIO-
NES NACIONALES Y LOS INSTRUMENTOS
JURÍDICOS INTERNACIONALES para su res-
peto y protección efectiva. Son Derechos Uni-
versales que corresponden a todo ser humano;
pero son derechos que se afirman frente al
poder público y, por tanto, implican obliga-
ciones a cargo del gobierno. Él es directamen-
te responsable, jurídicamente hablando, de
respetarlos, garantizarlos o satisfacerlos.2
Nuestros derechos humanos para todos y
todas.
Nuestros Derechos Humanos son todo aque-
llo que necesitamos las personas, colectivos y
pueblos para vivir con dignidad, así como para
desarrollarnos plenamente.
Todas las personas tenemos derechos huma-
nos por el hecho de ser personas, nadie nos
lo puede quitar ni arrebatar. Siempre los tene-
mos. Si cometemos alguna falta y nos meten
a la cárcel nos limitan nuestros derechos polí-
ticos, sin embargo nuestros otros derechos no
nos los pueden quitar. Por ejemplo, si una
persona comete un delito y para pagar por ello
no puede tener libertad, no podemos quitarle
sus derechos a alimentarse, a la salud, a la
integridad física, etcétera.
Nuestros derechos no se los podemos regalar
a otra persona, cada quien tiene los suyos.
Los Derechos humanos están evolucionando
constantemente, por ejemplo, hace 30 años
casi nadie hablaba sobre el medio ambien-
te y hoy lo vemos como una necesidad funda-
mental, es decir, uno de nuestros derechos
humanos. Los cambios se deben a que las
personas, en cada momento de la historia,
sienten sus necesidades y dignidad de dife-
rentes maneras.
Antes, cuando hablábamos de vida digna,
pensábamos solamente en algunos aspectos
importantes. Cada vez nos damos cuenta que
son más cosas que nos parecen vitales. Por
ejemplo, podíamos pensar que con tener agua
ya era suficiente, ahora sabemos que no sólo
necesitamos agua, sino que ésta no venga
contaminada. Los seres humanos vamos re-
conociendo que necesitamos cosas diferentes
para tener una vida digna.
La conquista de los derechos humanos se ha
logrado por la lucha de muchas personas que
han exigido el respeto de sus necesidades.
Tenemos derechos humanos, aunque nuestro
gobierno no lo reconozca. Si no aparecen es-
critos en nuestra Constitución mexicana no
quiere decir que no los tengamos. Muchos de
nuestros derechos humanos están en ella y se
les llama garantías individuales.3
ANEXO 15-B
Equipo 1. (CASO 1):
Guaymas, Sonora. Pasó miércoles, jueves, vier-
nes, sábado y domingo tendido fuera del Hos-
pital General de Guaymas con un fuerte dolor
de espalda y con una severa desnutrición sin
que lo atendieran. Este lunes 22 de octubre
del 2013 murió. El motivo: no tenía dinero ni
seguro médico.
3
Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez,
A. (2008). Manual Pastoral de Derechos Humanos.
México: Buena Prensa.
2
Pastoral de los Derechos Humanos: Fundamentación
bíblica y espiritual. Daniel Pérez Camilo.
175José Sánchez Carraso, era un jornalero de 38
años de edad, originario de Casas Grandes,
Chihuahua. La semana anterior llegó al Hos-
pital General de Guaymas, Sonora (Semeson)
con un intenso dolor de espalda y un cuadro
agudo de desnutrición.
Al pedir auxilio al nosocomio, Sánchez Carras-
co manifestó lo que le aquejaba a un doc-
tor, mismo que le preguntó si tenía algún
tipo de seguro, manifestando el paciente que
no y tampoco traía dinero. La atención se le
negó.
Cansado, sin bañarse, sin comer en varios días
y con el fuerte dolor de espalda, Sánchez
Carrasco se quedó afuera del Hospital, espe-
rando alguna atención por parte del personal.
Así paso cinco días sin que ningún médico,
enfermero y mucho menos una autoridad del
hospital se molestara en darle, por lo menos,
una pastilla para el dolor que lo mantenía casi
inmóvil, tirado en el piso sobre una cobija con
un costal con ropa a su lado.
Debido a esa falta de sensibilidad con la que
actuaron autoridades y personal de este hos-
pital en Guaymas, el jornalero murió.
Luego de registrarse el deceso el director del
hospital, Alberto Cervantes Alcaráz, comentó
a medios locales de comunicación que el hom-
bre no fue atendido "porque no contaba con
dinero". "Él llego al hospital, pero no contaba
con dinero y no se le pudo atender y él mismo
decidió quedarse debajo de un árbol, donde
durmió varios días. Un médico fue a checarlo
en el trayecto de su estancia en las afueras
del hospital, pero nunca fue hospitalizado" dijo
Cervantes Alcaraz.*
Equipo 2. (CASO 2):
El sábado 27 de octubre estando en el parque
el Palomar de la Cd. de Chihuahua, aproxi-
madamente a las 8:30 p.m. fui detenido por
dos agentes de la policía estatal, quienes ex-
presaron lo siguiente: "Mira nomás, ven para
acá" y seguí caminando y ellos me tomaron
del brazo, me llevaron a empujones a una
patrulla municipal del grupo Beta. Los agen-
tes estatales hablaron en puras claves.
Me llevaron con agentes municipales los cua-
les me revisaron, me quitaron mi dinero, un
billete de $100.00 y monedas, que en total
casi llegaban a los 200.00 pesos. Mi teléfono
celular lo apagaron.
Intenté ver el número de la unidad (camione-
ta) y me golpearon con el puño a la altura de
las costillas del lado derecho y después del
lado izquierdo. Me preguntaron que qué veía
y no me permitían voltear a ningún lado, me
indicaron que no los viera a la cara diciéndo-
me "¿Qué me ves? ¿Te gusto?" y de ahí seguí
insistiendo por qué me detenían... y me gol-
peaban en las piernas en las pantorrillas y
espinillas con el tolete.
Me dijeron que me detenían por estar con-
sumiendo bebidas alcohólicas. Yo no traía
en posesión ninguna bebida. Les aclaré que
yo no estaba tomando, que no traía nada,
que me mostraran qué me estaba tomando
ahí y sólo me contestaban que ya me calla-
ra y seguían golpeándome. Me pusieron es-
posas. En el tiempo que me tuvieron ahí me
decían que "para que siguas yendo al pala-
cio." Se reían de mí de manera sarcástica y
burlona. Todo el tiempo que me tuvieron ahí
me siguieron golpeando discretamente para
no llamar la atención.
Me subieron de manera violenta a la patrulla,
*http://www.debate.com.mx/eldebate/noticias/
default.asp?IdArt=13698655&IdCat=17303
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me aventaron arriba de la patrulla y un agente
me golpeó en las espinillas con el tolete en
dos ocasiones para que me callara. Me espo-
saron junto con otra persona, un muchacho jo-
ven con la mano derecha y esposaron la mano
izquierda de manera cruzada a la patrulla. De
ahí me llevaron a la comandancia norte en un
convoy de por lo menos 3 unidades.
Al llegar a la comandancia norte los agentes
comentaron a los que estaban en la coman-
dancia: "Miren traemos un revoltoso, ésos que
nomás la andan haciendo de pedo, de los que
andaban en palacio, de los que ni les pagan.
Se reían burlonamente. Ahí ya me traían aga-
rrándome del cabello, a jalones me llevaban
esposado. Traía yo en el cabello un dread con
dos trenzas tejidas y me dijeron que me las
iban a cortar, les dije que sí pero que no tocaran
las piedras que traía colgando y en eso me la
arrancaron de un jalón, arrancándome el ca-
bello, y me dijeron: "A ver si así aprendes".
Me pasaron a dejar mis pertenencias, de ahí
me pasaron al médico, le mostré el medica-
mento en pastillas que llevaba conmigo, un
frasco de carbamazepina de 200 mg, le dije
que estaba enfermo, que convulsionaba y te-
nía que tomar antes de dormir. Se portó gro-
sero y sarcástico, me cuestionó si mis pasti-
llas eran droga, lo que yo cuestione, le dije
que si no era doctor, que esas pastillas él sa-
bía que no eran controladas. Me contestó que
qué rico olían, esa fue su respuesta. Se quedó
con el frasco de pastillas y de ahí me llevaron
a que firmara un papel. Lo quise leer antes de
firmarlo y los agentes y el personal se burla-
ron por querer leer el papel a firmar, me dije-
ron dame la pluma en lo que lees, no me
permitieron seguir leyendo y a empujones
me llevaron a otra área en donde me tenía
que quitar la ropa. Al salir de ahí me dijeron
que si iba a hablar por teléfono a lo que
contesté que sí y ellos escribieron algo en la
hoja donde registran las llamadas y me pasa-
ron a la celda diciéndome que más tarde iba
a poder llamar.
Estando en la celda les pedí mis pastillas de
manera tranquila y no me las dieron. Después
les grité que me las dieran, que las necesita-
ba. Bajó el doctor con personal de la coman-
dancia y empezó a burlarse de mí y a decirles
a las demás personas que estaban en las cel-
das que si no querían pastilla para dormir,
porque él estaba aferrado que era droga y era
controlado. Al decirles que si no me daban
mis pastillas me iba a convulsionar y él me
contesto que él era médico y él me atendía si
convulsionaba, al igual los custodios me con-
testaron que si convulsionaba ellos "me
alivianaban" que eran paramédicos, todo esto
en forma burlona y se retiraron. Yo les seguí
gritando que necesitaba mis pastillas para
dormir, llegó un custodio a amenazarme que
si no me callaba me iban a gasear. Se retiró y
yo seguí insistiendo y volvió el mismo hombre
y me dijo que si no me callaba me iban a
golpear y pasarme a otra celda con unos lo-
cos para que me amansaran.
Ese mismo hombre me esposó a la reja de la
celda. Me dijo que si no me callaba me iba a
ir peor, que me iban a esposar de las dos
manos de la parte más alta de la celda y solo
apoyaría la punta de los pies y eso dolería
mucho y se fue. De desesperación yo empecé
a llorar, después de mucho tiempo bajó el
doctor con otro hombre que vestía de traje,
no se identificó, me pregunto qué pasaba, le
explique y el médico dijo que él fue a darme
las pastillas y que yo no las quise, y en ese
momento me preguntó cuánto tenía que to-
mar y me dio media dosis, me dejaron espo-
sado a la reja sin saber cuánto tiempo, por-
que así me quedé dormido.
177En la mañana que me desperté ya me habían
quitado las esposas. Por la mañana, después
de que dieron el desayuno no sé a qué horas,
bajo una doctora, que me dió la dosis com-
pleta de pastillas. Se portó amablemente con-
migo, me preguntó con qué neurólogo había
asistido, qué dosis me habían indicado, a lo
que contesté.
Aproximadamente a las 8:00 p.m. del día
domingo 28 de octubre me llamaron y me di-
jeron que si ya me quería ir, que limpiara la
cocina y me iba. Después de limpiar la cocina
pasé a firmar unos papeles, los cuales no me
permitieron ver con detenimiento, pasé por mis
pertenencias y salí de la comandancia. Unos
agentes municipales me preguntaron que para
donde vivía, les dije el nombre de la colonia e
insistieron a que me subiera atrás de la uni-
dad, a lo que yo me negué agradeciéndoles y
ellos insistieron y me ordenaron que me su-
biera atrás en la unidad. Yo me subí y la uni-
dad estaba en la av. Homero en dirección a la
calle Sosa Vera. Ellos retornaron por la Homero
para tomar la ave. Colón o tecnológico, au-
mentando la velocidad de la unidad y yo les
toque en la carrocería para que se detuvieran
pues iban en otra dirección a la que yo iba.
Me baje hasta la calle Dostoievski y Colón,
indicándoles que yo no iba a ese rumbo a lo
que contestaron que ellos iban a otro rumbo.
Equipo 4. Del documento "Que en Cristo
nuestra paz, México tenga vida digna".
4.2 Promover los derechos y deberes humanos.
219. La paz es un don de Dios que debemos
compartir con los demás. Construir la paz exi-
ge el respeto de la dignidad de todas las per-
sonas y de los pueblos y el esfuerzo de vivir la
fraternidad. La responsabilidad de proteger los
derechos humanos y de asegurar condiciones
para que todos puedan cumplir con sus res-
pectivos deberes, recae principalmente sobre
el Estado. Sin embargo, los derechos huma-
nos han de ser respetados en las relaciones
de todos con todos, como expresión de justi-
cia y de fraternidad, y no simplemente porque
pueden hacerse respetar mediante la buena
voluntad de las autoridades.
ANEXO 18-A
¿QUÉ ES ESPIRITUALIDAD?
La espiritualidad es la motivación más pro-
funda de nuestra vida, es la causa o las cau-
sas por las que trabajamos día con día e, in-
cluso, estamos dispuestos a dar la vida por
ellas. Es, en otras palabras, el sentido que le
damos a nuestra vida, es el por qué de nues-
tra existencia o, como dicen los teólogos
moralistas, es la opción fundamental que di-
rige todos nuestros actos. Es la pasión, la mís-
tica, el ideal de una persona o de una colecti-
vidad, en expresión de Mons. Casaldáliga.
Podemos hablar de espiritualidad cristiana,
budista, musulmana, como también podemos
hablar de la espiritualidad del profesionista,
del investigador, etc.
Pero también Casaldáliga nos advierte que hay
espiritualidades diferentes, buenas o malas.
Por ejemplo, se puede hablar de la espirituali-
dad del capitalismo, del mercado neoliberal,
"del sistema de dominación". dirá el teólogo
Walter Wink. Precisamente este teólogo dice
que en esto consiste la presencia demoníaca.
Lo que nos ayuda a distinguir una espirituali-
dad buena de una mala es el "talante ético"
que brota de la misma naturaleza, como afir-
ma Leonardo Boff. De ahí que una espirituali-
dad buena será aquella que es más "huma-
na", más "humanitaria", más "humanizada".
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En resumen: que nos hace más humanos. En
contrapartida lo que nos degrada como seres
humanos, lo que nos divide, nos hace violen-
tos, nos destruye... no puede provenir de una
buena espiritualidad.
Una importante aclaración: La espiritualidad
no se contrapone a lo material, sino a la falta
de motivación. Cuando escuchamos que una
persona es muy espiritual pensamos que no
le interesan las cosas del mundo como son el
baile, la diversión, la política, los problemas
cotidianos, etc. Ésta es una manera de distor-
sionar la palabra espiritualidad. Al contrario,
una persona espiritual es una persona que "tie-
ne garra", que tiene temple, que tiene opcio-
nes muy definidas ante las realidades del
mundo.
Finalmente, la espiritualidad nos hace ver que
el ser humano tiene la dimensión de la tras-
cendencia, del más allá, lo cual le hace refe-
rirse a Dios y a los valores que trascienden en
el tiempo y en el espacio como el amor, la
verdad, la disponibilidad al sacrificio, etc.
ANEXO 18-B
¿QUÉ ES ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ?
Para el presente escrito nos inspiramos en el
libro de Raimon Panikkar, "Paz y desarme cul-
tural". Para hablar de la Espiritualidad para la
Paz conviene aclarar que la Paz es, ante todo,
UN DON, es decir, la paz no se impone. Al
imponerse deja de ser paz. La paz simplemen-
te se recibe y se recibe para gozarla, para ha-
cerla florecer, para hacerla madurar. La paz
por ser don es gracia.
Ahora bien, si la paz es "don" ¿Quién nos la
da? ¿Quién es el dador de la paz? Podemos
decir que nadie nos la da, nadie nos la otorga
como un favor, porque simplemente es fruto
de la realidad. Por así decirlo la paz es exi-
gencia de la realidad misma. Para decirlo de
otra manera: Quien cultiva una flor no hace la
flor, ésta brota como fruto de la tierra. Quien
cultiva prepara todos los elementos para que
la naturaleza haga su trabajo. Así como la flor
es un don lo es igualmente la paz. Cuando
hablamos de la realidad estamos hablando de
Dios, del ser humano y de las cosas y cuando
no tratamos adecuadamente esa realidad la
distorsionamos y, por consiguiente, no obte-
nemos de ella la maravillosa flor de la paz.
La pregunta es ¿cómo se trata adecuadamen-
te la realidad de la que también nosotros for-
mamos parte?
Podemos responder que son cinco los elemen-
tos (Panikkar habla sólo de cuatro) que nos
ayudan para tratar adecuadamente la reali-
dad: La libertad, la justicia, la verdad, el amor
y, como fruto de todo, la armonía. Estos ele-
mentos dan como fruto la flor de la paz y son
los que caracterizan a la espiritualidad para la
paz.
1º.- LA LIBERTAD: Se reconoce la dignidad
de las personas, el valor intrínseco de la natu-
raleza y de la religión y cada cual puede ma-
nifestarse como es, sin coacciones ni instru-
mentalización (manipulación) de cualquier
tipo.
2º.- LA JUSTICIA: Reconocer a cada ser aque-
llo que le corresponde, lo que le es propio y
debido. "El respeto al derecho ajeno es la paz".
3º.- LA VERDAD: Es admirar la armónica be-
lleza de la realidad, aceptar el valor intrínseco
que ella tiene y actuar con transparencia, ho-
nestidad y lealtad.
1794º.- EL AMOR: Es el motor de todo lo anterior.
Es de donde brota la confianza, la amistad, la
solidaridad ante los desequilibrios y la falta
de libertad y justicia. El amor motiva e impul-
sa al sacrificio por los demás. Es la fuente del
perdón y la reconciliación. Es la ternura que
contradice todo acto violento.
5º.- LA ARMONÍA: todo debe estar integrado,
nada puede ser arrojado fuera. Es el resulta-
do, el fruto, a donde confluyen los demás ele-
mentos que hemos mencionado. Se acepta al
OTRO como diferente. Hay capacidad de diá-
logo en la pluralidad de culturas, de religio-
nes y de política.
Si queremos simbolizar la paz podríamos ha-
cerlo con una flor de cuatro pétalos (Libertad,
Justicia, Verdad, Amor) que desembocan y tie-
nen como centro la Armonía.
ANEXO 18-C
SENTIDO CRISTIANO DE LA
ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ
Primera Reflexión:
La creación en la Biblia por parte de Dios no
es sacar de la nada las cosas, sino más bien
ordenarlas, armonizarlas, pues "la tierra era
caos, confusión y oscuridad por encima del
abismo y el espíritu de Dios aleteaba por en-
cima de las aguas" (Gen. 1, 2).
Sacar, pues del caos, es fruto del espíritu de
Dios quien "armoniza" a todas las creaturas
para que se realicen libremente, con justicia y
muestren la belleza de su verdad. En otras
palabras, el acto creador de Dios hace brotar
como fruto de las creaturas la flor de la paz.
Del caos surge el "cosmos", palabra que sig-
nifica armonía, orden, equilibrio. Una vez
realizada su obra, Dios descansa para con-
templar y disfrutar, pues ahora "todo está
bien hecho"
A nosotros nos corresponde recrear cada día
el mundo sacándolo del caos para que brille
con intensidad la armonía, es decir, la paz y
la podamos disfrutar porque al final del día
"está todo bien hecho".
Segunda Reflexión:
Jesucristo les dice a sus Apóstoles: "La paz
les dejo, mi paz les doy, y no como la da el
mundo" (Jn. 14, 27) no porque nos "otorgue" la
paz sino porque nos da el instrumento que la
hace fructificar de la realidad como una flor
de primavera: El Reino de Dios: "Conviértan-
se porque el Reino de Dios ya está cerca, está
entre ustedes" (Mt. 4, 17; Mc. 1, 14). Para hacer
presente ese Reino de Dios, Jesús nos invita
a que hagamos vida las bienaventuranzas que
podemos leer en Mt. 5, 3-11.
Un atinado comentario de ellas es la hermosa
oración-reflexión de Miguel Ángel Mesa se
puede recitar en este momento y al concluir
el taller:
- Felices quienes siguen confiando, a pesar
de las muchas circunstancias adversas de
la vida.
- Felices quienes tratan de allanar todos los
senderos: odios, marginaciones, discordias,
enfrentamientos, injusticias.
- Felices quienes bajan de sus cielos particu-
lares para ofrecer esperanza y anticipar el
futuro, con una sonrisa en los labios y con
mucha ternura en el corazón.
- Felices quienes aguardan, contemplan,
escuchan, están pendientes de recibir
una señal, y cuando llega el momento de-
cisivo, dicen: sí, quiero, adelante, sea, en
marcha...
S
E
G
U
N
D
A
P
A
R
T
E
180
TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ
- Felices quienes denuncian y anuncian con su
propia vida y no sólo con meras palabras.
- Felices quienes rellenan los baches, abren
caminos, abajan las cimas, para que la exis-
tencia sea para todos más humana.
- Felices quienes acarician la rosa, acercan
la primavera, regalan su amistad y reparten
ilusión a manos llenas con su ejemplo y sus
obras.
- Felices quienes cantan al levantarse, quie-
nes proclaman que siempre hay un camino
abierto a la esperanza, diciendo: "No ten-
gáis miedo, estad alegres. Dios es como una
madre, como un padre bueno que no casti-
ga nunca, sino que nos acompaña y nos
alienta, pues únicamente desea nuestra ale-
gría y nuestra felicidad".
ANEXO 18-D
LECTURAS LIBRES PARA REFORZAR EL
TEMA
De la Exhortación Pastoral de los Obispos
Mexicanos: "Que en Cristo Nuestra paz,
México tenga vida digna"
113. Nuestro quehacer eclesial nos compro-
mete profundamente a trabajar por la huma-
nización y restauración del tejido social, con-
vencidos del valor de la vida humana llamada
a participar de la plenitud de la vida divina,
porque Dios "no quiere que nadie se pierda,
sino que todos se conviertan" (2 Pe 3, 9).
115. Conocemos a Dios y su proyecto de amor
para nosotros por medio de Jesucristo,
136. El Reino de Dios no se impone por la
fuerza ni con la violencia; es una realidad so-
brenatural, presente en el corazón y en el tes-
timonio de los discípulos, que critica y desen-
mascara las falsas paces y las estructuras que
hacen imposible la paz. Jesús alienta a quie-
nes le siguen a trabajar por la paz, que es don
de Dios y tarea del hombre. Quienes se com-
prometen en construirla son llamados "hijos
de Dios" (Mt 5, 9)... y ello no se refiere a quie-
nes tienen ánimo pacífico, de quietud o sosie-
go, sino a quienes se comprometen en "hacer"
la paz, en tomar la iniciativa, en trabajar, en
esforzarse por conseguirla. Tampoco se refie-
re a los que cultivan la paz para sí mismos,
sino a quienes se empeñan activamente por
establecerla, allí donde los hombres la han
roto y se encuentran enemistados, al grado
de no tener miedo de arriesgar la propia tran-
quilidad, con tal de procurar la auténtica so-
lución de los conflictos, aún cuando estos no
le estén afectando directamente.
147. Es el Espíritu que cohesiona las diferen-
cias para hacer de ellas la fuente de la comu-
nión. Para el discípulo, el con-ciudadano del
Reino, la vida en el Espíritu le permite orien-
tar su acción cotidiana desde la óptica de la
verdad, la justicia y la comunión.
148. La vocación cristiana incluye el llamado
a construir comunidades fraternas y justas; el
compromiso de servir al hermano y de buscar
juntos caminos de justicia y ser así construc-
tores de paz.
162. El amor "es una fuerza extraordinaria,
que mueve a las personas a comprometerse
con valentía y generosidad en el campo de la
justicia y de la paz" y da verdadera sustancia
a las relaciones con Dios y con el prójimo,
tanto a las micro-relaciones –amistad, fami-
lia, pequeño grupo– como a las macro-rela-
ciones –sociales, económicas políticas–.
163. Amar a alguien es querer su bien y tra-
bajar eficazmente por él.
181ANEXO 18-E
ALGUNOS ELEMENTOS DE LA
ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ
- El lugar de la Espiritualidad es el mundo
sin fronteras, la vida como don y tarea.
- Su espacio son todos aquellos lugares en
donde se desarrolla la existencia humana.
- Lleva a la aceptación profunda de las
otras personas, como otras.
- "La paz se realiza en la medida en que
acepto al otro (a)"
- No es intimista ni individualista.
- Dialogante, nos invita a descubrir y vivir la
"otredad".
- Activa, que levanta la voz y trabaja en
favor de las personas indefensas y la
naturaleza dominada.
- Se guía por la fraternidad, justicia,
liberación, igualdad, diferencia
- Es interreligiosa e intercultural
- Animada por el encuentro humano-divino,
pleno de gratitud.
- Centrada en el Reino de Dios, un mundo
más humano.
- Nos invita a hacer la casa habitable.
- Nos coloca al servicio de todas las
personas.
- Nos lleva a sentir la indignación, a
sabernos y sentirnos personas afectadas
por las injusticias, el sufrimiento y la
violación de los derechos humanos.
- Invita a la transformación, a vivir haciendo
el bien y ayudando a sanar a las personas
del dolor, el sufrimiento y el miedo.
- Se alimenta del amor a Cristo que nos
urge a arriesgarnos con pasión.
ANEXO 18-F
ESPIRITUALIDAD: VÍNCULO ENTRE EL SER
HUMANO Y DIOS
Espiritualidad viene de espíritu; es el cultivo
de lo que es propio del espíritu, su capacidad
de proyectar visiones unificadoras, de relacio-
nar todo con todo, de conectar y reconectar
todas las cosas entre sí y con la Fuente Origi-
naria de todo ser. Si el espíritu es relación y
vida, su opuesto no es materia y cuerpo sino
la muerte como ausencia de relación.
En este sentido, espiritualidad es toda actitud
y actividad que favorece la expansión de la
vida, la relación consciente, la comunión abier-
ta, la subjetividad profunda y la trascendencia
como modo de ser, siempre dispuesto a nuevas
experiencias y a nuevos conocimientos.
La espiritualidad tiene una fuerza curativa pro-
pia. No es de ninguna manera algo mágico y
esotérico. Se trata de potenciar las energías
características de la dimensión espiritual. Es-
tas energías son altamente positivas como
amar la vida, abrirse a los demás, establecer
lazos de fraternidad y solidaridad, ser capaz de
perdón, de misericordia y de indignación ante
las injusticias de este mundo. (Leonardo Boff, La
importancia de la espiritualidad en la salud. Nov. 2013)
Espiritualidad: Se designa así al conjunto de
hechos o actos concretos por los que la per-
sona vive en relación con el Ser Superior. Lo
importante en el ámbito espiritual consiste en
obrar de acuerdo a la propia fe, de modo que
se llegue a una transformación del ser perso-
nal, que incluye la experiencia de la cercanía
de Dios, la capacidad de amar efectivamente
a las personas, la alegría de vivir, y el logro de
una cosmovisión unitaria. (Luis Jorge González,
Integración: Ciencia y Espiritualidad. 1992)
CULTIVAR LA FLOR DE LA PAZ EN STUACIONES DE VIOLENCIA

CULTIVAR LA FLOR DE LA PAZ EN STUACIONES DE VIOLENCIA

  • 1.
    Equipo promotor deeducación para la paz de la Parroquia de San Antonio de Padua, Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua Coordinación: Pbro. Camilo Daniel Pérez Motivaciones para la paz y Talleres de educación para la paz
  • 2.
    [email protected] Sra. Lic. HildaDe la Vega Cobos (Sicóloga) Sra. Lic. Graciela Ramos Carrasco (Terapeuta) Srta. Lucero Espíndola De la Vega (Pasante en Ciencias Políticas) Dr. Víctor Manuel Quintana Silveyra (Sociólogo y Comunicador) Pbro. Camilo Daniel Pérez (Párroco, Biblista y derechohumanista) Equipo Promotor de la educación para la paz Pbro. Camilo Daniel Pérez Coordinador y Editor responsable Diseño y formación LDG Dora Orozco Ilustraciones Parroquia de San Antonio de Padua (Catedral) Ciudad Cuauhtémoc, CHIH. Oficina: (625) 582.1197 Cel: (625) 589.1471 Cultivar la flor de la paz en situaciones de violencia (Motivaciones para la paz y Talleres de educación para la paz) Agradecimientos para el aparAgradecimientos para el aparAgradecimientos para el aparAgradecimientos para el aparAgradecimientos para el apartado de las Herramientas de Capacitartado de las Herramientas de Capacitartado de las Herramientas de Capacitartado de las Herramientas de Capacitartado de las Herramientas de Capacitar............... Gracias a Benji Smith Pérez por asesoría técnica y fotos digitales; a Benji y Lucas Smith Pérez, Karen Woehler y Maribel Pérez por aparecer en las fotos de Guatemala. Gracias a los modelos, Barbara, Wilander, Imelda, José, Cristian, y Miryan de Sud Africa, Honduras y Tejas por aparecer en otras fotos. www.capacitar.org © 2005
  • 3.
    Prólogo PRIMERA PARTE: UNAVISIÓN DEL TRABAJO POR LA PAZ I. Presentación de la Exhortación Pastoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . II. Hacia una espiritualidad para la paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . III. Hacia un desarme cultural de la violencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IV. Justicia restaurativa y justicia transformadora, constructoras de la paz V. Des-velar la violencia institucionalizada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1) Casos Ayotzinapa y Tlatlaya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2) Políticas públicas, generadoras de violencia en las familias . . . . . . . VI. El "calentamiento social" y la "desinstitucionalización" . . . . . . . . . . . VII. La Parroquia como espacio y signo de reconciliación . . . . . . . . . . . . VIII. Las víctimas de la violencia y su atención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Anexo: Herramientas que nos pueden ayudar en casos de emergencia SEGUNDA PARTE: TALLERES DE EDUCACIÓN PARA LA PAZ Introducción al método del ver, pensar y actuar . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.- Raíces sociales de las violencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.- Diferentes concepciones de paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.- La paz y la no-violencia activa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.- La tolerancia, umbral de la paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.- La violencia ¿Es natural o aprendida? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.- La violencia de género y cultura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7.- La paz y el miedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8.- Perdón y reconciliación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9.- El perdón y la reconciliación, camino de liberación . . . . . . . . . . . . . . 10.- Perdón y reconciliación a nivel social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11.- Nosotros como constructores de comunidad . . . . . . . . . . . . . . . . . 12.- "La reserva moral", un instrumento valioso para recuperar la paz 13.- La autoestima para la paz personal y comunitaria . . . . . . . . . . . . . 14.- ¿Por qué quiero mi vida? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15.- La defensa de los derechos humanos al servicio de la paz . . . . . . . 16.- La paz social se construye con participación ciudadana . . . . . . . . . 17.- Raíces sociales y culturales del feminicidio . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18.- Hacia una espiritualidad a favor de la paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Anexos 7 11 21 33 49 55 55 58 61 73 79 93 115 119 120 122 124 126 128 129 132 134 137 139 141 143 147 149 150 153 156 157 Índice
  • 5.
    01 Derechos humanosy seguridad humana. Lic. Graciela Ramos 02 La violencia generada por la cultura patriarcal. Lic. Graciela Ramos 03 Diversos conceptos de paz y de seguridad. Lic. Graciela Ramos 04 Los contextos sociales definen el contexto de paz. David Bermúdez 05 La paz se construye en la verdad de los pobres. David Bermúdez 06 De qué seguridad nacional estamos hablando. David Bermúdez 07 Develar la verdad para construir la paz. David Bermúdez 08 Construyendo la paz desde la cultura rarámuri. Felipe Ruiz 09 Cinco ámbitos donde se desarrolla la persona. Lic. Clarita Jusidman 10 La naturalización de la violencia. Lic. Clarita Jusidman 11 Crisis del modelo civilizatorio. Dr. Víctor Quintana S. 12 Reacciones de la sociedad civil ante la violencia. Dr. Víctor Quintana S. 13 Qué puede hacer la sociedad civil ante la violencia. Dr. Víctor Quintana S. 14 Posibles acciones masivas de la sociedad a favor de la paz. Dr. Víctor Quintana S. 15 Crisis de la estructura policial. Lic. Ma. Eugenia Suárez 16 Hacia una policía democrática y de proximidad. Lic. Ma. Eugenia Suárez 17 Necesidad de una relación asociativa policía y ciudadanía. Lic. Ma. Eugenia Suárez Tema 1 Unidos por la paz desde nuestras propias convicciones. Mons. Gustavo Rodríguez Tema 2 Conceptualizando la paz, el miedo y la seguridad. Dr. Pietro Ameglio Tema 3 Parte 1ª Cómo parar la guerra. Punto de partida. Dr. Pietro Ameglio Tema 4 Parte 2ª Cómo parar la guerra. Reserva moral. Dr. Pietro Ameglio Tema 5 Parte 3ª Cómo parar la guerra. En defensa de la vida. Dr. Pietro Ameglio Tema 6 Parte 1ª El mercado de las drogas. Dr. Hugo Almada Tema 7 Parte 2ª Drogas y la cultura de la simulación. Dr. Hugo Almada Tema 8 Parte 3ª El narco y la violencia. Dr. Hugo Almada Tema 9 Parte 1ª Consecuencias invisibles de la violencia. Lic. Alma Gómez Tema 10 Parte 2ª Consecuencias invisibles de la violencia. Lic. Alma Gómez Índice de Disco I Foro Ciudadano para una Cultura de Paz Carpeta Materiales Audios del Foro Ciudadano Videos del foro ciudadano II Talleres de Educación para la Paz Carpeta Materiales 00 Proyecto pastoral y ciudadano 0 Introducción. Método de los talleres 01 Taller preliminar 1. Perfil del Educador 02 Taller preliminar 2. Qué es educar para la paz Taller 1. Las raíces sociales de la violencia Taller 2. Diferentes concepciones de paz Proyecto pastoral y ciudadano Introducción método del ver, pensar y actuar Texto Boletín del perfil de un educador para la paz Presentación Taller perfil del educador Texto Educar para la paz Presentación Apoyo Educar para la paz Presentación Educar para la paz carta Pastoral Texto apoyo Las raíces sociales de la violencia Texto apoyo Lo que nos dicen los obispos sobre la violencia en su carta Texto apoyo Resumen del pensar sobre raíces de la violencia Canción por la paz Canción La paz, justicia y dignidad Letra canción paz, justicia y dignidad Presentación Diferentes concepciones de paz
  • 6.
    Taller 3. Lapaz y la no violencia activa Taller 4. La tolerancia, umbral para la paz Taller 5. La violencia es algo natural o cultural Taller 6. Violencia de género y cultura Taller 7. Cómo manejar el miedo Taller 8. El perdón y la reconciliación a nivel personal Taller 9. El perdón nos libera de ataduras personales Taller 10. Perdón y reconciliación a nivel social Taller 11. Nosotros como constructores de comunidad Taller 12. La reserva moral un valioso instrumento para recuperar la paz Taller 13. La autoestima para la paz personal y comunitaria Taller 14. Por qué quiero mi vida Taller 15. Los derechos humanos un camino indispensable para la paz Taller 16. La paz se construye con participación ciudadana Taller 17. Raíces sociales y culturales del feminicidio Taller 18. Hacia una espiritualidad para la paz Video La Ira Video Manejo de Coraje Imágenes de no violencia activa Texto La tolerancia, umbral para la paz versión niños Figuras para el taller 4 Figura 1 Figura 2 Figura 3 Paisaje 1 Paisaje 2 Paisaje 3 Paisaje 4 Paisaje 5 Paisaje 6 Presentación Violencia intrafamiliar Presentación Violencia de género y cultura Presentación El miedo Presentación El perdón y la reconciliación a nivel personal Presentación Tejido social Presentación Abrazo Salvador Presentación Lo que hay detrás de las personas Video Abuelita cuida a su nieto Video Él mismo es un canto a la vida Video Canción Gracias a la vida Presentación Derechos Humanos Video Estadística sobre feminicidios
  • 7.
    7 A l presente librole hemos titulado: "Para cultivar la Paz en situaciones de violencia", pues nuestra pretensión es ofrecerles una reflexión abierta sobre algunos temas que nos parecen dig- nos de tomarse en cuenta para la construcción de la paz y, al mismo tiempo, un instrumento de trabajo para la importante tarea de la educa- ción para la paz. Por ello, el libro está dividido en dos partes: La primera, "Una visión del trabajo por la paz", en la que expresamos las motivaciones y las urgencias que se nos presentan en la ardua tarea de cultivar el indis- pensable y maravilloso don de la paz. La segunda, "Talleres de educación para la paz", una especie de manual que esperamos les sea útil en sus comunidades y grupos, como nos ha sido útil para nuestros grupos parroquiales, para algunos centros educativos y para la comunidad en general. Este libro simplemente recoge el esfuerzo de un pequeño equipo de pasto- ral que, ante las situaciones de violencia en el País y en nuestra región, nos dimos a la tarea durante dos años de reflexionar, elaborar y poner en práctica, de acuerdo a las circunstancias, el material que ahora publica- mos con la finalidad que pueda servir a más gente interesada en el tema de la paz. Nuestro proyecto pastoral y ciudadano lo pensamos en tres dimensiones: La de prevención dándonos a la tarea de resignificar los valores para la paz y que forma parte del contenido de este libro, especialmente en lo que se refiere a los Talleres por la Paz. La del acompañamiento a personas y comunidades en procesos de perdón, de reconciliación personal y social y la de promoción y animación para la participación ciudadana en la cons- trucción de la paz. Prólogo
  • 8.
    8 Este proyecto hasido inspirado, motivado y ha querido ser una res- puesta a la Exhortación Pastoral de los Obispos Mexicanos: "Que en Cristo nuestra Paz, México tenga vida digna" (febrero 10 del 2010). Por otra parte, las diversas manifestaciones de la violencia que se han recrudecido en nuestro País nos han hecho tomar conciencia de que la violencia misma se ha transformado en una forma de sociabilidad, un hecho que se ha hecho habitual y estructural en la convivencia social. De ahí la urgencia de hacer una propuesta educativa que contribuya, al menos en parte, a pasar de una cultura de violencia a una cultura de paz y que, por tanto, sea resignificadora de la vida misma impulsando y promoviendo nuevas actitudes ante la vida, ante la realidad y ante nosotros mismos. Ojalá que sanando las heridas del corazón y de nues- tra sociedad y liberados de nuestros temores, logremos transformar, al menos en parte, nuestra sociedad. Estamos convencidos de que la mejor manera de desarmar a la violencia es derrotándola en lo espiri- tual y en lo cultural. Todo el material de los talleres que les ofrecemos está digitalizado en un CD que acompaña la edición de este libro, además de ofrecer algu- nos apoyos didácticos. Además, en el mismo CD encontrará en peque- ñas cápsulas (videos y audios) las ponencias de un Foro Ciudadano que hace tiempo se llevó a cabo en la Cd. de Chihuahua pero que sus conceptos y propuestas tienen plena vigencia. Es un material que les puede servir para complementar los talleres, o bien, para escucharlos y reflexionar en grupos sobre ellos. Este libro es una edición conjunta realizada por CEPS-Cáritas Mexica- na (Comisión Episcopal de Pastoral Social) a través de la dimensión Justicia, Paz y Reconciliación, Fe y Política, por el Centro Lindavista, A.C. y la Parroquia de San Antonio de Padua de Cd. Cuauhtémoc, Chihuahua auspiciada en parte por estos organismos y la Organización Católica de Adveniat, Alemania.
  • 9.
  • 11.
    11 E sta presentación dela Exhortación más que ser un resumen de la misma es una selección de textos que, a nuestro parecer, son claves en la propuesta que nos hacen los Obispos Mexicanos para asumir el pro- blema de la violencia desde nuestra fe cristiana. Considera- mos que este documento tiene la característica de ser proactivo y, por tanto, nos invita a reflexionarlo, comple- mentarlo y, sobre todo, a ponerlo en práctica. Ésta es la razón por la que intercalamos a su lectura algunas indica- ciones o preguntas que nos ayuden a proyectarlo en nues- tras propias realidades. Además, desde su publicación, en febrero 15 del 2010, ha sido inspiración de esfuerzos muy significativos que se han hecho en algunas partes de la República tanto en la pastoral de la Iglesia como por algu- nas agrupaciones de la sociedad civil. Sugerimos que esta presentación se lea por partes y se reflexione en grupos para que su lectura sea más fructífera; sin embargo, esta- mos conscientes que no hay como la lectura completa del documento en sus 258 números. INTRODUCCIÓN GENERAL. (NOS. 1-9) Con esta Exhortación Pastoral queremos compartir nuestro I. PRESENTACIÓN DE LA EXHORTACIÓN PASTORAL: "QUE EN CRISTO NUESTRA PAZ MÉXICO TENGA VIDA DIGNA" Pbro. Camilo Daniel Pérez
  • 12.
    P R I M E R A P A R T E 12 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ discernimiento sobre la misión de la Iglesia en la realidad de inseguridad y violencia que se vive en nuestro país y alentar la esperanza de quienes por esta razón viven con miedo, con dolor e incertidumbre. (No. 1) I. LA INSEGURIDAD Y LA VIOLENCIA EN MÉXICO. (VER) (NOS. 10-106) Introducción. (Nos. 10-11) En México, al igual que en varios países de América Latina y del Caribe, se está deterio- rando, en la vida social, la convivencia armó- nica y pacífica. Esto sucede por el crecimien- to de la violencia, que se manifiesta en robos, asaltos, secuestros y, lo que es más grave, en asesinatos que cada día destruyen más vidas humanas y llenan de dolor a las familias y a la sociedad entera. No se trata de hechos aisla- dos o infrecuentes, sino de una situación que se ha vuelto habitual, estructural... (No. 10) Diga dos o tres cosas que están deteriorando la vida de su comunidad. 1.- La escalada del crimen organizado. (Nos. 12-26) El crimen organizado, para extender el alcan- ce de su influencia, ha corrompido personas y grupos de la sociedad, lo mismo que a gran- des y pequeñas empresas. Para neutralizar la intervención de la autoridad, evitándola, anti- cipándose a ella, o distrayéndola, han corrom- pido también a servidores públicos, se han infiltrado en la estructura de los distintos ni- veles de gobierno, de procuración de justicia y del sistema judicial, convirtiéndose en una amenaza para la seguridad nacional y la de- mocracia y, por tanto, en un abierto desafío al Estado. (No. 16) Es necesario ir a la raíz de los graves males que aquejan a la sociedad. (No. 26) ¿Cuáles piensa que son las raíces que propician la delincuencia organizada? 2.- Factores que contribuyen a la inseguridad y violencia. (Nos. 27-98) 2.1.- En la actividad económica. (28-40) Modelo globalizado de la economía del mer- cado con mayor pobreza, desigualdad, des- empleo, subempleo, migración forzada, nive- les inhumanos de vida, jóvenes "ninis" (Que no estudian ni trabajan). 2.2.- En la vida política. (41-58) Mala administración en la gestión de políticas públicas, corrupción e impunidad, inseguri- dad ciudadana, miedo y autoritarismo guber- namental, el sistema carcelario como univer- sidades del crimen organizado, violencia ins- titucionalizada que inhibe la protesta social, desconfianza e incertidumbre con la presen- cia de militares... 2.3.- En la vida social. (59-80) Descomposición del tejido social, caldo de cultivo para toda clase de violencias (por ra- zones políticas, en las relaciones laborales, por actitudes discriminatorias, delitos comunes, en el tránsito vehicular, en especial se men- cionan la violencia intrafamiliar, la violencia contra las mujeres, la violencia infantil y la que sufren los jóvenes y adolescentes, etc.) desconfianzas, pérdida del sentido comunita- rio y de espacios públicos. 2.4.- En la cultura. (81-97) El comportamiento violento no es innato, pero
  • 13.
    13 Exhortación Pastoral se danelementos culturales que lo legitiman. Por ejemplo, el machismo, la discriminación, los fanatismos, una educación meramente fun- cional, la influencia de los medios de comuni- cación, una religión concentrada en lo ritual... ¿En cuáles de estos factores hay que poner más atención para que haya menos inseguridad y violencia? 3.- Un enfoque para abordar la compleja realidad de la violencia. (Nos. 99-101) La realidad de la inseguridad y violencia es compleja y multidimensional. No podemos, sin más, atribuirla a una sola causa, hacerlo sería ingenuo y nos llevaría a pretender, tam- bién con ingenuidad, tener una única solu- ción a una problemática tan vasta y compli- cada. Por ello, consideramos que convendría abordar la compleja realidad de la violencia que se vive en México desde un enfoque de salud pública que permita asegurar para el mayor número de personas el beneficio de la seguridad y de la paz. (No. 99) Ver la violencia como problema de salud públi- ca implica reconocer que el esfuerzo por erradicarla debe ser multidimensional; que se requiere un diagnóstico interdisciplinar que iden- tifique los principales factores de riesgo sobre los que hay que intervenir y que es necesaria la cooperación de todos los sectores públicos y sociales para abordar el problema de la violen- cia mediante la acción colectiva, con estrate- gias diversas adoptadas por todos, cada quien, según el ámbito de la propia competencia. (No. 100) La salud pública se caracteriza sobre todo por la importancia que concede a la prevención para inhibir los factores de riesgo en las perso- nas, en las relaciones humanas, en la vida co- munitaria y en el entramado de relaciones e ins- tituciones que conforman la sociedad. (No. 101) ¿Por qué es importante que la violencia no se vea nada más como un problema de la policía, sino como un problema de salud pública? 4.- Tres factores sobre los que urge intervenir. (Nos. 102-106) En primer lugar, vivimos una crisis de legali- dad... Se ha extendido la actitud de conside- rar la ley no como norma para cumplirse sino para negociarse... El signo más elocuente de esto es la corrupción generalizada que se vive en todos los ámbitos. (No. 103) En segundo lugar, se ha debilitado el tejido social, se han relajado las normas sociales, así como las reglas no escritas de la convi- vencia... que tolera que cualquier persona haga lo que le venga en gana, con la certeza de que nadie dirá nada. (No. 104) En tercer lugar, vivimos una crisis de morali- dad. Cuando la falta de respeto a la integri- dad de las personas, la mentira y la corrup- ción campean, no podemos menos que pen- sar que hay una crisis de moralidad. (No. 105) Al concluir este acercamiento a la realidad de inseguridad y violencia que se vive en Méxi- co, caemos en la cuenta que estamos ante una problemática compleja y que la respon- sabilidad de responder a los desafíos que re- presenta es de todos los mexicanos. (No. 106) Ponga ejemplos en los que se manifiesta la crisis de legalidad, la descomposición del tejido social y la falta de moralidad.
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    P R I M E R A P A R T E 14 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ II. CON LA LUZ DEL EVANGELIO Y DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA. (JUZGAR) (NOS. 107-184) Introducción. (Nos. 107-113) Es muy claro que el ambiente de violencia e inseguridad en que vivimos denota una pérdi- da del sentido de Dios que lleva al desprecio de la vida del hombre, un ambiente que influ- ye negativamente en la formación de la con- ciencia y de los valores, donde encontramos modelos de realización equivocados, metas y aspiraciones intrascendentes, fruto de una cultura consumista, marcada por el materia- lismo imperante a nivel global. La corrupción de las costumbres y de las instituciones, la distorsión de las leyes que afectan el sentido de la vida y la dignidad de la persona, son el marco perfecto para llegar hasta donde esta- mos en una sociedad con claros signos de decadencia. (No. 108) ¿De qué manera se manifiesta en nuestras comunidades la pérdida del sentido de Dios? 1.- Dios Padre, Creador, nos ama con amor misericordioso. (Nos. 114-115) Conocemos a Dios y su proyecto de amor para nosotros por medio de Jesucristo. 2.- "El pecado acecha a tu puerta... Tú puedes dominarlo". (Gn 4, 7) (Nos. 116-129) El mal es siempre un engaño. Para contra- rrestarlo, hay que desenmascararlo haciendo evidente que es enemigo de la naturaleza hu- mana. Uno de los síntomas básicos de vivir en el pecado es la malicia, o padecer, como la llaman los Padres, la ceguera del malicioso. Quien vive en la gracia de Dios tiene la mira- da de la inocencia, ve el mundo como Dios lo ve, es decir, desde el bien que hay en él y encuentra los rastros de ese bien en todas las personas y en toda la creación. La inocencia no se identifica con la ingenuidad. El inocen- te distingue perfectamente el bien del mal y no cae en sus redes; el ingenuo, por el contra- rio, los confunde. (No. 118) ¿Cuáles son los engaños del mal que se le presentan en el mundo actual al pueblo, a los jóvenes y niños? Con la malicia se ve al otro con desconfian- za, porque presume que el mal es quien lo gobierna. Surge también una imagen distor- sionada de sí mismo; el malicioso ya no se ve como "persona", es decir, como identi- dad en comunidad, sino que se ve como "ego", como un individuo aislado y en per- manente oposición a su entorno, al que con- sidera amenazante y del que debe defen- derse. El otro ya no es "hermano", parte imprescindible de mi propio ser, sino un competidor y enemigo. De hecho, la violen- cia crece cuando olvidamos que somos res- ponsables de nuestros hermanos. (Cf. Gn 4,1- 16) (No. 123) ¿Qué manifestaciones de desconfianza se dan en nuestras comunidades? 3.- La promesa de Dios: El príncipe de la paz. (Cf. Is. 9, 5) (Nos. 130-131) La respuesta de Dios a la humanidad que se ha dejado seducir por la fuerza del mal es la promesa del Mesías, Príncipe de la Paz.
