La dislalia es un trastorno en la articulación de los fonemas que causa dificultad para pronunciar sonidos correctamente. Puede deberse a factores orgánicos, funcionales o de audición. El tratamiento implica estimular la capacidad del niño para producir sonidos a través de juegos y ejercicios que les enseñan las posiciones correctas, con el objetivo de que aprendan a articular los sonidos de manera automática dentro y fuera de sesiones terapéuticas.