El agua cumple múltiples funciones vitales en los seres vivos como disolvente de sustancias, participar en reacciones metabólicas, mantener la homeostasis, transportar nutrientes y desechos, dar soporte estructural a los tejidos y amortiguar el movimiento de los órganos. El agua representa entre un 15-85% del peso de los tejidos y su cantidad depende del órgano y la edad del organismo.