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    15 Exhortación Pastoral 4.- EnCristo, no hay lugar para la violencia. (Nos. 132-139) Jesús rechazó la violencia como forma de sociabilidad y lo mismo pide a sus discípu- los al invitarlos a aprender de su humildad y mansedumbre (Cf. Mt 11, 29). Para romper la espiral de la violencia, recomienda poner la otra mejilla (Cf. Mt 5, 39), perdonar siempre (Cf. Mt 18, 22) y amar a los enemigos (Cf. Lc 6, 35), paradoja incomprensible para quienes no conocen a Dios o no lo aceptan en sus vidas. La motivación evangélica que justifi- ca esta recomendación es clara: imitar a Dios (Cf. Mt 5, 45); el amor a los enemigos hace al ser humano semejante a Dios y, en este sen- tido, lo eleva, no lo rebaja. Así, el discípulo se incorpora en la corriente perfecta del amor divino para salir de sí mismo y cons- truir una humanidad solidaria y fraterna. El discípulo de Jesús debe amar gratuita- mente y sin interés, como ama Dios, con un amor por encima de todo cálculo y reci- procidad. (No. 133) El amor al enemigo es expresión de la regla de oro, no es masoquismo; es señal de una reciprocidad fundamental en el comporta- miento de las personas. Con el amor al ene- migo se espera que éste cambie de actitud, que alcance a captar la diferencia entre su comportamiento destructor y la actitud sanante de quien más allá del resentimien- to es capaz de responder con la fuerza del amor y del perdón. Quien perdona no cierra el futuro al adversario o al enemigo; confía en que la persona puede cambiar. Y si no hay cambio, por lo menos se cierra al paso de la violencia. Quien perdona al enemigo expresa también su esperanza de la salva- ción; si el agresor no corresponde al per- dón, el gesto no pasará inadvertido para Dios. (Cf. Eclo 12,2) (No. 134) ¿Cómo predicar lo que dice Jesús y se comenta en estos números en las situaciones de violencia que vivimos? El Reino de Dios no se impone por la fuerza ni con la violencia; es una realidad sobrenatu- ral, presente en el corazón y en el testimonio de los discípulos, que critica y desenmascara las falsas paces y las estructuras que hacen imposible la paz. Jesús alienta a quienes le siguen a trabajar por la paz, que es don de Dios y tarea del hombre. Quienes se compro- meten en construirla son llamados "hijos de Dios" (Mt 5, 9). Ya en el Antiguo Testamento encontramos la concepción del ser humano como artífice de la paz (Cf. 1 Mac 6, 58-59) y ello no se refiere a quienes tienen ánimo pacífico, de quietud o sosiego, sino a quienes se com- prometen en "hacer" la paz, en tomar la ini- ciativa, en trabajar, en esforzarse por conse- guirla. Tampoco se refiere a los que cultivan la paz para sí mismos, sino a quienes se em- peñan activamente por establecerla, allí don- de los hombres la han roto y se encuentran enemistados, al grado de no tener miedo de arriesgar la propia tranquilidad, con tal de pro- curar la auténtica solución de los conflictos, aun cuando éstos no le estén afectando direc- tamente. (No. 136) ¿Cuáles son las características de la paz que el Reino de Dios nos propone? 5.- Iniciación a la vida cristiana. (Nos. 140-142) Este proceso de iniciación cristiana comienza con el anuncio del kerygma... por la conver- sión se va recuperando la inocencia de la mi- rada y, con ello, la confianza y la disposición para vivir en comunión con Dios y con el pró-
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    P R I M E R A P A R T E 16 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ jimo, para ser testigos y servidores de la re- conciliación, con la misión de ser constructo- res de la paz... 6.- Llamados a formar una humanidad nueva. (Nos. 143-145) El amor es la principal fuerza impulsora del crecimiento pleno de cada persona y de toda la humanidad... Esta experiencia nos hace des- cubrirnos hijos amados de Dios y nos llama a la conversión, es decir, a orientar la vida por el amor y la misericordia... 7.- Al servicio de la unidad. (Nos. 146-153) No es posible ser cristianos sin Iglesia, ni vivir la fe de manera individualista sacando del ho- rizonte de la vida y de nuestras preocupacio- nes cotidianas a los hombres y mujeres con quienes compartimos nuestro caminar por la historia; por ello la vocación cristiana incluye el llamado a construir comunidades fraternas y justas; el compromiso de servir al herma- no y de buscar juntos caminos de justicia y ser así constructores de paz. De esta mane- ra la Iglesia es fiel a su esencia misma que es ser sacramento de unidad entre Dios y la persona humana, de los hombres y mujeres entre sí. (No. 148) ¿Qué obstáculos tenemos para construir comunidades fraternas y justas? Los fieles laicos, incorporados a Cristo por el bautismo, son hombres y mujeres de la Igle- sia en el corazón del mundo y, al mismo tiem- po, hombres y mujeres del mundo en el cora- zón de la Iglesia. Su misión propia y específi- ca es contribuir a la transformación de las realidades y la creación de estructuras justas según los criterios del evangelio. Están llama- dos, sin esperar u obedecer consignas y en fidelidad a su conciencia, a comprometerse como ciudadanos y participar activamente en los procesos y movimientos de la vida social, política, económica y cultural, aportando en ellos su testimonio de vida y su competencia profesional para la vida digna y pacífica de sus familias y comunidades. (No. 151) ¿Cómo animar y apoyar a los fieles laicos para que participen activamente en la construcción de la paz? 8.- Por la reconciliación a la paz. (Nos. 154-156) Acoger el don del perdón que Dios nos ofrece de manera gratuita en su Hijo Jesucristo, nos dispone a la reconciliación... La reconciliación está en el corazón de la vida cristiana... 9.- Enviados a dar frutos de paz. (Nos. 157-184) Esta misión, por la que nos apropiamos el de- seo del Padre de construir el Reino y de anun- ciar la Buena Nueva a los pobres y a todos los que sufren, exige de nosotros una mirada ino- cente que nos permita desenmascarar la obra del mal, denunciar con valentía las situacio- nes de pecado, evidenciar las estructuras de muerte, de violencia y de injusticia, con la consigna de vencer el mal con la fuerza del bien (Cf. Rom 12, 21). Nos exige además un esti- lo de vida pobre, siguiendo a Jesús pobre (Cf. Lc 6, 20; 9, 58) y anunciar el Evangelio de la paz sin bolsa ni alforja, sin poner la confianza en el dinero ni en el poder de este mundo (Cf. Lc 10, 4ss). La Iglesia, sacramento de reconcilia- ción y de paz, desea que los discípulos y mi- sioneros de Cristo sean también, ahí donde se encuentren, "constructores de paz". (No. 159)
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    17 Exhortación Pastoral ¿Qué implicacionesconcretas tiene la misión como se describe en este número? El cambio de las estructuras injustas es im- portante para disminuir la hiriente desigual- dad que hay en México. Es necesaria una in- cidencia significativa de los cristianos en la política, en la economía, en la cultura y en todos los campos de la vida social abiertos a la evangelización; entre ellos, un lugar impor- tante tienen los medios de comunicación. Esta tarea la realizan los cristianos, bajo su propia responsabilidad, en su condición de ciudada- nos, por la que pueden incidir en las políticas públicas del Estado. (No. 166) El mejor camino para alcanzar los consensos que son necesarios para la creación de es- tructuras sociales justas, es colaborar con los hombres y mujeres de buena voluntad y en- contrar juntos caminos para dialogar, con un lenguaje común y comprensible, sobre los pro- blemas del ser humano en lo concreto de las circunstancias de la nación mexicana. Para ello, es necesario educar y favorecer en nues- tros pueblos todos los gestos, obras y cami- nos de reconciliación y amistad social, de co- operación e integración. (No. 167) El punto de partida, sin duda alguna, es la pre- servación de los fundamentos de la convivencia humana: verdad, justicia y libertad, que los dis- cípulos de Cristo asumen desde la fuerza que los mueve, que es la fuerza de la Caridad. (No. 168) ¿Con quiénes (grupos, personas) podemos dia- logar y colaborar sobre los problemas de México? El desarrollo humano es ante todo una voca- ción: cada hombre está llamado a promover su propio progreso; es una llamada trascen- dente que requiere una respuesta libre y res- ponsable, pues se trata de una llamada a hom- bres libres para asumir una responsabilidad común: impulsar a los hombres a "hacer, co- nocer y tener más para ser más". Esto impli- ca que el desarrollo humano sea integral, es decir, que promueva a todos los hombres y a todo el hombre; que afirme y justifique el valor incondicional de la persona humana y el senti- do de su crecimiento. La verdad del desarrollo consiste en su totalidad: si no es de todo el hom- bre y de todos los hombres, no es el verdade- ro desarrollo. La visión del desarrollo como vo- cación comporta que su centro sea la caridad; por tanto, sus criterios de verificación son la so- lidaridad y la fraternidad, necesarias para cons- truir la paz. "El desarrollo económico, social y político necesita, si quiere ser auténticamente humano, dar espacio al principio de gratui- dad como expresión de fraternidad." (No. 184) ¿Cuáles son las características de un verdadero desarrollo humano integral? III. PROMOVER EL DESARROLLO- CONSTRUIR LA PAZ. (ACTUAR) (NOS. 185-239) Introducción. (Nos. 185-188) Los discípulos misioneros de Jesucristo pode- mos colaborar principalmente en la preven- ción, en el acompañamiento y en la anima- ción de la sociedad civil responsable… 1.- Formar mujeres y hombres nuevos en Cristo. (Nos. 189-197) 1.1.- Transmisión en la fe. Desarrollar en nuestras comunidades un pro- ceso de iniciación cristiana, con base en el
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    P R I M E R A P A R T E 18 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ kerygma para un Encuentro Personal con Je- sucristo, implementando un proceso catequé- tico permanente que sea una verdadera es- cuela de formación integral. Aprovechar la riqueza de la Doctrina social de la Iglesia como instrumento de evangelización insistiendo en los valores evangélicos de la libertad, el amor, la justicia y la verdad. 1.2.- La Tarea educativa en las escuelas. La educación escolar deberá formar para te- ner capacidad de orientarse en la vida, habili- dad para un discernimiento del bien y del mal. Además, deberá velar por educar humanamen- te y no sólo dar capacitación tecnológica… 1.3.- La familia. Potenciarla para la construcción de la paz. Hacerla eje transversal de la evangelización. Alentar el trato digno y respetuoso hacia las mujeres y atender eficazmente a niños, niñas y jóvenes. Acciones preventivas y curativas para las víctimas de la trata de personas. 1.4.- La vida comunitaria. Es el escenario concreto de la sociabilidad, donde se fortalece el tejido social y se ejercen mecanismos de control social. Por tanto, hay que dinamizar la dimensión comunitaria de las parroquias, hacerlas espacio y signo de reconciliación y hay que contribuir a la recu- peración de espacios comunitarios para el for- talecimiento del tejido social... Compartir experiencias que se han tenido del encuentro personal con Jesucristo N.S. 2.- Educación para la paz. (Nos. 198-204) Si queremos responder al mal con la fuerza del bien, tenemos que educarnos para la paz; esto significa sacar desde dentro, desde lo más íntimo, desde nuestra mente y desde nuestro corazón, pensamientos y sentimientos de paz que se expresen a través de un lenguaje y ges- tos de paz. Que los medios de comunicación estén al servicio de la paz. Hay que educar para la legalidad y aprender de la historia. 2.1.- Difundir pensamientos de paz. Motivar con creatividad para que la sinrazón de la violencia, de la venganza sea sustituida por la lógica de la paz. Crear círculos de reflexión a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia. Ofrecer una alternativa cultural diversa para: Humani- zar la carga pasional, fomentar la cultura hospi- talaria, acogedora, democrática y cooperativa. 2.2.- Fomentar sentimientos de paz. Serenar el mundo de los sentimientos. Desa- rrollar la indignación contra toda violencia. Fo- mentar el sentido de pertenencia a la Nación. 2.3.- Impulsar gestos de paz. La práctica de la paz arrastra la paz. Reconci- liación social y perdón como alternativa a la violencia. Promover la no-violencia (activa) como alternativa en la vida civil y política. 2.4.- Promover un lenguaje de paz. Alentar el lenguaje para la comunión y recon- ciliación. Despojar de su carga bélica las for- mas ordinarias de expresión: Palabras, signos, gestos... Desterrar la agresividad verbal en la manifestación de inconformidades... Promo- ver el diálogo y la escucha para superar con- frontaciones. Hagamos una lista de gestos y expresiones más comunes que tienen una carga violenta y una lista de gestos y expresiones que promueven la paz. Reflexionemos y saquemos conclusiones.
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    19 Exhortación Pastoral 3.- Ciudadaníapara la paz. (Nos. 209-216) Por una sociedad civil responsable, vigilante y propositiva para que tengan una incidencia significativa en lo social, en lo cultural y en lo político. 3.1.- Incidencia en lo social. Procurar apoyo a las comunidades en sus pro- yectos y gestión. Promover la planificación del desarrollo comunitario y local en forma participativa. 3.2.- Incidencia política. Impulsar la educación de la ciudadanía y del sentido de pertenencia al Estado. Promover la participación en la definición de políticas pú- blicas en el ejercicio de gobierno. Participar en las decisiones que afectan a la vida comu- nitaria y a la Nación. Hacer que se respeten y promuevan los Derechos Humanos. 3.3.- Incidencia cultural. Renovar las relaciones en la sociedad huma- na. En las escuelas particulares dar formación para la construcción de la paz y la justicia. Impulsar la formación cívica y ética. 3.4.- Incidencia para la paz. Prevenir la violencia. Abordar los conflictos desde la ética y de un compromiso por la paz. Atención a víctimas de la violencia. Divulgar los valores de la Doctrina Social de la Iglesia. Exigir a autoridades atender integralmente el problema de la violencia. Invitar a expertos, universidades, etc. a estudiar el tema de la violencia en México. ¿Cuáles son los retos que tenemos para lograr una ciudadanía participativa y qué podemos hacer desde la Iglesia para ello? 4.- Construcción de la paz. (Nos. 217-239) 4.1.- Impulsar el desarrollo humano integral. Promover una economía solidaria. El cuidado de la creación. Comercio justo. Respeto a los Derechos Humanos y atención a los pobres. Desarrollar iniciativas que coadyuven a la aten- ción de la grave situación de desempleo y subempleo. 4.2.- Promover los derechos y deberes humanos. Impulsar la colaboración de los ciudadanos para erradicar la impunidad y la corrupción que socavan el desarrollo social y político de nuestro pueblo. 4.3.- Impulsar la reconciliación social. La reconciliación social no está reñida ni con la justicia, ni con la verdad, ni con la repara- ción del daño. Al contrario son necesarias para una auténtica reconciliación. 4.4.- La misión reconciliadora de la Iglesia. Todo bautizado debe sentirse ministro de la reconciliación. Anunciar el mensaje de la re- conciliación y celebrarla sacramentalmente y curar las heridas de los que sufren con el aceite y el vino de la misericordia. Ejercer la pastoral de atención a víctimas y capacitar para la mediación. 4.5.- Ecumenismo por la paz. Intercolaboración y diálogo ecuménico e inter- religioso respetuoso de tal manera que favo- rezca la convivencia de todos los pueblos y credos y fortalezca la libertad religiosa y la paz de toda la familia humana. 4.6. Oración por la paz. La oración infunde valor y sostiene a los ver- daderos amigos de la paz. Promover la Lectio
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    P R I M E R A P A R T E 20 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ Divina, la Liturgia de las Horas, la Eucaristía y el Santo Rosario. ¿De qué manera podríamos impulsar el perdón y la reconciliación en nuestra comunidad? Dar algunas sugerencias. Llamamiento Final. (Nos. 240-256) La exhortación, como su nombre lo indica, hace precisamente algunas exhortaciones o lla- mados muy concretos a los diferentes grupos de la sociedad mexicana para que todos nos sintamos involucrados y comprometidos en la construcción de la paz: A los gobernantes, A las fuerzas armadas y de seguridad pública, a hombres y mujeres comprometidos con el bien común, a quienes dirigen y militan en parti- dos políticos, a la sociedad civil responsable, a los padres de familia, a los educadores, a los jóvenes, a quienes han vivido en carne propia cualquier tipo de violencia, a quienes trabajan en los medios de comunicación so- cial, a todos los discípulos misioneros de Je- sucristo, a los sacerdotes, a quienes practi- can la violencia, a quienes se han involucrado en las diversas formas del crimen organizado, a quienes producen la droga y la transportan, a los que se prestan al comercio del nar- comenudeo, a los que la consumen, a los si- carios y a todos los implicados en este nefas- to negocio... Conclusión. (Nos. 257-258) Con esta exhortación pastoral nos ponemos al servicio de la reconciliación. ¿Qué mensaje daría usted a los Obispos Mexicanos que nos dan a conocer esta Exhortación?
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    21 II. HACIA UNA ESPIRITUALIDADPARA LA PAZ Pbro. Camilo Daniel Pérez ¿QUÉ ES LA ESPIRITUALIDAD EN GENERAL? Aquí entendemos por espiritualidad como la motivación más profunda de nuestra vida, la causa o las causas por las que trabajamos día con día e, incluso, estamos dispuestos a dar la vida por ellas. Espiritualidad es, en otras palabras, el sen- tido que le damos a nuestra vida, el porqué de nuestra exis- tencia o, como dicen los teólogos moralistas, es la opción fundamental que dirige todos nuestros actos. Es la pasión, la mística, el ideal de una persona o de una colectividad. Así podemos hablar de espiritualidad cristiana, budista, musul- mana, como también podemos hablar de la espiritualidad del profesionista, del investigador, etc. En este mismo sentido, podemos decir que hay espiritua- lidades diferentes, buenas o malas. Por ejemplo, se puede hablar de la espiritualidad del capitalismo, del mercado neoliberal, "del sistema de dominación". Lo que nos ayuda a distinguir una espiritualidad buena de una mala es el "talan- te ético" que brota de la misma naturaleza humana. De ahí que una espiritualidad buena será aquella que es más "hu- mana", más "humanitaria", más "humanizada". En resumen: que nos hace más y mejores humanos y que nos lleva a
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    P R I M E R A P A R T E 22 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ respetar a todos los seres de la creación reco- nociendo el valor intrínseco de todos ellos. En contrapartida lo que nos degrada como seres humanos, lo que nos vuelve manipuladores y dominadores, lo que nos divide, nos hace vio- lentos, nos destruye... no puede provenir de una buena espiritualidad. Una importante aclaración: La espiritualidad no se contrapone a lo material, sino a la falta de motivación. Cuando escuchamos que una persona es muy espiritual pensamos que no le interesan las cosas del mundo como son la política, la economía, la cultura e incluso los problemas cotidianos de la vida. Ésta es una manera de distorsionar la palabra espirituali- dad. Al contrario, una persona espiritual es una persona que "tiene garra", que tiene tem- ple, que tiene opciones muy definidas ante las realidades del mundo. Finalmente, la espiritualidad nos hace ver que el ser humano tiene consigo la dimensión de la trascendencia, del más allá, lo cual le hace referirse de alguna manera a Dios y a los valo- res que trascienden en el tiempo y en el espa- cio como el amor, la verdad, la disponibilidad al sacrificio, etc. En este momento no pro- fundizaremos en el tema de la trascenden- cia del ser humano. Sólo aclaramos que la trascendencia dice referencia a que "el hom- bre es también espíritu y que vive en cons- tante apertura hacia lo absoluto", ya lo defi- na desde una perspectiva "egoísta" (trascen- dencia del yo), ya de una manera "filantrópica" (buscar la felicidad de los otros) o de una manera "teocéntrica" (con una clara referen- cia a Dios). ¿QUÉ ES ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ? Para hablar específicamente de la Espirituali- dad para la Paz conviene aclarar que la Paz es, ante todo, UN DON, es decir, la paz no se impone. Al imponerse deja de ser paz. La paz simplemente se recibe y se recibe para gozarla, para hacerla florecer, para hacerla madurar. La paz por ser don es gracia. Ahora bien, si la paz es "don" ¿Quién nos la da? ¿Quién es el dador de la paz? Podemos responder que la Paz nadie nos la da, nadie nos la otorga como un favor, porque simple- mente es fruto de la realidad, es exigencia de la realidad misma. Para decirlo de otra ma- nera: Quien cultiva una flor no hace la flor, ésta brota como fruto de la tierra, como fruto de la semilla sembrada y cultivada. Así, quien cultiva prepara todos los elementos para que la naturaleza haga su trabajo. Así como la flor es un don lo es igualmente la paz. La "semi- lla" de la Paz está, por así decirlo, en la natu- raleza misma de las cosas, pero hay que cul- tivarla para que brote como una flor. Cuando hablamos de la realidad estamos hablando de Dios (de lo trascendente), del ser humano (con su talante ético) y de las cosas (de seres ani- mados e inanimados) y cuando no tratamos adecuadamente esa realidad la distorsionamos y, por consiguiente, no obtenemos de ella la maravillosa flor de la paz. Por consiguiente, la pregunta es ¿cómo se trata adecuadamente la realidad, de la que tam- bién nosotros formamos parte, para recibir el don de la Paz? Podemos responder que son cinco los elemen- tos que nos ayudan para tratar adecuadamente la realidad: la libertad, la justicia, la verdad y el amor. Podemos imaginarnos que estos cua- tro elementos son los cuatro pétalos de la flor de la paz, todos ellos confluyen y dan como resultado el centro, el botón de la flor: La ar- monía. Así pues, todos estos elementos dan como fruto la flor de la paz y son los que ca-
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    23 Hacia una espiritualidadpara la paz racterizan a la espiritualidad para la paz. Bre- vemente hablamos de cada uno de ellos. 1º. La armonía Todo debe estar integrado, nada puede ser arrojado fuera. Siguiendo con el ejemplo de la flor de la paz, la armonía es el resultado, es la razón de ser, es la consecuencia de los cuatro pétalos que conforman el maravilloso don de la paz. De la armonía brotan los pétalos y, a su vez, ellos la construyen en un ir y venir de "la savia" que alimenta la flor. La armonía se da cuando se acepta al OTRO como diferente. Hay capacidad de diálogo en la pluralidad de culturas, de religiones y de política. En este sentido deberemos tomar en cuenta tres conceptos para distinguirlos: La tolerancia, el respeto y la aceptación. La tolerancia es simplemente dejar las cosas como están por un tiempo porque no puedo o no quiero, en esos momentos, combatirlas, rechazarlas o adueñarme de ellas dominán- dolas. Tolerar es soportar sin claudicar, sin escuchar ni dialogar. El respeto, en cambio, presupone una valora- ción mediante la escucha y mirada atenta de lo que el otro es, de lo que propone y de los alcances que tiene. De esta manera se podrá tomar una opción consciente y definida de cómo actuar ante la presencia del otro con el único objetivo de no ser agredido en mi propia iden- tidad y, si fuere necesario, de defenderla. Finalmente, la aceptación del otro como dife- rente es abrir espacios de convivencia, de interrelación y, en su momento, de enrique- cimientos mutuos. Sin dejar de ser diferentes se reafirma y profundiza la identidad y se lo- gra la armonía, palabra griega que viene de "armós": ajustamiento, combinación como lo es la grata y bien concertada variedad de so- nidos en conveniente proporción y correspon- dencia lo que hace una hermosa polifonía. Cada sonido y cada instrumento tienen su pro- pia peculiaridad y, por ello, enriquecen al con- junto resultando una bella melodía. Indudablemente que el mejor instrumento y, tal vez único, en las situaciones de conflicto que tenemos los seres humanos para la construcción de la paz es el diálogo que bro- ta de una actitud fuerte y obstinada en el es- fuerzo por hacer posible la paz. Acabamos de hacer una sencilla descripción sobre lo que es la tolerancia, el respeto y la aceptación del otro. Debo aclarar que desde el momen- to que se da la tolerancia ya hay la disposi- ción al diálogo y, por consiguiente, ya es- tán, al menos en ciernes, el respeto y la acep- tación del otro. Sin entrar en las cualidades y técnicas que se requieren para un verdadero diálogo, me per- mito citar un párrafo del mensaje para la jor- nada mundial de la paz de Juan Pablo II del 1º de enero de 1983, titulado: "El diálogo por la paz, una urgencia de nuestro tiempo": "El
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    P R I M E R A P A R T E 24 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ verdadero diálogo es la búsqueda del bien por medios pacíficos; es voluntad obstinada de recurrir a todas las fórmulas posibles de ne- gociación, de mediación, de arbitraje, esfor- zándose siempre para que los factores de acer- camiento prevalezcan sobre los de división y de odio. Es un reconocimiento de la dignidad inalienable del hombre. Tal diálogo se funda- menta en el respeto a la vida humana. Es una apuesta a favor de la sociabilidad de los hom- bres, de su vocación a caminar juntos de ma- nera estable, mediante un encuentro conver- gente de inteligencias, voluntades y corazo- nes hacia el objetivo que les ha fijado el Creador: el de hacer la tierra verdaderamente habitable para todos y digna de todos". Hacer habitable la tierra es el sentido profundo de la palabra griega "ecumenismo". Una de las causas sobresalientes de la pérdi- da de la armonía es el fanatismo en todos los aspectos y en todos los niveles, en el políti- co, social, religioso o moral... El fanatismo (apasionamiento ciego por una idea) se da cuando absolutizamos lo que somos y re- presentamos, de tal manera que el otro o los otros los consideramos agresores y que, por lo tanto, tenemos el derecho de comba- tirlos y, si fuere necesario, de suprimirlos. A esta postura ideológica le llamamos "funda- mentalismo". 2º. La libertad Se reconoce la dignidad de las personas, el valor intrínseco de la naturaleza y que cada cual puede manifestarse como es. Sin mayor profundización, nos interesa señalar dos ma- neras de hablar de la libertad: Libertad negativa cuando hay ausencia de coacción, de oposición, es decir, ausencia de impedimentos para ejercer la acción elegida como expresión de la voluntad. Por ejemplo, libertad negativa se da cuando no hay ame- nazas para expresar las ideas. Libertad positiva en el sentido de auto-reali- zación de acuerdo a la propia naturaleza y a la capacidad o habilidad que se tenga para asumir una libre determinación sin lesionar el bien de los demás. De ahí que la libertad es fuente de responsabilidad personal y social como consecuencia de los actos elegidos. Por ejemplo, libertad positiva se da cuando un jo- ven elige su carrera sin presiones de nadie. Lo importante en el uso de la libertad es la auto- determinación, es decir, qué tipo de persona quiero ser. El más grande reto que actualmente se tiene para el ejercicio de la libertad es la manipula- ción que se da, sobre todo, en el campo de la informática a través de los diversos medios de comunicación por intereses particulares de quienes tienen el poder y la influencia sobre los mismos. De ahí que es indispensable la educación del sentido crítico desde temprana edad. Ésta sería una de las mejores contribu- ciones a favor de la paz. 3º. La justicia Reconocer a cada ser aquello que le corres- ponde, lo que le es propio y debido. Nos inte- resa asumir el término amplio de "justicia so- cial". Ésta se da cuando la sociedad posibilita que cada persona, asociación o pueblo, dis- ponga de los medios necesarios según su na- turaleza y condición, para poder desarrollarse plenamente; a esto se le denomina bien co- mún. (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica 1928-1948) Se trata, pues, de un reparto equitativo de los bienes sociales: • tomando en cuenta el respeto a los derechos humanos,
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    25 Hacia una espiritualidadpara la paz • atendiendo a las clases sociales más desfavorecidas, • y saldando la "deuda ecológica" por el uso distorsionado y la expoliación que se ha hecho de la naturaleza. Hay tres aspectos de la justicia social de don- de se derivan tres tipos de la misma, de acuer- do a la relación de los diversos sujetos. Así podemos hablar de: Justicia conmutativa cuando se trata de la re- lación de individuos entre sí: Por ejemplo, respetar el patrimonio de un ciudadano (no robar). Justicia distributiva cuando se trata de la re- lación de la sociedad en general y del Estado mismo con los individuos: Por ejemplo, que todos tengan acceso a la vivienda, a la salud, a la alimentación, al trabajo, etc. Justicia legal (o general) cuando se trata de la relación del individuo con la sociedad acep- tando y respetando los valores, leyes y cos- tumbres de la misma. El reconocimiento de que todos los seres vi- vientes de todas las especies y los seres in- animados que forman parte del planeta tierra tienen consistencia por sí solos, es el punto de partida para la justicia social, de tal mane- ra que gozan del derecho primigenio para ser integrados en la armonía cósmica de acuerdo a su propia naturaleza. Esto significa que to- dos los seres somos partes de un todo y la suerte de uno (por ejemplo, la crueldad con los animales) lesiona indefectiblemente al todo. Hasta aquí hemos hablado de la justicia so- cial en el sentido objetivo, pero también se puede hablar de la justicia social en el senti- do subjetivo, la cual consiste en que cada persona aporte lo mejor de sí misma, hasta donde le sea posible, a favor de los demás, tomando en cuenta sus capacidades y habili- dades. Esto significa que antes de cuestionar lo que se me debe en justicia, tengo que pre- guntarme sobre lo que estoy obligado y puedo aportar a favor de la comunidad o de las per- sonas en particular. Éste es un deber moral y de una gran responsabilidad social. Para de- cirlo en cristiano sería una actitud injusta la de esconder el "talento" que Dios nos ha dado, como sucede con el "sirviente indigno y pe- rezoso" en la llamada "parábola de los ta- lentos" y que Dios acremente reprueba (Ver. Mt. 25, 14-30). El más grande reto que se tiene para el ejerci- cio de la justicia social es el antropocentrismo y la ambición. El antropocentrismo se da cuan- do se tiene la idea distorsionada de que todo el universo le pertenece sin más al ser huma- no y todo gira en torno a él y puede, por tanto, disponer indiscriminadamente y a su antojo de todos los bienes de la tierra sin miramien- to alguno. La ambición, por su parte, lleva a unos seres humanos al acaparamiento de bie- nes a costa de la pobreza y necesidad de los demás. Obviamente esto rompe la armonía de la creación. Cuando se llega a romper el equilibrio que busca la justicia social, entonces hay que re- currir a lo que se le ha llamado la "justicia restaurativa" y la "justicia transformadora". De ellas hablaremos en otro apartado. 4º. La verdad Es admirar la armónica belleza de la realidad, actuando ante ella y en ella con objetividad, congruencia, transparencia y participación. Hacemos una reflexión sobre cada uno de los términos.
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    P R I M E R A P A R T E 26 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ Cuando hablamos de objetividad nos referi- mos a la aceptación responsable de los he- chos, de los eventos y de las consecuencias de los actos realizados sobre determinado asunto. Por ejemplo, la aceptación de los crí- menes de Estado o el exceso de fuerza en la actuación de la policía o la negligencia y co- rrupción en la procuración de justicia, etc. Lo contrario de la verdad objetiva es el oculta- miento, la desinformación y la negación de los hechos. Cuando hablamos de congruencia nos referi- mos a que la actuación de los implicados en determinado asunto se da conforme a lo di- cho, lo acordado y prometido. Por ejemplo, las prestaciones conseguidas por los trabaja- dores en una negociación con el consiguiente levantamiento de la huelga. Lo contrario de la verdad congruente es el engaño y la falta de cumplimiento en lo acordado. Cuando hablamos de transparencia nos refe- rimos a la rectitud de intención, a la honesti- dad y lealtad, de tal manera que se busca con sinceridad el bien de todos los implicados en determinado asunto. Por ejemplo, la rea- lización de un convenio sin frases equí- vocas o letras pequeñas. Lo contrario de la verdad transparente es la doble in- tención con la voluntad de hacer daño. Cuando hablamos de participación lo hacemos en una doble vertiente: a) En la necesidad de manifestarse con- juntamente, de una u otra forma, para exigir que se actúe conforme a la ver- dad y la justicia en determinado asun- to. Lo contrario a esta verdad participa- da es la represión oculta o manifiesta del poder establecido. b) En la necesidad innata de eregir un memorial para los implicados en determinado asunto, para todos y para la posteridad que nos recuer- de siempre la identidad, los compromisos con- traídos e incluso los errores cometidos para subsanarlos. Por ejemplo, el monumento del holocausto judío, la pipa de la paz, el memorial y los nombres de los caídos, asesinados, des- aparecidos, así como las celebraciones de la libertad e independencia de un pueblo, los li- bros de historia, etc. Lo contrario de esta ver- dad simbólica es la distorsión que de ella se haga evitando o destruyendo memoriales, o bien, distorsionando con la historia "oficial" la historia verdadera de los pueblos y comunidades. 5º. El amor Es el fundamento de todo lo anterior. Es de donde brota la confianza, la amistad, la soli- daridad ante los desequilibrios y la falta de libertad y justicia. El amor motiva e impulsa al sacrificio por los demás. Es la fuente del perdón y la reconciliación. Es la ternura que contradice todo acto violento. Es importante señalar que el amor, refiriéndo-
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    27 Hacia una espiritualidadpara la paz nos concretamente al "amor benevolentiae" (amor de benevolencia que está dispuesto a dar la vida por los demás) como lo llama To- más de Aquino, no se queda en el ámbito pri- vado (de la pareja, de la familia...) sino que es la base y fundamento de la "polis", es decir, de toda relación política y social. Efectivamente Santo Tomás de Aquino ya plan- teaba que la convivencia civil y política sola- mente adquiere todo su significado si está basada en la amistad civil y en la fraternidad que brotan del amor. "De donde los legislado- res deberán procurar tener la misma o más atención en conservar la amistad entre los ciu- dadanos que en aplicar la justicia, sobre todo cuando, al penalizar, pueda surgir la discor- dia", dice Santo Tomás. Hay que buscar más la concordia en la amistad que en la repre- sión, enemiga siempre de la "salud civil", ex- presión del mismo teólogo. Recordemos que el lema de la Revolución Francesa era "Liber- tad, Igualdad, Fraternidad", ninguno de estos valores riñen entre sí, antes, al contrario, se complementan mutuamente. Por todo ello se llega a decir que el amor (la caridad en cris- tiano) es como el criterio supremo y universal de toda ética social. Ahora bien, en este apartado nos interesa re- flexionar concretamente sobre esa expresión fina y delicada del amor a la que llamamos "ternura". Antes de dar una descripción de la ternura como cultivadora de la paz queremos liberar el término de algunos "prejuicios": a) La feminización de la ternura se da cuando se piensa que ésta es solamente expresión de las mujeres y, en los hombres, es síntoma de debilidad y, por tanto, va en contra de la mas- culinidad. Esta concepción machista y patriar- cal responde a la idea de que al hombre le corresponde por naturaleza ser violento. Hay una confusión de ideas, pues ternura no es sinónimo de debilidad, sino que es una de las expresiones más profundas y vigorosas del amor, es la "savia" misma del amor sin la cual éste se apaga. b) La infantilización de la ternura se da cuan- do a los niños se les ve como "personitas" que son "todo ternura" por su delicadeza y su ino- cencia. Por tanto, la ternura sólo es para ellos. Imposible hablar en esta concepción de la ter- nura social y política, pues se confunde sin más la ternura con "lo tierno", lo inmaduro, lo banal y la simple caricia de autosatisfacción. c) La emotividad o sentimentalismo de la ter- nura cuando se piensa que ésta solamente es una mera excitación sentimental, una sensa- ción momentánea y pasajera que nos suscita la presencia del otro. Es obvio que en esta concepción de la ternura se le tiene como un repliegue sobre uno mismo y no como un en- cuentro y valoración del otro. La ternura, contrario a todos estos "prejuicios", es la expresión profunda y gratificante del amor que siente al otro como otro, que se demora en él por el profundo aprecio a su persona, lo valora en todo lo que él es, lo admira con in- tuición y fina sensibilidad. Ésta es la ternura esencial, como la llama Leonardo Boff, y no mero sentimentalismo. Desde el aspecto social, podemos decir que la ternura es una fuerza capaz de transformar los más pesados ambientes porque en el de- talle del abrazo, del apretón de manos, de la frase conciliadora, de ofrecer el asiento inclu- so al enemigo... se insinúa aceptación, tole- rancia, respeto, dignidad y una gran calidad humana. Con razón se dice que la montaña nos sobrecoge y lo grandioso nos intimida, pero el detalle, la delicadeza y la insignificancia nos
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    P R I M E R A P A R T E 28 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ doblega. Así pues, la ternura en lo político y en lo social nos ayuda a construir colectiva- mente y a cosechar el fruto de la paz. Con razón decía Tomás Borges que la solidaridad es la ternura de los pueblos. Lo contrario de la ternura es precisamente la violencia, la crueldad, el ensañamiento que sólo pueden brotar del odio, del deseo de ven- ganza y, en todo caso, del resentimiento ha- cia la sociedad embriagado por el alcohol y embrutecido por la droga. Más de uno podrá pensar que es una utopía la ternura en am- bientes tan crueles y embrutecidos como se han vivido en estos últimos años en México. Tal vez haya algo de razón en ello, pero tam- bién se tiene la experiencia de que en la más terrible aridez que dejó la bomba atómica en Hiroshima surgió una pequeña plantita que, al ser plasmada en una foto, alentó en el pue- blo japonés la esperanza de una nueva vida. "El ser humano sabe hacer de los obstáculos nuevos caminos porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer." (Ernesto Sábato, en su obra La resistencia, 2001). De esto es capaz la "revolución de la ternura", como lo ha expresado el Papa Francisco. Hasta aquí hemos delineado la flor de la paz y, con ello, hemos querido explicitar lo que serían los valores, las actitudes, las habilida- des, la visión que conforman una espirituali- dad para la paz, en el entendido de que todos los seres humanos somos cultivadores, arte- sanos de la paz por el simple hecho de ser humanos. Es nuestra vocación y de nosotros mismos depende que respondamos a ella o la sofoquemos. LA ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ DESDE UNA PERSPECTIVA CRISTIANA Todo lo expuesto anteriormente sobre la Espi- ritualidad para la Paz es asumido perfecta- mente desde la fe cristiana. Aquí cabe plena- mente el dicho de que la gracia de Dios supo-
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    29 Hacia una espiritualidadpara la paz ne la naturaleza. Precisamente la Doctrina Social de la Iglesia asume como los valores fundamentales de la vida social la verdad, la libertad, la justicia y el amor, ya tratados ex- plícitamente en la Encíclica Pacem in Terris del Papa Juan XXIII y asumidos por el Conci- lio Vaticano II. Así pues, no insistiremos en los valores ya arriba reflexionados, pero sí ha- remos un par de reflexiones que nos ayuda- rán a fundamentar lo dicho sobre la Espiritua- lidad para la Paz. Primera Reflexión La creación en la Biblia por parte de Dios no es sacar de la nada las cosas (Ex nihilo sui et subjecti, decían los escolásticos), sino más bien ordenarlas, armonizarlas, pues "la tierra era caos, confusión y oscuridad por encima del abismo y el espíritu de Dios aleteaba por encima de las aguas". (Gen. 1, 2) Sacar, pues, del caos, del desorden es fruto del espíritu de Dios quien "armoniza" a todas las creaturas para que se realicen libremente, con justicia y muestren la belleza de su ver- dad. En otras palabras, el acto creador de Dios hace brotar como fruto de las creaturas la flor de la paz, de la cual ya hemos hablado. Del caos surge el "cosmos", palabra griega que significa armonía, orden, equilibrio. Una vez realizada su obra, Dios descansa para con- templarla y disfrutarla, pues "todo está muy bien hecho". Presentando a Dios haciendo el mundo en el transcurso de una semana, el autor del relato nos está haciendo ver que la creación debe ser un acontecimiento cotidiano, llevado a cabo en nuestras semanas ordinarias de tra- bajo. Re-crear cada día el mundo es sacarlo del caos para que brille con intensidad la ar- monía, es decir, la paz y la podamos disfrutar porque al final del día "está todo bien hecho". Tal vez nos podrá desanimar el ver un mundo tan problematizado, tan lleno de angustias, sufrimientos, luchas y violencias; sin embar- go, decir cada día que el mundo es "bueno" o "bello" es proclamar que un día lo será. Decir que todo está muy bien no es para adormecer la conciencia, sino para darnos un programa de vida. Segunda Reflexión Jesucristo les dice a sus Apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy, y no como la da el mundo" (Jn. 14, 27) no porque nos "otorgue" la paz sino porque nos da el instrumento que la hace fructificar de la realidad como una flor de primavera: El Reino de Dios. "Conviértan- se porque el Reino de Dios ya está cerca, está entre ustedes". (Mt. 4, 17; Mc. 1, 14) El mensaje central de Jesús es el Reino de Dios. Aunque habla de él de muchas mane- ras y especialmente por medio de parábolas, nunca dice en qué consiste concretamente el Reino de Dios; sin embargo, lo podemos cla- rificar con toda la vida de Jesús y con su men- saje. Así, podemos decir que la preocupación más grande de Jesús es ofrecer y alcanzar una vida más digna y mejor para todos, así como la atención a las necesidades más apremian- tes del pueblo y, de entre ellos, de los más necesitados. Dios es un Padre para todos y el mensaje de Jesús es que nos realicemos to- dos como hermanos atendiendo de manera privilegiada a los más pobres y desheredados. Por consiguiente el Reino de Dios es un reino para cultivar la paz a partir de la misericordia y de la justicia social para los más des- favorecidos. Las actitudes para hacer presente ese Reino de Dios, Jesús las plasma de una manera magistral en la proclamación de las biena- venturanzas que han quedado consignadas en
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    P R I M E R A P A R T E 30 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ el Evangelio de Mateo (5,3-11). He aquí una reflexión a partir de las bienaventuranzas con el fin de descubrir en ellas las actitudes del cultivador de la paz: 1.- Los pobres de espíritu, es decir, los que no están llenos de sí mismo y están totalmente libres para llenarse de los demás. 2.- Los mansos, es decir, los que hacen de la no-violencia activa el arma de la paz. 3.- Los que lloran, es decir, los que limpian sus ojos con lágrimas de compasión para ver y sentir a los que sufren haciendo de la ternura un bálsamo de paz. 4.- Los que tienen hambre y sed de justicia, es decir, los que luchan apasionadamente porque el hombre se levante, porque el hombre triunfe y no se les niegue su lugar en la armonía del mundo. 5.- Los misericordiosos, es decir, los que no llevan cuenta de las ofensas, los que van hasta el fondo del amor y se revisten del perdón al enemigo despojándose del re- sentimiento y de la venganza. 6.- Los limpios de corazón, es decir, los que hacen de su corazón un manantial trans- parente de amistad y hacen que la verdad brille en todo su esplendor. 7.- Los artesanos de la paz, es decir, los que hasta en su combate son inspiradores de la reconciliación. 8.- Los perseguidos por causa de la justicia, es decir, los que aceptan ser incompren- didos e incluso traicionados por defender la dignidad de todo hombre y, a pesar de todo, se mantienen firmes en su denuncia y en la búsqueda de la verdad. ¿DE QUÉ PAZ ESTAMOS HABLANDO? Tenemos que partir del hecho de que la paz no es un término unívoco, sino que coexisten diversas concepciones. Será muy importante clarificar de qué paz estamos hablando y, so- bre todo, denunciar lo que, a nuestro parecer, son falsas concepciones de la paz. Paz negativa y paz positiva Hablamos de paz negativa cuando hablamos de ausencia de guerra entre estados, de au- sencia de toda violencia en las relaciones per- sonales y sociales o cuando simplemente no hay tensiones y se tiene tranquilidad y sosiego. Expresiones como "yo no me meto con nadie", "viva la paz", "déjame tranquilo", "no veo, no oigo"... son expresiones de algo no deseado y esta concepción de la paz negativa está en relación a lo estático, a la inmovilidad y, en el fondo, a la negación de una realidad violenta. Hablamos de paz positiva cuando la asocia- mos a los conceptos de justicia, de desarrollo humano, de cooperación, de igualdad en las relaciones, de respeto a los derechos huma- nos, de cooperación, de resolución pacífica del conflicto, etc. Podemos decir que esta con- cepción de la paz se asocia al dinamismo per- sonal y/o comunitario, a la búsqueda del bien común y a una toma de conciencia para des- cubrir los diversos tipos de violencia que se pueden anidar en las diversas relaciones hu- manas (violencias estructurales, institu- cionales, ambientales, personales, etc.). Paz interior (personal) y paz social (comunitaria) Paz interior es aquella paz del corazón que se busca y anhela mediante algunas terapias sicosociales y de relaciones humanas (diná- micas, conferencias, procesos de duelo, aten- ción especializada a víctimas de la violencia, atención espiritual, tanatología, etc.), así como en la profundización de las motivaciones es- pirituales y de fe para lograr el equilibrio emocional, sicológico, físico y espiritual de las personas.
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    31 Hacia una espiritualidadpara la paz Paz social, por su parte, busca, mediante el perdón, la reconciliación, la justicia, la ver- dad, la solidaridad, la resolución pacífica de los conflictos, etc. una convivencia armonio- sa y de colaboración ya sea entre grupos, pue- blos, comunidades o naciones para la cons- trucción del bien común y del goce universal de los bienes de la tierra. Para ello se tienen los convenios, protocolos, el derecho interna- cional humanitario, tratados e instituciones a nivel mundial, como la ONU, la OEA, La Cor- te Interamericana de Derechos Humanos, La Corte Penal Internacional, etc. Es importante nunca desligar la búsqueda de la paz interior con la toma de conciencia y la participación de alguna manera en los esfuer- zos por la paz social, ni ésta desligarla de aque- lla, pues no habrá paz social sin corazones nuevos y, a su vez, de muy poco servirá una paz interior en un entorno de violencia. Sim- plemente sería una "paz farisaica". Otro aspecto a considerar en el concepto de paz es que éste varía de acuerdo a la diversi- dad de culturas y a las situaciones concretas que están viviendo las colectividades. Por ejemplo, el concepto de paz entre las culturas indígenas está en íntima conexión con el arrai- go a su tierra, con su cosmovisión y, por tan- to, con la manera de realizar su propia vida, de acuerdo a sus usos y costumbres. Falsas concepciones de paz Solamente queremos advertir que hay algu- nas maneras de concebir la paz que, en el fondo, ocultan la violencia misma. Una de ellas es la llamada "pax romana" cuyo lema era "Si quieres la paz, prepárate para la guerra" (Si vis pacem, para bellum). Ésta es la paz fincada en la ley del más fuerte, en la intimidación al mostrar las armas, en la represión, en la ca- rrera armamentista, en guardar el orden esta- blecido por las fuerzas dominantes (propia de las dictaduras), en la práctica de la tortura,
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    P R I M E R A P A R T E 32 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ en el silencio obligado, en la "paz de los se- pulcros"... Tampoco se debe confundir la paz con la se- guridad que, en determinado momento, pue- den dar las fuerzas de seguridad, sea la poli- cía o el ejército. Tampoco hay que confundir la paz con algunas medidas de seguridad como no transitar por senderos peligrosos, recluirse temprano en la casa, etc. Este tipo de seguri- dades en todo caso logra contener la violencia pero no erradicarla. Es más, éstas son medi- das para ambientes de guerra y no de paz. Finalmente, cuando se dice que todo es edu- car para la paz es como no decir nada y diluir el concepto de paz en una serie de recomen- daciones y de consejos moralizantes. De ahí que es importante partir de lo que entende- mos por una espiritualidad para la paz, objeto de nuestra exposición y complementarla con una actitud abierta y crítica que ayude a ir derrotando la violencia espiritual y cultural- mente hablando.
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    33 III. HACIA UNDESARME CULTURAL DE LA VIOLENCIA Pbro. Camilo Daniel Pérez ¿Qué es la violencia? Es el acto mediante el cual una persona, un grupo social, un Estado o un conjunto de Estados ejercen medios de coerción (presión) física, sicológica o espiritual para obligar a otro u otros que dejen de hacer o hagan, contra su voluntad, lo que los primeros desean, o para despojarlos de sus bienes o lesio- narlos en su integridad. La violencia se genera cuando hay una situación de desigualdad, de asimetría entre las perso- nas o colectividades y quien o quienes están en situación favorable buscan reforzar, profundizar o ampliar dicha situa- ción para sacar provecho de ella. Esta descripción de la violencia nos ayuda a darnos cuenta que no todo uso de la fuerza es violenta, ni toda manifesta- ción de coraje o agresividad conlleva una carga violenta, to- mando en cuenta la proporcionalidad de la fuerza que se utilice, la intencionalidad de la acción y, sobre todo, el cuida- do de preservar la integridad física, sicológica y moral sobre quienes se ejerce determinada fuerza. La cultura de la violencia. Entendemos por cultura de la violencia la justificación que, consciente o inconscientemente, se hace de ella en cualquie-
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    P R I M E R A P A R T E 34 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ ra de sus manifestaciones. Tan perniciosa es la carta de ciudadanía que se le da a la violencia como la violencia misma. Esto hace que se vea cualquier acto violento como algo "natu- ral", algo "normal" e, incluso, que así debe ser. Podemos decir que a la violencia se le da car- ta de ciudadanía: • Cuando se le justifica e incluso se le enaltece: Si nosotros revisamos la historia de los pue- blos y naciones ésta se compone principal- mente de sus guerras, las cuales siempre se les da una justificación y se enaltecen como gestas heroicas. En lo personal cuando gol- peamos o castigamos a una persona decimos que lo hemos hecho "porque se lo merecía". • Cuando se invisibiliza la violencia invisi- bilizando a las víctimas: Esto sucede con mucha frecuencia en la violencia intrafa- miliar. Se dice que "la ropa se lava en casa" y, por tanto, las acciones violentas en casa (violaciones, acosos sexuales, golpes, ame- nazas, castigos, etc.) no tienen por qué dirimirse en público, ni denunciarse ante las autoridades. La violencia contra la mujer por el hecho de ser mujer se le minimiza e in- cluso se exalta, con ello, la masculinidad. • Cuando el sistema social de convivencia se pervierte dando por hecho que las relacio- nes en la comunidad "tienen que ser así y no de otro modo". Por ejemplo, los contra- tos matrimoniales hechos por los padres de los contrayentes sin su consentimiento. • Cuando la violencia es estructural e insti- tucional, de tal manera que ésta se justifica por el bien de la nación cuando en realidad se privilegian intereses particulares e inclu- so se ejerce la violencia contra la oposición para "resguardar el orden establecido". • Cuando el sistema político mismo se ha co- rrompido y los funcionarios públicos bus- can el respaldo a sus actos de poder por medio de prebendas y favores para deter- minados sectores de la sociedad. • Cuando nos acostumbramos a la violencia del crimen organizado y "revictimizamos a las víctimas" pensando que tal vez "se lo merecían por andar en malos pasos" o por- que "se encontraban en el lugar equivocado". • Cuando se da culto a las armas, se les ad- mira y hasta se les bendice y, entre más sofisticadas y letales sean, se piensa que será mayor la seguridad de una nación. • Cuando a la violencia misma se le disfraza para no mostrarla en toda su crudeza como los hornos crematorios donde se incinera- ban a los presos judíos o como la trata de personas que se realiza con halagos, enga- ños e incentivos para las víctimas. • Cuando se invoca el nombre de Dios para legitimar las guerras con la pretensión de ter- minar con la guerra o para actuar como terro- ristas con el fin de acabar con el terrorismo. • Cuando se utiliza el sentido religioso del ser humano para amenazar, cargar la concien- cia, secuestrar y manipular moralmente a las personas para beneficiarse de ellas. La violencia ocasionada por el fundamen-
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    35 Hacia un desarmecultural de la violencia talismo religioso se justifica porque, según sus perpetradores, están defendiendo la verdad absoluta de Dios. Nos hemos permitido exponer algunas de las muchas formas que existen para justificar la violencia. De ahí surge una verdadera cultura de la violencia que se va introyectando en cada uno de nosotros y que se vuelve el ambiente social, justificado incluso por planteamientos éticos, en el que se desenvuelve nuestra vida. CUATRO ELEMENTOS GENERADORES DE VIOLENCIA 1.- El colonialismo y la colonialidad. Ante todo, nos ha parecido muy pertinente y, por ello, asumimos la distinción que hacen algunos autores entre lo que es el colonialis- mo y la colonialidad. El colonialismo lo podemos describir como la conquista o la expansión u ocupación territo- rial, militar y administrativa en lo político, en lo económico, en lo cultural, etc. en base al poder de dominación que un pueblo o una nación ejerce sobre otra. Algunos modelos de colonización son preci- samente las colonias territoriales, los protec- torados, los dominios preponderantes, las con- cesiones, etc. que, como todas las violencias, tienen sus propias "justificaciones". Por ejem- plo, los europeos se escudaban en la sagrada misión de civilizar a los indígenas bárbaros y llevarlos al progreso. Las iglesias cristianas se sentían con el deber de cristianizar, incluso a la fuerza, a los indígenas paganos para salvar sus almas... Ahora bien, la colonialidad la describimos como una mentalidad, como el espíritu de dominación que persiste hasta nuestros días basado precisamente en la creencia de la su- perioridad de unos pueblos y naciones sobre otras, de tal manera que aquellas van al res- cate (con sentido mesiánico) o a la supresión (para la limpieza social y humana) de éstas. La colonialidad es un espíritu capaz de inva- dir las culturas, el conocimiento y hasta las actitudes más profundas del ser humano, lle- gando a introyectar y a justificar las acciones colonizadoras. El punto clave de la colonialidad está en la supresión del "otro", "distinto, diferente de mí y totalmente ajeno a mi manera de ser y de actuar." No acepto "la alteridad" y, por tanto, se construyen dicotomías (división en dos) prácticamente excluyentes, como lo señalan algunos autores: División entre lo masculino y lo femenino, entre el alma y el cuerpo, entre el mundo cristiano y el mundo pagano, entre la razón y la afectividad, entre la raza blanca y la raza negra, entre una cosmovisión y otra, una cultura y otra, entre la naturaleza y el pro- greso, etc. Lógicamente en estas dicotomías se privilegia a la que social e históricamente ha tenido y tiene el poder de dominación. "El poder imperial", por llamarlo de alguna ma- nera, es la matriz del colonialismo y la colonialidad. La colonialidad se da en diver- sos campos: en las culturas, en el lenguaje,... 2.- El patriarcalismo y el sistema patriarcal. Sistema Patriarcal. Sistema Patriarcal: Es un conjunto de creen- cias, "verdades rectoras" de la conducta indi- vidual y colectiva que están basadas en "la fascinación de la masculinidad", de tal mane- ra que se considera a los hombres superiores en todo con respecto a las mujeres y a todos los demás seres de la naturaleza. Es todo un imaginario social y simbólico donde prevale-
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    P R I M E R A P A R T E 36 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ ce el dominio del hombre por ser hombre (ma- cho) y la subordinación de la mujer por ser mujer (hembra). Es una contraposición entre lo que el sistema considera masculino y lo que considera propio de lo femenino. Me parece pertinente en estos momentos dis- tinguir entre lo que entendemos por "sexo" y lo que entendemos por "género". El sexo son todas aquellas características universales e inmodificables con las que nace el ser huma- no. Son diferencias biológicas que no cam- bian. Por ejemplo, sólo los hombres tienen la capacidad de producir espermatozoides. Úni- camente las mujeres tienen ovarios y matriz. Sólo ellas amamantan a los bebés, etc. En cambio, género son todas aquellas cons- trucciones socioculturales que se atribuyen exclusiva o preponderantemente al hombre o a la mujer. Son, pues, todas aquellas formas de relación entre el hombre y la mujer que pueden cambiar. Por ejemplo, antes las muje- res no usaban pantalón. Los hombres no se dedicaban a las labores domésticas conside- radas propias de la mujer, etc. El patriarcalismo o machismo. El patriarcalismo o machismo son todas aque- llas actitudes, conductas, acciones, discursos y valoraciones que tienen su sustento en el sistema patriarcal llegando a ser injustas, dis- criminatorias, prepotentes y agresivas a todo lo que se considera femenino. Desgraciada- mente el patriarcalismo o machismo no tiene fronteras y puede ser ejercido por hombres y mujeres sin importar raza o condición social. En el fondo de estas posturas está anidado el menosprecio de lo femenino que se manifies- ta en la idea de que el varón llega a concebir- se como lo más auténtico y perfectamente hu- mano. Por consiguiente lo femenino es una degradación del ser humano, es inconsistente y accidental al ser humano. Por diferentes explicaciones o deficiencias nace la mujer que no viene a ser sino un varón frustrado, un va- rón que, por diversas causas, no llega a su plenitud. Al varón se le considera como el único transmisor de la vida. La mujer es un simple receptáculo de la vida. Toda esta men- talidad es discriminadora de las mujeres y misógina. Con esta mentalidad de fondo ya nos pode- mos explicar toda la serie de comportamien- tos y actitudes que lesionan profundamente la dignidad femenina. Así, por ejemplo, la mujer es el "sexo débil", no puede asumir ta- reas de responsabilidad pública, no es apta para el estudio, tampoco es hábil para cargos directivos. Los afectos, ya sean emociones o sentimientos, son preponderantemente feme- ninos y, por tanto, son signos de debilidad. El varón debe reprimirlos ("Los hombres no llo- ran") porque su grandeza radica en su fuerza y en ser el vencedor de todas las batallas. Lo propio de la mujer, en todo caso, serán las labores domésticas. Incluso con una mentali- dad antifeminista se exalta "la hermosa, ma- ravillosa y nobilísima tarea de la maternidad" como sinónimo de reclusión en el hogar. Este solo hecho deberá quitarle "la tentación" de querer competir con el varón en áreas de la vida pública, de quitarle el "ansia" de ser como el varón debido a su "deficiente naturaleza". Entonces, ¿la mujer es un estorbo para el hom- bre? ¡Claro que no! En una actitud antife- minista se dice que la mujer enriquece y com- plementa al hombre. Es su "media naranja". Por tanto, solamente vale en referencia al va- rón, tanto cuanto le ayude en su realización y misión de dominio. De esta manera se exalta la tarea de la mujer, pero sin dejar de ser una esclava.
