El cerebro humano, compuesto por unas 100,000 millones de neuronas y billones de sinapsis, es un órgano extraordinario que no solo interpreta, sino que también crea nuestro mundo, desafiando la noción de que solo usamos un 10% de él. La diferencia entre un 'cerebro estándar' y un 'supercerebro' radica en cómo interactuamos con él, fomentando habilidades, creatividad y un enfoque activo hacia el aprendizaje y el crecimiento personal. Además, nuestra relación con el cerebro, influenciada por la curiosidad y la intención, es clave para desbloquear su potencial y evitar la atrofia cognitiva.