Este documento establece 11 derechos sexuales fundamentales que todo ser humano debe poder ejercer para desarrollar plenamente su sexualidad. Entre estos derechos se incluyen la libertad y autonomía sexual, la privacidad, la equidad sin discriminación, el placer, la expresión emocional, la libre asociación, la educación y la atención de la salud sexual. El documento argumenta que estos derechos deben ser reconocidos, promovidos y defendidos por todas las sociedades dado que son universales y fundamentales para el bienestar