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    37 Hacia un desarmecultural de la violencia Descalificación de la mujer. Todavía más. La actitud misógina, de aver- sión contra la mujer, lleva a la sociedad mis- ma a descalificarla moralmente hablando como "peligrosa" por seductora, coqueta y débil por sus inclinaciones sexuales, dotada de una gran disposición para el erotismo y el placer. Se le considera "impura" por sus menstrua- ciones; sin embargo, se da una doble moral para el varón y para la mujer. Se exhibe la sexualidad y el cuerpo femenino, pero con re- ferencia al varón para que se complazca en ella, admire su belleza y la disfrute. También se da una cosificación de la mujer mediante la prostitución, consecuencia de una estruc- tura social moralizante que denigra a la mujer como "sexoservidora". A todo esto, tenemos que añadir que la exa- cerbación de la violencia contra la mujer lleva al extremo de los feminicidios, es decir, al ase- sinato de las mujeres por el sólo hecho de ser mujeres. Incluso se da el hecho de revictimizar a las mujeres asesinadas diciendo que lleva- ban una doble vida, que frecuentaban lugares peligrosos o que se vestían provocativamente. Feminización de la naturaleza. El hombre, en su afán de dominio, hasta cier- to punto ha "feminizado la naturaleza", conci- biendo a la tierra como nuestra madre, nodri- za, doncella, fecunda, etc. que necesita de la intervención y del poder del hombre para que fructifique y, lógicamente, éste puede dispo- ner de ella a su antojo. Se da, pues, una rela- ción distorsionada, injusta y depradadora de la naturaleza. Los movimientos "ecofeministas" se esfuerzan en ayudarnos a tomar concien- cia de este problema. Es indudable que la mujer actualmente ha ganado espacios muy importantes en la so- ciedad tanto en la política, en la cultura, en lo social, en el mundo del trabajo, en lo religio- so, en la investigación, etc. todo lo cual ha derribado atavismos, tabúes, discriminaciones y van despejando poco a poco el panorama para una recta comprensión del ser humano como persona con su especificidad tanto mas- culina como femenina. Creo que se está en el camino correcto para lograr la igualdad de derechos y responsabilidades, aunque debe- remos reconocer que existe un buen trecho por recorrer y el camino es escabroso. Es im- portante reconocer que una auténtica libera- ción del ser humano, hombre y mujer, deberá pasar por la liberación femenina. 3.- El economicismo y la economía neoliberal. La economía neoliberal. Por economía neoliberal se entiende el mode- lo económico que considera el libre mercado como el mejor instrumento para potenciar eficientemente los recursos de la sociedad, dejando el Estado la rectoría de la economía
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    P R I M E R A P A R T E 38 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ para fungir más bien como un vigilante de la misma y con una cierta intervención como benefactor de la sociedad. Al poner en práctica este modelo económico, hay una fuerte tendencia privatizadora de las empresas públicas y paraestatales, se busca una disminución significativa de impuestos a mercancías y capitales extranjeros, una flexi- bilización laboral (desaparición de sindicatos, menos compromisos en prestaciones, pagos por hora-trabajo), recortes al gasto público en bienestar social (eliminación de subsidios), apertura comercial, libre tránsito de produc- tos, atención a la macroeconomía más que a la micro, etc. Economicismo. Este modelo económico absolutiza la relación mercantilista con una visión exclusivamente economicista que se basa en la competencia despiadada sin atender al bienestar social, privilegia al capital sin tomar en cuenta los derechos humanos (capitalismo salvaje), su afán es el acaparamiento de bienes sin im- portar el impacto ambiental, concentra la ri- queza en grandes emporios de producción y de consumo que obliga a la migración de gran- des masas de mano de obra. A todo este fe- nómeno le llamamos "economicismo". El Papa Juan Pablo II se expresaba así de este fenó- meno: "Cada vez más, en muchos países ame- ricanos impera un sistema conocido como neoliberalismo; sistema que haciendo referen- cia a una concepción economicista del hom- bre, considera las ganancias y las leyes del mercado como parámetros absolutos en de- trimento de la dignidad del respeto de las per- sonas y los pueblos. Dicho sistema se ha con- vertido, a veces, en una justificación ideológi- ca de algunas actitudes y modos de obrar en el campo social y político que causan la marginación de los más débiles". (EA 56). Economía narcotizada. Si bien es cierto que los capitales no tienen patria, este modelo propició los llamados "ca- pitales peregrinos" que de la noche a la ma- ñana pueden estar en una nación o en otra causando perjuicios económicos en su movi- lidad. También ha propiciado la especulación en la bolsa de valores (ganancias de capitales improductivos), así como el "monetarismo" (dolarismo) sustentado no en la producción de bienes y servicios, sino en el poder político y militar. Hay que recordar que desde 1972 el dólar no se sustenta en las reservas de oro que se tengan. Por otro lado, aunque la intención del modelo neoliberal no haya sido la de propiciar el lava- do de dinero por parte de la delincuencia or- ganizada, sí ha facilitado dicha operación. De acuerdo con un informe de la oficina de las Naciones Unidas contra el narcotráfico y la delincuencia (UNOCD) la criminalidad organi- zada mueve de 800 a 900 mil millones de dólares al año en el mundo. Esto es indicativo del poderío que han alcanzado los grupos cri- minales en el mundo regido por el neolibe- ralismo y sus imperativos como lo es la des- regulación generalizada y la apertura comer- cial. De ahí que podemos afirmar que las estrategias oficiales contra el trasiego de dro- gas son actos de simulación, pues seguramen- te en lo económico habría un enorme desajuste financiero global si dejara de circular el dine- ro ilícito y manchado de sangre. Hay economistas que afirman que con un cre- cimiento económico prolongado se consegui- ría reducir la pobreza y la desigualdad con el fenómeno del "derrame" (trickle down) a ca- pas sociales bajas. Esto se da en la naturale- za automáticamente por la ley de la grave- dad, pero socialmente hablando nunca se ha dado. Por ello es falso afirmar que "la abun-
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    39 Hacia un desarmecultural de la violencia dancia de los ricos es el salario de los po- bres". Además, en esta economía de mercado en la que se privilegia el capital, la "abundan- cia" se consigue en base de la precariedad y hambre de los trabajadores. De ahí que los mismos creadores del modelo neoliberal ins- pirado en lo que se ha llamado "el consenso de Washington" han buscado maneras de co- rregirlo, pues la realidad ha traído persisten- temente altas tasas de desempleo, estanca- miento de ingresos, aumento de pobreza, cre- ciente desigualdad y la violencia del crimen organizado. El Papa Francisco ha escrito lo siguiente refi- riéndose a este modelo económico: "Algunos todavía defienden las teorías del derrame... Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sa- cralizados del sistema económico imperante" (EG 54). "Ya no podemos confiar en las fuer- zas ciegas y en la mano invisible del merca- do" (EG 204). 4.- El mito de la violencia redentora y del "chivo expiatorio". (Walter Wink). El mito de la violencia redentora. En este apartado, asumo el interesante plan- teamiento que hace en su libro Walter Wink, "Paz, Teología para un nuevo milenio" (Edito- rial Lumen, Buenos Aires-México, 2005). El autor se expresa así del mito de la violencia redentora: "Este mito ensalza la creencia de que la violencia salva, que la guerra trae la paz, que la fuerza hace al derecho. Es una de las historias más viejas y repetidas del mundo." "Este mito de la violencia redentora –señala el autor– es un mito real del mundo moderno. Es él y no el judaísmo o el cristianismo o el islamismo, la religión dominante en nuestra sociedad actual." Luego el autor hace referencia a los progra- mas televisivos y de salas de cine (los cuales replican mitos ancestrales de dioses en dis- puta) en los que "los malos", "los villanos" de la película, violentos y artífices del mal, son vencidos por héroes igualmente violentos que, además, actúan al margen de la ley con la misma saña y crueldad de los villanos. Algu- nos incluso haciendo justicia por su propia mano. Recordemos películas como las de Rambo, X-Men, Harry el sucio, James Bond, Spiderman, Superman, Batman, etc. incluyen- do los dibujos animados y las viejas películas del Oeste (Western) en las que todo se arre- glaba a tiros. Los videojuegos mismos tienen una gran carga de violencia: El niño compite logrando vencer y suprimir al mayor número de sus adversarios antes de caer vencido por una bomba o por ráfagas de metralleta. El mito de la violencia redentora y del estado de seguridad nacional. El autor, además, denuncia que el mito de la violencia redentora llega a ser la espirituali- dad que sustenta al sistema de seguridad na- cional: "El mito de la violencia redentora sirve como la espiritualidad interna del Estado na- cional de seguridad". Se establece "una reli- gión patriótica en el corazón del Estado" y el mito mismo "sirve a la espiritualidad del mili- tarismo". "La ideología de la seguridad nacio- nal convierte al nacionalismo en algo supre- mo. La gente es prescindible. El Estado no". En mi opinión esta mentalidad de la seguri- dad nacional permea, de alguna manera, la lucha contra el crimen organizado en nuestro País. El combate al crimen organizado por parte de las fuerzas de seguridad (policías y ejército) tiene como objetivo principal la se-
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    P R I M E R A P A R T E 40 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ guridad del Estado más que la seguridad ciu- dadana y, en general, la seguridad humana. Por lo mismo, escuchamos con frecuencia declaraciones en las que se habla de "daños colaterales" para referirse a ciudadanos ino- centes que cayeron en el fuego cruzado, como también en el argot periodístico la muy soco- rrida y mal usada frase de que "se encontra- ban en el lugar equivocado", siendo que quie- nes están en el lugar equivocado son quienes han traído la guerra a nuestras calles que nos pertenecen como ciudadanos. Otro aspecto que me parece importante seña- lar es que los niños y jóvenes no sólo llegan a identificarse con el "héroe" que "redime vio- lentamente", sino con los mismos "villanos" dando rienda suelta a la imaginación para mi- metizarlos. Muchos de nuestros niños y jóve- nes anhelan ser sicarios ante la exaltación de la violencia y de las armas que, en esta socie- dad violenta, les da un status de poder. Para ellos los narcos son sus "villanos favoritos". Sólo como un ejemplo de dicho mimetismo llevado hasta el extremo, reproducimos una nota periodística del 17 de mayo del 2015, del "Informador": "La fiscalía de Chihuahua informó este fin de semana que un grupo de niños (dos niñas de 13 años, un niño de 11 y dos adolescentes de 15) secuestraron, tortu- raron, asesinaron y sepultaron a otro menor, éste de seis años, cuando estaban "jugando". Éste suceso evidencia que hay "una reproduc- ción cultural de la violencia... Se ha normali- zado la violencia, incorporándola a los juegos infantiles y esto no es nuevo, ha habido mu- chos señalamientos de niños que juegan a ser narcos, a los secuestros" (Declaraciones de Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Dere- chos de la Infancia). "Los cinco niños y niñas que asesinaron a Christopher Márquez Mora fueron asesinados primero... un homicidio espiritual que fue ma- tando la humanidad de sus victimarios-vícti- mas... Porque en la colonia donde viven... es de los espacios donde claro se ve la produc- ción y reproducción ampliada de la violencia que padecemos... Los autores intelectuales del infanticidio son quienes llenan la televisión y el cine de contenidos violentos, quienes fabri- can videojuegos donde la meta es matar." (Dr. Víctor Quintana Silveyra) El mito del "chivo expiatorio". También Walter Wink nos advierte en su libro sobre el mito del "chivo expiatorio". Nos dice lo siguiente: "Una vez que los niños han sido adoctrinados dentro de las expectativas de una sociedad dominante, nunca dejarán de tener la necesidad de ubicar el mal fuera de ellos mismos. Aun siendo adultos, tenderán a bus- car chivos expiatorios". "Chivo expiatorio" es la denominación que se
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    41 Hacia un desarmecultural de la violencia le da a una persona o grupo de ellas a quie- nes se quiere hacer culpables de algo de lo que no son, sirviendo así de excusa a los fines del inculpado. Con esta descripción queda claro que el siste- ma injusto, violento y de dominación, cual- quiera que éste sea, queda intocable, pues toda la culpa recae en el o los chivos expia- torios. Precisamente Caifás tenía la pretensión de que Jesucristo fuera un "chivo expiatorio" cuando declara: "Es preferible que muera un solo hombre por el pueblo, a que toda la na- ción sea destruida" (Cfr. Jn. 11, 50). Si Jesucris- to hubiera tomado el papel de un simple "chi- vo expiatorio", quedaría justificado el sistema de dominación y de injusticia al que Caifás pertenecía; Pero Jesús resucitado y vencedor, da un mentís al sistema de dominación que lo llevó a la cruz poniéndolo en evidencia, pues "cada latigazo contra Jesús revelaba su pro- pia ilegitimidad". Recordemos, dice Wink, que "lo que mató a Jesús no fue la irreligión sino la religión misma, no fue la falta de ley, sino precisamente la ley; no fue la anarquía, sino quienes tenían el orden en sus manos. No fue- ron las bestias, sino quienes se consideraban los mejores". ¿QUÉ HACER PARA EL DESARME CULTURAL DE LA VIOLENCIA? 1.- Desaprender "aprehendiendo" Damos como un hecho fácilmente constatable que vivimos inmersos en una cultura de vio- lencia que se nos ha transmitido desde pe- queños hasta "por ósmosis". Nuestro lengua- je, nuestra visión del mundo, nuestras actitu- des y acciones llevan consigo –las más de las veces inconscientemente– una carga de vio- lencia. De ahí que lo aprendido como infor- mación y como conductas incontrovertibles "porque así tiene que ser", ahora las debere- mos revisar de una manera crítica y vivencial con la finalidad de adquirir una toma de con- ciencia que sea resignificadora desde la pers- pectiva de una cultura de paz, no-violenta. Tenemos que pasar de una cultura mimética, "bancaria" solamente aprendida a un "aprehen- dizaje", es decir, a una internalización genera- dora de conceptos de paz y transformadora de una sociedad violenta. Necesitamos pasar de un aprendizaje "domesticador" a un "apre- hendizaje" crítico, liberador, creador, afectivo y promotor de nuevas actitudes ante la vida, ante la realidad y ante nosotros mismos. Esta tarea de desaprender "aprehendiendo" llega a tener tintes proféticos cuando se tra- ta de desenmascarar la mentira camuflada ésta de verdad. Como decía Mons. Casaldá- liga, si un opresor dice Dios, yo le digo jus- ticia, paz y amor, pues éstos son los verda- deros nombres del Dios que niega. Si el opre- sor dice justicia, paz y amor, yo le digo Dios, pues su justicia, su paz y amor son falsos. Éste es un enorme reto que actualmente se tiene en el mundo de hoy tan plagado de falacias y de lobos rapaces disfrazados de piel de oveja. Hacia la aceptación del otro como "alteridad". Anteriormente hemos señalado que uno de los elementos generadores de violencia es el co- lonialismo y la mentalidad colonial (colonia- lidad) que consiste básicamente en la nega- ción/dominación del "otro", del "diferente". Uno de los grandes retos es la tarea histórica y cotidiana de la aceptación del otro como alteridad, es decir, de alguien con el cual no solamente coexisto sino me relaciono y, junto con él, me construyo y nos construimos como
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    P R I M E R A P A R T E 42 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ seres humanos. El centro de todo mi queha- cer no eres "tú" ni soy "yo", sino que somos "nosotros". Es más, "yo" no seré plenamente "yo" sin ti, ni "tú" sin mí. En otras palabras la plenitud del ser humano es esencialmente relacional. Esto que parece un juego de palabras y un asunto de sicología, tiene una repercusión so- cial muy fuerte, pues exige el rompimiento de estructuras excluyentes e incluyentes para abrirse al pluralismo y a la diversidad. El ex- clusivismo se da cuando una cultura, una re- ligión, una raza, una nación, un grupo social... se erigen como valores absolutos, auténticos y verdaderos de tal manera que anulan y lle- gan a tener como falso todo lo diferente a ellos (Por ejemplo, la cultura indígena se toma como un simple folklore). El inclusivismo se da cuan- do se acepta que en los diferentes hay ele- mentos legítimos y verdaderos dignos de to- marse en cuenta pero el parámetro (el mode- lo) viene siendo lo propio. Esto es dominar con mano suave. Es un criptocolonialismo, un colonialismo a escondidas. (Por ejemplo, considerar a Mahatma Ghandi como un "cris- tiano anónimo"). El pluralismo se da cuan- do se acepta que los diferentes gozan de su propia verdad y son consistentes por sí mis- mos. El centro no es lo propio sino la realiza- ción plenamente humana y la búsqueda de la armonía que hace posible la paz. Se re- conoce que las culturas, religiones, razas, naciones, grupos sociales son iguales en sus derechos. La diversidad se vuelve profun- damente enriquecedora. Del "razonar" al "corazonar" Ya hemos expuesto algunas ideas sobre lo que el Papa Francisco atinadamente ha llamado "la revolución de la ternura" en el capítulo so- bre la espiritualidad de la paz. El título a este apartado lo tomo de la asociación civil "Cora- zonar, abriendo senderos hacia la reconcilia- ción" que realiza una importante labor sin fi- nes lucrativos en la promoción de la Equidad de Género, los Derechos Humanos y la Trans- formación No violenta de Conflictos. Su mi- sión es "abrir senderos hacia la reconciliación y el buentrato". (www.corazonar.org) De acuerdo a nuestro tema del desarme cul- tural de la violencia me parece que es impor- tante desaprender el simple hecho del "razo- nar" para aprehender a "corazonar", es decir, a tomar conciencia de que el ser humano no es únicamente racional, sino que lleva consigo toda una carga de afectos (emociones y senti- mientos) que van ligados al corazón (al amor). En buena parte se ha privilegiado la razón, es decir, el pensamiento por la idea errónea que las emociones y sentimientos son muestras de debilidad y, en un sistema patriarcal como lo hemos descrito, se pierde masculinidad. Es de suma importancia tomar conciencia de que las emociones y sentimientos son los que ha- cen posible el diálogo y la comunicación. A través de ellos (miedo, tristeza, alegría, cora- je, desaliento, etc.) se da a conocer la perso- na en lo que piensa y en lo que ama. "Los sentimientos son como mis huellas digitales: únicas e irrepetibles en los demás". Podría- mos decir que el ser humano es un animal racional (piensa), volitivo (elige) y afectivo (sentimental y emotivo). Esto nos lleva inclu- so a pensar que deberíamos pasar del con- cepto de uni-versidad (donde se estudia y ge- nera pensamiento) al concepto de di-versidad (donde se estudia y genera humanidad), paso indispensable para la paz. Por una economía de la gratuidad. En la dinámica de "desaprender aprehendien- do" necesitamos trastocar de contenido algu- nos conceptos de la economía neoliberal. A ella le interesa, por ejemplo, la productivi-
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    43 Hacia un desarmecultural de la violencia dad como acumulación de capital, el con- sumo como adicción (consumismo), la com- petencia como el descarte de los menos idó- neos, las personas por su capacidad de pro- ducción y/o de consumo. Todos los bienes y servicios son mercancías, pues todo se vende y todo se compra en esta concepción mer- cantilista de la economía. Comenzaremos desnudando a este modelo económico en la falsedad de su principio de que todo se compra y todo se vende. Hay va- lores que no se venden ni se compran: el amor, la amistad, la solidaridad, la verdad, la ho- nestidad... Precisamente estos valores son los que construyen al ser humano y a la comuni- dad. Todos ellos hacen ver que la economía neoliberal está fincada en pies de barro, pues existe otra economía, la economía de lo gra- tuito (La economía de la gracia en términos cristianos). Esta economía la viven especial- mente las comunidades indígenas. No hay competencia sino compartir. Hay una gran pro- ductividad social no de acumulación sino de apoyos mutuos, de arraigo a la tierra y de un profundo sentido comunitario. Las personas valen por sí solas y por formar parte de la co- munidad. Ninguna de ellas sobra y se procura que nadie pase necesidad. Se valora el traba- jo artesanal y se respeta la naturaleza. El Papa Benedicto XVI en su Encíclica Caritas in Veritate (La caridad en la verdad) resalta de muchas maneras lo anteriormente expresado: "La ciudad del hombre no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes sino, antes y más aún, con relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión" (No. 6). "No basta progresar sólo desde el punto de vista económico y tecnológico" (No. 23). "La doctri- na social de la Iglesia sostiene que se pueden vivir relaciones auténticamente humanas, de amistad y de sociabilidad, de solidaridad y de reciprocidad, también dentro de la actividad económica y no solamente fuera o después de ella" (No. 36). Para concluir este apartado deberemos men- cionar que hay esfuerzos muy interesantes que se están llevando a cabo desde hace algunas décadas por diversas entidades de la socie- dad civil a favor de una economía social, soli- daria, humana y por un comercio justo. Existe una diversidad de cooperativas de consumo, de producción y de financia- miento que ordinariamente son la econo- mía de las familias pobres. Muchas de es- tas economías se mueven al estilo de la economía familiar: "Se distribuye de acuer- do a las necesidades de cada uno... Se recorta el presupuesto cuando alguien está pasando por una urgencia... Todos traba- jan, todos aportan, de acuerdo a sus ca- pacidades... Aquí no hay improductivos..." ¿Qué hacer ante el mito de la violencia redentora? Ciertamente las más de las veces se tiene que navegar contra corriente; sin embar-
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    P R I M E R A P A R T E 44 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ go, tomando conciencia de la difusión tan fuer- te que tiene el mito de la violencia redentora (al parecer es lo que comercial y financie- ramente mejor reditúa en los diversos medios de comunicación), lo primero será una tarea de concientización en la familia, en la escue- la, en el trabajo y en otros ambientes posibles para que los niños y jóvenes, teniendo un sen- tido crítico de la realidad, estén menos vulne- rables a la influencia perniciosa de la exalta- ción de la violencia. Ayudará mucho un diálo- go y discusión sobre determinados programas televisivos o videos de redes sociales. Otro aspecto importante es la exigencia que, como ciudadanos y padres de familia, se de- berá plantear ante las autoridades para mejo- rar la programación de los medios de comuni- cación, especialmente en la televisión y la ra- dio con el criterio de que sean realmente constructivos de la persona y de la comunidad. Finalmente, sólo quiero mencionar la necesi- dad de tener expertos en la resolución pacífi- ca de los conflictos de toda índole (personal, social, comunitaria, entre pueblos y naciones, etc.) como una alternativa viable, no-violenta y, además, con la garantía de que en una so- lución pacífica no hay perdedores, pues se tra- ta de ganar-ganar. ¿Qué hacer ante el mito del "chivo expiatorio? Cualquier sistema de dominación de muchas maneras busca perpetuarse en el poder y una de ellas, tal vez la más socorrida, sea la del chivo expiatorio. Podemos hablar desde el esposo alcohólico o golpeador que le echa la culpa a su mujer de su vicio o enojo porque no es bien atendido en su hogar hasta la ex- culpación de las violaciones y feminicidios por vestirse las mujeres tan provocativas o andar en lugares peligrosos. El sistema de domina- ción se justifica también cuando revictimiza a las víctimas, o bien, cuando hace recaer la culpa de la delincuencia en las madres de los delincuentes por no haberlos educado "como Dios manda" o también cuando trata como delincuentes a los opositores al siste- ma o criminaliza las legítimas protestas de la ciudadanía... Hemos vivido el caso del chivo expiatorio con el asesinato del niño Christopher, anteriormen- te mencionado, al manifestarse parientes y amigos de la familia del niño asesinado pi- diendo duro castigo contra ellos e incluso pi- diendo el linchamiento de los padres de los cinco niños asesinos. El solo hecho de aclarar privada y pública- mente de dónde proviene realmente la violen- cia y el sufrimiento en la vida de las personas y comunidades, es el logro más importante en contra del mito del chivo expiatorio. De esta manera se pone en evidencia el sistema de dominación logrando, de alguna manera, que no siga perpetrando la violencia con la que se sostiene el sistema mismo. 2.- La vacuna de "la No-violencia activa" contra el virus de la violencia. Una descripción de la "No-violencia activa" La expresión "No-violencia activa" es un tér- mino consagrado para señalar, ante todo, la oposición a todo acto de violencia con accio- nes no-violentas de tal manera que no se tra- ta de una mera actitud de no-intervención o de un pacifismo pasivo. Por lo mismo, aclara- mos que aunque la expresión parece negativa (no-violencia) se trata de una postura, de una filosofía, de una acción altamente positiva. Podríamos decir que la "No-violencia activa" es, en primer lugar, un estilo de vida, una
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    45 Hacia un desarmecultural de la violencia manera de ser y de vivir que, ante todo, brota del respeto a todo ser viviente de tal manera que busca no dañar a nadie, tiene conciencia de la dignidad de la persona humana y cree en la fuerza del amor para convivir en paz. Por otra parte, la "No-violencia activa es tam- bién un recurso moral que se utiliza en el cam- po social y político, basado en la superioridad de la fuerza de la verdad y del amor para salir en la defensa de la justicia y de la paz, bus- cando que "el adversario" (a quien se le reco- noce su dignidad y no se le considera enemi- go) se convierta del error o, por lo menos, deje de ejercer la violencia. Es una opción alterna- tiva a la violencia que pretende "humanizar" a la humanidad. La gran vacuna contra la violencia: La "No-violencia activa". La cultura de violencia la podemos considerar como una verdadera epidemia o pandemia que ha invadido todos los ambientes de nuestra sociedad. En medicina cuando hay epidemia la vacunas ya no surten efecto. En un am- biente y en una dinámica de violencia difícil- mente la "No-violencia", que es nadar contra corriente, hubiera, por ejemplo, logrado dete- ner las dos guerras mundiales, la sangrienta revolución mexicana, las guerras contra Irak o Afganistán, etc. Sin embargo, la "No-violencia activa" ha de- mostrado su eficacia cuando es aplicada a fon- do y en algunas circunstancias favorables. Ha evitado guerras y revoluciones sangrientas. Ejemplo de ello tenemos en Gandhi quien lo- gró con este método la independencia de la India. Martín Luther King quien logró detener en buena parte la discriminación. Gorbachov logró el fin de la guerra fría. Mandela alcanzó el fin del apartheid en Sudáfrica y unificó al país evitando una guerra civil... Con esto, lo que quiero señalar es que no de- bemos preguntarnos si la "No-violencia acti- va" puede detener otra guerra mundial o si puede detener, por ejemplo, la guerra de Siria. Creo que las preguntas más importantes y que valen la pena hacernos es cómo hacer posible que una guerra mundial o cualquiera otra no vuelvan a ser posibles y ni siquiera vuelvan a ser pensadas como una solución a los conflic- tos. Cómo hacer para que no vuelva a ser po- sible que la delincuencia organizada se pose- sione social y políticamente. Cómo hacer po- sible que un Chapo Guzmán, un Caro Quintero, un Zeta40 no vuelvan a ser posibles. Cómo hacer posible que ya no haya más casos como el de Tlatlaya o el de Ayotzinapa (De ellos hablaremos más adelante). En otras palabras el virus de la violencia (la cultura de la violencia) ha sido caldo de culti- vo para las guerras, para la delincuencia y muchas otras violencias. El antídoto es la "No- violencia activa", la siembra de una cultura no violenta, de una cultura de paz. ¿Será po- sible? ¡Claro que sí! Porque la tarea y el gran reto de fondo no es sino "humanizar" a la hu- manidad, "humanizar" lo que la violencia sim- plemente ha "deshumanizado". Romper "la espiral de violencia". Toda acción violenta espera por inercia una respuesta violenta, la cual, a su vez, suscita una nueva violencia. Esta dinámica da como resultado, a fin de cuentas, una interminable espiral de violencia, como la llamaba el gran Arzobispo brasileño Dom. Helder Cámara de feliz memoria. En un esfuerzo por romper esta espiral de vio- lencia y hacer prevalecer una resolución pací- fica de los conflictos, hay que pugnar por una toma de conciencia de que no sólo existe la relación de víctima y victimario, de agresor y
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    P R I M E R A P A R T E 46 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ agredido, de opresor y oprimido, de domina- dor y dominado, vencedor y vencido... sino que es posible una tercera relación (addo tertium): la relación de hermanos, de coope- radores, de conciudadanos, de amigos... Je- sucristo invita a romper esa relación de vio- lencia cuando dice: "A quien te abofetea en la mejilla derecha, preséntale también la otra... Incluso invita a amar al enemigo (Cfr. Mt. 5,38-48). La "No-violencia activa" asume también como estrategia para romper la espiral de violencia el poner en ridículo la violencia misma, ha- ciéndola caer en contradicción. Por ejemplo, cuando se recibe con flores a la policía arma- da hasta los dientes o cuando se pretende hacer un desalojo de un lugar público y la manifestación se transforma en una verbena popular. Jesús mismos invita a ridiculizar la violencia cuando dice: "(Al soldado romano) que te pida que lo acompañes mil pasos, ve con él dos mil" (Mt. 5, 41) 3.- Empoderamiento de la "reserva moral" del pueblo. ¿Qué es "la reserva moral"? Para decirlo de una manera muy sencilla "La reserva moral" de un pueblo la conforman sus usos y costumbres, sus leyes, sus fiestas, sus tradiciones, su música, sus obras de arte, sus comidas, sus creencias, su estilo de vida, sus "sobreentendidos" en su convivencia, etc. Así, por ejemplo, forman parte de la "re- serva moral" la solidaridad ante una des- gracia, el acompañamiento en el funeral, el arraigo a la tierra, la religiosidad popular, el amor y aprecio a la familia. el respeto a los mayores, etc.
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    47 Hacia un desarmecultural de la violencia Promoción de "la reserva moral" en situaciones de violencia. Partimos del hecho que actualmente hay un gran deterioro o rompimiento del tejido social por diversas causas: La violencia en las ca- lles, la inseguridad, la desconfianza, los to- ques de queda, la corrupción, la impotencia... De ahí que para cultivar la flor de la paz se necesita potenciar en el ámbito público esa gran fuerza social a la que le hemos llamado "reserva moral". Las calles, las plazas públi- cas, los templos, los lugares de diversión y deporte son y le pertenecen al pueblo. Impor- tante será la multiplicación de eventos socia- les y familiares a favor de las comunidades para la recuperación de sus propios espacios. Hay que potenciar también la confianza entre los vecinos del barrio o de la colonia para ayu- darse y protegerse unos a otros, de tal mane- ra que las jovencitas, los niños puedan salir de sus casas sin temor a ser agredidos, sa- biendo de antemano que serán cuidados por la comunidad. Otro aspecto importante de la "reserva moral" del pueblo es la protesta ante las diversas vio- lencias que actualmente se viven. Las mar- chas, los plantones, las procesiones, peregri- naciones, oraciones públicas, declaraciones de personajes importantes (el obispo, sacerdo- tes, artistas, intelectuales, profesionistas, etc.) todo ello puesto en actividad es de suma im- portancia para contener e inhibir la violencia que padecemos. Tiene mayor relevancia e impacto social un acto de culto y de oración hecho en el lugar donde se dio la violencia que en el templo mismo. Todo esto más la creatividad en acciones que plantee la comu- nidad es poner en juego la "reserva moral". 4.- Participación ciudadana e incidencia en políticas públicas. Actualmente se puede decir que por parte del sistema de partidos y por parte del aparato del Estado se da una real expropiación a los ciudadanos de hacer política. Simplemente no hay posibilidades, pues las puertas es- tán cerradas para la ciudadanía. Para decir- lo de otra manera: La política y el mismo sis- tema político mexicano están secuestrados por una partidocracia y ésta, a su vez, por una serie de "poderes fácticos" (los grandes em- porios económicos y comerciales, los me- dios de comunicación, la Banca, los sindi- catos, los caciques, las iglesias, las mafias, el Fondo Monetario Internacional, etc.). A esto le añadimos una ancestral y galopante co- rrupción en la clase política y una escanda- losa impunidad de la que goza la delincuen- cia. Por todo ello, es muy poco lo que pue- den influir los grupos de ciudadanos en las políticas públicas, en las decisiones que toma el Gobierno. ¿Qué hacer ante todo esto? Es indudable que lo anteriormente expuesto es una manifesta- ción clara de la muy poca e irrelevante parti- cipación ciudadana, debido a muy diversos factores que no es el momento de analizar. Lo único que podemos sugerir como tarea es la de formar y capacitar a grupos de ciudadanos en lo social y político para que incidan en aque- llos aspectos de su interés en la propia locali- dad y de acuerdo a su propia creatividad. Una especie de junta de ciudadanos. De ahí surgi- rá la posibilidad de unirse a otros grupos con afinidad de pensamiento y de actividades. La paz solamente será posible en la búsqueda y construcción del bien común. Ésta es la fina- lidad y no otra de hacer política. Dice el Do- cumento de Aparecida de los Obispos Latinamericanos: "La construcción de ciuda- danía, en el sentido más amplio, y la cons- trucción de eclesialidad en los laicos, es uno solo y único movimiento" (No. 215).
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    P R I M E R A P A R T E 48 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ 5.- Atención a víctimas de la violencia. Sólo enunciamos esta importante tarea, pues hay todo un apartado en este libro dedicado a tratar el tema de las víctimas de la violencia. Solamente señalaremos que el reto más im- portante en la atención a víctimas es lograr que pasen de su status de víctimas a ser suje- tos de su propio destino y a empoderarse como ciudadanos con la finalidad de exigir justicia y ayudar a otras víctimas a realizar el mismo proceso que ellas han vivido.
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    49 DEL JUBILEO ALA RESTAURACIÓN. 1.- Del Año Sabático al Jubileo bíblico. Cada siete años se proclamaba el Año Sabático que consis- tía, en un primer momento, en dejar descansar la tierra para permitirle que se recupere para una buena cosecha. Poco a poco este descanso sabático viene a tener también una con- notación social: No recoger los frutos que puedan darse para que los indigentes y necesitados puedan alimentarse, así como las bestias del campo. En este sentido podemos leer: Ex. 23, 10-12. Pero todavía más: En el Año Sabático también debe- rán liberarse los esclavos hebreos: "Si compras un esclavo hebreo, su servicio durará seis años. Al séptimo, podrá mar- charse. Quedará libre, sin pagar nada". (Ex. 21, 2ss). Pero no siempre las cosas eran tan sencillas. A medida que la sociedad judía se hacía más compleja y había ricos que podían acaparar más y más tierras, denunciados por los pro- fetas como codiciosos, fue necesario pedirles que en el Año Sabático restituyeran a los campesinos sus tierras que hu- bieran tomado como pago de deudas: "Cada siete años harás la remisión. He aquí en qué consiste la remisión. Todo presta- Pbro. Camilo Daniel Pérez IV. JUSTICIA RESTAURADORA Y JUSTICIA TRANSFORMADORA, CONSTRUCTORAS DE LA PAZ
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    P R I M E R A P A R T E 50 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ mista detentador de prenda personal obtenida de su prójimo, se la condonará; no explotará a su prójimo ni a su hermano cuando éste haya apelado a Yhavéh para remisión" (Dt. 15, 1ss). Estas prescripciones tenían naturalmente su sustento religioso: El único dueño de la tierra es el Señor Yhavéh. Hay que confiar plena- mente en la providencia de Dios. No se puede mantener en la esclavitud a nadie recordando que en antaño el pueblo fue esclavo en Egipto y liberado portentosamente por Yhavéh. Sin embargo, estas prescripciones no siem- pre fueron observadas al pie de la letra. Hubo muchos abusos denunciados por los profetas. Tanto por esta injusta situación como también por el mismo espíritu del Año Sabático se pro- clama el Año Jubilar que se celebrará cada cincuenta años: "Contarás siete semanas de años, siete veces siete años, es decir, el tiem- po de siete semanas de años, cuarenta y nue- ve años. El séptimo mes, el décimo día del mes, haréis resonar la trompeta; el día de las Expiaciones tocaréis la trompeta en todo el país. Declararéis santo este quincuagésimo año y pre- gonaréis el rescate de todos los habitantes del país. Será para vosotros jubileo (Lev. 25, 8ss). 2.- Del Año Jubilar bíblico al Mesías Jubilar. El Año Jubilar, llamado así por la palabra he- brea "Yobel" que significa el cuerno del carne- ro que se utilizaba como trompeta para seña- lar el comienzo del Año Jubilar, consistía en restituir todas las tierras que se hubieran com- prado durante los cuarenta y nueve años pre- cedentes. Por tanto las tierras más bien se arrendaban, ya que el único propietario de las tierras era Yhavéh. De esta manera nadie per- día su patrimonio familiar. Ahora bien, ya que el Jubileo tenía la idea de rescatar el patrimonio, esto se hacía por me- dio de un pariente de la familia y como tenía el sentido de remisión, de perdón de deudas, estos conceptos se fueron tomando también en sentido espiritual: Perdón de pecados por medio de un Mesías. Este aspecto espiritual lo describe así el Profeta Isaías: "El Espíritu del Señor está sobre mí porque Yhavéh me ha ungido. Me ha enviado a llevar la buena nue- va a los pobres, a sanar los corazones que- brantados; a proclamar la libertad a los pri- sioneros; a proclamar una año de gracia (de perdón) de parte de Yhavéh" (Is. 61, 1-3). Precisamente Jesucristo describe su misión con estas mismas palabras del Profeta Isaías proclamándose, con ello, como el Mesías Jubi- lar (Lc. 4, 16-19) afirmando que en él se cumple hoy "esta Escritura que acaban de oír" (Lc. 4, 21). 3.- Del Mesías Jubilar a la Justicia Restauradora. Jesús está plenamente consciente de que él es el Mesías Jubilar anunciado por los profe- tas. Él ha venido a hacer presente la era de gracia, de la misericordia de Dios haciendo efectivo el perdón de los pecados ("Para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tie-
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    51 Justicia restauradora yjusticia transformadora, constructoras de la paz rra poder de perdonar los pecados –dice al paralítico– A ti te digo, levántate, toma tu ca- milla y vete a tu casa": Mc. 2, 10-11). Así des- cribe su misión a los discípulos de Juan el Bautista: "Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven: Los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los po- bres la Buena Nueva" (Mt. 11, 4-5). Por ser un Mesias Jubilar anuncia que la hora de los po- bres ha llegado porque de ellos es el Reino de los cielos. Así lo afirma al proclamar: "Bien- aventurados los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tie- nen hambre ahora, porque serán saciados" (Lc. 6, 20ss). Luego categóricamente dice lo con- trario sobre los ricos que no quieren participar en el Gran Jubileo viendo por los pobres y regresándoles lo que es suyo: "¡Ay de ustedes los ricos, porque han recibido su consuelo! ¡Ay de ustedes los que ahora están hartos, porque tendrán hambre! (Lc. 6, 21ss). Para decirlo más llanamente: Jesús como Mesías Jubilar viene a restaurar el orden per- dido, la fraternidad quebrantada... viene a traer la reconciliación y la paz... viene a salvar lo que estaba perdido, la oveja descarriada, el hijo pródigo... no ha venido para los justos, sino para los pecadores... no para los que es- tán sanos, sino para los enfermos... él mismo paga el "rescate" por todos con su sangre: "En él tenemos por medio de su sangre, la reden- ción, el perdón de los delitos" (Ef. 1, 7). No viene a condenar al mundo (justicia puniti- va), sino para que el mundo se salve por él (justicia restauradora). ¿Qué es la justicia restauradora? La justicia restauradora busca reparar el daño ocasionado por el delito cometido, cualquiera que éste sea, restituyendo la dignidad y los derechos de la víctima y rescatando, al mis- mo tiempo, al victimario de su condición de delincuente. Por tanto, a la justicia restauradora no le inte- resa castigar al victimario (justicia punitiva), sino que deje de serlo para bien de la socie- dad. Tampoco le interesa dar satisfacción a la víctima castigando al culpable de su daño, sino ayudarle a que pase de ser víctima a ser un sujeto de su propio destino (empoderamiento). He aquí algunas reflexiones y/o consecuen- cias de la aplicación de la justicia restauradora: 1ª.- La justicia restauradora no se pregunta qué castigo hay que ponerle al delincuente, sino cómo podemos restaurar el daño hecho, cómo podemos arreglar las cosas. Podemos llenar las cárceles de delincuentes (sistema costosísimo) que sólo sirven para contener la delincuencia pero no para eliminarla. Es más, los Obispos Mexicanos afirman que desde las mismas cárceles se planean y dirigen accio- nes delictivas. En lugar de servir a la readap- tación social se convierten en verdaderas uni- versidades del crimen" (No. 53 "Que en Cristo nuestra Paz México tenga Vida Digna) 2ª.- La justicia restauradora se fundamenta y pone en juego los siguientes principios: • La dignidad de la persona humana por el simple hecho de ser persona sin importar su situación moral, jurídica, social o de cual- quier otra índole. • La capacidad en el ser humano (víctima y victimario) de entrar en un "proceso de due- lo" y de cambio de vida (conversión) que le ayude: - A resignificar su vida, sus valores, su pertenencia a una comunidad, a una familia, su confrontación con la verdad. - A la toma de conciencia
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    P R I M E R A P A R T E 52 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ (remordimiento) del daño propio y ajeno con sentido de justicia. - A la puesta en juego de los valores del perdón y de la reconciliación personal y social. • El problema del delito y del daño causado y la justa reparación del mismo les atañen directamente a la víctima, al victimario y a la comunidad misma (familia, barrio, lugar de trabajo, etc.) y no únicamente a los jue- ces, a la policía o a los abogados. Las sen- tencias se hacen en base a papeles y docu- mentos, las más de las veces sin conocer a la víctima (quien queda dolida, resentida y frustrada) y al victimario (a quien se le cas- tiga, queda igualmente resentido y con po- sibilidades de reincidir en el delito). 3ª.- La verdadera paz no se construye con cárceles, castigos, represiones, sino con la restauración del tejido social donde ha que- dado dañado: En las víctimas, en los vic- timarios, en sus familias y en la comunidad. Tal vez nos pueda parecer utópica la imple- mentación de la justicia restauradora, pero debemos decir que desde antaño se ha prac- ticado en comunidades indígenas y autóctonas en todo el mundo. Actualmente se ha llevado a cabo en Japón con jóvenes delincuentes, en Alemania, en Nueva Zelanda, etc. con muy buenos resultados. Ahora bien, la justicia res- tauradora pide de suyo una justicia transfor- madora de la que hablaremos enseguida. DE LA JUSTICIA RESTAURADORA A LA JUSTICIA TRANSFORMADORA 1.- ¿Qué es la justicia transformadora? Si la justicia restauradora busca sanar las he- ridas del corazón, la justicia transformadora busca sanar los ambientes, el entorno social, la vida comunitaria, para evitar en lo posible que se vuelvan a repetir los delitos cometidos. Por tanto, la justicia transformadora se avoca, por una parte, a estudiar las causas o factores de la delincuencia en las familias, en las es- cuelas, en la comunidad misma. Así, por ejem- plo, se propicia la delincuencia o la violencia si en lugar de espacios públicos de esparci- miento o para practicar el deporte hay prolife- ración de cantinas; si no se promueven luga- res de trabajo dando pie al desempleo, si el alumbrado público es deficiente, si la cons- trucción de las viviendas propicia el estrés y la violencia por hacinamiento, si los medios de comunicación exaltan la violencia, si no se propicia o promueve la convivencia entre ve- cinos, si hay deficiencia o carencia en los ser- vicios públicos de agua, luz, drenaje, trans- porte, etc. Sin embargo, la justicia transformadora no termina ahí, pues aparte de los delitos come- tidos por la delincuencia "callejera" (asesina-
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    53 Justicia restauradora yjusticia transformadora, constructoras de la paz tos, robos, extorsiones, secuestros, desapari- ciones, cárteles, etc.), tenemos también los delitos cometidos por "el gobierno" mismo (co- rrupciones, indolencias, fraudes, malas admi- nistraciones, influyentismos, impunidades, re- presiones, intereses particulares, connivencia con delincuentes. etc.) y los delitos de "las corporaciones" (contaminación del medio am- biente, evasiones de impuestos, venta de pro- ductos adulterados dañinos para la salud, con- tratos leoninos, trato injusto a trabajadores, competencias desleales e inmorales, ganan- cias ilícitas, lavado de dinero, etc.) Todos és- tos son pecados sociales que claman al cielo, como afirmaba Juan Pablo II. Incluso muere más gente por los crímenes de gobierno y el crimen corporativo que por el crimen calleje- ro. En este sentido se puede leer el libro de Eduardo Galeano, "Patas Arriba, la escuela del mundo al revés" (siglo XXI editores) en el que hace una crítica acertada y bien documenta- da de la manera como se maneja el mundo de hoy, lleno de corrupciones, impunidades y de delitos de "cuello blanco". Estos pecados sociales que siempre tienen su raíz en el pecado personal alimentan lo que le llamamos "estructuras de pecado" que son todos aquellos mecanismos institucionales, legales y modos de proceder que originan una distribución injusta de los recursos, que dis- criminan y marginan a personas y comunida- des. Elementos que generan estas estructu- ras, entre otros, están principalmente "el afán de ganancia exclusiva" y la "sed de poder" y, todo ello, a cualquier precio. Dichas "estruc- turas de pecado" no son sino justificantes de la violencia. Por ejemplo, cabe preguntarse si la actual "reforma energética" busca realmen- te el bien común o es una forma de justificar y dar cabida a intereses particulares. Todos los esfuerzos que se hagan por la de- mocracia, la participación ciudadana, las pro- testas y denuncias, las manifestaciones no- violentas contra las injusticias y las propues- tas para una mejor calidad de vida, una sociedad más justa y un gobierno más trans- parente abonan indudablemente a la justicia transformadora. Conclusión. Lo expuesto sobre la justicia restauradora y transformadora lo hemos enmarcado en el concepto bíblico más amplio de lo que pode- mos llamar la Justicia Jubilar con la finali- dad de asumir estos valores como un esti- lo de vida, de tal manera que vivamos en un jubileo permanente ejerciendo la justi- cia con misericordia y atendiendo con ge- nerosidad a los más desfavorecidos de nuestra sociedad. Cada acto que hagamos por los más desvalidos es entrar en la di- námica jubilar de la paz que se construye en fraternidad. Además, la contemplación de la obra de Jesucristo como el Mesías Jubilar, portador de buenas noticias para los desheredados, nos hace tomar concien- cia de la dimensión social de nuestra fe cristiana.
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    55 1) CASOS AYOTZINAPAY TLATLAYA "Violencia institucionalizada". En el esfuerzo de cultivar la paz en situaciones de violencia y con el propósito de contribuir al desarme cultural de la vio- lencia es de suma importancia "des-velar", es decir, quitar el "velo de la inocencia" y/o de la aparente "neutralidad" a la violencia que, de muchas maneras, se anida en las institu- ciones públicas y privadas sean éstas políticas, económicas, laborales, educativas, culturales, religiosas, deportivas, so- ciales, militares, policíacas o de cualquier otra índole. Cuando hablamos de la "violencia institucionalizada" nos referimos a la utilización indebida y/o desviada y/o perversa y/o corrupta que los individuos o grupos hacen para sus pro- pios fines de las estructuras mismas de la institución y del poder que ellas les otorgan. Por ejemplo, el desvío de fondos públicos para beneficio de privados. La exigencia de cuotas a trabajadores del Estado para el partido en el poder con la amenaza de despidos, manipulación religiosa de la con- ciencia por parte de líderes religiosos para sus fines parti- culares, etc. V. DES-VELAR LA "VIOLENCIA INSTITUCIONALIZADA" Pbro. Camilo Daniel Pérez / Dr. Víctor M. Quintana Silveyra
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    P R I M E R A P A R T E 56 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ También nos referimos a la violencia que se incuba en las mismas estructuras institucio- nales que por sí solas, en sus propios meca- nismos, en las leyes con que se rigen son crea- doras de violencia por ser injustas, excluyentes, discriminatorias, esclavizantes, antiecológicas, etc. Por ejemplo, el salario mínimo frente al otorgamiento de sueldos y prestaciones de fun- cionarios públicos, la exclusión de mujeres de fuentes de trabajo por estar embarazadas, la violación a derechos humanos por prescrip- ciones políticas o religiosas, etc. Cultura política con contenidos violentos. Refiriéndonos concretamente a las institucio- nes públicas podemos afirmar que la platafor- ma, la base de las acciones más burdas de la violencia institucional (como los casos de Ayot- zinapa y Tlatlaya) es la cultura política con contenidos violentos que va permeando, in- cluso de manera sutil e imperceptible, el or- denamiento funcional del Estado. Las prácticas de acciones violentas con las que se ejerce el poder de las instituciones públicas van creando costumbres que se vuel- ven "naturales", "cotidianas" y, finalmente, se introyectan tanto en funcionarios públicos como en los ciudadanos. Así se llega a crear un modelo hegemónico de cultura política que lo mismo puede aceptar la lentitud burocráti- ca de los funcionarios públicos para resolver los problemas (a veces urgentes) de la ciuda- danía que la brutalidad policíaca. Lo mismo se aceptan o, por lo menos, se soportan suel- dos altos y prestaciones escandalosas de los funcionarios públicos, así como gastos exor- bitantes de representación en comidas, via- jes, hoteles de lujo y regalos entre dichos fun- cionarios que los desvíos millonarios del era- rio. Las "mordidas" y los "influyentismos" forman parte del argot y de la vida cotidiana de los ciudadanos. De esta manera el poder público se absolutiza, se mitifica, se vuelve patrimonialista y me- siánico ante una ciudadanía inerme, obsequio- sa, raquítica, necesitada de que se le tome en cuenta y llena de necesidades. De aquí bro- tan muchos de nuestros males que nos aque- jan hoy en día. El mejor instrumento para romper la he- gemonía de esta cultura política de con- tenidos violentos es indudablemente una educación concientizadora, liberadora, crítica, generadora de creatividad, de tal manera que educador y educando lle- guen a ser sujetos (no objetos) de su pro- pio destino. El encubrimiento y/o justificación de la violencia institucionalizada. La gravedad de la "violencia institucio- nalizada" estriba en el daño que se infli- ge a personas y/o colectividades, pero no menos en la capacidad que se tiene
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    57 Des-velar la "violenciainstitucionalizada" de encubrir a la violencia misma con el "velo de la inocencia" y la desinformación, por decir lo menos, con el manto de la impunidad, de la descalificación ante la denuncia, de la displi- cencia, de la banalidad, del "cochupo", del cinismo, de la amenaza, de la represión y hasta de anular o suprimir al denunciante, por decir lo más. Se trata de encubrir la violencia con otras actitudes no menos violentas que la primera. Casos ilustrativos: Ayotzinapa y Tlatlaya. Ciertamente hay muchos casos ilustrativos de la "violencia institucionalizada"; sin em- bargo, podemos tomar como casos emble- máticos los recientes acontecimientos de Ayotzinapa, Guerrero y Tlatlaya, Estado de México. Ambos casos son evidentemente hechos de violencia institucionalizada, crí- menes perpetrados por funcionarios públi- cos en connivencia y cooperación con el cri- men organizado. En ambos casos podemos detectar cómo el sistema político actúa para autojustificarse o, por lo menos, para eludir responsabilidades. En el caso de Ayotzinapa en el que resultaron asesinados algunos estudiantes, otros heridos y 43 normalistas desaparecidos el pasado 26 de septiembre del 2014, podemos detectar algunas maneras que tiene el sistema político de eludir las propias responsabilidades. He aquí algunos ejemplos: Las autoridades insis- ten en asumir el caso Ayotzinapa como un crimen de la delincuencia organizada y no como un crimen de Estado. Hay lentitud y ré- mora en la investigación que se vuelve densa- mente burocrática, de formalismos y papeleos más que de campo. Se da el ocultamiento de datos importantes. Se exime a priori al Ejérci- to de toda responsabilidad. Hay ofrecimiento de dinero para que los familiares de los estu- diantes desistan del caso. Se buscan maneras de descalificar la exigen- cia de justicia infiltrando elementos violentos en las manifestaciones y declarando que hay intereses oscuros y mezquinos de organiza- ciones solidarias que se aprovechan del dolor de los familiares de las víctimas. Se descalifi- ca a los estudiantes acribillados y desapareci- dos afirmando que "se ganaron la muerte por revoltosos" o que "Entre ellos hay infiltrados de la delincuencia organizada". Se apuesta al cansancio y al desaliento de quienes exigen justicia y verdad sobre lo acon- tecido y lo más increíble: 43 estudiantes des- aparecidos de la noche a la mañana que has- ta la fecha en que se escribe este apartado (113 días) aún no aparecen. Esto sólo es po- sible con la intervención de fuerzas del Esta- do. Además, no hay en el País un solo senten- ciado por desaparición forzada ni hay alguna persona, hasta el momento, consignada bajo ese rubro. En cuanto al caso de Tlatlaya, Estado de Méxi- co, acontecido el pasado 30 de junio del 2014, en el cual estuvieron involucrados elementos del Ejército en el asesinato a mansalva de 22 personas, simplemente señalaremos el ocul- tamiento tan descarado que lograron hacer de estos crímenes tanto el Gobernador de la entidad como la misma Defensa Nacional encubriendo el crimen y, aún más, transfor- mándolo en una hazaña gloriosa del Ejérci- to Mexicano quien, en "un valiente enfren- tamiento, logró abatir a peligrosos malean- tes del crimen organizado". Solamente hasta que una testigo presencial denuncia la ver- dad de los hechos y sin la posibilidad de ocultarlos se vieron obligados a desmentir- se. Incluso se buscó impedir mediante
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    P R I M E R A P A R T E 58 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ amparos que salieran a la luz pública los ex- pedientes del caso. A modo de conclusión. El mejor esfuerzo que podemos hacer para la reconstrucción de la paz derrotando la violen- cia institucionalizada con sus mecanismos encubridores y autojustificadores de la mis- ma, es la búsqueda incesante de la verdad de los hechos mediante la exigencia terca e inci- siva de la transparencia, de la investigación, del análisis y de la información clara y contun- dente a la ciudadanía. Esto dicho tan sencilla y llanamente requiere de muchos esfuerzos, de planes estratégicos, de acudir a medios de co- municación independientes y confiables, de trabajo en equipo, de presionar hasta el can- sancio a las autoridades y de honestidad en el manejo de todo el material informativo. En este sentido nos han dado un ejemplo los padres y familiares de los estudiantes de Ayotzinapa, los normalistas mismos, las diversas organi- zaciones de la sociedad nacionales e interna- cionales, así como los medios de comunica- ción independientes y alternativos. Uno de los mayores daños que se le puede hacer al pueblo, a los ciudadanos en general, es el engaño mediante la manipulación de la información. De ahí que para la construcción de una auténtica y verdadera paz es bienveni- do cualquier esfuerzo que se haga para lograr una toma de conciencia en las clases popula- res del acontecer del mundo, del País y del entorno mismo con una información veraz, clara y oportuna, de tal manera que cada ciu- dadano tome conciencia del daño que le oca- siona la violencia que parte de las institucio- nes y de las personas que las representan. De ahí surge la necesidad de participar y con- quistar espacios en el sistema político, pues se cae en la cuenta de que la calidad de vida y la distribución de los recursos de manera sana y honesta dependen de la acción políti- ca y de las decisiones de quienes detentan el poder. De ahí que no basta con votar en las elecciones. Hay que participar para influir en las decisiones políticas. 2) POLÍTICAS PÚBLICAS, GENERADORAS DE VIOLENCIA EN LAS FAMILIAS Cd. Juárez, caso emblemático. He aquí algunos de los procesos y hechos en curso que día a día constituyen un verdadero trabajo de zapa y de implosión de las fami- lias. Nuestra referencia es Cd. Juárez, pero como un caso emblemático que sucede, sin lugar a dudas, en muchísimas otras partes de nuestra República. Es importante tomar con- ciencia de ello para focalizar mejor nuestros esfuerzos a favor de la paz. Los míseros salarios que perciben los y sobre todo las jefas de familia: El salario promedio, ya integrado, en las maquiladoras de nuestro estado anda en los 700 pesos por semana. Incluso si lo perciben dos miembros de una familia, ¿es posible con mil cuatrocientos pesos, alimentar, vestir, pro- teger, transportar, curar, educar y divertir una familia? Por esto la madre o el padre o ambos buscan empleos adicionales. En una ciudad como Juárez donde uno de cada cuatro hoga- res es de jefatura femenina, hay un gran nú- mero de madres que al ver que su salario en la maquiladora no les alcanza tienen que tra- bajar doble turno o emplearse como meseras en bares para completar sus ingresos. No es que les guste, no hay de otra. Las pésimas condiciones y ubicación de las viviendas y el mal servicio de transporte: Las nuevas unidades habitacionales están di-
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    59 Des-velar la "violenciainstitucionalizada" señada para el lucro de los cons- tructores y promotores y el luci- miento fugaz de los gobernantes, pero se ubican muy lejos de los centros de trabajo y de los hoga- res de los abuelos y la familia am- plia que pudieran apoyar a las madres y los padres trabajadores en el cuidado de los hijos. Debi- do a las largas jornadas y vastos tiempos de desplazamiento, pro- piciados por un transporte colec- tivo deficiente, las madres y los padres cuentan con muy pocos ratos para convivir sin tensiones con los hijos. La falta de guarderías, escuelas de tiempo completo, centros de desarrollo infantil: La mayoría de madres y padres que tienen que trabajar, no cuentan con los servicios de guarderías o escuelas de tiempo completo donde dejar a sus hijos. Y si llega a haberlos, generalmente se encuentran muy lejos de sus centros de trabajo. Aquí no hay opción: si se quiere pasar más tiempo atendiendo a los hi- jos, no alcanzará para darles de comer, en- tonces, tienen que dejarlos solos, o encarga- dos a los vecinos, con los riesgos que esto implica: hay que considerar todas las viola- ciones y abusos que se dan cuando las niñas y los niños quedan a merced de extraños. La impunidad e incluso protección a los autores de la violencia familiar y de género: Aunque las organizaciones de mujeres de nuestro estado han arrancado al gobierno sig- nificativos avances, en la atención a la violen- cia familiar, Chihuahua sigue siendo uno de los estados donde más incidencia tiene. Aún hay muchas autoridades desde la barandilla hasta la dirección general, que mantienen vi- siones sexistas y culpan a las propias vícti- mas de la violencia que han padecido. Aún seguimos siendo uno de los primeros estados en feminicidios, –tan sólo dos adolescentes asesinadas en la capital en el lapso de una semana– y la impunidad de los autores es di- rectamente proporcional a la ineficacia de las autoridades. La pobreza de contenido de los medios electrónicos: Con sus raras y muy honrosas excepciones, el tipo de contenidos que la mayoría de medios televisivos, radiofónicos e impresos difunden, brilla por su baja calidad cultural, por su po- breza estética y por reproducir los "valores" que precisamente están destruyendo las fa- milias: el individualismo, el consumismo, el hedonismo sin más, la intolerancia a la dife- rencia, etc. A la influencia de estos medios y de estos mensajes es a lo que los hijos de las familias están expuestos mucho más tiempo que a la escuela o a la convivencia con la madre o el padre. El considerar que sólo hay un tipo de familia: Si se piensa y se predica que sólo son fami- lias las constituidas por mamá, papá, hijas e hijos, se invisibiliza, se excluye y se estigma-
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    P R I M E R A P A R T E 60 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ tiza a todos los tipos de familias realmente existentes: las monoparentales, las encabe- zadas por madres solteras –muy numerosas– o padres solteros –no tan numerosos. Aque- llas formadas por uno o dos de los abuelos, la madre y los hijos. Las personas que, sin ser pareja o siéndolo, deciden vivir bajo un mis- mo techo para apoyarse y protegerse. La fa- milia nuclear tradicional es cada vez menos predominante estadísticamente y considerar que sólo ella es familia, es desconocer la di- námica social. Todo lo anterior ha afectado a una función esencial de las familias: la llamada "econo- mía del cuidado". Es ese espacio y ese tiempo que se dedica en una familia de cualquier tipo a la convivencia, a la plática, a la transmisión de visiones de la vida, de valores, de conoci- mientos informales. Dedicado a la expresión del cariño, a la risa conjunta, a la dispensa de caricias. La destrucción de esta "economía del cuidado" repercute directamente en la gene- ración de varias formas de violencia y de des- integración social. Así pues, lo que destruye no sólo nuestras fa- milias sino también nuestra sociedad es el afán desmedido de lucro, el salario injusto, la in- eficacia y la irresponsabilidad de las autorida- des, el tratar a las y los trabajadores peor que a las máquinas, a los ciudadanos como aca- rreados. Los que ocasionan violencia en la familia son, las más de las veces, los poderes políticos y económicos que niegan el acceso a los derechos básicos y los poderes simbólicos que predican una moral que se desentiende de las condiciones materiales en las que bre- gan por su vida los seres humanos.
