Los ríos y arroyos, aunque se diferencian por su tamaño, comparten características diversas que influyen en su ecología y dinámica. En México, la red hidrográfica abarca 633 mil kilómetros, donde los 50 ríos principales representan el 87% del escurrimiento superficial. La gestión y conservación de estos ecosistemas fluviales requieren comprender su variabilidad natural y las metodologías para estimar su régimen caudal.