Desarrollo y funciones de la placenta. Dr. Igor Pardo Zapata 2017
El documento aborda el desarrollo y las funciones de la placenta, incluyendo su morfología y fisiología durante diferentes etapas del embarazo. Se discuten las estructuras materna y fetal, así como diversas patologías placentarias y anomalías. También se incluye una bibliografía relevante para el estudio de la embriología y genética.
1. Davalos F.Embriología y Genética. 4ta ed. 2009
2. Arteaga Martinez Embriología humana y biologia del desarrollo. Ed
Panamericana. Buenos Aires 2013.
3. Flores Embriología humana. Ed Panamericana. Buenos Aires 2015.
4. Carlson BM. Human embryology & developmental Biology. 2nd ed.
USA: Mosby, 1999.
5. Larsen W. Essentials of human embryology. Singapore: Churchill
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6. Moore K, Persaud TVN. Embriología Clínica. 7ª ed. México:
Interamericana Mc Graw Hill, 2004.
7. Sadler TW. Embriología médica con orientación clínica. 13ª ed. Wolters
Kluwer, 2016.
BIBLIOGRAFÍA
Notas del editor
#6 La placenta humana tiene la forma discoidal de 15 a 20 cm de diámetro (figs. 12-1 y 12-2), de 2 a 3 cm de espesor y de 500 a 600 gr. de peso aproximadamente (alrededor de un sexto del peso fetal). Presenta dos caras, cara materna y cara fetal:
#17 Placa o lámina coriónica. Resulta de la fusión del amnios con el corion frondoso en el momento que se cierra la cavidad coriónica, por crecimiento de la cavidad amniótica. Se continúa por sus bordes con la membrana amniocoriónica . Las vellosidades del corion frondoso flotan libremente en la sangre del espacio intervelloso.
Espacio intervelloso. Se denomina asi a la cavidad interpuesta entre las placas basal y coriónica . La cámara que nos ocupa, llena de sangre materna, se halla totalmente recubierta por sinciciotrofoblasto , tejido que tapiza tanto la placa coriónica y sus vellosidades como la placa basal y sus tabiques .
#18 Placa basal o decidual. Es la decidua basal (tejido materno) junto con el citotrofoblasto (tejido fetal) (fig. 12-3). Presenta un gran número de perforaciones correspondientes a los orificios de las arterias y las venas endometriales, que aportan y drenan sangre del espacio intervelloso (fig. 12-3). De la cara fetal a la materna, está constituida por el
sinciciotrofoblasto, el citotrofoblasto y la decidua basal (fig. 12-3); además, de ella emergen los tabiques placentarios (deciduales) que dividen a la placenta en cotiledones.
a) El sinciciotrofoblasto constituye el tejido que tapiza la placa basal y es la estructura fetal que se relaciona con la sangre materna del espacio intervelloso (placenta hemocorial).
b) El citotrofoblasto en este lugar constituye la llamada coraza citotrofoblástica. Se halla separada de la decidua basal por la membrana de Nitabuch, que es una fina capa de material fibrinoide (ver capítulo 7, membrana de Nitabuch).
c) La decidua basal, cuyos bordes continúan con la parietal, se apoya en la capa basal del endometrio, es en este nivel donde se producirá el clivaje en el momento del alumbramiento. En su espesor se distinguen las arterias y las venas endometriales; los vasos se dirigen en forma bastante directa hacia el espacio intervelloso sin formar plexos, atravesando la capa compacta.
d) Los tabiques placentarios, los cuales, a pesar de que sus extremos no alcanzan a establecer contacto con la placa coriónica, subdividen al espacio intervelloso (y por extensión a la placenta) en varios compartimentos que se conocen con el nombre de cotiledones (fig. 12-3). Tales tabiques presentan los mismos tejidos que componen la placa decidual, estando constituidos por una lámina central de decidua basal, revestida a ambos lados por cito y sinciciotrofoblasto.
#20 La circulación placentaria y la membrana o barrera placentaria
a) La placenta representa el sitio en que dos corrientes circulatorias, una materna y otra fetoplacentaria, se separan por una membrana de permeabilidad selectiva, la barrera placentaria (figs. 7-19,11-11 y 12-3).
b) La sangre materna fluye de manera constante a los espacios intervellosos, a través de las arterias espirales; de una manera igualmente constante, la sangre sale de los espacios intervellosos a través de las venas espirales.
c) La sangre fetal llega a la placenta por las arterias umbilicales, pasa luego a los capilares de las vellosidades y regresa al feto por la vena umbilical (la izquierda, que es la única que subsiste).
d) La barrera placentaria se encuentra a nivel de las vellosidades y está representada por el sinciciotrofoblasto y citotrofoblasto (después del cuarto mes únicamente por el sinciciotrofoblasto), el mesodermo y el endotelio de los vasos vellosos. El espesor mínimo de la membrana placentaria se ha estimado que es de 2 micras a término. La superficie total de las vellosidades, o sea de la barrera placentaria, alcanza 14 m2 en una placenta a término.
