El embarazo adolescente es un problema de salud pública que conlleva riesgos significativos para la salud de la madre y el bebé, incluyendo complicaciones y problemas de desarrollo. Factores como la falta de educación sexual, presión social y condiciones socioeconómicas influyen en la incidencia del embarazo en este grupo. Para prevenir embarazos no planificados, es fundamental fomentar la comunicación sobre anticonceptivos y la responsabilidad sexual entre jóvenes y adultos.