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    61 Aclaración. El presente escritoes un extracto de un estudio de investi- gación más amplio del autor en el que, a base de estadísti- cas en homicidios dolosos, juvenicidios, feminicidios, se- cuestros y delitos en general, desmiente al expresidente Felipe Calderón, quien en su artículo del 2013 "Todos so- mos Juárez, una estrategia innovadora para enfrentar la vio- lencia y el crimen" (publicado por la Universidad de Harvard en Latin America Policy Journal) afirma que su estrategia de seguridad no sólo resultó exitosa, sino que debe ser es- tudiada como paradigma. Víctor Quintana, además, en su artículo nos plantea los gra- ves problemas causados por la situación de guerra y violen- cia, como son el estancamiento o retroceso de la economía, los altos costos humanos y sociales (cuando menos 10,000 huérfanos en Cd. Juárez, 230,000 personas desplazadas, cientos de viviendas abandonadas, etc.), la debilidad de un Estado fallido ante la delincuencia, así como la deses- tructuración de la economía campesina, amén de rezagos y carencias entre otras cosas. Finalmente, termina el autor su estudio analizando las con- VI. EL "CALENTAMIENTO SOCIAL" Y LA "DESINSTITUCIONALIZACIÓN" DrDrDrDrDr. Víctor M. Quintana Silveyra. Víctor M. Quintana Silveyra. Víctor M. Quintana Silveyra. Víctor M. Quintana Silveyra. Víctor M. Quintana Silveyra
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    P R I M E R A P A R T E 62 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ secuencias socio-culturales de estas situa- ciones de violencia a las que les llama "ca- lentamiento social". Ésta es la parte que a continuación se expone, la cual no deja de tener actualidad en el actual sexenio de En- rique Peña Nieto. Consecuencias socio-culturales de la violencia. Uno de los factores que pesa fuerte en la multiplicación de las violencias en Chihuahua y en especial en Ciudad Juárez es de orden socio-cultural. Lo explicamos así: todos estos jóvenes pobres, con graves rezagos en cuanto a la atención a su desarrollo personal, a su salud, a su educación, no han recibido ese espacio de socialización, de transmisión de valores, de normas, de tradiciones que más ampliamente se conoce como "economía del cuidado" y que los prepara a una adecuada reproducción natural, económica y social, a la ciudadanía económica, social y política. Pero a la par de este descuido hacia ellos, hay un bombardeo continuo de mensajes de los me- dia que los invitan al consumismo, a la satis- facción material inmediata como valor máxi- mo, a falta de otro sentido de la vida ya que, por otra parte son excluidos del empleo, de la educación y de otros servicios sociales. Esto provoca una exacerbación de las pulsiones individuales, un deseo de satisfa- cerlas a toda costa, aun acudiendo a medios ilegales o abiertamente criminales. Las caren- cias en la socialización y la corrupción gene- ralizada en la política y en la sociedad le quita todo poder a los principios éticos y la exposi- ción mediática o en sus grupos informales de las proezas y privilegios a que acceden los narcotraficantes, los hacen vulnerables a las invitaciones a formar parte de bandas delic- tivas y a encaminarse en las conductas crimi- nales. Cuando alguien le pregunta a este tipo de jóvenes si no tienen miedo de que los ma- ten por involucrarse con el narcotráfico, abun- dan respuestas como las siguientes: "Prefiero vivir poco y disfrutar lo que siempre he deseado aun con el riesgo de que me ma- ten, a vivir en la miseria mucho tiempo". Estas conductas van más allá de la simple "anomia", porque no sólo se alejan de la nor- ma, de la integración social. Se convierten en una multiplicación de microcomportamientos delictivos, dentro de las organizaciones crimi- nales o al lado de ellas, y van generando un ambiente cotidiano de agresión, de exacciones, de amenazas que hemos llamado el "calenta- miento social". Aquí confluyen pues, dos procesos que anali- za Wieworka: por un lado, la "desinstituciona- lización", el retroceso o el debilitamiento de las instituciones que garantizan la socializa-
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    63 El """""calentamiento social"""""y la """""desinstitucionalización""""" ción, los lazos sociales, como es la escuela y que conducen a lo que Robert Castel llama la "desafiliación". Por otro lado, el ascenso del individualismo moderno que no para en me- dios así sean ilegítimos y violentos para ha- cerse de los bienes y satisfactores legítimos cuya posesión y disfrute son exacerbados por los media. Así se crean las condiciones para el surgimiento de diversas formas de violen- cia anómicas, delincuenciales, expresiones tal vez de una subjetividad abortada, de una im- posibilidad de los jóvenes de ser actores de su existencia en un mundo donde la exclusión y la violencia hacia ellos son predominantes.1 Algunas de las manifestaciones más significativas de dichas violencias han sido: • Feminicidio: los asesinatos de mujeres sólo por ser mujeres, con gala de crueldad, con intención de hacerles daño y lesionarlas en su ser de mujeres. Chihuahua es el estado donde empezó a aparecer el problema en 1993 y entre esos años y 2006 la cifra de feminicidios ascendió a 497, es decir, un promedio de más de 41 anuales. • Suicidios: Chihuahua figura primer lugar nacional entre 2004 y 2010, con 1562 casos. • Violencia familiar: Chihuahua ocupa el cuar- to lugar nacional con 128 casos mensuales denunciados. • Violaciones: de nuevo, un vergonzoso pri- mer lugar nacional para Chihuahua, con 26 casos denunciados por cada cien mil habitantes. • Accidentes: primer lugar nacional, con mil 267 casos por cada cien mil habitantes. Chihuahua es el estado del país donde más jóvenes entre 15 y 29 años perecen de esta manera. La disputa de los cárteles por el territorio y por una inserción ventajosa en la mundialización del crimen. La zona serrana del Suroeste del estado de Chihuahua, desde los años cuarenta ha sido una región privilegiada para el cultivo de enervantes. Se trata de la zona limítrofe con los estados de Sinaloa y Durango, conocida como "El triángulo dorado". Aquí nacieron y han operado con gran libertad los principa- les cárteles de la droga en México y han lo- grado enrolar como productores a buena parte de la población, que siempre ha esta- do marginada de las políticas oficiales y en la droga encuentra una alternativa de vida. La implantación de dichos cárteles se da desde los años setenta. Otro factor de suma importancia es la viola- ción sistemática de los derechos humanos des- de tiempos de la "Operación Cóndor" del Ejér- cito Mexicano en los años setenta en la zona de la Sierra Tarahumara. Con el pretexto de combatir el cultivo de enervantes, los milita- res han atropellado las garantías de la pobla- ción desde hace muchos años, a la vez que se han coludido con algunos grupos criminales. Por otra parte, desde mediados de los años ochenta, se fortalece en Ciudad Juárez, la or- ganización criminal que luego habrá de lla- marse "El Cártel de Juárez". Su fundador es Pablo Acosta Villarreal, quien en 1987 es mandado asesinar por Amado Carrillo Fuen- tes, apodado "El Señor de los Cielos", por su gran habilidad para desplazar drogas por la vía aérea. Bajo su mando el cártel se implan- ta en todo Chihuahua y extiende mucho más allá su influencia hasta convertirse en uno de los más poderosos del país, adueñándose de la introducción de mariguana y cocaína, prin- cipalmente hacia los Estados Unidos vía la frontera chihuahuense. Luego a la muerte de 1 WIEWORKA Michel (2005), La violence, Paris, Hachette Littératures, pp.66 y 67.
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    P R I M E R A P A R T E 64 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ Amado Carrillo en 1997, se inicia una escala- da sangrienta por su sucesión a la cabeza de la organización criminal y es su hermano Vi- cente quien controla la sucesión.2 El desarrollo del Cártel de Juárez, que poste- riormente se llamará La Línea, se inscribe dentro de un proceso en el que los narco- traficantes mexicanos se tornan protagonistas del tráfico mundial de drogas. Desde los años noventa los Estados Unidos cierran el "corre- dor del Caribe" del tráfico de drogas, con el arresto de Matta en Honduras y Noriega en Panamá, el "sellamiento" de la región de Miami y la intensificación de la guerra contra los "capos" colombianos". Además, con la puesta en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en 1994, se multiplica el comercio no sólo de mercancías lícitas, sino también las ilícitas, como los enervantes y las armas a ambos lados de la frontera. Así, los cárteles mexicanos, antes sólo transportado- res al servicio de los colombianos, se convier- ten en los importantes protagonistas del cri- men organizado a escala mundial.3 Al momento de comenzar Calderón su "guerra contra el narcotráfico" en 2006, operan en México seis cárteles: el de Sinaloa, el de Tijuana, el del Golfo, la Familia Michoacana, el del Milenio, y el cártel de Juárez. Este últi- mo es tal vez el más poderoso, pero al calor de la guerra recién iniciada verá cómo la creciente fuerza del Cártel de Sinaloa, al mando de Joaquín El Chapo Guzmán, viene a invadirle su territorio al lado o con las fuerzas federales. Para entender mejor esto último es necesario recordar que, como en Sinaloa y Durango, sus vecinos del "triángulo dorado", Chihuahua es también productor de mariguana y de ama- pola desde la primera mitad del siglo XX, pero cuenta con una ventaja comparativa sobre ellos: tiene frontera con los Estados Unidos, muy extensa de más de 700 kilómetros y bue- na parte de ella se ubica en zonas despobla- das, desérticas, ideales para las brechas clan- destinas de quienes introducen droga a los Estados Unidos. Los cárteles no tratan sólo de controlar una u otra parte del territorio nacional, lo que se dis- putan son las vías y los canales de distribu- ción de drogas desde sus zonas de produc- ción en Sudamérica y México hasta las ciuda- des donde viven los 22 millones de adictos de los Estados Unidos. Es, pues, la disputa por acceder a un lugar privilegiado en la mundia- lización del crimen, otro de los factores que inducen una enorme carga de violencia. Un Estado fracturado, corrompido en varias de sus esferas. La narrativa del gobierno de Calderón y hasta cierto punto la de los dos gobiernos estatales que coincidieron con él entre 2008 y 20012, el de Reyes Baeza y el de César Duarte, es la de un Estado sólido, casi monolítico, con una estrategia única, sin fisuras que enfrenta al crimen organizado para proteger a la pobla- ción de la violencia y la delincuencia. La realidad fue otra y, en buena medida, por eso se disparó la violencia: como a la estrate- gia de Calderón no precedió una operación previa de limpieza y depuración de las fuer- zas armadas y de la policía que ya habían dado muestra de su complicidad con diversas frac- ciones del narcotráfico, resultó que en la prác- 2 VULLIAMY Ed: Amexica: La guerre contre le crime organicé sur la frontière États-Unis/Mexique; Albin Michel 2013, p.55. 3 KRAUZE Enrique: México: la tormenta perfecta, en Letras libres, Noviembre 2012, año 14, no. 167.
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    65 El """""calentamiento social"""""y la """""desinstitucionalización""""" tica el enfrentamiento que se dio era de cier- tos sectores y niveles del Estado, aliados o infiltrados por una organización criminal, con- tra otra fracción del Estado, aliada o infiltrada por otra organización. Sin menoscabo de que haya habido también fracciones del Estado, del Ejército y de las diversas policías que en verdad buscaron combatir al crimen, pero en un terreno minado, donde las coordenadas de quién apoyaba a quién no estaban claras y siempre estaban en riesgo de ser infiltrados o que sus operaciones fueran "telegrafiadas" a los criminales antes de llevarse a cabo. Esta fragmentación del Estado también pue- de ser uno de los efectos de la alternancia en el poder y la prolongada transición a la demo- cracia en México. El que los diversos órdenes de gobierno, federal, estatal y municipal estén en manos de personas de partidos políticos opues- tos, genera no un "gobierno dividido", sino el gobierno verdaderamente "fracturado", luego de una larga tradición de presidencialismo y cen- tralismo. Es decir, se van diluyendo los con- troles del gobierno federal sobre estados y municipios pero en éstos no se construyen controles, mecanismos de exigencia y rendi- ción de cuentas a la ciudadanía o al legislati- vo local, de ahí que luego de la salida del PRI de la presidencia en el 2000, se hayan empe- zado a generar verdaderos cacicazgos en va- rios estados de la República. Así, al momento de aplicar la estrategia de la guerra contra el crimen hubo dispersión, falta de coordinación, cuando no boicoteo de un orden de gobierno a otro. Todo esto porque durante los gobier- nos de la alternancia en México no hubo una labor eficaz de desmantelamiento de la co- rrupción reinante en las diversas instancias de procuración y administración de la justicia. No es ocioso mencionar, por último, que en la
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    P R I M E R A P A R T E 66 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ frontera norte de México hay una ausencia casi crónica del Estado o una muy débil presencia del mismo ahí, sobre todo en poblaciones como Ciudad Juárez u Ojinaga, pequeña ciu- dad "in the middle of nowhere", fronteriza con Presidio, Texas. Ahí el gobierno federal o el del estado procuraron siempre invertir lo mí- nimo y sacar lo máximo, dejar la frontera a los negocios lícitos o ilícitos que se pudieran ha- cer con los extranjeros, desde la venta de al- cohol, la prostitución hasta las industrias maquiladoras y no llevar a cabo programas de desarrollo más que de fachada. No es ex- traño, pues, que en esta zona penetrara con tanta fuerza la delincuencia y se fuera gene- rando lo que a nuestro juicio consiste en otro factor más de la violencia: Impunidad y cultura de la ilegalidad. Fracturado y debilitado el Estado, lógicamen- te resulta ineficaz en la investigación, deten- ción y castigo de los delincuentes. La impuni- dad en Chihuahua es de las más altas del país: 98% de los delitos quedan sin ningún castigo legal. No cabe la menor duda entonces en cuanto a la influencia decisiva de la impuni- dad en la reproducción ampliada de la delic- tividad. Si durante todos los años noventa y hasta mediados de la década de los dos mil muy pocos delincuentes fueron detenidos en Chihuahua por el asesinato de mujeres, por el feminicidio, éste se reprodujo y se amplió. No sólo eso, cuando los delincuentes fueron per- seguidos en otros estados donde llegó prime- ro la operación conjunta del Ejército y las po- licías, se refugiaron sobre todo en Chihuahua porque sabían que ahí tendrían mucho me- nos posibilidades de ser detenidos. La impunidad, el hecho de que el Estado ope- re de manera fragmentada, alejada de la po- blación y con significativas dosis de corrup- ción, lejos de indignar a la mayoría de la po- blación genera una cultura de poco respeto a la legalidad. Por un lado, si los primeros en violar la ley son los propios órganos de gobier- no y, por otro, si los mecanismos legales re- sultan tan inequitativos y no hay incentivos para someterse a ellos, las y los ciudadanos acuden a toda suerte de estrategias paralegales como el comercio informal, o francamente ile- gales como el soborno, el contrabando, para sobrevivir. Por eso, a pesar de los enormes gastos hechos por los diversos gobiernos para promover "la cultura de la legalidad" ésta no opera porque es propiciada cotidianamente desde las propias esferas gubernamentales. La famosa teoría de "la ventana rota", promo- vida por Rudolph Giuliani, ex alcalde de New York aquí no funciona porque son los actores gubernamentales los principales rompedores de ventanas. Un ejemplo muy claro de esto: al iniciar el Ejército Mexicano su operativo en Chihuahua, a fines de marzo de 2008, la prensa preguntó al general al cargo del mismo si utilizaría ór- denes de cateo para desmantelar las casas de seguridad del crimen organizado, a lo cual, el militar respondió: "Mi orden de cateo es el mazo". El propio operativo. Finalmente pero sólo en el tiempo, no en cuan- to a su carga causal está el propio "Operativo Conjunto Chihuahua", o, más ampliamente en la declaratoria de guerra hecha por Felipe Cal- derón al crimen organizado y en la implemen- tación en los hechos de dicha declaratoria. Aunque los niveles de violencia eran ya signi- ficativos en el estado y, sobre todo, en Ciudad Juárez, la llegada de un importante contin- gente de soldados y policías federales a partir de marzo de 2008, en un contexto de guerra
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    67 El """""calentamiento social"""""y la """""desinstitucionalización""""" declarada, produce una serie de cambios cua- litativos y cuantitativos tanto en el crimen or- ganizado como en los delincuentes ordinarios, o del fuero común. En primer lugar, al sentirse amenazados por la presencia masiva de las fuerzas del orden, los cárteles de la droga "organizan desde arri- ba", es decir, contratan a matones a sueldo, a delincuentes comunes a los que además dis- tribuyen armas para que los ayuden en sus acciones de defensa contra el ejército y poli- cías y a la vez, contra los grupos criminales que vienen junto o aprovechan la llegada de las fuerzas federales para posesionarse en el territorio chihuahuense. Se genera así una multiplicación de los acto- res armados y, gracias a las armas de que dis- ponen, los delincuentes aprovechan para co- meter nuevos delitos, como las extorsiones, los secuestros, los asaltos y robos de vehícu- los a mano armada, etc. Por eso es muy expli- cable que el número de delitos del fuero co- mún en el estado de Chihuahua se haya casi duplicado en los dos primeros años del co- mienzo del Operativo Conjunto Chihuahua, en marzo de 2008. También se incrementa el número de masa- cres. Entre 2008 y 2012 se perpetran en el estado 22 masacres de cuatro o más perso- nas, con un saldo de 246 muertos. entre las que destacan la de Creel, en la Sierra Tarahu- mara, en agosto de 2008 con 13 asesinados; la de Villas de Salvárcar en Ciudad Juárez, en enero de 2010, con 16 jóvenes asesinados y la del Centro de Rehabilitación "Fe y Vida" en la ciudad de Chihuahua, en 2010 con 21 personas ultimadas. Las masacres se explican porque en un con- texto de guerra contra las fuerzas del Estado y las otras organizaciones criminales, los cárteles acuden a ellas o a los actos de crueldad para hacerse presencia en los medios de comunica- ción y aterrorizar a la población y a las organiza- ciones criminales enemigas, según señala el especialista mexicano Eduardo Guerrero.4 El mismo autor señala que, al ser desmem- bradas las organizaciones criminales, se re- componen en pequeños grupos y cometen más delitos para adquirir poder y dominar espa- cios, así, es muy claro que los estados en los que hubo operativos del gobierno como en el Operativo Conjunto Chihuahua, la violencia y la delictividad se incrementaron muy signi- ficativamente, como lo mostramos en el se- gundo apartado de este trabajo. Los aprendizajes luego de estos años de san- gre y terror son muchos. En primer lugar, que no puede atacarse de esta manera, frontal e 4 GUERRERO GUTIERREZ, Eduardo: "La estrategia fallida", en NEXOS, No. 420, diciembre 2012.
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    P R I M E R A P A R T E 68 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ improvisada, a las organizaciones crimi- nales, sin una previa y muy sólida labor de depuración de las fuerzas del Estado y de inteligencia. En segundo lugar, que debe actuarse no sólo a nivel nacional, sino cuando menos binacional, pues las redes criminales son multinacionales, hay que atacar las redes completas de sumi- nistro de sus mercancías ilícitas, no sólo los extremos que son siempre los más débiles: el primer productor y el último distribuidor y consumidor. Es básico también atender los aspectos so- ciales y psicosociales del problema: los facto- res societales que están al origen de las diver- sas violencias y le preparan una base de apo- yo a los cárteles, además de todo el problema de las adicciones, cómo tratarlas y prevenirlas. Para seguir reflexionando… Aquí podemos reflexionar a varios niveles: en primer lugar, realizar un balance somero de los resultados del Operativo Conjunto Chi- huahua, en segundo lugar, señalar cuáles son las principales líneas de investigación y re- flexión que de aquí brotan. El Operativo Conjunto provocó en el estado de Chihuahua una verdadera crisis de seguri- dad humana, en el sentido de que no sólo la violencia y los delitos aumentaron, sino tam- bién los efectos en el empleo, en el ingreso, en la seguridad de las personas en sus vivien- das y en sus comunidades se vino a pique. Entonces los operativos que a posteriori quie- ren presentar ahora Felipe Calderón5 y algu- nos de sus colaboradores como "una estrate- gia para enfrentar la violencia y el crimen" re- sultaron peores como remedios que la misma enfermedad. Además que habría que cuestio- nar si desde antes de llevarse a cabo fueron planteados así, como un curso de acción pla- nificado en sus líneas generales, coherente en sí mismo, etc., porque lo que es evidente es que los tres órdenes de gobierno estuvieron improvisando y respondiendo en sus accio- nes a la contraofensiva del crimen organizado y a las protestas ciudadanas. Durante 2012 la violencia disminuyó en Ciu- dad Juárez, pero no en el resto del estado de Chihuahua y habría que ver los datos de la delincuencia en general. Lo que queda muy claro que, aun aceptando que los gobiernos federal y estatal celebran, las tasas de homi- cidio por cien mil habitantes distan todavía mucho de las predominantes en la primera mitad de los años dos mil. El estado de Chi- huahua presenta ahora una tasa de 68 muer- tes por cada 100 mil habitantes, cuatro veces superior a la del 2007. Habría que ver también hasta qué punto esa disminución de la violencia en la zona de Juárez obedece no tanto al imperio del estado de derecho sino a que un nuevo cártel, pre- 5 A este respecto véase el artículo CALDERON Felipe: "Todos somos Juárez: an innovative strategy to tackle violence and crime", in Latin America Policy journal, Harvard University 2013, consultado en el sitio: http://lapj.webs.com/todos-somos-juarez.
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    69 El """""calentamiento social"""""y la """""desinstitucionalización""""" sumiblemente el de Sinaloa, es quien contro- la ahora el territorio. Y como se mostró luego de los operativos en Tijuana, al tomar el control este cártel la violencia disminuye os- tensiblemente. Por otro lado, es un consenso de especialistas que la estrategia de Calderón, seguida por los gobernadores estatales fue fallida. Al fragmen- tarse los cárteles se fragmenten los grupos criminales y se dispersa la violencia, sobre todo la que más daña a la población civil en forma de asaltos, robos, secuestros, extorsiones.6 Por otro lado, disparó a cifras semejantes a las de una guerra convencional el número de asesi- natos, pero sin la investigación y consigna- ción correspondientes a los autores de dichos homicidios.7 Tampoco se logró atacar y des- mantelar las redes de lavado de dinero y el tráfico de armas, lejos de disminuir aumentó, incluso con la intromisión de la Oficina de Al- cohol, Tabaco y Armas de Fuego del gobierno de los Estados Unidos en sus operativos "Rá- pido y furioso". Y en lo que se refiere a las acciones para reducir la demanda de las dro- gas, para brindar tratamiento a los adictos o prevenir las adicciones fueron muy pocas o contraproducentes, pues desembocaron en una criminalización de las personas, pues más de la mitad de los detenidos en esta guerra fueron únicamente consumidores de estupe- facientes.8 Las múltiples violencias que han sacudido a México, especialmente los estados fronterizos del norte desde el 2007, llaman la atención sobre lo que puede ser una nueva tendencia en el siglo XXI, en un mundo, como dice Wieworka, "huérfano de dos conflictos estruc- turadores", el conflicto Este-Oeste y la lucha de clases. Se trata de dos violencias aun no planteadas como conflictos, la infrapolítica, resultado del desorden neoliberal, y la crimi- nal, resultado, seguramente de la reestructu- ración del capitalismo y del reciclaje dentro de su esfera financiera del dinero del crimen organizado, que tampoco aún se plantea bien como conflicto, pues no se presenta como to- talmente opuesto al Estado, a los estados, sino más bien, buscando la utilización de los mis- mos. Tenemos la convicción que este tipo de violencias no son exclusivas de México sino amenazan extenderse a otras partes del pla- neta en la medida en que se van presentando ahí los fenómenos de la exclusión, del "calenta- miento social" y en la medida en que a las vícti- mas de éstos son "organizadas desde arriba" por la delincuencia internacional para extender sus espacios de influencia y sus ganancias. Hemos tratado de retomar en este trabajo una perspectiva no desde el Estado, sino desde quien desde la sociedad ha padecido estas formas de violencia. Sin embargo, es necesa- rio ir más allá, a partir de lo que Wieworka plantea es necesario emprender una ambicio- sa investigación sobre estos años de violencia en Chihuahua y en México, y colocar en el corazón del análisis los procesos de "subje- tivación y desubjetivación" que caracterizan a sus protagonistas.9 A este nivel es también inexcusable empren- der la necesaria exploración desde las vícti- mas, comenzando por analizar, confrontar y reconstruir una definición de las mismas para indagar cómo la violencia sufrida los ha afec- tado en su proceso de subjetivación. 6 GUERRERO GUTIERREZ Eduardo, loc. cit. P.31. 7 MERINO José y GOMEZ AYALA Víctor: "Cuerpos sin nombre", en NEXOS, No.420, Dic. 2012, pp.39-46. 8 MADRAZO Alejandro y GUERRERO Ángela: "Más caro el caldo que las albóndigas", en NEXOS, No.420, Dic. 2012, pp. 46-53. 9 WIEWORKA Michel, op.cit. p.220, 294 y ss.
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    P R I M E R A P A R T E 70 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ A manera de conclusión. El capitalismo no sólo no va a solucionar los problemas del mundo, como dice don Pablo González Casanova: los va a empeorar, y crear nuevos. Es el caso de la espiral de violencia y deterioro social que se vive en su máxima in- tensidad en Ciudad Juárez y, en diferentes grados, en toda nuestra frontera norte. La violencia multiforme que acá se vive es el lixiviado que se produce al interactuar exclu- sión y desigualdad sociales, corrupción, mo- delo económico polarizante, integración subor- dinada e hiperexplotada en la fuerza laboral, acción de las mafias de todo tipo, debilidad del Estado, dependencia económica, cultivo mediático de pulsiones consumistas y sexistas, etcétera. Calentamiento social que sucede más en Chihuahua o Tamaulipas que en Chiapas o Oaxaca. Porque son aquéllas y no éstas las entidades más integradas a la globalización neoliberal mediante el modelo de las maqui- ladoras. No se da la acumulación de efectos perversos donde hay más altos índices de desempleo y menores porcentajes de pobla- ción activa en el sector secundario. Se da en las regiones que alguna vez presumieron su "pleno empleo", su dinamismo industrial, su integración total a la gran fábrica mundial. Los eslabones débiles de la globalización no son las regiones más pobres, pero al mismo tiem- po con más defensas culturales y comunita- rias; son los espacios que se entregaron sin reserva a la globalización neoliberal. Aquellas donde fue quebrada o desaparecida la resis- tencia de las comunidades, de las familias, y se les integró a un proyecto de expectativas individualistas de consumo muy por encima de sus miserables ingresos.
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    71 El """""calentamiento social"""""y la """""desinstitucionalización""""" La violencia, ya sea del crimen, ya sea del Estado, detona el desarrollo de enfermedades mentales (La Jornada, 4 de mayo, nota de Ángeles Cruz), dispara la tasa de suicidios, sobre todo entre los jóvenes (La Jornada, 3 de mayo, nota de José Antonio Román), rom- pe el asociativismo, desbarata comunidades. No revolución, sí fragmentación, destrucción. Calentamiento social que tiene por actor pri- mordial, que no único, al proletariado anómico. Un proletariado cuyo contingente principal es, precisamente, la prole de los trabajadores de la maquila. Niños y jóvenes que por la doble o triple jornada de sus padres o de sus ma- dres solteras han crecido descuidados, sin más escuela que la calle. Quienes han sido vícti- mas de la violencia doméstica en un contexto de un modelo de industrialización que reduce a los trabajadores a su condición de sólo pro- ductores manuales, y reduce también al míni- mo los tiempos "no productivos" de la conviven- cia familiar. Los jóvenes condenados a ser ninis perpetuos por la retirada del Estado de hacer efectivos sus derechos básicos de educación, cultura, recreación, salud y trabajo. No es un contingente que sirva de ejército de reserva. Se trata de un proletariado que, alta- mente integrado a la cultura individualista y del consumo y altamente excluido de la posi- bilidad de hacerlo, opta por las conductas vio- lentas, delincuenciales. Esa es la base social de las bandas como Los Aztecas y del sicariato. Si a fines del XIX Durkheim encontró una de las explicaciones del suicidio en la anomia, en la imposibilidad de integrarse y acatar las normas de la sociedad, la anomia explica ahora no el suicidio, sino el feminicidio y el juvenicidio. Podría verse esto con ojos clasistas, con el mismo temor que al principio de la industria- lización se veía a las "clases peligrosas". Responsabilizar a la propia sociedad fronteri- za de la violencia y el deterioro social. Si no fuera porque en la producción de ese proleta- riado convergen los privilegios, la explotación y la corrupción perpetradas por una clase do- minante, delincuencial, donde se encuentran el sistema de la maquila, los sindicatos que no defienden sino explotan al trabajador, los desarrolladores urbanos sin escrúpulos, los diversos órdenes de gobierno corruptos, y las redes del crimen organizado. Cuando la crisis económica de la globalización neoliberal amenaza al capital, como sucedió en Grecia, de inmediato se aplican billones de euros a resolverla. Cuando se agudiza el calentamiento global, tibiamente se invierten millones de dólares a combatirlo, no porque amenace a la comunidad de los seres vivos, sino a la base natural de la riqueza. Pero cuan- do el calentamiento social destruye hombres, mujeres, familias y comunidades, haciendo de sus existencias un infierno, se escatiman to- dos los recursos. Al fin y al cabo en el capita- lismo lo más prescindible son las personas.
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    73 Consecuencias de laviolencia en las comunidades. Ante las situaciones de violencia delincuencial que lesionan fuertemente la vida comunitaria, es importante tomar con- ciencia del aporte que la Parroquia puede ofrecer para la reconciliación personal y social y para contribuir a la recupe- ración del tejido social aportando, de esta manera, a la cons- trucción de la paz. Cuando hablamos de violencia nos referimos principalmente a la violencia criminal, expresada en homicidios, secuestros, extorsiones, asaltos, robos a mano armada, etc. También nos referimos a la violencia que ejercen los cuerpos militares y policíacos cuando violan los derechos humanos de las per- sonas con detenciones arbitrarias, allanamientos de morada, desapariciones forzadas, asesinatos, etc. Incluso algunos de sus miembros colaboran con la delincuencia organizada. A continuación exponemos algunas de las consecuencias de la violencia en el deterioro de la vida comunitaria y familiar, de acuerdo a la percepción que tiene un buen número de sacerdotes que ejercen su ministerio en las parroquias de la Provincia Eclesiástica de Chihuahua: VII. LA PARROQUIA COMO ESPACIO Y SIGNO DE RECONCILIACIÓN PbroPbroPbroPbroPbro. Camilo Daniel Pérez. Camilo Daniel Pérez. Camilo Daniel Pérez. Camilo Daniel Pérez. Camilo Daniel Pérez
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    P R I M E R A P A R T E 74 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ -Hay miedo y hasta pánico de muchas perso- nas para salir de su casa. -Gran desconfianza en las autoridades y las fuerzas del orden público. Corrupción. Com- plicidad con el crimen organizado de parte de las autoridades. Las denuncias no pros- peran. Mal uso de los recursos públicos. -Pérdida de espacios comunitarios recreati- vos y culturales. -En los jóvenes se da un cierto tipo de culto a la violencia. -Se da el espíritu de venganza. Hay rencor, odio y trastornos psíquicos. -Hay descuido de los hijos. -Hay mucho dolor y angustia por la pérdida de seres queridos y miedo por amenazas. -Se filtran los antivalores de la violencia en las familias. Narcotraficantes y sicarios han modificado la mentalidad y se han converti- do para los jóvenes en ídolos. -Hay afectación económica en la familia por la violencia. -Desintegración familiar. Familias desplazadas de sus lugares de origen por la violencia. -Hay represalias contra inocentes. Sociedad fragmentada. -El miedo paraliza las actividades de la parro- quia. Hay miedo para acudir a los funerales de los ejecutados. -Los programas de TV y videos crean una mentalidad violenta. -Crecimiento del bullying en los niños y jóvenes. -Pérdida del tejido social. -Los sacerdotes estamos replegados. Nuestro ministerio profético está mermado en todo el clero. Nos falta preparación para asumir pastoralmente estas situaciones de violencia. ¿Qué hacer desde la Parroquia? Ante todo, es muy importante que la Iglesia y, en su caso la parroquia, deberá legitimarse para ejercer el ministerio de la reconciliación. Para dar testimonio creíble del Evangelio de- berá apostarle a la verdad sin cortapisas. En ningún momento deberá minimizar la violen- cia y deberá luchar positivamente contra la injusticia y la mentira de los hechos violen- tos. Ninguna Iglesia puede asumir automá- ticamente la tarea de mediación. Debe acreditarse con su autoridad moral y con con- gruencia en sus actos. De esta manera se ex- presa atinadamente el teólogo Schritter. De ahí que es muy importante evitar cualquier tipo de relación que pueda interpretarse como una connivencia con la delincuencia organi- zada, como podría ser la aceptación de las llamadas "narcolimosnas". Las mismas ac- ciones del gobierno deberán asumirse con actitud crítica. Una verdadera reconcilia- ción personal y comunitaria sólo se puede dar en la verdad y en la justicia. Algunas acciones pastorales que pueden ser muy significativas en el acompañamien- to para motivar al perdón y la reconcilia- ción pueden ser las siguientes: - Promover el ministerio de la escucha y esperanza. Las más de las veces las per- sonas y familias que han sido dañadas por
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    75 La parroquia comoespacio y signo de reconciliación la violencia necesitan narrar lo sucedido una y otra vez y que alguien las pueda escuchar. Para ello es importante tener una capacita- ción previa. No nos extendemos más en este aspecto pues en otros apartados de este li- bro se habla más ampliamente de ello. -Propiciar el encuentro y la convivencia entre personas que han sufrido violencia, ya sea por la pérdida de un ser querido o por la des- aparición de alguno de sus miembros. En esto pueden ayudar mucho aquellas personas que han sufrido violencia y han logrado hacer un proceso de perdón y reconciliación. -Apoyar a las víctimas de violencia en sus ges- tiones ante las autoridades en la búsqueda de la verdad y la justicia -Programar celebraciones comunitarias para la reconciliación sacramental invitando a par- ticipar a las personas víctimas de la violen- cia, así como celebraciones eucarísticas para orar por la paz. -Promover talleres de educación por la paz, encuentros, campañas de oración, congre- sos, etc. con el tema de la paz. -También es importante promover y/o alentar y/o colaborar con organizaciones de la socie- dad civil o de otras agrupaciones religiosas que tengan afinidad con nuestro objetivos y métodos de acompañamiento pastoral. Los sacerdotes de la Provincia Eclesiástica de Chihuahua han sugerido, entre otras cosas, las siguientes que compaginan mucho con lo anteriormente expuesto: -Propiciar redes familiares-sociales- ciudada- nas para estar pendientes de la seguridad de las personas y familias. -Recuperar espacios nuestros. -Se tienen que cambiar proyectos pastorales. Promover una pastoral específica con un mé- todo de sanación, escucha y reconstrucción del tejido social. -Aprovechar los tiempos litúrgicos fuertes, con el fin de presentar a Jesús, príncipe de la paz (letreros, predicaciones, lecturas bíblicas...) -Escuelas de Perdón y Reconciliación (Espere). -La predicación del kerygma y la catequesis parroquial deberán resaltar los temas de la paz, del perdón y de la reconciliación. -Hacer equipos parroquiales interdisciplinarios (médicos, abogados, sacerdotes, sicólogos, etc.) Algunos textos sobre la Parroquia del Docu- mento "Que en Cristo nuestra Paz México ten- ga vida digna" No. 197: Nos comprometemos a: b) Dinamizar la dimensión comunitaria de nuestras parroquias para que, en medio de una sociedad que se fragmenta y se dispersa, favorezcan espacios de encuentro y el fortale- cimiento de la vida comunitaria, contribuyen- do a que las comunidades recuperen la segu- ridad necesaria para la convivencia pacífica. c) Hacer de todas las parroquias, espacio y signo de reconciliación; ésta es el mejor antí- doto al veneno del odio, del rencor y del de- seo de venganza. Para ello necesitamos, por un lado, enriquecer la capacidad apostólica de favorecer y acompañar los procesos de Reconciliación comunitaria y, por otro, ofre- cer la celebración digna del sacramento de la reconciliación, que ofrece una magnífica opor- tunidad para la formación de la conciencia; para disponer al reencuentro fraterno; y, so- bre todo, para vivir la experiencia renovadora del amor misericordioso de Dios. d) Animar a las pequeñas comunidades, gru- pos, asociaciones y movimientos que confor- man nuestras parroquias, a compartir su ex-
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    P R I M E R A P A R T E 76 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ periencia comunitaria y contribuir, junto con otras iniciativas, en la recuperación de los es- pacios comunitarios y en la implementación de proyectos que fortalezcan el tejido social. "Cada parroquia debe llegar a concretar en signos solidarios su compromiso social en los diversos medios en que ella se mueve, con toda la imaginación de la caridad." 213. Para fortalecer la capacidad de incidencia social de la sociedad civil responsable nos comprometemos a: d) Apoyar a las comunidades para que ellas mismas hagan sus proyectos de desarrollo y desarrollen habilidades para la gestión; es decir, acompañarlas para que ejerzan plena- mente su ciudadanía. 214. Para fortalecer la capacidad de incidencia política de la sociedad civil responsable nos comprometemos a: e) Animar a las comunidades a participar en la toma de las decisiones que afectan a su vida comunitaria y a la de la nación, intervi- niendo en los procesos locales, regionales, nacionales; analizando sus proyectos y pro- puestas; identificar los niveles de toma de decisiones y los responsables políticos, para dialogar y gestionar proyectos en forma de- mocrática, por medio de estrategias de comu- nicación y participación. No. 216: Nos comprometemos a: b) Impulsar medidas para prevenir la violen- cia... La prevención supone prestar especial atención a la familia y a los centros educati- vos, a la adolescencia y a la juventud... c) Implementar medidas curativas a los efec- tos de la violencia, particularmente en el cui- dado y atención de las víctimas de la violen- cia, acompañándolas en el proceso cristiano del duelo o del perdón para que en ellas no
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    77 La parroquia comoespacio y signo de reconciliación anide el odio y el resentimiento que mueven a la venganza, porque "no hay justicia sin per- dón". No. 172 e) Contribuir a la convivencia y a la reconci- liación social divulgando los valores de la Doc- trina Social de la Iglesia. f) Animar a la sociedad responsable a partici- par, a través de sus organizaciones, vigilando y verificando que las autoridades respondan de manera integral al desafío de la violencia ocasionada por la delincuencia organizada, atendiendo a las causas sociales, económi- cas, políticas y culturales. No. 230: Nos comprometemos a: a) Anunciar el mensaje cristiano de la Recon- ciliación y celebrarla sacramentalmente y cu- rar las heridas de los que sufren con el aceite y el vino de la misericordia. b) Preocuparnos para que todas las familias de las víctimas fatales de la violencia reciban un trato pastoral adecuado y esos momentos sean aprovechados para la oración, la reflexión y acciones de solidaridad a favor de la paz.
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    79 VIII. LAS VÍCTIMAS DELA VIOLENCIA Y SU ATENCIÓN Lic. Ma. Hilda De la Vega Cobos I.- LA VIOLENCIA EN EL ESTADO DE CHIHUAHUA 1.- Contexto El Estado de Chihuahua se localiza al norte de la República Mexicana, con una extensión territorial de 247,087 km². Una población de 3,406,465 habitantes en donde 1,692,545 son Hombres y 1,713,920 son Mujeres. La mayor parte de la población en Chihuahua es urbana en un 85 por ciento y sólo 15 por ciento rural; a nivel nacional es 78 y 22 por ciento, respectivamente. La mayor cantidad de población del Estado se concentra en solo dos municipios: Juárez que cuenta con 1 millón 332 mil 131 habitantes y Chihuahua que tiene 819 mil 543 ha- bitantes. Hay otros tres municipios que concentran grandes grupos poblacionales que son: Cuauhtémoc con 154 mil 639 habitantes; Delicias con 137 mil 935 habitantes e Hidalgo del Parral con 107 mil 061 habitantes. Por lo que el 66% de la población se concentra en núcleos urbanos. La manera en que se ha distribuido la población en los mu- nicipios del Estado obedece a sus particularidades económi-
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    P R I M E R A P A R T E 80 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ cas y sociales, con lo que se han propiciado significativos contrastes que han impedido un equilibrio en el desarrollo regional. Uno de estos grandes desequilibrios está en el campo, semi abandonado y con grandes dificultades para los pequeños y medianos productores. Un Estado que viene de una gran tradición agrícola y ganadera, en donde hasta hace 50 años la mayor parte de la población estaba en las zonas rurales. En las últimas décadas se han conjugado di- versos factores locales, nacionales e interna- cionales que han impactado y transformado la vida social, económica y cultural del Esta- do, entre otros, la devastación forestal, agota- miento de mantos acuíferos, sequías, una gran presencia de industrias maquiladoras, la en- trada en vigor del Tratado de libre comercio con Norteamérica, reforma al artículo 27 Cons- titucional en el que se modifica la propiedad de la tierra, de ser ejidal, a propiedad privada, crisis económicas, fuertes emigraciones a los EU. Todo esto trae como consecuencias un empobrecimiento en la población, generación y enraizamiento de problemas sociales como el alcoholismo, venta y consumo de drogas, delincuencia, violencias de género, desempleo, subempleo, empleo informal. Chihuahua es un Estado fronterizo con EU, donde se da una fuerte inmigración nacional y centroamericana, en donde se han estable- cido las principales rutas de tráfico de drogas, armas y personas así como la presencia de cárteles de la droga. 2.- Seguridad humana Las condiciones y situaciones en que vive la población mexicana y, concretamente, en el Estado de Chihuahua en las últimas décadas han amenazado y puesto en riesgo la Seguri- dad Humana, definido por la ONU como "el derecho de las personas a vivir en libertad y con dignidad, libres de la pobreza y la deses- peración... a disponer de iguales oportunida- des para disfrutar de todos sus derechos y a desarrollar plenamente su potencial humano." (Párrafo 143 del Documento Final de la Cumbre 2005, Resolución 60/1 de la Asamblea General) Por tanto: a)un desarrollo humano que permita a la gente elegir libremente entre diversas opciones per- sonales para alcanzar su propio desarrollo, b)la garantía por parte de los gobiernos de que se ejercerán y se defenderán los dere- chos humanos, c) una seguridad humana que permita a la gen- te vivir sin temores ni amenazas constantes que frustran tanto el desarrollo como el ejerci- cio de los derechos humanos. El informe del PNUD (1) agrupa las amenazas contra la Seguridad Humana en siete catego- rías principales: económicas, alimentarias, sanitarias, ambientales, personales, comuni- tarias y políticas. En definitiva, la seguridad humana se expre- sa en un niño que no muere, una enfermedad que no se difunde, un empleo que no se eli- mina, una tensión étnica que no explota en violencia, un disidente que no es silenciado. La Seguridad Humana no es una preocupa- ción por las armas, es una preocupación por la vida y la dignidad humanas. Un análisis reciente del número de homici- dios muestra que la Región de las Américas tiene una de las tasas más elevadas de homi- cidios del mundo: cerca de 30 por 100,000 habitantes; esa estadística regional se dupli-
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    81 Las víctimas dela violencia y su atención ca en México, especialmente en las comuni- dades de la frontera norte. Además, la crisis económica mundial ha tenido una notable re- percusión en las comunidades fronterizas de menos recursos, donde la inestabilidad de los mercados de trabajo y vivienda se ha traduci- do en la pérdida de ingresos familiares, lo cual tiene repercusiones en la salud y otras dimen- siones de la seguridad humana. 3.- Violación de derechos humanos y civiles. Con la campaña permanente contra el narco- tráfico en la región conocida como Triángu- lo Dorado donde se unen los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango, desde el año de 1977 se ha tenido una gran presencia de militares en la zona. La población del Estado de Chihuahua se ve enfrentada a una fuerte crisis de seguridad, se inicia una guerra fron- tal contra el narcotráfico y el crimen organi- zado. En marzo de 2008 se pone en mar- cha la estrategia Operativo Conjunto Chihuahua, llega al territorio una fuerte pre- sencia militar y policial: De 5 000 a 10,000 efectivos entre militares, policías federales, estatales y municipales. Con estos operativos los militares y policía fede- ral se ocupan de tareas reservadas para la po- licía y otras autoridades civiles. Hay una pre- sencia de numerosos retenes militares y los cargos de Seguridad Pública en algunos muni- cipios son sustituidos por mandos militares. A partir del inicio de los operativos se recru- dece la crisis de seguridad, la vida de la po- blación se ve amenazada cotidianamente por los asesinatos, masacres, secuestros, extor- siones, despojos, amenazas y asaltos. Se diversifican los delitos. Aumenta la presencia de armas de fuego entre la población. Aumentan las violaciones a los derechos hu- manos: Tortura, detenciones arbitrarias, cateos sin orden judicial, abusos sexuales, desapari- ciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales. 4.- Estadísticas... HOMICIDIOS DOLOSOS 4545454545 4040404040 3535353535 3030303030 2525252525 2020202020 1515151515 1010101010 55555 00000 19901990199019901990 19951995199519951995 20002000200020002000 20052005200520052005 20092009200920092009 RRRRResto del paísesto del paísesto del paísesto del paísesto del país Fuente:RevistaNexos.Enero2011 Estados con operativosEstados con operativosEstados con operativosEstados con operativosEstados con operativos conjuntos 2007*conjuntos 2007*conjuntos 2007*conjuntos 2007*conjuntos 2007*
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    P R I M E R A P A R T E 82 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ Violencia sexual: En el Estado de Chihuahua en el periodo com- prendido del 1° de enero de 2010 al 10 de julio de 2013 se han iniciado 5,510 carpetas 19931993199319931993 19941994199419941994 19951995199519951995 19961996199619961996 19971997199719971997 19981998199819981998 19991999199919991999 2000 20012000 20012000 20012000 20012000 2001 2002 20032002 20032002 20032002 20032002 2003 2004 20052004 20052004 20052004 20052004 2005 2006 20072006 20072006 20072006 20072006 2007 2008 20092008 20092008 20092008 20092008 2009 2010 20112010 20112010 20112010 20112010 2011 2012 20132012 20132012 20132012 20132012 2013 FFFFFeminicidioseminicidioseminicidioseminicidioseminicidios 450450450450450 400400400400400 350350350350350 300300300300300 250250250250250 200200200200200 150150150150150 100100100100100 5050505050 00000 2929292929 2626262626 4949494949 4848484848 4242424242 4747474747 2727272727 4141414141 5252525252 5252525252 6363636363 4949494949 6161616161 6262626262 4545454545 7979797979 194194194194194 446446446446446 364364364364364 256256256256256 3535353535 2067 FEMINICIDIOS EN EL ESTADO DE CHIHUAHUA DE 1993-2013 Fuente: Gráfica elaborada en abril de 2013 por Justicia para nuestras hijas, A.C., en base a solicitudes de Acceso a la Información Pública y revisión hemerográfica diaria Feminicidio: de investigación con un total de 6,159 vícti- mas por los delitos de violación, abuso sexual, hostigamiento sexual, incesto y estupro. Da- tos proporcionados por la Fiscalía General del Estado vía INFOMEX Fuente de información. INPRO (información procesada) 20072007200720072007 20082008200820082008 20092009200920092009 20102010201020102010 20112011201120112011 20122012201220122012 TOTTOTTOTTOTTOTALALALALAL 644 2321 4105 5394 4014 2558 19036 HombresHombresHombresHombresHombres 575 2185 3837 5025 3639 2302 17563 MujeresMujeresMujeresMujeresMujeres 69 136 268 369 375 256 1473 HOMICIDIOS EN EL ESTADO DE CHIHUAHUA
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    83 Las víctimas dela violencia y su atención II.- ¿QUIÉNES SON LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA? En una situación generalizada de violencia e inseguridad, podemos decir que una gran parte de la población se ve afectada en su persona, sus bienes y el desarrollo de su vida cotidia- na, teniendo que modificar y en ocasiones hasta abandonar sus espacios y costumbres ya sean familiares, sociales, laborales, edu- cativos o culturales. 1.- Marco legal. Para determinar quiénes son las víctimas del delito se ha ido conformando un marco legal desde instancias internacionales hasta las lo- cales, en donde se estipula quiénes son las víctimas. De acuerdo a la Organización de Naciones Unidas en su declaración de 1985 sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder considera: 1. Se entenderá por "víctimas" las personas que, individual o colectivamente, hayan sufri- do daños, inclusive lesiones físicas o menta- les, sufrimiento emocional, pérdida financie- ra o menoscabo sustancial de los derechos fundamentales, como consecuencia de accio- nes u omisiones que violen la legislación pe- nal vigente en los Estados Miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder. 2. Podrá considerarse "víctima" a una per- sona, con arreglo a la presente Declaración, independientemente de que se identifique, aprehenda, enjuicie o condene al perpetrador e independientemente de la relación fami- liar entre el perpetrador y la víctima. En la expresión "víctima" se incluye además, en su caso, a los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata con la vícti- ma directa y a las personas que hayan sufri- do daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización. (Referencia I) 2.- Ley General de Víctimas de la República Mexicana. Artículo 4. Se denominarán víctimas directas aquellas personas físicas que hayan sufrido algún daño o menoscabo económico, físico, mental, emocional, o, en general, cualquiera puesta en peligro o lesión a sus bienes jurídi- cos o derechos como consecuencia de la co- misión de un delito o violaciones a sus dere- chos humanos reconocidos en la Constitución Hasta 17 años 3,882 De 18 a 25 años 993 De 26 a 30 años 380 De 31 a 35 años 326 De 36 a 40 años 252 De 41 a 45 años 138 De 46 a 50 años 93 De 51 a 60 años 63 Más de 60 años 22 Sin datos 10 TOTAL 6,159 VÍCTIMAS DE LOS DELITOS DE VIOLACIÓN, ABUSO SEXUAL, HOSTIGAMIENTO SEXUAL, ESTRUPO E INCESTO REGISTRADAS EN CARPETAS DE INVESTIGACIÓN. PERÍODO 1 DE ENERO 2010-10 DE JULIO 2013 (DESGLOSE POR EDAD) EdadEdadEdadEdadEdad VíctimaVíctimaVíctimaVíctimaVíctima
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    P R I M E R A P A R T E 84 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ y en los Tratados Internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte. Son víctimas indirectas los familiares o aque- llas personas físicas a cargo de la víctima directa que tengan una relación inmediata con ella. Son víctimas potenciales las personas físicas cuya integridad física o derechos peligren por prestar asistencia a la víctima ya sea por im- pedir o detener la violación de derechos o la comisión de un delito. La calidad de víctimas se adquiere con la acre- ditación del daño o menoscabo de los dere- chos en los términos establecidos en la pre- sente Ley, con independencia de que se iden- tifique, aprehenda, o condene al responsable del daño o de que la víctima participe en al- gún procedimiento judicial o administrativo. Son víctimas los grupos, comunidades u or- ganizaciones sociales que hubieran sido afec- tadas en sus derechos, intereses o bienes ju- rídicos colectivos como resultado de la comi- sión de un delito o la violación de derechos. (Referencia II) (Artículo reformado DOF 03-05-2013) 3.- Ley de Atención y Protección a Víctimas u Ofendidos del Delito del Estado de Chihuahua. ARTÍCULO 2. VIII. Víctima.- Al directamente afectado por el delito; a las agrupaciones, en los delitos que afectan intereses colectivos o difusos, siem- pre que su objeto se vincule directamente con esos intereses; y, a minorías étnicas, en los hechos punibles que impliquen discriminación o genocidio respecto de sus miembros, gene- ren regresión demográfica, depredación de su hábitat, contaminación ambiental, explotación económica o alienación cultural; IX. Ofendido.- En caso de muerte de la vícti- ma, se considerarán ofendidos, con el siguiente orden de prelación: al cónyuge, concubina, concubinario o a la persona que hubiere vivi- do de forma permanente con la víctima du- rante, por lo menos, dos años anteriores al hecho; los dependientes económicos; los des- cendientes o ascendientes consanguíneos o civiles sin límite de grado; y los parientes co- laterales, consanguíneos o civiles, hasta el segundo grado; X. Sujetos Protegidos.- Todos aquéllos que, sin ser víctimas u ofendidos, tengan relación di- recta o indirecta con alguno de éstos y existan indicios de que pudieran ser afectados por los responsables de la comisión de un delito o por terceros involucrados. (Referencia III) De acuerdo a las investigaciones realizadas por la organización "México Evalúa", en cuan- to al Índice de Victimas Visibles e Invisibles (IVVI) reporta: En México el total de víctimas visibles e invisibles de delitos graves registra- dos entre enero de 1997 y mayo de 2011 ascendió a casi 13 millones (12,993,010), de las cuales 3,208,213 son víctimas visi- bles y 9,784,797 son víctimas invisibles. Del total de víctimas visibles e invisibles estima- das, el 91.9 por ciento corresponde a vícti- mas de robo con violencia, el 6.5 por ciento a víctimas de homicidio, el 1.3 por ciento a víc- timas de extorsión y el 0.3 por ciento a vícti- mas de secuestro. Entre 1990 y 2009, en 9 de cada 10 casos la víctima era un hombre casado en edad pro- ductiva, es decir, casi 90 mil mujeres se con- virtieron en viudas y más de 180 mil niños y jóvenes se quedaron sin padre. (Chihuahua ha registrado marcados aumen- tos desde el periodo gubernamental de 1998-
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    85 Las víctimas dela violencia y su atención *(http://www.mexicoevalua.org/wp-content/uploads/2013/ 02/MEX-EVA_INDX-IVVI_LOW.pdf) 2004 en todos los indicadores y, por tanto, en el IVVI.) En Chihuahua, el promedio mensual de vícti- mas de los delitos graves considerados en este documento aumentó de forma preocupante entre el periodo gubernamental de 1998-2004 al de 2010-2013. Entre ambos periodos, el promedio mensual de víctimas de secuestro se multiplicó más de 50 veces; el de víctimas de robo de auto con violencia se multiplicó más de 30 veces; el de víctimas de extorsión se multiplicó más de 9 veces; el de victimas de homicidio se multi- plicó más de 6 veces, y el de víctimas de robo con violencia se multiplicó más de tres veces. El indicador de robo de auto con violencia tam- bién registra un extraordinario aumento al pasar de 33.31 a 929.43, es decir, aumentó 28 veces, entre dichos períodos. 4.- Cifra negra La cifra negra se refiere al conjunto de deli- tos cometidos que no forman parte de los registros de las autoridades. Este problema estriba en que un porcentaje de delitos nun- ca se hace del conocimiento de las autorida- des porque las víctimas no quieren o no pue- den denunciarlos. La no denuncia es un fenó- meno mundial que autoridades de algunos países, como Estados Unidos, han enmen- dado parcialmente mediante encuestas de victimización. En México, encuestas de este tipo fueron im- pulsadas recientemente a partir de 2002, no por las autoridades sino por la sociedad civil, específicamente por el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (ICESI). Esto es un indicio de que en nuestro país las autori- dades no se han preocupado por dimensionar el fenómeno delictivo real y que son principal- mente reactivas ante el crimen. En otras pala- bras, el enfoque policial parece centrarse más en combatir el delito mediante arrestos en flagrancia, que en prevenirlo y combatirlo con inteligencia policial. De acuerdo con el ICESI, en México alrededor de 2 de cada 10 delitos cometidos son denunciados al Ministerio Pú- blico. Lo que quiere decir que las autoridades sólo cuentan con un mapa parcial del fenó- meno delictivo en el que se asienta apenas el 20 por ciento de los delitos. El problema para dimensionar el delito a cau- sa de la cifra negra se pone de relieve en el caso de los delitos violentos como el secues- tro y la extorsión. Por su naturaleza, es poco probable que las víctimas denuncien estos delitos. Por tanto su cifra negra es muy alta. El ICESI estima que, en el caso del secuestro, la cifra negra es de alrededor del 60 por cien- to y en el de extorsión ronda el 80 por cien- to.* El hecho de que las autoridades no pue- dan detectar en dónde se encuentran los cri- minales violentos ni quiénes son dificulta su labor. Por lo tanto el índice de victimas es más alto que el reportado y de las que son identifica- das como tal en las instituciones oficiales. En este índice de víctimas no se reportan las víc- timas directas e indirectas de desaparición forzada e involuntaria que en el 2013 se con- sideran más de 25,000 personas. Tampoco se habla de las víctimas de despojos de tie- rras y propiedades, y mucho menos de las víc- timas de la violencia de género, ya sea violen- cia familiar, sexual, feminicida y laboral sobre todo periodística y de defensoras de derechos humanos.