#21 Mecanismo de los intercambios transplacentarios
a) Difusión simple. Por este mecanismo pasan la barrera placentaria numerosas subs- tancias; podemos citar los siguientes: 02, C02, H20, electrolitos, minerales (calcio, hierro fósforo), anestésicos usados en la asistencia del parto, barbitúricos, hormonas esteroides y proteínicas producidas por las glándulas endocrinas de la madre, urea, etc.
b) Transporte activo. En el que participan moléculas transportadoras, como sucede para la glucosa; pero en el caso de otras substancias, como los lípidos, se sabe que el sinciciotrofoblasto participa gracias a una actividad enzimática que los degrada para que luego la placenta y los tejidos fetales vuelvan a sintetizarlos.
c) Pinocitosis y pinocitosis inversa (emecitosis). Es una actividad desarrollada por el sincicio y determina la incorporación de moléculas grandes dentro de la barrera placentaria. Las gamaglobulinas pueden ser transmitidas por este mecanismo.
#27
1. Placenta epiteliocorial. Es el caso más sencillo, el corion se localiza sobre el epitelio de la mucosa uterina, y así persiste a lo largo de todo el desarrollo (fig. 12-4). Es característica de los perisodáctilos (rinocerontes). En esta placenta la difusión y transporte activo de substancias se lleva a cabo a través a una serie de membranas interpuestas que serán: el endotelio de la pared del vaso maternos, el tejido decidual, la membrana basal del epitelio decidual, el epitelio de la decidua, el cito y sinciciotrofoblasto de la vellosidad, el estroma de la vellosidad, el endotelio del vaso fetal.
2. Placenta sindesmocorial (o conjuntivocorial). Un paso más avanzado en el proceso de la placentación, ocurre cuando la vellosidad no se limita a ponerse en contacto con el epitelio de la decidua; sino que, por un proceso de tipo enzimático citolítico dislacera, penetra y se extiende en el interior del estroma (fig. 12-4). Se constituye de esta forma la llamada placentadón sindesmocorial, característica de los artiodáctilos (elefante, llama). En ésta, el número de capas interpuestas entre la sangre materna y fetal, es una menos que en el caso anterior; ya que el corion llega a ponerse en íntimo contacto con el tejido conjuntivo del estroma decidual.
3. Placenta endoteliocorial. En los suidos (cerdos, jabalí), el trofoblasto corroe no solamente el epitelio uterino (decidual), sino también el conjuntivo y llega a ponerse en contacto con el endotelio materno, pero sin llegar a perforarlo (fig. 12-4), constituyendo la placentación llamada endoteliocorial. En este tipo de placentación las capas interpuestas entre la sangre materna y fetal serán: el endotelio del vaso materno, el epitelio del corion fetal, el estroma conectivo de la vellosidad, el endotelio del vaso fetal.
4. Placenta hemocorial. Sin embargo en la especie humana, este grado de separación entre las sangres materna y fetal es excesiva para la intensidad y rapidez con que se requiere el aporte de substancias nutricias y de oxígeno, de ahí que en el hombre se produzca una invasión más íntima, que llega a dislacerar y romper la solución de continuidad del endotelio (fig. 12-4). Se forma una unión verdaderamente simplásmica, abriéndose los vasos matemos al interior de las lagunas trofoblásticas. A este tipo de placentación, a la que pertenece la especie humana, se la conoce con el nombre de placenta hemocorial.
5. Placenta hemotelial de Mossman. Es interesante indicar que la placenta hemocorial experimentará una modificación en el último trimestre del embarazo, en el que son imperativas las necesidades de oxígeno y de substancias nutritivas; el sincicio de la vellosidad experimenta un proceso de atrofia, acercándose progresivamente los vasos a la superficie de la vellosidad y "casi" poniéndose en contacto directo con la sangre materna. Se constituye en este momento, la llamada placenta hemotelial o fase hemotelial de la placenta de Mossman.