El documento describe la cultura emo, caracterizada por la depresión, el sufrimiento y el rechazo al mundo. Los emos se identifican por su delgadez extrema, pelo que cubre la cara, ropa ajustada de colores oscuros y símbolos como calaveras. Comparten su dolor de forma autodestructiva cortándose y vistiéndose igual que sus parejas. La cultura promueve la anorexia y el consumo de drogas.