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    P R I M E R A P A R T E 86 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ 5.- Atención a las víctimas en el Estado por parte de las autoridades correspondientes En el Estado de Chihuahua ha quedado de- mostrado que el acceso a la justicia, al debi- do proceso y la atención a las víctimas ha sido ineficaz e inadecuada, según lo documentado en los casos paradigmáticos de "Campo Algo- donero", el de David Meza Argueta, Israel Arzáte, la Familia Alvarado, Paloma Escobar, Marisela Escobedo y cientos de casos de víc- timas más. (Referencia IV) Todo lo anteriormente expresado, a pesar de las disposiciones legales sobre derechos de las victimas establecidas en la Constitución Mexicana en el Articulo 20, apartado C; El Código de Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua en el artículo 121 y en el artí- culo 7 de la Ley de Atención y Protección a Víctimas u Ofendidos del Delito del Estado de Chihuahua y en la Ley General de Victimas, articulo 7. Únicamente en la Ley General de Víctimas se considera como un principio de atención la dignidad humana y no criminalización (artí- culo 5), Esta ley se decreta a partir de la de- manda del Movimiento por la Paz con Justi- cia y Dignidad, ante la urgente necesidad en todo el país de una atención digna a las vícti- mas. (2012-2013) En ella se establecen los principios para la atención integral y adecuada a las víctimas por parte de la autoridad responsable entre los que se mencionan: Buena Fe de las vícti- mas, Enfoque diferencial y especializado en la atención, un Enfoque Transformador, la Gratuidad en todas las acciones, mecanis- mos, procedimientos y cualquier trámite que implique el acceso a la justicia y demás dere- chos. La igualdad y no discriminación, así como un Trato preferente de todas las auto- ridades, la No criminalización y Victimiza- ción secundaria. III.- ATENCIÓN Y ACOMPAÑAMIENTO A VÍCTIMAS POR PARTE DE LA SOCIEDAD CIVIL 1.- Introducción. La atención adecuada y eficaz a las víctimas ha sido una demanda y un anhelo desde hace DesaparecidosDesaparecidosDesaparecidosDesaparecidosDesaparecidos registrados por laregistrados por laregistrados por laregistrados por laregistrados por la CNDHCNDHCNDHCNDHCNDH 24,09124,09124,09124,09124,091
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    87 Las víctimas dela violencia y su atención décadas y ha sido la crisis de violencia delincuencial lo que ha venido a colapsar el sistema de atención que ha sido inoperante, inhumano e insuficiente. No hay capacidad instalada ni personal adecuado para la aten- ción a las víctimas, lo que les ha causado un mayor sufrimiento y desesperanza. 2.- La atención desde la sociedad y los particulares. Generalmente la atención a víctimas se ha realizado desde la sociedad civil, ya sean or- ganizaciones o particulares, de manera volun- taria, más que por profesión por sensibilidad y solidaridad, tal vez sin mucho conocimiento legal, pero sí con conocimiento y sentimiento de la dignidad de las personas y de sus dere- chos fundamentales. Es así como a través de los años se ha obtenido un mayor conocimien- to y el desarrollo de habilidades en la aten- ción a víctimas. Ya la Ley General de Víctimas nos da los prin- cipios desde los cuales se ha de brindar la atención, partiendo del hecho que esta ley ha sido impulsada y elaborada desde la experien- cia, el dolor, padecimiento, necesidades y de- mandas de miles de personas víctimas del delito y la violencia. Se ha de procurar una atención integral, hu- mana y humanizadora, cálida, cercana, de acuerdo a la situación y necesidades de las víctimas. 3.- Objetivo del Acompañamiento. -Brindar apoyo a las personas víctimas del delito y la violencia en su restablecimiento emocional, en la búsqueda de la justica y de la verdad, y en la toma de conciencia de ser sujetos de derechos. -Ayudarles a desarrollar y fortalecer capaci- dades propias, sanar las heridas, lograr su restablecimiento emocional, a construir la memoria y conocer la verdad. -Ayudarles a conocer y asumir sus derechos, a empoderarse para el restablecimiento de su propia dignidad. 4.- Actitud de escucha Para la atención es necesaria de manera fun- damental la ESCUCHA, tener una actitud ple- na y consciente de escuchar con empatía, res- peto y solidaridad. Es importante cuando sea posible tener en cuenta para la escucha: el tiempo, lugar y actitud. Una escucha activa, en donde la persona se sienta recibida, acogida ya desde el primer contacto y que tenga la certeza de que se le cree lo que siente y dice. Con un tiempo privi- legiado para ella, es decir, evitar todo tipo de distractores tanto personales como laborales, que la persona sienta y sepa que este tiempo está dedicado solo a ella. Procurar un espacio lo más privado posible que le dé confianza y seguridad, en donde no se sienta observada ni escuchada por terce- ras personas. Es importante estar cerca de la otra persona, pero respetando su espacio vital. Cuidar y atender el lenguaje no verbal, como la postura corporal que manifieste apertura y cercanía, el contacto visual, las gesticulacio- nes, que en ocasiones pueden transmitir in- formación o mensajes que conscientemente no queremos expresar. Como puede ser leja- nía, incredulidad, desinterés entre otros. De la escucha vamos a obtener información importante para el acompañamiento, lo que ayuda a que las personas no tengan que repe- tir relatos o explicaciones. Es útil el uso de preguntas aclaradoras. Si en algún momento
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    P R I M E R A P A R T E 88 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ no se comprende lo que la víctima relata, hay que hacérselo saber de manera delicada y sencilla. Por ejemplo: "no comprendí bien esto que acaba de decir..." "Esto que me dice o me cuenta es así..." Toda pregunta tendrá que tener un propósi- to en favor del acompañamiento, y mejor es omitir el uso de preguntas ociosas o por curiosidad. Después del primer contacto o entrevista es bueno preguntar al finalizar ¿cómo se siente después de la charla? ¿Cómo se va? ¿Qué di- ferencia hay de cuando llegó a este momen- to? Es necesario que tanto quien escucha como la persona escuchada tengan claro si hubo un beneficio: Si la persona llegó desconfiada y sintió confianza; si tenía miedo de hablar y se sintió confiada, segura. Incluso si tenía algún dolor físico y con el espacio de atención se disminuyó o terminó el dolor o molestia. Esto nos ayuda a evaluar tanto la intervención como los beneficios que las personas tienen al ser atendidas. Al término de la primera entre- vista es conveniente informarle a la persona en qué consiste el acompañamiento y cuáles pue- den ser las alternativas y recur- sos con que se cuenta y ella de- cidirá qué es lo que en ese mo- mento quiere y puede hacer. 5.- Intervención en crisis Si la persona está en una crisis emocional o estado de shock, hágale saber que está acompa- ñada, hable de manera serena, afectuosa y por su nombre, haga contacto físico con la mirada, tomando su mano. Escuche todo lo que hable y permita que ex- prese sus emociones sin juzgarla ni reprimir- la, que hable de los hechos acontecidos. Siga con la entrevista o la actividad a realizar cuando la persona se encuentre más serena y mínimamente equilibrada. 6.- Evaluar factores de vulnerabilidad y de riesgo. Desafortunadamente por estereotipos o estig- mas sociales y culturales las personas suelen ser revictimizadas, ya sea por la autoridad o funcionarios gubernamentales como por la sociedad. Por lo cual es importante tener en cuenta los factores que vulneran aún más a la víctima como son: La edad (si son menores o adultos mayores), profesión u ocupación, et- nia o raza, sexo, orientación sexual, escolari- dad, estado de salud, discapacidad, comuni- dad de origen entre otros. Los factores de riesgo que se han de tomar en cuenta para el acompañamiento: Tipo de de- lito de que son víctimas, si han recibido ame- nazas y de quien, la comunidad de origen y si en ésta el crimen organizado tiene una fuerte
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    89 Las víctimas dela violencia y su atención presencia, si no hay autoridades penales de manera permanente o aquellas que le brin- den medidas de protección. Otro riesgo pue- den ser los presuntos que cometieron el delito en su contra y la ausencia de redes familiares y sociales. 7.- Acompañamiento emocional. Cuando se acompaña a víctimas en el proce- so de enfrentar los hechos vividos, ya sea el haber sufrido en su persona la comisión de un delito o la pérdida de un ser querido nece- sariamente se tendrá que atender su estado emocional con el objetivo de ayudarla a en- frentar (vivir) el episodio doloroso y trágico por el que está pasando, así como a reestructu- rarse emocionalmente y lograr el equilibrio necesario para su salud física, mental, psico- lógica y espiritual. Cuando una persona sufre una experiencia dolorosa y trágica que pone en riesgo su vida, la de un ser querido o la muerte de éste, el sistema psíquico y emocional se ve rebasado y no logra responder adecuadamente a la rea- lidad, no se puede elaborar la realidad, ni mantener el equilibrio psíquico-emocional. Por lo tanto, se hace necesaria la intervención te- rapéutica que le ayude a elaborar y procesar la experiencia y poder superarla, de preferen- cia esto debe hacerse durante el primer mes, pues ayuda a que la experiencia traumática no vaya generando alteraciones y desórdenes en la personalidad. Es común que empiece a desarrollase el tras- torno de estrés pos-traumático en el cual se presentan algunas alteraciones FÍSICAS (do- lores de cabeza, del cuerpo en general), FI- SIOLÓGICAS (falta de apetito, taquicardias, alteración del estado de alerta y sueño, gas- tritis, colitis), EMOCIONALES (tristeza, en oca- siones depresión, sentimientos de culpa, ira o rabia, ansiedad, hostilidad, sentimientos de indefensión e impotencia), MENTALES (pro- blemas de concentración, bloqueos mentales, memoria selectiva, creencias negativas per- sistentes y exageradas sobre si, los demás y el mundo) y CONDUCTUALES (tendencia al aislamiento, tendencia al desapego de las per- sonas cercanas, perdida de interés en activi- dades significativas, comportamiento impru- dente o autodestructivo, hipervigilancia, ma- lestar social y laboral). Cuando se identifican algunos de estos sín- tomas es necesaria la atención psicotera- péutica. Quien acompaña puede hacer uso del conjunto de herramientas para casos de emergencia de CAPACITAR.ORG, que gene- rosamente nos permitió adjuntar Patricia Cane, Ph.D. (Anexo: Herramientas de "Capacitar"). Se pueden utilizar cuando hay crisis de ansie- dad, de llanto, ira o enojo. Entre otras situa- ciones, se sugiere que se lean y se pongan en práctica para su mayor conocimiento y utilización. 8.- Acompañamiento sicosocial Ir generando un proceso de acompañamiento psicosocial es de gran ayuda para el proceso de restablecimiento y reorganización de las personas víctimas del delito y la violencia. Ayuda mucho a enfrentar los hechos traumá- ticos el compartirlos, pues esto le sirve a la víctima para entenderlos y darles un signifi- cado. El solo hecho de compartir con otras personas lleva a presentar menos impactos en la salud física y mental. "El apoyo social se asocia a una menor morta- lidad y a una mejor salud mental (Stroebeet al., 1993). Las personas que tienen más apo- yo social se sienten mejor que aquellas que están aisladas o no tienen personas de con-
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    P R I M E R A P A R T E 90 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ fianza con las que pueden compartir y sentir- se aceptadas." Para ir construyendo el proceso psicosocial es recomendable buscar asesoría o alianzas con quienes tengan experiencias en estos proce- sos y hacerse llegar de información y material de ayuda. He aquí algunas consultas que se pueden hacer vía internet.** Algunas celebraciones o acciones comunita- rias pueden ayudar en el proceso como por ejemplo: Celebración del día de difuntos con altares especiales; en el día de las madres, elaboración de escritos de las historias de vida, marchas o jornadas públicas informativas y aquellas acciones que el grupo vaya propo- niendo como resultado de sus reflexiones, compartires y demandas. 9.- Acompañamiento legal. Tiene como fin conseguir justicia, buscar la protección, que se garanticen sus derechos y se lleve a cabo la reparación del daño. La persona que acompaña no necesariamen- te tiene que tener conocimientos de leyes, pero sí es importante que tenga interés por cono- cer, sobre todo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Su encomienda es acompañar físicamente a las víctimas a las instancias correspondientes. Si no sabe a cuál de ellas recurrir, indagarlo será parte de su encomienda. Es importante que quien acom- paña se asegure de que a la víctima le que- dan claros los procedimientos y explicaciones ** http://www.corporacionavre.org/files/pdf/ LIBRO_AVRE_LECCIONES_baja.pdf - http://www.rndp.org.co/sites/default/files/ Cartilla%20Acompa%C3%B1amiento%20Psicosocial %20a%20victimas;%20Sanando%20Heridas, %20Recosntruyendo%20Vidas_0.pdf
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    91 Las víctimas dela violencia y su atención que se reciben de las instancias legales y acla- rar las dudas con las personas indicadas, bus- cando, de ser necesario, asesorías con perso- nas conocedoras del tema. 10.- Atención a la salud de la víctima. Es importante tener en cuenta y vigilar el es- tado de salud de las víctimas, ya que común- mente éste se ve afectado por los hechos vivi- dos y lo más recomendable es buscar una sanación integral, no solo curar las enferme- dades físicas. Se sugiere, de ser posible, ha- cer uso también de la medicina y métodos alternativos que se tengan al alcance. En la medida que se da el proceso de sanación integral la víctima puede pasar a empoderarse, ejercer sus derechos y reorganizar su vida. Precisamente éste es uno de los objetivos fun- damentales del acompañamiento. También las personas que acompañan tienen que estar pendientes de sí mismas, de su sa- lud física y emocional, pues el contacto con la violencia es tóxico y va impactando el estado físico y emocional de las personas que acom- pañan, por lo que es importante tener espa- cios de atención y de apoyo para poder seguir acompañando y evitar la presencia del Sín- drome de desgaste emocional o Burnout. 11.- Inventariar los recursos de la comunidad. Es conveniente conocer los recursos con que se cuenta en la comunidad para una mejor atención a las víctimas y, en el proceso de acompañamiento, aquéllos que no se tenían contemplados o no estaban a disposición y se van incorporando o utilizando se deberán agre- gar al inventario para tenerlos presentes. Tomar en cuenta los recursos humanos que están disponibles y al alcance para brindar servicios, ya sea de forma gratuita o de bajo costo: profesionales en leyes, psicología, me- dicina, dispensarios, trabajo social, peritos en criminología, asociaciones civiles, grupos te- rapéuticos, bolsa de trabajo, refugios para mu- jeres y sus familias, ayuda espiritual y las ins- tancias oficiales de asistencia social, entre otras. IV. CARTILLA PARA IDENTIFICAR A LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA Algunas consideraciones (meramente indica- tivas) a tomar en cuenta para un mejor acom- pañamiento. 1.- Concepto de víctima. "Las víctimas son las personas de la población civil que –individual o colectivamente como re- sultado de actos u omisiones que violan los Derechos Humanos o el Derecho Internacio- nal Humanitario– han sufrido daños físicos o mentales, sufrimiento emocional o menosca- bo sustancial de sus derechos fundamentales y que cumplen un papel activo como sujetos políticos y sociales en la exigencia de sus de- rechos, en la reconstrucción y en la reivindi- cación de la memoria histórica, y en su recu- peración emocional." (Manual de buenas prácticas en atención psico- jurídica, Corporación AVRE) Es importante señalar, pues, que víctima es la persona que ha sufrido un daño y que toma un papel activo en su recuperación. 2.- Datos necesarios de la víctima. • Conocer sus datos generales como nombre, edad, estado civil, sexo, ocupación, lugar de origen, lugar de residencia. • Si es víctima directa: Si fue hacia su perso- na en quien se cometió el delito • Si hay víctimas secundarias, indirectas u
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    P R I M E R A P A R T E 92 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ ofendidos y quiénes son: Padre, madre, her- manos/as, otros familiares... • De qué tipo de delito es víctima. • ¿Cuáles Derechos Humanos identifica la víc- tima que le han sido violados, tanto por la comisión del delito, como por los procedi- mientos legales en caso de que no se haya llevado un debido proceso? 3.- Impactos del delito en la vida personal de la víctima. a) En su salud física: -¿Cuál era su estado de salud antes de ocurri- dos los hechos? -¿Qué alteraciones se han desencadenado como consecuencia de los hechos? -¿Qué atención ha recibido? -¿Ha buscado o utilizado otras alternativas para su salud física? -¿Ha acudido a ser atendida en servicios de salud? ¿cuáles? -¿Por este mismo motivo ha estado hospitali- zada (a consecuencia del delito)? -¿Alguna otra persona cercana ha sido hospi- talizada por este mismo motivo? -¿Está recibiendo algún tratamiento médico? b) En cuanto a salud mental: - ¿Se ha presentado alguna alteración men- tal, bloqueo mental, pensamientos recurren- tes, falta de concentración...? - ¿Ha recibido alguna atención especializa- da? ¿alternativa...? c) En cuanto a su estado emocional: - Depresión, culpabilidad, miedo o pánico... d) En cuanto a su situación legal: - Si se modifica su estado civil, entre otros. 4.- Impactos del delito en su vida familiar y económica. - Impactos en las relaciones con la familia extensa y familia política - Repercusiones en su vida laboral. Se han presentado dificultades para realizar sus la- bores, ha perdido su trabajo, etc. - ¿Ha recibido algún apoyo de tipo económi- co?, ¿De quién? ¿Familiares, amigos, grupo social, instancia oficial? - ¿Cuenta con patrimonio? ¿Casa habitación, pensión, fondo de ahorro...? ¿Éste ha sido afectado? ¿Cómo? ¿Por qué? 5.- Impacto en las relaciones sociales y en el aspecto legal. - ¿Qué impacto ha tenido con sus amistades o en la comunidad? - ¿Qué acciones ha realizado a partir de que se sucedieron los hechos? - ¿Qué acciones legales se han llevado a cabo? ¿Ha denunciado? ¿Hay un seguimiento del proceso legal? ¿Ha tenido alguna asesoría o acompañamiento? 6.- Sobre necesidades. - ¿Cuál considera que es su necesidad más apremiante? - ¿Qué otras necesidades son urgentes o prio- ritarias de atender?
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    93 HERRAMIENTAS DE "CAPACITAR" QUENOS PUEDEN AYUDAR EN CASOS DE EMERGENCIA* ANEXO** HERRAMIENTAS PARA ESTAR BIEN. La salud de nuestro cuerpo, mente y espíritu continuamente está siendo afectada por la si- tuación en la cual vivimos: el trauma, la vio- lencia, el clima, nuestra dieta, el medio am- biente que nos rodea, las noticias diarias, y los retos cotidianos de la vida. El aprovecha- miento de muchos conocimientos simples de nuestros antepasados puede darnos poder para vivir en paz y estar bien a pesar de lo que esté pasando a nuestro alrededor. Los siguientes ejercicios que Capacitar nos ofrece pueden ser usados en momentos en los cuales nos sentimos completamente can- sados, perdidos o deprimidos. Estas herra- mientas son para cualquier persona, ya sea para sobrevivientes de trauma, para personas encargadas de atender a las necesidades de los demás, o para personas abrumadas o estresadas por el diario vivir. El reto es incorporar estas prácticas a nuestra vida cotidiana, o sea, hacer que lleguen a for- mar parte de nuestros estilos de vida, para que estén disponibles cuando estemos en si- tuaciones de estrés traumático, agotados y sin energía, o de sentirnos deprimidos o perdi- dos, y sin rumbo. Trabajo respiratorio: Respi- rar es la fuente de la vida, trayendo energía fresca a los tejidos y a las células para nutrir cuerpo, mente y espíritu. Cuando nosotras ex- halamos el estrés y las toxinas acumuladas son liberadas. Respirar en momentos de estrés es una manera efectiva para dejar ir toda la tensión acumulada en el cuerpo. Se pueden aprender más prácticas y teorías en los ma- nuales de Capacitar y en la página web: www.capacitar.org. * "Capacitar", Fundadora/Directora: Patricia Cane, Ph.D. Traducido por: Maribel Pérez. Revisión editorial: Dennis Smith. www.capacitar.org © 2005 ** El presente anexo "Herramientas de Capacitar" lo estamos publicando con el permiso expreso de la fundadora y directora de "Capacitar", Patricia Cane, Ph.D.
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    P R I M E R A P A R T E 94 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ Respirar profundamente en tiempos de mu- cho estrés puede ser una manera efectiva para dejar ir toda la tensión acumulada en el cuerpo. Respirar profundamente varias ve- ces en un momento difícil puede cambiar completamente la manera en que resolvemos una situación. La respiración combinada con imágenes de luz o de la naturaleza puede promover senti- mientos de paz, calma y una mejor manera de ver las situaciones. Respiración abdominal. Siéntese cómodamente con la espalda apo- yada en el respaldo de la silla y con los ojos cerrados. Respire profundamente y concén- trese en usted misma, dejando ir todas sus preocupaciones y pensamientos. Ponga las manos en su estómago, inhale profundamen- te por la nariz e imagine el aire que circula hacia abajo por su cuerpo, hasta llegar a su abdomen. Imagine que su abdomen se llena con el aire como si fuera un globo. Detenga la respiración por unos momentos y luego exhale lentamente por su boca, con- trayendo los músculos de su abdomen, de- jando salir toda la tensión de su cuerpo. Con- tinúe con la respiración abdominal por unos minutos. Si durante esta práctica vienen pen- samientos a su mente, déjelos ir, concentrán- dose en el movimiento del aire que está en- trando y saliendo de su cuerpo. Respiración en la naturaleza. Las plantas y los árboles son grandes fuen- tes de energía para aterrizarnos y sanarnos. La Respiración
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    95 Herramientas para estarbien La mecedora. Párese rectamente con los pies separados y sus brazos a los lados. Levante los talones de sus pies y al mismo tiempo levante las palmas de las manos hacia adelan- te a la altura del pecho. Voltee las palmas de las ma- nos hacia abajo, bájelas al mismo tiempo que baja los talones, y levante los dedos de los pies en un movi- miento de balanceo. Continúe con este movimiento len- tamente, balanceándose hacia atrás mientras respira profundamente. Con cada movimiento baje sus hombros, relaje sus brazos y dedos de los pies. Haga este ejercicio suave y lentamen- te. Respire profundamente e imagine que sus pies están plantados firmemente sobre la Madre Tierra y que los de- dos de sus pies son como raíces largas conectadas con la energía nutritiva de la tierra. Mientras levanta las manos imagine que usted es capaz de bajar la energía del cielo para limpiarse y llenarse con ella. Este movimiento es de mucho beneficio para las que sufren trauma y depresión. El baño de luz. Con el pie izquierdo hacia adelante y las palmas de las ma- nos frente a frente, levante sus manos sobre su cabeza y luego muévalas hacia abajo como si usted se estuviera ba- ñando con luz. Sienta la energía limpiando y llenando su cuerpo, mente y espíritu. Repita lo mismo hacia el lado de- recho, con el pie derecho hacia adelante. Imagine la ener- gía que está a su alrededor. Mientras usted sube sus manos inhale de ese baño de luz; cuando baja sus manos exhale y deje ir cualquier cosa ne- gativa que se encuentra dentro de usted. Sienta como la luz del cielo la está limpiando y renovando. Mientras usted hace los movimientos hacia el lado derecho, póngase en contac- to con la violencia y la negatividad del mundo que la rodea. Este ejercicio es excelente para personas que están depri- midas o enfrentándose con traumas del pasado. Ejercicios de Tai Chi
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    P R I M E R A P A R T E 96 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ Volando por el aire. Con su pie izquierdo hacia ade- lante, extienda su mano izquier- da hacia arriba. Nade o vuele a través del aire cálido y energizante. Disfrute la gracia y lo ligero de su cuerpo. El movimiento debe ser libre y lige- ro con los brazos y hombros relaja- dos. Repita el movimiento empezan- do por el lado derecho. Vuele libre- mente a través del aire soltando todo el peso y sintiendo la liberación de su espíritu. Abra su corazón a todas las posibilidades y deseos que usted tiene para su vida y crecimiento. Este ejercicio es bueno para aliviar el do- lor de espalda, hombros y cabeza. Deje ir el pasado y ábrase para recibir. Con su pie izquierdo hacia adelante, las pal- mas de las manos ligeramente curvadas hacia abajo a la altura del pecho, empuje hacia afue- ra, dejando ir toda la tensión, negatividad y vio- lencia que hay dentro de usted. Voltee las pal- mas de sus manos hacia arriba y regréselas a la posición inicial; mientras está regresando sus manos a la posición inicial inhale las bondades y abundancia de la vida. Repita el movimiento, pero ahora con el pie de- recho hacia adelante. Conéctese con cualquier herida, tensión o violencia que usted tenga en su corazón. Cuando haga el movimiento en el lado izquierdo exhale el dolor y la violencia. Res- pire inhalando la paz, la gracia y la abundancia de vida a su alrededor.
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    97 Herramientas para estarbien Agarrando los dedos para balancear la energía emocional. La siguiente práctica es una manera simple de manejar las emociones agarrando cada dedo. Las emociones y sen- timientos son como ondas de energía que se mueven por todo su cuerpo, mente y espíritu. A través de cada dedo corre un canal o meridiano de energía conectado con los diferentes órganos del cuerpo. Agarrando el dedo indica- do se puede drenar y equilibrar el flujo de energía. Mien- tras usted agarra un dedo, generalmente en un minuto o dos sentirá pulsaciones de energía. Esto indica que la energía está fluyendo y que está equilibrada. Agarrando cada dedo mientras respira profundamente puede traer alivio y sanidad tanto emocional como físico. Esta práctica es una herramienta muy útil que podemos usar a diario. En situaciones de dificultad o retos, cuando hay llanto, enojo o la ansiedad aumenta, está práctica puede traer paz, un mejor enfoque y calma, para que la respuesta o elección que se haga sea la mejor. Esta práctica puede hacerse para ayudar a los niños cuando están llorando o cuando están haciendo berrinche. Está práctica también puede hacerse como una meditación con música o antes de dormir, para liberarse de los problemas del día y así ayudar al cuerpo, mente y espíritu a relajarse. También se puede usar con personas que tienen mucho miedo, ansiedad, enfermedad o que están muriendo. La práctica: Agarrar cada dedo con la otra mano mientras repira profundamente por 2-5 minutos. Exha- lar despacio imaginando que las emociones fuer- tes estan fluyendo de su cuerpo hacia la tierra. Respirar p r o f u n d a - mente y lle- narse con ar- monía, paz y sanación. PULGAR duelo, lágrimas, dolor emocional ÍNDICE miedo, pánico, terror DEDO MEDIO enojo, rabia, ira, resentimiento ANULAR ansiedad, nervios DEDO PEQUEÑO falta de autoestima, víctima
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    P R I M E R A P A R T E 98 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ Práctica de la técnica para liberar energía. 1. Piense en un problema que pueda servir para medir su nivel de ansiedad: Elija para trabajar un problema, una preocupación, una fobia, una an- siedad, una memoria traumática o algún pensamiento negativo. Usan- do una escala de 0 a 10 mida el nivel de ansiedad que siente cuando piensa en el asunto. (0=nada de ansiedad y 10=máximo nivel de ansiedad). Si se le dificulta medir la ansiedad con esta escala numéri- ca, use una escala más simple como por ejemplo: nada, poca, media, mucha, o mucha-poca, o hasta arriba-hasta abajo. Técnica par la Liberación Emocional-EFT Las técnicas para la liberación emocional fue- ron desarrolladas por Gary Craig y Gary Flint. Son muy útiles para desbloquear y sanar emo- ciones fuertes, miedos, ansiedad, dolor emo- cional, enojos, memorias traumáticas, fobias y adicciones, así como para aliviar síntomas de dolor, como el dolor de cabeza o dolor del cuerpo. La técnica se basa en la teoría del campo de energía del cuerpo, mente y espíritu, junto a la teoría del meridiano de la medicina orien- tal. Los problemas, traumas, ansiedad y do- lor pueden causar un bloqueo en el recorrido de la energía en el cuerpo. Con golpecitos o acupresión en los puntos conectados con los canales o meridianos de energía pueden ayudar a desbloquear la ener- gía congestionada y promover un recorrido fluido y sano de energía en el cuerpo y en el campo mental. (Adaptado con permiso de técnicas para liberar energía de Gary Flint, Ph.D. y Gary Craig, Ph.D.)
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    99 Herramientas para estarbien 1 2 3 4 5 6 7 B A 2. Dar de 7 a 9 golpecitos a los puntos de acupresión abajo identificados: Respire profundamente mien- tras da los toquecitos con los dedos índice y medio en los puntos indicados. 1) Los puntos donde empiezan las cejas 2) Los puntos donde terminan las cejas 3) Los puntos en los pómulos, debajo de las pupilas 4) El punto debajo de la nariz 5) El punto en la barbilla, de- bajo de los labios 6) Los puntos unos 10 cm. de- bajo de las axilas 7) Los puntos debajo de las clavículas, por el esternón. 3. Toque el punto A que es al lado de la mano y repita 3 veces: "A pesar de que tengo este pro- blema, estoy bien, me acepto!"
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    P R I M E R A P A R T E 100 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ 4. Vuelva a repetir la secuencia: presentada en los puntos 2 y 3: Repita esta secuencia hasta que su nivel de ansiedad haya bajado a 0-2 5. Dese masaje suave en el "punto adolorido" (punto B): Dese masaje o presio- ne muy suavemente en el punto Susceptible al dolor que se encuentra al lado izquierdo del pecho, unos 5 cm. debajo del lado izquierdo de la clavícula y 4 o 5 cm. al lado del esternón. Sostener el Cuerpo Esta práctica consiste en sostener varios puntos de energía en el cuerpo. Esta práctica puede hacérsela una misma o unas a otras. Ésta es muy útil para controlar la ansiedad, el dolor emocional o físico, las memorias traumáticas, las emociones fuertes como el enojo o el miedo, el insomnio, y para lograr una profunda relaja- ción. Con la energía de nuestras manos nosotras podemos traer una profunda paz, armonía y sanidad al cuerpo, mente y espíritu. Mientras se practica estos ejercicios en grupo, unas a otras, tenga en mente y en su corazón un sentimiento de paz, luz y amplitud. Estos puntos se pueden sostener por varios minutos acompañados por respiraciones abdominales profundas para promover más relajación. Debemos sostener muy suavemente y, si alguna persona tiene miedo de ser tocada por algún miedo o alguna expe- riencia previa de abuso o violencia, puede poner sus manos sobre los puntos sin sostenerlos; de esta manera trabajará en el campo de la energía de su cuerpo. Siem- pre pida permiso a la persona antes de tocarla.
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    101 Herramientas para estarbien El Halo. Sostener la cabeza: Una mano sostie- ne suavemente la cabeza, po- niéndola en la frente; la otra mano sostiene la base del crá- neo. La energía de las manos se co- necta con las partes del cerebro relaciona- do con memorias y emociones. Sostener el corazón: Una mano descansa sobre el esternón, arriba del pecho, y la otra se coloca en la espalda, detrás del corazón. El corazón muchas veces sostiene dolor emocional, heri- das del pasado, dolor y resentimiento. Res- pire profundamente e imagine que el dolor que hay en el cora- zón sale hacia abajo hasta llegar a la tierra. Usted puede hacer lo mis- mo, varias pulgadas alejada del cuerpo de la persona, respetando así sus límites. Sostener la coronilla: Los pulgares de ambas manos hacen con- tacto en el centro de la coronilla. Las puntas de los dedos tocan suavemente en la frente. Junto con una respiración profunda este punto es usado en diferentes actividades del cuer- po para promover relajación emocional. Sostener los hombros: Coloque las manos suavemen- te sobre los hombros, éstos están relacionados con la an- siedad y las cargas emociona- les de la vida.
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    P R I M E R A P A R T E 102 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ 1 2 3 4 5 6 Esta práctica alivia el dolor, tensión y el estrés de la espalda, hombros, cuello y ca- beza. Mucha energía está bloqueada traumáticamente en la espalda y los hom- bros. Se puede hacer esta práctica en sí mismo/misma y con otra persona, senta- da o acostada. Es una buena práctica para calmar la ansiedad y nervios o para aliviar el insomnio. Es importante protegerse du- rante la práctica con otra persona. Concéntrese y prepárese: Usted debe pararse detrás de la persona. Cierre sus ojos y coloque las manos en los hombros o cabeza de la persona por un momento. Establezca contacto con el cuer- po, mente y espíritu de la persona. Céntre- se bien. Respire profundamente y siéntase conectada con la tierra; imagine la energía de la tierra entrando en su cuerpo, salien- do de sus manos y entrando en el cuerpo de la persona que está recibiendo el ma- saje. Imagine una luz brillante a su alrede- Acupresión para Relajar la Cabeza, el Cuello y los Hombros Para terminar: Sacuda el campo de energía con sus manos. Se pueden detener los pies de la persona para que se sienta aterrizada de nuevo y presente en el lugar. dor protegiéndola. Con esta energía usted será capaz de facilitar a la persona su propio pro- ceso de sanación sin tener que absorber su tensión, estrés o preocupaciones.
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    103 Herramientas para estarbien Acupresión para Aliviar el Dolor y el Estrés Traumático Puntos de Acupresión (usar un medio nivel de presión): 1. En la espalda, en dirección de las axilas, a 2 centímetros de la coyuntura donde se une el brazo con el tronco. 2. Sobre los hombros a la orilla de los omoplatos, más o menos a 4 centímetros de la columna. 3. En los hombros, justo en la base del cue- llo y en los músculos del trapecio. 4. A medio cuello en los músculos en ambos lados de la columna. 5. En los huecos en la base del cráneo, a los lados de la cabeza. 6. En el centro de la coronilla. Para terminar: Agarre los pies de la persona para ayudarle a aterrizar de nuevo, o si lo está haciendo por usted misma, imagine que sus pies están enraizados en la tierra. Respire pro- fundamente y sienta paz y armonía en su cuerpo, mente y espíritu. (Adaptado del trabajo de Aminah Raheem, Ph.D. y Iona Teegarden.) En la frente entre las cejas: Con las puntas de los dedos de una mano sostenga el área sensible entre las cejas, donde la nariz se conecta con la frente. Depresión. Estos puntos de acupresión son para los que sufren depresión y pesadez del espíritu; les trae un sentido de paz y bienestar. La Coronilla: Sostenga suavemente la coronilla. Hay 3 puntos de acupresión en lí- nea en esta área.
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    P R I M E R A P A R T E 104 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ Ansiedad, crisis y "abrumado". Punto afuera de la muñeca: Presione en el vacío que se siente en la parte de afuera de la muñeca, abajo del dedo pequeño. Puntos sobre los hombros: Con las puntas de sus manos sostenga los pun- tos sobre sus hombros. Puede cruzar los brazos para que esté en una posición más cómoda. El punto del dolor: Localice el punto donde se siente sensible y doloroso, al lado izquierdo de su pecho, a 4 o 5 centímetros aba- jo de la clavícula y 3 centímetros al lado del esternón. El desmayo, crisis y presión baja. Este punto puede ser usado en una misma o en otra persona, si se está desmayando o está pasando por alguna crisis: Punto debajo de su nariz: Con la punta o el nudillo de su dedo índice, presione el punto debajo de su nariz, arriba de su labio superior. Insomnio: Puntos en su frente y al centro de su pecho: Sostenga al mismo tiempo el punto en el centro de su frente y en el centro de su pecho. Base del cráneo a los lados de la cabeza: Entrelace los dedos de las manos y ponga sus manos detrás de la cabeza y, con los pulgares, pre- sione los lados derecho e izquier- do de la base del cráneo, presio- ne suavemente en el vacío entre los músculos y los huesos.
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    105 Herramientas para estarbien Actualmente se han desarrollado muchos nuevos métodos para tratar la depre- sión, la ansiedad, y el estrés traumático. Muchos profesiona- les en medicina que han es- tudiado el impacto del estrés en la persona, ahora recono- cen que el cerebro humano está compuesto de un cog- noscitivo responsable del len- guaje y pensamientos abs- tractos, y un cognoscitivo emocional responsable de las emociones y del control del com- portamiento instintivo. El cognoscitivo emo- cional controla mucha de la fisiología, res- puestas propias y el bienestar psicológico. En su libro "El instinto para sanar" (2004), el psiquiatra David Servan- Schreiber dice que los "trastornos emocionales" son el resultado de unas disfunciones en el cerebro emocional... La primera tarea del tratamiento es "reprogramar" el cerebro emocional para que éste se adapte al presente en lugar de continuar reaccionando a las expe- riencias pasadas... Esto es general- mente más efectivo que usar mé- todos que actúan en el cuerpo e in- fluyen directamente en el cerebro emocional, más que el uso de en- foques que dependen completa- mente del lenguaje y la razón, a lo que el cerebro emocional no es receptivo. El cerebro emocional contiene mecanismos naturales para la autosanación: un instin- to para sanar. Dicho instinto es la habilidad natural del cere- bro para encontrar balance y bienestar en el cuerpo, mente y espíritu. "Capacitar": Enfoque desde la Educación Popular para Sanar. En su trabajo con personas traumatizadas, los métodos de Capacitar comprenden despertar y empoderar este "Instinto para sanar". Por- que la experiencia que la gente de la base tiene es muy extensa, Capacitar le da un enfoque terapéutico individual, poniendo en las manos de la gente conocimientos básicos del cuerpo, para que ellos mis- mos puedan usarlos para li- berar el estrés, controlar emo- ciones y mantener un balan- ce en medio de los retos de la vida. La clave para este enfoque es que el instinto o sabiduría está inherente en el organismo para en- contrar el equilibrio y el bienestar. La sanación se da al liberar la ener- gía acumulada como una intensa corriente natural. Con un flujo re- novado de energía la persona re- gresa a un estado de equilibrio y bienestar. El Trauma y el Instinto para Sanar
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    P R I M E R A P A R T E 106 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ Viviendo el bienestar: Es una experiencia de salud muy di- ferente a la que busca estabilizar o curar los síntomas de enfermedades físicas y mentales. En contraste con una visión científica de salud que se limita a "curar la enfermedad o reparar la salud", en el oriente y entre las culturas indígenas encontramos modelos de salud que están basados en la pleni- tud personal y armonía de la energía, es decir, de la fuerza vital del cuerpo, mente y espíri- tu. Cuando la energía está flu- yendo libremente y sin ninguna obstrucción por los canales y los centros de energía del cuerpo, la persona goza de buena salud, equilibrio emocional, claridad mental y bienestar espiritual. Las prácticas ofrecidas en este manual ayu- dan a despertar este estado de bienestar, proporcionando herramientas para sanar heridas del pasado y para recu- perar la fuerza interior de la per- sona y su energía. Estas prácti- cas han sido usadas por miles de personas de diferentes países y cul- turas, y han sido de mucha ayuda para personas con estrés traumático, así como también para el cuidado personal de aquellas personas que trabajan con los traumatizados. Es- tas prácticas han sido diseñadas para ser usadas como parte del diario vi- vir para ayudar a reequilibrar la energía agotada, congestiona- da o excesiva, así como tam- bién para nutrir y construir un centro de energía. El uso regu- lar de algunas prácticas como el Tai-Chi, Pal Dan Gum, acupresión y de respiración ayu- dan a aliviar los síntomas del estrés trau- mático que se manifiestan por medio de do- lores de cabeza, dolor de cuerpo, descon- troles estomacales, diarrea, insomnio, ansiedad y fatiga crónica. Pero esto no es suficiente para aliviar los síntomas físicos y emocionales. La sanación requiere de un cambio profundo en todo el sistema de la persona y sus relaciones, su medio ambien- te, hasta al nivel celular y energético del cuer- po, mente y espíritu. La manera en que se trata una experiencia traumática puede llegar a ser un catalizador para el crecimiento y la transformación. Las heridas del pasado pueden ser transforma- das en sabiduría para vivir plenamente. Hay un regreso al equilibrio y a la plenitud per- sonal, que son el estado natural de la perso- na y de la comunidad. Para otros recursos, manuales y prácticas, consulte la página web: www.capacitar.org.
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    107 Herramientas para estarbien Oración de Capacitar, adaptada de la Oración de la ONU para el Sabbath Nos unimos a la tierra Y todos junto con nuestros antepasados y con todos los seres del futuro, para recrear la comunidad humana, para proveer justicia y paz, para recordar a nuestros hijos e hijas para recordar quiénes somos... Nos unimos a tantas diversas expresiones de un misterio de amor, para sanar a la tierra y renovar la vida plena.
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    109 II. Hacia unaespiritualidad para la paz - Raimon Panikkar: Paz y desarme cultural. Editorial Sal Terrae, Colección Presencia Social, 1993. - Walter Wink: Paz, teología para un nuevo milenio, Editorial Lumen, Buenos Aires- México. Colección Mar adentro, 2005. - Pedro Casaldáliga, José María Vigil: Espiritualidad de la liberación. Editorial Voces, Volumen 9. Colección de Teología y Liberación. - Pontificio Consejo "Justicia y Paz": Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, Librería Editrice Vaticana, Ediciones CEM, 2005 - Leonardo Boff: Ternura, la savia del amor, 2014-02-16, artículo digitalizado No. 620, Columna semanal de Leonardo Boff en http://servicioskoinonia.org/boff/ - L.C. Restrepo: El derecho a la ternura, Arango Editores, Santafé de Bogotá, Colombia, 1999 - Xabier Pikaza: El camino de la paz, una visión cristiana. Ediciones Khaf, Madrid, España, 2010. III. Hacia un desarme cultural de la violencia - Francisco E. Cervantes: "Corazonamientos iniciales", artículo digitalizado en www.corazonar.org. - Jean-Marie Muller: El coraje de la no violencia, Editorial Sal Terrae, Colección Presencia Social No. 32, 2001. - Paulo Freire: Pedagogía del oprimido, Editorial Siglo XXI, 1975. Acción cultural para la libertad, Tierra Nueva S.R.L. Buenos Aires, Argentina. - Benjamín Forcano: Nueva ética sexual, Editorial Trotta, S.A. Madrid, 1996 - Colaboración: Reflexiones sobre la violencia, Siglo XXI Editores, S.A. de C.V., México 2010. IV. Justicia restauradora y justicia transformadora, constructoras de la paz - Thierry Maertens: Fiesta en honor de Yahvé, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1964. Referencias
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    P R I M E R A P A R T E 110 UNA VISIÓN DELTRABAJO POR LA PAZ - Jim Consedine: La justicia restaurativa, sanando los efectos del crimen, Departamento de Pastoral Social. Pastoral Penitenciaria. Edición del Consejo Episcopal Latinoamerica- no CELAM, Bogotá, Colombia, 2002 V. Des-velar la "violencia institucionalizada" (casos Ayotzinapa y Tlatlaya) y Algunos factores generadores de la violencia en las familias VI. El "calentamiento social" y la "desinstitucionalización" - ALMADA MIRELES, Hugo: "La realidad social de Ciudad Juárez, análisis territorial" , Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Ciudad Juárez, 2007, tomo 2 - BARRAZA, Laurencio (Coord.): "Diagnóstico sobre la realidad económica, social y cultural de los entornos locales para el diseño de estrategias de intervenciones materia de prevención y erradicación de la violencia en la región Norte: el caso de Ciudad Juárez, Chihuahua. - CALDERON Felipe: "Todos somos Juárez: an innovative strategy to tackle violence and crime", in Latin America Policy journal, Harvard University 2013, consultado en el sitio: http://lapj.webs.com/todos-somos-juarez. - CONAVIM, México, 2009, consultado en internet el 31 de octubre de 2011 en el sitio http://www.conavim.gob.mx/work/models/CONAVIM/Resource/pdf/JUAREZ.pdf - Centro de Inteligencia Económica y Social, Gobierno del Estado de Chihuahua, portal: http://www.chihuahua.com.mx/nuevodiseno/wire5.asp - CEIDAS/INVESTIGACION: "Rezagos bajo la lupa" en México Social. No. 17, México, CEIDAS, diciembre de 2011. - Centro nacional de evaluación de la política social (CONEVAL), portal: http://internet.coneval.gob.mx/Informes/Interactivo/interactivo_entidades.swf - GUERRERO GUTIERREZ Eduardo: "La estrategia fallida", en NEXOS, No. 420, diciem- bre 2012. - FONDO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA INFANCIA (UNICEF) México: Los dere- chos de la infancia y la adolescencia en México: una agenda para el presente. - ICESI: http://www.icesi.org.mx/estadisticas/estadisticas_oficiales.asp, - INEGI: El sector alimentario en México 2000, México, 2005. - INEGI: Sistema de Cuentas Nacionales de México, Indicador trimestral de la actividad económica estatal, primer trimestre 2011. - JUSIDMAN, Clara (Coordinadora): La realidad social en Ciudad Juárez, Análisis Social, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Ciudad Juárez, 2007, tomo 1. - JUSTICIA PARA NUESTRAS HIJAS: Portal: http://www.justiciaparanuestrashijas.org/ - KRAUZE Enrique: México: la tormenta perfecta, en Letras libres, Noviembre 2012, año 14, no. 167. - MADRAZO Alejandro y GUERRERO Ángela: "Más caro el caldo que las albóndigas", en NEXOS, No.420, Dic. 2012. - MERINO José y GOMEZ AYALA Víctor: "Cuerpos sin nombre", en NEXOS, No.420, Dic. 2012. - PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO: Informe sobre desarrollo humano; México 2006-2007. Migración y Desarrollo. México, 2007. - PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO-COMISION NACIO- NAL PARA EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS INDIGENAS: " Informe sobre el desarrollo de los pueblos indígenas de México, 2006". México 2006. - PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO: "El Índice de Desarrollo Humano en México: cambios metodológicos e información para las entidades federativas". Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, México 2012, portal: http://www.undp.org.mx/IMG/pdf/Boletin_IDH.pdf
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    111- ROMERO, Joséy PUYANA, Alicia, Evaluación integral de los impactos e instrumenta- ción del capítulo agropecuario del TLCAN, documento maestro, Centro de Estudios Económicos, el Colegio de México, 2004. - SAMANIEGO Norma: ¿Es el mercado de trabajo un factor explicativo de la violencia? Revista Este País, No. 246, nov. 2011. - UNICEF; Vigía IDN: 0-5 años, Los primeros pasos, abril 2005. IDN II, La edad escolar, diciembre 2006, IDN III, La adolescencia, agosto 2006. - UNICEF: Vigía de los Derechos de la Niñez Mexicana: "Segundo Índice de los Derechos de la Niñez (6 a 11 años): La Edad Escolar" [Revista] UNICEF. No. 2, Año. 1, diciembre de 2005. - UNICEF: Vigía de los Derechos de la Niñez Mexicana. "Tercer Índice de los Derechos de la Niñez (12 a 17 años): La Adolescencia" [Revista] UNICEF. No. 3, Año. 2, agosto de 2006. - VULLIAMY Ed: Amexica: La guerre contre le crime organicé sur la frontière États-Unis/ Mexique Albin Michel 2013. - WIEWORKA Michel: La violence, Hachette Littératures, Col. Pluriel, Paris, 2005. - ZERMEÑO Sergio: La sociedad derrotada, el desorden mexicano de fin de siglo. Siglo XXI Eds. México, 1996. VII. La parroquia como espacio y signo de reconciliación - Robert J. Schreiter: Violencia y Reconciliación, Editorial Sal Terrae, Colección Presencia Teológica No. 93, 1998. - Robert J. Schreiter: El ministerio de la reconciliación, Editorial Sal Terrae, Colección Presencia Teológica No. 101, 2000. - Walter Wink: Sanando las heridas de una Nación, Editorial Life and Peace Institute, Edición Española 2007, Composición Asa Widgren, Transition to Democracy Series. VIII. Las víctimas de la violencia y su atención - Rev Panam Salud Publica 31(5), 2012 353. - Roses Periago. Seguridad humana y salud pública Editorial Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe sobre desarrollo humano 1994. Nueva York: Oxford University Press; 1994. Capítulo 2: Nuevas dimensiones de la seguridad humana. Disponible en: http://hdr.undp.org/es/informes/mundial/idh1994/ Acceso el 8 de junio de 2012. - Referencia I: https://www.unodc.org/pdf/compendium/ compendium_2006_es_part_03_02.pdf - Referencia II: LEY GENERAL DE VÍCTIMAS, Nueva Ley publicada en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de 2013. TEXTO VIGENTE, Última reforma publicada DOF 03-05-2013 - Referencia III: Ley publicada en el Periódico Oficial No. 84 del 21 de octubre del 2006. DECRETO 617-06 VI P.E. http://www.congresochihuahua.gob.mx/biblioteca/leyes/archivosLeyes/38.pdf - Referencia IV: (http://www.equidad.scjn.gob.mx/campo_algodonero.php, http:// www.animalpolitico.com/2013/11/documental-narra-caso-de-tortura-de-israel-arzate/ #axzz2wtbeXwLt; - http://laopcion.com.mx/noticia/3276; - http://cmdpdh.org/casos-paradigmaticos-2-2/casos-defendidos/caso-paloma-escobar- ledezma - /;http://diario.mx/Estado/2014-01-24_a499f336/por-caso-marisela-escobedo-abren- investigacion-contra-mps-y-ex-funcionarios-/) - http://www.corporacionavre.org/files/pdf/LIBRO_AVRE_LECCIONES_baja.pdf
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    Segunda Parte Reconstruir laPaz Proyecto Pastoral y Ciudadano (Talleres de Educación para la Paz)
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    115 E l método queutilizamos en los talleres de Educación para la Paz es el llamado de "Ver, pensar y actuar". Originalmente fue diseñado por la Juventud Obrera Cristiana (JOC) para sus activistas en el mundo sindical y del trabajo y sus tres pasos eran: "Ver, juzgar y actuar". Pos- teriormente, en los años 70, las Comunidades Eclesiales de Base de América Latina lo adaptaron con los mismos tres pasos pero, dado que luego el verbo "juzgar" en el lenguaje coloquial tiene connotaciones peyorativas, como el consti- tuirse en juez de los demás, se le cambió la denominación a ese paso por el "pensar". Los tres pasos del método son importantes en su conjunto por varias razones: en primer lugar, porque parten de la rea- lidad que vive la gente, pero no se quedan en esa realidad, sino la enriquecen con mayores datos y con un análisis so- cial de la misma, a la vez que con un análisis socio-religioso. Pero van más allá todavía, una vez entendida la realidad en su contexto más amplio, se regresa a esa realidad para trans- formarla por medio de la acción de la comunidad. Podría decirse, muy ampliamente, que se trata de partir de lo concreto real, para luego analizarlo en su contexto más INTRODUCCIÓN: EL MÉTODO DEL VER, PENSAR Y ACTUAR
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    S E G U N D A P A R T E 116 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ amplio, en sus causalidades, en su desarro- llo, en sus consecuencias (abstracto o con- creto pensado) para volver de nuevo a lo con- creto pero en forma de desafío para la acción humana. Este método también tiene su inspiración en la Pedagogía del Oprimido, diseñada por el gran educador brasileño Paulo Freyre. Se tra- ta, en primer lugar que las personas, los gru- pos tomen distancia de su realidad, la vean como algo fuera de ellos, como algo objetivo (eso quiere decir objeto etimológicamente: ob jectum, lo lanzado afuera). Y una vez visto fuera de nosotros entonces se pueden consi- derar las posibilidades de acción para trans- formarlo y luego volverlo a pensar para volver a transformarlo. En ese continuo ir de la re- flexión y la acción se da la acción trans- formadora, consciente, responsable y comu- nitaria de la realidad de opresión, de injusti- cia, de violencia. Este método tiene mucho que ver con la Doc- trina Social de la Iglesia que considera que a las personas debe considerárseles como Su- jetos, es decir, no como objetos, como cosas, sino como actores capaces de ir transforman- do su realidad. También coincide en varios puntos con la Sociología de los Movimien- tos Sociales o con la Sociología de la Acción de Alain Touraine. Estas sociologías consi- deran definitiva la acción de los sujetos para producir la sociedad, a diferencia de las di- versas versiones del estructuralismo que le dan enorme peso a las estructuras sociales en el condicionamiento de las personas y de su actuar hasta el punto que a veces parece que es inútil tratar de transformar dichas estructuras. En este sentido, el método Ver, Pensar, Actuar viene a ser una pedagogía de la acción liberadora, de la acción justiciera, de la ac- ción responsable, de la acción para ir cons- truyendo, para ir haciendo posible otro mun- do de justicia, de solución pacífica de conflic- tos, de igualdad, de diferencia, de hermandad con toda la comunidad de los seres vivos. Vamos a explicar brevemente en qué consis- ten cada uno de estos tres pasos: 1. EL VER Aquí se trata de partir de la realidad de la gente, del grupo, de tratar de verla objetiva- mente, con todas las características, determi- naciones, cualidades o no cualidades posibles. No se trata de analizarla, sino de ver cómo esa realidad se manifiesta de diversas mane- ras. Es importante aquí no ir adelantando jui- cios de calidad sobre la misma porque luego eso nos estorba para verla lo más completa- mente posible. Por ejemplo, la violencia fa- miliar puede verse cómo se manifiesta en la familia, contra qué miembros de ella, bajo qué formas, etc. Pero no se trata de anali- zar el fenómeno en abstracto, sino de la ex- periencia que el grupo tiene de esa violencia, directa o indirecta ir sacando los más datos posibles. A veces algunos grupos tienen alguna dificul- tad para objetivar esa situación. Entonces se puede recurrir a diversas técnicas para ayu- dar a que expresen su realidad, a diversas "co- dificaciones", como señala Paulo Freyre. Por ejemplo, que dibujen cómo ven ese proble- ma, o que hagan una lista de las frases o di- chos populares sobre esa situación, o que sa- quen una letra de una canción que la refleja, o que hagan una pequeña representación tea- tral de la misma. De lo que se trata es de precisar bien el fenó-
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    117meno o elhecho de partida, de que la gente se distancie de él y que empiece a ver toda la diversidad de sus manifestaciones. Esto ya es un primer análisis, pero no es el objetivo prin- cipal del paso "ver". 2. EL PENSAR Esta es la fase que puede resultar más com- plicada, sobre todo para la gente que tiene menos escolaridad o menos experiencia de trabajo de estudio en grupos. Sin embargo, una buena conducción y una buena pedago- gía mucho ayudan a sacarlo adelante. En nuestro caso, el pensar consiste en anali- zar el hecho desde el punto de vista, en pri- mer lugar del análisis llamado genético-estruc- tural de las ciencias sociales y, en segundo, de la Palabra de Dios expresada, ya sea en las Sagradas Escrituras, ya sea en los diferentes documentos de doctrina de la Iglesia. Esto no es tan difícil como parece. Por ejem- plo el documento de los obispos mexicanos: "Que en Cristo nuestra Pascua México tenga vida digna", primero hace un excelente análi- sis social de la violencia en sus diferentes manifestaciones en México y luego analiza las violencias desde el punto de vista bíbli- co-pastoral. Para el análisis social, hay que partir de lo que genera el hecho no coyuntural o inmedia- tamente, sino de las estructuras económicas, sociales, políticas, culturales que lo hacen posible. Es decir, es necesario ahondar en las causas, en los factores estructurales del he- cho que se está estudiando. Se trata de supe- rar las interpretaciones simplistas tales como "así sucede porque la gente es floja", "porque los hombres son malos", sino tratar de ver cómo nuestra sociedad está organizada, la forma como el poder está distribuido en ella y genera, por ejemplo, la violencia en la familia. Para esto es necesario que se hagan pregun- tas muy precisas al grupo, tratando de inda- gar las causas, no personales, sino sociales, estructurales de los problemas. Y que prime- ro a través también de preguntas, se vayan introduciendo otros elementos que ayuden a que la gente piense, analice. Es obvio que para realizar bien este análisis quien conduce el grupo debe tener su análisis hecho desde an- tes, no para transmitirlo sin más al grupo, sino para poder hacer las preguntas más per- tinentes para que la gente vaya realizando su propio análisis. Si esto se hace bien, mu- chas veces el análisis del grupo es mucho más rico que el del conductor. Para enriquecer este análisis puede ayudar mucho que quien conduce el análisis o ela- bora la guía pedagógica se allegue de lectu- ras que analicen adecuadamente el hecho o problema. El segundo momento del "pensar" es analizar el mismo hecho o problema ya enriquecido con el punto de vista de las ciencias sociales, con la Palabra de Dios, ya sea con las Sagra- das Escrituras o los documentos de la Iglesia. Esto es muy importante, el proceso consiste en considerar qué nos dice el Señor a través de los acontecimientos y no a la inversa, es decir, leer la palabra de Dios y luego deducir cómo se aplica a nuestra realidad. Es un mé- todo no hipotético-deductivo, sino inducido a partir de la práctica cotidiana de la gente. Se trata de hacer viva la Palabra porque tiene algo que decirle a la realidad que estamos viviendo. 3. EL ACTUAR Como decíamos, tanto la Doctrina Social de El método del Ver, Pensar y Actuar
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    S E G U N D A P A R T E 118 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ la Iglesia como la Socio- logía de los Movimientos Sociales consideran que las personas y las comu- nidades están llamadas a ser sujetos, es decir, ac- tores de sus propios pro- cesos. La acción la llevan a cabo bajo dos coorde- nadas: una, la memoria, la experiencia que guar- dan del pasado; la otra, la utopía, el proyecto de sociedad que quieren ir realizando, con todos sus valores. En el actuar se trata de que el grupo vuelva sobre lo concreto de lo que partió, pero ya enriquecido por el análisis. Precisamente el análisis debe ir descubriendo posibilidades de acción, de transformación sobre el objeto, si- tuación o problema considerado. Entonces, de nuevo, aquí hay que incentivar a que el grupo comunitariamente vaya encon- trando los desafíos para su acción comunita- ria. Los retos para ir transformando ese hecho problemático del que se partió. Y debe expre- sarse en compromisos de acciones concretas. Este compromiso debe tener, al menos, las siguientes características: • Debe expresarse en acciones muy concre- tas, que puedan programarse en el tiempo. • Deben predominar las acciones colectivas, comunitarias sobre las individuales. • Debe buscarse que dichas acciones formen parte de un proceso más amplio de trans- formación. • Deben ser acciones perfectamente evaluables. Es responsabilidad de quien diseña y quien conduce el trabajo con el grupo de tener lista un repertorio de acciones ya puestas en mar- cha por otros grupos o este mismo en situa- ciones similares, o diseñar dinámicas para suscitar la creatividad comprometida de las y los integrantes. De esta manera, el método Ver, Pensar y Ac- tuar va a constituir una ayuda pedagógica excelente para que diversos grupos y co- munidades vayan construyendo, desde aba- jo, una realidad social más justa, más demo- crática, menos violenta, más igualitaria a la vez que más respetuosa de la diversidad, de acuerdo a sus ritmos, a sus percepciones y a sus prioridades. Nota.- Tomar en cuenta los apoyos que se ofre- cen para los talleres en el CD que acompaña esta edición.
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    119 TALLER Objetivo. Con este tallerpretendemos que cada quien se forme una idea clara de las raíces de la violencia y cómo estas se pueden atacar. Ambientación. Quien coordina le pide al grupo que se ponga en silencio, los ojos cerrados, haciendo un esfuerzo por respirar y expirar profundamente y se va a formar la imagen de dos arbustos: uno, polvoso, lleno de espinas; otro, relucien- te, lleno de flores. Material necesario. Un dibujo del tamaño de un poster con la fi- gura de la raíz, tallo, hojas y espinas del ar- busto llamado "gatuño"; tiras y hojas de pa- pel, marcadores, cinta para pegar. VER 1. Trabajo personal: Cada persona del grupo escribe en una tira de papel tres tipos de violencia que conozca. 2. Trabajo en plenario: Quien coordina expone la figura del arbusto espinoso (el gatuño) con unas raíces grandes. Cada participante en el taller coloca en las ramas del arbusto las tiras de papel con los tipos de violencia que encontró. (Para obviar tiempo lo puede hacer el coordinador. Puede resultar iluminador tratar de juntar las violen- cias que se refieren a la familia, a la política, al trabajo, a lo social, etc.). 3. Comentarios por el grupo y complemen- tación-resumen por quien coordina. PENSAR 1. Trabajo personal: Las Raíces Sociales de las Violencias. El Gatuño de la Violencia Cada persona escribe un pequeño texto en su cuaderno o en una hoja sobre cuáles cree que son las causas sociales de los diferentes tipos de violencia. Guarda su texto. 2. Primera exposición: "Las raíces sociales de las violencias" (Anexo N° 1-A) 3. Segunda exposición: "Lo que dice la Iglesia sobre las raíces de las violencias". (Anexo N° 1-B) 4. Trabajo en grupo: Cada persona expone brevemente al grupo en qué cambió lo que pensaba sobre las causas sociales de las violencias con lo que se expuso. ACTUAR 1. Diálogo en plenario: Quien coordina dice: "El gatuño de la violen- cia es un arbusto muy especial: si se corta por el tallo, no se muere, antes al contrario, le sirve de poda." Pregunta: ¿en qué ocasiones no atacamos de fondo sino sólo podamos las violencias? 2. Trabajo en grupos de cuatro personas den- tro del plenario; -El grupo va respondiendo a la pregunta an- terior y las respuestas se anotan en una hoja. -El grupo responde esta otra pregunta: ¿qué podemos hacer nosotros para ir extir- pando las raíces sociales de las diferentes formas de violencia? -Se anotan las respuestas y se formulan algu- nas conclusiones. 3. Compromisos en plenario. Sobre las respuestas anteriores se llega a un compromiso de acción por parte del grupo que se pueda evaluar en su cumplimiento. 1
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    S E G U N D A P A R T E 120 TALLER Objetivo. Resignificar desde lapersona y la comunidad lo que es la paz. VER Reflexión en Equipos. Se forman 4 equipos, y se les da la pregunta ¿Qué es la paz para mí a partir de lo que es- tamos viviendo en la familia, escuela, traba- jo o comunidad? A cada equipo le toca un sector diferente (familia, escuela, trabajo, co- munidad). Se dan 15 min. para trabajarlo. Plenario. Se exponen en papelógrafos las conclusio- nes de cada equipo. Si no hicieron pape- lógrafos, el coordinador va escribiendo las conclusiones. PENSAR Desenmascarando las falsas paces y las estructuras que hacen imposible la paz. Se lee el No. 136 de la Exhortación Pastoral "Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga Vida Digna": 136. El Reino de Dios no se impone por la fuerza ni con la violencia; es una realidad so- brenatural, presente en el corazón y en el tes- timonio de los discípulos, que critica y desen- mascara las falsas paces y las estructuras que hacen imposible la paz. Jesús alienta a quie- nes le siguen a trabajar por la paz, que es don de Dios y tarea del hombre. Quienes se com- prometen en construirla son llamados "hijos de Dios" (Mt 5, 9). Ya en el Antiguo Testa- mento encontramos la concepción del ser hu- mano como artífice de la paz (Cf. 1 Mac 6, 58-59) y ello no se refiere a quienes tienen ánimo pacífico, de quietud o sosiego, sino a Diferentes Concepciones de Paz quienes se comprometen en "hacer" la paz, en tomar la iniciativa, en trabajar, en esforzar- se por conseguirla. Tampoco se refiere a los que cultivan la paz para sí mismos, sino a quienes se empeñan activamente por estable- cerla, allí donde los hombres la han roto y se encuentran enemistados, al grado de no tener miedo de arriesgar la propia tranquilidad, con tal de procurar la auténtica solución de los conflictos, aun cuando estos no le estén afec- tando directamente. Apoyo para la Reflexión: Podemos decir que en este Número se detec- tan dos clases de paz: La paz negativa o pa- siva que es la que busca la quietud o sosiego. Es la paz de los que no quieren "meterse en problemas", los que aceptan o soportan la vio- lencia. Los que no quieren meterse en con- flictos. Aceptan la paz de los más fuertes, la paz del silencio, la paz de los muertos. Le dejan la paz a los soldados y a la policía. La otra paz es la paz positiva o activa. Es la paz que se busca construir activamente quitando todo tipo de violencia y trabajando por mejores con- diciones de vida para todos, por el respeto a los derechos humanos, por una sociedad jus- ta y fraterna. Construyendo la paz auténtica y verdadera. Se leen los Nos. 148 y 151 de la Exhortación resaltando las partes subrayadas. 148. No es posible ser cristianos sin Iglesia, ni vivir la fe de manera individualista sacando del horizonte de la vida y de nuestras preocu- paciones cotidianas a los hombres y mujeres con quienes compartimos nuestro caminar por la historia; por ello la vocación cristiana in- cluye el llamado a construir comunidades fraternas y justas; el compromiso de servir al 2
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    121hermano y debuscar juntos caminos de jus- ticia y ser así constructores de paz. De esta manera la Iglesia es fiel a su esencia misma que es ser sacramento de unidad entre Dios y la persona humana, de los hombres y muje- res entre sí. 151. Los fieles laicos, incorporados a Cristo por el bautismo, son hombres y mujeres de la Iglesia en el corazón del mundo y, al mismo tiempo, hombres y mujeres del mundo en el corazón de la Iglesia. Su misión propia y es- pecífica es contribuir a la transformación de las realidades y la creación de estructuras justas según los criterios del evangelio. Es- tán llamados, sin esperar u obedecer consig- nas y en fidelidad a su conciencia, a compro- meterse como ciudadanos y participar activa- mente en los procesos y movimientos de la vida social, política, económica y cultural, aportando en ellos su testimonio de vida y su competencia profesional para la vida digna y pacífica de sus familias y comunidades. Se apoya la reflexión con la siguiente pregun- ta: ¿Qué elementos construyen la paz verda- dera y auténtica? Se puede dar una lluvia de ideas. También se pueden comparar nuestras ideas sobre la paz con las otras concepciones de paz que hemos analizado. ACTUAR Reflexión por equipos. - Si se ve conveniente, se reúnen nuevamente los equipos y reflexionan en base a la siguien- te pregunta: Tomando en cuenta las conclu- siones que se expusieron en el "VER" y a la luz de lo reflexionado en el "JUZGAR": ¿Qué modificaciones le podemos hacer a las con- clusiones del "VER" para corregirlas o enriquecerlas en orden a construir una paz verdadera en la familia, en la escuela, en el trabajo o en la comunidad? -Comentar algunas ideas para construir la paz en el ámbito que les tocó. -Hacer un compromiso personal para cons- truir la paz. Plenario. - Se realiza el plenario para leer las conclusiones. - Se escucha el canto "Paz Justicia y Dignidad" - Se hace la evaluación.
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    S E G U N D A P A R T E 122 TALLER Objetivo. Tomar conciencia deque la "No-Violencia Ac- tiva" es un estilo de vida y una herramienta eficaz para construir la paz en situaciones de violencia. Material necesario. Proyectar Power Point, o bien, imprimir las fotos. Marcadores y papelógrafos. VER 1ª. DINÁMICA: Se presentan las fotos en Power Point de manifestaciones no-violentas pidiendo se fijen en ellas para después co- mentarlas. 2ª. DINÁMICA: Reflexión por grupos en base a las siguientes preguntas: -¿Qué le llamó la atención de las manifesta- ciones que vimos en fotos? -¿Qué ha sucedido cuando un problema fa- miliar o laboral o político o social se resuel- ve con violencia? 3ª. DINÁMICA: Plenario para compartir el tra- bajo en grupos. Se exponen las reflexiones en papelógrafos, ya sea que se hayan escrito en los grupos o el coordinador va sintetizando en los mismos papelógrafos durante el plenario. Conclusión. El coordinador resalta aquellos aspectos que servirán para reforzar el concepto de la No- violencia activa. PENSAR DINÁMICA: En plenario se hace la lectura y se comenta. Al final de cada lectura se pone una pregunta solamente para ayudar en los comentarios. La Paz y la No-Violencia Activa 1.- LECTURA: ¿Qué es la No-violencia activa? La No-violencia activa es, en primer lugar, un estilo de vida, una manera de ser y de vivir que, ante todo, brota del respeto a todo ser viviente de tal manera que no busca dañar a nadie, tiene conciencia de la dignidad de la persona humana y cree en la fuerza del amor para convivir en paz. La No-violencia activa es también una recur- so moral que se basa en la superioridad de la fuerza de la verdad y del amor para salir en la defensa de la justicia y de la paz buscando que el adversario se convierta del error y cese de ejercer la violencia. No es lo mismo una persona no violenta por- que no hace nada para cambiar las cosas a una persona "no-violenta activa" que se en- frenta al adversario para cambiar las situacio- nes de violencia e injusticia de la sociedad. La primera es "pacifista". La segunda es "acti- vista". -¿Al ejercer la No-violencia Activa hay gana- dores y perdedores? 2.- LECTURA: Niveles de acciones no-violentas: 1er. Nivel, Intensidad baja: información, diá- logo, organización, oración, etc. 2º. Nivel, Intensidad intermedia: Movilización de masas, manifestaciones, marchas, etc. 3er. Nivel, Intensidad Mayor: No-cooperación (Paros generales, no pago de impuestos. no asistencia a actos de gobierno, etc). Desobe- diencia Civil o Resistencia Civil (Transgresión voluntaria de una ley injusta, el ayuno) -¿Pueden dar ejemplos concretos de accio- nes No-violentas en cada nivel? 3
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    1233.- LECTURA: Romperla espiral de violencia y el amor al enemigo. (Tomada de la Carta Pastoral: "Que en Cristo nuestra Paz México tenga vida digna") 133.- Jesús rechazó la violencia como forma de sociabilidad y lo mismo pide a sus discí- pulos al invitarlos a aprender de su humildad y mansedumbre (Cf. Mt 11, 29). Para rom- per la espiral de la violencia, recomienda po- ner la otra mejilla (Cf. Mt 5, 39), perdonar siempre (Cf. Mt 18, 22) y, amar a los enemi- gos (Cf. Lc 6,35), paradoja incomprensible para quienes no conocen a Dios o no lo acep- tan en sus vidas. 134.- El amor al enemigo es expresión de la regla de oro, no es masoquismo... Con el amor al enemigo se espera que éste cambie de ac- titud, que alcance a captar la diferencia entre su comportamiento destructor y la actitud sanante de quien más allá del resentimiento es capaz de responder con la fuerza del amor y del perdón. Quien perdona, no cierra el fu- turo al adversario o al enemigo; confía en que la persona puede cambiar. Y si no hay cambio, por lo menos se cierra al paso de la violencia. -¿Qué dificultades concretas tenemos para amar al enemigo? ACTUAR 1ª.- DINÁMICA: "Cuchicheo" en pequeños gru- pos espontáneos en base a las siguientes preguntas: -¿Cuáles podrían ser algunos frutos si practi- camos la No-violencia Activa? -¿Qué preparación se necesita en la persona y qué cosas pueden ayudar para el ejercicio de la No-violencia Activa? 2ª.- DINÁMICA: En plenario algunos de los participantes pueden compartir lo que reflexio- naron durante el cuchicheo. Se pregunta al plenario qué podemos hacer para promover la No-violencia Activa. Se hace una lluvia de ideas... y se asumen unas dos o tres.
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    S E G U N D A P A R T E 124 TALLER VER Se contesta engrupo la siguiente pregunta: ¿Sabemos si en nuestro país o en otros paí- ses se trate mal a las personas por su apa- riencia o su raza o su religión o su nacionali- dad? Se anotan las respuestas. (Esto también puede hacerse poniendo a los participantes varias fotos de situaciones de discriminación o personas discriminadas. Cada quien escoge una y explica por qué cree que esa persona sufre maltrato o discriminación.) Se contesta en grupo la siguiente pregunta: En nuestra ciudad o comunidad ¿a qué tipo de gente no se le trata igual que a otras, se le desprecia, se le toma poco en cuenta? Se ano- tan las respuestas. El grupo se divide ahora en grupos mixtos de hombres y mujeres y juntos contestan la si- guiente pregunta: ¿De qué tipo de persona se burla más la gente de nuestra comunidad? (gordo, flaco, bajo de estatura, moreno, "ton- to", torpe, feo, indio, menonita, etc.) (esto tam- bién se puede hacer con caricaturas con di- versos tipos de personas como las que anexamos. Se numeran y luego los participan- tes seleccionan el número de caricatura que represente el tipo de persona del que más se burlen): Se ponen en común las respuestas y se enlistan. El grupo se divide en grupos separados de hombres y mujeres. Cada grupo contesta la siguiente pregunta: ¿Qué cosa hacen o dicen de nosotros(as) las personas del otro sexo que nos hace sentir mal? PENSAR Quien conduce el grupo va a tratar de resumir en estos términos: "Vemos pues que este tipo La Tolerancia, Umbral de la Paz de personas ...reciben malos tratos, son des- preciadas ya sea en la escuela, ya sea en nuestra comunidad, en nuestro país o en el mundo... Esta forma de actuar con ellos se llama intolerancia." Quien conduce el grupo pregunta: "Si a todo esto le llamamos Intolerancia, ¿qué creen us- tedes que sería la tolerancia? El maestro va anotando las respuestas. La tolerancia no es aguantar a otro, soportar- lo: es reconocer su derecho a existir y a tener una forma de ser. Luego quien conduce da una definición de tolerancia: Consiste en reconocer a los de- más el derecho a que se respete su persona y su identidad, es decir su forma de ser. Pregunta para responder en grupo: ¿Por qué creemos que nos debemos conducir con to- lerancia? Quien conduce el grupo explica: la tolerancia se basa en que todas las personas somos igua- les, independientemente de nuestro sexo, edad, condición social, raza, creencia reli- giosa, apariencia física, etc. Esto se basa en: La Declaración Universal de los Derechos Humanos: Artículo 1 Todos los seres humanos nacen libres e igua- les en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben compor- tarse fraternalmente los unos con los otros. Artículo 2 Toda persona tiene todos los derechos y liber- tades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, 4
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    125religión, opinión políticao de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición eco- nómica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna funda- da en la condición política, jurídica o interna- cional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o some- tido a cualquier otra limitación de soberanía. Artículo 3 Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. La Constitución Política de nuestro país que en su primer artículo dice: Queda prohibida toda discriminación motiva- da por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opi- niones, las preferencias, el estado civil o cual- quier otra que atente contra la dignidad hu- mana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas. Jesús a través del Apóstol Pablo en su carta a los Gálatas nos dice: 27. En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo: 28. ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. (Gálatas 3, 27-28): Finalmente, quien conduce el grupo dirige la siguiente reflexión en común: ¿Qué relación tiene la tolerancia con la paz? ¿Puede existir una sin la otra? ACTUAR Cada participante pega una hoja de papel en su espalda. Luego, con un lápiz en la mano se pasea por el salón y escribe en el papel que traen los otros participantes las cualida- des que ve o admira en ellos. Todos deben escribir en el papel de todos. Cada quien lee en voz alta lo que escribieron en el papel que llevaba en la espalda. Quien conduce pregunta al grupo: ¿qué suce- dería si esto lo hiciéramos más seguido no sólo entre nosotros sino entre los grupos so- ciales, las ciudades, los grupos religiosos, las razas, los países? Cada quien escribe en una hoja con quien o con quienes no es tolerante y cómo se com- promete a desarrollar la tolerancia hacia ellos.
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    S E G U N D A P A R T E 126 TALLER Objetivo. Caer en lacuenta que la violencia no es algo natural sino aprendido. Es un elemento cultu- ral. Así lo afirman los obispos: El comporta- miento violento no es innato, se adquiere, se aprende y se desarrolla; en ello influye el con- texto cultural en que crecen las personas. Son muchos y distintos los prejuicios culturales que legitiman o inducen prácticas violentas. VER Se presentan a las y los participantes dos di- bujos o fotos: una con un paisaje totalmente natural; otra, con un paisaje con construccio- nes o caminos, o cultivos. Se dialoga: en estas imágenes que estamos viendo: ¿qué es naturaleza? ¿qué es cultura? A partir de las respuestas se va construyendo la siguiente explicación: la naturaleza es todo el mundo físico que nos rodea, incluido nues- tro cuerpo, pero sin ser objeto de ninguna in- tervención del género humano. La cultura, en sentido amplio, es toda intervención que el hombre opera sobre la naturaleza: transfor- mándola, modificándola, aprovechándola, dándole otro orden, incluso reproduciendo las imágenes o los sonidos de ella, es más, inclu- so pensándola, dándole significados. Se vuelve a preguntar, entendida así la cultu- ra, ¿quién hace cultura? ¿sólo los sabios, o los artistas, o los pintores, o los ingenieros o los arquitectos? ¿cuándo hacemos cultura? Se presenta otro dibujo o foto: un paisaje con árboles talados, con corrientes de agua con- taminadas, con basura. Se dialoga: ¿qué es naturaleza aquí y qué es cultura? La Violencia ¿Es Natural o la Aprendemos? A partir de las respuestas se va construyendo la siguiente explicación: la cultura no es sólo lo "positivo", lo "bueno", pues también se pue- de intervenir en la naturaleza o en las relacio- nes humanas de una manera destructiva, vio- lenta, deshumanizante. El grupo pone ejemplos de "cultura destructiva, o negativa". PENSAR Se pregunta al grupo: la forma de actuar con violencia en las personas, ¿es natural o es cultural? ¿por qué? Se anotan las respuestas en un papelógrafo. Si la violencia no es natural, sino cultural, no se nace con ella, sino que se va aprendien- do... Se pide al grupo enliste las situaciones que hacen que la violencia se vaya aprendiendo. Confrontemos lo que hemos discutido con lo que nos dice la Iglesia: Lectura de los párra- fos 81 a 84 del documento: Que en Cristo Nuestra Paz México tenga vida digna. -¿Qué es lo que aprendemos de esta lectura? ACTUAR Si la violencia no es natural al hombre, sino es cultural y aprendida, ¿qué podemos hacer para ir desterrando esa cultura de la violen- cia? ¿en dónde tenemos que actuar, es decir, en qué espacios sociales? Leemos el número 85 del documento "En Cris- to Nuestra Paz..." a partir de ahí, hacemos una lista de situaciones o expresiones cultu- rales violentas donde esté a nuestro alcance hacer algo para que la cultura de la violencia no se reproduzca. 5
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    127"Que en CristoNuestra Paz, México tenga Vida Digna" 2.4 En la cultura. 81. La riqueza cultural de los mexicanos es una realidad. La cultura es el "ambiente vital" que permite a la persona humana crecer en su ser, crecer en humanidad. La cultura involucra toda la actividad humana, es un modo de ver la vida y de entender los aconte- cimientos, implica un estilo de vivir que se crea en la convivencia social y que se expresa con símbolos, lenguajes, costumbres. En po- cas palabras, la cultura es el modo como la persona se relaciona con sus semejantes, con las cosas, con la naturaleza y con Dios. 82. Somos un pueblo que ama la vida. Tene- mos de nosotros mismos el concepto de ser un pueblo hospitalario, fraterno, alegre y soli- dario. En la pluralidad cultural del pueblo de México hay elementos valiosos de unidad e identidad nacional, muchos de ellos relacio- nados con la fe cristiana. Sin embargo, se aso- cian también al "modo de ser" de los mexica- nos anti-valores y actitudes negativas, entre ellas: la violencia. 83. El comportamiento violento no es innato (1), se adquiere, se aprende y se desarrolla; en ello influye el contexto cultural en que cre- cen las personas. Son muchos y distintos los prejuicios culturales que legitiman o inducen prácticas violentas. La crisis de valores éti- cos, el predominio del hedonismo, del indivi- dualismo y competencia, la pérdida de respe- to de los símbolos de autoridad, la desvalori- zación de las instituciones –educativas, religiosas, políticas, judiciales y policiales– los fanatismos, las actitudes discriminatorias y machistas, son factores que contribuyen a la adquisición de actitudes y comportamientos violentos. 84. La violencia se vuelve una forma de ver el mundo como un ambiente problemático; que inhibe la libertad personal; que amenaza y obliga a la persona a reducirse al espacio pri- vado que le brinda seguridad y protección. Esta conducta se transforma a su vez en forma de reaccionar, pues ante cualquier situación con- siderada como amenaza, se reacciona visce- ralmente, sin reflexión, reforzando prejuicios sobre las personas y sobre los hechos y justi- ficando acciones discriminatorias. Los acele- rados cambios culturales generados por la globalización y la migración, sobre todo en las comunidades indígenas, violentan la relación intergeneracional, pues los jóvenes ven con menosprecio a sus padres y abuelos, lo que tensiona la convivencia familiar y social. 85. Tenemos que enfrentar, sin determinismos, la verdad de un modo de ser que con facilidad recurre a formas violentas de relación y que para resolver dificultades y conflictos hace uso de la fuerza y de la violencia, verbal, física o psicológica. Esto sucede, como lo hemos di- cho, en la familia, en las relaciones laborales, sociales e incluso en la diversión. Estas con- ductas, si bien tienen condicionamientos his- tóricos y culturales, son conductas aprendi- das. Transformarlas exige intervenir en las ins- tancias que nos forman como personas, en los procesos de socialización, particularmen- te en los educativos, formales e informales, en los que intervienen distintos agentes.
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    128 S E G U N D A P A R T E TALLER Introducción. Pregunta: ¿qué seentiende por género? ¿Cuán- tos de acuerdo o desacuerdo con la respuesta? Objetivos. -Comprender algunas causas culturales de la violencia hacia las mujeres. -Comprender la diferencia entre sexo y géne- ro. -Proponer acciones posibles para disminuir la violencia de género y contribuir a la equi- dad-igualdad. Observación. El material que se presenta en los anexos es abundante. El coordinador(a) del taller debe- rá escoger lo que le pueda servir de acuerdo a las circunstancias. Se anexa también un power point. VER Material: papelógrafos, marcadores, cinta de pegar. 1.1 Dinámicas de grupo: "Se dice que las mujeres son..." (Anexo 6-A) "Las siluetas" (Ver anexo) Trabajo en grupos: Puesta en común, complementación PENSAR Material. Textos impresos, equipo de proyección, recor- tes de hojas y plumas, cinta de pegar. 2.1 Exposición: "Diferencia entre sexo y géne- ro" (Anexo 6-B) Ver Anexos (lectura): -"Violencia de género" Violencia de Género y Cultura. El Valor de la Igualdad Hombre-Mujer -"Violencia contra las mujeres" · (69 y 70 C. Pastoral: Que en Cristo...) -Lecturas: Génesis 2:26; Gálatas 3:28 -Constitución Mexicana, Arts. 1° y 4°. -Declaración Universal de los DDHH. Arts. 1° y 2°. -Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres Art. 6. 2.2. Dinámica Phillips 6-6, con 2 preguntas en cada grupo: Consciente o no, ¿he justificado la violencia hacia las mujeres? Respuesta: SI NO -¿Que propongo hacer para iniciar un cam- bio positivo? (se escribe muy sintéticamente en una me- dia hoja). Las respuestas se agrupan para presentar al plenario. Plenario. Se presentan las conclusiones de los grupos, concentrándolas, para pasar al Actuar. ACTUAR A partir de las propuestas se asumen uno o varios compromisos, personales o grupales, QUE SE CONSIDEREN VIABLES. 6
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    129 TALLER Objetivo. Dar algunas orientacionessencillas de cómo manejar el miedo en situaciones de violencia. Paso importante es "socializar el miedo". Es parte de la terapia. Observación. El siguiente tema está plasmado en Power Point. Se puede utilizar o bien usar el presen- te escrito. Será como resulte más cómodo para el grupo. VER Se prepara una silueta en papelógrafo y se procede a la siguiente dinámica (Preguntas para responder en lo personal): -¿A qué le tengo miedo? -Y ¿dónde lo siento en mi cuerpo? Se da la siguiente motivación: - En nuestra cultura no se nos ha enseñado a reconocer o hablar de ciertas emociones y generalmente aprendimos a negarlas, a se- pultarlas, a olvidarlas... pero no podemos evitarlas. - Ellas son espontáneas, no dependen de la voluntad ni de la razón. Aunque las negue- mos ahí están, afectando nuestra vida y nuestra salud. - En la dinámica vamos a buscar en nuestro interior reconocer la emoción del miedo en nuestra vida, a expresarla con sencillez y a respetar la expresión de cada persona. - "No es más valiente quien no tiene miedo, sino el que sabe conquistarlo." (Nelson Mandela) Para la dinámica: - En papeletas se escribe de manera muy con- cisa y en silencio las respuestas sobre lo que nos causa o nos ha causado el miedo. Es lo que sucede en la calle, en la ciudad, en la casa, en la carretera, etc. - En un segundo momento, cada persona lee su papeleta y la pega en la silueta humana, según la parte del cuerpo en que ha sentido miedo, expresando, si le es posible, de qué manera lo ha sentido. Ejemplo: Ahogo, pal- pitación, etc. - Se analizan similitudes y/o diferencias, sin emitir juicios. PENSAR Consecuencias de vivir con miedo. A) Respuesta rápida a preguntas: Pueden ha- cerse en grupos o en plenario y se anotan las respuestas en papelógrafo. 1.- ¿Qué consecuencias se genera el vivir con miedo? ¿Cómo nos afecta en lo personal y en lo social? 2.- ¿Quiénes pueden beneficiarse de que la sociedad viva temerosa? 3.- ¿Existen otros lugares o países donde no sucede lo que aquí? 4.- ¿Quiénes son los responsables de que su- cedan los hechos que nos causan miedo? 5.- ¿Qué podemos hacer ante el miedo? ¿Evi- tarlo o negarlo? ¿Huír? ¿Afrontarlo? 6.- ¿Qué puede ayudarnos para afrontar el miedo? B) Exposición sobre el miedo. Cuadro de consecuencias: -Experimentar miedo es normal y, como emo- ción, puede tener aspectos positivos como un mecanismo para ser precavidos o buscar seguridad; o también efectos negativos di- versos. (El miedo nos ayuda a defendernos, pero el pánico, el terror, nos paraliza). La Paz y el Miedo 7
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    S E G U N D A P A R T E 130 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ -El miedo puede ayudar a reconocer el riesgo, los límites, etc. -Reacciones corporales. -Fantasía, distorsión de la realidad. -Realimenta el temor. -Desorganización de la conducta, impulsi- vidad, inmovilidad. -Las consecuencias pueden dividirse en: psi- cológicas, físicas y sociales. Psicológicas: Pasividad, paranoia, depresión, negar o esconder lo sucedido, cobardía, aluci- naciones, furia, odio, trastornos del sueño, pér- dida de autoestima, sentimientos de culpa... Físicas: Problemas gástricos, asma, contrac- turas, tics, trastornos menstruales, abandono físico... Sociales: Desmovilización, aislamiento, agre- sión, desconfianza, control social, pasividad, distorsión de la realidad, alarma-pánico-con- tagio, modificación de relaciones inter- personales. El cuerpo y el miedo: -Nos dice Bruce Lipton, doctor en medicina e investigador en Biología Celular de la Univ. de Stanford, que el ADN de cada célula es controlado por el medio externo celular y que responde a lo que vivimos, lo que pensamos, lo que sentimos, lo que decimos o nos di- cen... por eso, si creo que algo me puede enfermar, me enfermo y, al contrario, si creo que algo me puede sanar, me sana... efectos placebos o nocebos. Y nos recuerda una fra- se de Henry Ford: "Tanto si crees que pue- des, como si crees que no puedes, tienes razón". Es cuestión de decisión. - Por lo tanto, nos invita a tomar la decisión de vivir en un mundo de amor, de paz, de felicidad, de abundancia... -Las emociones y sentimientos generan quí- micas que afectan nuestras células. La quí- mica del amor hace que las células crezcan sanas y fuertes. La química del miedo... mata las células. -Tenemos dos mecanismos de supervivencia: crecimiento y protección, pero no pueden operar al mismo tiempo... O crecemos forta- leciéndonos o nos protegemos. El miedo social: • Al tener consecuencias sociales, el miedo, cada vez más, se utiliza como herramienta política para controlar, creando mundos po- larizados: -Intenta dividir a la sociedad -Desgasta -Crea enfrentamientos -Culpabiliza -Criminaliza -Manipula la información para alterar realida- des o imagen de personas. -Previene que no exista apoyo ciudadano para los movimientos sociales. -Los beneficios para los generadores del mie- do social son de todo tipo, pero, sobre todo, de control político-ideológico y acumulación económica. Elementos para afrontar el miedo: -Elementos de resistencia. -Ideología firme -Personalidad resistente: Compromiso, autocontrol, reto... -Aprender algo, por negativo que sea. -Afrontamiento optimista de las cosas -Sentido del humor -Creatividad -Dar importancia a las cosas pequeñas -Confiar en los demás -Asumir vulnerabilidad -"Razón" -Que pueden ayudarnos a vivir la Resiliencia: Capacidad de la persona de que una situa- ción devastadora no la destruya, de superar una situación traumática sin acabar trau-
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    131matizada e inclusosalir reforzada. Es una manera de ser... DE ESTAR EN EL MUNDO. Ejemplo: Víctor Frank que superó la expe- riencia del campo de concentración nazi. Afrontar el miedo: Sugerencias. • Mantener una postura activa para evitar que se genere angustia, tomando precauciones... ver necesidad de cambiar hábitos generan- do autocuidado, afrontando consecuencias o intentando mantener el autocontrol para evitar comportamientos impulsivos. • Trabajar los miedos desde cuatro puntos: 1) Reconocerlos. Es el paso inicial para ha- cer consciencia. 2) Analizarlos. Evaluar su base real. 3) Socializarlos. Compartirlos consciente- mente y librarse de autoimagen desvalorada. 4) Descomponerlos. Riesgos en que se ba- san y cómo afrontar. • Evitar posturas rígidas. Darnos cuenta cons- cientemente de que negar los miedos es para evitar sentirse mal. Se oculta "para no pre- ocupar a otros", haciendo como que no exis- ten... pero en esto no hay soluciones. • Compartir los sentimientos. Generalmente se negativizan y generan otros sentimientos y emociones que pueden desembocar en prejuicios y complicaciones para quienes los sufren. Al compartirlos nos reconocemos como seres humanos normales y cuando se partici- pa en alguna lucha social esta comunica- ción a nivel emocional alivia y fortalece. • Promover la solidaridad. Las situaciones lí- mites hay que vivirlas en grupo y no a so- las. El grupo puede ser un espacio para la confianza, la aceptación, la ayuda y apoyo mutuo. Suma todas las fuerzas y ayuda a controlar reacciones impulsivas. ACTUAR Preguntas. - ¿Qué podemos hacer como comunidad cris- tiana para que no suceda lo que nos produ- ce miedo y es inevitable? - ¿Sería posible alguna acción colectiva para externar las consecuencias del miedo y exi- gir soluciones para la seguridad humana en nuestra comunidad? Dinámica. "EVAPORAR LOS MIEDOS" Las papeletas de los miedos se colocan en un cesto de metal y se les prende fuego. Dinámica. "PROGRAMACIÓN DE PROTECCIÓN"
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    S E G U N D A P A R T E 132 TALLER Objetivo. Impulsar entre nosotrosprocesos de perdón y reconciliación para emprender un camino de liberación y de paz interior y comunitaria. VER Descubriendo las heridas del corazón. Primera Dinámica: El viacrucis del corazón. En el camino de nuestra vida hemos sufrido heridas en nuestro corazón que han sido como nuestro viacrucis personal. También nuestra comunidad, nuestro pueblo, ha tenido y tiene su propio viacrucis. Vamos a plasmar nuestro propio viacrucis. Con una frase sencilla y bre- ve llenamos los espacios para identificar nuestros viacrucis tomando en cuenta las estaciones del viacrucis de Jesucristo. Anexo 8-A. Segunda dinámica: Compartir en plenario lo reflexionado en la dinámica anterior. Se debe aclarar que lo respondido personal- mente tienen la libertad de decirlo o no. PENSAR -¿Cómo puedo perdonar? -¿Cómo nos podemos reconciliar? (Se puede usar el Power Point) El perdón y la reconciliación a nivel personal. El perdón no es: • Olvidar. El olvido no es un acto voluntario. Se puede perdonar a la persona que lasti- mó, pero la herida puede seguir presente. El perdonar ayuda a que el recuerdo no afec- te gravemente. • Renunciar a que se haga justicia: A la re- paración del daño, a que no vuelva a suce- der la ofensa. • Tolerar que te lastimen. Es necesario esta- blecer límites para impedir que te sigan las- timando. • Justificar comportamientos inaceptables o abusivos. Sean éstos propios o ajenos, jus- tificar los actos no ayuda a sanar. • Hacer como que todo va bien, cuando sien- tes que no es así. No se trata de fingir, apa- rentar o reprimir los sentimientos por com- portamientos más aceptables o por recompensa. • Adoptar una actitud de superioridad. Sen- tirnos personas buenas al otorgar el perdón y malas las que nos han ofendido. Este es un gesto de arrogancia. • Que no debo cambiar de comportamiento con la persona que me ofendió o lastimó. Puedes perdonarla de corazón pero no im- plica que sigas con su amistad, o que vuel- vas a confiarle una intimidad, etc. • Perdonar no exige que te comuniques ver- bal y directamente con la persona a la que has perdonado. No es necesaria la presen- cia física de la otra persona, pues el trabajo se hace al interior de la persona, aunque en ocasiones el diálogo ayuda. Tú puedes dar- le el perdón en tu corazón y se notará en tus actitudes. ¿Qué significa e implica el perdonar? Es liberarse del pasado y de las heridas. Al perdonar nos beneficiamos a nosotros mismos. Es declarar que la historia ya no te limita, no tiene poder sobre ti, que la has aceptado y perdonado. Es una decisión y una elección. Es necesario quererlo hacer. Elegir vivir de manera diferen- te, dejar de verse como víctima. Perdón y Reconciliación a Nivel Personal. ¿Qué puedo hacer para perdonar?8
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    133Es ver ala otra persona en su conjunto y cir- cunstancias. Más allá de los límites de su per- sonalidad, no solo en su negatividad. Es un proceso. Hay distintas etapas por las que hay que transitar, desde la negación, el dolor, rabia, la aceptación, el perdón y el apren- dizaje. Es importante recorrer una a una y a su tiempo. Reconocer el mal y enfrentarlo con amor. Nombrar el mal recibido es el inicio del perdón. -"El perdón es una manera de amarme por- que me regalo la paz y una nueva manera de ver al otro." -Dar y recibir el perdón es que posibilita fa- milias y sociedades realmente fraternas, a la manera del Reino de Dios. ACTUAR 1.- Un ejercicio de perdón y reconciliación personal. -¿A quién quiero perdonar? ¿De qué? (Se puede realizar un ejercicio de visualiza- ción guiada). Afirmaciones: -La puerta de mi corazón está abierta. Paso del perdón al amor. -Me doy el regalo de liberarme del pasado y avanzo con alegría en el ahora. -El pasado quedó atrás ya no ejerce poder sobre mí. Forjo mi futuro con lo que pienso en este momento. -Estoy preparado(a) para sanar. Deseo perdo- nar todo marcha bien. -Paso del perdón a la comprensión y siento piedad por todos. -Sé que mis negativas maneras de ser no vol- verán a limitarme jamás. Hoy las abandono con toda tranquilidad. -Sí me perdono, me es más fácil perdonar a los demás. -Ser víctima no es agradable. Me niego a se- guir sintiéndome indefenso(a). Hoy recupero mi poder. 2.- Un planteamiento para la reconciliación social. Se dice que actualmente somos una sociedad herida y agraviada por la violencia, la corrup- ción, la impunidad y la pérdida violenta de muchos mexicanos y mexicanas. -¿Qué se puede ir haciendo para restañar las heridas y lograr que seamos una nación re- conciliada? Lluvia de ideas.
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    S E G U N D A P A R T E 134 TALLER Objetivo. Nos proponemos enesta sesión: -Identificar nuestras ataduras personales como la ira, los resentimientos, los rencores, el odio, etc. -Facilitar el rompimiento de esas ataduras para una reconciliación a nivel personal, con el otro y con el contexto social y comunitario. Justificación. No podremos construir la paz personal ni la paz comunitaria si no emprendemos el cami- no de liberación de todas esas ataduras per- sonales anteriormente mencionadas. "México será nuevo sólo si nosotros mismos nos reno- vamos" ("Que en Cristo nuestra Paz, México tenga vida digna" No. 189) VER Primer momento. -¿Qué sentimientos y qué consecuencias nos produce el estar resentidos, el sentirnos ofendidos? (Cuando nos quedamos atados a un resenti- miento, terminamos siendo agresores de no- sotros mismos) Dinámica. Impedimentos para moverse libremente. A algunos de los participantes se les vendan los ojos, a otros se les amarran los pies o se quedan atados a una silla o se les tapa la boca o se les amarran las manos, etc. con la finali- dad de que tengan algún impedimento para moverse libremente. Luego se les pide que bailen al ritmo de alguna música que en esos momentos se les pone. Plenario. Al terminar la dinámica se les pide en plena- rio que expresen cómo reaccionaron ante la acción y cómo se sintió cada uno de los que estaban impedidos de alguna manera para bailar. Grupos de diálogo. Enseguida se hacen algunos pequeños grupos de diálogo en base a las siguientes preguntas: -¿Qué sentimientos nos provoca el resen- timiento? -¿Qué sensaciones tiene nuestro cuerpo? -¿Qué consecuencias inmediatas tiene este resentimiento y qué consecuencias a largo plazo? Explicación sobre este diálogo. Se trata de identificar el resentimiento y las consecuencias que tiene para la persona tan- to inmediatas como a largo plazo, pueden ser mínimas o profundas. Por ejemplo, la es- pera de una cita a la que no acude la persona esperada, quedándose "plantada". Para unos tal vez sea un incidente ligero para otros puede ser más significativo. De esta mane- ra vamos descubriendo la carga que le pone- mos a esa ofensa hasta que llega el momento en que nos volvemos agresores de nosotros mismos. PENSAR Segundo momento. Una reflexión sobre el perdón. - Puede leerse un relato sobre el perdón. - "No podemos ser ingenuos ante el perdón. No se lo puede pedir sin más; sería descono- cer las profundidades del corazón humano, el sentido de duelo, la necesidad humana de expresar los sentimientos de rebeldía y de odio, para poder liberarse progresivamente de ellos. Nadie puede exigir a las víctimas sin más el perdón. Simplemente podemos ayudar a que en los corazones desolados surja El Perdón y la Reconciliación, Camino de Liberación9
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    135un perdón difícil,pero liberador" ("Que en Cristo, nuestra Paz, México tenga vida digna, No. 228). - "Los procesos que puedan ayudar a las per- sonas a liberar el resentimiento, a expresar sentimientos negativos, y a perdonar errores del pasado (sean reales o imaginarios) pue- den muy bien llegar a ser la mejor parte de la medicina preventiva del futuro." "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34) El sabía que el resentimien- to, con su mezcla de odio y rechazo, daña mucho mas al que odia que al odiado. ("Salud" de Luis Jorge González). ACTUAR Tercer momento. Ejercicio para el perdón. Explicación. Una de las condiciones para perdonar es que el otro ya no esté ejerciendo una ofensa activa. Por ejemplo, una joven que está resentida con su novio porque la ha humillado o maltrata- do. Si el novio lo sigue haciendo no puede proceder el perdón. De otra manera se conti- nuaría ejerciendo la ofensa. Dinámica. La "imagenería" del perdón. Hay que crear en primer lugar un estado de relajación. Para ello, se les pide a los parti- cipantes que imaginen un lugar placentero, agradable. Luego se les pide que, en su ima- ginación, cada uno llegue a una puerta y la abra. El narrador continúa: Ahí te vas a en- contrar con siete escalones que vas bajan- do. Llegas a un sótano y vas a encontrar un espacio muy iluminado con una luz muy especial. Ahí vas a encontrar sentado en una silla a un doble de ti mismo, a un yo, atado a la silla. Luego comienzas a observar qué ataduras tie- ne el que está ahí sentado. Entonces te vas dando cuenta hasta qué punto te mantienen preso las ofensas que has sufrido. Lo que te ata hay que reconocerlo: ira, rencor, despre- cio por otro, por ti mismo... Observa qué par- te de tu cuerpo está atado. Luego te das cuenta que hay otra persona en ese cuarto. Es un personaje espiritual. Puede ser el mismo Dios u otra persona que te ayu- da a caminar en la vida y él te pregunta si quieres que te ayude a liberarte: ¿Quieres real- mente ser liberado? Luego entras en diálogo con esa persona sobre el agresor. El diálogo ya es liberación. Vas a ir observando cómo esa persona te va liberando de esas ataduras. Al mismo tiempo que tu cuerpo se va liberan- do vas experimentando la armonía, la paz que va invadiendo tu ser. Luego se hace la conclusión: reconociendo la sensación de libertad, de armonía y de paz, vuelves a subir los escalones. Ves el panora- ma agradable y regresas al salón en el que nos encontramos. Al final, se hace un ejercicio muy sencillo: unos dos minutos para celebrar la liberación. Se pone una música alegre, se puede danzar, bailar y se termina con un gesto de un abrazo, un saludo... Nota. Se puede hacer otra dinámica como alternati- va a la anterior: Dinámica. Ejercicio Mental del Perdón. Esta dinámica es para quienes deseen perdo-
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    S E G U N D A P A R T E 136 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ nar al otro o perdonarse a sí mismos por la forma en que se han tratado. Cuando hay la necesidad de liberarse de un resentimiento. 1. En primer lugar, se promueve un ambiente de relajación y de sensación de paz. 2. Presta atención por un par de minutos, a diferentes sensaciones: mira, escucha hue- le y siente conscientemente... hasta que cambie tu estado de ánimo a uno sereno, alegre. Puede ayudarte recordando un momento de alegría y paz profundas... Hasta que recuperes ese estado. 3. Luego cada quien hace una representa- ción mental del ofensor con todos los sentidos: Cómo lo veo, lo siento, lo escu- cho, lo huelo. Procura conservar el estado de ánimo po- sitivo que has creado para ti al inicio 4. En una segunda parte, imaginar que estas procurando cosas buenas para la persona de tal manera que ella se sienta feliz. (Des- de la fe podemos imaginar que Dios lo está amando, apapachando...). 5. Imagina cómo esa persona entra en diálo- go contigo y te explica el por qué de su proceder para conmigo. 6. Trata de comprender al pretendido ofensor... Reconoce que como todos los hu- manos, realizó la mejor intención con que disponía en aquel momento. Si no tenía otros recursos para actuar, si era carente de capacidades o habilidades para tratar- te de otra manera. Reenmarca la ofensa y reconócela como una falta o carencia del otro, o como un hecho que tú puedes manejar con tu mente... 8. Revisa los efectos corporales de relajación, de paz, de alegría, que el perdón deja tras de sí. 9. Poco a poco, respirando profundamente, te vas preparando para abrir los ojos. (González, Luis Jorge. Salud. Roma, Edizioni del Teresianum, 1998)
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    137 TALLER Objetivo. Impulsar entre nosotrosprocesos de perdón y reconciliación para emprender un camino de liberación y de paz comunitarias. VER 1ª.- Dinámica: Reflexión por grupos en base a las siguientes preguntas: A) ¿Cómo están afectando las situaciones de violencia que estamos padeciendo: 1.- A las familias? 2.- A las comunidades? B) ¿Cómo han reaccionado ante estas situaciones: 1.- Las familias? 2.- Las comunidades? 3.- Las autoridades? 4.- La Iglesia? Lectura. Antes de contestar las preguntas se puede hacer la siguiente lectura como "ambientación" o "sensibilización" para el tema: Características de la violencia. La violencia se genera cuando hay una situa- ción de desigualdad, de asimetría entre las personas o las colectividades y quien está en situación favorable busca reforzar, profundi- zar o ampliar dicha situación para sacar pro- vecho de ella. Cuando esa situación de desigualdad y de opresión es propiciada, reforzada y perpetua- da por las instituciones, los gobiernos, las le- yes, entonces se llama "violencia institu- cionalizada". Quienes están siendo sometidos a esta situa- ción de desigualdad, quienes son oprimidos, en ocasiones responden a la violencia –que en muchos casos es una violencia institu- cionalizada– con otros hechos de violencia: entonces se llama violencia de respuesta. Ahora bien, la violencia que más nos afecta en Chihuahua, en México en estos días es la violencia criminal, expresada en homicidios dolosos, secuestros, extorsiones, asaltos, ro- bos a mano armada, etc. También la violen- cia que ejercen los cuerpos militares y poli- cíacos cuando violan los derechos humanos de las personas, con detenciones arbitrarias, allanamientos de morada, desapariciones forzadas, asesinatos, etc. Y también la violen- cia que se da al interior de las familias, sobre todo en contra de las mujeres adultas y las niñas. 2ª.- Dinámica: Compartir en plenario lo escri- to en papelógrafos, o bien, el coordinador es- cribe las aportaciones. PENSAR 1.- Lectura: El perdón y la reconciliación a nivel social. La reconciliación personal es necesaria para que se dé la reconciliación social y consiste fundamentalmente en la regeneración de vi- das destrozadas, de tal manera que las vícti- mas puedan integrar la historia de su dolor en sus propias vidas sin que les cause más daño moral, físico y sicológico. La reconciliación social tiene que ver con la reconstrucción de sociedades fracturadas. Se trata de restaurar el tejido social, de rehacer la vida comunitaria, mediante la justicia, la verdad de lo sucedido y la reparación del daño a las víctimas. Se trata, ante todo, de una re- construcción moral. Perdón y Reconciliación a Nivel Social 10
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    S E G U N D A P A R T E 138 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ La reconciliación personal y social no es olvi- dar el pasado, sino vivirlo y narrarlo de otra manera que ya no cause más daño (Cfr. 222 Que en Cristo Nuestra Paz México tenga Vida Digna). Sólo se da la verdadera reconciliación EN LA VERDAD de lo sucedido (No. 223: "El mal causado debe ser conocido y reconoci- do") Y EN LA JUSTICIA que exige de alguna manera la reparación del daño. Así pues, no se trata de un borrón y cuenta nueva, de un "no ha pasado nada" sino de reconstruir la vida personal y social desde la dolorosa experien- cia de lo vivido. (224: "La reconciliación so- cial no está en conflicto con la justicia, sino que la reclama necesariamente") (En los Nos. de los 220 al 229 de la Carta Pastoral: Que en Cristo Nuestra Paz... están expuestos estos conceptos sobre la reconci- liación). La reconciliación social exige por lo menos tres clases de VERDAD: 1ª.- La verdad de congruencia, es decir, que lo que se dice responda a la realidad de los hechos. Por ejemplo, que no se manipule, ni se oculten las evidencias. 2ª.- La verdad de coherencia, es decir, que quede clara, por una parte, la manera autori- taria, opresiva y corrupta del actuar de las autoridades y, por otra parte, que los actos de reparación y de justicia sean efectivos y evi- dentes para el pueblo. 3ª.- La verdad de los símbolos, es decir, que la memoria tanto del sufrimiento como de los actos valerosos del pueblo queden plasmados en documentos, monumentos, memoriales, ritos, celebraciones, etc. Que no se pierda la memoria de nuestros muertos ni los actos de liberación para infundir esperanza y fortaleza en la sociedad. La reconciliación social exige JUSTICIA que puede ser: 1ª.- Justicia punitiva que busca penalizar al culpable evitando el riesgo de la venganza o de hacer justicia por la propia mano. 2ª.- Justicia compensatoria que busca resar- cir el daño moral, sicológico y físico a las víc- timas de la violencia. 3ª.- Justicia Restaurativa que, por un lado, busca el restablecimiento personal y social de las víctimas como la rehabilitación de los victimarios para que dejen de serlo y no sigan dañando a la sociedad. ACTUAR -Sugerencias para abrir ESPACIOS DE ESCU- CHA donde las víctimas puedan contar sus historias como una narrativa de la verdad y una exigencia de la justicia. -Sugerencias para realizar ACCIONES DE SOLIDARIDAD con las víctimas de la violen- cia (Oración, acompañamiento, apoyos mo- rales y económicos, dar a conocer la ley de víctimas y exigir su aplicación, etc.) -Sugerencias para propiciar GESTOS SIMBÓ- LICOS DE RECONCILIACIÓN en las comuni- dades azotadas por la violencia. (Rituales, memorias, encuentros, etc.).
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    139 TALLER Objetivo. Como cristianos tenemosla misión de cons- truir comunidad. El documento "Que en cristo nuestra paz..." señala con toda claridad que es urgente intervenir para detener el debilita- miento del tejido social: VER Cada uno de nosotros escribe en una hoja la respuesta a lo siguiente: -¿Qué es lo que hace que un grupo de perso- nas sea una "comunidad" (no necesariamente en términos religiosos)? Ponemos un ejemplo de una comunidad que conozcamos. -¿Qué beneficios obtiene una persona de per- tenecer a una comunidad, qué desventajas si no pertenece a ninguna? Ponemos en común lo que cada quien escri- bió y lo escribimos en una hoja de papelógrafo para llevarla al plenario. Plenario. Se comparte lo que cada equipo respondió a las tres cuestiones. PENSAR Exposición sobre "tejido social": (ver anexo en power point). Veamos lo que nos señala el Episcopado mexi- cano en su carta: "Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna": "Cuando no hay confianza en la vida social, los grupos se mueven por intereses privados y las situaciones que les afectan se deciden por lógicas de poder; esto tiene efectos disgregadores de la sociedad... Cuando esto sucede, se afirma el poder como norma so- cial de control en los grupos sociales y esto, a su vez, da lugar a modos de relación que se definen por afanes competitivos; por el de- safío de vencer a quienes son considerados adversarios y por el placer de causar dolor físico, miedo y terror... Al deteriorarse la vida comunitaria por el clima de inseguridad que provoca miedo, aislamiento y que desanima a participar en la vida común, se debilita el tejido social que brinda seguridad a los miem- bros de la comunidad". Los obispos mexicanos nos dicen, pues, que la desconfianza, el que las relaciones entre las personas estén dominadas por la lógica de poder, de competencia, y por el placer de hacer sufrir al otro van generando un clima de inseguridad y violencia que provoca miedo, aislamiento, desánimo de participar en la vida común. Todo esto debilita el tejido social y éste es muy importante pues es lo que brinda seguridad a los miembros de una comunidad, lo que hace que esa comunidad se sostenga y que crezca. Nos reunimos en equipo y tomamos dos ho- jas de papelógrafo. En una de ellas escribi- mos todos los factores que han ido perjudi- cando a la comunidad o las comunidades de nuestro alrededor. En la otra hoja escribi- mos las consecuencias que esto ha tenido en nuestra comunidad y en las personas que la forman. Ponemos en común lo que escribimos. ACTUAR Como cristianos tenemos la misión de cons- truir comunidad. El documento "Que en cristo nuestra paz..." señala con toda claridad que es urgente intervenir para detener el debilita- Nosotros como Constructores de Comunidad 11
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    S E G U N D A P A R T E 140 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ miento del tejido social. Al respecto leamos los siguientes párrafos de dicho documento: "197. Las personas y las familias no viven aisladas, viven en comunidad, compartiendo con otras familias y personas, no sólo el tiem- po, sino también el espacio. La vida comuni- taria es el escenario concreto de la sociabili- dad, en ella se forja y fortalece el tejido so- cial, el sentido de pertenencia y se desarrollan también los mecanismos de control social que se hacen cargo de las conductas discordantes con los grandes ideales y aspiraciones de quienes comparten la existencia en los esce- narios reales de la vida." Y enseguida expresa una serie de compromisos de los cristianos. Es de destacar el siguiente: (Nos comprometemos a...) dinamizar la di- mensión comunitaria de nuestras parroquias para que, en medio de una sociedad que se fragmenta y se dispersa, favorezcan espacios de encuentro y fortalecimiento de la vida co- munitaria, contribuyendo a que las comuni- dades recuperen la capacidad necesaria para la convivencia pacífica... A animar a las pequeñas comunidades, gru- pos, asociaciones y movimientos que confor- man nuestras parroquias a compartir su ex- periencia comunitaria y contribuir junto con otras iniciativas en la recuperación de los es- pacios comunitarios y en la implementación de proyectos que fortalezcan el tejido social." Trabajo en grupos. Leemos los dos párrafos anteriores. Y juntos respondemos las siguientes preguntas: -¿Cómo podemos favorecer espacios de en- cuentro y fortalecimiento de la vida comu- nitaria en donde vivimos? -¿Cómo podemos compartir nuestra experien- cia comunitaria con otras personas para que se animen a trabajar y vivir en comunidad ellas también? -¿Cómo podemos contribuir junto con otros grupos y personas a recuperar espacios co- munitarios que se han perdido? -¿Qué otros proyectos podemos emprender para fortalecer el tejido social de nuestra población? Plenario. Ponemos en común las respuestas y elegimos las iniciativas que consideremos más adecua- das para irlas llevando a la práctica.
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    141 TALLER Objetivo. Tener conocimiento dela reserva moral y to- mar conciencia de que es un instrumento muy importante para vencer la violencia y recupe- rar la paz. VER 1.- Primera Dinámica: Explicar lo que es la "reserva moral" en Plenario. Para construir o para reparar una casa o un edificio necesitamos algunas herramientas. ¿Cuáles? (Nombramos algunas entre todos) Así también para construir la paz (o para re- pararla) necesitamos algunas herramientas. Al cajón donde guardamos esas herramientas le llamamos "Reserva Moral". Enseguida explicamos lo que entendemos por "Reserva Moral" más o menos con las siguien- tes palabras: "Reserva Moral" es el sedimento, el conjunto de valores, actitudes y creencias de un pue- blo que conforman su cultura y, por tanto, determinan la concepción de sí mismo, así como su visión de la vida y su manera de rela- cionarse con Dios y con el mundo. Dicho de una manera más concreta: La "re- serva moral" de un pueblo la conforman sus usos y costumbres, sus leyes, sus fiestas, sus tradiciones, su música, sus obras de arte, sus comidas, sus creencias, su estilo de vida, sus "sobrentendidos" en sus relaciones humanas, etc. Ésta "reserva moral" es la base de un pro- yecto de una Nación y el Estado o Gobierno deberá ponerse siempre al servicio de ese pro- yecto de Nación. (Podemos nombrar entre todos algunas he- rramientas de la "Reserva Moral", como por ejemplo, la fe en Dios, el amor a la familia, a nuestra tierra, etc. 2.- Segunda Dinámica: Dar ejemplos de cómo utiliza el pueblo algunas herramientas de su "Reserva Moral". En Grupos. Para ello repartimos el Esquema del Anexo 12-A para trabajarse en grupos. Al mismo tiempo, otros grupos pueden trabajar la si- guiente dinámica. 3.- Tercera Dinámica: Detectar algunos obs- táculos que tenemos para usar "La Reserva Moral" del pueblo. Para ello repartimos el Esquema del Anexo 12-B para trabajarse en grupos. 4.- Cuarta Dinámica: Exponemos en Plena- rio lo reflexionado en los grupos. Se hacen comentarios. PENSAR 1.- Lectura. En Plenario Se leen las citas bíblicas que vienen en el Anexo 12-C. Se puede hacer el siguiente comentario: Nosotros como cristianos, como agentes de pastoral, estamos llamados a ser como una luz con el tesoro de nuestra fe para quienes no en- cuentran el camino. Estamos llamados a ser sal que le dé esperanza y sabor a la vida. Estamos llamados a ser fermento en la masa para pro- mover la participación eclesial y ciudadana. Se lee el siguiente párrafo tomado del Docu- mento de Aparecida No. 215: "La construcción de la ciudadanía, en el sen- "La Reserva Moral", un Instrumento Valioso para Recuperar la Paz 12
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    S E G U N D A P A R T E 142 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ tido más amplio y la construcción de la eclesialidad en los laicos, es uno solo y único movimiento" Se puede hacer el siguiente comentario: No seremos buenos cristianos si no somos bue- nos ciudadanos interesados en los problemas de nuestra comunidad y en los asuntos de justicia, de paz y del bien común de nuestro pueblo. 2.- Comentarios. En Plenario. Se pueden hacer algunos comentarios tenien- do en cuenta el tiempo. ACTUAR 1.- Primera Dinámica. En Grupos. -Responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo podemos potenciar y mejorar las he- rramientas de "Reserva Moral" que tenemos en nuestro pueblo? (Por ejemplo: Qué podría hacer la Parroquia, qué podemos hacer como grupo parroquial o grupo ciudadano, qué po- drían hacer las autoridades, qué podríamos hacer como ciudadanos, etc.) 2.- Segunda Dinámica. En Plenario. -Compartir lo reflexionado en los Grupos -Ver si podemos sacar un compromiso como talleristas. Nota. En el Anexo 12-D vienen algunas lecturas que pueden ser útiles para profundizar y reforzar el tema.
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    143 TALLER Objetivo. Por medio dealgunas dinámicas caer en la cuenta de lo que es la autoestima, el valorarnos a nosotros mismos, lo cual con- tribuye a nuestra paz interior y a la paz comunitaria. VER A) Contestar personalmente con las ideas que surjan primeramente, lo que venga a la mente. 1.- Para la autoreflexión. -¿Cómo me veo? ¿Qué imagen tengo de mi cuerpo? ¿Qué imagen tengo de mis atribu- tos personales? -¿Qué comentarios hago sobre mí? ¿Son pa- labras alentadoras o despectivas? -¿Cómo me siento respecto de mi persona? -Mis emociones y sentimientos respecto de mí mismo: ¿Son optimistas o pesimistas? 2.- Para la sociedad, los medios de comuni- cación, la escuela, ¿Qué hace valiosa a una persona? B) Puesta en común. PENSAR 1.- El valor fundamental: la dignidad es el atri- buto, inherente a la naturaleza humana. Por el solo hecho de serlo, de existir. 2334 "Creando al hombre "varón y mujer", Dios da la dignidad personal de igual modo al hom- bre y a la mujer" (FC 22; Cf. GS 49, 2). "El hombre es una persona, y esto se aplica en la misma medida al hombre y a la mujer, por- que los dos fueron creados a imagen y se- mejanza de un Dios personal" (MD 6) (Catecismo de la Iglesia Católica) La autoestima es el valor que nos asignamos a nosotros mismos y tiene que ver con qué tanto nos aceptamos, cómo somos y qué tan satisfechos estamos con lo que hacemos, pen- samos o sentimos. Esto, a su vez, está rela- cionado con el grado en que creemos que te- nemos derecho a ser felices. 2.- La autoestima referida a la propia persona: • Reconocer el derecho a vivir. Todas las convicciones que refuerzan el deseo de vi- vir y el derecho a hacerlo. Tengo derecho a existir, quiero vivir y hacerlo en buenas condiciones. • Ser consciente de ser una persona única, irrepetible, insustituible, universal. Soy una persona única en el mundo, me trato con respeto, poseo dignidad personal, me sien- to una persona digna de aprecio. • Aceptar todos los aspectos de la propia per- sona sin censurarlos ni negarlos. Acepto ex- perimentar todas las partes de mi ser sin más razón que la de pertenecerme; acepto la presencia de mis pensamientos, aunque no siempre pueda hacerlos realidad; acep- to sentir mis emociones y mis sentimientos aunque sean dolorosos, tristes o frustran- tes; trato de estar en armonía con todas las partes de mi ser. • Considerarse una persona amada y amarse a sí misma. Tengo la seguridad de ser ama- da y amable, soy compasivo y benévolo con mi persona, me perdono mis errores, me hablo con ternura, me animo en momentos difíciles. • Creer en la propia capacidad de aprender. Estoy dotada de cualidades intelectuales, estoy segura de poder realizar las tareas ordi- narias y responder a los desafíos cotidianos. La Autoestima para la Paz Personal y Comunitaria* 13 *Para apoyar la reflexión ver Anexo 13-A y Anexo 13-B.
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    S E G U N D A P A R T E 144 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ • Aceptar el propio nivel de competencia sin compararse con los demás. Me siento ca- paz, no necesito compararme con los de- más, acepto mi actual nivel de competen- cia, al mismo tiempo trato de mejorar sin cesar. • Saber valorarse después de los exitos por pequeños que sean. Me siento alentada por mis pequeños éxitos, me pongo objetivos realizables, me felicito por mis éxitos. • Buscar la propia misión y tratar de cum- plirla. Estoy segura de tener una misión per- sonal, la busco en lo que más me apasiona y entusiasma, le seré fiel a pesar de los obs- táculos y la oposición de mi entorno. Soy consciente de tener una vocación única y de poder desempeñar un papel de co-crea- dora del universo. ACTUAR Dinámicas de autoestima: 1ª DINÁMICA: Tratamiento de merecimiento. -Yo soy una persona plena de dignidad, crea- da para desarrollarme íntegramente -Merezco ser respetada -Merezco un trato amable -Merezco ser tomada en cuenta -Merezco buenas condiciones de trabajo y sa- lario justo -Merezco oportunidades educativas -Merezco vivir en armonía -Merezco el desarrollo pleno -Merezco ser amada -Merezco ser feliz. (Repite este decálogo to- das las veces que sea posible) 2ª. DINÁMICA: Mejorar la autoestima median- te el cuidado del cuerpo. Tomar conciencia de las partes del propio cuerpo que se tiene tendencia a desdeñar o incluso a despreciar. Explicación. Hay bastantes personas que no aprecian su cuerpo porque no conceden atención más que a las partes de su fisonomía no conformes con los criterios de belleza convencionales. Tie- nen, por ejemplo un grano o son un poco gor- das o su vientre es prominente. Esas perso- nas se identifican con la parte imperfecta de su cuerpo y pierden de vista el conjunto de los rasgos agradables de su fisonomía, y de todo lo maravilloso que es su cuerpo. Visualización de las partes del cuerpo. Acompañado de una música suave, siéntate cómodamente, con los pies en el suelo y aflo- ja las prendas de vestir demasiado ceñidas. Pausa. -Mira los objetos que te rodean. Cierra los ojos y entra poco a poco en tu interior. -Sigues oyendo los ruidos que te rodean; ello te invita a entrar más en ti mismo. -Date cuenta de la postura de tu cuerpo sobre la silla y de tus pies en el suelo. Esto te lleva a entrar más profundamente en tu interior. -Imagina ahora tu cuerpo, ve sintiendo e ima- ginando cada una de sus partes, de las par- tes que te sientes más orgulloso, y de las partes de las que no lo estás. Tomate tiempo para percibirlas bien. 3ª. DINÁMICA: El amor a uno mismo. Elige la cifra del 10 al 1 que se corresponda mejor con tu manera de considerar tu persona.
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    1451.Aprecio el conjuntode mi apariencia corporal. 10 9 8 7 6 2.Aprecio mis cualidades y mis competencias. 10 9 8 7 6 3.Tiendo a sentirme bien dentro de mi piel, sin compararme. 10 9 8 7 6 4.Acojo todos los aspectos de mi persona, incluidos mis defectos. 10 9 8 7 6 5.Cuido mi salud. 10 9 8 7 6 6.Hago comentarios benévolos sobre mi persona 10 9 8 7 6 7.Tengo la sensación de ser un ser especial y único. 10 9 8 7 6 8.Me consuelo cuando cometo errores o sufro fracasos 10 9 8 7 6 9.Me doy caprichos, pequeños gustos, ropa, comida que me gusta 10 9 8 7 6 10.Me resulta fácil encontrarme cualidades. 10 9 8 7 6 11.Me siento amado y amable 10 9 8 7 6 12.Acepto mis emociones y sé expresarlas 10 9 8 7 6 Centro mi atención en un defecto físico 5 4 3 2 1 Hago hincapié sobre todo en mis defectos 5 4 3 2 1 Tiendo a compararme con los demás con desventaja para mí. 5 4 3 2 1 No acepto mis defectos. 5 4 3 2 1 Descuido mi salud. 5 4 3 2 1 Soy muy crítico conmigo mismo y me califico negativamente 5 4 3 2 1 No tengo la sensación de ser un ser especial y único 5 4 3 2 1 Me culpo e injurio por mis errores o fracasos. 5 4 3 2 1 No pienso en complacerme. 5 4 3 2 1 Me resulta difícil encontrarme cualidades. 5 4 3 2 1 No me siento digno de amor ni amado. 5 4 3 2 1 Rechazo mis emociones y las reprimo. 5 4 3 2 1
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    S E G U N D A P A R T E 146 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ 13. Por lo general soy una persona unificada. 10 9 8 7 6 14.Considero mis defectos medios para crecer. 10 9 8 7 6 15.Vivo casi siempre en el momento presente. 10 9 8 7 6 16.Me siento bien en los momentos de soledad 10 9 8 7 6 17.Acepto una negativa sin sentirme rebajado 10 9 8 7 6 18.Prefiero ser polivalente y flexible 10 9 8 7 6 19.Me deshago fácilmente de los comentarios desagradables respecto de mí. 10 9 8 7 6 20.Me perdono fácilmente mis faltas. 10 9 8 7 6 Suelo sentirme indeciso y ambivalente. 5 4 3 2 1 Considero mis defectos irreparables. 5 4 3 2 1 Miro al pasado con pesar y el futuro con temor. 5 4 3 2 1 Temo los momentos de soledad 5 4 3 2 1 Me siento rebajado ante las negativas. 5 4 3 2 1 Prefiero siempre presentar una fachada rígida de perfección. 5 4 3 2 1 Rumio sin cesar los comentarios desagradables respecto de mí 5 4 3 2 1 Me lleno de remordimientos. 5 4 3 2 1 150 a 200 = Excelente 50 a 99 = Regular 100 A 149 = Muy buena De 0 a 49 = Escasa Calcula el total de puntos:
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    147 TALLER Objetivo. Apreciar mi propiavida apreciando y estiman- do la vida de los demás, es camino seguro para la paz personal y comunitaria. Explicación: Se trata de "ver" lo que hay de- trás, lo que hay más allá de las personas con las que me encuentro diariamente y sentirlo en carne propia. Esto me lleva a apreciar mi propia vida y a tomar conciencia de que mi encuentro con las demás personas no es ca- sual. Es único e irrepetible. Material que se utiliza: - Power Point: "Lo que hay detrás de las per- sonas". - Power Point: "Abrazo Salvador" - Video: "Abuelita cuida a su nieto" - Video: "Él mismo es un canto a la vida" VER PRIMERA DINÁMICA: Los prejuicios. 1.- Proyectar el Power Point: "Lo que hay de- trás de las personas". 2.- Comentar lo que me dicen estas fotos en plenario. Después de escuchar algunas opiniones, po- demos concluir con la siguiente apreciación: Las fotos nos hacen caer en la cuenta que las personas con las que nos encontramos son y tienen una vida como nosotros: con sus ilusiones, sus proyectos y sus propios problemas. No podemos juzgarlas por la manera cómo se nos presentan en ese momento. SEGUNDA DINÁMICA: Letreros sobre mi persona. Escribir un letrero en el que exprese algo que me guste o me disguste, alguna cualidad o defecto que yo tengo, o bien, cualquier otra cosa de mi persona. Escribir también algo que yo pienso que necesito como persona. Puede ser una frase como ésta: "YO SOY UNA PER- SONA... Y NECESITO..." Una vez que se escribe el letrero cada uno se lo cuelga y enseguida el coordinador puede formar parejas al azahar para que comenten su respectivo letrero: Lo que escribieron y por qué lo escribieron. Si se considera conveniente, se puede pedir a algunas parejas que expresen lo que sintieron al dialogar entre sí. TERCERA DINÁMICA: Lo que los demás per- ciben de mi persona. Cada participante escribe en un letrero lo que ve o descubre en las expresiones de alguno de los participantes que escoge al azar (Pue- de dividirse el grupo en dos: el No. 1 escribe el letrero y el No. 2 recibe el letrero). Luego va y le pone el letrero y platica con el o la partici- pante sobre lo que escribió de él o de ella y por qué. El letrero puede decir: "YO VEO O DESCUBRO (en tu cara, en tu manera de ca- minar, en tu voz...) QUE ESTÁS (triste, ale- gre, cansado, molesto...) Si se considera conveniente, se puede pedir a algunas personas que expresen lo que sintie- ron al dialogar entre sí. PENSAR PRIMERA DINÁMICA: El coraje de vivir. 1.- Presentación de dos videos. a) Abuelita cuida a su nieto. b) Él mismo es un canto a la vida 2.- Comentarios espontáneos en plenario so- bre el mensaje que nos dan estos videos. SEGUNDA DINÁMICA: Un abrazo salvador. ¿Por Qué Quiero mi Vida? 14
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    S E G U N D A P A R T E 148 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ 1.- Presentación del Power Point: "Un abrazo salvador" 2.- Darse un abrazo y decir y expresar lo que siento por la persona a la que le doy el abrazo y lo que siento al ser abra- zado(a). Valorar nuestras manifestacio- nes de afecto. TERCERA DINÁMICA: El sentido cristiano de la vida. 1.- Leer: 2 Cor. 4,7-10 sobre cómo asume el cristiano su vida. "Pero este tesoro (la Buena Nueva) lo lleva- mos en vasijas de barro, para que todos vean que una fuerza extraordinaria procede de Dios y no de nosotros. Nos acosan por todas par- tes, pero no estamos aplastados; nos encon- tramos en apuros, pero no desesperados; so- mos perseguidos, pero no estamos abando- nados; nos derriban, pero no nos aniquilan. Por todas partes llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo." 2.- Lectura del Documento de Aparecida: No. 356: "La vida en Cristo incluye la alegría de comer juntos, el entusiasmo por progresar, el gusto de trabajar y de aprender, el gozo de servir a quien nos necesite, el contacto con la naturaleza, el entusiasmo de los proyectos comunitarios, el placer de una sexualidad vi- vida según el Evangelio, y todas las cosas que el Padre nos regala como signos de su amor sincero. Podemos encontrar al Señor en me- dio de las alegrías de nuestra limitada exis- tencia y, así, brota una gratitud sincera." No. 360: "La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás." ACTUAR PRIMERA DINÁMICA: Frase motivadora: Escribir una frase motivadora para la vida como conclusión de este taller. Dar oportuni- dad para si hay alguno o algunos que quieran compartir su frase. SEGUNDA DINÁMICA: Tarea a realizar. Escribir esa frase en algún letrero a mano o en computadora adornándola y ponerla en al- gún lugar visible de la casa. TERCERA DINÁMICA: Se puede terminar el taller con la canción "Gracias a la vida".
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    149 TALLER Objetivo. Conocer y reconocerlos derechos humanos como herramienta para la construcción de la paz. Promoverlos, respetarlos, defenderlos es un camino indispensable para la paz. VER PRIMERA DINÁMICA: Construcción del con- cepto de derechos humanos. Plenario. Se les pide a las y los participantes en plena- rio que de forma espontánea digan, con sus propias palabras, qué son los derechos hu- manos para realizar un concepto en común y plasmarlo en un papelógrafo. SEGUNDA DINÁMICA: El cumplimiento o no de los derechos humanos. Plenario. Después de afinar el concepto se les pide que digan: ¿Cuáles derechos humanos conocen? Éstos se van enlistando en un papelógrafo, se van revisando uno por uno. Luego se hace la pregunta: ¿Cuáles de estos derechos y qué tanto se cumplen en tu co- munidad? (Sobre las respuestas se hace una reflexión de las percepciones que se tiene de los derechos humanos.) PENSAR PRIMERA DINÁMICA: Exposición en plenario. Se hace una breve exposición sobre ¿Qué son los Derechos Humanos? (Anexo 15-A) SEGUNDA DINÁMICA: Reconocimiento de los derechos humanos. Reflexión por grupos. Después de la presentación se divide al grupo en 4 equipos, a 3 se les entrega un caso de vio- lación a DDHH, y al otro equipo se les da el párrafo 219 del documento Que en Cristo nuestra Paz, México tenga vida digna (Anexo 15-B). Se les entregan las siguientes preguntas: Para los casos. -¿Cuáles fueron las violaciones a los dere- chos humanos? -¿Quiénes fueron los responsables del acto? -¿Cuáles son los efectos y consecuencias que tiene este hecho en la sociedad? -¿Cómo se puede reparar el daño? Para la lectura del párrafo 219 del Documen- to de los Obispos. -¿Qué les parece importante de lo que dicen los obispos en este párrafo? -¿Cómo explicarían este párrafo a los de su casa? TERCERA DINÁMICA: Exposición de lo re- flexionado en grupos. Plenario. -Se expone brevemente cada caso y se con- testan las preguntas. -Se expone lo reflexionado sobre el párrafo de los Obispos. ACTUAR DINÁMICA: Lluvia de ideas. Plenario. Se les pide a las y los participantes que se contesten las siguientes preguntas y se van anotando las respuestas en papelógrafos: -¿Qué podemos hacer en la familia para res- petarnos como personas? -¿Qué acciones concretas podemos hacer en la comunidad para que se respeten los de- rechos humanos ya que son responsabili- dad de todos(as)? -¿Qué acciones se pueden hacer para exigir al gobierno que se cumplan nuestros dere- chos humanos? La Defensa de los Derechos Humanos al Servicio de la Paz 15
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    S E G U N D A P A R T E 150 TALLER Objetivo. Como resultado denuestro trabajo en este tema pretendemos tomar conciencia y funda- mentar la necesidad de la participación ciu- dadana para construir la paz social. VER Plenario. Se lleva a cabo la siguiente escenificación: se tienen listos dos trozos de tela y una botella con un líquido de color fuerte, por ejemplo, refresco de cola o de uva. Un trozo de tela debe ser de un tejido lo más cerrado posible, el otro, de un tejido lo más abierto posible. Se toma el trozo con el tejido más abierto, se le vierte el líquido sobre una cazuela, sos- teniendo el trozo de tal manera que todo mundo vea cuánto líquido pasa. Después se hace lo mismo con el trozo de tela con el teji- do muy cerrado. Gupos de trabajo. Se forman y en cada uno de ellos se va a con- testar la siguiente pregunta: -¿qué nos sugiere este pequeña esceni- ficación o experimento que vimos sobre el tema de que "la paz se construye con parti- cipación ciudadana?" (Se nombran relatores para leer las conclu- siones en el plenario). Plenario. Se comparten las conclusiones de cada gru- po. Quien conduce el taller destaca lo que hay en común en todos ellos y complementa. PENSAR Plenario. A continuación se incluyen dos párrafos del documento de los obispos mexicanos: "Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida dig- na". Se reparte un párrafo a cada grupo de trabajo. Se pueden repetir si hay más de tres grupos. 76. La vida comunitaria es la primera vícti- ma de la violencia. La percepción de insegu- ridad y el miedo llevan a las personas a bus- car espacios seguros refugiándose en sus pro- pias casas, aislándose, encerrándose en el individualismo y en la desconfianza, en el enojo, en el resentimiento y en el deseo de venganza. Se establece un círculo vicioso: la violencia acaba con la vida comunitaria y cuando esto sucede, se propicia la violencia. Si se quiere romper este ciclo perverso es necesario fortalecer la vida en comunidad este servicio lo ofrecen las instituciones sociales, las iglesias y los grupos intermedios, que ase- guran la cohesión social. 78. La violencia está íntimamente ligada a la vulnerabilidad de la población. Al deteriorar- se la vida comunitaria por el clima de inse- guridad que provoca miedo, aislamiento y que desanima a participar en la vida común, se debilita el tejido social que brinda seguridad a los miembros de la comunidad. Hay facto- res que propician la violencia en las comuni- dades rurales, en los pueblos y en los barrios populares y colonias de las grandes ciuda- des; entre éstos se pueden mencionar: la falta de políticas sociales de protección; la caren- cia de una adecuada reglamentación de los centros de diversión en los que indiscrimi- nadamente se consume alcohol y droga y el vacío de autoridad por la desconfianza en los servicios de seguridad pública. Grupos de trabajo. Antes de leer el párrafo que le tocó el grupo responde la siguiente pregunta: -¿Qué hechos hemos observado en nuestra comunidad donde la violencia afecte la par- La Paz Social se Construye con Participación Ciudadana16
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    151ticipación ciudadana odonde la participa- ción ciudadana reduzca la violencia? Se resumen las respuestas para ser leídas en plenario. Después, se lee el párrafo del docu- mento de los obispos que le tocó a cada gru- po. El grupo lo trata de entender, lo discute y se organiza para exponerlo al plenario po- niendo ejemplos que les haya tocado vivir o escuchar. Plenario. Cada grupo expone su trabajo y complementa quien conduce el taller. ACTUAR Plenario. Quien conduce el taller explica el contenido de los siguientes párrafos de la citada carta del Episcopado Mexicano: 209. La respuesta a los desafíos de la inse- guridad y la violencia no puede ser sólo res- ponsabilidad de la autoridad pública, sino también de los ciudadanos que asumen su responsabilidad social y que, de manera in- dividual o asociados, asumen sus compromi- sos y obligaciones para con los miembros de la sociedad a la que pertenecen constituyen- do lo que llamamos la sociedad civil respon- sable. Ésta se hace visible en las organiza- ciones sociales que participan activamente para encontrar solución a problemas que afec- tan a todos y tiene en sus manos la oportuni- dad para participar creativamente en la cons- trucción de una sociedad segura y sin violen- cia. "Estos grupos están tomando conciencia del poder que tienen entre manos y de la po- sibilidad de generar cambios importantes para el logro de políticas públicas más justas. 210. La sociedad civil actúa normalmente en el campo público en función del bien común, no busca el lucro personal, ni el poder políti- co o la adhesión a algún partido. Actualmen- te se considera que el bien común consiste principalmente en la defensa de los derechos y deberes de la persona humana y aquí se tiene el punto de encuentro entre sociedad civil y comunidad política: ésta se constituye para servir a la sociedad civil y tiende al bien común cuando actúa en favor de la creación de un ambiente humano en el que se ofrezca a los ciudadanos la posibilidad del ejercicio real de los derechos humanos y del cumpli- miento de los respectivos deberes, desarro- llando la doble acción de defenderlos y pro- moverlos. 211. Llamamos "sociedad civil responsable" a los ciudadanos que, de manera individual o asociada, establecen relaciones que dan vida al tejido social y base a una verdadera comunidad de personas. Es importante su- brayar la nota que alude a la responsabili- dad, pues en la sociedad civil pueden existir grupos organizados y legítimamente consti- tuidos para defender sólo sus idearios o inte- reses, sin apropiarse las exigencias del bien común. En cambio, en la "sociedad civil res- ponsable" las cosas no funcionan por impe- rativos externos a ella, no participa, ni se or- ganiza en función del poder político, admi- nistrativo o económico, sino por propia iniciativa, por autodisciplina y por sentido del interés general; es decir, por responsabilidad cívica y ciudadana que le lleva a ser vigilante y propositiva frente a las instituciones del Estado. 212. La "sociedad civil responsable" no sur- ge por generación espontánea; es necesario formarla, desarrollando en ella tres capaci- dades: el conocimiento de la realidad, la res- ponsabilidad social y el sentido y compromi-
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    S E G U N D A P A R T E 152 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ so con la justicia social. Es necesario formar a los laicos de nuestras comunidades, me- diante la Doctrina Social de la Iglesia y las ciencias sociales y políticas para que tengan incidencia significativa en los ámbitos: so- cial, cultural y político, e incluso en la con- ciencia de la misma comunidad eclesial. Muy importante: quien conduce el taller debe ofrecer ejemplos de compromisos muy con- cretos en diferentes ámbitos de incidencia. Grupos de trabajo. A partir de la explicación y discusión de los tres párrafos que hizo quien conduce el taller, se enlistan las propuestas de compromisos que se pueden hacer en tres ámbitos: conocimien- to de la realidad social y política, responsabi- lidad social y política y compromiso con la justicia social. Plenario. Cada grupo expone sus conclusiones, quien conduce el taller realiza una síntesis de los compromisos que se proponen y somete a consideración del plenario cada uno de ellos, para que se asuman verdaderamente como compromisos.
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    153 TALLER Objetivo. Caer en lacuenta que una vida libre de vio- lencia para las mujeres es un presupuesto para la construcción de la paz. VER PRIMERA DINÁMICA: Sensibilización. Plenario. Presentación del video "Estadísticas sobre el feminicidio", o bien, texto informativo sobre el feminicidio. Luego se procede a la siguiente dinámica sin comentarios. Sólo se expone para sensibilización. SEGUNDA DINÁMICA: Contestar de manera individual a las siguientes preguntas y elabo- rar resumen grupal. Trabajo en grupos: -¿Por qué se asesina a las mujeres? -¿Qué has escuchado, qué se dice en la so- ciedad? -¿Tú qué dices? ¿Por qué crees que se asesi- na a las mujeres? -¿Qué consecuencias tiene el asesinato de mujeres en la sociedad? TERCERA DINÁMICA: Plenario. Puesta en común del trabajo de cada grupo. Después de este trabajo se puede retomar el video o texto inicial y enriquecer las respues- tas del grupo. Completar el concepto de FE- MINICIDIO. Se trata de crímenes de odio con- tra mujeres, en donde hay sufrimiento infligi- do a la víctima, crueldad, impunidad, la cual es otro elemento del feminicidio, pues no to- dos los homicidas son llevados ante la ley. Hay silencio social. PENSAR DINÁMICA: Lectura y reflexión. Exposición o en grupos. Se puede utilizar técnica expositiva, o bien, trabajar el contenido en grupos leyendo, com- partiendo y elaborando un resumen para ple- nario. Los escritos que se muestran a conti- nuación se pueden asignar una parte a cada grupo. Parte 1. Cultura patriarcal o patriarcado. Parte 2. Violencia Feminicida. Parte 3. Violencia contra las mujeres. Docu- mento de los Obispos. Parte 1. Cultura patriarcal o patriarcado. (Patriarcado significa etimológicamente "go- bierno del padre") Es un sistema en donde el monopolio del po- der es masculino, hay una supremacía mas- culina, en donde son los hombres los que detentan el poder político, económico, religio- so y armamentista. No solo se tiene poder sobre las mujeres, también sobre los varones jóvenes. Para Celia Amorós el patriarcado es un con- junto práctico, es decir se constituye median- te un sistema de prácticas reales y simbólicas y toma su consistencia de estas prácticas. Es una organización social o conjunto de prácti- cas que crean el ámbito material y cultural que les es propio y que favorece su continuidad. Es un sistema universal y longevo, es decir lo encontramos en todas las culturas presentes y pasadas. El patriarcado establece diferencias de supe- rioridad e inferioridad entre las personas, or- dena el mundo. Manda lo que debemos pen- sar, cómo comportarnos, que debemos sentir las mujeres y los hombres, cómo tratarnos entre sí, los hombres y las mujeres y también Raíces Sociales y Culturales del Feminicidio 17
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    S E G U N D A P A R T E 154 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ las mujeres con otras mujeres y los hombres entre los hombres. Características de la cultura patriarcal. 1.- Es Androcéntrica: En donde el hombre, el varón es el centro del universo. El hombre es el modelo de la humanidad. 2.- En este sistema las mujeres y los hombres son seres opuestos, Se cree que por natu- raleza ellos son fuertes y ellas débiles; ellos cuidan a las mujeres y ellas obedecen. De esta forma se establecen las relaciones desiguales entre hombres y mujeres. 3.- La enemistad de las mujeres. Competencia y rivalidad que se establece entre ellas por los hombres y por defender los espacios que se les destinan. 4.- El machismo, la actitud de mostrar su po- der y reforzar la idea de superioridad, so- bre los que considera inferiores, el machis- mo puede llegar al extremo que es la misoginia, el odio a las mujeres y se basa en la idea de que solo los hombres pueden ser plenos y normales, las mujeres incom- pletas, anormales, dementes, diferentes, traicioneras y por lo tanto peligrosas. El patriarcado no se limita a oprimir y subor- dinar a las mujeres sino que extiende sus bra- zos a todos aquellos que estén en una posi- ción de desventaja en la sociedad. (Se puede pedir al grupo aportar ejemplos de estas prácticas que están presentes en su co- munidad) p.ej. El padre que entrega a la no- via en el templo, o en su ausencia cualquier otro hombre de la familia que lo represente. O el Jefe de la familia. Algunos datos: • 103 millones de niños/as no reciben edu- cación primaria de estos el 56% son niñas. • De los 1300 millones de personas que vi- ven en la pobreza en el mundo, un 70% son mujeres. • El 75% de los 876 millones de adultos anal- fabetos en el mundo son mujeres. • Las mujeres realizan dos tercios de las ho- ras laborales del mundo y producen la mi- tad de los alimentos del mundo, pero sin embargo ganan tan solo un 10% de los in- gresos y ostentan la titularidad de menos del 1% de los bienes del mundo. Parte 2: Violencia feminicida. Una violencia cultural, estructural vs la cons- trucción de una cultura de paz. El feminicidio se conforma en una violencia social contra las mujeres; en la sociedad se acepta que haya violencia contra las mujeres, la sociedad ignora, silencia, invisibiliza, des- valoriza, le quita importancia a la violencia contra las mujeres y, a veces, las comunida- des (familia, barrios, cualquier forma de or- ganización social) minimizan la violencia y tienen mecanismos violentos de relación y trato con las mujeres. La sociedad está orga- nizada de tal manera que la violencia forma parte de las relaciones de parentesco, de las relaciones laborales, de las relaciones educa- tivas, de las relaciones en general de la socie- dad. La cultura refuerza de una y mil mane- ras esta violencia como algo natural, hay un refuerzo permanente de imágenes, enfoques, explicaciones que legitiman la violencia. Es- tamos ante una violencia ilegal pero legitima- da por la sociedad. Ésta es una de las claves del feminicidio. La poca o nula atención del Estado en la cons- trucción de la igualdad entre mujeres y hom- bres y la equidad de género, contribuye acti- vamente a la Violencia Feminicida. Las muje- res no son sujetas de derecho ni son consideradas ni tratadas como ciudadanas. Por
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    155ello, las autoridadesque deben procurar justi- cia actúan, en muchos casos, como cómpli- ces de los agresores al atentar contra la segu- ridad, la dignidad y los intereses de las muje- res. Es evidente, también, que las mujeres no son consideradas sujetas plenas de la edu- cación, de la salud, de la economía, de la po- lítica. El adelanto de las mujeres es una priori- dad del Estado. (Marcela Lagarde y De los Rios) Parte 3: Violencia contra las mujeres. (Del Documento: Que en Cristo nuestra Paz México tenga vida digna) 69. La violencia contra las mujeres represen- ta un desafío social y cultural. Esta conducta es aprendida y tolerada socialmente; se rela- ciona con la comprensión que los hombres y mujeres tienen de su masculinidad y feminei- dad. Si bien la condición económica, el alco- holismo y la adicción a las drogas no son la causa directa de este tipo de violencia, sí la exacerban; pero la raíz última de la violencia es el ejercicio desigual de poder en la vida familiar y social. 70. Llama la atención que frente a la violen- cia que sufren las mujeres hay quienes las señalan a ellas mismas como responsables de las agresiones que sufren; quienes piensan así, no toman en cuenta el hecho de que una per- sona que es agredida constantemente, expe- rimenta intensos sentimientos de vergüenza y miedo que la inhabilitan para huir o pedir ayu- da, y que en muchas ocasiones son las condi- ciones sociales, económicas o culturales las que disuaden a una mujer maltratada de rom- per el vínculo con el agresor. Es lamentable que, además de la violencia intrafamiliar, muchas mujeres mexicanas su- fran violencia en distintos contextos sociales, entre ellos, es importante destacar algunos am- bientes de trabajo, en los que no existen con- diciones laborales adecuadas a la situación femenina. ACTUAR Conclusiones. 1.- Revisar si mis creencias sobre la violencia femenicida y el feminicidio se pueden modifi- car o se han modificado: ¿En qué me ha ayu- dado este taller para comprender el problema del feminicidio? 2.- ¿Qué puedo hacer en lo personal y en mi comunidad para detener la violencia feminicida?
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    156 S E G U N D A P A R T E TALLER Objetivo. Tomar conciencia delos que es y lo que signi- fica la Espiritualidad para la Paz con el fin de apreciarla y vivirla. VER a) Trabajo en pequeños grupos o en plenario dependiendo del tamaño de los participantes en base a las siguientes preguntas: 1.- ¿Qué es la Espiritualidad? 2.- ¿Cómo se nutre? 3.- ¿Cómo se vive o manifiesta la espirituali- dad; signos, acciones, acontecimientos, etc.? 4.- ¿Consideras que la espiritualidad que vi- vimos en lo personal, en nuestra familia, comunidad e Iglesia, ayudan a la cons- trucción de la paz? ¿Por qué? ¿Cómo? Anotar en un papelógrafo las repuestas del grupo. b) Presentar en plenario, resumir las coinciden- cias de los grupos y señalar las diferencias. - Se puede elaborar una definición general del Núm. 1 con todas las aportaciones. - Se sugiere de ser posible dejar las hojas pe- gadas a la vista para retomar los conteni- dos en el momento del pensar. PENSAR Se puede hacer la reflexión por grupos distri- buyendo entre ellos las tareas de reflexionar sobre uno de los tres números que se plan- tean enseguida. Encargarles que en papeló- grafo escriban con sus propias palabras lo que entendieron del escrito. Para ello se les distri- buyen los anexos. a) Reflexión por grupos. 1.- ¿Qué es "espiritualidad"? Leer el anexo 18-A y comentarlo enrique- ciendo y/o aclarando lo que se dijo en el ver. 2.- ¿Cuáles son las características propias de una Espiritualidad para la Paz? Leer el anexo 18-B. Comentarlo. 3.- El sentido cristiano de la Espiritualidad para la Paz. Leer el anexo 18-C. Comentarlo. b) Plenario para compartir lo que cada grupo reflexionó. ACTUAR En Plenario se pueden reflexionar las siguien- tes preguntas: -¿Qué elementos descubro que necesito in- corporar a mi espiritualidad? -¿Cómo podemos construir y nutrir la espiri- tualidad para la paz? En mi familia, comunidad, etc. Celebrar. Oración final: Cada participante realiza una pequeña ora- ción de agradecimiento o petición con alguno de los elementos que necesita incorporar a su espiritualidad. Se pueden aportar signos. Se dispone al grupo para la celebración, de preferencia en círculo, se puede iniciar con un canto, el ofrecimiento de las oraciones y termi- nar con un gesto de paz entre los participantes. Hacia una Espiritualidad a Favor de la Paz*18 *En los Anexos 18-D, 18-E, 18-F se pueden consultar lecturas para reforzar el tema.
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    157 ANEXOS ANEXO 1-A La violenciaes una realidad muy diversa. El concepto de violencia se aplica a innume- rables fenómenos, para calificar conductas, tanto individuales como colectivas. Así, se consideran como violencia, el crimen, la de- lincuencia, la masacre de grupos humanos, la guerra, el terrorismo, el hostigamiento, los motines, las revueltas, la revolución. También la violencia que se da entre dos individuos, la que se da al interior de una familia, o entre sexos, o entre bandas rivales, entre diversos grupos étnicos, etc. También se da, aunque apenas se empieza a reconocer, la violencia en contra de la naturaleza: devastación de bosques, agotamiento mantos acuíferos, mal- trato a los animales, etc. Clases de violencia. La violencia puede ser física, cuando se utili- zan instrumentos materiales para atacar al contrario: golpes, balas, fuego, etc. Violencia verbal, cuando se ejerce por medio de la pa- labra oral o escrita. Violencia moral, cuando se ataca la mente del contrario con amena- zas, insultos, desvalorizaciones, etc. Violen- cia simbólica, cuando se difunden ideas que atacan, denigran, discriminan a un grupo so- cial o a una persona, y cuando se trata de influir al contrario para que no reconozca pre- cisamente que es víctima de la violencia. Características de la violencia. Aunque la violencia adopta diversas modali- dades y definiciones según las épocas y los espacios geográficos donde se da, hay, sin embargo, algunas características que presen- ta siempre: • Es el acto mediante el cual una persona, un grupo, una clase social, un Estado o un con- junto de Estados ejercen medios de coer- ción física para que otro u otros hagan o dejen de hacer lo que los primeros desean, (Segunda P(Segunda P(Segunda P(Segunda P(Segunda Parararararte)te)te)te)te)
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    S E G U N D A P A R T E 158 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ o para despojarlos de sus bienes o lesionar su integridad física. • La violencia se genera cuando hay una si- tuación de desigualdad, de asimetría entre las personas o las colectividades y quien está en situación favorable busca reforzar, profundizar o ampliar dicha situación para sacar provecho de ella. • Cuando esa situación de desigualdad y de opresión es propiciada, reforzada y perpe- tuada por las instituciones, los gobiernos, las leyes, entonces se llama "violencia institucionalizada". • Quienes están siendo sometidos a esta si- tuación de desigualdad, quienes son opri- midos, en ocasiones responden a la violen- cia –que en muchos casos es una violencia institucionalizada– con otros hechos de violencia: entonces se llama violencia de respuesta. Ahora bien, la violencia que más nos afecta en Chihuahua, en México en estos días es la violencia criminal, expresada en homicidios dolosos, secuestros, extorsiones, asaltos, ro- bos a mano armada, etc. También la violen- cia que ejercen los cuerpos militares y poli- cíacos cuando violan los derechos humanos de las personas, con detenciones arbitrarias, allanamientos de morada, desapariciones for- zadas, asesinatos, etc. Y también la violencia que se da al interior de las familias, sobre todo en contra de las mujeres y las niñas. Esta vio- lencia que padecemos actualmente, esque- matizando mucho, tiene como principales cau- sas sociales, las siguientes: Causas sociales de la violencia. Un modelo socioeconómico, el capitalismo, sobre todo en su versión neoliberal, que con- centra la riqueza en unas cuantas manos, ha- ciendo crecer la pobreza y la desigualdad en- tre las mayorías. La globalización de la eco- nomía capitalista ha propiciado en México, el abandono del campo y la entrega total a la industrialización maquiladora. Esto ha gene- rado desempleo, bajos ingresos y pocas o nu- las prestaciones sociales para los trabajado- res, poco tiempo para que padres y madres puedan dedicarse a los hijos. Una serie de políticas de gobierno que han hecho que el Estado descuide o de plano se desafane de las instituciones encargadas de consolidar los lazos, las relaciones sociales entre la gente, el desarrollo humano de las personas. Así, el gobierno ha venido debili- tando el sistema escolar, negando el acceso a millones de jóvenes a la educación media y superior. Ha venido haciendo más precarios los servicios de salud, la atención a adiccio- nes; ha descuidado la apertura de guarderías para los hijos de madres y padres que traba- jan, etc. La corrupción del sistema político que ha per- mitido que florezcan y se fortalezcan los cárteles, las bandas y los grupos criminales. La impunidad con que operan todos éstos, debido a la ineficacia o complicidad de las dependencias del gobierno hace que se mul- tipliquen los crímenes. La terrible situación por la que pasan los jó- venes. Por un lado, el sistema económico y cultural, sobre todo los medios de comunica- ción, los hace tener el deseo de consumir más, el tener más, el placer cotidiano; por otra par- te, les niega la educación, el empleo y el in- greso que les haría posible tener acceso a los bienes y servicios que desean. El que exista un gobierno donde los contrape- sos y los controles ciudadanos funcionan muy poco hacen que la impunidad crezca. Al mis-
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    159mo tiempo, elhecho de que los cuerpos poli- cíacos y militares funcionen en la opacidad, no castiguen a quienes violan los derechos humanos, hacen que los atropellos a éstos se multipliquen. Una cultura machista, misógina, patriarcal, sexista, que le da primacía al varón por sobre todo, en detrimento sobre todo de la mujer, pero también de quienes tienen otras prefe- rencias sexuales, como los homosexuales. Una cultura individualista donde el tener y el disfrutar lo que se compra con el dinero es el valor máximo. En aras de ella se aplasta a los demás, se roba, se secuestra, se devasta la naturaleza. ANEXO 1-B LO QUE NOS DICEN LOS OBISPOS SOBRE LA VIOLENCIA EN SU CARTA: QUE EN CRISTO NUESTRA PAZ, MÉXICO TENGA VIDA DIGNA. 1. México está viviendo una situación en que los diversos tipos de violencia se han agudizado. (Ver Nos. 10, 12, 13, 25) 2. Factores que contribuyen a la inseguridad y violencia. (No. 27) 2.1 En la actividad económica (Nos. 28, 30. 31) 2.1.1 Pobreza y desigualdad (Nos. 32, 33. 34) 2.1.3 Desempleo y subempleo (Nos. 38 y 39) 2.2 En la vida política (No. 41) 2.2.2 Inseguridad ciudadana (No. 49) 2.2.3 Procuración de justicia (No. 51) 2.2.5 Violencia institucionalizada (No. 54) 2.2.6 Las fuerzas de seguridad (No. 57) 2.3 En la vida social (Nos. 59, 64, 65) 2.3.2 Violencia contra la mujeres (No. 69, 70) 2.3.3 Violencia infantil (Nos. 71,72) 2.3.4 La violencia, los jóvenes y los adoles- centes (Nos. 73,74. 75) 2.4 En la cultura (No. 83) 2.4.1 Emergencia educativa (No. 86) 2.4.2 Medios de comunicación social (Nos. 88, 90) 2.4.3 Religión y cultura (No. 96) 3. Un enfoque para abordar la compleja realidad de la violencia. 99. La realidad de la inseguridad y violencia es compleja y multidimensional. No podemos, sin más, atribuirla a una sola causa, hacerlo sería ingenuo y nos llevaría a pretender, tam- bién con ingenuidad, tener una única solu- ción a una problemática tan vasta y compli- cada. Por ello, consideramos que convendría abordar la compleja realidad de la violencia que se vive en México desde un enfoque de salud pública que permita asegurar para el mayor número de personas el beneficio de la seguridad y de la paz. 100. Ver la violencia como problema de sa- lud pública implica reconocer que el esfuerzo por erradicarla debe ser multidimensional; que se requiere un diagnóstico interdisci- plinar que identifique los principales factores de riesgo sobre los que hay que intervenir y que es necesaria la cooperación de todos los sectores públicos y sociales para abordar el problema de la violencia mediante la acción colectiva, con estrategias diversas adoptadas por todos, cada quien, según el ámbito de la propia competencia. 4. Necesidad de actuar. 26. La situación que hemos considerado has- ta aquí, nos hace constatar una vez más "que algo está mal y no funciona en nuestra con-
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    S E G U N D A P A R T E 160 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ vivencia social y que es necesario exigir y adoptar medidas realmente eficientes para revertir dicha situación." Debemos ir más allá en nuestro análisis, no podemos quedarnos en la descripción de las principales actuacio- nes del crimen organizado que diseminan el clima de violencia, hay que actuar asumiendo nuestra responsabilidad social y vigilar que las instancias públicas asuman la suya. Para ello es necesario ir a la raíz de los graves males que aquejan a la sociedad. En resumen, lo que dicen los obispos es: 1. México está viviendo una situación en que los diversos tipos de violencia se han agudizado. Situación habitual ya de violencia, estructu- ral, tanto en las diversas formas de violencia delicuencial, violencia intrafamiliar, femi- nicidios, homofobia. Agudización de lo ante- rior en el contexto del combate "al crimen or- ganizado". 2. Esta violencia es una realidad con muchas dimensiones y es causada por factores de muy diversa índole: 2.1 Factores en la actividad económica: - Modelo económico que favorece oligopolios y grandes empresas, pero excluye a las mayorías. - Pobreza y desigualdad económica - Desempleo y subempleo. 2.2 Factores en la vida política: - Inseguridad ciudadana. - Inadecuada, insuficiente procuración de justicia, impunidad. - Violencia institucionalizada. - Violaciones a los derechos humanos por las fuerzas de seguridad 2.3 Factores en la vida social: - La desigualdad social. - El ejercicio desigual del poder en la vida familiar y social (machismo, sexismo, por ejemplo). - Violencia contra las mujeres y contra los niños. - La violencia que padecen los jóvenes: pandillerismo, bullying, crimen organizado, en la familia. 2.4 Factores en la cultura: - Emergencia educativa: insuficientes oportunidades de educación para todas y todos, educación de mala calidad. Medios de comunicación que fomentan la cultura de la violencia. - En la religión, clericalismo, machismo, prácticas como la pederastia. ANEXO 6-A 1.- DINÁMICA DEL VER: 1,1 "Se dice que las mujeres son..." Se trabaja en dos grupos, que deben sentir- se en competencia. Se entregan hojas de rotafolio con el título de la dinámica, donde se deben enlistar todas las palabras que, espontáneamente, como lluvia de ideas, sin reflexionar, ni discutir ni reprimir, se vienen a la mente. Solo hay que dividirlas en positivo o negativo. IMPORTANTE: No se deben buscar las pala- bras, tampoco se trata de que estemos de acuerdo o no con ellas, ni de lo que nosotr@s pensamos que son las mujeres... ES LO QUE SE DICE... EN LOS DIFERENTES GRUPOS SOCIALES: AMIGOS, FAMILIAS, CLUBES, CANTINAS, IGLESIAS, EN LA CALLE, EN LA ESCUELA, EN EL TRABAJO.
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    161TODA PALABRA QUESE VENGA A LA MEN- TE, SE DICE Y SE ESCRIBE... NO IMPORTA QUE PALABRA SEA, SI ES SINÓNIMO DE OTRA, O SI ES ALTISONANTE. DEBE AFLORAR EL INCONSCIENTE COLEC- TIVO SOBRE LA IMAGEN DE LAS MUJERES EN NUESTRA SOCIEDAD. En la puesta en común se agregan más pala- bras que surjan espontáneamente y se cuentan. El resultado forma parte de nuestra cultura de género. 1.2 "Siluetas" Se trabaja con otros dos grupos, al mismo tiempo. Cada uno recibe un papelógrafo con el dibujo de una silueta humana, sin definir. Cada persona recibe un marcador. (Se traba- ja en absoluto silencio). En un grupo van a dibujar, libremente, todo lo que le falte a la silueta para que sea un hom- bre. Y en el otro, todo lo que le falte para que sea una mujer. Cada grupo presenta al plenario su "obra de arte" y se pregunta al plenario si lo que se dibujó es lo que hace hombre a un hombre y mujer a una mujer. ANEXO 6-B 2.- MATERIAL PARA EL PENSAR. Textos sobre: diferencia entre sexo y género, "Escritos centenarios", violencia de género y violencia hacia las mujeres. Textos sobre la igualdad de los seres huma- nos: Sexo y género... SEXO SE NACE CON ESAS CARACTERÍSTICAS, SON UNIVERSALES E INMODIFICABLES. EJEMPLO: SÓLO LOS HOMBRES TIENEN LA CAPACIDAD DE PRODUCIR ESPERMATOZOIDES, ÚNICAMENTE LAS MUJERES TIENEN OVARIOS Y MATRIZ.
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    S E G U N D A P A R T E 162 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ SEXO HOMBRE MUJER FECUNDA CONCIBE NATURAL SE NACE DIFERENCIAS BIOLÓGICAS NO CAMBIA GÉNERO MASCULINO FEMENINO PRODUCTIVO REPRODUCTIVO SOCIOCULTURAL SE HACE RELACIÓN ENTRE HOMBRES Y MUJERES PUEDE CAMBIAR GÉNERO SON CONSTRUCCIONES SOCIOCULTURALES SOBRE EL HOMBRE Y LA MUJER QUE PUEDEN MODIFICARSE, DADO QUE HAN SIDO APRENDIDAS. EJEMPLO: EN ÉPOCAS PASADAS SÓLO LOS HOMBRES PODÍAN HEREDAR. LAS MUJERES NO USABAN PANTALÓN. EN DETERMINADAS CLASES SOCIALES SOLO SE LES ENSEÑABA BORDADO Y CANTO.
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    163LO BIOLÓGICO YLO APRENDIDO Lee el siguiente listado de afirmaciones y anota en el espacio en blanco la letra S si piensas que la afirmación se refiere al sexo, o la letra G si re refiere al género. Ejemplo: Los hombres no lloran G En este ejemplo se ha anotado G porque se trata de una norma de comportamiento im- puesta por la cultura. No es natural, es decir no está determinada por la biología sino por las ideas y creencias sobre los comportamientos y actitudes de las personas. AFIRMACIÓN S/G 1.- Las mujeres paren a los niños 2.- Las niñas son dulces y dóciles, los niños son rebeldes y fuertes 3.- La mayoría de los albañiles son hombres 4.- En el antiguo Egipto los hombres permanecían en el hogar y tejían. Las muje- res se encargaban de los negocios 5.- Las mujeres amamantan a los bebes 6.- Según datos de Naciones Unidas, las mujeres realizan el 67% del trabajo en el mundo; sin embargo sus ingresos por ese trabajo representan solo el 10% de ingreso mundial 7.- Los hombres no cocinan ni hacen las tareas domésticas porque ése es un trabajo de mujeres 8.- Las mujeres tienen útero, ovarios y vulva; los hombres, pene y testículos 9.- Las mujeres pueden participar en la política tanto como los hombres 10-Los hombres cambian de voz en adolescencia 11-En las comunidades indígenas mexicanas las mujeres se encargan del comercio. 12-A las mujeres les gusta que les peguen. 13-Los hombres nacen más fuertes que las mujeres. 14-Los hombres son naturalmente más inteligentes que las mujeres. 15-En el Derecho Romano, por ley, las mujeres eran un objeto, propiedad privada de algún hombre. 16-Las mujeres son más sensibles que los hombres.
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    S E G U N D A P A R T E 164 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ DISCRIMINACIÓN FEMENINA "DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER" TODA DISTINCIÓN, EXCLUSIÓN Ó RESTRICCIÓN BASADA EN EL SEXO QUE TENGA POR OBJETO O POR RESULTADO MENOSCABAR O ANULAR EL RECONOCIMIENTO, GOCE O EJERCICIO POR LA MUJER, INDEPENDIENTEMENTE DE SU ESTADO CIVIL, SOBRE LA BASE DE LA IGUALDAD DEL HOMBRE Y LA MUJER, DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LAS LIBERTADES FUNDAMENTALES EN LAS ESFERAS POLÍTICA, ECONÓMICA, SOCIAL, CULTURAL Y CIVIL O EN CUALQUIER OTRA ESFERA." (CEDAW) EQUIDAD DE GÉNERO • ES LA CUALIDAD POR LA QUE NINGUNA DE LAS PARTES ES FAVORECIDA DE MANERA INJUSTA EN PERJUICIO DE OTRA. • ES UNA MEDIDA MÁS BIEN DIRIGIDA A CUBRIR LOS DÉFICITS HISTÓRICOS Y SOCIALES DE LAS DESIGUALDADES POR RAZÓN DE GÉNERO. • PRETENDE EL ACCESO DE LAS PERSONAS A LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Y AL DESARROLLO DE LA CAPACIDAD BÁSICA, ESTO SIGNIFICA QUE SE DEBEN ELIMINAR LAS BARRERAS QUE OBSTACULIZAN LAS OPORTUNIDADES ECONÓMICAS Y POLÍTICAS, ASÍ COMO EL ACCESO A LA EDUCACIÓN Y LOS SERVICIOS BÁSICOS. CAUSAS DE LA DISCRIMINACIÒN LA HERENCIA CULTURAL SOCIEDAD HEGEMÓNICA PATRIARCAL CREENCIAS EN LA INFERIORIDAD POR LAS CARACTERÍSTICAS BIOLÓGICAS Y ANATÓMICAS. CREENCIAS HISTÓRICAS, FILOSÓFICAS Y RELIGIOSAS
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    165ESCRITOS CENTENARIO Mira estosescritos, que han salido de mentes sabias y eruditas. No dejes de hacerlo para comprender a la raza humana y su evolución. "La mujer debe adorar al hombre como a un dios. Cada mañana debe arrodillarse nueve veces consecutivas a los pies del marido y, con los brazos cruzados, preguntarle: Señor, ¿Qué deseáis que haga?" Zaratustra (filósofo persa, Siglo VII a.C) "Todas las mujeres que sedujeran y llevaran al matrimonio a los súbditos de Su Majestad mediante el uso de perfumes, pinturas, dien- tes postizos, pelucas y relleno en caderas y pechos, incurrirían en delito de brujería y el casamiento quedaría automáticamente anu- lado." Constitución Nacional Inglesa (Ley del Siglo XVIII) "Aunque la conducta del marido sea censura- ble, aunque éste se dé a otros amores, la mujer virtuosa debe reverenciarlo como a un dios. Durante la infancia, una mujer debe depen- der de su padre; al casarse, de su marido; si éste muere, de sus hijos, y si no los tuviera, de su Soberano. Una mujer nunca debe go- bernarse a sí misma." Leyes de Manu (Libro Sagrado de la India, siglo III A.C.?) "Cuando un hombre fuera reprendido en pú- blico por una mujer, tendrá derecho a golpearla con el puño o el pie y romperle la nariz para que así, desfigurada, no se deje ver, avergon- zada de su faz. Y le estará bien merecido, por dirigirse al hombre con maldad y lenguaje osado." Le Ménagier de Paris (Tratado de conducta moral y costumbres de Francia, Siglo XIV) "Los niños, los idiotas, los lunáticos y las mujeres no pueden y no tienen capacidad para efectuar negocios." Enrique VIII (rey de Inglaterra, jefe de la Iglesia Anglicana, Siglo XVI) "Los hombres son superiores a las mujeres porque Alá les otorgó la primacía sobre ellas, dio a los varones el doble de lo que dio a las mujeres. Los maridos que sufrieran desobe- diencia de sus mujeres pueden castigarlas, abandonarlas en sus lechos e incluso golpear- las. No se legó al hombre mayor calamidad que la mujer." El Corán (libro Sagrado de los musulmanes, dictado por Alá a Mahoma en el Siglo VI) "Que las mujeres estén calladas en las igle- sias, porque no les es permitido hablar. Si quisieran ser instruidas sobre algún punto, pregunten en casa a sus maridos." San Pablo (apóstol cristiano, año 67 d.C.) "La naturaleza solo hace mujeres cuando no puede hacer hombres. La mujer es, por tanto, un hombre inferior." Aristóteles (filósofo griego. Siglo IV a.C.) "El peor adorno que una mujer puede querer usar es ser sabia." Lutero (teólogo alemán, reformador protestante, Siglo XVI) Estos textos, que pudieran parecer chistes, han determinado creencias profundas que siguen marcando las relaciones entre hombres y mujeres y todavía siguen formando parte de las culturas. Es evidente lo difícil que ha sido para las mu- jeres conseguir la igualdad con el hombre.
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    S E G U N D A P A R T E 166 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ FEMINICIDIO • Asesinato de mujeres • Por motivos de odio, por ser mujeres • Con sadismo, deseo de hacer sufrir, de cau- sar el mayor daño. • Impunidad. • Silencio social. 2.3.2 Violencia contra la mujeres (Que en Cristo nuestra Paz...) 69. La violencia contra las mujeres represen- ta un desafío social y cultural. Esta conducta es aprendida y tolerada socialmente; se rela- ciona con la comprensión que los hombres y mujeres tienen de su masculinidad y feminei- dad. Si bien la condición económica, el alco- holismo y la adicción a las drogas no son la causa directa de este tipo de violencia, sí la exacerban; pero la raíz última de la violencia es el ejercicio desigual de poder en la vida familiar y social. 70. Llama la atención que frente a la vio- lencia que sufren las mujeres hay quienes las señalan a ellas mismas como responsa- bles de las agresiones que sufren; quienes piensan así, no toman en cuenta el hecho de que una persona que es agredida cons- tantemente, experimenta intensos sentimien- tos de vergüenza y miedo que la inhabilitan para huir o pedir ayuda, y que en muchas ocasiones son las condiciones sociales, eco- nómicas o culturales las que disuaden a una mujer maltratada de romper el vínculo con el agresor. Es lamentable que además de la violencia intrafamiliar muchas mujeres mexicanas su- fran violencia en distintos contextos sociales, entre ellos, es importante destacar algunos am- bientes de trabajo, en los que no existen con- VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES CUALQUIER ACCIÓN Y OMISIÓN, QUE EN RAZÓN DE GÉNERO, TENGA COMO FIN, O RESULTADO UN DAÑO O SUFRIMIENTO SICOLÓGICO, FÍSICO, PATRIMONIAL, ECONÓMICO, SEXUAL O LA MUERTE TANTO EN EL ÁMBITO PRIVADO COMO EN EL PÚBLICO. (LEY ESTATAL DEL DERECHO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA)
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    167diciones laborales adecuadasa la situación femenina. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Capítulo I. De los Derechos Humanos y sus Garantías (Reformada la denominación por decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011) Artículo 1°. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta cons- titución establece. Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranje- ro que entren al territorio nacional alcanza- rán, por este solo hecho, su libertad y la pro- tección de las leyes. (Adicionado mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 14 de agosto del 2001) Queda prohibida toda discriminación motiva- da por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opi- niones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dig- nidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas. (Reformado mediante decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio del 2011) Artículo 4°. El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. (Reformado mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1974) Declaración Universal de Derechos Humanos. Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Artículo 2. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta De- claración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión po- lítica o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
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    S E G U N D A P A R T E 168 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ ANEXO 8-A ¿Qué cosas han dicho de mí injustamente? ¿Cuáles cruces estoy cargando Actualmente? ¿Qué caídas, tropiezos o fracasos he tenido en la vida? ¿Qué situaciones difíciles he tenido o tengo en la relación con mi familia, con mis amigos y compañeros? ¿Qué hago cuando veo el sufrimiento de los demás? ¿Qué despojos he sufrido? ¿Qué considero que me han quitado injustamente? ¿Qué hechos violentos me han impactado fuertemente? ¿he sufrido yo algun tipo de violencia? ¿Cómo he acompañado a mis familiares y amigos en las situaciones de duelo? 1ª. JESÚS ES CONDENADO MALAMENTE 2ª. JESÚS ES CARGADO CON LA CRUZ 3ª. 7ª. Y 9ª. JESÚS SE CAYÓ TRES VECES 4ª. 6ª. Y 8ª. JESÚS SE ENCONTRÓ CON SU MADRE, CON LA VERÓNICA Y CON LAS MUJERES. 5ª. JESÚS ES AYUDADO POR UN HOMBRE DEL PUEBLO 10ª. JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS 11ª. Y 12ª. JESÚS MUERE CLAVADO EN LA CRUZ 13ª. Y 14ª. JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y SEPULTADO ¿ANTE ESTO QUÉ SENTIMIENTOS O REACCIONES BROTAN EN MÍ?MI VIACRUCISVIACRUCIS DE JESÚS
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    169ANEXO 12-A LLENAR ESQUEMADE "RESERVA MORAL" DE NUESTRO PUEBLO. HERRAMIENTAS EN USO: PONGA EJEMPLOS DE CUÁNDO Y CÓMO HA USADO EL PUEBLO ESTAS HERRAMIENTAS ALGUNAS HERRAMIENTAS PARA LA RESERVA MORAL 1.- Solidaridad1.- Solidaridad1.- Solidaridad1.- Solidaridad1.- Solidaridad 2.- T2.- T2.- T2.- T2.- Ternuraernuraernuraernuraernura 3.- Sentido de Dios (F3.- Sentido de Dios (F3.- Sentido de Dios (F3.- Sentido de Dios (F3.- Sentido de Dios (Fe)e)e)e)e) 5.- La familia5.- La familia5.- La familia5.- La familia5.- La familia 6.-6.-6.-6.-6.- Las fiestas cívicasLas fiestas cívicasLas fiestas cívicasLas fiestas cívicasLas fiestas cívicas o religiosas o familiareso religiosas o familiareso religiosas o familiareso religiosas o familiareso religiosas o familiares 7.- El trabajo y el estudio7.- El trabajo y el estudio7.- El trabajo y el estudio7.- El trabajo y el estudio7.- El trabajo y el estudio 8.- Nuestro "T8.- Nuestro "T8.- Nuestro "T8.- Nuestro "T8.- Nuestro "Terruño"erruño"erruño"erruño"erruño" 9.- La alegría, la esperanza9.- La alegría, la esperanza9.- La alegría, la esperanza9.- La alegría, la esperanza9.- La alegría, la esperanza 10.- P10.- P10.- P10.- P10.- Personas o personajesersonas o personajesersonas o personajesersonas o personajesersonas o personajes 11.- Otras herramientas11.- Otras herramientas11.- Otras herramientas11.- Otras herramientas11.- Otras herramientas
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    S E G U N D A P A R T E 170 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ LIMITANTES A LA RESERVA MORAL ANEXO 12-B LAS HERRAMIENTAS DE LA "RESERVA MORAL" A VECES SE DESCOMPONEN, SUFREN QUEBRANTOS, SE INHIBEN. PONGA EJEMPLOS DE LAS OCASIONES EN QUE NO LOGRAMOS USAR DEBIDAMENTE LAS HERRAMIENTAS DE LA RESERVA MORAL El miedoEl miedoEl miedoEl miedoEl miedo La inseguridadLa inseguridadLa inseguridadLa inseguridadLa inseguridad La desconfianzaLa desconfianzaLa desconfianzaLa desconfianzaLa desconfianza La falta de respetoLa falta de respetoLa falta de respetoLa falta de respetoLa falta de respeto La violación a los derechosLa violación a los derechosLa violación a los derechosLa violación a los derechosLa violación a los derechos humanoshumanoshumanoshumanoshumanos La corrupciónLa corrupciónLa corrupciónLa corrupciónLa corrupción ImpunidadImpunidadImpunidadImpunidadImpunidad Sensación de impotenciaSensación de impotenciaSensación de impotenciaSensación de impotenciaSensación de impotencia
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    171ANEXO 12-C CITAS BÍBLICAS Mt.5, 13-16: "Ustedes son la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿Con qué se le salará? Ya no sirve para nada, sino para tirar- la fuera y que la pisen los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de una montaña. Tampoco se enciende una lámpara de aceite para cubrirla con una vasija de barro; sino que se pone en el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille su luz delante de los hombres, de modo que, al ver sus buenas obras, den gloria a su Padre que está en los cielos." Mt. 13, 33: "Sucede con el reino de los cielos lo mismo que con la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que fermenta todo." ANEXO 12-D LECTURAS PARA REFORZAR EL TEMA Exhortación Pastoral "Que en Cristo Nuestra Paz México tenga Vida Digna": No. 8: Al acercarnos a esta compleja reali- dad, no perdemos de vista las grandes rique- zas del pueblo mexicano, por las que bende- cimos y agradecemos a Dios. Somos un pue- blo de tradiciones con profundas raíces cristianas, amante de la paz, solidario, que sabe encontrar en medio de las situaciones difíciles por la convivencia y en el gran valor que da a la vida familiar. Precisamente, por- que sabemos que la raíz de la cultura mexica- na es fecunda y porque reconocemos en ella la obra buena que Dios ha realizado en nues- tro pueblo a lo largo de su historia, hoy quere- mos alentar en todos la esperanza. No. 41: En medio de la crisis de inseguridad y violencia, se van organizando grupos socia- les que de distintas maneras buscan hacer sentir su frustración social ante las insuficien- tes garantías de seguridad que tienen los ciu- dadanos y ante la impunidad en que quedan muchos delitos del crimen organizado. No. 246: Llamamos a los ciudadanos y ciu- dadanas de México a constituirse en una so- ciedad civil responsable. Vivimos en un país que no merece vivir bajo el miedo, ni bajo la amenaza de unos cuantos que quieren aca- bar con sus jóvenes, con sus hombres y mu- jeres, creando una cultura de terror y de muer- te. La sociedad es responsable de participar vigilando y verificando que las autoridades asuman a cabalidad el compromiso que tie- nen con el pueblo, atendiendo a los factores que contribuyen en la vida social, económica, política y cultural a la inseguridad y a la vio- lencia. Sin la colaboración de la sociedad res- ponsable los gobiernos no tienen la capaci- dad suficiente para abatir la violencia causa- da por los criminales que se organizan para hacer daño a la comunidad. ANEXO 13-A TEXTOS PARA LA REFLEXIÓN TOMADOS DEL COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA 111. El hombre y la mujer tienen la misma dig- nidad y son de igual valor, 211 no sólo porque ambos, en su diversidad, son imagen de Dios, sino, más profundamente aún, porque el di- namismo de reciprocidad que anima el "noso- tros" de la pareja humana es imagen de Dios.
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    S E G U N D A P A R T E 172 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ 128. Mediante su corporeidad, la persona uni- fica en sí mismo los elementos del mundo ma- terial, "el cual alcanza por medio de la perso- na su más alta cima y alza la voz para la libre alabanza del Creador". 240 Esta dimensión le permite su inserción en el mundo material, lugar de su realización y de su libertad, no como en una prisión o en un exilio. No es líci- to despreciar la vida corporal; al contrario, "debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios que ha de re- sucitar en el último día. (...) Por su espiritualidad el hombre supera a la totalidad de las cosas y penetra en la es- tructura más profunda de la realidad. Cuando se adentra en su corazón, es decir, cuando reflexiona sobre su propio destino, se descu- bre superior al mundo material, por su digni- dad única de interlocutor de Dios, bajo cuya mirada decide su vida. Él, en su vida interior, reconoce tener en "sí mismo la espirituali- dad y la inmortalidad de su alma" y no se percibe a sí mismo "como partícula de la naturaleza o como elemento anónimo de la ciudad humana". 131. La persona existe como ser único e irre- petible, existe como un "yo", capaz de autocomprenderse, autoposeerse y autode- terminarse. La persona humana es un ser inte- ligente y consciente, capaz de reflexionar sobre sí mismo y, por tanto, de tener con- ciencia de sí y de sus propios actos. Sin em- bargo, no son la inteligencia, la conciencia y la libertad las que definen a la persona, sino que es la persona quien está en la base de los actos de inteligencia, de conciencia y de libertad. Estos actos pueden faltar, sin que por ello el hombre deje de ser persona. 45 La persona humana debe ser compren- dida siempre en su irrepetible e insuprimible singularidad. En efecto, el hombre existe ante todo como subjetividad, como centro de con- ciencia y de libertad, cuya historia única y dis- tinta de las demás expresa su irreductibilidad ante cualquier intento de circunscribirlo a esquemas de pensamiento o sistemas de poder, ideológicos o no. Esto impone, ante todo, no sólo la exigencia del simple respeto por parte de todos, y especialmente de las instituciones políticas y sociales y de sus responsables, en relación a cada hombre de este mundo, sino que además, y en mayor medida, comporta que el primer compromi- so de cada uno hacia el otro, y sobre todo de estas mismas instituciones, se debe si- tuar en la promoción del desarrollo integral de la persona. ANEXO 13-B Yo Soy Yo Virginia Satir. En todo el mundo no hay nadie como yo. Hay personas que tienen algo en común conmigo, pero nadie es exactamente como yo. Por lo tanto, todo lo que surge de mí es verdadera- mente mío porque yo sola lo escogí. Soy dueña de todo lo que me concierne: De mi cuerpo, incluyendo todo lo que hace; mi mente, incluyendo todos sus pensamientos e ideas; mis ojos, incluyendo las imágenes de todo lo que contemplan; mis sentimientos, sean lo que sean, ira, gozo, frustración, amor, desilusión, excitación; mi boca, y todas las palabras que de ella salen, corteses, tiernas o rudas, correctas o incorrectas; mi voz, fuerte o suave, y todas mis acciones, ya sean para otros o para mí misma. Soy dueña de mis fan- tasías, mis sueños, mis esperanzas, mis te- mores. Soy dueña de todos mis triunfos y lo- gros, de todos mis fracasos y errores.
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    173Como soy dueñade todo mi yo, puedo llegar a conocerme íntimamente. Al hacerlo, puedo amarme y ser afectuosa conmigo en todo lo que me forma. Puedo así hacer posible que todo lo que soy trabaje para mi mejor prove- cho. Sé que hay aspectos de mí misma que me embrollan, y otros aspectos que no conozco. Mas mientras siga siendo afectuosa y amoro- sa conmigo misma, valiente y esperanzada, puedo buscar las soluciones a los embrollos y los medios para llegar a conocerme mejor. Sea cual sea mi imagen visual y auditiva, diga lo que diga, haga lo que haga, piense lo que piense y sienta lo que sienta en un instante del tiempo, esa soy yo. Esto es real y refleja donde estoy en ese instante del tiempo. Más tarde, cuando reviso cuál era mi imagen visual y auditiva, que dije y que hice, que pen- sé y que sentí, quizá resulte que algunas pie- zas no encajen. Puedo descartar lo que no encaja y conservar lo que demostró que si en- caja. E inventar algo nuevo en vez de lo que descarté. Puedo ver, oír, sentir, pensar, decir y hacer. Tengo las herramientas para sobrevivir, para estar cerca de otros, para ser productiva, y para encontrar el sentido y el orden del mun- do formado por la gente y las cosas que me rodean. Soy dueña de mí misma. Y por ello puedo construirme. Yo soy yo y estoy bien. ANEXO 15-A ¿QUÉ SON LOS DERECHOS HUMANOS? Los derechos humanos son derechos inheren- tes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos y todas tenemos los mismos derechos huma- nos, sin discriminación alguna. Entre los Derechos Humanos se encuentran los civiles y políticos, que incluyen los dere- chos de las personas a la vida, al nombre, a la nacionalidad, a la igualdad, a la libertad, a la seguridad, a ser oídas en un juicio por un tri- bunal independiente e imparcial; las liberta- des de tránsito, de religión, de pensamiento, de expresión, de reunión, de asociación, y a participar en el gobierno de su país.1 Las características de los Derechos Humanos son: • Universales: porque corresponden a todas las personas sin excepción • Interdependientes: porque todos los dere- chos humanos se encuentran vinculados y requieren de su respeto y protección recí- procas • Indivisibles: porque no se puede fragmen- tar su respeto • Progresivos: porque el Estado tiene la obli- gación de procurar su cumplimiento Desde el punto de vista cultural, Los derechos humanos son simple y sencillamente el PA- TRIMONIO COMÚN DE LA HUMANIDAD en general y de los pueblos y culturas en lo particular que le garantizan a todos los se- res humanos, ya como personas, ya como colectividades, poder vivir y desarrollarse con dignidad. Por lo cual dicho patrimonio debe- rá ser cuidado, respetado y protegido por todos(as). 1 Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
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    S E G U N D A P A R T E 174 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ Desde el punto de vista jurídico: Los derechos humanos son un conjunto de facultades, li- bertades, inmunidades y prerrogativas inhe- rentes a la persona humana y que son RECO- NOCIDOS COMO TALES POR LAS LEGISLACIO- NES NACIONALES Y LOS INSTRUMENTOS JURÍDICOS INTERNACIONALES para su res- peto y protección efectiva. Son Derechos Uni- versales que corresponden a todo ser humano; pero son derechos que se afirman frente al poder público y, por tanto, implican obliga- ciones a cargo del gobierno. Él es directamen- te responsable, jurídicamente hablando, de respetarlos, garantizarlos o satisfacerlos.2 Nuestros derechos humanos para todos y todas. Nuestros Derechos Humanos son todo aque- llo que necesitamos las personas, colectivos y pueblos para vivir con dignidad, así como para desarrollarnos plenamente. Todas las personas tenemos derechos huma- nos por el hecho de ser personas, nadie nos lo puede quitar ni arrebatar. Siempre los tene- mos. Si cometemos alguna falta y nos meten a la cárcel nos limitan nuestros derechos polí- ticos, sin embargo nuestros otros derechos no nos los pueden quitar. Por ejemplo, si una persona comete un delito y para pagar por ello no puede tener libertad, no podemos quitarle sus derechos a alimentarse, a la salud, a la integridad física, etcétera. Nuestros derechos no se los podemos regalar a otra persona, cada quien tiene los suyos. Los Derechos humanos están evolucionando constantemente, por ejemplo, hace 30 años casi nadie hablaba sobre el medio ambien- te y hoy lo vemos como una necesidad funda- mental, es decir, uno de nuestros derechos humanos. Los cambios se deben a que las personas, en cada momento de la historia, sienten sus necesidades y dignidad de dife- rentes maneras. Antes, cuando hablábamos de vida digna, pensábamos solamente en algunos aspectos importantes. Cada vez nos damos cuenta que son más cosas que nos parecen vitales. Por ejemplo, podíamos pensar que con tener agua ya era suficiente, ahora sabemos que no sólo necesitamos agua, sino que ésta no venga contaminada. Los seres humanos vamos re- conociendo que necesitamos cosas diferentes para tener una vida digna. La conquista de los derechos humanos se ha logrado por la lucha de muchas personas que han exigido el respeto de sus necesidades. Tenemos derechos humanos, aunque nuestro gobierno no lo reconozca. Si no aparecen es- critos en nuestra Constitución mexicana no quiere decir que no los tengamos. Muchos de nuestros derechos humanos están en ella y se les llama garantías individuales.3 ANEXO 15-B Equipo 1. (CASO 1): Guaymas, Sonora. Pasó miércoles, jueves, vier- nes, sábado y domingo tendido fuera del Hos- pital General de Guaymas con un fuerte dolor de espalda y con una severa desnutrición sin que lo atendieran. Este lunes 22 de octubre del 2013 murió. El motivo: no tenía dinero ni seguro médico. 3 Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A. (2008). Manual Pastoral de Derechos Humanos. México: Buena Prensa. 2 Pastoral de los Derechos Humanos: Fundamentación bíblica y espiritual. Daniel Pérez Camilo.
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    175José Sánchez Carraso,era un jornalero de 38 años de edad, originario de Casas Grandes, Chihuahua. La semana anterior llegó al Hos- pital General de Guaymas, Sonora (Semeson) con un intenso dolor de espalda y un cuadro agudo de desnutrición. Al pedir auxilio al nosocomio, Sánchez Carras- co manifestó lo que le aquejaba a un doc- tor, mismo que le preguntó si tenía algún tipo de seguro, manifestando el paciente que no y tampoco traía dinero. La atención se le negó. Cansado, sin bañarse, sin comer en varios días y con el fuerte dolor de espalda, Sánchez Carrasco se quedó afuera del Hospital, espe- rando alguna atención por parte del personal. Así paso cinco días sin que ningún médico, enfermero y mucho menos una autoridad del hospital se molestara en darle, por lo menos, una pastilla para el dolor que lo mantenía casi inmóvil, tirado en el piso sobre una cobija con un costal con ropa a su lado. Debido a esa falta de sensibilidad con la que actuaron autoridades y personal de este hos- pital en Guaymas, el jornalero murió. Luego de registrarse el deceso el director del hospital, Alberto Cervantes Alcaráz, comentó a medios locales de comunicación que el hom- bre no fue atendido "porque no contaba con dinero". "Él llego al hospital, pero no contaba con dinero y no se le pudo atender y él mismo decidió quedarse debajo de un árbol, donde durmió varios días. Un médico fue a checarlo en el trayecto de su estancia en las afueras del hospital, pero nunca fue hospitalizado" dijo Cervantes Alcaraz.* Equipo 2. (CASO 2): El sábado 27 de octubre estando en el parque el Palomar de la Cd. de Chihuahua, aproxi- madamente a las 8:30 p.m. fui detenido por dos agentes de la policía estatal, quienes ex- presaron lo siguiente: "Mira nomás, ven para acá" y seguí caminando y ellos me tomaron del brazo, me llevaron a empujones a una patrulla municipal del grupo Beta. Los agen- tes estatales hablaron en puras claves. Me llevaron con agentes municipales los cua- les me revisaron, me quitaron mi dinero, un billete de $100.00 y monedas, que en total casi llegaban a los 200.00 pesos. Mi teléfono celular lo apagaron. Intenté ver el número de la unidad (camione- ta) y me golpearon con el puño a la altura de las costillas del lado derecho y después del lado izquierdo. Me preguntaron que qué veía y no me permitían voltear a ningún lado, me indicaron que no los viera a la cara diciéndo- me "¿Qué me ves? ¿Te gusto?" y de ahí seguí insistiendo por qué me detenían... y me gol- peaban en las piernas en las pantorrillas y espinillas con el tolete. Me dijeron que me detenían por estar con- sumiendo bebidas alcohólicas. Yo no traía en posesión ninguna bebida. Les aclaré que yo no estaba tomando, que no traía nada, que me mostraran qué me estaba tomando ahí y sólo me contestaban que ya me calla- ra y seguían golpeándome. Me pusieron es- posas. En el tiempo que me tuvieron ahí me decían que "para que siguas yendo al pala- cio." Se reían de mí de manera sarcástica y burlona. Todo el tiempo que me tuvieron ahí me siguieron golpeando discretamente para no llamar la atención. Me subieron de manera violenta a la patrulla, *http://www.debate.com.mx/eldebate/noticias/ default.asp?IdArt=13698655&IdCat=17303
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    S E G U N D A P A R T E 176 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ me aventaron arriba de la patrulla y un agente me golpeó en las espinillas con el tolete en dos ocasiones para que me callara. Me espo- saron junto con otra persona, un muchacho jo- ven con la mano derecha y esposaron la mano izquierda de manera cruzada a la patrulla. De ahí me llevaron a la comandancia norte en un convoy de por lo menos 3 unidades. Al llegar a la comandancia norte los agentes comentaron a los que estaban en la coman- dancia: "Miren traemos un revoltoso, ésos que nomás la andan haciendo de pedo, de los que andaban en palacio, de los que ni les pagan. Se reían burlonamente. Ahí ya me traían aga- rrándome del cabello, a jalones me llevaban esposado. Traía yo en el cabello un dread con dos trenzas tejidas y me dijeron que me las iban a cortar, les dije que sí pero que no tocaran las piedras que traía colgando y en eso me la arrancaron de un jalón, arrancándome el ca- bello, y me dijeron: "A ver si así aprendes". Me pasaron a dejar mis pertenencias, de ahí me pasaron al médico, le mostré el medica- mento en pastillas que llevaba conmigo, un frasco de carbamazepina de 200 mg, le dije que estaba enfermo, que convulsionaba y te- nía que tomar antes de dormir. Se portó gro- sero y sarcástico, me cuestionó si mis pasti- llas eran droga, lo que yo cuestione, le dije que si no era doctor, que esas pastillas él sa- bía que no eran controladas. Me contestó que qué rico olían, esa fue su respuesta. Se quedó con el frasco de pastillas y de ahí me llevaron a que firmara un papel. Lo quise leer antes de firmarlo y los agentes y el personal se burla- ron por querer leer el papel a firmar, me dije- ron dame la pluma en lo que lees, no me permitieron seguir leyendo y a empujones me llevaron a otra área en donde me tenía que quitar la ropa. Al salir de ahí me dijeron que si iba a hablar por teléfono a lo que contesté que sí y ellos escribieron algo en la hoja donde registran las llamadas y me pasa- ron a la celda diciéndome que más tarde iba a poder llamar. Estando en la celda les pedí mis pastillas de manera tranquila y no me las dieron. Después les grité que me las dieran, que las necesita- ba. Bajó el doctor con personal de la coman- dancia y empezó a burlarse de mí y a decirles a las demás personas que estaban en las cel- das que si no querían pastilla para dormir, porque él estaba aferrado que era droga y era controlado. Al decirles que si no me daban mis pastillas me iba a convulsionar y él me contesto que él era médico y él me atendía si convulsionaba, al igual los custodios me con- testaron que si convulsionaba ellos "me alivianaban" que eran paramédicos, todo esto en forma burlona y se retiraron. Yo les seguí gritando que necesitaba mis pastillas para dormir, llegó un custodio a amenazarme que si no me callaba me iban a gasear. Se retiró y yo seguí insistiendo y volvió el mismo hombre y me dijo que si no me callaba me iban a golpear y pasarme a otra celda con unos lo- cos para que me amansaran. Ese mismo hombre me esposó a la reja de la celda. Me dijo que si no me callaba me iba a ir peor, que me iban a esposar de las dos manos de la parte más alta de la celda y solo apoyaría la punta de los pies y eso dolería mucho y se fue. De desesperación yo empecé a llorar, después de mucho tiempo bajó el doctor con otro hombre que vestía de traje, no se identificó, me pregunto qué pasaba, le explique y el médico dijo que él fue a darme las pastillas y que yo no las quise, y en ese momento me preguntó cuánto tenía que to- mar y me dio media dosis, me dejaron espo- sado a la reja sin saber cuánto tiempo, por- que así me quedé dormido.
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    177En la mañanaque me desperté ya me habían quitado las esposas. Por la mañana, después de que dieron el desayuno no sé a qué horas, bajo una doctora, que me dió la dosis com- pleta de pastillas. Se portó amablemente con- migo, me preguntó con qué neurólogo había asistido, qué dosis me habían indicado, a lo que contesté. Aproximadamente a las 8:00 p.m. del día domingo 28 de octubre me llamaron y me di- jeron que si ya me quería ir, que limpiara la cocina y me iba. Después de limpiar la cocina pasé a firmar unos papeles, los cuales no me permitieron ver con detenimiento, pasé por mis pertenencias y salí de la comandancia. Unos agentes municipales me preguntaron que para donde vivía, les dije el nombre de la colonia e insistieron a que me subiera atrás de la uni- dad, a lo que yo me negué agradeciéndoles y ellos insistieron y me ordenaron que me su- biera atrás en la unidad. Yo me subí y la uni- dad estaba en la av. Homero en dirección a la calle Sosa Vera. Ellos retornaron por la Homero para tomar la ave. Colón o tecnológico, au- mentando la velocidad de la unidad y yo les toque en la carrocería para que se detuvieran pues iban en otra dirección a la que yo iba. Me baje hasta la calle Dostoievski y Colón, indicándoles que yo no iba a ese rumbo a lo que contestaron que ellos iban a otro rumbo. Equipo 4. Del documento "Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna". 4.2 Promover los derechos y deberes humanos. 219. La paz es un don de Dios que debemos compartir con los demás. Construir la paz exi- ge el respeto de la dignidad de todas las per- sonas y de los pueblos y el esfuerzo de vivir la fraternidad. La responsabilidad de proteger los derechos humanos y de asegurar condiciones para que todos puedan cumplir con sus res- pectivos deberes, recae principalmente sobre el Estado. Sin embargo, los derechos huma- nos han de ser respetados en las relaciones de todos con todos, como expresión de justi- cia y de fraternidad, y no simplemente porque pueden hacerse respetar mediante la buena voluntad de las autoridades. ANEXO 18-A ¿QUÉ ES ESPIRITUALIDAD? La espiritualidad es la motivación más pro- funda de nuestra vida, es la causa o las cau- sas por las que trabajamos día con día e, in- cluso, estamos dispuestos a dar la vida por ellas. Es, en otras palabras, el sentido que le damos a nuestra vida, es el por qué de nues- tra existencia o, como dicen los teólogos moralistas, es la opción fundamental que di- rige todos nuestros actos. Es la pasión, la mís- tica, el ideal de una persona o de una colecti- vidad, en expresión de Mons. Casaldáliga. Podemos hablar de espiritualidad cristiana, budista, musulmana, como también podemos hablar de la espiritualidad del profesionista, del investigador, etc. Pero también Casaldáliga nos advierte que hay espiritualidades diferentes, buenas o malas. Por ejemplo, se puede hablar de la espirituali- dad del capitalismo, del mercado neoliberal, "del sistema de dominación". dirá el teólogo Walter Wink. Precisamente este teólogo dice que en esto consiste la presencia demoníaca. Lo que nos ayuda a distinguir una espirituali- dad buena de una mala es el "talante ético" que brota de la misma naturaleza, como afir- ma Leonardo Boff. De ahí que una espirituali- dad buena será aquella que es más "huma- na", más "humanitaria", más "humanizada".
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    S E G U N D A P A R T E 178 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ En resumen: que nos hace más humanos. En contrapartida lo que nos degrada como seres humanos, lo que nos divide, nos hace violen- tos, nos destruye... no puede provenir de una buena espiritualidad. Una importante aclaración: La espiritualidad no se contrapone a lo material, sino a la falta de motivación. Cuando escuchamos que una persona es muy espiritual pensamos que no le interesan las cosas del mundo como son el baile, la diversión, la política, los problemas cotidianos, etc. Ésta es una manera de distor- sionar la palabra espiritualidad. Al contrario, una persona espiritual es una persona que "tie- ne garra", que tiene temple, que tiene opcio- nes muy definidas ante las realidades del mundo. Finalmente, la espiritualidad nos hace ver que el ser humano tiene la dimensión de la tras- cendencia, del más allá, lo cual le hace refe- rirse a Dios y a los valores que trascienden en el tiempo y en el espacio como el amor, la verdad, la disponibilidad al sacrificio, etc. ANEXO 18-B ¿QUÉ ES ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ? Para el presente escrito nos inspiramos en el libro de Raimon Panikkar, "Paz y desarme cul- tural". Para hablar de la Espiritualidad para la Paz conviene aclarar que la Paz es, ante todo, UN DON, es decir, la paz no se impone. Al imponerse deja de ser paz. La paz simplemen- te se recibe y se recibe para gozarla, para ha- cerla florecer, para hacerla madurar. La paz por ser don es gracia. Ahora bien, si la paz es "don" ¿Quién nos la da? ¿Quién es el dador de la paz? Podemos decir que nadie nos la da, nadie nos la otorga como un favor, porque simplemente es fruto de la realidad. Por así decirlo la paz es exi- gencia de la realidad misma. Para decirlo de otra manera: Quien cultiva una flor no hace la flor, ésta brota como fruto de la tierra. Quien cultiva prepara todos los elementos para que la naturaleza haga su trabajo. Así como la flor es un don lo es igualmente la paz. Cuando hablamos de la realidad estamos hablando de Dios, del ser humano y de las cosas y cuando no tratamos adecuadamente esa realidad la distorsionamos y, por consiguiente, no obte- nemos de ella la maravillosa flor de la paz. La pregunta es ¿cómo se trata adecuadamen- te la realidad de la que también nosotros for- mamos parte? Podemos responder que son cinco los elemen- tos (Panikkar habla sólo de cuatro) que nos ayudan para tratar adecuadamente la reali- dad: La libertad, la justicia, la verdad, el amor y, como fruto de todo, la armonía. Estos ele- mentos dan como fruto la flor de la paz y son los que caracterizan a la espiritualidad para la paz. 1º.- LA LIBERTAD: Se reconoce la dignidad de las personas, el valor intrínseco de la natu- raleza y de la religión y cada cual puede ma- nifestarse como es, sin coacciones ni instru- mentalización (manipulación) de cualquier tipo. 2º.- LA JUSTICIA: Reconocer a cada ser aque- llo que le corresponde, lo que le es propio y debido. "El respeto al derecho ajeno es la paz". 3º.- LA VERDAD: Es admirar la armónica be- lleza de la realidad, aceptar el valor intrínseco que ella tiene y actuar con transparencia, ho- nestidad y lealtad.
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    1794º.- EL AMOR:Es el motor de todo lo anterior. Es de donde brota la confianza, la amistad, la solidaridad ante los desequilibrios y la falta de libertad y justicia. El amor motiva e impul- sa al sacrificio por los demás. Es la fuente del perdón y la reconciliación. Es la ternura que contradice todo acto violento. 5º.- LA ARMONÍA: todo debe estar integrado, nada puede ser arrojado fuera. Es el resulta- do, el fruto, a donde confluyen los demás ele- mentos que hemos mencionado. Se acepta al OTRO como diferente. Hay capacidad de diá- logo en la pluralidad de culturas, de religio- nes y de política. Si queremos simbolizar la paz podríamos ha- cerlo con una flor de cuatro pétalos (Libertad, Justicia, Verdad, Amor) que desembocan y tie- nen como centro la Armonía. ANEXO 18-C SENTIDO CRISTIANO DE LA ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ Primera Reflexión: La creación en la Biblia por parte de Dios no es sacar de la nada las cosas, sino más bien ordenarlas, armonizarlas, pues "la tierra era caos, confusión y oscuridad por encima del abismo y el espíritu de Dios aleteaba por en- cima de las aguas" (Gen. 1, 2). Sacar, pues del caos, es fruto del espíritu de Dios quien "armoniza" a todas las creaturas para que se realicen libremente, con justicia y muestren la belleza de su verdad. En otras palabras, el acto creador de Dios hace brotar como fruto de las creaturas la flor de la paz. Del caos surge el "cosmos", palabra que sig- nifica armonía, orden, equilibrio. Una vez realizada su obra, Dios descansa para con- templar y disfrutar, pues ahora "todo está bien hecho" A nosotros nos corresponde recrear cada día el mundo sacándolo del caos para que brille con intensidad la armonía, es decir, la paz y la podamos disfrutar porque al final del día "está todo bien hecho". Segunda Reflexión: Jesucristo les dice a sus Apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy, y no como la da el mundo" (Jn. 14, 27) no porque nos "otorgue" la paz sino porque nos da el instrumento que la hace fructificar de la realidad como una flor de primavera: El Reino de Dios: "Conviértan- se porque el Reino de Dios ya está cerca, está entre ustedes" (Mt. 4, 17; Mc. 1, 14). Para hacer presente ese Reino de Dios, Jesús nos invita a que hagamos vida las bienaventuranzas que podemos leer en Mt. 5, 3-11. Un atinado comentario de ellas es la hermosa oración-reflexión de Miguel Ángel Mesa se puede recitar en este momento y al concluir el taller: - Felices quienes siguen confiando, a pesar de las muchas circunstancias adversas de la vida. - Felices quienes tratan de allanar todos los senderos: odios, marginaciones, discordias, enfrentamientos, injusticias. - Felices quienes bajan de sus cielos particu- lares para ofrecer esperanza y anticipar el futuro, con una sonrisa en los labios y con mucha ternura en el corazón. - Felices quienes aguardan, contemplan, escuchan, están pendientes de recibir una señal, y cuando llega el momento de- cisivo, dicen: sí, quiero, adelante, sea, en marcha...
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    S E G U N D A P A R T E 180 TALLERES DE EDUCACIÓNPARA LA PAZ - Felices quienes denuncian y anuncian con su propia vida y no sólo con meras palabras. - Felices quienes rellenan los baches, abren caminos, abajan las cimas, para que la exis- tencia sea para todos más humana. - Felices quienes acarician la rosa, acercan la primavera, regalan su amistad y reparten ilusión a manos llenas con su ejemplo y sus obras. - Felices quienes cantan al levantarse, quie- nes proclaman que siempre hay un camino abierto a la esperanza, diciendo: "No ten- gáis miedo, estad alegres. Dios es como una madre, como un padre bueno que no casti- ga nunca, sino que nos acompaña y nos alienta, pues únicamente desea nuestra ale- gría y nuestra felicidad". ANEXO 18-D LECTURAS LIBRES PARA REFORZAR EL TEMA De la Exhortación Pastoral de los Obispos Mexicanos: "Que en Cristo Nuestra paz, México tenga vida digna" 113. Nuestro quehacer eclesial nos compro- mete profundamente a trabajar por la huma- nización y restauración del tejido social, con- vencidos del valor de la vida humana llamada a participar de la plenitud de la vida divina, porque Dios "no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan" (2 Pe 3, 9). 115. Conocemos a Dios y su proyecto de amor para nosotros por medio de Jesucristo, 136. El Reino de Dios no se impone por la fuerza ni con la violencia; es una realidad so- brenatural, presente en el corazón y en el tes- timonio de los discípulos, que critica y desen- mascara las falsas paces y las estructuras que hacen imposible la paz. Jesús alienta a quie- nes le siguen a trabajar por la paz, que es don de Dios y tarea del hombre. Quienes se com- prometen en construirla son llamados "hijos de Dios" (Mt 5, 9)... y ello no se refiere a quie- nes tienen ánimo pacífico, de quietud o sosie- go, sino a quienes se comprometen en "hacer" la paz, en tomar la iniciativa, en trabajar, en esforzarse por conseguirla. Tampoco se refie- re a los que cultivan la paz para sí mismos, sino a quienes se empeñan activamente por establecerla, allí donde los hombres la han roto y se encuentran enemistados, al grado de no tener miedo de arriesgar la propia tran- quilidad, con tal de procurar la auténtica so- lución de los conflictos, aún cuando estos no le estén afectando directamente. 147. Es el Espíritu que cohesiona las diferen- cias para hacer de ellas la fuente de la comu- nión. Para el discípulo, el con-ciudadano del Reino, la vida en el Espíritu le permite orien- tar su acción cotidiana desde la óptica de la verdad, la justicia y la comunión. 148. La vocación cristiana incluye el llamado a construir comunidades fraternas y justas; el compromiso de servir al hermano y de buscar juntos caminos de justicia y ser así construc- tores de paz. 162. El amor "es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz" y da verdadera sustancia a las relaciones con Dios y con el prójimo, tanto a las micro-relaciones –amistad, fami- lia, pequeño grupo– como a las macro-rela- ciones –sociales, económicas políticas–. 163. Amar a alguien es querer su bien y tra- bajar eficazmente por él.
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    181ANEXO 18-E ALGUNOS ELEMENTOSDE LA ESPIRITUALIDAD PARA LA PAZ - El lugar de la Espiritualidad es el mundo sin fronteras, la vida como don y tarea. - Su espacio son todos aquellos lugares en donde se desarrolla la existencia humana. - Lleva a la aceptación profunda de las otras personas, como otras. - "La paz se realiza en la medida en que acepto al otro (a)" - No es intimista ni individualista. - Dialogante, nos invita a descubrir y vivir la "otredad". - Activa, que levanta la voz y trabaja en favor de las personas indefensas y la naturaleza dominada. - Se guía por la fraternidad, justicia, liberación, igualdad, diferencia - Es interreligiosa e intercultural - Animada por el encuentro humano-divino, pleno de gratitud. - Centrada en el Reino de Dios, un mundo más humano. - Nos invita a hacer la casa habitable. - Nos coloca al servicio de todas las personas. - Nos lleva a sentir la indignación, a sabernos y sentirnos personas afectadas por las injusticias, el sufrimiento y la violación de los derechos humanos. - Invita a la transformación, a vivir haciendo el bien y ayudando a sanar a las personas del dolor, el sufrimiento y el miedo. - Se alimenta del amor a Cristo que nos urge a arriesgarnos con pasión. ANEXO 18-F ESPIRITUALIDAD: VÍNCULO ENTRE EL SER HUMANO Y DIOS Espiritualidad viene de espíritu; es el cultivo de lo que es propio del espíritu, su capacidad de proyectar visiones unificadoras, de relacio- nar todo con todo, de conectar y reconectar todas las cosas entre sí y con la Fuente Origi- naria de todo ser. Si el espíritu es relación y vida, su opuesto no es materia y cuerpo sino la muerte como ausencia de relación. En este sentido, espiritualidad es toda actitud y actividad que favorece la expansión de la vida, la relación consciente, la comunión abier- ta, la subjetividad profunda y la trascendencia como modo de ser, siempre dispuesto a nuevas experiencias y a nuevos conocimientos. La espiritualidad tiene una fuerza curativa pro- pia. No es de ninguna manera algo mágico y esotérico. Se trata de potenciar las energías características de la dimensión espiritual. Es- tas energías son altamente positivas como amar la vida, abrirse a los demás, establecer lazos de fraternidad y solidaridad, ser capaz de perdón, de misericordia y de indignación ante las injusticias de este mundo. (Leonardo Boff, La importancia de la espiritualidad en la salud. Nov. 2013) Espiritualidad: Se designa así al conjunto de hechos o actos concretos por los que la per- sona vive en relación con el Ser Superior. Lo importante en el ámbito espiritual consiste en obrar de acuerdo a la propia fe, de modo que se llegue a una transformación del ser perso- nal, que incluye la experiencia de la cercanía de Dios, la capacidad de amar efectivamente a las personas, la alegría de vivir, y el logro de una cosmovisión unitaria. (Luis Jorge González, Integración: Ciencia y Espiritualidad. 1992)